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El problema no es slo el que apunta Peter Hall de la ciudad del futuro para la sociedad del
futuro, en que el Estado como rbitro de intereses de clase debe progresivamente
convertirse en otro tipo de rbitro entre el capital y el medio ambiente, en sentidos muy
amplios, La ausencia de direccin se debe a las rpidas transformaciones que est
sufriendo la ciudad, y la magnitud de las mismas, de proporciones inimaginables slo hace
apenas pocos aos. Estos cambios no pueden ser nicamente interpretados
(conocimiento) desde el campo reduccionista del urbanismo como regulacin espacial, ya
que sus consecuencias se extienden a los mbitos econmicos y medioambiental, por citar
dos de los tres grandes vrtices emergentes como soporte de decisin, sino a los modos
de vida de los ciudadanos y la reversin a la ciudad en forma de demandas de calidad de
vida, siendo ste el tercer vrtice, no estancos entre s ninguno de los tres.
El espacio de inters del urbanismo se constituye como un ancho espectro que abarca
horizontalmente desde dominios de puro conocimiento de la ciudad y el territorio,
incluyendo aspectos parciales e interrelaciones, hasta la intervencin consciente en sus
procesos de desarrollo y mantenimiento, pero que encuentra su sentido pleno en estados
que participan de la doble componente conocimiento/prctica. El aspecto consciente que
destacamos en la accin urbanstica consiste en la atribucin de sentido a la misma, y que
es lo que permite el enlace entre la accin y el proyecto.