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CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DOMINICANO

I CONCILIO
PLENARIO
DOMINICANO
DOCUMENTO FINAL

ANO 2000
Conferencia del Episcopado Dominicano

I CONCILIO
PLENARIO
DOMINICANO

Año Jubilar 2000


1 Concilio Plenario Dominicano

® Conferencia del Episcopado Dominicano


Es propiedad del editor

Impreso en Susaeta Ediciones Dominicanas, C. por A.


Santo Domingo, República Dominicana

Printed in Dominican Republic


INDICE

DECRETO DE LA CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS ........ ..................i


TRADUCCIÓN DEL DECRETO .......................................................................ii
PRESENTACIÓN .............................................................................................iii
PREFACIO ................................................................. . . ................ . .... . . . . ............v
ARZOBISPOS V OBISPOS PARTICIPANTES ...................................................x
PARTICIPANTES POR ARQUIDIÓCESIS V DIÓCESIS.................. . .............. xii

ABREVIATURAS .............................................. 1
1) MINISTERIO DE LA PALABRA V CATEQUESIS ............... 5
2) LOS SACRAMENTOS .................................... 41
-INTRODUCCIÓN GENERAL .............................. 42
-SACRAMENTO DEL BAUTISMO ........................... 47
- SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN ......... ........... 62
-SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA ....................... 71
-SACRAMENTO DE LA PENITENCIA O RECONCILIACIÓN...... 84
-SACRAMENTO DE LA UNCIÓN Y CUIDADO PASTORAL
DE LOS ENFERMOS ..................................... 91
-SACRAMENTO DEL ORDEN ............................. 101
-SACRAMENTO DEL MATRIMONIO ......................... 126
3) ORGANIZACIÓN INTERNA DE LA IGLESIA ................... 138
-ORDENAMIENTO DE LA IGLESIA PARTICULAR ..............139
-ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y ADMINISTRACIÓN
PATRIMONIAL .........................................167
- TRIBUNALES ECLESIÁSTICOS............................176
-PLAN NACIONAL DE PASTORAL ......................... 181
4) PUEBLO DE DIOS ................. � ..................... 187
-INTRODUCCIÓN GENERAL ............................. 187
-FIELES LAICOS Y PASTORAL ............................ 188
-VIDA CONSAGRADA Y PASTORAL ........................ 213
5) ÁREAS DE PASTORAL . .. . . . . . . . .. . . . .... . . . . . .. . . . ." . . . . . 221
-PASTORAL FAMILIAR ................................... 222
-PASTORAL JUVENIL ....................................242
- PASTORAL VOCACIONAL ............................... 259
-PASTORAL SOCIAL .................................... 271
-PASTORAL PENITENCIARIA ..............................291
-PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA .............. .....299
-PASTORAL EDUCATlVA EN LAS ESCUELAS ................ 313
-PASTORAL UNIVERSITARIA .................. ...........328
-PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN ....................... 338
-PASTORAL DEL ECUMENISMO ........................... 346

CONCLUSIÓN. . . ....... ...................................... 356


Prot. N. 895/84

CONGREGATIO PRO EPISCOPIS


REIPUBLICAE DOMINICANAE

DECRETORUM CONCILII PLENARII RECOGNITIONIS

DEC RET U M

Concilio Plenario Reipublicae Dominicanae legitime convocato et feliciter absoluto,


Eminentissimus P.D. Nicolas De Jesu S.R.E. Card. López Rodríguez, Archiepiscopus
Metropolita Sancti Dominici et memorati Concilii Plenarii Praeses, litteris die 13 mensis Iunii
anno 1999, at> Apostolica Sede postulavit ut decreta conciliaria ad normam canonis 446 Codicis
Iuris Canonicis recognoscerentur.

Congregatio pró Episcopis, vi facultatum sibi articulo 82 Constitutionis Apostolicae


"Pastor Bonus" tributarwn et collatis consiliis cwn Dicasteriis, quorum interest, decreta
memorati Concilii Plenarii, prout in adnexo exemplari continentur, iuri canonico universali
accommodata repperit et rata habet.

Quapropter, eadem decreta ad normam canonis 446 Codicis luris Canonici promulgari
poterunt, modis ac temporibus ab Episcoporum memorati Concilii statutis.

Datum Romae, ex Aedibus Congregationis pro Episcopis, díe 1 O mensis Septembris


anno 1999.
Prot. No. 895/84

CONGREGACION PARA LOS OBISPOS

DECRETO

RECONOCIMIENTO

DE LOS DECRETOS DEL CONCILIO PLENARIO DE LA REPUBLICA DOMINICANA

Habiendo sido legítimamente convocado y felizmente terminado el Concilio Plenario


de la República Dominicana, el Eminentísimo Señor Cardenal Nicolás de Jesús López
Rodríguez, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Presidente del mencionado Concilio
Plenario, en carta del día 13 de Junio del año 1999, solicitó a la Sede Apostólica que los
decretos conciliares fueran reconocidos, de acuerdo a lo dispuesto en el Canon 446 del Código
de Derecho Canónico.

La Congregación para los Obispos, en virtud de las facultades que le han sido
concedidas en el artículo 82 de la Constitución Apostólica " Pastor Bonus " y habiendo
consultado a los Dicasterios a los que compete, encontró los decretos del mencionado Concilio
Plenario, según el texto contenido en el ejemplar anexo, conformes con el derecho canónico
universal y los ratifica.

Por lo· cual, dichos decretos de acuerdo a la norma del Canon 446 del Código de
Derecho Canónico pueden ser promulgados, según la forma y en el momento en que lo
dispongan los Obispos del referido Concilio.

Dado en Roma, en la Sede de la Congregación para los Obispos, el día 10 del mes de
septiembre del año 1999.

+Lucas Cardenal Moreira Neves


Prefecto

+Francisco Monterisi
Secretario
PRESENTACIÓN

La Iglesia Católica de la República Dominicana ha vivido en los últimos quince años una
riquísima experiencia, en el contexto de otras muchas celebraciones importantes, como han sido el
Plan Nacional de Pastoral en preparación del V Centenario del comienzo de la Evangelización del
nuevo Mundo, la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Sínodo de América.

Esa experiencia es el I Concilio Plenario Dominicano, que la Conferencia del Episcopado, en


su XXII Asamblea Plenaria tenida en julio de 1985, decidió convocar, previa autorización de la
Congregación para los Obispos.

En aquel momento estábamos próximos al año 1988 en que recordábamos el quincuagésimo


aniversario del último Sínodo dominicano convocado por S.E. Revma. Mons. Ricardo Pittini, S.D.B.

Nuestro Concilio Plenario requirió una larga y concienzuda preparación en base a estudios,
consultas, múltiples reuniones en cada diócesis y un gran flujo de informaciones sobre la naturaleza
y objetivos, así como otros muchos datos sobre la Asamblea Sinodal y Conciliar que nos
disponíamos a celebrar.

Doy testimonio del interés que pusieron mis hermanos en el Episcopado del país para que se
dieran esos pasos previos a las Sesiones del Concilio Plenario y de la colaboración que pidieron a
los sacerdotes, personas consagradas y laicos.

El abundante material del Concilio, desde los documentos preliminares, el acta de la reunión
preparatoria, el "instrumentum laboris" y las actas de las seis sesiones hasta el documento final
aprobado por la Conferencia del Episcopado y reconocido por la Santa Sede, ha sido recogido en
veintinueve volúmenes que se conservan en nuestros archivos para constancia histórica de lo que
nuestra Iglesia trabajó en esos años, gracias al paso del Espíritu en medio de nosotros.

En diciembre del año 2000, cuando ya habremos vivido en su mayor parte la extraordinaria
experiencia del Año Jubilar, se cumplirán diez años de la primera sesión de nuestro Concilio.

Aunque es normal que acontecimientos como éste se prolonguen en el tiempo, en nuestro caso
hubo algunas circunstancias que nos aconsejaron esperar la celebración de varios eventos, algunos
referidos antes, como fueron la misma IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
inaugurada y presidida por Su Santidad Juan Pablo II en octubre de 1992, el Sínodo sobre la Vida
Consagrada (octubre de 1994) y la Asamblea especial para América del Sínodo de los Obispos (16
de noviembre al 12 de diciembre de 1997). Creíamos entonces que convenía esperar la publicación
de los documentos finales de esos acontecimientos eclesiales para ser tenidos en cuenta en los
trabajos de nuestro Concilio Plenario, conscientes de que en nuestras deliberaciones se adoptarían
los criterios y normas que orientarían la labor pastoral de la Iglesia en la República Dominicana para
los primeros años del nuevo milenio.

iii
Damos gracias al Señor de que nos haya permitido terminar felizmente las tareas conciliares
y de que el documento conclusivo haya sido reconocido por la Santa Sede.

Me corresponde como Presidente de nuestro I Concilio Plenario presentar esta obra que
contiene ese mismo documento final, abrigando la esperanza de que sea ampliamente difundido,
estudiado, conocido y aplicado en todas nuestras Iglesias particulares.

Una vez más quiero testimoniar mi gratitud a mis hermanos en el Episcopado por el esfuerzo
realizado a lo largo· de todas las sesiones, particularmente a S.E. Mons. Ramón Benito De la Rosa
y Carpio, Obispo de Nuestra Señora de La Altagracia, que desempeñó las funciones de Secretario
General; a la señorita Anna María Ollé, claraeulalia, por su paciente, escrupulosa y fiel labor en la
Secretaría; al Rev. Padre José María Serrano, S.D.B., por su valiosa asesoría canónica, a la señora,
Teresa Pepén de Ramos, que fue parte de la comisión de revisión final del documento y al P. José
Luis Sáez, S.J., quien elaboró el Índice temático y onomástico.

En este reconocimiento no pueden faltar las muchas personas que participaron en las diversas
sesiones de trabajo, sacerdotes, personas consagradas y laicos, así como los peritos que en todo
momento nos brindaron su inapreciable apoyo.

NICOLAS DE JESUS CARDENAL LOPEZ RODRIGUEZ


Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Primado de América.
Presidente del I Concilio Plenario Dominicano.

iv
PREFACIO

1. MARCO HISTÓRICO

Al año del descubrimiento del Nuevo Mundo, en 1493, llegaban a nuestra isla
los primeros evangelizadores. No habían pasado 18 años cuando en 1511 se
erigían ya las Diócesis de Santo Domingo y la de la Concepción de La Vega
(de efímera existencia) en nuestra isla y la de Puerto Rico, en la vecina isla,
como sufragáneas de la Arquidiócesis de Sevilla. Desde esa fecha hasta el
Tratado de Basilea (1795), en que fuimos traspasados a Francia, ocho Sínodos
celebró la Arquidiócesis de Santo Domingo, Primada de América, de los cuales
uno fue Concilio Provincial.

Constituidos ya nación libre y soberana, tres fueron los Sínodos celebrados en


la Arquidiócesis de Santo Domingo: en 1851, 1878 y 1938. Los tres fueron
simple y necesariamente diocesanos. Una sola jurisdicción eclesiástica -la
Arquidiócesis de Santo Domingo, Primada de América- abarcaba todo el
territorio nacional. Así sería hasta 1953, en que quedarían erigidas las Diócesis
de Santiago de los Caballeros, la de La Vega y la Prelatura nullius de San Juan
de la Maguana, como sufragáneas de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

En 1959 se erigiría la de Nuestra Señora de Altagracia de Higüey. En 1969 la


Prelatura nullius de San Juan de la Maguana sería elevada a Diócesis. Y a
partir de entonces en 1976 se erigiría la Diócesis de Barahona, en 1978 la de
San Francisco de Macorís y la de Mao-Montecristi, y en 1986 la de Baní. Y ya
que escribimos esta introducción en 1998, añadiremos que en 1997 fueron
erigidas las Diócesis de Puerto Plata y la de San Pedro de Macorís.

V
De acuerdo a esto, en 1984, al haber tomado la Conferencia del Episcopado
Dominicano la resolución de convocar un Sínodo o Concilio que abarcase todo
el territorio nacional, la Iglesia en la República Dominicana se dispuso a
celebrar su Primer Concilio Plenario.

Las secuelas, que dejó en el seno de la Iglesia la larga noche del traspaso y
retorno nacional, de la invasión haitiana y de la lucha emancipadora y la nueva
situación de nación libre y soberana, determinaron por parte del Arzobispo
Portes e Infante la convocatoria del Sínodo de 1851.

La Anexión a España, la rebelión nacional y la restauración de la soberanía y


la deplorable situación de la Sede Arzobispal en y después del gobierno del
Arzobispo Monzón, y durante los gobiernos sucesivos de controversiales
Vicarios Generales y Vicarios Apostólicos con los consiguientes trastornos en
el interior y acción de la Iglesia, hicieron que el Vicario Apostólico Fray Roque
Cocchia, al asumir responsablemente su misión, juzgase que el mejor medio
para poner todas las cosas en orden era un Sínodo Diocesano y así lo realizó
en 1878.

En 1917 se promulgaba solemnemente el nuevo Código de Derecho Canónico


de Benedicto XV. Al ser nombrado Arzobispo de Santo Domingo en 1935, el
salesiano P. Ricardo Pittini no pensó en otra cosa que en convocar un Sínodo
Diocesano para acomodar a la situación de la Arquidiócesis la legislación del
Código y tener así una guía segura en el gobierno eclesial que iniciaba. Lo
celebró en 1938, y por él se rigió hasta que declinó su función en Mons.
Octavio A. Seras en 1960.

Cuarenta y seis años habían pasado _desde aquel Sínodo de Mons. Pittini
cuando en 1984, en la XXII Asamblea Plenaria de la Conferencia del
Episcopado Dominicano, los Obispos de la República Dominicana deciden
celebrar el Primer Concilio Plenario. Ocho eran en ese momento las Diócesis
del país y otras tres en perspectiva. Muchos hechos trascendentales dentro y
fuera de la Iglesia aconsejaban ese Concilio. Respecto a la Iglesia Universal,
esos hechos eran el Concilio Vaticano 11, la celebración de seis Asambleas
Generales Ordinarias y dos Extraordinarias del Sínodo de Obispos, y tres
Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (Rio de Janeiro,
Medellín y Puebla), y, respecto a la Iglesia en nuestro país, su consolidación
y progresivo dinamismo.

vi
Y como las sesiones del Primer Concilio Plenario Dominicano se extenderían
de 1990 a 1997, a estos hechos se añadirían la promulgación del nuevo Código
de Derecho Canónico (1983); la publicación del Catecismo de la Iglesia
Católica (1992); la celebración de tres Asambleas Generales del Sínodo de
Obispos, sobre "La vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo"
(1987), sobre "La formación de los sacerdotes en la actualidad11 (1990), sobre
La vida consagrada y su función en la Iglesia y en el mundo" (1993); y la IV
11

Conferencia del Episcopado Latinoamericano en la ciudad de Santo Domingo


(1992).

Después de seis sesiones minuéiosamente preparadas, el Primer Concilio


Plenario Dominicano ya no es un sueño sino una realidad.

2. MARCO DOCTRINAL

Lógica y coherentemente el punto de partida y el lugar continuo de referencia


en lo teológico ha sido en todo momento el Concilio Vaticano II y, en segundo
lugar, frutos de él, el nuevo Código de Derecho Canónico y el Catecismo de la
Iglesia Católica.

La Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en


Medellín, no fue otra cosa que la aplicación del Concilio Vaticano II a la realidad
latinoamericana; así como la 111 Conferencia fue fundamentalmente la
aplicación de la Evangelii Nuntiandi a nuestro continente; y la IV, realizada en
Santo Domingo, la estructuración de un plan de Nueva Evangelización ante los
nuevos retos del continente. Sus fundamentaciones teológicas y sus directrices
pastorales, deliberadamente basadas en el Concilio Vaticano 11, han sido
continuamente aval e inspiración del Primer Concilio Plenario Dominicano.

Hay también en nuestro Concilio Plenario una fuerte resonancia de todas las
Exhortaciones Apostólicas Postsinodales, y de todas las Encíclicas de Juan
Pablo 11. En ellas está buena parte de nuestro marco doctrinal.

Desde que fue constituida, la Conferencia del Episcopado Dominicano no ha


dejado de cumplir con su función profética, y son muchas las Cartas Pastorales
y Mensajes, que ha ido publicando al hilo de los acontecimientos, temores y

vii
esperanzas nacionales. Sus numerosos planteamientos en estas publicaciones
han sido tenidos muy en cuenta, como es natural, en este Primer Concilio
Plenario Dominicano.

Hay ciertas claves teológicas, muy claras, que cruzan y traspasan todos los
artículos de este Concilio:
- El misterio del Padre respecto a la humanidad caída, escondido por
siglos y generaciones, se manifestó en Cristo Nuestro Señor (cfr. Col 1,
26) y fue realizado por Él.

La Iglesia es la depositaria y administradora del misterio de salvación de


Cristo en el tiempo y en el espaciO.
- La Iglesia es sacramento (signo e instrumento eficaz) universal de
salvación. La salvación, participación en la vida divina bajo la acción del
Espíritu Santo en nosotros, don de gracia y de misericordia divina, es
inmanente y temporal, trascendente y eterna.
- La Iglesia, al ser integración vital de diversos carismas, ministerios y
servicios complementarios, es esencialmente comunión y
11
11
participación •

- La Ig lesia es e s e n c i a lmente evangelizadora. N a c ida de la


evangelización de Jesús y de los doce es enviada por Jesús a
evangelizar. Y evangelizar es llegar a todos los espacios de la
humanidad (conciencia personal y colectiva, actividad humana y vida
toda); alcanzar y transformar criterios, valores e intereses; penetrar las
culturas y subculturas del ser humano; anunciar inequívocamente el
nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino y el misterio de Jesús
de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre; dar testimonio de vida; exigir
adhesión de corazón y de vida; introducir al evangelizado en una
comunidad; convertir al evangelizado en evangelizador; transformar el
corazón humano y, a través de ese corazón transformado, transformar
todas las expresiones humanas (cfr. EN 17-24).
- El Espíritu Santo guía la Iglesia a toda la verdad (cfr. Jn 16, 13), la
unifica en comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos
dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos (cfr. Ef
4, 11-12; 1 Cor 12, 4; Gal 5, 22 y, también, cfr. LG 4).

viii
La Iglesia, "entidad social visible y comunidad espiritual", avanza
juntamente con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del
mundo, y su razón de ser es actuar como fermento y como alma de la
sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de
Dios (cfr. GS 40).

Mons. José Francisco Arnáiz, S.J.


Secretario General de la
Conferencia del Episcopado Dominicano.

ix
I CONCILIO PLENARIO DOMINICANO

ARZOBISPOS Y OBISPOS PARTICIPANTES


S. E. R. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Presidente I Concilio Plenario Dominicano

S. E. Mons. Ramón Benito De la Rosa y Carpio


Obispo de Nuestra Señora de la Altagracia
Secretario General I Concilio Plenario Dominicano

S. E. Mons. Juan Antonio Flores


Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros

S. E. Mons. Hugo Eduardo Polanco Brito


Arzobispo - Obispo Emérito de Ntra. Sra. de la Altagracia

S. E. Mons. Juan Félix Pepén


Obispo Titular de Arpi- Emérito de la Altagracia

S. E. Mons. Roque Adames


Obispo Emérito de Santiago de los Caballeros

S. E. Mons. Renaldo G. Connors, CSSR


Obispo Emérito de San Juan de la Maguana

S. E. Mons. Príamo Tejeda


Obispo Emérito de Baní

S. E. Mons. Fabio M. Rivas, SDB.


Obispo Emérito de Barabona

S. E. Mons. Jesús Ma. De Jesús Moya


Obispo de San Francisco de Macorís

S. E. Mons. Tomás J. Abreu


Obispo de Mao-Montecristi

S. E. Mons. Francisco José Arnáiz, S.J.


Obispo Titular de Leges
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santo Domingo

X
S. E. Mons. José D. Grullón Estrella
Obispo de San Juan de la Maguana

S. E. Mons. Antonio Camilo González


Obispo de La Vega

S. E. Mons. Pablo Cedano Cedano


Obispo Titular de Vita
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santo Domingo

S. E. Mons. Amando Escapa, OCD


Obispo Titular de Cene
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santo Domingo

xi
PARTICIPANTES POR ARQUIDIÓCESIS Y DIÓCESIS

ARQUIDIÓCESIS DE SANTO DOMINGO

- Mons. Antonio Camilo González


- Mons. Rafael Bello Peguero
- P. Guillermo Soto Montero
- P. Ángel Secundino Marcilla, SJ
- P. Ramón Alonso Beato, SDB
- P. Ricardo Arias Betancourt
- P. Jesús Hernández, SDB
- Sra. Juana Luisa Brea de Peña
- Sr. Augusto M. Peña Díaz
- Srta. Urbania Rondón
- P. Amancio Escapa, OCD
- P. Jesús José Santiago, SJ
- P. Jesús Calm, IEME
- Sor Teresita Vásquez, NSPS
- P. Estanislao Frías de Jesús
- P. Jairo Gallego, CJM
- Sr. Ricardo Pérez
- Sra. Nury de Frías de Pérez
- P. Lorenzo Vargas
- P. José Abraham Apolinario
- P. Bartolomé Malvárez, SJ
- P. Néstor Luis Pazos, SDB
- Sr. Bernardo de Jesús Martínez
- P. José Antonio Esquive(, SJ
- Srta. Ana Teresa Gómez, ISA
- P. Giulio Boggi
- P. Ignacio Oyarzábal, O. Carm
- P. Victoriano Pérez, CM
- P. Estanislao Szarwark, CIMM

ARQUIDIÓCESIS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS

- Mons. Pedro Gilberto Jiménez


- Mons. Agripino Núñez Collado
- Mons. Juan de la Cruz Batista
- P. Gregorio Nicanor Peña
- P. Diómedes Espinal
- P. Locas Lafleur. M.S.C.

xii
-Sr. Edilio Vargas Ortega
- Sra. Yolanda Tiburcio de Delgado
-P. Pedro Vinicio Disla Almánzar
-Hno. Ángel del Orbe, F.E.C.
-P. Francisco Hernández Rodríguez
-P. José Carlos Rodríguez Núñez
- P. Bertrand Lessard, MSC
-P. Felipe de Jesús Colón Padilla
-P. Rafael Leonidas Felipe Núñez

DIÓCESIS DE LA VEGA

-Mons. Felipe Vinicio Bello


- Mons. Rafael Mauricio Vargas
- P. Francisco Emilio Almonte
-P. Fausto Ramón Mejía Vallejo
-P. Ramón A. Abreu
-Sr. Antonio Basilio de la Cruz
-P. Antonio Reynoso
-Hna. Rosina Martín, F.J.
-P. José Luis Lanz, SJ
-P. Fredy González González
- Hna. Angelina Lebrón, H.F.Ss.Cc.
-P. Román M. Jáquez Adames

DIÓCESIS DE SAN JUAN DE LA MAGUANA

-P. Gerardo Campbell, C. Ss. R.


-P. Miguel A. Orta Rosado, C. Ss. R.
- P. Guillermo Horffann
-P. Juan Rosario
-Srta. Maxi García, OCASHA
-P. Juan Pablo Rosario Lirano, CSSR
- Sr. Bartomeu Garriga Andreu, OCASHA
-P. José Roberto Gándara, CSSR
- P. Hipólito A. Grullón
-P. Henry Beachman, CSSR

xiii
DIÓCESIS DE NTRA. SRA. DE LA ALTAGRACIA

- P. Juan de los Santos


- P. Jorge Robert Reyes Dirocie
- P. Demetrio Santana
- P. Reyes Suárez
- Sor Laura Roy Gasselín, HNJ
- Sra. María Carpio de Ávila
- P. José Joaquín Sandoval
- Diácono Antonio Sacarías R. Ledesma
- Dr. Cruz Antonio Piña Rodríguez
- P. Víctor García
- P. Cristóbal Melo Corporán
- P. José Rosario Goris, OP
- P. José Eusebio
- Sr. Gregorio Ávila
- P. Locas Lappost Ávila

DIÓCESIS DE BARAHONA

- P. Rafael Teófilo Castillo, SDB


- P. Avelino Fernández Amador
- P. Joaquín Martínez Córcoles, IEME
- P. Geraldo Isaac Ramírez
- Sor Julia del Moral, HC
- Sra. Noelisa Paula de Díaz
- P. Delf'm Noriega, CICM
- Sr. Guillermo Valenzuela
- Sor Alba del Castillo, FMA
- Sor Emma Alburquerque, HC
- P. Ángel Cuevas Rosario
- Sr. Juan Campsteyn
- P. Osear Nimio, CICM
- Sr. Luis Díaz y Díaz
- P. Sebastián Khonde, CICM

xiv
DIÓCESIS DE SAN FRANCISCO DE MACORÍS

- Mons. José R. Wilfredo Mercedes


- P. Francisco Ozoria Acosta
- P. Isidro Duarte
- P. Jesús María Baré
- P. Vicente Peñalba, CMF
- Paulino Peña Paredes
- P. Andrés Savard, MSC
- P. Manuel Vicente de Castro
- Diácono Rafael A. Beras
- Sor Milagros Arnó, NSPS
- P. Dionisio Suárez Arias
- P. Ramón Alejo de la Cruz
- P. Luis Rafael Duarte
- P. Julio César Corniel

DIÓCESIS DE MAO-MONTECRISTI

- P. José Grullón
- P. Andrés Amengual, M. Ss. Ce.
- P. Eduardo Ángel García Tamayo, SJ
- Sr. Plinio Evangelista Rodríguez
- Sr. Rafael Aníbal Reyes
- Diácono Plácido Rodríguez
- Sor Guillermina Sención, M. Ss. Ce.
- P. José Sinencio Peralta Checo

DIÓCESIS DE BANÍ

- Mons. Robert James Hymus, SFM


- Mons. Juan Severino
- P. José María Aguerri, OSA
- P. Jorge González Bonilla
- P. Francisco Javier Garralda
- Hna. Rosa Vásquez, HCCH
- Dr. Segundo Frank Cuesta
- P. Martín Berástegui, OAR
- Hna. Antonia González Soto

XV
- P. Antonio Salas Delgado
- P. Hilario Sierra Suárez
- P. Domingo Sobejko

SUPERIORES MAYORES

- P. Benito Blanco, SJ
- P. Juan Linares Muñoz, SDB
- P. Raymundo Savard, MSC
- Madre Catalina Vélez, HCCS
- Srta. Farida Sánchez Jiménez, ISA
- Sor Epifania de la Cruz, e.A.CH
- Sor Elena de Jesús Coste Cruz, HC
- P. David Curram, CICM
- Hno. Pedro Francisco Acevedo, FEC
- Gladys Jacobo Polanco, ISA
- P. Darío Taveras, MSC
- P. Ramón R. Caluza, CICM
- Hno. Javier Careaga, FEC
- Sor Emilia Polanco Polanco, MCCSS

EXPERTOS INVITADOS

- P. Pascual Sota CM
- P. Benito Ángeles
- P. Miguel Ángel Santana
- P. José Saco, SJ
- P. Julio Roque de Escobar, SJ
- P. Joaquín Gómez Fregoso, SDB
- P. José María Serrano, SDB
- P. Miguel Meliá Mora
- P. Luis E. Rosario, SDB
- P. Gregorio Alegría, CM
- Sr. Arnaldo Ruíz
- Sra. Zelidet Alma de Ruíz
- Sr. Renzo Seravalle
- Sra. Desireé del Rosario
- Fray Arístides Jiménez Richardson, OMD

xvi
- Dr. Ángel Moya Estrella
- Hna. Albertina Ma. Pauletti, MSCS
- Dr. Plinio Ubiera
- P. Jaques Fabré, CS
- P. Manuel Ruíz
- Sr. Saturnino Guzmán

xvii
1

ABREVIATURAS

AA = Concilio Vaticano 11, Decreto Apostolicam actuositatem, sobre


el apostolado de los seglares, 18.11.1965.
AG = Concilio Vaticano 11, Decreto Ad gentes, sobre la actividad
misionera de la Iglesia, 07.12.1965.
AN = Pontificio Consejo sobre las Comunicaciones Sociales,
Instrucción pastoral Aetatis novae, con motivo del vigésimo
aniversario de la Instrucción pastoral Communio et progressio,
22.02.1992.
CA = Juan Pablo 11, Carta encíclica Centesimus annus, sobre el
centenario de la Rerum novarum, 01.05.1991.
Cat.Ad. = Catequesis de Adultos, de la Comisión Teológica de
Catequesis, 1990.
CATIC= Catecismo de la Iglesia Católica, presentado por el Papa Juan
Pablo 11, mediante la Constitución apostólica Fidei depositum,
11.10.1992
CCEO= Codex canonum ecclesiarum orientalium, promulgado por el
papa Juan Pablo 11, Roma, 18.10.1990
CD = Concilio Vaticano 11, Decreto Christus Dominus, sobre el oficio
pastoral de los obispos en la Iglesia, 28.10.1965.
CIC = Codex iuris canonici, promulgado por Juan Pablo 11, Roma
25.01.1983.
COMCUL= Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino,
Decreto Ritual de la Sagrada Comunión y del culto a la
Eucaristía fuera de la Misa, 21.06.1973.
CP = Pontificio Consejo para los Instrumentos de comunicación social,
Instrucción pastoral Communio et progressio, para aplicar el
Decreto del Concilio Vaticano II sobre los instrumentos de
comunicación social, 23.05.1971.
CT = Juan Pablo 11, Exhortación apostólica Catechesi tradendae,
sobre la catequesi.s en nuestro tiempo, 16.10.1979.
Chl = Juan Pablo 11, Exhortación apostólica post-sinodal Christifideles
2

laici, sobre la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el


Mundo, 30.12.1988.
DCG = Sagrada Congregación para los Clérigos, Directorio
catequístico general, 11.04.1971.
DCN = Pablo VI, Constitución apostólica "Divinae Consortium naturae",
sobre el Sacramento de la Confirmación, 15.08.1971.
DGC = Congregación para los Clérigos, Nuevo Directorio General para
la catequesis, 11.08.1997.
DH = Concilio Vaticano 11, Declaración Dignitatis Humanae, sobre la
Libertad religiosa, 07.12.1965.
DMVP = Congregación para los Clérigos, Directorio para el Ministerio y
la Vida de los Presbíteros, 31.01.1994.
DP = Documento de la 111 Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, La Evangelización en el presente y en el futuro
de América Latina, tenida en Puebla de los Angeles, México, del
28 Enero al 28 Febrero de 1979.
DPNE= Pontificio Consejo para el Fomento de la Unidad de los
Cristianos, Directoire pour rapplication des Príncipes et des
Normes sur l 'Oecuménisme (Directorio para la aplicación de los
principios y normas sobre Ecumenismo), 25.03.1993.
oso Documento de la IV Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Nueva Evangelización, Promoción Humana y
Cultura Cristiana, Santo Domingo, R.O., octubre 12 al 28 de
1992.
DV = Concilio Vaticano 11, Constitución dogmática Dei Verbum, sobre
la Divina revelación, 18.11.1965.
EC Sagrada Congregación para la Educación Católica, Documento
L'école catholique (La Escuela Católica), 19.03.1977
ECE = Juan Pablo 11, Constitución apostólica sobre las Universidades
Católicas Ex corde Ecclesiae, 15.08.1990
EDM = Varias Congregaciones, Ecclesia de mysterio, Instrucción sobre
algunas cuestiones acerca de la colaboración de los fieles
laicos en el sagrado ministerio de los sacerdotes, 15.08.1997
EN Pablo VI, Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, sobre la
evangelización del mundo contemporáneo, 08.12.1975.
FC Juan Pablo 11, Exhortación apostólica Familiaris consortio, sobre
la misión de la familia cristiana en el mundo actual, 22.11.1981.
FO = Juan Pablo 11, Constitución apostólica Fidei depositum, para la
publicación del Catecismo de la Iglesia Católica escrito en orden
a la aplicación del Concilio Vaticano 11, 11.10.1992.
GE Concilio Vaticano 11, Declaración Gravissimum educationis,
sobre la educación cristiana, 28.10.1965.
GS = Concilio Vaticano 11, Constitución pastoral Gaudium et spes,
3

sobre !a Iglesia en el mundo actual, 07.12.1965.


IM = Concilio Vaticano 11, Decreto lnter mirifica, sobre los medios de
comunicación social, 04.12.1963.
LC = Departamento de Catequesis del CELAM, Líneas comunes de
orientación para la catequesis en América Latina, mayo 1987.
LG = Concilio Vaticano 11, Constitución dogmática Lumen gentium,
sobre la Iglesia, 21.11.1964.
L'Un = Congregación para la Educación católica, el Consejo Pontificio
para los laicos y el Consejo Pontificio de la cultura, Presencia de
la Iglesia en la Universidad y en la Cultura Universitaria,
22.05.1994.
Med. = Documento de la 11 Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, Presencia de la Iglesia en la actual
transformación de América Latina. Medellín, Colombia, año 1968.
MR = Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares
y Sagrada Congregación para los Obispos, Notas directivas
Mutuae relationes, para las mutuas relaciones en la Iglesia eritre
los obispos y los religiosos, 14.05.1978.
NC = Conferencia del Episcopado Dominicano, Normas
Complementarias del Derecho Canónico para la República
Dominicana, Santo Domingo, 20.05.1987.
OBP = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordo Baptismi parvulorum, 15.05.1969
OCf = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordo Confirmationis, 15.08.1971.
OCM = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordo celebrandi Matrimonium, 10.01.1976.
OGMR= Ordenación General del Misal Romano, 03.04.1969
OICA = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordo initiationis christianae adultorum, 6.01.1972. Citado
también como RICA.
OP = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordo Penitentiae, 2.12.1973.
OT = Concilio Vaticano 11, Decreto Optatam totius, sobre la formación
sacerdotal, 28.10.1965.
OUI = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ordenación de la Unción de los enfermos y su cuidado
pastoral, 7.12.1972.
PC = Concilio Vaticano 111, Decreto Perfectae caritatis, sobre la
adecuada renovación de la vida religiosa, 28.10.1965.
PDV = Juan Pablo 11, Exhortación apostólica postsinodal Pastores dabo
vobis, sobre la formación de los sacerdotes en la situación
actual, 25.03.1992.
4

PNP = Conferencia del Episcopado Dominicano, "11 Plan Nacional de


Pastoral" de la República Dominicana, 1994.
PO = Concilio Vaticano 11, Decreto Presbyterorum ordinis, sobre el
ministerio y vida de los presbíteros, 07.12.1965.
pp = Pablo VI, Carta Encíclica Populorum progressio, sobre la
necesidad de promover el desarrollo de los pueblos, 26.03.1967.
RHN = Conferencia del Episcopado Dominicano, Carta pastoral "Sobre
la relación del hombre con la naturaleza", 21.01.1987.
RICA = Sagrada Congregación para los Sacramentos y el Culto divino,
Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos, 06.01.1972. Citado
también como OICA.
RM = Juan Pablo 11, Carta Encíclica Redemptoris Missio, sobre la
permanente validez del mandato misionero, 07.12.1990.
RP = Juan Pablo 11, Exhortación apostólica postsinodal Reconciliatio
et poenitentia, sobre la reconciliación y la penitencia en la misión
de la Iglesia, 02.12.1984.
se = Concilio Vaticano 11, Constitución Sacrosanctum Concilium,
sobre la sagrada liturgia, 04.12.1963.
SCh = Juan Pablo 11, Constitución apostólica Sapientia christiana,
sobre las universidades y facultades eclesiástir::as, 29.04.1979.
TMA = Juan Pablo 11, Carta apostólica Tertio millennio adveniente,
como preparación del Jubileo del Año 2000, 10.11.1994.
UR = Concilio Vaticano 11, Decreto Unitatis redintegratio, sobre el
ecumenismo, 21.11.1964
uus = Juan Pablo 11, Carta encíclica Ut unum sint, sobre el empeño
ecuménico, 25.05.1995.
ve = Juan Pablo 11, Exhortación apostólica postsinodal Vita
consecrata, sobre la vida consagrada y su misión en la Iglesia y
en el mundo, 25.03.1996
vs = Juan Pablo 11, Carta encíclica Veritatis splendor, sobre algunas
cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia.
06.08.1993.
5

(1)

· MINISTERIO DE LA PALABRA
Y CATEQUESIS
6

MINISTERIO DE LA PALABRA Y
CATEQUESIS

1. INTRODUCCIÓN

2. KERYGMA Y CATEQUESIS

3. LA CATEQUESIS PROPIAMENTE DICHA

4. CATEQUESIS Y BIBLIA

5. CATEQUESIS Y CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

6. CATEQUESIS Y FAMILIA
6.1. LA CATEQUESIS FAMILIAR
6.2. CATEQUESIS SOBRE LA FAMILIA
6.3. PASTORAL FAMILIAR Y CATEQUESIS

7. CATEQUESIS Y COMUNIDADES ECLESIALES DE


NIVEL BÁSICO

8. CATEQUESIS Y PARROQUIA

9. CATEQUESIS Y COMUNIDAD DIOCESANA

10. CATEQUESIS Y CENTROS EDUCATIVOS


7

11. CATEQUESIS Y OTRAS PEQUEÑAS COMUNIDADES


V GRUPOS

12. CATEQUESIS Y NUEVA EVANGELIZACIÓN

13. CATEQUESIS Y PROMOCIÓN HUMANA

14. CATEQUESIS E INCULTURACIÓN

15. ESTRUCTURAS CATEQUÍSTICAS


15.1. NIVEL NACIONAL
15.2. NIVEL DIOCESANO
15.3. NIVEL PARROQUIAL
15.4. NIVEL DE SECTORES Y COMUNIDADES

16. CATEQUESIS Y NUEVAS ESTRUCTURAS

17. CATEQUESIS Y CATEQUISTAS

18. BENDICIÓN Y MISIÓN DE LOS CATEQUISTAS

19. MARÍA Y LA CATEQUESIS

20. CONCLUSIÓN
8

MINISTERIO DE LA PALABRA
Y CATEQUESIS

1. INTRODUCCIÓN

1- Desde hace quinientos años, la catequesis ha estado presente en estas


tierras y los catequista_s, desde entonces, han sido protagonistas generosos de
la obra evangelizadora de la Iglesia. Ellos han sabido cumplir su servicio
eclesial con una labor silenciosa y tenaz, a menudo abnegada, con la ofrenda
de toda la vida dedicada a la tarea catequística.

Entre las glorias de nuestra historia eclesiástica hay una legión de catequistas,
hombres y mujeres insignes. Entre ellos se destaca el primer catequista de
América: Fray Ramón Pané.

2- Llamamos a los catequistas para que asuman la nueva evangelización, la


promoción humana y la inculturación del Evangelio, también como
protagonistas, parejos a la primera evangelización.

2. KERYGMA Y CATEQUESIS

3- La Iglesia, comunidad santa convocada por la Palabra de Dios, tiene como


uno de sus oficios o ministerios principales predicar el Evangelio. Acoger la
Palabra, predicarla y ponerla en práctica constituye, en la vida del cristiano, un
9

conjunto inseparable (cfr. Mt 7,21-27): nace de ella, se alimenta por ella y tiene
el deber de constituirse en mensajero de ella.

4- Este ministerio de la predicación toma diversas formas, según las ditdrentes


maneras de ejercerlo y los fines de cada una de ellas. Las cuatro formas
fundamentales son: el kerygma, la catequesis, la homilía y la teología. Cada
una de ellas obedece a sus propias leyes y métodos, pero guardan una
estrecha e íntima conexión entre sí (cfr. DGC 52).

5- La catequesis presupone el kerygma, es decir, aquel primer anuncio gozoso,


básico y fundamental, de Cristo muerto y resucitado que salva, que lleva a la
conversión, hacia aquella adhesión entusiasta a la persona de Cristo vivo y a
su Evangelio, al convencimiento profundo de seguirlo y de ser su discípulo. Sin
embargo, a veces, se dirige _la formación catequética a personas que, aunque
pertenecen a la Iglesia, de hecho nunca tuvieron una verdadera adhesión
personal al mensaje revelado (cfr. DGC 61 y CT 17).

6- Por tanto, la catequesis no puede en ningún momento prescindir del


kerygma, sobre todo en nuestra realidad actual. La proclamación kerygmática
ha de preceder o acompañar al ministerio catequético propiamente dicho,
según las circunstancias. La conversión a Cristo y a su Evangelio hay que
tenerla en cuenta porque es un elemento necesario en el dinamismo de la fe.
Por tanto, la catequesis, cualquiera que sea su forma, debe incluir el kerygma
(cfr. DGC 61 y CT 17).

7- Según lo anterior, se establece lo siguiente:

Cuiden los catequistas, y asegúrense, de que sus catequizandos hayan


recibido el anuncio del kerygma antes de comenzar la catequesis. Ofrézcase
de manera sistemática, mediante retiros u otras formas, este primer anuncio a
quienes comenzaran la catequesis.

8- Se encomienda al Instituto nacional de pastoral (INP) y a la comisión


nacional de catequesis (CONACA) que, con la ayuda de peritos y conocedores
por experiencia del anuncio kerygmático, elaboren un manual o subsidio sobre
el kerygma para ponerlo al servicio de los agentes de pastoral en la República
Dominicana, incluídos los catequistas. Dicho manual, una vez elaborado,
deberá ser sometido a la Conferencia del Episcopado Dominicano para su
revisión y aprobación definitiva.
10

3. LA CATEQUESIS PROPIAMENTE DICHA

9- Como muestra de la gracia del amor de Dios hacia la Iglesia en la República


Dominicana, aparecen múltiples formas de comunicación del mensaje y la
doctrina de Cristo. En esa multiplicidad y riqueza pueden enumerarse, sin
incluírlas a todas: las cartas pastorales de los obispos y sus diferentes
mensajes en días o momentos especiales, las charlas llamadas de crecimiento,
las conferencias, los cursillos, los retiros de distintos tipos, los cursos de
formación. También los artículos, programas y otros para los medios de
comunicación social.

1O- Todas estas formas se admiten como legítimas y necesarias. Son un


excelente complemento de la catequesis, "que consiste en la educación
ordenada y progresiva de la fe" (CT 21 ).

11- La forma catequística, "cuyo fin es que la fe, ilustrada por la doctrina, se
torne viva, explícita y activa" (CD 14), es el "conjunto de los esfuerzos
realizados en la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los hombres a
creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin de que, por la fe, tengan la vida en su
nombre y para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de
Cristo" (CATIC 4).

12- En un sentido más específico, la catequesis es una "educación de la fe de


los niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una
enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y
sistemático, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana" (CT 18).

13- Dentro de la educación sistemática y progresiva de la fe, se destaca la


catequesis de la iniciación cristiana, que culmina con la administración de los
sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Los tr�s constituyen
"el conjunto de los sacramentos de la iniciación cristiana, cuya unidad debe ser
salvaguardada" (CATIC 1285) y "están tan íntimamente unidos entre sí, que
todos son necesarios para la plena iniciación cristiana" (CIC c. 842,2).

14- Es obligatoria la catequesis para el adulto o niño que, entrado en uso de


razón, desee recibir el Bautismo (cfr. CIC c. 851, 1 y 852,1). Para quien ha sido
bautizado, "puede servir de ayuda también, como han dicho los Padres
sinodales, una catequesis postbautismal a modo de catecumenado, que vuelva
11

a proponer algunos elementos del 'Ritual de la Iniciación Cristiana para


Adultos', destinados a hacer captar y vivir las inmensas riquezas y
responsabilidad del Bautismo ya recibido" (Chl 61).

15- Con estas definiciones de fondo, a continuación se ofrecen unas


orientaciones concretas:

a) La catequesis y los sacramentos de iniciación cristiana deben verse como


un todo; no se puede separar el Bautismo, la Confirmación y la
Eucaristía.

Los catecismos, que se elaboren para guiar el proceso de iniciación


cristiana, han de tener en cuenta el conjunto de dicha iniciación.

b) Cuando a un bautizado adulto, joven o niño en uso de razón, le falte


recibir la Confirmación y la Eucaristía, la preparación debe hacerse
teniendo en cuenta estos dos sacramentos y sin separar el uno del otro.

c) El adulto, joven o niño en uso de razón "que desee recibir el Bautismo ha


de ser admitido al catecumenado" (CIC c. 851,1º), cumpliendo con ellos
lo establecido en las Normas Complementarias del Derecho Canónico
para la República Dominicana: "A tenor del canon 851, 1º ; el párroco del
lugar en que reside el adulto que desea ser bautizado se responsabilizará
de su catecumenado. Dicho párroco o un delegado suyo, diácono o
catequista, acompañará al cateC"úmeno en todos los pasos de su
pr�paración e iniciación. En la celebración de los ritos se seguirá siempre
el Ritual. Para los casos excepcionales obtendrá la debida aprobación del
Obispo Diocesano" (NC 13).

d) Ha de incluirse en el "pensum" de formación de los catequistas el estudio


de la Ordenación de la Iniciación Cristiana de Adultos y su Ritual
correspondiente. Recuérdese que el sínodo de 1977 afirmó que "el
modelo de toda catequesis es el catecumenado bautismal". Así los
catequistas no sólo aprenden cómo realizar la catequesis de iniciación
cristiana, etapa por etapa, sino que tienen una fuente de inspiración,
incluso pedagógica y metodológica, para toda forma de catequesis .

e) Hay que concebir y poner en práctica, igualmente, en las diócesis y


parroquias, una catequesis que vaya más allá de la iniciación cristiana, es
decir, todo un proceso que incluya una catequesis de adultos progresiva
y sistemática.
12

Se confía a la comisión nacional de catequesis (CONACA) la preparación


de ayudas para acompañar las diferentes etapas de este proceso.

f) En la riqueza y multiplicidad de procesos educativos de la¡ fe no se


descuiden ni se desestimen puntos elementales y básicos de la vivencia
cristiana tales como la memorización de las oraciones prácticas del
cristiano, de textos bíblicos y de las verdades fundamentales de la fe y el
ejercicio de los gestos más comunes, como por ejemplo, la señal de la
cruz, la genuflexión, etc.

g) Debe mantenerse la catequesis que prepara la recepción de un


determinado sacramento. Es válida y necesaria; sin embargo, no
podemos satisfacernos con ella sola. En muchos casos, el deseo de
recibir un sacramento y la catequesis preparatoria puede ser el punto de
partida que genere un proceso permanente de catequización. El
catequista debe estar atento a cualquier ocasi5n que pueda llevar a un
cristiano hacia un mayor conocimiento de su fe.

h) Las diversas asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles (cfr. CT


70), han de cuidar y ofrecer medios a los fieles para que obtengan una
formación catequética adecuada, de manera sistemática y progresiva. A
fin de cumplir debidamente este cometido han de tener en cuenta las
orientaciones diocesanas y contar con la ayuda de las parroquias.
Recuérdese que "la catequesis es siempre una dimensión fundamental en
la formación de todo laico" y que, "en efecto, no es una alternativa a la
formación cristiana que en ellos se imparte, sino una dimensión esencial
de la misma" (DGC 261; cfr. también 262).

16- Las comisiones diocesanas de catequesis y los párrocos, de manera


particular, tienen como tarea propia de su acción pastoral, el apoyo a los
movimientos apostólicos para complementar lo que éstos no pueden dar en lo
concerniente a la educación sistemática y progresiva de la fe.

17- No debe existir una catequesis sin la base del kerygma, pero tampoco un
kerygma que no esté seguido de una catequesis.
13

4. CATEQUESIS Y BIBLIA

18- La catequesis debe guardar tres fidelidades fundamentales: la fidelidad a


Dios, que se manifiesta en la fidelidad dada a la Palabra en Jesucristo¡ la
fidelidad a la Iglesia, por la unión indisoluble de ésta con Jesucristo y la
fidelidad a.I hombre concreto donde está situada: de ahí nace la exigencia de
penetrar, asumir y purificar los valores de su cultura (cfr. DP 994-997).

19- La catequesis, para que sea integral, ha de unir de forma inseparable: el


conocimiento de la Palabra de Dios, la celebración de la fe en los sacramentos
y la confesión de ésta en la vida cotidiana (cfr. DP 999).

20- La catequesis tiene como fuentes primarias: la Tradición, la Sagrada


Escritura, el Magisterio, la Liturgia y el testimonio eclesial comunitario; como
subsidiarias, las obras de la creación y la acción del Espíritu Santo en la
humanidad (cfr. DGC 95-96).

21- El conjunto doctrinal expuesto más arriba es necesario para el adecuado


equilibrio de la catequesis y violarlo en alguna de sus partes es traicionar la
.catequesis misma. Sin embargo, respecto a la Sagrada Escritura, dada la
realidad pastoral, a continuación se establecen algunas normas o criterios que
deben ponerse en práctica:

a) Los catequistas deben mantener el amor acendrado a la Sagrada


Escritura, del que han dado testimonio, como fuente principal y alma de
la catequesis.

b) Los centros o equipos de formación de catequistas han de ofrecer una


sólida formación bíblica a quienes impartirán catequesis (cfr. AG 17).

c) Recuerden los catequistas que la Sagrada Escritura ha de ser "leída en


el contexto de la vida, a la luz de la Tradición y del Magisterio de la
Iglesia" (DP 1001 ).

d) Han de enseñar a sus catequizandos el manejo de la Biblia.

e) Se ha de fomentar la "lectio divina", la lectura y meditación diaria de la


Palabra de Dios, utilizando el orden sistemático de los textos bíblicos
propuestos en los tiempos y ciclos litúrgicos.
14

f) La com1s1on nacional de catequesis (CONACA) y la comisión de


catequesis de cada diócesis procurarán que todos los catequizandos
puedan disponer del texto sagrado y los catequistas, además, de
subsidios bíblicos que favorezcan su formación o su servicio
catequístico.

5. CATEQUESIS V CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

22- El Catecismo de la Iglesia Católica "es una exposición de la fe de la Iglesia


y de la doctrina católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la
Tradición apostólica y el Magisterio eclesiásticoº (FO 4). Como todo catecismo,
trata de enseñar fiel y orgánicamente el contenido tradicional de la fe y busca,
al mismo tiempo, "iluminar con la lüz de la fe las situaciones nuevas y los
problemas que en el pasado aún no se habían planteado º (FO 3). Por tanto, el
Catecismo de la Iglesia Católica es "un instrumento válido y autorizado al
servicio de la comunión eclesial y como norma segura para la enseñanza de
la fe" (FO 4); sirve "de texto de referencia seguro y auténtico para la enseñanza
de la doctrina católica, y muy particularmente para la composición de los
catecismos locales" (FO 4).

23- Está destinado principalmente a los responsables de la catequesis: en


primer lugar a los obispos y, a través de ellos, a los redactores de catecismos,
a los sacerdotes y a los catequistas, sirviendo incluso de lectura útil para los
demás fieles cristianos (cfr. CATIC, 12).

24- El Catecismo de la Iglesia Católica, por su misma finalidad, no se propone


dar una respuesta adaptada ni en el contenido ni en el mét9do ºa las exigencias
que dimanan de las diferentes culturas, de edades, de la vida espiritual, de
situaciones sociales y eclesiales de aquellos a quienes se dirige la catequesis.
Estas indispensables adaptaciones corresponden a catecismos propios de cada
lugar, y más aún a aquellos que toman a su cargo instruir a los fieles" (CATIC
24).

25- Sobre el Catecismo de la Iglesia Católica se establecen las siguientes


aplicaciones prácticas:
15

a) En la formación de los catequistas téngase como texto básico o de


referencia, el Catecismo de la Iglesia Católica.

b) En la preparación de los catecismos u orientaciones catequísticas,


nacionales o diocesanos, hay que tener como criterio indiscutib!� las
cuatro partes o pilares de un catecismo católico: la profesión de la fe, los
sacramentos de la fe, la vida de la fe, la oración en la vida de la fe. No
se trata de copiar literalmente estas cuatro partes ni ese orden _estricto,
sino que de una u otra manera estén presentes como pilares necesarios
para dar una visión coherente y completa de la fe.

c) La Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica deben ser para los


catequistas y formadores de catequistas bien conocidos e inseparables.

6. CATEQUESIS Y FAMILIA

6.1. LA CATEQUESIS FAMILIAR

26- Cada familia cristiana es "comunidad eclesial", Iglesia doméstica (cfr. LG


11). Por tanto, en el correspondiente nivel de Iglesia, la familia es lugar de
catequesis (cfr. DGC 255).

27- "Los padres son allí maestros, catequistas y los primeros ministros de la
oración y del culto a Dios. Se renueva la imagen de Nazareth: 'Jesús crecía en
sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres' (Le 2,52)" (DP
586). "Aquí es donde se ejercita de manera privilegiada el sacerdocio bautismal
del padre de familia, de la madre, de los hijos, de todos los miembros de la
familia" (CATIC 1657; cfr. también o·Gc 226) .

. 28- El hogar no sólo constituye el medio natural de la educación de los hijos y


su primera escuela, sino que es también comunidad educadora de su fe y el
primer templo que los cobija. Los padres no sólo son los primeros educadores
y primeros responsables de la educación humana y global en el hogar (cfr.
CATIC 2223-2224), sino también los primeros educadores y responsables de
la educación en la fe, que "debe comenzar desde la más tierna infancia"
(CATIC 2226; cfr. también DGC 227). Junto a los padres resulta también
16

importante la aportación de los abuelos y de otros miembros de la familia (cfr.


DGC 255).

29- Esta educación en la fe, dada en la familia, y esta catequesis familiar


"transmite el Evangelio enraizándolo, en el contexto de profundos valores
humanos" y trata ante todo "de una educación cristiana más testimonial que de
la instrucción, más ocasional que sistemática, más permanente y cotidiana que
estructurada en períodos" (DGC 255). Tiene un carácter "insustituible'1 (CT 68).
Sin embargo, esta iniciación es más completa y se profundiza aún más cuando
los padres son ellos mismos los catequistas que preparan a sus hijos para la
recepción de los �acramentos de la iniciación cristiana o cuando "comentan y
ayudan a interiorizar la catequesis más sistemática que sus hijos, ya más
crecidos, reciben en la comunidad cristiana" (DGC 226). Con toda razón, "la
catequesis familiar precede, acompaña y enriquece las otras formas de
catequesis" (cfr. CT 68; también CATIC 2226 y DGC 226).

30- Por la naturaleza teológica de la familia, se exige una opción para


fomentarla como Iglesia doméstica y para impulsar en ella la catequesis
familiar.

31- Conscientes de los problemas de la familia moderna y de los ataques que


recibe, como institución, de todas partes, y conociendo el sufrimiento de las
familias destruídas o mal constituídas, se puede pensar que no hay bases
sólidas para levantar Iglesias domésticas o promover la catequesis familiar.

32- Sin embargo, es todo lo contrario. Recuérdese que la comunidad eclesial


no sólo es lugar de la catequesis, sino también meta de ella. Sin catequesis no
se planta, no se construye, no se crece, no se fortalece la Iglesia. Sin
catequesis familiar no hay familias bien establecidas. La catequesis familiar
fortalece y enriquece la vida de la Iglesia y de la sociedad (cfr. DSD 225).

33- Se desea promover la Buena Noticia de que cada familia cristiana es una
Iglesia doméstica, creando una mística alrededor de esta verdad teológica para
valorar en su justa medida a nuestras familias y para favorecer la construcción
de comunidades familiares con este sólido fundamento.

34- Ya existe en muchas parroquias la experiencia organizada llamada


"catequesis familiar'', en la que los padres o tutores se capacitan y preparan a
sus hijos, de manera progresiva y sistemática, para recibir los sacramentos de
la iniciación cristiana. Se requiere que esta modalidad de la catequesis familiar,
presente ya en la mayoría de las Iglesias del continente, sin reducir a ella la
17

amplia realidad de la catequesis familiar ni quitar en las parroquias la


catequesis para aquellos niños que no tienen este acompañamiento familiar,
se vaya extendiendo poco a poco, hasta alcanzar todas las parroquias de la
República Dominicana.

35- Se recomienda a las comisiones diocesanas de catequesis y a los párrocos


que incluyan, en sus planes de trabajo y organización, la catequesis familiar y
los cursos de formación de padres y madres como catequistas de sus hiijos.

36- Igualmente, debe fomentarse como parte integrante de la catequesis, las


prácticas de piedad y las celebraciones familiares como el rezo de la liturgia de
las horas, del rosario, del angelus, aguinaldos, rezos de difuntos, consagración
de los hogares, bendición de la mesa, bendición de los hijos (incluso con el rito
de bendición establecido en el bendicional), celebraciones en torno a la cena
de la Navidad o de la Pascua, bendición de la casa, de la familia y de sus
miembros de acuerdo al amplio conjunto de bendiciones establecidas en el
bendicional.

37- Se favorece y apoya la elaboración y difusión de manuales prácticos que


ayuden a la oración y celebraciones religiosas en familia.

38- Hay que poner todo el empeño para que en las familias católicas estén
presentes estos tres símbolos: la Biblia, un Crucifijo u otra representación de
Cristo y una imagen de la Virgen.

6.2. CATEQUESIS SOBRE LA FAMILIA

39- Existe una "catequesis sobre la familia" como parte del contenido de la fe
a transmitir (cfr. CATIC 2201-2233). Ella es, al mismo tiempo, sujeto y objeto
de la catequesis (cfr. DP 569).

40- La primera evangelización transmitió valores familiares que permanecen


hasta el día de hoy hondamente enraizados en la cultura dominicana y que
perviven, incluso en aquellos que no tienen práctica sacramental. Entre esos
valores, que lamentablemente, ahora, se van perdiendo, se pueden notar: el
valor de la indisolubilidad del matrimonio, el sentido de la unidad familiar, el
apoyo mutuo como familia, el respeto a la vida, a los niños, a los ancianos, a
los enfermos. La Sagrada Familia de Nazareth continúa siendo una realidad,
un símbolo y una imagen que sirvió y sirve de referencia para fundamentar esos
valores.
18

41- En cambio, la primera evangelización no logró una auténtica inculturación


del matrimonio por la Iglesia. De ahí el bajo índice de fieles bautizados, que
acceden al sacramento del Matrimonio, aunque sienten un gran aprecio y
respeto por él.

42- En muchas parroquias se incrementa la catequesis y la preparación para


el matrimonio de las parejas en situación irregular.Se recomienda apoyar y
estimular esa práctica pastoral.

43- La catequesis actual ha de seguir proclamando y reforzando los valores de


la familia presentes en nuestra cultura; ha de buscar caminos nuevos para que
crezca el número de los casados sacramentalmente movidos por profundas
convicciones de fe; y ha de acentuar otros contenidos urgidos por la
problemática que plantean los tiempos modernos, tales como la familia,
hombre, mujer e hijos, vista como célula básica de la sociedad, como santuario
de la vida, como Iglesia doméstica y, apoyada en una doctrina bien definida,
una firme y clara enseñanza de la moral familiar, según la fe católica.

6.3. PASTORAL FAMILIAR Y CATEQUESIS

44- La pastoral familiar, en la multiplicidad de organizaciones y servicios que


presta, es necesaria, urgente y prioritaria (cfr. DP 570 y 578). Sin embargo, su
labor inestimable no puede suplir la tarea que corresponde a la catequesis,
como educación sistemática y progresiva de la fe.

45- Se exige a todos los organismos e instituciones comprometidas


pastoralmente con las familias que promuevan la catequesis familiar en
comunión estrecha con las parroquias, que tengan entre sus programas la
catequesis sobre la familia y sigan colaborando con los párrocos en los
programas de catequesis que preparan al sacramento del Matrimonio (cfr. FC
66, 68 y 69).
19

7. CATEQUESIS Y COMUNIDADES ECLESIALES DE


NIVEL BÁSICO

46- La dimensión comunitaria es parte esencial de la Iglesia. La catequesis ha


de ser esencialmente cristocéntrica y comunitaria.

47- Dentro de su dinámica, los catequistas, con la gracia de Dios, han de


formar el espíritu comunitario de los catequizandos, fortificar los niveles de
Iglesia ya existentes y favorecer la creación de nuevas comunidades,
particularmente el nivel básico de Iglesia.

48- Es necesario que los catequistas tengan una adecuada formación sobre las
comunidades eclesiales de nivel básico, a partir del abundante material del
magisterio sobre las mismas (cfr. OSO 58,61-63,95, 106,108,210,259) .y del
estudio de la Normas de la Conferencia del Episcopado Dominicano sobre
"Formación de comunidades".

49- La Conferencia del Episcopado Dominicano, consciente del valor y validez


de este nuevo nivel eclesial (cfr. DGC 263), ha optado por él y desea que
nuestras parroquias se estructuren como comunidad de comunidades ..

50- Lo dicho anteriormente se refiere, no sólo a las parroquias rurales o de un


determinado sector urbano, sino a todas las parroquias, sin considerar la
situación socio-económica de las mismas.

51- Las comunidades eclesiales no se forman de la noche a la mañana.


Cualquier "comunidad eclesial" o "pequeña comunidad", por el hecho de estar
inserta en la Iglesia y reconocida como tal no se puede registrar como una
auténtica comunidad eclesial. Es un proceso lento y difícil.

52- En este proceso y en la consolidación de las comunidades eclesiales, la


catequesis tiene una tarea, primordial y prioritaria, que no puede eludir (cfr.
Med. Cat., 10).

53- Por otra parte, la comunidad eclesial auténtica, una vez establecida, se
convierte en un lugar privilegiado para el desarrollo de un verdadero proceso
catequético, para una acción catequizadora integral, para dar hondura a la vida
comunitaria y para la acogida de los que han terminado un proceso de
catequización (cfr. DGC 264).
20

54- Los ministros y animadores de comunidades han de ser los primeros


catequistas y promotores en las comunidades que les han confiado.

55- Una señal de madurez y crecimiento de una comunidad cristian.a bien


establecida es el surgimiento de catequistas en su seno. De ahí surge el
siguiente criterio y meta pastoral: no puede haber ninguna comunidad sin
catequesis y sin catequistas.

8. CATEQUESIS Y PARROQUIA

56- La familia, la comunidad eclesial de nivel básico, la comunidad escolar y


otras múltiples pequeñas comunidades de diversos tipos son lugares
importantes y necesarios para la catequesis (cfr. CT 47). Sin embargo, "la
comunidad parroquial debe seguir siendo la animadora de la catequesis y su
lugar privilegiado" (CT 67).

57- A pesar de los profundos cuestionamientos y transformaciones que ha


sufrido la parroquia en los últimos años, es una instancia válida y una referencia
importante para el pueblo cristiano y aún conserva su capacidad para
acompañar la maduración de la fe (cfr. LC 168).

58- "Comunidad de comunidades, la parroquia está llamada a redescubrir su


potencial catequizador, es decir, su fuerza de convocación, de integración
eclesial y de seguimiento de sus miembros" (LC 168).

59- La parroquia tiene a su alcance medios que otros lugares no tienen. Por
tanto, debe apoyar todo aquello que otros no pueden alcanzar por sí mismos.

60- Los obispos, en el nivel diocesano, son los primeros responsables de la


catequesis (cfr. CT 63), y bajo su dirección, la tarea catequística "corresponde
a todos los miembros de la Iglesia en la medida de cada uno" (CIC c. 774,1).

61- Los párrocos, colaboradores inmediatos del ministerio episcopal, son los
primeros responsables de la catequesis en el nivel parroquial, aunque no los
únicos responsables. En comunión con el Santo Padre y los obispos, los
párrocos, por formar parte de la estructura apostólica de la Iglesia, son
responsables, incluso de la catequesis de la Iglesia entera.
21

62- "En virtud de su oficio, el párroco debe cuidar de la formación catequética


de los adultos, jóvenes y niños, para lo cual empleará la colaboración de los
clérigos adscritos a la parroquia, de los miembros de institutos de vida
consagrada y de las sociedades de vida apostólica, teniendo en cuenta la
naturaleza de cada instituto, y también de los fieles laicos, sobre todo de los
catequistas; todos éstos, si no se encuentran legítimamente impedidos, no
rehusen prestar su ayuda de buen grado. Promueva y fomente el deber de los
padres en la catequesis familiar a la que se refiere el canon 774,2"(CIC c. 776).

63- La figura del párroco en la tarea catequística parroquial es de primer orden.


Él será el protagonista principal, el motor y el alma de esta tarea. De su celo y
creatividad, de acuerdo con los planes diocesanos, depende toda su eficacia.

64- Los párrocos, según palabras del Papa Juan Pablo 11, asuman con toda su
parroquia y como primeros responsables de ella, "el grave deber de formar
responsables totalmente entregados a la animación catequética -sacerdotes,
religiosos, religiosas y seglares-, de preveer el equipamiento necesario para
una catequesis bajo todos sus aspectos, de multiplicar y adaptar los lugares de
catequesis en la medida que sea posible y útil, de velar por la calidad de la
formación religiosa y por la integración de distintos grupos en el cuerpo eclesial"
(CT 67).

65- Se recuerda a todo presbítero, párroco o no, como colaborador del obispo
por su unión sacramental y en comunión con él, que tiene la obligación de ser
maestro (cfr PO 9) y educador en la fe (cfr. PO 6), especialmente mediante la
catequesis, parte primordial y privilegiada de la educación cristiana.

66- El presbítero tiene la responsabilidad de animar, coordinar y dirigir la


actividad catequística de la comunidad, cualquiera que sea ésta encomendada
por su obispo (cfr. DMVP 57).

67- Cada sacerdote, en la medida de lo posible y de un modo muy propio el


párroco, debe ser el catequista de los catequistas, formando con ellos una
verdadera comunidad de discípulos del Señor, que sirva de punto de referencia
para los catequizandos.

68- Para formar sacerdotes capacitados en la catequesis, ya desde el


seminario menor, los seminaristas deben impartir catequesis a diferentes
grupos como tarea indispensable, incluso para su formación pastoral general.
22

69- Los formadores del seminario mayor deben asegurarse de que los
seminaristas, sobre todo en los años de filosofía, completen las diferentes
etapas y cursos para catequistas en sus respectivas diócesis, si no lo han
realizado antes de entrar al seminario mayor.

70- El ejercicio de impartir catequesis y la participación en los cursos


diocesanos para catequistas no sólo forman a los seminaristas para su futuro
ministerio pastoral, sino que es una base magnífica para los estudios superiores
a nivel teológico de la catequética.

9. CATEQUESIS Y COMUNIDAD DIOCESANA

71- Las comisiones diocesanas de catequesis son las llamadas a colaborar de


cerca y estrechamente con el obispo diocesano en la tarea catequística a nivel
de la Iglesia particular.

72- Junto a él y por mandato suyo "su cometido principal consiste en suscitar
y mantener una verdadera mística de la catequesis, pero una mística que se
encarne en una organización adecuada y eficaz, haciendo uso de las personas,
de los medios e instrumentos, así como de los recursos necesarios" (LC 167).

73- Aunque estas orientaciones y disposiciones van dirigidas a toda la Iglesia


dominicana, en el grado de responsabilidad que a cada uno corresponde, se
confía a la comisión nacional de catequesis (CONACA) y a las respectivas
comisiones diocesanas una adecuada y planificada animación y seguimiento
de las mismas, que favorezca su puesta en práctica.

74- Se exhorta a los párrocos y a otros agentes de pastoral a colaborar


estrechamente con los responsables nacionales y diocesanos en la difusión e
implementación de los textos de catequesis, aprobados por la Conferencia del
Episcopado Dominicano y, en lo que respecta a los catecismos nacionales,
previamente aprobados también por la Sede Apostólica (cfr. CIC c. 775, 2).
Hay que trabajar mucho y con gran espíritu eclesial para lograr materiales
catequísticos que respondan lo mejor posible a las necesidades y cultura
dominicanas.
23

10. CATEQUESIS Y CENTROS EDUCATIVOS

75- Los centros educativos, privados o públicos, primarios, secundarios o


universitarios, deben buscar la educación integral del hombre. Desde esa
perspectiva, como instituciones, pueden ofrecer ricas posibilidades a la
catequesis.

76- Debe promoverse la enseñanza religiosa escolar para que al alumno, en su


educación integral como persona humana, no le falten los datos de la fe, de la
moral y los valores, desde la identidad católica, necesarios para su visión del
mundo y de la cultura en la que está inserto. La enseñanza religiosa escolar se
transmitirá como una materia escolar ordinaria, como parte del currículum
educativo. Sin embargo no reemplaza a la catequesis y tampoco ésta a la
enseñanza religiosa escolar, puesto que son servicios distintos, pero
complementarios.

77- Hay que reconocer que en la República Dominicana la mayoría de los


centros educativos están abiertos a la enseñanza religiosa o a la catequesis,
o a ambos servicios a la vez. Es responsabilidad de los agentes de la Iglesia no
desperdiciar estos lugares puestos a su disposición, incluso, administrando los
sacramentos donde sea posible.

78- En las escuelas y colegios católicos, aparte de la enseñanza religiosa


escolar, ha de asegurarse siempre la formación catequística.

79- Todo niño o joven que está en una institución educativa católica debe
recibir, al menos, el servicio de la proclamación del kerygma y de la catequesis
de iniciación_ de la fe, dándole la oportunidad de prepararse para recibir los
sacramentos del Bautismo, de la Confirmación, Penitencia y la Eucaristía, de
acuerdo a la situación de cada uno.

80- Los párrocos han de apoyar la pastoral educativa, favorecer la enseñanza


religiosa y la catequesis de los alumnos que las escuelas y colegios, públicos
y privados, necesitan para los sacramentos de la iniciación. Deben reconocer
que la catequesis impartida, particularmente en los colegios y escuelas
católicas, es parte de la catequesis parroquial y una ayuda a la tarea
evangelizadora.
24

81- Los centros educativos han de buscar la orientación y el apoyo de los


párrocos y las comisiones parroquiales de catequesis para realizar mejor su
labor y para manifestar su inserción en la comunidad parroquial.

82- Igualmente, las universidades católicas o dependientes de la Iglesia, han


de incluir en el pensum 11 la educación religiosa a nivel universitario, como
11

materia donde se opere un auténtico y profundo diálogo entre fe y ciencia, entre


fe y cultura. De la misma manera, como parte importante de -la pastoral
universitaria, han de planificarse diversos medios para anunciar el kerygma y
ofrecer, al menos, la catequesis que prepara a los sacramentos de la iniciación
cristiana para todos aquellos que no los han recibido.

83- Una meta, como parte del quehacer universitario, es ofrecer a todos los
jóvenes que acuden a la universidad, sin excepción alguna, la oportunidad de
un profundo encuentro con Cristo mediante el kerygma y la catequesis,
independientemente de la enseñanza religiosa impartida en las aulas como
materia.

84- Se apoya y anima al equipo nacional de formación integral humana y


religiosa y a todos aquellos que, responsablemente, han asumido esta difícil
tarea, para que sigan adelante en la redacción de los textos propios, en la
implementación de programas para preparar maestros idóneos y en el
perfeccionamiento de la organización nacional y diocesana.

11. CATEQUESIS Y OTRAS PEQUEÑAS COMUNIDADES


Y GRUPOS

85- La catequesis debe cubrir todos los ámbitos y lugares dentro de la Iglesia,
pero sin olvidar la Palabra de Dios en cualquiera de las formas en la que pueda
ser comunicada.

86- La rica experiencia pastoral de los tiempos actuales ha hecho nacer


diversos tipos de pequeñas comunidades o grupos que se convierten,
ordinariamente, en lugares de catequesis (cfr. DGC 261-262).
25

87- Estas comunidades o grupos con sus catequesis "deben, de alguna


manera, estar siempre insertas en la comunidad parroquial o diocesana ya que
no existe comunidad cristiana sin entronque real con la comunidad diocesana
dentro de una pastoral de conjunto" (LC 173).

88- Se exige a las comisiones parroquiales y diocesanas de catequesis que no


· dejen de lado estas nuevas experiencias, que respeten la dinámica � carisma
propio de las mismas, que descubran los aportes que el Espíritu da a través de
ellas y que las relacionen, de alguna manera novedosa y creativa, con el
conjunto de la catequesis parroquial y diocesana.

89- Asimismo, los grupos apostólicos y movimientos eclesiales estén


pendientes y sean receptivos de las orientaciones y organizaciones
parroquiales y diocesanas sobre catequesis, a fin de utilizar los servicios
amplios que ofrecen estos niveles de Iglesia, especialmente los cursos de
t_ormación de catequistas.

12. CATEQUESIS Y NUEVA EVANGELIZACIÓN

90- La nueva evangelización está destinada a los "pueblos que han recibido ya
el anuncio de Cristo" (RM 30), y "tiene la tarea de suscitar la adhesión personal
a Jesucristo y a la Iglesia de tantos hombres y mujeres bautizados que viven
sin energía el cristianismo, 'han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se
reconocen ya como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de
Cristo y de su Evangelio'-(RM 33)" (OSO 26).

91- La nueva evangelización surge en América Latina y, por tanto, entre


nosotros "como respuesta a los problemas que presenta la realidad de un
continente en el cual se da divorcio entre fe y vida hasta producir clamorosas
situaciones de injusticia, desigualdad social y violencia. Implica afrontar la
grandiosa tarea de infundir energías al cristianismo de América Latina" (OSO
24).

92- En un plan de nueva evangelización, una vez formados los agentes para
esta misión, el primer paso a dar, "prioritario y fundamental", es la proclamación
del kerygma (cfr. OSO 33). Para ésto se debe salir al encuentro de los alejados,
mediante el diálogo sencillo y directo, conocer sus preocupaciones y compartir
26

la experiencia gozosa de un Cristo que murió por ellos, resucitó, y ha estado


vivo en sus vidas en todo momento sin abandonarlos.

93- Luego, sigue la catequesis (cfr. DSD 33 y 49) que explica la Palabra de
Dios y la comunión sacramental con el mismo Dios, hecho Pan de Vida, hasta
lograr la finalidad de la nueva evangelización: "formar hombres y comunidades
maduras en la fe y dar respuesta a la nueva situación que vivimos, provocada
por los cambios sociales y culturales de la modernidad" (OSO 26).

94- El episodio de los discípulos de Emaús, relatado por el evangelista Lucas


(cfr. Le 24, 13-35), puede ser un modelo de la nueva evangelización con sus
cinco pasos, como lo desarrollan los obispos latinoamericanos en su "Mensaje
de la IV Conferencia a los Pueblos de América Latina y el Caribe", comentando
el pasaje citado de San Lucas:

a) Jesucristo ayer, hoy y siempre: Jesús sale al encuentro de la


humanidad que camina (cfr. Le 24, 13-17).

b) Promoción humana: Jesús comparte el camino de los seres humanos


(cfr. Le 24, 18-24).

e) La cultura: Jesús ilumina con las Escrituras el camino de los hombres


{cfr. Le 24, 25-28).

d) Un nuevo ardor: Jesús se da a conocer en la fracción del pan (cfr Le


24, 28-32).

e) Misión: Jesús es anunciado por los discípulos (cfr. Le 24, 33-35).

95- Uno de los desafíos de la catequesis actual es acompañar la nueva


evangelización. Dar seguimiento a los bautizados vueltos a Cristo y
revitalizados hasta que se incorporen en comunidades vivas, y se hagan,
también, agentes de evangelización. En esta misión, la catequesis ha de ser
creativa y "nueva en su ardor, métodos y expresiones". Al comprometerse en
dicha misión con toda la Iglesia, la catequesis misma es renovada y
dinamizada: "No sin razón las Iglesias más antiguas, al entregarse a una nueva
evangelización, han incrementado el número de catequistas e intensificado la
catequesis" (RM 73).

96- En el II Plan Nacional de Pastoral de República Dominicana aparece, como


primera urgencia, la "necesidad de una formación integral para la Nueva
27

Evangelización que desarrolle el kerygma y una catequesis sistemática y


orgánica, que lleve a una celebración viva de la liturgia, que fortalezca el
testimonio y el anuncio de Cristo Resucitado desde comunidades vivas"
(Conferencia del Episcopado Dominicano, 11 Plan Nacional de Pastoral, 88, año
1994).

97- Se debe prestar atención a los cristianos en situación de fe v¡va, para que
se tornen agentes más capaces y mejor preparados para la misión de la Nueva
Evangelización. Por eso se ha impulsado, junto a los colaboradores más
inmediatos de los Obispos, el fortalecimiento o la creación de escuelas de
formación de laicos a todos los niveles, parroquiales, zonales, diocesanos, e
incluso, nacional.

98- Los laicos catequistas pueden asistir a estas 'escuelas de formación de


laicos', y es conveniente que lo hagan, como parte de su preparación, pero en
ningún caso puede suplir la enseñanza impartida en 'centros' o' escuelas, para
formar catequistas. Más aún, se deben fortalecer y actualizar continuamente.
Se recuerda que la formación de los catequistas tiene prioridad sobre la
renovación de los textos y el mejoramiento de la misma organización
catequística (cfr. DGC 234).

99- En este contexto, se exige a la comisión nacional de catequesis (CONACA)


que programe y realice cursos de formación para educadores de catequistas,
en el nivel eclesial que crea conveniente (cfr. DGC 250-251).

13. CATEQUESIS Y PROMOCIÓN HUMANA

100- Es constante e insistente el pedido de que "el rico patrimonio de la


enseñanza social de la Iglesia encuentre su puesto, bajo formas apropiadas,
en la formación catequética común de los fieles" (CT 29).

101- Uno de los grandes retos de la catequesis en toda América Latina es la


enseñanza social de la Iglesia, no como 'cursos' o 'charlas', sino como
contenido integral de la catequesis a lo largo de todo su itinerario y etapas,
desde los niños hasta los adultos.
28

102- El hombre dominicano, igual que el latinoamericano, como fruto de la


primera Evangelización "posee una tendencia innata para acoger a las
personas; para compartir lo que tiene, para la caridad fraterna y el
desprendimiento, particularmente entre los pobres; para sentir con eVotro la
desgracia en las necesidades. Valora mucho los vínculos especiales de la
amistad, nacidos del padrinazgo, la familia y los lazos que crea" (DP 17).

103- Hay que agregar como virtudes también del pueblo dominicano:
"capacidad de sacrificio, aguante en el sufrimiento, fortaleza en la adversidad,
sensibilidad por el dolor ajeno, amor a la libertad y a la dignidad humana".
(Conferencia del Episcopado Dominicano, Carta Pastoral, 20, del 21.01.1990).

104- Todas estas actitudes y virtudes, con una clara dimensión social y
comunitaria, forman parte del "sustrato católico" (cfr. DP 1, 7 y 412) de los
dominicanos. Se han hecho cultura propia, son "semillas del Verbo" que
permanecen en todos, aunque la referencia al Evangelio no siempre es explícita
en todos. Son parte del "catolicismo o religiosidad popular" encarnado y vivido.
Si la relación con Dios en la cultura popular dominicana se expresa en las
variadas formas de piedad popular, la relación con los demás queda expresada
en los valores arriba enunciados.

105- Sin embargo, la religiosidad popular o catolicismo de la primera


evang,elización "si bien sella la cultura de América Latina no se ha expresado
suficientemente en la organización de nuestras sociedades y estados. Por ello
deja un espado para lo que S.S. Juan Pablo II ha vuelto a denominar
"estructura de pecado" (DP 452). Así la creciente brecha entre ricos y pobres,
las injusticias sociales, la corrupción administrativa, el concepto y la práctica
errónea de que robar al Estado no es µecado, los abusos de poder, la falta de
honestidad, el enriquecimiento ilícito, la dolorosa situación de miles de presos
en las cárceles sin habérseles pasado juicio alguno, contradicen radicalmente
los valores de dignidad personal y de hermandad solidaria, que se expresan en
otros niveles de la sociedad dominicana (cfr. DP 452).

106- Muchos de los fieles laicos, creyentes en Dios y bautizados, separan su


práctica cultual de una moral en el campo político, social y económico, y de su
compromiso de consagrar el mundo a Cristo.

107- "No puede faltar a la catequesis la preciosa aportación de la Doctrina


Social de la Iglesia" (RP 26). Ésto viene urgido por la situación cultural de
"estructuras de pecado", de dicotomía, de separación entre fe y vida, común a
los países de América Latina; también, por la nueva evangelización como
respuesta de fondo a dicha situación: "La nueva evangelización, de la que el
mundo moderno tiene urgente necesidad y sobre la cual he insistido en más de
29

una ocasión, debe incluir entre sus elementos esenciales el anuncio de la


doctrina social de la Iglesia.. :' (CA Sf).

108- La promoción humana, que se despliega como opción pastoral clave de


la Iglesia latinoamericana desde Medellín y reafirmada como tal en Puebla,
llamada "dimensión privilegiada de la nueva evangelización en Santo Domingo"
(cfr. DSD 157-227), y asumida como la segunda urgencia del I� Plan Nacional
de Pastoral de la República Dominicana (cfr. Conferencia del Episcopado
Dominicano, 11 Plan Nacional de Pastoral, del año 1994), es parte de la
enseñanza social de la Iglesia y no puede faltar en nuestra catequesis.

109- Disponemos que en la preparación de los catecismos, en los aportes para


la catequesis y en las exposiciones catequísticas, desde la iniciación cristiana,
se incluyan de manera creativa y adecuada:

a) los grandes temas de la enseñanza social de la Iglesia y esenciales a


ella (cfr. RP 26; también LC 92), destacando el objeto primario de ella y
tema fundamental, "la dignidad personal del hombre, imagen de Dios, y
la tutela de sus derechos inalienables." (DP 475);

b) los contenidos doctrinales sobre la promoción humana y sus temas


específicos, propuestos en Medellín, Puebla y Santo Domingo.

11 O- Los datos sobre la "realidad", que allí aparecen, pueden ser útiles para
situar el tema. También "las líneas pastorales" que sugieran compromisos
concretos, de acuerdo al grupo a quien se dirija la catequesis.

111- En los contenidos, y como punto de partida metodológico, no se dejen de


lado los valores comunitarios y sociales que han permanecido presentes en
nuestra cultura como fruto de la primera catequesis. Las "semillas del Verbo",
aunque golpeadas y amenazadas en su vigencia, son válidas, necesarias y
deben ser revalorizadas, protegidas y rescatadas.

112- Por lo que se refiere a la catequesis moral, en los catecismos quede bien
definida y clara, no sólo la moral social, sino también la familiar e individual. El
compromiso entre fe y vida debe quedar patente en todas las dimensiones del
cristiano (cfr. VS 26). En un mundo que quiere someterlo todo al capricho de
las libertades individuales y de las circunstancias personales, la formación del
sentido moral y de la conciencia es tarea inaplazable, que corresponde ante
todo, a los pastores, obispos y presbíteros, pero de manera muy propia a los
ca\e(:\u\s\as � a \a ca\e(\ues,s \C,{. R? '2.6).
30

113- El Catecismo de la Iglesia Católica, en su tercera parte, que titula "La Vida
en Cristo", será no sólo una referencia obligatoria y necesaria, sino una llamada
constante a guardar un sabio equilibrio en la exposición catequística entre la fe
que creemos (el credo), la fe que celebramos (la liturgia), la fe que practicamos
(la moral) y la fe que oramos (la oración).

114- La pastoral social y de promoción humana, tan necesaria y urgente en


nuestro país, se apoya en sus múltiples acciones en criterios fündamentados
en la doctrina social de la Iglesia y la proclama y enseña de diferentes maneras.
La acción social de la Iglesia no puede substituir a la catequesis ni ésta a
aquélla. Ambas se complementan: la catequesis aporta a la pastoral social y de
promoción humana y al compromiso del laico en el mundo cristianos
catequizados en los temas principales de la enseñanza social de la Iglesia; y
aquellos, a su vez, realizan todas las acciones en el campo económico, político
y social, que no corresponden a la catequesis.

14. CATEQUESIS E INCULTURACIÓN

115- La tercera urgencia del II Plan 1\Jacional de Pastoral de República


Dominicana es "la necesidad de una inculturación del Evangelio en toda la vida
del pueblo" (Conferencia del Episcopado Dominicano, 11 Plan Nacional de
Pastoral, 100, año 1994).

116- Es indiscutible el importante papel de la catequesis, en esta hora de


renovada encarnación de la fe en las formas culturales vigentes o emergentes
entre los dominicanos.

117- Existe una relación tan estrecha entre nueva evangelización, promoción
humana e inculturación, que sin ésta no se dan las dos primeras en profundidad
y permanencia. Por inculturación entendemos lo que expresa �uan Pablo II en
su encíclica Redemptoris Missio, nº 52: "Significa una íntima transformación de
los auténticos valores culturales mediante su integración en el cristianismo y la
radicación del cristianismo en las diversas culturas".
31

118- Tanta trascendencia tiene la inculturación del Evangelio y la


evangelización de la cultura que la presidencia del Consejo Episcopal
Latinoamericano, CELAM, junto con su Departamento de Catequesis (DECAT),
decidió dedicar la II Semana latinoamericana de catequesis a la inculturación
de la catequesis.

119- Las conclusiones de esta II Semana latinoaméricana de catequesis se


adoptan como propias. Se desea que sus contenidos y criterios sean la guía
"hacia una catequesis inculturada".

120- Por tanto, se establece que las conclusiones de la 11 Semana


latinoamericana de catequesis sean estudiadas con detenimiento por todos los
catequistas, y que sirvan de criterios básicos orientadores para lograr una
catequesis inculturada en los tiempos actuales.

121- La primera catequesis realizada en América, junto con otros recursos


pastorales de esa época, dejó inculturadas en la religiosidad popular verdades
de fe tan importantes como la adoración, el respeto a Dios sobre todas las
cosas, el amor y la devoción a la Eucaristía, a la Virgen, al Papa; la necesidad
del Bautismo, la celebración de la Navidad, la Cuaresma, etc. Todas ellas
siguen firmemente enraizadas y conservan su fuerza de convocación. Sin
embargo, como ya se ha dicho, no se logró inculturar, en términos generales,
el Matrimonio por la iglesia, la moral social, ni tampoco la necesidad de la
comunión frecuente, aunque se han dado pasos de avance, por ejemplo, en la
celebración de la Pascua y otros.

122- A la religiosidad popular se debe acudir como primera fuente para


descubrir en ella los valores evangélicos allí presentes y las expresiones en las
que se encarnaron: cantos, gestos, imágenes, fiestas, novenas,
peregrinaciones, procesiones, velatorios, novenarios por los difuntos y otros.
Todas estas expresiones siguen siendo válidas porque responden a categorías
antropológicas muy profundas en el ser humano, de las cuales no se puede
prescindir. Pero, también, pueden suscitar "nuevas expresiones" que recojan
los mismos contenidos antropológicos y cristianos: caminata� de reflexión,
como las peregrinaciones y las procesiones (símbolo de la existencia humana
y cristiana ); vigilias de oración, como las vigilias litúrgicas, los velorios (símbolo
de la lucha y de la victoria de la luz y de la gracia, sobre la noche y el pecado)
y otras expresiones. Todas ellas son signos de la vida comunitaria y del pueblo
de Dios y pueden ser aprovechadas para la evangelización y catequesis (cfr.
DP 454).
32

123- Hay que incluir en el plan de formación de los catequistas cursos


impartidos con seriedad y competencia, pero con gran cariño y aprecio, sobre
la religiosidad popular dominicana, sus aspectos positivos y negativos; ,y sobre
la cultura dominicana, sus valores y antivalores, como requisito necesário para
realizar en nuestro medio una inculturación de la fe creativa y profunda.

124- La inculturación del Evangelio presenta a la Iglesia y a la catequesis un


desafío gigantesco, pero entusiasmante (cfr. DSD 230). Se ha de emprender
esta tarea con el mismo ardor con que la efectuaron nuestros primeros
evangelizadores, los cuales encontraron los métodos y expresiones para
encarnar la fe en las culturas con las cuales se encontraron. No es un trabajo
fácil, pero es un trabajo necesario de la catequesis en las próximas décadas.

15. ESTRUCTURAS CATEQUÍSTICAS

125- "La organización de la catequesis es algo fundamental para su mismo


crecimiento" (LC 194). "Siendo la Iglesia un organismo jerárquico, la
organización catequística debe seguir la misma estructuración jerárquica de la
Iglesia" (LC 197). Por tanto, "conviene que una organización catequística tenga
sus organismos directivos, menos institucionales y más pastorales, para que
sean más flexibles y respondan mejor a su función de servicio al Pueblo de
Dios" (LC 197).

15.1. NIVEL NACIONAL

126- La comisión nacional de catequesis (CONACA) es el órgano de la


Conferencia Episcopal. Está formada por el obispo presidente de la comisión
nacional de catequesis, un secretario ejecutivo y los coordinadores diocesanos
de catequesis. La oficina nacional de catequesis es el organismo ejecutivo
permanente.

127- Son tareas de la comisión nacional de catequesis:

a) responder a las necesidades catequísticas nacionales e iniciativas que


exceden el alcance de cada diócesis: reuniones, cursos, talleres, a nivel
nacional;
33

b) prestar servicios a las diócesis que lo soliciten y


c) coordinar y animar las actividades de las diócesis y vincularse con otros
organismos nacionales e internacionales.

128- Este organismo ha de tener los equipos de trabajo que se juzguen


necesarios para cumplir con su misión a nivel nacional. En especial debe contar
con:

a) Equipo de planificación y proyección global, cuyo objetivo será estudiar


la situación de la catequesis en el país, elaborar criterios comunes,
trazar líneas generales de acción...
b) Equipo de formación, cuya finalidad será preparar materiales y cursos
para la formación de los catequistas, salvando siempre el derecho de la
Conferencia del Episcopado Dominicano sobre la previa aprobación y el
de la Santa Sede, en el mismo sentido, para los catecismos nacionales
y los Directorios o textos de orientaciones generales establecidos o
emanados bajo la autoridad de la Conferencia (cfr. DGC 282).

15.2. NIVEL DIOCESANO

129- La comisión diocesana de catequesis es el instrumento de que se vale el


obispo para promover, dirigir y coordinar las actividades catequísticas de la
diócesis. Su estructura y composición dependen de la situación de la diócesis.
Ha de estar en coordinación estrecha con los otros organismos de pastoral y
con el consejo diocesano de pastoral.

130- Son tareas de la comisión diocesana de catequesis:

a) realizar las tareas de servicio que excedan el ámbito parroquial:


planificación, reuniones, cursos, talleres, día del catequista y
otras;
b) prestar servicios a las parroquias para promover y animar el
trabajo catequístico;
c) coordinar los trabajos con las comisiones parroquiales de
catequesis;
d) velar por la formación permanente de los catequistas a todos los
niveles.
34

15.3. NIVEL PARROQUIAL

131- Es necesario que en cada parroquia ,exista una comisión parroquial de


catequesis, qt:Je preside normalmente el párroco o su delegado.

132- Esta comisión, en sus reuniones periódicas, evalúa y prepara los


programas parroquiales de catequesis y las actividades de formación de
catequistas.

15.4. NIVEL DE SECTORES Y COMUNIDADES

133- En cada sector y comunidad debe garantizarse el ministerio de la -


catequesis en coordinación con la comisión parroquial de catequesis y el
consejo comunitario de pastoral.

16. CATEQUESIS Y NUEVAS ESTRUCTURAS

134- La cuarta urgencia de nuestro II Plan Nacional de Pastoral manifiesta la


necesidad de una organización de la pastoral, a todos los niveles y en todas las
áreas de la vida eclesial, que garantice el anuncio del Evangelio a todos:
personas, comunidades y ambientes, que integre al trabajo evangelizador los
carismas y ministerios de la Iglesia (cfr. Conferencia del Episcopado
Dominicano, 11 Plan Nacional de Pastoral, 100, del año 1994 ).

135- La urgencia de una organización, como la arriba descrita, se aplic� a la


catequesis, no de manera coyuntural sino permanente.

136- Hasta la fecha, las estructuras catequéticas respondieron muy bien a una
organización rural y a la cultura que le era propia, antes de la multiplicación de
35

los diferentes movimientos eclesiales, grupos, pequeñas comunidades, centros


educativos, la catequesis familiar organizada, el establecimiento de la
comunidad eclesial de nivel básico y el desarrollo de la cultura urbana.

137- Siguen siendo válidas las formas de organización hasta ahora conocidas,
pero actualmente se necesita buscar nuevas expresiones organizativas.

138- Los párrocos, con sus comisiones parroquiales, y las comisiones


diocesanas de catequesis en un diálogo e intercambio fructífero han de
dinamizar y contar con las viejas y nuevas formas de vida eclesial, que el
Espíritu Santo ha suscitado en la Iglesia de Jesucristo. Han de ser abiertos y
emprendedores, para garantizar la catequesis a todos: personas, comunidades,
ambientes y llamar, como un servicio propio de la autoridad que les ha sido
conferida por sus respectivos obispos, a que se integren al trabajo catequístico
todos los que puedan, no importando el carisma, movimiento, grupo o
comunidad al que pertenezcan.

139- Los obispos, motivados por el compromiso asumido colegialmente en la


IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, propiciamos como
nueva expresión organizativa: la sectorización, la pastoral y la catequesis de las
familias, y de las personas que viven en edificios, mediante la acción de laicos
comprometidos que vivan en ellos (cfr. OSO 259).

17. CATEQUESIS Y CATEQUISTAS

140- El catequista, servidor de la Palabra de Dios y fiel a ella (cfr. DGC 235),
portavoz de Cristo Maestro (cfr. CT 6), instrumento del Espíritu Santo e
intérprete de la Iglesia ante los catecúmenos (cfr. DGC 236), está en primera
línea entre los laicos que se hacen evangelizadores (cfr. RM 73). Así, "aunque
ha habido un incremento de los servicios eclesiales y extraeclesiales, el
ministerio de los catequistas continúa siendo siempre necesario y tiene unas
características peculiares: los catequistas son agentes especializados, testigos
directos, evangelizadores insustituibles, que representan la fuerza básica de las
comunidades... " (RM 73).
36

141- Se deben crear estructuras y elaborar subsidios para comunicar la fe, pero
lo más importante es el catequista mismo: El papel del catequista es mucho
más importante que el de los textos y otros instrumentos de trabajo (cfr. AG 17;
también DGC 156). Su persona y su testimonio son decisivos para que la
catequesis sea eficaz. Si falta este testimonio, se pone a los oyentes un obs­
táculo para que acepten la Palabra de Dios (cfr. DGC 234).

142- Todos en la Iglesia han de valorar, apreciar y agradecer el don inestimable


que Dios hace a nuestras comunidades en las personas de los catequistas, su
servicio y su vocación y misión específicas.

143- Los mismos catequistas han de ser los primeros en estimar su propia
vocación y misión. Esta autoestima es necesaria para ejercer el ministerio con
entusiasmo y alegría. Más aún, tiene una gran importancia para las demás
vocaciones en la Iglesia y en particular para las vocaciones sacerdotales.
"Cuanto más profundicen en el sentido de su propia vocación y misión en la
Iglesia, tanto más podrán reconocer el valor y el carácter insustituible de la
vocación y misión sacerdotal" (PDV 41). De ahí también que la promoción
directa y valiente de todas las vocaciones eclesiales, de la propia y de la
sacerdotal, forma parte necesaria de la catequesis (cfr. PDV 39).

144- La misión que el catequista está llamado a desempeñar requiere de él,


aparte de la instrucción teológica-doctrinal, antropológica y metodológica, una
intensa formación y vida sacramental y espiritual, la familiaridad con la oración,
una profunda admiración por la grandeza del mensaje cristiano y por su
capacidad por transformar la vida. Pero requiere al mismo tiempo un afectivo
deseo de caridad, de humildad y de prudencia que permita al Espíritu Santo
cumplir en los catequizandos su obra fecunda (cfr. DGC 238-245).

145- Los pastores, obispos y presbíteros, han de asumir la formación teológica,


científica, metodológica y espiritual de los catequistas como tarea de máxima
importancia (cfr. DGC 223 y 225).

146- En la tarea de formar y acompañar a los catequistas, como en otras


muchas, se destaca y valora el trabajo eficaz y desinteresado, hecho en los
últimos treinta años por las comisiones parroquiales de catequesis, los centros
de formación de catequistas en difere.ntes niveles, las comisiones diocesanas
de catequesis y la comisión nacional de catequesis (CONACA). Reconocemos
y agradecemos el importante aporte de tantos hombres y mujeres de fe que
han dado su tiempo y sus mejores energías sirviendo a la catequesis en favor
de la Iglesia de República Dominicana.
37

147- El 11 Congreso nacional de catequesis, celebrado el 26-28 de octubre de


1989, marcó pautas de impulso a la catequesis y a los catequistas, mostró la
vitalidad de la catequesis, y uno de sus frutos más inmediatos ha sido la
creación de la oficina nacional de catequesis.

148- La comisión nacional de catequesis (CONACA) y las comIs1ones


diocesanas asuman los compromisos nacionales y diocesanos del 11 Congreso
Nacional de Catequesis, para hacer una evaluación de los mismos y actualizar
los que aún no se han cumplido.

149- De manera especial, la Oficina Nacional de Catequesis, dentro de los


compromisos asumidos en dicho II Congreso de Catequesis, dé pasos para la
creación y operatividad de un centro nacional suplidor de subsidios y materiales
catequéticos. Es un servicio imprescindible, ansiado y esperado por los
catequistas.

150- Hay que potenciar en las diócesis la celebración del Día del catequista 1
11 1•

151- Es conveniente, también, que las parroquias tengan su Día de la11

catequesis11•

152- Se deben propiciar encuentros periódicos de catequistas a nivel nacional


coordinados a través de la comisión nacional de catequesis (CONACA).

153- Igualmente, la comisión nacional de catequesis debe formar parte,


mediante un representante, de la comisión nacional de pastoral vocacional. Lo
mismo han de hacer las comisiones diocesanas y parroquiales en sus
respectivos niveles.

18. BENDICIÓN Y MISIÓN DE LOS CATEQUISTAS

154- Con el fin de destacar y celebrar el invaluable servicio de los catequistas


en los diferentes niveles de la comunidad eclesial, es conveniente bendecir en
las parroquias a las personas destinadas a impartir la catequesis, de acuerdo
con el rito del bendicional de la Iglesia católica (cfr. Bendicional 365-381).
38

155- Al establecer esta práctica pastoral de manera sistemática, se pretende


que los catequistas, al comenzar su misión, reciban un envío y una palabra de
estímulo, reconocimiento y bendición de parte de Dios mediante la Iglesia,, Una
celebración litúrgica, particularmente la que está unida a la Eucaristí'a, es
siempre confortante y comprometedora.

156- En el rito de bendición de los catequistas, la homilía del obispo, del


sacerdote delegado o del párroco, debe ser una ocasión propicia para valorar
el ministerio de la catequesis en la Iglesia y para llamar a otros cristianos a un
compromiso semejante.

157- En esta celebración, es muy conveniente utilizar símbolos apropiados


(imposición de crucifijo, entrega de la Biblia, compromiso solemne ante la
comunidad, etc.) que subrayen la importancia del servicio del catequista y su
vinculación con la comunidad cristiana.

158- Deben ser bendecidos, mediante este rito, todos los que imparten la
catequesis, laicos o miembros de vida consagrada, y son reconocidos como
tales por la comunidad: comunidades eclesiales de nivel básico y otras
::isociaciones y grupos de las parroquias, de los centros educativos, etc.

19. MARÍA Y LA CATEQUESIS

159- Nuestra mirada ha de volverse, necesariamente, hacia Aquella que


ºinvocamos como Estrella de la Primera y Nueva Evangelización" (DSD 15) y
llamamos, con toda verdad, educadora de la fe en América Latina, "un
catecismo viviente" y "madre y modelo de los catequistas" {CT 73), María, la
madre de Jesús y su primera y más perfecta discípula (cfr. CT 73).

160- El pueblo dominicano se ha caracterizado por una ardiente devoción a la


Altagracia y a las Mercedes, cuyos santuarios han sido auténticos lugares de
evangelización y de transmisión de la fe. La religiosidad popular, que gira en
torno a ellos, ha sido también vehículo para transmitir contenidos de fe. Ambas
imágenes son catecismos para que los dominicanos puedan aprender, igual­
mente, las primeras lecciones de su fe.
39

161- Las pinturas, dentro de la gran tradición cristiana, tienen no solamente un


valor cultural sino didáctico: son útiles para letrados y analfabetos, para que
"mirándolas puedan leer al menos en ellas lo que no son capaces de leer en los
libros" (cfr. "Carta de San Gregorio Magno (590-604), al Obispo Serenó de
Marsella" citada por el Papa Juan Pablo II en la Carta Apostólica "Duodecímum
Saeculum", al cumplirse el XII Centenario del II Concilio de Nicea, 8). "Lo que
el relato histórico enseña por el oído, eso mismo muestra la pintura con una
representación sin palabra" (San Basilio (330-379), citado por el Papa Adriano
1 (772-795) en su "Carta a los Emperadores Bizantinos Constantino e Irene"
(879)).

162- Desde hace quinientos años, María acompaña la evangelización y la


catequesis en República Dominicana. En la devoción y en las imágenes de la
Altagracia y las Mercedes este acompañamiento alcanza unos acentos
evangelizadores y catequísticos muy propios e inigualables.

163- En esta hora de urgencias pastorales en que se clama por una catequesis
nueva en su "ardor, métodos y expresiones", se encomiendan a la intercesión
de la Virgen madre, la catequesis y los catequistas dominicanos.

164- Queremos repetir una y otra vez con la simplicidad de los hijos creyentes
esta jaculatoria: María, catecismo viviente, madre y modelo de catequistas,
ruega por nosotros. Exhortamos a que esta oración se promueva con fervor,
en cada reunión o actividad de catequistas.

20. CONCLUSIÓN

165- Apoyados en la orientación precisa del Sucesor de Pedro y junto con él,
los Obispos de la República Dominicana asumimos el compromiso de dar a la
catequesis, dentro de los proyectos pastorales de la Iglesia, el lugar
absolutamente prioritario y primordial que le corresponde "por encima de otras
iniciativas cuyos resultados podrían ser más espectaculares" (CT 15).

166- Toda la Iglesia de la República Dominicana ha de sentirse llamada a


"consagrar a la catequesis sus mejores recursos en hombres y en energías, sin
ahorrar esfuerzos, fatigas y medios materiales, para organizarla mejor y formar
40

personal capacitado" (CT 15). En actitud de fe y fidelidad a Dios, estamos


seguros de que la Iglesia encontrará en la catequesis una consolidación de su
vida interna como comunidad de creyentes y de su actividad externa misionera
(cfr. CT 15).
41

(2)

LOS SACRAMENTOS
42

LOS SACRAMENTOS

INTRODUCCIÓN GENERAL

167- Los siete Sacramentos (Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia,


Unción de íos enfermos, Orden y Matrimonio) son signos eficaces de la gracia
instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia, por los cuales nos es dispensada
la vida divina. Ellos " ...están ordenados a la santificación de los hombres, a la
edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva , a dar culto a Dios; pero, en
cuanto signos, tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que a la
vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas;
por esto se llaman sacramentos de la fe" (SC 59).

168- La vida divina, pues, o vida en el Espíritu, que fuera del sacramento se
recibe y vive normalmente como algo connatural, se convierte en el
Sacramento y por el Sacramento en un momento especial, en orden a
intensificar la fe personal y comunitaria y a intensificar té,lmbién la acción
salvífica del Espíritu Santo.

Los siete sacramentos responden a siete momentos especiales en los que la


persona se define, se expresa o se compromete más radicalmente.

169- El Señor -Cristo resucitado y glorioso- realiza su obra salvífica por medio
del Espíritu Santo invisiblemente, y por medio de los Sacramentos de modo
visible y simbólico, pero lo que hace la Iglesia visiblemente y el Espíritu Santo
invisiblemente es una misma cosa.
43

170 - Toda la acción litúrgica y sacramental es acción de Cristo (cfr, CATIC


1084-1090) por el Espíritu (cfr. CATIC 1091-1109), siendo sin embargo, el
Padre la fuente y el fin de toda ella, lugar donde le bendecimos y él nos
bendice (cfr. CATIC 1077-1083). Así cada celebración de los sacramentos es
obra de la Santísima Trinidad.

171- Al instituir Cristo los sacramentos por mandato del Padre, son llamados
con toda verdad "los Sacramentos de Cristo"(cfr. CATIC 1114-1116); al existir
por la Iglesia y para la Iglesia son, con toda razón, "los Sacramentos de la
lglesia"(cfr. CATIC 1117-1121); son ellos, igualmente, "los Sacramentos de la
fe" (cfr. CATIC 1122-1126), "los Sacramentos de la salvación" (cfr. CATIC
1127-1129) y "los Sacramentos de la vida eterna" (cfr. CATIC 1130). Son ellos,
principalmente, el anuncio y la celebración actualizada, "memorial"; del misterio
pascual de Cristo en su Iglesia, Cuerpo y prolongación suya en el tiempo y en
la eternidad, a fin de que los fieles vivan de él y den testimonio del mismo en
el mundo (cfr. CATIC 1068).

172- Sin una referencia clara y explícita al "misterio de Cristo y su misterio


pascual", al "misterio de la Iglesia" y al "memorial del misterio presente en cada
sacramento", no se entiende "el misterio de la vida cristiana" ni se descubre su
profundidad.

173- Los siete sacramentos corresponden, en la pedagogía de Dios, a todas


las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan
nacimiento, crecimiento y sustento (sacramentos de iniciación), curación
(sacramentos de curación) y misión a la vida de fe de los cristianos
(sacramentos al servicio de la comunidad). Hay aquí cierta semejanza y
analogía entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual
(cfr. CATIC 1210-1211; también, Pablo VI, Constitución apostólica, "Divinae
Consortium Naturae", sobre el Sacramento de la confirmación).

174- Así, toda la vida del cristiano se fundamenta en los sacramentos de la


iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía ( cfr. CATIC 1212).

Por ellps, los hombres "libres del poder de las tinieblas, muertos, sepultados y
resucitados con Cristo, reciben el Espíritu de los hijos de adopción y celebran .
con todo el Pueblo de Dios el memorial de la muerte y resurrección del Señor''
(AG 14; cfr. OBP, Praenotanda generalia 1). Estos tres sacramentos se
ordenan entre sí para llevar a su completo desarrollo a los fieles cristianos, que
"ejercen la misión de todo el pueblo cristiano en la iglesia y en el mundo" (LG
28; cfr. también, OBP, Praenotanda generalia 3 y CATIC 1229-1233).
44

. El Bautismo es el pórtico de la vida en el Espíritu y la puerta que abre


el acceso a los otros sacramentos, nos hace nuevas criaturas en Cristo;
significa y realiza el nacimiento del agua y del Espíritu; nos hace hijos de
la luz y luz del mundo (cfr. CATIC 1213 -1216; también OBP,
Praenotanda generalia 2).
.
. La Confirmación es la plenitud de la gracia bautismal. Radicaliza la
filiación divina, nos une más firmemente a Cristo, intensifica en nosotros
la acción del Espíritu Santo y nos capacita para extender y defender la
fe y el Reino de Cristo con la palabra y la vida (cfr. CATIC 1285;
también OBP, Praenotanda generalia 2).

. La Eucaristía, "fuente y cima de toda la vida cristiana", culmina la


iniciación. La Eucaristía nos identifica con Cristo, nos sostiene y
fortalece a lo largo de nuestra peregrinación, nos hace anhelar la vida
eterna y nos une ya a la Iglesia triunfante, compendio y resumen de
nuestra fe (cfr. CATIC 1322-1327; también OBP, Praenotanda
generalia 2).

175- El sacramento de la Penitencia o Reconciliación con �I de la Unción de los


enfermos forma el grupo de los sacramentos de curación (cfr. CATIC 1420 -1421).

. El de la Penitencia o Reconciliación, llamado también "sacramento de


la conversión", de "la confesión" y del "perdón", concede el perdón de los
pecados cometidos después del Bautismo (cfr. CATIC 1423-1424 y
1486). "Está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el
penitente, y por la absolución del Sacerdote. Los actos del penitente
son: el arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al
Sacerdote y el propósito de realizar la reparación y las obras de
penitencia" (CATIC 1491 ). Los efectos espirituales de este sacramento
son: la reconciliación con Dios, por la que el penitente recupera la
gracia; la reconciliación con la Iglesia; la remisión de la pena eterna
contraída por los pecados mortales y de las penas temporales, al
menos, en parte, consecuencia del pecado; el consuelo espiritual; y el
aumento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano (cfr.
CATIC 1496).

. El sacramento de la Unción de tos enfermos tiene por fin conferir influjo


divino especial para que el cristiano, que experimenta las dificultades
inherentes al estado de enfermedad o de vejez, pueda enfrentarlas con
fortaleza y esperanza (cfr. CATIC 1527). Sus efectos son: adhesión del
45

enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia;


consuelo, paz y fortaleza en los sufrimientos de la enfermedad o de la
vejez; el perdón de sus pecados si el enfermo no ha podido conseguirlo
por el Sacramento de la penitencia; el restablecimiento de la salud
corporal, si le conviene a su salud espiritual; y la preparación para el
paso a la vida eterna (cfr. CATIC 1532).

176- Existen otros dos Sacramentos: el de Orden y el de Matrimonio, que han


sido llamados "de servicio a la comunidad". Contribuyen a la santificación
personal. Esta la consiguen a través del servicio a los demás. Los que ya
habían sido consagrados por el Bautismo y la Confirmación para el sacerdocio
común reciben ahora consagraciones particulares. Los que reciben el
Sacramento del Orden para ser pastores de la Iglesia y los que reciben el del
Matrimonio para cumplir con los deberes y dignidad del estado abrazado (cfr.
CATIC 1533-1535) .

. El Sacramento del Orden es llamado con toda razón, el "Sacramento


del ministerio apostólico", porque da continuidad en la Iglesia a la misión
confiada por Cristo a sus apóstoles (cfr. CATIC 1536). Desde los inicios
de la Iglesia el ministerio ordenado o apostólico fue conferido y ejercido
en tres grados: obispos, presbíteros y diáconos. Son insustituíbles en la
estructura orgánica de la Iglesia y sin ellos no se puede hablar de Iglesia
(cfr. CATIC 1593).

(a) Los obispos reciben la plenitud del Sacramento del Orden y se


tornan sacramento, signo eficaz de Cristo cabeza del Cuerpo
Místico. Participan de la responsabilidad apostólica y misión de
toda la Iglesia bajo el Romano Pontífice, Sucesor de Pedro (cfr.
CATIC 1594).

(b) Los presbíteros dependen de los obispos en el ejercicio de sus


funciones pastorales. Forman en torno al obispo el presbiterio
que asume con él la responsabilidad de la Iglesia particular (cfr.
CATIC 1595).

(c) Los diáconos son ministros ordenados para las tareas de servicio
de la Iglesia (cfr. CATIC 1596).

Entre bautizados, el Matrimonio ha sido elevado por Cristo a la


dignidad de Sacramento. En cuanto sacramento es signo de la unión de
46

Cristo con la Iglesia. La gracia del sacramento perfecciona el amor de


los esposos, resalta su unidad indisoluble y los santifica en el camino de
la vida eterna. La unidad, la indisolubilidad y la apertura a la fecundidad
son esenciales al matrimonio para que haya sacramento (cfr. CATIC
1659-1666).

177- Los sacramentos "confieren ciertamente la gracia, pero �ta,:nbién su


celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir con fruto la misma
gracia, rendir culto a Dios y practicar la caridad" ( SC 59).
47

SACRAMENTO DEL BAUTISMO

1. INTRODUCCIÓN

2. BAUTISMO DE NIÑOS (menores de 7 años o infantes)

2.1. IMPORTANCIA DEL BAUTISMO DE LOS NIÑOS


2.2. PETICIÓN DEL BAUTISMO DE LOS NIÑOS
2.3. LOS PADRES DEL NIÑO
2.4. LOS PADRINOS DEL NIÑO
2.5. LA PREPARACIÓN
2.6. LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO
2.7. LA PRUEBA Y ANOTACIÓN DEL BAUTISMO

3. BAUTISMO DE ADULTOS

3.1. IMPORTANCIA DEL BAUTISMO DE ADULTOS Y DEL


CATECUMENADO
3.2. EL BAUTISMO DE ADULTOS Y LA PARROQUIA
3.3. LOS PADRINOS DEL ADULTO
3.4. LA PRUEBA Y LA ANOTACIÓN DEL BAUTISMO
48

SACRAMENTO DEL BAUTISMO

1. INTRODUCCIÓN

178- "El Bautismo, puerta de los sacramentos, cuya recepción de hecho o al


menos de deseo es necesaria para la salvación, por el cual los hombres son
liberados de los pecados, reengendrados como hijos de Dios e incorporados
a la Iglesia, quedando configurados con Cristo por el carácter indeleble, se
confiere válidamente sólo mediante la ablución con agua verdadera
acompañada de la debida forma verbal" (CIC c. 849).

179- La dignidad del Bautismo y toda su riqueza teológica debe ser ponderada
y proclamada continuamente en la vida del cristiano y de la Iglesia. En efecto,
al ser entrada a la Vida y al Reino, primer sacramento de la nueva ley
propuesta por Cristo, sello indeleble que vincula a todos los marcados por él,
baño de regeneración por el agua en la palabra de vida, participación de la
naturaleza divina, consagración a la Santísima Trinidad e inicio de la comunión
con Ella, el bautismo merece el sumo respeto de todos los cristianos y hace
que no esté permitida su repetición en ningún caso, incluso cuando se ha
celebrado válidamente por hermanos separados (cfr. OBP, Praenotanda
generalia 3,4 y 5; cfr. también CATIC 1217-1228, 1262-1274).

180- El Bautismo encuentra toda su fuerza en la Pascua del Señor Jesús, en


su muerte y resurrección. En efecto, los bautizados, que "han unido su
existencia con la de Cristo en una muerte como la suya y han sido sepultados
en El en la muerte" (Rom. 6, 4-5), "son también justamente con Él vivificados
y resucitados" (Ef. 2,6). Así, el Sacramento del bautismo actualiza el Misterio
Pascual y hacepasar a los hombres de la muerte del pecado a la vida. "Por
tanto, en su celebración debe brillar la alegría de la resurrección,
49

principalmente cuando tiene lugar en la Vigilia Pascual o en domingo" (OBP,


Praenotanda generalia 6; cfr. también CATIC 1225 y 1227).

181- Dadas la dignidad del Bautismo y su importancia para toda la vida


cristiana, la preparación para el mismo y la formación cristiana qué debe
seguirle son también de suma importancia. Es una tarea que incumbe muy
seriamente a todo el Pueblo de Dios, es decir, a la Iglesia, qu� transmite,
comunica y alimenta la fe recibida de los Apóstoles (cfr. OBP, Praenotanda
generalia 7).

182- El sentido, la gracia y las riquezas, que este sacramento contiene y realiza
en cada nuevo bautizado, aparecen claramente en los ritos de su celebración,
en los gestos y palabras de la misma. Hay toda una mistagogia en la liturgia del
bautismo (cfr. CATIC 1234-1245).

2. BAUTISMO DE NIÑOS (menores dé 7 años o infantes)

183- "Con el nombre de "niños" o "infantes" se entiende aquellos que todavía


no han llegado al uso de la razón y, por ello, no pueden profesar una fe propia"
(OBP, Praenotanda 1).

2.1. IMPORTANCIA DEL BAUTISMO DE LOS NIÑOS

184- Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el
pecado original, también los niños necesitan el Bautismo (cfr. CATIC 1250).
"Desde los tiempos más antiguos, el Bautismo es dado a los niños, porque es
una gracia y un d<;m de Dios que no supone méritos humanos" ·(CATIC 1282).
La Iglesia, pues, siempre entendió que los niños no deben ser privados del
bautismo; y, ya que el bautismo es el sacramento de la fe (cfr. CATIC 1253 y
1254), ella los bautiza en la fe de la misma Iglesia, "la cual es proclamada por
los padres, los padrinos y las otras personas que se han reunido. Ellos
representan a la Iglesia local y a la sociedad entera de los santos y de los
fieles, es decir, a la madre Iglesia, que toda entera da a luz a todos y cada uno"
(OBP, Praenotanda 2).
50

185- Para completar esta verdad sobre el bautismo de los niños, es necesario
que ellos sean educados después en la misma fe en la que fueron bautizados,
de lo cual es fundamento el mismo sacramento que recibieron (cfr. OBP,
Praenotanda 3; también 5,e).

186- Se ha de inculcar a los fieles, con una catequesis continuada, la


necesidad de bautizar a los niños, manifestando el deseo de hac�rlo cuanto
antes, ya que la recepción del Bautismo es la voluntad de Cristo como único
medio de salvación, al menos de deseo, y de ahí que ésta sea la práctica
tradicional de la Iglesia (cfr. CIC c. 867,1; también CATIC 1257-1261).

187- Los padres tienen la obligación de hacer que los hijos sean bautizados en
las primeras semanas, cuanto antes después del nacimiento, e incluso antes
de él acudir al párroco para pedir el sacramento para sus hijos y prepararse
debidamente. Si el niño se encuentra en peligro de muerte, puede bautizarse
sin demora y aún en contra de la voluntad de los padres (cfr. CIC c. 867 y
868,2).

188- Los padres cristianos han de reconocer que este deber y obligación es
parte de su misión de cuidar y alimentar la vida que Dios les ha confiado (cfr.
CATIC 1251).

2.2. PETICIÓN DEL BAUTISMO DE LOS NIÑOS

189- Se debe pedir el Sacramento con la anticipación necesaria para poder


preparar a los padres. La petición debe hacerse al menos 15 días antes de la
celebración, de ser posible.

190- Los padres de constatada vida cristiana, al menos uno de ellos, conocidos
por el párroco y la comunidad, tienen el derecho y el deber de· que sus hijos
sean bautizados, cuanto antes, y es oportuno que participen de sesiones de
profundización y actualización con ocasión de la celebración del Bautismo de
sus hijos.

191- Corresponde a los padres del niño -o a quienes legítimamente hacen sus
veces- pedir, de modo personal, el Bautismo de sus hijos.
51

192- En caso de niños abandonados, obsérvese lo presentado por el canon


870, según el cual, el niño abandonado "debe ser bautizado, a no ser que
conste su bautismo después de una investigación diligente".

193- "En la medida de lo posible se deben bautizar los fetos abortivos, si viven"
(CIC c. 871).

194- Corresponde al párroco acoger la petición del Bautismo, pero se


recqmienda que haya otras personas capacitadas para desempeñar este
servicio en las comunidades.

2.3. LOS PADRES DEL NIÑO

195- Como parte de la tarea de promoción humana de la Iglesia, es deber de


los párrocos y demás agentes de pastoral estimular a los padres de familia
para que declaren ante el oficial del Estado civil a sus hijos cuanto antes.

196- En cuanto al status jurídico de los padres: aunque lo ideal es que los
padres que piden el Bautismo vivan en plenitud su fe, dada la situación de la
familia dominicana, no se puede negar el Bautismo a los hijos de quienes no
estén casados por la Iglesia. Se recomienda al párroco aconseje al padre del
niño la conveniencia de que reconozca a su hijo.

197- La presencia del padre y de la madre es obligatoria, a no ser por


imposibilidad física o moral, tanto en la preparación como en la celebración del
Bautismo. En caso de niños abandonados, adoptados o casos similares,
deben estar presentes sus tutores.

198- Los padres del niño pedirán el Bautismo en la parroquia donde tienen su
residencia. No debe bautizarse un niño de otra parroquia sin la autorización del
párroco propio, a no ser que una causa justa aconseje lo contrario (CIC c.
857,2).

199- Se recomienda a los párrocos facilitar y permitir el Bautismo en otra


parroquia por justa causa, tales como:

a) donde fue bautizado el padre o la madre;


b) una devoción especial a un misterio de Dios, a la bienaventurada
52

Virgen María o a un santo, titular de otra Iglesia;


c) emigrantes que qujeren bautizar a sus hijos en su patria.

200- Se recomienda a los párrocos facilitar y permitir el Bautismo de lo$ hijos


de residentes fuera del país.

201- Los padres del niño, que va a ser bautizado, han de ser conveoientemente
instruidos o catequizados sobre el significado del sacramento, la celebración
del mismo y las obligaciones que lleva consigo (cfr. OBP, Praenotanda Sa).

202- La preparación inmediata se ha de impartir mediante una sesión de


catequesis. Los párrocos pueden aumentar el número de estas sesiones hasta
tres, pero teniéndolas, a ser posible, en días distintos de la misma semana o
del mes. Toda parroquia ofrecerá este servicio al menos una vez por mes.

203- Al final de la sesión o sesiones preparatorias se entregará a los padres un


carnet donde conste que han hecho el cursillo preparatorio y les sea válido
para bautizar en otras ocasiones, evitándoles el tener que repetir
indefinidamente el mismo cursillo o catequesis.

2.4. LOS PADRINOS DEL NIÑO

204- En el bautismo de un niño, en la medida de lo posible, debe haber, al


menos, un padrino o una madrina: "representa a la familia, como extensión
espiritual de la misma, y a la Iglesia Madre y, cuando sea necesario, ayuda a
los padres para que el niño llegue a profesar la fe y a expresarla en su vida"
(OBP; Praenotanda generalia, 8). Se puede, también, admitir un padrino y una
madrina para cada niño, los cuales son indicados con la palB:bra "padrinos",
durante el desarrollo de la celebración del bautismo (cfr. OBP, Praenotanda 6;
también CIC c. 873).

205- Por una tradición muy antigua en la República Dominicana, los padrinos
han contraído una alianza con los padres del niño llamada "compadrazgo". Por
tanto se recomienda a los párrocos aceptar como padrinos a las personas que
los padres presenten.
53

206- En cuanto a la preparación de los padrinos del Bautismo, obsérvese


respecto a ellos cuanto se dice acerca de los padres en los numerales 201, 202
y 203.

207- Recuérdese que en el Bautismo de niños los padres tienen prioridad sobre
los padrinos tanto en la celebración como en la responsabilidad de educarlos
cristianamente después del bautismo (cfr. OBP, Praenotanda 5).

208- De ahí que a los padrinos de un niño no debe exigírseles todo cuanto se
exige a los padres, sino lo establecido por el Código de Derecho canónico para
ellos: presentar juntamente con los padres "al niño que va a recibir el bautismo
y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo y
cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo" (CIC c. 872).

209- Teniendo en cuenta que la Iglesia exige garantías de la fe cristiana,


procuren los párrocos, con sus colaboradores, orientar a los padres antes de
escoger a los padrinos para que se aseguren de que éstos puedan colaborar
efectivamente en la transmisión de la fe de los bautizados (cfr. OBP,
Praenotanda generalia 1O y CIC c. 874).

2.5. LA PREPARACIÓN

21O- En la preparación para recibir el Bautismo, hay que tener en cuenta la


edad del candidato, siguiendo el ritual para la iniciación cristiana de niños en
edad catequística, y su preparación inmediata. Si el bautizando tiene menos
de 7 años, la preparación se centrará en los padres y padrinos; si pasa de los
7 años, la formación se centrará en el candidato.

211-Téngase en cuenta que para el Bautismo existen dos rituales distintos: el


Ritual para Bautismo de niños y el Ritual de la iniciación cristiana de adultos,
el cual incluye un capítulo propio para la iniciación cristiana de los niños en
edad catequística (de 7 a 14 años).

212- Los padres y también los padrinos se harán garantes de que el niño
participará desde la edad de 5 a 6 años de la catequesis inicial para recibir la
primera Comunión.

213- Se recomienda la participación de religiosos y laicos preparados en la


pastoral bautismal:
54

a) en la preparación de los padres, padrinos y candidato;


b) en la misma celebración como lectores, cantores, acomodadores;
c) en las visitas a las familias antes del Bautismo;
d) en el seguimiento de los bautizados.

214- Se recomienda encarecidamente la capacitación de catequistas para los


sacramentos de la iniciación cristiana.

2.6. LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO

215- Sobre la celebración del sacramento del bautismo obsérvense fielmente


los requisitos pedidos en la Introducción General a la iniciación cristiana (cfr.
OBP, Praenotanda generalia, 18-29) y las normas del Código de Derecho
Canónico sobre la misma materia (cfr. CIC ce. 850-860).

216- El ministro ordinario del bautismo es el obispo, el presbítero y el diácono,


los cuales actúan en nombre de Cristo y por la fuerza del Espíritu Santo. En
ausencia del ministro ordinario, cualquier fiel cristiano laico, e incluso cualquier
hombre movido por la intención debida, puede, y algun:is veces debe,
administrar el bautismo en peligro inminente de muerte y, sobre todo, "in
articulo mortis" (cfr. CIC c. 861; también OBP, Praenotanda generalia 11 y
CA TIC 1256).

217- Dado que el medio de salvación, que el Señor nos reveló, es el Bautismo,
el párroco debe procurar bautizar a los niños que estén en peligro de muerte,
personalmente si puede llegar donde esté el niño, o por otras personas
instruidas. "Todos los laicos, como miembros que son de un pueblo sacerdotal,
especialmente los padres y, por razón de su oficio, los catequistas, las
comadronas, los asistentes sociales, las enfermeras, los médicos y los
cirujanos, deben tener interés por conocer bien, cada cual según su capacidad,
el modo correcto de bautizar en caso de urgencia. Corresponde a los
presbíteros, diáconos y catequistas el instruirles" (OBP, Praenofanda generalia,
17).

218- Sobre el ministro del bautismo téngase en cuenta cuanto se dice en la


Introducción General a la iniciación cristiana y la Ordenación del Bautismo de
los niños (cfr. OBP, Praenotanda generalia 11-17 y OBP, Praenotanda 7),
como también la normativa del Código de Derecho Canónico al respecto (CIC
ce. 861-865).
55

219- Sobre el tiempo más apto para celebrar el bautismo de los niños, según
las diversas circunstancias, y el lugar más apropiado y digno, obsérvese cuanto
,estipula la Ordenación del Bautismo de niños al respecto (cfr. OBP,
Praenotanda 8-14).

220- En orden. a poner de relieve el sentido comunitario del Bautismo,


absténgase el ministro de celebrarlo en forma privada, salvo en caso de
necesidad. Es conveniente que en la celebración del Bautismo haya una
notable participación familiar y comunitaria. Recuérdese que la preparación
para el bautismo y la instrucción cristiana relacionada con el mismo es tarea
primordial de todo el Pueblo de Dios, es decir, de la Iglesia (cfr. OBP,
Praenotanda generalia 7); y que tiene una participación importante en la
celebración del mismo: "Porque el niño tiene derecho al amor y al auxilio de la
comunidad, antes y después de la celebración de este sacramento" (OBP,
Praenotanda 4).

221- Se recomienda que la celebración del Bautismo de niños no se haga junto


con la de jóvenes y adultos.

222- Para la celebración se debe seguir el Ritual del Bautismo, tanto en lo que
se refiere a la administración del sacramento como a las vestiduras litúrgicas
que el ministro debe usar. En caso de necesidad urgente, se requerirán
solamente aquellos elementos que sean necesarios para la validez del
sacramento.

223- La traducción del Ritual de los Sacramentos aprobada para nosotros es


la de la Conferencia Episcopal española, la cual ha de utilizarse en la
celebración de todos los Sacramentos.

224- "Haga uso el ministro, gustosa y oportunamente, de las opciones que le


ofrece el rito, según las circunstancias, necesidades particulares y deseos de
los fieles" (OBP, Praenotanda generalia 34; también, OBP, Praenotanda 27-
31).

225- Asimismo, téngase en cuenta mantener el decoro y la dignidad de los


objetos que se usan en la celebración, sobre todo con el recipiente que suple
a la piltl bautismal. Procúrese no usar utensilios que en la cultura dominicana
tienen múltiples usos.

226· Cada parroquia debe elaborar un calendario de días y horas fijos en que
se celebrarán los Bautismos, de modo que los fieles sepan que este servicio
se ofrece por lo menos una vez al mes.
56

227- La celebración del Bautismo se tendrá, preferentemente, el domingo y


durante una celebración eucarística programada para este sacramento.

228- La celebración debe tener lugar en una Iglesia Parroquial, quedando


descartados los domicilios, clubes, clínicas (excepto en caso de enfermedad).
En las comunidades suburbanas y rurales pueden celebrarse en aquellos
lugares dedicados al culto público. Los hijos de los militares pueden ser
bautizados dentro del recinto castrense.

229- "Los bautizados en una comunidad eclesial no católica no deben ser


bautizados bajo condición, a no ser que haya un motivo serio para dudar de la
validez de su bautismo, atendiendo tanto a la materia y a la fórmula empleadas
en la administración como a la intención del bautizado, si era adulto, y del
ministro" (CIC c. 869, 2).

230- El responsable de la celebración dispondrá lo pertinente para que la


intervención de los fotógrafos y camarógrafos no perturbe el desarrollo de la
ceremonia ni distraiga a los participantes.

231- "A tenor del canon 854, el bautismo se administrará normalmente por
infusión. En algunos casos especiales se podrá administrar por inmersión con
la debida aprobación del Obispo Diocesano" (NC 13,2).

2.7. LA PRUEBA Y ANOTACIÓN DEL BAUTISMO

232- Para la administración del sacramento del Bautismo, es necesario, en


condiciones normales, presentar el acta de nacimiento y hacer la inscripción en
el libró de Bautismo de acuerdo a los datos contenidos en ella.

233- Se recomienda que las peticiones de Bautismo queden registradas


debidamente por escrito en la comunidad -o en la parroquia para el debido
seguimiento pastoral. Este registro provisional es diferente del registro del
Bautismo ya celebrado.
57

234- Estos registros parroquiales difieren del registro civil que se exige en la
República Dominicana para bautizar un niño.

235- "A tenor del canon 877,3 en la inscripción de los hijos legalmente
adoptados se deberá consignar el nombre de quienes lo .adoptaron, previa la
presentación del Certificado oficial de adopción civil. En dicha inscripción
deberán, también, ser anotados los datos que figuren en el registro civil. En
nota marginal aparecerán siempre los nombres y apellidos del padre y de la
madre verdaderos. Se tendrá siempre muy presente el caso repetido entre
nosotros de declarar oficialmente, como hijo reconocido y hasta legítimo, un
niño que ni siquiera es hijo natural" (NC 14).

236- "Quien administra el bautismo procure que, si falta el p&drino, haya al


menos un testigo por el que pueda probarse su administración" (CIC c. 875).

237- "Si no se causa perjuicio a nadie, para probar el bautismo bas,ta la


declaración de un solo testigo inmune de toda sospecha, o el juramento del
mismo bautizado, si recibió el sacramento siendo ya adulto" (cfr. CIC c. 876).

238- En el acta de Bautismo debe anotarse la Confirmación y el Matrimonio o


lo que concierne a su estado canónico: diaconado, anulación matrimonial,
profesión perpetua y otros. Deben tomarse estos datos de documentos escritos
(cfr. CIC c. 535,2).

3. BAUTISMO DE ADULTOS

239- Las disposiciones sobre el Bautismo de adultos se aplican a todos


aquellos que han pasado de la infancia y tienen uso de razón (cfr. CIC c.
852, 1 ). "El menor, antes de cumplir siete años, se llama infante, y se le
considera sin uso de razón; cumplidos los siete años, se presume que tiene
uso de razón" (CIC c. 97 ,2).
58

3.1. IMPORTANCIA DEL BAUTISMO DE ADULTOS Y DEL


CATECUMENADO.

240- En los orígenes de la Iglesia, cuando el anuncio del Evangelio estaba aún
en sus primeros tiempos, el Bautismo de adultos es la práctica más común. El
Catecumenado ocupa entonces un lugar importante en la iniciación de la fe y
la vida cristiana, y el mismo debe disponer a recibir el don de Dios en el
Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía (Cfr. CATIC 1247; cfr. también OIGA,
Praenotanda 1-2 y CATIC 1229-1233).

241- El catecumenado de adultos, con sus cuatro etapas (precatecumenado


o tiempo de kerigma, el catecumenado propiamente dicho, el tiempo de
purificación e iluminación y el tiempo de la mistagogia) es modelo de la
iniciación cristiana, de la catequesis de adultos y ha de inspirar todas las
formas de catequesis (cfr. DGC 68 y 88-91; cfr. también OIGA, Praenotanda
4-40 y Ritual 68-72; 98-105; 133-139; 152-159; 208-212; 235-239).

242- Introduzcan las parroquias y las comunidades de nivel básico el


catecumenado que prepara al Bautismo, tanto de los niños en edad
catequística como de los adultos, con sus etapas y objetivos propios, según se
expone en el ritual de los sacramentos en sus dos modalidades (cfr. CIC c.
865, 1). De ahí la necesidad de que tanto los ministros ordenados como los
catequistas estudien cuidadosamente el Ritual de Iniciación Cristiana de
Adultos (RICA), tanto en sus observaciones previas (praenotandas)(cfr. OIGA,
Praenotanda 1-67), como en el desarrollo gradual del mismo (cfr. OIGA 68-
239), sus diferentes formas (cfr. OIGA 240-369) y textos diversos para la
celebración (cfr. OIGA 370-392).

3.2. EL BAUTISMO DE ADULTOS Y LA PARROQUIA

243- El catecumenado que prepara al Bautismo y demás Sacramentos de la


iniciación cristiana debe hacerse en la parroquia propia donde se celebrarán
los sacramentos. También puede recibirse en colegios, escuelas, liceos u otros
centros capacitados, pero la celebración está reservada a la parroquia. Si la
59

preparación no se recibe en la parroquia, donde se celebrará el Bautismo, el


candidato presentará el documento donde conste que ha recibido la debida
preparación.

244- Toda parroquia debe organizar cada año la preparación, por separado, de
adultos (que en esta materia los rituales indican que comienza cuando se ha
cumplido los 14 años) y de niños en edad catequística, de manera que la
segunda etapa del catecumenado coincida, en ambos casos, con la Cuaresma,
y la celebración se haga, si es posible, en la Vigilia pascual o en domingo (cfr.
CIC c. 856).

245- A tenor del canon 865, 1, "para que pueda bautizarse a un adulto, se
requiere que haya manifestado su deseo de recibir este sacramento, esté
suficientemente instruido sobre las verdades de la fe y las obligaciones
cristianas y haya sido probado en la vida cristiana mediante el catecumenado;
se le ha de exhortar además a que tenga dolor de sus pecados".

246- A no ser que haya una causa grave, el adulto que es bautizado debe ser
confirmado inmediatamente después del Bautismo por el mismo presbítero que
bautizó, siguiendo el ritual propio de la iniciación cristiana y debe participar de
la celebración eucarística recibiendo también la Comunión (cfr. CIC c. 866).

247- A los no casados por la Iglesia se les debe ofrecer al mismo tiempo la
preparación que les permita celebrar conjuntamente los sacramentos del
Bautismo, de la Confirmación, del Matrimonio y la recepción de la sagrada
Comunión.

248- "Ofrézcase al Obispo el bautismo de los adultos, por lo menos el de


aquellos que han cumplido catorce años, para que lo administre él mismo, si
lo considera conveniente" (CIC c. 863; cfr. también OICA, Praenotanda 44).

249- El párroco y los presbíteros, "además del ministerio que de costumbre les
corresponde en la celebración del bautismo, la confirmación y la eucaristía,
deben preocuparse por la atención pastoral y personal de los .catecúmenos"
(OICA, Praenotanda 45).

250- "Donde haya diáconos, es conveniente obtener su cooperación"(OICA,


Praenotanda 47).

251- Recuérdese el importante papel que tiene el catequista de catecúmenos


en la preparación y en el progreso de los catecúmenos y en el desarrollo de la
comunidad. Él debe estar presente y tomar parte activa en las celebraciones.
60

De ahí, también, el cuidado que se ha de tener en la adecuada formación de


catequistas de adultos (cfr. O\CA, Praenotanda 47).

252- El párroco no debe dificultar la administración del sacramento del


Bautismo. Es deber suyo organizar la pastoral del Bautismo de tal manera que
se evite haya alguna persona sin bautizar, por negligencia suya o de otros.

253- Debe descubrir en cada comunidad las personas con cualidades humanas
y espirituales para llevar a cabo la pastoral bautismal.

254- Los sacerdotes y otros agentes de pastoral, que reciban la petición del
bautizo, deben presentar una actitud de ac,ogida y no dificultarlo, sino ofrecer
su ayuda para la preparación y celebración del Bautismo.

3.3. LOS PADRINOS DEL ADULTO

255- Para que alguien sea admitido como padrino de adultos (cfr CIC c. 874, 1;
también, OIGA, Praenotanda 43) es necesario que:

12 haya sido elegido por quien va a bautizarse y tenga capacidad para


esta misión e intención de desempeñarla, a saber, asistir en su
iniciación cristiana al que se va a bautizar y procurar que después lleve
una vida congruente con el Bautismo y cumpla fielmente las
obligaciones inherentes al mismo;

22 haya cumplido dieciséis años, quedando abierta la posibilidad de que


cada obispo diocesano establezca otra edad o que, por justa causa, el
párroco o el ministro considere admrsible una excepción;

32 sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el sacramento de la


Eucaristía, esté casado por la Iglesia, si es de lugar, y lleve al mismo
tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir;

42 no esté afectado por una pena canónica legítimamente impuesta o


declarada;

52 no sea el padre o la madre de quien se va a bautizar.


61

256- "El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica sólo
puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad
de testigo del bautismo" (CIC c. 874,2).

257-Tanto para el Bautismo de niños como de adultos téngase un solo padrino


o una sola madrina, o uno y una. Se aconseja se tenga el mismo padrino para
todos los sacramentos de la iniciación cristiana, de ser posible.

3.4. LA PRUEBA V LA ANOTACIÓN DEL BAUTISMO

258- Es necesario que quede por escrito la constancia y la prueba de la


administración del bautismo, anotándolo debidamente en el libro de bautismos
de la parroquia. ObséNese al respecto cuanto se dice en el bautismo de niños
sobre esta materia en el apartado 2.7.
62

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

2. LA PETICIÓN DE LA CONFIR'MACIÓN

3. PADRES Y PADRINOS

4. PREPARACIÓN AL SACRAMENTO

5. DEL CONFIRMANDO

6. LA CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN

6.1. EL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN


6.2. LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA

7. CONFIRMACIÓN ANTES DEL MATRIMONIO

8. AGENTES DE PASTORAL

9. DEL REGISTRO DE LA CONFIRMACIÓN

10. CATEQUESIS PREPARATORIA Y CONTINUADA


63

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

259- "El sacramento de la confirmación, que imprime carácter y por el que los
bautizados, avanzando por el camino de la iniciación cristiana, quedan
enriquecidos con el don del Espíritu Santo y vinculados más perfectamente a
la Iglesia, los fortalece y obliga con mayor fuerza a que, de palabra y obra, sean
testigos de Cristo y propaguen y defiendan la fe" (CIC c. 879).

260- Ha de tenerse presente que, con el Bautismo y la Eucaristía, la


Confirmación constituye el conjunto de los "Sacramentos de la iniciación
cristiana", cuya unidad debe ser salvaguardada en la práctica pastoral (cfr.
CATIC 1285, Pablo VI, Constitución Apostólica DCN y OCf, Praenotanda 1-2).

261- Al presentar el sacramento de la Confirmación se ha de recurrir a la rica


y abundante enseñanza doctrinal del Papa Pablo VI en su Constitución
Apostólica "Divinae Consortium Naturae", sobre el sacramento de la
Confirmación (cfr. también CATIC 1286-1296 y 1302-1305).
64

2. LA PETICIÓN DE LA CONFIRMACIÓN

262- Como señal de espontaneidad y de madurez en la fe, es de desear que


sean los mismos fieles confirmandos quienes hagan la petición del sacramento
al párroco, con el eventual apoyo de los padres o tutores.

3. PADRES Y PADRINOS

263- Corresponde a todo el Pueblo de Dios (pastores, padres, padrinos,


catequistas y otros miembros de la comunidad parroquial) preparar a los
bautizados para recibir el sacramento de la Confirmación, como también
participar en la celebración del mismo y' dar testimonio de su fe con los frutos
que ha producido en ellos el Espíritu Santo (cfr. OCf, Praenotanda 3 y 4).

264- "A los padres cristianos corresponde ordinariamente mostrarse solícitos


por la iniciación de los niños a la vida sacramental, bien formando en ellos el
espíritu de fe y aumentándoselo gradualmente, bien preparándoles a una
fructuosa recepción de los sacramentos de la Confirmación y de la Eucaristía,
siendo ayudados oportunamente, por las instituciones que se dedican a la
formación catequética. Esta función de los padres se manifiesta también por
medio de su activa participación en la celebración de los sacramentos" (OCf,
Praenotanda 3).

265- En la medida de lo posible, tenga el confirmando un padrino o una


madrina a quien corresponde llevarlo a recibir el sacramento, presentarlo al
ministro de la Confirmación para la unción sagrada y procurar que se comporte
como verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las promesas del
bautismo, según el Espíritu Santo que ha recibido y las obligaciones inherentes
a este sacramento (cfr. OCf, Praenotanda 5; CIC c.892).

266- Los padrinos deberán reunir las mismas condiciones enunciadas para el
Bautismo de adultos, de acuerdo al número 255 de las normas dadas para el
sacramento del Bautismo, a tenor del canon 893, 1 (cfr. también OCf,
Praenotanda 6).
65

267- "Es conveniente que se escoja como padrino a quien asumió esa misión
en el Bautismo" (CIC c. 893,2). "Así, se manifiesta más claramente la unión
entre el Bautismo y la Confirmación y se hace más eficaz el ministerio y la
misión del padrino. Sin embargo, de ningún modo se excluye la facultad de
elegir un padrino propio de la Confirmación" (OCf, Praenotanda 5; cfr. támbién
CATIC 1311).

268- En cuanto sea posible, los padres y los padrinos, sobre todo cuando los
confirmandos son adolescentes, participarán, no solamente con su presencia
en el rito sagrado, sino también en alguno de los encuentros previos bajo la
orientación del párroco o su agente delegado. A unos y otros debe
explicárseles el compromiso moral que asumen.

4. PREPARACIÓN AL SACRAMENTO

269- Se han de preparar convenientemente los bautizados para recibir la gracia


del sacramento de la Confirmación.

270- "La preparación para la Confirmación debe tener como meta conducir al
cristiano a una unión más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el
Espíritu Santo, su acción, sus dones y sus llamadas, a fin de poder asumir
mejor las responsabilidades apostólicas de la vida cristiana. Por ello, la
catequesis de la Confirmación se esforzará por suscitar el sentido de la
pertenencia a la Iglesia de Jesucristo, tanto a la Iglesia universal como a la
comunidad parroquial" (CATIC 1309).

271- En la predicación se ha de dar al sacramento de la Confirmación la


importancia que le corresponde como sacramento de iniciación, ilustrando a los
fieles sobre su significado, no solamente para que se procure que lo reciban los
jóvenes y los niños, como también los adultos que aún no lo hayan recibido
(cfr. CATIC 285).

272- Tratándose de adultos o niños en edad catequística que van a recibir los
sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía)
dichos sacramentos se administrarán siguiendo las etapas de preparación del
Catecumenado y del Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). Téngase
66

en cuenta que en dicho Ritual hay, también, unas recomendaciones acerca de


la "preparación para la Confirmación y la Eucaristía de los adultos bautizados
y que no han recibido catequesis" (cfr. OIGA 295-305).

273- En el caso de adultos bautizados en la infancia, que solicitan el


sacramento de la Confirmación y de la Eucaristía, se recomienda seguir la
preparación de acuerdo a las etapas del catecumenado como �stán en el ritual
para los sacramentos.

274- Si se trata de adultos ya casados y que solicitan la Confirmación, se les


ofrecerá la preparación específica al sacramento de la Confirmación.

275- Recuérdese que tratándose de adultos, los cuales se disponen para


recibir sacramentos que son de vivos, deben prepararse también para recibir
el sacramento de la Reconciliación (cfr. CATIC 1310).

276- Igual que los Apóstoles y la primera comunidad cristiana antes de


Pentecostés (cfr. Hch 1, 14), también antes del sacramento de la Confirmación
"hay que prepararse con una oración más intensa para recibir con docilidad y
disponibilidad la fuerza y las gracias de·I Espíritu Santo" (CATIC 131 O).

5. DEL CONFIRMANDO

277- "Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento


de la Confirmación (cfr. CIC c. 889, 1). Puesto que Bautismo, Confirmación y
Eucaristía forman una unidad, de ahí se sigue que "los fieles tienen la
obligación de recibir este sacramento en tiempo oportuno" (CIC c. 890), porque
sin la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente
válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta" (CATIC 1306).

278- En cuanto sea posible, para los niños bautizados, al momento de


continuar la preparación para completar la recepción de los sacramentos de la
iniciación alrededor de los 7 años o después, sígase el orden tradicional:
primero la Confirmación y luego la Eucaristía. Si por justa causa no se puede
seguir ese orden, adminístrese la Eucaristía, dejando para más tarde la
Confirmación.
67

279- "A tenor del canon 891, fuera de peligro de muerte o de otra grave causa
o a juicio del ministro, ordinariamente se administrará el sacramento de la
Confirmación después de cumplidos los siete años" (NC 15).

280- Los casados civilmente y los unidos en forma natural que estén
bautizados podrán recibir la Confirmación, como paso previo para recibir
inmediatamente el sacramento del Matrimonio.

6. LA CELEBRACIÓN DE LA CONFIRMACIÓN

281- Los párrocos, en coordinación con el obispo diocesano, ofrecerán a los


fieles, al menos una vez al año, la oportunidad de recibir el sacramento de la
Confirmación, previa una preparación adecuada (cfr. CIC c. 890).

282- La preparación y la celebración de la Confirmación debe hacerse en el


centro parroquial o en las diferentes comunidades eclesiales, pero también
puede efectuarse en los colegios u otros centros educativos o lugares
pastorales coordinados con la parroquia.

283- Procuren los párrocos invitar y animar a los centros educativos y a los
movimientos apostólicos, que están en el territorio de sus parroquias, para que
colaboren estrechamente en la preparación para los sacramentos de aquellas
personas que están en dichos centros o movimientos.

6.1. EL MINISTRO DE LA CONFIRMACIÓN

284- El ministro ordinario de la Confirmación es el obispo; pero, administra


también validamente este sacramento el presbítero a quien él delegue, o por
concesión peculiar de la autoridad competente (cfr. CIC c. 882 ;también OCf,
Praenotanda 7 y 8 y CATIC 1312-1314).

285- Gozan ipso iure de la facultad de confirmar, en conformidad al canon


883, los siguientes:
68

a) Dentro de los límites de su jurisdicción, quienes en el derecho se


equiparan al obispo diocesano (el prelado territorial, el abad territorial,
el vicario apostólico, el prefecto apostólico y el administrador apostólico
con carácter estable).

b) Respecto a la persona de que se trata, el presbítero que, por razón de


su oficio o por mandato del obispo diocesano, bautiza a quien ha
sobrepasado la infancia, o admite a uno ya bautizado en ia comunión
plena de la Iglesia católica.

c) Para los que se encuentran en peligro de muerte, el párroco, e incluso


cualquier presbítero.

286- El obispo diocesano en señal de la centralidad de la iglesia catedral,


iglesia madre de la diócesis, trate de celebrar el sacramento de la
Confirmación en determinados tiempos del año litúrgico o en otras
circunstancias que se consideren oportunas.

6.2. LA CELEBRACIÓN LITÚRGICA

287- El rito esencial del sacramento de la Confirmación es "la unción del crisma
en la frente, que se hace con la imposición de la mano y por las palabras: N.,11

recibe por esta señal el don del Espíritu Santo" (OCf, Praenotanda 9; cfr.
también CATIC 1300). Pero han de observarse, para la integridad del rito y una
más plena comprensión del sacramento, todos los demás elementos exigidos
por ell Ritual para la Confirmación (cfr. OCf, Praenotanda 9 y CATIC 1297-
1301).

288- "Los catecúmenos adultos y los niños que en edad catequística son
bautizados deben ser admitidos también en la misma celebración del Bautismo,
como siempre ha sido costumbre, a la Confirmación y a la Eucaristía. Si esto
no puede hacerse, recibirán la Confirmación en otra celebración comunitaria.
Del mismo modo, en una celebración comunitaria recibirán la Confirmación y
la Eucaristía los adultos que, bautizados en la infancia, después han sido
preparados oportunamente" (OCf, Praenotanda 11).

289- Conviene que la Confirmación se administre dentro de la celebración


eucarística y que se haga notar la íntima relación que existe entre los
sacramentos de la iniciación cristiana (cfr. OCf, Praenotanda 13).
69

290- Los responsables de la celebración preparán todas las cosas necesarias


para una celebración digna (cf OCf, Praenotanda 19).

291- Igualmente, dispondrán lo pertinente para que la intervención de los


fotógrafos o camarógrafos no perturbe el desarrollo de la ceremonia ni distraiga
a los participantes.

7. CONFIRMACIÓN ANTES DEL MATRIMONIO

292- En conformidad con el canon 1065, 1: los católicos aún no confirmados


11

deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al


matrimonio, si ello es posible sin dificultad grave". (Cfr. también OCf,
Praenotanda 12).

8. AGENTES DE PASTORAL

293- Los padres y los pastores de almas, sobre todo los párrocos, con los otros
agentes de pastoral, y entre estos particularmente los catequistas, son los
responsables de animar y preparar a los fieles para recibir el sacramento de la
Confirmación (cfr. OCf, Praenotanda 3).

294- Cuídese que los laicos con alguna responsabilidad pastoral hayan recibido
la Confirmación.
70

9. DEL REGISTRO DE LA CONFIRMACIÓN

295- "Deben inscribirse los nombres de los confirmados en el libro de


confirmaciones de la Curia diocesana, dejando constancia del ministro, de los
padres y padrinos, y del lugar y día de la administración del sacramentQ ... (CIC
11

c. 895).

296- Debe pedirse el acta de bautismo del que va a ser confirmado. Y "si no se
causa perjuicio a nadie, para probar el bautismo basta la declaración de un solo
testigo inmune de toda sospecha, o el juramento del mismo bautizado, si
recibió el sacramento siendo ya adulto" (CIC c. 876).

297- Cuando sea necesario téngase en cuenta el número 236 del sacramento
del Bautismo.

298- Los directores de los centros educativos, donde se celebren


confirmaciones, enviarán los datos de los confirmados al párroco en cuyo
territorio está el colegio, quien a su vez los hará llegar a la curia diocesana y a
las respectivas parroquias donde fueron bautizados los confirmados.

10. CATEQUESIS PREPARATORIA V CONTINUADA

299- Para la catequesis preparatoria a la Confirmación ha de seguirse el


directorio que ofrecerá la Conferencia Episcopal, la cual, a su vez, lo revisará,
cuando lo considere oportuno (cfr. OCf, Praenotanda 12).

300- Aprovéchese la celebración del sacramento de la Confirmación para


animar y comprometer a los confirmados a seguir su formación religiosa y se
vinculen más estrechamente a la Iglesia y su labor apostólica, integrándose, de
acuerdo a su edad, a una pequeña comunidad o .grupo o a un movimiento
eclesial.
71

LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA

1. INTRODUCCIÓN

2. NORMAS PASTORALES GENERALES

3. NORMAS PARTICULARES SOBRE


LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

4. MANERA DE RECIBIR LA SAGRADA EUCARISTÍA

5. LUGAR DE LA CELEBRACIÓN

6. FIESTAS DE PRECEPTO Y DÍAS DE ABSTINENCIA

7. LA SAGRADA COMUNIÓN

7.1. PETICIÓN DE LA PRIMERA COMUNIÓN


7.2. PREPARACIÓN A LA PRIMERA COMUNIÓN
7.3. CELEBRACIÓN DE LA PRIMERA COMUNIÓN
7.4. ACOMPAÑAMIENTO POST-SACRAMENTAL
7.5. COMUNIÓN DE JÓVENES Y MAYORES DE EDAD

8. CULTO A LA EUCARISTÍA FUERA


DE LA CELEBRACION
72

LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA

1. INTRODUCCIÓN

301- "La Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido
elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más
profundamente con Cristo por la Confirmación participan por medio de la
Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor" (CATIC
1322).

302- "El sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe


al mismo Cristo Nuestro Señor, es la Santísima Eucaristía, por la que la Iglesia
vive y crece continuamente. El Sacrificio Eucarístico, memorial de la muerte
y resurrección del Señor, en el cual se perpetúa a lo largo de los siglos el
Sacrificio de la cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida
cristiana, por el que se significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y se lleva
a término la edificación del Cuerpo de Cristo. Así, pues, los demás
sacramentos y todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen
estrechamente a la santísima Eucaristía y a ella se ordenan" (CIC c. 897. Cfr.
también SC 47; OGMR 1; COMCUL, Praenotanda 1 y CATIC 1324-1327).

303- "La riqueza inagotable de este sacramento se expresa. mediante los


distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca algunos de
sus aspectos" (CATIC 1328). Así se le llama (cfr. CATIC 1329-1332):

a) Eucaristía, porque es acción de gracias a Dios.

b) Banquete del Señor, banquete pascual, porque se trata de la Cena


que Jesús celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la
anticipación del banquete eterno.
73
c) Fracción del pan, porque el rito de partir el pan, propio del banquete
judío, fue empleado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como
cabeza de familia, sobre todo en su última Cena.

d) Asamblea eucarística, porque la Eucaristía es celebrada en la


asamblea de los fieles creyentes, expresión visible de la Iglesia.

e) Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor.

f) Santo sacrificio, sacrificio de la nueva alianza, porque actualiza el


único sacrificio de Cristo e incluye la ofrenda de la Iglesia.

g) Santa y divina liturgia, porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra


en este sacramento su centro y su expresión más densa.

h) Celebración de los Santos misterios, porque es celebración que


resume todo el misterio cristiano.

i) Santísimo sacramento, porque es el Sacramento de los Sacramentos,


dicho, sobre todo, de las especies eucarísticas conservadas en el
sagrario.

j) Comunión, porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos
hace participantes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un sólo
cuerpo.

k) Las cosas santas, pan de los ángeles, pan del cielo, medicina de
inmortalidad.

1) Santa Misa, porque la liturgia eucarística se termina con el envío a los


fieles ("missio") a cumplir la voluntad de Dios en el mundo y a vivir en la
vida cotidiana cuanto se acaba de celebrar.

304- Esta riqueza de la Eucaristía se descubre y se profundiza aún más


cuando se le coloca en la perspectiva de la historia y economía de la Salvación
(cfr. CATIC 1333-1344) y en los diferentes momentos y partes de su
celebración litúrgica, que se han conservado desde los orígenes, a través de
los siglos, hasta nosotros (cfr. CATIC 1345-1381).

305- Si los cristianos celebran la Eucaristía desde sus orígenes, de manera tal
que no ha cambiado sustancialmente, manifestando unidad en la diversidad de
épocas y liturgias, se debe a que la Iglesia tiene conciencia de· ser fiel al
74

mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: "haced esto en memoria mía"
(1 Cor 11, 24-25; cfr. CATIC 1356).

306- "Cumplimos este mandato del Señor celebrando el memorial .de su


sacrificio. Al hacerlo, ofrecemos al Padre lo que él mismo nos ha dado: los
dones de su creación, el pan y el vino, convertidos por el poder del Espíritu
Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo: así
Cristo se hace real y misteriosamente presente" (CATIC 1357). De áhí que se
debe considerar la Eucaristía:
- como acción de gracias y alabanza al Padre (cfr. CATIC 1359-
1361).
- como memorial del sacrificio de Cristo y de su cuerpo (cfr. CATIC
1362-1372).
- como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu
(cfr. CATIC 1373-1381).

307- En la celebración eucarística tenemos los modos principales según los


cuales Cristo se hace presente en la Iglesia, iluminándose mutuamente: "en
primer lugar, está presente en la asamblea de los fieles congregados en su
nombre; está presente también en su palabra, cuando se lee y explica en la
Iglesia la Sagrada Escritura; presente también en la persona del ministro;
finalmente, sobre todo, está presente bajo las especies eucarísticas. En este
sacramento, en efecto, de modo enteramente singular, Cristo se halla presente
sustancial y permanentemente" (COMCUL, Praenotanda 6; cfr. también SC 7).

308- "Tributen los fieles la máxima veneración a la santísima Eucaristía,


tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo
este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con
suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este
sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación" (CIC c.898).

2. NORMAS PASTORALES GENERALES

309- Las parroquias y las comunidades han de organizar cada una su equipo
litúrgico que promueva la participación y prepare las celebraciones,
particularmente, las dominicales y las de días de fiesta.
75

31O- Fórmese y manténgase el coro, como parte integrante del equipo litúrgico,
de manera que anime dignamente las Eucaristías con cantos apropiados al
tiempo o momento litúrgico.

311- Preparen las parroquias y las comunidades grupos de lectores y monitores


que deben ser formados para este servicio.

312- Recuérdese que en nombre de una mayor participación no debe


sacrificarse la dignidad de la celebración; de ahí, que los escogidos para ser
miembros del equipo litúrgico deben ser idóneos y prepararse seria y
convenientemente.

313- Es conveniente renovar el servicio de monaguillo y de servidores del altar


de diferentes edades.

314- Es recomendable que a los laicos instituidos en los ministerios de lector


y de acólito se les confíen responsabilidades en la preparación o coordinación
de los diferentes servicios del equipo litúrgico, de acuerdo a sus respectivos
ministerios.

315- Es conveniente que en las comunidades se establezca el servicio de


acogida para recibir y acomodar a las personas que participan en la
celebración. Prestarán, igualmente, la debida atención a los niños pequeños
para que no alteren la celebración litúrgica.

316- Si la celebración litúrgica es radiada o televisada, debe someterse a las


exigencias técnicas y pastorales de los medios de comunicación.

317- Procúrese ser fiel al sentido auténtico de la Eucaristía y a las normas


litúrgicas, considerando que son posibles otros tipos de celebraciones en la
Iglesia. Estas deben ser fomentadas y en las mismas se puede desarrollar el
espíritu de creatividad.

318- Los ministros sagrados obseNen, cuidadosamente, las disposiciones de


la Instrucción general para el uso del Misal Romano y las Normas universales
sobre el año litúrgico y sobre el calendario. En cuanto a éste, úsese la edición
típica aprobada por la Conferencia del Episcopado Dominicano para el uso de
la República Dominicana.
76

319- La versión de las Sagradas Escrituras para uso litúrgico es la aprobada


por la Conferencia del Episcopado Dominicano, de modo que no se puede
utilizar en la liturgia el texto de ninguna Biblia, aunque ésta tenga aprobación
eclesiástica.

320- Hay abusos que no se pueden tolerar en la liturgia, como por ejemplo:
introducir lecturas no bíblicas, plegarias eucarísticas no autorizadas por la
Iglesia y textos no propios del Ordinario de la misa.

321- Se recuerda a los párrocos y sacerdotes la necesidad de una catequesis


previa y asidua sobre la Eucaristía.

322- También, recuérdese que la fracción del pan eucarístico no corresponde


al momento de la Consagración. Igualmente, que el sacerdote es el ministro
ordinario de la distribución de la Eucaristía en la misa; no debe por tanto
delegar en otro ministro, a no ser por razones de salud o ancianidad.

3. NORMAS PARTICULARES SOBRE LA


CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA

323- Es obligatorio el uso del texto unificado en lengua castellana para toda la
Repúbl:ica Dominicana.

324- En cuanto a los gestos y posturas durante la celebración de la Santa Misa,


se asume lo determinado en el número 21* de la Instrucción para el uso
del Misal Romano, sobre todo unificando la postura de rodillas en el momento
de la consagración.

325- Sobre el gesto de la paz se aprueba el abrazo que en su cultura


acostumbran a dar los dominicanos.

326- Se acepta en el rezo del Padre Nuestro que ocasionalmente se haga


tomándose de las manos como una manifestación de fraternidad.

327- Respétese el texto litúrgico de: Señor ten piedad, Gloria, Credo, Santo,
Padre Nuestro y Cordero de Dios.

*Actualización: En la IGMR de 2002 corresponde al número 43.


77

328- Dentro de la liturgia y la Eucaristía está permitido usar en todos los textos
el "ustedes" en lugar del "vosotros", excepto en las palabras de la
consagración donde se conservará el "vosotros". *

*Actualización: En el decreto 001/2019 de la CED que modifica el texto de las fórmulas sacramentales para la
consagración del pan y del vino, se establece el uso de "ustedes" en las palabras de la consagración, cambiando
además el "por todos los hombres" a "por muchos".

4. MANERA DE RECIBIR LA SAGRADA EUCARISTÍA

329- Obtenida la debida aprobación de la Santa Sede (octubre/1985) sobre la


manera de recibir la Comunión, ésta se podrá recibir en la boca o en la mano
según la voluntad del comulgante, en las diócesis donde sus Obispos así lo
autoricen.

330- Siendo ya legítimos ambos modos de recibir la Sagrada Comunión en las


diócesis que así lo determinen, en dichas diócesis ninguno de ellos debe
considerarse superior al otro y ningún fiel, bajo ningún concepto o razón, puede
ser obligado a recibir la comunión de uno de los dos modos concretos.

331- La adoración y respeto que merece la presencia real de Cristo en la


Eucaristía exige dignidad especial en la compostura exterior y en los gestos.

"De acuerdo a este principio, para la comunión en la mano se observarán las


siguientes normas:

a) Puesto el comulgante de pie ante el ministro de la Eucaristía alargará la


mano izquierda abierta y colocará debajo de ella la derecha haciendo de
ambas manos un trono para el Señor, como decía en el siglo IV San
Cirilo de Jerusalén en su catequesis sobre la Eucaristía.

El ministro de la Eucaristía depositará después en la palma de la mano


izquierda o trono la hostia consagrada; y el comulgante la tomará con la
mano derecha y comulgará allí mismo, antes de regresar a su puesto.
Siempre de cara al altar.

b) Al presentarle el ministro de la Eucaristía la forma consagrada y decirle


"el Cuerpo de Cristo", el comulgante dirá siempre en voz alta "Amén",
que debe ser profesión de fe y expresión pública de profundos
sentimientos espirituales. San Ambrosio decía: "Cuando respondes
78

"Amén", estás diciendo: "Así es verdaderamente". A tal proclamación


debe corresponder un profundo asentimiento.

c) Las manos deberán estar siempre especialmente limpias como signo de


respeto y reverencia.

d) Se tendrá también especial cuidado de que no caigan ·al suelo


fragmentos del pan consagrado" (Conferencia del Episcopado
Dominicano, Normas "sobre recibir la comunión en la mano", 4; de
octubre de 1985).

332- Jamás se tomará el pan consagrado directamente del copón o de la


patena, e igualmente la Sangre del Señor del cáliz. Se recibirá siempre del
ministro de la Eucaristía. La Iglesia es la depositaria del misterio eucarístico y
es ella quien nos ofrece y da el Cuerpo de Cristo, el pan de vida divina (cfr.
(Conferencia del Episcopado Dominicano, Normas "sobre recibir la comunión
en la mano", 5; de octubre de 1985).

333- La Sagrada Eucaristía se puede recibir en un mismo día solamente dos


veces y de forma ocasional, si la participación en una nueva misa lo requiere.
Quien ya ha recibido la santísima Eucaristía puede hacerlo de nuevo el mismo
día solamente dentro de otra celebración diferente (cfr. CIC c. 917).

5. LUGAR DE LA CELEBRACION

334- "La celebración y administración de la Eucaristía puede hacerse todos los


días y a cualquier hora, con las excepciones que se establecen en las normas
litúrgicas" (CIC c. 931).

335- Es importante precisar el lugar de la celebración: si es capilla o templo


parroquial debe conservarse siempre como lugar de oración, en silencio y
recogimiento; si es salón parroquial o salón múltiple comunitario, en los que se
celebre la Eucaristía, no se les llamará ni capilla ni templo.

336- A tenor del canon 1236, la mesa del altar, -que representa a Cristo- será
de piedra, madera u otro material con tal que éstos sean sólidos y dignos (cfr.
NC 21).
79

6. FIESTAS DE PRECEPTO Y DÍAS DE ABSTINENCIA

337- "A tenor del canon 1246, 2, son fiestas de precepto entre nosotros:
- Santa María Madre de Dios, 1 de Enero
- Epifanía del Señor, 6 de Enero
- Nuestra Señora de la Altagracia, 21 de Enero
- Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi), movible
- Nuestra Señora de las Mercedes, 24 de Septiembre
- Natividad del Señor, 25 de Diciembre.

Son fiestas y se celebran en su día, pero sin ser de precepto:


- San José, 19 de Marzo
- San Pedro y San Pablo, 29 de Junio
- Asunción de la Bienaventurada Virgen María, 15 de Agosto
- Todos los Santos, 1 de Noviembre
- Inmaculada Concepción, 8 de Diciembre

Se traslada al Domingo VII de Pascua:


- la fiesta de la Ascensión del Señor" {NC 22).

338- "A tenor del canon 1251 y 1253, solamente son días de abstinencia de
carne los Viernes de Cuaresma. El Miércoles de Ceniza y Viernes Santo son
días de ayuno y abstinencia. La abstinencia tradicional de carne, en la Iglesia
Universal todos los Viernes del año, podrá ser sustituida por abstinencia de
algún alimento de agrado; por una especial obra de caridad o piedad; o por
algún otro significativo sacrificio voluntario" (NC 23).

339- La ley de abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del
ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y
nueve años. Foméntese, sin embargo, en todos el espíritu de penitencia de
acuerdo al precepto divino (cfr. CIC c. 1252).
80

7. LA SAGRADA COMUNIÓN

340- "La misa es, a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que


se perpetúa el sacrificio de la Cruz y el banquete sagrado de la Comunión en
el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero la celebración del sacrificiQ eucarístico
está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por
medio de la Comunión. Comulgar es recibir a Cristo que se ofrece por
nosotros" (CATIC 1382).

341- El altar, que es símbolo de Cristo, y en torno al cual la Iglesia se reúne en


la celebración de la misa, es al mismo tiempo altar del sacrificio y mesa del
Señor. A esta mesa el Señor nos invita y nos urge recibirle en la Eucaristía: "En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no
bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn 6, 35). En su última cena
nos mandó hacer la eucaristía en memoria suya y nos mandó comulgar:
"Tomad y comed todos de él". Para responder a esta invitación y mandato y
para acceder a este banquete y momento tan grande y santo hay que
prepararse convenientemente (cfr. CATIC 1383-1397).

7.1. PETICIÓN DE LA PRIMERA COMUNIÓN

342- Los padres o tutores y de modo excepcional los padrinos o garantes del
niño deberán solicitar la inscripción para la primera comunión a los
responsables de la comunidad eclesial o educativa. Deberá registrarse tanto
la solicitud como la realización de la primera Comunión.

7.2. PREPARACIÓN A LA PRIMERA COMUNIÓN

343- Como la preparación inmediata al sacramento ha de ser cuidadosa sólo


se admitirán a él candidatos que hayan llegado a la edad de la discreción
(alrededor de los 7 años). Se les preparará durante un tiempo no inferior a tres
meses ni superior a los dos años.
81

344- Oportunamente el párroco organizará catequesis sobre la Eucaristía para


los padres del candidato al sacramento. Tratará, además, de mantener en
continua formación a los catequistas de los neo-comulgantes.

345- El candidato antes de su primera comunión debe hacer su confesión y


durante el tiempo de preparación asistir con frecuencia a la Santa Misa.

346- La preparación debe hacerse en la parroquia propia. Si se hace en algún


centro educativo, debe hacerse de común acuerdo con la parroquia.

7.3. CELEBRACIÓN DE LA PRIMERA COMUNIÓN

347- Ha de procurarse que la primera Comunión se haga dentro de una


celebración eucarística especial, en la que se utilicen anáforas para niños, y en
la cual éstos tengan una participación importante, como cantores, lectores, etc.

348- La celebración se hará en el templo parroquial, en capillas aprobadas o


en los lugares habituales de celebraciones de la comunidad.

349- El responsable de la celebración dispondrá lo pertinente para que la


intervención de los fotógrafos y camarógrafos no perturbe el desarrollo de la
ceremonia ni distraiga a los participantes.

350- Debe inculcarse a los candidatos y a sus padres la austeridad, la sencillez


y el decoro en el traje de la primera Comunión.

7.4. ACOMPAÑAMIENTO POST-SACRAMENTAL

351- Los párrocos, los catequistas y otros agentes de pastoral nombrados para
este servicio ofrecerán un acompañamiento pastoral a los niños después de su
primera Comunión, integrándolos a la comunidad dentro de un movimiento o
grupo.
82

7.5. COMUNIÓN DE JOVENES Y MAYORES DE EDAD

352- A los jóvenes y mayores de edad, ya bautizados, que solicitan comulgar


por primera vez debe exigírseles una preparación a_decuada no inferior a tres
meses ni superior a dos años y que se integren a una pequeña comunidad, a
un grupo o movimiento eclesial.

353- Téngase en cuenta, sin embargo, y establézcase la diferencia entre las


dos posibilidades siguientes:

a) Tratándose de un joven o mayor de edad, bautizado, que no ha recibido


el sacramento de la Confirmación, se le ha de preparar al mismo tiempo
para dicho Sacramento y para la Comunión, a no ser que, por justa
causa, deba posponerse la Confirmación.

b) Si se trata de un fiel que ya ha sido confirmado, se le dará la


preparación adecuada para la Comunión, ajustándose a lo dicho más
arriba, en el número anterior.

354- En las celebraciones de primera Comunión de jóvenes o mayores de


edad, han de aplicarse las normas y criterios dados para la primera Comunión
de niños de más de 7 años en los números 345, 346, 348 y 349.

8. CULTO A LA EUCARISTÍA FUERA DE LA CELEBRACIÓN

355- "El fin primero y primordial de la reserva de las sagradas. especies fuera
de la Misa es la administración del Viático; los fines secundarios son la
distribución de la Comunión y la adoración de nuestro Señor Jesucristo,
presente en el sacramento. Pues la reserva de las especies sagradas para los
enfermos ha introducido la laudable costumbre de adorar este manjar del cielo
conservado en las Iglesias. Este culto de adoración se basa en una razón muy
sólida y firme; sobre todo porque a la fe en la presencia del Señor le es
connatural su manifestación externa y pública" (COMCUL, Praenotanda 5; cfr.
también, ídem 2-4 y CATIC 1378-1381).
83

356- En cada diócesis, sobre todo en las parroquias, siguiendo la larga


tradición y práctica de la Iglesia, se ha de fomentar la veneración y el culto a la
sagrada Eucaristía, fuera de la Misa, observando cuanto está mandado sobre
la reserva del Santísimo (cfr. COMCUL, Praenotanda 5-11 y CIC ce. 934·940),
la sagrada Comunión fuera de la misa (cfr. COMCUL, Praenotanda 13-25) y·
las varias formas de culto a la Santísima Eucaristía (cfr. ídem 79-112; también
CIC ce. 941-944): la exposición (ídem 82-100), las procesiones eucarísticas
(ídem 101-108) y los Congresos eucarísticos (ídem 109-112).

357- Organícese en cada parroquia y pequeña comunidad, donde se reserve


el Santísimo, especiales cultos y procesiones el día de Corpus Christi.

358- La celebración de la Palabra debe hacerse de tal modo que de ninguna


manera se confunda con la celebración eucarística.

359- Esmérese el animador de asamblea y el ministro extraordinario de la


Comunión al trasladar el Santísimo en hacerlo con el debido respeto y
veneración.

360- "Deben guardarse en un copón o recipiente las Hostias consagradas, en


cantidad que corresponde a las necesidades de los fieles, y renovarse con
frecuencia, consumiendo debidamente las anteriores" (CIC c. 939).

361- El Sagrario, en el que se reserva la santísima Eucaristía, debe ser fijo y


seguro de tal manera que se evite al máximo el peligro de profanación (cfr. CIC
c. 938,3)

362- Quien cuida de la Iglesia, capilla u oratorio ha de proveer que se guarde


con la mayor diligencia la llave del sagrario (cfr. CIC c. 938,5)
84

SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
O RECONCILIACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

2. NORMAS GENERALES

3. NORMAS PRACTICAS QUE DEBEN SER


ESTRICTAMENTE CUMPLIDAS
85

SACRAMENTO DE LA PENITENCIA
O RECONCILIACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

363- "En el sacramento de la Penitencia, los fieles que confiesan sus pecados
a un ministro legítimo, arrepentidos de ellos y con propósito de enmienda,
obtienen de Dios el perdón de los pecados cometidos después del bautismo,
mediante la absolución dada por el mismo ministro, y, al mismo tiempo, se
reconcilian con la Iglesia, a la que hirieron al pecar" (CIC c. 959. Cfr. también
LG 11).

364- Para comprender la importancia y grandeza de este sacramento se hace


imprescindible situarlo en el misterio de la reconciliación dentro de la historia
de la salvación (cfr. OP, Praenotanda 1-2), en la necesidad de una continua
conversión (cfr. OP, Praenotanda 3 y CATIC 1425-1429) y penitencia (cfr. OP,
Praenotanda 4 y CATIC 1430-1439) de los bautizados, como también en la
valoración de los efectos que deja (cfr. CATIC 1468-1470) y en la utilidad para
restaurar las fuerzas ante las heridas y debilidad provocadas por el pecado (cfr.
OP, Praenotanda 7).

365- Llamado con toda razón "sacramento de curación", mediante el cual el


Señor Jesús sigue con la fuerza del Espíritu Santo su obra de sanación y
salvación en sus propios miembros (cfr. CATIC 1421), el sacramento de la
Reconciliación une maravillosamente la acción de Dios que ama, perdona y
reconcilia con El, después de la ruptura d!3I pecado (cfr. OP, Praenotanda 5 y
CATIC 1441-1442); el ministerio de la Iglesia, que perdona, da la absolución
y reconcilia con Dios y con ella, afectada por el mismo pecado de sus hijos, en
el nombre de su Señor y por el poder confiado a sus sacerdotes (cfr. OP,
86

Praenotanda 5 y 9; también CATIC 1442-1443 y 1461-1467); y los actos


mismos del penitente (contricción, confesión de los pecados y satisfacción) (cfr.
OP, Praenotanda 6 y 11; también CATIC 1450-1460).

2. NORMAS GENERALES

366- "La confesión individual e íntegra y la absolución constituyen el único


modo ordinario con el que un fiel consciente de que está en pecado grave se
reconcilia con Dios y con la· Iglesia; sólo la imposibilidad física o moral excusa
de esa confesión, en cuyo caso la reconciliación se puede tener también por
otros medios" (CIC c. 960. Cfr. también OP, Praenotanda 31 y CATIC 1440 y
1484).

367- Se debe introducir, sobre todo, en los momentos litúrgicos fuertes de


adviento, cuaresma y fiestas patronales, catequesis sobre la Reconciliación y
celebraciones penitenciales, ofreciendo la posibilidad de varios confesores a
los fieles (cfr. OP, Praenotanda 36-37 y 40b).

368- Procúrese que en las parroquias, además del horario fijo para
confesiones, haya, por lo menos una vez al mes, un día para que los
sacerdotes reciban a los fieles en dirección espiritual o dialogar sobre algún
tema que a ellos les interese.

369- No se debe confesar de ordinario durante la misa. En caso que se


considere oportuno, en virtud del canon 986, debe ofrecerse el sacramento de
la Reconciliación en lugar apropiado donde no se interfiera la celebración
eucarística.

370- Los fieles tien�n el sagrado derecho de ser oídos en confesión y los
presbíteros, junto con los obispos, siendo los únicos ministros del sacramento
de la Penitencia, deben mantener una permanente disponibilidad para esta
función sacerdotal y hacer asequible por todos los medios la frecuencia de los
fieles a este sacramento y buscar todos los caminos para hacer llegar "la
Gracia que nos ha sido dada" mediante la penitencia para la reconciliación de
Dios en Cristo, estableciendo horarios fijos para las confesiones (cfr. CIC c.
213, 965 y 986; también OP, Praenotanda 1O y 13).
87

371- En los seminarios mayores y menores y en las casas religiosas de


formación, se debe dar una permanente catequesis sobre la Reconciliación,
ofrecer confesores, al menos semanalmente, que faciliten la recepción de este
sacramento y tener cada mes celebraciones penitenciales en las qu_é se
ofrezcan la oportunidad del sacramento de la Reconciliación.

372- Los sacerdotes deben ser especialmente sensibles con los enfermos y
moribundos, a quienes el sacramento de la Reconciliación y Penitencia aporta
liberación, paz, serenidad, gozo y sanación interior, por lo que deben dedicar
un tiempo determinado a dicho ministerio. Según una larga tradición
dominicana, se recomienda establecer un día al mes para que los sacerdotes
vayan a confesar a los enfermos.

373- Recuerden los sacerdotes que mediante la reconciliación, que reciben y


ofrecen, son los primeros beneficiarios de la inmensa riqueza espiritual de este
sacramento.

374- Los métodos de terapia interior no sustituyen la confesión sacramental.


La Reconciliación, como sacramento, ofrece perdón y la gracia de Dios,
liberación y sanación interior a la persona.

375- En los santuarios nacionales o locales se ha de dar gran importancia al


sacramento de la Reconciliación y ofrecer facilidades al respecto, ya que junto
con la participación en la Eucaristía, es uno de los servicios pastorales que los
fieles esperan encontrar en un santuario.

376- Siendo la Penitencia una acción litúrgica, como todos los sacramentos,
recuerde el sacerdote que su ministerio ha de ejercerlo no rutinariamente sino
con sentido de celebración, teniendo en cuenta los diferentes ritos litúrgicos
establecidos y respetando lo mandado para cada uno de ellos, a saber: rito
para reconciliar a un solo penitente, rito para reconciliar a varios penitentes con
confesión y absolución individual y rito para reconciliar a muchos penitentes
con confesión y absolución general (cfr. OP, Praenotanda 15-35, 40 y CATIC
1480-1484).
88

3. NORMAS PRACTICAS QUE DEBEN SER


ESTRICTAMENTE CUMPLIDAS

377- Corresponde sólo al obispo diocesano, teniendo en cuenta los criterios


acordados con los demás miembros de la Conferencia Episcopal, determinar,
fuera del peligro de muerte, el caso o los casos en que un sacerdote podrá
impartir la absolución general sin previa confesión individual, en conformidad
al canon 961,2.

378- Para recibir válidamente la absolución sacramental dada a varios fieles a


la vez, se requiere no sólo que estén debidamente dispuestos, sino que se
propongan también hacer en su debido tiempo confesión individual de todos los
pecados graves que en las presentes circunstancias no han podido confesar
de ese modo (cfr. CIC c. 962,1).

En la medida de lo posible, también al ser recibida la absolución general,


instrúyase a los fieles sobre los requisitos expresados en el párrafo anterior, y
exhórtese antes de la absolución general, aun en peligro de muerte si hay
tiempo, a que cada uno haga un acto de contrición (cfr. CIC c. 962,2).

379- "Firmes los canones 960; 961, 1; 962; 963 y 964, los criterios para
determinar la necesidad grave, de la que se habla en el canon 961, 1, 2º , para
poder dar la absolución general sin previa confesión individual, son los
siguientes:

a) que la concurrencia sea tan numerosa que no pueda ser oída


privadamente en confesión por falta de sacerdotes;

b) que esta falta de sacerdotes sea real y de ninguna manera buscada o


consecuencia de una negligencia culpable, al poderse haber distribuído
las confesiones individuales en días próximos o en el mismo día en
lugares diferentes;

c) que el motivo sea verdaderamente que los penitentes sin culpa de ellos,
no se vean privados durante tiempo prolongado, de la Gracia
Sacramental o de la Comunión;

d) y que no se recurra fácilmente a este modo, que es extraordinario, y


mucho menos se haga costumbre de él" (NC 16).
89

380- "A tenor del canon 964,2, en todas las Iglesias, Capillas y Oratorios habrá
siempre, en lugar patente y público, confesionarios provistos de rejilla. En
casos de que algunos penitentes pidiesen ser escuchados más privada y
discretamente, podría habilitarse para ello un pequeño locutorio dedioádo
exclusivamente a confesiones. En el confesionario, el confesor deberá "usar
ordinariamente, para oír confesiones, estola sobre alba, sotana o traje con
cuello clerical. En conformidad con el canon 986, 1, deberá existir un t}orario fijo
semanal de confesiones al que los sacerdotes se atendrán con constancia y
responsabilidad" (NC 17).

381- Respecto a las catequesis sobre la Reconciliación y la Penitencia,


procúrese que sean muy bíblicas e insístase en lo siguiente:

a) en la reconciliación, en la necesidad de restablecer la alianza con Dios


en Cristo redentor y conciliador, y, a la luz de esta nueva comunión y
amistad, en la necesidad de reconciliarse con el hermano y con la
creación;

b) en la conversión, la necesidad de cambiar radicalmente de actitud y de


volver sinceramente a Dios;

c) en la conciencia, en esa especie de sentido moral que nos hace


discernir lo que está bien de lo que está mal, y que oscurecida o
deformada puede convertirse en fuerza destructora en vez de ser lugar
santo donde Dios se revela;

d) en el sentido del pecado personal, tanto grave como leve, con sus
consecuencias comunitarias y sociales;

e) en la tentación y en evitar los peligros y las ocasiones;

f) en los ayunos que deben practicarse en formas antiguas y nuevas,


como signo y medio de conversión y purificación;

g) en el compartir lo que se tiene con los que sufren la pobreza;

h) en las indulgencias establecidas por la Iglesia;

i) en las realidades en las cuales se debe realizar la reconciliación (familia,


comunidad, estructuras sociales y medio ambiente);
90

j) en la cuádruple reconciliación que repara las rupturas fundamentales:


reconciliación del hombre con Dios; consigo mismo; con los demás y
con todo lo creado;

k) en los llamados "Novísimos del hombre": muerte, juicio, infierno y gloria;

1) en el modo concreto de confesarse;

m) en la relación entre Reconciliación y Eucaristía, destacando su


necesidad en caso de pecado (cfr. Mensaje cuaresmal de la Conferencia del
Episcopado Dominicano sobre el sacramento de la Reconciliación o penitencia, 15.05.
1987).
91

SACRAMENTO DE LA UNCIÓN
V CUIDADO PASTORAL DE LOS ENFERMOS

1. INTRODUCCIÓN

2. NORMAS GENERALES

3. CELEBRACIÓN PARROQUIAL DE LA UNCIÓN A


LOS ENFERMOS Y ANCIANOS

4. ADMINISTRACIÓN DE OTROS SACRAMENTOS


A LOS ENFERMOS

5. OTROS SERVICIOS PASTORALES A LOS ENFERMOS


5.1. COMUNIÓN A LOS ENFERMOS

5.2. ATENCIÓN A LOS ACCIDENTADOS EN LAS CARRETERAS


92

SACRAMENTO DE LA UNCIÓN
V CUIDADO PASTORAL DE LOS ENFERMOS

1. INTRODUCCIÓN

382- Para valorar la importancia del sacramento de la Unción y del cuidado


pastoral de los enfermos en la Iglesia, es necesario tener en cuenta la realidad
de la enfermedad humana y su significación en el misterio y en la economía de
la salvación, las acciones de Dios por los enfermos y su amor hacia ellos (cfr.
QUI, Praenotanda 1- 4 y CATIC 1500-1513).

383- Con su dedicación y entrega particulares a aquellos que sufren la


enfermedad, la Iglesia sigue las huellas de su Señor y obedece su mandato:
"Los Evangelios muestran claramente el cuidado corporal y espiritual con que
el Señor atendió a los enfermos y el esmero que puso al ordenar a sus
discípulos que procedieran de igual manera. Sobre todo, reveló el sacramento
de la Unción, que instituido por El y proclamado en la Carta de Santiago, fue
celebrado siempre por la Iglesia en favor de sus miembros, a los que unge y
por los que ora" (QUI, Praenotanda, 5).

384- "En efecto, el hombre, al enfermar gravemente necesita de·una especial


gracia de Dios, para que, dominado por la angustia, no desfallezca su ánimo,
y sometido a la prueba, no se debilite su fe. Por eso Cristo robustece a sus
fieles enfermos con el sacramento de la Unción, fortaleciéndolos con una
firmísima protección" (QUI Praenotanda, 5).

385- "La unción de los enfermos, con la que la Iglesia encomienda los fieles
gravemente enfermos al Señor doliente y glorificado, para que los alivie y salve,
93

se administra ungiéndolos con óleo y diciendo las palabras prescritas en los


libros litúrgicos" (CIC c. 99; cfr. también Pablo VI, Constitución apostólica
"Sacram Unctionem lnfirmorum", sobre el sacramento de la Unción de los
enfermos, del 7.12.1972).

386 - "Este sacramento otorga al enfermo la gracia del Espíritu Santo, con lo
cual el hombre entero es ayudado en su salud, confortado por la confianza en
Dios y robustecido contra las tentaciones del enemigo y la angustia de la
muerte, de tal modo que pueda no sólo soportar sus males con fortaleza, sino
también luchar con ellos, e incluso conseguir la salud si conviene para su
salvación espiritual; así mismo se le concede, si es necesario, el perdón de los
pecados y la plenitud de la Penitencia cristiana" (QUI Praenotanda, 6; cfr.
también CATIC 1520-1523).

387- "En la Santa Unción, que va unida a la oración de la fe (cfr. St. 5, 15), se
expresa ante todo la fe que hay que suscitar en el que administra como, de
manera especial, en el que recibe el sacramento" (QUI, Praenotanda, 7).

2. NORMAS GENERALES

388- Es necesario intensificar y revalorizar la práctica de este sacramento. La


Unción de los enfermos no es un rito para despedir a la persona, sino una
ayuda para su alma y para sobrellevar con mayor mérito y fruto sobrenatural
su enfermedad y también, si conviene, para recuperar la salud.

389- Dado que, según la Carta de Santiago, la Unción debe darse a los
enfermos para aliviarlos y salvarlos, esta Santa Unción, por lo tanto, puede y
debe ser conferida con todo cuidado y diligencia (cfr. QUI Praenotanda 8-15;
CIC ce. 1004-1007; CATIC 1514-1515):

a) a los fieles que, por enfermedad o edad avanzada, se vean en grave


peligro de su vida;

b) en el caso de que el enfermo, tras haberla recibido, llegara a


convalecer;
94

c) en el curso de la misma enfermedad, si la situación llegara a ser


crítica;

d) a un enfermo que va a ser operado, con tal de que una enfermedad


grave sea la causa de la intervención quirúrgica;

e) a los ancianos, cuyas fuerzas se debilitan seriamente, aun cuando no


padezcan una enfermedad grave;

f) a los niños, a condición de que comprendan el significado de este


sacramento;

g) a los enfermos que han perdido el uso de los sentidos y el


conocimiento, y a los que sufren una enfermedad síquica o emocional,
si se presume que, si tuvieran lucidez, la pedirían como creyentes que
son;

h) en la duda sobre si el enfermo ha alcanzado el uso de razón, si


verdaderamente sufre una enfermedad grave o si realmente ha fallecido.
En la certeza de lo contrario, el sacerdote rece por él y, según las
circunstancias, pida a Dios que le perdone sus pecados y lo admita
misericordiosamente en su reino.

390- Se hará ver a los fieles la importancia sobre todo espiritual que tiene la
oración del sacerdote, y el provecho para el enfermo, aún en su salud corporal
y psíquica, cuando recibe dignamente los sacramentos.

391- Se debe inculcar a los fieles la costumbre de llamar oportunamente al


sacerdote y no sólo cuando el enfermo esté inconsciente. En esta tarea pueden
prestar una valiosa ayuda los laicos (Cfr. QUI 13).

392- La presencia de los familiares será aprovechada para recordar la


necesidad de estar siempre en unión con Dios, y para advertir al enfermo que
la presencia de los suyos es un signo de la asistencia espiritual de toda la
Iglesia.

393- Es el sacerdote, y solamente él, el ministro de la Unción de los enfermos,


nunca el Diácono, ni mucho menos un laico. El óleo de la Unción de los
enfermos sólo debe ser accesible a los sacerdotes (Cfr. QUI Praenotanda 16-
19; CIC c. 1003, 1 y 2; CATIC 1516).
95

394- Los sacerdotes, en virtud del canon 1003,3, podrán llevar consigo el óleo
bendito, de manera que, en caso de necesidad, puedan administrar el
sacramento de la unción de los enfermos.

395- El presbítero, en caso de necesidad, pero dentro' de la celebración del


sacramento (cfr. CIC c. 999,22), puede bendecir el óleo, si no tiene a rnaí)O óleo
ya bendecido por el obispo. Dicho óleo puede ser no solamente de olivos, sino,
en caso contrario, óleo extraído de otras plantas (cfr. CIC c. 847,1).

396- Es conveniente que los fieles sean instruidos a través de una efectiva
catequesis que acompañe la pastoral de enfermos, sobre la diferencia entre el
sacramento de la Unción de los enfermos, el Viático y la Comunión de los
enfermos. En cuanto a la oración de sanación, se debe tener siempre fuera de
la celebración de la Eucaristía, como un ejercicio de piedad que debe ser
regulado por el obispo diocesano.

397- Aunque no sea fácil discernir entre fieles gravemente enfermos o en


peligro de muerte, debe tenerse presente la diferencia que hace la Iglesia entre
ambos y sobre los auxilios espirituales propios de cada caso: confesión,
comunión, unción o viático.

398- En la Misa crisma! el obispo entregará de modo solemne los santos óleos
bendecidos y el crisma recién consagrado a cada grupo parroquial. Los
delegados, que los reciben de manos del obispo, los entregarán, a su vez, al
párroco y a la comunidad en el momento de la ofrenda en la Misa de la Cena
del Señor u otro momento que el párroco encuentre oportuno.

399- Habilítese en cada parroquia un lugar digno, especie de sagrario, para


guardar los óleos (cfr. CIC c. 847,2).
96

3. CELEBRACIÓN PARROQUIAL DE LA UNCIÓN A LOS


ENFERMOS V ANCIANOS

400- Es de gran utilidad la administración de este sacramento en una


celebración común para varios enfermos y ancianos, por cuanto entraña un
ejemplo recíproco de aprecio al sacramento y de fe en Dios.

401- Se recomienda a los párrocos celebrar comunitariamente en la parroquia


el sacramento de la Unción por lo menos dos veces al año para tomar
conciencia del don del sacramento y acoger a los enfermos y ancianos de la
parroquia, aprovechando los momentos especiales, como son los tiempos
fuertes del año litúrgico, las fiestas patronales y la jornada mundial del enfermo
(11 de febrero).

402- Dicha celebración será debidamente anunciada y preparada, para


asegurar la recepción del sacramento en tiempo oportuno, y reducir el peligro
de que algunos enfermos o ancianos mueran sin recibirlo.

4. ADMINISTRACIÓN DE OTROS SACRAMENTOS


A LOS ENFERMOS

403- Los párrocos, a través de los agentes de pastoral, indagarán si hay


personas enfermas en su parroquia que aún no hayan recibido los sacramentos
del Bautismo, de la Confirmación, de la Penitencia, de la Eucaristía o del
Matrimonio.

404- Se procurará, tal vez en forma privada, si las razones pastorales lo


aconsejan, pero pronta y eficazmente, suplir esas deficiencias, una vez que
hayan tenido la debida preparación.

405- Para los que se encuentran en peligro de muerte, el párroco, e incluso


cualquier presbítero, goza de la facultad de confirmar (cfr. CIC c. 883,3).
97

406- En la Eucaristía para los enfermos se procurará el ambiente y la


participación fervorosa de los familiares y vecinos.

407- En peligro de muerte, todo sacerdote, aún el que esté privado del ejer6icio
del ministerio sacerdotal, puede absolver a cualquier penitente de toda censura
y pecado, aunque se encuentre presente un sacerdote aprobado (cfr. CIC c.
976).

5. OTROS SERVICIOS PASTORALES A LOS ENFERMOS.

408- Los párrocos exhorten a los fieles para que cuando ellos mismos o
algunos de sus familiares se encuentren enfermos, especialmente de
gravedad, den aviso a la parroquia.

409- Es deber del párroco recordar con frecuencia a los familiares y a quienes
tienen cuidado de los enfermos la necesidad y la manera de prestarles la
debida atención espiritual.

41 O- Los enfermos que han estado alejados de la práctica sacramental, en


estos momentos de dolor, necesitan más la compañía y asistencia del
sacerdote; por lo cual, todos los sacerdotes deben considerar, no sólo como un
deber sino también como un privilegio, el poder prestar su ayuda a esas
personas en tales circunstancias.

411- En las visitas a los enfermos, el sacerdote u otros agentes de pastoral los
animarán con el recuerdo de Jesucristo, que siendo Dios tomó sobre sí
nuestras debilidades y soportó el sufrimiento hasta la muerte en la cruz y nos
invitó a llevar con El nuestras propias cruces como medio de santificación.

412- El sacerdote debe dejar cualquier otro compromiso cuando se trate de


atender enfermos en caso de necesidad o que estén graves y no hayan
recibido aún la debida atención sacerdotal.

413- Todo sacerdote, en caso de accidente, tragedia, inundaciones, etc., debe


hacerse presente y prestar la atención debida que cada caso requiera.
98

414- "Los ministros católicos administran lícitamente los sacramentos de la


Penitencia, Eucaristía y Unción de los enfermos a los miembros de Iglesias
orientales que no están en comunión plena con la Iglesia católica, si los piden
espontáneamente y están bien dispuestos; y esta norma vale también respecto
a los miembros de otras Iglesias que, a juicio de la Sede Apostólica, se
encuentran en igual condición que las citadas Iglesias orientales, por lo que se
refiere a los sacramentos" (CIC c. 844,3).

"Si hay peligro de muerte o, a juicio del obispo diocesano o de la Conferencia


Episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden
administrar lícitamente esos mismos sacramentos también a los demás
cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando éstos
no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan
espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos
sacramentos y estén bien dispuestos" (CIC c. 844,4).

415- Los párrocos deben ser conscientes de sus obligaciones con los enfermos
hospitalizados que están en el territorio parroquial.

416- Debe crearse en cada parroquia un equipo de pastoral de enfermos,


incluyendo laicos voluntarios, enfermeras y médicos.

417- En caso de que en un territorio parroquial haya un hospital con capellán,


la responsabilidad y el deber de atender a los enfermos corresponde a ambos,
capellán y párroco.

418- Todo sacerdote debe prestar atención especial a los enfermos del sida u
otras enfermedades contagiosas, como signo de su caridad pastoral.

5.1. COMUNIÓN A LOS ENFERMOS

419- Los obispos, presbíteros y diáconos son los ministros ordinarios de la


Comunión. Este alimento espiritual de Comunión a los enfermos se ha
encomendado también a ministros extraordinarios: acólitos, laicos y religiosos
facultados temporalmente ad hoc. Debe dárselas una conveniente preparación.
99

420- El hecho de que un seglar lleve la Comunión a los enfermos no exime al


sacerdote de cumplir esta obligación, cuando lo pueda hacer personalmente,
y jamás suprime el deber que tiene el sacerdote de visitar a los enfermos para
confesarlos y administrarles el sacramento de la Unción de los enfermos.

421- Para todo lo que se refiere a la Sagrada comunión distribuida por laicos,
véase el tema de este mismo Concilio: "Fieles laicos y pastoral' y dentro de él,
los apartados "El Ministro extraordinario de la Sagrada comunión' y la
"Comunión fuera de la Misa".

422- El rito de la Comunión se ajustará a uno de los esquemas propuestos en


el ritual Unción de los enfermos y su cuidado pastoral. A modo de ejemplo
sugerimos el siguiente:
. saludo
. adoración eucarística
. acto penitencial
. oración
. lectura de la Palabra de Dios
. breve comentario
. Padre nuestro
. abrazo de paz
. presentación de la hostia
. comunión
. acción de gracias
. oración conclusiva
. cantos de despedida

423- A los que van a dejar esta vida, la Iglesia les ofrece además del
Sacramento de la Unción, la Eucaristía como viático. "Así, como los
sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía constituyen
una unidad llamada "los sacramentos de la iniciación cristiana", se puede decir
que la Penitencia, la Santa Unción y la Eucaristía, en cuanto viático,
constit�yen, cuando la vida cristiana toca a su fin, "los sacramentos que
preparan· para entrar en la patria" o "los sacramentos que cierran la
peregrinación" (CATIC 1525). Recupérese en nuestras parroquias y
comunidades la práctica del viático en este sentido amplio y profundo (cfr. QUI,
Praenotanda 26-31 y CATIC 1524- 1525).
100

5.2. ATENCIÓN A LOS ACCIDENTADOS EN LAS CARRETERAS

424- Ante un accidentado, inconsciente o muerto y desconocido, es necesario


considerar tres posibilidades:

a) que no esté bautizado o se dude que haya sido bautizado, en cuyo caso
se le administrará el bautismo bajo condición y se le dará la absolución
sacramental y la unción también bajo condición.

b) que esté bautizado por cualquier confesión cristiana que administre el


bautismo válidamente, en cuyo caso se le da la absolución sacramental
y unción, ambas bajo condición.

c) que se trate de alguien que, de alguna manera, puede suponerse que


tiene alguna relación con la Iglesia. En este caso puede administrársele
los sacramentos bajo condición.

425- Los sacerdotes católicos deben llevar algún distintivo que les identifique
como tales para poder dar la asistencia espiritual al accidentado.
101

SACRAMENTO DEL ORDEN

1. VIDA Y MINISTERIO DE LOS PRESBÍTEROS

1.1. INTRODUCCIÓN

1.2. IDENTIDAD DEL PRESBÍTERO

1.3. VIDA DEL PRESBÍTERO

1.3.1. Fundamentación doctrinal


1.3.2. Algunos criterios
1.3.3. Normas concretas

1.4. MINISTERIO DEL PRESBÍTERO

1.4.1. Fundamentación doctrinal


1.4.2. Algunos criterios
1.4.3. Normas concretas

1.5. ESPIRITUALIDAD DEL PRESBÍTERO

1.5.1. Fundamentación doctrinal


1.5.2. Algunos criterios
1.5.3. Normas Concretas

1.6. FORMACIÓN PERMANENTE DEL PRESBÍTERO

1.6.1. Fundamentación doctrinal


1.6.2. Algunos criterios
1.6.3. Normas Concretas
102

2. DIÁCONOS PERMANENTES
2.1. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINAL

2.2. MINISTERIO DE LOS DIÁCONOS

2.2.1. Ministerio de la Palabra


2.2.2. Ministerios litúrgicos
2.2.3. Servicio pastoral
2.2.4. Servicio de promoción humana

2.3. CANDIDATOS AL DIACONADO PERMANENTE

2.4. FORMACIÓN DE LOS DIÁCONOS PERMANENTES


103

SACRAMENTO DEL ORDEN

1. VIDA V MINISTERIO DE LOS PRESBÍTEROS

1.1. INTRODUCCIÓN

426- La misión confiada por Cristo a sus apóstoles es ejercida en la Iglesia hasta
el fin de los tiempos en virtud del sacramento del Orden (cfr. CATIC 1536).

El Sacramento del Orden es el Sacramento del ministerio apostólico; que se


ejerce en tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado.

427- El Concilio Plenario Dominicano, por lo que se refiere a los obispos, asume
el magisterio conciliar, sobre todo el decreto Christus Dominus sobre el ministerio
pastoral de los obispos. Respecto a los presbíteros y diáconos permanentes
asume también los documentos del magisterio conciliar y pontificio. Pero nuestro
Concilio Plenario Dominicano centra la atención en la vida y ministerio de los
presbíteros y diáconos permanentes.

428- El Concilio Vaticano II renovó toda la vida eclesial. En varios de sus


documentos, pero principalmente con su decreto Presbyterorum Ordinis,
enriqueció la vida y el ministerio de los presbíteros.

429- A partir de la década de los 70, la Iglesia en la República Dominicana ha ido


desarrollando un gran dinamismo en la pastoral vocacional.

430- El número de presbíteros ha aumentado considerablemente en los últimos


años gracias al interés de los obispos, al camino recorrido por el presbiterio
dominicano y a la creación de nuevas diócesis.
104

431 -Aunque el presbítero, miembro de un Instituto de vida consagrada o de una


Sociedad de vida apostólica, está sometido a regla y superior propios y se nutre
de una espiritualidad especifica, sin embargo, cuanto se dice aquí acerca de la
identidad, vida, ministerio, espiritualidad y formación permanente del pre.sbítero,
se le aplica a él de la misma manera y con la misma fuerza que al presbítero
incardinado en una diócesis, excepto aquellas directrices o normas concretas
expresamente dirigidas a este último.

432- También ha contribuido al incremento de las vocaciones el testimonio y


magisterio de los Papas Pablo VI y Juan Pablo 11.

El Santo Padre ha fortalecido la vida y el ministerio de los presbíteros con sus


cartas cada año en ocasión del jueves santo, las homilías en sus viajes
apostólicos, sus catequesis, su magistral Exhortación Apostólica Pastores Dabo
Vobis y, últimamente, la Congregación para el Clero con el Directorio para el
Ministerio y la Vida de los Presbíteros. Todo esto sirve de base para impulsar más
organizadamente la vida y el ministerio de los presbíteros en la República
Dominicana en los próximos años.

1.2. IDENTIDAD DEL PRESBÍTERO

433- La identidad presbiteral, como toda identidad cristiana, tiene su fuente en la


Santísima Trinidad.

434- El presbítero encuentra la plena verdad de su identidad en ser una


derivación, una participación específica y una actualización del mismo Cristo: es
una imagen viva y transparente de Cristo sacerdote. El sacerdocio de Cristo
constituye la única fuente y el paradigma insustituible del sacerdocio común de los
cristianos y, en particular, del presbítero (cfr. PDV 12).

435- El presbítero participa de la consagración y misión de Cristo de un modo


específico y auténtico, o sea, mediante el sacramento del Orden, en virtud del cual
está configurado en su ser con Cristo mediador, sacerdote y siervo, cabeza y
pastor, maestro y esposo de la Iglesia. La vida y el ministerio del presbítero son
actualización de la vida y de la acción del mismo Cristo. Esta es su identidad, su
verdadera dignidad, la fuente de su alegría, la certeza de su vida (cfr. PDV 18 y
DMVP 3).
105

1.3. VIDA DEL PRESBÍTERO

1.3.1. Fundamentación doctrinal

436- Existe una 1 ligazón ontológica específica que une al sacerdote con Cristo11
1

(PDV 11). Jesús lo ha elegido y llamado, ante todo, para que estuvieran con él,
11

y para enviarlos a predicar11 (Me. 3, 14). Es un discípulo cualificado. Es el amigo


personal e incondicional de Jesús. Es una de las personas más cercana y
confidencial de Jesús: "todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer 11
(Jn. 15, 15).

437- Lo más fundamental en la vida del presbítero es ser el amigo leal e íntimo de
Jesús. Por la unción del Espíritu Santo está consagrado para la misión. Es
enviado por el Padre, por medio de Jesucristo, con el cual se configura como
sacerdote, cabeza y pastor de su pueblo de un modo especial para vivir y actuar
con la fuerza del Espíritu Santo al servicio de la Iglesia y por la salvación del
mundo.

438- Su estilo de vida es el de Jesús a quien personifica como mediador, cabeza,


sacerdote y pastor.

439- Íntimamente unida a esta relación con Cristo, está su relación con la Iglesia.
Como Jesús, el presbítero es el esposo de la Iglesia (cfr. PDV 22). La ama hasta
entregarle totalmente su vida y gastarse por ella. Dispuesto a servir hasta los
últimos confines de la tierra. Tiene clara conciencia de que está no sólo en la
Iglesia sino al frente de la Iglesia. Se sabe servidor de Cristo presente en la
Iglesia misterio, comunión y misión (cfr. PDV 16).

440- El ministerio del presbítero es, ante todo, comunion y colaboración


responsable y necesaria con el ministerio del ob,spo en su solicitud por la Iglesia
universal y por su Iglesia particular (cfr. PDV 17). Y su obediencia,
consecuentemente, "es, ante todo, una obediencia 'apostólica', en cuanto que
reconoce, ama y sirve a la Iglesia en su estructura jerárquica. En verdad no se da
ministerio sacerdotal sino en la comunión con el Sumo Pontífice y con el colegio
episcopal, particularmente con el propio obispo diocesano, hacia los que debe
observarse la 'obediencia y respeto' filial, prometidos en el rito de la ordenación 11
(PDV 28).
106

441- Por eso el presbítero vive una estrecha relación de comunión efectiva y
afectiva con el Sucesor de Pedro, con el obispo, con los demás presbíteros con
los que forma un único presbiterio y con los laicos a cuyo servicio está.

442- Los presbíteros están unidos entre sí por una "íntima fraternidad
sacramental" (PO 8), que debe ser vivida con señales concretas.

1.3.2. Algunos criterios

443- Procurar un mayor conocimiento del ser mismo del presbítero por diversos
medios conforme al Vaticano II y los documentos del Magisterio Pontificio.

444- Reforzar el aspecto del presbítero como colaborador estrecho del obispo y
esposo de la Iglesia.

445- Ahondar la eclesiología de misterio, comunión y misión.

446- Fortalecer una relación amistosa y fraterna entre obispo y presbítero.

447- Fomentar por medios adecuados la fraternidad presbiteral en cada Iglesia


diocesana.

1.3.3. Normas concretas

448- Dado que los presbíteros miembros de Instituto de vida consagrada o de


Sociedades de vida apostólica tienen normas que regulan su vida de presbíteros,
la siguiente normativa va dirigida, ante todo, a los presbíteros incardinados en
una diócesis. Las normas que se refieran a los primeros les serán indicadas
expresamente.

449- Cada obispo diocesano debe procurar un diálogo formal, por lo menos d_os
veces al año, con cada presbítero incardina.do en su diócesis, para ver cómo se
siente y ayudarlo en su vida personal.
107

450- Procurar, igualmente, que los presbíteros vivan o trabajen en pequeñas


fraternidades o equipos sacerdotales, aunque desde ahí atiendan varias
parroquias (cfr. PO 8; CIC 280 y 517,1).

451- Estas fraternidades presbiterales cultiven la vida comunitaria, compartiendo


la oración, comida, recreación, planificación y evaluación pastoral y de la vida,
sirviendo así de modelo a las comunidades y grupos de laicos.

452- Se recomienda que en cada diócesis haya una "casa presbiteral diocesana"
que sirva para el descanso, la oración y el estudio.

453- La comisión nacional de pastoral presbiteral presidida por un obispo, elegido


por la Conferencia Episcopal, tiene como misión acompañar, animar e impulsar
la vida, el ministerio, la espiritualidad y todo lo relacionado a la formación
permanente de los presbíteros.

454- Cada obispo en su Iglesia diocesana ha de nombrar un presbítero m?tduro,


y aceptado por el presbiterio, como responsable de la pastoral presbiteral, quien
será, al mismo tiempo, miembro y delegado ante la comisión nacional.

455- La comisión nacional, previa aprobación de la Conferencia del Episcopado


Dominicano, señalará las funciones específicas del responsable de la pastoral
presbiteral y las del responsable diocesano, las cuales deben ser aprobadas por
la Conferencia Episcopal.

456- La Conferencia del Episcopado confiará a la comisión nacional de pastoral


presbiteral la organización y seguimiento del "Instituto de Recuperación
Presbiteral", que pondrá a disposición de los presbíteros expertos en diversas
especialidades.

457- Se recomiendan los "encuentros informales" de presbíteros de una misma


diócesis y de compañeros de promoción, donde se fomente la amistad y
fraternidad presbiteral.

458- Se reconocen y apoyan las experiencias, debidamente aprobadas, que


fomentan la vida y espiritualidad presbiteral diocesana y que son una ayuda para
sí y para los otros presbíteros, evitando por todos los medios cualquier división en
el presbiterio (cfr. CIC 278).

459- Corresponde también a los presbíteros tener todos los años un debido y
suficiente tiempo de vacaciones, determinado por el derecho universal o particular
(cfr. CIC c. 283, 2).
108

460- En cuanto sea posible, los sacerdotes tengan un día de descanso semanal
en que se recobren las fuerzas físicas, psicológicas y espirituales.

461- Los presbíteros "dedicados al ministerio eclesiástico merecen una ret�lbución


conveniente a su condición, teniendo en cuenta tanto la naturaleza del oficio que
desempeñan como las circunstancias de lugar y tiempo, de manera que puedan
proveer a sus propias necesidades y a la justa remuneración de aqueMas personas
cuyo servicio necesitan" (cfr. CIC c. 281, 1).

462- Cada obispo diocesano debe determinar esta retribución en su presbiterio


diocesano.

463- La Conferencia del Episcopado Dominicano ha de nombrar un obispo, quien


con una comisión nacional formada por un presbítero de cada diócesis, designado
por el obispo diocesano, logre la efectividad del seguro presbiteral para la salud,
la invalidez y la ancianidad. La cuota de este seguro debe ser cubierta por la
institución inmediata en que ejerce su ministerio el presbítero y, en su defecto, por
el obispo diocesano (cfr. CIC c. 281, 2).

464- Los presbíteros, siempre que deban presentarse formalmente como


presbíteros, vestirán el traje talar o, al menos, camisa con alzacuello clerical y,
según las circunstancias, la chaqueta o saco (cfr. DMVP 66). Esta norma se
extiende también al presbítero miembro de un Instituto de vida consagrada o
Sociedad de vida apostólica que, obviamente, siempre está autorizado a usar el
hábito del propio Instituto.

465- Cada presbítero debe disponer de un carnet que lo acredite como tal, firmado
y sellado por su propio obispo.

466 - Procuren los presbíteros incardinados en una diócesis fomentar con todos
los medios a su alcance la fraternidad presbiteral no solamente entre ellos, sino
también con los de Institutos de vida consagrada y de Sociedades de vida
apostólica presentes en la Iglesia diocesana, ya que con ellos forman un único
presbiterio diocesano (cfr. DMV 26). Igualmente éstos han de abrirse y buscar
canales que favorezcan la comunión fraterna con los demás presbíteros de la
diócesis a la cual han sido destinados en ese momento.
109

1.4. MINISTERIO DEL PRESBÍTERO

1.4.1. Fundamentación doctrinal

467- El presbítero, mediante el sacerdocio del obispo, se incorpora a la estructura


apostólica de la Iglesia y así prolonga y actualiza el mismo ministerio de
Jesucristo y los Doce en su grado presbíteral. Jesús le ha llamado y elegido para
estar con El y enviarlo a predicar. En el sacramento del Orden es consagrado para
la misión. Personifica a Cristo mediador, cabeza, pastor y esposo de la Iglesia.
Está al frente de la Iglesia (cfr. PDV 15, 16).

468- El presbítero realiza su ministerio en la triple función ministerial de la Palabra,


la liturgia y la conducción de la comunidad. Por eso anuncia el Evangelio, celebra
el misterio cristiano y rige la comunidad. Es servidor de la comunidad siguiendo
el modelo de Jesús, Buen Pastor. Por eso, su identidad ministerial es ser pastor.

469- El ministerio del presbítero está totalmente al servicio de su Iglesia particular


y de la Iglesia universal (cfr. PO 1 y PDV 16). El ministerio del presbítero es, ante
todo, comunión y colaboración responsable y necesaria con el ministerio del
obispo (cfr. PDV 17).

4 70- El ministerio del presbítero, que nace de su ordenación, participa de la misión


universal confiada por Cristo a los Doce y requiere de él un profundo espíritu
misionero que lo habitúe a trascender los límites de la propia diócesis y a estar
dispuesto a predicar el Evangelio en todas partes (cfr. PDV 17; PO 1O y OT 20).

471- Siguiendo el ejemplo de Jesús (cfr. Le. 4, 18) y el Magisterio actual de los
obispos de América Latina, el presbítero en su ministerio tendrá una opción
preferencial por los más pobres.

472- En comunión con la Iglesia asume hoy el gran reto de la nueva


evangelización, la promoción humana y la inculturación del Evangelio.

473- Los fieles cristianos laicos son los primeros destinatarios del ministerio
presbiteral. El presbítero está al servicio de su fe, esperanza y caridad. Los
reconoce como hermanos y amigos. Promueve su protagonismo en la nueva
evangelización y respeta y estimula su específica vocación laical.
110

474- El presbítero, como Jesús, estará por encima de toda parcialidad de grupo
o partido político, pues es ministro de la unidad de la Iglesia.

1.4.2.. Algunos criterios

475- Insistir más en la animación de los presbíteros, en su identidad ministerial


como prolongación y actualización del mismo ministerio de Jesús y los Doce.

476- Dar la importancia necesaria a la preparación mediata e inmediata para el


ejercicio del triple ministerio pastoral: de maestro, liturgo y servidor. Se debe
enseñar a los presbíteros a organizar la actividad ministerial dedicando tiempo
equilibrado a las tres funciones.

477-Ahondar por todos los medios la conciencia de pastor que lleve a la vivencia
de la cari.dad y que permee todo el ejercicio ministerial.

478- Fomentar en los presbíteros la conciencia de la misión universal de su ser


presbiteral que brota del sacramento del Orden.

479- Dar prioridad a la nueva evangelización de las masas pobres en las periferias
de las ciudades dentro de la primacía por la pastoral urbana.

480- Reforzar la comunión ministerial entre obispo y presbítero para una mejor
colaboración, ya que el ministerio ordenado tiene una radical forma comunitaria,
y puede ser ejercido sólo como una "tarea de corresponsabilidad pastoral".

481- Fortalecer el espíritu de comunión, fraternidad y amistad tanto con los


presbíteros diocesanos como con los otros sacerdotes.

482- Promover el protagonismo de los laicos en la organización parroquial y en la


nueva evangelización en un ambiente de relación siempre fraternal.

1.4.3. Normas Concretas

483 - Dada la naturaleza de las siguientes normas, que se refieren al ministerio


pastoral de los presbíteros en nuestras diócesis, las mismas están dirigidas tanto
a los presbíteros incardinados en una diócesis como a los de Institutos de vida
consagrada y de Sociedades de vida apostólica.
111

484- Todo presbítero en la República Dominicana tiene que asumir con ardor el
plan nacional y diocesano de pastoral, y colaborar en todo lo que se le solicite.

485- Los presbíteros esfuércense en planificar su trabajo en todos los niveles de


Iglesia donde realicen su misión.

486- Conscientes de que los íaicos son los protagonistas d� la nueva


evangelización, procuren formarlos adecuadamente y darles la mayor participación
posible.

487- Recuerden los presbíteros que el ministerio de la catequesis les es propio


como también el de ser maestros, sobre todo formando directamente a otros. En
este ministerio de la palabra-tiene un puesto de relevancia la homilía.

488- Esfuércense en preparar diligentemente la liturgia. Organicen en la parroquia


el equipo de liturgia.

489-Animen y organicen en las parroquias la promoción humana y pastoral social,


dirigida por los laicos, dando muestras así de su amor por los pobres y otros
necesitados, como Jesús.

490- Los presbíteros procuren llevar una vida sencilla en su casa, vehículos, modo
de vestir y en el trato con los fieles, sin escatimar lo necesario para una vida
digna y para un mejor servicio pastoral, como ministros de Jesucristo.

491- Los presbíteros, que tengan capacidad, háganse presentes en los medios de
comunicación social como una manera eficaz de promover la nueva
evangelización.

492- Normalmente, los neo-presbíteros no sean nombrados párrocos ni


administradores parroquiales ni formadores de seminarios antes de tres años de
ejercicio ministerial. Que los presbíteros maduros los inicien convenientemente.

493- "A tenor del canon 522, los párrocos serán nombrados por tiempo indefinido,
pero el obispo podrá, en casos especiales, nombrarlos para un período no inferior
a seis años renovable" (cfr. NC 4). Sólo una vez será posible esta renovación.

494- Al llegar a una parroquia, los párrocos o administradores parroquiales


respetarán y darán continuidad a la práctica pastoral recibida de sus
predecesores, enriqueciéndola con sus propios aportes de manera prudente en
el momento oportuno, luego de conocer a fondo la realidad a la que han llegado.

495- Tenga siempre presente el presbítero que, en todo momento y lugar,


prolonga y continúa la vida y el ministerio de Jesús, Buen Pastor.
112

496- Ningún clérigo debe tomar parte activa en partidos políticos, y en el ejercicio
de su ministerio debe evitar toda manifestación partidista que oscurezca su misión
imparcial de padre y pastor de todo el pueblo de Dios (cfr. CIC c. 287). Así mismo
está prohibido a los clérigos aceptar cargos públicos que lleven cons;go una
participación en el ejercicio de la potestad civil (cfr. CIC 285, 3).

1.5. ESPIRITUALIDAD DEL PRESBÍTERO

1.5.1. Fundamentación doctrinal

497- El Espíritu nos revela y comunica la vocación fundamental que el Padre dirige
a todos desde la eternidad: la vocación a ser "santos e inmaculados en su
presencia, en el amor, para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo" (Ef.
1, 4-5).

498- Las palabras de Pablo a los Gálatas 5, 25, "Si vivimos según el Espíritu,
obremos también según el Espíritu", nos recuerdan que la existencia cristiana es
la vida animada y dirigida por el Espíritu hacia la santidad o perfección de la
caridad. Esta vocación es para todos los bautizados.

499- El presbítero tiene una específica vocación a la santidad en virtud de su


consagración en el sacramento del Orden, por el que personifica y se configura
de modo específico con Cristo, cabeza y pastor, siervo y esposo de la Iglesia.

500- Las actitudes y comportamientos de Cristo se compendian en su caridad


pastoral. El presbítero que prolonga y continúa la vida y misión de Jesús lo imita
y revive su misma caridad pastoral. Ésta es su virtud carismática. Ésta es el
principio interior y dinámico que unifica sus múltiples y diversas actividades. El
contenido esencial de la caridad pastoral es la total donación de sí a la Iglesia (cfr.
PDV 22 y 23).

501- El ejercicio del ministerio concretiza esta donación. Hecho en el Espíritu de


Cristo y unido a él, constituye el lugar y al mismo tiempo el medio ordinario de su
santificación. No hay separación entre vida espiritual y ejercicio ministerial.
Gastando su vida en el triple ministerio de enseñar, santificar y dirigir
pastoralmente la comunidad, el presbítero va creciendo en santidad.
113

502- En este ministerio, animado por el Espíritu, la oración litúrgica y personal, a


solas y en comunidad, es indispensable. El que preside la oración del pueblo es
el primero en orar, pero además él tiene que ser maestro de oración como Jesús.
Es parte de su ministerio.

503- La oración cumbre del presbítero es la Eucaristía que está en el centro de su


existencia. Desde la Eucaristía celebrada, participada y contemplada, el presbítero
ilumina todo su ejercicio ministerial. Ahí fortalece su estar con Jesús siempre, su
amistad íntima con Él, el seguimiento e imitación de su estilo de vida, sus valores
evangélicos, es más, el radicalismo evangélico que le hace capaz de comprender,
amar y vivir con libertad y alegría la pobreza, la castidad perfecta o celibato y la
obediencia por el Reino.

504- Un rasgo esencial e irreñunciable de la espiritualidad cristiana es que sea


eclesial: es participación de la santidad de la Iglesia. En este sentido, un valor de
la espiritualidad del presbítero es su pertenencia y su dedicación a una Iglesia
particular. Pero esta pertenencia no lo limita ni lo encierra, ya que la
disponibilidad misionera universal es un rasgo característico, también, de la
espiritualidad del presbítero.

505- El Espíritu del Señor es el gran protagonista de la vida espiritual del


presbítero. Él crea el corazón nuevo, lo anima y lo guía con la ley nueva de la
caridad, de la caridad pastoral (cfr. PDV 33).

506- María con su corazón materno acompaña al sacerdote, como lo hizo con
Jesús y como lo hizo con los primeros apóstoles. Todo presbítero sabe que María,
por ser madre, es formadora de su sacerdocio.

1.5.2. Algunos criterios

507- Tener claro que su vocación a la santidad le viene por ser bautizado y por el
sacramento del Orden.

508- Crecer en la conciencia de que, por definición, ha de ser "hombre espiritual",


hombre guiado por el Espíritu.
114

509- Recordar continuamente que su espiritualidad está centrada en la caridad


pastoral, y que ha de cultivar las actitudes pastorales de Cristo, Buen Pastor.

51 O- Esforzarse por lograr la santificación en el ejercicio del ministerio hecho en


el espíritu de Cristo.

511- Orar como Cristo oró, cultivando la oración a solas y la contemplación en la


acción.

512- Situar la Eucaristía en el centro de la vida presbiteral y de la caridad pastoral.

513- Imitar el estilo de vida de Jesús.

514- Tener presente que en el ministerio pastoral hay muchas alegrías, pero
también cruces y sufrimientos.

515- Reforzar la conciencia de ser prolongación sacramental del obispo, por lo


que queda constituído como su n�esario y próximo colaborador.

516- Profundizar en el sentido de pertenencia a la Iglesia particular y cultivar el


espíritu misionero universal.

517- Vivir la comunión fraterna con los otros presbíteros.

518- Amar a la Iglesia hasta la donación total a ella.

519- Imitar a Cristo pobre, casto y obediente.

520- Contemplar más a Cristo como siervo, pastor y esposo de la Iglesia.

521- Avivar la conciencia de ser ministro de Jesucristo y de su Iglesia.

522- Tener a María como madre y modelo en la vida cristiana y presbiteral.

1.5.3. Normas Concretas

523- Aunque el presbítero miembro de un Instituto de vida consagrada o de una


Sociedad de vida apostólica ha de integrar en su vida la doctrina y los criterios
arriba expuestos sobre la espiritualidad del presbítero, sin embargo, dadas las
normas concretas de cada Instituto o Sociedad sobre la espiritualidad de sus
115

miembros, la siguiente normativa está dirigida, ante todo, a los presbíteros


incardinados en una diócesis.

524- Diariamente deben celebrar la Liturgia de las Horas (cfr. Constitución


apostólica Laudis canticum de Pablo VI, 12 de noviembre de 1970, n2 8; CIC
c.276,2 (3º) y 1174,1). Se recomienda el oficio comunitario de las Laudes y las
Vísperas.

525- Se invita encarecidamente a celebrar diariamente la Eucaristía, aunque no


tengan un compromi�o pastoral propio con una comunidad (cfr. CIC c. 276,2 (22)).

526- Cada día han de buscar un espacio de tiempo para la oración personal:
contemplación, meditación del Evangelio, adoración eucarística.

527- Se recomienda que recen cada día el santo rosario.

528- Deben hacer, por lo menos, medio día mensual de retiro o desierto,
preferentemente comunitario.

529- Se aconseja el sacramento de la Reconciliación, al menos cada mes.

530- Cada año todo presbítero debe hacer cinco días de ejercicios espirituales en
una de las tandas organizadas por la Conferencia del Episcopado Dominicano, a
través de la comisión nacional de pastoral presbiteral.

531- La predicación de la Palabra de Dios, la celebración de los sacramentos, los


sufrimientos diarios, los encuentros comunitarios o con personas,... en fin, todo
el quehacer ministerial ha de ser fuente que alimente espiritualmente al presbítero.

532- Se recomienda que todo presbítero tenga un director espiritual, escogido


libremente, quien lo acompañe en su camino de santificación.

533- El obispo y el responsable diocesano de la pastoral presbiteral deben


colaborar para que en las pequeñas comunidades o equipos y en el presbiterio
diocesano crezca el clima de amistad y fraternidad presbiteral.

534- Cada obispo y cada presbítero debe esforzarse para que haya entre ambos
relación positiva de comunión que ayude a una obediencia gozosa y madura por
parte del presbítero.

535- El obispo diocesano y el responsable de la pastoral presbiteral organicen con


cada presbítero la acción de gracias al Señor por los aniversarios de ordenación,
especialmente con motivo de los 25 y 50 años de ordenación de cada presbítero.
116

536- El responsable de la pastoral presbiteral debe facilitar a los presbíteros


literatura de espiritualidad.

537- Se exhorta a dar una fraterna acogida a los neo-presbíteros y a otros que se
integran al presbiterio.

538- Como signo del compromiso misionero universal, cada obispo, con su
presbiterio, debe procurar enviar algún presbítero en misión a alguna diócesis
hermana más necesitada e incluso más allá de nuestras fronteras.

539- Cada presbítero debe avivar personal y comunitariamente su ser de


consagrado, ministro de Jesucristo, siervo y esposo de la Iglesia, cabeza y
maestro, liturgo y pastor del pueblo de Dios.

540 - Se ha de recordar continuamente que los sacerdotes que pertenecen a


Órdenes y a Congregaciones religiosas, como también los de Sociedades de vida
apostólica, "son una riqueza espiritual para todo el presbiterio diocesano, al que
contribuyen con carismas específicos y ministerios especializados; con su
presencia estimulan la Iglesia particular a vivir más intensamente su apertura
universal" (P�V 31 ).

541- Lo mismo ha de decirse acerca de los presbíteros incardinados en una


diócesis, su carisma, su espiritualidad y ministerio específicos: las directrices o
normas, destinadas especialmente a ellos, deben ser tenidas también en cuenta,
con las debidas adaptaciones, al menos muchas de ellas, por los presbíteros
miembros de Institutos religiosos y de Sociedades de vida apóstolica (cfr. DMVP,
Introducción).

542 - De esta manera, las variantes de espiritualidad que dimanan de las formas
de vida de los distintos grupos de presbíteros en una diócesis, a parte de aquella
común propia del Sacramento del Orden y de su ser presbiteral, pueden
enriquecer notablemente a un presbiterio diocesano, invitando a sus miembros a
considerarse en sus aportes propios y complementariedad más que en sus
diferencias y diversidad y estimulándose mutuamente en el camino de la santidad
presbiteral.

543 - Se recomienda que en cada diócesis la comisión diocesana para la pastoral


de los presbíteros organice oportunos encuentros en los que los presbíteros den
a conocer e intercambien los diferentes carismas y espiritualidades presentes en
el presbiterio diocesano. Lo mismo podrá hacer, en algunas ocasiones, la
comisión nacional de dicha pastoral para el nivel nacional.
117

1.6. FORMACIÓN PERMANENTE DEL PRESBÍTERO

1.6.1. Fundamentación doctrinal

544- La formación permanente del presbítero es la continuación natural y


absolutamente necesaria del proceso de estructuración de la personalidad
presbiteral iniciado y desarrollado en el seminario o en casa religiosa, mediante
el proceso formativo para la ordenación (cfr. PDV 71). Por tanto, es ayudar al
presbítero a ser y a desempeñar su función en el Espíritu y según el estilo de
Jesús, Buen Pastor (cfr. PDV 73).

545- Sirve de base la recomendación de Pablo a Timoteo: ºTe recomiendo que


reavives el carisma de Dios que está en tí (2 Tim. 1, 6). Es Dios mismo el que
11

reaviva su propio don.

.546- Hay razones sólidas para la formación permanente:

a) La realización personal progresiva, pues toda vida es un camino


incesante hacia la madurez y ésta exige la formación continua.

b) Es necesaria para discernir y seguir la continua llamada o voluntad de


Dios.

c) Es expresión y exigencia de la fidelidad del presbítero a su ministerio, y


aún más, a su propio ser.

d) Es amor a Jesucristo y coherencia consigo mismo.

e) Es un acto de amor al pueblo de Dios, a cuyo servicio está el presbítero.

f) Es una exigencia intrínseca del don y del ministerio sacramental recibido


y es urgente por los retos de la nueva evangelización. Por tanto, alma y
forma de la formación permanente es la caridad pastoral (cfr. PDV 70).

547- Los aspectos de la formación permanente son los mismos que los de la
formación inicial en el seminario -humano, espiritual, intelectual y pastoral-, pero
no una repetición del seminario, sino que van respondiendo al proceso evolutivo
de la persona.
118

548- Toda la Iglesia particular, bajo la guía del obispo, es la responsable de la


formación permanente de los presbíteros; cada presbítero es el primer
responsable en la Iglesia de la formación permanente; pero es fundamental la
responsabilidad del obispo y, con él, la del presbiterio. Los momentos privilegiados
para esta formación los constituyen los encuentros del obispo con su presbiterio,
los encuentros de espiritualidad presbiteral y los encuentros de estudio y de
reflexión común.

1.6.2. Algunos criterios

549- Asumir la propia formación permanente como una necesidad personal para
ser fiel a su vocación. Aunque la Iglesia particular le ofrezca ayudas, es deber del
presbítero.

550- Tener presente que la formación permanente debe acompañar a los


presbíteros a lo largo de toda su vida.

551- Organizar la formación permanente por grupos, según años de ordenación.


Puede realizarse a nivel nacional, por provincias éclesiásticas, a nivel diocesano,
por grupos o a nivel individual.

552- Tener en cuenta, en todo momento, que la formación permanente ha de ser


completa, humana, espiritual, intelectual, pastoral, sistemática y personalizada
(cfr. DMVP 73-80).

1.6.3. Normas Concretas

553- Puesto que los Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica
aseguran la formación permanente de sus miembros da diferentes maneras y
aplican las enseñanzas y las orientaciones del Magisteri::> universal de la Iglesia
con directrices propias, las normas concretas que se dan a continuación están
dirigidas específicamente a los presbíteros incardinados en una diócesis.
119

554- El primer año de ordenado el neo-presbítero tendrá dos días mensuales,


garantizando las 48 horas en régimen de internado, de intercambio de
experiencias y reflexiones entre lo aprendido en el seminario y el ejercicio del
ministerio.

a) Se realizará por provincias eclesiásticas.


b) El grupo estará acompañado por un presbítero maduro de sólida
formación humana, espiritual, intelectual y pastoral.
c) La comisión nacional de pastoral presbiteral elaborará y actualizará
programas y cronogramas para el acompañamiento de los neo­
presbíteros.

555- A partir del segundo año de ordenación, la formación estará organizada en


cinco grupos según años de ordenación:

a) Primer grupo: de 2 a 5 años de ordenación.


b) Segundo grupo: de 6 a 10 años de ordenación.
e) Tercer grupo: de 11 a 25 años de ordenación.
d) Cuarto grupo: de 26 a 40 años de ordenación.
e) Quinto grupo: de 41 años en adelante.

556- Se dedicarán dos semanas cada año a esta formación sistemática.

a) La primera semana será de formación humana, intelectual y pastoral. Se


realizará por provincias eclesiásticas en el primer semestre del año.
b) La segunda semana, durante el segundo semestre, consistirá en
ejercicios espirituales, serán a nivel nacional, distribuidos en las tandas que
sean necesarias.

557- Cada uno cultivará, día a día, su maduración humana, espiritual, intelectual
y pastoral en su ejercicio ministerial, oración, estudio y lecturas personales. El
director espiritual ayudará al presbítero en todo este quehacer.

558- El obispo diocesano con el presbiterio podrá ofrecer, en diálogo con él, al
presbítero interesado un proyecto concreto de renovación más profunda de su
persona y ministerio. Su duración será variable, aunque se le llame "año sabático".

559- El obispo diocesano, ayudado por el responsable de la pastoral presbiteral,


organizará otros encuentros, retiros, sesiones de estudio, intercambios, descanso,
celebraciones especiales y otros.
120

560- El ,obispo diocesano escogerá algunos presbítero's para realizar estudios


especializados que respondan a las necesidades de la Iglesia.

561- En la formación permanente del clero se incluirá una información adecuada


sobre las penas canónicas en las que pueden incurrir los presbíteros a tenor del
Código de Derecho Canónico.

562- La Conferencia Episcopal es la responsable de la formación permanente de


los presbíteros de la Iglesia en la República Dominicana quien delega la
organización, programación, realización y evaluación en la comisión nacional de
pastoral presbiteral. Ésta someterá todos los proyectos a la aprobación de la
Conferencia.

563- Se recomienda que la comisión nacional de . pastoral presbiteral y las


Comisiones diocesanas para dicha pastoral fomenten y organicen, en el nivel que
a cada una corresponde, encuentros o jornadas comunes de formación
permanente para los presbíteros incardinados en las diócesis y los miembros de
Institutos de vida consagrada y de Sociedades de vida apostólica.

2. DIÁCONOS PERMANENTES

2.1. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINAL

564- Los diáconos participan de una manera especial en la misión y la gracia de


Cristo. Ellos reciben la imposición de manos 11 no en orden al sacerdocio, sino en
orden al ministerio" (LG 29).

565- El ministerio del diaconado puede ser transitorio o permanente. El transitorio


se confiere a aquellos que son llamados al presbiterado y sus candidatos son
siempre célibes y, normalmente, seminaristas. Para ellos ya existe una normativa
y legislación establecidas. Aquí se trata, únicamente, el diaconado permanente.

566- A los diáconos, configurados con Cristo, "que se hizo 'diácono', es decir, el
servidor de todos" (CATIC 1570), les corresponde el ministerio de la Palabra, los
ministerios litúrgicos, el servicio pastoral y los servicios de promoción humana.
121

2.2. MINISTERIO DE LOS DIÁCONOS

567- Es tarea de los diáconos, de acuerdo a los diferentes ministerios y servicios,


el ministerio de la Palabra, los ministerios litúrgicos, el servicio pastoral y de
promoción humana.

2.2.1. Ministerio de la Palabra

568- Instruir y exhortar al pueblo con la palabra de Dios a través del anuncio del
kerigma, de la catequesis, de la preparación a los sacramentos, de las homilías
y en cursos de formación cristiana.

2.2.2. Ministerios litúrgicos

569-Asistir al obispo y a los presbíteros en la celebración de los divinos misterios


sobre todo en la Eucaristía y en la distribución de la misma; celebrar el Bautismo,
asistir a la celebración del matrimonio y bendecirlo, proclamar el Evangelio y
predicar, presidir las exequias (cfr. CATIC 1570); administrar los sacramentales,
celebrar, con carácter obligatorio, el rezo de laudes y vísperas de la liturgia de las
horas.

2.2.3. Servicio pastoral

570- Ayudar a formar pequeñas comunidades eclesiales y a presidirlas en


ausencia del presbítero.

571-A juicio del obispo, allí donde se presenten necesidades que prevee el canon
517,2, se puede encargar a un diácono la administración pastoral de una
parroquia, designando a. un sacerdote que, dotado de los poderes propios del
párroco, preste los servicios presbiterales.

572- A juicio del párroco, el diácono puede coordinar varias comunidades o


sectores parroquiales al cuidado de animadores de asamblea y/o comunidades.

573-Asesorar comisiones nacionales, diocesanas o parroquiales de pastoral.


122

2.2.4. Servicios de promoción humana

574- Impulsar las obras de bien social en sus comunidades, animando a las
comunidades a trabajar por la promoción humana.

575- Entregarse a los diversos servicios de la caridad y administración (CATIC


1570), por mandato de sus respectivos obispos o párrocos, según el nivel de esas
obras, diocesano o parroquial.

2.3. CANDIDATOS AL DIACONADO PERMANENTE

576- Los llamados al diaconado permanente deben presentar un testimonio de


vida cristiana que despierte la admiración del pueblo de Dios y suscite en forma
natural una aceptación de su persona y su ministerio en las comunidades.

577- El candidato al diaconado permanente requiere las siguientes cualidades:

a) Hombre de profunda espiritualidad manifestada en la participación


sacramental, especialmente en la Eucaristía; asiduo en la oración y en la
meditación de la Palabra de Dios.

b) Hombre de fe, expresada en las diferentes circunstancias de la vida.

c) Se requiere madurez y equilibrio en el desenvolvimiento de su vida


familiar tanto en su relación de pareja como en el trato con los hijos. La
familia, la esposa y, a ser posible, los hijos han de ser un signo cristiano en
el ambiente.

d) Interés por el estudio y con suficiente capacidad intelectual para atender


a las necesidades propias de su ministerio y según el ambiente en que lo
desempeña.

e) Puesto que los candidatos son llamados de las más diversas profesiones
y oficios, se debe tener especial cuidado de su ejemplo: en el cumplimiento
de sus obligaciones, en el espíritu de justicia y caridad y en la legítima
preocupación por las necesidades de sus ambientes y de su comunidad.
123

f) Capacidad para conciliar satisfactoriamente el trabajo, la vida matrimonial


y el ministerio ya que, ordinariamente, se sustenta de su propia profesión
u oficio.

g) El candidato al diaconado permanente debe poseer buena expe-riencia


en trabajos apostólicos, ya sea en la catequesis, en otras tareas
evangelizadoras, en obras sociales, o en la participaci9n de los
movimientos apostólicos en la Iglesia.

578- El candidato al diaconado permanente debe reunir las siguientes


condiciones:

a) Para ordenar diáconos permanentes debe darse preferencia a los


hombres casados.

b) A tenor del C. 1031,2, el candidato al diaconado permanente, si es


11

soltero, no podrá ser admitido a este Orden sino después de cumplidos los
30 años. El que está casado, después de los 35 años cumplidos y deberá
contar por escrito con el consentimiento de su esposa" (NC 18).

c) Es recomendaQle para ordenar diáconos casados que los hijos sean


adolescentes o mayores, pues ya se han superado las etapas más difíciles
del matrimonio y, además, tanto esposos como hijos han tenido la
oportunidad de dar muestras de su fe y acción apostólica dentro de la
Iglesia.

d) El candidato al diaconado puede ser llamado directamente por el obispo


o puede ser presentado por su párroco, previa consulta a otros sacerdotes
relacionados con el candidato. Igualmente, se debe consultar a laicos
connotados por su piedad y entrega apostólica. Antes de la aceptación
como candidato y de la ordenación, las comunidades parroquiales,
también, deben ser consultadas.

e) Es de desear que éstos tengan, si es posible, alguna experiencia de


animador de asamblea, animador de comunidad o catequista, con un
liderazgo reconocido; estas condiciones son una garantía de la aceptación
de la comunidad y de la experiencia de vida del candidato.

f) El candidato ha de abstenerse de participar en actividades políticas


partidistas y de ocupar cargos de connotación política.

g) Debe tener sus propios medios de sustento y seguridad social, a través


del ejercicio de una actividad laboral digna, pensión o renta, que permita
124

proveer a sus propias necesidades y a las de su familia, si es casado, con


lo que perciban por ese título (cfr. CIC c. 281, 3). Cualquier otra modalidad
de sustentación o remuneración, a través de medios parroquiales o
diocesanos, será considerada como una excepción, debe ,eonstar
expresamente y ha de tener la debida aprobación d�I obispo del lugar. Sin
embargo, una vez ordenado diácono y ya en el ejercicio del ministerio
diaconal, los entes y parroquias, que se beneficien de dicho ministerio,
tienen la obligación de reembolsar los gastos realizados por éste en el
desempeño de sus servicios, a no ser que el mismo diácono renuncie a
este derecho.

2.4. FORMACIÓN DE LOS DIÁCONOS PERMANENTES

579- La formación de los diáconos permanentes debe ser humana, doctrinal,


espiritual, canónica, litúrgica y pastoral.

a) La formación espiritual ha de abarcar su vida matrimonial, profesional y


ministerial.

b) Se acentúa en dicha formación la dimensión cristocéntrica y


eclesiológica.

c) La formación doctrinal debe ser tal que haga entender el misterio de la


salvación, en sus diversos elementos y organicidad.

580- El obispo diocesano es el primer responsable de esta formación y debe


supervisar y aprobar el programa a desarrollar en esta etapa. El obispo puede
designar un sacerdote encargado de los diáconos, quien coordina con él, otros
sacerdotes y laicos el plan de formación y da seguimiento personal a los
candidatos y a los ya ordenados.

581- Durante la formación, el futuro diácono permanente debe continuar sus


actividades pastorales.

582- En dicha formación, se debe incluir de algún modo, esposa e hijos. Se


recomienda, de vez en cuando, tener reuniones especiales con ellos.

583- Esta preparación al diaconado permanente tiene una duración de tres años.
125

La reducción de este tiempo solamente puede ser a juicio del obispo,


especialmente en aquellos casos en que los candidatos posean una formación
sólida. En ningún caso debe descuidarse el tiempo suficiente de enseñanza al
ministerio y a la labor pastoral que, luego, desempeñarán.

584- La preparación al diaconado debe continuar con la formación permanente de


los ordenados diáconos, a través de cursos especiales, ejercicios. espirituales
anuales y encuentros periódicos con su obispo y sus formadores.
126

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

1. INTRODUCCIÓN

2. PREPARACIÓN AL MATRIMONIO
2.1. REQUISITOS PREVIOS A LA CELEBRACIÓN
2.2. EL EXPEDIENTE CANÓNICO-PASTORAL

3. CELEBRACIÓN LITURGICA DEL MATRIMONIO


3.1. LUGAR DE LA CELEBRACIÓN
3.2. RITO DEL MATRIMONIO
3.3. MÚSICA Y CANTOS
3.4. DECORACIÓN Y AMBIENTACIÓN DE LAS IGLESIAS

4. MATRIMONIOS MIXTOS

5. OBLIGACIONES SUBSIGUIENTES A LA CELEBRACIÓN


5.1. OBLIGACIONES DEL PÁRROCO EN CUYO TERRITORIO SE
CELEBRA EL MATRIMONIO
5.2. OBLIGACIONES DEL PÁRROCO EN CUYO TERRITORIO
VA A RESIDIR UN NUEVO MATRIMONIO
127

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

1. INTRODUCCIÓN

585- La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre


11

sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural ali bien
de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por
Cristo Nuestro Señor a la dignidad de Sacramento entre bautizados. Por tanto,
entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por
eso mismo Sacramento" (CIC c. 1055, 1).

586- El Matrimonio es creación de Dios y forma parte de su plan (cfr. CATIC


1602-1605). Al ser elevado por Jesucristo a la dignidad de Sacramento, la
unión y el amor de los esposos cristianos expresan el misterio de la unión y del
fecundo amor entre Cristo y la Iglesia, y participan al mismo tiempo de dicho
misterio (cfr. Ef. 5,31-32). Es así el Matrimonio, con sus fines específicos, una
vocación inscrita en la naturaleza misma del hombre y de la mujer y un camino
de santificación en la Iglesia, con una misión y una gracia propias en ella (cfr.
OCM Praenotanda 1).

587- También la unión del hombre y la mujer en el Matrimonio, como todo lo


humano, está "bajo la esclavitud del pecado", amenazando sus relaciones con
la discordia, el espíritu de dominio, la infidelidad, los celos, los conflictos, el
odio, la ruptura. De ahí que para sanar las heridas del pecado y llegar a realizar
la unión y la felicidad de sus vidas, en orden a las cuales Dios los creó "al
comienzo", necesitan de la ayuda y la gracia del mismo Dios, que El, en su
misericordia infinita, jamás les ha negado (cfr. CATIC 1606-1608) y que ahora
se hace patente en "la gracia del sacramento del Matrimonio" (cfr. CATIC 1641-
1642).
128

588- La alianza matrimonial entre un hombre y una mujer bautizados,


fundamentada en el amor y en el consentimiento mutuo, expresado libremente
(cfr. CATIC 1625-1632), como también el bien de los hijos, exige la unidad e
indisolubilidad de la comunidad de personas, que abarca la vida entera de los
esposos, y una plena e inviolable fidelidad entre ellos (cfr. OCM Praenotanda
2 y CATIC 1643-1654). De ahí que en el matrimonio válido, celebrado y
consumado, entre bautizados, nace un vínculo, establecido por Dios mismo,
que no puede ser disuelto jamás (cfr. CATIC 1638-1640).

589-- El Matrimonio, desde antiguo, ha sufrido distorsiones y desviaciones (la


poligamia, el repudio de la mujer permitido por Moisés, etc). Dios , "bajo la
pedagogía de la ley antigua", debió ir formando la conciencia moral relativa a
la unidad e indisolubilidad del matrimonio (cfr. CATIC 1609-1611). El
"Matrimonio en el Señor" es el restablecimiento por parte de Cristo del orden
inicial de la creación perturbado por el pecado y asistido ahora de su fuerza y
de su gracia para alcanzar los fines que Dios mismo le asignó (cfr. CATIC
1612-1617).

590- Los esposos cristianos, abiertos a la fecundidad y sin dejar de lado los
demás fines del matrimonio, cooperan valerosamente con el amor del Dios
Creador y Salvador en el plan de la Creación aportando nuevos hijos y
educándolos, y en la construcción de su Reino y de su Iglesia, dando lugar a
la familia, verdadera "Iglesia doméstica", comunidad de gracia y oración,
escuela de virtudes humanas y caridad cristiana, donde es explicitado de
manera privilegiada el sacerdocio bautismal por parte de todos los miembros·.
Allí aumenta y se enriquece, de día en día, la propia familia de Dios (cfr. OCM
Praenotanda 4 y CATIC 1655-1658).

591- Junto al Sacramento del Matrimonio está en la vida de la Iglesia "la


virginidad por el Reino de Dios" (cfr. CATIC 1618-1620), vocación y carisma,
que lleva a hombres y mujeres a renunciar "al gran bien del matrimonio para
seguir al Cordero donde quiera que vaya (cfr. Ap. 14,4), para ocuparse de las
cosas del Señor, para tratar de ayudarle (cfr. 1 Cor 7,32), para ir al encuentro
del Esposo que viene (cfr. Mt. 25, 6)" (CATIC 1618). "Estas dos. realidades, el
Sacramento del Matrimonio y la virginidad por el Reino de Dios, vienen del
Señor mismo. Es el quien les da sentido y les concede la gracia indispensable
para vivirlos conforme a su voluntad (cfr. Mt. 19, 3-12). La estima de la
virginidad por el Reino (cfr. LG 42; PC 12; OT 1O) y el sentido cristiano del
Matrimonio son inseparables y se apoyan mutuamente" (CATIC 1620).

592 - Son los principios doctrinales, enunciados más arriba, los que han de
fundamentar, iluminar y ser tenidos en cuenta en nuestra normativa y pastoral
matrimonial, en la catequesis preparatoria de los novios y en la homilía de la
129

celebración del sacramento, en la orientación y seguimiento postmatrimonial


de los esposos.

2. PREPARACIÓN AL MATRIMONIO

2.1. REQUISITOS PREVIOS A LA CELEBRACIÓN

593- El Matrimonio tiene carácter personal; los novios lo piden directamente.

594- Los novios deben presentarse en la parroquia de uno de los dos para
tener una entrevista con el párroco. La parroquia debe ser seleccionada al
menos tres meses antes de la fecha acordada para la boda. Si los novios
residen fuera del país, se presentan seis meses antes, al menos uno de ellos,
y con relación al otro hay que solicitar una carta de presentación del párroco en
cuyo territorio reside.

Se recomienda al párroco, antes de aceptar la celebración de un matrimonio,


escuchar el parecer de una pareja experimentada en la vivencia del
sacramento y que se haya reunido con los novios.

595- Los casos que no ofrecen dificultades deben tener la preparación


adecuada al matrimonio durante estos tres meses.

596- Después de llenar todos los requisitos, la fecha y demás condiciones para
la ceremonia de la boda son determinadas de común acuerdo entre el párroco
y los futuros contrayentes.

597- El sacramento del Matrimonio requiere aceptar sus propiedades


esenciales de unidad e indisolubilidad y su finalidad, que es el bien de los
cónyuges y la generación y educación de los hijos (cfr. CIC ce. 1056 y 1055).

598- Las proclamas se hacen, después de presentar toda la documentación,


en la parroquia donde se efectuaría el matrimonio, dentro de los tres meses
precedentes a su culminación. En caso de pluralidad de domicilios o
130

cuasidomicilios, las proclamas se hacen en la parroquia de cada uno de los


contrayentes.

599- 11 Solamente el Ordinario del lugar por justa causa podrá dispensar de las
tres proclamas. De una o dos podrá hacerlo, por justa causa también, el
párroco. El resultado de las proclamas, si es negativo, deberá ser transmitido
sin dilación a quien corresponde asistir al matrimonio o al Ordinario· mediante
documento auténtico 11 (NC 19(2)).

600- "A tenor del Canon 1083,2, la edad para la celebración lícita del
matrimonio será de 20 años cumplidos para el varón y de 18 años cumplidos
para la mujer. Para aceptar algún caso especial por debajo de esas edades se
requiere permiso escrito del Ordinario del lugar 11 (NC 19 (3)).

601- A tenor del Canon 1062,1, el compromiso matrimonial previo al


11

matrimonio, que se acostumbra a realizar en diversas regiones del País con o


sin rito alguno, deberá ser tenido en cuenta en la programación de la pastoral
prematrimonial. Este compromiso matrimonial no conlleva obligación estricta
de matrimonio ni participa de los derechos y obligaciones estrictas del
matrimonio" (NC 19 (1)).

602- Los novios han de recibir un curso prematrimonial para garantizar su


preparación al Matrimonio. El contenido del mismo es reglamentado por la
Conferencia del Episcopado Dominicano.

603- En el caso de parejas que viven en situación irregular deben recibir una
preparación adecuada pre•sacramental.

604- Cada diócesis a través de la comisión diocesana de pastoral familiar se


responsabiliza de programar adecuadamente los cursos prematrimoniales.

605- Donde las circunstancias lo permitan, se debe motivar a los novios sobre
la conveniencia de hacerse las pruebas del VDRL, prueba de tuberculosis,
tipificación sanguínea y prueba del síndrome del VIH, inmuno deficiencia
adquirida (SIDA).

606- Los documentos que los novios deben presentar al párroco, son:

a) copia del acta civil de nacimiento;


b) copia reciente del acta de bautismo;
c) copia del acta de confirmación;
d) cédula de identidad y electoral, y
e) certificado de participación en el curso prematrimonial
131

Si uno de los novios reside en otra diócesis o en una parroquia muy distante,
se requiere, también, un certificado de soltería expedido por el párroco de
donde resida.

607- Los novios no residentes en el país deben presentar, en adición a los


documentos requeridos en el artículo precedente, lo siguiente:

a) carta dirigida al párroco expresando su voluntad y motivaciones para


contraer matrimonio canónico;

b) certificado de soltería civil autentificado, expedido por la autoridad


competente del distrito en que reside y

e) expedición, con acuse de recibo, de un certificado parroquial de soltería


y participación religiosa, que se tramitará de curia a curia, antes de los
tres meses de la celebración.

608- "A tenor del Canon 1067, el párroco, a quien compete asistir al
matrimonio, o un delegado suyo, investigará, previamente al matrimonio, la
condición jurídica eclesial, la ausencia de impedimentos, la capacidad y la
intención respecto al consentimiento matrimonial de los futuros cónyuges" (NC
19 (2))".

609- Se necesita licencia del Ordinario del lugar para asistir al matrimonio de
quien esté sujeto a obligaciones naturales nacidas de una unión precedente,
hacia la otra parte o hacia los hijos de esa unión. El párroco debe asegurarse
que el contrayente cumple los deberes de justicia hacia ellos (cfr. CIC c. 1071,
1 (3º).

61O- "El Ordinario del lugar no debe conceder licencia para asistir al matrimonio
de quien haya abandonado notoriamente la fe católica, si no es observando
con las debidas adaptaciones lo establecido en el canon 1125" (CIC c. 1071,2).

611- El párroco debe orientar constantemente sobre los requisitos para el


matrimonio, a fin de evitar inconvenientes cuando los novios soliciten este
sacramento.
132

2.2. EL EXPEDIENTE CANÓNICO-PASTORAL

612- Si los novios son de la misma parroquia, corresponde a su propio párroco


la instrucción del expediente canónico y la preparación sacramental inmediata
de los contrayentes, para lo cual puede recabar la ayuda de laicos cualificados.

613- Si los novios pertenecen a parroquias distintas, o tienen varios domicilios


o cuasidomicilios parroquiales, pueden optar por una de las parroquias; cuyo
párroco debe instruir el expediente.

614- Si los contrayentes celebran el matrimonio fuera de su parroquia, el


párroco de uno de ellos debe instruir el expediente matrimonial, preferiblemente
el de la novia.

3. CELEBRACIÓN LITURGICA DEL MATRIMONIO

3.1. LUGAR DE LA CELEBRACIÓN

615- El matrimonio debe efectuarse en la parroquia de los contrayentes. Si


éstos pertenecen a parroquias distintas, tienen derecho a escoger cualquiera
de ellas (cfr. CIC c. 1115).

616- La ceremonia del matrimonio debe realizarse en un templo, capilla o en


el lugar de la parroquia en que habitualmente la comunidad tiene las
celebraciones litúrgicas.

617- Preferiblemente la celebración del matrimonio debe realizarse ante la


comunidad a la que pertenece, por lo menos, uno de los contrayentes.

618- Si el lugar donde va a tener efecto el culto ofrece serias dificultades para
la celebración del matrimonio, el párroco puede dar licencia a otro párroco para
que instruya el expediente y asista al matrimonio.
133

619- Queda expresamente prohibida la celebración del matrimonio en lugares


no destinados al culto, tales como casas de familia, jardines residenciales,
salones de fiesta o de recepciones, hoteles, restaurantes y otros lugar�s de
naturaleza similar.

620- Se puede efectuar el matrimonio de impedidos físicos y enfermos de cierta


gravedad en su propia residencia o lugar de hospitalización.

621- Cuando se autorice un matrimonio fuera de la parroquia, esta autorización


se concede al párroco de la parroquia en cuyo territorio se celebre. Éste a su
vez puede subdelegar a un sacerdote o diácono que realice la boda.

622- Teniendo en cuenta la responsabilidad que el párroco tiene, también,


sobre la pastoral matrimonial en los casos en que los contrayentes deseen que
un sacerdote o diácono concreto, distinto del párroco, celebre la boda, se
recomienda que dicha ceremonia se haga en la parroquia donde regularmente
corresponde y que el párroco le conceda todas las facilidades para que pueda
presidir el mismo.

3.2. RITO DEL MATRIMONIO

623- "Ordinariamente, el matrimonio debe celebrarse dentro de la misa; en esta


celebración, deben destacarse los siguientes elementos principales:

a) la liturgia de la Palabra, en la que se manifiesta la importancia del


Matrimonio cristiano dentro de la historia de la salvación y su papel en
la santificación de los esposos y de los hijos;

b) el consentimiento de los contrayentes, que es solicitado y ratificado


por el sacerdote o el diácono asistente;

c) la tradicional oración por la esposa, mediante la cual el sacerdote


invoca la bendición de Dios, sobre la alianza conyugal;

d) finalmente, la comunión eucarística de los esposos y demás


asistentes, por la cual se alimenta la caridad y nos unimos con el Señor
y con los hermanos" (OCM Praenotanda35. Cfr. también, CATIC 1621-
1624).
134

e) Téngase en cuenta también la oración propia por los esposos en las


Plegarias Eucarísticas 1, 11 y 111 cuando se celebra el sacramento del
Matrimonio.

624- Tanto en la etapa preparatoria como en la celebración misma, "los


pastores fomenten y fortalezcan la fe de los novios, porque el sacramento del
matrimonio supone y exige la fe" (OCM Praenotanda 7).

625- Es obligatorio el uso del ritual del matrimonio reformado según los
decretos del Concilio Vaticano 11, acogido por la Conferencia del Episcopado
Dominicano y en la versión aprobada por la Congregación para el Culto Divino
y la Disciplina de los Sacramentos para la República Dominicana.

626- Téngase en cuenta y utilícense las posibilidades y variantes, unas


obligatorias y otras optativas (cfr. OCM Praenotanda 8-11), y las adaptaciones
y acomodaciones que se ofrecen en el ritual del matrimonio (cfr. OCM
Praenotanda 12-15).

3.3. MÚSICA Y CANTOS

627- La música y el canto son ministerios importantes dentro de la liturgia.


Recuérdese que quienes lo ejerzan deben ser testigos de la fe.

Consecuentemente, los músicos y cantores invitados deben ser instruidos


sobre su función no introduciendo ritmos o cantos profanos, y ciñéndose a los
que la Conferencia del Episcopado Dominicano aprueba y revisa
periódicamente. Además, se recomienda motivarlos para que preparen bien los
cantos; los interpreten en los momentos oportunos y se comporten con
seriedad, colaborando así a que la ceremonia sea una verdadera expresión
sacramental.

628- Los instrumentos musicales deben adaptarse a las exigencias de la


música litúrgica y han de usarse moderadamente.

629- El párroco y los que con él colaboran, así como el sacerdote o diácono
delegado que preside la celebración, deben actuar con razonable diligencia y
firmeza en la aplicación de estas normas.
135

3.4. DECORACIÓN Y AMBIENTACIÓN DE LAS IGLESIAS

630- Se recomienda sobriedad y sencillez en la decoración y ambientación del


lugar de la celebración.

631- El responsable de la celebración debe disponer lo pertinente para que la


actuación de los camarógrafos o fotógrafos no perturbe el desarrollo de la
ceremonia ni cause distracción a los participantes.

4. MATRIMONIOS MIXTOS

632- Cuando se trate de matrimonios mixtos, obsérvese cuanto sigue a tenor


del Canon 1126.

El párroco, a quien compete celebrar el matrimonio mixto, será quien deberá


advertir a la parte católica la obligatoriedad de obtener el debido permiso del
obispo diocesano y obtenerlo él mismo. La declaración de la parte católica de
cumplimiento de las condiciones exigidas se hará por escrito y triplicado ante
el párroco.

Una copia será enviada a la curia diocesana, otra permanecerá en la parroquia


y la tercera será entregada al o a la firmante.

El documento será debidamente firmado y sellado con el sello gomígrafo o


seco de la parroquia. La parte no católica dejará constancia escrita, en el
mismo documento de la parte católica, de haber recibido información sobre los
fines y propiedades esenciales del matrimonio, cual lo entiende la Iglesia
católica, y de ser consciente de los imperativos de conciencia que al cónyuge
católico le impone su fe, y de las promesas hechas por éste en conformidad
con las exigencias de su iglesia. De este documento se harán tres copias.

633- A tenor del Canon 1127,2, son dificultades válidas para la dispensa de
11

la forma canónica en los matrimonios mixtos las siguientes:

1) oposición invencible de la parte no católica,


136

2) grave conflicto de conciencia, insalvable por medio alguno,

3) disminución grave y real de la unión y armonía de la pareja,

4) rechazo de la forma canónica por parte considerable de los familiares


de los cónyuges acatólicos,

5) pérdida de amistades muy profundas,

6) consecuencias negativas en lo económico" (NC 20 (2)).

634- "Concedida la dispensa por el Ordinario del lugar de la parte católica y


consultado en cada caso el Ordinario del lugar en que se celebra el matrimonio,
es necesaria para la validez alguna forma pública de celebración" (NC 20 (2)).

5. OBLIGACIONES SUBSIGUIENTES A LA CELEBRACIÓN

5.1. OBLIGACIONES DEL PÁRROCO EN CUYO TERRITORIO


SE CELEBRA EL MATRIMONIO

635- Redactar cuidadosamente el acta de matrimonio, según las disposiciones


de la Conferencia del Episcopado Dominicano. El acta debe ser firmada por los
contrayentes, dos testigos y el celebrante.

636- En caso de que los contrayentes, como fruto de su unión natural hayan
procreado hijos, éstos deben ser incluidos en el acta de matrimonio, para su
legitimación. Es obligatorio que este hecho jurídico se asiente debidamente en
las actas de bautizo de los hijos de la pareja. Esto no se aplica cuando el hijo
no es de ambos.

637- El párroco remitirá una copia del acta de matrimonio al Oficial del Estado
Civil de la circunscripción correspondiente en un plazo de tres días hábiles (cfr.
Concordato entre la Santa Sede y la República Dominicana. Año 1954. Protocolo final, en
relación con el art. 15 (A)).
137

638- La remisión del acta es un deber de conciencia y legalmente obligatorio


en todos los casos, aún cuando los contrayentes hayan celebrado previamente
el matrimonio civil. Está penado por ley el incumplimiento de esta norma..

639- Comuníquese la celebración matrimonial a las parroquias donde cada


contrayente recibió el bautismo, para que quede constancia en las actas
bautismales. Asimismo, anótese en el acta matrimonial la fecha eñ que esta
inscripción se hizo. Cuando el párroco recibe la comunicación, debe avisar en
seguida la fecha en que anotó la inscripción. Si los contrayentes han sido
bautizados en la misma parroquia, el párroco debe cumplir esta obligación
personalmente.

5.2. OBLIGACIONES DEL PÁRROCO EN CUYO TERRITORIO


VA A RESIDIR UN NUEVO MATRIMONIO

640- El párroco, en cuya parroquia se establece un nuevo matrimonio, debe


prestarles atención humana, espiritual y pastoral.
138

(3)

ORGANIZACION INTERNA
DE LA IGLESIA
139

ORDENAMIENTO DE LA IGLESIA
PARTICULAR

1. INTRODUCCIÓN

2. LA CURIA DIOCESANA

3. LOS CONSEJOS

3.1. CONSEJO PRESBITERAL

3.1.1. Miembros
3.1.2. Duración
3.1.3. Derecho de elección
3.1.4. Gobierno
3.1.5. Competencias
3.1.6. Reuniones
3.1.7. Cesación
3.1.8. Cláusula final

3.2. COLEGIO DE CONSULTORES

3.3. EL CONSEJO PASTORAL DIOCESANO

3.3.1. Diversos consejos pastorales y comunitarios


3.3.2. Dirección del consejo
3.3.3. Encuentro diocesano de pastoral
3.3.4. Otros encuentros de pastoral
140

3.4. CONSEJOS DE ASUNTOS ECONÓMICOS

3.4.1. Consejos de asuntos económicos de la diócesis


3.4.2. Consejos de asuntos económicos de la parroquia
A) El Consejo de asuntos económicos
B) Administración parroquial
C) Normas complementarias

4. LA PARROQUIA:
COMUNIDAD DE COMUNIDADES ECLESIALES

4.1. GENERALIDADES
4.2. CRITERIOS Y NORMAS
141

ORDENACIÓN INTERNA DE LA IGLESIA


PARTICULAR

1. INTRODUCCIÓN

641- La Iglesia, pueblo de Dios, es una institución jerárquica, constituida por


distintas categorías de fieles. Está llamada por Cristo, su fundador, a ser
sacramento de la comunión trinitaria.

642- La diócesis, porción del pueblo de Dios encomendada a un obispo, es una


Iglesia particular, en la cual y desde la cual existe la Iglesia Católica, una y
única (cfr. CIC c. 368 y 369).

643- Dentro de la Iglesia particular existen varios niveles en los que se vive la
comunión y la misión.

644- Entre ellos, se destaca la parroquia, que "es una determinada comunidad
de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral,
bajo la autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco como su
pastor propio" (CIC c. 515,1 ).

645- "Si, por escasez de sacerdotes, el Obispo diocesano considera que ha de


encomendarse una participación en el ejercicio de la cura pastoral de la
parroquia a un diácono o a otra persona que no tiene el carácter sacerdotal, o
a una comunidad, designará a un sacerdote que, dotado de las potestades
propias del párroco, dirija la actividad pastoral" (CIC c. 517,2).
142

646- Para articular mejor la comunión diocesana y parroquial y desarrollar una


pastoral coherente, han surgido diversos niveles de organización. Entre
nosotros son:

Zona pastoral: es la agrupación de parroquias por razones geográficas,


demográficas o realidades comunes para lograr una mayor
intercomunicación, eficacia y unidad pastoral.

Decanato: es la unión de un número menor de parroquias para lograr


mayor cooperación y unidad pastoral dentro de una zona pastoral más
amplia y compleja.

Sector parroquial: dada la extensión geográfica y el gran número de


fieles que forman una parroquia, las mismas se organizan en sectores
$
parroquiales, que son porciones de la parroquia según el número de
habitantes, situación geográfica y social. Su finalidad es mejorar la
atención pastoral y facilitar una mayor vivencia eclesial.

Comunidad eclesial: es la célula viya de la parroquia, entendida como


comunidad de comunidades. Estos pequeños grupos eclesiales integran
familias, jóvenes, adultos para compartir la Palabra, celebrar la liturgia
y colaborar en la evangelización y promoción humana de su propio
ambiente.

2. LA CURIA DIOCESANA

647- Dentro de la ordenación interna de la Iglesia particular, ocupa un lugar


preeminente, como colaborador inmediato del obispo, la cwria diocesana, que
"consta de aquellos organismos y personas que colaboran con el Obispo en el
gobierno de toda la diócesis, principalmente en la dirección de la actividad
pastoral, en la administración de la diócesis, así como en el ejercicio de la
potestad judicial" (CIC c.469).

648- Cuando así lo sugiera, el obispo diocesano nombrará, en consonancia con


el Código de Derecho Canónico, un vicario general, vicarios episcopales, un
canciller y los expertos que necesite para el gobierno de la diócesis.
143

3. LOS CONSEJOS

649- Los consejos son organismos de comunión y participación. Corresponde


al consejo:

a) recomendar los servicios pastorales que considere necesarios;

b) mantener un permanente estado de discernimiento pastoral de modo


que pueda elaborar un diagnóstico correcto de la realidad, determinando
así las urgencias pastorales y elaborar las respuestas adecuadas;

c) acoger para su estudio y aplicación aquellos puntos que, referidos a


la pastoral, pueda confiarle el presidente del consejo;

d) crear comisiones de estudio y organizar actividades de pastoral;

e) ser medio de conexión o de comunicación entre todas las instancias


de pastoral de su nivel eclesial.

650- Se recomienda que cada consejo redacte unos estatutos en los cuales
aparezca bien claro, su naturaleza, sus fines, su estructuración, su
composición, la duración de sus miembros y la forma de elegirlos. Dichos
estatutos serán aprobados por la autoridad competente.

651- El reglamento propio de cada consejo no puede contener disposiciones


contrarias a las provenientes del Código del Derecho Canónico, de la Santa
Sede, o de la Conferencia del Episcopado Dominicano, o a estas normas
generales.

3.1. CONSEJO PRESBITERAL

652- El consejo presbiteral es una institución de carácter consultivo peculiar,


formado por un grupo de sacerdotes que representan al presbiterio diocesano,
con la misión de ayudar al obispo en el gobierno de la diócesis, actuando como
su senado, conforme a la norma del derecho, para proveer lo mejor posible al
bien pastoral de la porción del pueblo de Dios que se le ha encomendado (cfr.
CIC c. 495, 1 y 499).
144

653- El consejo presbiteral, como es de naturaleza consultiva, nunca puede


proceder sin el obispo (cfr. CIC c. 500,2 y 3). Al no tener voto deliberatiyo no
puede tomar decisiones que obliguen al obispo, ni las puede hacer públicas, a
no ser que el Derecho Universal de la Iglesia dispusiera lo contrario o el ob1spo
le concediera voto deliberativo en un caso concreto. Dentro del consejo
presbiteral, en diálogo comunitario, se manifiestan opiniones, se dan
informaciones acerca de los problemas, se exponen las necesidades
pastorales, se sugieren normas y se formulan peticiones. Una vez concluída
esta labor común la última decisión quedará en manos del obispo.

654- El consejo presbiteral tiene un carácter eminentemente representativo del


presbiterio diocesano. Por tanto, deben incluirse tanto sacerdotes religiosos
como seculares, sacerdotes que representen las distintas zonas pastorales de
la diócesis y los ministerios que mayor número de sacerdotes concentren (cfr.
CIC c. 499).

3.1.1. Miembros

655- El consejo presbiteral está formado por un número de presbíteros


equivalente al 10% de los que conforman el presbiterio diocesano, y está
constituído por tres clases de miembros:

a) Miembros elegidos por los sacerdotes de la diócesis (cfr. CIC c.


497, 12) en la forma establecida por el reglamento propio y que
constituirán, aproximadamente, la mitad del total del consejo.

b) Miembros "ratione officii" en virtud del trabajo que tienen


encomendado (cfr. CIC c. 497,22). Éstos son:

1) El vicario general y los vicarios episcopales.


2) El canciller.
3) Aquellos otros que cada diócesis pueda designar en su
reglamento propio.

c) Miembros nombrados por el obispo (cfr. CIC c. 497,32 ).


145

En caso de renuncia, traslado, exclusión o muerte de alguno de los miembros,


se suple la vacante de la misma manera que se seleccionó el anterior.

656- En la diócesis con pocos sacerdotes, el consejo presbiteral ha de constar


de tres presbíteros por lo menos.

3.1.2. Duración

657- El consejo presbiteral es un organismo permanente, pero sus miembros


son elegidos por un tiempo determinado, de modo que todo el consejo o parte
de él se renueve cada cinco años (cfr. CIC c. 501,1).

a) Los miembros "ratione officci" son miembros del consejo mientras


ocupen el cargo que representan.

b) Los miembros elegidos por los sacerdotes permanecen en el consejo


presbiteral durante tres años, a partir de la fecha de su elección. Pueden
ser reelegidos.

c) Los miembros nombrados por el obispo duran tres años a partir de la


fecha de su nombramiento. También pueden ser confirmados en su
cargo por un nuevo período.

d) Los sacerdotes que formen parte del colegio de consultores continúan


como miembros del consejo presbiteral, durante el quinquenio en que
lo son del colegio de consultores, aunque cese la razón original por la
que fueron hechos miembros del consejo presbiteral.

3.1.3. Derecho de elección

658- Tienen derecho de elección activo, derecho a votar, o pasivo, derecho a


ser elegido y a ser nombrado, las siguientes personas (cfr. CIC c. 498,1):

a) todos los sacerdotes seculares incardinados en la diócesis;


b) aquellos sacerdotes miembros de un instituto religioso o de una
sociedad de vida apostólica que residan en la diócesis y ejerzan algún
oficio en bien de la misma;
146

c) otros sacerdotes no incardinados que tengan su domicilio o


cuasidomicilio en la diócesis y ejerzan algún oficio en bien de la misma.

3.1.4. Gobierno

659- El obispo es el presidente del consejo presbiteral.

660- El consejo escoge entre sus miembros una mesa ejecutiva compuesta por
un secretario ejecutivo, un secretario de actas y un vocal. Se recomienda que
esta selección se haga de forma individual con voto secreto y por mayoría. Los
miembros de la mesa ejecutiva son elegidos por 3 años y pueden ser
reelegidos para períodos sucesivos.

661- El consejo presbiteral puede formar equipos de trabajo para afrontar


problemas concretos. Estos equipos pueden usar los servicios de personas no
miembros del consejo presbiteral.

3.1.5. Competencias

662- Corresponde al obispo:

a) constituir el consejo presbiteral en el plazo de un año a partir del


momento de su toma de posesión (cfr. CIC c. 501,2);
b) convocar al consejo presbiteral siempre que le parezca oportuno y fijar
el lugar de la reunión;
c) determinar las cuestiones a tratar, o aceptar las que propongan los
miembros del consejo presbiteral;
d) presidirlo personalmente o por representantes;
e) aprobar o rechazar las resoluciones del consejo y hacerlas públicas.

663- El obispo debe oír al consejo en los siguientes casos determinados por el
Código de Derecho Canónico:

a) para convocar el sínodo diocesano (cfr. CIC c. 461, 1);


b) para constituir el consejo de pastoral en las parroquias (cfr. CIC c.
536,1);
147

c) para erigir, suprimir o hacer cambios notables en las parroquias (cfr. CIC
c. 515,2);
d) para edificar una Iglesia (cfr. CIC c. 1215,2);
e) para la reducción de una Iglesia a un uso profano no sórdido (cfr. CIC
c. 1222,2);
f) 11Para subvenir a las necesidades de la diócesis, el Obispo diocesano
tiene derecho a imponer un tributo moderado a las personas jurídicas
públicas sujetas a su jurisdicción, que sea proporcionado a sus ingresos,
oído el consejo de asuntos económicos y el consejo presbiteral;
respecto a las demás personas físicas y jurídicas sólo se le permite
imponer una contribución extraordinaria y moderada, en caso de grave
necesidad y en las mismas condiciones, quedando a salvo tas leyes y
costumbres particulares que le reconozcan más amplios derechos" (CIC
c. 1263).
g) para establecer normas que determinen el uso que se ha de dar a las
ofrendas de los fieles con ocasión de la celebración de los sacramentos,
sacramentales u otras funciones (cfr. CIC c. 531 );
h) para determinar la retribución de los clérigos que cumplen una función
parroquial (cfr. CIC c. 531);
i) para dar normas generales y particulares sobre las asambleas
dominicales sin celebración eucarística (cfr. Congregación para el Culto Divino
y la Disciplina de los Sacramentos, Notitiae 24 (1988), págs. 366-378).

664- Corresponde al consejo presbiteral:

a) Cumplir con las siguientes tareas señaladas en el Código de Derecho


Canónico:

1) designar como procuradores dos de sus miembros elegidos


colegialmente, para asistir al concilio provincial o plenario (cfr.
CIC c. 443,5);
2) participar en el sínodo diocesano (cfr. CIC c.463, 1 (4º ));
3) designar, a propuesta del obispo, dos párr.ocos para que
intervengan en los problemas que surjan en la remoción de los
párrocos (cfr. CIC c. 1742,1 y 1745,2º).

b) Elaborar propuestas y promover iniciativas relacionadas con la vida,


espiritualidad, formación permanente e integración pastoral de los
sacerdotes de la diócesis tanto seculares como religiosos.
148

c) En el consejo, también, se pueden tratar otros asuntos referentes "al


gobierno de la diócesis" y "a su bien pastoral" (cfr. CIC c. 495, 1) entre
los que se pueden citar:

1) las grandes necesidades d e la diócesis referentes a la


evangelización y catequesis, a la celebración del culto, a su
acción caritativa y otros.
2) los criterios referentes a la ordenación pastoral de la diócesis, a
sus niveles eclesiales (zonas pastorales, _sus decanatos,
parroquias, comunidades eclesiales, otros).
3) la elaboración y revisión de directorios y normas de pastoral.

665- Corresponde a la mesa ejecutiva:

a) Preparar la agenda de las reuniones.

b) Presentar al obispo las sugerencias recibidas e informar al consejo


presbiteral de todas sus actuaciones.

c) Preparar y animar las reuniones generales del presbiterio diocesano.

d) Ejecutar los acuerdos que se le encomiendan.

e) Elaborar al final de cada año un programa con las reuniones


ordinarias previstas para el año siguiente. Este programa debe contener
las reuniones del consejo presbiteral y las del presbiterio en general y
por zonas.

f) Organizar los equipos de trabajo y nombrar sus miembros, previa


presentación al obispo.

3.1.6. Reuniones

666- El consejo presbiteral debe celebrar reuniones ordinarias y extraordinarias:

a) Se recomienda, por lo menos, 3 reuniones ordinarias del consejo por


año.
149

b) Las reuniones extraordinarias son convocadas por el obispo y pueden


ser sugeridas por:
1) el secretario ejecutivo, habiendo consultado a los demás
miembros de la mesa ejecutiva;
2) la mayoría de los miembros del consejo.

667- El obispo determina qué asuntos requieren especial secreto.

668- Se requiere un quórum de las dos terceras partes para la validez de las
reuniones ordinarias. Para las extraordinarias la mayoría absoluta del consejo
constituye quórum suficiente.

3.1.7. Cesación

669- "Al quedar vacante la sede, cesa el consejo presbiteral, y cumple sus
funciones el colegio de consultores; el Obispo debe constituir de nuevo el
consejo presbiteral en el plazo de un año a partir del momento en el que haya
tomado posesión (CIC c. 501,2)".

3.1.8. Cláusula final

670- El consejo presbiteral no puede modificar las disposiciones de estos


estatutos si provienen da normas de Derecho Canónico o de la Santa Sede o
de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

671- El consejo presbiteral debe elaborar un reglamento que precise estos


estatutos. Este reglamento requerirá para su validez de la aprobación del
obispo.

3.2. COLEGIO DE CONSULTO RES

672- El colegio de consultores es un organismo constituido por el obispo, para


ayudar más inmediatamente en el gobierno y animación de la diócesis. Está
formado por sacerdotes miembros del consejo presbiteral.
150

673- Solamente los sacerdotes que sean miembros del consejo presbiteral
pueden ser designados para formar parte del colegio de consultores. El número
de miembros del colegio de consultores es determinado por el ,obispo
diocesano, pero no será ni inferior a seis ni superior a doce miembros (cfr. CIC
c. 502,1).

674- Los miembros del colegio de consultores permanecen en sus cargos


durante cinco años. En caso de renuncia, traslado, exclusión o muerte de
alguno el obispo suplirá la vacante, si lo cree oportuno.

675- Al quedar vacante la sede episcopal cesa el consejo presbiteral, no así el


colegio de consultores (cfr. CIC c. 501,2).

676- Las funciones del colegio de consultores según el Código de Derecho


Canónico son:

a) recibir las letras apostólicas del nuevo obispo para la toma de su


posesión canónica (cfr. CIC c. 382,3);
b) recibir las letras apostólicas del obispo coadjutor para tomar
posesión de su oficio (cfr. CIC c. 404, 1 );
c) recibir las letras apostólicas del obispo auxiliar o coadjutor,
cuando el obispo diocesano se encuentra impedido (cfr. CIC c.
404,3);
d) en caso de sede impedida elegir un sacerdote que rija la diócesis,
cuando no hay obispo coadjutor o está impedido, y tampoco
provea a la lista que indica el Derecho (cfr. CIC c. 413,2);
e) cuando la sede está vacante, gobernar la diócesis en caso de
que no exista obispo auxiliar hasta la elección del administrador
diocesano (cfr. CIC c. 419);
f) asimismo, cuando la sede está vacante, elegir al administrador
diocesano y recibirle la profesión de fe (cfr. CIC c. 421,1 y c.
833,4Q);
g) informar a la sede apostólica el fallecimiento del obispo, cuando
falte el obispo auxiliar (cfr. CIC c. 422);
h) dar su parecer y voto sobre todos aquellos asuntos que el
obispo, o quien presida el colegio, juzgue oportuno presentar
para el mejor gobierno y animación de la diócesis.
i) cumplir las funciones.del consejo presbiteral cuando esté vacante
la sede (cfr. CIC c. 501,2).

677- Necesita el consentimiento del colegio de consultores:


151

a) el obispo para la realización de actos de administración


extraordinaria (cfr. CIC c. 1277);
b) también, para la enajenación de bienes de personas juríqicas
sujetas al obispo diocesano, cuyo valor cae dentro de los límites
fijados por la Conferencia Episcopal. Y, asimismo, para enajenar
bienes de la diócesis (cfr. CIC c. 1292, 1);
c) el administrador diocesano para que, después de ün año de
vacancia de la sede episcopal, pueda conceder la excardinación
o incardinación, o dar licencias para traslados a otra Iglesia
particular (cfr. CIC c. 272);
d) el administrador diocesano para remover al canciller y demás
notarios (cfr. CIC c. 485);
f) el administrador diocesano para dar las dimisorias para recibir
órdenes sagradas (cfr. CIC c. 1018, 1 {22)).

678- El colegio de consultores debe ser oído:

a) Para el nombramiento y remoción del ecónomo diocesano (cfr.


CIC c. 494, 1 y 2).
b) Para los actos de administración de mayor importancia (cfr. CIC
c. 1277).
c) Algunos miembros del colegio deben ser oídos por el legado
pontifício cuando se proponga a la sede apostólica una terna
para nombrar un nuevo obispo diocesano o un obispo coadjutor
(cfr. CIC c. 377, 3).

679- El colegio de consultores seguirá la misma normativa establecida para el


consejo presbiteral en cuanto al modo de proceder en las reuniones.

Corresponde al obispo convocar el colegio cuantas veces sean necesarias; así


como presidirlo y fijar el lugar de la reunión (cfr. CIC c. 502, 2).

680- Convoca y preside el colegio de consultores, "cuando la sede está


impedida o vacante, aquel que provisionalmente hace las veces de Obispo o,
si éste aún no hubiera sido constituido, el sacerdote del colegio de consultores
más antiguo por su ordenación" (CIC c. 502, 2).

681- El colegio de consultores podrá redactar el reglamento para el desempeño


de sus obligaciones, con la aprobación del obispo.
152

3.3. EL CONSEJO PASTORAL DIOCESANO

682- "El consejo pastoral se compone de fieles que estén en plena comunión
con la Iglesia católica, tanto clérigos y miembros de institutos de vida
consagrada como sobre todo laicos, que se designan según el modo
determinado por el Obispo diocesano.

Los fieles que son designados para el consejo pastoral deben elegirse de modo
que a través de ellos quede verdaderamente representada la porción del
pueblo de Dios que constituye la diócesis, teniendo en cuenta sus distintas
regiones, condiciones sociales y profesionales, así como también la parte que
tienen en el apostolado, tanto personalmente como asociados con otros.

Para el consejo pastoral deben designarse sólo fieles que destaquen por su fe,
buenas costumbres y prudencia" (CIC c. 512).

683- El consejo pastoral diocesano:

a) expresa corresponsabilidad pastoral en la misión salvífica de la


Iglesia;
b) dinamiza las tareas evangelizadoras de la Iglesia;
e) es signo de una Iglesia que es comunión y participación;
d) motiva las decisiones de la Iglesia, mediante el diálogo sincero y el
discernimiento pastoral;
e) es punto de encuentro de quienes viven su fe en las más diversas
situaciones ambientales.

684- En el consejo pastoral están representadas las principales actividades y


servicios que ofrece la Iglesia en un nivel eclesial determinado.

685- El consejo es un espacio cualificado para la participación de los laicos en


la misión de la Iglesia, y debe procurarse una representatividád equilibrada y
operativa.

686- El consejo pastoral diocesano es de carácter consultivo (cfr. CIC c. 514,1


y 536,2). En el consejo, en diálogo sincero y comunitario, se manifiestan
opiniones, se dan informaciones acerca de los problemas, se exponen las
necesidades pastorales, se sugieren normas y se formulan peticiones.
153

687- Los miembros del consejo pastoral serán temporales; se renovarán


periódicamente.

688- El consejo pastoral diocesano ha de ser convocado por lo menos uria vez
al año (cfr. CIC c. 514,2).

3.3.1. Diversos Consejos pastorales y comunitarios

689- Es preciso que haya un solo consejo pastoral para cada nivel eclesial. De
acuerdo a los niveles eclesiales correspondientes, se distinguen los siguientes
consejos pastorales y comunitarios:

NIVEL ECLESIAL CONSEJO DE PASTORAL CORRESPONDIENTE

Diócesis Consejo pastoral diocesano

Zona pastoral Consejo pastoral zonal

Decanato Consejo pastoral del decanato

Parroquia Consejo pastoral parroquial

Sector parroquial Consejo de sector

Comunidad eclesial Consejo comunitario

3.3.2. Dirección del consejo

690- El pastor propio o responsable eclesial de cada nivel preside "ex-officio"


·el consejo correspondiente. Así tenemos:

NIVEL ECLESIAL PRESIDENTE EX-OFFICIO

Diócesis Obispo diocesano

Zona pastoral Arcipreste o vicario zonal


154

Decanato Decano

Parroquia Párroco

Sector Coordinador de sector

Comunidad eclesial Animador de comünidad

691- Cada consejo escoge entre sus miembros una mesa ejecutiva compuesta
de un secretario permanente, un coordinador, un secretario de actas y varios
vocales. El número de los componentes de la mesa ejecutiva no puede exceder
a la mitad del total de los miembros del consejo.

692- Con excepción del consejo pastoral diocesano, los demás consejos se
reunirán al menos 3 veces al año, convocados con 15 días de anticipación.

3.3.3. Encuentro diocesano de pastoral

693- Con el fin de dar participación al mayor número de agentes de pastoral y


crear un clima de mayor diálogo, la vicaría de pastoral con la colaboración del
consejo diocesano de pastoral, organizará anualmente el encuentro diocesano
de pastoral. Los fieles que se escojan para pa,:ticipar en el encuentro de
pastoral deben representar una porción del pueblo de Dios, teniendo en cuenta
sus distintas regiones, condiciones sociales y profesionales, así como también
la parte que tienen en el apostolado, tanto personalmente como asociados con
otros.

694- El encuentro de pastoral sólo tiene voto consultivo y se convoca, al


menos, una vez al año en las fechas asignadas por el obispo de la diócesis.

3.3.4. Otros encuentros de pastoral

695- Se recomienda, donde la praxis pastoral lo aconseja, organizar un


encuentro de pastoral por niveles eclesiales. En estos encuentros participan
representantes de los agentes de pastoral de cada nivel correspondiente.
155

696- Así mismo, en estos encuentros de pastoral colaborarán los consejos de


pastoral propios de cada nivel. Para el encuentro zonal, el consejo de
decanato; para el encuentro de decanatos, los parroquiales; para el encuentro
parroquial, los sectoriales y para el encuentro sectorial, los comunitario$.

697- Las conclusiones de los encuentros de pastoral son aprobadas, a nivel


nacional, por la Conferencia del Episcopado Dominicano, a nivel diocesano por
el obispo y en otros niveles, por sus inmediatos colaboradores.

3.4. CONSEJOS DE ASUNTOS ECONÓMICOS

3.4.1. Consejo de asuntos económicos de la diócesis

698- "En cada diócesis ha de constituirse un consejo de asuntos económicos,


presidido por el Obispo diocesano o su delegado, que consta al menos de tres
fieles designados por el Obispo, que sean expertos en materia económica y en
derecho civil, y de probada integridad" (CIC c. 492,1).

699- "Los miembros del consejo da asuntos económicos se nombran para un


período de cinco años, pero, transcurrido ese tiempo, puede renovarse el
nombramiento para otros quinquenios" (CIC c. 492, 2).

"Quedan excluidos del consejo de asuntos económicos los parientes del


Obispo, hasta el cuarto grado de consanguinidad o de afinidad" (CIC c.492, 3).

700- No deberán faltar los siguientes departamentos: tesorería, contabilidad,


contraloría, auditoría y archivo. También, deberá de tener un departamento de
asesoría legal o al menos estar vinculados a alguna firma de solvencia moral.

701- Toda administración económica en la diócesis debe estar siempre bajo la


autoridad del obispo (cfr. CIC c. 494,3). De acuerdo con las indicaciones
recibidas del mismo obispo, corresponde al consejo para asuntos económicos
hacer el presupuesto de ingresos y gastos para cada año, y aprobar las
cuentas de ingresos y gastos del año transcurrido (cfr. CIC c. 493).
156

702- "El Obispo, oído el colegio de consultores y el consejo de asuntos


económicos, debe nombrar un ecónomo, que sea verdaderamente experto en
materia económica y de conocida honradez" (CIC c. 494, 1 ).

"Se ha de nombrar al ecónomo para cinco años, pero el nombramiento puede


renovarse por otros quinquenios, incluso más de una vez, al vencer el plazo,
( ... )" (CIC c. 494, 2).

703- "Corresponde al ecónomo, de acuerdo con el modo determinado por el


consejo de asuntos económicos, administrar ·Ios bienes de la diócesis bajo la
autoridad del Obispo y, con los ingresos propios de la diócesis, hacer los gastos
que ordene legítimamente el Obispo o quienes hayan sido encargados por él"
(CIC c. 494, 3).

"A final de año, el ecónomo debe rendir cuentas de ingresos y gastos al


consejo de asuntos económicos" (CIC c. 494, 4).

704- El ecónomo o el vicario episcopal de administración debe rendir cuentas


· de ingresos y gastos mensualmente al Obispo.

705- La contabilidad deberá ser puntual y eficiente. Para ello, deberá constar
de catálogo, formularios o formas de sisJema, registros bien llevados con sus
comprobantes y control interno.

El control interno incluye: manejo de fondos en bancos, fondo en caja, cheques


prenumerados, firmas mancomunadas, conciliaciones bancarias, propiedad,
planta y equipos, pasivos y patrimonio. Los registros de contabilidad deben
estar al día y las informaciones financieras deberán ser ofrecidas, siempre que
sean exigidas.

706- Para los actos de administración de mayor importancia contemplados en


el Código de Derecho Canónico, canon 1277, el obispo diocesano debe oír al
consejo de asuntos económicos.

Es necesario el consentimiento del mismo consejo y del colegio de consultores


para los actos de administración extraordinaria.

707- En el archivo de la curia deben estar depositados los títulos de propiedad


de todos los inmuebles de la diócesis.

708- El ecónomo o el vicario episcopal de administración y el consejo para


asuntos económicos deberán tener sumo cuidado en que se observen las
normas del Derecho Canónico y las del Derecho Civil que sean obligatorias, en
157

todo lo referente a los bienes eclesiásticos, ya en la administración ordinaria ya


en la extraordinaria; por lo cual serán leidos y llevados cuidadosamente a la
práctica cuanto determinen las normas eclesiásticas, especialmente en los
cánones del 1282 al 1289 y el 1292 del Código de Derecho Canónico.

709- La administración curial supervisará y auditará las finanzas de todas las


parroquias. Para ello las parroquias enviarán puntualmente .el informe
económico establecido. Hará lo mismo con todas las demás instituciones que
de ella dependan.

71O- Gorresponde al ecónomo o al vicario episcopal de administración y al


consejo de asuntos económicos recibir el presupuesto e informe económico
anual que deben rendir al obispado todas las parroquias y copia del inventario
de bienes de las mismas. Las diócesis prepararán y enviaran a las parroquias
estos formularios.

711- El administrador enviará mensualmente a todas las parroquias el informe


financiero de los ingresos y egresos ordinarios de la curia.

712- El obispo, después de oír al consejo de asuntos económicos, fijará la


contribución de las parroquias a los gastos curiales.

713- Todos los años, de acuerdo a la inflación que se haya producido,


reajustará los sueldos de los empleados y supervisará los sueldos de los
empleados en parroquias e instituciones que dependan de ella.

3.4.2. Consejo de asuntos económicos de la parroquia

A) El consejo de asuntos económicos

714- "En toda parroquia ha de haber un consejo de asuntos ec.onómicos que


se rige, además de por el derecho universal, por las normas que haya
establecido el Obispo diocesano, y en el cual los fieles, elegidos según esas
normas, prestan su ayuda al párroco en la administración de los bienes de la
parroquia, sin perjuicio de lo que prescribe el cánon 532" (CIC c. 537).

Donde hubiese consejo económico parroquial, los miembros se nombrarán por


2 años renovables. Quedan excluidos del consejo económico los parientes del
párroco hasta el cuarto grado de consanguinidad o de afinidad.
158

715- "El párroco representa a la parroquia en todos los negocios jurídicos,


conforme a la norma del derecho; debe cuidar de que los bienes de la
parroquia se administren de acuerdo con la norma de los cánones 1281 - 1288"
(CIC c.532).

716- "Quedando firmes las prescripciones de los estatutos, los administradores


realizan inválidamente los actos que sobrepasan los fines y el modo de la
administración ordinaria, a no ser que hubieran obtenido previamente
autorización escrita del Ordinario" (CIC c. 1281, 1).

"Debe determinarse en los estatutos qué actos sobrepasan el fin y el modo de


la administración ordinaria; y si los estatutos no prescriben nada sobre esta
cuestión, compete al Obispo diocesano, oído el consejo de asuntos
económicos, determinar cuáles son estos actos para las personas que le están
sometidas" (CIC c. 1281, 2).

717- En el momento dedicado a la planificación pastoral de la parroquia, el


consejo para asuntos económicos, de acuerdo con el párroco, hace un
presupuesto para el año que, una vez aprobado por el párroco, se da a conocer
al consejo pastoral de la parroquia y a la comunidad.

718- Todo párroco debe nombrar un ecónomo parroquial por dos años
renovables, previa consulta con el consejo parroquial y aprobado por el obispo.

B) Administración parroquial

719- El párroco debe diferenciar la administración de sus propios bienes de la


parroquia-institución. Esta normativa se refiere exclusivamente a la
administración de la parroquia-institución.

720- Ningún párroco puede vender, alquilar, prestar o donar una propiedad o
cualquier otro bien de la Iglesia, sin autorización del obispo diocesano.

Toda inversión tendrá siempre que contar con dos firmas: la del obispo y la del
párroco.

721- La parroquia, por pequeña y pobre que sea, debe llevar


escrupulosamente contabilidad de los ingresos y egresos, y enviar
mensualmente a la curia diocesana o a la vicaría episcopal de administración
el informe económico.
159

722- Para poder llevar esa contabilidad y rendir esos informes es necesario que
las parroquias tengan un libro de entradas y salidas (ingresos y egresos).
Todos los meses han de asentarse en la plantilla oficial dichas entradas y
salidas. Es conveniente que se tenga también, junto al libro de entradas y
salidas, otro libro de conceptos en el que se asienten esas, de acuerdo al
concepto correspondiente.

723- El dinero de la parroquia se depositará en un banco de garantía, a nombre


de la misma. Los cheques de esta cuenta requerirán doble firma. La cuenta
bancaria, además de la doble firma, debe tener la del obispo o la del vicario de
administración. Se recomienda que la parroquia tenga un libro-registro de todos
los cheques emitidos. En dicho libro se escribirá: número de cheque, fecha de
emisión, nombre de la persona o institución en favor de la cual ha sido emitido,
la cantidad y si ha sido cobrado o no.

724- La contabilidad de la parroquia será diáfana y bien asentada en los libros,


de modo que una vez al año pueda realizarse fácilmente una auditoría externa.

725- En el archivo de la parroquia, con copia en el archivo de la curia


diocesana, deberá haber un inventario de todos los bienes parroquiales. Todos
los bienes inmuebles deberán tener su correspondiente título de propiedad, los
cuales estarán depositados en la curia diocesana con una copia auténtica en
el archivo de la parroquia.

726- Al cesar un párroco, este habrá de entregar al obispo o su delegado un


inventario de los bienes muebles e inmuebles de la parroquia y de la casa
curial. El obispo o su delegado verificará dicho inventario y lo entregará
oficialmente al nuevo párroco.

727- Serán revisados y regularizados los contratos de parroquias, asumidas


por institutos religiosos y sociedades de vida apostólica.

728- Para que haya unidad y uniformidad, los expertos contables han de
elaborar formularios, hojas de informes económicos y libros de contabilidad que
deben adquirirse en cada obispado.

729- En cada una de las diócesis debe crearse una comisión supervisora de
obras que apruebe los planos de construcción y la remodelación de templos u
otro tipo de proyectos de construcción. Nadie debe quitar o poner nada de
relevancia, si no es con aprobación de esta comisión.
160

Esta comisión debe velar para que no se construya una obra eclesial sin el
título de propiedad del terreno o una documentación legal.

730- En las construcciones o proyectos, el párroco debe conseguir el consenso


del pueblo de Dios, que puede ser a través del consejo parroquial.

731- Al finalizar una construcción o un proyecto parroquial, er ecónomo


diocesano o su delegado revisará si todo se cumplió debidamente y presentará
los informes al obispo.

732- Cuanto se dice aquí de la parroquia, se aplica, "mutatis mutandis", a otras


instituciones dependientes de la diócesis.

733- Se exige que todos los sacerdotes diocesanos hagan su testamento. Es


suficiente que sea ológrafo, es decir, "escrito de su puño y letra". Una copia de
ese testamento, en sobre cerrado y lacrado, estará depositado en la curia
diocesana.

C) Normas complementarias

734- La parroquia tiene personalidad jurídica propia, reconocida por el Estado


dominicano. Las parroquias, institutos de vida consagrada, sociedades de vida
apostólica y asociaciones de fieles erigidas a partir del 14 de septiembre de
1954 deberán tramitar la solicitud de su personalidad jurídica a través del
obispado, incluyendo el decreto de erección canónica o aprobación diocesana,
y por medio de la Secretaría de Educación, Bellas Artes y Cultos a la Secretaría
de Estado de Relaciones Exteriores (Ley n º 3928, 3, del 14 de Septiembre de
1954).

735- Procúrese motivar a los -fieles a la luz de la palabra de Dios, para que
colaboren responsable y generosamente al sostenimiento de su parroquia y de
las obras que promueve la Iglesia.

736- Los fieles cooperarán económicamente con su parroquia, ya sea por


cuotas fijas u otra manera, aprobada por la reunión de obispos de cada
provincia eclesiástica de la República Dominicana. Éstos determinan las
aportaciones que deban hacerse con ocasión de la administración de los
sacramentos y sacramentales u otras formas de ingresos (cfr. CIC c. 1264(2º)).

737- En señal de solidaridad y comunión de bienes, la parroquia colaborará


económicamente con la cuota anual señalada por el obispo o el consejo de
161

asuntos económicos, y reportará fielmente a la curia el resultado de las


colectas, que con fines específicos han acordado los obispos en el seno de la
Conferencia del Episcopado Dominicano o el obispo en su diócesis.

738- Cada parroquia ofrece al párroco y a los vicarios parroquiales las


siguientes facilidades y servicios:

a) alojamiento, alimentación, gastos de casa y del personal de servicio.


b) un sueldo mensual digno, de acuerdo a las posibilidades.
c) seguro médico y de vejez.
d) medio de transporte, si es posible y necesario.

739- Las escuelas, colegios e instituciones de caridad vinculadas a la


parroquia, son obras parroquiales que pertenecen a la diócesis y no al
sacerdote que las fundó. Pueden haber obras eclesiales en las mismas que no
sean parroquiales.

740- Si no consta lo contrario, se presumen hechas a la parroquia las


donaciones u ofrendas entregadas al párroco, al vicario parroquial o a cualquier
otra persona con oficio administrativo parroquial; y como tales deben ser
asentadas en la cuenta de la parroquia.

741- Los vehículos adquiridos con dinero parroquial o con ayudas nacionales
o internacionales, a nombre de la parroquia, sean exonerados o no, pertenecen
a ella y no pueden ser vendidos o traspasados sin permiso del obispo o del
ecónomo o del vicario episcopal de administración. En caso contrario,
pertenecen a la persona jurídica pública a quien se confió la parroquia,
mediante el acuerdo correspondiente.

742- Estos vehículos, si son exonerados, no podrán ser vendidos sino después
de haber pagado los impuestos al fisco, haber logrado el cambio de matrícula
a favor del nuevo dueño y haber realizado los trámites legales, de forma que
ni la parroquia ni la diócesis ni cualquier otra entidad eclesiástica, que la
regente, tenga responsabilidad alguna.

743- Cuando una parroquia u otra obra diocesana está encomendada a un


instituto religioso o su equivalente, se recomienda conste por escrito qué bienes
pertenecen a la parroquia u obra diocesana y cuáles al instituto religioso o su
equivalente.

744- Para la organización de las curias y oficinas parroquiales, téngase en


cuenta, también, lo siguiente:
162

a) Deben estar al día y diligentemente cuidados los libros y archivos de


las oficinas parroquiales. Éstos pueden ser revisados por el obispo, o
persona designada, en visitas especiales para estos fines.

b) Han de usar los libros y formularios comunes editados por las


diócesis, como los del Bautismo, Matrimonio, Defunciones, Dispensas,
y otros.

c) Debe capacitarse y seleccionarse con cuidado el personal auxiliar de


las oficinas parroquiales, sobre todo . al secretario/a parroquial,
principalmente cuando llevan cuentas y preparan los depósitos
bancarios.

4. LA PARROQUIA:
COMUNIDAD DE COMUNIDADES ECLESIALES

4.1. GENERALIDADES

745- Todos los que profesan la fe católica forman una y única comunidad,
signo visible y eficaz de la salvación universal en el mundo que es la Iglesia de
Cristo.

746- Dicha comunidad universal se expresa en diversas Iglesias particulares


o comunidades diocesanas en las que se encuentra y opera verdaderamente
la Iglesia de Cristo que es una, santa, católica y apostólica (cfr. CD 11 ).

747- Toda Iglesia particular o comunidad diocesana se estructura en


"comunidades locales" o parroquias, encomendadas a sacerdotes que
representan en ella al obispo y que actúan con autoridad recibida de él.

748- A imagen de la Iglesia primitiva -inicial-, la Iglesia universal, la Iglesia


particular y, también, la parroquia, son y deben ser, ante todo, comunidad. La
dimensión comunitaria pertenece a la esencia de la Iglesia.
163

749- El que se inserta en la comunidad parroquial se inserta en la comunidad


diocesana bajo el obispo y a través de ésta en la comunidad universal.
Pertenece, pues, a las 3 dimensiones de la misma y única realidad eclesial;
debe ser consciente de esto y consecuente con ello.

750- La comunidad universal y la diocesana son de derecho_ divino. La


parroquia, sin embargo, es de derecho eclesiástico, susceptible de modificación
y aun de supresión.

751- En esta estructura eclesial la parroquia es el nivel básico o primero.

752- La dispersión geográfica, la heterogeneidad de los fieles, la masificación


difícilmente superable y otras situaciones, dificultan frecuentemente la vivencia
comunitaria en la parroquia y ha provocado dentro de ella, modernamente,
nuevas formas de vida asociada, más coherentes e intensas, más vitales y
eficaces, creando así, por debajo del nivel parroquial, un nuevo nivel básico de
comunidad cristiana.

4.2. CRITERIOS Y NORMAS

753- La parroquia es así "comunidad de comunidades".

754- Las nuevas formas de vida comunitaria, que han ido surgiendo, son de
diversos tipos y con espiritualidades diversas. El Espíritu Santo sopla donde y
como quiere (cfr. Jn. 3, 8). Las hay que enfatizan la presencia activa del
Espíritu Santo en el interior de cada uno, otras la radicalidad de la conversión,
otras el compromiso temporal, etc.

755- Es necesario resaltar que no toda forma asociativa, aunque sea estable,
religiosa y de base, constituye ya por eso el nivel eclesial descrito.

756- Para que una forma de vida comunitaria sea aceptada como nivel básico
eclesial es necesario que llene los siguientes requisitos:

a) Conciencia clara de una relación particular y original con el Padre, por


Cristo, en el Espíritu Santo.
b) Acogida de la Palabra de Dios para conocer siempre el designio de Dios
sobre los hombres.
164

c) Interpretación de la Palabra de Dios en la Biblia según la Tradición y el


Magisterio de la Iglesia.
d) Celebración de la fe, particularmente en los Sacramentos.
e) Comunión con el párroco y a través de él con el obispo y por medio de
éste con el Papa.
f) Oración comunitaria y personal a la luz de la Palabra de Dios y como
respuesta a esa Palabra.
g) Fraternidad en el amor.
h) Conciencia de la misión universal e ímpetu misionero (que hace de la
comunidad un lugar de irradiación para otras comunidades).
i) Reconocimiento de las propias limitaciones y por consiguiente de la
necesidad de abrirse a otras comunidades.
j) Opción por los pobres, empeño por la justicia y por la liberación integral.
(Conclusiones de la I Semana Latinoamericana de Catequesis, nº 5. Del 3 al 1 O de
octubre de 1982, Quito, Ecuador).

757- De acuerdo al requisito de la letra e), todo servidor eclesial (animador de


asamblea) necesitará siempre para ejercer su ministerio la misión del obispo.
El párroco hará la presentación de los candidatos elegidos con la colaboración
de las personas que integran la pequeña comunidad.

758- Respaldamos y confirmamos los movimientos apostólicos y espirituales


que han recibido la debida aprobación entre nosotros. Reconocemos en ellos
el soplo vivificador del Espíritu Santo, fuente perenne de la unidad en la
diversidad y de la universalidad en la unidad de la Iglesia.

759- Las pequeñas comunidades o grupos en formación, que esos


movimientos crean, deberán atenerse a los requisitos señalados para ser
admitidos como nivel básico de la Iglesia. De otro modo deberán ser
considerados como grupos de perfeccionamiento mutuo espiritual o apostólico.

760- Respecto a las ya reconocidas 11 comunidades eclesiales de base 11


repetimos lo que nos dice el Documento de Puebla en su número 648: Como 11

pastores, queremos decididamente promover, orientar y acompañar las


comunidades eclesiales de base según el espíritu de Medellín y los criterios de
Evangelii Nuntiandi, 58".

761- Para evitar equívocos y riesgos innecesarios, les recordamos la


advertencia de la Evangelii Nuntiandi: Hay comunidades de base
antijerárquicas y jerárquicas.
165

"La diferencia es ya notable: las comunidades que por su espíritu de


contestación se separan de la Iglesia, cuya unidad perjudican, pueden llamarse
· comunidades de base', pero ésta es una denominación estrictarl)ente
sociológica. No pueden, sin abusar del lenguaje, llamarse comunidades
eclesiales de base, aunque tengan la pretensión de perseverar en la unidad de
la Iglesia manteniéndose hostiles a la Jerarquía. Este nombre pertenece a las
otras, a las que se forman en Iglesia para unirse a la Iglesia y para hacer crecer
a la Iglesia" (EN 58).

"Estas últimas comunidades serán un lugar de evangelización, en beneficio de


las comunidades más vastas, especialmente de las Iglesias particulares, y
serán una esperanza para la Iglesia universal, como Nos mismo dijimos al final
del Sínodo, en la medida en que:

- buscan su alimento en la Palabra de Dios y no se dejan aprisionar por


la polarización política o por las ideologías de moda, prontas a explotar su
inmenso potencial humano;

- evitan la tentación siempre amenazadora de la contestación


sistemática y del espíritu hipercrítico, bajo pretexto de autenticidad y de espíritu
de colaboración;

- permanecen firmemente unidas a la Iglesia local en la que ellas se


insieren, y a la Iglesia universal, evitando así el peligro -muy real- de aislarse
en sí mismas, de creerse, después, la única auténtica Iglesia de Cristo y,
finalmente, de anatematizar a las otras comunidades eclesiales;

- guardan una sincera comunión con los Pastores que el Señor ha dado
a su Iglesia y al Magisterio que el Espíritu de Cristo les ha confiado;

- no se creen jamás el único destinatario o el único agente de


evangelización, esto es, el único depositario del Evangelio; sino que,
conscientes de que la Iglesia es mucho más vasta y diversificada, aceptan que
la Iglesia se encarna en formas que no son las de ellas;

-crecen cada día en responsabilidad, celo, compromiso e irradiación


misioneros;

- se muestran universales y no sectarias11 (EN 58).

762- Los obispos dominicanos, conscientes del valor y validez de este nuevo
nivel eclesial descrito, optamos por él y deseamos que la mayoría de nuestras
166

parroquias se estructuren como comunidad de comunidades. Recordamos que


esto es un proceso, proceso no fácil.

763- Establecemos que cuanto el Magisterio dice sobre las comunidades


eclesiales de base se aplique al nivel básico eclesial descrito, aunque no se les
llame comunidades eclesiales de base.
167

ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
V ADMINISTRACIÓN PATRIMONIAL

1. NORMATIVA GENERAL
1.1. GENERALIDADES

1.2. ADQUISICIÓN DE BIENES

1.3. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES

2. NORMATIVA PARTICULAR
2.1. NORMAS COMPLEMENTARIAS DEL DERECHO CANÓNICO
PARA LA REPÚBLICA DOMINICANA.

2.2. NORMAS PARA LA SEGURIDAD SOCIAL DEL CLERO

2.3. NORMAS ESTABLECIDAS POR EL PRIMER CONCILIO


PLENARIO DOMINICANO
168

ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
Y ADMINISTRACIÓN PATRIMONIAL

1. NORMATIVA GENERAL

1.1. GENERALIDADES

764- Por derecho nativo y concordatario, vigente en la República Dominicana


(Resolución NQ 3874 del Congreso Nacional, del 21 de julio de 1954), la Iglesia
puede adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales (cfr. CIC c.
1254,1).

765- El fin de cuantos bienes posea la Iglesia deberá ser siempre el servicio
eficaz a Dios y a los seres humanos: sostener el culto divino, sustentar
honestamente al clero y demás ministros, poder atender a los gastos que
importe la pastoral y ofrecer servicios de asistencia y promoción social, sobre
todo a los más necesitados (cfr. CIC c. 1254,2).

766- La Iglesia Universal, la Sede Apostólica y, también, las Iglesias


particulares y cualquier otra persona jurídica, tanto pública como privada, son
sujetos capaces de adquirir, retener, administrar y enajenar bienes temporales
(cfr. CIC c. 1255).

767- Los bienes temporales -económicos y culturales-, que pertenecen a la


Iglesia particular o personas jurídicas públicas, son bienes eclesiásticos y se
rigen por el Derecho Canónico y por los propios estatutos. En cambio los
169

bienes temporales de una persona jurídica privada se rigen por sus propios
estatutos (cfr. CIC c. 1257).

1.2. ADQUISICIÓN DE BIENES

768- "La Iglesia puede adquirir bienes temporales por todos los modos justos,
de derecho natural o positivo, que estén perrtjitidos a otros" (CIC c. 1259).

769- "La Iglesia tiene derecho nativo de exigir de los fieles los bienes que
necesita para sus propios fines" {CIC c. 1260).

770- "Los fieles tienen el deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades, de


modo que disponga de lo necesario para el culto divino, las obras de
apostolado y de caridad y el conveniente sustento de los ministros" (CIC c.
222,1). El obispo diocesano debe advertir a los fieles y urgirles de manera
oportuna sobre la mencionada obligación (cfr. CIC c. 1261,2).

771- Tienen también la obligación de promover la justicia social, así como,


recordando el precepto del Señor, ayudar a los pobres con sus propios bienes.
El obispo diocesano por sí mismo y por medio de los párrocos advertirá a los
fieles y les urgirá de manera oportuna sobre esta obligación (cfr. CIC c. 222,2).

772- Para atender a las necesidades de la diócesis, el obispo diocesano tiene


derecho a asignar un tributo moderado a las personas jurídicas públicas sujetas
a su iurisdicción, que sea proporcionado a sus ingresos, oído el consejo de
asuntos económicos y el consejo presbiteral (cfr. CIC c. 1263).

Respecto a las demás personas físicas y jurídicas sólo se le permite asignar


una contribución extraordinaria y moderada, en caso de grave necesidad y en
las mismas condiciones (cfr. CIC c. 1263) .

773- "A no ser que el derecho disponga otra cosa, corresponde a la reunión de
Obispos de cada provincia:

1º) Determinar las tasas que se han de pagar por los actos de
potestad ejecutiva graciosa o por la ejecución de rescriptos de la
Sede Apostólica y, q1:1e han de ser aprobados por la Sede
Apostólica.
170

2º) Determinar las aportaciones que han de hacerse con ocasión de


la administración de los sacramentos y sacramentales" (CIC c.
1264).

774- "1) Sin perjuicio del derecho de los religiosos mendicantes, está
prohibido a toda persona privada, tanto física como jurídica, hacer cuestaciones
para cualquier institución o finalidad piadosa o eclesiástica, sin licE1ncia escrita
del Ordinario propio y del Ordinario del lugar" (CIC c. 1265, 1).

"2) Sobre la cuestación de limosnas, la Conferencia Episcopal puede


dictar normas, que han de observar todos, incluso aquellos que, por institución,
se llaman y son mendicantes" (CIC c. 1265,2).

775- "Si no consta lo contrario, se presumen hechas a la persona jurídica las


oblaciones entregadas a los superiores o administradores de cualquier persona
jurídica eclesiástica, aunque sea privada" (CIC c. 1267,1).

776- "Por razón del vínculo de unidad y de caridad, y conforme a las


posibilidades de su diócesis, los obispos contribuyan a que la Sede Apostólica
disponga de los medios que, según las dis�intas circunstancias, necesita para
el debido servicio a la Iglesia universal" (CIC c. 1271).

1.3. ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES

777- "En virtud de su primado de regImen, el Romano Pontífice es el


administrador y distribuidor supremo de todos los bienes eclesiásticos" (CIC c.
1273).

778- "En toda diócesis debe haber un instituto especial que recoja los bienes
y oblaciones para proveer conforme al canon 281 a la sustentación de los
clérigos que prestan un servicio en la diócesis, a no ser que se haya
establecido otro modo de cumplir esta exigencia" (CIC c. 1274,1).

779- Cuide la Conferencia Episcopal de que haya una institución que provea
suficientemente a la seguridad social de los clérigos (cfr. CIC c. 1274,2).

Para mejor lograrlo constitúyanse instituciones diocesanas federadas entre sí,


o por medio de una cooperación, e incluso por una asociación convenida entre
varias diócesis o constituida para todo el territorio de la misma Conferencia
Episcopal (cfr. CIC c. 1274,4).
171

780- "La masa de bienes provenientes de distintas diócesis se administra


según las normas oportunamente acordadas por los Obispos interesados" (CIC
c. 1275).

781- "Corresponde al Ordinario vigilar diligentemente la administración de todos


los bienes pertenecientes a las personas jurídicas públicas que le están sujetas,
quedando a salvo otros títulos legítimos que le confieran más amplios
derechos" (CIC c. 1276, 1).

782- Por lo que se refiere a la realización de actos de administración que, (...)


sean de mayor importancia, el Obispo dioGesano debe oír al consejo de
asuntos económicos y al colegio de consultores. Aparte de los casos
especialmente determinados en el derecho universal o en la escritura de
fundación, necesita el consentimiento del mismo consejo, así como del colegio
de consultores, para realizar los actos de administración extraordinaria.
Compete a la Conferencia Episcopal determinar qué actos han de ser
considerados de administración extraordinaria (cfr. CIC c. 1277).

783- "Antes de que los administradores comiencen a ejercer su función:

1º. deben prometer solemnemente, mediante juramento ante el


Ordinario o su delegado, que administrarán bien y fielmente;

2º. hágase un inventario exacto y detallado, suscrito por ellos, de los


bienes inmuebles, de los bienes muebles, tanto preciosos como
pertenecientes de algún modo al patrimonio cultural, y de cualesquiera
otros, con la descripción y tasación de los mismos; y compruébese una
vez hecho;

3º. consérvese un ejemplar de este inventario en el archivo de la


administración, y otro en el de la curia; anótese en ambos cualquier
cambio que experimente el patrimonio" (CIC c.1283).

784- Conforme al canon 1284, 1 y 2, todos los administradores están obligados


a cumplir su función con la diligencia de un buen padre de familia.

Deben por tanto:

a) vigilar para que los bienes encomendados a su cuidado no perezcan en


modo alguno ni sufran daño, suscribiendo a tal fin, si fuese necesario,
contratos de seguro;
172

b) cuidar de que la propiedad de los bienes eclesiásticos se asegure por


modos civilmente válidos;

c) observar las normas canónicas y civiles, las impuestas por el fundador


o donante o por la legítima autoridad, y cuidar de que no sobrevenga
daño para la Iglesia por inobservancia de las leyes civiles;

d) cobrar diligente y oportunamente las rentas y productos de los bienes,


si los hubiere; conservar de modo seguro los ya cobrados; y emplearlos
según el deseo del fundador o las normas legítimas;

e) pagar puntualmente el interés debido por préstamo o hipoteca y cuidar


de que el capital prestado se devuelva a su tiempo;

f) con el consentimiento del Ordinario, aplicar a los fines de la persona


jurídica el dinero que sobre del pago de los gastos y que pueda ser
invertido productivamente;

g) llevar con diligencia los libros de entradas y salidas;

h) hacer cuentas de la administración al final de cada año;

i) ordenar debidamente y guardar en un archivo conveniente y apto los


documentos e instrumentos en los que se fundan los derechos de la
Iglesia o del instituto sobre los bienes; y, donde pueda hacerse
fácilmente, depositar copias auténticas de los mismos en el archivo de
la curia.

785- Los administradores harán cada año el presupuesto de entradas y salidas


(cfr. CIC c.1284,3).

786- En los contratos de trabajo los administradores han de observar


cuidadosamente las leyes civiles en materia laboral y social. Pagarán un salario
justo y honesto al personal contratado, de manera que éste pueda satisfacer
convenientemente las necesidades personales y de los suyos (cfr. CIC c.
1286).

787-Sobre enajenaciones, pías voluntades, pías fundaciones, arrendamientos


de bienes de la Iglesia, o cualquier otra operación jurídica, procédase de
acuerdo a los cánones 1291-1310 del Código de Derecho Canónico.
173

788- En caso de malversación de fondos, procédase según la legislación penal


de la Iglesia y el país.

2. NORMATIVA PARTICULAR

2.1. NORMAS COMPLEMENTARIAS DEL DERECHO CANÓNICO PARA


LA REPÚBLICA DOMINICANA

789- El Concilio Plenario asume las Normas complementarias del Derecho


Canónico dadas por los obispos dominicanos el 20 de mayo de 1987.

790- "A tenor del canon 1262, se harán periódicamente catequesis sobre la
obligación de contribuir, eri la medida de la disponibilidad económica, con la
Iglesia. Se harán experiencias de contribuciones voluntarias y fijas, mensuales
o periódicas (...)".

"Las colectas nacionales anuales, establecidas por la Conferencia son:

- Santa Infancia, último domingo de Enero


- Penitencial en favor de los pobres, V domingo de Cuaresma
- En favor de Tierra Santa, Viernes Santo
- Ofrenda al Papa, último domingo de Junio
- Misiones, penúltimo domingo de Octubre
- En favor del seminario, 1 er. domingo de Diciembre" (NC 24).

791- "A tenor del canon 1265, 2, no se permitirán fácilmente hacer Colectas.
Las que se permitan deberán cumplir los siguientes requisitos: tener un fin
concreto; presentar previamente el proyecto detallado de costos;
comprometerse el responsable a llevar contabilidad y administración
escrupulosa; estar dispuesto a dar cuenta al propio Ordinario y al Ordinario del
lugar de la situación económica del proyecto en el momento en el que esto se
exigiere; y rendir al final un informe de ingresos recibidos y proyecto_realizado.
174

Estas normas obligan también a. todos los miembros de Institutos de vida


consagrada. Colectas filantrópicas, ajenas a la Iglesia, jamás se harán en los
templos sin aprobación explícita del Obispo Diocesano" (NC 25).

792- A tenor del canon 1277, serán actos de administración extraordinaria


todos los que excedan la cantidad del equivalente en pesos dominicanos de
250.000 $USA (cfr. NC 26, 1).

793- Conforme al canon 1292, 1, el valor mínimo y máximo para la enajenación


de bienes será respectivamente el equivalente en pesos dominicanos de
50.000 y 250.000 $USA (cfr. NC 26,2).

2.2. NORMAS PARA LA SEGURIDAD SOCIAL DEL CLERO

794- A tenor del canon 1274 se establece en las diócesis de las provincias
eclesiásticas de la República Dominicana:·

a) Un seguro de salud digno y eficiente, obligatorio para


todos los presbíteros diocesanos y diáconos.

b) Un seguro de invalidez y ancianidad, que sea digno y


eficiente, obligatorio para todos los presbíteros diocesanos
y diáconos.

c) Otros seguros (vehículos, propiedades, equipos, etc.) que


sean dignos y eficientes, obligatorios para todos los
presbíteros diocesanos y diáconos.

2.3 NORMAS ESTABLECIDAS POR EL PRIMER CONCILIO PLENARIO


DOMINICANO

795- Los seguros de salud, invalidez, ancianidad y otros seguros (vehículos,


propiedades, equipos, etc) serán obligatorios para todos los presbíteros y
diáconos, de los que se habla en el número anterior. Asimismo, estos seguros
podrán favorecer a los miembros de Institutos de vida consagrada, de
175

Sociedades de vida apostólica y a los laicos que trabajan en las instituciones


de la Iglesia.

796- Créese una fundación cuya finalidad sea recaudar fondos para las
necesidades y actividades de la Iglesia en la República Dominican�.
176

TRIBUNALES ECLESIÁSTICOS

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINAL

3. CRITERIOS DE ACCIÓN

4. NORMAS CONCRETAS
177

TRIBUNALES ECLESIÁSTICOS

1. INTRODUCCIÓN

797- La Iglesia, constituida y ordenada como sociedad y gobernada por el Papa


y los obispos (cfr. CIC c. 204, 2), es una comunidad de justos y pecadores:
crecen en el Reino de Dios conjuntamente el trigo y la cizaña (cfr. Mt. 13, 24-
30). En ésta se dan, de suyo, las controversias y violaciones a los derechos de
los fieles cristianos, de las comunidades eclesiales y de otras personas
jurídicas, todos ellos sujetos de obligaciones y derechos (cfr. CIC c. 113,2). Por
ello, la potestad de régimen comprende también la judicial que ha de ejercerse
jurídicamente (cfr. CIC c. 135, 3), para que todos puedan defender y reivindicar
los derechos de que gozan en la Iglesia, acudiendo al foro eclesiástico (cfr. CIC
c.221, 1).

2. FUNDAMENTACIÓN DOCTRINAL

798- El Señor confió a su Iglesia la triple misión de enseñar, santificar y regir.


Según el canon 135, la potestad de regir se divide en legislativa, ejecutiva y
judicial.

799- El libro VII del Código de Derecho Canónico (cfr. CIC ce .. 1400-1752)
considera no sólo la potestad judicial, sino también la administrativa, como es
178

la imposición de penas por vía extrajudicial (cfr. CIC c. 1720), el procedimiento


a seguir en los recursos administrativos (cfr. CIC ce. 1732-1739) y el
procedimiento para la remoción y traslado de los párrocos (cfr. CIC ce. 1740-
1752).

800- Todas las normas procesales eclesiales tienden a defender la persona


humana y los bienes con ella relacionados, como, por ejemplo, la institución
matrimonial y el justo orden en la comunidad eclesial, teniendo como finalidad
la salvación de las almas, que es siempre la ley suprema de la Iglesia, aún en
materias judiciales (cfr. CIC c. 1752).

801- Entre los objetivos de una pastoral orgánica está también la misión de
discernir y juzgar tal y como lo entendió la Iglesia desde los tiempos
apostólicos; por eso el derecho procesal canónico es eclesial, porque nace de
·la Iglesia, se aplica en la Iglesia y sirve a la justicia y equidad de la comunidad
eclesial.

802- Entre los servicios pastorales, que la Iglesia presta a los fieles cristianos
a través de los tribunales eclesiásticos, están los referidos a personas
afectadas de graves problemas de conciencia por un deseo de participar
plenamente de la comunión eclesial, la cual perdieron, algunos aun estando
cerca de la Iglesia e incluso activa y efectivamente, por desconocimiento, a su
debido tiempo, de la posibilidad de buscar ayuda de la Iglesia, y otros que han
. descubierto con posterioridad la fe y desean buscar la ayuda de la Iglesia para
vivificarla en su plenitud.

803- Nuestros tribunales eclesiásticos son competentes para tratar los asuntos
matrimoniales, la separación de los cónyuges (cfr. CIC c. 1692, 1), las causas
contenciosas sobre el vínculo de la sagrada ordenación (cfr. CIC c. 1425, 1, 1º),
las causas penales sobre delitos que pueden castigarse con la expulsión del
estado clerical, las causas penales cuando se trata de infligir o declarar una
excomunión (cfr. CIC c. 1425, 1, 2º) y otros asuntos que el derecho universal de
la Iglesia e_stablezca.

804- Dado lo específico del tema, y que está taxativamente normado en la


legislación de la Iglesia, en la administración de la justicia hay que atenerse en
todo'a esta legislación.
179

3. CRITERIOS DE ACCIÓN

805- El proceso más común en los tribunales eclesiásticos es el de la


declaración de nulidad de matrimonio. Con ello se solucionan- no pocos
problemas de conciencia y otras tantas situaciones angustiosas de facto
existentes en los fieles.

806- En la República Dominica existen los siguientes Tribunales eclesiásticos:


un Tribunal lnterdiocesano, con sede en Santo Domingo; un Tribunal
Metropolitano, con sede en Santiago de los Caballeros;Tribunales diocesanos
en La Vega, Barahona y San Francisco de Macorís; y un Tribunal Único o
Nacional de Segunda Instancia, con sede en Santo Domingo.

807- El Tribunal lnterdiocesano de Santo Domingo lo constituyen, de común


acuerdo y con aprobación de la Sede Apostólica, la arquidiócesis de Santo
Domingo y las diócesis de San Juan de la Maguana, Nuestra Señora de
Altagracia, Baní y San Pedro de Macorís. Este tribunal único es de primera
instancia para todas ellas (cfr. CIC c. 1423, 1) y es también competente para
el Ordinariato Militar de la República Dominicana (cfr. Const. Apost. "Spirituali
Militum Curae", art. XIV).

El Tribunal Metropolitano de Santiago de los Caballeros tiene competencia,


prorrogada por la Signatura Apostólica, para las causas en primera instancia
de las diócesis de Mao-Montecristi y Puerto Plata.

808- Para las causas en segunda instancia está el Tribunal Único o Nacional
de Segunda Instancia, constituido en 1983 por la Conferencia Episcopal
Dominicana, con la aprobación de la Santa Sede.

809- El Tribunal Único o Naciional de Apelación, según el Decreto de


constitución, juzga en segunda instancia las causas judiciales ya definidas en
primera instancia en los otros Tribunales de la República Dominicana, salvo el
derecho de los fieles de apelar a la Rota Romana en segunda instancia (cfr.
CIC c. 1417).
180

4. NORMAS CONCRETAS

81O- Compete a todo bautizado, conforme a la norma del derecho, el revindicar


y defender legítimamente, ante el tribunal eclesiástico competente, los
derechos de que goza en la Iglesia (cfr. CIC ce. 221; 1598, 1; 1620, 62 y 72). El
no bautizado puede también demandar en juicio, y la parte legítimamente
demandada tiene obligación de responder (cfr. CIC c. 1476).

811- Es obligación de los tribunales eclesiásticos facilitar a los párrocos y


sacerdotes un material de información, con el que puedan orientar a los fieles
a requerir sus derechos, dándoles un camino práctico a seguir para solicitar de
la Iglesia el servicio pastoral de los tribunales.

812- Es deber de los párrocos y sacerdotes instruir a los fieles acerca de este
servicio pastoral de la Iglesia en la búsqueda de solución a sus problemas
jurídico-eclesiales.

813- Teniendo en cuenta que la mayoría de los casos que se presentan en el


país a los tribunales eclesiásticos son de derecho matrimonial, los
responsables de la catequesis deben insistir en la preparación al matrimonio,
en la doctrina de la Iglesia sobre las cualidades esenciales del matrimonio y los
obstáculos qué puedan viciar un verdadero consentimiento matrimonial.

814- A tenor del canon 1649, 1, corresponde al obispo diocesano, moderador


del Tribunal, dar normas para el mismo. A tenor del canon 1439, 3, para el
Tribunal de segunda instancia, "la Conferencia Episcopal o el obispo designado
por ésta tienen todas las potestades que competen al obispo diocesano sobre
su tribunal".
181

PLAN NACIONAL DE PASTORAL

1. INTRODUCCIÓN

2. NORMAS Y RECOMENDACIONES GENERALES

3. NORMAS Y RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS


182

PLAN NACIONAL DE PASTORAL

1. INTRODUCCIÓN

815- El plan nacional de pastoral es un instrumento privilegiado de la acción de


nuestra Iglesia, orientándola con líneas doctrinales bien definidas, delimitando
las opciones pastorales y programando cada año su acción pastoral.

816- Partir de la realidad es elemento básico en este trabajo pastoral, ya que


se busca descubrir la presencia de Dios en el caminar de nuestro pueblo, sus
ansias y aspiraciones y, a la vez, aprendemos a escuchar la voz de Dios que
ha dejado su eco en todas nuestras realidades.

817- Nuestra Iglesia hace un esfuerzo permanente de consulta, en todos los


niveles del pueblo de Dios, para conocer lo más urgente y prioritario y trazar los
campos de acción que deben privilegiarse.

818- Las líneas doctrinales que conforman el plan nacional de pastoral son
indispensables para iluminar la realidad y movernos a la acción. Estos
principios se refieren a los contenidos esenciales de toda evangelización:
Cristo, la Iglesia y el Hombre (cfr. DP, Discurso inaugural de S.S. Juan Pablo II en la 111
Conferencia del Episcopado Latinoamericano, 28.01.1979).

819- La realidad, a la luz del marco doctrinal, nos exige centrarnos en lo más
urgente: una evangelización nueva, misionera y planificada.

820- Este contexto lleva, en la práctica, a unas opciones conjuntas que,


partiendo de la realidad, aglutine a los distintos agentes de pastoral y
183

movimientos apostólicos, entorno a unos propósitos comunes, dando como


resultado una Iglesia que vive e intenta vivir la comunión y participación.

821- La catequesis debe ser columna vertebral de todo el plan y de cada una
de sus áreas de pastoral. De hecho, el mismo plan es catequético en su
método, ya que nos enseña a analizar la realidad y a iluminarla con la doctrina,
llevándonos a compromisos reales de vida. También lo es en su contenido, ya
que sus marcos doctrinales son una fuente de inspiración para nuestra
catequesis, y al ser un plan de evangelización ha de ser kerigmático y
catequético.

822- El plan nacional de pastoral se lleva a la vida y se integra en nuestras


celebraciones litúrgicas.

823- El plan nacional de pastoral cuenta con estructuras organizativas a nivel


nacional, diocesano, parroquial y de nivel básico que garantizan su
seguimiento a través de una animación y evaluación permanente.

2. NORMAS Y RECOMENDACIONES GENERALES

824- El plan nacional de pastoral es obligatorio, no opcional, para todos los


agentes de pastoral que trabajan en la República Dominicana. Por tanto, toda
actividad evangelizadora debe estar, explícitamente, en consonancia con él.

825- El plan nacional de pastoral permea los diversos niveles de la Iglesia en


la República Dominicana involucrando a todo el pueblo de Dios, en especial a
los agentes de pastoral.

826- Es necesario que, en la aplicación del plan nacional de pastoral, los


agentes de pastoral profundicen en una espiritualidad personal y comunitaria
con sentido de organización y complementariedad.

827- Se requiere una revisión del plan nacional de pastoral, por lo menos cada
cuatro años y, si es necesario, adecuarlo a las nuevas necesidades pastorales
de la Iglesia.
184

828- Los que se integran cada año a la acción pastoral de la Iglesia en la


República Dominicana provenientes de otros países o de los centros de
formación · como seminarios, noviciados, etc., deben recibir un curso
monográfico sobre el Plan nacional de pastoral que los ubique
convenientemente en la realidad eclesial del país.

El Instituto nacional de pastoral tiene a su cargo hacer cada año este servicio.

829- Las congregaciones religiosas, los grupos, los movimientos apostólicos


asumirán el plan nacional de pastoral desde su especificidad facilitando un
constante crecimiento eclesial.

830- El Instituto nacional de pastoral cuenta con el servicio de una comisión


teológico-pastoral permanente que asesora la interpretación del marco doctrinal
del plan nacional de pastoral.

831- Cada diócesis elabora su plan de pastoral a partir de su propia realidad


en consonancia con el plan nacional de pastoral.

832- Para el nombramiento de un párroco, asegúrese el obispo de que éste


conoce y está en disposición de asumir el plan nacional y diocesano de
pastoral.

833- Igualmente, cada parroquia debe integrar en su plan parroquial el plan


diocesano de pastoral.

834- La vicaría de pastoral diocesana, en consonancia con la vicaría episcopal


de administración de la diócesis, debe proveer los recursos necesarios para la
ejecución del plan diocesano de pastoral.

3. NORMAS V RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS

835- Es responsabilidad inmediata del Instituto nacional de pastoral,


implementar, dar seguimiento y evaluar el plan nacional de pastoral.
185

836- Esta misma responsabilidad corresponde, en el plano de la diócesis, a la


vicaría de pastoral con la colaboración del consejo diocesano de pastoral; en
el parroquial, al párroco con su consejo parroquial; en el zonal o sectorial, a los
responsables de éstos; y en el nivel comunitario, al consejo comunitario.

837- Estos organismos de pastoral, desde su nivel específico en el plano de la


comunión y participación, deben suscitar, coordinar, proponer y acomp-añar las
iniciativas y experiencias pastorales que impulsen la evangelización y lleguen
al corazón del hombre, de la sociedad y de su cultura.

838- Por iniciativa de la Conferencia del Episcopado Dominicano, cada año se


realizará un encuentro nacional de pastoral para trazar las líneas pastorales de
la Iglesia en la República Dominicana, para un período determinado de tiempo,
para guardar la unidad y dinamizar este quehacer.

839- El procedimiento general en la elaboración del plan nacional y de sus


etapas anuales es el siguiente:

a) encuentro nacional para evaluar el trabajo realizado y programar


las tareas del siguiente año;
b) revisión de dichas conclusiones y proposiciones por el Instituto
nacional de pastoral ;
c) presentación a la Conferencia del Episcopado Dominicano para
su aprobación final.

840- Los participantes en los encuentros nacionales son:

a) los miembros de la Conferencia del Episcopado Dominicano;


b) los del Instituto nacional de pastoral;
c) una representación de los consejos diocesanos de pastoral;
d) los directivos de la Conferencia dominicana de religiosos
(CONDOR) y de la Conferencia dominicana de institutos
seculares (CONDIS);
e) el coordinador de las diferentes comisiones nacionales de las
áreas de pastoral, a nivel nacional, y
f) el presidente de las diferentes asociaciones y movimientos de
laicos a nivel nacional.
g) Si se considera conveniente, dada la naturaleza de un plan
nacional determinado, participan agentes de pastoral invitados
por el Instituto nacional de pastoral.
186

841- Sólo participan en los encuentros nacionales los determinados en esta


normativa y no se aceptan sustitutos. En caso de que algún participante no
pueda asistir envía su excusa por escrito al director del Instituto nacional de
pastoral.

842- El presidente del encuentro nacional de pastoral es el presidente de la


Conferencia del Episcopado Dominicano.

843- El Instituto nacional de pastoral y las instancias diocesanas, zonales,


parroquiales, sectoriales y comunitarias pueden elaborar normas
complementarias a las dadas aquí, siempre que no contradigan estas
disposiciones.
187

(4)
PUEBLO DE DIOS

INTRODUCCIÓN GENERAL

844- El pueblo de Dios, la Iglesia santa fundada por Jesucristo, se compone de


la jerarquía conformada por los obispos, presbíteros, diáconos, de los fieles
cristianos laicos y de los miembros de los diversos institutos de vida
consagrada.

845- Habiendo tratado en el sacramento del Orden del ministerio y la vida de


los presbíteros y del ministerio de los diáconos permanentes, trataremos
ahora, únicamente, de los laicos y de la vida consagrada en nuestra pastoral.
188

FIELES LAICOS Y PASTORAL

1. FUNDAMENTO DOCTRINAL DE LA VOCACIÓN LAICAL

2. CRITERIOS FUNDAMENTALES

2.1. PROTAGONISMO DE LOS LAICOS


2.2. PRIORIDAD DE LA FORMACIÓN DEL LAICADO
2.3. COORDINACIÓN DE LAS DIVERSAS FORMAS DE
APOSTOLADO SEGLAR
2.4. PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA PLANIFICACIÓN
Y LAS DECISIONES
2.5. VALORACIÓN CORRECTA DE LA MUJER SEGLAR
2.6. COMPROMISO DEL HOMBRE SEGLAR
EN EL TRABAJO EVANGELIZADOR

3. CRITERIOS DE ACCIÓN

4. LOS LAICOS EN EL MUNDO

5. SERVICIOS DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA

6. MOVIMIENTOS Y ASOCIACIONES LAICALES

7. SERVICIOS LITÚRGICOS
189

8. LOS LAICOS COLABORADORES EN EL MINISTERIO


DE LOS SACERDOTES

8.1. NATURALEZA
8.2. CRITERIOS GENERALES
8.3. EL ANIMADOR DEL ASAMBLEA
8.3.1. Requisitos personales
8.3.2. Formación
8.3.3. Presentación de los candidatos
8.3.4. Envío
8.3.5. Duración
8.3.6. Atribuciones

8.4. EL MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA SAGRADA


COMUNIÓN
8.4.1. Criterios de selección
8.4.2. Formación
8.4.3. Presentación de los candidatos
8.4.4. Institución
8.4.5. Duración
8.4.6. Atribuciones:
AJ COMUNIÓN FUERA DE LA MISA
B) DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN DURANTE LA MISA
C) EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

8.5. MIEMBROS DE INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA V DE


SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA, NO ORDENADOS, Y
SU COLABORACIÓN EN EL MINISTERIO ORDENADO
190

FIELES LAICOS Y PASTORAL

1. FUNDAMENTO DOCTRINAL DE LA
VOCACIÓN LAICAL

846- "Con el nombre de laicos se designan aquí todos los fieles cristianos, a
excepción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso
aprobado por la Iglesia. Es decir, los fieles que, en cuanto incorporados a
Cristo por el bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su
modo, de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia
y en el mundo la misión de todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos
corresponde" (LG 31 ). "Esta vocación debe ser fomentada constantemente
por los pastores en las Iglesias particulares" (OSO 94; cfr. también DP 788 y
789).

847- "El Pueblo de Dios está constituido en su mayoría por fieles cristianos
laicos. Ellos son llamados por Cristo como Iglesia, agentes y destinatarios de
la Buena Noticia de Salvación, a ejercer en el mundo, viña de Dios, una tarea
evangelizadora indispensable. A ellos se dirigen hoy las palabras del Señor: 'Id
también vosotros a mi viña' (Mt. 20,3-4) y estas otras: "Id por todo el mundo y
procl�mad la Buena Noticia a toda la creación" (DSD 94).

848- "Los laicos están especialmente llamados a hacer presente y operante a


la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias en que sólo puede llegar a ser
sal de la tierra a través de ellos" (LG 33).

849- Ellos tienen la obligación general, y gozan del derecho, tanto personal
como asociados, de trabajar para que el mensaje divino de salvación sea
191

conocido y recibido por todos los hombres en el mundo; obligación que les
apremia todavía más en aquellas circunstancias en las que sólo a través de
ellos pueden los hombres oír el Evangelio y conocer a Jesucristo (cfr.Clq c.
225, 1). "Tienen también el deber peculiar, cada uno según su propia
condición, de impregnar y perfeccionar el orden temporal con el espíritu
evangélico, y dar así testimonio de Cristo, especialmente en la realización de
esas mismas cosas temporales y en el ejercicio de las tareas seculares" (CIC
c. 225, 2).

850- "Quienes, según su propia vocación, viven en el estado matrimonial tienen


el peculiar deber de trabajar en la edificación del pueblo de Dios a través del
matrimonio y de la familia" (CIC c. 226, 1).

"Por haber transmitido la vida a sus hijos, los padres tienen el gravísimo deber
y el derecho de educarles; por tanto, corresponde a los padres cristianos en
primer lugar procurar la educación cristiana de sus hijos según la doctrina
enseñada por la Iglesia" (CIC c. 226, 2).

851- "Los fieles laicos · son llamados por Dios para contribuir, desde dentro a
modo de fermento, a la santificación del mundo mediante el ejercicio de sus
propias tareas, guiados por el espíritu evangélico y así manifiestan a Cristo
ante los demás, principalmente con el testimonio de su vida y con el fulgor de
su fe, esperanza y caridad'. De este modo, el ser y el actuar en el mundo son
para los fieles no sólo una realidad antropológica y sociológica, sino también
y específicamente, una realidad teológica y eclesial. En efecto Dios les
manifiesta su designio en su situación intramundana, y les comunica la
particular vocación de 'buscar el Reino de Dios tratando las realidades
temporales y ordenándolas según Dios'" (Chl 15).

852- "Los fieles laicos tienen derecho a que se les reconozca en los asuntos
terrenos aquella libertad que compete a todos los ciudadanos; sin embargo, al
usar de esa libertad, han de cuidar de que sus acciones estén inspiradas por
el espíritu evangélico, y han de prestar atención a la doctrina propuesta por el
magisterio de la Iglesia, evitando a la vez presentar como doctrina de la Iglesia
su propio criterio, en materias opinables" (CIC c. 227).

853- "Además de este apostolado, que incumbe absolutamente a todos los


fieles, los laicos pueden también ser llamados de diversos modos a una
cooperación más inmediata con el apostolado de la Jerarquía" (LG 33).

854- "Para ejercer este apostolado, el Espíritu Santo, que opera la santificación
del Pueblo de Dios por el Ministerio y por los Sacramentos, concede también
dones peculiares a los fieles (cfr. 1 Cor. 12,7) distribuyéndolos a cada uno
192

según quiere (1 Co. 12, 11) para que poniendo cada uno al servicio de los
demás el don que ha recibido, sean también ellos buenos administradores de
la multiforme gracia de Dios (1 Pe. 4, 1O), para edificación de todo el cuerpo en
la caridad (cfr. Ef. 4, 16)" (AA 3).

855- "Sean extraordinarios, sean simples y sencillos, los carismas son siempre
gracias del Espíritu Santo que tienen, directa o indirectamente, una utilidad
eclesial, ya que están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los
hombres y a las necesidades del mundo 11 (ChL. 24).

2. CRITERIOS FUNDAMENTALES

2.1. PROTAGONISMO DE LOS LAICOS

856- La importancia de la presencia de los laicos en la tarea de la nueva


evangelización permite afirmar que un criterio prioritario de nuestra pastoral ha
de ser el de una Iglesia en la que los fieles cristianos laicos sean protagonistas
en la acción eclesial.

857- "Es necesaria la constante promoción del laicado, libre de todo


clericalismo y sin reducción a lo intra-eclesial" (DSD 97).

2.2. PRIORIDAD DE LA FORMACIÓN DEL LAICADO

858- Educar a los formadores: "Para que se dé una pastoral verdaderamente


incisiva y eficaz hay que desarrollar la formación de los formadores, poniendo
en funcionamiento los cursos o escuelas para tal fin" (Chl 63). Esta "formación
de los fieles laicos se ha de colocar entre las prioridades de la diócesis y se ha
de incluir en los programas de acción pastoral' (Chl 57).
193

859- Como criterio formativo básico, es necesario "promover y formar el laicado


para ejercer en el mundo su triple función: la profética, en el campo de la
palabra, del pensamiento, su expresión y valores; la sacerdotal, en el mundo
de la celebración y del sacramento, enriquecida por las expresiones, del arte
y la comunicación; la real, en el universo de las estructuras sociales, políticas
y económicas" (OSO 254). La formación ha de llevar a que la fe se haga
cultura, donde se armonice la fe y la vida (cfr. ChL 59).

860- Es una prioridad pastoral continua abrir escuelas parroquiales, zonales o


diocesanas para laicos, allí donde no existan y fortalecer las ya existentes.

861- "Un laicado, bien estructurado con una formación permanente, maduro y
comprometido, es el signo de Iglesias particulares que han tomado muy en
serio el compromiso de la Nueva Evangelización" ( OSO 103).

2.3. COORDINACIÓN DE LAS DIVERSAS FORMAS DE


APOSTOLADO SEGLAR

862- "La diversidad de formas organizadas del apostolado seglar exige su


presencia y participación en la pastoral de conjunto, tanto por la naturaleza
misma de la Iglesia, misterio de comunión de diversos miembros y ministerios,
como por la eficacia de la acción pastoral con la participación coordinada de
todos" (OP 807).

863- Una renovada pastoral del laicado organizado exige:

a) Apertura, para una mejor coordinación de todas las organizaciones


y los movimientos, teniendo en cuenta que ninguno de ellos posee la
exclusividad en la acción de la Iglesia.

b) "Canales permanentes y sistemáticos de formación doctrinal y


espiritual con actualización de contenidos y pedagogía adecuada" (DP
806).

c) Vitalidad en la actividad misionera, a fin de descubrir nuevos campos


de acción evangelizadora de la Iglesia.
194

2.4. PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA PLANIFICACIÓN


Y LAS DECISIONES.

864- Se requiere la participación del laicado no sólo en la fase de ejecu�ción de


11

la pastoral de conjunto, sino también en la planificación y en los mismos


organismos de decisión 11 (OP 808).

2.5. VALORACIÓN CORRECTA DE LA MUJER SEGLAR

865- Se deben crear en la educación nuevos lenguajes y símbolos que no


reduzcan a nadie a la categoría de objeto, sino que rescaten el valor de cada
uno como persona. Hay que evitar en los programas educativos los contenidos
que discriminan a la mujer, reduciendo su dignidad e identidad (cfr. OSO 109).

866- Se ha de incorporar a las mujeres en la toma de decisiones responsables


en los diversos ámbitos: tanto en la familia como en la sociedad (cfr. DSD
109).

867- Urge contar con el liderazgo femenino, y promover la presencia de la


11

mujer en la organización y la animación de la Nueva Evangelización 11 (OSO


109).

2.6. COMPROMISO DEL HOMBRE SEGLAR EN EL


TRABAJO EVANGELIZADOR.

868- En muchos lugares, el varón en la Iglesia se ha automarginado por


razones culturales o por no encontrar un espacio para él. Por tanto, es
necesario contar y dar más importancia, de manera sistemática, al hombre en
la planificación; también involucrarlo como agente activo en la acción pastoral,
la cual se ha dejado, en muchas ocasiones, sólo en manos de mujeres.
195

3. CRITERIOS DE ACCIÓN

869- Acrecentar la vivencia de la Iglesia-comunión, que nos lleve a una mayor


corresponsaqilidad y participación en la misión de la misma (cfr. OSO 98).

870- Unificar energías y recursos entre las diversas comisiones pastorales y


escuelas (parroquiales o zonales) evitando la duplicación de esfuerzos. Esta
formación debe cubrir las siguientes áreas: doctrinal, litúrgica, moral, espiritual,
doctrina social de la Iglesia, Biblia y valores humanos (cfr. ChL 60). De ahí que
lqs dos grandes textos de la formación de los laicos han de ser la Biblia y el
Catecismo de la Iglesia Católica.

871- Impulsar la preparación pastoral de laicos para que sobresalgan en el


campo de las realidades humanas y sociales (cfr. DSD 99).

872- Procurar los medios adecuados que favorezcan en los laicos una
auténtica experiencia de Dios y del desarrollo de la espiritualidad laica! (cfr.
oso 99).
873- "Favorecer la organización de los fieles laicos a todos los niveles de la
estructura pastoral, basada en los criterios de comunión y participación y
respetando 'la libertad de asociación de los fieles laicos en la Iglesia' (cfr. ChL
29-30)" (OSO 100).

4. LOS LAICOS EN EL MUNDO

874- Pertenece a los laicos por propia vocación buscar el Reino de Dios,
tratando los asuntos temporales y ordenarlos según Dios. La vocación
específica del laico lo coloca en el corazón del mundo, siendo su tarea
inmédiata poner en práctica todas las posibilidades cristianas y evangélicas
escondidas, pero a su vez ya presentes y activas, en las cosas del mundo. Es
ahí donde los laicos encuentran su campo específico de acción. Y ellos son, en
verdad, gente de Iglesia en el corazón del mundo y gente del mundo en el
corazón de la Iglesia (cfr. LG 31; EN 70; DP 789).
875- En todas las escuelas de formación para laicos y cursos sistemáticos para
ellos, inclúyase siempre la enseñanza de la doctrina social de la Iglesia.
,
876- Urge impulsar la preparación de laicos que destaquen en el campo de la
educación, la política, lo social, la economía, la cultura, la ciencia, las artes, los
medios de comunicación social, etc., mediante una pastoral específica para
cada uno de estos campos, de tal manera que quienes estén presentes en
ellos sientan el respaldo de sus pastores (cfr. DSD 99).

877- La formación espiritual de los laicos los lleva a un encuentro personal con
Jesucristo y a proclamarlo abiertamente, de tal modo que no se aparten de las
realidades temporales para buscar a Dios sino que perseveren, presentes y
activos, en medio de ellas, y allí encuentren al Señor siendo fermento en la
masa (cfr. DP 797).

878- Manténganse aquellas formas de participación de los laicos en el mundo,


nacidas de la acción pastoral de la Iglesia. Foméntense otras nuevas, que
aporten variedad y riqueza en el compromiso temporal de los laicos, como fruto
de su fe.

879- Requiere especial atención de los laicos: la familia, la educación, la salud,


la política, el campo social y económico, la migración y las comunicaciones
sociales. En tal sentido, téngase presente que cuanto mayor sea el
compromiso cristiano de los laicos en las realidades temporales, menores
serán las posibilidades de que algunos clérigos se sientan tentados a
incursionar en áreas propias de los laicos.

5. SERVICIOS DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA

880- De muchas y variadas formas se ha manifestado la renovación post­


conciliar de los laicos y su participación en la vida de la Iglesia, surgiendo en
su seno múltiples servicios y ministerios, unos instituidos y otros no.

881- El urgente llamado para un mayor compromiso de los laicos en la


promoción humana y en la inculturación del Evangelio en las realidades
temporales no debe ahogar la vitalidad intra-eclesial del laicado dominicano.
197

Por el contrario, ha de mantenerla, fortificarla y animarla continuamente de tal


manera que sirva de apoyo y sostén a la misma vocación de consagrar el
mundo.

882- Se deben utilizar con más frecuencia y de manera más sistemática las
posibilidades de bendiciones para los diferentes servicios que pueden realizar
los laicos y que ofrece el bendicional de la Iglesia.

883- Es conveniente promover la participación de las parejas de casados, que


son una unidad por el Sacramento, para que sean responsables de aquellos
servicios propios de los laicos.

6. MOVIMIENTOS V ASOCIACIONES LAICALES

884- Como respuesta a las situaciones de inculturación y de cultura urbana, de


secularismo, ateísmo e indiferencia religiosa, y como fruto de la aspiración y
necesidad de lo religioso, el Espíritu Santo ha impulsado el nacimiento de
movimientos y asociaciones de laicos que han producido ya muchos frutos en
nuestra Iglesia.

885- Es necesario tener en cuenta los movimientos laicales que surgen y se


multiplican en la Iglesia por la fuerza del Espíritu Santo, aprobados por la
autoridad competente, para responder a los desafíos más urgentes de la nueva
evangelización y para que la Iglesia sea misterio de comunión de los hombres
con Dios y los hombres entre sí.

886- En los movimientos laicales se promueven laicos comprometidos con la


Iglesia para ejercer en ella diversos ministerios, servicios Y. funciones; e
integrados a ella cumplir su misión profética, sacerdotal y real en el mundo.
Ellos actúan, de acuerdo a la vocación recibida, según el siguiente criterio
pastoral de que los jóvenes evangellizan a los jóvenes, los pobres evangelizan
a los pobres, los matrimonios a los matrimonios, las familias a las familias (cfr.
DSD 95).

887- Los movimientos deben mantenerse abiertos y con actitud de aprecio


hacia los otros movimientos, teniendo en cuenta los criterios de eclesialidad,
indicados en la Exhortación apostólica Christifideles laici, número 30. Todos
198

ellos han de estar coordinados en la pastoral de conjunto, buscando responder


a una mayor presencia de la fe en la vida social y en la cultura (cfr. DSD 102).
'
888- Los movimientos den importancia fundamental a la Palabra de Dios, la
oración en común y la atención especial a la acción del Espíritu y al apostolado.
Hay casos también en que, a la experiencia de una fe compartida, sigue la
necesidad de la comunicación cristiana de bienes, primer paso para una
economía de solidaridad (cfr. DSD 102).

889- Se exige a los laicos que, con entusiasmo y eficacia evangélica operan a
través de los movimientos y asociaciones apostólicas, se integren a la pastoral
de conjunto diocesana y parroquial (cfr. DSD 102).

890- Es necesario que los párrocos y demás sacerdotes acojan y acompañen


con solicitud a todos los movimientos y asociaciones aceptados en su diócesis
y renueven su esfuerzo por comprenderlos cada vez mejor de palabra y con
positivas actitudes pastorales. Así los laicos de movimientos y asociaciones
abrirán, más fácilmente, sus corazones a la unidad de la Iglesia dentro de su
diversidad.

891- Como todos y cada uno de los fieles laicos tienen el derecho y el deber
de participar en política, los movimientos y asociaciones de apostolado laical
deben dar a sus miembros apoyo, aliento e iluminación para su compromiso
político, recordándoles que deben distinguir entre la acción que los cristianos
llevan a cabo a título personal, como ciudadanos de acuerdo a su conciencia,
y la acción que realizan en nombre de la Iglesia, en comunión con sus pastores_
(cfr. Chl 42; DP 81 O).

892- Los laicos que desempeñen cargos de dirección en partidos políticos no


deben ser presidentes de movimientos o asociaciones de apostolado, mientras
dure su mandato de actividad política.

7. SERVICIOS LITÚRGICOS

893- En virtud del sacerdocio común de los fieles, los laicos pueden ser
llamados a ejercer determinados ministerios dentro de las celebraciones
litúrgicas (cfr. se 29; CATIC 1143).
199

894- "Los varones laicos, que tengan la edad y condiciones determinadas por
decreto de la Conferencia Episcopal, pueden ser llamados para el ministerio
estable 9e lector y acólito, mediante el rito litúrgico pr�scrito; sin embargQ, la
colación de esos ministerios no les da derecho a ser sustentados o
remunerados por la Iglesia" ( CIC c. 230, 1 ).

895- "Por encargo temporal, los laicos pueden desempeñar la funcióñ de lector
en las ceremonias litúrgicas; asimismo, todos los laicos pueden desempeñar
las funciones de comentador, cantor y otras, a tenor de la norma del derecho"
(CIC c. 230, 2).

896- Los fieles laicos, llamados a los servicios litúrgicos no ordenados o propios
del ministerio estable del lectorado o acolitado, pueden ser hombres o mujeres.
Lo más importante no es tanto su estado como su testimonio de vida cristiana
comprometida.

897- Los no casados por la Iglesia y los divorciados y vueltos a casar no


pueden recibir ni distribuir la Eucaristía. Pero sus pastores y la comunidad de
fieles deben ayudarlos "procurando con solícita caridad que no se consideren
separados de la Iglesia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados,
participar en su vida. Se les exhorte a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar
el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de
caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los
hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para
implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios. La Iglesia rece por ellos, los
anime, se presente como madre misericordiosa y así los sostenga en la fe y en
la esperanza" (FC 84).

898- Para que las celebraciones litúrgicas se realicen, como lo pide la letra y
el espíritu de los libros litúrgicos, es necesaria la formación de equipos
litúrgicos djocesanos, parroquiales y comunitarios.

899- Todos los que sirvan en acciones litúrgicas deben ser formados
previamente para desempeñar los ministerios que se les asignen y ser testigos
del misterio cristiano que celebran. Para ello se requiere de un equipo de
formación y animación de los ministerios litúrgicos, instituidos y no instituidos.

900- Es propio de los equipos litúrgicos cuidar de la celebración, de modo que


la asamblea viva el espíritu propio de la fiesta o misterio litúrgico propue�tos
por la Iglesia para cada día. Para esto pueden ayudar los siguientes servicios
ejercidos por laicos: decoradores, acomodadores, coro, monitor, lectores,
acó\itos, maestro de ceremonias, ministros instituidos.
200

901- Procúrese no descuidar la participación de monaguillos. La historia de la


Iglesia muestra claramente que ha sido -y sigue siendo cuando se les da
atención pastoral y formación espiritual- una cantera permanente de
vocaciones germinales al sacerdocio y a las diversas formas de.' vida
consagrada existentes y por venir.

902- Se recomienda que los que sirven a la liturgia lleven, durante la


celebración litúrgica, un distintivo sencillo y digno. Los ministros inferiores al
diácono, que sirven al altar, pueden vestir alba u otro distintivo o vestidura
legítimamente aprobado por el obispo diocesano (cfr. OGMR 301).

8. LOS LAICOS COLABORADORES EN EL MINISTERIO DE


LOS SACERDOTES

8.1. NATURALEZA

903- Los sacerdotes tienen el sagrado deber de "reconocer y promover los


ministerios, los oficios y las funciones de los fieles laicos, que tienen su
fundamento sacramental en el Bautismo y en la Confirmación, y además, para
muchos de ellos, en el Matrimonio" (Chl 23). Así, todo laico, por el hecho de
estar sacramentalmente unido a Cristo, ejerce ministerios, funciones y oficios
de profeta, de sacerdote y rey, que le son propias, distintas dé aquellas del
sacerdocio ministerial. El compromiso de la evangelización y la santificación,
por tanto, compete a todo el pueblo de Dios y de esta manera, el apostolado
11

de los laicos y el ministerio pastoral se completan mutuamente11 (AA 6).

904- Sin embargo, el laico cristiano, hombre o mujer, llamado principalmente


a la "consagración del mundo 11 por su índole laica! como también a otras tareas
de "evangelización y santificación" de la Iglesia, puede ser llamado por la
autoridad l�gítima, igualmente, a colaborar como delegado, en tareas
201

específicas propias del sagrado ministerio de los clérigos (cfr. EDM, Principios
Teológicos 4). La llamada a esta colaboración y delegación, que ha de
- considerarse extraordinaria, supletoria y transitoria, se da, ant� todo, en
situaciones de persecución de la comunidad cristiana, en los ambientes de
misión, sean estos territoriales o culturares, donde hay escasez de presbíteros,
en donde la Iglesia está aún escasamente radicada y la presencia del
sacerdote es sólo esporádica (cfr. RM 37).

905- Para evitar cualquier confusión, desviaciones pastorales o abusos


disciplinares al delegar en laicos ministerios propios de los sacerdotes, es de
suma importancia que los principios doctrinales estén muy claros y
debidamente difundidos, particularmente en los siguientes temas: la esencial
diferencia entre el sacerdocio común y el sacerdocio ministerial (cfr. EDM,
Principios Teológicos 1), la unidad y la diversidad en las funciones ministeriales
de laicos y ministerios ordenados (cfr. EDM, Principios Teológicos 2), la
insustituibilidad del ministerio ordenado (cfr. EDM, Principios Teológicos 3) y
las enseñanzas del Magisterio sobre la colaboración de fieles no ordenados en
el ministerio específico de los pastores (cfr. EDM, Principios Teológicos 4),
como también las disposiciones prácticas del mismo al respecto (cfr. EDM,
Disposiciones prácticas, artículos 1-13).

8. 2. CRITERIOS GENERALES

906- Cualquier servicio laica! ejercido como colaboración del ministerio


de los sacerdotes, ha de ceñirse a los siguientes criterios generales:

a) Requiere tina aptitud definida y ratificada por los pastores. (cfr.


DP 812).
b) Requiere, igualmente, un llamado específico de éstos, de
acuerdo a los modos establecidos por ellos (EDM, Principios
Teológicos 2).
c) Será considerado siempre como un servicio extraordinario,
supletorio y transitorio (cfr. EDM, Disposiciones prácticas, artículo
1 ).
d) Se orienta a la animación, al crecimiento y a la vida de la
comunidad cristiana, sin perder de vista el servicio que esta debe
prestar en el mundo (cfr. DP 813).
e) No debe promoverse como estímulo puramente individual fuera
de un contexto comunitario y de una verdadera necesidad o
utilidad de la comunidad eclesial (cfr. Chl 23; DP 816).
202

f) Tampoco puede ser entendido como una auténtica promoción del


laicado (cfr EDM, Disposiciones prácticas, artículos 2 y 3).
g) Su ejercicio no puede disminuir la participación activa de los
demás laicos (cfr. DP 817).
h) No debe clericalizarse: quien lo recibe sigue siendo laico con su
misión fundamental de presencia en el mundo y� con otros
servicios posibles dentro de la comunidad eclesial por su
condición de fiel cristiano laico (cfr. DP 811 ).

8. 3. EL ANIMADOR DE ASAMBLEA

907- En la República Dominicana los obispos diocesanos han llamado a


determinados laicos, que denominamos "animadores de asamblea", a colaborar
en el sagrado ministerio de los sacerdotes.

908- Se entiende por "animador de asamblea" un fiel laico cristiano, propuesto


por el párroco y enviado por el obispo, para que colabore con dicho párroco,
como delegado suyo, en la animación de la vida cristiana de asambleas,
ambientes, sectores o pequeñas comunidades eclesiales de dicha parroquia,
tanto en el área rural como urbana, ejerciendo allí unos servicios claramente
definidos, que no exigen el carácter del Orden.

909- Segú17 el nivel comunitario, que se le confíe, también se acostumbra a


llamarlo "animador de sector" o "animador de comunidad".

8. 3. 1. REQUISITOS PERSONALES

910- Para que un laico sea llamado como animador de asamblea debe reunir
las siguientes condiciones personales:
a) Tener más de 25 años de edad.
b) Haberse destacado en la comunidad por sus cualidades de
servicio y liderazgo.
c) Ser una persona de sana doctrina y conducta ejemplar (cfr. EDM,
Disposiciones prácticas, artículo 13).
203
. d) Haber recibido la formación para el adecuado cumplimiento de
las tareas que se le confían (cfr. EDM, Disposiciones prácticas,
artículo 13). ,
e) Tener sus propios medios de subsistencia y seguridad social.

8. 3. 2. FORMACIÓN

911- Para recibir el seNicio de animador de asamblea, es necesario ajustarse


al programa de formación exigido por cada diócesis.

912- Los cursos formativos se organizarán en ambientes diferentes de los


seminarios, que son reseNados sólo a los candidatos al sacerdocio, poniendo
gran cuidado en que la doctrina enseñada sea absolutamente de acuerdo al
magisterio de la Iglesia y que el clima sea verdaderamente espiritual (cfr. EDM,
Descripciones prácticas, artículo 13).

913- Los animadores de asamblea tendrán, al menos, una reunión mensual a


nivel parroquial, presidida por el párroco o un clérigo delegado suyo, donde,
además de la parte espiritual y de formación, se organizará su trabajo de forma
conjunta.

914- A nivel de la diócesis o de varias parroquias, se recomienda un retiro


anual. También sus familias pueden tener con ellos retiros o convivencias, de
vez en cuando, y realizar actividades recreativas en común.

8. 3. 3. PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS

915- El candidato a animador de asamblea es presentado por el párroco al


obispo diocesano por escrito.

916- La carta de presentación, en la cual el párroco solicita al obispo


diocesano la designación de un laico como animador de asamblea, tendrá el
formato exigido por la curia diocesana y debe tramitarse, al menos, con tres
meses de anticipación a la función prevista para el inicio del ejercicio de su
servicio.
204

917- En la carta de presentación se hará constar:


a) la parroquia y la comunidad rural, sector o pequeña comunidad
eclesial donde ejercerá la tarea;
b) las razones por las cuales se hace la solicitud;
c) el resultado de la consulta a la comunidad a la cual estará
destinado.

918- Dicha carta de presentación será acompañada de los siguientes


documentos:
a) certificado de nacimiento
b) certificado de Bautismo y Confirmación
c) si se trata de casado:
- certificado de Matrimonio canónico y
- carta de aceptación del cónyuge.
d) constancia escrita de la formación exigida.

919- Si se trata de la renovación del ejercicio del servicio de animador,


corresponde, igualmente, al párroco formular la solicitud de lugar al obispo
diocesano y hacer constar el nombre del fiel laico, la fecha en que inició el
ejercicio delegado de su servicio y la fecha de su vencimiento. La renovación
se ha de solicitar, al menos, con tres meses de anticipación a la fecha de
vencimiento.

920- Al designar a un laico como animador de asamblea o al renovar su


designación, el obispo diocesano expide un documento, en el que se hará
constar:
a) la tarea concedida o renovada.
b) la parroquia y la comunidad a la cual se le asigna
e) la fecha en que se inicia y expira el ejercicio de su tarea.

8. 3. 4. ENVÍO

921- El envío lo hace el obispo diocesano durante una celebración presidida


por el mismo o por un sacerdote designado por él.

922- Se ha de evitar que esta función para el inicio de la misión de un animador


de asamblea, como la de cualquier otro ministerio laica! de cooperación o
asistencia pastoral al ministerio de los clérigos, se haga coincidir o se una con
una ceremonia de sagrada ordenación, como también el celebrar un rito
205

análogo a aquel previsto para conceder el acolitado y el lectorado (cfr. EDM,


Disposiciones prácticas, artículo 1, nota 57).

8. 3. 5. DURACIÓN

923- El ejercicio como animador de asamblea se otorga por un período


dete.rminado por el obispo diocesano, que nunca será mayor de cuatro años.

924- Transcurrido el período por el cual fue designado, el animador de


asamblea cesa automáticamente, a no ser que el obispo diocesano le conceda
la renovación por otro periodo limitado, mediante una solicitud escrita del
párroco correspondiente. La cesación del servicio es:
a) por decisión del obispo, ya sea por propia iniciativa o a petición
del párroco;
b) al dejar de pertenecer a la parroquia para la cual fue destinado;
c) al dejar la comunidad rural, sector o pequeña comunidad eclesial
para la cual fue designado;
d) por renuncia personal escrita, mediante carta dirigida al párroco.

8. 3. 6. ATRIBUCIONES

925- Anima, en calidad de delegado de su párroco, la vida cristiana del nivel


comunitario que se le confía en las siguientes actividades, como también a los
laicos encargados de las mismas:
a) la proclamación del kerigma y las visitas casa por casa;
b) la catequesis;
c) la preparación a los sacramentos;
d) las visitas a los enfermos;
e) la distribución de la sagrada Comunión, si ha sido instituido para
tal servicio;
f) los equipos litúrgicos;
g) las novenas o triduos de fiestas patronales;
h) los novenarios de rezos por los difuntos;
i) el rezo del rosario en la capilla o casa por casa;
j) grupos de oración;
k) bendiciones permitidas a los laicos;
1) las acciones de promoción humana;
206

m) la animación del plan pastoral de la parroquia;


n) la comunicación de avisos e informaciones del párroco.

926- También se le delega la guía y animación de las asambleas dominiGales,


de las exequias y de las celebraciones de la Palabra de Dios, en los días en los
que es imposible la asistencia de un ministro ordenado, debiéndose ajustar
fielmente a las normas de la Iglesia al respecto (cfr. EDM, Disf)osiciones
prácticas, artículos 6, 7 y 12).

927- Es conveniente que, previo al inicio de su tarea, el animador de asamblea


sea instituido ministro extraordinario de la sagrada Comunión.

928- Para evitar confusiones entre la liturgia sacramental presidida por un


ministro ordenado con otros actos animados o guiados por un animador de
asamblea o cualquier fiel no ordenado, es necesario que estos últimos se
ajusten a las celebraciones y formulaciones clara y expresamente diferentes
preparadas para ellas (cfr. EDM, Disposiciones prácticas, artículo 6).

929- Deben, igualmente, abstenerse de a�umir acciones o gestos que son


propios del ministro ordenado, tales como besar el altar, ocupar la sede
principal reservada al sacerdote, pronunciar las oraciones o cualquier parte
reservada a este, dar la bendición al modo sacerdotal y diaconal, etc. (cfr.
EDM, Disposiciones prácticas, artículo 6).

930 - En la animación y guía de las celebraciones de asambleas dominicales,


exequias y celebraciones de la palabra, el animador de asamblea usará el
distintivo determinado por el obispo diocesano. Siempre será ilícito el usar, en
cualquier ceremonia litúrgica, de parte de quien no ha sido ordenado,
ornamentos reservados a los sacerdotes o a los diáconos (estola, casulla,
dalmática) (cfr. EDM, Disposiciones prácticas, artículo 6).

931- En presencia de un ministro ordenado, puede promover la participación


de los fieles durante la celebración presidida por este, en servicios tales como:
a) acogida de los fieles;
b) lector de la Palabra de Dios;
c) salmista;
d) monitor;
e) maestro de cantos;
f) guía de las oraciones de los fieles;
g) ministro extraordinario de la sagrada Comun_ión, si ha sido
debidamente instituido.
207
932- En las celebraciones presididas por ministros ordenados, los animadores
de asamblea ocuparán los puestos que se hayan reservado para los laicos que
desempeñen un servicio dentro de la liturgia o dentro de la asamblea de la cual
forman parte.

8.4. El MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA SAGRADA COMUNIÓN

933- Por ministro extraordinario de la Comunión se entiende un fiel laico


cristiano que ayuda de manera extraordinaria al sacerdote para que se pueda
participar más del don inefable de la Eucaristía y de su eficacia salvífica. use
trata de un servicio litúrgico que responde a objetivas necesidades de los fieles,
destinado, sobre todo, a los enfermos y a las asambleas litúrgicas en las cuales
son particularmente numerosos los fieles que desean recibir la sagrada
Comunión" (cfr. EDM, Disposiciones prácticas, artículo 8).

8.4.1. CRITERIOS DE SELECCIÓN

934- En la selección de los candidatos a ministros extraordinarios de la sagrada


Comunión, se observarán los siguientes criterios. Han de ser:

a) fieles cristianos laicos de sana doctrina, reconocidos por su experiencia


espiritual y su testimonio en la comunidad;
b) fervientes devotos del santísimo Sacramento y de Comunión frecuente;
c) personas casadas o solteras de edad madura;
d) formados debidamente para el adecuado cumplimiento de las tareas
que se les confían (cfr. EDM, Disposiciones prácticas, artículo 13).

8.4.2. FORMACIÓN

935- En la formación de un fiel delegado al encargo de ministro extraordinario


de la Comunión debe cuidarse de darle una adecuada instrucción (cfr. EDM,
Disposiciones prácticas, artículo 8):
a) sobre la doctrina eucarística;
208

b) sobre la índole de su servicio;


c) sobre las rúbricas que deben observarse para ra debida
reverencia a tan augusto sacramento;
d) sobre la disdplina acerca de la admisión para la Comunión.

8. 4. 3. PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS

936- Para la presentación de los candidatos a ministros extraordinarios de la


sagrada Comunión, obsérvese cuanto se dice para la presentación de los
candidatos a animadores de asambleas, en el apartado 8.3.3.

8. 4. 4. INSTITUCIÓN

937- La institución de un ministro extraordinario de la sagrada Comunión la


hace el obispo diocesano o un sacerdote delegado por él, de acuerdo al rito
establecido en el Pontifical y Ritual romano.

8. 4. 5. DURACIÓN

938- Sobre la duración de un ministro extraordinario de la Comunión en el


ejercicio de este servicio, obsérvese cuanto se dice sobre esta materia acerca
de los animadores de asamblea en el apartado 8.3.5.

8.4.6. ATRIBUCIONES:

AJ COMUNIÓN FUERA DE LA MISA

939- El ministro extraordinario lleva la Comunión a los enfermos e impedidos


físicamente de asistir a la Iglesia e incluso como viático (cfr. CIC c. 911,2) y
puede comulgar por sí mismo.

940- Orientaciones prácticas para la distribución de la comunión a los


enfermos:
209

a) Que el ministro se acompañe, a ser posible, de otras personas, así


aparecerá el carácter comunitario del sacramento en torno al enfermo.
b) Si hay otros ministros en la comunidad, se les asigne el sector
correspondiente a cada ministro y sus acompañantes.
c) Reunirse periódicamente para recibir orientación, resolver dificultades
y compartir logros, además de orar en común.
d) Preparar el ambiente familiar y al enfermo antes de llevar la Eucaristía
e invitar a familiares y vecinos.
e) Es conveniente que se facilite la adquisición de estuches apropiados a
los ministros extraordinarios de la Comunión.
f) Debe llevar, a juicio del obispo diocesano, durante el ejercicio del
ministerio, un símbolo que lo distinga de las demás personas.
g) Que para la administración de la Comunión se haga una celebración
sencilla utilizando uno de los formularios comunes del ritual. Se puede
utilizar las lecturas del día u otro texto apropiado.

941- Los ministros extraordinarios, que llevan la Comunión a los enfermos e


impedidos físicamente, deben observar las siguientes normas:

a) El rito de la Comunión a los enfermos comienza en el momento en que


el ministro extraordinario de la Eucaristía recibe las sagradas hostias en
la Iglesia, y termina cuando distribuye la última sagrada forma.
b) El ministro extraordinario recibe o recoge el santísimo en un estuche
digno en el momento que vaya a desempeñar su ministerio.
c) Cuando haya recibido o recogido el estuche apropiado con la Eucaristía,
debe dirigirse directamente a la casa del/de los enfermo/os sin irse a su
casa, ni a casas particulares, ni a otros establecimientos.
d) En la distribución de la santa Comunión, el ministro extraordinario de la
Eucaristía sigue el ritual y las normas concretas establecidas para el
caso.
e) Debe recibir o recoger tantas hostias como personas vayan a comulgar;
ni más ni menos. Si algún enfermo no pudo comulgar, regresa en
seguida a la Iglesia para que la forma consagrada sea reservada en el
Sagrario.
f) Este servicio lo desempeña dentro del territorio de su parroquia.

B) DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN DURANTE LA MISA

942- El ministro ordinario de la Comunión es el obispo, el sacerdote o el


diácono. El ministro extraordinario de la Eucaristía puede ayudar a distribuir la
sagrada Comunión en una celebración de la Eucaristía. "Para que el ministro
210

extraordinario, durante la celebración eucarística, pueda distribuir la sagrada


Comunión, es necesario o que no se encuentren presentes ministros ordinarios
o que, estos, aunque presentes, se encuentren verdaderamente impedidos.
Puede desarrollar este mismo encargo también cuando, a causa de la
,
numerosa participación de fieles que desean recibir la sagrada Comunión, la
celebración eucarística se prolonga excesivamente por insuficiencia de
ministros ordinarios" (EDM, Disposiciones prácticas, artículo 8,2).

943- Cuando un ministro extraordinario ayuda a distribuir la Comunión durante


una celebración presidida por un ministro ordenado, debe seguir las normas
concretas establecidas por la autoridad eclesiástica competente y evitar
aquellas prácticas que crean la falsa idea de que es un ministro ordinario de la
Comunión.

-944- Cuando se necesita la ayuda de uno o varios ministros extraordinarios


para distribuir la Comunión durante la misa, se observará lo que sigue:

a) Transcurrido el rito de la paz, el _ministro extraordinario se acerca


al altar; después de haber comulgado, recibe el copón de manos
del sacerdote y se dirige a la asamblea.
b) Transcurrido el rito de la Comunión, deposita el copón en el altar
y se retira al puesto que tenía anteriormente.

945- Se deben evitar tres tipos de abusos que pueden inducir a la idea de que
los seglares son ministros ordinarios de la Comunión:

a) Que en la solemnidad eucarística el celebrante y los eventuales


concelebrantes se sienten, y los ministros extraordinarios se den
la Comunión a sí mismos y la distribuyan a los fieles.
b) Que los ministros extraordinarios distribuyan la Comunión cuando
la afluencia de fieles es tan pequeña que el celebrante lo puede
hacer sin extender demasiado el tiempo de la ceremonia.
c) Que los ministros extraordinarios distribuyan la Comunión cuando
hay otros sacerdotes, aunque no estén concelebrando, o
diáconos que puedan hacerlo. Por eso se debe evitar la
intervención de los seglares en ocasiones en que está presente
un número notable de sacerdotes y diáconos, como son las
ordenaciones sacerdotales, las conmemoraciones catedralicias,
las concentraciones religiosas ...
211

946- Recuerden los sacerdotes que en caso de verdadera necesidad, pueden


instituir a un "ministro ocasional para la distribución de la sagrada Comunión",
previa facultad concedida por sus respectivos ordinarios del lugar.

947- En la designación de un "ministro ocasional" se debe seguir, en cada c�so


_
de este ejercicio ministerial, el breve rito establecido por la Iglesia y contenido
en el Misal Romano.

C) EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

948- El ministro extraordinario de la Comunión puede exponer el santísimo


Sacramento para la adoración de los fieles, sólo en ausencia de un ministro
ordenado, sin impartir la bendición y observando las normas prescritas por el
ritual.

8.5. . MIEMBROS DE INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA Y DE


SOCIEDADES DE VIDA APOSTÓLICA, NO ORDENADOS, Y SU
COLABORACIÓN EN EL MINISTERIO ORDENADO.

949- De manera particular, los miembros de los Institutos de vida consagrada


y de las Sociedades de vida apostólica, no ordenados, pueden ser llamados
también a colaborar en el ministerio propio de los pastores (cfr. EDM,
Disposiciones prácticas, artículo 2,2).

950- Los miembros de Institutos de vida consagrada y de Sociedades de vida


apostólica, llamados a ser animadores de asambleas o ministros
extraordinarios de la Eucaristía, estarán sujetos a las disposiciones contenidas
en este I Concilio Plenario sobre dichos encargos, con las siguientes
observaciones:

a) Si son llamados a animadores de asamblea son presentados al


obispo por el párroco con la anuencia de sus superiores,
debiendo constar ésta por escrito.
b) Si son llamados a desempeñar el ministerio extraordinario de la
Eucaristía exclusivamente en favor de su comunidad, son
presentados al obispo por su superior competente; de lo
contrario, son presentados por sus párrocos respectivos, siempre
con la anuencia por escrito de su superior.
212

c) Cesan automáticamente en su ejercicio al ser trasladados de


comunidad o al dejar la vida religiosa.
d) Están obligados a usar el distintivo propio pedido por el obispo
diocesano durante el ejercicio de sus servicios. Este distintivo
puede ser sustituido por el hábito propio del Instituto consagrado
o de ta Sociedad de vida apostólica.
213

VIDA CONSAGRADA Y PASTORAL

1. FUNDAMENTO DOCTRINAL

2. PROMOCIÓN VOCACIONAL Y FORMACIÓN

3. EXIGENCIAS DE LA VIDA CONSAGRADA

4. EXIGENCIAS DE LA MISIÓN PASTORAL

5. IMPORTANCIA DE UNA COORDINACIÓN


APROPIADA
214

VIDA CONSAGRADA Y PASTORAL

1. FUNDAMENTO DOCTRINAL
951- "La vida consagrada, enraizada profundamente en los ejemplos
y enseñanzas de Cristo el Señor, es un don de Dios Padre a su
Iglesia por medio del Espíritu" (VC 1).

952- "Con la profesión de los consejos evangélicos, los rasgos


característicos de Jesús -virgen, pobre y obediente- tienen una típica
y permanente visibilidad en medio del mundo, y la mirada de los
fieles es atraída hacia el misterio del reino de Dios que ya actúa en
la historia, pero espera su plena realización en el cielo." (VC 1).

953- "El fundamento evangélico de la vida consagrada se debe


buscar en la especial relación que Jesús, en su vida terrena,
estableció con algunos de sus discípulos, invitándoles no sólo a
acoger el reino de Dios en la propia vida, sino a poner la propia
existencia al servicio de esta causa, dejando todo e imitando de
cerca su forma de vida." (VC 14).

954- La vida consagrada no es un estado intermedio entre la ·


condición clerical y laical, es un don particular dentro de la vida de la
Iglesia (cfr. LG 43).

955- Quienes profesan los votos religiosos tienen como objetivo


principal el testimoniar visiblemente ante el mundo el misterio
insondable de Cristo, manifestándolo realmente en sí mismos, ya
sea a través. de la contemplación, anunciando el Reino de Dios a las
turbas, sanando enfermos y heridos, convirtiendo pecadores al bien
obrar o bendiciendo a los niños, pero 'siempre obediente a la
voluntad del Padre que le envió' (cfr. LG 46).

956- Recordamos, con gratitud al Espíritu, la multitud de formas


históricas de vida consagrada, suscitadas por Él, y todavía presentes
en el ámbito eclesial (cfr. ve 5).
215

957- Los institutos religiosos de la Iglesia son muchos y diversos,


cada uno con su propio carisma (cfr. Pe 7; 8; 9; 1O); pero todos
aportan su propia vocación cual don hecho por el Espíritu, 'por
medio de hombres y mujeres insignes, y aprobados auténticamente
por la sagrada jerarquía (cfr. LG 45).

958- La vida consagrada es importante precisamente por su


sobreabundancia de gratuidad y de amor -don amoroso, gratuito-.

959- La Iglesia no debe renunciar absolutamente a la vida


consagrada, porque ésta expresa de manera elocuente su íntima
esencia esponsal (cfr. ve 48 y 105; DSD 85). "Esto significa que la
vida consagrada, presente desde el comienzo, no podrá faltar nunca
a la Iglesia como uno de sus elementos irrenunciables y
característicos, como expresión de sú misma naturaleza" (VC 29).

960- "En ella encuentra nuevo impulso y fuerza el anuncio del


evangelio a todo el mundo" (Ve 105); hace visible la promesa del
Reino, manifestando su función sacramental.

961- "La mujer consagrada contribuye a impregnar de Evangelio


nuestros procesos de promoción humana integral y da dinamismo a
la pastoral de la· Iglesia. Ella se encuentra frecuentemente en los
lugares de misión que ofrecen mayor dificultad y es especialmente
sensible al clamor de los pobres. Por esto es necesario
responsabilizarla más en la programación de la acción pastoral y
caritativa" (DSD 90).

962- El seguimiento de Cristo requiere ante todo la fidelidad al


carisma fundacional; en esta fidelidad al carisma de los fundadores
y fundadoras, don del Espíritu Santo, se descubren más fácilmente
y se reviven con más fervor los elementos esenciales de la vida
consagrada (cfr. ve 36).

963- Es una llamada a cultivar una fidelidad dinámica a la propia


mis)ón, adaptando sus formas, en plena docilidad a la inspiración
divina y al discernimiento eclesial, buscando la conformación cada
vez más plena con el Seño� (cfr. VC 37).

964- "La caracterización carismática propia de cada Instituto


requiere, tanto por parte del fundador cuanto por parte de sus
216

discípulos, el verificar constantemente la propia fidelidad al Señor, la


docil1idad al Espíritu, la atención a las circunstancias y la visión cauta
de los signos de los tiempos, la voluntad de inserción en la Iglesia,
la conciencia de la propia subordinación a la jerarquía, la audacia en
las iniciativas, la constancia en la entrega, la humildad en sobrellevar
los contratiempos..." (MR 12).

965- "Los superiores ejercen su función de servicio y guía, dentro del


Instituto religio�o, de acuerdo con la índole propia del mismo...
Deben ejercer ·el servicio de ordenar la vida de su propia comunidad,
organizar los efectivos del Instituto en orden al fomento de la misión
peculiar del mismo, y a su inserción en la acción eclesial bajo la guía
de los Obispos " ( MR 13).

966- "Las personas consagradas, por su parte, no dejarán de


ofrecer su generosa colaboración a la Iglesia particular según las
propias fuerzas y respetando el propio carisma, actuando en plena
comunión con el Obispo en el ámbito de la evangelización, de la
catequesis y de la vida de las parroquias" (VC 49; cfr. OSO 93}.

2. PROMOCIÓN VOCACIONAL Y FORMACIÓN

967- Es deber de toda la Iglesia el suscitar las vocaciones tanto del


clero dio.cesano como de los institutos de vida consagrada. "La
invitación de Jesús 'vengan y vean' (Jn. 1,39) sigue siendo aún hoy
la regla de oro de la pastoral vocacional... Es preciso que la tarea de
promover las vocaciones se desarrolle de manera que aparezca
cada vez más como un compromiso coral de toda la Iglesia. Se
requiere, por tanto, la colaboración activa de pastores, religiosos,
familias y educadores, como es propio de un servicio que forma
parte integrante de la pastoral de conjunto de cada Iglesia particular.
Que en cada diócesis exista, pues, este servicio común que
coordjhe y multiplique las fuerzas, pero sin prejuzgar e incluso
favoreciendo la actividad vocacional de cada instituto" (VC 64).

968- Dada la importancia de la formación y teniendo en cuenta


nuestras circunstancias nacionales, es preciso mantener una buena
colaboración entre los formadores del clero diocesano y los de
217

institutos de vida consagrada. "Contribuirá también a un mejor


conocimiento recíproco la inserción de la teología y de la
espiritualidad de la vida consagrada en el plan de estudios teológicos
de los presbíteros diocesanos, así como la previsión en la formación
de las personas consagradas de un adecuado estudio de la teología
de la Iglesia particular y de la espiritualidad del clero diocesano" (VC
50).

969- Para fomentar la colaboración, es necesario el mutuo


enriquecimiento y el intercambio entre los formadores de los
institutos religiosos y los del clero diocesano. Al menos una vez al
año, se debe celebrar un encuentro entre ellos a nivel diocesano.

970- Es aconsejable que durante el período de formación, los


seminaristas diocesanos tengan una experiencia pastoral en una
parroquia atendida por religiosos y viceversa.

971- Es necesario que los profesores en centros


intercongregacionales sean personas competentes y aceptadas por
sus superiores mayores.

972- Se constata, por una parte, un creciente florecimiento


vocacional y por otro lado la falta de perseverancia de una buena
parte de los que se inician. De ahí que se han de seguir buscando
caminos para favorecer lo primero y corregir esto último.

973- "La aceptación demasiado fácil de ex-religiosos y ex­


seminaristas, hecha sin una precisa indagación preliminar, es causa
frecuente de desagradables sorpresas y desilusiones para los
Obispos "benévolos" y, al mismo tiempo, motivo de malestar para
aquellos Ordinarios de lugar que son justamente rigurosos en la
selección de sus alumnos. Son muy conocidos los casos en que la
disparidad de criterios y de comportamientos en este campo alteran
el clima de fraterna colegialidad y de confianza no sólo entre los
Obispos, sino también entre todos los demás responsables de la
formación sacerdotal" (Congregatio de lnstitutione Catholica, Instrucción sobre
la Admisión al seminario,2; del 08.03.1996 ).

974- Hay que tener en cuenta, por lo tanto, que "cuando se trate de
admitir a quienes hayan sido despedidos de otro seminario o de un
instituto religioso, se requiere además un informe del superior
218

respectivo, sobre todo acerca de la causa de su expulsión o de su


salida" (CIC 241,3). Los datos de dicho informe deben mantenerse
como un secreto confiado entre los dos superiores.

975- Todo instituto de vida consagrada, qué se integre a la Iglesia


particular, debe esperar un tiempo prudente de servicio y trabajo en
esta Iglesia para aceptar y formar vocaciones autóctonas, dada la
importancia que tiene la inculturación en la realización de este
proceso. La experiencia indica la conveniencia de que la formación
inicial se realice en el país.

3. EXIGENCIAS DE LA VIDA CONSAGRADA


976- "Para hacer frente de manera adecuada a los grandes desafíos
que la historia actual pone a la nueva evangelización, se requiere
que la vida consagrada se deje interpelar continuamente por la
Palabra revelada y por los signos de los tiempos... La nueva
evangelización exige de los consagrados y consagradas una plena
conciencia del sentido teológico de los retos de nuestro tiempo " (VC
81).

977- "Los Padres sinodales han destacado el carácter profético de


la vida consagrada... Es un profetismo inherente a la vida
consagrada en cuanto tal, por el radical seguimiento de Jesús y la
consiguiente entrega a la misión que la caracteriza 11 (VC 84).

978- La opción por los pobres es inherente a la dinámica misma del


11

amor vivido según Cristo. A ella están, pues, obligados todos los
discípulos de Cristo; no obstante, aquellos que quieren seguir al
Señor más de cerca, imitando sus actitudes, deben sentirse
implicados en ella de una manera del todo singular" (VC 82 ).

979- Se exhorta a confíar a los institutos de vida consagrada


aquellos proyectos pastorales que correspondan a sus carismas,
salvando siempre el derecho diocesano.

980- El obispo es padre, maestro y pastor de toda la Iglesia


particular. A él compete reconocer y respetar cada uno de los
carismas, promoverlos y coordinarlos.
219

981- Es necesario cuidar y dar seguimiento a las fundaciones de


institutos de vida consagrada diocesanos (cfr. MR 51 ).

4. EXIGENCIAS DE LA MISIÓN PASTORAL

982- Es necesario que haya reuniones periódicas, en cada diócesis,


del clero diocesano y de los institutos de vida consagrada para
compartir inquietudes, marcar líneas y trazar planes (cfr. CIC c. 680),
y evaluar la experiencia pastoral de los institutos de vida consagrada
periódicamente con el obispo (cfr. MR, 52).

983- Los superiores de los institutos de vida consagrada deben


avisar o comunicar al obispo de la diócesis las nuevas iniciativas y
los cambios a realizar, siempre que tengan implicaciones en las
Iglesias particulares (cfr. MR, 41 y 52).

984- Se avisará con un período de por lo menos un año al obispo


cuando se va a entregar una obra, y viceversa.

985- Las actividades encomendadas a los religiosos por el obispo


diocesano quedan bajo la autoridad y dirección de éste, pero el
obispo y el superior del instituto deben acordar un acuerdo escrito
(cfr. CIC c. 681 ).

986- En cuanto les sea posible, los superiores, antes de trasladar a


un religioso u otro miembro de vida consagrada, deben discernir
cuidadosamente el servicio y el bien que están prestando a la
diócesis, para que no se deteriore o pierda el trabajo realizado.

5. IMPORTANCIA DE UNA COORDINACIÓN


APROPIADA

987- Es necesario cultivar relaciones sinceras y fraternas, y


encuentros periódicos entre el obispo y los superiores de institutos
de vida consagrada (cfr. MR 52 ).
220

988- Debe existir en cada diócesis el cargo de vicario episcopal para


institutos de vida consagrada allí presentes (cfr. MR 54 ).

989- El obispo apoyará las asociaciones de institutos de vida


consagrada en su diócesis (cfr. MR 59 ). "Las Conferencias de
superiores y de superioras mayores y las Conferencias de institutos
seculares pueden dar una notable contribución a la comunión.
Estimulados y regulados por el Concilio Vaticano 11 y por documentos
posteriores, estos organismos tienen como principal objetivo la
promoción de la vida consagrada, engarzada en la trama de la
misión eclesial" (VC 53).

990- La Conferencia dominicana de superiores mayores es la


CONDOR, y la Conferencia dominicana de institutos seculares es la
CONDIS.

991- Es necesario potenciar la comisión mixta, compuesta por


obispos y superiores mayores, como órgano de comunión y
participación (cfr. MR 63).

992- "La Iglesia encomienda a las comunidades de vida consagrada


la particular tarea de fomentar la espiritualidad de la comunión, ante
todo en su interior y, además, en la comunidad eclesial misma y más
allá aún de sus confines, entablando o restableciendo
constantemente el diálogo de caridad" (VC 51 ).

993- Es necesario propiciar una distribución más equitativa del


personal religioso, teniendo en cuenta: zonas olvidadas, la periferia
urbana y la frontera.
221

(5)

ÁREAS DE PASTORAL
222

PASTORAL FAMILIAR

1. INTRODUCCIÓN

2. FUN.DAMENTACIÓN TEOLÓGICA

2.1. NATURALEZA DE LA FAMILIA

2.1.1. Finalidad del matrimonio y la familia


2.1.2. Tarea fundamental del matrimonio
2.1.3. Familia numerosa
2.1.4. Igual dignidad del padre y la madre en la familia
2.1.5. La mujer en la familia
2.1.6. La familia: futuro de la nueva humanidad

2.2. LA FAMILIA EN EL PLAN DE DIOS

2.2.1. Origen divino de la familia


2.2.2. El hogar de Nazaret: modelo de toda familia
2.2.3. El plan de Dios
2.3.4. Misión de la familia
2.2.5. Misión de los padres en la familia
2.2.6. Misión de los hijos en la familia
2.2.7. Misión de los pastores para la familia
2.2.8. Misión de la Iglesia para la familia
2.2.9. La pastoral familiar actualizada

2.3. PREPARACIÓN AL MATRIMONIO

2.3.1. Obligación de los padres


2.3.2. Urgente necesidad de la preparación para
el matrimonio
223
2.3.3. El papel de los pastores y la comunidad
2.3.4. Los jóvenes deben ser instruidos sobre el
amor conyugal

3. PASTORAL MATRIMONIAL
3.1. ES TAREA DE TODOS
3.2. ANTE TODO A LAS FAMILIAS JÓVENES
3.3. CUANDO VENGAN LOS HIJOS
3.4. LA IGLESIA LOCAL

4. LÍNEAS PASTORALES GENERALES


4.1. DAR PRIORIDAD Y CENTRALIDAD A LA
PASTORAL FAMILIAR
4.2. PROCLAMAR QUE DIOS ES EL ÚNICO SEÑOR DE LA VIDA
4.3. COLABORAR CON EL MAGISTERIO JERÁRQUICO
4.4. EJERCER EL MINISTERIO PROFÉTICO DE LA IGLESIA

5. LÍNEAS DE ACCIÓN

6. AGENTES DE LA PASTORAL FAMILIAR


6.1. LA FAMILIA
6.2. OBISPOS Y PRESBITEROS
6.3. RELIGIOSOS, RELIGIOSAS Y CONSAGRADOS
6.4. LAICOS ESPECIALIZADOS
6.5. LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS

7. LA PASTORAL FAM.ILIAR EN LOS CASOS DIFÍCILES


Y SITUACIONES IRREGULARES
7.1. CIRCUNSTANCIAS PARTICULARES
7.2. SEPARADOS
7.3. DIVORCIADOS
7.4. DIVORCIADOS Y CASADOS DE NUEVO
7.5. UNIONES CONSENSUALES Y MADRES SOLTERAS
7.6. TODOS PUEDEN SER SUJETOS DE CONVERSIÓN
7.7. LOS PRIVADOS DE FAMILIA
224

PASTORAL FAMILIAR

1. INTRODUCCIÓN

994- La familia ha sido preocupación co11stante de la Iglesia en la República


Dominicana para valorarla, defenderla, alentarla, apoyarla y educarla.

La familia es considerada desafío de especial urgencia en la promoción


humana (cfr. DSD 2.3, pág 130, 3ª edición MSC, 1993). Por tanto, la pastoral
familiar debe ser siempre prioridad en todas las diócesis y dicha pastoral
familiar será previsora, audaz, positiva y denunciadora de todas las violaciones
contra ella (cfr. DSD 222; también, Conferencia del Episcopado Dominicano,
Carta pastoral "Consolidemos la Familia", nº 1 y 2, del 21.01.1994).

2. FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA

2.1. NATURALEZA DE LA FAMILIA

2.1.1. Finalidad del matrimonio y la familia

995- "Por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal


están ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole,
las que se ciñen como su corona propia " (GS 48, 1).
225

996- "Los hijos son, ciertamente, el don más excelente del matrimonio y
contribuyen mucho al bien de sus mismos padres. El mismo Dios, que dijó: "No
es bueno que el hombre esté solo (Gn. 2, 18), y que hizo desde el principio al
hombre, varón y mujer" (cfr. Mt. 19, 4), queriendo comunicarle cierta
participación especial en su propia obra creadora, bendijo al varón y a la mujer
diciendo: "Creced y multiplicaos" (Gn. 1, 28). De ahí que el cultivo verdadero
del amor conyugal y todo el sistema de vida familiar que de él procede, sin
dejar posponer los otros fines del Matrimonio, tiende a que los esposos estén
dispuestos con fortaleza de ánimo a cooperar con el amor del Creador y
Salvador, que por medio de ellos aumenta y enriquece su propia familia cada
día más (GS 50, 1)" (CATIC 1652).

2.1.2. Tarea fundamental del matrimonio

997- "La tarea fundamental del matrimonio y de la familia es estar al servicio


de la vida (cfr. FC 28)" (CATIC 1653). "Por la unión de los esposos se realiza
el doble fin del matrimonio: el bien de los esposos y la transmisión de la vida.
No se pueden separar estas dos significaciones o valores del matrimonio sin
alterar la vida espiritual de los cónyuges ni comprometer los bienes del
matrimonio y el porvenir de la familia" (CATIC 2363).

998- "Así, el amor conyugal del hombre y de la mujer queda situado bajo la
doble exigencia de la fidelidad y la fecundidad" (CATIC 2363).

2.1.3. Familia numerosa

999- "La Sagrada Escritura y la práctica tradicional de la Iglesia ven en las


familias numerosas como un signo de la bendición divina y de- la generosidad
de los padres (cfr. GS 50, 2)" (CATIC 2373).

1000- "Entre los cónyuges que cumplen de este modo la misión que Dios les
ha confiado, son dignos de mención muy especial los que, de común acuerdo,
bien ponderado, aceptan con magnanimidad una prole más numerosa para
educarla más dignamente" (GS 50, 12).
2.1.4. Igual dignidad del padre y la madre en la familia

1001- "Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la


dotó de su constitución fundamental. Sus miembros son personas iguales en
dignidad. Para el bien común de sus miembros y de la sociedad, la familia
implica una diversidad de responsabilidades, de derechos y de deberes"
(CATIC 2203).

2.1.5. La mujer en la familia

1002- a) Ambos, hombre y mujer, han sido creados a imagen y semejanza de


Dios.

b) A pesar de la dignidad que como persona humana tiene la mujer y


de su participación como: 'ángel custodio, del alma cristiana del
continente (cfr. Juan Pablo 11, Homilía en Santo Domingo, 11.10.92), la
mujer sufre una dolorosa realidad de marginación y discriminación, y es
víctima de la más degradante violencia.

c) El desafío es lograr una relación de justa equidad y respeto entre el


hombre y la mujer. Como pareja, en familia, son ellos quienes "más
comunican, sostienen y promueven la vida, la fe y los valores" (DSD
106).

2.1.6. La familia, futuro de la nueva humanidad

1003- "La Iglesia anuncia con alegría y convicción la Buena Nueva sobre la
familia en la cual se fragua el futuro de la humanidad y se concreta la frontera
decisiva de la Nueva Evangelización" (DSD 21O).

2.2. LA FAMILIA EN EL PLAN DE DIOS

2.2.1. Origen divino de la familia

1004- "El matrimonio y la familia en el proyecto original de Dios son


instituciones de origen divino y no productos de la voluntad humana. Cuando
227

el Señor dice "al comienzo no fue así" (Mt. 19, 8), se refiere a la verdad sobre
el matrimonio, que, según el plan de Dios, excluye el divorcio" (OSO 211 ).

2.2.2. El hogar de Nazaret: modelo de toda familia

1005- "Jesucristo es la Nueva Alianza, en él el matrimonio adquiere su


verdadera dimensión. Por su Encarnación y por su vida en familia con María y
José en el hogar de Nazaret se constituye un modelo de toda familia" (DSD
213).

2.2.3. El plan de Dios

1006- En el plan de Dios creador y redentor, la familia descubre no sólo su


identidad, sino también su misión: custodiar, revelar y comunicar el amor y la
vida, a través de cinco cometidos fundamentales (cfr. FC 17):

a) La misión de la familia es vivir, crecer y perfeccionarse como


comunidad de personas que se caracteriza por la unidad y la
indisolubilidad. La familia es el lugar privilegiado para la realización
personal junto con los seres amados.

b} Ser "como el santuario de la vida" (CA 39), servidora de la vida, ya


que el derecho a la vida es la base de todos los derechos humanos.
Este servicio no se reduce a la sola procreación, sino que es ayuda
eficaz para transmitir y educar en valores auténticamente humanos y
cristianos.

c) Ser "célula primera y vital de la sociedad" (FC 42). Por su naturaleza


y vocación la familia debe ser promotora del desarrollo, protagonista de
una auténtica política familiar.

d) Ser "Iglesia doméstica" que acoge, vive, celebra y anuncia la Palabra


de Dios, santuario donde se edifica la santidad y desde donde la Iglesia
y el mundo pueden ser santificados (cfr. FC 55)" (DSD 214).

e) La familia ha de ser la primera comunidad evangelizada y


evangelizadora.
228

2.3.4. Misión de la familia

1007- Cada familia, en cuanto "sociedad que goza de un derecho propio y


primordial, tiene derecho a ordenar libremente la vida religiosa doméstica bajo
la dirección de los padres" (OH 5).

1008- Esta misión de ser la célula primera y vital de la sociedad, la familia la ha


recibido directamente de Dios. Se cumplirá ésta si, por la mutua piedad de sus
miembros y la oración en común dirigida a Dios, se ofrece como santuario
doméstico de la Iglesia; si la familia entera se incorpora al culto litúrgico de la
Iglesia; si, finalmente, la familia practica el ejercicio de la hospitalidad y
promueve la justicia y demás obras buenas al servicio de los hermanos que
padecen necesidad (cfr. AA 11d).

2.2.5. Misión de los padres en la familia

1009- Es importante que los p�dres se preocupen por promover una


comunicación abierta, sincera y respetuosa con sus hijos, para que puedan
originar la formación de su personalidad y apoyarles en su vida conyugal futura.

101O- Frente a la invasión de los anti-valores que penetran diariamente en el


seno familiar y la realidad de que muchas madres necesitan ser fuente de
ingresos para su familia, la responsabilidad del padre en la educación de sus
hijos y el cuidado del hogar se convierten en una prueba activa del compromiso
cristiano de la pareja. Por lo tanto, es importante destacar que "la activa
presencia del padre contribuye sobremanera a la formación de los hijos" (GS
52a).

1011- "Gracias precisamente a los padres, que precederán con el ejemplo y la


oración en familia, los hijos y aún los demás que viven en el círculo familiar
encontrarán más fácilmente el camino del sentido humano, de la salvación y
de la santidad" (GS 48c).

1012- "Hay que salvaguardar el derecho de los padres a procrear y a educar


en el seno de la familia a sus hijos" (GS 52d), respetando el derecho que la
dignidad de los hijos merece.

1013- "En cuanto a los esposos, ennoblecidos por la dignidad y la función de


padre y de madre, realizarán concienzudamente el deber de la educación,
principalmente religiosa, que a ellos, sobre todo, compete" (GS 48c).
229

2.2.6. Misión de los hijos en la familia

1014- Los hijos son, sin duda, el regalo más hermoso del matrimonio y ayudan
sobremanera al bien de los propios padres (cfr. GS 50a).

1015- "Los hijos, como miembros vivos de la familia, contribuyen a su modo a


la santificación de los padres, pues con el sentimiento de su gratitud, con su
amor filial y su confianza, responderán a los beneficios de sus padres y los
asistirán como buenos hijos, en las adversidades, no menos que en la soledad
de la vejez" (GS 48d).

2.2.7. Misión de los pastores para la familia

1016- Misión de los pastores para la familia:

a) Los pastores están comprometidos a procurar que la propia


comunidad eclesiástica preste a los fieles asistencia para que el estado
matrimonial se mantenga en el espíritu cristiano y progrese hacia la
perfección (cfr. CIC c. 1063).

b) La participación activa de los pastores, tan necesaria para el éxito del


apostolado familiar, requiere de ellos una especial y generosa
preparación que debe iniciarse en el seminario y mantenerse en
permanente apertura junto al pueblo de Dios.

1017- "Para cumplir diligentemente su función pastoral, procure el párroco


conocer a los fieles que se le encomiendan; para ello, visitará las familias,
participando de modo particular en las preocupaciones, angustias y dolor de los
fieles por el fallecimiento de seres queridos, consolándoles en el Señor, y
corrigiéndoles prudentemente si se apartan de la buena conducta; ha de
ayudar con pródiga caridad a los enfermos, especialmente a los moribundos,
fortaleciéndoles solícitamente con la administración de los sacramentos y
encomendando su alma a Dios; debe dedicarse con particular diligencia a los
pobres, a los afligidos, a quienes se encuentran solos, a los emigrantes o que
sufren especiales dificultades; y ha de poner también los medios para que los
cónyuges y padres sean ayudados en el cumplimiento de sus propios deberes
y se fomente la vida cristiana en el seno de las familias" (CIC c. 529, 1 ).
230

1018- "Enseñen asimismo a los fieles la doctrina que propone el magisterio de


la Iglesia sobre la dignidad y libertad de la persona humana; sobre la unidad,
estabilidad y deberes de la familia" (CIC c. 768, 2).

2.2.8. Misión de la Iglesia para la familia

1019- "La solicitud pastoral de la Iglesia no se limitará solamente a las familias


cristianas más cercanas, sino que, ampliando los propios horizontes en la
medida del corazón de Cristo, se mostrará más viva aún hacia el conjunto de
las familias en general y en particular hacia aquellas que se hallan en
situaciones difíciles o irregulares. Para todas ellas la Iglesia tendrá palabras de
verdad, de bondad, de comprensión, de esperanza, de viva participación en
sus dificultades a veces dramáticas; ofrecerá a todos su ayuda desinteresada,
a fin de que puedan acercarse al modelo de Familia, que ha querido el Creador
"desde el principio" y que Cristo ha renovado con su gracia redentora" (FC 65).

2.2.9. La pastoral familiar actualizada

1020- "Esta pastoral debe estar al día en instrumentos pastorales y científicos.


Necesita ser acogida desde sus propios carismas por las comunidades
religiosas y los movimientos en general" (DSD 64).

2.3. PREPARACION AL MATRIMONIO

2.3.1. Obligación de los padres

1021- "A los padres corresponde el preparar en el seno de la familia a sus hijos
desde los primeros años para conocer el amor de Dios hacia todos los
hombres, el enseñarles gradualmente, sobre todo con . el ejemplo, a
preocuparse por las necesidades del prójimo, tanto materiales como
espirituales" (AA 30b).

2.3.2. Urgente necesidad de la preparación para el


matrimonio

1022- a) En nuestros días es más necesaria que nunca la preparación de los


jóvenes al matrimonio y a la vida familiar (FC 66).
231

b) Dentro de la preparac1on al matrimonio, el consentimiento


matrimonial, o sea, el sí libre y responsable de los futuros esposos, ha
de ser esencial.

c) Para que el "Sí" de los esposos sea un acto libre y responsable, y


para que la alianza matrimonial tenga fundamentos humanos y
cristianos, sólidos y estables, la instrucción para el matrimonio es de
primera importancia; el ejemplo y la enseñanza dados por los padres y
por las familias son el camino privilegiado de esta preparación.

2.3.3. El papel de los pastores y la comunidad

1023- El papel de los pastores y de la comunidad cristiana como "familia de


Dios" es indispensable para la transmisión de los valores humanos y cristianos
del matrimonio y de la familia, y ésto con mayor razón en nuestra época en la
que muchos jóvenes conocen la experiencia de hogares rotos que dificulta
esta iniciación.

2.3.4. Los jóvenes deben ser instruidos sobre


el amor conyugal

1024- "Los jóvenes deben ser instruidos adecuada y oportunamente sobre la


dignidad, tareas y ejercicio del amor conyugal, sobre todo en el seno de la
misma familia, para que, educados en el cultivo de la castidad, puedan pasar,
a la edad conveniente, de un honesto noviazgo vivido, al matrimonio (GS 49,
3)" (CATIC 1632).

1025- Para alcanzar la meta en la preparac,on al matrimonio, como


complemento a la labor de la familia, además de los cursos de preparación
inmediata al sacramento del matrimonio impartidos en la parroquia, organice
la pastoral juvenil y la pastoral familiar, cursos sistemáticos en ese sentido.
232

3. PASTORAL MATRIMONIAL

3.1. ES TAREA DE TODOS

1026- Para que la familia sea cada vez más una verdadera comunidad de
amor, es necesario que sus miembros sean ayudados y formados por los
obispos, sacerdotes y agentes de pastoral en su responsabilidad frente a los
nuevos problemas que se presentan, en el servicio recíproco, en la
coparticipación activa a la vida de familia (cfr. FC 69).

3.2. ANTE TODO A LAS FAMILIAS JÓVENES

1027- "Esto vale sobre todo para las familias jóvenes, las cuales,
encontrándose en un contexto de nuevos valores y de nuevas
responsabilidades, están más expuestas, especialmente en los primeros años
de matrimonio, a eventuales dificultades, como las creadas por la adaptación
a la vida en común o por el nacimiento de hijos.( ... ) En la acción pastoral hacia
las familias jóvenes, la Iglesia deberá reservar una atención específica con el
fin de educarlas a vivir responsablemente el amor conyugal en relación con sus
exigencias de comunión y de servicio a la vida, así como a conciliar la intimidad
de la vida con la acción común y generosa para edificación de la Iglesia y la
sociedad humana" (FC 69).

3.3. CUANDO VENGAN LOS HIJOS

1028- "Cuando, por el advenimiento de los hijos, la pareja se convierte en


familia, en sentido pleno y específico, la Iglesia estará aún más cercana a los
padres para que acojan a sus hijos y los amen como don recibido del Señor de
la vida, asumiendo con alegría la fatiga de servirlos en su crecimiento humano
y cristiano" (FC 69).
233

3.4. LA IGLESIA LOCAL

1029- ºCada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe


tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe
del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de
pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en
consideración la pastoral de la familia º (FC 70).

4. LINEAS PASTORALES GENERALES

4.1. DAR PRIORIDAD Y CENTRALIDAD A LA PASTORAL FAMILIAR

1030- Es necesario ºsubrayar la prioridad y centralidad de la pastoral familiar


en la Iglesia diocesana. Para ello urge capacitar agentes. Los movimientos
apostólicos que tienen por objetivo el matrimonio y la familia pueden ofrecer
apreciable cooperación a las Iglesias particulares, dentro de un plan orgánico
integral" (DSD 222).

1031- "La pastoral familiar no puede limitarse a una actitud meramente


protectora, debe ser previsora, audaz y positiva.( ...) La pastoral familiar ha de
cuidar la formación de los futuros esposos y el acompañamiento de los
cónyuges, sobre todo en los primeros años de su vida matrimonialº (DSD 222).

4.2. PROCLAMAR QUE DIOS ES EL ÚNICO SEÑOR DE LA VIDA

1032- "Proclamar que Dios es el único Señor de la vida, que el hombre no es


ni puede ser amo o árbitro de la vida humana. Condenar y rechazar cualquier
violación ejercida por las autoridades en favor de la anticoncepción, la
eutanasia, la esterilización y el aborto provocado. Igualmente, las políticas de
algunos gobiernos y organismos internacionales que condicionan la ayuda
económica a los programas contra la vida" (OSO 223).
234

4.3. COLABORAR CON EL MAGISTERIO JERÁRQUICO

1033- Se hace imprescindible "invitar a los teólogos, científicos y matrimonios


cristianos a colaborar con el magisterio jerárquico para iluminar mejor los
fundamentos bíblicos, las motivaciones éticas y las razones científicas para la
paternidad responsable, para la decisión libre, de acuerdo con una conciencia
bien formada, según los principios de la moral, tanto en lo que mira al número
de hijos que se pueden educar, y en cuanto a los métodos, según una
auténtica paternidad responsable. El fruto de estos trabajos será la promoción
de programas y servicios que difundan los métodos naturales de planificación,
y elaboren manuales de educación para la sexualidad y el amor, dirigidos a
niños, adolescentes y jóvenes" (OSD 226).

1034- Ante los equívocos de algunos programas "demográficos" hemos de


recordar las palabras del Papa en su discurso inaugural de la IV Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano: "Lo que hace falta es aumentar los
medios y distribuir con mayor justicia la riqueza, para que todos puedan
participar equitativamente de los bienes· de la creación (n. 15)" (DSD 226).

4.4. EJERCER EL MINISTERIO PROFÉTICO DE LA IGLESIA

1035- "Ejercer el ministerio profético de la Iglesia: denunciando toda violación


contra los niños nacidos y no nacidos. Difundir y urgir el cumplimiento de la
Convención de los Derechos del Niño con las observaciones de la Santa Sede
y también la Carta de la Santa Sede sobre Los Derechos de la Familia. Orientar
a los laicos para que promuevan en los diversos países legislaciones que
tutelen los derechos del niño y urgir su cumplimiento. Acompañar y apoyar
efectivamente a los padres de familia, educadores, catequistas e institutos
religiosos que se dedican a la educación de la niñez, prestando una atención
especial al crecimiento en la fe. Fomentar la mística por el trabajo en favor de
los niños y promover la pastoral de la infancia, a través de acciones proféticas
y caritativas que testimonian el amor de Cristo por los niños más pobres y
abandonados" (OSO 227).
235

5. LÍNEAS DE ACCIÓN

1036- ºEs necesario hacer de la pastoral familiar una prioridad básica, sentida,
real y operante. Básica como frontera de la Nueva Evangelización. ·sentida,
esto es, acogida y asumida por toda la comunidad diocesana. Real porque será
respaldada concreta y decididamente con el acompañamiento del Obispo
diocesano, sus párrocos y todos los agentes de pastoral. Operante significa
que debe estar inserta en una pastoral orgánica º (OSO 64).

1037- La pastoral familiar tenga presencia activa y operante en cada diócesis


y en cada parroquia para que, conjuntamente con los movimientos e
instituciones de familia, puedan trabajar en favor de ella.

1038- La pastoral familiar, con los movimientos apostólicos de familia, debe


tratar de organizar y capacitar agentes de pastoral y realizar actividades
conjuntas, tanto en las diócesis como en las parroquias, para favorecer que las
familias vivan su vocación y se integren y participen en la vida y misión de la
Iglesia de acuerdo a sus posibilidades familiares.

1039- En las parroquias y diócesis habrá de preocuparse especialmente por la


formación y preparación de los jóvenes al matrimonio, no reduciéndose a un
mero cursillo prematrimonial, sino que se desarrolle como un proceso gradual
y continuo donde aparezcan estos tres momentos: preparación remota,
próxima e inmediata (cfr. FC 66).

1040- La formación matrimonial continuará toda la vida. Para este fin debe
constituirse una ºescuela para esposos" donde las parejas recién casadas
tengan una formación periódica y sea continuación de los cursillos pre­
matrimoniales.

1041- Vista la gran tarea y difícil responsabilidad de ser buenos padres, se


recomienda que las diócesis fomenten la creación de escuelas de formación
de padres.

1042- Los movimientos especialmente dedicados a la paternidad responsable


tienen la obligación de promover y ofrecer servicios de regulación de
nacimientos con métodos naturales en cada diócesis: cursos, charlas,
consultas, orientaciones a jóvenes y a parejas en edad fértil. Todos estos
servicios también se ofrecerán a los profesionales cristianos de la salud, para
236

que tomen conciencia de las razones éticas y científicas de la formación y


educación familiar.

En el uso de los métodos naturales, hay que hacer ver que son un sistema o
estilo de vida para educar en el autodominio, en el respeto a la persona y en
la maduración en el amor.

1043- Todos los agentes de pastoral familiar, así como todos los miembros de
la Iglesia, deben defender la vida y luchar por los derechos de los nacidos y no­
nacidos, viviendo la "cultura de la vida" contra la "cultura de la muerte" (cfr.
DSD 219).

1044- Es una obligación de la Iglesia y especialmente de los agentes de


pastoral familiar concientizar a las familias sobre sus derechos y deberes,
ofreciéndoles cursos y demás medios que ayuden a la formación humana y
cristiana:

a) En lo humano hace falta poner más énfasis en su promoción y en una


equitativa distribución de los bi�nes materiales y en su papel primordial
ante las leyes y normas sobre educación.
b) En la formación cristiana habrá de tenerse en cuenta que la familia es
formadora de personas, educadora de la fe y promotora del desarrollo.
Debe fomentar una auténtica escala de valores.

1045- Una auténtica pastoral familiar deberá afrontar una acción generosa e
incisiva para dar respuestas a la gravedad de las familias en casos difíciles y
en situaciones irregulares, haciendo énfasis en: madres solteras, tercera edad,
nfüos abandonados y minusválidos, enfermos de sida, adictos a las drogas,
familias sin casa, familias inmigrantes.

6. AGENTES DE LA PASTORAL FAMILIAR

6.1. LA FAMILIA

1046- "Este apostolado se desarrollará sobre todo dentro de la propia familia,


con el testimonio de la vida conforme a la ley divina en todos sus aspectos, con
la formación cristiana de los hijos. El apostolado de la familia, por otra parte, se
237

irradiará con obras de caridad espiritual y material hacia las demás familias,
especialmente a las más necesitadas de ayuda y apoyo" (FC 71 ). Además, el
·protagonismo de 10s laicos·, que señaI:a el Documento de Santo Domingo, se
realiza principalmente por la fuerza del testimonio vivo de la familia. Es a cada
familia y a cada uno de sus miembros a los que les toca ser misioneros por y
para la nueva evangelización.

6.2. OBISPOS Y PRESBíTEROS

1047- El primer responsable de la pastoral familiar en la diócesis es el obispo.


Como padre y pastor debe prestar particular solicitud a este sector de la
pastoral. Dedicará interés, atención, tiempo, personas, recursos; y sobre todo
apoyo personal a las familias y a cuantos, en las diversas estructuras
diocesanas, le ayudan en la pastoral de la familia (cfr. FC 73).

1048- "Los Obispos se valen de modo particular de los presbíteros, cuya tarea
constituye una parte esencial del misterio de la Iglesia hacia el matrimonio y la
familia. Lo mismo se diga de aquellos diáconos a los que eventualmente se
confíe el cuidado de este sector pastoral" (FC 73).

"Su responsabilidad se extiende no sólo a los problemas morales y litúrgicos,


sino también a los de carácter personal y social" (FC 73).

1049- "El sacerdote o el diácono, preparados adecuada y seriamente para este


apostolado, deben comportarse constantemente, con respecto a las familias,
como padre, hermano, pastor y maestro, ayudándolas con los recursos de la
gracia e iluminándolas con la luz de la verdad" (FC 73).

6.3. RELIGIOSOS, RELIGIOSAS Y CONSAGRADOS

1050- "La ayuda, que los religiosos, religiosas y almas consagradas en general
pueden dar al apostolado de la familia, encuentra su primera, fundamental y
original expresión precisamente en su consagración a Dios: 'De este modo
evocan ellos ante todos los fieles aquel maravilloso connubio, fundado por Dios
y que ha de revelarse plenamente en el siglo futuro, por el que la Iglesia tiene
por esposo único a Cristo' (PC 12)" (FC 74).
238

6.4. LAICOS ESPECIALIZADOS

1051- No poca ayuda pueden prestar a las familias los laicos especializados
11

(médicos, juristas, psicólogos, asistentes sociales, consejeros, etc.) que, tanto


individualmente como por medio de diversas asociaciones e iniciativas, ofrecen
su obra de iluminación, de consejo, de orientación y apoyo... El futuro del
mundo y de la Iglesia pasa a través de la familia" (FC 75).

6.5. LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS

1052- Es laudable la labor que realizan entre nosotros en favor de las parejas
casadas y de la familia, en general, las siguientes organizaciones y
movimientos, entre otros:

a) "Orientación para" el Amor y la Paternidad Responsable" (OPAM)


b) "Encuentros Matrimoniales" (EM)
c) "Dinámicas de Parejas"
d) "Movimiento Familiar Cristiano" (MFC)
e) "Pro-vida Dominicana"
f) "Instituto de la Familia" (IDEFA)

1053- Procuren estas asociaciones, movimientos, institutos y otros, que puedan


surgir en el seno de la Iglesia a impulsos del Espíritu Santo y aprobados por la
autoridad competente, mantener la identidad de su propio carisma al servicio
de la familia, pero buscando integrarse en una pastoral familiar de conjunto con
el fin de complementarse mutuamente.

1054- Recuerden que el sínodo sobre la familia ha reconocido expresamente


la aportación de estas variadas formas de agrupaciones de espiritualidad, de
formación y efe apostolado al servicio de la familia. Tengan siempre presente
que su cometido común "será el de suscitar en los fieles un vivo sentido de
solidarioad, favorecer una conducta de vida inspirada en el Evangelio y en la
fe de la Iglesia, formar las conciencias según los valores cristianos y no según
los criterios de la opinión pública, estimular a obras de caridad recíproca y
hacia los demás con un espíritu de apertura, que hace de las familias cristianas
una verdadera fuente de luz y un sano fermento para las demás" (FC 72).
239

7. LA PASTORAL FAMILIAR EN LOS CASOS DIFICILES Y


SITUACIONES IRREGULARES

7.1. CIRCUNSTANCIAS PARTICULARES

1055- "Hay que llamar especialmente la atención sobre algunas categorías


particulares de personas, que tienen mayor necesidad no sólo de asistencia,
sino de una acción más incisiva ante la opinión pública y sobre todo ante las
estructuras culturales, económicas y jurídicas, a fin de eliminar al máximo las
causas profundas de sus dificultades" (FC 77).

Estas familias en situaciones difíciles, que necesitan una atención pastoral


especial son:

a)las familias de los emigrantes por motivos laborales;


b) las de cuantos están obligados a largas ausencias, como los militares,
los navegantes, los viajeros de cualquier tipo;
c) las de los presos, de los prófugos y de los exiliados;
d) las que en las grandes ciudades viven prácticamente marginadas;
e) las que no tienen casa;
f) las incompletas o con uno solo de los padres;
g) las que tienen hijos minusválidos o drogadictos;
h) las de alcoholizados;
i) las desarraigadas de su ambiente cultural y social o en peligro de
perderlo;
j) las discriminadas por motivos políticos o por otras razones;
k) las ideológicamente divididas;
1) las que no consiguen tener fácilmente un contacto con la parroquia;
m) las que sufren violencia o tratos injustos a causa de la propia fe;
n) las formadas por esposos menores de edad;
ñ) las que tienen ancianos, obligados a vivir en soledad o sin adecuados
medios de subsistencia (cfr. FC 77).
o) las divididas por motivos religiosos.

1056- Hay que considerar atentamente, también, algunas situaciones


irregulares propias de la sociedad de nuestros días, que se van difundiendo por
desgracia igualmente entre los católicos con no leve daño tanto de la institución
familiar como de la misma sociedad, de la que aquella es la célula fundamental
(cfr. FC 79).
240

7.2. SEPARADOS

,
1057- La separación debe considerarse como un remedio extremo, después
de que los intentos razonables hayan sido inútiles. La comunidad eclesial debe
particularmente sostener, procurarle estima, solidaridad, comprensión y ayuda
concreta al cónyuge separado, especialmente si es inocente, de manera que
le sea posible conservar la fidelidad; ayudarle a cultivar la exigencia del perdón,
propio del amor cristiano, y la disponibilidad a reanudar eventualmente la vida
conyugal anterior (cfr. FC 83). Al separado, que sea primordialmente el
culpable de la separación, conviene ayudarle, preferentemente, para una plena
conversión y una petición de perdón y reconciliación.

7.3. DIVORCIADOS

1058- En el caso del cónyuge que ha tenido que sufrir el divorcio, pero que no
se deja implicar en una nueva unión, su ejemplo de fidelidad y de coherencia
cristiana asume un particular valor de testimonio en la Iglesia, haciendo más
necesaria una acción continua de amor y de ayuda, sin que exista obstáculo
alguno para la admisión a los sacramentos (cfr. FC 83).

7.4. DIVORCIADOS Y CASADOS DE NUEVO

1059- La Iglesia, instituida para conducir a la salvación a todos los hombres,


no puede abandonar a sí mismos a quienes han intentado pasar a nuevas
nupcias. Se les exhorte a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio
de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las
iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe
cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este
modo, día a día, la gracia de Dios. La Iglesia rece por ellos, los anime, se
presente como madre misericordiosa y así los sostenga en la fe y en la
esperanza (cfr. FC 84). Téngase en cuenta la Instrucción de la Congregación
de la Doctrina de la Fe sobre los divorciados y vueltos a casar.
241

7.5. UNIONES CONSENSUALES Y MADRES SOLTERAS

1060- En nuestra actual realidad una gran mayoría vive en uniones


consensuales. La Iglesia debe tener un especial cuidado para darles la
catequesis _fundamental de la vida cristiana e instruirles sobre el mqtrimonio y
la familia, abriéndoles el camino para que, cuando se sientan llamados, reciban
libremente el Sacramento. El hecho de no haber llegado al matrimonio no debe
interpretarse como un rechazo a la fe de la Iglesia, sino más bien el resultado
de una serie de circunstancias y condiciones que exigen un estudio profundo
de la realidad familiar dominicana.

1061- Debe promoverse en las comunidades cristianas la ayuda material y


espiritual al gran número de madres solteras. La Iglesia es consciente de la
necesidad de "intensificar y renovar el acompañamiento pastoral a mujeres en
situaciones difíciles: separadas, divorciadas. madres solteras, niñas y mujeres
prostitutas a causa del hambre, del engaño y del abandono" (OSO 110; cfr.,
también, OSO 218).

7.6. TODOS PUEDEN SER SUJETOS DE CONVERSIÓN

1062- "La Iglesia está firmemente convencida de que también quienes se han
alejado del mandato del Señor y viven en tal situación pueden obtener de Dios
la gracia de la conversión y de la salvación, si perseveran en la oración, en la
penitencia y en la caridad" (FC 84).

7.7. LOS PRIVADOS DE FAMILIA

1063- A los que no tienen una familia natural, hay que abrirles todavía más las
puertas de la gran familia que es la Iglesia. Nadie se sienta sin familia en este
mundo: la Iglesia, más concretamente la pequeña comunidad, es casa y
familia para todos, especialmente para cuantos están fatigados y cargados (cfr.
FC 85).

1064- Hay en el mundo muchas personas que desgraciadamente no tienen en


absoluto lo que con propiedad se llama una familia. Sin embargo para todas
ellas existe una 'buena nueva de la familia' (cfr. FC 85).
242

PASTORAL JUVENIL

1. FUNDAMENTOS DE LA PASTORAL JUVENIL

1.1. QUÉ ES LA PASTORAL JUVENIL


1.2. OBJETIVOS
1.3. JESUCRISTO
1.4. LA IGLESIA
1.5. EL HOMBRE
1.6. LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR

2. LÍNEAS OPERATIVAS
2.1. LA EVANGELIZACIÓN DE LOS JÓVENES
2.2. LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN EN LA FE
2.2.1. La formación de pequeños grupos
2.2.2. Iniciación
2.2.3. Compromiso
2.3. PEDAGOGÍA DE LA ACCIÓN PASTORAL
2.3.1. Espiritualidad
2.3.2. Aspectos y metas para la formación de los
jóvenes:
A) Las cualidades humanas
B) La vida de fe
C) La vida moral
D) El apostolado
2.4. AGENTES DE PASTORAL JUVENIL
2.4.1. El obispo y el párroco
2.4.2. El asesor
2.4.3. El animador o coordinador
2.5. ORGANIZACIÓN DE LA PASTORAL JUVENIL
2.5.1. La comisión nacional de pastoral juvenil
2.5.2. Organización diocesana:
La parroquia y los jóvenes
243

PASTORAL JUVENIL

1. FUNDAMENTOS DE LA PASTORAL JUVENIL

1.1. QUÉ ES LA PASTORAL JUVENIL

1065- La pastoral juvenil es la acción de la Iglesia para ayudar a los jóvenes a


descubrir, conocer, seguir y anunciar a Cristo en las comunidades concretas,
hacia una madurez que los capacite para optar vocacionalmente en la Iglesia
y comprometerse históricamente en la liberación integral del hombre y la
sociedad, llevando una vida de comunión y participación.

1066- Es un proceso y un proyecto que encamina al joven a la persona de


Cristo, que se realiza en la Iglesia y por la Iglesia, y tiene y da como fruto un
hombre y una sociedad evangelizados, promovidos y liberados íntegramente.

1067- Con la Iglesia latinoamericana reafirmamos la opción pastoral por los


jóvenes, proclamada en Puebla y en Santo Domingo. Nuestro propósito es que
esta opción sea no sólo afectiva, sino efectiva.

1068- "Esto debe significar una opción concreta por una pastoral juvenil
orgánica, donde haya un acompañamiento y apoyo real con diálogo mutuo
entre jóvenes, pastores y comunidades. La efectiva opción por los jóvenes
exige mayores recursos personales y materiales por parte de las parroquias y
de las diócesis. Esta pastoral juvenil debe tener siempre una dimensión
vocacional" (DSD 114).

1069- Fundamentos centrales de la pastoral juvenil son, pues, Jesucristo, la


Iglesia y el hombre.
244

1.2. OBJETIVOS

1070- Para que aparezcan con toda claridad y en sus variados matices y
riquezas he aquí los objetivos de la pastoral juvenil:

a) "Presentar a los jóvenes el Cristo vivo, como único Saivador, para


que, evangelizados, evangelicen y contribuyan, con una respuesta de
amor a Cristo, a la liberación integral del hombre y de la sociedad,
llevando una vida de comunión y de participación" (DP 1166).

b) Acompañar a los adolescentes y jóvenes en todo el proceso de


formación humana y crecimiento en la fe (cfr. DSD 115).

c) Presentar a los adolescentes y a los jóvenes a Jesucristo en forma


atractiva y motivante, de modo tal que sea para ellos el camino, la
verdad y la vida que responde a sus ansias de realización personal y a
sus necesidades de encontrar sentido a la misma vida (cfr. DSD 119).

d) Presentar, con fuerza y de modo atractivo y accesible a la vida de los


jóvenes, los ideales evangélicos (cfr. DSD 120).

e) Favorecer la creación y animación de grup-os y comunidades juveniles


vigorosas y evangélicas, que aseguren la continuidad y perseverancia
de los procesos educativos de los adolescentes y jóvenes y los
sensibilicen y comprometan a responder a los retos de la promoción
humana, de la solidaridad y de la construcción de la civilización del amor
(cfr. OSO 120).

1.3. JES_UCRISTO

1071-AI centro de la acción pastoral juvenil debe estar la persona de Jesús, tal
como lo presentan los Evangelios.

1072- "Jesús ha recorrido las etapas de la vida de toda persona humana: niñez,
adolescencia, juventud, edad adulta. El se revela como el camino, la verdad y
la vida (cfr. Juan 14, 6). Al nacer asumió la condición de niño pobre y sometido
a sus padres; recién nacido fue perseguido (cfr. Mt. 2, 13). El mismo Jesús,
245

revelación del Padre que quiere la vida en abundancia (cfr. Juan 1O, 1O),
devuelve la vida a su amigo Lázaro (cfr. Juan 11), al joven hijo de la viuda de
Naím (cfr. Le 7, 11-17) y a la joven hija de Jairo (cfr. Me. 5, 21-43). El sigue
llamando hoy a los jóvenes para dar sentido a sus vidas" (DSD 111 ).

1073- Es el Cristo que reconcilia a la humanidad con Dios Padre y que envía
su Espíritu Santo, abriendo a los jóvenes discípulos a la dimensión trinitaria,
que se expresa en una profunda vida de comunión.

107 4- La acción de la pastoral juvenil debe llevar, como meta fundamental, al


seguimiento de Jesús. El mismo Jesús del Evangelio que anuncia el Reino de
Dios, que va al encuentro de las personas, que es hombre de libertad y de
liberación, que crea vínculos de comunidad, que es auténtico, que enfrenta el
conflicto, que es hombre de oración y de perdón, que es entusiasta, que da
sentido y esperanza a la vida, que es el Señor resucitado que promete y
garantiza la resurrección.

1075- En la pastoral juvenil debe haber desde el princ1p10 una clara y


sistemática proclamación del kerigma. Habrá que seguir una adecuada
catequesis, partiendo siempre del Catecismo de la Iglesia Católica y adaptada
a la sicología y cultura juvenil.

1.4. LA IGLESIA

1076- La pastoral juvenil será una acción de la Iglesia, en la Iglesia, con la


Iglesia y para la Iglesia.

1077- Por la Iglesia y en la Iglesia los jóvenes son evangelizados y de ella


reciben el encargo de evangelizar. "Ellos deben convertirse en los primeros e
inmediatos apóstoles de los jóvenes, ejerciendo el apostolado entre sí por sí
mismos, teniendo en consideración el medio social en que viven" (AA 12).

1078- La Iglesia es comunidad misionera y es animada por el Espíritu Santo.


Los jóvenes deben ser con la Iglesia responsables de su misión
evangelizadora, de ahí la necesidad de su participación activa en la comunión
eclesial.
246

1079- Es en la comunidad de la Iglesia donde expresan, celebran y alimentan


su fe.

1080- La Iglesia reconoce y promueve la presencia y participación de los


jóvenes en su vida y en su misión. Los jóvenes no deben considerarse
11

simplemente como objeto de solicitud pastoral de la Iglesia; son de hecho -y


deben ser incitados a serlo-, sujetos activos, protagonistas de la evangelización
y artífices de la renovación social 11 (ChL 46).

1081- Este protagonismo eclesial y juvenil tiene sus raíces en el Bautismo, a


través del cual entran a formar parte del pueblo de Dios.

1082- La Iglesia debe ser para los jóvenes signo de esperanza liberadora y
profética, lugar de comunión y participación, pueblo y familia de Dios,
comprometida y solidaria, signo de vida, imagen de María la mujer nueva.

1.5. EL HOMBRE

1083- La misión de los adolescentes y jóvenes, ayudados por una pastoral


especializada dedicada a ellos de manera particular, es, en último término,
prepararse para ser los hombres y mujeres del futuro, responsables y activos
en las estructuras sociales, culturales y eclesiales, para que, movidos por el
Espíritu de Cristo y por su ingenio en conseguir soluciones originales,
contribuyan a lograr un desarrollo cada vez más humano y más cristiano. (cfr.
DSD 111).

1084- La pastoral juvenil debe ver al hombre con los ojos de la Iglesia, que
proclama la altísima vocación de éste y la 'semilla divina'que en él ha sido
plantada desde el comienzo. Y le propone lo que ella posee como propio: una
visión global del hombre y de la humanidad.

1085- La respuesta a los grandes cuestionamientos del ser humano es


Jesucristo, su mensaje y su vida. El misterio del hombre se esclarece en la
persona de Jesús.

1086- La visión cristiana da origen a un hombre nuevo y a una sociedad


renovada. El hombre nuevo, animado por la fe, es solidario, profético,
comunitario, libre, jovial, contemplativo, esperanzado y motivado siempre por
247

el amor. El evangelio sobre el hombre es lo que ha de proclamar la pastoral


juvenil.

1.6. LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR

1087- Ante la situación angustiosa por la que atraviesa la humanidad, la


pastoral juvenil se propone un gran desafío: construir la civilización del amor.

1088- Esta civilización es -como dijo S.S. Pablo VI- "aquel conjunto de
condiciones morales, civiles, económicas, que permiten a la vida humana una
condición mejor de existencia, una racional plenitud, un feliz destino eterno".

1089- La civilización del amor exige una conversión, porque es una forma seria
de vivir los valores del Evangelio y los ideales más elevados de la humanidad.

1090- Construir la civilización del·amor es decir SÍ, con las palabras y con los
hechos, a la comunión, a la participación, a la verdad, a la justicia, a la libertad,
a la paz, al amor y a todos los valores e ideales positivos del ser humano.

1091- Pero es también decir NO al egoísmo, a la explotación, a la injusticia, a


la violencia, al desorden moral y a todo lo que se opone al amor.

1092- Es la construcción de una nueva sociedad sobre la base de una neo


cultura. Es el ataque frontal a la injusticia social,· que inspira la explotación del
hombre por el hombre, y es el desafío para crear los lazos fraternos y solidarios
entre los pueblos.

1093- La civilización del amor establece también las siguientes primacías:

a) de la vida sobre cualquier otro valor o interés;


b) de la verdad sobre la mentira y sobre toda estrategia dolosa;
c) de la persona sobre todo poder o proyecto;
d) de la familia sobre la sociedad y el Estado;
e) del testimonio sobre las palabras;
f) de la realidad sobre todo proyecto preconcebido;
g) de la ética sobre la técnica;
h) de la fe y lo trascendente sobre todo intento de minimizar al hombre;
i) del trabajador y el trabajo sobre el capital y la empresa.
248

2. LÍNEAS OPERATIVAS

¡
1094- Para facilitar la acción evangelizadora en el mundo juvenil,. se deben
seguir las siguientes líneas operativas: la evangelización de los jóvenes, los
procesos de educación en la fe, la pedagogía de la acción pastoral, tener
agentes de pastoral juvenil bien preparados, y una adecuada organización
interna.

2.1. LA EVANGELIZACIÓN DE LOS JÓVENES

En el trabajo evangelizador de los jóvenes es necesario:

1095- Proclamar el kerigma y ofrecer una catequesis sistemática que les lleve
a la iniciación de su fe y a la maduración de la misma.

1096- Penetrar y asumir con la Buena Nueva la realidad integral de los jóvenes
(cfr. DP 343).

1097- Promover la dignidad del joven y la liberación de todas sus servidumbres


e idolatrías (cfr DP 344)..

1098- Responder a las necesidades de maduración afectiva y a la de


acompañar a los adolescentes y jóvenes en .todo el proceso de formación
humana y de crecimiento en la fe (cfr. DSD 115).

1099- Dinamizar una espiritualidad del seguimiento de Jesús, que logre el


encuentro entre fe y la vida (cfr. DSD 116).

1100- Asumir las nuevas formas ce!ebrativas de la fe, propias de la cultura de


los jóvenes y fomentar la creatividad y la pedagogía de los signos (cfr. DSD
117).

1101- Anunciar, "en los compromisos asumidos y en la vida cotidiana que el


Dios de la vida ama a los jóvenes y quiere para ellos un futuro distinto sin
frustraciones ni marginaciones" (DSD 118).
249

1102- Abrir a los jóvenes espacios de participación en la Iglesia. Que el


proceso educativo se realice a través de una pedagogía que sea vivencia!,
participativa y transformadora. Que promueva el protagonismo a través de la
metodología del ver, juzgar, actuar, revisar y celebrar. Tal pedagogía ha de
integrar el crecimiento de la fe en el proceso de crecimiento humano, teniendo
en cuenta los diversos elementos como el deporte; la fiesta, la música, el teatro
(cfr. DSD 119).

1103- "Presentar a los adolescentes y a los jóvenes a Jesucristo en forma


atractiva y motivante, de modo tal que sea para ellos el camino, la verdad y la
vida que responde a sus ansias de realización personal y a sus necesidades
de encontrar sentido a la misma vida" (OSO 119).

1104- Presentar, con fuerza y de un modo atractivo y accesible a la vida de los


jóvenes, los ideales evangélicos. Favorecer la creación y animación de grupos
y comunidades juveniles religiosas y evangélicas (cfr. OSO 120).

1105- Es indispensable mantener la fidelidad al mensaje del Evangelio y a los


jóvenes a quienes hemos de transmitirlo. Esta fidelidad es el eje central de la
evangelización (cfr. EN 4).

1106- Para mantener esta fidelidad es preciso tener como norma:

a) la Palabra de Dios, contenida en la Biblia y en la tradición viva de la


Iglesia (cfr. DP 372);
b) la comunión con la Iglesia universal (cfr. DP 373);
c) el Magisterio de la Iglesia (cfr. DP 374).

1107- Con la fuerza del Espíritu, la pastoral juvenil debe ser 1a·pastoral de la
alegría que anuncia el mensaje de salvación y que convierte a los jóvenes en
portadores de buenas noticias.

2.2. LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN EN LA FE

1108- En la acción de la pastoral juvenil se distinguirán tres etapas básicas:


formación de pequeños grupos, la iniciación y el compromiso.
250

2.2.1. LA FORMACIÓN DE PEQUEÑOS GRUPOS

1109- Téngase en cuenta que generalmente los jóvenes llegan a los grupos de
pastoral juvenil a través del trabajo parroquial, por invitaciones hechas en las
misas o por invitación de los otros jóvenes, animadores o asesores.

111 O- Este método del contacto personal se da también en la pastoral juvenil


de los medios específicos (universitarios, obreros, estudiantes...).

1111- Es importante el tratar de reunir a los jóvenes a través de los métodos


más variados hasta el punto que consideren el grupo como algo suyo y pasen
del anonimato a una presencia integradora.

1112- De ahí que el pequeño grupo de jóvenes es el lugar privilegiado de


evangelización.

2.2.2. INICIACIÓN

1113- La amistad, los problemas personales, la necesidad de ser valorado, de


sentirse útil, de descubrir a Jesucristo como amigo y la búsqueda de un sentido
a la vida han de ser los enfoques importantes del primer momento de la
iniciación.

1114- En un segundo momento, debe producirse una visión más amplia de la


realidad, descubrir la Iglesia como comunidad, donde surjan las inquietudes
vocacionales en sentido amplio y se comience a superar el divorcio entre fe y
vida y crezca la conciencia de discernimiento y de sana crítica, ampliándose la
visión de fe.

1115- La iniciación debe ser la etapa de una catequesis pr.ofunda y de la


asimilación de compromisos cada vez más serios hasta llegar a una fe madura.

2.2.3. COMPROMISO

1116- El proceso de iniciación debe llevar necesariamente al compromiso


dentro de la comunidad eclesial (coordinación de grupos o comunidades,
251

. catequesis, ministerio laica!, pastoral social, animac1on litúrgica, consejos


pastorales, presencia en los medios de comunicación social, etc ... ).

1117- En la pastoral de grupos juveniles se habrá que orientar y cultivar las


vocaciones sacerdotales, diaconales, religiosas y misioneras.

1118- Han de favorecerse también obligaciones en el mundo (en sindicatos,


partidos políticos, clubes, asociaciones, etc.).

1119- El compromiso debe ser el momento en que la fe se manifieste en obras,


en que se viva la dimensión misionera.

2.3. PEDAGOGÍA DE LA ACCIÓN PASTORAL

1120- La pedagogía de la acción pastoral promueve una relación de confianza


y cercanía entre el evangelizador y el evangelizado.

1121- La pedagogía pastoral debe ser:

a) Vivencia!: el encuentro del joven con Jesús tiene que ser


percibido como una profundización de la propia experiencia de
vida.
b) Transformadora y liberadora: la evangelización lleva a la
conversión, a una transformación personal y social.
c) Comunitaria: llevar a la comunión y a la fraternidad.
d) Testimonial: el testimonio y la coherencia hablan de por sí.
e) Participativa: todos estamos siendo evangelizados; el encuentro
fraterno evangeliza.

1122- Esta relación de confianza y cercanía entre evangelizador y evangelizado


ha de realizarse preferentemente a través de los grupos y comunidades
juveniles, de edades más o menos homogéneas, con participación estable y
encuentros periódicos.

1123- Esta experiencia grupal y comunitaria se caracteriza por una comunión


dinámica de personas y por la presencia activa del Espíritu del Señor.
252

2.3.1. ESPIRITUALIDAD

1124- La Iglesia invita a los jóvenes a recorrer el camino de la santidad,


recreando la experiencia de Jesús en cada ambiente donde se encuentren (cfr.
OSO 31 y SS.).

1125- Esta espiritualidad de la pastoral juvenil debe tener las siguientes


dimensiones:

a) estar animada por la oración "a solas con el Señor" y la


comunitaria;
b) alimentarse de la Palabra de Dios (cfr. DSD 33);
c) ser vivida en comunidad;
d) inspirada en los valores del Reino;
e) expresarse en la opción por los pobres;
f) proyectarse en un espíritu misionero;
g) orientarse a la búsqueda de un nuevo humanismo;
h) expresarse al estilo de María y en la unión con ella;
i) ser celebrada en la liturgia (cfr. OSO 34 ss).

2.3.2. ASPECTOS Y METAS PARA LA FORMACIÓN DE JÓVENES

1126- El trabajo de pastoral juvenil, como labor evangelizadora, debe llevar a


que los jóvenes sean evangelizados, para que también ellos mismos se
conviertan en evangelizadores de los otros jóvenes. Esto exige, por tanto, una
formación humana integral y cristiana.

1127- Deben distinguirse los siguientes aspectos en la formación de los


jóvenes: sus cualidades humanas, su vida de fe, su vida moral y su vida de
apostolado.

A) Las cualidades humanas

Se tratará de lograr:

1128- Suficiente autocrítica para despojarse de actitudes antievangélicas (cfr.


DP 972; DSD 115) y forjarse en las grandes virtudes humanas del trabajo, la
honestidad, la justicia, la abnegación, la sobriedad y la solidaridad.
253

1129- Sentido crítico para denunciar las injusticias a la dignidad de la persona


humana (cfr. OP 318; DSO 20).

1130- Entusiasmo para forjar comunidades nuevas, capaces de alentar un


naciente estilo de sociedad basado en la solidaridad y la libertad (cfr. D� 273;
oso 120).
1131- Creatividad para abrir novedosos caminos en la sociedad (cfr. OP 273).

1132- Creatividad para ensayar formas nuevas de organización (cfr. DP 273).

1133- Entrega total y desinteresada para el compromiso (cfr. OSO 115).

1134- Audacia para afrontar la construcción de la nueva civilización del amor


(cfr. DSO 120).

B) La vida de fe

Se requiere lograr en el joven:

1135- Conversión personal a Cristo vivo y seguimiento de Él en todas las


circunstancias, de manera que dé testimonio de las obras de los cristianos
guiados por el Espíritu: amor, justicia realizada en la paz, reconciliación,
solidaridad, alegría, comunión, esperanza, confianza, participación, dominio de
sí, castidad, entrega desinteresada de sí mismo, servicio, libertad ... (cfr. OP
969; DSD 30).

1136- Sentido evangélico crítico frente a la realidad y capacidad para descubrir


en la fe los signos de los tiempos (cfr. OP 1308).

1137- Estilo de vida sencillo y austero como el del Señor (cfr. DP 1149).

1138- Alimentarse de la Palabra de Dios y los sacramentos (cfr. OP 372, 918;


DSD 11).

C) La vida moral

Se desea lograr:

1139- Que la ley natural y los criterios del Evangelio, ambos proclamados por
la Iglesia, sean para el joven la medida de la formación de su conciencia moral,
254

condición indispensable para que haya coherencia entre su vida y la fe que


profesa (cfr. OSO 231).

1140- Que tenga conciencia del pecado, de la gracia de Dios y del amor, como
fuerza de toda moral cristiana (cfr. OSO 237).

D) El apostolado

Se deben formar jóvenes capaces de:

1141- Comprometerse con todo el proceso evangelizador y sus consecuencias.

1142- Denunciar las situaciones de pecado y luchar por la construcción de la


civilización del amor (cfr. OSO 120).

1143- Tener un amor preferencial por los pobres (cfr. OSO 178 ss).

1144- Animar la formación de nuevos grupos y comunidades y de vivir con


espíritu misionero (cfr. OSO 112).

1145- Comprometerse eclesial, social y políticamente, teniendo como


orientación la doctrina social de la Iglesia (cfr. OSO 158).

2.4. AGENTES DE PASTORAL JUVENIL

2.4.1. EL OBISPO Y EL PÁRROCO

1146- Los agentes naturales de pastoral juvenil, por razón de su ministerio, son
el obispo y el párroco.

1147- El obispo es el pastor, maestro y santificador de la comunidad (cfr. CD


2), que sirve en un determinado territorio o un determinado grupo de personas.
Es el primer responsable de la tarea evangelizadora de la Iglesia. Debe
acompañar a la pastoral juvenil con la preocupación preferencial afectiva y
efectiva que le pide la Iglesia (cfr. OSO 114).
255

1148- El párroco, por su parte, es el pastor de la comunidad ubicada en un


determinado territorio diocesano o grupo de personas. La Iglesia le pide que
atienda cuidadosamente a los adolescentes y jóvenes (cfr. CD 30,2; también
PO 6). Debe ser un auténtico amigo y servidor de los jóvenes.

2.4.2. EL ASESOR

1149- El asesor es un cristiano maduro (sacerdote, religioso, laico), que esté


dispuesto a servir a los jóvenes con la experiencia de su vida y que desea
compartir con ellos su vivencia del Evangelio y su descubrimiento de Cristo.

1150- En sintonía con la Iglesia, tiene como principal responsabilidad impulsar


y orientar la pastoral juvenil a un determinado nivel (grupo, parroquia, decanato,
zona, diócesis, país... ). Cada uno de estos niveles debe tener su asesor.

1151- El asesor realiza su ministerio pastoral no tanto como un técnico o un


psicólogo. Debe ser, más bien, un educador en la fe, que utiliza la misma
pedagogía de Dios, que nos invita a cambiar y a convertirnos, pero respetando
profundamente la libertad.

1152- Debe ser una persona de vivencia eclesial que conoce, ama y sirve a la
Iglesia, que está en comunión con ella, es fiel a sus enseñanzas y líneas
pastorales y que testimonia con su propia vida la propuesta de la civilización del
amor.

1153- La vocación del asesor de pastoral juvenil, como todo carisma y


ministerio en la Iglesia, es obra del Espíritu Santo que le lleva a servirle en los
jóvenes.

2.4.3. EL ANIMADOR O COORDINADOR

1154- Otro agente importante de la pastoral juvenil es el animador, una


persona, preferiblemente joven, llam�do por el Señor para asumir en la Iglesia
el servicio de animar y coordinar un grupo juvenil, ayudándolo a crecer en el
proceso educativo de la fe.
256

1155- Se recomienda a los obispos, párrocos, asesores y a los mismos grupos


juveniles que estén atentos para descubrir y formar estos animadores o
coordinadores, y para llamarlos, decididamente, a prestar este servicio.

2.5. ORGANIZACIÓN DE LA PASTORAL JUVENIL

1156- La pastoral juvenil debe estar debidamente articulada con la pastoral de


conjunto y su organización exige y presupone la formación de coordinadores
eficientes.

1157- La pastoral juvenil debe organizarse de la siguiente manera:

a) A nivel nacional, por disposición de la Conferencia del Episcopado


Dominicano (CEO), existe la comisión nacional de pastoral juvenil.
b) En cada diócesis habrá una comisión diocesana. Lo mismo sucede en
las zonas y decanatos de la diócesis.
c) Cada parroquia tendrá una comisión parroquial de pastoral juvenil, que
integre representantes de todas las fuerzas juveniles organizadas.
d) A nivel grupal, también, se recomienda que exista una organización
que haga posible y facilite el logro de los objetivos.

2.5.1. LA COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL JUVENIL

1158- En la República Dominicana, la comisión nacional de pastoral juvenil,


dependencia de la Conferencia del Episcopado Dominicano y presidida por un
obispo, asiste y orienta el trabajo juvenil, sin menoscabo de la autonomía de
cada diócesis.

1159- La comisión nacional de pastoral juvenil será un organismo de servicio,


promoción, coordinación y animación de la pastoral juvenil a nivel nacional, a
fin de convocar a una tarea común a los responsables diocesanos,
responsables de movimientos, asociaciones y congregaciones religiosas que
trabajan en el campo juvenil.

1160- Este organismo debe motivar la presencia y la participación de todos en


una pastoral orgánica.
257

1161- La comisión nacional de pastoral juvenil se regirá por los Estatutos


aprobados por la Conferencia del Episcopado Dominicano.

2.5.2. ORGANIZACIÓN DIOCESANA

1162- Es necesario que los jóvenes de una parroquia o del decanato o de una
zona, de la diócesis, del país y del continente se articulen entre sí para que la
pastoral juvenil realice orgánicamente su misión evangelizadora.

La parroquia y los jóvenes

1163- Reiteramos el llamado de Puebla y de Santo Domingo, hecho a las


parroquias, para comprometerlas en el trabajo de la pastoral juvenil orgánica,
concretizando este apoyo a través de mayores recursos personales y
materiales.

1164- Cada parroquia, dentro de lo posible, debe tratar de que el número de


grupos juveniles crezca. Y proporcionar a los jóvenes lugares para sus
reuniones, salones y canchas de juego, bibliotecas, etc. Es preciso destinar
recursos para su formación, para lograr una pastoral juvenil orgánica y
articulada, animada por un diálogo permanente entre jóvenes, pastores y
comunidades. Así se hace efectiva la opción por la juventud (cfr. DSD 114).

1165- Tengan en cuenta los párrocos y los que trabajan en pastoral juvenil que
un sólo grupo parroquial no aglutina a todos los jóvenes de la parroquia. Deben
crearse cuantos grupos sean necesarios, de acuerdo a las diversas inquietudes
y situaciones de los jóvenes.

1166- La parroquia debe cuidar y tener muy en cuenta las realidades


espirituales, educativas y apostólicas de los movimientos eclesiales juveniles
y promoverlos de manera positiva dentro de ella.

1167- Así, la parroquia ha de ir acogiendo los nuevos grupos, comunidades y


movimientos juveniles que el Espíritu va suscitando en el Pueblo de Dios,
fomentando la experiencia de fe y la espiritualidad que cada uno lleva adelante,
acompañando el dinamismo y la novedad que cada uno trae consigo. Como
madre, la parroquia ha de velar por el florecimiento de los diversos carismas y
por el crecimiento tanto en la calidad de la formación como en la cantidad de
los jóvenes integrados en la vida parroquial.
258

1168- Es importante que el párroco y los responsables de la parroquia abran


a los jóvenes, no sólo las puertas, sino también el corazón.
259

PASTORAL VOCACIONAL

1. FUNDAMENTO BÍBLICO TEOLÓGICO

2. LA PASTORAL VOCACIONAL EN GENERAL

3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

4. ORGANIZACIÓN DE LA PASTORAL VOCACIONAL

5. LÍNEAS GENERALES DE ACCIÓN

6. CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO PARA LAS


DIVERSAS VOCACIONES ECLESIALES

7. LA VOCACIÓN SACERDOTAL EN LA PASTORAL


DE LA IGLESIA

8. ELECCIÓN V REQUISITOS PARA LOS


CANDIDATOS AL PRESBITERADO DIOCESANO

9. PASTORAL VOCACIONAL V SEMINARIOS


MENORES

10. OBRA DIOCESANA DE LAS VOCACIONES


SACERDOTALES
260

PASTORAL VOCACIONAL

1. FUNDAMENTO BÍBLICO-TEOLÓGICO

1169- Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a


conocer el misterio de su voluntad (cfr. Ef. 1,9), mediante el cual los
hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al
Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina.
En consecuencia, por esta revelación, Dios invisible habla a los
hombres como amigos, movido por su gran amor (cfr. DV. 2).

1170- Al revelarse Dios ha querido llamar a sus criaturas a colaborar en


su obra de la creación, salvación y santificación, es decir, en la
construcción de su Reino.

1171- Las Sagradas Escrituras muestran varios personajes que son


modelos de la llamada de Dios: Abraham; Moisés; Gedeón; Samuel;
David; Ester; Judit; Isabel; Juan, el Bautista; José; los Apóstoles. María
es modelo de respuesta fiel a la llamada de Dios.

1172- Dios no sólo ha llamado a personajes bíblicos. Él continúa


llamando a todo ser humano. Es una llamada universal, a todos y cada
uno de los seres humanos, a través de todos los tiempos, lugares y
edades diversas.

1173- La primera vocación a la cual estamos llamados todos es la


humana: la vida, la de realizarnos como personas y perfeccionar la
creación.

1174- Dios llama a la vocación cristiana a todos los seres humanos.


Llama a cada persona a la fe, y por la fe, a ingresar en el pueblo de
Dios mediante el Bautismo. Esta llamada por el Bautismo, la
Confirmación y la Eucaristía a que seamos pueblo suyo, es llamada a
261

la comunión, a la participación en el misterio, en la misión y vida de la


Iglesia y, por lo tanto, en la evangelización del mundo (cfr. OP 852). Es
una invitación a ser miembros activos de la comunidad y a dar
testimonio del Reino en comunión y cooperación con los demás (cfr.
OP 854).

1175- "No todos, sin embargo, somos enviados á servir y evangelizar


desde la misma función. Unos lo hacen como ministros jerárquicos,
otros como laicos y otros desde la vida consagrada. Todos,
complementariamente, constru¡;mos el Reino de Dios en la tierra" (OP
853).

a) Los llamados a la vocación ministerial jerárquica


desempeñan su vocación en tres grados: episcopado,
presbiterado y diaconado.

b) Los fieles laicos pueden desempeñar su vocación:


- desde el matrimonio y de la familia en el deber de
educar cristianamente a sus hijos (cfr. CIC c. 226);
participando en la consagración del mundo y en la
construcción de una sociedad más justa (cfr. CIC
c. 227);
viviendo sus deberes de bautizados;
aceptando ministerios eclesiales, que les sean
encomendados.

c) La vida consagrada, a la manera de un árbol que se


ramifica espléndido (cfr. LG 43), ha dado formas diversas
de vida:
- institutos religiosos (cfr. CIC c. 607)
* contemplativos (cfr. OSO 86; CIC c. 674)
* apostólicos (cfr. OSO 85; CIC c. 675);
- institutos seculares (cfr. OSO 87; CIC c. 710-711);
- sociedades de vida apostólica (cfr. OSO 88; CIC c.
731);
- orden de vírgenes consagradas (cfr. OSO 89; CIC
c. 604);
- vida eremítica (cfr. CIC c. 603);
- laicos consagrados en medio del mundo, etc.

1176- La vocación es primordialmente llamada gratuita de Dios y exige


una respuesta libre y personal (cfr. DP 860).
262

1177- La respuesta, libre y fiel, a esta invitación de Dios, es un proceso,


que incluye estos elementos:
a) apertura;
b) escucha y docilidad al Espíritu Santo;
c) discernimiento personal y eclesial;
d) rectitud de intención;
e) disponibilidad para servir en la Iglesia;
f) "recurso ininterrumpido a la oración personal y
comunitaria"
(DP 862).

1178- Este diálogo vocacional, entre Dios y el ser humano, se explicita


en unos ámbitos concretos. Estos son: la familia, las pequeñas
comunidades eclesiales, la parroquia, la escuela, grupos y movimientos
apostólicos, diversas formas de vida comunitaria, catequesis, obras de
promoción humana y otros. Es decir, en la Iglesia diocesana y en todos
los niveles de ella.

1179- "La Iglesia, que por -su propia naturaleza es 'vocación', es


generadora y educadora de vocaciones. Lo es en su ser de
'sacramento', en cuanto 'signo' e instrumento en el que resuena y se
cumple la vocación de todo cristiano; y lo es en su actuar, o sea, en el
desarrollo de su ministerio de anuncio de la Palabra, de celebración de
los Sacramentos y de servicio y testimonio de la caridad" (PDV 35).

"Ahora se puede comprender mejor la esencial dimensión eclesial de


la vocación cristiana: ésta no sólo deriva 'de' la Iglesia y de su
mediación, no sólo se reconoce y se cumple· en 'la Iglesia, sino que -en
el servicio fundamental de Dios- se configura necesariamente como
servicio ·a 'la Iglesia. La vocación cristiana, en todas sus formas, es un
don destinado a la edificación de la Iglesia, al crecimiento del Reino de
Dios en el mundo" (PDV 35).

1180- "El período juvenil es período privilegiado, aunque no único, para


la opción vocacional. Por ello, toda pastoral juvenil debe ser al mismo
tiempo pastoral vocacional. · Hay que reactivar una intensa acción
pastoral que, partiendo de la vocación cristiana en general, de una
pastoral juvenil entusiasta, dé a la Iglesia los servidores que necesita,
(Juan Pablo 11, Discurso Inaugural, IV b; AAS LXXI p 204)" (DP 865).

1181- El período juvenil es el mejor para la opción vocacional pero no


es el único, hay que tener en cuenta, también, a los adultos y los niños.
263

2. LA PASTORAL VOCACIONAL EN GENERAL

1182- La pastoral vocacional es la actividad tendente a suscitar las


respuestas de las personas a las diversas vocaciones en la Iglesia. Ha
de tenerse en cuenta que una pastoral vocacional auténtica, que quiere
ayudar al hombre y a la mujer "en tal proceso, deberá centrarse en la
llamada inicial, en su maduración subsiguiente y en la perseverancia,
comprometiendo en este servicio a toda la comunidad" (DP 861).

1183- El acompañamiento de la vocación por parte de toda la


comunidad se manifestará principalmente con la oración. "En el
complejo problema vocacional es necesario, en todo momento y a
todos los niveles, el recurso ininterrumpido a la oración personal y
comunitaria. Es Dios quien llama; es Dios quien da eficacia a la
evangelización. El mismo Cristo nos dijo: 'La mies es mucha y los
obreros pocos. Rogad al Dueño de la mies envíe obreros a su mies' (Le
10,2)" (DP 862).

3. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1184- Estructurar una pastoral vocacional inserta en la pastoral


orgánica de la diócesis, en estrecha vinculación con todas las áreas
pastorales, especialmente la familiar y la juvenil, a fin de realizar con
más eficiencia las etapas del despertar, discernir y acompañar a los y
las jóvenes y personas adultas en su respuesta a la llamada de Dios
(cfr. OSO 80).

1185- Presentar la vida laical, sacerdotal y consagrada como dones y


carismas para nuestra Iglesia, fomentando la vocación a la santidad en
todas las vocaciones que en ella hay, valorando sus vidas por su misma
existencia y testimonio. Respetar y fomentar la fidelidad a cada carisma
fundacional, como contribución a la Iglesia (cfr. OSO 92).
264

1186- Apoyar el compromiso de los laicos, la familia, educadores


cristianos y las otras instancias eclesiales en la promoción de las
diferentes vocaciones (cfr. DSD 80 y 92).

1187- Organizar y coordinar actividades encaminadas a promover y


acompañar la opción hacia las diversas vocaciones: laical, ministerial
jerárquica y de vida consagrada.

1188- Captar y preparar los agentes para esta pastoral (cfr. DSD 80).

4. ORGANIZACIÓN DE LA PASTORAL VOCACIONAL

1189- En República Dominicana existe una com1s1on nacional de


pastoral vocacional présidida por un obispo, elegido por la Conferencia
del Episcopado Dominicano, y con delegados diocesanos nombrados
por los obispos de cada diócesis. A ella se integran representantes
nacionales de la Conferencia dominicana de religiosos (CONDOR), de
la Conferencia dominicana de institutos seculares (CONDIS), de
diferentes áreas de pastoral, especialmente la juvenil, la familiar, la
educativa y la catequística.

1190- En cada diócesis se debe crear la comisión vocacional diocesana


o equipo, teniendo como modelo la Comisión nacional de pastoral
vocacional.

1191- En las zonas de las diócesis se recomienda que exista un equipo


de pastoral vocacional, que se ajuste a los objetivos o propósitos de
esta pastoral.

1192- Igualmente, en las parroquias debe existir un equipo vocacional


con los mismos objetivos.

1193- La comunión eclesial debe ser signo visible en el equipo de


pastoral vocacional; de esta forma sus decisiones siempre se
encaminan a servir y ayudar a los candidatos, a discernir su vocación
específica a las distintas opciones dentro de la Iglesia.
265

5. LÍNEAS GENERALES DE ACCIÓN


1194- Puesto que la Iglesia es esencialmente vocación y mrsión,
téngase en cuenta el tema de la vocación, acentuándose los tres estilos
de vida: ministerial jerárquica, consagrada y laical, en todas las áreas
de pastoral y especialmente en la familiar y juvenil, mediante las tres
etapas del despertar, discernir y acompañar.

1195- En la pastoral vocacional se aconseja comenzar por el


acercamiento personal, motivación en los grupos juveniles y otros
medios, a través de los cuales sea posible entrar en contacto con
jóvenes.

1196- Téngase una semana vocacional dentro del mes de la familia


(mes de noviembre), promoviendo la llamada de Jesús en los diferentes
estilos de vida.

1197- Cada año se celebrará la Jornada mundial de oración por las


vocaciones, establecida por la Santa Sede para el 42 domingo de
Pascua.

1198- Se ha de incluir el tema del llamado y la vocación en la pastoral


juvenil, familiar y educativa en tiempos litúrgicos fuertes (Navidad y
Pascua).

1199- Organícese en verano y otras épocas vacacionales actividades


sociales y de servicio, como campamentos, fines de semana destinados
a promover las vocaciones. "Una pastoral vocacional auténtica no se
cansará jamás de educar a los niños, adolescentes y jóvenes, al
compromiso, al significado del servicio gratuito, al valor del sacrificio, a
la-donación incondicionada de sí mismo" (PDV. 40).

6. CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO PARA LAS


DIVERSAS VOCACIONES ECLESIALES

1200- En el proceso de discernimiento vocacional ténganse en cuenta:

a) El conocimiento de la persona, su situación y su familia.


266

b) Los círculos vocacionales: reuniones mensuales en tas


distintas zonas pastorales y parroquias con los
aspirantes.
c) Las jornadas vocacionales diocesanas y otras actividades
que ayuden en el discernimiento.

1201- En los candidatos ha de advertirse su base humana consistente


en sana psicología, madurez afectiva, capacidad de liderazgo, de
renuncia, suficiente inteligencia, equilibrio y desarrollo acorde con su
edad, experiencia de trabajo y de servicio. La base cristiana
testimoniada en una experiencia de vida y práctica cristiana de varios
años al menos, y que la respalde un conocimiento de las enseñanzas
catequísticas básicas de la Iglesia. Finalmente han de advertirse los
elementos sobrenaturales de la llamada.

7. LA VOCACIÓN SACERDOTAL EN LA PASTORAL DE


LA IGLESIA

1202- Es necesario poner un énfasis especial en la promoción de las


vocaciones sacerdotales dentro de la actividad de la pastoral
vocacional.

1203- El sacerdote debe ser, junto con el obispo, el primer promotor de


vocaciones y debe, también, despertar en la comunidad cristiana su
obligación de discernir y acompañar las vocaciones sacerdotales.

1204- Cada diócesis debe crear un fondo económico para la pastoral


vocacional, administrado por el director de la misma.

8. ELECCIÓN Y REQUISITOS PARA LOS CANDIDATOS


AL PRESBITERADO DIOCESANO.

1205- En la selección de los candidatos, consúltese siempre a los


párrocos y manténgase una relación con ellos en todo el proceso
vocacional.
267

1206- Para conocer mejor al que vaya a iniciar un proceso de


crecimiento en su vocación sacerdotal se exigirá de su párroco:

a) conocimiento del candidato y la familia;


b) interés y apoyo vocacional, moral y económico por el
candidato: aunque se debe concientizar a su familia sobre
su obligación de colaborar en su formación;
c) opiniones orales y escritas sobre el mismo, como ayuda
para el discernimiento vocacional;
d) su actitud frente a la afectividad, el· sexo, el dinero, el
poder político;
e) experiencia comprobada de servicio y actitudes religiosas;
f) capacidad intelectual suficiente y dedicación a los
estudios.

1207- Se pide al joven unas condiciones mínimas para llevar hacia


delante un proceso de madurez y equilibrio, tanto humano como
cristiano, que le ayude a descubrir la vida de oración, el amor al trabajo
y la dimensión misionera y universal de la Iglesia.

1208- Aquellos jóvenes, que no han terminado sus estudios de


bachillerato y han realizado su discerní iento vocacional, deben ir al
seminario menor, hasta finalizar sus estudios de bachillerato.

1209- Todo cristiano que se sienta llarinado a la opción sacerdotal,


habiendo pasado o no por el seminario menor, debe hacer, por lo
menos, un año de prefilosofado o año preparatorio.

121 O- Es conveniente que, antes de ad itir al aspirante, se usen los


medios que ofrecen las ciencias psicológicas, como una ayuda útil,
aunque no determinante en la vocación sacerdotal.

1211- En el discernimiento vocacional, para conocer al candidato y


saber si reúne las condiciones que exige la Iglesia, debe exigirse:

a) un proceso de aspirantado;
b) contacto con el responsable vocacional;
c) participación en los círculos vocacionales, reuniones
mensuales y en las jornadas vocacionales de su
diócesis;
d) carta de presentación de su párroco.
268

1212- El responsable de la pastoral vocacional diocesana, una vez


consultada la comisión diocesana de pastoral vocacional, presenta el
candidato al obispo para que dé su aprobación y, así, pueda ingresar
al seminario menor o al prefilosofado.

9. PASTORAL VOCACIONAL Y SEMINARIOS MENORES

1213- Según nuestra experiencia, consideramos válido mantener los


seminarios menores.

1214- Los seminarios menores buscarán los medios que estén a su


alcance para que la llamada de los jóvenes vaya creciendo y se afiance
en la oración, una coherencia entre fe y vida, el conocimiento de la
realidad, el amor al trabajo y en el sentido de Iglesia y familia.

1215- El seminario menor ha de promover una educación humana y


cristiana que llene los vacíos de la formación precedente.

1216- El seminario menor ha de ser una comunidad de jóvenes


cristianos que, con la ayuda de su rector y formadores, busquen
alcanzar la debida maduración humano-cristiana para realizar una
verdadera opción vocacional por el sacerdocio, la cual se consolidará
en el seminario mayor. Está llamado a ser, como dice el Papa Juan
Pablo 11, "un verdadero semillero donde germine y madure el sí pleno
y definitivo a Cristo" (Alocución a los Obispos dominicanos, 27.8.1988, Visita ad
Limina).

1217- Cada seminario menor, o todos en conjunto, elaborarán un


reglamento donde se defina con claridad su naturaleza y finalidad, y se
recojan normas precisas que favorezcan la formación en las diversas
áreas pedidas por la Iglesia a un candidato al sacerdocio en esta etapa
de su camino al sacerdocio. Dicho reglamento ha de ser aprobado por
el respectivo obispo diocesano o por la Conferencia del Episcopado
Dominicano, según el caso.
269

1 O. OBRA DIOCESANA DE LAS VOCACIONES


SACERDOTALES

1218- La obra diocesana de las vocaciones sacerdotales es una


organización establecida por la Iglesia, para crear conciencia en los
cristianos de la necesidad de fomentar, custodiar y ayudar a las
vocaciones sacerdotales.

1219- Relacionada con la pastoral vocacional, la obra diocesana de las


vocaciones sacerdotales es una ayuda a ésta en los niveles espiritual
y económico.

1220- Tiene como objetivos específicos:


a) Buscar que la comunidad apoye y se comprometa con los
sacerdotes y con los jóvenes que deciden seguir a Jesús
a través de la vocación sacerdotal.
b) Fomentar y ayudar a las vocaciones sacerdotales.
c) Cuidar de que se propague la verdadera y clara noción de
la naturaleza, necesidad y excelencia del sacerdocio.
d) Promover la oración, obras de penitencia y caridad para
que Dios conceda muchas y buenas vocaciones
.sacerdotales y que dé a los que respondan la gracia de
la perseverancia hasta la muerte.
e) Contribuir económicamente en la formación de los futuros
sacerdotes.

1221- La obra de las vocaciones sacerdotales existe en la República


Dominicana desde 1966 por Decreto de la Sagrada Congregación para
Seminarios y Estudios Universitarios en consonancia con el Motu
Propio Cum Nobis de S.S. Pío XII del año 1944. Está formada, a nivel
diocesano, por un presbítero que es el director, una secretaria o
secretario, celadores y socios agrupados en coros, encabezados por un
celador.

1222- El director diocesano ha de encargarse de promover y asesorar


esta organización en toda la diócesis y de realizar una tarea de
animación en sus miembros, por medio de reuniones, visitas,
celebraciones, etc.. También es el que celebra las misas por los socios
o celadores difuntos.
270

1223- Las oficinas de la obra diocesana de las vocaciones sacerdotales


se establecerán en el obispado. La secretaria o secretario debe atender
a los socios y celadores cuando pasen por el obispado a tratar asuntos
relacionados con dicha obra, como por ejemplo, el aporte de los coros
o el desarrollo de otras actividades de los mismos, y facilitará a los
celadores los materiales para sus reuniones de formación.

1224- El celador es el servidor responsable que encabeza el coro", lo


11

anim·a y convoca, para la oración, coordina su formación y recoge el


aporte económico cada año para llevarlo al obispado.

1225- Un coro" se compone de un número indeterminado de socios.


11

Cada uno de los asociados debe profundizar en su formación cristiana,


orar todos los días por las vocaciones sacerdotales, por el seminario,
por la perseverancia de los seminaristas y sacerdotes. Debe dar cada
año su aporte económico para el seminario y participar en las
actividades generales que la obra diocesana de las vocaciones
sacerdotales organice.
271

PASTORAL SOCIAL

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES DE LA PASTORAL


SOCIAL

3. FUNCIONES

4. CRITERIOS ORIENTADORES
4.1. LA DIGNIDAD Y PROMOCIÓN DE LA PERSONA HUMANA
4.2. LA CONSECUCIÓN DEL BIEN COMÚN
4.3. OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS MÁS POBRES
4.4. LA CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDADES SOLIDARIAS Y
PARTICIPATIVAS
4.5. CORRELACIÓN ENTRE DERECHOS Y DEBERES
4.6. INTEGRACIÓN EN LA PASTORAL ORGÁNICA
4.7. IMPULSAR LA DIMENSIÓN ECUMÉNICA EN LA
PROMOCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

5. LÍNEAS DE ACCIÓN

5.1. EL ANUNCIO
5.2. LA DENUNCIA
5.3. LA ANIMACIÓN
5.4. LA ASISTENCIA
5.5. LA FORMACIÓN
272

6. CAMPOS PRIORITARIOS
6.1. ÁREA DE LA SALUD
6.2. DERECHOS DEL NO-NACIDO
6.3. PROMOCIÓN DE LA INFANCIA
6.4. PROMOCIÓN DE LA MUJER
6.5. EDUCACIÓN-PROMOCIÓN
6.6. TRABAJO Y MUNDO LABORAL
6.7. LA TIERRA Y EL DESARROLLO RURAL
6.8. RELACIÓN DEL HOMBRE CON LA NATURALEZA
(ECOLOGÍA)
6.9. LA DROGADICCIÓN
6.1O. LA PROSTITUCIÓN

7. AGENTES DE PASTORAL SOCIAL


7.1. LOS LAICOS
7.2. RELIGIOSOS, RELIGIOSAS E INSTITUTOS DE VIDA
CONSAGRADA
7.3. LOS OBISPOS, SACERDOTES Y DIÁCONOS

8. ESTRUCTURA DE LA PASTORAL SOCIAL


8.1. COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL
8.2. COMISIÓN DIOCESANA
8.3. COMISIÓN PARROQUIAL
273

PASTORAL SOCIAL

1. INTRODUCCIÓN

1226- La pastoral social es la acción de la Iglesia orientada a la asistencia de


los más necesitados, a la transformación de la sociedad y comprometida, de
modo especial, en el proceso de promoción, desarrollo y liberación integral
de los más pobres en Cristo Salvador, sin olvidar nunca que el mejor servicio
al pobre es evangelizarlo.

Su función principal es animar, promover, orientar y coordinar acciones de las


comunidades eclesiales para concretizar su compromiso con los más pobres
y con la construcción de una sociedad más fraterna (cfr. DP 90).

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES DE LA PASTORAL SOCIAL


1227- Jesucristo, .?I encarnarse en la historia y proclamar la Buena Nueva del
amor de Dios a cada ser humano, invita a reconocer en hechos y palabras el
valor y la dignidad de cada persona por el mero hecho de existir.

1228- "Jesús es el buen samaritano (cfr. Le. 1O, 29-37) que encarna- la
caridad y no sólo se conmueve sino que se transforma en ayuda eficaz" (DSD
159). Ordena a sus discípulos que repartan el pan multiplicado a la
muchedumbre necesitada, de modo que "comieron todos y se saciaron" (cfr.
Me. 6, 34-44), sana a los enfermos, "pasó por la vida haciendo el bien y
274

curando a todos los oprimidos por el diablo" (cfr. Hch. 10,38). Al final de los
tiempos nos juzgará en el amor (cfr. Mt. 25, 31-46; también cfr. DSD 159).

1229- Jesús nos dejó este testimonio de amor como mandato, de tal modo
que el servicio a los pobres es la medida privilegiada de nuestro seguimiento
a Él (cfr. Mt 25,31ss·; DP 1145).

1230- El mandato divino del amor es la base fundamental de la pastoral


social. Si amamos de verdad al prójimo, como a nosotros mismos, esto
implica aceptar la vida de sacrificio y entrega que nos exigen los contenidos
de la doctrina social de la Iglesia.

1231- Desde sus orígenes hasta nuestros días así lo ha entendido la Iglesia.

San Pablo advierte a los Corintios que "si sufre un miembro, todos los demás
sufren con él" (1 Cor 12,26); y Santiago, el apóstol, plantea: "Si un hermano
o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario y alguno de
ustedes les dice" 'váyanse en paz, abríguense y hártense' pero no les dan lo
necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?" (St. 2, 15-16).

1232- "La Iglesia, al proclamar el Evangelio, raíz profunda de los derechos


humanos, no se arroga una tarea ajena a su misión, sino, por el contrario,
obedece al mandato de Jesucristo al hacer de la ayuda al necesitado una
exigencia esencial de su misión evangelizadora" (OSO 165).

1233- Siendo el ser humano el destinatario de la Iglesia, ella no puede dejar


de preocuparse por sus destinos y situaciones: todo lo que atente contra la
dignidad del hombre y la mujer va contra el plan de Dios; por eso, la Iglesia
defiende al ser humano de cualquier situación que pueda afectar su dignidad.

1234- "Entre evangelización y promoción humana -desarrollo, y liberación­


existen efectivamente lazos muy fuertes. Vínculos de orden antropológico,
porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser
sujeto a los problemas sociales y económicos. Lazos de orden teológico, ya
que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la Redención que
llega hasta situaciones muy concretas de injusticia, a la que hay que combatir
y de justicia que hay que restaurar. Vínculos de orden eminentemente
evangélico como es el de la caridad: en efecto, ¿cómo proclamar el
mandamiento nuevo sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero,
el auténtico crecimiento del hombre? Nos mismo lo indicamos, al recordar
que no es posible aceptar 'que la obra de evangelización pueda o deba
olvidar las cuestiones extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que
275

atañen a la justicia, a la liberación, al desarrollo y a la paz en el mundo. Si


esto ocurriera, sería ignorar la doctrina del Evangelio acerca del amor hacia
el prójimo que sufre o padece necesidad' (Pablo VI, Discurso en la apertura
de la tercera Asamblea General del Sínodo de los Obispos, 27 septiembre,
1974)" (EN 31).

1235- La pastoral social se inserta dentro del espíritu y de las acciones de las
obras de misericordia, que forman parte del rico patrimonio de la vida y de la
tradición de la Iglesia.

En efecto, "las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las


cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y
espirituales (cfr. Is 58,6-7; Hb 13,3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar,
son obras de misericordia espirituales, como también lo son perdonar y sufrir
con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente
en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al
desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cfr. Mt
25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cfr. Tb 4,5-11;
Si 17,22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es
también una práctica de justicia que agrada a Dios (cfr. Mt 6,2-4)" (CATIC
2447).

3. FUNCIONES
Son funciones u objetivos de la pastoral social:

1236- Estar alerta y sensible en la defensa y promoción de la justicia y de la


dignidad plena del ser humano.

1237- Incentivar una espiritualidad que una la fe con la vida, en una actitud
de servicio y solidaridad hacia el prójimo como compromiso propio de la
comunidad.

1238- Animar y coordinar la ejecución de los programas delineados en los


en"cuentros nacionales de pastoral.

1239- Impulsar dentro de esta pastoral la formación permanente de todos.

1240- Rescatar y recopilar las experiencias y los materiales elaborados en las


comisiones diocesanas, centros de promoción, programas nacionales y otros.
276

1241- Revisar constantemente las actitudes y los comportamientos


personales y comunitarios, así como las estructuras y métodos pastorales, a
fin de que no alejen a los pobres sino que propicien la cercanía y el compartir
con ellos.

1242- Promover es.tructuras o grupos que ante el Estado faciliten el reclamo


de leyes y defiendan los derechos de los más pobres e indefensos (cfr. OSO
180).

1243- Favorecer la coordinación entre organismos e instituciones eclesiales


para el estudio de problemas pastorales, especialmente en cuanto a la
justicia y las migraciones.

1244- Alentar todos los esfuerzos legítimos para crear y desarrollar


organizaciones eclesiales que reivindiquen los derechos humanos y la
búsqueda de una verdadera justicia (cfr. Med. Paz, 27).

1245- Procurar la participación "con discernimiento en organismos de diálogo


y mediación y también en instituciones de apoyo a las diversas clases de
víctimas, con la condición de que sean serios y no instrumentalicen mediante
ideologías incompatibles con la Doctrina Social de la Iglesia" (OSO 168, c).

1246- Apoyar y crear centros de defensa de la persona que trabajen con el


objeto de "que se quiten barreras de explotación hechas frecuentemente de
egoísmos intolerables y contra los que se estrellan sus mejores esfuerzos de
promoción" (DP 1292).

4. CRITERIOS ORIENTADORES

4.1. LA DIGNIDAD Y PROMOCIÓN DE LA PERSONA HUMANA

1247- La dignidad y promoción de la persona humana es el eje vertebral de


la pastoral social. De ahí que la misma debe "promover, de modo eficaz y
valiente, los derechos humanos, desde el Evangelio y la Doctrina Social de
la Iglesia, con la palabra, la acción y la colaboración, comprometiéndose en
la defensa de los derechos individuales y sociales del hombre, de los
pueblos, de las culturas y de los sectores marginados, así como a los
desprotegidos y encarcelados" {OSO 168, a).
277

4.2. LA CONSECUCIÓN DEL BIEN COMÚN

1248- Promover la consecución del bien común es el segundo eje de la pastoral social.
Por eso dentro de esa preocupación de la Iglesia, sobresale la opción por los pobres,
la defensa de los qúe no tienen voz, que sólo puede cristalizarse con la promoción de
una auténtica justicia.

1249- De ahí que los agentes de la pastoral social sean consci�ntes de que para un
verdadero respeto a los derechos humanos, particularmente de los pobres, es necesario
crear las condiciones sociales, económicas, políticas, culturales y religiosas para que
los hombres y las mujeres puedan vivir en una sociedad solidaria y participativa.

4.3. OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS MÁS POBRES

1250- El mandato evangélico, exige defender con un amor preferente a los pobres,
oprimidos, hambrientos, mendigos, sin techo, sin cuidados médicos, los carentes de
educación y, sobre todo, los que no tienen esperanza en un futuro mejor.

1251- Debe, además, contribuir a que los pobres, como opción preferencial, participen
como sujetos activos de su liberación integral; promover un diálogo. entre los distintos
sectores sociales y a la vez impulsar la dimensión ecuménica,

4.4. LA CONSTRUCCIÓN DE COMUNIDADES SOLIDARIAS Y


PARTICIPATIVAS

1252- La acción pastoral se orienta hacia la construcción de comunidades sclidarias y


participativas. Ha de procurar por todos los medios que la predicación, la catequesis y
la liturgia tengan en cuenta la dimensíón social y comunitaria del cristiano, formando
comunidades comprometidas en la construcción de un mundo de paz (cfr. Med. lntrod.
a las Conclusiones, 8).
278

4.5. CORRELACIÓN ENTRE DERECHOS Y DEBERES

1253- El ser humano es muy sensible en la defensa de sus propios derechos,


pero ha de insistirse en la necesaria correlación que existe entre ambas
realidades, derechos y deberes.

4.6. INTEGRACIÓN EN LA PASTORAL ORGÁNICA

1254- La pastoral social debe integrarse en la pastoral de conjunto; centrarse


en la Palabra de Dios, especialmente en el Evangelio, explicitada en la
enseñanza social de la Iglesia, que defiende la dignidad de la persona y la
promoción de la justicia como parte esencial del mensaje de Jesús.

1255- Las demás áreas de pastoral han de adaptar en sus campos de acción
los criterios señalados en la enseñanza social de la Iglesia.

4.7. IMPULSAR LA DIMENSIÓN ECUMÉNICA EN LA PROMOCIÓN DE


LOS DERECHOS HUMANOS

1256- Es útil la colaboración ecuménica con las diversas confesiones y


comuniones cristianas de criterios afines a la Iglesia católica, para contribuir
al desarrollo de los pueblos y promover la paz en el mundo de manera
estable.

Para este fin, se invitarán a estos grupos a mantener y reforzar programas e


iniciativas de cooperación conjunta en el campo social y la promoción de
valores comunes (cfr. DSD 135).
279

5. LÍNEAS DE ACCIÓN

1257- La pastoral social debe encaminarse a la promoción y liberación


integral del ser humano. Esta misión se ha de realizar a través de unas líneas
de acción: el anuncio, la denuncia, la animación, la formación y la asistencia.

5.1. EL ANUNCIO

1258- La primera tarea de la Iglesia es la de testimoniar y sostener con la


palabra y con el ejemplo el mensaje evangélico de paz y justicia ante los
derechos del hombre y en favor de su dignidad.

1259- Se debe despertar en los hombres y en los pueblos, en las escuelas,


seminarios y universidades, principalmente en los medios de comunicación
social, una viva conciencia de justicia y un sentido crítico de la situación social
que fomente la vocación de servicio.

1260- Poner en evidencia que el contenido de los derechos del hombre está
en el mismo centro del Evangelio; según el cual la persona humana debe ser
entendida como una unidad global como fin y no como medio. El anuncio del
mensaje lleva así a difundir la enseñanza social de la Iglesia, a proponerla a
la conciencia y a formar las mentes y los corazones de acuerdo a sus
contenidos.

5.2. LA DENUNCIA

1261- La Iglesia, después de discernir si la realidad que vivimos corresponde


al proyecto de Dios, denuncia, levanta la voz profética y despierta el sentido
de responsabilidad frente a la situación de pecado. Esta denuncia tiene que
ser objetiva, valiente, evangélica, oportuna y prudente.
280
5.3. LA ANIMACIÓN

1262- La animación en pastoral social consiste en motivar al hombre, a la


mujer y a los grupos sociales intermedios, a tomar conciencia de su realidad
humana a la luz d�I Evangelio y a trabajar por un cambio social inspirado en
los valores cristianos.

1263- La animación conlleva, igualmente, favorecer las condiciones para que


se asuma el compromiso de los cristianos en la construcción de la comunidad
humana según los designios de Dios.

5.4. LA ASISTENCIA

1264- Corresponde en particular a la acción de la Iglesia, frente a los


excluidos sociales, el deber de acogerlos y asistirlos, de reparar su dignidad
y su rostro humano (cfr. DP 1289); velar por la restauración plena de sus
derechos; colaborar para que quienes no existen legalmente posean la
necesaria documentación a fin de que todos tengan acceso al desarrollo
integral, que la dignidad de ser humano y de hijo de Dios merece (cfr. DP
1290).

1265- Debe darse prioridad al servicio fraterno hacia los más pobres e
indefensos: minusválidos, enfermos, afectados de trastornos mentales,
enfermos contagiosos, sidosos, ancianas y ancianos solos, niños y niñas en
condiciones especialmente difíciles, encarcelados y todos aquellos que
requieran la cercanía misericordiosa del 'buen samaritano· (cfr. DSD 180).

5.5. LA FORMACIÓN

1266- En la formación para cualquier acción pastoral de la Iglesia ha de


incluirse su doctrina social y debe incorporarse sistemáticamente en la
formación permanente de los fieles laicos, principales agentes de la pastoral
social.
1267- Debe darse especial importancia a la formación integral de los laicos
desde su propia vocación y misión en el mundo, de suerte que esta vocación
281

motive en ellos la coherencia personal que debe haber entre vida y


compromiso desde el Evangelio (cfr. ChL 58 y 59). Para alcanzar esta meta,
la doctrina social de la Iglesia es un recurso necesario.

1268- La formación integral y unitaria del laico no puede olvidar el crecimiento


personal fundamentaqo en unos valores humanos y universales. A partir de
ahí, se tendrá en cuenta la dimensión espiritual, la parte doctrinal con énfasis
en la catequesis, y e! conocimiento y la práctica de la doctrina social de la
Iglesia (cfr. ChL 60).

6. CAMPOS PRIORITARIOS

1269- La pastoral social en la República Dominicana prestará una especial


atención y organización, cuidadosamente, en los siguientes campos de
acción:

6.1. ÁREA DE LA SALUD

1270- La asistencia y atención a los enfermos se debe desarrollar,


conjuntamente, con otras áreas de pastoral.

1271- Colaborará para que el Estado proporcione un verdadero y eficiente


sistema de salud que esté al alcance de los más necesitados y para que los
centros de salud brinden un servicio adecuado.

1272- La pastoral de la salud comprende áreas definidas como son: la salud


preventiva, la salud curativa, la atención y asistencia a los enfermos y entre
éstos, a los enfermbs pobres y necesitados como pueden ser: los enfermos
de sida, los terminales, los desatendidos por sus familiares o que están en
prisión, los perturbados mentales y los discapacitados. Allí, donde sea
necesario, debe crear dispensarios u otros centros que den asistencia a los
de menores recursos.

1273- Cuídese que en las parroquias y en las pequeñas comunidades exista


una buena organización de asistencia y atención a los enfermos, física y
espiritualmente.
282

6.2: DERECHOS DEL NO-NACIDO

1274- Se ha de defender la vida desde el primer momento de la concepción


hasta su último aliento (cfr. DSD 168, b). En este sentido, la pastoral social
desarrollará programas comunes con la pastoral familiar.

6.3. PROMOCIÓN DE LA INFANCIA

1275- Hay que denunciar cualquier tipo de actividad que prostituya a seres
humanos indefensos como niños y adolescentes.

1276- La Iglesia, de acuerdo al designio divino para con el ser humano, ha


de despertar y apoyar en todos, pero sobre todo en los niños y jóvenes de
los sectores de escasos recursos o marginados, el esfuerzo por promoverse
como protagonistas de su propio desarrollo.

1277- Se invita a los institutos de vida consagrada y a otros grupos de Iglesia


para que asuman o establezcan centros en favor de la niñez abandonada.

6.4. PROMOCIÓN DE LA MUJER

1278- Defiéndase a toda persona de cualquier tipo de acción contraria a su


dignidad y atropello por cuestiones raciales, culturales, políticas, de género,
religiosas, condición social y otras.

1279- Apóyese la creación de grupos para defender la dignidad y los


derechos de la mujer, acompañándola y capacitándola para que se haga
respetar por lo que vale y por lo que es.

1280- Hay que denunciar todo tipo de actividad que prostituya a la mujer.
Asimismo, cualquier otra actividad que a través del engaño obligue a la
prostitución y la trata de blancas.

1281- Síganse favoreciendo y manteniendo las organizaciones e instituciones


de educación y promoción laboral e integral de la mujer.
283

6.5. EDUCACIÓN-PROMOCIÓN

1282- Procúrese orientar a la familia, la escuela y las diversas instancias


eclesiales, para que eduquen en los valores que fundamentan una auténtica
democracia y · justicia social: responsabilidad, corresponsabilidad,
participación, solidaridad, respeto de la dignidad de la persona, diálogo, bien
común (cfr. OSO 193).

1283- Se debe educar en los valores de la laboriosidad y del compartir, de la


honestidad y la austeridad, del sentido ético-religioso de la vida, para que
desde la familia -primera escuela- se formen hombres y mujeres nuevos para
una sociedad más fraterna donde se viva el destino universal de los bienes
en contexto de desarrollo integral (cfr. OSO 200).

1284- Favorecer las investigaciones en centros de estudios universitarios


para verificar el estado de aplicación de la Declaración de los Derechos
Humanos en República Dominicana (cfr. Med. Paz 31).

1285- Se debe colaborar en la educación formal e informal de nuestro pueblo,


a través de la creación, refuerzo y desarrollo de instituciones educativas
propias de la Iglesia o del Estado. En las universidades se han de ofrecer
becas, créditos educativos y otras formas de acceder a los estudios
universitarios de jóvenes de escasos o nulos recursos.

6.6. TRABAJO Y MUNDO LABORAL

1286- lmpúlsese y sosténgase una pastoral que promueva y defienda el valor


humano del trabajo (cfr. DSD 185).

1287- La pastoral social, en el campo laboral, ha de apoyar las


organizaciones propias de los hombres y las mujeres del trabajo para la
defensa de sus legítimos derechos, en especial de un salario suficiente y de
una justa protección social para la vejez, la enfermedad, el desempleo y para
la formación integral de los sectores laborales (cfr. OSO 185).
284

1288- Debe favorecer la formación de los trabajadores, empresarios y


gobernantes en sus derechos y en sus deberes y propiciar espacios de
encuentro y de mutua colaboración(cfr. DSD 185).

1289- La pastoral social apoyará todo tipo de iniciativas, asocIacIones,


cooperativas, et9. que desde la solidaridad y el bien común busquen
soluciones al problema del desempleo y la sobrevivencia de los sectores más
pobres.

6.7. LA TIERRA Y EL DESARROLLO RURAL

1290- "La tierra con sus bienes es patrimonio de la humanidad. Es herencia


que recibimos, que debemos administrar y distribuir, con justicia y equidad y
que debemos transferir a los que nos sucedan no deteriorada, sino, por el
contrario, mejorada"(RHN 35a).

1291- La Iglesia, a través de organismos correspondientes, ha de favorecer


la reflexión teológica en torno a la problemática de la tierra (cfr. DSD 177).

1292- Es necesario "promover un cambio de mentalidad sobre el valor de la


tierra desde la cosmovisión cristiana, que enlaza con las tradiciones
culturales de los sectores pobres y campesinos"(DSD 176).

1293- Los fieles laicos procuren "influir en las políticas agrarias de los
gobiernos(...) y en las organizaciones campesinas(... ), para lograr formas
justas, más comunitarias y participativas en el uso de la tierra" (DSD 176).

1294- La Iglesia ha de apoyar a las personas e instituciones que, sin


intereses particulares y movidos por el bien común y el progreso humano,
están buscando de parte del gobierno y de quienes poseen los medios de
producción, la_creación de una justa y humana reforma y política agraria, que
legisle, programe y acompañe una distribución más racional de la tierra y su
utilización(cfr. DSD 177).

1295- Desde la solidaridad cristiana, se apoyan aquellas organizaciones de


campesinos que luchan, por causas legítimas, por conservar, o adquirir y
poner a producir sus tierras(cfr. DSD 177).

1296- La Iglesia debe esforzarse para que los campesinos y pequeños


agricultores se integren en asociaciones y cooperativas para capacitarse y
285
explotar sus tierras con técnicas modernas a fin de lograr una mayor
producción y un mejor mercadeo.

1297- También ha de luchc3:r para que los empresarios agropecuarios paguen


a los obreros campesinos un legítimo salario y los hagan partícipes de sus
beneficios para mejorar su condición familiar y social.

1298- La Iglesia habrá de insistir para que el Estado provea a los centros
rurales de los medios y servicios necesarios para que los campesinos no se
vean obligados a emigrar a la ciudad.

6.8. RELACIÓN DEL HOMBRE CON LA NATURALEZA (ECOLOGÍA)

1299- Se debe emprender, partiendo de los niños y de los jóvenes, una tarea
de reeducación de todos ante el valor de la vida y la interdependencia de los
diversos ecosistemas (cfr. DSD 169).

1300- Hay que cultivar una espirituafidad que valorice la presencia de Dios
en la naturaleza y explicite la nueva relación establecida por el misterio de la
encarnación, por la cual Cristo asumió todo lo creado (cfr. DSD 169).

1301- En ocasión de jornadas señaladas, como el día de la tierra, la jornada


mundial por la paz y otras, se debe profundizar en los mensajes eclesiales
que inspiran un camino de reconciliación con lo creado y con los hombres
entre sí, camino de justicia y de paz (cfr. DSD 170).

1302- "Insistan los párrocos, animadores de asambleas, ministros laicos y


todos los agentes de pastoral en los deberes del ser humano con la
naturaleza. Hagan catequesis especiales sobre esto. Organicen jornadas de
estudio y reflexión. Adapten creativamente las antiguas Témporas, hoy
Ferias, y establezcan celebraciones Litúrgicas especiales con ocasión del día
del árbol o del comienzo o final de una cosecha, de un fruto concreto (café,
cacao, zafra, tabaco, etc.). En sus circunscripciones hagan que la gente tome
conciencia de los pecados contra el medio ambiente y contra la naturaleza.
Respalden con calor todas las iniciativas que tiendan a defender o mejorar
la naturaleza" (RHN 77).

1303- A las emisoras católicas pedimos hagan suya la causa de la relación


del hombre con la naturaleza. "Reúnanse y planifiquen diversos programas
comunes. Exhorten, animen, informen, instruyan, denuncien toda práctica
286
negativa, propongan otras positivas y necesarias, apoyen toda iniciativa
provechosa, presten colaboración y estén siempre alerta. Es mucho lo que
pueden hacer en el área ecológica. Háganlo con entusiasmo y creatividad 11
(RHN 79).

1304- Hacemos !Jn llamado particular 1 a Cáritas Dominicana, Institución


1

concientizadora, promocional y asistencial de la Iglesia a nivel nacional, y a


los diversos Centros Diocesanos y Parroquiales de promoción humana para
que integren en sus planes y programas el problema ecológico en toda su
complejidad. Tendrán siempre en esto nuestro respaldo y estímulo. La
mayoría de esos programas deberán realizarlos en coordinación con los
párrocos" (RHN 81 ).

1305- Pedimos "a los Colegios Católicos y a la Escuela en general que en


ella se imparta desde los primeros años formación ecológica. Siembren
responsablemente en las futuras generaciones un profundo amor y respeto
a la naturaleza y háganlas conscientes de que la moral se extiende también
a ella" (RHN 82).

1306- Apoyen todos, de palabra y de obra, la reforestación de los ríos y


cualquier otro programa tendente a reparar la naturaleza dañada por la mano
del hombre.

1307- Dése difusión y estúdiese nuestra Carta pastoral, del 21 de enero de


1987, "sobre la relación del hombre con la naturaleza", por la vigencia que
aún tiene.

6.9. LA DROGADICCIÓN

1308- En cua�to al prpblema de la droga, se deben apoyar las iniciativas y


organismos que la c6mbaten e "impulsar acciones de prevención en la
sociedad y de atención y curación a los drogadictos; denunciar con valentía
los daños que producen en nuestros pueblos la adicción y el tráfico de la
droga, y el gravísimo pecado que significa su producción, su
comercialización y su consumo. Hacer notar, en especial, la responsabilidad
de los poderosos mercados consumidores. Promover la solidaridad y la
cooperación nacional e internacional en el combate a este flagelo" (OSO
241).
287

6.1 O. LA PROSTITUCIÓN

1309- Es necesario denunciar, sin cesar, cualquier tipo de actividad que


prostituya a seres humanos indefensos: niños, adolescentes, hombres y
mujeres.

131O- Crear nuevos centros y potenciar los que existen para el tratamiento
de personas que son víctimas de la prostitución con el fin de acogerlos y
liberarlos de esta situación.

7. AGENTES DE PASTORAL SOCIAL

7.1. LOS LAICOS

1311- La pastoral social es competencia primordial de los laicos. A ellos,


hombres y mujeres, les corresponde en primer lugar, el trabajo pastoral de
defensa y promoción de los derechos humanos. Además es competencia del
laico promover desde su fe todo lo relativo al orden socio-político, económico,
jurídico e institucional del país como base para una auténtica liberación.

1312- El Concilio Vaticano II enseña que le corresponde al laicado la


instauración del orden temporal como obligación propia y deben actuar
directamente y de forma concreta en dicho orden, dirigidos por la luz del
Evangelio y la mente de la Iglesia y movidos por la caridad cristiana (cfr. AA
7).
1313- La Iglesia, como parte de su acción pastoral, debe promover y
desarrollar la corresponsabilidad de los laicos y sus tareas de servicio en el
mundo, como expresión de su compromiso cristiano y de comunión con los
demás miembros de la Iglesia.
288

7.2. RELIGIOSOS, RELIGIOSAS E INSTITUTOS DE VIDA CONSAGRADA

1314- A los religiosos y miembros de institutos de vida consagrada,


especialmente si es por carisma, les corresponde dar testimonio de
solidaridad con los más pobres y defender y promover con su servicio la
dignidad humana.

7.3. LOS OBISPOS, SACERDOTES Y DIÁCONOS.

1315- A los obispos, sacerdotes y diáconos, cada uno a su nivel, les incumbe
educar las conciencias, inspirar, estimular y ayudar a orientar todas las
iniciativas que contribuyan a la formación del ser humano en los valores
sociales del Evangelio y, a la vez, les corresponde denunciar todo aquello
que, al ir en contra de la justicia, destruya la paz. Tarea propia de ellos es
animar y preparar al laicado para que asuma su responsabilidad en la
pastoral social y en la consagración del mundo (cfr. Med. 20).

8. ESTRUCTURA DE LA PASTORAL SOCIAL

1316- Para lograr la coherencia del testimonio de la comunidad cristiana en


el trabajo de asistencia, promoción y liberación humana, las Iglesias
diocesanas de la República Dominicana organizarán su pastoral con medios
permanentes y adecuados que sostengan y estimulen el compromiso
comunitario, asegurando la necesaria coordinación de iniciativas, en diálogo
constante con todos los miembros de la Iglesia.

8.1. COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL

1317- La comisión nacional de pastoral social es el organismo eclesial


directivo de servicio, promoción, coordinación y animación de la pastoral
social a nivel nacional, asumiendo especialmente la causa de los pobres.
289

1318- Esta comisión nacional coordina, asiste y orienta el trabajo de la


misma, sin menoscabo de la autonomía de cada diócesis u organismo de
pastoral.

1319- La comisión nacional de pastoral social está integrada y dirigida por:

a) el obispo presidente de la comisión, elegido por la Conferencia


del Episcopado Dominicano;
b) dos delegados de cada comisión diocesana de pastoral social,
designados para tal fin por sus obispos correspondientes;
c) un delegado de cada institución de ámbito nacional afín a la
pastoral social.

1320- La comisión nacional de pastoral social abarca e incluye organismos


nacionales aprobados por la Conferencia del Episcopado Dominicano, que
trabajan en el campo de la asistencia y la promoción humana. Éstos son:

a) Caritas Dominicana
b) Comisión nacional de Justicia y paz
c) Centro de asesoría e Investigaciones legales (Cedail)
d) Pastoral de la movilidad humana
e) Pastoral penitenciaria
f) Pastoral de la salud
g) Pastoral de la infancia
h) Casa abierta
i) Centros de promoción
g) Otros.

1321- La comisión nacional de pastoral social ha de mantener una estrecha


relación y servir de enlace con:

a) las comisiones diocesanas;


b) los organismos nacionales relacionados con la pastoral social;
c) los organismos internacionales, especialmente el departamento
de pastoral social de la Conferencia del Episcopado
Latinoamericano (Celam);
d) con los otros campos de acción pastoral, dependiendo de las
prioridades de cada momento.
290

8.2. COMISIÓN DIOCESANA

1322- La comisión diocesana de la pastoral social está presidida por un sacerdote,


diácono, religioso o laico nombrado por el obispo diocesano. Al coordinador de esta
comisión también lo elige el obispo.

1323- Las comisiones diocesanas de pastoral social están integradas por los
coordinadores de la pastoral social de cada parroquia y por los responsables de los
siguientes organismos:

a) Caritas
b) Comisión Justicia y paz
c) Centro de asesoría e Investigaciones legales (Cedail)
d) Pastoral de la movilidad humana
e) Pastoral penitenciaria
f) Pastoral de la salud
g) Centros diocesanos de promoción humana
h) Casa abierta
i) Pastoral de la infancia
j) Otros

8.3. COMISIÓN PARROQUIAL

1324- Cada parroquia debe tener una comisión de pastoral social donde se integren,
de alguna manera, todos los grupos que trabajen en el área de la promoción humana
y de acción social.

1325- El párroco designa a un religioso o a un laico de esta comisión parroquial para


que la coordine y la represente en instituciones diocesanas o de otra índole.

1326- En todas las parroquias ha de estar organizada la pastoral social de acuerdo con
las líneas de la pastoral diocesana.
291

PASTORAL ·PENITENCIARIA

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTO DOCTRINAL

3. CRITERIOS DE ACCIÓN
3.1. TAREAS GENERALES
3.2. TAREAS ESPECIFICAS

4. LÍNEAS DE ACCIÓN

5. ESTRUCTURAS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA


5.1. COMISIÓN NACIONAL
5.2. ORGANIZACIÓN DIOCESANA
292

PASTORAL PENITENCIARIA

1. INTRODUCCIÓN

1327- La Iglesia, como Jesús, abre sus brazos a todos los que sufren,
ofreciéndoles el consuelo y la salvación. Así da cumplimiento a su palabra y
espera recibir en su segunda venida la acogida del Maestro que dice: "Venid,
benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros
desde la creación del mundo... porque estaba en la cárcel, y vinísteis a verme"
(Mt. 25, 34b.36b).

1328- La solicitud por los detenidos es presencia del Señor que junto a su Madre,
y por medio de la Iglesia, pone en práctica la caridad y el amor redentor que Él
vino a traernos, en opción privilegiada de los más pobres entre los pobres, los
encarcelados (cfr. DSD 180).

1329- La pastoral penitenciaria es la acción de la Iglesia en favor de los reclusos,


con la finalidad de promover la formación de comunidades cristianas, la comunión
y la participación, a través del anuncio del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

1330- Es la asunción de la realidad carcelaria para redimirla desde dentro de


acuerdo a aquel principio soteriológico: lo que no se asume, no se redime.
293

2. FUNDAMENTO DOCTRINAL

1331- Dios, en su infinita misericordia, es un Dios de amor y perdón libertador.


Llega hasta el hombre, no para condenarlo, sino para perdonarlo y llevarlo a la
reconciliación con Él y los hermanos. Él es amor liberador (cfr. Gn. 3,15; 9,17; Ex.
3,7-19; Le. 15, 7).

1332- Él viene para hacer justicia a los oprimidos, dar pan a los hambrientos y
libertad a los cautivos. Envía al Hijo amado para anunciar esa libertad (cfr. Le.
4,19), libertad dichosa (cfr. Sal. 68,7).

1333- La Biblia considera también la prisión como prueba para el hombre. Esto
significa que el estar preso no implica necesariamente ser un delincuente. Dios
ha querido "permitir" la prisión no sólo de su Hijo, sino también de sus más fieles
y leales amigos y servidores. Dios quiso que fueran purificados en la amarga
prueba del cautiverio.

1334- La situación de prisión debe ser incluso considerada como una oportunidad
para abrir las puertas del corazón a la gracia de Dios. Así lo afirma Pío XII: "Os ha
sido dada una vocación extraordinaria y casi querríamos decir privilegiada, expiar
por el mundo verdaderamente culpable" (Aadiomensaje a los encarcelados, 30.12.1951,
Oiscorsi e Radiomessaggi di Sua Santitá Pío XII, volumen XIII, pág.443).

1335- Jesucristo vino a "proclamar la liberación de los cautivos" (Le. 4, 18b); el


Papa Juan Pablo 11, comentando este texto en la cárcel romana de Rebibbia dijo:
"estas palabras se deben relacionar con las estructuras de las cárceles en su
acepción más inmediata, como si Jesucristo hubiese venido a eliminar las
prisiones y todas las demás formas de instituciones de detención 11 (Homilía en la
cárcel romana de Rebibbia, 27.12.1983, lnsegnamenti di Giovanni Paolo 11, volumen VI, 2, pág.
1449).

1336- Jesús quiso pasar por la experiencia de ser encarcelado; aceptó pasar la
última noche de su vida detenido. No solamente después de su muerte bajó a los
infiernos, sino que en su vida terrenal, al encarnarse, se adentra poco a poco en
el infierno de la miseria humana para asumirla y redimirla reconciliando al hombre
con el Padr_e (cfr. Mt. 26, 47-75).

1337- El Señor, arrestado, juzgado y condenado, pasó por todas las etapas por
las que pasan los acusados y reos. Por ello, se puede decir que su
encarcelamiento en Jerusalén se hizo un lugar de fe. La pastoral penitenciaria
294
tiene como misión hacer manifiesta la presencia de Jesús en las prisiones (cfr. Mt.
27, 1-56; Me. 15, 6-40).

1338- Junto a la cruz de Jesús estaba María, su Madre (cfr. Jn. 19, 25). Ella es
Madre de todos los pecadores, de las víctimas y los victimarios, consoladora de
los afligidos.

1339- En toda Latinoamérica se asume a Nuestra Señora de las -Mercedes como


Madre y Patrona de todos los privados de libertad, redentora de los cautivos física
y espiritualmente, a quienes libera y conduce hasta su Hijo.

3. CRITERIOS DE ACCIÓN

3.1. TAREAS GENERALES

1340- La pastoral penitenciaria ha de realizar su labor teniendo en cuenta todos


los elementos que conforman la realidad carcelaria con miras a la formación de
comunidades cristianas solidarias y participativas.

1341- La pastoral penitenciaria tiene que ocuparse no sólo del delincuente, sino
de los derechos y deberes del autor del delito y de la víctima, acompañando a
ambos en los esfuerzos que hagan para que, superando los sentimientos
negativos, la víctima se disponga a perdonar, y al victimario se le invite al
arrepentimiento y a aceptar el perdón.

1342- La pas!oral penitenciaria debe establecer relaciones de coordinación y


apoyo con grupos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para
alcanzar sus objetivos.

1343- La pastoral penitenciaria, además de los reclusos, atiende las necesidades.


espirituales del personal relacionado con el sistema presidiario: funcionarios civiles
y policiales, militares, jueces, abogados, trabajadores sociales, etc. Con todos
manténganse relaciones de diálogo y comunicación.
295

1344- La pastoral penitenciaria tiene como una de sus metas que las cárceles
sean espacios humanizadores y lugares que posibiliten la regeneración de las
personas.

1345- La pastoral penitenciaria, para los casos que estén fuera de su alcance,
debe buscar la cooperación de otros organismos de Iglesia y éstos trabajarán de
común acuerdo con ella.

1346- Los organismos de Iglesia procuren apoyar todo aquello que promueva la
reforma y actualización del sistema carcelario dominicano.

3.2. TAREAS ESPECÍFICAS

134 7- Anunciar en el mundo penitenciario el mensaje deJ Evangelio, poniendo


énfasis en el mandamiento del amor.

1348- Brindar la posibilidad de un crecimiento en la vida espiritual de sus


miembros, que estimule la coherencia entre la fe y la vida.

1349- Procurar asistencia integral al recluso y a su familia en los aspectos jurídico,


social, médico, familiar y laboral.

1350- Capacitarlo para que él mismo se constituya en agente multiplicador de vida


cristiana y de formación de comunidades.

1351- Hacer de la oración una tarea común y permanente en la pastoral


penitenciaria, poniendo en manos de Dios especialmente las situaciones más
difíciles, conflictivas y dolorosas.

1352- Animar y coordinar a nivel local, parroquial, zonal, diocesano y nacional el


trabajo de la pastoral penitenciaria.

1353- Establecer relaciones de coordinación y apoyo con grupos y organizaciones


gubernamentales y no gubernamentales.

1354- Promover la formación integral de los agentes de pastoral penitenciaria.


296
1355- Fomentar la investigación sobre la situación de la pastoral penitenciaria,
examinando sus causas, buscando alternativas de solución a los problemas
detectados.

1356- Realizar una labor preventiva antes y después de la reclusión.

1357- Promover una toma de conciencia de las autoridades para que se


sensibilicen con relación a la problemática penitenciaria.

1358- Preparar a los reclusos para la reinserción en la sociedad.

1359- Realizar una labor de sensibilización de la sociedad para que no rechace


a quienes hayan tenido conflicto con la justicia.

4. LÍNEAS DE ACCIÓN

1360- Inclúyase en los seminarios, casas de formación, talleres de pastoral y


escuelas de laicos, el estudio profundo y serio de la pastoral penitenciaria.

1361- La pastoral penitenciaria ha de tutelar la defensa del derecho que tiene el


recluso a vivir su fe, manteniendo la unión con Dios, la Iglesia y los hermanos.

1362- Estimúlese en la sociedad y en la Iglesia la toma de conciencia de la


realidad de las cárceles.

1363- Se defenderán, de forma sistemática, los derechos humanos de los


encarcelados y se les estimulará al cumplimiento de sus deberes.

1364- Se ha de procurar que la acción pastoral, para la rehabilitación integral del


recluso, tenga como elementos constitutivos los siguientes campos:

a) alimentación;
b) salud e higiene;
c) educación humana y religiosa;
d) capacitación técnica y alfabetización;
e) atención jurídica;
297

f) deporte y recreación;
g) anuncio del kerigma y catequesis.

1365- Cuídese la fase post-carcelaria con la finalidad de que la sociedad y la


familia acepte al recluso y su reinserción no sea muy traumática.

1366- Se debe prestar una atención especial a los reos que están lejos de su
patria; a los enfermos, principalmente a los de sida; a los ancianos; menores;
mujeres embarazadas y a los más desprotegidos.

1367- En cada prisión se han de fomentar unos equipos para atender las áreas
necesarias, preparándolos en sus respectivas funciones. De igual modo, se ha de
potenciar la formación permanente de los agentes de pastoral penitenciaria,
fundamentalmente en:

a) derechos humanos;
b) Sagradas Escrituras;
c) doctrina social de la Iglesia;
d) kerigma y catequesis;
e) sicología �acial (relaciones humanas...).

5. ESTRUCTURAS DE LA PASTORAL PENITENCIARIA

5.1. COMISIÓN NACIONAL

1368- La Conferencia del Episcopado Dominicano nombra al obispo presidente


de la comisión nacional de pastoral penitenciaria. La comisión debe integrar,
además, al capellán general de prisiones, al asesor, al coordinador, secretario,
tesorero, vocales (dos delegados de cada diócesis del país).

1369- El obispo presidente de la comisión nacional de pastoral penitenciaria ha


de nombrar el capellán general de prisiones, que ha de ser un presbítero,
diocesano o religioso, elegido entre los que conforman la comisión de capellanes
de prisiones. Estos capellanes no son castrenses, su jurisdicción es carcelaria, no
militar.
298

5.2. ORGANIZACIÓN DIOCESANA

1370- Siendo el obispo el primer responsable de la pastoral diocesana, debe


integrar la pastoral penitenciaria en la pastoral de conjunto.

1371- Cada obispo nombra en su diócesis a los capellanes de prisiones, según


las necesidades de la pastoral penitenciaria y de acuerdo con las autoridades
judiciales y las normas de la Iglesia.

1372- Para el funcionamiento de la pastoral penitenciaria, a nivel dioc�sano se ha


de nombrar un coordinador, que puede ser un sacerdote, diácono, religioso o
laico, designado para tal fin. Debe ser una persona conocedora de la realidad
carcelaria.

1373- En la pastoral penitenciaria, los obispos diocesanos han de fomentar la


participación de las congregaciones religiosas que tienen por carisma y misión el
trabajar con los encarcelados.

1374- Allí donde estén organizadas las zonas pastorales o decanatos, y existan
cárceles en esos territorios, se ha de establecer una estructura que corresponda
a los niveles nacional, diocesano, parroquial.

1375- Los párrocos fomenten la pastoral penitenciaria y den apoyo a las órdenes,
congregaciones religiosas y movimientos especializados en esta pastoral.

1376- Los movimientos, asociaciones y grupos laicos han de realizar sus


funciones en coordinación con las parroquias, zonas pastorales y las diócesis.
299

PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTACIÓN BÍBLICO-TEOLÓGICA

3. LA IGLESIA Y LA MOVILIDAD HUMANA

4. CRITERIOS PARA LA PASTORAL DE LA


MOVILIDAD HUMANA

5. AGENTES DE ESTA PASTORAL

6. ÁMBITO UNIVERSAL DE LA PASTORAL DE LA


MOVILIDAD HUMANA

7. CRITERIOS PRÁCTICOS
7.1. AREAS DE LA PASTORAL
7.2. INTEGRACIÓN A LA IGLESIA PARTICULAR
7.3. PRIORIDADES

8. LÍNEAS DE ACCIÓN
8.1. SERVICIOS
8.2. ESTRUCTURA DE LA PASTORAL

9. PASTORAL DE TURISMO
9.1. LA IGLESIA Y EL TURISMO
9.2. LÍNEAS DE ACCIÓN EN LA PASTORAL DE TURISMO
300

PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA

1. INTRODUCCIÓN

1377- Constatamos que en República Dominicana se da la movilidad


humana en gran escala y en variadas formas:

a) Migración interna, especialmente del campo a la ciudad y


jóvenes que se trasladan a las cercanías de los grandes
centros de estudios y de trabajo.

b) La emigración de una gran cantidad de dominicanos al


exterior, que influyen directa o indirectamente en los modelos
socio-culturales y los hábitos de trabajo en el país.

c) La inmigración haitiana y de otras nacionalidades con


dificultades de integración a la cultura del país.

d) El turismo interno e internacional que está adquiriendo


cada vez mayor importancia en la economía y en la cultura
de nuestro pueblo.
301

2. FUNDAMENTACIÓN BÍBLICO-TEOLÓGICA
1378- La Sagrada Escritura nos dice que Dios recordó a Israel que
en otro tiempo había sido extranjero en Egipto (Ex. 23,9); le dijo,
además: no maltratarás al forastero, ni lo oprimirás" (Ex. 22,20); que
11

no se contentara con practicar con los forasteros residentes la


hospitalidad que otorga a los "nokrim" (extranjeros de paso) (Gn.
18,2-9); que los mirara como a gente de su pueblo y los amara como
a sí mismo (Lv. 19,34), pues Dios "ama al forastero, a quién da pan
y vestido11 (Dt. 1O,18) y manda que se le dé oportunidad de tener
alimento (Lv. 19, 1O; 23,22).

Pide, asimismo, a Israel que los trate con un estatuto jurídico


análogo al suyo (Dt. 1, 16); los escuche y libere; sea justo para con
todos (Jr. 7,5-6); que les dé la oportunidad de participar en la
ceremonia de la Pascua (Nm. 9,14).

Al final de los tiempos, los forasteros participarán como hijos del


país, como los ciudadanos de nacimiento (Ez. 47,22).

1379- Jesús Hijo de Dios, hecho hombre, se hizo igual a nosotros.


Así el Hijo de Dios se hace peregrino, pasa por la experiencia de los
11

desplazados, como un migrante radicado en una insignificante aldea11


(OSO 186). Acepta el desafío de la mujer extranjera y cambia el
concepto judío por una mentalidad universal (Me. 7,24-30); exalta la
sensibilidad y gratitud del extranjero (Le. 17,18); deja claro que Él se
hace forastero (Mt. 25,35.43).

"Educa a sus discípulos para ser misioneros, haciéndoles pasar por


la experiencia del que migra para confiar sólo en el amor de Dios, de
cuya buena nueva son portadores" (OSO 186). Por tanto, recibir a un
forastero es recibirlo a Él y rechazarlo es rechazarlo a. Él.

1380- El Espíritu Santo confirma y fortalece a los apóstoles a seguir


anunciando las enseñanzas de Jesús: Pedro predica la igualdad de
las personas (Hch. 10,34-35); Pablo la universalidad (Ga. 3,26-29).

1381- La doctrina de la Iglesia desarrolla y aplica esta enseñanza


bíblica a las diferentes realidades de movilidad humana en el mundo
actual.
302

3. LA IGLESIA Y LA MOVILIDAD HUMANA

1382- "La lgiesia es en Cristo como un sacramento o señal e


instrumento de la íntima comunión con Dios y de la unidad de todo
el género humano" (LG, 1) y se siente profundamente implicada en
la evolución de la civilización, de la cual la movilidad humana es un
componente relevante, se interroga sobre las exigencias de su
presencia en este mundo, en el cual se refleja su rostro de peregrina
en la tierra.

1383- La Iglesia se esfuerza en descubrir los valores


evangelizadores en la movilidad humana. La fe no puede quedarse
únicamente en la herencia a conservar o proteger; es una realidad
que hay que profundizar, desarrollar y difundir.

1384- Nos corresponde a todos: obispos, presbíteros y diáconos


tener una preocupación especial por los fíeles, que por su condición
de vida no pueden disfrutar convenientemente del cuidado pastoral
ordinario, como son muchísimos emigrantes, desterrados y
prófugos, marineros y aviadores, nómadas... Esta misma
preocupación han de tener los consagrados y los laicos. Estos
últimos encontrarán aquí un amplio espacio para ejercitar el
apostolado laical.

1385- El cristiano está comprometido a vivir su fe en un contexto que


a veces es de auténtica diáspora. De ello se desprende la exigencia
de la pastoral de la movilidad humana que debe adecuarse a la
situación espiritual de este grupo para descubrir, hacer penetrar y
construir en ellos la fe.

4. CRITERIOS PARA LA PASTORAL DE LA


MOVILIDAD HUMANA
1386- Al afirmar la dignidad del migrante, el cristiano y la comunidad
que lo incorpora, hacen visible el misterio de la encarnación. "El
Verbo de Dios se hace carne para reunir en un solo pueblo a los que
303

andan dispersos, y hacerlos 'ciudadanos del cielo· (Flp 3,20; cfr


11,13-16)" (DSD 186).

1387- La aportación de los migrantes, en el intento común de


acrecentar la vida eclesial y la fraternidad universal, es insustituible.

1388- El migrante es un ser humano, lleno de riquezas· culturales,


sujeto de derecho, con legítimas aspiraciones. No lleva a la nación
que los recibe sólo sus brazos para trabajar, sino también un
mensaje que proviene de Dios.

1389- Los migrantes católicos son miembros vivos de la Iglesia. No


son sólo receptores de ayuda material y espiritual, sino también
verdaderos promotores de la evangelización.

1390- Los migrantes han de procurar extender su fe como levadura


evangélica en la patria que los acoge. Que las situaciones de
precariedad o dureza no mengüen las fuerzas cristianas para
testimoniar a Cristo.

1391- Los migrantes deben ser colaboradores en la tarea de


santificación del hombre y de todas las realidades humanas.

1392- La Iglesia debe propiciar que los grupos migrantes se


reintegren socialmente, sin perder sus propios valores; velar por la
restauración plena de sus derechos; colaborar para que quienes no
existen legalmente posean la necesaria documentación, a fin de que
todos tengan acceso al desarrollo integral que la dignidad de hombre
y de hijo de Dios les hace merecer (cfr. DP 1290).

5. AGENTES DE ESTA PASTORAL

1393- Toda la Iglesia local debe tener en cuenta a los emigrantes y


situarse en la actitud de acogida e intercambios recíprocos.

1394- Tengan en cuenta los obispos y sacerdotes que la verdadera


caridad pastoral empieza con el servicio generoso. Por tanto, ésta
debe estar abierta de una manera especial hacia las víctimas de la
soledad y de la incomprensión, como son con frecuencia los
migrantes.
304

1395- En cuanto sea posible, el cuidado pastoral de los migrantes se


confiará a sacerdotes de su misma lengua, como signo de
colaboración con la Iglesia de la cual provienen.

1396- La contribución de las religiosas en el mundo de la movilidad,


que supone una vocación y competencia específica, encuentra su
verdadero sentido en la total consagración a Dios y - queda de
manifiesto en el ejercicio de las dotes características de la feminidad.

1397- La labor de los laicos es acoger a los migrantes como


hermanos y recogerlos, no como "simples instrumentos de
producción", sino como seres dotados de dignidad humana y
constructores de una convivencia más amplia (cfr. GS 66).

1398- Los laicos deben actuar de manera que los problemas propios
de los migrantes: casa, trabajo, seguridad social y los que se derivan
de la raza, lengua y cultura, sean resueltos conforme a las
exigencias de la caridad, junto con la justicia y equidad (cfr. GS 66).

1399- El laico, inserto en las estructuras del mundo, debe procurar


que, al progresar la economía de su pueblo, no se haga incierta y
precaria la vida de cada uno de los migrantes y de sus familias.

1400- Toca a los laicos esforzarse para que los derechos


fundamentales sean reconocidos y tutelados también en la
legislación civil, y que se elimine toda discriminación en el campo de
los migrados.

6. ÁMBITO UNIVERSAL DE LA PASTORAL DE LA


MOVILIDAD HUMANA

1401- "Situaciones nuevas (AG 6) que nacen de cambios socio­


culturales requieren una nueva evangelización: emigrantes a otros
países; grandes aglomeraciones urbanas en el propio país; masas
de todo estrato social en precaria situación de fe; grupos expuestos
al influjo de las sectas y de las ideologías que no respetan su
identidad, confunden y provocan divisiones11 (DP 366).
305

1402- Hay que tener en cuenta a los jóvenes que, por diversos
motivos, emigran temporal o definitivamente y que son víctimas de
la soledad, la desubicación, la marginación, etc. (cfr. DP 1191 ).

1403- "El desequilibrio socio-político a nivel nacional e internacional


está creando numerosos desubicados, como son los emigrantes
cuyo número· puede ser de magnitud insospechada en el próximo
futuro. A éstos debe añadirse desubicados políticos como los
asilados, los refugiados, desterrados y también los indocumentados
de todo género" (DP 1266).

1404- El espíritu universal que permite superar las fronteras de la


propia parroquia, diócesis, nación o rito, hace tomar conciencia de
las necesidades de la Iglesia universal.

1405- La solidaridad entre la Iglesia viene explicada concretamente


a través de la obra ultraterritorial de las comisiones nacionales o
bien, allí donde éstas no son posibles, de un obispo promotor o
delegado de la Conferencia.

1406- La movilidad humana reclama responsabilidades de


instituciones colegiales y de tipo local, puesto que requiere de
servicios muy especializados en áreas que se entremezclan o son
muy amplias, y una sola institución no logra abarcar. Por tanto,
procúrese una buena integración entre las instituciones que acogen
y sirven al migrante en beneficio de ellos.

1407- Sin disminuir la responsabilidad de los obispos diocesanos, la


movilidad humana exige unidad de dirección y coordinación pastoral
puesto que es una materia que sobrepasa inevitablemente los
confines geográficos.

1408- La pastoral de la movilidad humana enlaza esfuerzos entre las


diócesis y tas Conferencias Episcopales de las regiones afectadas
(cfr. DSD 188).

1409- La pastoral de la movilidad humana debe construir un plan


estructurado, que favorezca su acción humana y cristiana.
306

7. CRITERIOS PRÁCTICOS

7.1. AREAS DE LA PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA

141O- La pastoral de la movilidad humana, en � República


Dominicana, ha de tener en cuenta las condiciones de cada grupo
específico, por tanto, se divide en las siguientes áreas:

a) Migraciones que incluye las internas, emigraciones,


inmigración (haitiana, cubana y otras), retornados, refugiados,
deportados, estudiantes, desplazados, temporarios.

b) Turismo interno e internacional

c) Apostolado del Mar. pescadores, marinos y personal de los


cruceros.

1411- La movilidad humana abarca aspectos tan vitales del ser


humano como pueden ser la familia, la educación, la religión, la
juventud, la marginación, el idioma y la cultura, la asesoría legal...
Por tanto, esta pastoral ha de trabajar en coordinación con otras
áreas de pastoral para facilitar la integración y atención del migrante,
pero no se integra como parte de una sola.

7.2. INTEGRACIÓN A LA IGLESIA PARTICULAR

1412- Los emigrantes, en la medida de las posibilidades, deben ser


integrados en la pastoral de la Iglesia particular, que los acoge.
Evítese el peligro de organizar una iglesia paralela para ellos, a
pesar del esfuerzo por ofrecerles una atención pastoral adecuada.

1413- Cuídese que, en la acogida y demás servicios en favor de los


migrantes, se respeten sus riquezas espirituales y religiosas (DSD
188).

1414- Es necesario que el cristiano tenga conciencia de los


compromisos de su vocación también cuando se encuentre fuera de
su habitual contexto religioso, cualesquiera que sean las razones del
desplazamiento.
307

7.3. PRIORIDADES

1415- La pastoral de la movilidad tiene en cuenta a los propios


migrantes del país que por algún motivo deben movilizarse hacia
otros lugares de la geografía nacional; también a los nacionales, que
regresan a su país, teniendo en cuenta las diferentes circunstancias
en las que regresan.

1416- Esta pastoral, también, atiende a los dominicanos que emigran


hacia otros países y culturas. Hay que preparar a estos grupos para
que fuertes en su fe cristiana sepan hacer frente a un mundo
desconocido y sean testimonio para otros.

1417- Es conveniente preparar a nuestros fieles a las experiencias


de migración, interna o hacia el extranjero. Esto es tarea de la
pastoral ordinaria. Por tanto, es un aspecto fundamental para
trabajarlo en los temas de -la catequesis, de la predicación, de la
formación espiritual.

1418- En República Dominicana, la pastoral con los inmigrantes


haitianos es un renglón prioritario y requiere una atención especial,
dada su cultura, idioma y el gran número de los que viven en el país,
en condiciones infrahumanas.

1419- Procúrese involucrar todos los niveles de la Iglesia en la


planificación y los programas promovidos por el centro de
coordinación y animación de la pastoral de inmigrantes haitianos en
República Dominicana.

1420- La acción pastoral con los inmigrantes haitianos no debe.faltar


en los planes de pastoral social de cada comunidad, parroquia y
diócesis, donde ellos estén presentes.

1421- La misión del apostolado del mar consiste en anunciar la


Buena Nueva de Jesucristo al mundo marítimo, para que los
marinos, pescadores, sus familias, y las gentes del mar de todas las
razas, nacionalidades y credos sepan que la Iglesia católica está allí
presente y visible para ellos con las puertas y el corazón abiertos, en
cualquier parte donde se hallen o hacia la cual se dirijan.
308

8. LÍNEAS DE ACCIÓN

8.1. SERVICIOS

1422- Estudiar la realidad de la movilidad humana y buscar posibles


respuestas.

1423- Mantener actualizada la información sobre la realidad


migratoria del país.

1424- Promover y garantizar la documentación del migrante y sus


familiares.

1425- Profundizar el estudio de las causas y consecuencias, tanto


positivas como negativas, de las migraciones.

1426- Ofrecer a los migrantes una catequesis adaptada a su cultura


y asesoría legal para proteger sus derechos (OSO 189).

1427- Concientizar a los sectores públicos sobre el problema de las


migraciones, con miras a la equidad de las leyes sobre el trabajo y
el seguro social y el cumplimiento de convenios internacionales (OSO
188).

1428- Preparar y documentar a los fieles candidatos a la emigración,


para que éstos puedan llevar la semilla del Evangelio a la nueva
patria, y ser así instrumentos de la nueva evangelización.

1429- Procurar que en los seminarios se ofrezca una formación


encaminada a la preparación de los futuros sacerdotes para acoger
y recibir eñ las parroquias a los migrantes, así como para preparar
a los fieles para cualquier desplazamiento fuera del territorio
parroquial.

1430- Promover el Día nacional del migrante.


309

8.2 ESTRUCTURA DE LA PASTORAL DE LA MOVILIDAD


HUMANA

1431- La comisión nacional de la pastoral de la movilidad humana


estará presidida por un obispo de la Conferencia del ·Episcopado
Dominicano.

1432- Se establece la necesidad de formar comisiones diocesanas


y/o zonales y parroquiales para esta pastoral.

1433- Continuamente, se promoverá la integración de los


inmigrantes en las parroquias, permitiéndoles que cumplan con la
misión que Dios les ha confiado.

1434- Hay que tener en cuenta, en la organización y desarrollo de la


pastoral de la Iglesia, la presencia de los migrantes, especialmente
de los más necesitados.·

9. PASTORAL DE TURISMO
1435- Hoy día, el fenómeno del turismo hace que la población
mundial enfoque su atención principalmente a esta realidad, llamada
a ser la primera industria universal de las próximas décadas.

1436- La importancia del turismo es cada día mayor en los países en


vías de subdesarrollo. Entre nosotros, el turismo es una importante
fuente de ingresos y es, sin lugar a duda, una actividad que, por su
naturaleza, se interrelaciona con casi todos los sectores de la
economía, aporta y genera empleo. Fomenta el encuentro y el
intercambio de culturas, acercando y enriqueciendo pueblos y
sociedades muy diferentes.

1437- La industria turística en los últimos años ha tomado auge


inigualable en todos los lugares donde se ha desarrollado, con un
impacto extraordinario y muchas veces incontrolable por la forma
dinámica y rápida en que se lleva a cabo. El crecimiento turístico, sin
una planificación y una conciencia, está trayendo graves problemas
en los pueblos.
310

1438- Reconocemos que, a pesar de los beneficios que reporta el


turismo no sólo en el aspecto económico, sino también en lo
humano, educativo y cultural, se nota una gran inculturación de
antivalores que asumen las personas dominicanas en lugares donde
el turismo es muy notorio. La asimilación de diferentes patrones
conductuales y morales van produciendo actitudes seculares en los
hombres y mujeres dominicanos.

1439- "La consolidación del turismo entre nosotros exige que


velemos por este fenómeno moderno". "Nos oponemos
enérgicamente que se promuevan nuestras excepcionales
condiciones de descanso con ofertas reñidas con la moral y la
dignidad de la persona humana 11 (Conferencia del Episcopado Dominicano,
Carta pastoral "Cristo es todo en todos", 57, del 21.01.1993).

9.1. LA IGLESIA Y EL TURISMO

1440- La Iglesia quiere contribuir para que el turismo, "sostenido por


un cuadro perfecto y por nobles intenciones, pueda ser un factor
válido en la formación cultural moderna, un vínculo de simpatía entre
los pueblos y de paz internacional, una expresión capaz de conducir
al espíritu a las más altas ascenciones dignas de la bendiciente
mirada de Dios" (Del Mensaje de Pablo VI a los participantes en la
Conferencia de las Naciones Unidas, sobre el Turismo, 31.08.63).

1441- "La expansión del turismo, su dimensión internacional, el


dinamismo intenso, las profundas transformaciones que provoca, los
graves interrogantes que pone, solicitan e impulsan a la Iglesia a no
quedarse en las posiciones tradicionales, sino buscar nuevas formas
pastorales" (Pablo VI, L'Osservatore Romano, 7-6, 1964).

1442- El Concilio Vaticano II también ha llamado la atención de los


laicos no sólo al deber de animar al mundo con el espíritu cristiano,
sino también al deber de comportarse como pregoneros itinerantes
de Cristo, cuando viajan por razones de descanso.

1443- Un criterio de la Iglesia es que se empleen oportunamente los


descansos para reposo y salud del espíritu y del cuerpo. Una forma
de ello es a través del turismo que afina el espíritu, lo enriquece con
el contenido de los demás, y sirve para establecer fraternales
311

relaciones entre hombres de diversas condiciones, naciones e


incluso razas (cfr. GS 61).

1444- Recuerden "todos los que trabajan en naciones extrañas, o les


ayudan, que las relaciones entre los pueblos deben ser una
comunicación fraterna, en que ambas partes dan y recibep. Y los que
viajan por motivos de obras internacionales, o de negocios, o de
descanso, no olviden que son en todas partes también heraldos
viajeros de Cristo, y han de portarse como tales con toda verdad"
(AA 14).

9.2. LÍNEAS DE ACCIÓN EN LA PASTORAL DE TURISMO

1445- La pastoral del turismo es un desafío y un campo amplio de


acción para que nuestra Iglesia ejerza su misión y exige un
compromiso mayor de toda la Iglesia local.

1446- La misión de la pastoral de turismo mira la atención y


asistencia espiritual del turista que visita la República Dominicana,
especialmente, el turista católico, como también los trabajadores y
operadores del turismo y las poblaciones en las que se desarrolla la
actividad turística.

1447- La pastoral de turismo debe abrirse a las transformaciones del


mundo e impulsar a la Iglesia a buscar nuevas formas pastorales que
respondan a los signos de los tiempos.

1448- Téngase en cuenta que el turismo sólo puede constituirse en


verdadero factor de unidad por la voluntad expresa de las partes
involucradas. Como cristianos y movidos por la fraternidad universal,
los fieles procuren mostrarse hospitalarios, acogedores y
respetuosos de cada visitante.

1449- Cada persona bautizada debe dar testimonio de su vida


cristiana y tomar una postura digna y delicada en la colaboración con
las diversas formas del apostolado turístico.

1450- Es deber de la Iglesia atender y formar a todos los que de


alguna manera prestan servicios a los turistas.

1451- La pastoral del turismo ha de contribuir a que, junto al


desarrollo turístico, se proteja y respete el medio ambiente.
312

1452- El cristiano como hombre de fe y sociedad, siempre y en todo


lugar, sea viajando o en su casa, debe dar testimonio y comportarse
como verdadero hijo de Dios y como imagen de Dios en el mundo.

1453- Los empleados turísticos en el desarrollo de su trabajo


procurarán acoger al turista no sólo como un "cliente", sino también
como un hermano e hijo de Dios.

1454- Es necesario para la salud, el crecimiento espiritual y la


identidad de la Iglesia que los empleados en las áreas turísticas den
testimonio de la fe y vivan como buenos bautizados.

1454- Todos los miembros de la Iglesia deben ser sensibles a los


valores auténticos que el turismo aporta en lo espiritual, en lo
humano y cultural.

1456- Procúrese desarrollar la pastoral de turismo enmarcada dentro


del plan de nueva evangelización, promoción humana y cultura
cristiana, para lo cual deben formarse agentes especializados en
esta pastoral.

1457- Se ha de procurar la construcción de capillas u oratorios


dentro de los mismos complejos e instalaciones turísticas.

1458- Igualmente, dentro de los mismos complejos e instalaciones


turísticas, allí donde sea posible, háganse celebraciones litúrgicas u
otros servicios religiosos y de atención pastoral a los turistas y a los
servidores del mismo, guardando, en todo caso, tanto la dignidad de
la celebración como del lugar.

1459- Se ha de ofrecer al turista informaciones sobre los servicios


religiosos en dichas zonas: ubicación de los templos católicos,
horario de misas y otros cultos.

1460- Elaborar una guía de santuarios y monumentos religiosos de


interés turístico con las informaciones y el historial de los mismos.

1461- Se procurará ofrecer cursos y talleres a los guías turísticos


sobre los lugares religiosos para que ofrezcan una información
adecuada.

1462- En las visitas a los lugares de culto se ha de exigir una


vestimenta decorosa.
313

PASTORAL EDUCATIVA EN LAS ESCUELAS

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES
2.1. LA EDUCACIÓN
2.2. LA EDUCACIÓN CATÓLICA
2.3. LA ESCUELA CATÓLICA

3. LÍNEAS PASTORALES
3.1. GENERALIDADES
3.2. LA COMUNIDAD EDUCATIVA
3.3. KERIGMA, CATEQUESIS Y PREPARACIÓN A LOS
SACRAMENTOS
3.4. EL PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL
3.5. TEXTOS NACIONALES
3.6. FORMACIÓN DE EDUCADORES EN LA FE

4. IDEARIO DE LA ESCUELA CATÓLICA EN LA


REPÚBLICA DOMINICANA
4.1. FUNDAMENTACIÓN GENERAL
4.2. PRINCIPIOS

5. ESTRUCTURAS DE ANIMACIÓN
5.1. UNIÓN NACIONAL DE ESCUELAS CATÓLICAS
5.2. ÁREA DE FORMACIÓN INTEGRAL HUMANO Y RELIGIOSA
5.3. COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL EDUCATIVA
5.4. COMISIONES DIOCESANAS
314

PASTORAL EDUCATIVA EN LAS ESCUELAS

1. INTRODUCCIÓN

1463- La Iglesia considera atentamente la importancia de la educación en la


vida del hombre y su influencia cada vez mayor en el progreso social
contemporáneo (cfr. GE, Proemio).

1464- La realidad educativa de República Dominicana mueve a la reflexión por


lo siguiente:

a) Un número considerable de niños y niñas no acceden a la educación


básica, y , si acceden, no la terminan, originándose un crecimiento del
analfabetismo, mal endémico de los pobres, pese a las campañas de
alfabetización.

b) La acción educativa se concentra, generalmente, en las ciudades. En


áreas marginadas y en zonas rurales es muy limitada.

c) Se observa una marcada diferencia entre centros educativos.

d) El sistema educativo formal ha seguido, preferentemente, una


promoción lineal hacia la universidad.

e) Se ha perdido el liderazgo docente y la figura del maestro ya no ocupa


un lugar de respeto e influencia en la sociedad. Se ha perdido en gran
parte la mística del educador, convirtiéndose éstos en trabajadores
asalariados.
315

f) Hay un vacío en la formación de docentes en todos los niveles.

g) Existe en muchos casos un desajuste entre escuela y familia. No se


encuentra una cooperación del hogar con la escuela o de éstas con la
familia. Sea porque la familia ha olvidado su función primordial de
educadora para descargarla en el centro educativo, sea porque éste no
incorpora a los padres en su acción educativa.

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES

2.1. LA EDUCACIÓN

1465- "La educación es una actividad humana del orden de la cultura; la


cultura tiene una finalidad humanizadora. Se comprende, entonces, que el
objetivo de toda educación es la de humanizar y personalizar al hombre, sin
desviarlo, antes bien, orientándolo eficazmente hacia su fin último. La
educación resultará más humanizadora en la medida en que se abra a la
transcendencia, es decir, a la Verdad y al Sumo Bien" (DP 1024).

1466- "Entre todos los medios de educación, tiene peculiar importancia la


escuela, la cual, en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado
las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juic.io, introduce
·en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas,
promueve el sentido de los valores, prepara para la vida profesional, fomenta
el trato amistoso entre los alumnos de diversa índole y condición, contribuyendo
a la comprensión mutua; constituye además como un centro de cuya
laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar juntamente las familias, los
maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural cívica y
religiosa, así como la sociedad civil y toda la comunidad humana" (GE 5).

1467- "La familia es la primera responsable de la educación" (DP 1036).


316

1468- El Estado debe distribuir equitativamente su presupuesto con los demás


servicios educativos no estatales, a fin de que los padres, que también son
contribuyentes, puedan elegir libremente la educación de sus hijos.

2.2. LA EDUCACIÓN CATÓLICA

1469- "La educación católica pertenece a la misión evangelizadora de la Iglesia


y debe anunciar explícitamente a Cristo Liberador" (DP 1031). Se le llama, con
toda razón, educación evangelizadora.

1470- "La educación evangelizadora asume y completa la noción de educación


liberadora, porque debe contribuir a la conversión del hombre total, no sólo en
su yo profundo e individual, sino también en su yo periférico y social" (DP 1026;
cfr. DSD 263-266).

1471- "El educador cristiano desempeña una misión humana y evangelizadora.


Las instituciones educativas de la Iglesia reciben un mandato apostólico de la
Jerarquía" para esta misión (DP 1035). El educador cristiano ha de recibir una
formación específica básica para cumplir mejor su tarea y ha de insertarse en
un plan de formación permanente.

1472- La educación católica ha experimentado un largo proceso de


sensibilización que ha tenido como momentos iluminados el Concilio Vaticano
11 y las Conferencias Episcopales de Medellín, Puebla y Santo Domingo.
Además, la Santa Sede ha producido en los años de postconcilio una serie de
documentos de gran riqueza relacionados con la educación, la escuela católica,
los laicos en la escuela, la educación en la fe, etc.

2.3. LA ESCUELA CATÓLICA

1473- La escuela católica entra de lleno en la misión salvífica de la Iglesia y


particularmente en la exigencia de la educación en la fe. El proyecto educativo
de la escuela católica se define precisamente por su· referencia explícita al
Evangelio de Jesucristo, con el intento de arraigarlo en la conciencia y en la
vida de los jóvenes, teniendo en cuenta los condicionamientos culturales de hoy
(cfr. EC 9).
317

1474- En el desempeño de su misión específica -que consiste en transmitir de


modo sistemático y crítico la cultura a la luz de la fe y de educar el dinamismo
de las virtudes cristianas, promoviendo así la doble síntesis entre cultura y fe,
fe y vida, la escuela católica es consciente de la importancia que tiene la
enseñanza de la doctrina evangélica tal como es transmitida por la 'Iglesia
católica. Este es, pues, el elemento fundamental de la acción educadora,
dirigido a orientar al alumno hacia una opción consciente, vivjda con empeño
y coherencia, con el fin de conseguir la madurez de los jóvenes en la fe.

1475- Este Concilio Plenario exhorta a promover una escuela católica profética,
servidora, solidaria que contribuya en la formación de la persona y en la
construcción de la sociedad.

3. LÍNEAS PASTORALES

3.1. GENERALIDADES

1476- La Iglesia en República Dominicana atribuye gran importancia a la


educación católica, tanto la formal (escuelas, universidades ) como la no formal
e informal (canales de televisión, emisoras de radio, prensa escrita y otros).
Esta labor debe alcanzar tanto a las ciudades como a las áreas rurales y
marginales del país.

1477- La Iglesia católica seguirá impulsando una gran variedad de programas


y actividades formativas que complementan y desarrollan la educación.

1478- La Iglesia dominicana, en virtud del Concordato suscrito entre el Estado


Dominicano y la Santa Sede, es la responsable de la educación cristiana en los
centros públicos a través del área de formación integral humana y religiosa.

1479- La educación católica cuidará la calidad de la enseñanza y abrirá nuevos


caminos educativos, tanto en el campo de los contenidos como de la
metodología; igualmente, en la cobertura de áreas marginadas.
318

1480- Se recomienda a los párrocos, a las congregaciones religiosas e


institutos seculares que trabajan a tiempo exclusivo en el campo educativo, y
a tantos laicos que también trabajan en el mismo, en los distintos niveles y en
las múltiples instituciones del país, que mantengan su dedicación, alcanzando
nuevos logros.

1481- Los organismos de educación católica en el país han de sentirse


responsables de fomentar la formación integral, inicial y permanente de los
maestros a través de universidades y escuelas normales.

1482- Se hace necesario mantener, proseguir y aumentar la presencia eclesial


en las escuelas técnicas y profesionales; en los centros educativos de nivel
básico, medio y superior; así como en las universidades e institutos superiores
de educación nacional.

- 3.2. LA COMUNIDAD EDUCATIVA

1483- La comunidad educativa está constituida por los alumnos y todos


aquellos, que cooperan en la formación integral de los mismos: profesores,
personal directivo, administrativo y auxiliar, los padres y los alumnos.

1484- Esta comunidad se logra compartiendo los mismos criterios educativos


y pedagógicos, el esfuerzo por elaborar, realizar y evaluar un proyecto
instructivo evangelizador, y la corresponsabilidad en la tarea formativa de la
escuela.

1485- La comunidad educativa ha de ser evangelizada y evangelizadora,


anticipo de la sociedad que se desea; por tanto, ha de propiciar, con la
participación solidaria y corresponsable de todos los estamentos, la formación
integral de la persona.

1486- Toda la comunidad educativa es objeto y sujeto de la evangelización; en


ella los educadores y los padres de familia o tutores ocupan un lugar de primer
orden como agentes evangelizadores.
319

3.3. KERIGMA, CATEQUESIS Y PREPARACIÓN A LOS


SACRAMENTOS

1487- En las escuelas católicas se ofrecerán a toda la comunidad educativa


oportunidades para proclamar el kerigma y se organizarán retiros y otras
actividades apropiadas.

1488- Se procurará, igualmente, impartir la catequesis de los sacramentos,


especialmente, del Bautismo, Confirmación, Reconciliación y Eucaristía para
los alumnos y otros miembros de la comunidad educativa que lo requieran. La
administración de dichos sacramentos se hará en estrecha relación con la
parroquia donde esté inserto el centro.

1489- La educación sistemática en la fe será una prioridad pastoral en los


planes formativos del centro educativo católico.

1490- En los centros educativos privados y públicos se proclamará el kerigma,


se tendrán retiros y catequesis preparatorias para los sacramentos,
especialmente, del Bautismo, Confirmación, Reconciliación y Eucaristía, donde
fuera posible; y se seguirá la formación moral y religiosa, de acuerdo a los
planes diseñados en colaboración con la Secretaría de Estado de Educación
y Cultura.

3.4. EL PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL

1491- Elabórese un proyecto de enseñanza cristiano, a nivel nacional. En él se


deben inspirar los idearios de las distintas instituciones educativas (cfr. DP
1050).

1492- El proyecto debe ser:

a) un estímulo para todos aquellos que han asumido la misión


evangelizadora en la difícil y bella tarea de la enseñanza;

b) una respuesta a las aspiraciones de tantos educadores, jóvenes y


padres de familia que quieren que el proceso educativo contribuya a la
transformación de la sociedad, en una sociedad más justa, libre,
humana, fraterna, solidaria y participativa, y
320

e) un aporte a la unidad y comunión de la educación católica que


contribuya a hacer más eficaz su servicio de acción educativa a la Iglesia
y al continente americano.

3.5. TEXTOS NACIONALES

1493- Elabórese un texto nacional, a diversos niveles, que sirva de pauta para
los educadores en la fe y revísese periódicamente.

1494- Realícese, igualmente, libros de texto para la formación integral humano


y religiosa de los alumnos de escuelas y colegios públicos, privados y católicos,
así como de educación sexual a la luz de las enseñanzas de la Iglesia.

1495- Revísense con cuidado los contenidos y las metodologías que a diversos
niveles se preparan con la Secretaría de Educación y, a la vez, colabórese
eficazmente con ella.

3.6. FORMACIÓN DE EDUCADORES EN LA FE

1496- Los profesores que imparten materias relacionadas con la educación de


la fe han de ser seleccionados con esmero. Éstos deben tener los
conocimientos necesarios, y un testimonio de vida congruente.

1497- Recúrrase a las parroquias y movimientos apostólicos para despertar


vocaciones de laicos comprometidos en el apostolado de educar en la fe.

1498- Los "técnicos 11 formadores de maestros han de selecionarse con


cuidado, y estar confirmados por el obispo y por la comisión diocesana
correspondiente.

1499- En cada diócesis, promuévanse centros de formación para los "técnicos"


y profesores aprovechando las universidades católicas de la nación, o creando
otras instituciones avaladas por éstas.
321

4. IDEARIO DE LA ESCUELA CATÓLICA


EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

4.1. FUNDAMENTACIÓN GENERAL

1500- "Toda persona tiene derecho� la educación" (Declaración Universal de


los Derechos Humanos, art. 26,1; del 1 O de diciembre de 1948).

1501- "La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad


humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales" (Declaración Universal de los Derechos Humanos,
art. 26,2; del 1 O de diciembre de 1948).

1502- "Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, por poseer la
dignidad de persona, tienen derecho inalienable a una educación que responda
al propio fin, al propio carácter, al diferente sexo, y acomodada a la cultura y a
las tradiciones patrias al mismo tiempo, abierta a las relaciones fraternas con
otros pueblos, para fomentar en la tierra la unidad verdadera y la paz" (GE 1).

4.2. PRINCIPIOS

1503- La escuela católica se debe definir ante sí mismo y ante la sociedad


dominicana de acuerdo a los siguientes principios:

1504- Debe enmarcarse en un claro pluralismo de opciones educativas en el


seno de la sociedad. Se ofrece como medio real que facilita la libertad de
elección de los padres de familia y de cualquier grupo humano para la
educación.
322

1505- Es partidaria de la unidad y coherencia ideológica en el interior de la


escuela, y rechaza como antieducativo el pluralismo de ideologías y
humanismos divergentes, o incluso contradictorios, dentro de sí misma.

1506- Su objetivo fundamental es el servicio al desarrollo integral de la persona


en sus dimensiones psicofísica, afectiva, intelectual, moral y religiosa. Su
proyecto educativo global, sus estructuras y la organización toda del trabajo
escolar están dirigidas a conseguir este objetivo primordial.

1507- La escuela católica opta por una visión cristiana de la vida y de la


educación. Entre sus objetivos prioritarios se encuentra el de la enseñanza de
la fe cristiana de sus educandos; fe a que trata de servir mediante el
ofrecimiento de cauces adecuados: forjación intelectual que busque una
síntesis viva y operativa entre fe y cultura cristiana, formación moral, práctica
sacramental, testimonio de la comunidad educativa cristiana, facilidades para
una opción personal y libre de cada educando/a por la fe, y profundización en
la fe mediante el cultivo de grupos, fermento de la vida cristiana.

1508- Se identifica con el medio social en que se encuentra inmersa -dentro del
Estado, de la región, de la comunidad local- y busca los modos más adecuados
y realistas de realizar una inserción crítica en dicho medio y de transformarlo
para hacerlo más justo, humano y fraterno.

1509- Se compromete en una educación para la libertad real y responsable,


para la participación desinteresada en la construcción de una sociedad libre y
pluralista, y para el desarrollo del sentido, la actitud y la participación
democrática.

151O- La escuela católica reconoce que una de sus principales funciones es la


de transmitir los valores y las culturas vigentes e imprescindibles para poder
situarse en el mundo de hoy.

1511- Su preocupación no es sólo, prioritariamente, la de favorecer la


adquisición de contenidos, sino la de ofrecer como lugar de mediación crítica
de los valores de la cultura, y como opción para crear una dinámica y viva que
prepare al hombre del futuro.

1512- La escuela católica en la República Dominicana es �onsciente de las


limitaciones, incluso educativas, del medio escolar y reconoce la dificultad real
de desarrollar todos los objetivos que considera deseables. Por eso da
- preferencia a ciertos valores humanos que hoy son más necesarios que otros.
Entre estos valores opta por:
323

a) La promoción de la solidaridad entre todos los hombres, sin distinción


de raza, sexo, clase social y religión.

b) La promoción de la justicia social y la superación, en el interior del


ámbito escolar, de las clases sociales y de todo tipo de marginación.

c) La apertura a los demás y la educación en un espíritu universal.

d) El cultivo de la honradez, la honestidad personal y profesional, el


servicio al bien común, la sinceridad y responsabilidad.

1513- La escuela católica trata de ser una comunidad integrada por todas
aquellas personas o grupos que tienen relación con el hecho educativo del
centro escolar: los profesores, el personal directivo, administrativo y auxiliar, los
padres y los alumnos.

1514- Esta comunidad educativa ha de ser:

a) Lugar adecuado para el nacimiento, maduración y ejercicio de


las relaciones personales positivas, significativas y profundas.

b) Lugar de encuentro educativo con participación real; un


espacio en donde los profesores, superando los aspectos
funcionales de su labor docente, vivan el proyecto educativo de
la escuela, previamente aceptado ppr todos los miembros de la
institución escolar.

c) Institución dinámica y viva, que vele por la coherencia


ideológica interna y por el cumplimiento del ideario (o del proyecto
educativo), previamente aceptado por todos los miembros de la
escuela.

d) Medio adecuado para organizar los mod_os concretos de


gestión, participación democrática y compromiso social político.

1515- El estilo educativo de la escuela católica debe caracterizarse por lo


siguiente:

a) Por el respeto a la persona, a sus peculiaridades, ritmOi,, de


maduración y proyecto de vida.

b) Por el clima de libertad y disciplina que favorezca la investigación, la


búsqueda y el aprendizaje creativo.
324

c) Por el ejercicio de un aprendizaje de vida en común, de cooperación


y de ayuda mutua.

d) Por la práctica intensa de trabajo como forma de realización personal


y como servicio al bien común.

e) Por la seriedad y el rigor de las actividades intelectuales y manuales.

f) Por la apertura al cambio que requiere la evolución de los tiempos.

g) Por la educación cristiana que -respetando la libertad religiosa- se


centre fundamentalmente en:
* Promover el despertar de la fe cristiana en los educandos,
o el progresivo crecimiento de la misma.
* Proporcionarles una instrucción seria y actualizada.
* Facilitar la experiencia de Dios, nuestro Padre, y de
Jesucristo, el Señor, a través de la oración personal y en
común y de la participación activa en la celebración de los
sacramentos.
* Cultivar la devoción a la Virgen María, modelo perfecto del
creyente.
* Ayudar a los alumnos a asumir plenamente el compromiso
de su fe en la triple dimensión personal, social y religiosa.
* Iluminar las situaciones de la vida y toda la cultura y la
actividad humana con el mensaje evangélico de salvación.

1516- La escuela católica ve el hecho educativo como realidad dinámica y


como proceso cambiante. Por ello se somete periódicamente a una revisión
crítica y evaluadora de su actividad, de la coherencia entre su proyecto
educativo y sus estructuras, de los resultados de su enseñanza.

1517- Debe ser abierta, por tanto, a la crítica interna y a las exigencias de
cambio propuestas por todos los miembros y, al mismo tiempo, a la crítica
externa, que la escuela ha de acoger, tener en cuenta y valorar debidamente.

1518- Tanto los padres como los alumnos, profesores y demás personal
colaborador que opten por la escuela católica deben aceptar y acomodarse a
las líneas educativas de la escuela y a las exigencias que de ellas se deriven.
325

5. ESTRUCTURAS DE ANIMACIÓN

5.1. UNIÓN NACIONAL DE ESCUELAS CATÓLICAS

1519- La Unión nacional de escuelas católicas es una institución al servicio de


la educación formal católica de República Dominicana, sin fines de lucro y con
personería jurídica, cuyos estatutos son aprobados por la Conferencia del
Episcopado Dominicano.

1520- El objetivo fundamental de la Unión es el de animar la formación humana


integral y la evangelización a través de la educación y difundir, defender y hacer
efectivos los grandes principios que conciernen a la organización, animación y
orientación de la educación católica de la República Dominicana.
1521- La Unión nacional de escuelas católicas se concentra en los niveles de
educación inicial, básica y media, general y técnica.

1522- Procúrese que esté en relación eficaz con la comisión nacional y


diocesana de pastoral educativa.

5.2. ÁREA DE FORMACIÓN INTEGRAL HUMANO y RELIGIOSA

1523- El área de formación integral humana y religiosa reúne los técnicos y


maestros, que laboran en dicha área formativa en las escuelas del Estado, en
conformidad con la legislación concordataria vigente.

1524- Ha de respetarse, cuidadosamente, el procedimiento establecido para el


nombramiento de estos técnicos y maestros: cumplimiento de los requisitos de
la Secretaría de Estado de Educación para nombrar un profesor; testimonio de
vida cristiana; capacitación para la formación religioso-humana integral;
recomendación de los técnicos del área; presentación del párroco del lugar;
aprobación última del obispo diocesano; presentación a la Secretaría de Estado
de Educación.

1525- Cuídese la organización de las comisiones diocesanas y nacional del


área de formación integral humana y religiosa. La comisión diocesana está
326

asesorada por un sacerdote nombrado por el obispo del lugar; la comisión


nacional la preside el obispo, elegido por la Conferencia del Episcopado
Dominicano.

1526- Se ha de dar seguimiento a ta formación permanente de tos técnicos y


maestros de esta área, tanto a nivel diocesano como nacional.

5.3. COMISIÓN NACIONAL DE PASTORAL EDUCATIVA

1527- Se ha de procurar una efectiva coordinación de toda la pastoral educativa


a nivel nacional. La comisión nacional debe ser el alma que impulse las
comisiones diocesanas.

1528- Se ha de establecer un proyecto nacional de pastoral educativa con sus


contenidos y metodologías, en consonancia con la Ley Orgánica de Educación.

1529- Para la coordinación de este proyecto se ha de nombrar una persona que


trabaje a tiempo completo, que sea capacitada, entusiasta y esté en contacto
permanente con las comisiones diocesanas.

5.4. COMISIONES DIOCESANAS

1530- Las comisiones diocesanas son las encargadas de llevar adelante el


proyecto nacional de pastoral educativa, adaptándolo a la realidad de cada
diócesis y en coordinación con el equipo nacional.

1531- Quien dirija la comisión diocesana debe ser una persona capaz y
entusiasta, elegida por el obispo.

1532- Los miembros de la comisión se han de seleccionar con cuidado y


esmero. Debe ser un equipo abierto, apto y tener criterios claros para trabajar
en unión con la Secretaría de Estado de Educación.

1533- Las comisiones diocesanas deben recibir el apoyo necesado de la


comisión nacional y de la Conferencia del Episcopado Dominicano .
327

1534- A nivel diocesano, se deben buscar los medios adecuados para


proporcionar a cada comisión los m ateriales y los medios de transportación
necesarios para el trabajo.
328

PASTORAL UNIVERSITARIA

1. INTRODUCCIÓN

2. NATURALEZA DE LA UNIVERSIDAD

3. IGLESIA V UNIVERSIDAD

4. PASTORAL UNIVERSITARIA

4.1. CRITERIOS
4.2. LÍNEAS DE ACCIÓN

5. AGENTES DE LA PASTORAL UNIVERSITARIA

6. ACCIONES PASTORALES

6.1. ANUNCIO DE CRISTO


6.2. CELEBRACIÓN DE LA FE Y ATENCIÓN ESPIRITUAL
6.3. RESIDENCIAS Y CAPELLANÍAS
6.4. PARROQUIAS UNIVERSITARIAS
329

PASTORAL UNIVERSITARIA

1. INTRODUCCIÓN

1535- La Iglesia enfrenta hoy, tal vez con más fuerza, los retos y desafíos del
mundo.

Los cuestionamientos de los hombres y mujeres forman parte de ese mundo.


Y es por eso que hoy, más que nunca, se necesita dar una respuesta
coherente, que sin dejar de ser real y operativa permita tener una visión
trascendente.

1536- Las universidades y los institutos de educación superior contribuyen a


dar esa respuesta y constituyen una realidad de importancia decisiva.

Se considera vital la misión de la universidad para iluminar desde el Evangelio


y con su fuerza los cambios sociales y de estructura.

1537- La universidad tiene una función crítica dentro de la sociedad, ya que


debe examinar, de manera contínua, la cultura, los fenómenos, los
descubrimientos científicos y los valores de su tiempo.

1538- Se hace así necesario establecer un diálogo cultural en donde la fe, la


vida, la investigación, la razón y la evangelización converjan en la búsqueda de
la verdad, del sentido, del significado y que todo esto se constituya en una
renovación continua del ser humano, de la persona.
330

1539- En una universidad católica, la investigación abarca necesariamente:


a) la consecución de una integración del saber;
b) el diálogo entre fe y razón;
c} una preocupación ética y
d} una perspectiva teológica (cfr. ECE 15).

2. NATURALEZA DE LA UNIVERSIDAD

1540- La universidad es una comunidad académica, la cual, de modo crítico,


contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana y de la herencia
cultural, mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios
ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales (cfr. ECE
12).

1541- "La universidad, es por consiguiente, el lugar donde los estudiosos


examinan a fondo la realidad con los métodos propios de la disciplina
académica, contribuyendo así al enriquecimiento del saber humano. Cada
disciplina se estudia de manera sistemática, estableciendo después un diálogo
entre las diversas disciplinas con el fin de enriquecerse mutuamente" (ECE 15).

1542- La investigación ayuda a los hombres y mujeres en la búsqueda


constante de la verdad y, en las universidades católicas, ofrece un eficaz
testimonio, hoy tan necesario, de la confianza que tiene la iglesia en el valor
intrínseco de la ciencia y de la investigación (cfr. ECE 15).

1543- En el ámbito de la universidad se plantean cuestiones vitales, profundas


transformaciones culturales y se suscitan nuevos desafíos.

1544- En ella se encuentran, como en otros ambientes, los futuros


constructores de la sociedad civil.

1545- La universidad, y de modo más amplio, la cultura universitaria,


constituyen una realidad de importancia decisiva, que la Iglesia no puede
ignorar (cfr. L'Un., Nota preliminar).
331

3. IGLESIA Y UNIVERSIDAD

1546- La Iglesia de Cristo se esfuerza en llevar el Evangelio a todo el género


humano, de tal forma que pueda transformar la conciencia de todos y cada uno
y bañar con su luz, las obras, los proyectos, la vida en su totalidad, así como
el contexto social en el que se desenvuelven. De este modo, al promover
también la cultura humana, cumple su propia misión evangelizadora (cfr. SC
1).

1547- La Iglesia no puede dejar de considerar la universidad en su misión de


anunciar el Evangelio:
11
La misión de evangelizar, que es propia de la Iglesia, exige no sólo que el
...

Evangelio se predique en ámbitos geográficos cada vez más amplios y a


grupos humanos cada vez más numerosos, sino también que sean informados
por la fuerza del mismo Evangelio el sistema de pensar, los criterios de juicio
y las normas de actuación; en una palabra, es necesario que toda la cultura
humana sea henchida por el Evangelio" (cfr. SCh Proemio 1).

1548- En la universidad es donde surgen forjadores de opinión pública y de


cambios sociales. Por esta razón, es una prioridad fomentar la evangelización
en este campo, porque los intelectuales son tierra fecunda para evangelizar
y para convertirse en evangelizadores: "De ahí la atención que todos debemos
dar al ambiente intelectual y universitario. Se puede decir que se trata de una
opción clave y funcional de la evangelización, porque de lo contrario, perdería
un lugar decisivo para iluminar los cambios de estructura" (DP 1055).

1549- La universidad católica debe asegurar la presencia viva de Jesucristo en


el mundo universitario. Además, siendo la cultura un elemento esencial a
construir por los cristianos para desterrar tantos males y elevar el nivel de vida
de la humanidad, corresponde a ella establecer el diálogo entre fe y ciencia,
entre Evangelio y cultura. De este modo, el ámbito de la cultura y la ciencia,
impregnadas del Evangelio, logren producir una promoción humana
transformadora.

1550- Para promover el papel específico de la universidad católica se dieron


importantes indicaciones en la Constitución apostólica "Ex Corde Ecclesiae",
publicada el 15 de agosto de 1990. Así pues, la universidad católica, por su
misma existencia, consigue el objetivo de garantizar bajo una forma
332
institucional una presencia cristiana en el mundo universitario (Cfr. L'Un. 11, 1 ).

1551- Más que ninguna otra, la universidad católica debe tener en cuenta
claramente el tipo de ser humano que quiere formar; para qué tipo de sociedad
lo está formando y con qué visión de hombre lo está preparando.

4. PASTORAL UNIVERSITARIA

4.1. CRITERIOS

1552- "La Universidad y, de modo más amplio, la cultura universitaria


constituyen una realidad de importancia decisiva", como ya se ha dicho. "En
su ámbito se juegan cuestiones vitales, profundas transformaciones culturales,
de consecuencias desconcertantes, suscitan nuevos desafíos. La Iglesia no
puede dejar de considerarlos en su misión de anunciar el Evangelio" (L'Un.,
Nota preliminar).

1553- Se entiende la pastoral universitaria como una actividad de todos los


miembros de la familia universitaria, un modo de animar la fe y la práctica de
los valores cristianos, evangelizando la cultura desde este alto centro de
formación.

1554- La presencia y la misión de la Iglesia en la cultura universitaria revisten


formas diversas y complementarias:

a) Apoyar a los católicos comprometidos en la vida de la universidad:


profesores, investigadores, estudiantes y funcionarios.·

b) Preocuparse por el anuncio del Evangelio a los que en el interior de la


universidad no lo conocen todavía y estén dispuestos a acogerlo
libremente.

c) Dialogar y colaborar sinceramente con aquellos miembros de la


comunidad universitaria que estén interesados en la promoción cultural
del ser humano y en el desarrollo cultural de los pueblos.
333

d) Consolidar la presencia de la Iglesia en la creación, conducción y


dirección de las universidades en general.

e) En cuanto a las universidades católicas se debe decir que, siendo


vanguardia del mensaje cristiano en el mundo universitario, están
llamadas a un servicio destacado a la Iglesia y a la sociedad (cfr. DP
1058).

f) "La presencia institucional de la Iglesia en la cultura universitaria tiene


que ser de calidad, aún si con frecuencia falta el personal y aún los
medios financieros necesarios. Esta situación requiere una capacidad
de adaptación creativa y un adecuado esfuerzo pastoral" (L'Un. 11, 1 ).

g) "Al servicio de las personas comprometidas en la Universidad y, por


medio de ellas, al servicio de la sociedad, la presencia de la Iglesia en
el ambiente universitario se inscribe en el proceso de la inculturación de
la fe como una exigencia de la evangelización" (L'Un., Conclusión).

4.2. LÍNEAS DE ACCIÓN

1555- Para que la cultura esté impregnada del espíritu cristiano es necesario
"impulsar una pastoral adecuada para evangelizar los ambientes universitarios
donde se forman quienes han de plasmar decisivamente la cultura" (DSD 156).

1556- Es imprescindible brindar asistencia espiritual a los que son parte de la


familia universitaria, sobre todo, en las universidades católicas o que
dependan de la Iglesia en su orientación y dirección (cfr. GE 1 O).

1557- Es importante que la acción evangelizadora del mundo universitario


(docentes, investigadores, estudiantes y funcionarios) alcance las instituciones
no confesionales mediante oportunos contactos y servicios de animación
pastoral.

1558- Siendo característica de la universidad el pluralismo intelectual, se hace


necesaria una actitud de diálogo entre el mundo de la ciencia, el religioso, el
político, el económico y todas aquellas facetas que conforman el quehacer
humano.
334

1559- "La universidad debe formar verdaderos líderes, constructores de una


nueva sociedad y esto implica, por parte de la Iglesia, dar a conocer el mensaje
del Evangelio en este medio y hacerlo eficazmente, respetando la libertad
académica, inspirando su función creativa, haciéndose presente en la
educación política y social de sus miembros, iluminando la investigación
científica" (DP 1054).

1560- La acción pastoral en la universidad debe hacerse dentro del marco del
plan nacional de pastoral, bajo las directrices de la Conferencia del Episcopado
Dominicano.

1561- Como pastoral orgánica, la pastoral universitaria, siguiendo el plan


nacional de pastoral, debe insertarse en cada diócesis, como un apartado de
la pastoral de conjunto diocesana, y así caminar con los mismos criterios de la
Iglesia particular.

5. AGENTES DE LA PASTORAL UNIVERSITARIA

1562- El obispo es, pues, el responsable de la pastoral universitaria de su


diócesis.

1563- El obispo debe designar, al menos, un sacerdote o una persona idónea,


como encargado de la pastoral universitaria, incentivando la creación de un
departamento pastoral, que dirigirá el sacerdote o responsable designado por
el obispo.

1564- Se debe integrar una comisión nacional de pastoral universitaria con los
delegados designados por cada obispo diocesano, presidida por el obispo
elegido por la Conferencia del Episcopado Dominicano. Se reunirán
periódicamente y elaborarán un proyecto de pastoral para la universidad
católica y otras universidades del país, que pueda aplicarse según las
características y circunstancias de cada una.

1565- Se recomienda promover movimientos eclesiales dinámicos. "La pastoral


universitaria logra mejores resultados cuando se apoya en grupos o
movimientos y asociaciones, a veces poco numerosos pero de calidad,
sostenidos por las diócesis y las Conferencias Episcopales" (L'Un. 11, 3.6).
335

6. ACCIONES PASTORALES

6.1. ANUNCIO DE CRISTO

1566- Cristo es el centro de toda la vida de la Iglesia, de todo hombre y de toda


institución. Toda acción pastoral tiene como punto de partida el anuncio del
kerigma: Cristo vivo, que murió y resucitó, que alimenta nuestra fe y vida en el
ambiente universitario.

1567- En la universidad se ha de anunciar a Cristo con vigor y entusiasmo


como consumador de ideales e inquietudes en la búsqueda de la verdad.

1568- En las universidades católicas y, siempre que sea posible, en las demás
universidades, se debe establecer una cátedra de teología bajo la alta
dirección del obispo de la diócesis.

1569- Así mismo, se deben organizar jornadas de estudios, seminarios sobre


temas bíblicos, teológicos y sobre la doctrina social de la Iglesia, aprovechando
sobre todo los tiempos fuertes del año litúrgico.

6.2. CELEBRACIÓN DE LA FE Y ATENCIÓN ESPIRITUAL

1570- Se ha de facilitar a los miembros de la familia universitaria, que lo


deseen, la preparación para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana y
los demás sacramentos, especialmente, el de la Reconciliación..

1571- Toda acción pastoral parte y tiende a la celebración del misterio de


Cristo, que se contempla y celebra en la Eucaristía. Por esto, se han de
organizar en la universidad celebraciones periódicas de la Eucaristía
semanales, quincenales o mensuales donde la familia universitaria puede
336

reflexionar sobre. la Palabra de Dios, alimentar su fe en el Cuerpo y la Sangre


de Cristo, celebrar la fe.

1572- Se han de organizar retiros espirituales periódicos, sobre todo en los


tiempos fuertes del año litúrgico de la Iglesia, para los diferentes sectores que
conforman la vida universitaria: personal docente y administrativo, estudiantes,
servidores en general.

1573- Asimismo, se tiene como acción prioritaria la organización de grupos de


reflexión y oración para el crecimiento y la profundización de la fe y de la vida
espiritual.

1574- Con el fin de motivar el crecimiento humano y espiritual de los miembros


de la comunidad universitaria, ofrézcanse convivencias, campamentos y otras
actividades inspirados en las líneas de la pastoral universitaria, propiciando el
intercambio de experiencias de fe, en espacios de sana recreación y contacto
con la naturaleza.

1575- Es importante desarrollar y promover:

- "una pedagogía de carácter "comunitario", que ofrezca diversidad de


propuestas, presente la posibilidad de itinerarios diferenciados y de
respuestas adaptadas a las necesidades reales de las personas
concretas" (L'Un. 111, 1.8);

- "una pedagogía del acompañamiento personal, hecha de acogida, de


disponibilidad y de amistad, de relaciones interpersonales, de
discernimiento de las situaciones vividas por los estudiantes y de los
medios concretos para mejorarlas" (L'Un. 111, 1.8);

- "una pedagogía de la profundización de la fe y de la vida espiritual,


arraigada en la Palabra de Dios, ahondada en la vida sacramental y
litúrgica" (L'Un. 111, 1.8).

6.3. RESIDENCIAS Y CAPELLANÍAS

1576- La diócesis debe fomentar la creación de residencias universitarias y


capellanías, tanto en las universidades católicas como en las no católicas, que
lo acepten.
337

1577- "Mediante la actividad de animación y de toma de conciencia,


promovidas desde la capellanía, la pastoral universitaria puede esperar
conseguir su objetivo, a saber, crear dentro del ambiente universitario una
comunidad cristiana y un compromiso de fe misionera" (L'Un. 11, 1)

6.4. PARROQUIAS UNIVERSITARIAS

1578- Cuando lo juzgue oportuno y teniendo en cuenta el bien espiritual de la


comunidad universitaria, el obispo diocesano erigirá parroquias o distritos
parroquiales universitarios.

1579- La parroquia universitaria es "lugar de encuentro, de reflexión cristiana


y de formación, brinda a los jóvenes la posibilidad de aproximarse a una
realidad de Iglesia hasta entonces desconocida o mal conocida y abre la Iglesia
a la juventud estudiantil, a sus problemáticas y a su dinamismo apostólico.
Lugar privilegiado de la celebración_ litúrgica de los sacramentos, la parroquia
es antes que todo lugar de la eucaristía, corazón de toda comunidad cristiana,
culmen y manantial de todo apostolado" (L'Un. 111, 1.5).
338

PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTOS DE LA PASTORAL
DE LA COMUNICACIÓN

3. ESTRUCTURA DE LA PASTORAL DE LA
COMUNICACIÓN

3.1. COMISIÓN NACIONAL DE LA PASTORAL DE LA


COMUNICACIÓN

3.2. COMISIONES DIOCESANAS

3.3. FUNCIONES DE LAS COMISIONES

4. NORMAS CONCRETAS.
339

PASTORAL DE LA COMUNICACIÓN

1. INTRODUCCIÓN

1580- Entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hay plena comunión


y comunicación. Por Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre,
entramos en comunión y comunicación con la Santísima Trinidad.

1581- La Iglesia es sacramento de Cristo y órgano de comunión y


comunicación.

1582- El objetivo de la pastoral de la comunicación es impulsar la


comunión a través de la comunicación dentro y fuera de la Iglesia.

1583- La pastoral de la comunicación está orientada:

a) al servicio, promoción, coordinación y animación del


trabajo pastoral a través de los medios de
comunicación; y
b) a la acción directa con los comunicadores sociales y
los que dirigen los medios de comunicación.

1584- Esta acción pastoral convoca a todos los que trabajan en el


campo de la comunicación social a la tarea común de impulsar la
nueva evangelización, la promoción humana y la cultura cristiana a
través de los medios de comunicación.

1585- La pastoral de la comunicación debe dirigir su acción pastoral


en dos vertientes: la pastoral en los medios de comunicación y la
pastoral desde los medios de comunicación.
340

1586- La pastoral en los medios de comunicación es el trabajo


eclesial realizado con las personas que manejan los medios, desde
los empresarios y directores hasta los más modestos funcionarios,
los que actúan indirectamente y quienes actúan directa y
definitivamente en el empleo de los medios.

1587- La pastoral desde los medios de comunicación es la que


promueve y facilita el uso pastoral de los mismos y constituye una
acción directa en ellos, en cuanto instrumentos de pastoral.

2. FUNDAMENTO DE LA PASTORAL DE LA
COMUNICACIÓN
1588- Tal y como afirma la Instrucción pastoral Communío et
Progressio: "El mismo Cristo en su vida se presentó como el perfecto
'Comunicador'. Por la 'encarnación' se revistió de la semejanza de
aquellos que después iban a recibir su mensaje, proclamado tanto
con palabras como con su vida entera, con fuerza y constancia,
desde dentro, es decir, desde en medio de su pueblo. Sin embargo,
se acomodaba a su forma y modo de hablar y pensar, ya que lo
hacía desde su misma situación y condición. Por otra parte, la
comunicación lleva consigo algo más que la sola manifestación de
ideas o expresión de sentimientos. Según su más íntima naturaleza
es una entrega de sí mismo por amor; y la comunicación de Cristo es
'espíritu y vida'" (CP 11).

1589- "En nuestro siglo influenciado por los medios de comunicación


social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de
la fe no pueden prescindir de esos medios ... " (EN 45).

1590- "Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad


de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de
Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La
Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara estos poderosos
medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con
ellos la Iglesia 'pregona desde los terrados, el mensaje del que es
depositaria. En ellos se encuentra una versión moderna y eficaz del
púlpito'. Gracias a ellos puede hablar a las masas" (EN 45).

1591- "Sin embargo, el empleo de los medios de comunicación social


en la evangelización supone casi un desafío: el mensaje evangélico
341

deberá, sí, llegar, a través de ellos, a las muchedumbres, pero con


capacidad para penetrar en las conciencias, para posarse en el
corazón de cada hombre en particular, con todo lo que éste tiene de
singular y personal y con capacidad para suscitar en favor suyo una
adhesión y un compromiso verdaderamente personales" (EN 45).

1592- "El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la


comunicación, que está unificando a la humanidad y transformándola
-como suele decirse- en una "aldea global". Los medios de
comunicación social han alcanzado tal importancia que para muchos
son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e
inspiración para los comportamientos individuales, familiares y
sociales. Las nuevas generaciones, sobre todo, crecen en un mundo
condicionado por estos medios. Quizás se ha descuidado un poco
este areópago: generalmente se privilegian otros instrumentos para
el anuncio evangélico y para la formación cristiana, mientras los
medios de comunicación social se dejan a la iniciativa de individuos
o de pequeños grupos, y entran en la programación pastoral sólo a
nivel secundario. El trabajo" en estos medios, sin embargo, no tiene
solamente el objetivo de multiplicar el anuncio. Se trata de un hecho
más profundo, porque la evangelización misma de la cultura
moderna depende en gran parte de su influjo. No basta, pues,
usarlos para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio de la Iglesia,
sino que convienen integrar el mensaje mismo en esta "nueva
cultura" creada por la comunicación moderna" (RM 37c).

1593- La Instrucción pastoral Aetatis Novae reitera que "los medios


de comunicación social pueden y deben ser los instrumentos al
servicio del programa de reevangelización y de nueva evangelización
de la Iglesia en el mundo contemporáneo. Con vistas a la nueva
evangelización, habrá que dar particular atención al impacto
audiovisual, central en la comunicaciones, según el adagio 'ver,
juzgar y actuar'" (AN 11).

1594- Debido al lugar que los medios de comunicación social tienen


en la vida y progreso humanos, a los resultados que pueden
obtenerse y a los problemas que plantean a la conciencia de los
católicos, es necesario que éstos se utilicen con gran interés para
bien y provecho de la tarea pastoral, a los cuales se les dote de los
necesarios recursos, derechos y ayudas y, por último, que distintas
asociaciones especializadas se dediquen a ello (cfr. CP 162).
342

1595- Su Santidad Juan Pablo II reafirma todos estos conceptos con


sus palabras en el Discurso inaugural de la IV Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano: "Al ser la comunicación entre las
personas un importante elemento generador de cultura, los
modernos medios de comunicación social revisten en este terreno
una importancia de primer orden. Intensificar la presencia de la
Iglesia en el mundo de la comunicación ha de ser ciertamente una
de vuestras prioridades" (nº 23).

1596- En la conclusión de la Instrucción pastoral Aetatis Novae se


reitera que "así como el Espíritu ayudó a los antiguos profetas a
descifrar el plan de Dios a través de los signos de su tiempo, hoy
ayuda a la Iglesia a interpretar los signos de nuestro tiempo y a
realizar su misión profética que conlleva el estudio, la evaluación y
el recto uso de las tecnologías y medios de comunicación, que han
llegado a ser fundamentales" (AN 22).

3. ESTRUCTURA DE LA PASTORAL DE LA
COMUNICACIÓN
3.1. COMISIÓN NACIONAL DE LA PASTORAL DE LA
COMUNICACIÓN

1597- La comisión nacional de la pastoral de la comunicación es el


organismo directivo de servicio, planificación, animación y promoción
de la pastoral de la comunicación a nivel nacional.

1598- Esta comisión nacional de la pastoral de la comunicación es


dependencia directa de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

1599- La comisión nacional tiene al frente un obispo presidente, el


director, el secretario ejecutivo, los delegados de las diócesis
designados por los obispos correspondientes, los representantes de
los equipos de los diferentes medios (prensa escrita, radio y medios
audiovisuales) y el presidente de la unión católica de comunicadores
soci1ales (UCADECOS).

1600- Dicha comisión nacional de la pastoral de la comunicación


tiene una mesa directiva integrada por el obispo presidente, el
director y el secretario ejecutivo.
343

1601- Para apoyar el trabajo de la mesa directiva, el presidente


nombra los asesores que estime necesario de acuerdo a las
circunstancias.

1602- La comisión nacional de la pastoral de la comunicación tiene


su sede en Santo Domingo, también sus oficinas y departamentos
para coordinar y ejecutar los trabajos que le competen.

1603- La comisión nacional trabaja en coordinación con el Pontificio


Consejo para las Comunicaciones Sociales y el Departamento de
Comunicación Social del Consejo Episcopal Latinoamericano
(DECOS-CELAM), así como los organismos mundiales y
latinoamericanos de comunicación.

3.2. COMISIONES DIOCESANAS

1604- Al frente de la comisión diocesana de la pastoral de la


comunicación, el obispo nombra un director, quien forma parte de la
comisión nacional.

1605- Cada comisión diocesana debe velar por el cumplimiento de


las funciones específicas de la pastoral de la comunicación y
mantener una relación de información y colaboración con la oficina
nacional.

3.3. FUNCIONES DE LAS COMISIONES

1606- Impulsar el uso de los medios de comunicación social en la


tarea de la evangelización.

1607- Canalizar y proporcionar la información que se genera desde


la Iglesia.

1608- Trazar líneas comunes para el trabajo pastoral en los medios


de comunicación social.

1609- Facilitar la divulgación de material audiovisual e impreso de


carácter pastoral.

161O- Acompañar a los que realizan trabajos de comunicación al


interior y al exterior de la Iglesia.
344

1611- Implementar y apoyar iniciativas que impulsen el trabajo


pastoral dentro de los medios de comunicación.

1612- Promover y facilitar la capacitación de comunicadores para un


eficiente trabajo pastoral en estrecha colaboración con las
universidades e institutos de la Iglesia u otros centros formativos.

1613- Crear y coordinar equipos de trabajo para las diferentes áreas


de la comunicación.

4. NORMAS CONCRETAS

1614- La Conferencia del Episcopado Dominicano elige un obispo


responsable de la comisión nacional de la pastoral de la
comunicación social, quien la preside.

1615- El obispo presidente, en comunión con la Conferencia del


Episcopado Dominicano, nombra un director para la comisión
nacional de la pastoral de la comunicación, quien tiene como misión
la coordinación y animación de la misma.

1616- De igual forma se nombra un secretario, quien realiza la


función ejecutiva en la comisión a través de la oficina nacional y en
colaboración con el director.

1617- Toda documentación e información oficial de la Iglesia debe


ser difundida por la oficina nacional, priorizando los medios
eclesiales. Dígase lo mismo de las oficinas diocesanas para el
mismo servicio en y desde las diócesis.

1618- Se recomienda que la oficina nacional y las diocesanas, para


su nivel, mantengan un archivo de las intervenciones oficiales
registradas en los medios de: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos
en representación de cualquier sector de la vida eclesial.

1619- Los medios de comunicación de la Iglesia deben tener una


estrecha relación de coordinación de su trabajo con las comisiones
345

diocesanas y éstas con la nacional, a través de los equipos


establecidos.

1620- La comisión nacional y las diocesanas velarán para que el


estudio de la pastoral de la comunicación se incluya en los
seminarios, universidades, casas de formación, escuelas de laicos
y otros.

1621- Los organismos de Iglesia procuren apoyar todo aquello que


promueva el buen desarrollo de la pastoral de las comunicaciones de
acuerdo a los conceptos y normas de la Iglesia.

1622- Para la Jornada mundial de la comunicación puede


organizarse en cada diócesis, a juicio del obispo, una jornada de
formación sobre la comunicación, de oración y de ayuda económica
para esta pastoral (cfr. IM 18).

1623- El canal de televisión de la Iglesia (TELEVIDA), la unión


católica de comunicadores sociales (UCADECOS) y cualquier otra
institución, que surja en el campo de la pastoral de la comunicación,
se rigen por sus propios estatutos aprobados por la Conferencia del
Episcopado Dominicano.

1624- "A tenor del canon 772,2, para tener programas de doctrina
cristiana por Radio o Televisión se necesitará permiso por escrito del
propio Obispo Diocesano o del Obispo Diocesano donde se hace la
transmisión. El Obispo podrá exigir el esquema del temario y le
deberá constar de la fidelidad al magisterio de la Iglesia, de la
preparación adecuada y del espíritu apostólico de quien asume tal
ministerio" (NC 9).

1625- "A tenor del canon 831,2, para que clérigos o miembros de
Institutos Religiosos tomen parte en emisiones de Radio o
Televisión, en las que se trate de cuestiones referentes a la doctrina
católica o a las costumbres, se requerirá que sean competentes; que
conste de su fidelidad a la doctrina y disciplina de la Iglesia; que
acudan identificados como clérigos o religiosos en su modo de vestir;
y que tengan el debido permiso de su Obispo Diocesano o del
Obispo en que se produce la emisión y de su Superior Mayor local"
(NC 11).
346

PASTORAL DEL ECUMENISMO

1. INTRODUCCIÓN

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES
2.1. UNIDAD Y UNICIDAD DE LA IGLESIA
2.2. RELACIÓN DE LA IGLESIA CATOLICA CON
HERMANOS DE DIVERSAS IGLESIAS CRISTIANAS

3. LA PRACTICA DEL ECUMENISMO

4. ORGANISMOS V AGENTES DE PASTORAL


ECUMENICA
347

PASTORAL DEL ECUMENISMO

1. INTRODUCCIÓN

1626- La división que se presenta entre nosotros contradice la


voluntad de Dios y es motivo de escándalo. Porque una sola es la
11

Iglesia fundada por Cristo; muchas son, sin embargo, las


"comuniones cristianas" que a sí mismas se presentan ante los
hombres como verdadera herencia de Jesucristo; todos se confiesan
discípulos del Señor, pero de modo distinto y siguen caminos
diferentes, como si Cristo mismo estuviera dividido. Esta división
contradice abiertamente a la voluntad de Cristo, es un escándalo
para el mundo y daña a la causa santísima de la predicación del
Evangelio a todos los hombres" (UR 1; cfr. UUS 6).

1627- El Concilio Vaticano II nos dice que "el Señor de los siglos,
que sabia y pacientemente continúa el propósito de su gracia sobre
nosotros pecadores, ha empezado recientemente a infundir con
mayor abundancia en los cristianos desunidos entre sí el
arrepentimiento y el deseo de la unión" (UR 1; cfr. UUS 1 ). Casi
todos, aunque de manera distinta, aspiran a una Iglesia de Dios
única y visible, que sea verdaderamente universal y enviada a todo
el mundo, a fin de que éste se convierta al Evangelio y de esta
manera se salve para gloria de Dios (cfr. UR 1; UUS 7).

1628- En conformidad con el canon 755, este I Concilio Plenario


Dominicano desea promover la unidad de todos los cristianos, y para
esto, de acuerdo con el Colegio de los obispos y de la Sede
apostólica, quiere recordar y establecer normas prácticas, dentro de
su circunscripción eclesiástica, que ayuden a la unidad, a que todos
nos reconozcamos unidos en "un solo Señor, una sola fe, un solo
348

Bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por
todos y en todos" (cfr. Et. 4, 5-6).

2. FUNDAMENTOS DOCTRINALES

2.1. UNIDAD Y UNICIDAD DE LA IGLESIA

1629- Dios Padre envió al mundo a su Hijo unigénito para que,


hecho hombre, regenerara a todo el género humano con la
redención y lo congregara en unidad (cfr. 1 Jn. 4,9; Col. 1, 18-20; Jn.
11,52 ; también UR 2).

1630- Jesucristo, antes de ofrecerse a sí mismo como víctima


inmaculada en el altar de la cruz, rogó al Padre por los creyentes,
diciendo: "Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que
ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú
me has enviado" (Jn. 17,21; cfr. UR 2).

1631- Jesucristo instituyó en su Iglesia el admirable sacramento de


la Eucaristía, por el cual se significa y se realiza la unidad de la
Iglesia. Dio a los suyos el nuevo mandamiento del amor mutuo (Jn.
13, 34), y les prometió el Espíritu consolador (Jn. 16, 7), que, Señor
y dador de vida, permanecería con ellos para siempre (cfr. UR 2).

1632- Después de la Resurrección, el Señor Jesús envió el Espíritu


Santo, el cual había prometido, y por su medio llamó y congregó al
pueblo de la nueva alianza que es la Iglesia, en la unidad de la fe, de
la esperanza y de la caridad, como enseña el Apóstol: 11 Un solo
Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis
sido llamados" (Ef. 4,4). "En efecto, todos los bautizados en Cristo os
habéis revestido de Cristo: ya no hay judío, ni griego; ni esclavo, ni
libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús. Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham,
herederos según la Promesa 11 (Ga. 3, 27-29).

1633- El Espíritu Santo, que habita en los creyentes y llena y


gobierna a toda la Iglesia, realiza esa admirable unión de los fieles
y tan estrechamente une a todos en Cristo, que es el principio de la
349
unidad de la Iglesia. El es el que obra las distribuciones de gracias
y ministerios, enriqueciendo a la Iglesia de Jesucristo con variedad
de dones para el recto ordenamiento de los santos en orden a las
11

funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo" (Ef.


4, 12; cfr. UR 2 y UUS 57).

1634- Jesucristo, para establecer su santa Iglesia en todo el mundo


hasta el fin de los siglos, confió al Colegio de los Doce el oficio de
enseñar, de gobernar y santificar (cfr. Mt. 28, 18-20 y Jn. 20, 21-23).
Entre los apóstoles, Jesucristo eligió a Pedro, sobre el cual, después
de la confesión de fe, decretó edificar su Iglesia; a él le prometió las
llaves del reino de los cielos (cfr. Mt. 16, 19 y Mt. 18, 18); y le
encomendó, después de la profesión de su amor, el confirmar a
todas las ovejas en la fe (cfr. Le. 22, 32), y el apacentarlas en la
perfecta unidad, permaneciendo eternamente Jesucristo mismo
como piedra angular definitiva (cfr. Ef. 2, 20), y pastor de nuestras
almas (cfr. 1P 2, 25) (cfr. UR 2; LG 24-27 y UUS 88-96).

1635- "Jesucristo quiere que su pueblo crezca por medio de la


predicación fiel del Evangelio, la administración de los sacramentos
y el gobierno amoroso de los Apóstoles y de sus sucesores los
Obispos, con su cabeza, el Sucesor de Pedro, con la ayuda del
Espíritu Santo; y va perfeccionando su comunión en la unidad,
profesión de una misma fe, celebración común del culto divino,
concordia fraterna de la familia de Dios11 (UR 2).

1636- "El Concilio (Vaticano 11) afirma que esta unidad no exige en
modo alguno el sacrificio de la rica diversidad de espiritualidad, de
disciplina, de ritos litúrgicos y de elaboración de la verdad revelada
que se han desarrollado entre los cristianos, en la medida en que
esta diversidad permanece fiel a la Tradición apostólica" (DPNE 20).

1637- La Iglesia, único rebaño de Dios, como estandarte levantado


ante las naciones (cfr. Is 11, 10-12), peregrina en esperanza hacia
la meta de la patria celeste (cfr. 1P 1, 3-9), comunicando el
Evangelio de la paz a todo el género humano (cfr. Ef 2, 17-18 y Me
16, 15). Éste es el misterio sagrado de la unidad de la Iglesia en
Cristo y por Cristo, obrando el Espíritu Santo la variedad de
funciones. El supremo modelo y supremo principio de este misterio
es, en la Trinidad de Personas, la unidad de un solo Dios Padre e
Hijo en el Espíritu Santo (cfr. UR 2).
350

1638- Los católicos mantienen la firme convicción de que la única


Iglesia de Cristo "subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el
sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él" (LG 8).
Confiesan que la plenitud de la verdad revelada, de los sacramentos
y del ministerio, que Cristo dio para la construcción de su Iglesia y
para el cumplimiento de su misión, se halla en la comunión católica
de la Iglesia. Saben ciertamente los católicos que persoñalmente no
han vivido ni viven en plenitud los medios de gracia de que está
dotada la Iglesia. Pero nunca pierden, a pesar de ello, la confianza
en la Iglesia. "La Iglesia peregrina en este mundo es llamada por
Cristo a esta perenne reforma, de la que ella, en cuanto institución
terrena y humana, necesita permanentemente" (UR 6). Su fe les
asegura que ella sigue siendo "la digna esposa de su Señor'' y se
renueva de continuo "bajo la acción del Espíritu Santo hasta que por
la cruz llegue a la luz sin ocaso" (LG 9).

1639- La Iglesia es ciertamente una, y "cuando los católicos emplean


las expresiones 'Iglesias', 'otras Iglesias', 'otras Iglesias y
Comuniones eclesiales', etc., para designar a quienes no están en
plena comunión con la Iglesia católica, debe tenerse siempre en
cuenta esta firme convicción y confesión de fe" (DPNE 17). Por esto,
el término "iglesia" debe entenderse en el sentido estrictamente
teológico (cfr. UR 3, 14 y 15).

2.2. RELACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA CON HERMANOS


DE DIVERSAS IGLESIAS CRISTIANAS

1640- "Ya desde los comienzos surgieron escisiones en esta una y


única Iglesia de Dios, las cuales reprueba gravemente el Apóstol
como condenables; y en siglos posteriores nacieron disensiones más
amplias, y Comunidades no pequeñas se separaron de la plena
comunión de la Iglesia católica, a veces no sin culpa de los hombres
de una y otra parte" (UR 3).

1641- "Sin embargo, quienes ahora nacen en esas Comunidades y


se nutren con la fe de Cristo no pueden ser acusados de pecado de
separación, y la Iglesia católica los abraza con fraterno respeto y
amor. Porque éstos, que creen en Cristo y recibieron debidamente
el bautismo, están en una cierta comunión con la Iglesia católica,
aunque no perfecta. Es cierto que, por discrepancias existentes de
351

varios modos entre ellos y la Iglesia católica(...) se oponen no pocos


obstáculos, a veces bastante graves, a la plena comunión eclesial,
los cuales intenta superar el movimiento ecuménico" (UR 3).

1642- No obstante, "justificados en el bautismo por la fe, están


incorporados a Cristo y, por tanto, con todo derecho se honran con
el nombre de cristianos, y los hijos de la Iglesia católica los
reconocen, con razón, como hermanos en el Señor'' (UR 3; y cfr.
también UUS 10, 11 y 88).

1643- Sin embargo, los hermanos de las diversas Iglesias y otras


denominaciones cristianas, ya individualmente, ya sus comunidades
e iglesias, no disfrutan de aquella unidad que Jesucristo quiso dar a
todos aquellos a los cuales pastoreó y convivificó para un solo
cuerpo y una vida nueva, y que la Sagrada Escritura y la venerable
Tradición de la Iglesia confiesan. Porque únicamente por medio de
la Iglesia católica de Cristo, que es el auxilio general de salvación,
puede alcanzarse la total plenitud de los medios de salvación (cfr.
UR 3).

1644- Creemos que el Señor Jesús encomendó todos los bienes de


la nueva alianza a un solo Colegio apostólico, al que Pedro preside,
para constituir el único Cuerpo de Cristo en la tierra, al cual es
necesario que se incorporen plenamente todos los que de algún
modo pertenecen ya al pueblo de Dios (cfr. UR 3).

1645- "Sin embargo, entre los elementos y dones que pertenecen


como propios a la Iglesia católica (por ejemplo, la Palabra de Dios
escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad, etc.),
algunos pueden existir fuera de sus límites visibles" (DPNE 104,b).

1646- "Las Iglesias y Comunidades Eclesiales, que no están en


plena comunión con la Iglesia católica, no han sido en modo alguno
privadas de significación y de valor en el misterio de· la salvación,
porque el Espíritu de Cristo no rehúsa servirse de ellas como medios
de salvación. En formas que varían según la condición de cada
Iglesia o Comunidad eclesial, sus celebraciones pueden alimentar la
vida de la gracia en los miembros que participan en ellas, y dar
acceso a la comunión de salvación" (DPNE 104,b).

1647- "El movimiento ecuménico es una gracia de Dios, concedida


por el Padre en respuesta a la oración de Jesús y a las súplicas de
la Iglesia inspirada por el Espíritu Santo" (DPNE 22).
352

1648- Por "movimiento ecuménico" se entienden las actividades e


iniciativas que, según las variadas necesidades de la Iglesia y las
características de la época, se suscitan y se ordenan a favorecer la
unidad de los cristianos. Tales son:
en primer lugar, todos los esfuerzos para eliminar palabras,
juicios y acciones que no respondan, según la justicia y la
verdad, a la condición de los hermanos de las diversas
iglesias y otras denominaciones cristianas quienes, por lo
mismo, hacen más difíciles las relaciones mutuas con ellos;
en segundo lugar, el diálogo establecido entre peritos bien
preparados, en el que cada uno explica con mayor
profundidad la doctrina de su comunión y presenta con
claridad sus características (cfr. UR 4 y UUS 7; 36-
38;44;59;78-81 ).

3. LA PRACTICA DEL ECUMENISMO


1649- La preocupación por el restablecimiento de la unión es interés
de toda la Iglesia, tanto de los fieles como de los pastores, y lleva
consigo:

a) la renovación de la Iglesia;
b) la conversión del corazón;
e) la oración unánime;
d) el conocimiento mutuo de los hermanos;
e) la formación ecuménica;
la forma de expresar y de exponer la doctrina de la fe;
g) la cooperación con los hermanos de otras
denominaciones cristianas;
h) el tener en cuenta la complejidad y diversidad de la
situación ecuménica y
i) la existencia de las sectas y los nuevos movimientos
religiosos y su distinción de las iglesias y comunidades
eclesiales (cfr. UR 4-12).

1650- "Es lícito, e incluso deseable, que los católicos se unan con
los hermanos separados para orar en ciertas circunstancias
especiales, como son las oraciones 'por la unidad' y en las
asambleas ecuménicas. Estas oraciones en común son medio
extraordinariamente eficaz, sin duda, para impetrar la gracia de la
unidad y expresión genuina de los lazos que siguen uniendo a los
353

católicos con los hermanos separados: 'Donde hay dos o tres


reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos' (Mt 18, 20)"
(UR 8; cfr. también UUS 72 y 102). ..._
1651- Para participar en las actividades ecuménicas, téngase en
cuenta las orientaciones del obispo diocesano y de la Conferencia
Episcopal (cfr. UR 8; DPNE 39, 40).

1652- "Sin embargo, no es lícito considerar la comunicación en las


funciones sagradas como un medio que pueda usarse
indiscriminadamente para restablecer la unidad de los cristianos.
Esta comunicación depende principalmente de dos principios: de la
significación obligatoria de la unidad de la Iglesia, y de la
participación en los medios de la gracia. La significación de la unidad
prohibe la mayoría de las veces esta comunicación. La necesidad de
procurar la gracia la recomienda a veces" (UR 8). Por esto, es
necesario atenerse a las normas de los obispos en comunión con la
Santa Sede (cfr. UR 8). Igualmente es oportuno tener presente que
existe una distinción clara en lo que se refiere al compartir la vida
sacramental, especialmente la Eucaristía, con las diferentes Iglesias
orientales (cfr. DPNE 122-128) y con los cristianos de otras iglesias
y comunidades eclesiales (cfr. DPNE 129-136; cfr. también CIC c.
844,4; CCEO 671,4).

1653- No deje de celebrarse, de alguna manera, en las parroquias,


casas de formación y otras instituciones la "Semana de la unidad",
como lo pide la Iglesia universal.

1654- En el campo social, todos los hombres sin excepción están


llamados a una empresa común, y con mayor razón quienes creen
en Dios, y de modo muy particular todos los cristianos, por estar
honrados con el nombre de Cristo (cfr. UR 12; UUS 40).

1655- Campos de colaboración son, por ejemplo, el trabajo conjunto


para desarrollo de las ciencias y de las artes con espíritu cristiano;
el buscar remedio a los problemas que crean la falta de alimentación,
las calamidades naturales, el analfabetismo, la miseria, la escasez
de viviendas, las enfermedades, la injusta distribución de los
bienes y otros (cfr. UR 12).

1656- Esta cooperación de todos los cristianos expresa con viveza


la unión que ya los vincula entre sí y expone a más plena luz el rostro
de Cristo siervo. Por medio de ella, quienes creen en Cristo pueden
354

aprender con facilidad la manera de conocerse mejor los unos a los


otros y de apreciarse más y de allanar el camino a la unidad de los
cristianos (cfr. UR12).

1657- "El principio general es que la colaboración ecuménica en la


vida social y cultural debe realizarse en el contexto gjobal de la
búsqueda de la unidad de los cristianos. Si no va unida a otras
formas de ecumenismo, especialmente la oración y el compartir
espiritual, puede fácilmente confundirse con intereses ideológicos o
puramente políticos y convertirse así en un obstáculo al progreso
hacia la unidad. Como todas las demás formas de ecumenismo,
debe ser supervisada por el Obispo del lugar, ( ... ) o por la
Conferencia Episcopal"
( DPNE 212).

1658- En todo caso, la pastoral ecuménica siempre ha de tomar en


cuenta y seguir los lineamientos del "Directorio para la aplicación de
los principios y normas sobre el ecumenismo".

1659- Hay que insistir, sin embargo, en el hecho de que los


principios de la puesta en común espiritual o de la cooperación
práctica que damos aquí o se dan en el Directorio referido sólo se
aplican a las iglesias y a las comunidades eclesiales con las cuales
la Iglesia católica ha establecido relaciones ecuménicas: "...el único
fundamento para tal puesta en común y tal cooperación es el
reconocimiento por ambas partes de una cierta comunión ya
existente, aunque sea imperfecta, unida a la apertura y al respeto
mutuo que tal reconocimiento produce" (DPNE 36).

1660- En República Dominicana existen nuevos movimientos


religiosos o nuevos grupos religiosos, que, aunque se consideren
cristianos, no entran, por ahora, en las condiciones arriba indicadas
(cfr. al respecto el documento publicado el 7 de mayo de 1986 por el
Secretariado para la Unión de los Cristianos, conjuntamente con
otros dicasterios de la Santa Sede, titulado 'Per rispondere a una
preoccupazione'). Los obispos con los presbíteros en cada diócesis
tenemos que buscar cómo se puede vivir el compromiso ecuménico
en esta realidad y cómo ir formando a las comunidades para que
vayan al encuentro de esos hermanos, con preparación y al mismo
tiempo con inquietud ecuménica.

1661- "A tenor del canon 755,2, se promoverá siempre el


Ecumenismo de acuerdo a las orientaciones y normas de la Santa
355
Sede. En dicha promoción se tendrá en cuenta la distinción entre las
Iglesias y Comunidades eclesiales por un lado, y las sectas por el
otro lado. La búsqueda de la unidad y de la unión se hará siempre
sin detrimento de la verdad y de la identidad católica. Los Actos
Ecuménicos, que se celebren, deberán ser organizados por la
Comisión Episcopal para el Ecumenismo o por el Obispo Diocesano
o contar con su aprobación. En la defensa de los ataques de las
sectas se adoptará un estilo expositivo y aclaratorio. En los grupos
de oración no podrán ser admitidas personas proselitistas de las
Sectas. Se prohibe también difundir sus libros. Los fieles deberán ser
instruidos sobre la diferencia existente entre las Iglesias y
comunidades eclesiales cristianas no católicas y las sectas" (NC 7).

4. ORGANISMOS Y AGENTES DE PASTORAL


ECUMENICA

1662- En las diócesis, el obispo nombra una persona competente


como delegado diocesano para las cuestiones ecuménicas. Esta
persona ha de encargarse de animar la comisión ecuménica
diocesana y de coordinar sus actividades, o bien de llevar adelante
actividades ecuménicas si no existiera tal comisión (cfr. DPNE 41 ).

1663- La comisión nacional de pastoral ecuménica es dependencia


directa de la Conferencia del Episcopado Dominicano, y está
integrada por un obispo y los delegados diocesanos, asistidos por
expertos designados por la Conferencia Episcopal.

1664- La comisión nacional para el ecumenismo tendrá a su cargo


el dirigir la formación ecuménica de los fieles, así como las
actividades ecuménicas, indicando el modo seguro y concreto de
actuar, y resolviendo las dudas que pudieran surgir, teniendo en
cuenta todas las circunstancias de tiempo, lugar y personas, en
conformidad a los documentos del Pontificio Consejo para la
Promoción de la Unidad de los Cristianos, y las directrices de la
misma Conferencia del Episcopado Dominicano.
356

CONCLUSION
357

CONCLUSIÓN

APLICACIONES DEL I CONCILIO PLENARIO DOMINICANO

1665- En el currículum de estudios del seminario mayor o de centros superiores


de formación eclesiástica, en las escuelas formativas de los miembros de los
institutos de vida consagrada y de vida apostólica, han de incluirse el estudio
de la normativa del I Concilio Plenario Dominicano.

1666- En las escuelas de formación de laicos, igualmente, se ha de incluir en


cada materia de estudios, la enseñanza conciliar dominicana correspondiente
a dicha materia.

1667- En las universidades católicas, escuelas católicas u otros centros


formativos de la Iglesia, inclúyase sistemáticamente la enseñanza del presente
Concilio correspondiente a la temática que se está impartiendo.

1668- En los catecismos y en la educación sistemática de la fe transmítanse los


contenidos del I Concilio Plenario Dominicano, teniendo en cuenta la temática
tratada y las necesarias adaptaciones pedagógicas o culturales.

1669- En los encuentros o reuniones de planificación pastoral, cualquiera que


sea el nivel eclesial en que se realicen, téngase siempre en cuenta la normativa
de este I Concilio Plenario Dominicano.
358

INDICE ONOMÁSTICO Y TEMÁTICO


Los números que aparecen junto a cada entrada no se refieren a la página, sino
exclusivamente a los números marginales del documento adjunto.

A
Abogados 1343
Aborto 1032
Abraham (Patriarca) 1171, 1632
Abstinencia (Días de) 338-339
Obligación 339
Absolución 378-379
Accidentados 424-425
Acólito 894,895,896,900
Administrador Diocesano 676-677
Adolescencia 1072
Adolescentes 1070,1098,1103, 1309
Aetatis Novae (Instrucción) 1593, 1596
Alcohólicos 1055
Aldea global 1592
Alfabetización (Campañas) 1464
Altagracia, Ntra. Sra. (Devoción) 160, 162
Fiesta Precepto 337
Altar 341
Ambrosio (San) 331
América Latina 91,94,101, 105,107, 159,471
Analfabetismo 1655
Ancianos (as) 1265,1366
359

Ángelus (Rezo) 36
Anticoncepción (v. Aborto)
Aportaciones (v. Tasas)
Árbol (Día del) 1302
Arcipreste 690
Ascensión (Fiesta) 337
Asilados 1403
Asunción de María (Fiesta) 337
Aviadores 1384

B
Baní (diócesis) 807
Barahona (tribunal) 806
Basilio (San) 161
BAUTISMO (Sacramento): 13,14-15,79,121,167,174,176,178-258,
260,266,267,272,277,278,288,296,403,569,903, 1174, 1488,1490, 1628
calendario 226
catecumenado 14, 15, 240-242,243, 251,272
catequesis pre-bautismal 15
catequesis post-bautismal 14
celebración 215-231
de adultos 239-258
de niños 183-238
Libro de 744
Padres 195-203
Padrinos 204-209
Padrinos del Adulto 255-257
preparación 210-214
360

pruebas y anotación 232-238,258


Ritual (es) 211,222-223,242
Biblia (Sagrada Escritura) 25,38,157,319.320,756,870,1106, 1333,
1367, 1378, 1381,
Buena Noticia (o Buena Nueva) 33,847, 1003, 1096, 1227, 1421, 1590
Buen Pastor 468, 495,499, 509,520, 544
Buen Samaritano 1265

e
Cacao 1302
Café 1302
Campesinos 1292,1296, 1297
Cantos 894
Capellán (es) 1368, 1369, 1371
Capillas 1457
Cárcel (es) 1327,1335
CÁRCELES (Pastoral Penitenciaria) 1327-1330
Comisión Diocesana 1370-1376
Comisión Nacional 1368-1369
Criterios de acción 1340-1346
Fundamentos 1331-1339
Líneas de Acción 1360-1367
Prisiones 1334,1367
Tareas 1347-1359
CARITAS 1304, 1320,1323
Casa Abierta 1320, 1323
Castidad/Celibato 503,519,952,1024,1135
Catecismo (s) 15, 1668
361

Catecismo de la Iglesia Católica 22-25,113,870,1075


Naturaleza 22-24
Texto de Formación 23, 25
Catecumenado (v. Bautismo)
Catecúmenos 140
Catequesis 1-166,577,821,925,1095,115,1178,1268,1367,1488,1490
Familiar 26-38
Sobre la Familia 39-43
11 Semana Latinoamericana 118-119
Catequista (s) 1-166,351,1035
CEDAIL (Centro de Asesoría e Investigación Legales) 1320,1323
CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) 118,1321,1603
C�ntros de Formación:
Eclesiástica 1665
lntercongregacionales 971
Christifideles laici (Constitución) 887
Cirilo de Jerusalén (San) 331
Civilización del Amor 1087-1093,1134,1142
Clero Diocesano
Admisión Ex-Religiosos 973-97 4
Seguridad Social 794,795
Vocaciones 967,968
Cclegios Católicos 1305,1406
Comentador 894
Comisión Episcopal para Ecumenismo 1661
Comisión Nacional de Pastoral Penitenciaria (v. Cárceles)
Comisión Nacional de Pastoral Vocacional 1189,1190
Communio et Progressio (Instrucción) 1588
362

Compadrazgo 205
Comunidad diocesana 71-74
Comunidad eclesial 46-55,646,690
Comunicación Social (Medios) 491, 1583, 1585, 1586, 1587, 1588, 1591, 1592
Directores 1586
Empresarios 1586
COMUNICACIÓN SOCIAL (Pastoral): 1580-1587
Comisión Diocesana 1604-1605
Comisión Episcopal 1597-1603
Funciones de las Comisiones 1606-1613
Fundamentos Pastoral 1588-1596
Medios de la Iglesia 1619,1623
Normas 1614-1625
Comunión (v. Eucaristía) 340-341, 925,927,934,935,937,938
Durante la Misa 934-947
Enfermos 419-423
Fuera de la Misa 939-941
Postura para Recibirla 331
Prohibido tomarla del Copón 332
Recibirla en la Mano 329-330
Sólo dos veces en un día 333
COMUNIÓN (Primera):
Acompañamiento Posterior 351
Celebración 347-350
Jóvenes y Adultos 351
Normas Celebración 323-328
Normas Pastorales Generales 309-322
Petición 342
363

Preparación 343-350
Traje) 350
CONACA (Comisión Nacional de Catequesis) 8,15,21,73,99, 126-128,146,152
Concilio Plenario Dominicano (1) 427,664,789,950,1475, 1628,1665,1668,1669
Normas 795
Concilio Provincial 664
Concilio Vaticano (v. Vaticano)
Concordato con la Santa Sede 637,764,1478
CONDOR (Conferencia Dominicana de Religiosos) 840,990,1189
CONDIS (Conferencia Dominicana de Institutos Seculares) 840,990,1189
Confesión (es) 366-370
Confesonarios 380
CONFIRMACIÓN (Sacramento) 13,15,79,167,174,176,238,247,259-300,302,
403,903, 1488,1490,1174
catequesis 299-300
celebración litúrgica 287-291,281-283
confirmando 277-280
padres y padrinos 263-268
preparación 269-276
registro 295-298
Congregación de la Doctrina de la Fe 1059
Congregación para el Culto Divino 625
Congregaciones religiosas 829,1373,1480
Congregatio de lnstitutione Catholica 97 4
Congreso Nacional (RO) 764
Consagración (v. Eucaristía)
Convención de los Derechos del Niño (ONU) 1035
Cooperativas Agrarias 1296
364

Corpus Christi (Fiesta) 337


Crisma 287
Crucifijo 38
Cuaresma 121,244,790
Cuerpo de Cristo 11,1633,1644
Cultura dominicana 123,1377
Cum Nobis (Motu Proprio) 1221

D
David (Rey) 1171
Decanato 646,690,1162,1374
DECAT (Departamento de Catequesis) 118
DECOS (Departamento de Comunicación Social del CELAM) 1603
Defunciones (libro) 744
Delincuente 1333, 1341
Delito 1341
Democracia (Democrático) 1541
Derechos de la Familia (Carta) 1035
Dispensas (libro) 744
Derecho Canónico (Código) 208,215,218,231,561,648,651,664,670,676,
706,708,767,787,789,799
Normas Complementarias 15
Derechos Humanos (Declaración Universal) 1284,1501
Desterrados 1384,1403
Diaconado (Orden) 426,1175
Diácono(s) 176,216,393,1049, 1315, 1384
DIÁCONOS PERMANENTES 564-584,794,844
Candidatos 576-578
365

Formación 579-584
Seguridad Social 578
Vocaciones 1117
Diáspora 1385
Dignidad Humana 1540
DIÓCESIS 642, 1178, 1204, 1162, 1352, 1404, 1408, 1499, 1562, 1676
Archivo 707, 744
Asuntos Económicos 698-713
Colegio de Consultores 672-681
Consejos Diocesanos 649-651
Consejo Pastoral 682-692
Consejo Presbiteral 652-671
Curia Diocesana 647-648
Departamentos 700
Ecónomo 702-704, 708
Encuentros Pastorales 693-697
Gobierno Dicesano 664
sede vacante 675-676
Discapacitados 1772
Disciplina 1515, 1541
Divorciados 1058-1059
no distribuyan comunión 897
Divorcio 1004
Doctrina Social (v. Iglesia)
Drogas (Adictos) 1045, 1055
366

E
Ecosistema (s) 1299
ECUMENISMO (Pastoral): 1626-1628, 1658
Actividades 1649-1651
Actos Ecuménicos 1661
Asambleas 1650
Comisiones 1662-1664
Definición 1648
Directorio Principios 1658
Formación de los fieles 1661 , 1664
Fundamentos 1629-1639
Práctica 1649-1661
Movimientos 1641
Relación Católicos con otros Cristianos 1640-1648
Organismos y Agentes 1662-1664
Unidad/Unión Iglesias 1628, 1629, 1633, 1643, 1649, 1657, 1664
Educación 1411
Centros/Escuelas 75-81
Ley Orgánica 1528
Secretaría de Estado 734, 1490, 1495, 1524, 1532
Superior 1536
EDUCACIÓN (Pastoral de la): 1463-1464
Católica 1469-1472
Fundamentos 1465-1475
Formación Integral 1523-1526
Líneas Pastorales 1476-1499.
Proyecto Educativo Nacional 1491-1492
Textos Nacionales 1493-1495
367

Textos Educación Sexual 1494


Educador (s) o Maestros 1186,1464,1466,1471, 1183,1492, 1498
Egipto 1378
Ejercicios Espirituales (anuales) 530
EM (Encuentros Matrimoniales) 1052
Emaús 94
Enfermos 1265
Mentales 1265,1272
SIDA 1265,1272
Emigrante (s) 1055,1384
Epifanía (fiesta) 337
Episcopado (Orden) 426,1175
Episcopado Dominicano (Conferencia) 8,48-49,103,108, 115, 318, 331,381,
414,453-456,530,562,602,625,627, 635,651,670,697,737,762,779,782,808,
814,838,840,842,894,994,1157, 1158,1161, 1189, 1217, 1319, 1320, 1321,
1368, 1405,1431,1439,1525,1533,1519,1540,1565,1598, 1614, 1615, 1623,
1651, 1657, 1663,1664
Episcopado Latinoamericano (111 Conferencia) 818
IV Conferencia 139,1034
Eremitas (Orden) 1175
Escuela (s) 1259,1464,1476
Normales 1481
Públicas/Privadas 1494
ESCUELAS CATÓLICAS: 1473-1475, 1667
Centros Educativos 1464, 1490
Comisiones Diocesanas 1525-1526, 1530-1534
Comunidad Educativa 1483-1486
Unión Nacional 1519-1522


368

Espíritu o Espíritu Santo 259,263,265,270,276,497,502, 508,754,756,758,


851,855,884,885,888,951,956,957,962,964, 1053, 1073, 1078, 1107,1135,
1153,1167,1169,1177,1380,1580,1596,1631, 1632,1633,1637,1638,1646,
1647,
Acción del 168-170, 216,365
Espíritu de Cristo 501, 505, 1083,1123
Esposos (Menores de Edad) 1055
Separados 1057
Estado (Institución) 1271,1468,1508
Estado Civil (Oficial del) 637
Ester (Biblia) 1171
Esterilización 1032
Estudiantes 1110,1377,1554,1557
EUCARISTÍA (Sacramento) 13,15,79,121,155,174,247,260,264,272,273,
277-278,288,301-362,381,403,406,414,423,503,512,525,569,897,942,950,
1174,1488,1490,1571,1631
Consagración 322
Culto fuera de la Misa 355-362
Exposición Santísimo 948
Lugar Celebración 334-336
Nombres Eucaristía 303
Modo Recepción 329-333
Plegaria Eucarística 623
Reserva Santísimo 356-357
Veneración 308
Eutanasia 1032
Evangelio 2,3,5-6,29,90,468,569,849, 961, 1054,1071, 1086,1089,1105,
1139,1149, 1232,1247,1250,1254,1260,1262,1315, 1347, 1428,1473,1536,
1546,1547,1549,1552,1559,1590,1626,1627,1635,1637
369

inculturación del 1,881


Evangelii nuntiandi (Exhortación) 760-761
Evangelización 1,41,102,105,861,1078,1080,1105,1112,1162, 1174, 1234,
1591
Agentes 1486
Nueva 90-99,107,486,861,976,1003,1036,1456,1584, 1593,1538
Evangelizar 1077,1547,1553,1555
Excluídos Sociales 1264
Ex Carde Ecclesiae (Constitución) 1550
Exiliados 1055
Extranjeros y/o Forastero (s) 1378,1379

F
FAMILIA (s) 26-45,994,1186,1411,1464, 1466,1467
Familia Numerosa 999-1000
Familia y Catequesis 26-45
Familia y Parroquia 56
Padres 1504
FAMILIA (Pastoral): 44-45
Agentes de Pastoral 1046-1054
Casos Difíciles 1055-1064
Dignidad de la Pareja 1001
Líneas de Acción 1036-1045
Líneas Pastorales 1030-1035
Misión de los Hijos 1014-1015
Misión de los Padres 1008-1020
Misión Pastores 1016-1020
Naturaleza 995
Origen Divino 1004-1006
370

Papel de la Mujer 1002


Privados de Familia 1063-1064
Feto (aborto) 193
Fieles (Cooperación Económica) 735-736, 770
Fieles Laicos (v. Laicos)
Fiestas de Precepto 337
Patronales 925
Fotógrafos y/o Camarógrafos 291, 349
Fracción del Pan (v. Eucaristía)
No se haga en Consagración 322

G
Gedeón (Juez) 1171
Gregorio Magno (San) 161

H
Haitianos 1377, 1418-1420
Hijos (v. también Familia) 996, 1009, 1010, 1011, 1012, 1014-1015, 1021, 1021,
1027-1028
Hombre Nuevo 1086

IDEFA (Instituto de la Familia) 1052


Ideología (s) 1505
Iglesia (Doctrina Social) 107, 114, 1145, 1245, 1247, 1255, 1367, 1569
IGLESIA (Patrimonio de la)
Administración 777-788
Adquisición Bienes 768-776
371

Cobro de Rentas 784


Colectas anuales 790
Inventario 783
Normas Complementarias 789-796
Salarios 786
IGLESIA (TRIBUNALES) 797-814
Apelación 809
Diocesanos 806
lnterdiocesano 806, 807
Metropolitano 806, 807
Normas 810-814
Segunda Instancia 808
Tribunales en R.O. 806-809
Iglesias Cristianas 1640-1648
lnculturación 975, 1554
y Catequesis 115-124
Indocumentados 1403
Iniciación Cristiana (Sacramentos) 1570
Ordenación Iniciación de Adultos 15
Injusticia Social 1091, 1092, 1655
Inmaculada Concepción (v. María)
Inmigrantes 1045, 1366
INP (Instituto Nacional de Pastoral) 8, 814, 843
Institutos Diocesanos 981
Institutos Religiosos 743, 957, 967, 969
Institutos Seculares 1175, 1480
Institutos de Educación Superior 1482
Investigación 1515, 1538, 1539, 1540
Investigadores 1554, 1557
372

Isabel(Santa) 1171
Israel (Pueblo) 1378

J
Jairo(Hija de) 1072
José (San) 337,1005,1171
Jóvenes(v.Juventud) 1377, 1402,1474, 1492
Juan Bautista(San) 1171
Juan Pablo 11 64,105,117,161,432,818, 1002, 1034,1180,1216, 1335, 1595
Judit(Biblia) 1171
Jueces(Cargo) 1343
Justicia 1234,1235,1236, 1248, 1259, 1359, 1512, 1648
Justicia y Paz(Comisión Diocesana) 1323
Comisión Nacional 1320
JUVENTUD(Pastoral Juvenil): 1065-1168
Apostolado 1141-1145
Asesor/Coordinador 1149-1155
Comisión Nacional 1158-1161
Compromiso 1116-1119
Cualidades 1128-1134
Educación en la Fe 1108-1119
Espiritualidad 1099,1124-1125
Evangelización 1095-1107
Formación 1126-1145
Moral 1139-1140
Naturaleza 1065-1069
Organización Diocesana 1163-1168
Organización Pastoral 1156-1157
Participación Eclesial 1102
373

Pedagogía Pastoral 1120-1123


Vida de Fe 1135-1138

K
Kerigma 3,4,5,17,79, 92,96,241,925,1075,1095, 1364,1367,1487,1566
Kerigmático 821

L
Laico (s) o Laical 844,1051,1175, 1185, 1186,1187,1293, 1311-1313,1360,
1372,1376,1384,1398-1400,1480,1497,1618,1620
Laicos en el Mundo 847-879
LAICOS (Pastoral):
Animadores de Asamblea 907-909
Apostolado, Formas 862-863
Atribuciones 925-933, 939-948
Candidatos 915-920,936
Colaborador del Sacerdote 903-905
Criterios Generales 906
Duración Oficio 938
Envío/Misión 921-922
Escuelas de 1666
Evangelización 869
Formación/Promoción 858-861, 875-877, 911-914, 935,1267-1268
Fundamentos 846-855
Movimientos Laicos 884-892
Oficios Litúrgicos 893-902
Servicios 880-883
Traje o Distintivo 902
Valoración Mujer 865-867,868
374

Laudis Canticum 524


La Vega (Tribunal) 806
Lázaro 1072
Lectio Divina 21
Lector (Oficio) 894,895,896,900
Libertad Religiosa 1515
Liturgia (y Litúrgica) 20,36, 113,170,1458
Año Litúrgico 1569,1572
Libros 898,900

M
Madres Solteras 1045
Magisterio (Iglesia) 20-21, 756,761,763,905, 1018, 1033, 1106, 1592,1624
Mao-Montecristi (Diócesis 807
Mar (Apostolado del) 141O,1421
Marginación 1411
María (Madre de Dios) 159-164, 506,1005,1125, 1171, 1338, 1515
Imagen 38
Inmaculada Concepción 337
Marineros 1384,1421
MATRIMONIO (Sacramento) 41,45,121,167,176,238,247,280,403,569,
585-640,903,995,997, 1004, 1005,1022,1023, 1024-1025,1030,1175
Celebración Litúrgica 615-622
Consentimiento 1022
Curso Pre-Matrinonial 602-604
Edad Contrayentes 600
Expediente 612-614
1 nstrucción Jóvenes 1024-1025
Libro Parroquial 744
375

Matrimonios Separados 1057


Mixtos 632-634
Música y Cantos 627-629
Obligaciones Posteriores 635-640
Preparación 1021-1025, 1039-1040
Proclamas 598-599
Pruebas Médicas 605
Requisitos 593-614
Rito 623-626
Unión Consensual 1060-1061
MATRIMONIO (Pastoral): 1026-1029
Comunión Esposos 623
Dinámica de Parejas 1052
Esposos Separados 1057
Medellín (Conferencia) 108, 109, 760, 1472
Medios de Comunicación 316, 1259
Menores 1366
Mercedes, Nuestra Sra. de las (Devoción) 160, 162
Fiesta 337, 1339
MFC (Movimiento Familiar Cristiano) 1052
Migración (es) 1337, 1410, 1417, 1425, 1427
Migrante (s) 1379, 1386, 1388-1392, 1393, 1415, 1424, 1426, 1429
Día Nacional 1430
Militares 1055, 1343
Ministros (animadores) 54
Minusválidos 1045, 1055, 1265
Misa (Sacrificio) 1059, 1459
Misal Romano (Instrucción General) 318, 324
Miseria 1655
376

Misión 94, 95
Misiones (Colecta) 790
Missio (v. Misión)
Mistagogia 241
Moisés (Patriarca) 589, 1171
Monaguillo(s) 313
MOVILIDAD HUMANA (Pastoral): 1377
Agentes 1393-1400
Ámbito Universal 1401-1409
Áreas 141 0-1411
Comisión Nacional 1431
Criterios Pastorales 1386-1392
Fundamentos 1378-1381
Iglesia y Movilidad 1382-1385
Integración 1412-1414
Líneas de Acción 1422-1430
Pastoral del Turismo 1435-1462
Prioridades 1415-1421
Movimientos Apostólicos 829, 1030, 1038, 1052-1054, 1178
Movimientos Religiosos (Nuevos) 1649, 1660

N
Naciones Unidas (Conferencia) 1440
Naím (Viuda) 1072
Natalidad (Métodos Naturales Control) 1042
Navegantes 1055
Navidad o Natividad (Fiesta) 36, 121, 337, 1198
Nazaret 27, 40, 1005
Nicea (Concilio) 161
377

Niños(as) 1265,1276,1309,1464
Abandonados 1045
Neo-Sacerdotes 492,537,554
Nómadas 1384
No-Nato(s) 1274
Novenarios(Difuntos) 925
Novenas 925
Noviazgo 1024
Nuestra Sra_. de Altagracia(Diócesis) 807
Nueva Alianza (Jesucristo) 1005
Nueva Evangelización (v. Evangelización)

o
Obediencia 503,519,952
OBISPADO 1223
Archivo 784
Obispo u Obispo Diocesano 284,285-286,449,664-645, 647-648,653,659,
662-663,676,679-680,682,690,709,712,714,771,782,791,832,844,907,921,
923,924,942,950,966, 973,980,982,989,1026,1036, 1046-1048, 1158,
1212,1217, 1315,1368,1369,1370, 1371, 1372,1373, 1384,1394,1407,1498,
1562, 1563,1600,1604,1614,1615,1618, 1622, 1624, 1625, 1638,1657,1660,
1661, 1662
Auxiliar/Coadjutor 676
Ordinario 774,781,783,791
Obreros 111O
OPAM (Orientación para el Amor) 1052
Oración(Grupos) 925
Oratorios 1457
ORDEN(Sacramento) 167,176,426,467, 478,499,507, 542,845, 908
378

Ordinariato Militar (RD) 807


Ordinario (v. Obispo)

p
Pablo (Apóstol) 545,1231,1380,1632,1640
Pablo VI 261, 385,432, 524,1088,1234, 1440,1441
Padre Nuestro (Rezo) 326,327
Padres del bautizado (v. Bautismo)
Padrinos (v. Bautismo)
Palabra 3,18,21,85,93,140,141, 756, 761
Liturgia de la 623
Ministerio de la 566-568,577
Palabra de Dios 888,897,926,931,976,1059,1106,1125,1138,1179,1575,
1590,1645
Pané Fr. Ramón 1
Papa (v. Romano Pontífice)
Colecta del 790
PÁRROCO (S) 61-65,74,80,138,249,252, 281-283,351,401,403-405,408,
492-494,571,594,608,609,611,618,621-622,629, 637,639,649,715,718,
719,738,756,811,812,823,915,916,1036,1146-1148,1205,1302,1304,1324,
1375, 1480
Administrador parroquial 492,494,571
Remoción 664
Retribución 663
PARROQUIA (S) 309,311,356,399,401,615,833, 1037,1038,1163-1168,1178,
1192, 1200, 1273,1324,1326,1352,1376, 1404, 1432,1433,
Archivo 725
Administración 719-733
Catequesis 560-70
379

Comunidades 7 45-763
Consejo Económico 714-718
Contribución a la Curia 712,737
Escuelas Parroquiales 860
Finanzas 709-711
Personería Jurídica 734
Universitaria 1578-1579
Vehículos 741-742
Partidos Políticos 496,1118
Sacerdotes y Clérigos 578
Pascua(Fiesta) 36,121,1198,1378
Vigilia 180,244
PASTORAL (GENERAL):
De Conjunto 87,1370
Elaboración Plan 839
Encuentro Anual 838
Instituto Diocesano 831
Instituto Nacional 828,835
Normas Generales 824-834
Participantes Encuentro 840-841
Plan Nacional 815-843
Plan Nacional 11 96,108,115,134
Revisión 827
Vicaría Diocesana 834
Pastoral Penitenciaria(v. Cárceles)
Pastoral Presbiteral(Comisión Nacional) 453
Pastores dabo vobis(Exhortación) 432
Pecado(s)363,365
Pedro(Apóstol) 176,441,1380,1534,1635,1638
380

Pedro y Pablo (Santos) 337


PENITENCIA (Sacramento) 79,16?,175,363-381,386,403,414,423
Catequesis 381
Normas 377-380
Penitencial (Colecta) 790
Pescadores 1421
Pío XII 1221, 1334
Plan Nacional de Pastoral (v. Pastoral)
Planificación Pastoral (Encuentros) 1669
Pluralismo (Ideología) 1505
Pobreza 503,519,952
Poligamia 589
Política (Compromiso Social) 1514
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales 1603
Predicación (Ministerio) 4,271,531
Pre-Filosofado 1212
Prensa Escrita 1476
Presbiterado (Orden) 426,1175
Presbitenio Diocesano 558
PRESBÍTERO (S) 65-66,176,216,249,254,284,844,842,968,1048,1660
Director Espiritual 532
Decreto para el Ministerio y Vida 432
Directorio para el Ministerio 432
Equipo Sacerdotal 450-452
Espiritualidad 497-543
Formación Permanente 544-563
Fraternidad 466
Identidad 433-435
Identificación 465
381

Ministerio 467-496
Número 430
Recuperación, Instituto de 456
Retribución 461-462
Seguro 463
Vacaciones/Descanso 459,460
Vestido 464
Primera Comunión (v. Comunión)
Preso (s) o Recluso (s) 1055,1265,1272,1333,1343,1364,
Prisión (v. Cárceles)
Profesores y/o Docentes 1514,1518,1554,1557
Prófugos 1055,1384
Promoción Humana 94,-100-114,566,925,1178,1234,1247,1257
Prostitución 1309-131 O
Pro-Vida Dominicana 1052
Proyecto Educativo Nacional 1491-1492
Puebla (Conferencia Episcopado) 109, 760,1067,1163, 1472, 1536
Pueblo de Dios 641,825,844,846, 847,850, 854, 903,1016, 1167, 1174
Puerto Plata (Diócesis) 807

R
Radio (Emisoras) 1476
Católicas 1303
Rebibbia (Cárcel) 1335
Reconciliación (Sacramento) 275,529,1488,1490,1570
Reforma Agraria 1294
Refugiados 1403
Registro Civil 234
Reino de Dios 797,851,874,955,960, 1125, 1170, 1174,1175,1179
382

Reino de los Cielos 1634


Relaciones Exteriores (Secretaría de Estado) 734
Religiosidad Popular 121-122, 160
Religiosos (as) 1050, 1314, 1396, 1618
Congregaciones u Ordenes 540
Institutos 1625
Superior Mayor 1625
Vocaciones 1117
Resurrección (Misterio) 1632
Retiros 1487, 1490, 1572
RICA (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos) 272
Ritual de iniciación cristiana 14
Ritual Romano 937
Romano Pontífice 176, 777, 797
Rosario (Rezo) 925
Rota (Tribunal Romano) 809

s
Sacerdote (v. también Presbítero) 175, 391, 393, 1029, 1049, 1185, 1315, 1372,
1384, 1394, 1395, 1563, 1618
Vocaciones 1117
Sacramentos 167-177, 854
Sagrada Congregación Seminarios y Estudios Universitarios 1221
Sagrada Escritura 20-21, 307, 319, 1643
Sagrada Familia 40
Sagrario 361-362
San Francisco de Macorís {Tribunal) 806
San Juan de la Maguana (Diócesis) 807
San Lucas (Evangelista) 94
383

San Pedro de Macorís (Diócesis) 807


Santa Infancia (Colecta) 790
Santa María Madre de Dios (Fiesta) 337
Santa Sede 74,651,766,773,807,808,1035, 1197,1472,1478, 1652,1660,
1661
Santiago (Arquidiócesis) 806,807
Carta de) 383
Santísima Trinidad (v. Trinidad)
Santo Domingo (Arquidiócesis) 806,807
Santo Domingo (Conferencia) 1046, 1067, 1163,1472,1595
Santos (Todos los) 337
Santuarios 1460
Secretariado Unión de los Cristianos 1660
Sectas 1401,1661
Sede Apostólica (v. Santa Sede)
Sector Parroquial 646,690
Seguridad Social 578
Semana de la Unidad (Ecumenismo) 1653
Seminario (s) 68-69,1259, 1360,1620
Colecta pro 790
Mayor 1665
Menor 1212,1213-1217
Seminaristas 68-70
SIDA (Síndrome Inmunodeficiencia Adquirida) 1045, 1366
Signatura Apostólica (Roma) 807
Sindicatos 1118
Sínodo Diocesano 664
Romano (1977) 15,977,1234
Social,Doctrina (v. Iglesia)
384

SOCIAL (Pastoral):
Agentes Pastorales 1311-1315
Bien Común 1248-1249
Comisión Diocesana 1322-1323
Comisión Nacional 1317-1321
Comisión Parroquial 1324-1326
Comunidades 1252
Desarrollo Rural 1290-1298
Dignidad Persona 1247
Dimensión Ecuménica 1256
Drogadicción 1308
Ecología 1299-1307
Educación/Promoción 1282-1285
Estructura 1316-1326
Fundamentos 1227-1235
Funciones 1236-1246
Integración Pastoral Orgánica 1254-1255
Líneas Acción 1257-1258
Mundo Laboral 1286-1289
Opción por Pobres 1250-1251
Promoción Infancia 1275-1277
Promoción Mujer 1278-1281
Salud 1270-1273

T
Tabaco 1302
Tasas (Sacramentos) 773
TeleVida 1623 (v. Comunicación Social)
385

Televisión (Canales) 1476


Témporas (Ferias) 1302
Tercera Edad 1045
Tierra Santa (Colecta) 790
Trabajadores Sociales 1343
Tradición 20-21, 756, 1643
Trinidad (Santísima) 179, 1580, 1637
TURISMO (Pastoral): 1377, 1410, 1435-1439
Industria 1435, 1437
Líneas de Acción 1445-1462
Turismo e Iglesia 1440-1444

u
UCADECOS (Unión Católica de Comunicadores Sociales) 1599, 1623
Unción de los Enfermos (Sacramento) 167, 175, 382-402
Catequesis 396
Celebración Parroquial 400-402
Normas Generales 388
Óleo 393-395
UNIVERSIDAD (Pastoral Universitaria): 1535-1539, 1552-1561
Acciones Pastorales 1566-1569
Agentes 1562-1565
Atención Espiritual 1570-1575
Comisión Nacional Pastoral 1564
Iglesia y Universidad 1546-1551
Naturaleza Pastoral 1540-1545
Parroquia Universitaria 1578-1579
Residencias/Capellanías 1576-15TT
Universidades 1259, 1285, 1464, 1476, 1482, 1499, 1536, 1537, 1612, 1620
386

Función Social 1537


Católicas 82-83,1539,1542,1551,1554,1568,1576,1667
Universitarios 111 O
Ustedes (Uso Autorizado en la Misa) 328

V
Vaticano 11 (Concilio) 428,433,625,989, 1312,1442,1472,1627,1636
Verbo de Dios (v. Palabra) 1169, 1386
Viático 355,397
Eucaristía como Viático 423, 939
Vicario Episcopal de Religiosos 988
Vicario Zonal (v. Arcipreste)
Vida Apostólica (Sociedades) 431,448, 464, 466,483,523, 540, 541,553,795,
949-950,1175, 1665
Vida Consagrada (Institutos) 431,448,464, 466,483,523,541,553,791,795,844,
949-950,1175,1187,1314,1665
VIDA CONSAGRADA (Pastoral): 951-993
Carismas 979-980
Coordinación 987-993
Espitualidad Comunión 992
Exigencias 976-981
Misión Pastoral 982-986
Superiores y Obispos 983-986,987
Vocaciones/Formación 967-975
Vocaciones Autóctonas 975
Vírgenes Consagradas 1175
Virginidad 591
Vivienda (Escasez) 1655
VOCACIONES (Pastoral): 1169-1225
387
Celador/Coro 1223-1225
Diversidad 1200-1201
Fundamento 1169-1181
Líneas Acción 1194-1199
Objetivos 1184-1188
Organización 1189-1193
Pastoral General 1182-1183
Sacerdotal Diocesana 1202-1212
Obra Diocesana 1218-1225
Vosotros (Uso sólo en Consagración) 328

z
Zafra (Azúcar) 1302
Zona Pastoral 646, 690, 1162, 1374

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