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RESP:. LOG:. SIMB:. EXCELSIOR 17 No.

PIEZA DE ARQUITECTURA TITULADA : “El 4º Elemento, Fuego”

BURILADA POR EL Q:.H:. RODRIGO ALBERTO ORELLANA

San Salvador , 9 de Junio del 2010.

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

L:.I:.F:. S:.F:.U:.

“El 4º Elemento, Fuego”

Yo a la verdad os bautizo en agua para que os


arrepintáis; pero el que viene tras de mí, cuyo
calzado yo no soy digno ni de llevar en mis manos,
es más poderoso que yo; Él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo, y limpiará
su era y recogerá su trigo en el granero; mas
quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

Mateo 3:11-12
El fuego es uno de los cuatro elementos clásicos (Tetrasomia)de la antigua
filosofía griega (Y otras culturas). Estaba comúnmente asociado con las
cualidades de energía, asertividad y pasión. Los griegos distinguían el fuego
destructivo (Aidelon) asociado con Hades del fuego creativo, asociado con
Efestos. El fuego se distingue por ser el agente de la acción (Kinetike).

En el progreso del alma, el fuego tiene un rol central en el proceso de


Heroizacion, por medio del cual un mortal puede escapar del ciclo del
renacimiento y ascender al cielo. Hay de hecho, una antigua idea, en la cual el
alma del recién fallecido se transporta hacia el fuego mas cercano, y de allí a las
estrellas, la luna, el sol, y finalmente a la Luz. Sin embargo, antes de que el alma
pueda ascender a través de las esferas, debe de ser purificada por el fuego. Uno
debe de descender a la oscuridad para poder renacer. Por lo tanto, la Heroizacion
ocurre por medio de una muerte real o simbólica. Esta es la razón por la cual el
fuego es purificador, quema lo temporal e imperfecto, así liberando el alma e
inmortalizándola.

En nuestra composición material o física podemos fácilmente identificar la


presencia de los elementos: A la Tierra en la estructura sólida de nuestro
cuerpo, el Agua en todos nuestros fluidos y especialmente en la sangre, el Aire
invariablemente presente en nuestra respiración y al Fuego en nuestra constante
temperatura corporal. Cualquier variación de nuestro fuego puede indicarnos
una enfermedad, o una dolencia.

Antes de entrar en detalle sobre el rol del fuego en la masonería, vamos a discutir
el importantísimo papel del fuego, tanto como propiciador de la civilización
humana, así como su papel arquetípico.

El fuego como elemento civilizador

Físicamente el fuego no es más que una reacción química de Oxidación violenta


de una materia combustible, con desprendimiento de llamas, luz, calor, vapor de
agua, dióxido de carbono y otros gases y partículas relativos al combustible en
cuestión. Es un proceso exotérmico y desde ésta perspectiva, el fuego no es sino
la manifestación visual de la combustión.

Es importante hacer notar que el fuego, a diferencia de los demás elementos


(Tierra, aire y agua), es el único elemento que requirió del ingenio del ser
humano para poder ser “Descubierto” o mas bien “Controlado”. Todos los demás
elementos, se encontraban ya en la naturaleza y a disposición del ser humano.

El papel del fuego en el desarrollo de la civilización fue inmenso, ya que,


encendido del fuego, de un solo salto, separó para siempre al hombre del animal.
Constituye el invento, o descubrimiento, humano fundamental. El fuego permitió
que el hombre permaneciera en el suelo por la noche ya que todos los animales
lo temen. El fuego fomentó el trato social al atardecer; no solo resguardaba del
frío y de las bestias feroces, sino que también según ellos les servía de protección
contra los fantasmas.
En un principio se utilizó más para alumbrar que para calentar; los nativos de
muchas tribus atrasadas se niegan a dormir a menos que arda una llama por toda
la noche.

Del mismo modo, el fuego fue un gran civilizador, dotando al hombre del primer
medio por el cual podría ser altruista sin perder nada, pues le permitió regalar
brasas candentes a un vecino sin privarse a sí mismo.

El fuego de la hoguera, el cual lo atendía la madre o la primogénita, fue el primer


educador, pues requirió vigilancia y constancia. El hogar primitivo no fue un
edificio, sino que la familia se reunía en torno al fuego, la hoguera familiar y en
algunos hallazgos arqueológicos se han descubierto cantidad de restos humanos
por debajo de los fogones y hogueras que usaban los clanes o familias; lo que se
puede interpretar como una manifestación de respeto, pasando a ser el fuego un
lugar sagrado para estos antepasados.

Cuando un hijo fundaba un nuevo hogar, se llevaba una tea de la hoguera de la


familia, fue considerado un pecado extinguir una llama; si una choza se
incendiara, se le dejaba arder. Los fuegos de los templos y capillas fueron
sagrados, y nunca se permitió que se apagaran, con la salvedad de que
acostumbraban encender nuevas llamas cada año o después de alguna
calamidad. Se seleccionaban mujeres para sacerdotisas debido a que ellas eran
los custodios de las hogueras domésticas.

Los mitos primitivos acerca de cómo el fuego descendió de los dioses, surgieron
de las observaciones de los incendios ocasionados por los rayos. Estos
conceptos de origen sobrenatural resultaron directamente en la adoración del
fuego, y la adoración del fuego resultó en la costumbre de «Pasar por el fuego»,
un ejercicio que se realizó hasta los tiempos de Moisés. Aún persiste el concepto
de pasar por el fuego tras la muerte. El mito del fuego fue un gran vínculo en los
tiempos primitivos y aún perdura en el simbolismo de los parsis.
El fuego resultó en la cocción, lo cual aminoró el gasto de energía vital necesaria
para la digestión de la comida y, de este modo, dejó al hombre primitivo con
fuerzas para la cultura social; y por otro lado, la cría de animales, que redujo el
esfuerzo necesario para conseguir la comida, proporcionó tiempo para las
actividades sociales.

La mitología del fuego

La mitología griega representa de manera idealizada la función del fuego en el


desarrollo de la civilización humana. Prometeo, aun después de que los Titanes
perdieron la guerra contra los dioses, seguía en contra de ellos, y por
consiguiente del lado de la humanidad. Su historia comienza cuando se le asigna
el rol de supervisar la separación de la carne del sacrificio y determinar que
parte le correspondía a los dioses y que parte a la humanidad. Previamente los
dioses y los hombres comían juntos, al final de la guerra con los Titanes,
comenzaron a comer separados. Prometeo, engañó a los dioses mientras hacia
su labor, dejando la piel y los huesos en un atractivo paquete y llevando la carne
y sus valiosos nutrientes a la humanidad.
En castigo por ello, Zeus privo a la humanidad del fuego, venganza muy
interesante ya que esto hubiera forzado a la humanidad a comer cruda la carne
robada por Prometeo, y peor aun, a una permanencia en tinieblas en horas de la
noche. Si los dioses pretendían que la humanidad permaneciese en un estado
primitivo, este castigo para ellos era sin duda muy adecuado, siempre buscando
mantener la distancia entre los hombres y los Dioses.

Es importante mencionar que Prometeo previamente había robado el fuego a los


dioses directamente de la morada de Zeus subiendo al monte Olimpo y
prendiendo una antorcha con el sol (En otras variantes del mito, Prometeo
utiliza al sol mismo como un carruaje). Zeus pensaba que la humanidad iba a
tornarse arrogante al contar con este elemento, y la primera vez que Prometeo
solicito a Zeus entregar el fuego a la humanidad, respondió: “Déjalos que coman
su carne cruda!”.

El mito de robar el fuego de los dioses (O del sol, o de las estrellas) no es un mito
único a la mitología griega, este puede encontrarse en culturas tan alejadas como
la Hopi o la Hindú (Extrañamente también en muchas culturas precolombinas).
Estos “Héroes culturales” se encuentran en muchas etnias, por ejemplo, el
espíritu del coyote robó el fuego de los dioses, así como el cuervo roba el fuego a
su tío el castor en diversas mitologías norteamericanas.

Aquí es cuando el rol transmutador del fuego se hace evidente, no solamente es


capaz de propiciar la fuerza civilizadora en los seres humanos, sino también es
capaz de hacer trascender al ser humano. Hércules, el héroe mitológico por
excelencia, el ser humano que es capaz de superar todas las pruebas que le son
enviadas, se diferencia del resto de los humanos desde su mas tierna infancia
matando a las dos serpientes venenosas enviadas por Hera a su cuna.
Hérculesfinalmente muere cuando su celosa esposa Deyanira moja su camisa en
la sangre infectada por el veneno del centauro Nessus. Su camisa prende fuego
sin llegar a apagarse y sin Hércules sucumbir ante las llamas, no quedándole mas
remedio que lanzarse a su propia pira funeraria, así ascendiendo al cielo y
ocupando un espacio junto a las deidades.

El fuego en la iniciación y la simbología Masónica.

Que mejor ejemplo que el de las tres llamaradas recibidas por el recipiendario
durante su tercer viaje para ilustrar al fuego como elemento de amistad y unidad.
Las palabras del V:.M:. :
Las llamas que habéis atravesado simbolizan el amor al prójimo,
que debe arder eternamente en vuestro corazón […]

Estas llamas también indican que debéis arrostrar con animo


esforzado, toda clase de peligros por defender la verdad y la
justicia.

Así comenzareis a aprender, que no es la Masonería, fuente de


placeres sino de sacrificios; que no es contemplación pasiva del
bien, sino activo combate contra el mal.
Que palabras estas las que nos remontan a la camaradería y hermandad de
compartir una primitiva hoguera, todos recibiendo por igual su calor y su luz!
Que imagen la que evoca una pequeña hoguera encendida en un llano, como
única fuente de luz en la oscuridad.

Este mismo fuego se encuentra representado en la Log:. por las


paredes de color rojo que nos envuelven.

El rojo, significa la vitalidad, es el color de la sangre, de la


fuerza y del fuego. Color fundamental, ligado al principio de
la vida, expresa la energía. En general los rojos suelen ser
percibidos como potentes y protectores. Asimismo se puede
relacionar con la guerra, la sangre, el amor, el peligro, la fuerza,
la energía… Estamos hablando de un color cálido, asociado con el sol.

Por otro lado, la espada flamígera representa básicamente el honor, la conciencia


y la protección, así como la acción. Su lugar es con el V:.M:. y debe de orientar y
defender a los H:. contra los embates del mal: en general representado por la
mentira, la insubordinación, y todo aquello que pueda afectar la armonía de la
Log:.

Esta espada no posee vaina por varios motivos: el fuego no se puede envainar, y
además por representar la ciencia y las virtudes, que deben de estar al alcance de
todos. En el Génesis, se hace mención de un instrumento similar:

El Señor mando a los querubines al jardín de las delicias, que


hacían brillar una espada de fuego para cuidar el camino que
lleva al Árbol de la Vida.

Génesis 3:24

El fuego tiene múltiples cualidades, la capacidad de construir (O transmutar) por


medio de la purificación y la capacidad de unir en hermandad. Estos símbolos,
marcados en la conciencia mas profunda del ser humano inclusive antes de llegar
a una sociedad civilizada, constituyen un parte elemental de nuestra Or:. Tal cual
en nuestra iniciación, es necesario morir y ser transmutado por el poder del
fuego, para poder renacer en nueva y sublime forma, para lograr convertirse en
una piedra cúbica A:.L:.G:.A:.D:.U:.

Q:.H: Rodrigo Orellana


Bibliografía: Enciclopedia libre Wikipedia, ……

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