San Vicente, dicono y mrtir

Da Conmemorativo: 22 de Enero

San Vicente era un dicono espaol, y su martirio se hizo tan famoso que san Agustn le dedic
cuatro sermones. Era dicono o ayudante del obispo de Zaragoza, Espaa, san Valerio. Como el
obispo tena dificultades para hablar bien, encargaba a Vicente la predicacin de la doctrina
cristiana.

El emperador diocleciano decret la persecucin contra los cristianos y el gobernador hizo poner
presos al obispo Valerio y a su secretario Vicente. Les ofrecieron muchos regalos y premios si
dejaban la religin de Cristo. Vicente dijo: "Estamos dispuestos a padecer todos los sufrimientos
posibles, con tal de permanecer fieles a la religin de nuestro Seor Jesucristo". Entonces Daciano
desterr al obispo y se dedic a hacer sufrir a Vicente las ms espantosas torturas. El primer
martirio fue un tormento llamado "el potro", que consista en amarrarle cables a los pies y a las
manos y tirar en cuatro direcciones distintas al mismo tiempo. Vicente, fiel a su nombre que
significa "valeroso", aguant este terrible suplicio rezando y sin dejar de proclamar su amor a
Jesucristo.

El segundo tormento fue apalearlo. El cuerpo de Vicente qued masacrado y envuelto en sangre.
Pero sigui declarando que no admita ms Dioses que el Dios verdadero, ni ms religin sino la de
Cristo.

Y vino el tercer tormento: la parrilla al rojo vivo. Lo extendieron sobre una parrilla calientsima
erizada de picos al rojo vivo. Los verdugos echaban sal a sus heridas. Vicente no haca sino alabar y
bendecir a Dios. San Agustn dice: "el que sufra era Vicente, pero el que le daba tan grande valor
era Dios". Dios cuando manda una pena, concede tambin el valor para sobrellevarla.

El tirano mand que lo llevaran a un oscuro calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios cortantes y
que lo dejaran amarrado y de pie hasta el da siguiente para seguirlo atormentando. El poeta
Prudencio dice: "el calabozo era un lugar ms negro que las mismas tinieblas; era una noche eterna
donde nunca penetraba la luz".

Pero a medianoche el calabozo se llen de luz. A Vicente se le soltaron las cadenas. El piso se
cubri de flores. Se oyeron msicas celestiales. Y una voz le dijo: "ven valeroso mrtir a unirte en
el cielo con el grupo de los que aman a nuestro Seor". Al or este hermoso mensaje, san Vicente
muri de emocin. El carcelero se convirti al cristianismo, y el perseguidor llor de rabia al da
siguiente, al sentirse vencido por este valeroso dicono.