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al ee ae a an a v a A Y A Sern ten aye IE SH Mensaje de ene ee SS - APORTES AL PROYECTO NACIONAL - fos 28:33) Juan Carlos Schmid | ey Miguel Velloso | one \:\\¥ SITIO Or vel Baht sho on mish Ernesto “ =} Tenenbaum |José Vertes of COMERS Cure Yo a POC Be ee tet) Boy Chmey iS MBC Vat sg Garin | Jorge Arias | CatalinaPantuso | Aldo Pignanelli) eee 3 pad Sociales del Mundo Canela ie 01a NN ) Ne Pre aed Rosario 1905, Buenos Aires 1981 aR co eae 7 ENCUENTRO - APORTES AL PROYECTO NACIONAL - ————————— EDITORIAL DESARROLLO Y DEMOCRACIA EN LA ERA DIGITAL esde la revista ENCUENTRO, que contara también con su versién digital, se desarrollarén ensayos, crénicas ¢ investigaciones con rigor periodistico y profesional, en alianza con la militancia politica y social, para generar pensamiento y nuevas lecturas de lo contemporineo. Estamos convencidos de que la prictica de la indagacién permanente como método en nuestros anilisis -y la construccién colectiva de nuestra propuesta—convocari a una nueva generacidn de jévenes que no se sienten contenidos con las estructuras partidarias y sociales tradicionales. La potencia del proceso politico, econdmico y social que se desarrolla en la Argentina y en América Latina, del cual surgen nuevos sujetos,teritorios y conflictos, merece el compromiso del cientista social, el economista, él cientifico y el politico que nos provean de una vision analitiea profunda, Son problemas nuevos y complejos: conflictos sociales, los avatares de la ‘industria nacional, las adversidades del modelo de desarrollo, el peso de las ‘migraciones, las innovaciones urbanas, el cambio climético, entre otros. Tal cantidad de interrogantes son procesados por la juventud con una inusitada curiosidad por el debate econémico y 1a teoria politica, Se reclama, en todos los casos, mayor transparencia en la gestién guberramental porque, en una democracia de la era digital, los teritorios y sus ciudadanos estén conectados, se establecen didlagos entre personas y se accede a fuentes de datos piblicas y privadas. El reciente conilicto por el impuesto a las ganancias desnuda el profimndo debate ideokigico sobre el modelo de desarrollo argentino, porque las politicas pablicas expresan los seotores especulativos que se benefician con menor presién contributiva, ceémo se restringe del consumo y, en definitiva, emo se desalienta la produceién Con ENCUENTRO - Aportes al Proyecto Nacional, nos proponemos enriquecer el debate, convocéndonos a reflexionar y a intercambiar visiones de un proyecto nacional. El modelo argentino de Perén no es una mera apelacién nostélgica al pasado sino un desafio para cada ciudadano, reconociendo su presente y desplegando todas sus potencialidades hacia un futuro de integracién continental con justicia y solidaridad. JULIO ZAMORA, INTENDENTE DE TIGRE APORTES AL PROYECTO NACIONAL Editor Ateneo del Encuentro Asociacién Civil Director Julio Zamora Editores Generales Ernesto Tenenbaum Jorge Arias Consejo de Redaccién Carlos Fernindez Javier Garin Fernando Lauria Catalina Pantuso Aldo Pignanelli Lourdes Puente Nancy Sosa Mario Zamora enter eo Serreste rT) eed ENCUENTRO Desde Tigre pensando la Argentina Ateneo del Encuentro refine a pensadores, cientficos, profesionales,técnicos y trabajadores de Tigre que © proponen interactuar en libertad de pensamiento y accién para la generacin y difusién de ideas, con raices en Tigre y proyeccién nacional, sobre todos los temas que preocupan al pats y a la regién. ‘Nos proponemos que el debate y las nuevas tendencias pasen por Tigre. ATENEO DEL ENCUENTRO + tle ae ote of ‘naka intoruacién en phgina 68, 2|ENCUENTRO ENCUENTRO SUMARIO Editorial P, 1 Julio Zamora Kteneo P.2/P.52 El consenso en tiempos turbulentos P, 04 Juan Carlos Schmid ‘Trump y el gatopardismo P. 08 Miguel Velloso ‘Compromiso ciudadano P. 12 Carlos Pistelli El socialismo del siglo XXI P. 16 Carlos Pifieiro litfiguez Permanencia P, 20 Ernesto Tenenbaum Presupuesto: Qué nos depararé el 2017 P. 24 Aldo Pignanelli Argentina necesita una revolucién de energias renovables P. 26 José Manuel de la Sota Una Defensa Nacional para el siglo XXI P. 28 Lourdes Puente Falta de formacién de cuadros, la epifania peronista P. 32 Leo Anzalone El Pazlasur, herramienta de integracién regional P. 36 Herman Olivero Modelo Argentino y medio ambiente P.40 Javier Garin ‘Choque individualista o encuentro cultural P44 Jorge Arias El desafio de nuestro lema P. 48 Catalina Pantuso i UTS RDS DD A A LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL MUNDO. los textos que se pablican son de exclusiva responanbilided de sus autores y no oxprosan necessriamente el pensainiento de oe editorea Se avterisa lareproduecién teal o parcial del contenide citando fuente y autor. ENCUENTRO|3 JUAN CARLOS SCHMID Secretario General del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, Secretario General on el Triunvirato de la COT, 5 frecuente, sobre todo en tiempos complicados y turbulentos, que oigamos hablar de la necesidad de alcanzar consensos para asegurar una convivencia social. ¥ efectivamente es asi. Basta ver en un dicciona~ rio cémo se define la palabra consenso: como el acuer- do logrado por el consentimiento de los miembros de un grupo o entre distintos grupos, para entender su importancia para solucionar, en provecho de todos, los problemas sociales, econémicos o politicos de manera democritica y pacifica. En sociedades complejas como son las actuales, con tanta variedad de intereses grupales, sectoriales y hasta particulares, los conflictos son frecuentes, cotidianos, y la nica manera razonable de resolverlos es alcanzando consensos sobre qué hacer al respecto. Porque, sin consenso, el intento de imponer ‘medidas leva a la confrontacién, que a la corta 0 a la larga provoca una escalada en la conflictividad, Nuestra historia reciente y la de nuestro continente estén llenas de ejemplos. Quizs el mas dramético, por el enorme costo que ha tenido en vidas y penurias para su pueblo a lo largo de décadas, sea el prolongado conflicto en la hermana Repiblica de Colombia, del que comienza a salir gracias a las intensas y conse- ‘cuentes negociaciones de acuerdos para alcanzar la paz. ero, incluso cuando la confrontacién no alcanza ese sado trigico de violencia de los enfrentamientos arma- dos, la alternativa més razonable al conflicto es lograr soluciones compartidas, y esto implica no solo “dialo- gar” sino llegar al acuerdo comin que significa el consenso, No es sencillo, desde ya; pero quien ejerza o quiera ejercer un liderazgo, es decir, la responsabilidad de pensar y proponer politicas y ponerse al frente de su cefectiva aplicacién, debe trabajar para el logro de ese tipo de acuerdos. Aqui hay que recordar las palabras de alguien que sabia bastante de conflictos y del arduo trabajo para encontrarles solucién, el pastor afronor= teamericano Martin Luther King. En medio de su dura lucha por la igualdad en su pais, alla por los afios 60, decia que un lider no es el que “busca” el consenso, sino el que lo construye. Es que, en las sociedades tan complejas, cada sector tiende a abroquelarse en sus posiciones, por lo que el consenso no esté ahi como algo dado “naturalmente” sino que hay que construirlo, con dedicacién y seriedad, poniendo por encima de todo un valor esencial para la convivencia: el bien comin, los legitimos intereses de todos los integrantes de la comunidad, Por supuesto que pensar en el bien comtin, como norte cn la brijula para construir el consenso, requiere de ‘gran responsabilidad y de una sana actitud de despren- dimiento personal. Un ejemplo es el acuerdo para la unidad de la CGT, basado en que los grandes lideres de ‘nuestro movimiento sindical se dieron cuenta de que a veces hay que dar un paso al costado para que emerja ‘una politica de fortaleza de las instituciones. Claro esta que hay consensos y consensos. Los que surgen de forma obligada por las circunstancias, porque a quienes acuerdan “no les queda otra”, esos a los que se les puede aplicar el verso de Borges: “no nos une el amor sino el espanto”; suclen tener corto alcance y poca proyeccién politica. En cambio, los consensos virtuosos. nacen de un genuino convencimiento de las partes, cuando comprenden que el pequeiio espacio de poder que cede cada uno no aquilata en particular al otro que esta enfrente, sino que » ENCUENTRO|5 Juan Carlos Schmid | El consenso en tiempos turbulentos THUMM THU TA MMA TATUM UALLTLL CONFLICTOS EN EL penny oe rosesines [Eerie tees tous cares] aoe ones i remes CE rrupens Ml termes i mses Juan Carlos Schmid | El consenso en tiempos turbulentos beneficia al conjunto. Este tipo de consenso es el que fortalece a todos, permitiendo acordar politicas comunes de largo plazo que, a su vez, son las que permiten planificar, centrar objetivos y darle una gran previsibilidad al sistema gubernativo. Dejando de lado a quienes, en realidad, no quieren consensuar nada porque no estin dispuestos a ceder nada, hay también quienes honestamente parecieran creer que el equilibrio de fuerzas que implica el consenso, en lugar de fortalecer, debilita a las insti- tuciones. No debemos pensar que de ese equilibrio tenga que emerger necesariamente la debilidad; por el contrario, cuando hay un consenso genuino, el compo- nente politico inserto para lograr ese equilibrio de fuerzas es el que le da potencialidad al sistema, porque permite mancomunar esfuerzos y asi cumplir los obje- tivos acordados en comin. Pero, {cémo se llega al famoso consenso? Hay quienes parecen creer que se alcanza cuando alguna de las partes est débil o porque esté desespera- da o sin salida; 0, en el mejor de los casos, que sélo depende de una cuestién de buena voluntad unilateral, de la generosidad que ponga una de las partes. Pero ninguna de estas razones es valida, porque el acuerdo que nazea de alguna de esas situaciones obviamente ‘mantendré, aunque sea de manera latente, las causas de conflicto. Y, por eso mismo, tendré en su interior el virus de su destruccién, sin que haya, como decia el General Perén, los “anticuerpos” que lo puedan contrarrestar. El verdadero consenso nace, como ha nacido desde la antigiiedad, de actitudes que van al encuentro del otro ‘para construir en comtin. Es lo que manifestamos los seres hhumanos desde tiempos inmemoriales en cl mismo gesto de estrechamnos las manos para saludar= nos, del acereamiento porque no le temo a ta pufalada artera, Nace de las manos extendidas, que en ta liturgia cristiana implican reconocer que estoy ante un herma- no y no ante un enemigo, en lugar de ir hacia el otro con los pufios cerrados, en sefial de crispacién y hostili- dad. Pero no basta con esa predisposicién personal. Tam- bin tiene que existir el marco de una institucionalidad basada en el respeto al otto y al mundo de ideas del otro, sin lo cual no estén dadas las condiciones mini- mas de didlogo. Y, junto con esto, tiene que haber un sistema econdmico y social que por lo menos podamos decir que funciona. Si funciona muy bien, tanto mejor; sino funciona tan bien, podremos mejorarlo entre todos. Obviamente tiene que existir y funcionar como un sistema dispuesto a integrar a todos con vistas al bien comin, y no como un “silvese quien pueda” ni como la imposicién del que se crea mas fuerte. Es sobre esa institucionalidad y ese sistema econémiico yy social que deben basarse y apoyarse las actitudes personales para que el consenso no sea solo una expresién individual de buenos deseos, sino que se transforme en construccién colectiva, fuerte y segura. » ENCUENTRO|7 Panorama internacional MIGUEL VELLOSO LANATURALEZA NOS ILUSTRA QUE “LO UNICO QUE NUNCA CAMBIA, ES QUE TODO CAMBIA”, Y EL RITMO DE ESTAS TRANSFORMACIONES Y LAS PREMISAS DE ESTA SUERTE DE SILOGISMO SON, MUCHAS VECES, INDESCIFRABLES... AUNQUE EXPLICABLES. EN EL ULTIMO SIGLO, HEMOS VISTO LA INSTAURACION DE UN ORDEN MUNDIAL, CON CAMBIOS DRAMATICOS EN EL EQUILIBRIO DE LOS PODE- RES MUNDIALES PRE-EXISTENTES. Y TODO PARECERIA INDICAR QUE ESTAMOS ASISTIENDO AUN NUEVO CAMBIO DE CICLO Y EL ADVENIMIENTO DE NUEVOS ACTORES. a paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957) en su obra E! Gatopar- do, "cambiar todo para que nada cambie”, ha servido a politélogos y expertos para categorizar la preval del conservadorismo por sobre las tendencias centrifu- gas que buscan transformar la realidad, particularmente ‘cuando es injusta 0 no responde a la demanda de los pueblos, Y ciertamente son miiltiples los sintomas que nos marcan el fin de una era, nacida de la revolucién industrial, la “entente” financiera de las grandes poten- ccias en tomo a organismos donde repartian su influen~ ccia, y la arménica administracién de los conflictos a través del entramado institucional intemacional, gesta- do en tomo a las Naciones Unidas. Esta arquitectura, exitosa como modelo basado en el liberalismo, permitié en un contexto de “pax ameri- cana” luego de la caida del Muro de Berlin—la mayor apertura_y expansin del comercio mundial, la integracién del conocimiento planetario como nunca habia existido hasta el presente y, como corolatio, la caida de la pobreza extrema en todo el mundo y el nacimiento de una clase media planetaria, que hoy reclama con impaciencia el acceso a las bondades del ‘consumo... pero en un mundo sin mas fronteras, En sintesis, un nuevo escenario de conflicto, de cardcter distributivo. De alli que es dable avizorar el primer desafio que cenfrenta el mundo contemporéneo, sustentado en la ‘expansién de los derechos individuales, que seré el intento de legitimar, por cualquier via, la “exclusién” de quienes son atraidos por ese imn difundido como para ddigma de bienestar en Occidente: los inmigrantes, que s6lo buscan para si y para sus familias las oportunidades ‘que sus propios paises les niegan Los politicos ~y sus estructuras partidarias~ que, como intérpretes de estas nuevas realidades, eran los respon- sables de anticipar este colapso, no pudieron 0 no supieron darles respuesta. De alli el surgimiento en las mayores democracias del mundo de movimientos anti sistema, del que no se libré ni 1a primera potencia econémica mundial. Alli esta una de las claves para entender también el éxito de quienes impulsaron recientemente el Brexit, para islar a Gran Bretaiia del espacio de libre circulacién Schengen, que animé a los 28 integrantes de la heterogénea Unién Europea, particularmente frente a la nueva invasién de los desplazados de Africa y Medio Oriente; y ciertamente es el sustrato de la diatriba xend- foba con la que conquisté Trump a sus seguidores, demonizando a quienes fueron sus principales socios latinoamericanos y generadores de la mano de obra barata que les permitié mantener @ flote una economia frente ala competencia china. La cuestiin por desentraftar estar dada por la disposicién al cambio del micleo de poder americano, ‘que repos6 histéricamente en las politicas de Estado consensuadas por demécratas y republicanos en el Congreso ~que alternaron cada tno en 6 oportunidades » Miguel Velloso | Trump y el gatopardismo en el poder, y que conlleve efectivamente a un ejerci« cio de aislamiento en el escenario internacional o a una nueva Doetrina Monroe. La metamorfosis que ha tenido lugar en el escenario ‘mundial ha sido fundamentalmente econdmica, con el corrimiento del epicentro comercial hacia Asia, el resquebrajamiento de la arquitectura de Bretton Woods y el cambio de “banca” operado por China con la creacién del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS y el Banco Asistico de Inversién en Infraestructura (AIBB), considerado por algunos como un rival del FMI, del Banco Mundial y del Banco Asiético de Desarrollo (ADB), dominados por paises desarrollados como los Estados Unidos. Todos estos son signos inequivocos de la nueva era. Y si hay algo que ha caracterizado a la dirigencia norteamericana es su pragmatismo, por lo que —més allé de ta retérica~ el cambio de rumbo que segura- ‘mente levard adelante seré pausado y coordinado con sus sociosy adversarios— pero distaré de ser rupturista, con el orden econémico internacional. Estados Unidos, que en el 2000 generaba el 14% de las exportaciones mundiales, hoy es el segundo exportador mundial de ‘mercancias —un 9% del total y China es el primero; y es el principal importador mundial (China es el segun- do). Esa pérdida de posicién en el mercado mundial naturalmente genera reacciones internas. Y claramente esta eleccién no se ha apoyado en las tradiciones rincipistas. El candidato del partido usualmente defensor del libre comercio (Republicano) ha puesto en el proteccionismo una de sus principales banderas, y la ccandidata del partido més apoyado por los sindicatos (Demécrata) aparecié como 1a menos temida por los lideres de las més modemnas actividades econémicas. En esta balanza deberia incluirse al sector de los servi- cios, donde EE. UU. exporta el 15% del total mundial yy es el mayor generador de “conocimiento productive” y desarrollador de la informiética y robética que expli- ‘card, en un futuro cercano, la caida de la demanda laboral industrial hasta niveles sin precedentes en el ‘mundo. Se estima que en los préximos 20 afios se per- deri el 40% de los trabajos en la industria, por efecto de la evolucién de la robética. Hoy esta incdgnita no ‘encuentra propuestas ni respuestas del arco politico mundial. En el campo de la geopolitica, de mAs esti decir que la satisfaccién de Moscé ante este nuevo escenario, que le descomprime Ia presién sobre su flanco europeo en Ucrania y lo erige en drbitro esencial del conflicto ‘geopolitico posicional que enfienta a Beijing y Washington, no podia ser mayor. Por otra parte, el estrechamiento de la alianza chino-rusa, socios cestratégicos en el nuevo contexto de los BRICS, particularmente luego de la suscripcién de los acuerdos ‘energéticos del afio pasado, puede poner a prueba el predominio occidental y la capacidad de influir en Asia-Pacifico. Al mismo tiempo, la _ofensiva diplomitica lanzada por Xi Jinping —denominada OBOR: One Belt, One Road- para etigir dos corredores de infraestructura (uno terrestre y otro maritimo) a fin de recrear y ampliar la vinculacién con su principal socio comercial, la Unién Europea, generar un espacio econémico de caracteristicas impresionantes: concentrard el 55% del PIB mundial, 1 70% de la poblacién global y el 75% de tas reservas cenergéticas. ‘Queda por saber la forma como impactaré este nuevo escenario en Latinoamérica y en nuestro pais, que ‘busca superar su largo aislamiento e insertarse en este ‘cambiante y dinémico mundo. A diferencia de Asia y Europa, lo que ha caracterizado a BE. UU. en nuestra regién ha sido su ausencia, que ~al mismo tiempo— ha ppermitido sentar posiciones importantes a paises como ‘China, Rusia o Iran. Y ello podria explicarse por la falta de grandes conflictos, mas allé del interno colombiano, © los retéricos de Caracas y La Habana. Todo indica {que la descompresién que conllevé la normalizacién de los vinculos entre EE. UU. y Cuba es irreversible y que el embargo —que demostré ser estéril como instrumento de presién— podria ser levantado antes que Obama ‘entregue el mando. Si se espera un impacto, este seria de cardcter econémico si se cumplieran las promesas proteccionistas que anticipé Trump. Un pats como el nuestro, que sélo representa un 0,4% del comercio mundial, necesita desesperadamente incrementar su oferta exportable con bienes y servicios de valor agregado, que demandan altos niveles de inversion, y necesita seducir a los capitales extemos; pero debe hacerlo sabiendo qué necesita y ofreciendo tun plan de largo plazo con consensos politicos que fotorguen un marco de seguridad a los propios argentinos y a la inversion extranjera. Para ello debemos vencer dos obstéculos evidentes: la incapacidad de planificar y la escasa voluntad de cconstruccién de acuerdos duraderos que hasta ahora exhibe nuestro sistema politico, Vencer esas ificultades es el desafio. m ENCUENTRO|}11 RU SY BUT CARLOS PISTELLI FABULA DEL COLIBRI Ocurrié un dia en la hermosa selva misionera un episodio que es menester recordar. El calor sofocante era propio de un verano austral. El agua era la bésqueda de los animales, y hacia ella se dirigfan. Y, para colmo de males, una pequefia chispa vino a encender un érbol, que luego contagis al que estaba al lado y asi se vino a incendiar casi que toda la selva. Los animales empezaron a huir de sus habitats, Todos corrian en desesperacién, escapando del fuego que lo consumia todo. ¥ los que mas suftian el escape desesperado eran los carnivoros. No podian cazar su alimento, Asi estaba un yaguareté, ejemplar majestad de la selva, a las orillas del rio que permitia, al cruzarlo, estar a cubierto. Hambriento, saciaba su sed y respiraba con dificultad. Fue entonces cuando advit i6 a un pequefo colibri tomando agua del rio, “Esta es la mia”, se dijo. El colibri cogié agua en su piquito y volvié presuroso a la selva incendiada. “Pucha, se me escaps”, se dijo el yaguareté. Pero, a los pocos instantes, el colibri estaba de vuelta. Otra vez cogi6 agua en su piquito y volvié presuroso a la selva incendiada. Dos veces més hizo lo mismo y el yaguareté, intrigado, Jevanté su garra y algunos dicen que le chifl6, El colibri observé el gesto, le guifié el ojito y volvid a la selva. A los segundos, estaba de vuelta. Con prudencial distancia. No dejaba de ser un alimento para ese amigo selvatico. ~iQué estis haciendo, loco? te inguirié el yaguareté. —Lo que me corresponde ~dijole el colibri Lo que me corresponde, dijole el colibri ENCUENTRO|9 Carlos Pistelli | Compromiso ciudadano LO QUE NOS CORRESPONDE ‘n una sociedad de Derecho, los ciudadanos gozan de derechos y de obligaciones. Delgada linea que los ciudadanos solemos borronear cuando nos conviene, Un socio de Racing puede decir: “Pago la cuota del club y vengo a fa cancha. {Si no ganan tengo derecho a insultar al que corre cerca de la tribuna!”. El fitbol permite estas metéforas exageradas Tomando en cuenta la fabula del colibri, cuando el fuego viene, estin los que “rajan” y estin los que buscan apagarlo desde los lugares que puedan. Nuestro pueblo se ha caracterizado por sus vinculos solidarios. Es una virtud que nos define como argentinos y, aun en nuestros peores tiempos, esa virtud subyace y surge, dindonos esperanza de un futuro mejor. ¥ cuando esa solidaridad popular, esperanza nacional, se vuelca a la politica, uno tiene la impresién de que la Argentina se toma inveneible. Que los problemas se solucionan en el marco de la existencia del pueblo; que lo colectivo se realiza aunando los esfuerzos individuales; que los sueiios individuales s6lo pueden conseguirse en lo colectivo. Es un ida y vuelta permanente, que nos permite estar ligados entre nosotros y més allé de nuestros circulos afectivos. Lo vecinal se liga en lo comunal y se producen los _entrelazamientos comunales que hacen a la existencia de las provincias y, finalmente, al desarrollo de la Nacién. Es una definicién federal lo que hablo, pero es la que se impone, aun en nuestros grandes proceres, que no eran precisamente “federales”. San Martin, alos pies de Los Andes, les dice a los pueblos cuyanos: “ciento ochenta sables buscan brazos”. ¥ debié esmerarse en fundir acero, porque la convocatoria rebasé las_primeras expectativas: los pueblos hicieron la Patria, y los grandes jefes los condujeron en la politica como cauce. Es la principal ensefianza, a doscientos aiios del juramento de Tucuman. LA ENSENANZA DE LA HISTORIA La historia argentina tiene puntos de quicbre; los elementos populares y los oligérquicos se reparten sus tiempos en el poder. Hay algunos que han querido gobemar como en el medio. ¥ asf les fue. “A los tibios, los vomita Dios”. ;Quiebtes en la Historia? Y... es algo subjetivo. 1810 es uno. 1835 puede ser otto. 1861, 1880, 1916. El 17 de octubre de 1945. El 24 de marzo de 1976. El tiltimo quiebre que este historiador manifiesta como tal fue ese golpe de 1976. L4/ENCUENTRO El tendal que deja la dictadura que dio las hurras en 1983, ¢s harto conocido: deuda externa descontrolada, aparato productivo desmantelado, crisis social, moral y politica; ‘reinta mil hermanos que nos faltan. Un historiador de mi ciudad, la bellisima ciudad de Rosario, suele decir que la, dictadura bused “domesticar” al pueblo argentino, Es posible, Prefiero utilizar otro término, que nos animaliza: “aparcelar”. El hombre es un animal politico; quitenle lo, politico y queda lo... UNA HISTORIA PERSONAL ANTES DE SEGUIR En el afo 1999 militaba en la vieja y gloriosa Unién Civica Radical. Haciamos un trabajo social significativo, dentro de un Gobierno Nacional que parecia nuestra antitesis. Nos reivindicdbamos como yrigoyenistas. fbamos a un barrio llamado Godoy, en la periferia sudoeste; organizébamos un “taller escolar”, con copa de leche, juegos y vinculos entre los chicos que atin perdu- ran, El taller llevaba ya diez afios de tareas comunitarias ‘en los distintos barrios rosarinos. Lega la crisis, mi ‘temprana salida del grupo, mi ostracismo en los estudios hist6ricos. En el afio 2004, un ex alumno de mi abuela, residente en Holanda, cuenta en los canales de televisign que desde 1997 venia ayudando alos chicos que iban a la escuela de Cabin Nueve, de la vecina localidad de Pérez. Era la escuela a Ia que iban los chicos de mi taller. Empecé a patear tachos. Cmo se me escapé ese tipo para trabajar en conjunto! ;Alumno de mi abuela, ‘encima, al que yo conocfa de chico! Me queria matar. No termina ahi la cosa. En 2008, estudiantes de la Facultad de Trabajo Social exponen su trabajo militante en el barrio Godoy, que venian desarrollando desde 1999. Yo no lo podia creer. Tres grupos trabajando en el mismo barrio, por las mismas causas, con 1a misma enjundia, y no se conocian entre si, Me di cuenta de que estébamos ‘aparcelados. ;Desconfianza? ;Incomunicacién? ¢Mira- da despectiva hacia el politico que busca un rédito electoral de su actividad? {Mirada superada del militante politico hacia aquel “que no lucha por el poder”? ;Qué preguntas! ‘Tuve un encuentro con esa mirada superada, rozando con la soberbia. ;Tamatio defecto en un militante politico ser soberbio! Enel invierno de 2001, una de las chicas del comité orga" niza una reunién con un grupo que hacfa trabajo social en otro barrio de la ciudad. Quien encabezaba ese grupo era un hombre joven, de sonrisa compradora; medio hippie, me parecié a mi. Hacfan una revista llamada “El angel de lata”. La idea era organizar un campamento de nuestros pibes, para juntar experiencias. Vicisitudes electorales Carlos Pistelli | Compromiso ciudadano postergaron el mismo para el verano. Yo no le tenia mucha fe, No era un grupo politico y tenia una faceta religiosa que, aun en mi catolicismo, me chocaba. erdimos Ia eleccién, se fue todo el proyecto al tacho de los recuerdos. ‘A mediados de 2002, aquella chica que motorizé el encuentro me dice: =¢Vos sabés quién era aquel muchacho del que te burlaste, por “hippie”? No. éQuién era? —Pocho Leprati Me quedé mudo, Pocho Leprati a quien Le6n Gieco le compuso el tema “El Angel de la Bicicleta”, fue asesinado por la policia el 19 de diciembre de 2001, cuando pedia que pararan de disparar en una escuela llena de chicos. Al llegar a mi casa Hloré de tristeza ¢ impotencia, Enel aio 2003, fimos con mi abuela a la presentacién de un libro de aquel historiador que dice que la dictadura nos “domestic6”. FI hablé ese dia de Pocho Leprati, justamente, Mi abuela se acere6 a saludarlo. Yo ya lo conocfa; es el prologuista de mi primer libro. Usted sabe que mi hija atendié a Pocko ese dia que murié? Quedé perplejo. Leprati fallecié en el Hospital Saenz Pefia de Rosario, Mi tia hacia guardia todos los migreoles y le tocé la triste tarea de intentar vanamente, con sus colegas, revivirlo. Otra ver, la idea esta del aparcelamiento. De caminar las calles de nuestros barrios y tenerle miedo al vecino que va delante de nosotros, 0 unos pasos atrés. Sufriendo sus pasos, como pensando por qué no se apura, por qué aminora su marcha. Y seguramente él piensa lo mismo de nosotros. Tenemos que volver a aprender, a confiar en aquel que también es nuestro, como nosotros de él. Es una tarea que se impone en la hora, Reflexioné largos afios sobre estos episodios. Y finalmente los volqué en mis libros de historia. Creo que mi conclusién fue: “las argentinos hemos pagado, ante el poder, ser un pueblo solidario”. LA POLITICA COMO HACEDORA DE LA FELICIDAD DEL HOMBRE {Estamos aparcelados? (Es tan asi? {Como reanudar @ PORQUE DE ESO SIEMPRE SE TRATA. DE VOLVER A SER ARGENTINOS, EN SiNTESIS. DE VOLVER ALA MILITANCIA Y ALA POLITICA. vinculos sociales que nos devuelvan a la categoria de Pueblo? Hay una sola respuesta a estas preguntas: la politica y la participacion ciudadana. El dirigente politico debe recuperar, sila ha perdido, la modestia de ser un hombre comin, Con suefios, con anhelos, con ambiciones. No sentarse ni quedarse detris del ‘mostrador del cargo. Caminar la calle. Abrazat a sus pares. Entrelazar sus manos con otras y otras y otras més. Lapolitica fue, y es, artifice de la realizacién de nuestra Nacién. Podemos enorgullecernos del pais que somos. Pero no alcanza; algo mas tenemos que hacer. Vivimos en Repiiblica. Necesitamos Democracia. Votar cada dos afios, casi con desdén, esté més que claro que no es el camino, Vuelve a ser la hora de participar. Vuelve a ser la hora de ser, ademas de Hombres, Ciudadanos. Como aquel Belgrano expresando que luchaba por la felicidad del pueblo. Como Yrigoyen y como Perén, més cercanos en el tiempo. Porque la felicidad se constituye en el Nosotros. Aquellos suefios de un pais que fuimos, somos y volveremos a ser. Y organizar, en los tiempos que corren, nuevas actividades que nos interpelen como sociedad. Y no despreciar las que alguna vez funcionaron, para mejorarlas. Partidos politicos, gremios sindicales, iglesia. Pero ‘mancomunados. Cada uno en lo que le corresponde, pero haciéndolo, Como aquel colibri de la fabula misionera. El hombre mediocre culpa a los demas por sus faltas. Pero nosotros, que estamos hechos para las grandes obras, las meditamos para volver. Porque de eso siempre se trata. De volver, como dice el tango. De volver a ser argentinos, en sintesis. De volver a la militancia y a la politica. A cumplir Ia fibula del colibri, convocados en ese condor de los Andes que fue el Libertador San Martin, cuando dijo en la altura de la ‘montafia, tras forjar cl acero en sable, para aquellos brazos cuyanos: “Somos la causa del género humano”. Como el colibri. A comprometemos a hacer lo que nos corresponde. CARLOS PINEIRO INIGUEZ | Exembsjador, economists, dacente, peridista y excritor. ‘Autor do varios ibros, especializado en el pensarnionto Tatinoamericano yen a historia del peronismo. LAS DIVERSAS FORMAS DE NUESTRO RECHAZO AL NEOLIBERALISMO ‘na mirada a vuelo de péjaro sobre el mundo tal y cémo se est configurando en estos primeros aiios del siglo XXTrevela el giro notable que se observa en varios paises de Nuestra América: Si en la tiltima década del siglo pasado fiimos ejemplos de gobiemos y sociedades funcionales al neoliberalismo, hoy, en cambio, quienes ejercen el poder del Estado y los nuevos bloques que encabezan la dindmica social regional estin imponiendo otro curso. Lo que ahora viven la mayoria de nuestros pueblos es, por reaccién, el efecto de muchas tendencias simulténeas. de sectores y clases que se oponen a esa matriz tinica para la corganizacién social que pretendia imponer el ideario neoliberal. Lo que resulta admirable ¢s que esos distintos rechazos a este discurso se den en sineronia, con una coincidencia temporal slo equiparable a la que se dio hace casi dos siglos cuando la Emancipacion Esto es excepcional; recordemos que entre nosotros la norma ha sido Ia asincronia. Cuando el liberalism suffié su mayor crisis histbrica, con epicentro en el aio 1930, los anticuerpos -generados por nuestros pueblos para evitar la disolucién social es decir, los movimientos nacionalistas populares~nacieron ¥y se desenvolvieron durante un periodo de tres décadas sin ‘Compartir sus capitulos de madurez: cuando unos recién surgian, otros ya entraban en decadencia. En la region, ha ‘woelto a hablarse de socialismo: ;socialismao del siglo XX1? Esto, por muchos motivos, amerita un debate. EL IDEARIO SOCIALISTA Y NUESTRA AMERICA ‘Los males del sistema capitalista generaron distintas formas de oposicién, retrégradas y progresivas. Frente a ellas, 0 a otras representaciones similares del pasado y del futuro, el capitalismo asumia la realidad del presente histérico y preferia autodenominarse "modernidad”; parte de la cual, en efecto, expresaba, pero exhibiendo al pasar profundas grietas de barbarieen sus alardescivilizatorios. "SY se quiere conocer ta verdad del capitalismo, hay que ‘observario en las colonias, donde se pasea desnucio", sostenia con ironia Carlos Marx. Esto se inseribia en una tradicién iniciada a comienzos del siglo XIX: la de quienes reivindicaban otra posibilidad de ser de lo modemo, distnta de la cifrada en la dominacién del capital. Esta tradicién se amd socialista y revonocié mitiples variants, a principal de las cuales fue el marxismo, El apesionamiento que gener6 el socialismo marxista en ‘antos activistas y militantes anticapitalistes seguramente no se debié a su ideario -tal como podia expresarse en el érido texto de EI Capital sino a las formulas roménticas que ‘menudeaban en el Manifiesto Comunista al estilo de aquella en la que el barbado profeta de la vida nueva invitaba a los proletarios a “tomar el ciclo por asalto”. Hiaciendo una sintesis de interpretaciones (economia briténica clésica, resabios de la revolucién francesa y dialéctica hegeliana), el marxismo proclamé algunos principios que regirfan alos partidos nacidos bajo su inspiracién. El principal cra, sin duda, considerar que Ia burguesia, madre de la ‘modemidad, se transformaba ahora en su enemiga, y la sociedad modema del futuro silo podia ser encabezada por la ‘mueva clase que el capitelismo habia engendrado: el proletariado, especialmente el industrial, concentrado en las sander ciudades. Era una visiGn focalizada on el proceso social europeo, con la connotacién einocénirica que el ‘marxismo habia heredado de Hegel. Marginados de la historia modema, los latinoamericanos

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