Sobre el trueno, el sudor. En el infierno perfecto donde la oscuridad se hace agua. Te dejo caer. Como silencio y como llovizna. Me empapo de tus calles de nen hasta el ahogo, pero a veces la soledad es ruido y me aferro nocturnal como aguacero, agazapando mis delirios noctmbulos. Te dejo ser hasta que seas libre. Caigo. Como destello imposible. Y me hundo. Como inocencia en la arena.