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ENCUENTRO CON SALVATORE

Ha sucedido una cosa muy especial, que ha involucrado a mucha gente del Movimiento y que ha sido sentida
como algo profundo y excepcional.

Para la forma mental común se ha tratado de un caso trágico y desgraciado. No hay explicación racional; es un
caso fortuito, repentino e impredecible.
Esta explicación deja un sabor amargo.

El mensaje de Silo dice cosas extrañas para la mentalidad común: que la muerte no es la mayor de las
desgracias.

Para entenderlo, es necesario razonar de una manera distinta de la habitual, es menester dar vuelta la cabeza
para descubrir nuevos puntos de vista.

¿Cómo hacerlo? Es necesario querer hacerlo, es necesario estar profundamente dispuesto a liberarse de las
viejas creencias habituales.

En general, en esta sociedad se oculta la muerte. Toda la organización social está basada en el ocultamiento de
la muerte, en su completa negación. Es una actitud vinculada al crepúsculo del cristianismo.

Resulta inaceptable pensar en algo después de la muerte porque debemos recurrir a imágenes (el paraíso y el
infierno) que no corresponden más al paisaje actual.

La explicación cristiana corresponde a un paisaje viejo de dos mil, tres mil años, un paisaje que ya no es
aceptable y en contradicción con la vida cotidiana.

Si una cultura muere, sucede un gran desorden en la mente de la gente.


Por eso hay hoy un gran resurgimiento de temas como vampiros, ovnis, misterios, hay un fuerte renacimiento
de lo oscuro, que es una forma de neoromanticismo. Es como un cristianismo sin la parte alta, sin la posibilidad
de una dirección ascendente.

Este es el cuadro del cual debemos partir: explicación racional de la muerte (es un caso) clima de
desesperación profunda por la falta de explicación y de dirección, dimensión oscura.

La muerte es siempre negada, pero queda en copresencia. Vuelve a presencia cuando muere una persona
cercana. En este punto buscamos explicaciones racionales (caso) acompañados de climas, de la sensación de
pérdida y sinsentido, de una desesperación profunda. Los dioses se han ido.

¿Cómo salimos?
Esta situación no es nueva. Se ha presentado, por ejemplo al final del mundo antiguo (ya entonces se decía: los
dioses se han ido, no se ocupan más de nosotros. Debemos pensar en nosotros mismos – ver los estoicos). Ha
sucedido también en India antes del nacimiento del budismo.
Es una situación que se da siempre cuando una cultura llega a su fin y se agota.

Debemos direccionarnos hacia una interpretación posible de comprobar con una experiencia.

Dado que no disponemos de una experiencia, todo esto que sigue es un cuento.
- Cuando se muere no está más el cuerpo, pero hay otra cosa.
Silo siempre ha sostenido que la muerte no es un fenómeno doloroso, sino un pasaje, una separación, el
ingreso a otro mundo.

El ingreso es algo muy difícil, inexplorado. La dificultad está en el pasaje.


Los egipcios decían que hay tres cuerpos
El cuerpo físico, un segundo cuerpo invisible que permanece rondando en torno al primero cuando muere y que
se resiste a separarse. El faraón muerto siempre era representado sentado al lado de una suerte de gemelo, de
una copia de sí mismo. (Alegorización de la dificultad de este segundo cuerpo para separarse). Si la muerte es
un tránsito ¿qué cambia en nuestra visión?
Si es un tránsito, uno viene de alguna parte y va a otra parte. Esto da una apertura.
Se decía en un tiempo, se nace en un mundo y se muere en otro.
Hay una amplia casuística de gente que ha soñado (con) muertos preocupados porque los vivos no entienden,
los consideran muertos para siempre.

El ser humano tiene por consiguiente otro cuerpo, que en cierto punto se separa. Los problemas surgen del
hecho de que este segundo cuerpo no se puede ver.
El segundo cuerpo no visible, es el doble.
La experiencia de fuerza es un momento de contacto con este segundo cuerpo.
El contacto es posible también en sueños o en cierto tipo de transferencia.
El contacto entre dos mundos separados se representa siempre mediante alegorías porque las palabras son
inadecuadas para expresar todo esto.
En el sistema alegórico que usamos nosotros el paso es descrito en (la guía del) el camino interno.
El nivel de vigilia no corresponde al contacto. Nos podemos asustar en este nivel.
El contacto no puede ser forzado, es necesario quererlo.

Silo nos habla de un mundo intermedio: un mundo muy complejo, más aun que este en que se colocan muchas
de esas figuras que las religiones han transmitido (según las distintas formas culturales).
Un mundo habitado de conciencias superiores a la humana. De donde pensar que la conciencia humana así
como la conocemos sea el máximo del desarrollo de la conciencia, es extraño.
Esas conciencias superiores corresponden a niveles de conciencia que podemos alcanzar.
Esto nos da otra apertura.

Estamos ya dotados de la capacidad para salir a otros niveles, pero el sufrimiento y todas las creencias
estúpidas que llevamos dentro nos lo obstaculizan. El sufrimiento impide el ascenso.

Existe aun otro cuerpo, un tercer cuerpo que no es el doble.


La ciudad de la luz es una alegoría del espíritu.
Son palabras, pero si las comparamos con las cristianas, la ciudad de la luz corresponde a eso que era llamado
el espíritu.
Las grandes religiones están siempre basadas en sus comienzos sobre una experiencia que la gente considera
incuestionable. La muerte de Anna nos ha obligado a volver a los temas centrales del Movimiento.

-Hemos sufrido una desgracia.


-Hay un contacto (donde) la persona dice que no se trata de una desgracia, sino de un tránsito.

¿Qué queda al final de este cuento?


¿De qué nos sirve todo esto?

Siguiendo la primera vía se arriba a la desesperación profunda, la segunda nos abre un horizonte donde había
un abismo.

Todo esto no tiene sentido si no corresponde a una experiencia, ha prometido el Movimiento. Las grandes
religiones no hubieran podido durar tanto si no hubieran tenido esta experiencia al comienzo.

Intercambio.
Pregunta:
¿Por qué Silo dice que es una bendición?
Porque hubiera podido hacer cosas muy destructivas, perjudiciales para sí y para otros.

Salvatore ha relatado sobre la muerte de una amiga suya, ocurrida hace años después de una enfermedad.
Algunos meses después ha tenido un sueño en el cual ella le decía que no se preocupara, que había muerto en
el momento justo, después hubiera sido negativo.

¿Qué es el tercer cuerpo?


Ocupémonos primero del segundo...

Si es un tránsito ¿cómo llegar?


El arca de Noé es una alegoría del tránsito. Es una nave en la cual poner todo lo que puede ser útil después.
No es el caso, pero ¿uno elige cuándo morir?
También los accidentes son a veces suicidios enmascarados. Hay muchos análisis en este sentido.
Puede ser que uno lo siente y se prepara, que de algún modo lo decide.

Un problema con las transferencias y con los sueños es la interpretación que se hace después. Puede haber un
contacto y no se lo reconoce, se lo interpreta en términos psicológicos, como un contenido interno.

¿De que dependen las diferentes representaciones alegóricas?


Dependen del paisaje cultural.
Los ángeles corresponden a alguna experiencia psicológica. Entre nosotros han desaparecido hace tiempo,
pero han llegado los ovnis que tienen más relación con un mundo altamente tecnologizado. Pero se trata del
mismo fenómeno. Las representaciones las hacemos a partir de las formas culturales de que disponemos.

(Traducción de Liliana Ambrosio, tipeado por J. D.)

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