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“La lluvia tardía que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espiritual que prepara a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Pero a menos que haya caído la lluvia temprana, no habrá vida; la hoja verde no aparecerá. A menos que las primeras precipitaciones hayan hecho su obra, la lluvia tardía no podrá perfeccionar ninguna semilla”. (Testimonios para los Ministros, pág. 506 [1897]; Eventos de los Últimos Días, pág. 188).
“En ese tiempo, descenderá la ‘lluvia tardía’ o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas”. (Primeros Escritos, pág. 85 [1854]; Eventos de los Últimos Días, pág. 190).
“La lluvia tardía que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espiritual que prepara a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Pero a menos que haya caído la lluvia temprana, no habrá vida; la hoja verde no aparecerá. A menos que las primeras precipitaciones hayan hecho su obra, la lluvia tardía no podrá perfeccionar ninguna semilla”. (Testimonios para los Ministros, pág. 506 [1897]; Eventos de los Últimos Días, pág. 188).
“En ese tiempo, descenderá la ‘lluvia tardía’ o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas”. (Primeros Escritos, pág. 85 [1854]; Eventos de los Últimos Días, pág. 190).
“La lluvia tardía que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espiritual que prepara a la iglesia para la venida del Hijo del hombre. Pero a menos que haya caído la lluvia temprana, no habrá vida; la hoja verde no aparecerá. A menos que las primeras precipitaciones hayan hecho su obra, la lluvia tardía no podrá perfeccionar ninguna semilla”. (Testimonios para los Ministros, pág. 506 [1897]; Eventos de los Últimos Días, pág. 188).
“En ese tiempo, descenderá la ‘lluvia tardía’ o refrigerio de la presencia del Señor para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete postreras plagas serán derramadas”. (Primeros Escritos, pág. 85 [1854]; Eventos de los Últimos Días, pág. 190).
506 [1897] Eventos de los ltimos Das, pg. 188 Primeros Escritos, pg. 85 [1854] Eventos de los ltimos Das, pg. 190
No dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortndonos; y tanto ms, cuanto veis que aquel da se acerca. Las convocaciones de la iglesia, tales como las asambleas generales, las reuniones de la iglesia local, y todas las oportunidades en que se trabaja personalmente por las almas, son las ocasiones sealadas por Dios para dar la lluvia temprana y la tarda.
Hebreos 10:25; Testimonios para los Ministros, pg. 508 [1897]; Eventos de los ltimos Das, pg. 192
As dice Jehov a todo varn de Jud y de Jerusaln:
Arad campo para vosotros, y no sembris entre espinos. Por tanto, amados mos, como siempre habis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho ms ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvacin con temor y temblor. La mayor y ms urgente de todas nuestras necesidades es la de un reavivamiento de la verdadera piedad en nuestro medio. Procurarlo debiera ser nuestra primera obra. Debe haber esfuerzos fervientes para obtener las bendiciones del Seor, porque no estamos preparados para recibirlas. Nuestro Padre celestial est ms dispuesto a dar su Espritu Santo a los que se lo piden. Mediante la confesin, la humillacin, el arrepentimiento y la oracin ferviente nos corresponde cumplir con las condiciones en virtud de las cuales ha prometido Dios concedernos su bendicin. Slo en respuesta a la oracin debe esperarse un reavivamiento. Mientras la gente est tan destituida del Espritu Santo de Dios, no puede apreciar la predicacin de la Palabra; pero cuando el poder del Espritu toca su corazn, entonces no quedarn sin efecto los discursos presentados. Jeremas 4:3, Filipenses 2:12; Mensajes Selectos, tomo 1, pg.141
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual
nadie ver al Seor. Yo pues, preso en el Seor, os ruego que andis como es digno de la vocacin con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportndoos con paciencia los unos a los otros en amor, solcitos en guardar la unidad del Espritu en el vnculo de la paz. Cuando lleg el da de Pentecosts, estaban todos unnimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba. Cuando los obreros tengan un Cristo que more permanentemente en sus almas, cuando todo egosmo est muerto, cuando no haya rivalidad ni lucha por la supremaca, cuando exista unidad, cuando se santifiquen a s mismos, de modo que se vea y sienta el amor mutuo, entonces las lluvias de gracia del Espritu Santo vendrn sobre ellos tan ciertamente como que la promesa de Dios nunca faltar en una jota o tilde. Pero cuando es rebajada la obra de otros, para que los obreros puedan mostrar su propia superioridad, demuestran que su propia obra no lleva la seal que debiera. Desechen los cristianos todas las disensiones, y entrguense a Dios para salvar a los perdidos. Hebreos 12:14, Efesios 4:1-3, Hechos 2:1, 2; M.S., tomo 1, pg. 206 [1896]; Eventos de los ltimos Das, pg. 194, Testimonios para la Iglesia, tomo 8, pg. 28 [1904]; Eventos de los ltimos Das, pg. 195
Todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Vosotros tambin, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehov vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y har descender sobre vosotros lluvia temprana y tarda como al principio. A medida que los miembros del cuerpo de Cristo se acercan al periodo de su ltimo conflicto, el tiempo de angustia de Jacob, crecern en Cristo, y participarn en gran medida de su Espritu. En tanto que el tercer mensaje se torne en el fuerte clamor, y el gran poder y gloria cooperen con la obra final, el pueblo fiel de Dios participar de esa gloria. Es la lluvia tarda la que los revive y fortalece para atravesar el tiempo de angustia. No debemos esperar la lluvia tarda. Descender sobre todos los que reconocern y se apropiarn del roco y de las lluvias de gracia que caen sobre nosotros. Cuando recojamos los fragmentos de luz, cuando apreciemos las misericordias infalibles de Dios, a quien le place que confiemos en l, entonces toda promesa ser cumplida. Efesios 4:13, 15, Joel 2:23; Review and Herald, 27 de mayo de 1862, Carta 151, 1897; Seventh-day Adventist Bible Commentary, tomo 7, pg. 984
Para ser ministro de Jesucristo a los
gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espritu Santo. As que, hermanos mos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Seor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Seor no es en vano. El gran derramamiento del Espritu de Dios que ilumina toda la tierra con su gloria, no acontecer hasta que tengamos un pueblo iluminado, que conozca por experiencia lo que significa ser colaboradores de Dios. Cuando nos hayamos consagrado plenamente y de todo corazn al servicio de Cristo, Dios lo reconocer por un derramamiento sin medida de su Espritu; pero esto no ocurrir mientras que la mayor parte de la iglesia no colabore con Dios. Romanos 15:16, 1 Corintios 15:58; Review and Herald, 21 de julio de 1896; Servicio Cristiano, pg. 314
Y yo os digo: Pedid, y se os dar; buscad, y hallaris;
llamad, y se os abrir. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrir. Qu padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dar una piedra? o si pescado, en lugar de pescado, le dar una serpiente? O si le pide un huevo, le dar un escorpin? Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms vuestro Padre celestial dar el Espritu Santo a los que se lo pidan? Pedid a Jehov lluvia en la estacin tarda. Jehov har relmpagos, y os dar lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno. El descenso del Espritu Santo sobre la iglesia es esperado como si se tratara de un asunto del futuro; es el privilegio de la iglesia tenerlo ahora mismo. Buscadlo, orad por l, creed en l. Debemos tenerlo y el cielo est esperando concederlo. La medida que recibimos del Espritu Santo ser en proporcin a la medida de nuestro deseo y la fe ejercida por l. No estamos suficientemente dispuestos a importunar al Seor con nuestras peticiones y pedirle el don del Espritu Santo. El Seor quiere que lo importunemos con este asunto. Lucas 11:9-13, Zacaras 10:1; El Evangelismo, pg. 508 [1896], Review and Herald, 5 de mayo de 1896, Fundamentals of Christian Education, pg. 537 [1909]; Eventos de los ltimos Das, pg. 193
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los
postreros das, dice Dios, Derramar de mi Espritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarn; Vuestros jvenes vern visiones, Y vuestros ancianos soarn sueos; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos das, Derramar de mi Espritu, y profetizarn. No tengo ningn tiempo especfico del cual hablar, cuando se efectuar el derramamiento del Espritu Santo, cuando descender del cielo el ngel poderoso y se unir con el tercer ngel en la terminacin de la obra en este mundo. Mi mensaje es que nuestra nica seguridad radica en estar listos para el refrigerio celestial, con nuestras lmparas despabiladas y encendidas. El bautismo del Espritu Santo era esencial para el xito del ministerio en la era evanglica primitiva; pero no es menos necesaria en esta era cuando tinieblas cubren la tierra, y oscuridad las naciones. Y el Seor ha prometido el mismo poder espiritual vivificante a sus siervos en estos das. Y en los postreros das, dice Dios, derramar de mi Espritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarn; vuestros jvenes vern visiones, y vuestros ancianos soarn sueos. Hechos 2:16-18; Mensajes Selectos, tomo 1, pg. 225 [1892]; Eventos de los ltimos Das, pg. 166, Signs of the Times, 24 de febrero de 1888