2• NOVIEMBRE 2008

UNA CAMPAÑA POR TO

n estos días se están festejando gente consultada así lo aseguraba. Si taminación del agua, etc), sin que

E los 25 años de democracia “insti-

tucional”ininterrumpida. 25 años
desde aquéllas elecciones del 83 que
significaron el triunfo popular sobre la
dictadura. ¿Qué balance sentimos
como argentinos, como ciudadanos,
de lo que pasó desde ese entonces?
Cuando las pantallas televisivas
piden mano dura, prisión y muerte
para los chicos y los jóvenes, cuando
el “paco” sigue avanzando en el paisaje
de nuestros barrios y el hambre se va
instalando en una Argentina impen-
sada, es difícil hablar con orgullo de lo
que llamamos “democracia” en nuestra
realidad cotidiana. Eso de que “con la
Democracia se cura, se come, se educa”
podría ser cierto; pero... ¿es real? Hay
otro festejo, además: en un par de años,
vamos a celebrar el bicentenario que
nos une con la gesta de 1810. Dice la
historia que la frase de la revolución de
Mayo fue “el pueblo quiere saber de
qué se trata”. Doscientos años des-
pués, ¿podemos decir que “el pueblo
sabe de qué se trata”? Es más; el pue-
blo ¿propone, discute o decide lo
que ha de tratarse? Actos, ritos y festi-
vidades que, más allá de los discursos,
muestran cuentas pendientes. Cuentas
importantes. Cuentas de gente.
La Democracia
pendiente
Hace unos dos años, a partir de las con-
sultas familiares que dieron origen a la
Carta Popular, nos dimos cuenta de
que a la mayoría de los vecinos de
nuestros barrios nadie les pregunta
qué necesitan; ni el Estado, ni las orga-
nizaciones sociales. Más del 65 % de la
uno agrega que casi nadie conoce el
presupuesto de su municipio, que
nadie puede participar de la elabora-
ción de la “ordenanza fiscal impositiva”
que cada año define cuánto paga cada
poblador, que casi nunca se llevan
adelante consultas o iniciativas popu-
lares, que ya ni siquiera hay internas en
los partidos políticos, que millones de
trabajadores hoy tienen prohibido ele-
gir legalmente delegados gremiales,
etc., la conclusión es muy grave: lo que
llamamos Democracia en nuestro país
aún está muy lejos de ser realmente
una Democracia. Y eso se nota; no
tanto en los conteos de votos, sino en
las graves carencias que cualquier
poblador de nuestros barrios sufre
todos los días.
Tres cuestiones
urgentes
Además del autoritarismo y de la falta
de una verdadera Democracia Parti-
cipativa, en la Argentina de hoy convi-
vimos con una pobreza inventada y
planificada, siendo que se trata de un
país rico, que anualmente produce
riquezas como para que puedan vivir
holgadamente hasta 130 millones de
personas. La injusta distribución del
ingreso es la madre de todos los pro-
blemas sociales que padecemos. La
voracidad de unos pocos financistas y
grandes grupos económicos causa
todos los días la miseria a la que están
condenados millones de argentinos.
Por otro lado, nuestros recursos natu-
rales están siendo saqueados (desde
el Petróleo, pasando por la minería a
cielo abierto, y terminando con la con-
podamos decir que el Pueblo argen-
tino efectivamente tiene soberanía
sobre ellos. Se llevan todo y nos dejan
la muerte y la contaminación. ¿Pode-
mos decir que gobernamos si la
democracia es tan débil, la distribu-
ción de la riqueza no es la que quere-
mos y nuestros recursos naturales
están siendo robados?
El futuro de
nuestros barrios
Todas estas realidades son cotidianas
en nuestros barrios. El vecino y la
vecina los sufren, y reciben como
paliativos las “políticas sociales” dirigi-
das a los más humildes. Sin embargo,
esas políticas (como todas las otras)
muchas veces son pensadas sin la par-
ticipación popular. Siendo que sabe-
mos mejor que nadie lo que necesita-
mos, y siendo que resolvemos proble-
mas barriales todos los días, rara vez
somos convocados a proponer solu-
ciones concretas para que se realicen
en el barrio con el apoyo estatal. Una
herramienta como el Presupuesto Par-
ticipativo (por la cual vecinos y barrios
pueden opinar y decidir mejoras en el
barrio) aún no se implementa en la
mayoría de municipios del Conur-
bano, o es desvirtuado de su sentido
más profundo por los gobiernos
(como en el vergonzoso caso actual
de la Ciudad de Buenos Aires). Es que,
para algunos, la única utilidad del
Barrio es ser la reserva de votos que
oportunamente, cada dos o cuatro
años, hay que salir a buscar. Para noso-
tros es distinto. Para nosotros, entre
los vecinos y vecinas, en cada barrio,
hay una esperanza posible de resolver
las necesidades de todos, aún las más
dolorosas, con el sencillo e invencible
poder de la unidad y la participación
popular. Y hay un cambio en marcha.
Una campaña de
todos: el Barrio que
queremos es posible
¿Con quién soñamos y cómo trabaja-
mos por el barrio que queremos? ¿qué
propuestas tenemos desde los veci-
nos y las organizaciones sociales para
empezar a resolver los temas urgentes
de nuestras comunidades? En el último
Congreso de Organizaciones Socia-
les y Vecinos comprobamos que los
barrios y sus experiencias tienen pro-
puestas concretas para vencer la
pobreza y la ausencia de futuro. Sólo
para empezar, compartimos la pro-
puesta de los Servicios Públicos Comu-
nitarios (redes de gas, de agua, de
transporte y de otros servicios concre-
tos creados y dirigidos por organiza-
ciones populares), del Deporte y la
Cultura en el Barrio (con experiencias
de fútbol, arte y trabajo con jóvenes),
de Economía Social (en torno de las

ODO EL CONURBANO Y LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
cooperativas, mutuales, el crédito soli-
dario, el desarrollo local), del Presu-
puesto Participativo (con notables
resultados en San Miguel y otros dis-
tritos) y de los Consejos de la Comuni-
dad (ámbitos locales integrados por
organizaciones sociales). Con la idea
fuerza de la creación de Capacidad
Popular de Gobierno, esas propues-
tas nos mostraban que muchas de las
soluciones a nuestros problemas están
entre nosotros, esperando a conver-
tirse en políticas públicas masivas y
efectivas. La Campaña Regional “El
Barrio que Queremos es Posible”
está pensada para poder impulsar un
proceso de comunicación popular en
cientos de barrios del Conurbano y la
Ciudad de Buenos Aires abriendo
espacios de creación y participación
de los vecinos y sus organizaciones
sociales. Trabajando entre todos y
casa por casa sobre una “maqueta” de
nuestro barrio, vamos a poder definir
con nuestros vecinos prioridades y
propuestas que nos acerquen al Barrio
que queremos, probándonos que, en
muchos casos, esas ideas no son irrea-
lizables o complicadas, sino sencillas y
concretas. En esta Caravana Cultural
de los Barrios, vamos a entregarle sim-
bólicamente a cada barrio visitado
una de estas maquetas, para lanzar
entre todos un proceso que permita
que en la primera mitad del 2009 la
iniciativa esté avanzando en todas
nuestras comunidades. La fuerza para
crear una Democracia Participativa,
con distribución de la Riqueza y sobe-
ranía comunitaria sobre el medio
ambiente y los bienes comunes no
está en otro lado que en nuestros pro-
pios barrios, entre la gente, los jóve-
nes, los grandes y los chicos.
Una Caravana
Gigante
Desde el 6 de Diciembre, y hasta el 20
del mismo mes, una recorrida impresio-
nante de carrozas comunitarias va a cir-
cular por el Conurbano bonaerense, La
Plata y la misma Ciudad de Buenos
Aires, llevando la mística y la esperanza
de una Democracia Participativa en la
que los vecinos, las vecinas y los barrios
seamos protagonistas. En el Tigre (con
las redes sociales que trabajan con el
deporte y la participación comunitaria),
en San Isidro (acompañando a los jóve-
nes de la Cava que se oponen a la baja
de la edad de imputabilidad desde su
solidaridad cotidiana), en Malvinas Ar-
gentinas (recorriendo escuelas de ges-
tión social y grupos vecinales que pelean
por un medio ambiente digno), en San
Miguel (promoviendo y partici-
pando de la Feria de Proyectos
del Presupuesto Participativo),
en San Martín (con organiza-
ciones barriales en lucha por
el derecho a un medioambiente
sano), en Tres de Febrero (con
estudiantes y grupos cultura-
les) en José C. Paz (con los
barrios que crearon por su
estación de tren y los que
crean todos los días una eco-
nomía solidaria), en Moreno
(con el deporte, la defensa de
nuestros pibes y la economía
social), en Morón (celebrando
con los proyectos del Presu-
puesto Participativo y la cultura
alternativa), en Quilmes (con las
radios comunitarias y el derecho a la
comunicación) , en La Matanza (con
redes barriales que apuestan a la arti-
culación desde la cultura), en Lanús
(desde experiencias artísticas, cultura-
les y de economía social), y en La Plata
(participando de un encuentro de expe-
riencias del Presupuesto Participativo y
del rechazo a la baja en la edad de
imputabilidad a menores y jóvenes).
Por otro lado, el 20 de Diciembre, la
Caravana será histórica; por primera
vez un evento cultural unirá todos los
barrios populares del sur de la Ciu-
dad, desde Mataderos hasta Barra-
cas, pasando por Lugano, Parque Ave-
llaneda, Parque Patricios, Flores y el Bajo
Flores, articulando a decenas de organi-
zaciones sociales y políticas que pelean
por una Ciudad para todos.
Por la Unidad
y la Participación
Popular
Desde cada barrio y cada experiencia,
desde las distintas historias e identida-
des, todos sentimos que estamos atra-
vesando un momento nuevo. Un
momento que nos interpela a unir, a
articular, a sentir lo diverso como una
fortaleza y no como una debilidad. Los
problemas de nuestras comunidades
están a la vista, los sufren nuestros pibes
y nuestras familias; también están a la
vista los reacomodamientos de secto-
res sociales autoritarios e insaciables,
que apuestan a detener definitiva-
mente el proceso de avance de las
experiencias populares, aquí y en Lati-
noamérica. La Caravana Cultural vuelve
a conmover los cimientos de la Ciudad,
del Conurbano y de todos los barrios
para decir con más fuerza que nunca
su canción de esperanza. LA DEMO-
CRACIA QUE QUEREMOS ES
POSIBLE. EL BARRIO QUE QUE-
REMOS ES POSIBLE.
NOVIEMBRE 2008 • 3
LA CARAVANA
CULTURAL
EN LA CIUDAD
DE BUENOS AIRES
MATADEROS | BAJO FLORES
FLORES | PARQUE PATRICIOS
BARRACAS | PARQUE AVELLANEDA
VILLA LUGANO
Somos un grupo de compañeros y compañeras
provenientes de diferentes experiencias sociales,
políticas y culturales de la Ciudad de Buenos Aires,
que creemos indispensable realizar prácticas con-
traculturales para transformar las formas de par-
ticipación en herramientas políticas que generen
un verdadero cambio económico, social y político.
Porque queremos profundizar la puesta en prác-
tica de procesos de participación cada vez más
amplios que fortalezcan los ejes que, como colec-
tivos, agrupaciones u organizaciones, venimos tra-
bajando cotidianamente.
Porque consideramos indispensable reconocer-
nos y aprender de las diversas experiencias políti-
cas, sociales y culturales desde las cuales diversos
sectores del campo popular hemos intentado
generar nuevos lazos sociales.
Porque queremos afirmarnos sobre lo nuevo que
intentamos día a día construir, lo que soñamos y
que nos motoriza. Porque queremos mostrar en
el espacio público, que es nuestro, lo que somos,
lo que hacemos y el mundo que queremos.
Por todo esto los/as invitamos a compartir la
experiencia colectiva de esta Caravana Cultu-
ral de los Barrios por la Unidad y la Parti-
cipación Popular, para recorrer los distintos
barrios del oeste y sur de la cuidad en el mes de
diciembre. Una herramienta para integrar y arti-
cular el trabajo de colectivos y organizaciones,
para sumar participación de vecinos en los
barrios, y construir una propuesta política, que se
hace pública en el marco de una fiesta popular.
La idea es que cada colectivo u organización
pueda poner en práctica procesos de participación
popular, en relación a los ejes o problemas con los
que ya viene trabajando (vivienda, jóvenes, infra-
estructura, trabajo, espacio público, etc). Junto a
esto poder hacer visible en el espacio público todo
lo que venimos haciendo, con sus porqué y sus
protagonistas. Promovemos como un eje central
la participación de la comunidad, porque creemos
que es necesario que vecinos y vecinas tengan
protagonismo en los problemas que los afectan.
Estas acciones apuntan a un reconocimiento funda-
mental de los derechos humanos y sociales para
todas y todos los habitantes de la zona. Las consi-
deramos fundamentales, esenciales, en tanto expre-
san y prefiguran el cambio social que anhelamos.
Los ejes propuestos para la Caravana son:
• Arte, Cultura y Comunicación
• Trabajo y Autogestión
• Jóvenes, Género, DDHH y Educación
• Hábitat, Vivienda, Salud y Espacio Público
Porque aquí y ahora creemos
en la importancia de mostrar
quiénes somos, qué buscamos
y cómo venimos trabajando, los
que desde abajo no renunciamos
al sueño de una Latinoamérica
unida, al sueño tan simple
de un mundo mejor.