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INFORME DIAGNÓSTICO ALTA GRACIA

PRESENTACION

Desde el Programa del Sol cuando hablamos de prevención del consumo de drogas hacemos
referencia a la salud y la salud como tal es un proceso que se construye y que tiene relación con
factores, sociales, económicos y culturales que inciden en la calidad y estilos de vida de los
miembros de una comunidad y por lo tanto requiere de la participación y el aporte de múltiples
actores, organizaciones, instituciones y sectores.

En este sentido y previo a la apertura de un centro preventivo – asistencial del Programa del Sol en
la ciudad de Alta Gracia una de las primeras tareas que nos planteamos desarrollar fue la
realización de un Diagnostico Situacional 1 que nos permitiera relevar información con respecto a
la realidad del consumo de drogas en la localidad, sus causas y consecuencias y la percepción que
sobre el mismo tiene actores sociales claves involucrados de manera directa o indirecta en dicha
problemática.

En función de ello los objetivos que nos planteamos en un inicio fueron:

 Relevar las acciones realizadas a nivel local en relación a la temática

 Conocer la percepción que tienen los diferentes referentes de la comunidad del ámbito
educativo, comunitario y de salud, sobre el consumo de drogas en niños y jóvenes

 Relevar los recursos presentes en la comunidad para abordar los temas relativos al
consumo problemático de drogas

 Determinar sectores, ámbitos y aspectos en los cuales centrar las acciones de


sensibilización, capacitación y orientación para la prevención del consumo y el cuidado de
la salud.

1… conjunto de procedimientos ordenados y sistemáticos orientados al conocimiento de la realidad


social con el objeto de desarrollar un programa, proyecto o plan de actividades.
La metodología utilizada para la recolección de la información fue mixta y combinó tanto la
aplicación de encuestas y la toma de entrevistas individuales como la observación directa por
parte del equipo responsable del mismo. Una vez obtenida la información se trabajó en el análisis
y evaluación de la misma a los fines de elaborar las conclusiones y estrategias posibles de
intervención. Todo ello esta contenido en el presente informe, que será presentado en las
diferentes instituciones y a los actores consultados, dando cumplimiento así a un compromiso
adquirido con los mismos.

Con respecto a las fuentes donde buscar la información hicimos foco fundamentalmente en tres
ámbitos que consideramos están vinculados y sensibilizados con la problemática y por los que
nuestros jóvenes, muchas veces identificados como los únicos protagonistas de esta problemática,
transitan a lo largo de sus vidas: el educativo, el de la salud y el comunitario. Participaron como
actores claves de cada uno de ellos no solo los adultos referentes de los mismos como es el caso
de directivos, docentes, profesionales de la salud y referentes comunitarios, sino también los que
desde nuestra asociación consideramos como principales protagonistas y por tanto con derecho a
poder expresarse: los jóvenes2.

2 Si bien el presente documento recoge la opinión de un determinado grupo de jóvenes, los


escolarizados, queda debilitado a la hora de escuchar lo que tiene que decir al respecto los otros
jóvenes, aquellos que por un motivo o por otro están fuera del sistema educativo formal.
MARCO CONCEPTUAL

El consumo indebido o consumo problemático de drogas, es un hecho que preocupa y trasciende


la individualidad de los posibles consumidores, enfocándose como un fenómeno social,
multicausal y plurideterminado. La droga es un objeto complejo, en el cual confluyen aspectos
antropológicos, ideológicos, sanitarios, políticos, sociales, legales, culturales y económicos.

En este sentido, al pensar en el consumo de sustancias es importante plantearlo como un sistema


integrado por tres elementos en permanente interacción: droga – persona – medio.

La relación que una persona establece con la droga nos marca un primer diagnóstico, cuyos límites
estadísticos son imprecisos. Hablamos de la distinción entre uso, abuso y dependencia. Es decir, el
uso como un consumo ocasional y esporádico; el abuso como un consumo de frecuencia regular
normalmente asociada a situaciones emocionales y habituales; excesivas y periódico. Y, los que
hablando estadísticamente son los menos, sujetos dependientes cuya existencia está subordinada
a la búsqueda y consecución de efectos psicoactivos por el consumo de una sustancia “más o
menos tóxica”. La persona tiene una compulsión a consumir, pues la abstinencia de la sustancia le
genera un monto inaceptable e intolerable de angustia, que sólo se alivia con una nueva ingesta.

Las distintas modalidades de consumo, presentan un impacto en los distintos ámbitos


(comunitario, educativo, sanitario, etc.), siendo esto una realidad actual en nuestra provincia ante
la cual diferentes actores sociales sienten inseguridad, angustia e impotencia. Esta situación
implica la necesidad de elaborar estrategias preventivas adecuadas.

Cuando hablamos de prevención de consumo problemático de drogas, nos referimos al “conjunto


de esfuerzos que una comunidad pone en marcha para reducir de forma razonable la posibilidad
de que en su seno aparezcan problemas relacionados con el consumo de drogas”. (Domingo
Comas Arnau).

Hacemos referencia a aquella prevención que tiende a generar conocimientos y habilidades para
que las personas puedan enfrentar situaciones de riesgo y estimular cambios saludables en su
entorno.
Realizar prevención desde una perspectiva integral de promoción de la salud, supone actuar sobre
los contextos sociales, de los cuales los problemas asociados con las drogas son emergentes.
También implica centrase en los aspectos positivos, en las fortalezas y potencialidades de los
sujetos y las comunidades, no sólo en sus posibles carencias o déficit.

Pensamos a la prevención en sus diferentes niveles, como una acción de todos y no sólo como
tarea de los “entendidos en la materia”; generando y sosteniendo espacios para pensar y construir
nuevas estrategias para abordar esta problemática. Se intenta así, desmitificar la creencia de que
sólo los especializados tienen algo para hacer, incluyendo a diferentes actores sociales en la tarea
preventiva.

Entonces se habla de una prevención participativa y en este sentido se considera que “la
participación” por sí misma es preventiva, ya que genera un proceso de aprendizaje continuo e
interactivo. Se apuesta a comenzar por pequeñas acciones que sean posibles de hacer entre todos
en los espacios cotidianos, que vayan dejando huellas, que tengan sentido para los sujetos
involucrados.

Podemos referirnos a dos modalidades de prevención:

 Modalidad de prevención inespecífica del uso problemático de drogas. "Es inespecífica


porque el destinatario no es consciente de que se están trabajando con él las
problemáticas relacionadas con el uso de drogas y su prevención. Para el planificador sí es
específica; porque se persiguen claramente objetivos de descenso en el uso de drogas;
aunque de forma complementaria se produzcan otros avances en el desarrollo del
individuo y/o la comunidad" (GID, 1995).
 Modalidad de Prevención específica del uso problemático de drogas. Son "aquellas
estrategias en las que la intervención de forma explícita y directa recoge la problemática
de las drogas y de lo cual se hace partícipe al destinatario" (Calafat, 1989).

El modelo de prevención integral se dirige a la reducción de las situaciones de riesgo pero


principalmente a estimular y sostener los factores de protección que actúan como barrera
defensiva, impidiendo la aparición de la situación problemática. La principal estrategia preventiva,
es centrar la atención en el fomento de las potencialidades del individuo, promoviendo su
desarrollo personal y social. Pone énfasis en el desarrollo y maduración de las personas, para
reducir su vulnerabilidad y ampliar su capacidad de respuesta autónoma frente a los factores de
riesgo asociados a las adicciones en general y a los diversos problemas relacionados.

La idea fundamental es visualizar a la comunidad como capaz y responsable sobre el problema y


el protagonismo en su solución, dejando el “hacer para” y pasar al “hacer con”. La comunidad es
el agente preventivo más relevante. Más que una reflexión sobre el objeto (la droga), se debe
lograr una reflexión sobre el sujeto (la comunidad).

Mirada desde el concepto de salud y de persona (sujeto).

Es importante aclarar qué concepción de sujeto y de salud sostenemos. Nos referimos a los
sujetos como seres activos, con capacidad creadora y transformadora de la realidad, de la vida
cotidiana de la que forman parte. Pero a la vez, y en una relación dialéctica, sujetos emergentes
del contexto social. Es decir: sujetos productores a la vez que producidos. Lo podemos resumir de
la siguiente manera: “... el hombre como agente de cambio de su entorno y el efecto modificador
que eso tiene, dialécticamente, sobre el sujeto; el hombre como productor de su propia vida y a su
vez producto determinado y determinante de ese proceso…”. (Pichón Rivière)

Pensamos a la salud en términos de adaptación activa a la realidad. Es decir, el sujeto es sano en la


medida en que aprehende la realidad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para
transformar esa realidad transformándose a la vez él mismo. Estar activamente adaptado implica
mantener un interjuego dinámico con el medio y no una relación rígida, pasiva, estereotipada.
(Pichón Rivière)

Esta concepción integral de salud, implica la posibilidad que tiene el hombre para ejercitar su
poder autogestivo, su potencial de cambio y su capacidad solidaria y participativa. Podemos decir
entonces que se trata de un estado de bienestar consecuente del equilibrio dinámico e integrador
de lo biológico, lo psicosocial y lo ecológico.
ALTA GRACIA – CARACTERIZACION

La localidad de Alta Gracia


esta ubicada en un punto
geográfico estratégico, en la
intersección de varias rutas
de acceso: Ruta Provincial. N°
5, Ruta Provincial C45, Ruta
Nacional N° 36 y nuevo
camino a La Bolsa, que
comunican el sur del país con
la ciudad de Córdoba y los
diferentes valles turísticos,
con nudos viales de alto tránsito. Es la cabecera del Departamento Santa María, provincia de
Córdoba, Argentina. Está a 39 km al suroeste de la capital provincial, en el amplio Valle de
Paravachasca, entre los faldeos orientales de la Sierra Chica al Oeste y la llanura pampeana al Este,
surcada por el pequeño arroyo Chicamtoltina o Alta Gracia, tributario del Rio Anisacate.

Sumado a este posicionamiento estratégico mencionar el alto grado crecimiento demográfico de


los últimos años, en especial de las zonas aledañas, debido a la migración desde zonas altamente
pobladas a estas zonas rurales.

Aspectos Demográficos

Su población es en su mayoría económicamente productiva y activa, de características tanto


urbanas como rurales. Según datos del Censo Nacional de Población (2001) la cantidad de
habitantes de Alta Gracia es de 42.538. Es la séptima localidad en importancia según la cantidad
de habitantes de la Provincia de Córdoba.

Los barrios más vulnerables de la localidad se ubican en la periferia. Entre aquellos donde se
concentra la población con mayores niveles de vulnerabilidad se destacan al NO el asentamiento
de la calle Zabala Ortiz y Solares del Palmar, hacia la zona sur B° La Merced. Entre las
problemáticas se destacan: hacinamiento, viviendas precarias y deficiencias en la dotación de
Servicios Públicos.

La oferta educativa en Alta Gracia es variada e incluye todos los niveles excepto el universitario,
hay diez establecimientos primarios, nueve de nivel medio, incluyéndose en los últimos años
oferta educativa de tipo terciaria. El colegio Manuel de Falla realiza articulación universitaria con
una universidad de Bs. As. para la carrera de abogacía.

Asistencia a establecimientos educativos


Porcentaje de población de cada grupo

Grupos de Edad Municipio Provincia País

3 a 4 años 31,07% 39,06% 39,13%

5 años 79,98% 85,90% 78,80%

4 a 11 años 99,20% 99,09% 98,20%

12 a 14 años 95,11% 93,74% 95,11%

15 a 17 años 79,59% 76,45% 79,40%

18 a 24 años 40,08% 40,52% 36,86%

25 a 29 años 14,61% 16,55% 14,41%

30 y mas años 2,42% 2,49% 3,01%

Nivel de instrucción alcanzado


Porcentaje de población de 15 años y más

Nivel de Instrucción Municipio Provincia País

Sin Instrucción o primaria incompleta 14,65% 17,82% 17,90%

Primaria completa y secundaria incompleta 49,67% 46,10% 48,87%

Secundaria completa y terciario o universitario incompleto 26,63% 26,50% 24,49%

Terciario o universitario completo 9,05% 9,58% 8,73%

El sector salud está conformado por el sistema privado y público. El primero está compuesto por
3 clínicas y 1 Instituto nefrológico. El sistema público está integrado por el Hospital Dr. Arturo U.
Illia de IIº Nivel, Hospital de cabecera Provincial y Doce Dispensarios Municipales, dependientes de
la Dirección de Salud y Medio Ambiente de la Municipalidad de Alta Gracia. De la población total
registrada en el último censo, 23345 personas poseían algún tipo de cobertura médica mientras
que 19193 personas no tenían este beneficio.

Cobertura Social

Municipio Provincia País

Porcentaje de población con cobertura de


54,88% 54,24% 51,95%
obra social o plan privado de salud o mutual

Aspectos Económicos

Los sectores de más dinamismo en términos de facturación y de mayor impacto en el empleo local
son en orden de importancia el de la prestación de servicios turísticos, el comercio a nivel zonal y
el de las pequeñas industrias (alimentaria, textil y otras).

Considerando el número de trabajadores en relación de dependencia (64%) y que más de la mitad


de trabajadores privados, patrones y trabajadores familiares lo hacen en establecimientos
pequeños (1 a 5 personas), resulta determinante el impacto de la pequeña y mediana empresa en
el empleo.

El nivel de desempleo y subocupación (según datos del censo 2001) es del 31%. Mientras que el
47% de la población ocupada “trabaja en negro” (nivel de informalidad prácticamente coincidente
con el número de personas sin cobertura social: 45.12%). Teniendo en cuenta las frecuencias
absolutas de los datos proporcionados por el INDEC (2001) de las personas mayores de 14 años,
12793 personas se encuentran realizando alguna actividad económica (2363 desempeñaba tareas
en el sector publico, 6061 en el sector privado, 649 poseía la jefatura en su trabajo, 3264
personas trabajaban de manera independiente y 456 en espacios familiares), mientras que 5794
se encontraba desocupado y 13138 personas se encontraban inactivas.

En cuanto a las industrias, teniendo en cuenta a las tradicionales (mineral, textil y metalmecánica)
la mineral es la de mayor impacto en el empleo y en la economía. Por su parte la industria textil,
presenta un relativo impacto en la captación de la mano de obra informal, en muchos casos en
oficios desarrollados principalmente por mujeres. La metal mecánica, de mucho menor incidencia
que en otras décadas, ha favorecido la presencia de recursos humanos calificados, muchos de ellos
hoy reciclados en muchos oficios. El resto de la actividad industrial adquiere características de
microemprendimientos, salvo casos particulares.3

Población ocupada según categorías ocupacionales

Categoría de trabajador Municipio Provincia País

Obrero o empleado en el
18,61% 16,46% 21,20%
sector público

Obrero o empleado en el
45,25% 47,86% 48,94%
sector privado

Patrón 5,07% 7,01% 6,24%

Trabajador por cuenta propia 27,14% 24,47% 20,26%

Trabajador familiar 3,92% 4,20% 3,37%

3Material de trabajo de las Jornadas de Trabajo en torno a la concertación social de políticas de


promoción del empleo y la actividad productiva. Municipalidad de Alta Gracia. 2006.
REGISTRO DEL AMBITO EDUCATIVO

En el caso de las Instituciones educativas se visitó y trabajó con los diferentes actores de la
comunidad educativa de diez centros de nivel medio (cuatro de gestión privada y seis de gestión
publica), con técnicas tales como entrevistas, encuestas, y observaciones no participantes. Se
llevaron a cabo entrevistas individualizadas con los directivos o personal de la institución vinculada
con el tratamiento de la temática del consumo de drogas, y se implementaron encuestas con
docentes y alumnos de los diferentes niveles (CBU – CE). Participaron de este ámbito también los
profesionales del Equipo Provincial de Apoyo Escolar (EPAE) de la zona.

Los centros educativos con los que se trabajó fueron:

 Instituto Manuel de Falla.  IPEM Nº 97 – Independencia.

 Instituto Nuestra Señora de la  IPEM Nº 345.


Misericordia.
 IPEM Nº 346.
 Instituto Industrial El Obraje.
 IPEM 298.
 Colegio Anglo-americano.
 IPEM Nº 132 - Paravachasca
 Escuela Normal Superior

Directivos

En general las instituciones educativas de la zona presentan una demanda abierta a la apertura
de un centro de tratamiento. El argumento que la fundamenta, parece provenir de una idea
común entre los habitantes de Alta Gracia, (con la comprobación que da el ser ciudadano y ver el
consumo en las calles) que refiere: “es una de las ciudades en las que más se consume”,
identificando incluso los lugares en los que éste se produce, como por ejemplo el Parque Infantil,
El Tajamar o el Algarrobo de Bº Sabattini.

Pero desde su función en la escuela existe una escasa comprobación cierta del consumo, dado que
algunas instituciones no han detectado alumnos con consumo problemático, y algunas relatan
casos puntuales. Los alumnos en los cuales se ha detectado este problema, ya sea que él mismo lo
expresa o por manifestaciones en el colegio, han sido derivados a Córdoba (previo encuentro con
los padres) o bien a la Casa de Protección Familiar donde funcionaba un servicio de asistencia
terapéutica a cargo del Programa del Sol. Los jóvenes derivados a Córdoba, no siempre
continuaban tratamiento, por la distancia y el costo económico que representan los traslados,
entre otros motivos de orden personal y familiar.

No hay en Alta Gracia personas o instituciones que aborden directamente la problemática, de ahí
que en muchos casos haya casi una negación a la comprobación directa del consumo, dada las
situaciones de impotencia que generaría al no tener donde derivar. Expresan que “algunos
docentes no quieren enterarse porque no saben que hacer”. Además los docentes, en general, no
tienen la capacitación necesaria para orientar estos casos ni para trabajar el tema de manera
preventiva, “los docentes no sabemos como abordar el tema”.

Relacionado con esto último, se menciona la falta de articulación formal entre las instituciones
que trabajan incluso con los mismos grupos humanos (redes formales). Dándose por el contrario y
de manera muy aceitada los vínculos informales entre personas que forman parte de las
instituciones, lo que favorece la existencia de articulaciones por casos puntuales (redes
informales)

Otros de los temas que atraviesan la mirada sobre el consumo de drogas, es la relación directa que
se hace entre éste y la delincuencia, asociando en muchos ocasiones ambas problemáticas. Con
respecto a las drogas mencionadas como de consumo más habitual se cita la marihuana, cocaína,
“paco”, y alcohol. El consumo de psicofármacos, no es mencionado.

Si bien en otro momento, se reunía un grupo de personas interesadas en problemática de los


jóvenes pertenecientes a distintas instituciones y grupos, expresan que no funcionaba bien porque
no convocaba lo suficiente para un trabajo sostenido. Por este motivo dejo de funcionar.

Desde el EPAE manifiestan su disponibilidad a colaborar con lo que haga falta para abordar la
problemática en la ciudad y también a formar parte activa de un foro que pudiera formarse.

1. Causas y consecuencias

A la hora de sondear las causas que motivan el consumo en los jóvenes escolarizados son varias
las mencionadas. Fundamentalmente son atribuidas al consumismo en general que protagoniza
nuestro modelo de desarrollo y a las características de la vida social actual en la que los jóvenes no
tienen alternativas de recreación saludables. Por un lado ese rol de contención social que
cumplían en otro momento los clubes barriales ya no se esta dando y por otro no existen otros
ámbitos que ofrezcan propuestas recreativas y culturales. Los jóvenes se aburren, viajan a
Córdoba donde alternan con otra realidad, o bien, se reúnen a beber alcohol, incurriendo en un
mal uso del tiempo libre.

La ausencia de aspiraciones en la población juvenil y el desinterés en los aprendizajes en el ámbito


educativo son mencionadas también por los entrevistados como posibles causas que llevan a los
jóvenes a consumir. En este sentido se expresa “no hay otro proyecto de vida”, “tienen muy baja
autoestima”, “en los mas grandes falta visión de futuro”.

La ausencia de figuras paternas o las problemáticas familiares por las que estos atraviesan son
mencionados como otro factor de riesgo que influye en el consumo problemático de drogas. Otro
factor mencionado que hace referencia a la sustancia es el fácil acceso que en los sectores
empobrecidos de la ciudad se tiene a las drogas: “ las drogas recorren el barrio con naturalidad”, “
el paco pasa todos los días por la puerta de la casa”. Respecto de las consecuencias que se
perciben del consumo problemático de drogas, se mencionan también (como en las causas), la
falta de proyectos de vida, la falta de integración en la escuela, las conductas agresivas, delictivas,
y la marginación.

2. Antecedentes de intervención en la temática - Resultados – Articulaciones

Entre los antecedentes de trabajo en el tema se menciona la experiencia que tuvieron algunos
colegios públicos con la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia. Desde esa
Dirección se impartieron charlas y talleres para la formación de jóvenes preventores. De acuerdo a
quien se exprese la experiencia fue evaluada como muy positiva o como mala. Así para algunas
escuelas en la actividad se dio respuesta a muchas de las dudas que tenían los alumnos, quienes se
mostraron interesados y participativos; mientras que para otras escuelas fue una intervención
que no resultó efectiva, sobre todo por ser una acción puntual y no sostenerse en el tiempo,
“vinieron a dar una charla y no volvieron”.
En algunas instituciones educativas, se encara el tema preventivo desde la acción cotidiana, con la
tarea formativa diaria, o bien, con proyectos de trabajo que el mismo colegio diseña para trabajar
distintos temas que hacen a la realidad de los jóvenes (sexualidad, consumo de drogas, etc.)

Actualmente muchos de los jóvenes que asisten a la escuela participan de las actividades
propuestas por el CAJ, pero la convocatoria es dificultosa por lo cual la organización no funciona
correctamente. Además, hay un proyecto municipal llamado “Deporte con todos” en el cual
participan algunos jóvenes.

El último intento de la escuela para abordar la problemática de las drogas fue convocar al
Programa del Sol, lo cual “no tuvo éxito debido a trabas que se pusieron en el camino; la idea era
capacitar a los docentes en el tema”.

3. Propuestas de Acción

Se propone que el comienzo de la tarea del Programa del Sol en la ciudad este acompañada de
una difusión que tienda a no acentuar la visión de que un lugar de tratamiento de abuso de
drogas seria “sólo para los pobres”, sino para todo el que lo necesite.

En general los colegios se manifiestan dispuestos a colaborar en la tarea de prevención abriendo


las puertas del colegio para “dar charlas”.

En algunas instituciones expresan: “Nos preocupa qué podemos hacer” acerca de la problemática
del consumo de drogas. “Necesitamos un trabajo de prevención continuo”, incluyendo la familia,
“los padres siempre están ausentes”, opina una celadora, es necesario “concientizar a los padres
para que aprendamos a controlar a nuestros hijos”.

Uno de los profesionales consultados, expresa que: “La prevención es el comienzo para la salida
del problema; hacer hincapié en la recreación, deportes, ofrecimiento de tipo cultural y promover
proyectos de vida, es lo urgente”.
Si bien expresan que los docentes no saben como enfrentar la problemática, consideran que lo
mejor sería trabajar con los alumnos y con una posible intervención de los padres.

En algunos colegios, los docentes trabajan la prevención desde las distintas disciplinas del área.
Mientras que en otros lo demandan específicamente, expresando que también que es necesario
“abordar la problemática desde lo curricular, como por ejemplo talleres docentes y para
alumnos”. Y se enfatiza la necesidad de espacios para la expresión de los alumnos, charlas,
talleres.

Se necesita: “saber donde recurrir en caso de consumo, asesorar a los padres, y que los docentes
puedan detectar los problemas de consumo”.

En uno de los colegios privados, las docentes y el gabinete están elaborando un proyecto para
trabajar con los alumnos, y solicitan al Programa del Sol participación en el tema de consumo de
drogas,

 Para los padres: información,

 Para los alumnos: Espacios de reflexión.

Quieren abordar el tema “desde otro lugar, no desde la droga”, dicen que los chicos “ya conocen
del tema”.
Docentes

Los datos que a continuación se presentan se


desprenden de las encuestas (Modelo de la misma en
Anexo 1) implementadas con 65 docentes de Nivel
Medio que se desempeñan laboralmente en la localidad.
La muestra estuvo compuesta por el 20% de docentes de
cada institución, seleccionados aleatoriamente. Cabe
señalar que muchos docentes desarrollan sus actividades en más de una institución de las
entrevistadas. En lo que se refiere al género de los encuestados el 68 % era mujer mientras que el
32% restante varón.

Con respecto a las edades de los mismos podemos


agruparlos en cinco franjas etareas (ver cuadro 2) entre
las cuales sobresale con un mayor porcentaje
encuestados los docentes entre 41 y 50 años, los cuales
tienen un antigüedad media en la docencia de 19 años.

Con respecto al lugar de trabajo el 63 % de los


docentes que participaron de la muestra
manifiestan hacerlo en la escuela pública mientras
que un 20 % lo hace en escuelas de gestión privada
y un 9 % dividen su actividad laboral entre ambas.

A continuación se presentan, a partir de un análisis estadístico de las encuestas, los datos


obtenidos que hacen referencia a tres ejes que entendemos son interesantes de tener en cuenta
en lo que hace a los objetivos del diagnostico y que nos permitirán delinear estrategias de acción
en el corto y mediano plazo. Dichos ejes son:

- Consumo de drogas en la escuela


- Tratamiento áulico del tema

- Capacidades instaladas para enfrentar situaciones de consumo

Con respecto al primer eje se consultó a los docentes si “habían sabido de alguna situación de
consumo de drogas ilegales o ilegales en la escuela” y si les “había tocado vivir alguna experiencia
en la que según su presunción, algún alumno haya concurrido a clase bajo los efectos de alguna
droga”.

El 78% de los docentes manifiestan haber


sabido de algún tipo de consumo en la
escuela, mientras que un 34% manifiesta
tener alguna experiencia con el consumo de
alumnos y un 21% expresa haber tenido
dudas al respecto. A la hora de indagar
sobre la respuesta dada aparece que el 19%
no dio una respuesta a la misma ya que o
bien la ignoró o no supo como abordarla mientras que un 17% se remitió a las autoridades de la
escuela. (¿)

Sin embargo ante la pregunta de si “¿Le ha tocado vivir alguna experiencia en la que según su
presunción, algún alumno haya concurrido a clase bajo los efectos de alguna droga?” el porcentaje
de respuesta afirmativa se reduce casi a la mitad (34%), mientras que el 37% respondió que No. Es
significativo el porcentaje de docentes que se quedaron en duda, alcanzando un 21%.
Estos datos podrían relacionarse con la percepción arraigada de Alta Gracia como “una de las
ciudades en las que más se consume”, según aparece en este informe, que sin embargo no
registra una comprobación empírica correlativa. Significativo que quienes se han encontrado con
situaciones de consumo en la escuela, realizaron algún tipo de intervención alejadas de medidas
punitivas (nadie utilizó sanciones). La mayoría recurrió al diálogo, en primera instancia con la
persona involucrada, con algún miembro directivo o con los padres del/a alumno/a.

Cuando se les pregunta si tienen elementos para abordar el tema ya sea ante situaciones de
consumo o bien incorporando contenidos académicos, un 92% expresa tener pocos o ningún
elemento para abordar situaciones de consumo mientras que un 63% manifiesta no incorporar
contenidos académicos, siendo que el 89% estima apropiado tratar estos temas en el aula.

En relación a cuál es la información que posee en su gran mayoría los docentes hicieron referencia
a los efectos y daños de las drogas al igual
que el tipo de droga y en menor medida
sobre que medidas a tomar al respecto de
una situación de consumo. Dicha
información fue obtenida
fundamentalmente en contextos que hacen
referencia al marco familiar y de amigos y
en menor medida en espacios de
capacitación o en su formación de profesorado. Expresan en este sentido la necesidad de adquirir
elementos que subsanen dichas carencias a partir del desarrollo de espacios de formación. En
este sentido un 94% de los encuestados manifiestan tener esa necesidad y un 88% expresa deseos
de participar en instancias en las que se trabajen estas cuestiones.
LECTURA DE DATOS ALUMNOS:

A) Descripción General de la población.

 El total4 de encuestados fue de 6675 adolescentes que asisten a las distintas Instituciones
Escolares de la ciudad de Alta Gracia.
 La muestra se compuso, según la edad y el género, de la siguiente manera:

sexo

Edad masculino femenino ns/nc

11 4 2

12 37 38 1

13 43 43 6

14 49 61 7

15 61 58 3

16 53 51

17 50 46 2

18 13 16

19 6 4

20 2 2

21 2

22 1 3

ns/nc 1 1 1

4 Muestra aleatoria del 20 % por curso de cada Institución Escolar. Entrevista Estructurada
Autoadministrada con preguntas cerradas y abiertas, de respuestas únicas y múltiples. Los jóvenes al
contestar, fueron, en la mayoría de los casos acompañados por personas de la Institución Programa
del Sol.

5Hay preguntas en las que perdieron respuestas (por poca claridad de la misma, por no respuesta)
para analizar.
 En función a las Escuelas a las que asisten, la cantidad se encuestas realizadas fueron:
Angloamericano: 85 (44 mujeres y 41 varones)

Técnica. IPEM Nº97: 103 (64 mujeres y 39 varones)

Instituto Manuel de Falla: 146 (77 mujeres y 69 varones)

Instituto Industrial El Obraje: 59 (22 mujeres y 37 varones)

Escuela Normal Superior: 123 (75 mujeres y 48 varones)

IPEM Nº 345- Larreta: 15 (3 mujeres y 12 varones)

IPEM Nº 346- Ex Espíritu Santo: 24 (13 mujeres y 11 varones)

IPEM 298- Butori: 57 (12 mujeres y 35 varones)

IPEM Nº 132 – Paravachasca: 32 (2 mujeres y 30 varones)

 De los jóvenes encuestados 113 de ellos trabajan además de asistir a la escuela


 Del total de la muestra 226 adolescentes repitieron algún año durante la trayectoria
escolar. De todos modos es importante destacar que la mayoría (N=578) o sea que el 87%
de los jóvenes encuestados planean terminar la escolaridad secundaria. Es de
indecisión/duda la respuesta de 55 jóvenes y 19 planean no terminar este período escolar.
 En tanto a la red de contención, se pudo observar que la familia y los amigos, se presentan
como agentes de sostén cuando el joven necesita recurrir a alguien frente a algún
problema. Pese a ello, no deja de llamar la atención el número de jóvenes que contestó
que no recurre a nadie frente a esta situación.
 En relación al proyecto de vida de los jóvenes entrevistados, se pudo observar que la
mayoría (54%) posee como proyecto continuar los estudios. Como respuesta más
frecuente luego de esta primera, es la relacionada al trabajo en cualquiera de sus formas
(independiente-dependiente). Por otro lado, se observa un número importante de jóvenes
que aún no han pensado un proyecto futuro, concentrándose la mayoría de estas
respuestas entre los 14 y los 16 años.
B) Datos relacionados a la temática.
 De los 660 jóvenes que respondieron a la pregunta ¿Consumís cigarrillo? El 25 % (N=167)
respondió realizarlo con alguna frecuencia (N= 75 diariamente, N= 48 los fines de semana
y N= 44 algunos días a la semana). El 68 % (N= 448) respondieron que nunca lo hacen. La
mayor concentración del consumo se presenta en los encuestados entre 15 y 17 años6. En
el caso del consumo en todas sus frecuencias, no se presentan diferencias significativas
entre varones y mujeres.
 Respecto al alcohol, 250 (38%) dijeron consumir los fines de semana, 15 (2%) todos los
días, 63 (10%) algunos días a la semana y nunca consumen 288 de los entrevistados. La
franja etaria donde se concentra mayor consumo está comprendida entre los 14 y los 18
años. En el caso del consumo en todas sus frecuencias, no se presentan diferencias
significativas entre varones y mujeres.
 Respecto al consumo de marihuana, 16 respuestas fueron de consumo diario, 14 los fines
de semana y 20 de consumo algún día de la semana. 542 casos contestaron
negativamente respecto al consumo de esta sustancia. La mayoría de los casos de
consumo es por parte de los varones encuestados.
 En el caso de la cocaína, 2 jóvenes respondieron que realizan un consumo diario, 9 los
fines de semana, 8 algunos días de la semana y 568 nunca consumen. Los casos
identificados de consumo, pertenecen en su mayoría a varones.
 Respecto al paco, se registraron 3 casos en toda la muestra con frecuencia de consumo en
los fines de semana o algún día a la semana. No se registró respuestas relacionadas al
consumo diario de la sustancia.
 Pastillas, 13 casos en toda la muestra, refieren una frecuencia de consumo de los fines de
semana o algún día a la semana. No se registró respuestas relacionadas al consumo diario
de la sustancia.

6El dato coincide con la distribución de la muestra, en la cual el mayor número de jóvenes encuestados,
se ubica en esa franja etaria.
 Pegamento, en toda la muestra se presentan 5 casos con frecuencia de consumo en los
fines de semana o algún día a la semana. No se registraron respuestas relacionadas al
consumo diario de la sustancia.
 Respecto al por qué creen que los jóvenes consumen7, el mayor porcentaje fueron las
respuestas que refieren a la vivencia/ existencia de problemas, en segundo lugar al
consumo de amigos y a las situaciones ligadas a la diversión y el placer.
 Con respecto a la información que los jóvenes tienen sobre la problemática del consumo
de drogas un 69% se considera informado o bastante informado al respecto. La
información está centralizada, en primer lugar, en los efectos de las drogas sobre el
cuerpo, la conducta y las relaciones sociales; en segundo lugar sobre los daños que
produce el consumo y en tercer lugar
las conductas de riesgos que podrían
llevar al mismo. Estas recurrencias
fueron vistas independientemente de si
el joven encuestado consume o no
alguna sustancia.

Si tenemos en cuenta que al consultarles sobre dónde han podido resolver sus dudas o
consultar al respecto de las drogas el mayor porcentaje manifiesta que dicha información
la obtienen a través de las amistades ( 24%) y en menor medida del ámbito familiar (19%).
Asimismo a pesar de mencionar que cuentan con bastante información respecto de la
situación de consumo, las respuestas que hacen referencia a medidas relacionadas a la
prevención o la disminución de riesgos y daños, se encuentran en menor porcentaje; lo
cual abre el interrogante acerca de la certeza, profundidad y/o calidad de la información
que poseen los jóvenes encuestados, se podria suponer que el tipo de información con la
que cuentan pueda estar teñida de ciertos desinformaciones o estar mediatizada por
mitos. Por otro lado la escuela como favorecedora de conocimientos e información

7 Pregunta con múltiples respuestas.


aparece con tan solo un 6% lo que nos habla a las claras del escaso tratamiento que en el
ámbito educativo se da a la temática.
Si bien la reducción de la oferta no es un objetivo de nuestro quehacer institucional
quisimos indagar sobre cuán fácil o difícil les resulta a los jóvenes acceder a las drogas. La
pregunta se diferenció entre las drogas legales y las ilegales. Con respecto a las primeras el
72 % de los jóvenes manifiesta que es muy fácil acceder a las mismas. Si bien esta
afirmación no conlleva que accedan a las mismas y teniendo en cuenta que más del 92 %
de los jóvenes encuestados son menores de 18 años, podríamos considerar un factor de
riesgo considerable a tener en
cuenta a la hora de pensar en el
quehacer preventivo.

E
n

l
o
que se refiere a las drogas ilegales si bien el porcentaje
de encuestados que considera fácil acceder a las
mismas baja con respecto a la pregunta anterior no
deja de ser significativo en cuanto es la respuesta que más aparece con un 31 % y que esta
haciendo mención a una actividad considerada ilegal con todo lo que ello conlleva.

 En lo que hace referencia a la curiosidad por el consumo nos limitamos a expresar el


mismo en relación a tres drogas ilegales (marihuana, cocaína y paco). En este sentido se da
un significativo orden de mayor a menor curiosidad en función de la mayor o menor
aceptación social de la sustancia. Así la marihuana aparece como la droga ilegal por la que
mayor curiosidad de consumo hay con un 18 % frente a un 78% que manifiesta por el no.
Le sigue la cocaína con 7% por el si y un 84% por el no. Y en último lugar y como droga
“maldita” desde una concepción social aparece el paco con un mínimo 2%, apenas 26
encuestados.
 Entrando ya en situaciones de consumo o no entre los encuestados, el 15% manifiesta
haber consumido alguna vez frente a un 82 % que no lo hizo. Estos datos se contradicen
con los relevados en la
pregunta sobre consumo de
alcohol y tabaco, lo cual
demuestra una vez más que
la referencia al concepto de
drogas se restringe a las
drogas ilegales.

 La percepción de riesgo en relación al consumo, indica que hay una percepción de mayor
riesgo asociada a las drogas ilegales, especialmente cocaína y paco, en menor medida
marihuana y pastillas; y un alto pocentaje de percepción de riesgo moderado o leve en
relación al alcohol y tabaco. Estos resultados son coincidentes con los porcentajes de
sustancias consumidas.

Percepción de riesgo y consumo de drogas legales e ilegales


EL 69.24 % expresa que ante una situación de consumo personal la reacción y actitud tomada por
sus amistades sería de rechazo o negativa. Dicha actitudes se expresan a traves de las sigientes
alternativas:

- Te dirian algo para que no lo hicieras 63%

- Se alejarian de vos 5.24%

- Ambas 1%

Mientras que tan solo el 9% mantendria una actitud positiva o reforzadora del consumo
expresado en términos de admiración o de prenderse en el consumo.

 Con respecto a con quién y dónde manifiestan consumir los jóvenes encuestados los
datos que aparecen son : 23.5 % manifiesta consumir con amistades y un 35 % lo hace en
fiestas por lo que marcadamente aparece un uso de las drogas asociado a la recreación.
AMBITO DE SALUD

Se realizaron entrevistas con los profesionales de la salud de todos los centros de Salud de la
Municipalidad. En casi todos nos recibieron, expresaron interés en colaborar con el diagnóstico y
preocupación por la problemática abordada. Igualmente señalar como percepción generalizada la
necesidad de un espacio de tratamiento terapéutico para la problemática del consumo de drogas
en la localidad de Alta Gracia, en función de la masividad que, según dichos profesionales, tendría
el consumo en la ciudad.

 Centro de salud Nº 1. Barrio Villa  Centro de salud Nº 5.Barrio Don


Oviedo Bosco

 Centro de salud Nº 6. Barrio Parque  Centro de salud Nº 4.Barrio Sta.


San Juan Teresa de Jesús.

 Centro de salud Nº 8.Barrio Parque  Centro de salud Nº 2.Barrio


Virrey. Córdoba.

 Centro de salud Nº 7.Barrio  Centro de salud Nº 11.Barrio


Sabattini. Cámara.

Las entrevistas realizadas siguieron el mismo esquema que las mantenidas con los referentes de
educación: causas y consecuencias, antecedentes de intervención, propuestas de acción

1. Causas y consecuencias

En general reconocen que existe consumo de drogas y es definido como problemático, en la


mayoría de los barrios en los que realizamos entrevistas. Se identifica casi exclusivamente con
drogas ilegales y cuando aparecen alusiones al alcohol, es en forma aclaratoria. “Hay mucho
consumo, también mucho alcohol, me entero porque vivo en el barrio y también sé que se vende
droga.”

No llegan demandas de atención a los dispensarios y se enteran de las situaciones de consumo por
los medios de comunicación o por comentarios de diversas personas. Muchas veces son las
madres quienes expresan la preocupación por los hijos o familiares. Tampoco se han presentado
urgencias por casos de intoxicación, sólo en algunas ocasiones llegan drogados al dispensario.
Otras veces aparecen referencias indirectas enmascaradas cuando se va hablando. También
mencionan que muchas veces la gente, que está en contacto con la problemática toma el
consumo de drogas con naturalidad, contrariamente a la percepción que tienen en los
dispensarios.

Hacen alusión a un consumo sectorizado y focalizado en algunos grupos. En relación a los lugares,
delimitan zonas de mayor riesgo, ya sea porque son zonas de venta o porque son los lugares
escogidos por usuarios de drogas. “La gente manifiesta que la droga se distribuye por las noches
en la zona del puente” “En este barrio hay lugares donde hay gente que consume drogas” “El
dispensario está al lado de la escuela donde los chicos se drogan en la puerta”. Por otra parte el
consumo se daría en determinados grupos, regularmente vinculado a (o potenciado por)
situaciones de pobreza. Tienen noticia de consumo de fana, marihuana, cocaína y rumores de que
llegó el “paco”. Todo esto también por comentarios de terceras personas y no por referencias
directas de consumidores.

Las causas mayormente vinculadas con el consumo de drogas, son la pobreza, la exclusión, la falta
de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes. También que los padres, para trabajar,
dejan mucho tiempo a los chicos solos.

El robo es mencionado tanto como causa como consecuencia, ya que a veces la pobreza llevaría a
la necesidad de robar para subsistir y la droga ayudaría para enfrentar esa situación “se drogan
para robar” o señalan que la adicción a las drogas impulsa al robo cuando sienten necesidad de
consumir y no tienen dinero para pagarlo. Hay además facilidad para el acceso, ya que en muchas
de las entrevistas señalan que se vende en el barrio.

En un caso, también identifican como causa, la búsqueda de resolver la existencia fácilmente,”


también es por culpa de los chicos que quieren todo fácil y no piensan las cosas.”

Estas explicaciones generalmente se refieren a los jóvenes, sumando a las condiciones de riesgo,
las bajas edades de inicio en el consumo, ubicadas entre los 11 y los 13 años.

Entre las consecuencias que aparecen con más recurrencia encontramos la violencia,
especialmente violencia doméstica. También embarazo involuntario, ocasionado por la
imposibilidad de decidir medidas profilácticas y una tendencia al placer inmediato “lo importante
es pasar bien el momento”. Además incluyen abuso y deserción escolar.

Es importante señalar que en todos los casos señalan como principal dificultad con la que se
encuentran los profesionales consultados es la ausencia de espacios de derivación para un
abordaje específico.

2. Cómo registran la información

Hay variantes en las formas de tratar la información. En algunos centros de salud, se registra en la
historia clínica, aunque en la mayoría de los casos la información no se registra, excepto que
aparezca explícitamente en la consulta alguna situación de consumo. Consideran la situación, la
tienen en mente, están atentos a indicadores, pero no se evidencia una búsqueda activa de
posibles situaciones de riesgo o de otros trastornos, accidentes, etc., que podrían estar vinculados
con el consumo de drogas.

Si, como decíamos, quien consulta enuncia alguna problemática por consumo se registra en la
historia clínica familiar, pero no es una información rastreada y en ese caso se deriva a la Casa de
Protección Familiar. Tampoco hay un seguimiento sistemático en los casos derivados.

Es decir que, si bien llega información a los centros de salud, por comentarios, menciones
indirectas o referencias directas, el tratamiento dado a estos datos no está protocolizado y
depende de la decisión del/a médico/a que esté a cargo.

3. Antecedentes de intervención. Resultados. Articulaciones

Cuentan con experiencias aisladas talleres dados por la policía para formar promotores
comunitarios y algunos talleres dados por miembros del equipo de salud familiar en algunos
barrios, no hay antecedentes de trabajo sostenido.

El trabajo realizado por la policía, generó una gran expectativa inicial que después no fue cubierta,
ya que la propuesta no tuvo continuidad. En cuanto al equipo de salud familiar, es valorado
positivamente en cuanto a la posibilidad de hacer el trabajo comunitario, fuera del dispensario.
No hay articulación formal con organizaciones o con otros actores del sistema de salud, u otros
ámbitos (educativo, judicial, etc) existen vinculaciones informales, que resultan de contactos
personales tal como se señalo en el caso del ámbito educativo. Se hace visible al momento de
realizar derivaciones, que son facilitadas por estas redes informales, funcionando con eficacia. El
principal destino de las derivaciones es la Casa de Protección Familiar. Si bien reconocen que no
trabajan en red, existen esos vínculos con escuelas, algunos centros vecinales y algunos referentes
comunitarios.

4. Propuestas de acción

Consideran necesario un abordaje de las condiciones sociales y culturales que favorecen el


consumo: “darles otra opción a los jóvenes” “Primero solucionar el problema sociocultural de los
adolescentes y los adultos jóvenes para ver por qué consumen y poder, luego, darle una solución.
Hay que ver las causas, hacer partícipes a los padres, educarlos.”

En concordancia con lo planteado como causas del consumo, la preocupación es por aquellos
factores que inciden y mantiene las prácticas del consumo. Por esto plantean como necesaria la
capacitación de los recursos en salud, un programa sistemático y general, educación, trabajar
desde la escuela, con los padres, estrategias que vayan al núcleo de la problemática. También
mencionan como necesaria mayor vigilancia policial y la intervención en espacios recreativos,
donde están los bares y los boliches. Sería una forma de fortalecer la estrategia de reducción de
consumo de alcohol, que implementó la municipalidad a través de controles de alcoholemia y
leyes para vender alcohol hasta una determinada hora y no a menores.

El principal aporte que podría hacer el Programa del Sol, sería trabajar con los jóvenes, dando
talleres de prevención en las escuelas, charlas a la comunidad, charlas con los padres, favorecer el
trabajo de articulación en redes, trabajar con los jóvenes que no van a la escuela y no tienen
espacios que los convoquen. En el ámbito terapéutico, instalarse para dar tratamiento.
AMBITO SOCIO-COMUNITARIO

Se realizaron entrevistas con representantes de centros vecinales, con una operadora de Libertad
Asistida, una representante del Movimiento Barrios de Pie y los trabajadores sociales de la Casa de
Protección Familiar.

 Operadora de Libertad Asistida.  Presidente C.V. Barrio Liniers.

 Trabajadores sociales de la casa de  Presidenta del C.V.de Bº Gral. Bustos.


protección familiar.
 Representante del Movimiento Barrios
 Presidenta del C.V. de Barrio Villa de Pie.
Oviedo.

1. Causas y consecuencias

En las entrevistas realizadas aparece el consumo de drogas como un fenómeno instalado en los
barrios, visible y problemático. En una oportunidad lo definen como “algo masivo, se consume de
todo marihuana, cocaína, pastillas con alcohol”. “Uno los ve todo el día al vicio, van y vienen”.
Asimismo reconocen que es algo que se ha naturalizado. La realidad de las zonas más periféricas
ha sido descripta en la mayoría de los casos con esas mismas características. Delimitan lugares en
los cuales se juntan a consumir como las plazas y ciertas esquinas o marcan zonas de venta, que
por esa razón son más críticas.

Aquí también identifican a los adolescentes y preadolescentes, como los sujetos consumidores, en
general no hacen referencia al consumo de los adultos.

Entre las causas mencionan que los chicos se sienten desprotegidos por la familia, no tienen quien
los contenga. Los padres a veces por falta de educación, de cultura los dejan hacer y no se fijan.
Otra causa que identifican es el entorno, o los grupos en los cuales el consumo forma parte del
acontecer grupal. Observan que “es como si se cubrieran entre ellos (los jóvenes), todos se
conocen desde chicos entonces les da cosa mandarse al frente”. También mencionan que “se
fueron cerrando espacios de participación juvenil” pensando al deporte, por ejemplo, como un
espacio preventivo.
Otras posibles causas identificadas en la configuración del consumo problemático, serían
situaciones familiares críticas, una mala situación económica, falta de inclusión social y laboral
para los jóvenes y dificultades en la elaboración de un proyecto de vida.

En otros casos, no podrían definir causas concretamente, sino que se presenta como un fenómeno
complejo y a veces confuso. “No se muy bien a qué se debe” nos comentan, “hace mucho tiempo
planteo este tema como un problema, he ido a todos lados para que nos den una solución, me he
peleado con mucha gente. Los por qué, no sé… pero todo esto los lleva a delinquir, buscan robar
siempre algo para seguir teniendo plata para drogarse”.

Esta misma dificultad para identificar posibles causas, la encontramos en otra ocasión en que
vinculan el consumo con la percepción de inseguridad, lo cual llevó, según nos informan, a
consultar con el Comisario de la Departamental para charlar del tema de la seguridad, para que se
den una vuelta por el barrio, cosa que si uno ve a alguien dando vuelta, sospechoso ellos vengan.
No en todos lo barrios tienen la misma valoración sobre la policía, en otros casos, la consideran un
factor negativo para los jóvenes, que son maltratados, se los llevan sin razón y los golpean. En
estos casos el accionar de la policía sería un obstáculo para la inserción de los jóvenes en la ciudad,
ya que según expresan, éstos son víctimas de conductas discriminatorias y arbitrarias por parte de
la policía.

Dentro de las consecuencias mencionan los robos y la violencia entre los chicos. En algunos
sectores, los chicos robarían a gente del mismo barrio, para lograr comprarse un par de zapatillas
o alguna ropa, porque además se sienten marginados por la situación económica. En relación a la
violencia, dice que los chicos cuando andan drogados, no respetan a nadie, insultan, enseguida
agreden por cualquier cosa. Y dice “Ojo que tenés dos tipos de chicos, el que anda todo el día
dando vuelta y el que se levanta a las dos de la tarde, está todo el día mirando así (como si fuera
un punto fijo) y llega la noche y se despierta para ver que se va a robar o que va a hacer, tenés los
dos casos”

2. Articulación con otras instituciones/organizaciones formales y no formales.

Hay barrios en lo que se ha articulado fundamentalmente con el Movimiento Barrios de Pie, ya


que hay militantes de esa organización que participan del Centro vecinal. Organizaron algunas
charlas, una obra de teatro que después fue pedida por varias escuelas, pero como no había
ningún profesional en el grupo no las dejaron realizarla. Contaron en ese momento con algún
asesoramiento del Dr. Tissot.

En general no se observa trabajo de articulación o redes organizadas. Al igual que en el sector


salud y educación las vinculaciones son informales, y dependen de la proximidad o lejanía entre
los diferentes actores sociales. En ocasiones mencionan vínculos con algunos médicos de los
centros de salud del barrio.

Uno de los centros vecinales, presentó a la Municipalidad un proyecto para sacar a los jóvenes de
la calle, que tenía como objetivo la capacitación en oficios, con un sistema de becas, aunque no
hay acciones concretas en esa línea.

El nivel de participación vecinal fluctúa pero en ningún caso la referencia es de una alta
participación.

3. ¿Qué considera que sería necesario hoy?

Tienen en general una mirada de acción común, de trabajo colectivo, entre todos quienes estén o
quieran involucrarse con el tema, aunque también focalizado en los jóvenes y los padres.
Mencionan la necesidad de una casa en la cual puedan contener a los chicos con problemas por
consumo.

Entre las necesidades más importantes mencionan actividades de orientación y contención a


padres y jóvenes, una casa para que estén los chicos, porque “los chicos hacen tratamiento, se
reponen, pero siguen juntándose con los núcleos de consumo”. Manifiestan que la mejor manera
de trabajar esta problemática es a través del trabajo grupal y en las escuelas, pero no sólo en los
años o grados superiores, sino también en los más chicos porque cada vez saben más del tema
desde más chicos.
CONCLUSIONES

A partir del presente diagnostico, pudimos observar la existencia de algunas ideas- fuerza que
recorren y atraviesan el imaginario social de la ciudad, y que en muchos casos por estar tan
naturalizadas pueden llegar a paralizar las acciones y obstaculizar posibilidades de cambio. Es así
que consideramos que un mito es aquella creencia errónea que la mayoría de la gente acepta
como si fueran verdaderas.

Algunas de las ideas identificadas fueron:

 Cuando se habla de drogas sólo se hace referencia fundamentalmente a las drogas ilegales

Se considera droga a “cualquier sustancia, que introducida en un organismo vivo, puede modificar
una o más de las funciones de éste” (OMS). También se sostiene que “son sustancias, naturales o
sintéticas, susceptibles de generar dependencia, cambios en la conducta, alejamiento de la
percepción de la realidad, o disminución de la capacidad volitiva, así como efectos perjudiciales
para la salud”. Se incluyen en esta definición tanto las drogas legales (tabaco, alcohol,
psicofármacos, etc.) como las ilegales (marihuana, cocaína, éxtasis, etc.).

Sin embargo es frecuente, cuando se habla de drogas, la remitencia a la categoría de drogas


ilegales. La condición legal no está directamente vinculada con la peligrosidad de las sustancias, ni
con los riesgos asociados a su consumo. Como dato epidemiológico, se registran más daños por
abuso o uso inadecuado de alcohol que de drogas ilegales.
 Vinculación entre consumo y delincuencia.

Maximiliano Nicolás señala que existe “el mito de que el consumo cualquier droga genera
descontrol y lleva a cometer hechos violentos, o bien que la 'falta de droga' conduce a la
perpetración de delitos para conseguir dinero y así adquirir la sustancia prohibida. Estos y otros
ejemplos son tomados como verdades absolutas por el grueso de la población.”(Nicolás;2003 )

Sin embargo, según estadísticas presentadas por el Diputado Nacional Eduardo García, del total
de causas referidas a estupefacientes en un semestre por parte de la Justicia Federal, de los
implicados en las mismas un 97’8 % no habían sido encarcelados con anterioridad, al momento de
su detención no tenía armas el 90,8 %, no estaban cometiendo otro delito 97,3 % y por ultimo
tenían en su poder cantidades de droga menores a 5 g. de droga el 87 %.

 Relación consumo y violencia


El consumo de sustancias puede favorecer la emergencia de conductas violentas, pero no las
causa. Las características violentas en una persona, existen previas al consumo de cualquier
sustancia- droga.

 El consumo está concentrado en algunos grupos.


Hay una marcada asociación entre el consumo de drogas y la pobreza económica, que se evidencia
en la tendencia a centralizarlo casi exclusivamente en zonas y grupos urbano marginales.

Sabemos que hay diferencias en el uso de sustancias en diversos sectores sociales, (drogas más
usadas, uso en el espacio público o privado, etc.) consideramos que el consumo es un fenómeno
masivo que no distingue entre clases sociales.

Teniendo en cuenta el estereotipo que asocia a los jóvenes pobres con males y peligros modernos,
podemos observar que conlleva una estigmatización que sin dudas deja sus huellas en quienes lo
padecen. Esta modalidad de relación con otros, basada en el prejuicio, lleva en muchos casos a la
“reclusión” de los jóvenes en sus barrios, favoreciendo así la desconfianza, las actitudes de
desvalorización y la persecución policial.
 Alta Gracia “es una de las ciudades en las que más se consume”.
Si bien existe esta creencia de un alto índice de consumo, no se verifica una comprobación directa,
fundamentalmente en los espacios institucionales (escuela, dispensarios, etc). Refieren que se
enteran por terceras personas o los medios de comunicación. En muchos casos “no quieren
enterarse porque no saben que hacer” ya que no hay espacios de derivación.
Posibles líneas de acción

En lo que hace a la prevención planteamos que la misma ha de ser continuada en el tiempo y


protagonizada por los diferentes actores de la comunidad de Alta Gracia. Cada uno de estos
desarrollaría estrategias adecuadas a sus ámbitos de intervención los cuales se verían potenciadas
a partir de un trabajo de red y articulación. En este sentido posibles líneas de acción serían:

 Desarrollo de instancias de capacitación docente que den respuesta a la necesidad


explicitada por los mismos sobre formación específica en la temática y que permitan tanto
el tratamiento áulico de la temática como un abordaje adecuado ante situaciones de
consumo.

 Talleres de sensibilización con referentes comunitarios a los fines de profundizar en la


temática y facilitar los canales de derivación entre la comunidad y el centro terapéutico.

 Talleres de orientación (reflexión, discusión) con referentes de salud focalizados en el


trabajo en red y el rol de recepción de primera demanda. Diseño de instrumento de
registro y creación de canales idóneos para la derivación.

 Dinamizar espacios que convoquen a jóvenes y funcionen como ámbitos de prevención


inespecífica. Estimular la participación en espacios que están funcionando en la ciudad.
(deportes en los barrios, actividades culturales o recreativas, etc.) y/o en centros
educativos (Centros de estudiantes, CAJs, etc.)

 Generar un espacio de encuentro intersectorial en el cual discutir y avanzar en propuestas


comunes en torno a la temática.

 Desarrollar intervenciones en espacios recreativos, bares y los boliches como forma de


fortalecer estrategias de reducción del consumo de drogas, tanto legales como ilegales.

 Con respecto a la inserción del Centro de Tratamiento en la localidad se sugiere realizar


una campaña en los medios de comunicación locales que trabaje la idea-fuerza de que los
servicios prestados por dicho centro son para todos aquellos ciudadanos que lo necesiten
y no solo para los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social.
 Generar acciones de visibilidad publica en espacios de participación masiva de los jóvenes
(Ej. Los quinchos estudiantiles) con el objetivo de promover conductas de cuidado de la
salud y consumo responsable.

 Encuentros con padres a los fines de brindar información y orientación acerca de la


problemática.

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