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Prólogo
Hace tiempo tuve un extraño sueño que jamás pude olvidar. Pasados los años y tras
despertar de la hipnosis producida por la matriz que forma el mundo que llamamos
realidad, empecé a considerar seriamente si aquello que tomé como un sueño pudo
ser una vivencia real.
No te pido que lo creas, sólo te invito a compartir esto para que, juntos, desde nuestra
conexión al latido del absoluto, podamos sentir que ahora todo es posible, porque no
debes olvidar que lo que creemos y sentimos puede hacerse realidad mañana. Tal vez
un día no tan lejano te sorprendes y la historia que ahora escucharás resulta ser tu
propia historia. La historia de nuestro despertar.
Primera parte
-Nada es lo que parece. –dijo aquél anciano de mirada afable dirigiéndose a mí.
-La idea que tenemos del mundo es una programación de nuestra mente. Solo
deberíamos escuchar la verdad del corazón, así jamás nadie podría manipular nuestros
pensamientos.
-¿Qué pensaría usted si le dijera que tengo más de dos mil años? De donde yo vengo
nadie nos programa para creer en lo limitado. ¿Sabía usted que en Egipto no existía
una palabra para la muerte porque simplemente la muerte no existe? Sólo existe el
cambio, la transformación.
-El 2012 cierra un gran ciclo galáctico, es un cambio de conciencia que os lleva directos
al reencuentro con vuestro verdadero ser. Es un despertar, nacerá un nuevo sol que
expresará cada uno de vuestros deseos internos.-
-Pero ellos no entienden el amor, solo esperan la llegada de un gran cataclismo para el
que se han estado preparando desde hace mucho tiempo. Tienen secuestrada
tecnología que han desarrollado desde programas secretos de forma extraoficial
gracias a la ingeniería inversa y el intercambio de intereses con razas extraterrestres
involutivas que lo único que desean es explotar la humanidad. Así esperan sobrevivir y
con el nacimiento del nuevo sol construir su imperio soñado. Infelices… ¡no saben que
eso jamás ocurrirá!
Yo miré perplejo, pensando que el infeliz, más bien, era él, que creía toda aquella
historia que me estaba contando. Clavó su penetrante mirada en mis pupilas y
acercándose a mi oído como si alguien más pudiera estar escuchando nuestra
conversación me susurró:
-¿Usted no sabe que el planeta está dirigido por un gobierno mundial secreto? ¿Un
gobierno oscuro con una agenda muy marcada que debe ser ejecutada de forma
estricta cuyo fin es la creación de un nuevo orden mundial desde el que imponerse a
los demás pueblos y razas del planeta?
Entonces se echó para atrás y dándose la vuelta se quedó mirando el mar mientras
continuaba diciendo:
-Las sombras, las sombras…. Ellos son los que han tenido durante todo este tiempo el
control del planeta moviendo sus hilos entre bastidores desde el engaño y la
manipulación.
-¿Las sombras?
Era evidente que se trataba de un pobre loco al que le faltaba más de un tornillo,
pensé, mientras ideaba una excusa para escapar de allí.
Observé el brillo del sol reflejado sobre el agua y me pareció una visión ciertamente
hermosa:
-Sepa que toda la belleza de este mundo y cada acto y deseo de amor que usted pueda
ver o sentir también forman parte de la realidad creada por la humanidad en todo su
conjunto. ¿Se ha dado cuenta de la cantidad de amor y belleza que irradia de todas
partes? ¿Parece de verdad un milagro no cree?
Él dijo entonces:
-¿Sabe el mérito que tiene eso? ¿Desde el estado de desconexión en el que se les ha
mantenido? Son ustedes la admiración de todo el universo consciente, maestros.
Pareció de nuevo leer mi mente, porque mientras con un trozo de rama seca dibujaba
algo en la arena me contestó:
-Sepa que ya no importa, pero los que han estado dirigiendo de verdad este mundo no
son de naturaleza humana e incluso puedo decir que muchos proceden de
dimensiones psíquicas desde donde actúan gracias a rituales de posesión y tecnologías
que por ahora ustedes desconocen. Tienen razas esclavas que les sirven al igual que
miles de humanos de débil voluntad que tienen atrapados en una gran red global de
dependencia y manipulación.
Tras darme toda esa información propia de un film de ciencia ficción se sentó
definitivamente a mi lado mientras seguía trazando círculos sobre la arena. Entonces
no sabía de geometría sagrada y no pude reconocer aquella figura, hoy se que estaba
dibujando la flor de la vida. Cuando la terminó me señalo la figura con su mano como
invitándome a observarla y acto seguido la borró para dibujar ahí mismo un gran
corazón mientras decía:
-¿Ves? Esto es, al fin y al cabo, la misma cosa, pero este símbolo lo entiendes desde tu
mente mientras que el dibujo anterior lo entendía todo tu ser mas allá de toda
limitación.
Entonces me invitó a tomar una fotografía del corazón con la cámara de fotos que yo
guardaba en el interior de mi bolsa completamente cerrada y cuyo contenido el no
podía conocer. Me sorprendió tanto que supiera que allí dentro la guardaba, que sin
pensarlo dos veces la saqué y tome una foto rápida de aquel dibujo para que
continuara contándome lo que decía saber. Al hacerlo, y como si el mar siguiera una
orden superior, la espuma de una ola, más grande que las demás, acarició el corazón
por completo, llevándoselo para siempre.
Entonces él dijo:
Tras un corto silencio y cambiando su expresión serena por otra más pícara que yo
interpreté como una forma de provocación para remover mi autoestima soltó:
-Esto no debería extrañar a nadie. Los humanos actúan de forma parecida sobre las
demás especies del planeta, dominándolas y usándolas para su beneficio, es la ley de
la causa-efecto: todo lo que recogemos afuera es fruto de lo que cultivamos dentro. En
vez de quejaros o mirar a otro lado deberíais preguntaros a dónde queréis ir realmente
como especie y actuar en concordancia en vez de culpar al mundo que percibís como
algo externo a vosotros mientras contribuís a alimentarlo desde cada pequeño acto y
pensamiento que forma vuestra vida diaria. Ser coherente desde la conciencia de
conexión al absoluto y creativo en el servicio al corazón. Esa es la puerta. Eso es amor.
La clave para amar está en la empatía, sentir y entender lo que ves a tu alrededor, lo
que tienes enfrente como algo propio y no como algo separado de ti.
Sus palabras me parecían, en efecto, sabias y caían dentro de mí con gran fuerza
removiéndolo todo. Era cierto lo que decía. Qué extraño se hacía estar allí con él,
sintiéndolo más familiar que a los que normalmente habían formado parte de mi vida
durante tantos años. Continué escuchando…
Segunda parte
Hizo una pausa, tal vez para que yo pudiera asimilar toda aquella información. Se
tumbó entonces boca arriba mirando el cielo y me invitó con un gesto a hacer lo
propio. Desde aquel nuevo punto de vista continuó diciendo:
-En las dimensiones superiores existe un perfecto equilibrio entre los opuestos. El bien
y el mal es sólo una percepción de los planos inferiores de conciencia. En ellos la
dualidad es muy marcada e incluso se separa y enfrenta, esa es la famosa batalla entre
la luz y la oscuridad, un espejismo de los mundos más densos. En realidad luz y
oscuridad nacen del mismo sitio y viven fundidos en un abrazo. A los que llamáis los
oscuros o diabólicos, aunque de donde yo vengo los conocemos como las fuerzas
regresivas, se les ha permitido intervenir en el planeta hasta cierto punto, pero os
protegen fuerzas de luz que guían vuestro despertar. Hermanos mayores al servicio del
amor que velan para que todo se cumpla según lo establecido y que actúan
respetando vuestro libre albedrío. Viven entre vosotros y vienen tanto de mundos
internos como externos. De este plano de existencia o proyectándose desde
dimensiones superiores. La oscuridad es parte del sendero para la ascensión. Pues no
hay sombra sin luz. –dijo.
-Es parte del proceso de autosuperación, es vuestra propia sombra a nivel colectivo
que se proyecta entregándose al gran plan sin saberlo.
Pareció tomar aire. El sol pegaba de lleno en su cara pero no parecía molestarle lo mas
mínimo, no cerraba los ojos ni apenas parpadeaba. Eran pequeños detalles que me
pasaron por alto en aquel momento pero que pasado el tiempo confirmarían, en mi
convencimiento, que aquél hombre no era un hombre común.
Tras unos segundos de silencio en los que yo aproveché para parpadear lo más que
pude ante la sensación de mareo provocada por lo penetrante de su mirada, prosiguió
diciendo:
Y acto seguido, sus palabras empezaron a inundar mi mente como una fluida música
que todo lo impregna:
-Todo lo que es, existe en un eterno ahora orquestado desde la gran conciencia de la
que todos formamos parte indisoluble -expresó en tono alegre-. Vosotros atraéis la
posibilidad desde la singularidad en la que estáis enfocados en este momento. Una
posibilidad que se desarrolló con éxito porque así lo dispusisteis en el programa de
ascensión. Vuestro propio programa, maestros. Donde diseñasteis vuestro despertar
reconduciendo el planeta hacia la cuarta y quinta dimensión.
Él sonrió con ternura. Me dijo, como si leyera mi mente una vez más, que la dureza con
la que juzgaba la humanidad era la misma dureza con la que juzgaba mi propia apatía,
pero era más fácil exteriorizarla en un conjunto abstracto que aceptarla desde mi
interior empezando a hacer algo de verdad por cambiar. Eso me molestó. Me
incorporé con la intención de despedirme cuando también él se levantó con un ágil
movimiento que me dejó francamente impresionado. Y sin tener muy en cuenta mis
intenciones se dirigió hacia el agua. Empezó a remojar sus pies. Cuando me acerqué
para decirle adiós, mientras mi cabeza fabricaba alguna rápida excusa, fue cuando,
mirando al mar, empezó a recitar:
-No te sientas como algo separado de la creación -dijo-. Esa es la clave, eso es el amor,
exprésalo usando tu creatividad en cada instante, porque ser creativo es lo que
alimenta esa gran conexión al absoluto.
Aunque sus palabras contuvieran gran sabiduría algo de mi quería huir. Quería volver
al refugio de la normalidad de un mundo tan conocido como el pozo sin fondo del que
una rana es prisionera. Decidí abandonar la pequeña playa cuando entonces caí en la
cuenta de que estábamos completamente solos. No se oían gaviotas, ni había gente
como cuando llegué unos minutos antes, incluso la brisa parecía distinta. Era como si
el tiempo se hubiera detenido.
De pronto una luz en el horizonte, allí donde parece terminar el mar, llamó
poderosamente mi atención por su extraño parpadeo. Primero pensé que se trataba
de algún efecto del sol y me quedé en silencio mirando hacia el infinito como
hipnotizado. De golpe, aquella luz creció en intensidad hasta llenarlo absolutamente
todo. Sentí como entraba por el ojo de mi mente mientras pasaban cientos de
imágenes delante de mí. Eran brillantes geometrías que se transformaban en otras a
modo de fractal en una danza sin fin.
Sin poder explicar porque, desee sentarme de nuevo sobre la arena, junto a él, para
seguir escuchando lo que aún tenía que contarme…
Tercera parte
-Todos los maestros tienen activada su señal, sus códices y la programación galáctica
desde sus cuerpos de luz en conexión al centro de la galaxia que filtra vuestro sol. Cada
uno está encarnado para aportar una parte única que sólo él puede aportar y que en el
conjunto es esencial para el desarrollo del gran plan. Los controladores están
asustados por primera vez. Desesperados. Su programa lleva retraso, los objetivos ya
no se cumplen, su agenda no se desarrolla de acuerdo a lo establecido y no pueden
comprender que está ocurriendo. Disponen de tecnología que ni creeríais. Pueden
viajar en el tiempo, pueden manipular el clima y leer vuestra mente, saber lo que
pensáis e incluso implantaros pensamientos que no son vuestros. Pero no pueden
hacer nada más allá de las dimensiones densas. No pueden comprender porque sus
planes se desvanecen ante vuestro inevitable despertar. Hombres, mujeres y niños,
todos están reactivando ahora. Pero te diré algo mas, deberíais sentir compasión por
los controladores y por aquellos que los sirven. Ellos también son parte de vosotros, de
vuestra propia negación. Representan el estancamiento del ser en la densidad de la
materia desde no entienden el sentido superior de la emoción, creen que es fruto de la
debilidad no creen en la fuerza del amor, su evolución es tecnológica, pero hasta que
no descubran el amor no podrán ascender a dimensiones superiores. Ahora estáis
volviendo de vuestro largo sueño. Se activa vuestra memoria celular mientras el ADN
se regenera y reconstruye como por arte de magia. Es vuestra magia, maestros. Ya
existís en el lugar adonde os dirigís. Solo debéis sentir el amor y actuar desde ese
sentimiento no físico, desde cada pequeño acto o pensamiento y visualizar la alegría
de vivir, la belleza, el mundo al que volvéis. Solo debéis dejar que el brillo que nace
desde el corazón se expanda por donde vayáis y empezaréis a recordar y a dejar de lo
colaborar con lo que niega a lo que realmente sois.
Me despertó la risa de una niña. Era un día soleado. La chiquilla juagaba con un perro y
una pareja que parecían sus padres. Mire a mi alrededor y todo era normal. Oí las
campanas de la iglesia del pueblo sonando a lo lejos. Cadaqués seguía ahí.
De golpe, contuve la respiración. Mi intuición me decía que tal vez aquel personaje sin
nombre seguía detrás de mí. Entonces giré mi cabeza mientras se aceleraba el ritmo de
mi corazón, pero no había rastro de aquel hombre por ninguna parte. Me había
quedado dormido en la playa, como casi siempre que intentaba meditar mirando
fijamente al mar. Sin duda había tenido un sueño, un extraño sueño… Pero el recuerdo
parecía tan real…
Me fui de la pequeña playa sin despegar mi vista del horizonte, sólo me detuve un
instante cuando me pareció vislumbrar una luz que brillaba a lo lejos sobre el agua.
Permanecí quieto, como una estatua, en vilo, hasta que me di cuenta que se trataba
del reflejo del sol sobre un barco que se abría paso entre las olas.
Pasados los años, mientras revisaba los negativos de todas mis fotografías tomadas
durante el tiempo que viví en Cadaqués, me llamó poderosamente la atención uno de
ellos. Decidí llevarlo a revelar y al revisar la copia encontré un corazón sobre la arena.
No recordaba haber realizado ninguna foto como esa. Salvo en aquel extraño sueño
que entonces volvió a mi memoria. Sentí una descarga en todo el cuerpo que recorrió
mi columna vertebral de arriba abajo. Estuve mirando la fotografía todo el día.
He llegado a pensar que venía de otros mundos. O tal vez del mismo futuro. Quizá fue
solo una conexión con otra realidad. O algo nacido de mi imaginación. ¿Pero no es
acaso lo que imaginamos algo que rescatamos de alguna parte? ¿Algo que ya existe en
algún otro lugar?
Sea como fuere, mirar esa fotografía trajo a mi mente un nuevo recuerdo que hasta
entonces parecía por olvidado por completo: recordé como salían mis lágrimas
mientras el corazón inundaba mí ser. Sentir la conexión a todos desde el amor fue algo
que jamás podré olvidar. Me di la vuelta para agradecerle lo que me había enseñado y
lo vi ahí de pie: con su camisa blanca, sus pantalones de saco y sus pies descalzos.
También parecía visiblemente emocionado. Me miró por última vez y entonces
sonriendo levemente dijo algo antes de desaparecer.
Dijo con voz alta y fuerte dirigiéndose a toda la humanidad que yo allí representaba:
Sé que somos maestros creadores de poder infinito y que el despertar a nuestra propia
conciencia se está dando ahora. Es tiempo de ser honestos y dejar atrás el vértigo y la
incertidumbre de lo desconocido, abrazar el sueño del ideal y hacerlo realidad.
Estamos recordando desde nuestra propia creación que vinimos aquí a despertar, a
brillar desde la fuerza que todo lo une, la fuerza del corazón. Todos somos hermanos.
Parte de la misma luz. Dejemos de tener miedo, dejemos de colaborar con los que nos
enfrentan desde donde sea: Deporte, política, idioma, países, falso terrorismo,
religiones, culturas, etnias…
Y sobre todas las cosas, maestros, con todo nuestro potencial y conciencia, volvamos
de nuevo a amar.