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luca
ORIGENES Y EVOLUCION (19 Techopik, Harry (1545)
‘Some Hates on Rook,
‘Sheter Sites near
Huanesyo, Pru. En
‘Arvercan Aniuity 12(2)
0. 73-80. Washington
C= Society for American
‘Archeeoiogy
(2) Fung, Rosa (1853)
Infor pretminar des
cexcavaciones efectiadae
‘enol Aang Rocooo Ne 1
de Tochopk Cr Actas y
‘Tatajes ce! Congreso
‘Nacional de Histor ce!
ori, Vol | p. 253272.
uma: Cento de Estudos
istonco-tares cel
Pe
(2) Hurtado de Mendozs,
uss y Cars Chand
(1862) algunos datos
‘adiconals acerca
el sito Calavatenst
(Abrigo Recoso Nt
Techopik). En Guaman
Pone?, pe. 9-33.
(4) Fung, Rasa. Op. p.
20
(5) Hurtado de Mondozs,
Lute y Carlos Chahud,
Ont, p. 27
(©oLavanee, caniee (2002)
‘La oxupecién procerimica
ela sia poruana
Uma: nsttuo Fence de
Esusosandros/ Live
Estoree
LAS OCUPACIONES PRIMIGENIAS
Las primeras evidencias de la presencia huma-
na en el Valle del Mantaro se remiten proba-
blemente a unos nueve mil afios airs, dentio
‘de un pertodo que tos arquesiogos denominan
Precerémnico Temprano. Por aquellos afios,
grupos de gente organizados en bandas de
luna 0 dos decenas de personas dedlcadas a ia
caza y la recoleccion comenzaron a asentarse
‘en este temtono, en especial en empiazamien-
tos deste donde podian acceder a recursos
basicos para su subsistencia, como fuentes de
agua y concentraciones importantes de flora y
fauna que eran parte de su dicta
‘A poco mas de tres kilometros al noroeste de
Ja ciudad de Chupaca, en el barrio La Unién y
‘especificamente en el parale conocido como
‘Acuripay, se encuentra un abrigo rocoso que
fue escogido precisamente por algunas de las
bandas mencionadas para su establecimiento
‘en esta parte de los Andes Centrales (Fig. 1),
ste abrigo, que en su boca tiene actualmente:
casi cuatro metros de ancho y menos de cos:
metros de altura, con una protundidad mésamra
de 2,5 mettos, se encuentra en fa parte supe-
Tor de unos acantlados formados por ta act
vvidad erosiva de las aguas del rio Cunas por
su margen norte (Fig. 2). En su intenor aun es
posible observar las evidencias de fa ocupa-
ion de sus antiguos habitantes, consistentes,
centre otras cosas, en profundos depésitos de
ceniza que contienen restos 6se0s de anima-
les, desechos de talla de artefactoslitcos, ob-
jetos de nueso, entre otras cosas,
‘Aunque poco cifundidas. han sido varias las
Investigaciones arqueoligicas efectuadas en
1 abrigo rocoso de Acuripay entre las décadas
de 1930 y 1970 (1, 2, 3). Estas nan oneciao
‘datos que sugieren su uso como un lugar de
habtacién y probablemente también como un
taller estacional de produccion de implemen-
tos Iticos necesarios para actwidades vincu-
ladas a una subsistencia basada en la caza y
recoleccién (4). Ademas, se ha sefialado que
€! arribo de los primeros humanos al abrigo de
‘Aauripay debié suceder durante una época de
temperaturas ambientales bajas, correspon-
cfentes a un avance olaciar denominado “She-
gue! Huaman’, entre los affos 7000 y 5000 an-
tes de Cristo (5)
Ena actualidad no se cisponen de datos mas
especificos con relacion al uso del espacio en
f abrigo rocoso de Acuripay y en sus alrede-
\dores, asi como tampoco se han identificado a
la fecha evidencias de esinucturas como pos-
tes y cobertizos asociados con este sitio. Sin
embargo, si consideramos tos resultados de
excavaciones minuciosas practicadas en otros
‘abrigos con ocupacion preceramica en la sie-
ra central peruana como Telarmachay en San
Pedro de Cajas, Tarma (6), podria suponerse
que el interior del abrigo debi6 estar dedicado
al pemocte, la preparacién de alimentos, eta-
TRADOOWY HODERNDAD NLA LTECTURADE MTS 3 boracién de herramientas y en general al pro-
cesamiento de las materias primas de origen
‘animal obtenidas gracias a la caza. incluso, no
‘se podtia descariar la posibildad de que en al-
gin momento se hayan levantado muros muy
sencilos y coberizos para alsiar el espacio in-
terior (Fig. 3)
Los estudios de Hurtado de Mendoza y Chand
(7) han recuperado restos éseos de caméti
‘os, cérvidos, cuy y rana, especies de anma-
Jes que habrian sido parte de la dieta de los
hombres precerdmicos de Acunpay. Esto tene
consistencia con la ubicacion del abngo, cerca
‘no al cauce del rio Cunas, en la parte alta det
acantiado que separa dos terrazas aluviales
formadas por sus aguas en tiempos antiguos.
En este sentido, también podria suponerse
‘que los grupos de cazadores y recolectores
‘que dejaron huetlas de su presencia en este
sitio habrian vivido en él durante ciertas tem-
poradas del afio, a raiz de su desplazamiento
constante por un temitorio més amplio siguien-
doa las manadas de cametidos y cErvidos que
‘se encontraban entre sus principales fuentes
de alimento.
Lo que se acaba de decir implica necesania-
‘mente la extstencia de otros sitios que pudle-
ron haber servido como campamentos tempo-
rales ytalleres de produccion de herramientas,
‘asi como lugares de caza. En congruencia con
esto, David Browman (8) hainformado sobre fa
orients ysroUcen or
(7) Hurtado do Mendcza,
Lis y Caos Chahus.
potp 21
(@) Bowman, David (1970).
Ent Peruvian Peaserts:
The Culture History or
2 Cental rignands
Valey.Teie dcr,
Departamerto de
iropcocia, Universe
(de Hanser, Cmbisge
1. Mista dol atriga cose
‘ae Acunpay, 69s
‘acanflades de la margen
orto dora Canoe
(Fo1ogata M. Peres,
1995).
2 Planta del atrigo recoso
se Acuripay yubicaciin de
las excaraciones ce Rosa
‘Fung. Reeiujado de
Fung, Rosa (1950), Lam, (©) Hurtado de Mondeza,
Lns (1362). Patones.
prchispnicos de uso
do dveroo tpoe do
iets en ia ean de
rip Cunas, Huancayo.
En Revista del Muze
[Nacional 6, pp. 38-
53,
(10) Vitanes, Lucio,
Henoeh Loayza y
Luis Caceres (2003).
Los xauses. Teor
Histone lau
Muricipaidad Provincial
Ge Jas Cero de
Esusce risténco-
‘Sosiai “lula Espa
Nive"
(11) Browman, David
pat pp. 218222.
cexistencia de sitios arqueologicos que habrian
tenido estas caracteristicas en diversos puntcs:
(el Valle Gel Mantaro y que habrian sido ocu-
ppados con mas intensidad hacia las fases de-
rnommnadas por este autor como Jurpac (4700,
—2800a.C.)y Tinyan (2800—1800/1000.C.),
ertenecientes a los periodos Precerémico
‘Meco, Preceramico Tardio y al period inicil
Por su parte, Luis Hurtado de Mendoza (2)
también ha reportado numerosos abrigos ro-
‘cosos con presumible ocupacion precerdmica
hacia la parte atta de fa cuenca del rio Cunas,
‘aunque varios de ellos presentan indicios de
Teocupaciones en tiempos cerémicos, como
también sucede con ef sitio de Acuripay. Adi
cionaimente, en un libro reciente, Lucio Villa
nes, Henoch Loayza y Luis Caceres (10) han
informado sobre otros sitios posiblemente pre-
‘cerdmicos hacia la zona de Javja, algunos de
ellos asociados indusive con arte rupestre.
En suma, enire los afios 7000 y 1900/1000
antes de Cristo, aproximadamente, los asen-
tamientos numanos primigenios en el Valle
‘el Mantaro estuvieron constituides por stios
‘como campamentos estacionales, talleres de
produccion de herramientas y lugares de caza,
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