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Tres abordajes
del paisaje contemporáneo
E s reconocido que en Salta tanto la poesía como la pintura presentan en general una fuerte
relación con el paisaje. Asimismo, a partir de mediados del siglo XX se observa en la producción
plástica paisajística la paulatina tendencia hacia la abstracción y planimetría, las cuales se
acentúan en las dos últimas décadas acompañadas por exploraciones texturales.
En este contexto, los tres artistas que integran esta muestra abordan el paisaje abstracto desde
una visión cosmogónica andina en Pagés y Giménez, y urbana y rural en Vivas.
Roberto Giménez (Salta, 1957) construye composiciones con connotaciones míticas, valiéndose
de una paleta de tonos complementarios y pinceladas yuxtapuestas que generan un espacio con
vibraciones energéticas, del que emergen formas simbólicas relacionadas con el mundo
precolombino andino.
Horacio Pagés (Buenos Aires, 1962) representa simultáneamente espacios andinos del pasado y
presente. Mediante sutiles planos facetados significa en el paisaje actual las huellas, tangibles e
intangibles, del pasado aborigen. Tanto la textura realizada, incorporando grava de la zona, como
el especial manejo lumínico refuerzan la simbolización de la cosmogonía andina.
Rodolfo Vivas (Salta, 1961), siguiendo los estímulos de la emoción y el impulso, sintetiza el
paisaje circundante valiéndose de grandes planos de color al mismo tiempo que deja lugar al
azar, los grafismos espontáneos y el sentimiento apasionado.
Las imágenes expuestas materializan la tensión entre el pasado mítico y el presente e invitan a
reflexionar sobre sus relaciones.
Lic. Sylvia Sáez
Directora del Museo de Bellas Artes de Salta
Casa de Arias Rengel
Roberto Giménez
L a obra artística de Roberto Giménez nos muestra, por una parte, una actividad que se
inscribe a partir de imágenes deudoras de los expresionismos del siglo XX, donde el
desgarro existencial se hace presente en el vigoroso empleo de colores puros y cálidos
colocados como manchas, dentro de un espacio que se cierra sobre sí mismo,
alejándolos de la profundidad mundana. Esto nos obliga a volver, una y otra vez, a la
superficie bidimensional de la tela, en la que se establecen las formas humanas que se
enroscan y deforman, dentro de una estructura inacabada y vigorosa que alude a
realidades aciagas, donde el desasosiego se convierte en el protagonista, es la síntesis
de un mundo sin certezas, es la prueba evidente de las problemáticas del hombre
sumergido en la cotidianeidad actual. Y por la otra, nos acerca a universos líricos,
vinculados con formas inspiradas en la realidad de los paisajes propios, a los que
establece como puentes para conectarse con las formas originales de las primeras
culturas americanas.
Surgen así obras ancladas en una propuesta abstracta, casi monocromática, en las que
prevalecen los colores fríos, trabajados en ricas gamas lumínicas, que hacen patente
cósmicas espacialidades y nos acercan al equilibrio y la quietud. Drama y sosiego,
presente y pasado, movimiento y calma, así como la vida misma, se establece cada obra
en su propia realidad.
Es por eso que, desde el ejercicio del aprendiz en el que se hace presente la rica
expresividad de la línea, hasta en la más elaborada y compleja obra de pintura, se pone
en evidencia la apasionada búsqueda de continentes imaginarios que muestren, a través
de la imagen del arte, la realidad de la aflicción y la poesía. De esta manera, Giménez
ensancha el mundo natural y lo convierte en fragmento y totalidad, en juego y en tragedia.
Desmesura de la irradiación
L a pintura-materia de Rodolfo Vivas emerge del cuadro en forma energética, segura, dice aquí
estoy, es existencia pura. Siguiendo los estímulos de la emoción imprime huellas, incisiones,
bordes irregulares, texturas accidentadas, pintura que fluye y grafismos que transitan. La
combinación de sus elementos siempre es audaz, indaga el límite, el extremo, explora las
posibilidades de lo inmediato. Transmite vida, origen, movimiento, cosmos. Tiene uno y muchos
significados. Es intuición revestida de color, es vibración concentrada en signos. Sus obras se
originan a partir de imágenes mentales, surgidas de emociones e impulsos, sobre las que
reflexiona hasta que están maduras; entonces las ejecuta rápidamente, sin cansar la materia,
dejando lugar para el azar, los grafismos espontáneos y el sentimiento humano apasionado.
Por esta causa su pintura no responde a un momento operativo de un proceso intelectual o de
conocimiento, sino a vibraciones interiores. [...]
La materia pictórica, receptiva y maleable, se apropia de los impulsos interiores que el artista le
transmite. Es pura realidad existencial. Es una materia extremadamente sensible, se cuartea,
resquebraja, agruma, erosiona, crea surcos, refleja las palpitaciones más secretas del ser. Vivas
transmite a la materia el movimiento de su propia existencia en estratos espesos cargados de
impulso vital, desplegándola con gestos cuidados o ásperos, llenándola de direccionales matices
a veces tenues y a veces violentos. De este modo la materia se llena de espacio y de tiempo.
Su obra siempre se ha desarrollado dentro de un planteo abstracto, texturado y de
experimentación con materiales y colores de la región. En una primera etapa tuvo como
referentes los Valles Calchaquíes y como materia-color el espectro de ocres de la tierra de las
montañas para luego investigar las posibilidades de los tintes de las ferias del altiplano. A este
período de abstracción libre le sigue un acercamiento al constructivismo rioplatense
caracterizado por formas más geométricas y ajustadas sobre materia texturada. Su obra actual,
en una afirmación de su personalidad intuitiva, retorna enriquecida a la materia-forma-color
cargados de libertad y riesgo en los que transitan grafismos y accidentes y que de acuerdo a sus
palabras “arrancan de sí mismo”.
Sylvia Sáez
Rodolfo Vivas: Paisaje Nocturno IV / óleo.
Roberto Giménez: De los menhires / acrílico sobre tela.
Horacio Pagés Frascara: Waqya K’ancha (Llamado a la luz) / técnica mixta sobre tela.
Rodolfo Vivas: Paisaje Nocturno II / óleo.
Trayectorias
Roberto Giménez
Nació en Salta el 10 de mayo de 1957. Profesor Nacional de Pintura y de Escultura
egresado del Instituto Nacional de Profesorado de Arte de Salta. Cursó la Lic. en Arte,
especialidad pintura en la UNT. Actualmente cursa la Licenciatura en Artes Plásticas en la
Universidad Católica de Salta.
Recibió alrededor de 15 premios en Salones de Dibujo y Pintura a nivel Provincial,
Regional y Nacional. Realizó 18 exposiciones individuales de Dibujo y Pintura en Salta,
Jujuy, Tucumán, Bolivia, etc. y alrededor de 90 exposiciones en Salones por selección,
grupales y colectivas en casi todo el país y el extranjero. También participó como jurado
en diferentes Salones de Dibujo y Pintura de carácter local y regional. Sus obras se
encuentran en pinacotecas públicas y privadas de la Argentina, Bolivia, Paraguay,
Australia, Miami y Alemania. Es profesor en Salta en el Centro Polivalente de Arte y Vice
Director de la Escuela Provincial de Bellas Artes de la ciudad de Salta.
Artes Visuales, habiendo sido discípulo del Maestro Rubén Daltóe. Desarrolló numerosas
muestras individuales, entre las que se destacan las realizadas desde 1992 en el Museo
de Bellas Artes de Salta, en Austral Líneas Aéreas en Buenos Aires, Complejo Cultural
“Enrique Santos Discépolo”, Centro Cultural San Martín, Sala 1.
En 1998 participó en la Embajada Cultural “Artistas Argentinos para el Mundo” organizada
por la Fundación EPART; Dakar, Senegal. Ha participado activamente en Salones
Nacionales e Internacionales desde 1994.
Recibió numerosas distinciones, premios, y menciones, entre ellos el Gran Premio de
Honor, del XXVº Salón Provincial de Artes Plásticas, Pintura y Escultura / Especialidad.
Rodolfo Vivas
Nació en Salta el 11 de abril de 1961. Afianza su creación artística a partir de 1991, al
retornar de Río de Janeiro donde vivía desde 1985, abocándose al diseño de artesanías.
Expone desde 1993 en diversas salas de Salta, Tucumán y Buenos Aires, entre ellas Sala
Nacional de Exposición Palais de Glace, Centro Cultural Eugenio F. Virla de la Universidad
Nacional de Tucumán, Museo Provincial de Bellas Artes “Casa Arias Rengel” Salta.
En 1994 se traslada a Barcelona donde realiza estudios de pintura decorativa en la
“Escola Massana”. En 1995 recibe la mención especial “Premio I”, organizado por Café
1140 y Página/12. En 1996 realiza en Cafayate una muestra junto al Maestro Yutronich en
el Hotel Asturias. Hacia el 2000 forma parte del grupo “Contemporáneos” con el que
participa de diversas muestras y experiencias. Junto a la pintura trabaja en pequeñas
esculturas y desarrolla experiencias en Fax Art, intervenciones urbanas y monumentales
en el paisaje de los Valles Calchaquíes. Numerosas de sus obras forman parte de
colecciones privadas en el país y en el exterior.