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LAS SECUENCIAS NARRATIVAS DEL “ASINVS AVREVS” DE APULEYO (1) FRANCISCO PEJEWAUTE Profesor de Latin. Universidad de Oviedo El relato puede ser descompuesto en pequefios nucleos separados por pausas narrativas cuya unidad basica esté constituida por un escaso mumero de funciones que forman secuencias. R. BARTHES (2) vefine ast la secuencia: "es una sucesién légica de leos unidos entre si por una relacién de solidari- ds la secuencia se inicia cuando uno de sus seminos no tiene antecedente solidario y se cierra ‘aando otro de sus términos ya no tiene consecuente". Por ejemplo: coger un cigarrillo, encenderlo, fumar, son diferentes funciones que constituyen una secuencia cerrada ya que cada una de ellas supone la anterior. Bremond, basdndose en el concepto de funcién formulado por V. Propp, pretende llegar a establecer una clasificacién de todos los relatos posibles que estarian constitufdos por un numero limitado de funciones agrupables en secuencias. Recordemos que para Propp, una funcién es la acciédn de un personaje, definida desde el punto de vista de significaci6n en el desenvolvimiento de la intriga (3). La agrupacion de tres funciones (una que abre la posibilidad de un proceso; una segunda que convierte en acto dicha virtualidad, y una tercera que cierra el proceso con el resultado alcanzado/ constituye una secuencia. Si. Bremond recibe de Propp el concepto de funcién, se aparta de éste cuando el investigador ruso formula la necesidad ineludible de la_ serie de funciones; Bremond sostiene que ninguna funcién ce ie necesita la que le sigue en la secuencia: cuando se abre un proceso, el autor siempre tiene la libertad de mantener en suspenso la funcién, introduciendo un nuevo proceso que irdé expresado por una nueva secuencia: se trata del paso de una secuencia simple @ una secuencia compleja. En efecto, las secuencias elementales pueden combinarse mediante distintas configuraciones de las cuales las més tipicas son: a/ encadenamiento por continuidad ("bout-a-bout"): el tercer proceso de una secuencia se convierte en el primero de otra secuencia; 6b) encadenamiento por enclave: un proceso, para llegar al acto, necesita la aparicién de un nuevo proceso intermedio que puede estar ligado con ef anterior en alguna de las dos primeras funciones de la secuencia; este segundo proceso puede incluir un tercero, etc.; c) encadena- miento por enlace ("accolage"): los distintos procesos de una secuencia son interpretados distintamente al ser examinados desde diversos puntos de vista (4). Las secuencias-tipo que Ilegan a formularse con el ensamblaje de tres funciones no son tan numerosas como en principio podria imaginarse y Bremond ha pretendido trazar el cuadro de las mismas, secuencias entre las que el narrador tiene que escoger necesaria- mente en el desenvolvimiento de la intriga. Los acontecimientos, cuya sucesién constituye el relato, vienen a confundirse con un mejoramiento que se desea obtener o una degradacién (o carencia) que se desea evitar, Es més, para tender a un mejora- miento hay que partir siempre de una degradacion y, en el camino, hay que superar siempre unos obstécu- Jos en cuya eliminacién intervienen siempre factores que son los medios que acttian en contra del obstéculo y a favor del protagonista o agente, Este puede actuar solo o, lo gue es més frecuente, tiene la colaboracién de un aliado que interviene en funcién de un pacto. Cuando un proceso de mejoramiento llega a su término alcanza un estado de equilibrio; si este equilibrio es definitivo por su estabilidad, el relato - 238 - termina; pero el autor puede hacer intervenir un factor perturbador, introduciendo un elemento de oposicién al estado de mejoramiento alcanzado, provo- cando una _ tensién; con ello se inicia un nuevo proceso plasmado en una nueva secuencia: se abre paso una nueva degradacién camino de un nuevo mejoramiento. Por ejemplo, en el "Asinus": Lucio, deseoso de tomar contacto directo con el mundo de la magia (se parte, pues, de una degradacién o carencia, el desconocimiento de Lucio), por mediaci6n del aliado Fotide consigue su empefio (mejoramiento). El relato podia terminar ahi, pero el autor ha preferido proseguir e introduce un factor perturbador: Fotide se equivoca de tarro y Lucio se convierte en asno: nuevo proceso de degradacién que abre un nuevo proceso, inicidndose otra vez el ciclo degrada- cién-mejoramiento. Precisamente en este juego de degradaciones y mejoramientos consiste la marcha del relato. No puede darse en él, hasta que no se llega al final, un estado inconmovible de equilibrio (5). La trama central del Asinus (la que constituye Ja estructura cerrada de la novela) puede plasmarse en tres secuencias elementales, susceptibles de conver- tirse en complejas. E] juego de las secuencias simples en cuestig6n se desarrolla de la siguiente manera: (a) Partiendo de una degradacién o carencia (Lucio no tiene conocimiento directo del mundo de la magia) y, mediante una tendencia hacia él, llega, con ayuda de un aliado (F6tide) a (b) un mejoramiento: consigue saciar ese deseo, tomando contacto directo con aquel mundo; pero (c) por un error exterior a Lucio, el mejoramiento desemboca en una nueva degradacién (pérdida de la forma humana), con lo que el ciclo vuelve a iniciarse. (a') Partiendo de una degradacién (pérdida de la forma humana) y tras una interminable serie de desventuras, (b') Lucio llega, ayudado por Isis, agente externo y - 239 - aliado, a un mejoramiento o recuperaci6n de equilibrio (recuperacién de la forma humana!; pero (c') tal mejoramiento es complementado por una sublimaci6n que obliga a abrir un nuevo ciclo. (a'') Partiendo de una nueva degradacién (Lucio desea ser admitido en el sacerdocio de Isis/, (b'') tras una serie de preparativos e iniciaciones, (c'') consigue ser admitido en el colegio sacerdotal: mejoramiento sublimado con el que se cierra definitivamente el relato. Tenemos, pues, tres secuencias elementales. En la primera de ellas, y como modelo y ejemplo de cualquier secuencia que parte de una degradaci6n, podemos distinguir algunos de los factores que siempre se dan en tal tipo de secuencias: el obstdéculo que se opone al mejoramiento es el mundo mismo de la magia, fundada en el misterio y el secreto, confinado en un reducto s6lo asequible a los iniciados y cerrado a los extrafios (en este caso, a Lucio); el aliado es Fétide; el pacto reside en la relacién amorosa entablada entre ambos joévenes; el enemigo que hay que vencer es Pdnfila, la detentadora del bien que busca Lucio; etc. (63 Exposici6n de las tres secuencias cardinales, elementa- les, convertidas en secuencias complejas, que constitu- yen la estructura cerrada del "Asinus aureus". Secuencia primera: - 240 - Lucio desea to mar contacto di recto con la ma gia 8,Se inpone un viaje ; | 2 Tesalia. 4 8 Realizacién del viaje. 8, Llegada a Hypata. 3 Vv rc, Necesidad de un aliado. D, Deseo de conquis- . Procedimientos Jv tar a Fotide Procedimientos para ganarse a Fétide —y> 40, Galanteos con Fétide v C,Fétide, aliada de 0, Rendicién anorosa Lucio. de Fotide. seguides para_y 4 conseguir lo E. Fétide quiere que Lucie tome contacto con la magia. YE, Fotide se apodera del tarro que contie ne la pocién magica. Vv £, Fétide hace entrega del tarro a Lucio A, Lucio toma con- tacto con la ma gia Esta primera secuencia se torna en compleja por enclave. Dado que en la secuencia tercera tendremos una configuracién por continuidad, presentamos, de ~ 241 - entre los episodios colaterales a esta primera secuen- cia (historias de caminantes, aventura en el mercado de Hypata, historia de Telifrén, Diéfanes, el falso adivino, etc.) la configuracién del episodio de los odres por presentar un encadenamiento por enlace con lo que podemos ver ejemplificados en el Asinus los tres tipos de encadenamientos de secuencias: A, Lucio quiere li- vs. A", Fétide, a la bésqueda de unos cabellos brar a la casa del joven capadocio. de Hilén del ata + que de unos la- Ae Recogida de los cabellos en una peluque drones ria. L AY Pérdida de los cabellos. 3 B', Se impone suplantar los cabellos. i‘ L A, Lucha con los BY, Recogida de los pelos de unos odres. bandidos AG 8, Entrega a Pénfila de los falsos cabellos del joven capadocio. Panfila quiere atraer al duefio de aque- Llos cabellos. C!, Ejercita su poder magico. - A, Victoria de tu- \ ee y muerte de C1, Legan a la puerta de la casa los due- ihe oaeaee fios de aquellos cabellos: los odres. Encadenamiento por enlace ya que un mismo proceso es contemplado desde dos puntos de vista distintos: la versién de Lucio y la de Fétide. - 2h2 - Segunda secuencia: A, Deseo de Lucio de recuperar su forma humana. 4 A, A la busqueda del remedio. 4 A, Recuperacién de la forma por mediacién de Isis. Todas las desventuras que pasa Lucio-asno son acciones colaterales mds bien que eslabones en la busqueda del remedio. Tales desventuras no constitu- yen el camino que lleva a su salvacién aunque la diosa Isis se compadezca de él por haberlas sufrido, Dada la estructura abierta de tales historias colatera- Jes y supuesta la no relacién de causa a efecto entre el peregrinar de Lucio-asno y su vuelta a la forma humana, la accigfn pasa directamente de un estado de degradacign a uno de mejoramiento por intervencién de un agente exterior (Isis), Por eso creemos que aqui no hay més que una secuencia elemental, acompafiada, eso si, de multiples acciones colaterales que formarian secuencias por separado. Secuencia tercera: A, Deseo de Lucio de entregarse al cul to de Isis y de - ser ordenado sa—— oy a, Es necesaria una iniciacién. A, Pruebas a que es 4 ee oe? B, Pruebas previas. A, Resultado positivo: v . B, Concedida inicia Lucio entra a for-- 3 oa i Iniciaci6n a rea~ tet peerstacit erg ele or ites gio sacerdotal de i. Isis C, Pruebas previas. - 23 - C, Iniciacién reali zada. UN EJEMPLO DE HACES DE SECUENCIAS UNIDAS TEMATI- CAMENTE: CUATRO HISTORIAS DE MARIDOS BURLADOS. El Asinus aureus, en su_ historia’ medular, descansa, pues, en tres secuencias,dos de ellas complejas y una elemental, que constituyen el aspecto cerrado de Ia novela; pero en ella hay también una estructura abierta en la que, bien por encuadramien- to, bien por enhebramiento, los episodios se suceden y se insertan en la accién medular. Examinadas Jas secuencias de la_ estructura cerrada y ante la imposibilidad de ofrecer las secuencias de la estructura abierta, ofrecemos a continuacién el ejemplo de unas cuantas historias que estén unidas teméticamente (e incluso algunas de ellas insertas entre sf) y que podrian constituir un haz de secuencias. En el libro IX se han agrupado cuatro historias de maridos burlados. Dado que no aparecen en dicho libro otras historias, podemos decir que el libro IX, por voluntad de su autor, se ha convertido en un libro temdtico: el adulterio en distintas versiones. En dos de los casos triunfa la mujer astuta o el amante sagaz (con una solucién muy boccacciana/, mientras que en los otros dos el engafio es descubierto con consecuencias muy distintas. Caso A: El marido regresa a casa cuando menos se le espera. La mujer, que esté con su amante, esconde a €6ste en un tonel, El marido cuenta a su esposa cémo acaba de vender el tonel en seis denarios. La mujer, impertérrita, contesta que ella lo ha vendido en siete y que el comprador estd dentro, inspeccionando la mercancia. Sale el amante y muestra su desagrado porque el tonel no esté en muy buenas condiciones. El marido se mete en el tonel y, mientras lo limpia y asea, los amantes hacen el amor ante sus propias narices. El marido burlado acaba Ilevando a hombros el tone] hasta ~ 2b - casa del rival. Esta historieta pas6, sin ningun retoque, al Decamer6n, Jornada VII, relato 2°, conocida como la historia de Peronella, del nombre de la mujer. Caso B: La molinera en cuya casa presta sus servicios Lucio-asno engafia a su marido con un mozalbete. El molinero vuelve a casa inesperadamente y la mujer esconde al "mignon" debajo de un cesto. Lucio-asno, testigo de la felonjfa, aprovecha la ocasifpn de pasar junto al cesto para pisar la mano del intruso, descubriendo el engafio. Ante tal situaciOn, el molinero, que juega a los dos palos, pasa la noche en amorosa compafiia con el mancebo, A la mafiana siguiente, echa a su mujer fe casa y manda que azoten al jovencito. La molinera, con ayuda de los encantamientos de una bruja, consigue que su marido se cuelgue de una viga (IX 14-17, 22-23 y 26-28). Esta historia también pasé al Decamerén pero en este caso falta la ultima parte, el suicidio del molinero. Aparece en la Jornada IV, relato 102 (7). Caso C: Barbaro es engafiado por su esposa, que le pone los cuernos con el joven Filesitero. Sorprendidos por el marido, el amante huye por la _ puerta trasera dejando sus sandalias en el dormitorio conyugal. Al dia siguiente, Bdrbaro, escondiendo tales sandalias bajo su ropa, conduce al foro, cargado de cadenas, a Myrmex, el esclavo encargado de velar por la integridad de la esposa durante la ausencia del marido. Por el camino la comitiva se encuentra con Filesftero. Este, en un abrir y cerrar de ojos, se hace cargo de la situaci6n e improvisando una_ solucién sobre la marcha, se arroja sobre Myrmex, apostrofdndolo y - 25 - acusdndolo de que le habia robado las sandalias en los bafios publicos. Bérbaro muerde el anzuelo, ordena dar media vuelta y hace que le Ileven las sandalias a su rival a casa al mismo tiempo que Je presenta sus excusas (IX 17-21). Caso D: Ahora es la mujer del tintorero la que estd a punto de ser sorprendida por su marido en compafifa de su amante. Este es escondido debajo de un recipiente de mimbre sobre el que se extendian las prendas para que, con las emanacio- nes de azufre, se blanquearan. Al poco rato el joven, medio asfixiado, comienza a estornudar, descubrienda el engafio. El marido echa a la calle al rival, medio muerto, y arroja a su mujer de casa (IX 24-25), Los casos A y C por un lado y B y D por otro presentan puntos de contacto y divergencias notables. En A y C es digna de mencién la semejanza en el desenlace: el marido burlado llevaré el cuerpo del delito (tonel y sandalias) a casa del rival. En cuanto a las divergencias, en A es la mujer la que encuentra Ja solucién al problema, mientras que en C es el amante el que improvisa la solucién. Otra va- riante la constituye el hecho de que en A el marido en ningtin momento sospecha la verdad, mientras que en C las sandalias extrafias delatan la presencia de un intruso. Por otro lado, frente a la pasividad del amante en A tenemos la actividad desplegada por el amante en C; y es que en A la atenci6n est@ vuelta hacia la esposa, mientras que en C lo esté hacia el amante. En cuanto a los casos B y D, tenemos como puntos de contacto: los maridos y esposas son amigos y vecinos; en ambos casos hay unas cenas de por medio a las que las mujeres invitan a sus amantes y durante las cuales se presentan los respectivos maridos; también en los dos casos los escondites en ~ 246 - que se ocultan los amantes vienen a resultar falsos escondites; finalmente, los maridos acaban arrojando a sus esposas de casa. En cuanto a las divergencias, la més importante estd constitufda por el epilogo del caso B: la mujer, ofendida en lo més hondo -su marido le ha hecho ver claramente que su amante no es mds que un mozalbete invertido- trama una terrible venganza y consigue que su marido se suicide. La sintaxis narrativa de estos cuatro relatos nos permite poder formular un modelo te6rico, con unas variantes muy notables, que quedarf{a delimitado de la siguiente manera: - unas mujeres engafian a sus maridos: la no-ley contra la ley; - estando con sus amantes, se presenta el marido de improviso: llamada de la ley y del orden; - en tres casos los amantes son escondidos y en uno de ellos huye: la no-ley intenta burlar a la ley; ~ en dos casos triunfa la ley {los culpables Ilevardn su merecido); en los otros dos triunfa la no-ley; - aun en los casos en que triunfa la ley, la no-ley se revuelve, se venga y consigue imponerse sobre la ley. Con un arranque inicial similar, la trama se diversifica, circunstancia que quedaria bien de manifiesto si este haz de secuencias quedara desarro- llado y expresado mediante el juego de los procesos que cabe distinguir en toda secuencia, como hemos hecho con las secuencias cardinales del Asinus. NOTAS (1) El presente trabajo forma parte de un estudio sobre "Historia y discurso en el Asinus aureus de Apuleyo". Por lo que se refiere al concepto de secuencia y en relacién con la primera parte del trabajo, cfr. R. Barthes, "Introduccién al andlisis estructural de - 247 - los relatos", en AnSlisis estructural del relato (de varios autores). Buenos Aires, Ed. Tiempo Contempordneo, 1.972, pp. 9-43. C. Bremond, "La légica de los posibles narrativos", Andlisis..., pp. 87-109. Del mismo autor, La logique du récit,Paris, Seuil, 1.973. A. J. Greimas, SeeSntique structurale. Paris, Larousse, 1.968, en especial, p. 172 ss. Poléwica Claude Levi-Strauss/V. Propp. Cuadernos précticos, n® 2, Madrid, Fundamentos, 1.972, V. Propp, Morphologie du conte. Suivi de "Les transformations des contes nerveilleux" et E. NIétinski, "L'étude structurale et typologique du conte", Paris, Sevil, 1,970 (28 ed.). V. Sklovski, "La construction de la nouvelle et du roman", en Théorie de la littérature. Textes des Formalistes russes réunis, presentés et traduits par R. Todorov.Paris, Seuil, 1.965, pp. 170-196. E. Souriau, Les deux-cent aille situations dramatiques. Paris, Flammarion, 1.950. Igualnente nuestro trabajo “Acercaniento estructural al hecho literario. Un ejemplo latino: las funciones dramdticas del teatro de Terencio", Durius, 1 2, 1.973, 21-269. (2) "Introduccién...", p. 25. (3) C. Bremond, "La légica...", p. 87. (4) Id, ids, pe 89. Sein Bremond, los tres tipos presentan la siguiente configuracién: a) encadenamiento por continuidad: 8,, etc. El signo = significa que el mismo acontecimiento cumple simultdnea- mente dos funciones distintas. b) encadenasiento por enclave: 4 ~ 248 - (6) q) A 2 — o % i A 3 c) encadenamiento por enlace: A 1 NS. 8 2 vs. 8 ve oe v. Sklovski, "La construction,..", nos dird: "La description d'un amour partagé et heureux ne peut donner naissance 3 une nouvelle! (p. 171). "La nouvelle réclame non seulement l'action, mais aussi la réaction; elle réclame un manque de coincidence" (p. 172). A poner en relacién con las funciones descubiertas por Propp en el cuento fantastico y por Souriau en la obra dramdtica: a) la fuerza tematica percibida bajo forma apetitiva; b) el valor o bien hacia el que est4 orientada la fuerza tematica; c) el disfrutador eventual del bien; d) el rival o antagonista; e) el 4rbitro, atribuidor eventual del bien; f) el cémplice o cointeresado. El caso (A) es un caso raro de cémo una historia pasa, a través de los siglos, sin sufrir la mds minima aodificacién. Y es que la historia narrada es tan asombrosa y muestra una travesura erética tal que se traslada en toda su integridad ya que si se cambiara alguno de sus elementos se resentirfa toda la historia. Muy distinto es el caso (B) que en Bocaccio est& privado del epfilogo de la venganza. La interpretacién que a la historia (en Apuleyo y en Bocaccio) da V. Sklovski (Sobre la prosa literaria. Barcelona, Planeta, 1.971, p. 115) no nos satisface. Para el autor soviético, “Apuleyo considera que el marido tiene razén y la mujer es una miserable. Bocaccio no modifica la narracién, pero cree que el - 269 - narido, que no vive con su mujer, pero exige de ella fidelidad y se aprovecha de la situacidn del amante descubierto, es un miserable. Creemos lo contrario: Apuleyo esté de parte de la mujer, por lo menos en diltima instancia, Al alargar la historia con un epilogo en que se cuenta la refinada venganza de la mujer (ofendida con su macide que, como el perro del hortelano, ni come ni deja coner), esté tomando parte en favor de su causa; la que de ninguna manera hace Boccaccio, que termina el relato de la siguiente manera: "Lo que Pedro (=el marido), después de la cena, traz6 para satisfaccién de los tres, se me ha ido de la memoria, y sélo sé que a la mafiana siguiente salié el doncel a la plaza no muy cierto de si habia pasado por la noche m4s tiempo con la mujer o con el marido". - 250 ~

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