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MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA UN ENFOQUE ECOLOGICO Adela GARZON Universidad de Valencia Las aproximaciones tradicionales al estudio de la memoria se centraron en buscar las ‘nto, Recientemente ha aumentado el interés por investi- a, Se realiza, tuna valoracién del enfoque ecolégico en la investigacién de la memoria resaltando la orien- leyes universes de su funcionam gar los procesos de memoria en sus contextos naturales —la memoria ecol6gi tacién histérica y colectiva (Halbwachs. Blondel, Bartlett, ete.), El autor sugiere dos dimen- siones para valorar el estado actual y las perspectivas futuras de dicho enfoque. La dimen- sidn del actor del recuerdo (sujeto individual o sujeto colectivo) y la dimension ecolégica (contexto natural vs. artificial), Palabras Memoria ecolsg biogrifico; Memoria colectiva: Memoria de grupos, Memorias autobiogeaificas; Conocimiento auto, Social frames of memory. An ecological perspective. The traditional approaches to the study of memory were focused to find the general principles on how memory operates, In recent years has been increasing interest in the research of memory in its natural contexts —the ecological memory. A st research is presented here, emphasizing the orientations historical and collective (Halbwachs, Blondel, Bartlett). Two dimensions are direction of ecological orientation, One dimension is that the actor of remembering (individual ys. collective) and other that jement of the ecological directions for memory aural context vs artifici the ecological ( context). Key words: Ecological memory; Autobiogruphical memories; Autobiographical know: ledge; Collective remembering: Social memory. Recuerdo mis comienzos académicos en los que me enfrentaba a entender la forma un tanto extrafia, segdin me parecfa entonces, con la que los psicélogos intenta- ban explicar la memoria humana, Su desa- rraigo temporal y espacial junto a mis pro- pias circunstancias profesionales me acer- caron a la psicologia social. No deja de ser sorprendente que con el paso del tiempo sea Paicothema, 1993, vol. 5, Suplemento, pp. 109-122 (SSN 0214-9915 CODEN PSOTEG ahora la psicologia social la que me obligue a retomar la psicologfa de la memoria. Claro que es una psicologia de la me- moria distinta; en ella ahora se mezcla lo individual y lo social, el conocimiento y a experiencia, el contexto natural y el con- texto experimental, el recuerdo colectivo como individuos sociales que somos y los recuerdos autobiogrificos, que no por ello son menos sociales. 103 ADELA GARZON Con el paso del tiempo. la memoria ha dejado de ser “propiedad del individuo” y también “propiedad de la psicologia experi- mental”. Asistimos no sélo a la prolifera cién de memorias reales (autobiogréficas, cotidianas, de personas) sino también a la consolidaci6n de las memorias colectivas, las que son propiedad de grupos sociales, de instituciones, de etnias y de pueblos. Es légico, generalmente a las sociedades les preocupa y hablan de lo que estan faltas: nuestras sociedades democriticas han g rantizado la individualidad y diversificacién (no es casual que se hable de memorias per- sonales, ecoldgicas, con contenidos autor ferenciales y muy diversos), pero precisa- mente por eso, su pensamiento y preocupa- cién intelectual se centra ahora en la colec- tividad, 2s una época idénea para la psicologia social, para que surjan en ella intentos de recuperar el cardcter colectivo y cultural del individuo. Una forma de hacerlo es hablar de un proceso basico como es la memoria. No es de extrafiar, entonces, la recuperacién de autores como Bartlett, Blondel, Halb- wachs y la aparicién de memorias histéricas y culturales, Pero fulta por ver si en una sociedad postmoderna, centrada en la personaliza- jon de obligaciones, orientada a la estimu- lacién de necesidades y metas personales, donde las relaciones estan orientadas por la “autoexpresién”, donde prima la concep- cin ahistérica de la sociedad y su cultura, puede consolidarse una visin colectiva y cultural de las personas sin que se requiera la superacién de esta época postmoderna Que duda cabe que parte del éxito de esta recuperacién histérica y cultural del hombre est en manos de los propios cientificos & intelectuales. A través de estas paginas mi objetivo central sera describir ese proceso progresivo de recuperacién de lo cultural y de la identidad colectiva por medio de una nueva interpretacion de la memoria del 104 hombre, donde la Psicologia Social, si sabe hacerlo, puede jugar un papel central EL CONTEXTO NO SOCIAL DE LA MEMORIA. Desarrollar las aportaciones que la Psi- cologia Social ha realizado al estudio de la memoria es una tarea dificil; no sélo porque la memoria es una de las actividades psico- légicas a la que menos atencién han pres- tado los psicélogos sociales experimentales, sino porque cuando lo hicieron fue para analizar la influencia de las actitudes en los procesos de memoria, ejemplo de ello son las investigaciones sobre actitudes raciales, ideolégicas y sociales en el recuerdo que ponian de manifiesto fa influencia de facto- res psico-sociales en los procesos cogniti- vos, 0 sobre el papel que las actitudes juga- ban en la percepcién de personas, en la dis- torsién del tamaiio de las monedas en fun- cién de la posicién socio-econémica, ep el sesgo en los recuerdos de las caracteristicas de hombres y mujeres, etc. Sin embargo, no puede decirse que tal despreocupacién se deba exclusivamente a los psicdlogos socia- les; es evidente que a su vez han sido los psic6logos de la memoria, al menos los pro- cedentes de la psicologia experimental, los més preocupados por eliminar de sus teo- rias e investigaciones cualquier contenido y mecanismo social en la elaboracién de la informacién. Baste recordar los intentos de Ebbinghaus de construir técnicas de inves- tigacién que evitaran en el recuerdo del su- jeto experimental el impacto de su «historia personal», Claro que es sabido que fue una exigencia mas metodoldgica que tedrica, pues no hay que olvidar que su objetivo era demostrar que los procesos mentales supe- riores (y la memoria lo es) podia estudiarse con métodos cientificos, oponiéndose asi a las ensefianzas recibidas de Wundt. Otra cuestién diferente es la utilizacién teérica posterior de su trabajo “metodolégico” por Psicothema, 1993 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO la psicologia del aprendizaje verbal (Gar- z6n, 1980; Garz6n-Seoane, 1982 quier forma, inicialmente los factores socia- les fueron considerados como elementos que contaminan una actividad genu mente individual y mental (Seoane, 1980) De cual- a Olvido institucional de la Psicologia Social Esta desnaturalizacién de la memoria humana por parte de psicdlogos sociales y experimentales viene ademis apoyada por el hecho de que la Psicologia Social ha sido también victima de lo que hoy denomina- mos, como campo y fendmeno de investiga- cidn, Recuerdo y Olvido Institucional, es decir, la incorporacién de esquemas profe- sionales que permiten seleccionar una in- formacién, distorsionar alguna y olvidar otra para construir una “historia de la disci- plina”, Las instituciones, al igual que las memorias personales, reconstruyen su pro- pia historia en coherencia con su identidad, transformando, reconstruyendo y olvidando aspectos de su vida; la psicologia tuvo que hacer eso cuando se convirtié en “diseiplina cientifica”. Recordemos, por citar algin ejemplo, que el trabajo de Bartlett, en opo- sicién a los intentos de Ebbinghaus, fue wn estudio experimental y social del recuerdo, a pesar de que nuestros propios historiado- res olvidaran continuamente el subtitulo de su libro (Bartlett, 1932); que Halbwachs (1925; 1950) hablaba de la memoria colec- tiva y de los marcos sociales de la memo- ria: 0 de que la obra de Blondel (1928) planteaba las bases colectivas de la memo- ria, por no recurrir a la amplia literatura existente dentro de lo que hoy denomina- mos psicohistoria en la que cientificos so- ciales intentaban plantear las visiones y re- construcciones que personas y grupos cian de su propia historia (Garzdn, 1988), 0 las investigaciones de historia oral en las memorias populares. o de 1a antropologia cultural sobre el papel de las conmemora- Psicothema, 1993 ciones como “actividad colectiva de re- cuerdo” y sus funciones sociales. Se puede decir, aunque siempre con excepciones como las mencionadas, que los psicélogos sociales fueron fieles a los dictimenes institucionales sobre lo que de- bian recordar y recoger de su experiencia como campo de investigacién, fundamen- talmente a partir del triunfo de las orienta- ciones en psicologia social mas cercanas a la psicologia experimental; asi, la negacién inicial de Floyd Allport (1923) del «grupo» como realidad psicolégica obligé al olvido institucional de los fendmenos de recuerdo y memoria colectiva. Memoria y Contextos sociales Es irénico que fuesen precisamente los estudiosos de la memoria —y no los psic6- logos sociales— los que se introdujeran mis tarde en el contexto social para validar en situaciones reales sus teorfas y modelos de memoria, iniciando asi un cambio en la concepcién de la memoria humana que aca- bard concretindose en la década de los 80 en la formulacién de “memoria ecolégica 0 real”. Este contexto social del estudio de la memoria tiene su origen, al menos en parte, en dos factores basicos: por un lado se per- sigue estudiar la memoria en el contexto real en que el hombre desarrolla dicha acti- vidad (una forma de acallar las criticas de falta de relevancia social que empezaba a recibir por los setenta la Psicologia Cogni- tiva) y, por otro, los contextos sociales po- dian proporcionar no sélo nuevos fenéme- nos de andlisis sino también la confirma- cién de los modelos y principios estableci dos en el laboratorio. De otro modo, el acercamiento de la Psicologia Cognitiva a las realidades sociales nacfa ya con un mal hereditario: verificar sus modelos te6ricos y descubrir nuevos fenémenos de investiga- cin, Los modelos de memoria se aplicaron 105 ADELA GARZON a contextos sociales muy diferentes (judi- ciales, sanitarios, educativos, comunicaci6n de masas): la psicologia de la testificacién como reconstruccién de hechos reales, los modelos de decisién de jurados como for- maci6n de juicio a partir de la seleccién, elaboracién ¢ integracién de informacién obtenida en la Sala de Justicia, la elabora- cin de informacién médica por parte de los enfermos tanto sobre su diagnéstico como cn su decision de seguir el tratamiento mé- dico, la implantacién de sistemas educati- vos que rompen con el aprendizaje meca- nico, etc., son algunos ejemplosale dichas aplicaciones sociales de la memoria (Gru- neberg, 1978), Junto a esto, uno de los sis- run modelo tedrico consiste en analizar fenémenos donde dicha actividad mental esté alterada y deteriorada, de ahi que proliferen también las aplicaciones en fendmenos patoldgicos: los estudios de amnesia (Ibaiiez-Garzon, 1981), memoria y drogas, las deticiencias orgdnicas, o incluso a alteracién social de la delincueneia se convirtieron en los laborato- rios ideales de los psicdlogos cognitivos. Esta incursién de los psicdlogos de la memoria provoca al mismo tiempo la incur- sién de los psieslogos sociales en el campo de la memoria y la psicologia cognitiva; ejemplo de ello es la aparicion en la década de los 80 de la Hamada Psicologia Social Cognitiva —un intento de superar las limi- taciones de la Psicologia Cognitiva clasiea. Los investigadores sociales ponen de mani- fiesto que las categorfas que las personas utilizan en la organizacion de la informa- cidn son, ante todo, categorias sociales. Por esta época se empieza hablar, tal como se- jalé Seoane (1982), del procesamiento de informacién social (para superar la reduc temas mas eficaces para verif cidn del conocimiento a una estructura vacia de contenido (informacién), y apare- cen textos que utilizan términos como pro- cesamiento de la informacién social, 106 gia social cognitiva (Eiser, 1980; Forgas, 1981; Garzdn, 1984a; Wyer 1984). Térmi- nos que ponen de manifiesto los intentos de superar por un lado, la excesiva preocupa- cidn por la representacién simbélica de los contenidos de memoria, reduciendo su estu- dio a los procesos de control y gestién de los mismos y, por otro, la necesidad de abandonar el contexto de Laboratorio en los estudios de la memoria y acercarse a los contextos mas naturales y por tanto mas re- ales, esto es, mas sociales (Garz6n, 1984b); se sustituye el término de chunk por el de ategorias, luego por categorizacién social, y mas tarde categorizacién grupal: y el de nédulo conceptual por script y este por epi- sodio social En un trabajo empirico realizado por Garzén, Diges y Seoane (1982) en el que se analizaba el desarrollo de la Psicologia de la Memoria desde practicamente sus co- mienzos hasta la década de los ochenta, se perfilan algunos de los elementos que defi- nen la nueva orientacién: una mayor preo- cupacién por la organizacién de los conte? nidos y mecanismos de elaboracién frente a los modelos estructurales de almacenes de memoria, asi como una mayor sensibilidad a la memoria cotidiana, la memoria real; en 1978 Hermann y Neisser publicaban un cuestionario sobre experiencias de la vida cotidiana (cuestionario adaptado [IEM| por Diges. Garzén y Seoane, 1982). LA ORIENTACION ECOLOGICA DE LOS ESTUDIOS DE MEMORIA De los modelos representacionales a los modelos sociales En los aftos 80 no sélo comenzaron a proliferar aplicaciones a distintos contextos sociales (educativos, sanitarios. clinicos, so- ciales) —el libro de Gruneberg de 1978 es un buen ejemplo de ello— sino que ademas aparecen nuevos fenémenos de investiga- Peicothema, 1993 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO cién aparentemente muy cercanos a la rea- lidad social. Asi se habla de memoria de he- chos autobiogrificos, de memoria personal, de memoria autobiogratica (en clara refe- rencia al estudio del recuerdo no sdlo de in- formacion general, sino también de suc sos), de la memoria de personas (para refe- rirse a que lo que olvidamos y recordamos en el contexto de interacciones sociales), 0 ya directamente la memoria de sucesos hi t6ricos o memoria social (aludiendo a una memoria que no es de un sujeto sino que son los recuerdos compartidos que confi ran la memoria de grupo). Tales términos tienen en comtin dos caracteristicas: a) su intento de hablar de contenidos reales de la memoria —de hecho, si comparamos el texto de Gruneberg de 1978 y la version modificada de 1987 puede verse como los elementos que han variado son los referen- tes a la memoria real; y b) una aproximacién funcionalista (el cémo y para qué de la me- moria) en contraposicion al enfoque estruc- turalista de los inicios de la investigacién en memoria (Bruce, 1985; Jacoby, 1988; Wino- grad, 1988), Esos dos aspectos constituyen la base de lo que se podria plantear como una nueva etapa en la investigacién de la memoria, Responden, ademas, al intento de superar tres puntos criticos de la aproxima- cidn de la Psicologia Cognitiva En primer lugar, la importancia que dieron al conocimiento como la base funda- mental del comportamiento humano. Se ha dicho desde su nacimiento que la Psicologia Cognitiva como modelo alternative a la Psi- cologia Conductista supuso la recuperacién de lo mental; claro que con un significado diferente al que tuvo en la ckisica Psicolo- gia de las Facultades, De hecho, autores como Seoane (1982) plantearon abierta- mente que la Psicologia Cognitiva deberia ser una Psicologia del Conocimiento. La Psicologia Cognitiva resaltaba la dimensién racional en la concepeién clasica de la natu- raleza humana (raz6n, afecto y accién). Pri- Psicothema, 1999 macia de la razdn que le supuso duras criti- cas desde el mismo momento en que se de- sarrollaba; asf los psicdlogos sociales que tenian una amplia tradicién en la Psicologia de lo irracional criticaron el que Ia psicolo- gia cognitiva dejara de lado la influencia de Jo emocional en sus modelos. Naturalmente la Psicologfa Cognitiva en sus investigacio- nes de memoria reprodujo esta primacia del conocimiento sobre la actividad y el senti- miento: sus modelos de memoria se centra- ron basicamente en el recuerdo de unidades aisladas de informacién y su representaci6n mental configuraba el conocimiento del mundo (sus materiales no fueron las silabas sin sentido de Ebbinghaus, ni la lista de pares asociados del aprendizaje verbal, pero su técnica del recuerdo libre continud siendo tan irreal como los primeros (ver Garzon y Seoane, 1981). En definitiva, sus modelos de memoria apoyaban el supuesto de que las personas actiian en funcidn del conocimiento que tienen, Conocimiento que est constituido por entidades abstractas (extraidas de la experiencia) 0 representa- ciones mentales: lo que es conocido se re- presenta especificamente de forma estable y fija —la memoria es la estructura represen tacional permanente de lo vivido: En segundo lugar, resaltaron la impor- tancia de la elaboracién y transformacién de dicho conocimiento; esto es, dieron mas importancia a los procesos internos de! su- jeto, planteando asf un cierto determinismo psicoldgico segiin el cual lo que cuenta es el modo en que las personas interpretan la realidad y no las caracteristicas objetivas de la misma (el determinismo ambiental de la Psicologia del Conduetismo): convirtieron la realidad social en un fenémeno espectral de lo mental. Légicamente la importancia de la elaboracién y transformacién de los elementos del conocimiento hizo que la me- moria se convirtiera en la pieza clave de la Psicologia Cognitiva (Seoane, 1982; Gar- z6n-Seoane, 1982). 107 ADELA GARZON La combinacién de estas dos caracte- risticas impulsé las criticas a la psicologia cognitiva de la falta de validez ecolégica y de relevancia social de sus modelos e inves- tigaciones. La Psicologia Cognitiva em- pieza muy pronto a ser criticada por la falta de ecologismo (relevancia social), por su exagerado individualismo (el lugar de la ac tividad del recuerdo es la mente individual), ¥ por su excesiva preocupacién por los me- canismos de elaboracién y transformacién del conocimiento, que como sefialé Seoane (1980) se convirtié rapidamente en infor- macién (almacenes de memoria y manipu- lacién de las representaciones). Asi, autores criticos con la psicologia cognitiva, como Shanon (1988, 1990) y Bruce (1985), ha- blan de modelos alternativos (tales como los modelos sociales y de accién) a los mo- delos representacionales-computacionales de la Psicologia Cognitiva. Por tiltimo, al plantear la memoria en términos de estructura representacional es- table y fija (de ahf las investigaciones ini- ciales sobre los tipos de almacenes de me- moria: esto es, los lugares de tales represen- taciones) y al formular que la elaboracién del conocimiento se produce en el «inte- rior» del sujeto, inevitablemente la Psicolo- gia Cognitiva adopté una perspectiva es- tructuralista y dejé de lado una visién tun- cionalista: se centré en el cémo y no en la finalidad. La Psicologia Cognitiva dejé de lado los marcos sociales de la actividad mental de las personas y la influencia de sus acciones conjuntas tanto en la construc- ci6n del conocimiento como en su transtor- macién. De otro modo, adopté una posicin filos6fica cercana a la ideologia del indivi- dualismo. Resumiendo es de la psicologia cognitiva y partiendo de los tin tres caracteristicas nuevos fenémenos de memoria que se investigando, se podria decir que las apor- taciones a la psicologfa de la memoria son fundamentalmente sociales en el sentido de 108 mit que basicamente intentan superar las ciones iniciales de la Psicologia Cognitiva: Ja primacéa del conocimiemto frente a la ac- ci6n, del individualismo y la ausencia de contenido real. Asi, el estudio de la memo- ria autobiogrifica no es s6lo, como muchos autores sefialan, el estudio de recuerdos sobre uno mismo, sino que supone la rup- tura con la primacia del conocimiento para la comprensién de la accién humana (Io au- tobiogrifico es una perfecta combinacién de recuerdo (lo vivido) y saber (lo contado que incorporamos), entre lo episédico y lo semantico, entre lo personal y lo social, entre acciones (sucesos biograficos) y los conocimientos generales. Nuevas dimensiones de la memoria: el con- texto, actores y funcién Existe una cierta dificultad para inte- grar la pluralidad de fendmenos de memo- ria real que actualmente se estan investi- gando, Se habla de memorias autobiogréf cas, memoria personal, memoria de perso- nas, de conversaciones, de hechos cotidia- nos, e incluso de memoria episédica auto- biogrifica y memoria semantica autobio- grifica, hasta de memoria social y memoria de grupo ¢ institucional. Naturalmente todas ellas estan aludiendo a contextos rea- les en donde se produce la memoria y, en este sentido, todas ellas son representativas de los intentos de superar las tres limitacio- nes que hemos planteado de las investiga- ciones anteriores. Sin embargo, aunque que tienen matices diferenciales comparten un conjunto de supuestos basicos que permite hablan de una aproximacién alternativa a los modelos clasicos Un modo de plantear tales supuestos compartidos es analizar la proliferacién de fendmenos de memoria en base a dos di- mensiones que denominaré la dimension del actor del recuerdo y 1a dimensién de ecologismo. Esto nos permitira al tiempo Peicothema, 1999 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO analizar el grado de ruptura que presentan con respecto a las investigaciones de la psi- cologia cognitiva experimental. Existe ade- més un aspecto académico que clarifica las semejanzas y diferencias de esta pluralidad de fenomenos: la sensibilidad diferente hacia unos u otros fenémenos segtin las dis- tintas disciplinas psicolégicas. Por ejemplo, mientras que Jos psicélogos cognitivos se han centrado en la memoria autobiografica y los psicdlogos sociales en la memoria de personas y de conversaciones, la psicologia colectiva, la antropologia y las sociologia se han interesado por la memoria social, de grupos, las memorias populares. Presenta- mos a continuacién una representacion grii- fica de los distintos fenémenos de memoria y su localizacién en dos ejes bipolares: el vertical que representa la dimensién del actor (en un extremo se sittia el actor indi- vidual y en el otro el actor colectivo) y el eje horizontal que representa la dimension ecolégica que va de lo ecoldgico a lo expe- rimental, asi como las principales discipli- nas implicadas (ver Figura 1). La dimensién del actor. representada en el eje vertical, hace referencia a dos vei siones de la memoria: en un extremo pode: mos situar la concepcién tradicional de que la memoria es producto de la elaboracién cognitiva interna de un sujeto individual, incluso aunque se origine en lo social. En el otro extremo se situarfan aquellas concep- ciones que plantean la memoria como pro- Ps. Cognitiva, Social conocimiento autobiogragico memoria cotidiana ecolégica memoria institucional memorias populares memoria de grupos Construccionismo social Ps. Colectiva, Psicohistoria interno / individual externo / social Ps. Ex. Cognitiva, Social memoria autobiografica memoria de personas experimental memoria de conversaciones Ps. Comunicaci6n 1. Artificial, Sociologia Figura | Psicothema, 1999 Dimensiones y fenémenos de la memoria 109) ADELA GARZON ducto de la accidn social (realidad externa), ya sea porque entienden que la mayoria de los recuerdos personales son recuerdos compartidos o reconstrucciones sociales de las propias historias personales o, en la ver- sin més dura, porque se formula la exis- de una memoria que es colectiva, no perteneciente a un individuo sino a un grupo, a una institucién, a un pueblo o una nacién. La dimensién del actor es uno de los aspectos de la orientacidn ecolégica de las investigaciones de memoria en el sen- tido de que un enfoque mas real de la me- moria Heva inevitablemente a plantear la presencia y actuacidn de otras personas en los recuerdos personales, bien porque éstos estiin repletos de acciones y situaciones so- ciales (existen pocos recuerdos personales en los que otras personas no cuenten Blon- del, 1928), bien porque se hable de una me- moria compartida (recuerdos personales que no pertenecen a uno mismo, sino a un grupo) Esta dimensién del actor guarda rela cidn con el supuesto del conocimiento como estructura semantica estable. Cuanto mas se adopta una posicién individual mas relevancia adquieren los problemas de re- presentacién de los contenidos de la memo- ria. Por otro Jado, en un enfoque mas indi- vidual las fuentes para la investigacién estan en el interior de los individuos y los investigadores construyen técnicas de in- vestigacin que se ajustan a ello (desde el analisis de capacidad de memoria a corto plazo las técnicas de recuerdo libre). En contraposicién, cuanto mas nos acereamos al enfoque social las fuentes de investiga- cidn son producciones sociales, no realida- des interiores individuales (por ejemplo, las producciones literarias, psicobiografias de grupos, las tradiciones culturales de un pue- blo, o las fiestas conmemorativas de gru- pos). Dicho de otro modo, en las primeras cuenta mas la representacién de los conteni- dos y en las segundas la funcionalidad. tenc 110 Dicha dimension puede interpretarse como un continuo que va de lo individual a lo social, de lo interno a lo externo, de lo estructural a lo funcional. Es decir, de en- tender que la memoria es un proceso de ela- boracién individual de la informacién (in- temo) 0, en el extremo opuesto, la memoria como la elaboracién social del conoci- miento (externo). En el medio de dicho continuo pueden situarse algunas investiga- ciones sobre el «contexto social de la me- moria> que parten de algunas formulacio- nes de Bartlett (1932) y de Halbwachs (1925) y plantean que los recuerdos perso- nales estan orientados por categorfas socio- culturales que determinan no sélo la organi- zacién del conocimiento personal sino tam- bién sus contenidos; algunas orientaciones de la memoria de personas 0 memoria de conversaciones siguen este supuesto. El eje horizontal representa la dimen- sién 0 enfoque ecolégico de la memoria, Un continuo que iria desde los estudios “naturales y ecolégicos” de la memoria a los estudios “experimentales”. El acerca- miento ecoldgico a la memoria inicialmente se entendié como el rechazo a la investiga- jn experimental, sin embargo siguiendo las formulaciones de Neisser (1982) y los posteriores desarrollos de este enfoque, la perspectiva ecoldgica se define basicamente por no alterar tales condiciones y conteni- dos reales de los recuerdos del hombre y, en ese sentido, no se caracteriza tanto por su oposicién a la experimentacién, como por su oposicidn a no estudiar los conteni- dos y contextos reales de los recuerdos de las personas. Es decir, la fidelidad al re- cuerdo de situaciones, sucesos y experien- cias personales y sociales frente a recuerdos experimentales como silabas sin sentido, lista de palabras, pares asociados, ¢ incluso parrafos y breves historias “inventadas” y ajenas al sujeto que recuerda. Otra cuestién muy distinta es si el estudio experimental de tales memorias reales no supondré, con Psicothema, 1993 MARCOS SOC! el tiempo, una vuelta a viejos planteamien- tos. De hecho, ya han aparecido formula- ciones criticas que plantean una continuidad entre el nuevo enfoque y los viejos plantea- mientos. Asi Winograd (1988) sefala que se esta produciendo una equivocacién entre los psicélogos al contraponer el enfoque ecoldgico al tradicional, iniciado con Eb- binghaus; la continuidad Ia ve tanto en la metodologia (problemas de verificacin y control) como en fenémenos analizados (ol- vido, recuerdos con indicios, ef efecto de la repeticién cn recuerdo de acciones y pensa- mientos, etc.). En definitiva, esta orientacién ecolé- gica se opone a la experimentacién s6lo cuando ésta dltima altera las variables y condiciones reales de la memoria humana. Se define fundamentalmente por tres ra: gos: un enfoque realista (contextos y mate- riales reales), la combinacién entre lo que se sabe y lo que se recuerda (conocimiento y experiencia 0 accién), la incorporacién de Componentes no semanticos en la memoria FENOMENOS Y MEMORIAS EN EL. ENFOQUE ECOLOGICO Las distintas etapas en la investigacion contempordnea de la memoria (asociacio- nista, estructural-procesos y ecoldgica, re- presentadas en Ebbinghaus, Aprendizaje Verbal y Psicologia Cognitiva) han su- puesto cambios metodolégicos, cambios en el tipo de materiales utilizados y en las teo- in embargo, lo que caracteriza al nuevo enfo- rias en coherencia con sus intereses. que ecolégico, al menos inicialmente, son los cambios metodolégicos y de materiales exigidos no por una nueva concepcién de la memoria, sino por el interés de estudiar los fendmenos reales de la misma; sien la elupa cognitiva asistimos a la proliferacién de almacenes de memoria, ahora estamos presenciando la proliferacién de fenémenos © tipos de memorias, y asi encontramos en Psicothema, 1993 \.ES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO la literatura cientifica multiples matizacio- nes bajo los términos de conocimiento auto- biografico, memoria general o conceptual, memoria episédica autobiogrifica, memori de sucesos cotidianos, memoria autobiogra- fica, memoria de sucesos histéricos, memo- ria de personas, memoria social, etc Se puede establecer diferencias entre estos fenémenos de memoria en funcién de su posicion en los dos ejes antes menciona- dos y caracteristicas que de ello se derivan. En el Cuadro 1 se representan las distintas memorias y su diferenciaci6n en base a d ferentes aspectos: dimensién o eje en que se sitdan, quign es el actor del recuerdo, el contenido de la memoria, su funcién o sig- nificado, los cientificos o disciplinas ma interesados en cllas y las pretensiones cien- tificas al estudiarlas. No hay que decir que, como cualquier intento de diferenciacién, es discutible; en ningin momento pretend insinuar que sea la nica manera de catego- rizar los fenémenos de memoria que hoy son objeto de aniilisis cientifico. Sin em- bargo creo que tal categorizacién nos puede ayudar a sistematiz de dichos fenémenos. Partiendo del eje vertical o dimensién del actor que describimos en el apartado an- terior (representado por la doble raya en el cuadro 1) podemos hablar de dos grandes grupos de memoria: un primer grupo lo for- man las Hamada memorias personales que agruparfa distintos fenémenos relacionados con el recuerdo que una persona tiene de su historia y, un segundo, las memoria sociales, formadas por recuerdos que se definen por ser compartidos, son las memorias de un grupo de personas, Son memorias colectivas. MEMORIAS PERSONALE Bajo este término recogemos una plu- ralidad de memorias observadas que se de- finen por su contenido auto-referencial: aluden al recuerdo de hechos e informa- ADELA GARZON pimension | suyeTo materia | sicniricaoo | oiscipunas | Principio Conocimiento | interna individual fragmentos de | identidad Ps, Cognitwa | organizacion autobiogratice | ecologica vida personal Ps. Social memoria interna individua sucesos enun | identidad Ps xp. atributos autobiogratica | ecolégica periodo personal Cognitiva Ps, Social ‘memoria interna indiviual acciones diversos Ps. Cognitiva | identiicartipos cotidiana | ecoiogica oianas contenidos de memoria memoria de | interna / individual artical proceses Ps. Social algebra personas | experimental informacion | Experimental | informacion social externa / interaccién | conversacién | construccién | Comunicacién, | bases sociales conversa-| experimental sobre hechos | colectiva cA memoria ciones Sociologia memori externa / insttucion miembros | porpetuariare- | ®s. Social _| bases institucional | ecoldgica construccién de | Construccio- | sociocuturales historia mst, | rismo memoria de | external identidad produeciones | identidad social | Ps. Cotectiva | leyes de grupos ecolsgica colectiva sociales Sociologia —_| recuerdo colectvo memorias | oxtorna/ colectvos explicacion oral | relacién con | Ps. Colectiva | variabilidad populares | ecoibgica (epoca) ideologias | Psicohistonia Cuadro 1. Contenidos de memoria ecolégica cién sobre sf mismo (Linton, 1978; Rubin, 1986). Ahora bien, cuando se centran en acontecimientos 0 sucesos se denominan memoria de hechos autobiograficos o tam bién memoria episddica autobiografica, mientras que cuando se refiere al conoci- miento que la persona tiene de si misma (alude a informacién biografica sobre uno mismo) se denomina conocimiento auto- 2 hiografico. La memoria autobiografica seria una integracién del conocimiento ge- neral de uno mismo, de hechos biogrficos y de sucesos especificos (ver Robinson (1990) Todas ellas comparten, en mayor 0 menor grado, los supuestos del enfoque ecolégico; la pluralidad terminolégica hace referencia mas a una diferenciaciGn de con- Psicothema, 1999 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO tenidos de memoria y al método utilizado que a diferencias sustanciales teGricas. La memoria cotidiana fue uno de los primeros fenémenos de memoria que se empezaron a estudiar por parte de los psicd- logos cognitivos en su intento de acercarse mas al contexto real en que las personas re- cuerdan. Memoria cotidiana hace referencia a los recuerdos de fa vida diaria (personas, localizacién de objetos, recuerdo de citas meédicas, conversaciones y peliculas, viejos amigos 0 conocidos, sucesos y experiencias infantiles, etc.), Hermann y Neisser fueron pioneros en adoptarlo en su Cuestionario de Experiencias de Memoria Cotidiana (ver para mas detalles la adaptacién de Diges, Seoane y Garz6n, 1982). En este sentido memoria cotidiana es un término genérico que engloba las distintas memorias: memo- ria conceptual, autobiografica y biogratica, de personas, asi como de sucesos pasados y de sucesos recientes. Otra caracteristica que explica la aparicin de este término es la utilizacién de cuestionarios mas que la in- vestigacién de laboratorio, y su interés esta en identificar fenémenos de memoria mas que la representacién de los mismos. Todos estos fenémenos han sido foco de atencién de los psicdlogos cognitivos. La memoria de personas es un campo de interés de la psicologia cognitiva social y ha estado mareada por su enfoque mas experimental. El término de memoria de personas recoge un campo de amplia tradi cién dentro de la psicologia social (la per- cepcién social y la formacién de impresio~ nes); ello hace dificil su caracterizacién puesto que es un intento de conjugar la vieja tradicién de la psicologia social bajo una terminologia y enfoques te6ricos mas actuales (proveniente de la psicologia cog- nitiva, pero también de la psicologia de la personalidad y de la psicologia de la atribu- cidn). Asi, el libro de Hastie y otros (1980) Memoria de personas es una reinterpreta- cidn de la percepcidn social desde el Proce- Psicothema, 1993 samiento de la Informacién. Hastie define la memoria de personas como “un almacén de memoria conceptual para informacién social” y la formula en términos similares a la memoria conceptual utilizada en la pro- duccién y comprensién del lenguaje. En su preocupacién por la estructura representa- tiva de la memoria semintica social reco- gen los modelos espaciales (entre los que destacan los modelos de teorfas implicitas de personalidad (Rosenberg, 1976), los mo- delos categoriales (Rosch y Lloyd, 1978) y los modelos de script (Schank y Abelson, 1977) y, dentro de los procesos de elabor cidn de informacién, los procesos de atribu- cién, como modelos clasicos de inferencia (Heider, Kelley, Jones y Davis), de perte- nencia macién. ategorial, de integracién de infor- Memoria autobiografica Sin embargo, el término y fenémeno mas caracteristico del enfoque ecoldgico es el de la memoria autobiografica, dado que este tipo de memoria no sdlo recoge el su- puesto bisico de las condiciones reales de la memoria humana, sino que ademas incor- pora elementos colaterales basicos: la me- moria no s6lo es semantica (Ia tradicién de viejo esquema cognitivo seguida de su me- tifora del computador) sino que también es una memoria de sucesos y de hechos auto- biograficos. La memoria autobiogrifica en la medida que recoge conocimiento, suce- sos y hechos autobiograficos permite inves- tigar la diffeil combinacién para el pen: miento occidental entre accién y conoci- miento y, consecuentemente, crear las bases empiricas de ruptura con el viejo enfoque cognitivo: el hombre no es un sistema de procesar informacidn, sino un actor cuyo comportamiento es la combinacién de lo que hace, siente y conoce. Precisamente la memoria autobiografica por su cardcter auto-referente recoge aspectos afectivos y 113 ADELA GARZON emocionales, otra de las limitaciones del enfoque cognitive clasico. Se puede diferenciar dos etapas de in- vestigacién (o generaciones segtin ellos) en el estudio de la memoria autobiografica: una primera cuyo interés se centra en el anilisis de los factores relacionados con el recuerdo (las tasas de olvido, tipos de re- cuerdos, calidad de los recuerdos y su recu- peracidn: de ahi que algunos autores hablen de la continuidad de este enfoque con la tra- dicién de Ebbinghaus) y una segunda linea donde los intereses se dirigen hacia los con- tenidos y la organizacién de la memoria au- tobiografica asi como sus funciones (Robin- son y Swanson, 1990) Sin embargo una manera de clarifi el sentido de estas lineas de investigacién, es atender a las dos grandes tradiciones de la Psicologia Cognitiva: por un lado, las formulaciones de la memoria observada de Neisser (1982) y de la memoria autobiogra- fica como su contrapartida en el contexto real —frente al laboratorio— y, por otro, la de Inteligencia Artificial (Seoane, 1979), en concreto, los modelos computacionales de la comprensién del lenguaje que tendria su nuevo punto de partida en la teoria modifi- cada de Schank (1982). Modificacién de- bida en parte al fracaso de la simulacién ar- tificial de la comprensién del lenguaje; estos tedricos observaron que la compren- si6n y generacién del lenguaje no se puede derivar exclusivamente de la manipulacién de informacién semantica, que se requiere la utilizacién del “conocimiento del mundo” (la experiencia de acciones especi- ficas y contextos especificos de tales reali- dades seménticas). Naturalmente, la memo- ria autobiogratica es especialmente itil para analizar como se combina lo conceptual con la accién, de ahi el interés de esta tradi- cidn en este tipo de memoria. Las limitaciones en el concepto clisico de «script» y el fracaso de los modelos computacionales en la simulacién de la 1 4 comprensién y generacién del lenguaje hace que Shanck en 1982, en su teoria de la memoria dindmica, introduzca nuevas es- tructuras de memorias mas flexibles en la utilizacién de secuencias de acciones (script). Shanck introduce las estructuras de escenas (una especie de «chunk» para las interacciones sociales) que contienen muchos script y éstos pueden contener ac- ciones especificas que proporcionan infor- macién a las acciones generales contenidas en la escena. La articulacidn de dichas esce- nas forma los denominados memory organi- zation paquet (MOP): estructuras superiores de memoria que organizan secuencias de acciones adecuadas para cada situacién. La memoria autobiografica como recuerdo de la vida combina conocimiento genérico (MOP) y también sucesos especificos y agrupaciones de tales sucesos (Kellerman, 1989; Turner, 1989). Estas estructuras cog. nitivas (script, escenas, historias y MOP) van a ser utilizadas por los psieslogos de la memoria para representar la memoria auto- biografica (Barsalou, 1988; Wagenaar, 1986). Organizacién y memorias autobiografivas Los especialistas de la tradicién cogni- tiva se han centrado en estudiar los conte: dos de memoria, sus caracteristicas distinti- vas y la capacidad de recuerdo de la histo- ria personal, mientras que los de la tradi- cién computacional se han interesado més por la organizacién de tales contenidos y su relacién con el conocimiento general Dentro de la primera linea de investi- gacién destacan estudios en los que la pro- pia memoria del investigador es el sujeto de andlisis, innovacién metodolégica realizada entre otros por Linton (1978), y seguida por Wagenaar (1986) en el estudio experimen- tal que sobre su propia memoria realiz6, 0 por el estudio de White (1989) para analizar la curva de olvido y caracteristicas de los Psicothema, 1995 MARCOS SOCIALES DE LAMEVORIA’ UN SNFOQUE ECOLOGICO Sucesos que se asocian a su retencién. A partir de estas investigaciones se han esta- blecido algunos fenémenos de la memoria cotidiana que contradicen resultados de la tradicién més clasica: por ejemplo el fend- meno de repeticién no parece afectar al mejor recuerdo de los hechos sino lo con- trario, los sucesos especificos a veces son mejor recordados, Por otro lado, los hechos con mayor carga afectiva positiva, mas sig- nificativos y de mayor implicacién personal son mejor recordados que sucesos insignifi- cantes, de carga afectiva neutral o negativa (los que a corto plazo son dificiles de recor- dar) y con escasa implicacién personal; y todos ellos son muchos mas lentos en olvi- darse de lo que se podria esperar desde los principios clasicos de las curvas de olvido y retencién. En términos generales, los re- cuerdos autobiograficos suelen recordarse més pobremente, con altos niveles de dis- torsiones y transformaciones. En definitiva un aspecto central de los recuerdos son sus cualidades: la carga emo- cional, su significacién personal y la con- ciencia de pertenencia son aspectos que acompaian a las reconstrucciones autobio- grificas. Si algo define a este tipo de me- moria es la conciencia de pertenencia, la ca- pacidad de ser repetidos imaginativamente (re-episddicos dicen algunos autores) y la confianza de la persona en la fiabilidad de sus recuerdos; caracteristicas todas ellas re- lacionadas mas con cl propio actor del re- cuerdo que con los hechos en si. Cuestién que naturalmente Heva a plantear una dife- renciacién entre ellos vividos y hechos con- tados (Larsen, 1978, 1988), entre sucesos autobiograticos y de sucesos histéricos (Kemp, 1988) y a establecer nexos entre lo que se recuerda y lo que se reconstruye a partir de lo que se sabe por otros 0 por uno mismo. Esta gama de matizaciones fenomeno- l6gicas sobre los contenidos y cualidad de Hevan a su vez a analizar el la memoria Psicothema, 1999 sentido de todo ello el para qué. Al margen de las funciones del ahorro cognitivo y or- ganizacién de nuestro conocimiento del mundo, establecidas por las investigaciones iniciales, en el enfoque ecoldgico se presta més atencién a las relaciones entre la me- moria y el yo: si alguna funcién cumple la memoria personal es organizar el conoci- miento de nosotros mismos y proporcionar una autodefinicién (Fivush (1978); también establece un nexo entre el pasado y el pre- sente, dando un sentimiento de continuidad en [a historia personal (identidad), entre la persona y los otros, puesto que su memoria le permite proporcionar a los demas infor- macién sobre si misma (Jacoby, 1988). Por tiltimo, la memoria tiene una funci6n equi- libradora o de consistencia; la memoria como proceso de reconstruccién del pasado permite exagerar o reducir la consistencia de sus actitudes y creencias actuales con las mantenidas en el pasado (Ross, 1989). Aunque la tradicién de la inteligencia artificial se centré en el andlisis de la orga- nizaci6n de los contenidos de la memoria autobiografica, ambas tradiciones compar- ten el supuesto de que la memoria personal esta organizada y estructurada jerarquica- mente. Asf se habla de autoesquemas como la unidad estructural mas abstracta, de co- nocimiento autobiografico (autodescripcio- nes, actitudes y creencias), de informacion biografica (tal como nombre, fecha de naci- miento, ocupacién, ete.) y sucesos autobio- grificos (sucesos con un componente ima- ginativo) que a su vez pueden formar la base de esquemas abstractos de sucesos (ver Robinson, 1990; Barclay (1987), Auto- res, como Linton (1876) y Barsalou (1988) ucesos prolongados para rete- hablan de s rirse a la unidad organizativa basica de la memoria autobiogrifica. Son unidades al tractas de amplia duracién (por ejemplo, trabajo, familia, escuela) que articulan una diversidad de sucesos relacionados temati- camente y cronolégicamente. Esta unidad 5 ADELA GARZON sica de organizacién puede variar de con- tenido y tienen un caracter idiosincratico {algunos autores lo identifican con ctapas de la vida, otros hablan de aspectos 0 face- tas de la misma): en definitiva, organizan una serie de hechos biograficos que repre- sentan diferentes aspectos de un periodo amplio de tiempo. A su vez estos sucesos contienen otros sucesos también prolonga- dos pero subordinados a los primeros: los sucesas prolongados subordinados que constituyen un segundo nivel o unidad de organizacién, Muchos de nuestros recuer- dos se producen por la utilizacion de estos sucesos prolongados y prolongados subor- dinados. Asi puede ser relativamente fécil recordar un hecho personal si utilizamos su localizacién en nuestra etapa de formacién escolar (suceso prolongado) y dentro de esta en la etapa universitaria (suceso pro- longado subordinado). Por tiltimo, los es- quemas de sucesos del mismo tipo, que se repiten y que no tienen una duracién pro- longada, denominados sucesos repetidos y que estan integrados por sucesos especifi- cos, formarfan otros niveles 0 unidades de organizacién. Otra cuestidn distinta es su relacion con la informacién general 0 conocimiento semintico. La representacién de sucesos re- petidos y sucesos especificos esté asociada a la formaci6n de categorias conceptuales y al conocimiento general. Los sucesos espe- 10s se relacionan con una diversidad de alegorfas conceptuales y cada uno de ellos varia en funcién de las categorias que son significativas para su representacién. En nuestra cultura tendemos a utilizar al menos seis categorias para recordar y reconstruir hechos personales y sociales. Cuando recor- damos lo hacemos en base al tiempo © mo- mento en que se produce el hecho, a las personas que estuvieron implicadas en el hecho recordado, al lugar en que se produjo el acontecimiento, al tipo de acciones y pensamientos que desarrollaron. Asi al re~ 116 cordar nuestra etapa universitaria recorda- mos las tardes (tiempo) en que tomando un afé (acci6n) en el bar de la facultad (lugar) discutiamos con otros estudiantes (perso- nas) algunas de las dificultades de las asig- naturas (pensamientos) (Barsalou, 1988). Cada elemento especifico (bar de la fa- cultad, otros estudiantes, tomar café, asig naturas, etc.) se asocian a sus categorias se- minticas correspondientes. Tales elementos, especificos pueden tener un componente perceptual-imaginativo muy caracteristico de los hechos autobiograficos que luego es abstraido en 1a organizacién del conoci- miento semantico. Cualquier suceso supone pues la activacién del conocimiento seman- tico en dos sentidos: por un lado se esta- blece la relacidn entre categorias concep- tuales y ejemplos especificos y, por otro, se incorporan los conceptos especificos del su- ceso al conocimiento semantico. Este sistema de fragmentacién de su- cesos autobiograficos, al margen de combi- nar lo semantico y lo especifico (conoci- j6n). puede explicar algunos de los fracasos mas frecuentes en la memoria personal y cotidiana. Uno es el olvido de las personas implicadas en un hecho atin cuando se recuerda perfectamente el su- ceso; otro es la confusién de sucesos (puesto que los sucesos especificos se cod fican en el conocimiento genérico, al recor- dar uno de ellos se le pueden atribuir las ca- racteristicas de otro, por ejemplo recorda- mos un libro pero lo atribuimos al autor de otro libro que también forma parte de la memoria). En a medida que se utilizan ca- tegorias conceptuales en la articulacién de la memoria autobiogrifica, algunos autores (como Wagenaar en el andlisis de su propia memoria, 1986) sefalan la aplicacién de estos modelos para el andlisis de situacio- nes donde los recuerdos especificos son im- portantes: por ejemplo, en contextos socia- les especificos (historias clinicas, amnesia, recuerdo en testificacién judicial 0 acciden- Psicothema, 1999 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQL tes) donde la informacién de cuando, cémo, qué accién y con quign es importante, y en los que indicios de recuerdo combinando tales categorfas pueden facilitar el recuper cidn de informacién. MEMORIAS SOCIALES la psicologia cognitiva con el nuevo enfoque ecoldgico ha supuesto una ruptura con el postulado clasico de que la base de la conducta es el conocimiento, ha superado el enfoque representacional y estructuralista de la memoria y ha sustituido los almacenes por una pluralidad de tipos y fenémenos de memoria, sin embargo es la psicologia so- ado en romper el puesto de que la memoria es un proceso in- dividual y mental (interno). Pocos recuer- dos personales son exclusivamente indivi- duales; la mayorfa de los contenidos de la memoria individual y, por supuesto, los es- quemas de retencién y reconstruccién hacen referencia a situaciones sociales compar das. Es decir, si los psicélogos de la memo- ria han realizado innovaciones en el eje ecolégico que mencionabamos, los psicdlo- gos sociales donde mas han incidido con sus teorizaciones es en el eje 0 dimension del actor, Los primeros han modificado el significado y los contenidos de la memoria y los segundos han introducido un nuevo sujeto del recuerdo: el colectivo. Textos precursores de esta tradicién en nuestro siglo son los de Blondel (1928), Halbwachs (1925; 1950), y Bartlett (1923, 1932), Mas recientemente, el texto de Middleton y Edwards (1990a) Collective Remembering es representativo de este nuevo interés de la psicologia social por los fendmenos de memoria. Esta tradici6n parte de una linea de pensamiento que no es nueva; tiene sus ex- ponentes mas cercanos en el final del XIX y principios del siglo XX con las formula- jones de Bartlett sobre la fundamentacién cial la que se ha cen ue Peicothema, 1993 -SOLOGICO cultural y social de la memoria humana, 0 de Halbwachs sobre los marcos sociales de la memoria, 0 de Blondel sobre la funda- mentacién colectiva de la psicologia. Sin embargo esta menos delimitada como enfo- que te6rico; sus limites, objetivos y méto- dos no estan claramente definidos; es un te- rreno interdisciplinar donde confluyen so- cidlogos, psicdlogos sociales, psicdlogos de la comunicacién, psicohistoriadores y an- tropologos culturales que comparten una sensibilidad hacia la fundamentacién colec- tiva de lo individual y lo mental. Por esto, resulta mucho mas diffeil encontrar un punto de confluencia en sus andlisis y com- prensién de la memoria. Sin embargo, exis- ten aspectos y enfoques comunes permiten hablar de ellos como la tradicién social en el enfoque ecoldgico. ‘Aunque esta tradicién comparte con la perspectiva ecoldgica de las memorias per- sonales su rechazo a entender la memoria como almacén de informacién y al conoci- miento como representacién simbélica, sin embargo sittia los procesos de memoria en las acciones colectivas y en los productos sociales mas que en las mentes individuales y representaciones internas. Para esta tradi- cién los recuerdos colectivos se manifiestan en la narrativa histérica, en biografias de grupos, en conversaciones de grupos, en las fiestas populares y en las conmemoraciones que grupos socialles, religiosos 0 politicos realizan para recordar su «historia comtin». En consecuencia, sus materiales de andlisis de la memoria son documentacién escrita, acciones sociales 0 las transmisiones orales (las lamadas memorias populares). Una segunda caracteristica es que sus sujetos de analisis son (aunque no exclu: vamente) grupos definidos por alguna ca- racteristica que los identifica como colec- tivo: la familia, instituciones, grupos socia- les, religiosos 0 politicos son Jos actores de los fendmenos de memoria que analizan. En consecuencia, sus estudios se apartan de la 7 ADELA GARZON investigacién experimental, utilizando mas los estudios etnogrificos, psicohistéricos y comparativos. Su foco de interés no son los procesos internos mentales sino la dindmica y procesos colectivos (lo externo al sujeto) en la que se origina la memoria personal Esta caracteristica les diferencia también miento de del enfoque ecolégico del proce: la informacion, La tercera es el pluralismo en su fun- damentacién tedrica; parte del pensa- miento de Bartlett, de las formulaciones de teorfa de la actividad de Vygotsky y Leon- tiev, del construccionismo social, de la so- ciologia del conocimiento y de la antropo- logéa cultural, por indicar algunas de sus raices, En definitiva su marco conceptual ¢s una constelacién de enfoques que se de- finen por su oposicién a la experimenta- cién y al conocimiento como realidad in- terna de los individuos. Por tltimo, al igual que el enfoque ecolégico, su interés es descriptive y feno- menolégico, resaltando las funciones socia- les de tales tipos de memoria: cémo, por- qué, qué funcién tiene el que personas, gru- pos o grandes colectivos recuerden su histo ria en la forma en que lo hacen. El Recuerdo y Olvido lnstitucional hace referencia a fenémenos institucionales de recuerdo. Es un campo de investigacin que se sittia en una perspectiva no cognitiva de conceptualizar la memoria; se opone tanto a la concepeién de la memoria como recuperacién de representaciones mentales como al supuesto de que La memoria es pro- ducto de mecanismos individuales psicolé- gicos. Su punto de partida es que la memoria institucional se fundamenta en los contextos culturales de las instituciones a partir de los cuales se desarrolla una forma de recons- truir su historia, recordando unos hechos, transformando otros y olvidando los que no pueden ajustarse a dicho marco cultural. El recuerdo de su historia se reelabora conti- 118, nuamente en funcidn del sentido de dicha institucién, de sus objetivos y de los medios para alcanzarlos; en este sentido, sus miem- bros individuales (influencia de la memoria colectiva en las creencias) se convierten en transmisores y perpetuadores de tales re- construcciones institucionales. En defini- tiva, abandonando el supuesto de que la memoria es individual, es posible plantear que las instituciones tienen su propia histo- ria y, por tanto, memoria; memoria institu- cional que tiene un impacto en las memo- rias y recuerdos personales, Dentro de esta linea cabe destacar el trabajo de Engestrim, Brown y otros (1990) donde analizan el recuerdo y olvido dentro de la organizacién médica, partiendo de la teorfa de la actividad de Vygotsky y Leor tiev. Parten del andlisis de la organizaci6n médica como institucién en la que su objeto es el enfermo (recuerdo primario 0 recuerdo del objeto de la institucién) y su objetivo es. la curacién (recuerdo secundario o recuerdo de la institucién en si misma). En la misma linea puede situarse el andlisis del escén- dalo Iran-Contra y la memoria social de la figura de Reagan realizado por Schudson (1990), asi como el andlisis de Shotter desde la perspectiva del construccionismo social, o las formulaciones de Radle (1990) sobre Artefacts, Memory and a sense of the Past Adn cuando los estudios sobre memo- ria de conversaciones tienen una raiz mas cercana a la psicologfa de la comunicacién y sociologia del conocimiento, comparten el supuesto de que la memoria se origina en la actividad social (Middleton y Edwards, 1990b). El andlisis de conversaciones es un medio para la comprensién de la forma en que se reconstruye colectivamente el re- cuerdo y la memoria. En esta linea se est desarrollando la conceptualizacién de los Mass Media como lugares (almacenes) 0 cemtros de creacién de la memoria social muy en consonancia con las formulaciones, Psicothema, 1993 MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA: UN ENFOQUE ECOLOGICO desde un enfoque distinto, de Larsen sobre el recuerdo de hechos vividos y hechos re- latados (Larsen, 1978) Por tiltimo, la memoria colectiva. Uno de los autores representativo de estos estu- dios, que empieza a ser recuperado por la psicologia social es Halbwachs (1877- 1945), ampliamente reconocido en la socio- logia de principios del XX. alumno de H.Bergson y colaborador de Durkheim. Halbwachs resalté los marcos sociales de la memoria al poner de manifiesto el contexto sociocultural en que se origina el recuerdo actual del pasado, que siempre es recons- tructivo y que varia en funcién de las nece- nas. sidades ¢ intereses actuales de las pe La memoria es una combinacién de re- cuerdo y saber; sistemas cronolégicos idea- dos colectivamente, hechos significativos en la cultura de un colectivo —tales como el nacimiento, muerte, matrimonio, fechas politicas significativas, ete.— marcan los contenidos de la memoria individual ade- mas de determinar la organizacién de los mismos, dandoles la continuidad que no tie- nen (Halbwachs, 1925). También hablé de la existencia de una memoria colectiva en el sentido de la memoria de grupo. La memo- ria de grupos hace referencia a los recuer- dos que tienen los miembros de un grupo de su vida como colectividad; grupos como la familia, un pais o una nacién, los grupos so- ciales, religiosos 0 politicos tienen su pro- pia memoria: recuerdan fechas claves, con- memoran acontecimientos significativos, construyen su propia historia pasada en fun- cidn de los intereses y metas del presente Si los especialistas de !a memoria au- tobiogrifica resaltaron la funcién de pro- porcionar una identidad personal a los indi- viduos, los estudiosos de la memoria social resaltan su componente normativo (las me- morias sociales recuerdan continuamente a las personas lo que pueden y deben hacer) y. sobre todo, su componente o valor de conciencia colectiva. Los recuerdos de los Psicothema, 1993 grupos, la celebracidn de los momentos cumbres de su historia, ete. sirven tanto para hacer consciente su identidad dentro de la sociedad, como para provocar nuevos sentimientos y experiencias comunes que alimentan esa identidad social y memoria compartida. De ahi la importancia que tie- nen el andlisis de la practica social de las conmemoraciones. En su obra péstuma de 1950, Halb- wachs estudia empiricamente un fenémeno de memoria colectiva: las reconstrucciones que los cristianos hacen de su historia. Es- tablecié algunos principios que rigen los re- cuerdos colectivos, a través del andlisis de las distintas localizaciones que los cristia- nos han realizado de la Tierra Santa y de los sucesos vitales de su historia: las leyes de la dualidad, de la fragmentaci6n y de la concentracion serian prineipios que rigen la memorias de grupos, de modo similar a los principios establecidos para la memoria in- dividual. Por iltimo, otro tipo de estudios, mas cercanos a la rama historiografica de la His- toria son las investigaciones de Memorias populares, Tales estudios analizan las repre- sentaciones compartidas en las explicacio- nes dadas por las personas de un mismo contexto histérico, cultural y social sobre sucesos pasados, tradiciones, costumbres y pricticas sociales, es decir, sus visiones 0 concepciones del mundo (Lowenthal, 1989). CONCLUSIONES Si tenemos en cuenta que las orienta ciones del enfoque ecolégico de las memo- rias autobiograficas, sobre todo la de Inteli- gencia Artificial, han estado tradicional- mente mas comprometidas con los supues- tos del positivismo que las ciencias sociales, es I6gico que su acercamiento a los contex- tos reales de la memoria humana no haya Hevado consigo formulaciones radicales sobre el cardcter social y compartido de la 19) ADELA GARZON mayor parte de los recuerdos personales, Como mucho han aceptado que la memoria autobiografica alude inevitablemente a otras personas y @ sucesos sociales y, en ese sen- tido, es social (por ejemplo. recuerdo de un suceso personal ¢ idiosineratico puede for- mar parte de una accién colectiva, como la conmemoracién de un hecho politico). En contraposicién, las ciencias sociales, tradi- cionalmente mas sensibles a la realidad so- cial y menos comprometidas con la ciencia positiva, proporcionan una visién radical del enfoque ecoldgico al sefalar abiertamente la memoria como un proceso psicolégico ori- ginado en la colectividad que se manifiesta en memorias individuales y memorias co- lectivas: y las primeras no dejan de ser re- construcciones compartidas que se elaboran y reconstruyen en los contextos sociales a partir de esquemas sociales de pensamiento. Una concepeién de la memoria que conereta la formulacién del hombre como realidad fundamentalmente cultural e hist6rica Seria demasiado ingenuo apelar al compromiso con el positivismo para expli- car que el nuevo enfoque ecoldgico de la memoria ha supuesto solamente cambios en la dimensién que denominamos de ecolo- gismo (innovaciones en métodos y materia- les derivadas de una mayor sensibilidad hacia fenémenos reales de memoria), pero que no han supuesto ninguna ruptura con el individualismo psicolégico (dimensién del actor), Si tenemos en cuenta la evolucién de las sociedades de final del XX. podemos encontrar elementos nuevos que nos ayuden a explicarlo: el desarrollo de las sociedades postindustriales (tecnocracia, consumismo, personalizacién) van acompaiiadas de un sistema de creencias sociales en las que prima el culto al «yo» (memoria autobio- grdfica), al presente (memoria episédica au- tobiografica), al hombre aut6nomo ¢ in- cluso independiente de sus relaciones pri- mitivas (memorias de grupo, memoria co- lectiva) y repleto de relaciones secundarias (Seoane-Garz6n, 1989; Gergen, 1991). Son creencias postmodernas muy en consonan- cia con el interés cientifico por la memoria real, ecoldgica, autobiografica, REFERENCIAS Allport, F. (1923). The group fallacy in relation to social science, The American Journal of Sociology, 29, 688-703. Barclay, C. R. y Subramaniam, G.(1987). Auto- biographical memories and self-sche mata, Applied Cognitive Psychology. | 169-182. Barsalou, L. W. (1988), The content and organi- zation of autobiographical memories. En U. Neisser and E. Winograd (eds.) Remembering reconsidered: ecological and tradictional approaches to memory. Cambridge: Cambridge University Press. Bartlett, F. C. (1923): Psycology and Primitive Culture. Cambridge: Cambridge Uni- versity. 120 Bartlett, F. C. (1932): Remembering: A study of exprimental and social psychology Cambridge. Blondel, Ch. (1928): fatroduction a la Psycholo- gie Collective. Paris: Colin (1964). Bruce, D. (1985): The How and Why of Ecolo- gical Memory. 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