Sie sind auf Seite 1von 4

Unidad en medio de la diversidad

Objetivo del Programa: Mostrar la importancia de estar unidos como iglesia y


cada uno haciendo su función en el lugar y en el momento indicado.

Sugerencias para el Director: Reproduzca, para todos los miembros, una copia
idéntica al cuadro que aparece en el tema de este programa, o transcríbalo en
una cartulina en donde la información pueda ser apreciada por todos.

Servicio de Canto:

Introducción: ¡Feliz sábado! Ésta es una frase muy Adventista. Esa corta
oración es repetida en innumerables idiomas y dialectos. Esa sola expresión
nos une y nos identifica como pueblo de Dios. Pero, ¿es el pueblo Adventista
uno? ¿Es posible lograr la unidad en una variedad de culturas diferentes?
¿Podemos ser diferentes y aún conservar nuestra unidad como pueblo? Una de
nuestras creencias fundamentales, la número trece, tiene que ver
precisamente con esto: La Unidad del Cuerpo de Creyentes. "La iglesia es un
cuerpo constituido por muchos miembros que proceden de toda nación, raza,
lengua y pueblo. En Cristo somos una nueva creación; las diferencias de raza,
cultura, educación y nacionalidad, entre encumbrados y humildes, ricos y
pobres, hombres y mujeres, no deben causar divisiones entre nosotros. Todos
somos iguales en Cristo, quien por un mismo Espíritu, nos ha unido en
comunión con Él y los unos con los otros. Debemos servir y ser servidos sin
parcialidad ni reservas. Por medio de la revelación de Jesucristo en las
Escrituras, participamos de la misma fe y la misma esperanza, y salimos para
dar a todos el mismo testimonio. Esta unidad tiene sus orígenes en la unicidad
del Dios trino, que nos ha adoptado como sus hijos" (Romanos 12:4, 5; 1
Corintios 12:12-14; Mateo 28:19, 20; Salmo 133:1; 2 Corintios 5:16, 17; Hechos
17:26, 27; Gálatas 4:29; Colosenses 3:1015; Efesios 4:14-16; 4:1-6; Juan 17:20-
23).

Himno de Apertura: Una de las cosas que como pueblo nos une, es la alabanza.
En los congresos mundiales, esto se aprecia mejor. Vemos a personas de
diferentes países, hablando diferentes idiomas, uniendo sus voces para alabar
el nombre de Dios. Hoy estaremos todos de pie y juntos entonaremos las bellas
estrofas del himno Núm. 322, "Con gozo canto al Señor", del Himnario
Adventista.

Lectura Bíblica: El pueblo Adventista se ha caracterizado por ser un pueblo


conocedor de la Biblia. Somos los únicos que hemos tomado en serio las
palabras de Martín Lutero cuando dijo: "La sola Escritura"; si tiene su
fundamento en la Biblia, entonces lo creeré. La lectura de la Biblia nos ha unido
como pueblo y, por ello, les invito a abrir sus Biblias en el Evangelio de San
Juan, Capítulo 17 y versículos 20-23.
Oración de Rodillas: La oración es otro de los ingredientes que nos unen como
pueblo. Por lo tanto, caeremos de rodillas para presentarnos delante de Dios en
oración.

Bienvenida: Un día, un hombre fue a visitar una iglesia. Llegó temprano,


estacionó su auto y se bajó. Otro carro llegó, se le acercó y le dijo: "Yo siempre
me estaciono ahí; tomaste mi lugar". El visitante entró a la iglesia, encontró un
asiento vacío y se sentó. Una joven de la iglesia se le acercó y le dijo: "Ese es
mi asiento; tomaste mi lugar". El visitante estaba apenado por esta bienvenida
tan tosca, pero no dijo nada. Después de la Escuela Sabática, entró al santuario
y se sentó. Otro miembro de la iglesia fue hacia donde él estaba y le dijo: "Ahí
es donde siempre me siento; tomaste mi lugar". El visitante estaba más
consternado por este trato, pero aún así no dijo nada. Más tarde, cuando la
congregación estaba orando para que Dios habitara entre ellos, el visitante se
puso de pie y su apariencia empezó a cambiar. Horribles cicatrices se hicieron
visibles en sus manos y en sus pies enarenados. Uno de los que estaban en la
congregación notó lo que estaba sucediendo, y le dijo: "¿Qué está pasando
contigo?". Y el visitante respondió: "YO TOMÉ TU LUGAR".

Una de las cosas que más nos une como pueblo, es el hecho de permitir que
Jesús "tome nuestro lugar". Lo tomó en la cruz, cuando murió por mí. Lo
seguirá tomando si dejo que Él viva en mí: "Con Cristo estoy crucificado, y ya
no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó así mismo por mí"
(Gálatas 2:20). Con estas palabras, queremos expresarles nuestra más sincera
y cordial bienvenida.

Música Especial:

Informe Secretarial: El sábado pasado,__________ personas se unieron al grupo


de los

que desean estar siempre tempranito para iniciar con el Servicio de


Canto.______________ hermanos se unieron para estudiar los siete días de la
semana su Lección de Escuela

Sabática. Tuvimos______________ amigos que, uniéndose a nuestro pueblo, nos


acompañaron en los servicios religiosos. Y como buenos mayordomos, nos
unimos para dar una generosa ofrenda de

Tema:

(NOTA PARA EL DIRECTOR: En la medida de lo posible, trate de que cada


miembro de la Escuela Sabática tenga una copia idéntica a la que aparece en
el siguiente cuadro. También, puede transcribirla en una cartulina en donde se
pueda apreciar por todos. Usted pedirá a la congregación que trate de leer el
mensaje. Usted notará que la vocal "e" fue sustituida por la "x", pero no se lo
dirá. Deje que ellos lo descubran.)

NO HAY ERRORES ORTOGRÁFICOS; TRATA DE LEERLA Y ENTIÉNDELA

A pxsar dx qux xl txclado dx mi máquina dx xscribir xs dx un modxlo antiguo,


trabaja todavía muy bixn xxcxpto por una dx las txclas. Xn muchas ocasionxs
hx dxsxado qux trabajx a la perfxcción. Xs vxrdad qux txngo cuarxnta y un
txclas qux funcionan lo suficixntxmxntx bixn, pxro sólo una txcla no trabaja y
Asta marca la difxrxncia. Xn algunas ocasionxs pareciera qux nuxstra iglxsia xs
parxcida a mi máquina dx xscribir - no todas las pxrsonas sx xncuxntran
trabajando dx manxra adxcuada. Tal como uno dx xllos, tú puxdxs dxcirtx a ti
mismo: "Buxno, soy sólo una pxrsona, yo ni soy la iglesia, ni tampoco soy
capaz dx dxstruirla". Pxro xsto hacx una gran difxrxncia, porqux la iglxsia, para
qux funcionx dx manxra xfxctiva, nxcxsita la participación activa dx cada
pxrsona. Así qux, la próxima vxz qux pixnsxs qux tu apoyo no xs dx suma
importancia, rxcuxrda xl txclado dx mi máquina dx xscribir. "Soy una pxrsona
clavx xn la congrxgación y yo soy sumamxntx importantx." Xsto xs lo qux
sucxdx a toda la iglxsia y sx rxpitx xn muchas ocasionxs, así qux no sxas una
txcla sin funcionar. Sx' una txcla útil.

Apreciados hermanos, la moraleja es muy clara. En primer lugar, todos somos


necesarios mas no indispensables en la viña del Señor. Esta iglesia necesita de
cada uno de ustedes. Es posible que lo que haces para la iglesia parezca
insignificante y de poco valor, pero si dejas de funcionar como la letra "e" de
mi máquina, entonces se notará tu ausencia. ¿Qué pasaría si las hermanas que
limpian las bancas de la iglesia no hicieran su trabajo? ¿Qué pasaría si el
diácono no abriera a tiempo la puerta de la iglesia? Y ¿qué sucedería si el
director de cantos se ausentara? Algunos dicen: ¡Pero la iglesia puede
funcionar sin mí! Claro que puede funcionar sin ti; funcionará como mi máquina
de escribir.

En segundo lugar, es necesario que cada creyente actúe en armonía y en


forma sincronizada para hacer avanzar la obra de Dios. El apóstol Pablo decía:
"Nuestra carta sois vosotros, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por
todos los hombres" (2 Corintios 3:2). Y el Señor Jesús advirtió a sus discípulos:
"Para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti. Que también
ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan
17:21). Cuando un solo hermano deja de actuar en armonía con el resto de los
miembros, se transmite al mundo un mensaje similar al de mi máquina de
escribir: crea confusión. Cada uno de nosotros somos cartas andantes ante el
mundo. Si queremos que el mundo crea que Jesucristo es el Señor, debemos
ser uno, como el Padre y el Hijo son uno.

Relato Misionero:
Clausura:

Himno Final: Núm. 15, "En espíritu unidos", del Himnario Adventista Oración
Final:

Repaso de la Lección de Escuela Sabática:

Das könnte Ihnen auch gefallen