Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
II.- La diferenciacin.
No se puede percibir verdaderamente ninguna forma de alteridad. Si no es a travs de una
mirada sinptica que abarque la realidad doble como tal.
Segn Jung - y lo demuestra la experiencia comn-, todo hombre y toda mujer posee dentro
de su psique la imagen complementaria: el anima de la una y el animus del otro estn
silenciosa y respectivamente acompaados de un animus y de un anima.
1.- Lo masculino
Es verdad que toda persona humana es racional, pero el varn se dedica ms
espontneamente a la bsqueda y utilizacin de tcnicas nuevas. Y parece ser que le
corresponde ms una inteligencia combinatoria. El hombre, entonces, parece definirse en su
accin y manifestar constantemente su ser en relacin dinmica con el mundo de las cosas
y las personas. Pero tampoco podemos reducir al hombre a su accin, hemos de tener en
cuenta tambin su corazn.
2.- Lo femenino.
El respeto a las cosas revela siempre su belleza misteriosa, y la mujer desea vivir en la
belleza.
Toda conciencia humana es consciencia ante el mundo. La conciencia humana es masculina
y femenina. Ser mujer no significa pertenecer a una esencia con formas definidas; indica
ms bien una orientacin dinmica.
III.- La dimensin religiosa.
Conviene referirse no solamente en sentido general, sino tambin a las figuras simblicas
de lo masculino y de lo femenino.
1.- Figuras masculina:
a) El Hombre como cabeza.
b) La figura del Padre
c) LA figura del Hijo
2.- El esposo y la esposa.
Estas figuras no pueden captarse por separado o desvinculado el uno del otro.
Refirindonos en sentido general de lo masculino y de lo femenino, podemos decir que la
mujer es el espejo de las aguas en el que se manifiesta la presencia de la de la fuente vital
que el hombre traducir en una creacin objetiva.
3.- Figurar femeninas:
a) La Madre
b) La Virgen
Cuestionario
1.- Qu se afirma en la perspectiva teologa acerca de la dualidad hombre-mujer?
R= Se nos dice que entre el hombre y la mujer no existe ninguna diferencia desde el punto
de vista de la dignidad de la persona, creada a imagen de Dios. A esta humanidad dual cabe
el honor y la responsabilidad de cooperar en la actividad creadora.