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Perfiles,.4 _ espiritu iversitarioZ Octavio Arizmendi Introduccién uizi podriamos definir el espiritu universitario como el conjunto de valores intelectuales que consticuyen, © al menos deberian constituir, la cultura de esa comunidad académica que Mama- mos Universidad. Esos valores son: 0 idea~ les que deben mover a la accién, 0 habits intelectuales adquiridos para el trabajo y la . 0 habitos de facilitan un comportamiento positive, 0 ciertas actitudes, es decir, disposiciones cognitivas y afectivas, que faciliten los pro- convivenci a voluntad que cesos que constituyen la misién de la Universidad. Los ideales responden a las preguntas: :cual es tu fin en la vida? ;Por qué te esfuerzas? Ex Rector de la Universidad de La Sabana Posada* 2Para qué luchas? Cada uno elige libremen- te, pero los profesores podemos ayudar a los alumnos a ampliar el horizonte para que for- jen ideales altruistas y noblemente ambicio- sos, Una cosa ¢s servir desinteresadamente a los demas y otra servirse de los demés para nuestros planes egoistas Veamos cuales son los principales rasgos 0 elementos constitutivos del espiritu univer- sitario. Concentraremos nuestra biisqueda en los que sean adquiribles mediante la accién coordinada de la inteligencia y la voluntad (como los hibitos positives y las actitudes), y no aquellos que pueden ser fruto de los talentos innatos o natura como la simpatia, el sentido del humor, la buena memoria, el aspecto fisico 0 la flui- dez verbal, Mister dela Esouela de Godiemo, Universidad de Harvard (Estados Unidos). Ex Minis de Educacion Nacional (Colombia), Equcacion y Et 139 Octavio Aviemendl Posada El amor a la verdad Nos parece que siendo la bisqueda de la verdad una de las misiones principales de la Universidad, aunque no la tinica, se podria considerar que el primer rasgo del spirit universitario es el amor a la verdad, por ser la actitud 0 habito intelectual correspondiente por parte de la comunidad académica, for- mada por profesares y alumnos. El objeto propio de la inteligencia es la ver- dad, y el deseo de alcanzarla mueve nuestra voluntad, y a veces nuestro corazén, en su biisqueda. Cuando la inteligencia humana, tras un proceso arduo, busca una respuesta © una explicacion a un fenémens, y tras la observacién de los fenomenos, la bisqueda de informacién, la identificacion de proble~ mas, las hipétesis (las explicaciones provi sionales no comprobadas atin), el estudio, la reflexién, la experimentacién, la verifica- (on, etc., halla la verdad anhelada, se sien- te feliz con el hallazgo y corre a comuni- carlo a sus alumnos 0 a sus colegas y, por supuesto, a sus familiares y amigos. Se puede comparar esa experiencia a la de quien busca un tesor y le encuentra, y corre a comunicarselo a las personas de su confianza Podemos definir el amor a la verdad como la disposicién de la voluntad para emprender cl camino hacia la verdad, es decir, el conoci- miento de los seres tal y como son, Ese amor puede también contener un sentimiento de afecta a los seres conacidas y a las verdades, adquiridas El amor a Ja verdad nos anima a avanzar en la bitsqueda de ella, convencidos de que es posible remontarse desde las verdades mis, ¢lementales hasta las verdades superiores, en una jerarquia de seres y verdades, Esa escale- ra de la verdad se inicia con las verdades que un nifio cree 0 “entiende”’ sigue con las ver dades de experiencia personal, luego con las verdades que nos muestra la conciencia moral sobre actos buenos y malos, después las verdades de cada ciencia o disciplina y, por iiltimo, las verdades metafisicas y religio~ sas, aungue no queramos expresar un orden cronolégico. Del amor a la verdad se derivan otras vir- tudes menores, que son: 1) la curiosidad intelectual, 2) la humildad intelectual y la tolerancia, 3) el rigor intelectual o respeto a la verdad, 4) la laboriosidad intelectual y 5) la cooperacién intelectual ‘Veamos una breve descripcidn de cada tna. La curiosidad intelectual La primera consecuencia del amor a la ver- dad es el deseo de hallarla y, por lo tanto, saber buscarla con los métodos apropiados para la ciencia y los diversos tipos de verdad buscada, Un verdadero universitario ~profe- sor, investigador © estudiante~ no se confor ma con hallar exclusivamente las verdades relativas a la ciencia que cada uno cultiva o a su propia profesién. Es necesario profundizar, pues el espiritu humano no se satisfice con respuestas al “qué”, “cuinda”, “dénde” o “de qué esti hecho”, Nuestra indole racional nos leva a querer saber el “porqué”, el “para qué”, que no pueden contestar las ciencias pero son el contenido de la filosofia y la teologia 140 invorsélac do La Sabana. Facultad de Educacién Perties del espirtu unverstaio La curiosidad intelectual debe Mevarnos. a una mente abierta para conocer otros valores y estimar el didlogo interdisciplinario y admitir las contribuciones que otros especia~ listas nos puedan aportar desde su propio campo. Por la misma raz6n, quienes cultivan las ciencias humanas (historia, literatura, estéti- ca, economia, filosofia, ética, sociologia, etc.) deben estar en contacto y debidamente informados con lo que va ocurriendo en las ciencias naturales y exactas. El positivismo epistemoldgico, al afirmar que la verdad es solo aquella que se puede verificar por la experiencia, causé grave dato al “quehacer” universitario, al preten- der reducir la verdad al conocimiento de los seres materiales, amputando la capacidad de las personas para conocer las realidades no materiales, como son algunas dimensiones de la persona humana, como la abstraccién, las ideas, juicios y raciocinios, los actos libres de la voluntad, los juicios de nuestra conciencia moral, los inventos, la creativi- dad estética, mecdnica o institucional, los valores éticos, la especulacién filoséfica, los cilculos matematicos, los significados de las palabras La curiosidad intelectual nos debe Mevar a conocer los fandamentos ontolégicos y epistemoldgicos de las ciencias, que se fun- dan todas en existencia y validez del prin- cipio de causalidad, aunque haya quien niegue la validez de ese principio. Los que lo niegan en teoria, en la practica recono- cen que no hay efecto sin causa proporcio- nal, y lo practican durante todos sus actos conscientes y libres, desde tomar precau- ciones del trafico de vehiculos y peatones, para evitar los accidentes mortales causados por la omisién o transgresién de una norma de seguridad, 0 comer lo suficiente y lo conveniente para lograr el efecto de una buena salud. Si no es valido el princi- pio de causalidad, entonces se quedan sin fandamento todas las ciencias y las normas legales y éticas de una sociedad. En una Universidad inspirada en la posibi- lidad de la raz6n humana para conocer la verdad, la curicsidad intelectual, en fin, es la que nos debe Hevar hacia Ia puerta de la sabiduria. La humildad intelectual La humildad es una sola: la moderada opi- nién de nuestra propia excelencia. Nunca la alcanzaremos del todo, porque el orgullo es como la mis persistente tendencia negativa de nuestra conciencia, ya que tendemos a sobrevalorar la propia persona, nuestros conceptos, hechos, trabajos y realizaciones, en relacién con los de los otros. Nos puede ayudar el pensar: “Yo no soy el autor de mi inteligencia, ni de las cualidades que tengo. Las he recibido para el servicio de los demis”. Una de las herramientas de vivir la humildad intelectual es no presentar nunca una frase, tuna idea o una cita, una anécdota, etc.,como propia cuando sea ajena, aun cuando no recordemos la firente. Hemos de hacer la cita respectiva o al menos decir que se trata de algo oido o lefdo en algin lugar. Igual exigencia debemos hacer a nuestros alumnos y sancionar el plagio severamente. Eaeacion y Edvoadares 141 (Octavio Aviemera Posada (Otra forma de practicar la humildad intelec- tual es solicitar la opinién o el concepto sobre un articulo, un ensayo 0 un libro a otras personas, y saber ponderar dichas opi- niones antes de publicar algo. Igual cosa podemos hacer con nuestras clases 0 cursos universitarios: pedir a los estudiantes una opinién o evaluacién escrita y andnima sobre el contenido y el método, y formular Jas sugerencias del caso. Si las examinamos con humildad, descubriremos informacién dit para mejorar la docencia y corregir fallas personales, Lo contrario a la humildad intelectual es la soberbia intelectual, que puede llevar al hombre a adorarse y rendirse culto a si mismo. Consecuencia de la humildad es la com- prensién de las personas y la tolerancia por las opiniones, creencias, estilos y demas diferencias personales. La intolerancia es fruto del orgullo, que nos lleva a pensar que solo debe haber una forma de ser y de pen- sar: la propia, La humildad en la conviven- cia universitaria atrae a los otros y facilita la amistad y la cooperacion, la soberbia repele y aleja a los demis. El rigor intelectual Otra faceta del amor a la verdad es el rigor intelectual o hibito de nuestra inteligencia de buscar la verdad, la claridad, la precision y el orden en las definiciones, juicios, racioci ios, experimentos, ponencias, citas, enun- ciados de tesis, proyectos de investigacin 0 informes de estos, clasificaciones, ensayos, articulos o cualquier otro género de trabajo académico. Lo contrario al rigor intelectual es la super- ficialidad, el trabajo mediocre, la impreci- sién, la desconexién entre las premisas y las conclusiones, las causas y los efectos, las definiciones tautolégicas, la confusion entre verdades y opiniones, etc. La cualidad que comentamos se adquiere mediante la auto- critica, la verificacién de los datos, las fuen- tes, las citas, y pidiendo a otros colegas la lectura y la critica de lo que hemos escrito, antes de remitirlo a sus destinatarios o publicarlos. La laboriosidad intelectual La laboriosidad intelectual es un habito adquirido por nuestra voluntad, guiada por nuestra raz6n prictica, que nos leva a con- siderar el tiempo como un recurso limita~ do y no renovable, con el agravante de que ignoramos cual es nuestra provision de tiempo. El tiempo de cada uno es un recurso natural no renovable, que, por lo tanto, tiene una destinacién social como contribucién al bien comin. Deberiamos enseiiar a nuestros alumnos que una hora perdida jamis se recupera, En sociedades como la nuestra, en las que la mediocridad del trabajo a todos los niveles es la norma, hemos de ense ra nuestros estudiantes con el ejemplo, la palabra y la exigencia, la necesidad de la calidad de sus trabajos escritos, audiovisuales 0 electrénicos, y la importancia personal, familiar y social de un trabajo bien hecho, e infundirles una cultura y aun una mistica del trabajo. La laboriosidad intelectual es virtud que deben vivir todos los verdaderos universi- tarios, dentro o fuera de la Universidad: profesores, investigadores, inventores, ase- sores, escritores, etc. 142 Universidad de La Sabana, Facultad oe Educacion Perfles del esptits unkerstaro No basta el cumplimiento fiel de los hora- rios de trabajo en la sede fisica de la Universidad, en el aula, en el laboratorio, en la oficina 0 en la biblioteca. Tampoco basta el cumplimiento 0 desempefio de las activida- des © carga académica que nos asignen. Es necesario aprender a administrar el tiempo, de modo que no emrleemos dos horas en lo que se puede hacer en una o incluso en menos; por ejemplo, las reuniones, entrevis- tas, consultas de estudiante, la lectura de una monografia de grado, la lectura de los perid- dicos, ete La principal condicién para una Universidad de excelencia no es tener edificios y espacios bellos y funcionales. Por supuesto que ayuda mucho. El primer requisito es tener profeso- res excelentes (Jos mejores que se puedan conseguir) 0, al menos, en proceso de serlo, En ambos casos, ademas de sus conocimien- tos, su didactica, su amor a la verdad, deben poscer atraigado el hibito de laboriosidad intelectual, que les levari 2 profuundizar, a estar al dia en su disciplina y a investigar y publicar. Cada profesor deberia autoevaluar- se al final de cada semestre académico y revisar dicha evaluacién con cl jefe del departamento © el funcionario que indique el decano. Alli debert anotar las horas de docencia, las monografias de grado que ase- sora, las entrevistas de consejeria a sus estu- diantes, las investigaciones que dirige o en que participa, las reuniones 0 congresos en los que estuvo en dicho periodo, los articu- los escritos o publicados, ete. Esta autoeva luacién facilita una mejor planeacién del periodo siguiente y permite, por otra parte, que los directores de la institucién “vean” el esfuerzo de ese profesor y le den estimulos para su tarea. La cooperacién intelectual Of contar que uno de los ex presidentes de Colombia decia que a los latinoamericanos nos costaba mucho trabajar en equipo. El lo atribuia a la herencia cultural ibérica, y hacia esta alusién: El toreo, que es una faena casi individual, es de origen ibérico. Los deportes de equipo son de origen anglosajén: ejem- plo, el faitbol, el basquetbol, el béisbol y el voleibol, y agregaba: “Hay que ensefiar a la gente desde muy joven a trabajar en equi- po”. Le estaremos dando importancia al deporte? La competencia calificada, por equipos mis que por individuos, es una energia de grandes posibilidades en la vida académica Se puede emplear el método del trabajo en equipo, de estudiantes que “compitan” por la mejor calificacién de los equipos, proyectos de estudios y diagnéstico de grupos huma- nos, bisqueda de informacién, elaboracién de planes, realizacién de investigaciones de resultados comparables 0 complementarios, etc. En los estudios de posgrado resulta itil poner a competir a individuos 0 equipos de investigacién, con premios académicos. Sea cual sea la causa de nuestra resistencia a trabajar en equipo, tenemos que estimular el aprendizaje en equipo. En los profesores, el trabajo en esta forma se lama “departamen- to”, “instituto” o “centro”, y este es el primer imbito de la cooperacién intelectual entre Jos profesores para compartir las lecturas, los conocimientos, las fuentes, las publicaciones, las experiencias didacticas y de investigacion Pero la cooperacién intelectual no debe per manecer solo dentro de la Universidad. Es FEducacion y Educadores 143 Octavio Aemendi Posada necesaria la accién de solidaridad con los grupos humanos mis necesitados del area de influencia de cada universidad. Es preciso que la participacién de profesores y estu- diantes vaya mis alli de lo estrictamente exi- gido por cada facultad como “pricticas” requeridas. Hay que ponerse metas audaces para ayudar a los grupos humanos mis pobres a organizarse, para unir esfuerzos en su propio mejoramicnto, procurando lograr la triada de estado, Universidad y comuni- dad. En esa cooperacién social que puede adelan- tar toda Universidad, mediante pricticas requeridas o servicio voluntario pero com- prometido, hay que recordar que mejor que trabgjar para la gente, es trabajar con la gente, La alta tasa de violencia rural y urbana que tiene Colombia es consecuencia parcial de la pobreza y el desempleo, que toleramos todos, sin hacer algo para llevar la justicia social a veredas y barrios marginados. Conclusién Podriamos concluir que eso que lamamos espiritu universitario es la suma de unos ide- ales de servicio a la verdad y al bien, que pro- curamos alcanzar a través de nuestro trabajo académico, informado por ciertos habitos intelectuales y de la voluntad, como, por gjemplo, el amor a la verdad, que inspira la sana curiosidad intelectual, la honradez men- tal, el rigor académico, la laboriosidad inte lectual y la humildad ante la verdad y ante los demas, que nos evan a la cooperacién con los miembros de la comunidad universi- taria y de la sociedad civil El espiritu universitario debe ser como el “clima” cultural de toda verdadera Universidad y parte muy importante de los contenidos formativos, que los estudiantes aprendan a través del proceso educativo, que incluye normas, valores, deberes, derechos y estimulos, pero principalmente a través del ejemplo de los profesores y de sus lecciones Y consejos. Si el faturo de una sociedad depende en buena parte de la calidad de la educacién que se obtiene en sus universidades, que for= man los cuadros directivos y profesionales, podemos concluir que parte muy importan- te de la calidad de las universidades y de la educacién que proporcionan depende de que en ellas se viva un espiritu universitario fundado en el amor a la verdad, el respeto por las personas y la tolerancia por el plura— lismo de opiniones, escuclas 0 tendencias, en un ambiente de libertad, de trabajo académi- co serio. 144 Universidad de La Sabana. Facultad de Educaciin Peles dv ests ut El espiritu universitario es cl conjunto de valores intelectuales que son la base de una comunidad académica Hamada Universidad. El autor resalta como caracteris- ticas del espiritu universitario, el amor a la verdad, la curiosidad intelectual, la humildad, el rigor, la laboriosidad y la cooperacién intelectual; estos valores cons- tituyen un clima cultural propicio para la convivencia formativa y la busqueda de Ia verdad. University spirit is the set of intellectual values which are the basis of an acade- mic community called University. The author points out the characteristics of university spirit: ove to truth, intellectual curiosity, humility, rigour, diligence, and intellectual cooperation. These values constitute an appropriate cultural environ- ment for the formative coexistence and the search for the truth. Eduoacin y 145

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