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OBJECIONES DE UN HISTORIADOR A LA TEORIA DE LA DEPENDENCIA EN AMERICA LATINA EN EL SIGLO XIX* D. GM, PLATT ®* La teoria de la dependencia, ante Ia acometida de la izquierda y la dere- cha, resulta apenas sostenible. La impaciencia frente a In panacea de Prebisch, Ja industrializacion via sustitucién de importaciones, dio rienda suelta a la dependencia. La dependencia, en cambio, es casi reemplazada por Ja corpora- cion multinacional. Les historiadores pueden pretender averiguar incluso si Ia evidencia histérica sobre la cual se basé Ja teoria de Ja dependencia es mas duradera que el uso de ésta en la eiencia social moderna. El tema tiene mucha vigencia. Resulté muy poco tranquilizador leer recientemente que “los tedricos radicales de la dependencia se hallan comprometidos en una investigacién més productiva y creadora” +, A Tos fines de esta discusién, puede resultar conveniente comenzar con lo que se ha econvertido en Ia definicién elisiea de dependencia, la familiar proposicién de Theotonio Dos Santas, por Ia cual “entendemos por depen- dencia una situacién en Ia que la economia de ciertos paises esti condicio- nada por el desarrollo y expansién de otra economia a Ia cual Ia primera se halla sometida”. Continia Dos Santos: “La relacién de interdependencia entre dos o mas economias, y entre éstas y el comercio mundial, adopta la forma de dependencia cuando algunos paises (los dominantes) pueden expandirse y ser autosuficientes, mientras otros paises (los dependientes) pueden hacerlo solamente como reflejo de esta expansién, Ia que puede tener un efecto tanto positive como negativo en su desarrollo inmediato?. La falta de autonomia es critica. “Las tearias de la dependencia —explica Philip O"Brien— tratan de demostrar que la dinimieca interna de In sociedad latinoamericana y su subdesarrollo fueron y estan principalmente condicio- nados por la posicién de América Latina en In economia internacional y * Derechas reservados por la Latin American Research Review, 1980, a la que se agradece Ja autorizacién para la aparicidn simultinea de este trabajo. La version original inglesa se publica en LARR, volume 15, number 1, 1980. ** St. Antony's College, Oxford. 1 El subrayado pertenece al autor. C. Richard Barn y Dilmus D, Jaues: “EI and- Lith ta, dependeneia de América Latina”, Latin American Research Meview, XI:3 1976), pag. 33. 2 Esta definicién aparece en varios de sus trabajos, La versién citada pertenece @ su disertacién sobre “The Structure of Dependence American Economic Review (dices taciones y procedimientos), LX:2 (1970), pag. 931. 436 DG M, PLATT por los lazos resultantes entre Jas estructuras internas y externas” *, Podemos considerar estas proposiciones como definitivas. Un elemento fundamental en Ia dependencia es la importancia de la economia internacional *. Incluso David Ray, en un ataque por lo demas denigratorio al “modelo” de dencia, sefiala como uno de sus logros 1a demostracin “‘del fracaso de cualquier investigacién sobre América Latina que ignore el contexto internacional” °. Las investigaciones de André Gunder Frank sobre Ja historia de Chile (le) sugieren que desde la conquista, Chile fue totalmente incorporado “al proceso de expansion y desarrollo del sistema mer- cantil mundial que Tuego se convertiria en capitalista industrial”, Osvaldo Sunkel considera que los paises de América Latina “se hallan atray en el sistema de relaciones internacionales del mundo capitalista.,. totalmente dopendientes de sus relaciones econémicas con el exterior ?, Stanley y Bar- bara Stein seiialan, después de la expulsién de Espaiia, una “herencia colonial de economias orientadas hacia afuera estrechamente vinculadas a las fuentes esenciales de Ja oferta y la demanda situadas fuera de las nuevas economias nacionales” *, Todo esto sugiere que, en este aspecto, como en otros, tuvo lugar una transicién suave entro el periodo colonial y el nacional. El argumento que exponen 5. y B. Stein en “Colonial Heritage of Latin America”, es que existid una continuidad en Ja relacién de dependencia de América Latina con Europa, y que Inglaterra tomé lo que Espafia habia perdido. Apenas Chile dejo de ser una colonia de Kspaiia, sostiene Hernin Ramirez, se convir posesion explotada por el capitalismo inglés*. La hegemonia bri hreredada por Ios Estados Unidos, y para Fernando Henrique Cardowo y Enzo Faletto, “el predominio de la vinculacién con las metréy res —Espafia y Portugal— durante el periodo colonial, la dependencia Iuego de Inglaterra y finalmente de los Estados Unidos, no puede earecer de trascen- dencia” ®®, Para otros tedricos de la dependencia la transicién no fue necesaria- mente tan suave, pero todos concuerdan en el caracter internacional de las ® Philip O'Brux: “A Critique of Latin American Theories of Dependency”, en Ivar Oxaar, Tony Basxery y David Boom (compiladores), Bevond the Sociology of Development: Emam ond Society i Latte America and Africa (Londres, 1975), . 4 OBrzx dice otro tanto en su conclusién, ob, cit., pig. 25, ® David Ray: “The Dependency Model of Latin American Underdevelopment: ‘Three Basic Fallacies”, Journal of Inter-American Studies, 15:1 (1973), pig. 6. ® James D. Cockcnorr, André Gu cer FLARE y Dale L. Jonson: Dependence and Underdecslopment: Latin American Political Economy (Nueva York, 1972), pag. ic ® Hein Raacias: Necocies, en la Historia del imperialirma en Chile (Santiago, 1960), tal como lo cita André Gunder Franx en Capitalism and Underdevelopment in Latin America America (Londres, 1971), pay. 97. 1 Femanda H. ¥ Enzo Pauzrvo; “Dependencia » desarvollo en América Katina a oat Niger i Man’ (comp.): La dominaclén de América Latiag (uence nes, OBJEGONES A LA TEORIA DE LA DEPENDENCIA EN A. L, aT economias latinoamericanas después de la Independencia, La “dependencia colonial” de Dos Santos, que inclufa no sélo la América Latina colonial sino también las primeras décadas de independencia politica, fue “exportadora por naturaleza""', Bergquist se refiere confiadamente a Colombia, luego de su independencia, como a “una nacién mds allegada a la drbita del sistema capi- talista industrial” 12, Existe un consenso generalizado respecto de la existencia de una marcada interrelacién econémica entre la América Latina poscolonial y el mundo exterior, América Latina, tanto la colonial como la independiente, participé en la economia internacional como exportadora de productos alimenticios, materias primas y metales preeioses, y como importadora de productos manu- facturados y de bienes de capital. “En terminos generales —sefiala O'Brien— Jas decisiones relativas a inversiones en Ja infraestructura social y en la produc- cién directa dependian metrépoli. De este modo les factores determinantes del crecimiento y de la estructura de las formaciones sociceconémicas de América Latina siguieron siendo en gran medida exdgena. Al concentrarse en la exportacién de productos primaries, América Latina no pudo desarrollar una capacidad auténoma de crecimiento y transformacién’ }*. Por Jo tanto, en Ia América Latina del siglo xix se destruyé la oportunidad de un crecimiento auténomo autosuficiente. “El desarrollo del capitalismo industrial —sefiala Gunder Frank— favorecié la apertura de América Latina hacia el libre conmiereio, y transform la estructura econémiea, politica y social del continents para satisfacer Ins nuevas neeesidades de la metrépoli y la convenicncia de Jas burguesias locales’ 14, Todo esto suena muy familiar, y sélo encaja netamente una teoria de la dependeneia estrechamente unida a la hegemonia econémica extranjeta en América Latina. Indudablemente, las evidencias son fragmentarias y evasivas, pero Ia continuidad siempre ha resultado atractiva para los historiadore: por otra parte existe una gran simplieidad en la nocién de “herencia colonial" comentada en forma tan fluida por Stanley y Barbara Stein. Sin embargo, hasta el argumento mis coherente puede Hegar a ser false. No seria correcto deseribir la economia de la América hispana colonial como orientada hacia las exportaciones. Los metales preciosos fueron un elemento central en la conquista. Una vez establecidas Jas minas, comenzé a exportarse su produccién. Pero en el caso de la plata y el oro, debido a su atractivo, fueron tan sélo un elemento mas en economias mas amplias y orientadas hacia adentro, que se apoyaban casi totalmente en Ja demanda y produccién locales. Seria fantasioso suponer que “la herencia mds significativa del colonia- lisme ibérico fue la tradicién de un gran estado, que producia productos alimenticios y materias primas para el consumo local o para su exportacién 31 Dos Santos, ob, cit., pig, 232. 42 Charles W. Bencouist: “On Paradigms and tho Pursuit of the Practical”, Latin American Research Review, KY:2 (1978), pigs. 247-248. 43 O'Breey, ob. cit., pag. 16. 44 Cocxcnorr, Fraxx y Jounsox: Dependence and Underdevelopment, pag. 34. 438 D. GM. PLATT a Europa occidental’’*®, El énfasis que se pone en la exportacién a Europa occidental es anaerénico. Frank Safford explica refiriéndose a Colombia, que “sélo una pequeia parte de la poblaciin colonial se hallaba ocupada en la economia de exportacion ya sea en forma directa en Ja produccién de metales preciosos o bien indirectamente en la produecién textil o de alimentos que se consumian en las regiones mineras”**, Cuando Safford seiiala que gran parte de la economia regional de Nueva Granada se hallaba dledicadn funda. mentalmente a actividades de subsistencia, no se esta refiriendo solamente a Nueva Granada. En la prictica, In independeneia de Espafia no transformé a América Latina en uma regién exporladora importante de productos alimenticios y materias primas. Tampoco hiza que América Latina ingresara al mercado internacional como un gran iapestades de productos manufaeturados. El por- qué de todo esto fue muy simple. Europa occidental propiamente dicha, sus colonias, Europa meridional y oriental y los Estades Unidos se hallaban total- mente abastecidos con sus propios productos alimenticios y materias primas industriales. América Latina no consiguié venderle nada a Europa que le permitiera a su vex comprar algo a cambio. Después de esta primera y febril actividad que coincidié con la reapertura de los mercados que hasta el momento se encontraban bl jeados, América Latina se retiré del mereado mundial y per- manecié fuera de él durante los primeros 50 aiios de su independeneia politica. Naturalmente, en una superficie tan grande como la de América Latina nos encontramos con ciertas excepciones. 8. y B. Stein se muestran obviamente descontentos al aplicar a México y la Argentina Ia nocién de “herencia colo- nial” y sefialan que Brasil constituyé un ejemplo elisico del siglo x0 respecto “de cémo la herencia colonial de un sector agricola orientado hacia la expor- facién (azdear y algedén) basado en la mano de obra esclava marcé las pautas del cambio econémico y social en el periodo poscolonial y generé una estructura neocolonial” !*, El ejemplo de Brasil tuvo sus ecos en Cuba, al igual que en Peri, después de Ia apertura del comercio del guano. No obstante, seria dil nombrar otra economia, en las primeras décadas de independencia politica, para la que las exportaciones fueran importantes y que, por consiguiente, le hayan permitido obtener recursos para importar en gran escala. Esto puede ilustrarse mejor analizando las estadisticas inglesas. Inglaterra fue evidentemente el pais que mayores exportaciones efectué a América Latina en la primera mitad del siglo xix. Sus exportaciones (en valores declarados) a los principales mercados de la América hispana (Argen- tina, Chile, Colombia, Ecuador; México, Peri, Uruguay y Venezuela) alean- garon un promedio anual aproximado de 2.490.000 libras esterlinas durante Ja décoda 1831/40, £ 3.310.000 en 1841/50, y £ 5.450.000 en 1851/607*. 16 S. y B, Sram, ob, cit, 197, 38 Frauke Sarvonds "Oe Pala gms and the Pursuit of the Practical: A response”, Latin American Research Reolew, XU1:2 (1978), pig. 1S, y B. Stem, ibid, » pa. 147, Es probable que ‘Stanley Stein, dado su consi- derable conccimiento acerca del Brasil, haya tendido a parcializar los. puntos de vista que expresi en The Colonial Heritage respecto del conjunto de paises de América Latina, tal vez en una proporcién injustificable, 18 Porter's Tables y General Statistical Abstract (Reino Unido). OBJECIONES A LA TEORIA DE LA DEPENDENCIA EN A. L. 439 Las exportaciones a América Latina constituian una proporcién destacable en el total de las exportaciones inglesas en el mismo periodo, que aleanzaron un promedio anual de 43.530.000 libras esterlinas on 1851/60, Sin duda, Jas exportaciones inglesas a la América hispana, distribuidas a lo largo del continente, apenas aron satisfacer una pequefia parte de la demanda. Seria evidentemente incorrecto afirmar que “Inglaterra, pais tecnolégica ¢ industrialmente ayanzado, fue tan importante para Ia economia de América Latina como para la region exportadora de algodén del sur de los Estados Unidos" **, El promedio anual de las importaciones inglesas (valores reales computados) provenientes de América Latina (incluyendo a Brasil) fue 1856/60 de 14,860,000 de libras esterlinas, En el mismo periodo, el prome- dio anual de las importaciones provenientes de los Estados Unidos fue de £ 36.590.000 7", Los politicos y funcionarios de la época dieron indudablemente prioridad al comercio con el exterior. Este suministré, a través de la aduama, la unica fuente de ingresos segura del gobierno, Por esta razon, su importancia podria aparecer notablemente exagerada en la conciencia de los historiadores respecto de lo que legitimamente se podria esperar. Pero Safford esta en lo cierto al poner en duda Jas consecuencias de la dependencia econdmica en Nueva Granada después del desprendimiento de Espafia. El periodo de depresién econémica que atravesé esta regiin hasta mediados del siglo no tiene por qué ser interpretado a través de las relaciones con el mundo exterior: “La economia se hallaba empobrecida y el gobierno habia side castigado, en parte porque el pais tenia muy poca gravitacién como exportador, algo que podria ser explicado de manera més conveniente en funcién de causas cificamente econdmicas y geo; (estructura topografica, distribucién de Ia poblacién, costos de transporte, disponibilidad de los mereados, etoétera) que en funcidn de la facil abstraccién de la dependencia” **, En circunstancins tan poco prometedoras para el comercio de la América hispana como las imperantes después del derrumbe financiero de Londres de 1825/26, Ia reaccién que caracterizé a los comerciantes ingleses fue la de retirarse de América Latina, cerrar sus negocios y Hevarse lo que quedaba de sus capitales a Inglaterra, a las colonias o a los Estados Unidos **. El eomer- cio estancado, las quiebras y las retiradas constituyeron un mareado contraste en. relacién con los portantes beneficios que se habian obtenido; asi lo demuestran los comerciantes, productores manufactureros, banqueros y com pafiias maritimas durante la primera mitad del siglo xix, periodo en el cual se supone que “disfrutaron de una posicién dominante en el eomercio de In regién”: “Sus productos textiles y sus herrajes eran vendidos a precios menores que Jos de sus competidores; sus capitales facilitaron operaciones a 1 Ibid. 2° B, y S, Stem, ob. cit, pig. 135. 21 Trade and Navigation Accounts (Reino Unido). 22 Sarronp, ob. cit, pig. 250. E] material perteneciente a Safford ha sido extraido de su reciente libro The Ideal of the Practical: Colombia's struggle to form a Technical Elite (Austin, 1976). 23 He descripto detalladamente esta tendencia en mi libro Latia America and British Trade, -1914 (Londres, 1972), pigs. 47-61. 440 D.C, M. PLATT largo plazo incluyendo el pago de altos derechos de importacién; coneedieron créditos a los comerciantes de América Latina a la mitad de las tasas de interés que cobraban sus competidores; sus buques transportaban més del 50 por ciento del volumen de las importaciones; Londres se habia constituido en el centro financiero que manejaba los pagos internacionales a los expor- tadores de Francia, de Alemania y de los Estados Unidos, quienes, a su vez, le vendian a America Latina” *, Es un cuadro resplandeciente. Pero, precisamente, jc6mo se esperaba que América Latina pagara todo esto? La independencia politica trajo consigo algunos cambios en la direccién del comercio. El foco del comercio con el exterior se trasladé desde la peninsula Ibérica al norte de Europa y a los Estados Unidos. La independencia de las colonias aumenté las presiones favorables a la importacién a fin de satisfacer Jas demandas de las “necesidades” recientemente descubiertas y de las modas del momento. A su vez, se abrieron amplics mercados para lo que todavia era un comercio de exportacién relativamente pequefio. Aun asi, con estas exeepciones, el comercio exterior de América Latina, tanto en lo que respecta a sus importaciones como a sus exportaciones, permanceié fundamentalmente sin cambios al pasar del periodo colonial al nacional. No podia ser de otra manera en tanto que la demanda externa de productos latinoamericanos no era relevante. El comercio con el exterior era insignificante y estaba estancado. Mientras Jos mercados internacionales permanecian cerrados a la produccién de América Latina, y mientras los apetitos curopeos se satisfacian plenamente en otros lados, Ia América Latina “dependiente” fue, contra su voluntad, una y otra vez climinada del mundo economico “independiente”.

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