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Manuel Garcia Blanco | L EJERCICIO PARA DIA PRIMERO DE MES, Con la debida licencia ORACION INICIAL Amorosisimo Dios, que todo lo ordenas con suavi- dad y lo dispones con for- taleza, aqui tienes una de tus humildes criaturas. Sefior, vengo de TiyaTi he de volver, si quiero ser feliz. TG, que provees al bien de todas las criaturas y las surtés de medios para que Decima Edicion 3, consigan su felicidad, com- padécete de mi y ayidame. T&, porque eres infinita- mente sabio, conoces todos los acontecimientos que han de influir en mi exis- tencia y en mi eternidad. Padre amantisimo, Padre bueno, padre misericordio- sisimo, haz uso de tu poder para mi bien y conserva aquellas criaturas que han de ser instrumento de bon- dad para conmigo, Que no me dafien los ele- mentos; qué no me perju- dique el sustento; que no me contrarien mis seres queridos; que las penas y las alegrias, la pobreza y la 4 abundacia, la salud y la en- fermedad todo sirva para mi bien. Me abandono en los bra- zos de tu adorable provi- dencia y asi abandonado en tu regazo quiero pasar to- dos los dias de mi vida has- ta lograr la eterna bien- aventuranza del cielo. Amén. ENERO Dios gobierna el mundo Dios existe. Estamos ciertos de esta verdad, co- mo de que existe el sol. Son tantas las pruebas que nos a la demuestran, que seria necesario haber perdido la razon para afirmar lo,con- trario. Ese Dios gobierna el mundo con su sabiduria y poder infinitos, Gobierna el mundo material y el mun- do espiritual, la sociedad ci- vil y la sociedad religiosa. Nada sucede en este mun- do sin orden y permiso de Dios. Este gobierno que -Dios ejerce en el mundo se llama Providencia. jOh Dios mio! yo creo. Mis ojos pecadores no te pueden ver, pero pueden ver tus obras. La existencia del universo, su orden y su 6 vida, el orden moral de la conciencia, todo me habla de una causa primera, de un Supremo Legislador, de] cual procede todo, por- que no hay efecto sin cau- sa. }Oh Sefior mio, princi- pio sin principio, ser eter- namente subsistente, .su- prema verdad, bien sobe- rano! Tu hiciste el cielo y la tierra y todo cuanto el ambito de los cielos abraza. Te reconozco por mi crea- dor, mi conservador y mi todo. Dios de cielos y tie- rra, yo te adoro. INVOCACIONES Oh providencia amoro- sisima, ti que todo lo has creado con tu poder y con tu proteccién lo conservas, ayudanos a descubrirte pre- sente en todas tus criatu- ras. Te lo pedimos, Senior. Oh Providencia amoro- sisima, tt que has puesto a nuestra cisposicién todo el universo, aytdanes a ser- virte en todos los sucesos de Ja vida; danos a todos casa, vestido y sustento. Te.lo pedimos, Senior. Oh Providencia amoro- sisima, ta que bajo el arco de cada dia nos haces cami- 8 nar con los sentidos y el alma abiertos a las cosas, danos fortaleza en la ale- gria y en el dolor, en la en- fermedad y en la salud, en la pobreza y en la abun- dancia; danos la salvacién. Te lo pedimos, Sefior. Oh Providencia amoro- sisima, ti que has dado al dolor un poder santifica- dor, pon ahora tus ojos en los sufrimientos de los po- bres; da alegria a nuestros enfermos; escucha los ge- midos de los agonizantes; da paz y descanso a nues- tros muertos, y a todos da- nos el gozo de encontrar- nos ‘un dia en tu casa del cielo. Te lo pedimos, Seftor, ORACION FINAL jOh Dios mio! quiero decirte con San Alfonso Ma. de Ligorio: Mas esti- mo el cumplimiento de tu voluntad que todos los te- soros que pudiera poseer. Dispén de mi y de cuanto me pertenece como te plaz- ca, sin tener para nada en cuenta mis deseos. jOh Providencia amoro- sisima! no permitas que mis labios pronuncien ja- mas una sola queja contra tu voluntad divina. Haz que siempre me conserve 10 paciente y sereno en medio de las vicisitudes de la vi- da; haz que tenga por in- digno de una criatura redi- mida todo lo que no sea acatar sumisamente y sin quejas tus disposiciones so- bre mi alma. En los sucesos que no puedo prever ni evitar, en la enfermedad y en la ad- versidad, ensalzado o abati- do, perseguido, consolado o afligido, en todo momen- to y situacién levantaré a ti mis ojos y mi corazon di- ciendo: E] Sefor es mi ayu- da. Hagase en mi su santi- sima voluntad. il FEBRERO Oracion Inicial pag. 3 Qué es la Providencia Divina La palabra providencia significa prever y proveer. Con ella designamos una operacién divina por la cual Dios prevé el fin de todas sus criaturas y las provee de los medios necesarios para alcanzarlo. En su acepcién mas am- plia, la Providencia es el cuidado que Dios tiene de todas sus criaturas. En sentido estricto es la 12 accion llena de sabiduria y de bondad por la cual Dies guia a toda criatura al fin particular que le ha sefialado, y a todas a un fin general, que es su propia glorificacién. Hemos sido criados para glorificar a Dios, Alabemos a Dios, jOh Dios mio! Te diré con el Profeta David: Que toda la tierra te adore y cante tus alabanzas. Que te adore sobre todo yo, a quien has dado inteligen- cia, voluntad y libertad para conocerte y amarte. Suba mi oracién hasta Ti, Dios infinitamente bueno, sabio, poderoso y justo, co- 13, mo nube de incienso. Sefior, yo te adoro, te ‘doy gracias y te amo. jOh Dios, que premias a los buenos con el cielo y castigas a los malos en el infierno! ven en mi ayuda; en ti confio. Invocaciones y Oracién Final pag. 7 ¥ ss. MARZO Oracién Inicial pag. 3 Accién de la Divina Providencia Todos les pueblos de la tierra han admitido la Pro- 14 videncia. Los sacrificios y las oraciones en las publi- cas calamidades son una prueba de ello, Estos actos no tendrian razon de ser si no se creyera en la inter- vencion divina en las cosas humanas. La sabiduria popular ha concretado su fe en la Pro- videncia en estos prover- bios: El hombre se:agita y Dios lo leva. E] hombre propone y Dios dispone. ~Cémo dispone Dios? Co- mo un padre que vela por su hijo y provee a todas sus necesidades; como un maestro que pone en ma- nos del obrero lo que nece- 15 sita para el trabajo que se le ha confiado. jOh Dios mio! yo me pongo en brazos de tu pro- videncia. Cree que nada marcha solo, que nada’ su- cede casualmente, que to- do sucede por tu volun- tad. Tu sabiduria abar- ca fuertemente de un cabo a otro todas las cosas; te- das, Seficr, las dispones con medida, nimero y pe- so. Senor mio y Dios mio, te diré con la heroica Ju- dith, asisteme, te lo ruego. Porque Tt obraste antigua- mente aquellas maravillas y I designaste las que 16 después se han seguido, y ellas se han cumplido por- que Ta lo quisiste. Todos tus caminos estan apareja- dos de antemano y tus jui- cios dispuestos por tu pre- én, Vuelve a mi tus ojos. jOh Dios del cielo, creador de las aguas y Se- fior de toda la creacion! oye benigno a esta desven- turada_criatura que recu- rre a liy lo espera todo de tu misericordia. Invocaciones y Oracién Final pag. 7 9 Ss. V “ABRIL Oracién Inicial pag. 3 17 Cémo gobierna Dios al mundo con su Providencia Dios ordinariamente no obra sino por medio de las causas segundas, es decir, por leyes por El estableci- das. El dirige los seres pri- vados de la razén por me- dio de leyes fisicas: asi el sol nos alumbra, la tierra nos sostiene, el fuego nos calienta, el agua nos refres- ca, Toda criatura se man- tiene y obra segin leyes constantes cuyo autor y guardian es Dios mismo. Dios dirige también al hombre, pero por medio de leyes morales, Observan- 18 dolas el hombre consigue el fin particular, es decir, la salvacion, y el fin gene- ral de la creacién, o sea, la glorificacién de Dios. El hombre haga lo que haga, procura siempre la gloria de Dios, pero no siempre consigue su salvacién, por- que le deja en libertad de hacer el bien o hacer el mal. Si hace el mal no se salva; si hace el bien si. {Oh Dios mio! que has marcado al arroyo su cau- ce y al mar sus riberas, a las montafias su centro de gravedad, a los peces las aguas _y a las aves el aire. Ta te has ocupado 19 todas las fuentes, flores en los prados, arenas en los de- siertos, estrellas en el cielo. Miren, dice Jestis en una pagina admirable del San- to Evangelio: las aves del cielo no siembran, ni sie- gan, ni recogen en grane- ros, y con todo su Padre celestial las alimenta. jOh Dios mio! que has- ta de los lirios del campo y. de las aves del cielo te pre- ocupas, como padre solici- to. ¢Cémo no te habras de preocupar de mi, a quien has mimado con tantos favores? Seftor, Ti te ocu- pas de todos: de los indivi- duos, de las familias, de las 22 ore ™ corporaciones, de los pue- blos, de las naciones, {Qué grande es tu poder, oh Dios mio! Tt’ conoces mis pre- ocupaciones actuales, las pongo en tus manos, Invocaciones y Oracién Final pag. 7 ¥ 5s. JUNIO Oracién Inicial pag. 3 Por qué hay pobres y ricos Esta pregunta al parecer tan sencilla entrana una queja profunda del plan de la Providencia. En labios de los cristianos quiere de- 23 cir que Dios no se acuerda de ellos porque hay en el mundo diversidad de con- diciones. Sin embargo, si bien se considera, la desi- gualdad de condiciones es debida frecuentemente al mismo hombre; es fruto de la actividad de unos y de la flojera y pereza de los otros. Dos hermanos reci- ben la misma_herencia; luego el uno se hace rico y el otro se arrastra en la po- breza, ¢Por qué? Porque el uno es trabajador, aho- rrador, ordenado, morige- rado; mientras el otro es despreocupado y gastader. Asi el uno prospera y el 24 otro se arrastra en la mise- ria jCuantos ejemplos co- mo éste! Otras veces vemos la ri- queza insultante de unos frente a la pobreza humi- Hante de otros. Ni Dios, ni la religion, ni la iglesia pue- den estar de acuerdo con la riqueza injusta o que se convierte en un mal para la sociedad. Dios ha hecho al hombre libre y frecuen- temente usa de esta liber- tad en contra de Dios y en contra de sus semejantes. Un dia Dios exigira perso- nalmente cuentas al que ha ido en contra del orden por El establecido, que es de a Justicia, amor y paz; y el mismo Dios quiere que esa Justicia, ese amor y esa paz sean conquistados (logra- dos) en la tierra por la so- ciedad. Z jOh Sefior y Dios mio! ante la realidad de la rique- za y la pobreza, la salud y la enfermedad, la ignoran- cia y la sabiduria entre los hombres, enséfianos a com- prender que ninguna de las privaciones e imperfeccio- nes humanas han sido que- ridas por Ti. Danos fuerza para sumarnos a tu plan de salvacién que desea la rea- lizacién y superacién del hombre en su cuerpo y en 26 su espiritu. Cristo, tu divino Hijo, vino para liberarnos del pe- ‘cado y también de todas las carencias y males que se -originan en el pecado origi- nal, personal o institucional como son la pobreza, igno- rancia, enfermedad, opre- sién, explotacion, etc. Esa lucha ta quieres que la ha- gamos nuestra y yo sé que en la medida en que luche- mos por liberarnos y libe- _rar a los demas no solo del pecado y de los males mo- rales, sino también de to- dos esos otros males, en esa medida seremos autén- ticos cristianos. Zr Invocaciones y Oracién Final pag. 7 y 88. JULIO Onacién Inicial pag. 3 El dolor Vivimos en un valle de lagrimas, tanto que desde la cuna hasta el sepulcro no dejamos de sentir la mordedura del dolor, E] Salmista ha expresado este pensamiento de un mode vivo. Dice asi: Riega el hombre con lagrimas los trabajosos surcos que abre con su llanto. 28 Sufrimos, ¢Por qué su- frimos? E] impio responde di- ciendo: Dios tiene la culpa del dolor. Eso es una blas- femia contra la Providen- cia. Dios hizo al hombre feliz y lo colocé en un paraiso de delicias para que goza- ra, El hombre perdié esa felicidad revelandose con- tra Dios. Después de ese primer pecado el dolor acompaiia a la humanidad. A mas de esos males ge- nerales que nos acompanhan como herencia de esa pri- mera caida, hay muchos males que provienen de cul- 29 pas del hombre. Los médi- cos sefialan 66 enfermeda- des vergonzosas como re- sultado de la sensualidad. éNo ha hecho su aparicién recientemente el SIDA, el mal de la inmunodeficien- cia y del que pueden ser victimas personas ajenas al vicio e inocentes? Cuanto dolor en el mun- do por guerras, intereses politicos y comerciales, co- rrupcion de servidores pt- blicos, atropellos de la au- toridad, irresponsabilidad de padres de familia, etc.- No digamos que Dios quie- re el dolor que todo eso origina. 30 a» jOh Providencia amoro- sa que solo deseas nuestro bien! Tu nos has creado pa- ra ser felices y todo lo has ordenado a ese fin. Sin em- bargo, abusamos de la for- tuna, de la salud, del bie- nestar, y nos azota la mise- ria, la enfermedad, el des- honor, los odios. Todo es culpa nuestra, Sefior; he- mos pecado, Ten misericor- dia de nosotros. Invocaciones y Oracién Final pag. 7 y 5s. AGOSTO Oracion Inicial pag. 3 Sufrimos porque Dios es 31 bueno y nos ama Recordemos que en plan actual de Dios el dolor pue- de jugar un papel provi- dencial. Es muy distinta la postu- ra del creyente y del no creyente ante el sufrimien- to. E] no creyente ve en el placer el fin de la vida y por eso huye del sufrimiento y si llega el] momento hasta por la puerta falsa de la de- sesperacion y el suicidio.— El creyente no.—Rechaza el dolor en un primer paso porque seria masoquista, enfermizo y sddico buscar el sufrimiento o hacer su- 32 » frir a los demas. El mismo Cristo lo re- chaza en un primer mo- mento: Padre aparta de mi este caliz. Sdlo cuando ve que esa es voluntad del Pa- dre dice: Pero que no se haga mi voluntad sino la tuya. Nosotros no siempre te- nemos esa revelacion de la voluntad de Dios sobre no- sotros y por eso debemos evitar el dolor, medicar- nos, pedirle la curacién...; pero puede llegar un mo- mento en que no hay otro camino, aparece clara la voluntad de Dios: los acha- ques de la tercera edad, 3) una enfermedad incurable, la muerte de un ser queri- do. Es entonces cuando el creyente ve la amorosa providencia de Dios sobre nosotros que quiere a tra- vés de la amarga experien- cia del dolor salvarnos y acercarnos a él. Es la ver- tiente positiva del dolor ala luz de la fe. —E] dolor puede acer- carnos a Dios. —E] dolor es un medio Gnico para expiar nuestros pecados. —E] dolor acrisola nues- tra virtud y nos hace ganar méritos. Le dijo el angel a Tobias: Porque eras acepto 34 a» a Dios, fue menester que la tentacién te probase, Y el Beato Juan de Avila decia: Mas vale un bendito sea Dios en la adversidad que mil gracias y bendiciones en la prosperidad. —E] dolor nos une mas a Cristo y por él nos suma- mos a su misma obra de Redencién, Si alguno quie- re ser mi discipulo que to- me su cruz y que me siga... jOh Dios, que en tu pro- videncia has dispuesto el mismo dolor para mi bien! Haz que acepte con alegria el dolor inevitable que sur- jaalolargo de mivida. Haz que lo reciba: en espiritu de BD) penitencia para expiar mis pecados; como fuente de méritos para la vida eter- na; como llamada de tu gracia para mirarte a ti_y seguir mas de cerca a tu Di- vino Hijo, nuestro Reden- tor. Invocaciones y Oracién Final pag. 7 y ss. SEPTIEMBRE Onacién Inicial pag. 3 Dios permite la culpa Al decir que Dios puede permitir el pecado no in- tentamos decir que Dios lo 36 » pueda autorizar como un padre autoriza a un hijo ausentarse de casa. Dios. permite, es decir, tolera, deja hacer, sin aprobarlo. Toleran los padres los defectos de sus hijos; los senores los de sus criados. Dios también tolera el mal. El] impio Calvino impu- ta a Dios el pecado dicien- do: Dios es autor del peca- do. Esto es una blasfemia. La Iglesia Catdlica conde- na esa doctrina y dice por medio de sus tedlogos: Dios creé a todos para el bien, para salvarse. Dios conce- de a todos los auxilios ne- cesarios para salvarse. La 37 | ¢ OCTUBRE Oracién Inicial pag. 3 Fines de Dios al permitir la culpa Dios permite el mal para sacar mayor bien, Permitio el pecado original para re- pararlo con la Encarnaci6n de su Hijo. Permite la ma- licia de los judios con Je- stis para salvar el mundo por medio de la Redencién. Permite las persecuciones de la Iglesia para hacer bri- llar el heroismo de los mar- tires. El mundo se_veria privado de muchos bienes 40 » si el mal no existiera. ¢En qué consiste el bien que Dios saca del pecado? En hacerlo servir a la eje- cucién de sus designios; en hacer brillar su bondad atrayendo al pecador, su misericordia perdonando- lo, su justicia castigandolo si persevera en el mal. No queria Dios el pecado de los hermanos de José; lo permitid para llevarlo al puesto a que lo destinaba: Ser Senor de Egipto. jOh Dios mio!que te has querido servir del odio de los tiranos para crear el es- cuadrén glorioso de_ los martires, Ten piedad de la Al Iglesia perseguida. Regio- nes inmensas estan bajo el dominio de Ja maldad. El materialismo extiende su influjo por todo el mundo. Dictaduras de todos los sig- nos tienden a sojuzgar a los pueblos, a impedirles el ejercicio de los derechos humanos mas elementales y entre ellos el derecho de profesar su religion. Mu- chos creyentes son perse- guidos por su fe. Seftor, socorre a tus se- guidores; da fortaleza a tus martires y haz que triunfe en todo tu Providencia sa- cando bien del mal y de la muerte vida, 42 > Invocaciones y Oracién Final pag. 7 ¥ 5. NOVIEMBRE Oracion Inicial pag. 3 Prosperan los malos No es verdad que todos - los malos prosperan, como tampoco lo es que todos los justos sufran, Los bienes y los males son comunes. A veces nos engafia el ver que cientos de hombres perversos prosperan. ¢Por qué? Porque Dios suelta las riendas al pecador; le de- ja obrar. ¢Han observado 43 t lamidades. jQué bien se siente entonces la mano de Dios; Abran la historia. Pe- ca Sodoma y Dios la casti- ga; peca Jerusalén y Dios la castiga; peca la moder- na sociedad y Dios manda el azote de las guerras con sus millones de muertos. Pero esos males son mas que castigo en el plan de la Providencia: Son un me- dio para abrir los ojos. El progreso y los adelantos modernos nos hacen olvi- darnos de Dios, y Dios manda esas ptblicas cala- midades para recordarnos que puede aniquilarnos cuando quiera, que depen- 48 mos en todo de El. Y al sentir el golpe de la cala- midad publica, volvemos los ojos a Dios. ¢No es ver- dad? Eso pretendia Dios. En medio de las mayores catastrofes no nos deses- peremos. Recurramos en- tonces al gran medio que Dios ha puesto en nuestras manos: la oracién, Rece- mos, hagamos penitencia y la colera de Dios se apaci- guard. Invocaciones y Oracion Final pag. 7 y ss. 49 I. NOVENA Para hacer el ejercicio de la Novena: —Oracién inicial pa- gina 3. —-Consideracién: Se toma para cada dia una de las se- fialadas para cada mes, —Invocaciones y ora- cién final pag. 7 y ss. 50 Ill, TRIDUO DE FIN DE ANO. DIA PRIMERO Oracién Inicial pag. 3 Un afto de mérites Hemos vivido un_afio mas. ¢Cuantos son? Diez, veinte, cincuenta, setenta. jGracia singular! Cuantos mas aos mas méritos pa- ra el cielo. 51 Pongamos, dice un au- tor, una comparacién. Sea un arbol cargado de frutos. Un hombre esta recogien- do durante un minuto, otro durante diez minutos. ¢Cual de los dos habra re- cogido mas? De la misma manera, prosigue, en igualdad de circunstancias una vida lar- ga ofrece ocasién de acu- mular mas méritos para el cielo que una vida corta. Muchos santos recibieron este gran favor y lo apro- vecharon. San Bernardo vivid 80 afios; San Vicente de Paul 84; San Alfonso de Ligo- 52 rio 91; San Pablo Ermitano 113. ¢Hemos aprovechado asi. los afios que Dios nos ha dado? ¢Podemos decir de ver- dad, como los Santos, que cuantes mas afios, mas mé- ritos para el cielo? Invocaciones y Oracién Final pag. 7 y 5. DIA SEGUNDO Oracién Inicial pag. 3 Dependemos de Dios Dios es nuestro dueno total. Dependemos de E] esencialmente, perpetua- 53 ? p>, E Majestad soberana de Dios. nosotros todos dependemos Felices los qué aman esa de Dios, Y Dios ha ordena- Majestad y la sirven guar- do en este afio todo para dando los mandamientos. nuestro bien. Un afto mas, Felices los que temen ese muchos mas, pasados, gra- poder y evitan cuanto pue- cias a Dios, con salud, con da apartarlos de su miseri- bienestar, con provecho cordia, ¢Qué debemos hacer? 1. Adorar en todo las disposiciones de Ja Provi- dencia. Escribe San Alfonso Ma. de Ligorio: Cuando te Oracién Inicial pag. 3 veas, alma devota, agobia- da por el peso de la enfer- medad, de las tentacicnes, persecuciones y trabajos, acude luego al Sefior y pi- dele que te alargue su po- derosa mano. Invocaciones y Oracién Final pag. 7 9 55. DIA TERCERO Nuestros deberes con la Providencia Nuestro cuerpo, nuestra alma, intereses, familia, 56 5, IV. ACCION DE GRA. CIAS DE FIN DE ANO. Sefior, en este Afio que termina, queremos confiar- te nuestros deseos de agra- decimiento por todo lo que nos has bendecido en el aho que se acaba. Gracias, Sefor, por todo lo que nos has bendecido, por todo lo que nos vas a bendecir en el afio que va- mos a comenzar. Danos en él] deseos. de gozo y de paz. 60 —— CO ie ..... siempre y concédenos caminar todos los dias del Afio Nuevo por sendas de paz y de frater- nidad, También queremos pe- dirte, Sefior, por todos los que en el afio que termina han ido a tu encuentro; por los que se sienten solos y vacios en medio del ruido y las luces de la Nochevie- ja; por los que les cuesta alegrarse o tienen motivos de dolor. Haz que todos seamos iluminados por tu verdad y fortalecidoscon tu vida, pa- ra descubrir en lo efimere del tiempo el paso hendo y 61 misterioso de tu eternidad. Amén. Por el Afio Nuevo. Dios eterno, principio de toda criatura; concédenos que en este afio, cuyo co- mienzo te ofrecemos, abun- demos en bienes materiales y-espirituales y seamos luz del mundo por la santidad de nuestras obras. Te lo pedimos por Cristo nues- tro Senor. Amén. \ all + DE NUESTRA LIBRERIA 1.—Material_deyocional de Nira. Sre. del Perpetuo Socorro. A.—LIBROS Y FOLLETOS Novena Grande Novena de la Gracia. Ejercicio de los Martes Novena del Milagro Novena breve (hoja doble) Novena de visitas Novena Perpetua (Salutacién a Nira. Sefiora del Perp. Socorro, hoja doble con imagen a color) Martes Perpetuos Oficio Parvo Quince minutos Virgen del Perpetuo Socorro - 372 pags. B.—ESTAMPAS A TODO COLOR Y DIVERSAS HOJAS CON ORACION Oracién “La gracia que 16 sabes” Oracién del chofer Oracién Acordaos Oracién Invocaciones (Tarjeta Postal) Oracién de una Madre (Tarjeta postal a color) Oracién de una Madre (hojita doble, con imagen a color) Oracién de una madre (hojita svelta) Soplica Diaria (en hoje triple)

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