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HANNERZ EXPLORACION DE LA ClUDAD Hacia una antropologia urbana FONDO DE CULTURA ECONOMIGA ——~T]LA EDUCACION DE UN ANTROPOLOGO URBANO Hace poco mis de una década apenas existia una antropologia urbana. La preecupacién ‘por'el urbanismo como parte de la civilizacin y él intecés por definir sus propiedades transculturalmente ya habian llevado a un puitado de extudioios a Tombucti® y otros lugares lejanos. Pero todavia’ a_princi- ios de los afios sesenta un estudiante de urbanismo comparativo podia decir {que los antropélogos eran “una gente notoriamente agorifoba, antiurbana por definicién” (Benet, 19633, p. 212). Sélo en esa década la tendencis’ de los antropélogos a ir a las ciudades (0 simplemente a permanecer en ellas) se hizo realmente pronunciada. Hubo varias razones para cllo. En las sociedades exéticas, a las que los ancropélogos habitualmente prestaban su. mayor aten- cién —y que ahora aprendian.a describie como “el Tercer Mundo"—, la gente dejaba cada ver mis los pueblos para trasladarse a centros urbanos ‘nuevos, que crecian a gran yelocidad; y quienes estudiaban su manera de vivir dificitmente podian pasar por alto este hecho. En los Estados Unidos, muchos antropélagas se vieron mis directamente conmovides por los desa- rrollos que estaban teniendo lugar alli mismo. En los afios cincuenta, le autoimagen norteamericana era la d= una sociedad de masas préspera y'ho- mogeneizada: los intelectuales se quejaban ce un cxceso de conformismo mediocre, En los aor setenta, se redescubseron la etnicidad y la pobreza, que gencralmente se definian como “problemas urbanos". A mismo tiempo, fen Europa la migracién intemacional del _uabajo y, en menor medida, Ia itluerciarde 165 selugiadosde as cobbauss poftivis alan cenbiendo el caricter de muchas ciudades. Habis une bisqueda de explicaciones nuevas, y los antropdlogos pensaban que podian participar en ella. Se habian expe ializado en “otras culturas”, pero las habian buscado lejos; ahora las encontraban en lut barrios socialmente inferiores.* De la presencia de los antrapélozos en las ciudates al surgimiento de una antropologia urbatia hay, sin embargo, todavia un paso mis. La identificaéién ccolectiva de la nueva especialidad académica y el uso normal de_la etiqueja de antropologia vbana han sido mis bien cosa_de los afios setents que de + En feancés Tomboueton; an inglés, Témbutts, (T] 2 Ciereamence tampoco ha sido insignficante el hecho de que en un ndimero cada set auyor de paises del Tercer Mindo dsjaran de ser expecialmente bienvenidos los investigadoces extrarjer. Ademis, parece cada ver mis diffcil conseguir financia~ smicnta pera hacer "abajo de campo en el extranjeo, en especial quizis a los jovenes Sntopélogos norteamericanos La antapologia urbana en el propio pais puede ser, es, una lida, n 2 LA EDUCAGION DE UN ANTROPOLOGO URBANO In éécada precedente. El primer libro que Uevaba el titulo de Antropotogia urbona apareci8 en 1968. Desde 1973, autores y editores Jo han wsado (de din pods voidoibieniaegi ealesahUte)? Gard lite" cles Tyelicenee? aa vista Urban Anthropology empezS a publicarse en 197% Obviamitute hoy dia los antcopologor winos empiesan a formar una comunidad. Solcitan sus propios puestos como expecialitas en los departamentos de antropologia, + reiinen en sus progios congresos ¥ escriben, en no escasa medids, unos para otros, cuando no preparan libros de texto para instrsic a los alumnos en lo concerniente a las cludades Tas reacciones estos desarrolos han sida de varlos tipos. La antropo- ingia wrbana como ahora existe puede atribuirse Glertos logros; también onironta vation problemas no resuelto, y no hay Alagin acuerdo general cerca de sus penpectivan Un practicante augiere que Ia. “antropologia “urbana puede convertisse en el nuevo centro creativarde la moderna antro- pologia social comparativa" (Gutkind, 1968, p. 77); otro considera que la GelimiteciGn de tal campo es “expuria y retrbgrada, dado que tiende a servic de excum para mantener ua asunto dentro de una disciplina que no puede y no debe manejarlo" (Leeds, 1972," p.'4)- Para algunos, los recursos te6ri~ Cos y metodoiégicos de la tradicén ‘antropolégica parecen insufiientes para Ja investigacign urbana; pars’ otroé, el problema es precisamente que los nuevos urbanéloges no prestan suliiente atencién a las ideas desarrollad=s por los antropéiogos en ofor contextGs stiles. Quienes conoeen un tanto Jo que ocurre en la disciplina hermana, Ta socislogia, pueden haberse dado cuenta de que alli las bases para una éspeCTiGad urbana, teériea o sustam tiva, haa estado hasta Certo punto en duds. Otros han llegado independien- temente, y tal ver con mde lentitod, a una incertidumbre similar. Lo que pate unos ef una evestin de pertinencia, para otros uede ser mero oportir nismo: una “lucha indigna por encontrar salvajes qustitutos en los barrios bajos", segtin palabras de Robin Fox (1973, p. 20); Puede por tanto parecer que la antropologia urbana no tiene pasado y s tiene motivos para preccupane por su futuro, Sin embargo este libro es en buena. medida retrspectivo: un intento por rastrear algunos de los pasos hasta el presente. Qué motivos hay pera acometer Wal empresa? En buena parte, debo adm que se encuentran en la forma en que los antropélogos entrarcn en Ia ciudad, No fueron tanto: sus propiss reflexiones acerea de la Haturaless y el extado de sx discipina lo que los lew ali sino echos esternos que exiglan azencién. Al precipitarse en un campo define TL primer volumes con este titulo ex el de Eddy (1968); Ton otros son el de Southall” (19725), Gutkind (1974), Unell y Provencher (1976), For (1977) Hasan (1978). Bastante semejantes ton lr bros de Weaver y White (1972), Foster y Kemper (1974), y Eames y Gaode (1977), LA EDUCACION DE UN ANTROPOLOGO URBANO 1s por In Juchs racial, inattucones defecrnay el crecimiento de baivios de Pee ei ciizuniJy a menade-delicaron poco tempo « posderr qué eetrtane en ln antopoloya urbana y qué es antropogico en ella, No hubo Saanta tak simple y menos astoconcente de las transferencias posbles de we atopologia béica al nuevo contest, Las especaldades de Ia antropolo tha tebe deban por supuesias eran una enailided a In diveridad cultural, Ee aes dad ie vida daa eondinus que se reaciona con la obsvacio aera como metodo. principal de investgaci, y una disponibdad sare tin for problems te un modo ampli, “bolsteamente", mis que pre fonna axtecha, Tales caracerisias de métndo y perspective sendin uur al antropbloge, en Batados Unidos no menos que en otros sitios, al SURGE EES aT goto, que covers las caracteriicar caltuaes y de org Sees Hie SF sciers bu cris manera propia enue cbmodo, Fete gue 2 menudo infua mis en levarlo all era, por supuesto, que ee I comunidad enfrena eon frecuencia problemas sociales. Asi, 18 we eeSigia urbana nortamercane, en particular, e ha cnverido, eqn aoe ge Taylor, en "ung dena de relormadart”. Se ba apicado a cur cares de taka y boneticenela pablcas, ey y joss, ecuelas y emples, el cota Ero yes chic Clonermente to bay por qué lamentar exo. La precupacién por ls suchas obras sin dude segeirt endo una parte de In antropologia urbana, came a wosemos consleae muy il en tale camper, También seria J emcabe"aue un sntropélago, precedente de na soclelad mucho mils Hoconanea suirers que le antopélogos urbanot noreeanericanos debieran aajrtde grantee atenein 2 lr sectors Enicos de sos iuades, Obviameste ee itcaa sue alendo une fuera vivw en In rociedad ciadounidene Sie cabargo, € resultado de esto es una, anvopologla del sentide comin, ae serrated lene a medine ro por ai imporenea prcica y 9 rest SE Ne por su pura valla ineettual, Aunque de ce abajo pueden Tanai’ cocebuciones sebdzas, ey probable que sean subprducts no Bre ‘So resultado de las mamas readades de tn inverigaciin os que el campo de in antsopologta urbana ha sido definido muy ampliamente. Lo mis ervente er que se suponga que incluye todos fs esudios en que Is ciudad chal escenario mds que el feo de atencién? La eticdad y la pobreza, por Sfenti pueten prosentarse en la cad, pero no son por definicion fené- seine de ls chad, El uso eufemsieo de “problemas urbance” ea Te raieiea politica no es una guia confiable al respecte, Las investgaciones ‘Boe In vide fenilar uibana, 0 las actividades de les pandilas juvenile, 1 Exe plunteamicato se Jo debo « Henning Sivert, cn un seminario en of Depart mento de’ Antopologia Social de ln Universidad de Bergen, el aio 1971. ry LA EDUCACION DEUX ANTROPOLOGO URBANO © las caituras ocupacionales, tampoce tienen que ocuparse Ge ninguna earac+ leristica intrinsteamente urbana. Esta generasa inglusién de todo tipo de facereses, ideas y hallazgos, junta con wna relativa falta de preocupacién por lo que podria ser su comiin denominador, también contcbuye a dar J imagen de“un antrapélogo urbano que ‘parece tarecer de una estructura de ideas coherente y uniticadera. i En exe lira trataremes de clasificar algunos de los elementos de tal rvtnictura. Es ‘probable que inevitablemente esto nos lieve a buscar ante todo una antropologia urbana concebida de manera més estriese, en que la atencién se dirija al urbanismo’ mismo, sea lo que fuere que esta frase quiera decir af final, En gran madidz, dejaremos de lado lo que partce ser simple: ‘snente Ja prictica rutinaria de la antropologla dentro de los limites de la ciudad. Pero etto no tiene que significar que hay que empezar de nuevo desde cero, Podemos tener un panorama més claro det territorio que se ha de explarar si aprovechamos tas opactunidades que se nos presenten para vbservarla desde Jos hombros de gigantes 0, incluso, a veces desde la altura de personas pequefas como nosotros, En otras palabras, trataremos de reunir algunos componentes de un pasado Gil para a antropologia urbana que tenemos en mente. La antropologia urbwiia necesica su propia historia de fas ideas, una conciencia colectiva del crecimiento de los conocimientos rela: fivos a Jes elementes bésicos de la ciudad y de la vida en In ciudad. Algunos de “estos conocimientos pueden tener ya ‘una edad venerable; offos son Productos de un pasado muy reciente, que incluso se funde con e} presente. Han aparecido en disnrses citcunstencias, y puede ser a'menudo til {0 por ly mency incelectualmente agradable) examinarics primeco dentro de dichas Sircunstancias, Ovos, han prasentado repetidatn disfraces levemente dintintos eti muchos tiempos y fugares, ada falee por hacer mucho def trabajo de trazar sus intezconexiones y de combinarlas en an dived, baje } Sip embargo, deiibic lo que sigueeomo una historia partial dl pes Inleniontiopeigco uebanovilo seria earecto hasta caro punto, haces Kerto pyato'ereara malestendiden Ane todo implsars tno spteomsta [excevia de tal cari, Mucho de lo que cennicuve uy pusde Ul root la sctopologiauraoa de hoy 4 origins al ote lado de ls tromtetns seem es, aunque ara lat ideas en cuewion parezean alines une peapeciva ncopolgia. Deben ter expropiada, por ejemplo, dela hater lt say Nagin y ta geografa. Tambign ei In custifn ve a tlainartee Is saane trband ya encepologts of We sabia Uno pueie taniderar a lou anoploges rb ina ben como sxbandlogt con un. conjunte paricuse de insrumenes 9 ovo antpsioges sie todian un spo panicular de ordenamiemt sock Enas dor toons de som EA EDUGAGION DE UN ANTROPGLOGO URRANO ies I arcs ca CMe ea ee peer eer ee Brera eee ee A \terrogante: “zCudl es la contribucién de la antropologia a (0s estudios arb. Jace" El interrogante complementario serfa: “;Cudl es la contiibucién de (e comawinenis eee saree as usr on eset cade em pip erpitetnreng eee ee Ee ae Sia ere rn eerie ican ar cae ee ae beg: renrioniaet mnprminpenligeic ina gir oo Sea a ee hiveketh caaiearean ce meee ae musnage ee ete ee ee rarer ect eae tore Aired apkuceennars ie eee cere ress Shee Greati ng ae ee ee Fal crnpibeenrmaponen magn ara lec pes kalelrtieepiaiemnpope cd emia eis Dae iierdgoctae ae ene general, Desde este punto de vista, hemos de afiadir, la acumulacién de antrops logos ucbanos en los enclaves éinicos de nuestras ciudades puede parecer una evasiée, Son fos lugares. aris parecidos a Jas sedes tradicionales dg. invest ién amiropoligica que se puedea encontrar en la ciudad: "pueblos urba- s" en tirmings de Gans {19622}, Ea | cao ideal, wna iu e las relaciones sociales de la poblacion esuin contenidas dentro de! enclave. Los compatriotas def pueblerino «ctaco conforman un equipa en el que encuentra no sil a sus verino» sino también a sus amigos y parientes, y él imteractiia con ellos en: esas funciones sobre todo dentsy’ del tecritotio del pucblo, Cuanto més pequetia sea la poblacién, mis probable seri que forme tuna densa red de relaciones en que uno puedx pactic de tina person, tea ‘at unos cuantos vincules y eoker par un camina circular a la misma per sous; y's puede hacer esto por varios canines diferentes. Como lo express Gans, es posible que no todos conoztan a todos lox damés, pero si saben algo de todas Ios demés. Ademis, puede haber consilersble comtinuidad de estas relaciones en el tiempo, ya que los pucblerinos se ven unas 2 otrds ia tras dia y no es frecuente que experimenten en sus vidas cambios tales que puedan romper sus vinculos. Los nifios que han ceeeida juntes pueden muy bien, al llegar a adultos, ser amigcs, vecinas y tal vez parientes par afinidad, ran peop ay 16 ‘LA EDUGACION DE UN ANTROPOLOGO URBANO No togot ls barrios éinicos son ssi, Para hacer una mayor contibucién a1 punorma etnogrifico, que e= uno de los mayores recunos de la antro pologia, lor antropologos de la ciudad deben tal vez prestar gran parte de eo tution precimmente a Io opuesto del purblo urbane, Tendemos a per ir en ln ciudad mas bien como un lugar doade las personas no se conocen accnte bien (al menos inicialmente), donde las aimistades mursas se der cuban inds que 2c dan por supvettas, y donde se pueden hacer répidos \‘eaomdos, a raves de, la estructura social, Contra ento puede decine que Males fendmenos no 300 en realidad més dpicss de Ja ciudad que del pueblo luroane, Ento puede ser ciero en un sentido, pero cirece de importancia en cre Ziay un sentido en que probablemente estareinos de acuerdo en que son “ing urbanos” que el pueblo urbano: es mis probable encontraros en ie eudad que fuera de ella. Si somos fieles a fuestra herencia antropo- tégien, nov intecearia mis las varaciones de forma que lot premedios; en cate enedo son importantes manifestaciones del u*banismo, Sh te largo de este libro, nuestra inqusiciones estarén por Io tanto dirt “gidis a idemtificar los dicernimientos particulares que el estudio de la vida Ffcbana puede ofrecer a la antropologia. Al mismo tiempo, hay que entender + [gue nuestra propia maneta de selectionar y coneeptualizar los fenémenos [Reeds ver en st minea na contsbuciin de la antropooga a los etudios 1 Pefasoe, El pensamiento urbano antropolégico es fundamentalmente penst | miento antropolgice. Tanto fo que pueda tener de original como lo que \ tomaré prestado de otras fuentes (y que después posiblemente transforme) toch dettrminado por la confrontacién de Ia mente antropolégica con las ifSaldades urbanas. Esto tal ver resize un experimento vn tanto paradéjico ‘Bie In adaptabilided del 2 polégice, Trae dfcadas de tecbeio fhe contin un aparato conceptual que permita comprender socedades Eadisonales discantes, temlendo constantemente Ta cautividad rroral ¢ inte Iecnal que e el etnocentrsmo, encaramos ahora la prucba de dicho aparsto tn nuetras propias cudades, Sus efectos, espero, inclusian el desarrollo de {dear que podrlan resoltar valloas también en otros eampor de la antropo- qogis, sunque la naturaleza de la vida urbana bien puede mostrar la utidad dle tes ideas en forma paricularmente notable, TExpero que la perspectiva esbozada aqut satistaga a aquellos antropélogot aque citican la nocién de una antropologla urbana porque sienten que di ferenciarl con una‘etigueta propia es marcar su secesin de Ie dicipin madre Les preoeupa que el establecimiento de una identidad parte leve dun rechazo del método y la tearia antropolégices por considerisels inade- fader para los estadios urbanos. Obviamente, ésia no ex mi concepeién lde era discipina. Como rama de la antropologia, la antropologia urbana no oti més separada que los estudios de, por ejemplo, las sociedades LA EDUCACION DE UN ANTROPOLOGO URBANO 0 campesinas 0 némadas, Nadie sugiere que el estudio antropolégico de los caePisinat a haya divorciado de Ja aotropologla propiamente dicha; nadie Siege que és se ha benafiiado con el crecimiento de Ios extudios campos ven gue no hace mucho también constilan un interés recién surgi. Sin Cmbaigo, se reconoce al mismo tempo que el estudio de las sociedades CTinperinas implica un conjunto de. concepos ideas para los que es préctico ‘anc? una, designacién comin. Ni mis ni menos, creo que debe reclamane fan la antropologia urbana: es una especializaciia reconocble, pero sin Be deje de ser parte inteprante de la antropologia, : Por piro lado, la. preocupacién por la contribucién “intelectual: de loses ludios urbane a Ja antropologia puede parecer un,mero academicismo, el Standono de toda pertinencia. Se puede responder a eita objecion, ante todo, gue hay lugar para mis de una antropologia urbana. Por lo menos en ta gpa temprana, clertamente debemos estar dispuesis a dejar crecer mil flores y esperar que enceenten Ia forma de lorecer en el ambiente concreia, ‘Ademis, fe puede responder que ¢l antropélogo cuyo exmpo e Beston 0 Sonim debe tener tanta o tan poca licencia —iegin se quiera— para cub ‘hear sa casosidad por Ie curiosidad misme como el que va a vivir entre Is bongobongor, Pensa de otra mancra cendtia mucho de etnocentrismo, 1S fork bien intencionade. Es cierto que si Boston o Berlin resultan ser ace de nucttra propia edad natva, uno puede sr més capaz de dese Pefar el papel activo de antropélogeabogado que en Jos lugeres donde silo eenesde vista”, Sia embargo, parece haber en principio excass diferencia citre rechaear eae papel mientras estd uno en casa y evitarlo yéndose = Bongo-Bongo. suraimente tom csftice 5 teorla y la conceprualizacin en los puntos de reunién de Ja. antropologia yet urbanism, pueda llevar a una aplicilén prictica, més poderos y 4 orada ton mée precsin, de Ja antropologia 2 los asuntos urbanos. Ade Sis no debesos caer en la tampa de consderar a6lo el trabajo esticta mente académico y la dedicacén, dfinida de un modo tambidn estrecho, a 18 Tngenietia socal poco sstemitica como Gnicos resusos de Tor antropélogos Teimportaneia de ia anropologia reside también en su potencsl, no sem pee nalzado, de hacer refldonar ala gente acerca de ia varsbiidad de la Pondicién humana y acerea de su propia situacién particular Toda extenderme un poco en tomo a este poder de Ja antropologia i an 1985, Charles Duff, sairico inglés, publico un Informe antropolégice eee un suburb de Londen, en que paredaba To que podia dese un |Enopélogo de esa dpoca si presara atencién a su propia sociedad* Esto ‘ne volumen, al que se Je ba prevtado escasa atenciéa, se ha presentade com mayor amplited cn otra ocasiéa (Hasnery, 1972) a LA EDUCAGION DE UN ANTROPOLOGO URBANO dice el profesor Viadimir Chernichewski, fictcio “ cuyo nombee escribia Duff ‘La cencia de la ancropologia no se ocupa solamente del desnudo silvaje, 2.Gel bombte o la mujer en vestido informal o traje de ceremonia. Para el ver~ ‘Tedero houbre de ciencia poco importa si se tata de un suburbio o una selva, Jat baile de jazz moderna o una orgia sesual de salvaes, Ia ragia de los bosques Sel delamo anuropomértico de'un verdulero suburbano, Iss cums y encanta =Zinigotos det curandero banii 2 el abajo de_un_miemibro del Real_ Colegio. Erde Médicos. La diferencia entre “nosocrod y fos salvajes es a menudo mds hpirente que real; el taje de calle puede esconder a un bruv, y la capa de J+ pincura puede descubric a un dierno eorazén (Duff, 1985, p. 12}.°~ Sylasia cierto punto el antropélogo urbane de hoy puede’ concordar con Bal relatvmo del profeor Chemichewski, Pero Chernichewaki usa su Hen iia para hacer que el sburbicolay el slvaje parezcan igualmente cémicos, wry se rdiculiza a af mismo apareciendo como incapaz de entender de cerca a Thaguno ¢ los dos. La tictica que podrlamos preferir s la de que Ia antro- jogia, gracias a la atencién que presta a cualquier estilo de vida como {po mis entze un nero casi infnito de posblidades, pueda contrbuic la exotizacion de lo que nos es fa cu exirafiera recién_adquicida ja el to fresco e No sélo la perspectiva Eisica de la antropotogia hacia la intervelaciones de la vida social se ha de sprestar bien para lo que C. Wright Mills (1961, p. 5) llamaba la imaginacién sociologica, que permite = su poseedor “entender el escenario HETOrcO FAS + amplio en omnes de su significado pare la vida interna y Ta carrera ex Pretbe de ina vaniedad.deadisiiow™ Hay Tuibicn una imoginacion peco- ‘Blimente antopolégies, que entraia una aqudiacién de la eompreasién Simedianie companisanes implicias o explicitas con_la vida bajo otros orde: O paientar sociales y culturlés"Desansa en la posbilidad de comprendere sn uno mismo comprendiendo & otros. Esto et también’ una contribucién de ja antcopologta a los eatudior urbanos:_la antropologia urbana ex un instru forma aueva acerca de Toque les rodea “Puede ser WET desarollar aqul wn poco més mii concepto de Ia naturalera de la antropologia, ya que continua’ matizando todo lo que sigue. Tal ver el producto mis del trabajo antropologico sea la etnograll "ne la_acaie inanst De mare Uh poco mquenits ot Dele concabir tal etnogralia, par-una parte, como algo fatimamente relacionado lajeon Ia forma en que el trabajador de campo antropolégico se aproxima 4 ba realidad; por otra, como [a fuente de la que se extrae y refina la teor'a LA EDUCACION DE UN ANTROPOLOGO URBANO 9 ntsopoligica, para ser después uilimda como guia de la futura producciéa sie creoprafia, Este complejo de industria intelectual puede no parecer muy Seas, Rigunes observadores pensarin que una parte demasiado grande de i+ Cinografia queda convertida en exoria, Sin embargo, uno desde Mego Sm Gate considerar eto en el contexto del natural interés del antropéloge For ct descabrimiento. Ea virad de’ que cs si tadicin explorar terenos sociales y culturales i smar #4 sensibilidad ao ines os, nuevas relacione ‘entender perado: hechos nuew Ins esha Pe neabid m Ja cbsensaciso-pactcpante y ol “balsma!al_means patcal mente icier exploratorio “de la empresa. Aqui también ‘abe. tropolbgiea,_pot Srila se pueden ornar exiafias y por tanto swceptbles de propery ‘nar descubsimientos nuevos. Foro en ele punto particular nos_pueden,inteseac menos lov proce smicntos de campo antsopdlécces_y_més_el_penmuaiente ansonslesie 0, Ta ‘auchara concepral que forma tamlién paste de-vee- sci antsopelSiee— Hee clliad. La perspectiva que desarallo aqui es la. de_un antro” di 'y me sugiere una manera de tazar el eglge vo miso péloge-sadial, y me sugiere una manera de trazac el contrast enise Yo GE. y a ecpeie oe elegy sean xo es tal vez dil, ya que los [agopslopar evbanos pareeen padecer a menudo de una angustia. crGnica por no sf suficientemente diferentes de ls socislogs urbancs, especialmente Be tos primero’ socidlogos urbanos. Hace muchos afios, Beals (1951, p. 4) Gh6 el angumento de un socidlogo, segin el cual si los antropslogos cont caeban camo hablan empezado el estudio de [a cultura moderna, en, align vreenento reinvensariad la sociologia, sélo que por Jo menos con cineuenta Rod ripecto® del resto el cemapo, Mis recienteiannté, Shack (1972, p.6) ge lamentaba de que gran parte de la antropologia. urbane parece ser s6lo “el tomo fologia ¢e los afor cuarents"En cambio, < propone, Ia antropologia urbana debe recyrrir = Ja in_antropol6gicat Je candlisis comparativo del comportamiento institucional; como ejemplox, Trcipio Ge a opssicen complepentaria el. andlisis de domésticas pueden ser valigsos en! los suger que Jos ciclos de. desas i ‘eeudios urbanos, TNo tengo objecién a estos ejemplos, ya extensén de, conéeptor antro: polégices generales al campo’ urbano ext ciertamente de acuerdo con mi Goncepto de Is sntropologia wbana_como_pal ‘una vision, Te sociedad Humana. Pero esto no debe degenerar fen un escolasticismo, en. urbana ins aracteristicas pecuNare, Cuya comprensiOn puede ayudar ee ee a desarroll ees para la antropologia general. Por tales Gaxones, uno puede encontrar que incluso “el anlisis comparativo del corm sar por alto las formas en_aue 2» LA EDUGACION De UN ANTROPOLOGO URBANO Porwninto_inutucona” ey una defsiciy demasiado resngkla de le anuropolagia, pues una de Jas fveas en que Ja antropologia de las sociedades exapican ha hero laxporanies comtincongs es ecasnenle Ie eel Ge poFiainieate ne-instincionalizado: “el espiritu fe empresa, fa manipulacion Deena En mi opinibn, Ia diferencia entre fa ancsopoiosis y la soilogia wibsnas_ saviende mejor do ot manass. La dadncta sures les pee my claraciente Zgach (O99) en aun exnentaran © un saad vocal rabee tt Guilin ural: ef socitog, con 51 ofentacisn gadiaien,sgioe Lech, pacte de Ja premiza de que el campo de obsevacién conse en “unidades datos como si estuvieran constituidos por “sistamad de telaciones”, Ee decir, ia imagen sntzooaliicn de a seed mis ooeleaene ie ices ditedeen ct oie ae ae ee eee ie tation com ioe Ay) taboo memes, er eae See A gavin cs his caste ie eS Oa: 4 tendo bietan hacer few is pemdoja'de pace Cio tveriedire doeeniet/A pe foci Gee ae eI ae, ftcdiinleaa de algmn use one Maes ace te tctontin at lp fonda x eayen faled ene ape ea sSplepderniter a hee demon ae Sted ss sseatticeneie AA iagl ate eee ‘Ast pu sbrayamor aul I perpen slaioal hee lar undoes sociale ssbr lpi gun foes Q6 cnr f Cae Pema PEE Ee ter gue una vida sole comic puede euar earnide por dhe; Ades que esto no basta vara ditinguir estinamente a la antropologia urbana de-wiir Ty Gie pet por wcnlnt wii a de Ta so: logia. A veces fos antropdiogns tienen Fizones para contar a loi individuos, ¥ ehcontraremios sovidloges que piensan en términes relacionsles tanto como scusiquier antropélogo. Exel campo urbano, esto ikimo esté ejemplificado santo por lon cliseos coms por aguier reise con tow ait ne Nesatiaicilisies ie armas 2 “ional socialdgica.quese han convertido recientenente en Waniuilos et rafos de salones de_stripteate, clubts de descanso_y cenimas de micsie? 19 WHO, podemos dscernir que, tl come han evalucieniado, Ja antropologs Ya ociologia tienen digintor cencros de gravadad, no dla en ln election iol seta sinotambién_seallicamente Ta antropologia, al wasladarse a la” ciudad, no tiene que bacene totaimerse indistinguible’ de Ia socilogia, ep u> momento de rellesign podemas tal ver darmoy cuenla de que la "tocio- "Un bryan oficiow de esta Uhizae tendons laa consteeiones morales, tenfan gran influencia en la conformacién de In ciudad. moderna. Park esconéré la analogia con la ecblogi de las plantas especialmente adecuada, y trabajé sobre'la utilidad para los estudios eihesot de Edhceptos tales como el dominio, Ia simbosis y la sucskéa, AUR ai, lo mis iinporante era la competencia, y él Ia_vela comme tina compe- teneia_poe-l-espacio: Ast, los habitantes mis fuerts del medio urbano- ‘ocupatian [es lugares mis Ventajosos, y otros se adaptarian a sus demandss: Gon el paso del tiempo, los primeros,podian expandine, por lo cual los Gomis tendtian que cambiar de lugar. El principio de la simbosis, segin tl cual diferentes habitantes se beneliciarian mutuamente de Ia coexistencia én un medio, era un factor modificador dentro del exquema general ‘Los propics escritos de Park sobre ecologia humana eran sobre todo enun ciados de principion generals unides a buenos ejemplos. Correspondié = sus envooearos DE CHICAGO 7 uociados més jéveues, particularmente a Roderick McKenrie y Ernest Bur ges, elaborar los conceptos ¥ mostrar ealiz6 especialmente dicho, trabajo deat la ecologia hum: aplicaciones pricticas; este limo io del contexto de Chicago, Como cribs concebida como una sociolgla_del_expacio + truest que la competes ere B principal Tuer de cepulacién ee enendla ie as diversas atsidades lnmianas se dstbuiran seg ls valores del see re. De ext detivs Burges su famoso diagrama ideal de 1a ciudad coro wrerrie de cirulos concentricos (grifica 1). Dentro del primer elrculo Gsaba el distrito comercial central — Tos terrenos mas valiosos, El segundo cf ‘en Chicaga, el loop [azol— con culo contenia ura “zona: de traa- Belén” que estaba siendo invadida desde el centro por el comercio y la Feustrs Tigers. Esto la hacia poco. atractiva para Ia mayoria de los habi tantes, que, par lo tanto, escapaban 2 las es fesidenciales de las zonas més Fusféieas, Pero la zond de transicién contenia todavia colonias de artista, Pettor de inmigrantes y reas de pensiones, Sélo se traladarian cuando pu diecan permnititse el: Iujo de rechazar su cerecimiento del rico centro los forzara. eteriorado ambiente © cuando el a alejarse aiin- més. Los procesos Sconémmices éreaban asi “Néreas, naturales", como lo expresaban los sori6logos de Chicago: bariios que no habian sido simplemente crecian. Esta eonceacién de la ‘conscientemente diseados ‘sino que idad ha suftido muchas erticas, en parte a causa de ln tendencia de Burgess y-otros 2 dejar una idea confusa respecto de si su {nerpretacién debia considerarse vilida slo"para Chicago 9 para cualquier ‘Guded industrial, o para evalquier ciudad ‘del tipo que fuere? De hecho, fabria sido prudente tener solamente pretesiones mis finitadas, Bl esuems Forsce_presupaner, por ejemplo, una divisiéa, dal trabajo de_gran_leance,_ fon muy diversos usos del terreno y una epavacién, entre (a cesidencin yb trabajo; ignoraba el hecho de que los craslados por, la ciudad serian roucho mis inconvenientes en determinadas ci rcunstancias que’ en otras (lo que ‘ependra sobre codo-de-lnteenologia del-tratsporte), de manera que ivi fen los suburbios-fuera. una moleytia -par ra Ia gente que tenia codavia’ cierto ior de ceectdn exeluta Ip consideracién de los rasgos, naturales de la sede cicgulas de Burges Tanian + Bibana; y, ademés, no Gene que cumplirse siempre el preiupiesto de ave el poseia valores de otro tipo. ‘aun cuando los por un lado y habia que quitar importancia a Iss diferencias nortesus- tof tetos que comenian lot determinants del wto del teritao urbane, tn com? to. inapied ini ‘Sehnore (1965) y London y Flanagan (1976) Giles perpeedvas eomiparativas. cores Meyquema de Burges, son en [a actalidad muy extent roe de ls exstorer que proporcionst 40 ETNOGRAFOS DE CHICAGO = ronapromivoria ‘stitorestencias sestingag aa era uno ciudad nueva donde ning sentimieato por fres particulaea wa habia vito lo basante fuerte para alter los prostate esonéaieans oa Ademks un Togar plano. Y a pesar de lw litacions gue pation icy ‘e% marco de referencia, fue importante en fa’ orientacién de fos socidtogos Gs Ghlcago, Ea 2! caso de tos caudon « que pretamor opera! cones tals adeltte, es io bases en tritores partcanres, ere noe dee In nooa de tramicén. Pero, ETNOGRAFOS DE CHICAGO a prado tno por faciores culls com por oto facet dn conlenia Soabati, En ici etadioy, a dinenin epactl Pauls aa Ree WA que s dedicaban af anslis en gran ets de ls deriedan Swe tenor woes pateulares eo la eid. Hers vino soe Ful, cone ae dina, ya baba experimentado can mapas de dubusin de hs ear investiga, En la Univerad de Chietgs eta tie Lae adepade coe importante Beramiena de icesignon,y Dutge en purenay dengs ormaimente ais clnes. Ye Yenclogs sail” «ie elboraci de tes mas Hl resto teumlaticy delay ipso oo estas eopreativos que tnpesban duos Goats sey como sugeritios en el eapitulo precedente, la forma de conceptwalizcion « lavesigncin que en general favernen los antopolegen Fearne ee fa SOHOMGiEC HUTS vals Gal a on See datentanenie cuando extudigos pouaroresintoteon mera i on pective paca evitar algunos errors propion de lm iicor de le eee Ghieago. Asi pues, al concentra en los dar de conjusto y Gumtende 4a visin incor, se aia tomiads_un ean dining del que ates mi af asirepeloge, Pah, por au pane, dudsbe de i ox aete eee “GRATIN, pero tambiéa eels lx daciién de_hover cialis a In socio dogia, ¥ tz siencia_en_esa énoca a Asi pues, alrededor de 1990, en la Universidad de Chicago y en ols shos, lo gut se. Hamat Los estunies 5 C1190 coNo aNtaoROLocin Paiece juteado supers, pus, que se erearon en Chicago doy tips de estudios usbavos, concebidos unides pero que derision ee aioe ae nia ex los emninos de lag acess ditnczams alee elie Ace Dlinarias. Uno se velvié mds estrechamente saciolégico, y hay una [nea de descendenciaseguida desde Al hasta la actual socplogig utbana, El otve, més anopoligico, podria decre que iS por adopeiin poste formar mee ae le asendenca den antopelaga udina. De Paso poaor soles ee feat esa antatrade ore aie oe Casado el programa de invetgacin whana 1 puso en march, el vor tia entre Ia rociloniay Ia anopoboia ain ng babs cuniie th honey Setidad de Chisago. Hosa 1888 no x creo un depertament de areosalons separado, No or mey conecide ef hecho de que Lagle hie, he see de ee deparameno adjuno, jx que au posters soroecegy eee ‘enia pocas semejanzas obras con las preanupacionss de to hae Chieage. White ha comentado depots ue Park ie dl eamsee eae 2 ETNOGRAFOS DE CHICAGO tants que tuvo en Chicago, aun cuando 0 sabia bien qué habia sprendido de dl (Matthews, 1977, p- 108), Por otta parte, Robert Redfeld,_quien 1a iotido en-sL depactimente ie a-mesch_al mismo, Gemp | Head Tas-prcosupacioneschieaquenses al erarin_de la antopoiogi, como wees tn el siguiente capitulo; era, ademis, yerna, de Packs Fabien en importante Talat que eae. época los socilogos_ today tenian cuidado de fammiliaricarse con el estado actual de ‘fy los antropdlogor con el de la Yociologia), més de lo que tienden a hae veenismente adem, la Universidad de Chicago tenia una atméstera int Testual en la que los contactos entre las diversas. ciencag social ordinariamente_fuertes. En este contexto debemos considerar ‘eI hecho de Go Tom, en AE, haa pbleado el Source Bok or Sei Orgs {Gaia de lor orgenes sociales, importante compendio de datos sinsligiens fh en edieidn revinda de 1937, tivo el nuevo tulo de Primitive Behavior (Gomporamicato primitivo} En su articulo de 1915 sobre Tos exudios urbe | hos, Park sefalaba que el métede antropolégico podia ser una fuente de Jrupicacién para las futures investigaciones urbapas;_ eva oBienscién, Sass ha sido cllady repetidas veces sen ‘La antropologis, In cencia det hombre, se ha preocupado sobre todo, hasta hora’ por el esi de los pueblos primitivos. Pero el hombre clvlizafo ¢» tin objeio muy interrance de inveatgneion, , al mismo ciempo, so vida esci this abiera a la observacion y el estudio. La vida y la cultura urbanas son mis, | estas ee mpl el tuotivos fundamencales en ambos ‘Bios ton los mismos. Los mismos paciences mézodos de observacién que antso- fBlogor como Boss y Lowe hap_empleado en et exudio de [a vida y maneras fe lor fndios novieamericanos podrian ser empleados, incluso ms, fructfera- mente ‘en la insestigaciont de las costumbres, Geenciss, practiess sociales Convapeiones generales de Ta vid qie prévalecen en la Pequedn lalla, sie Giref lado norte inferior de Chicago, o en el registo-de Jas complejss formas fotkirieas de os habicances de la Greeawich Village y alsededores le Ia Plats Washingion, en Nueva York (Park, 1982, p. 15]: Sin embargo, Pack tenia_también otras [uentes_para_uoa_aproximacién cinogrifien 2 1s vida urbana —su experiencia perodistia ers una de lls, GI naturalisma Meerario de Zola, Dreiser y Upton Sinclair era otra— y lo importante no es s6lo la genealogia intelectual. El punto clave_esmés_bien « que, sin importar de dénde.hayan venido les influencias originales ni a dénde Hayat Ho & parar inmediatamente después, muchos de los studios resultacon. ‘certo en lo que se refiere a la foie ste terse aaa TSLH Boe licita, cuanto en relacién con la de la_ansropologia ETNOGRATOS DE CHICAGO Py metodolégica de esics chicaguenses era similar a la de los anteopélogos al subrayar la obsensacion de los fend _subrayar la observacion de ls fenbmenos socials en 8 eienario Salulat Peto ncluyendo también entrovistas_informales, eucuestas_s Ts_tecoleccién_de docurientos personals como historias de individuos, en una mezcla que v3 Bade im estudio a otro, AT enltetejertos datos reunidos por estos sctecién cualitativa, Y, coma pueden mostrar los siguientes esbozos de cinco de Tos eitudlos mis- Conocidés; los temas seleécionados eran instituciones y fecmas de vida de tives que ‘han tendido a atraer sambiéa el interés de Tes Los “‘tombes”.y ta “wowowesta” De Ja serie de estudios “famosos’ sobre. Jos muindos -sociales de’ Chicago, el primero que s= publicsue TA# Hobo, de Nels Anderton de 1923. £1 hobo” Fil cénio Anderson Jo conocié, era-un tabajador migratorio, en general facile yevado en Estados Unidos, qe se movi por el pat in seguir nian Finn ij La constrwesi las gran, el trabajo en os bosques, Ia pesca y cualguie cansidad de wabaites temporales podian-emplear_al-Aabo. Pero | poco despuls del estudia'de Anderion, se voli abvo que ee ipe pace fle admdda swoderno era und expecie en extindién, El hobo habia formado parte de una segunda Trontera norteameccana, que 4© novia hacia el Ocste ton apcosimadamente dos décadas de retraso cespecto de Ia primera from tera, tras fos ferrocatrles, Eas-auevas poblaciones y ciudades, mupvas fincas sarcoas Industria, hacia poible ata fuerza de tabsjo.mévil y en parte jnchiso la demandaban, AL-cérrarse“camsbiga esta frontera, las salidas para Ios teabajadores tratsioros'sg-htieron mis.esasas, ¥ con ello el libo paso & la historia de la fronceras Gran parte ‘del territorio:t Eilers pol fh sociedad “de los hobées quedaba desde age, ds hadis'eC Dene, pero Chicago era con todo [8 capital de} hobo: a Chicago ‘viajaban'tg¢ fiombres entre. un trabajo y-otro) era Ia ter mised de ipportantes ferrocaréls; y lop hoboes eran labituales polizones” dt ‘Una cosa puede decirse de la ecologia de estos salones de baile que tendian a deserbirse todavia come académiag de bale, aunque pocoselenten resultaban engafiados por esta afectaclgn. pedagésica: se localizaban alli donde los alquileres efan bajos, y en zofias convenientemente accesibles para sus parroguiands, ahora todos hombres.‘En la. prictiea, esto signifieaba con {reais wna zon de penone, no ms, oe del dito comercial central: ero la ecologia no era el tema al que Cressey dedicé més piginas. Le preocw aba mis el tardene hal emo. “un.tnundo ditto, con st propa te era de acta, Babar y pensar, Tete propio vocabulai, su. propias actividades ¢ intereses, su propia cancepcin de lo que es importante en la vida, y —hasta cierto punto— sus propigs sistemas de vida" (Cressey, 1969, as (Cressey, 1969, , ¥ las ponia en sicuacién Exe mundo (nla re gropon principales de habianes: lt proper, las tacidanetsy los elem Bn Ching, en tier les recuse o establcer tardance halls fueron esadounidences de eign greg Cree tacontr fs expleacin de eo tanto an a0 molded grog, gree 4s ial pon conor ea min poled en tae esas done tia apareci we tip de negel, ceo en su prsigierelatvarent bao que probablemente Jes excluia del mundo de los salones de baile normales pet ls pont enetecho contacto con shaban del zon Ge pens tex. Tambien seals que al volese jets rene ls taedenee hel, hike una tenders als sven. Eig, ye stew meres pacs_minbre de grips toon con tehemes plese mak cross regain yn gna en CPR A mle OS segundo grupo, Is testdencrs, stern en toda a atenciin de Geesey. Muchas de elas, gin detain ean sevenian selondeadst an sl Pines abst deena pics emosoey aso) dic gue ene mndo anstors de sala baie propor Ste ries eaarenta ator depute de In cig: Ova eeban ya ms toure cides se preocpaban menos por las convenone morse Suedades, iban de low quince a les weinioch. Em el artdenee fell puben por we a ae ae hallonges més notables del estudio de Creey se Fen a a cregciin inasactoria en la sociedad convencional al Thrasher (1963, pp. 81-62) cbuerva similares cambior Etnicor de nombre ent Iam boxendores 86 ETNOGRAFOS DE CHICAGO en un barrio negro. Asi, el modelo implicaba un movimiento desde una estima personal baja en una esfera de mayor prestigio a una mayor estima fen una esfera de menor prestigi. Esto 4e podria considerar un corto movie tmiento ascendente; pero una vez dentro de ta nueva esfera, Ia muchacha tendia a sufric una declinacién continua Cressey pudo ofrecer menos informacién sistemética acerea de los clientes, fen parte porque los hombres que pasaban por esta insttuciéa constituian un ‘grupo bastante variado, Habia koboes y abreror, hombres de negocios de fuera de la ciudad j curidsod de estratos'sociales més altos que’ s6lo”acuiisin"una sola vez} filipinos, eslavos, griegos, chinos, mexicanos, ovejas negras de familias de clase altd (pero no verdaderos negros) ; enanet, mutilados, picados de viruela. Obviamente este tipo de sal6n de baile cubria diferentes clases de necesidades. Era una forma conveniente de disfrutar de compafia femenina para quienes iban de paso y no tenian tiempo de conocer a nadie por las” vias tradicionales, Era una forma de pasar una noche en la. ciudad. pare los jvenes pertenecientes @ grupos étnicos que mantenian a sus propias jovencitas bajo una estricta supervsién familiar. Aliviaba a los solteros de edad mediana, para quienes las relaciones bien intencionadas tendian a su- Serine compas femenina’ mucho mis sburida. Pero, clarament, el aridance hall también obtenia muchos de sus clientes de grupos estigma- szndos que no pollan competi. Entre ells estaban los ortetaey, lox Slipinos consttuian una buena parte de ellos, por lo'menos un quinto de toda la poblacién de clientes, segin el eSleulo de Cressey. Los filipinos suftian diseriminacién racial; por tanto, tenfan grandes dificultades para encontrar compaiia del otro sex0; pues de los filipinos que legaban a Estados Unidos durante los ais veinte sélo uno de cada quince era mujer. El hecho de ‘que esce tipo de salones de baile también existiera en Filipinas podia ser ‘una razén mas para que fos filipinos los buscarai en Iss ciudades norte: Era natural que hombres que no podian establecer fcilmente contactos con mujeres -por ottos canales intentaran evar su relaciéa con las tax dancers més alld del baile. La administraciéa de los locales normalmente procuraba impedic tales contactos, pero ccurrfan de todas maneras, Ocasio- salmente lleyaban al matrimonio; pero lo mis Frecuente era que lat relaciones , aif extablecidas fueran més o menos mutuamente explotadoras. Entre las que ‘mplicaban relaciones sexuales, Cressey distingula tres tipos: aquellas en que una muchacha se convertia durante ua tiempo en amante de un hom bre; aquellas en que se establecia una especie de poliandria a corto plazo, en * la que varios hombres contribufan a mantenee a una muchacha, conociendo la existencia unos de otros 0 incluso siendo amigos; y las citas de una noche. ‘Tales relaciones podiaa obviamente, marcar un paso en la carrera desrea: 5 ETNOGRAFOS DE CHICAGO & dente hacia Ia prositucién.. Pero ésta 70 era siempre su consecuencia, ni se eu earieamee ee ee cece ol dene ee ear te complement spatado de x dems format Senora cued teeiroti auc a stitucign, al vivir con owas taxi-dancers, cage canaidear sinc Se apie Scoala entrees pete! SE ee en aa esata tees soda a, Las muchachas procedian de a otros datos que el propio texto, proporcio nuchackas procedian de cna cose diferente. Muclis-de ellas mantenian alguna fornia de contacto ton su8 familias, y Cressey:ancluio las describe diciendo que tenian “doble Siday eaban que suf fails se equeraran de cul em 38 oevpacin uunque formulé-un patréntipico de, carrera como un movimiento descen ane blgn obteré ques] anonimaco dela sociedad urbana hacia posble Shur tanto las taxidancerrgomo las prostitutes se mavieran de una 2 otra forma ‘de vida y posicionég en la sociedad convencional. Los clientes del alba de baile tallan, por sapuesto, de muchos circulos, y la red del propie~ ir politicos y agentes del orden piblico. Todo podria ser “ajslamiento" de un mundo ee a eb iawu eatery asic Be ; sericea: The TastDance Hall como un estudio pioréro de una de tas pee le Gr merce La escuEta Be Citieaco =x nemnospzcrs’ Ea su introduccién a us’ dueva edicida de The JackRoller® de Shaw, Howard Becker (1956) hg comentado cémo los estudio de Chicago forman wiia imecafora—, en el que cada uno de ellos con- lun mossico —de nuevo ei sire de contexto para los demés, Cuando sribuye con una pieza al conjiinto ‘uno llega a la paete de latBiografia en que Stanley, el jackroller, empieza 2 robar junto con otros michachos, se puede recordar lo que dice Thrasher sobre las pandillas y el rObo;,y"euando por un tiempo el excenario de s ida es la calle West Medion,'uno puede volverse a Anderson para tener {sina deserpeién més detilada de esta “arceria principal” de los, hoboss Esto es etnogratia coopérativai ‘si el mosaico no forma una imagen de Ghicago en su conjuito, entonces por lo menos obtenemes wna imagen mis amplia del medio urband, de: cualquier grupo o iastituciém particular”de Ja + Vente la nota de Ia p. 48 (*). 6s ETNOGRAFOS DE CHICAGO ee : i cau es ts ran cae meno ine WEG Se Ce Sonat Cee ae aaa eae Saud Se SFU cae a St eae eel Speen eee ee ee Cen pea at any ene Ree arrepentidas”, ’ Si se considera cada estudio en si mismo, resulta realmente que la Escuela e Chicago tuyo precursores en virtualmente todos los tipos de antropologia studios sobre pandilla, sobre ocupaciones‘disidentes, sobre el comporta, Sen Lene Rho ee ee ere Ee eee at ae eS eee Co ee ened ies an soe cee ees ert wee ee a See ees ec eee ee ee Soke goad Benet a ee a epee hcartat a ene nee ai oan eae eee eS ee Fas Lesen Sak ta ee eee Paes sa ele eereisre nee eee ee ae ie piece gue tsa ke Seep Ss (asain beeen ere elie mage eee a ee nee ede ree ear ee Se eee ef een Ista neat ee ae oe studios sobre enclaves étnicos, ETNOGRAFOS DE CHICAGO 6 Pe iar de aemis oe cuteetaan slcter Setees derteet cor Sha refecencia explicta 0 implicia sl patado de Park, como “iimple pero Gams", Tal juicio subestima por lo menos los conocimientos del propio Park: como hemes visto, su experiencia académica estaba lejos de st pue Hering, tenia una. profunda imaginacién socioligca, Y. sin embargo, Teas hasta a eas inter eomseRele eetstet lero ave. sodas fueron ecogices y eortiouadas por sus weguidore. Desstendieron alge tat de clas; ott as ciaron fleimeate,o hasta 4 exfortaron por lncorporar Cian let fue posbl, pero hubo exeasa aeumulatvided térca, Uno podela Saber detado, sdems, que Patk tansncera mis efieazmente In inepiacisn ie aasiiee RIollhseal tstenas desta eercleeassiraeen ay on, Who lo a aigunes, de sun dsipuln y colegas, En varie de las emografiaa Joy excaa Luella oe ls influencia directa de aquellos. Nels Anderon, en el musve prelacio & [a reedicién de The Hobo, sefala que el. cosejo mis iportanee que recibié de Patk fue precsamente que “veibiera Slo lo que te, ofa sabia, como un reportero de. peribdco”, y que cuando eaba Serbiendo ou farnoao libro, sus conocimientos empticos superaron en mucho Sins mficcacién teériea, Park, aun cuando compacta algo de la nostalgia de mmechsgyn te6rios sociales or fs comunidad pequefa, tenia tarnbién un Studo senda de ls peibldades nica que ofrecia la vida urbana. En care Bi cc pereepeibn parece ausene 1 menudo entre los dems de Bu grupo, seats polfin porter, a an eriteo tals recente (Feued)"1973, p. 05), ‘Nin paval de secretaris pueblerinas de In ica con ss vocabulario moral rmojigte, que as generaciones poeriores no. podlan esperar come. contr Bucign la Sociologia por parte de lor locos aos vein Demaiindas cosas, para empeear se comitlleron en “desorganizacién”. Ciersamente te require un concept sernejance en el estudio de las relaciones tocisles,¢ los antropslogce actuals pueden 2 votes llevar su selatvimo Cultural demasiado lejos para evitarlo. Pero los chiaguenes cometieron el terror contrario, La defincién de Thomas subrayabs la nflueneia decreciente ro gqué narmas? Aunque, como ha demostrado Park, [a ex ial urbana podia permit que nos grupos tomaran camines separades ¢ que afirmaran sus propias normas, habia una fuerte endencia tn exe conjunie de estudiosos a considerar cualquier com que no fuera la Conforaidad con los prineipics dela sociedad convencional eomo'un asunto de desorganzacion, Y asi, en palabras de Matza (1969, p. 48), concebian la Gesorgarizacién cuando descrbian la cversidad, Como excepeiin parcial, aimivan prontamente que las cosumbres de les gripot inmigsontes eran * Young Men's Christin Amociation (Asociacién Criniana de Jévenes (raTo re). 70 EBTNOGRAFOS DE CHICAGO realmente diferentes y eran normas por su propio derecho; pero de acuerdo con las ereencias asimilacionistas de Park y otfos, pensaban que éste era un fenémeno pasajero. Cuando la segunda generacién de los grupos de inn {grantes mostraba otto tipo de comportamiento sin parecer del todo norte- americanos convencionales, su forma de vida era ya més facilmente calificada de desorganizada. El uso generoso de esta etiqueta podia obviamente ocul- tar Ia variacién sistematica en la forma de las relaciones sociales, ‘Tras este tipo de voeabulario y tras el interés relativamente limitado por et desarrollo teérico, se puede percibir el hecho de que las intenciones deteés de estos estudios-eran mis bien-de naturaleza prictica: A pesar del desprecio tun tanto provocative que solia expresar Park, en la fase chicaguense de sib cambiante carrera, con relacién al tema de'los “bienhechores” —que se supone 3 resultado de Ja desilusién que le causaron los misioneros con quienes habia trabajado en el asunto del Congo—, la sociologia de Chicago todavia tenia mucho que ver con el reformismo. Y si la ecologia parecfa en camino de convertirse en ciencia inflexible, [a etnogeafia se alineaba més con el ale compasiva y su tradiciéa de encuestas para descubrir hechos. Esto también implicaba vinculos con agencias exteriores, y Burgess frecuentemente desem- ppefiaba el papel de enlace: para el estudio sobre el hobo; Anderson recibié el patrocinio del Consejo de Agencias Sociales de Chicago y de la Asociacién Protectora Juvenil; ésta también colaboré en la investigacién de Cressey sobre los taxidance hells; el trabajo de Zorbaugh se relaciond con la labor de organizaciones comunitarias, como el Consejo Comunitario del Lower North Side; y Thrasher enumeré no menos de veintistis agencias que coope- raron con su estudio de la pandilla. En tales circunstancias, escos estudiantes se encontraban escribiendo no sélo para tus colegas profesionales, sino tam- bién, en gran medida, para personas con un interés préctico inmediato en sus descubrimientos. Ciertamente, si “no hay nada tan préctico como uno buena teoria”, ese interés no tenia por qué haber limitado el desarrollo de - las ideas teéricas en sus estudios. Pero las ideas de pertinencia menos obvia para la reforma social pueden no haber tenido mucha demanda, y-pueden incluso haber sido contraproducentes si au inclusién, en lat publicaciones [as hhubiera vuelto menos intelectualmente accesibles para los lectores legos. Por fo que se refiere a la ecologia, donde si ubo un impulso tedrico, hemos visto que su valor para el teabajo en etnografia urbana era ambi- quo, Le ofrecia lo que se puede considerar como un sentido del lugar muy Jill. Los estudios de-Chicago estén muy claramente situades en un territorio particulzr, no en un vacio como pueden parecer ciertos andlisis més pura- mente de organizacién. Sin embargo, creé problemas propios. De vez en cuando Ios mismos chicaguenses volvian’ ambiguo este sentido del espacio implicando que el orden espacial de Chicago era el arden espacial de cual- ~ ETNOGRAFOS DE CHICAGO quite ciudad, La analogia con la ecoldgta vegetal también tenia sus limites, thay obvioe; pero la escuela de Chicago no los tom en realidad muy en cuenta, La gente, a difeceicia de las plantas, se mueve de.un lugar a otro; fo todas sus relaciones 4€ basan en_el compartimiento territorial ni en Ia comnpetencia por Ia tierra duraderos. ¥ los-urbicolas en especial, como ten- Gremor oportunidad de sefialar de nuevo, no suclen oblener sir sustento Girectamente de Ia tierra, sino en gran medida de los trates de unos con Stros, Una preocupacién ptcecha, por las relaciones espaciales y el tipo. de ddatos-que-se-relacionan- més de-cerea. con ells probablemente conduciea, for lo tanto, a una vside empobrecida de Ja vida urbana, aunque de modo aro la ciudad ha de ser reconacida como itn fenémeno en parte espacial Desde’ el. principio, desdp' luego, Park habia sefalado que era probable aque los vinculos relativos.a la localizaciéa cuvieran decregiente importancia deneco de la ciudad, En wsi-érea como el “mundo de euartos amueblacos™ de Zorbaugh, eso es bastante evidente. Los otros caminos posibles que sugiid Park para los estudios ofjpacionales en su primer programa de investiga: cin s inspiracon algunes*atajos, especialmente el de Everett Hughes, quien, con Redfield, hered6 los interes de gran amplitud y el estilo ensaystico de Park. La perspectiva interdecionista de Hughes y su preocupacién por la bservacién de campo proporcionan un sélido vinculo-entre Ia primera excue- la de Chicago y Soot eeilagt posteriores como Erving Gotfman, Howard Becker y Anselm Strauss: Sin embargo, trabajos como el suyo nose convietieron en parte integrante de la investigacién urbana, sino més bien luna sociologia ocupaciona} aparce Bl trabajo de Park, plblicado en 1915, marcé el principio del primer petiodo de la etnogratia dé Chicago; poco més de dos décadas después, otro Ensayo de Louis Wirth fgfiriia en clerta forma mucho de lo que se habia hecho, Como veremos en segisida, habia, similitudes evidentes entre .ambos. Esto puede tomarie conii-un signo més de qué, por lo’ menos en el Srea de la organizaci6n socigk “habia habido cierto estancamiento teérico, au cuando ambos trabajos hayan tenido gran imporancia. Pero-no debemos ser demasiado severos: iigdio siglo después de publicads, Iz obra de los exnégrafos de Chicago atin merece ser leida, Algunas de las eriticas que se te pueden dirigic tamblén ‘se aplican, .como hemos indicado, en el caso de muchisimos estudios Tecientes. Y si queremos avanzdr facia una antro- pologia més sstemitica dela vida urbana, ofrece tantas piezas dies como Por supuesto, en lo que se sefiee a Chicago mismo; In etnografia ha vuelto, Ademés, algunof de los estudios més recientes pueden considerarse ris o menos complementos muy exactos de los estudio del primer periodo. El bartio multfacético de Zorbaugh tiene su paralelo de los afios sesenta en ETNOGRAFOS DE CHICAGO The Social Order of a Slum [Orden social de un barrio bajo], de Sut tles (1968), no tan mezclado en su contenido y mucho més intensivamente ‘analizado, El Jack-Roller hace pareja con Hustle!, historia de la vida de Henry Williamson (1965), criminal negro, publicada por Lincoln Keiser. Los estudios sobre pandillas van-desde el de Keiser (1969), sobre una sola igran organizacién, The Vice Lord: [Los sefiores del viciol, hasta el de Shore y Strodbeck (1965) sobre muchas, que por tanto se ssemeja més al de Thrasher con tus 1513, Si: los actores travestistas (Newion, 1972) y los cantantes-urbanos de blues (Keil, 1966) on en-ciesta forma muy diferentes de las taxtdancers, son, con todo, el centro de mundos sociales donde 1a Giversién es negocio. Pero los observadores participantes también estin apare- ciendo en lugares nuevos: un trabajador de una fabriea de acero, como Kornblum (1974), 0 un capitia de distrito electoral en la maguinaria politica dominante, como Rakove (1975), Obviamente Chicago sigue.atrayendo como laboratorio para la investigacién social, tal como Park un dia lo concibié.

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