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PROBLEMAS DEL DESARROLLO ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA FORMACION DEL CAPITALISMO JAPONES* Por Hiroji OKABE INTRODUCCION [A mediados del siglo pasado, el Japén no era més que un pais asitico atrasado que “con su organizacién puramente feudal de la propiedad inmueble y su régimen desarrollado de pequefia agricul- ura, nos brinda una imagen mucho més fiel de la Edad Media europea que todos nuestros libros de historia, dictados en su mayoria por prejuicios burgueses”.> Ya en esa época, los capitalistas occiden- tales habfan aparecido con sus intenciones colonizadoras en la escena de Asia y habian subyugado a la India y China después de la cruenta represin de las rebeliones populares nacionalistas, En tal coyuntura internacional el Japén fue el tinico pais asiatico que pudo escapar del peligro de colonizacién 0 semicolonizacién, lo que luego condujo a su conversién en la tinica potencia capitalista, imperialista y fascista en toda Asia, Y, en la posguerra, el Japén ha podido lo- grar un crecimiento econémico vertiginoso y sostenido hasta llegar, recientemente, 2 ocupar, después de los Estados Unidos de Norte- américa, el primer lugar por su producto nacional en el “mundo libre”. ¢Por qué el Japén no se convirtié en una colonia © semicolonia a mediados del siglo pasado? ¢De qué manera podia lograr el des- arrollo econémico hacia el capitalismo? ¢Qué caracteres era inevi- table que el capitalismo japonés tuviera iniciando su. desarrollo a partir del atraso? En fin, el caso del desarrollo econémiico del Japén * EI presente artfeulo se deriva de un estudio més amplio que seré pue blicado proximamente y se ha discutido con lot investigadores del mm Alonso Aguilar Monteverde y Ramén Martinez Escamilla ¥ Cantos Manx, El capital, Fondo de Cultura Econémica, México, 1959, tomo 1, pg. 610, nota. 46 PROBLEMAS DEL DESARROLLO en su época inicial, gen qué sentido podria servir de “modelo” a los actuales paises subdesarrollados? Es el propésito de este articulo el contestar a estas preguntas con un bosquejo del proceso de formacién de] capitalismo japonés. I. SIGNIFICACION HISTORICA DE LA INNOVACION DE MEIJP A veces Ja Innovacién de Meiji de 1868 se ha considerado como una revolucién burguesa, semejante a la Revolucién Inglesa del siglo xv o a la Gran Revolucién Francesa de 1789.* Nadie puede negar que con la Innovacién soné la campana de iniciacién de una nueva €poca en la historia del Jap6n. Pero, ges correcto el definirla como ung revolucién burguesa? Es verdad que durante los dos siglos y medio del gobiemo de Tokugawa las contradicciones de la sociedad feudal se agudizaron poco a poco hasta que una transformacién social trascendental 5° hizo necesaria e inevitable hacia mediados del siglo pasado. Pero hhacia 1868 las fuerzas antifeudales no habfan crecido lo bastante para hacer una revolucién burguesa, debido sobre todo a que las resiones extranjeras impedian el crecimiento de esas fuerza. Si bien la sociedad feudal parecia sumamente estable, el des envolvimiento de las fuerzas productivas entraba en contradiccién con las relaciones de produccién, Coneretamente, Ia adopcién de nueva teenologéa en la agricultura conducta a la descomposicién del campesinado, base fundamental de la sociedad feudal la cual estaba establecida a base de la propiedad de Ia tierra en manos del general gobernante (shogun) y los generales vasallos (daimyo), que podian apropiarse Jos tributos de los campesinos (hyakusho), en la forma de arroz; los tributos convertidos en dinero con la intermediacién de 3 Bn el extranjero coménmente se Jama ia “Revolucién de Meiji” o la ‘Restauraciin de Meiji". Pero, me parece que es mejor llamarla la “Tnno- vacién de Meiji, due ex Ia traduccién més fiel y literal de “Meiji Ishin”, con que se designa més coménmente en el Japén. "A propésito, en este articulo todas Jas palabras japonesas estin trans critas en las letras romanas a la manera de Hepbum. 9 SegGin Erraro Noro, un académico revolucionario japonés asesinado en prisién por la policta farcista en 1934 4 la edad de 32 afos, tal criterio tra el de los dogmiticar y lot reformistas “marxistas” quienes querian.com= paratla con los acontecimientos occidentales de mancra mecénica (Nihon shihonshugi hattatsushi, Iwanami, Tokic, 1949, pigs. 121-123). EL CAPITALISMO Jaroniis 7 los comerciantes se dividian entre los guerreros (bushi)* en general. Un pufiade de campesinos y los comerciantes que podian disponer de alguna cantidad de dinero —estaba permitida la compra-venta de tierra aunque hasta cierto grado—, se volvian terratenientes (jinushi), los cuales se apropiaban los tributos de los inquilinos (kosaku) —degradacin de la gran mayoria de los auténticos campesinos (hon- byakusko}—, que ademés contribuian con tributos anuales a los se- fiores feudales. Hacia mediados del siglo xix en todo el pais preva~ lecia el sistema de terratenientes parasitarios (kiseijinushi-sei). Aqui tenemos que atender al hecho de que esos terratenientes no eran inde- ndientes como Jos yeomen en la Inglaterra anterior a la revolucién, ino eran pardsitos no solamente porque ganaban los tributos con el apoyo del poder feudal sino también porque no trabajaban, mientras que los campesinos pobres y Jos inquilinos cultivaban sus minifundios mismo tiempo trabajaban en varies negocios pequefisiraos sub- sidiarios, En fin, en este sistema no podemos encontrar ninguna fuerza capaz de destruir el feudalismo. Por otro lado, la economia mercantil, en cuya existencia se habia basado hasta cierto punto el régimen feudal, iba creciendo y traspasando los limites impuestos por el gobiemo feudal. No sélo los guerreros del estainento inferior sino incluso Jos generales vasalios. s= vieron obligados a recurrir a los préstamos de los grandes co- merciantes privilegiados o de los usureros, y la produccién mercantil comenzaba a dominar en la agricultura sobre todo en los alrededores de las ciudades feudales. Pero los comerciantes privilegiados no po- dian convertirse en los antagonistas al feudalismo que les daba los Privilegios, mientras que la comercializacién agricola beneficiaba s6lo a los terratenientes parasitarios, los sostenes deformados del feuda- lismno, El nico elemento claramente antifeudal podemos encontrarlo en las manufacturas textiles de algodén erigidas en algunos poblados rurales con la participacién de los comerciantes Jocales, aunque al Principio surgieron de las industrias domiciliarias bajo el sistema de réstamo otorgado por los grandes comerciantes citadinos; tales in- ustrias significaban el brote de nuevas relaciones de produccidn, es decir, las capitalistas. Sin embargo, esas manufacturas no podian desarrollarse hasta absorber la mano de obra rechazada por el pro- eso de descomposicién del campesinado en una considerable canti- dad, bajo un régimen feudal més represivo y més centralizado que en los paises occidentales de la Edad Media. * Més conocidos con la palabra “saquaal”, Ja expresin vulgar 48 PROBLEMAS DEL DESARROLLO De tal modo, a mediados del siglo pasado todavia no era la hora de hacer la revoluciéa burguesa, aunque el feudalismo estaba en crisis profunda, lo que se demostraba tanto por la destruccién fre- cuente de las fuerzas productivas ms fundamentales, es decir, de los seres humanos (el aborto artificial, el abandono ‘de los nifios, etcétera), como por la lucha de clases cada vez mis aguda, sobre todo por las sublevaciones campesinas. Las dos visitas “sin invitaci6n” del comodoro Matthew G. Perry al puerto de Uraga en 1853 y 1854, y la apertura del pais al extran- jero que se levé a cabo después del cierre obstinado a partir de 1639, aceleraron el proceso de decadencia del gobierno feudal de To- kugawa, pero al mismo tiempo contribuyeron a desviar el cambi estructural. El aumento vertiginoso del comercio exterior nunca vino ‘a destruir la economfa feudal como sucedié en India, China y otros paises en el siglo pasado. La demanda de seda en gran cantidad para exportacién reclamaba el crecimiento de la produccién, lo que condujo al establecimiento de las manufacturas de hilados de seda. La importacién de los textiles de algodén hacia desarrollar las in- dustrias domiciliarias y las manufacturas textiles ya existentes en el Japén con la introduccién de nueva tecnologia. El Japén ya habia logrado un nivel de produccién relativamente alto bajo un régimen feudal mas centralizado —repetimos— que otros paises, lo que se demuestra con més claridad por el hecho de que ef gobierno militar feudal (bakufu) y los gobiernos de algunos grandes sefiorios (han) —sobre todo, Hizen que tenia el puerto de Nagasaki, Choshu que estaba al extremo occidental de Ja Isla Principal, y Satsuma que se sittaba al extremo meridional de Kyushu— establecieron sus pro- pias manufactureras siderdrgicas, construceién de buques, de arma- mentos, eteétera, con la ayuda tecnologica del Oxeidente, ly que se puede considerar como cl prototipo del desarrollo econémico en el proceso de formacién del capitalismo. De tal manera se logré hasta ierto grado lo que se puede decir la transaccién entre las fuerzas feudales u occidentales y las manufacturas que originalmente podrian ser antagonistas fundamentales al feudalismo, Por otro lado} los precios de las mercancias en general subieron accleradamente, sobre todo porque el gobiemo feudal bajé la calidad de la moneda al modificar la paridad del oro y la plata con el fin de estorbar la efusidn cuantiosa de oro, lo que suscitaba el descontento no s6lo de Jos pobres citadinos sino también de los guerreros de estamento inferior que originalmente eran los sostenes del feudalismo, En consecuen- cia, eran esos guerreros que podrian organizarse mis facilmente los EL cAPITALIsMo JaPonés 49 que deberian 0 podrian dirigir el movimiento contra el gobierno feudal. Hacia 1864 la primera etapa de lucha contra el gobierno feudal termind con la derrota casi completa de las fuerzas antigubernamen- tales, porque los guerreros de estamento inferior, especialmente dé Satsuma y Choshu, luchaban desesperadamente mediante asesinatos intr iduales, casi completamente aislados de las demés ente antigubernamentales, e ignorando el poderio econémico y militar de los principales paises occidentales, como se- fialaba su consigna de “Respeto al Emperador (Tenno)”; “Derrota a los Extranjeros (Son-no-jo-i)”. En la segunda etapa, la consigna fue cambiada: “Derrota del Gobierno Militar (To-baku)” y se eché a Ta basura el chovinismo a ciegas. Inglaterra apoyaba activamente a las fuerzas antigubernamentales, especialmente a los sefiorios de ‘Choshu y Satsuma —los guerreros de estamento inferior por su parte presionaban a ¢sos seftorios para que lucharan contra cl go- dierno feudal— porque veia la posibilidad de “resolver de manera Pacifica y ventajosa” el problema japonés hacia 1864, tomando en -euenta las experiencias amangas de las rebeliones de los Sepoys (en la India) y de Tai-ping (en China) y detectando las fuerzas capaces de reformar la estructura econémica social del Japén a beneficio de ella, Por su parte, Francia seguia apoyando al gobierno de Tokugawa. Por otro lado, los guerreros de estamento inferior, mano a mano con los nobles de estamento inferior, empezaron a hacer participar a otras fuerzas en el movimiento ‘contra el gobierno de Toru gawa. Pero, en general, sus vinculos estaban limitados a los ricos ‘campesinos y a los comerciantes relativamente ricos locales, aunque ‘en el caso del “Ejército de los Soldados Extrafios (Kithei-tai)” or- ‘ganizado en 1863 por Shinsaku Takasugi (1839-1867) excepcional- mente aparecia Ia intencién de organizar tin diseriminacién tanto a los campesinos y los ciudadanos plebeyos como a los guerreros de ‘estamento inferior y superior. Querian solamente utilizar a las masas campesinas y urbanas cuando fuera necesario, debido a sus pre- juicios y desprecios enraizados contra las masas populares. Por ejem- plo, al derribar al ejército del gobiemo de Tokugawa aprovecharon 41 tumulto esponténeo de las masas populares, llamado “Que serd, seri (Feja naika)”, mientras que ejecutaron por orden del ejército a un soldado del ‘ejército antigubemamental, Sozo Sagara, quien traté de defender la causa popular. En fin, los guerreros dirigentes del movimiento nunca podian hacerse revolucionarios y nacionalistas en el sentido burgués. * Palabras del entonces ministro inglés comisionado en Japén, R. Alcock. 50 FRORLEMAS DEL DESARROLLO El nuevo gobierno asi establecido, naturalmente no podia menos que ser conservador én esencia, aunque sélo en apariencia se portaba democratico burgués. En los “Cinco Juramentos (Go-gajo no scimon)” que el nuevo gobiemo promulgé como los principios de su politica, el primer juramento decia que “todos fos asuntos se consulten am= pliamente y se decidan conforme a la opinién publica”, y en 1871 se proclamé a igualidad de las cuatro castas: los guerreros (shi), Jos campesinos (no), los artesanes (ko) y los comerciantes (sho)- Empero, en el borrador de los “Juramentos" estaba escrito que “todas los asuntos se consulten entre los sefiorés feudales...”, mien tras que contra el principio de la igualidad se establecieron los titulos de “nobleza (ka-zoku)”, “clase militar (shi-zoku)” y “pueblo comin (heimin)”, los cuales permanecieron en el registro civil hasta des- pués de la segunda guerra mundial. Mientras tanto, la tarea de et tablecer un gobierno poderoso y centralizado se llevé a cabo con fervor. Naturalmente la constitucién no fue promulgada. En fin, la Tnnovacién de Meiji, como Bitaro Noro d “Fue una transformacién social trascendental, que march de inte iby del desarrollo preponderante de las relaciones de produccién capi talistas contra las precedenter relaciones de produccién feudales; o sea, que empujé hacia el establecimiento de la hegemonia de los capita: istas y Ics terratenientes ‘capitalistas’ contra los opresores feudales”. En otras palabras, el régimen establecide con la Innovacién de Mei era la “monarquia absoluta” o el absolutismo que se establecia en la época “de la decadencia del régimen feudal, que dicho organismo contribuyé a acelerar”” a base del “equilibrio entre la nobleza terra- teniente y la burguesia”.* Bajo este abtolutismo iba desarrolléndose ef capitalismo japonés. Il. EL PROCESO DE ACUMULACION ORIGINARIA En Europa el proceso de acumulacién originaria empezi con la expropiacién de la tierra al campesinado, por la cual el capital podia abastecerse de gran cantidad de mano de obra barata, Pero en eb © Op. eit, pig. 121 ¥ Cantos ‘Maxx, “El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte” en Mare y Engels, Obras escogidas, Progreso, Mosci, 1971, t 1, pg. 312. * Fepeaico Exozus, “Contribucién al Problema ‘de la Vivienda”, ibid., pag. 564 EL caPrratssMo yaPonts 3 Japon no habia llegado el momento de completar la expropiacién de la tierra al campesinado, ya que era mis urgente expropiarle di- Fectamente gran cantidad de dinero que se convertia en capital, con Ja activa y directa intervencién del gobierno, en algunos casos Por si mismo y en otros mediante su entrega a los altos funcionarios absolutistas, los ex sefiores feudales o los grandes comerciantes pri- vilegiados. En consecuencia, ¢| capitalismo japonés to podia menos que conservar sus rasgos particulares 0 deformarse, Fue la revision de los impuestos territoriales (Chito-kaisei) prow mulgada en julio de 1873, la que se volvié la palanca més impor= tante en el proceso de acumulacién originaria. Alli se estipularon los tres trémites principales como sigue: 1) que toda la tierra en cl pals, inspeccionada y deslindada, se dividiera en tres clases; es- tatal, pablica y privada, y que en la diltima clase se expidieran los titulos de propiedad a quienes se aseguraran sus propiedades; 2) que los impuestos territoriales se pagaran en dinero; su monto seria de 3% del valor del predio pare impuesto central y del 19 para el focal; 3) que los impuestos fueran pagados por los propietarios, Aun cuando esta revision pareceria un paso muy importante hacia el cies oP an Pee evra Ini agricultura, porque proponia sobre todo la propiedad privada de tierra, la sustitucién de Ja renta en productos por la en dinero, etcé tera; la realidad fue otra. En primer lugar, queria decir que el de- recho de propiedad se entregarfa a los terratenientes parasitarios en Ja tierra que habia sido cultivada por los inquilinos y que repre- sentaba casi la tercera parte dé toda la tierra cultivada, Las rela- ciones de produccién entre los terratenientes parasitarios y os inqui- finos quedaron intactas, o fueron legalizadas. En segundo lugar, era imposible que los inquilinos recibieran cualquier beneficio de la transformacién de la forma de renta, ya que las tarifas impositivas ¥ los precios de predios fueron calculados a base de le proporcién eatre el uibuto y te porcién que los campesinos podian retener: 4 por 6 (de la aitima cifra casi la mitad era para los terratenientes Parasitarios). No cambié el cuadro de Ja severa explotacién feudal, ¥ menos atin si tomamos en cuenta que por ley aumenté la porcién Para los terratenientes de 30% a 40% de producto total. Segiin la Catinacién oficial la porcién que le tocaba al inguilino era sui- ciente para el mantenimiento y la reproduccién de su familia, y el ier ee eel a Por tanto segiin esa estimacién Ja tarifa de] impuesto alcanzaria hasta el 509% de la ganancia. En fin, a través de la revisién ef sistema de terratenientes parasitarios fue estabilizado 0 impulsado a crecer 52 PROBLEMAS DEL DESARROLLO por la “coercién extraeconémica” del poder politico del nuevo go- bierno, la cual era indudablemente necesaria para imponer la tarifa tan alta de impuesto, y para que el gobierno pudiera asegurarse gran cantidad de fondos. En realidad, el sistema de terratenientes parasitarios iba reforeén- dose. La proporcién de la tierra arrendada a los inquilinos habia crecido de un tercio al promulgarse la revisién, a 36.8% en 1883, 39.3% en 1887, y 40.0% en 1892, Los agricultores hacendades, con- siderados como el germen de los empresarios capitalistas, estaban des- tinados a degradarse por los impuestos tan pesados sobre su mini- fundio de menos de una hectirea, mientras que un pufiado de grandes terratenientes iba concentrando grandes extensiones, como se demuestra en el caso de Ia familia de Ito en la prefectura de Niigata, cuya propiedad crecié de s6lo 25 hectéreas durante la Innovacién hasta un latifundio de 1150 hectéreas al fin de la segunda guerra mundial, o en el caso de la familia de Tenno, cuya tierra acrecié de 634 hectireas en 1881 a la fabulosa cantidad de més de tres millones y medio de hectéreas. De tal modo, el capitalismo en la agricultura japonesa fue des- tinado a desarrollarse par “el camino de tipo prusiano”, por el que “jg hacienda feudal del terrateniente se transforma lentamente en una hhacienda burguesa al modo del Junker, condenando a los campesinos 2 decenios enteros de la més dolarosa expropiacién y del mis doloroso yugo y destacando a una pequefia minoria de Grossbauern (grandes campesinos)". ‘Atin més, me parece que en realidad se desarrollaba més lenta~ mente y de manera més conservadora a reaccionaria que en el caso de Prusia a que Lenin aludi6. Porque en el Japén estaba cerrada Ta puerta por la que hubieran podido desenvolverse cultivos a gran escala, ya que los terratenientes parasitarios nunca se preocuparen de los cultivos, sino Gnicamente de vender al precio més alto posible los tributos anuales (nen-gu) en la forma de arror de los inquilinos y de invertir usurariamente sus ingresos en las ramas comerciales 0 industriales. Sélo en este sentido, los terratenientes japoneses se ha- ian convertide en “capitalistas”. En Io tocante al desarrollo capitalista en la industria manufac- © Veapisin T. Lunt, In Primera Revolucion Rust Programa Agrario de la Social-Democracia en 1905-1907", cap. 1, 5: EL CAPITALISMO JaPoNés 53 turera, el nuevo gobiemo no solamente convertia en capital la gran cantidad de dinero expropiada al campesino, sino también abastecia a los capitalistas de mano de obra con “los salarios més bajos que en la India” El nuevo gobierno tomé tres medidas principales para el fomento de las industrias. En primer lugar, el gobierno entreg6 gran cantidad de bonos blicos a los ex-querreros a cambio de los privilegios de que habjan sido despojados, esos bonos sumaban més de 190 millones de yen hasta 1876 (compérese con la escala de presupuesto anual del_go- bierno de 60 6 70 millones de yen). La mayoria de esos bonos iban convirtiéndose en el capital de los bancos establecidos por los ex- guerreros de estamento superior 0 mediano y los grandes comerciantes que habian comprado al precio nominal los bonos de los ex-gue- rreros de estamento inferior. La operacién fue facilitada especial mente por los decretos sobre los bancos nacionales de 1872 y 1876 que permitian el establecimiento de los bancos con los bonos como capital, En segundo lugar, el gobierno por si mismo establecia algunas fabricas modemas 0 empresas capitalistas. Amplié las fébricas de armamentos y siderdngicas transferidas del gobierno precedente, e instalé de nuevo la fabrica siderérgica y de maquinaria en Aka- bane, Tokio, en 1871, seguida del establecimiento de la fabrica de cemento, los astilleros, etcétera. La infraestructura iba ordendndose directamente por el gobierno, originalmente para la defensa militar, lo que habrfa de fomentar la industrializacién en general. El primer ferrocarril se construyé entre Tokio y Yokohama en 1872, después de que la concesién de construccién otorgada por el gobierno dé Tokugawa a los norteamericanos se habia cancelado con gran difi- cultad. Las minas, cuya posesién y explotacién por el sector privado tanto nacional como extranjero se prohibieron en 1872, iban operéne dose cada vez més intensivamente por el gobierno. Tenemos que tener en cuenta que todas las industrias estatales se establecieron principalmente para la defensa o agresiOn militar, Ultimamente, el gobiemo fomentaba y daba una gran cantidad de subsidios a la industrializacién de la iniciativa privada, En los Primeros afies, el gobierno establecié las fAbricas de modelos, adop- tando la nueva tecnologia occidental, para estimular las manufacturas privadas de hilados de seda, porque el aumento de la produccién 20 Monirano Yamapa, Nihon shihonshugi bunseki, Iwanami, Tokio, 1934, phage. 58-63, ot PROBLEMAS DEL DESARROLLO de hilos de seda aliviaria directamente el gran déficit de la balanza comercial que habia alcanzado a 78 millones de yen en 1868-81 (esas fabricas luego se vendieron a la familia de Mitsui al precio nominal). Por otra parte, los favorito: del gobierno, ya fueran los ex-guerreros, los grandes comerciantes 9 Jos funcionarios retirads, ‘ban recibiendo muchos subsidios © apoyos directos del gobierno, La familia de Mitsui, que habja tenido una gran agencia monetaria pri- vilegiada durante el periodo de Tokugawa, iba acumulando una gran riqueza, comisionada en los asuntos monétarios y financietos por el nuevo gobierno que la provefa de fondos para la lucha de la Innova- cién de Meiji, y que en 1876 pudo establecer el Banco de Mitsui con el depésito de més de 9 millones de yen (cuya mitad fue del gobierno) y de 2280000 pesos de plata mexicanos (en esa época se llamaban “délares" en el Japén). Yataro Iwasaki establecié Ja Casa Comercial de Mitsubishi, con loz buques que le regalé el gobierno seforial Yataro Iwasaki (1834-1885), un ex-vasallo del sefiorio de Tosa, es taba comisionado por el nuevo gobiemo en la transportacién mono- Pllica durante la expedicién contra Taiwan en 1874; a él se enco- mendaron fos trece vapores modernos del gobierno —que partici- Paton en esa incursién—, los cuales seguian en sus manos ain después de la expedicién, Aqui encontramos los origenes tipicos de los “comerciantes politicos” (sei-sho), los cuales iban integrindose a los grandes grupos econémicos (zaibatsu). Los subsidios directos del gobierno a los comerciantes privilegiados aleanzaron la cima con el Decreto de la Venta de Propiedades del Gobiemo promulgado en 1880. Aunque la mina carbonifera de Takashima se entregs al pre cio nominal a Shojiro Goto (1838-1897), un ex-vasallo del sefiorio de Tosa, en 1870, antes de la promulgacién, las ventas de este tipo se aceleraron desde ese momento (esa mina luego fue entregada a Mitsubishi). Las once empresas estatales principales fueron trasla- dadas a manos de Mitsui, Mitsubishi, Kakasaki, Furukawa y Asano. De tal manera, también en Ja industria manufacturera el capi- talismo habia evolucionado por “el camino de tipo prusiano”; es decir, los clementos feudales se convirtieron en los “capitalistas", sin perder sus originales caracteres. Por eto fue tan natural que incluso en las fabricas 0 grandes minas sobrevivieran las relaciones de pro- duccién feudales, como el sistema de las muchachas trabajadoras re- sidentes dentro de las fébricas, el sistema de capataces, etcétera, aun- que los empresarios industriales fueron un poco mas capitalistas que los terratenientes parasitarios. HL CAPITALISMO JAPONES 35 Ill. REVOLUCION BURGUESA ABORTADA Y EL ESTABLECIMIENTO DEL CAPITALISMO En el Japén, como en los paises occidentales, naturalmente sur- gian las aspiraciones hacia la revolucién burguesa, que permitiera concluir el proceso violento de acummuiacién originaria, Pero, esas aspiraciones fueron cortadas en sus brotes pér las fuerzas absolutistas que ya habian dado un paso al desarrollo capitalista por el “camino de tipo prusiano”, y después de la estrangulacién de los anhelos poulares el capitalismo japonés vino a desarrollarse vertiginosamente por “el camino de tipo prusiano” sin reserva hasta su establecimiento ‘a principios de este siglo, indudablemente con sus propios rasgos reaccionatios y agrésivos al grado extremo, ‘Los sectores populares antigobiernistas se organizaron en un gran ‘movimiento llamado el “Movimiento de Libertad y Democracia (Jiyu- minken-undo)” de 1874-1884, Aunque era una lucha de una. por- ccién de los ex guerreros que habian sido derrotades por el despo- tismo absolutista en los primeros afios desde que Taisuke Itagaki (1837-1919) sus seguidores presentaron en 1874 una “Peticién para €l Establecimiento del Parlamento Elegido por el Pueblo”, el movi- miento adquirié con rapidez el cardcter popular nacionalista en el verdadero sentido, principalmente por la participacién de los cam- pesinos y los terratenientes medianos y pequefios, quienes tuchaban contra los impuestos territoriales, y de fos comerciantes ¢ industriales sin privilegio. A pesar de la violenta represién por el gobierno, iban creciendo las sublevaciones campesinas hasta que é&te fue obligado fa bajar la tarifa de impuesto de 3% a 2.5% del precio de predio en 1877. La “Uni6n para la Apertura del Congreso Nacional”, re~ nominada en 1880 cuando se reorganiz6 la “Asociacién Patriética” restablecida en 1878, aument6 sus asociados de 87 000 hasta més de 130.000 s6lo durante los primeros ocho meses, 10 que condujo a la promulyacién del compromiso imperial de abrir el congreso nacional €n 1890 y de promulgar la constitucién que el Tenno mismo aprobara. ‘Aust después de esto, la lucha contra el despotismo sezula ade- ante y dia con dia con mis violencia, encabezada por el Partido Liberal constituido en 1880 y mano a mano con los campesinos po- bres y los inquilinos. Sin embargo, en ese momento ya tenia éxito la politica de “domesticar a los ex guerreros derrocados y descontentos, y al mismo tiempo atraer a los mAs capacitados que el promedio, como los campesinos ricos, los comerciantes poderosos, etcétera” 4% Palabras de Tomimi Iwakura (1625-1983), exnoble y dirigente ded nuevo gobiern, 56 PROBLEMAS DEL DESARROLLO: La répida industrializacién Mevada a cabo por el gobiemo en ¢ terreno de las industrias militares operaba como la palanca que per mitia sobornar a la burguesia naciente. La diferenciacién acelerada del campesinado y el establecimiento del sistema de_terratenientes pparasitarios hicieron entender a los terratenientes y a los campesinos Ticos que sus intereses coincidian con los del absolutisino. Ya en 1882 el presidente del Partido Liberal, TT. Itagaki, salié de viaje por el extranjero con fondos del gobierno, y el Partido se disolvié en 1884, tun poco después de un sangriento choque entre los campesinos po- bres apoyados por los activistas izquierdistas de! Partido, y las fuerzas represivas del gobierno, En la Historia det Partido Liberal, T. Ita~ gaki dice que el partido habia tomado “el cardcter socialista de manera sumamente horrible.” De ese modo aborté el primer movi- miento democratico burgués en el Japé EI sistema de cooperacién o transaccién entre los capitalistas pri~ vilegiados por el absolutismo y los terratenientes parasitarios, fue fundado como una precondicién del vertiginoso desarrollo capitalista fen los siguientes afios. Podemos ver las expresiones politicas de esa cooperacién en la promulgacién de la Constitucién de 1889, cuyo primer articulo dice que “el Tenno sera sagrado e inviolable”, y en la apertura del primier congreso nacional, en cuya eleccién partici- aba slo una parte pequefia de la poblacién, En el terreno econémico, las manufacturas (o las empresas pe- quefias) ban incorpordndose como departamentos de las grandes. empresas privilegiadas por el desarrollo capitalista en general, mien~ tras que el sistema de terratenientes iba aprovechdndose de la fuente de mano de obra extremadamente barata. Pero, la escasez de capital y Ia fata de algunas materias primas, especialmente el hierro, eran ios obstéculos al desarrollo, En el terreno de las relaciones internacio nales la tarea era may importante para el desarrollo y para ganar el derecho auténomo de decidir las tarifas aduanales que se habia per~ dido desde que se firmaron los tratados de amistad y comercio a base de la desigualdad, Estas metas del capitalismo japonés fueron logradas de una vez a través de la guerra chino-japonesa de 1894-1895, Aunque original- mente fue provocada por el carécter militar absolutista del nuevo gobiemo, 0 sea, su intencién de elevar su prestigio intemacional a fin de defenderse de las potencias occidentales, resulté beneficiado- el desarrollo capitalista. La millitarizacion de la economia durante la guerra —que se mostraba por la alta participacién de 65-70% del gasto militar en. el presupuesto, fomentaba las industrias estratégicas—, seguia ade~ EL CAPITALISMO JaPonés 57 ante a base del chovinismo inspirado entre el pueblo por la razén de la intervencién de tres paises después de la guerra: Rusia, Fran- cia y Alemania, que obligaron al Japén a devolver la peninsula de Lia-tung otorgada en el tratado de paz. La gran cantidad de com- pensacién de alrededor de 345 millones de yen (compérese con ef presupuesto promedio en 1894-1895 de 180 millones de yen) no so- lamente compensaba al Japén el gasto militar, sino también lo abastecfa de capital, par lo que el gobierno japonés apenas pudo es- tablecer el sistema monetario del patrén oro en 1897. La concesién de Taiwan y las islas de Peng-hu, la apertura de los cuatro puertos chinos, el establecimiento de la hegemonia sobre Gorea y el tratado desigual con China, dieron al capitalismo japonés una perspectiva muy favorable del mercado externo, el cual era necesario especial- mente para el desarrollo del capitalismo japonés que tenia el mer- cado intemo extremadamente limitado par el predominio de las rela- ciones de produccién semifeudales en las fabricas y minas y feudales en el campo. El prestigio del Japén, elevado por el triunfo, le permi- 18 revisar los tratados desiguales con los paises occidentales. Se le ase~ guraba el abastecimiento de hierro, —la materia prima més impor- tante para la produccién de los medios de produccién—, de la mina de Ta-yeh, Ghina, la que el Jap6n compré por primera vez en 1899. E] desarrollo capitalista vertiginoso en la_posguerra podriamos verlo en las siguientes cifras. El monto total del capital pagado en las sociedades anénimas aument6 tres veces y media en nueve afios de 1894 a 1903; es decir, de 255 mil yen en 1894 a 684 mil en 1899 y 888 mil en 1903, Sobre todo en la rama manufacturera las socie~ dades anénimas crecfan relativamente con mds rapidez; el monto de capital aumenté més de 3.8 veces en ese lapso. Los obreros en las f4bricas que empleaban mas de diez personas se incrementaron de 295 062 en 1893 a 701 463 en 1906. ‘Teniendo en cuenta que eran 207 140 en 1886, entenderfamos que era mas de dos veces que el lapso anterior la tasa de crecimiento de los obreros en la posguerra. Naturalmente los cambios cuantitatives tan radicales como estos acompafiaban a los cualitativos Sélo con el abastecimiento de hierro de la mina de Ta-yeh, por primera vez en la historia japonesa fueron fundadas las bases de autoabastecimiento de acero. La Industria Siderirgica Estatal Yawata fue establecida en 1897 para producir acero del hierro importado y del carbén de la parte nortefia de Kyushu (Ja industria comenzé sus operaciones en 1901). En la Fabrica Naval Kure eta producido el acero especial, lo que complementaba la produccién de acero en 4 pais. Del otro lado, en la producci6n de los bienes de consumo se 58 PROALEMAS DEL DESARROLLO encontraba el cambio cualitativo, ef que aparecia tipicamente en la industria textil que representaba 73% del ntimero de fabricas, 469 de caballos de fuerza y 67% de los obrero: en 1900. Alli se estable- 6 el proceso completo de cultura de gusano de seda o de algodén, de hilado y de tejido. En cuanto a la industria textil de soda, ta produccién de hilado por maquina super la por mano en 1894, y la produccién de tejido por mquina para la exportacién en la region de Fukui obtuvo la preponderancia sobre la por mano en las regiones de Kioto y Gumma en 1899, mientras que la cultura de gusano de seda crecia en produccién det promedio 1 222000 ‘oku en 1880-1884 al promedio de 2 461 000 koku en 1895-1899 sobre todo porque las familias rurales demandaban mucho los trabajos subsidiatios. La produccién de hilado algodonero en el pais superé su importacién en 1890 y su exportacién rebas6 con espantosa 1a ides a sw importacién en 1897, y en el caso del tejido la produccién interna super6 la iraportacién en 1885 y la exportacién sobrepasé Ja importacién en 1909, mientras que la cultura algodonera vino disminuyendo por el costo relativamente alto causado por el predomi- rio de minifundios hasta que se aboli6 Ja tarifa de importacién en 1896, fo que queria decir que desde ese momento Ia importacién de India, los Estados Unidos de Norteamérica y otros aseguraba el abastecimiento de materias primas a la industria textil de algodén al Japon. Naturalmente es indudable que en esa época el Japén pa~ saba por el cambio drdstico teenolégico; en otras palabras por la revolucién industrial. Por ejemplo, los husos en la industria. textil crecieron vertiginosamente de cien ‘mil en 1889 a més de un millén en 1897 por la importacién de maquinaria occidental, De este modo, podriames conchiir de acuerdo con Moritaro Ya~ mada, como sigue: Cuando aparece el esquema de reproduecién de manera estable significa que se establece el capital industrial, Como es sabido el es quema de reproduccién consta de dos grander sectores: produccién de rmedins de produccién y produccién de bienes de consumo, Exte slime sector, en el caso de la formacién del capitalismo japonés, lo repre- sentaba la produccién textil. De aqui podemos deducir que en el Ja~ ppén el capital industrial se estableeié entre los afios 1897 y 1907 En otras palabras, era en los afios det cambio de sigio cuando el capitalism fue establecido como estructura econémica social en el Japén. % Of. city pig. UL. EL CAPITALISMO JaPONEs 59 En el Cédigo Civil de 1898 fue reconocida totalmente la propie- dad privada como el derecho principal, lo que generalmente es la expresin legal del establecimiento del capitaligmo, Mientras tanto, su expresién en ef terreno del movimiento social, el surgimiento de Ja contradiccién entre el proletariado y la burguesia como la funda~ mental, se encontré sintométicamente cuando en 1901 se fundé el primer partido politico de los trabajadores, el Partido Socialdemo- Cratico del Japon, por Sen Katayama (1859-1933), Shusui Kotoku (1871-1911), Isoo Abe (1865-1949) y Naoe Kinoshita (1869-1937). CONCLUSIONES Es indudable que el desarrollo cconémico en el periodo de Meiji era_vertiginoso, ya que en sélo treinta y cinco afos convirtié. Ia estructura econémica social puramente feudal en completamente ca pitalista, Pero, para eso era necesaria la direccién activa del gobie no absolut Por consguiente el desarrollo capitalist habia in ciado y evolucionado de manera muy deformada; en otras palabras, “desde amiba”, Esto aftadia al capitalism japonés oa la manera del desarrollo capitalista algunos rasgos. En primer lugar, el capi- talismo japonés fue establecido sin haber fiquidado, o mejor dicho, habiendo reforzado las formas feudales de explatacién o las relacio. nes de produccién feudales sobre todo en el campo, y por conse cuencia, se caracterizaba por la presencia de salarios terriblemente buajos, lo que permitia a las empresas competir con los paises capi- talistas desarrollados. En segundo lugar, el capitalismo japonés es. taba caracterizado por ef gran peso de las actividades bancarias y comerciales (o usurarias), porque venia evolucionando conforme a Prioridades arbitrariamente impuestas por los grandes comerciantes ue fueron los que se convirtieron en Jos graitdes grupos econémicos (“caibatsu*), fuertemente apoyados por los altos funcionarins abso- lutistas que tenian sus origenes en los guerreros de los sefiorios opo- sitores al gobiemo de Tokugawa; principalmente, de Satsuma, Cho- shu y Tosa; es decir, los grupos procedentes de ios grandes sefiorios (“hanbatsw”), Finalmente, ef capitalismo japonés se caracterizaba Por su agresividad bélica, por las siguientes razones: 1) exagerada conciencia de autodefensa del absolutismo contra el capitalismo oc- cidental, aunque realmente existia la necesidad de autodefensa, 2) la estrechez del mercado interno y, en consecvencis, la ‘itecesidad de securrir al mercado externo, y 3) la estructura de reproduccién que necesitaba el comercio exterior de gran escala en comparacién 60 PROBLEMAS DEL DESARROLLO con la escala de produccién del pais. En fin, el capitalismo japonés podia erecer s6lo a base de grandes sacrificios de los pueblos japo- nés asiaticos. No es necesario decir que el caso del Japén nunca podré servir de “modelo” de desarrollo para los. paises subdesarro- Hlados de hoy, en el sentido en que la palabra “modelo” se usa co- minmente. Estos rasgos creados en el proceso de formacién del capitalismo japonés se han mantenido también en el proceso de desarrollo ca~ pitalista en este siglo, lo que condujo a la participacién prematura en el campo imperialista, el establecimiento del fascismo tennoista, la provocacién de la segunda guerra mundial y Ia derrota total del Japon. Ademés, para entender las realidades econémicas japonesas fen Io actual seria necesario tener en cuenta estos rasgos. Finalmente, tengo que referirme de modo breve a la metodolo- wa. En este articulo he puesto énfasis relativamente sobre tos as- iternos, especialmente sobre Jas relaciones de produccién, dependiendo principalmeate de los resultados de los estudios marxis- tas, sobre todo de la discusién sobre la historia del desarrollo det capitalismo japonés, en la cual los académicos revolucionarios trata- ban de demostrar que en esa época el caricter de la revolucién de- berla ser democritico burguesa, enfatizando el cardcter precapita- lista del Tennoismo y del sistema de terratenientes parasitarios, con- tra los mecanicistas que proponian que la revolucién deberia ser socialista ya que la estructura econémica social era capitalista. En este sentido, a mi me parece que seria mecanicista y erréneo, por lo menos, el proponer que Ia sociedad o la economia latinoamerica~ na ha sido capitalista desde la conquista ya que la América Latina se incorpor6 al “capitalismo mundial” (naturalmente hay que dj- tinguir el capital mercantil del industrial), aunque es natural que la metodologia del andlisis serfa diferente en el caso del pais no co- lonizado y en ef caso del pais colonizado. Esto es s6lo un ejemplo, Me seria muy grato que este articulo pudiera contribuir algo a los estu- dios latinoamericanos en Ja metodologia de andii ‘Ademés, tengo que afiadir, con agradecimiento, que para escri- bir este articulo dependi mucho de la Historia del desarrollo det capitalismo japonés (Nihon shihonshugi hattatsu-shi, nueva ed. Aoki, ‘Tokio, 1969) por Fumio Moriya, ademés de las obras citadas ep este trabajo.

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