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2% ‘ters W ioe Hopkins University Schoo! of Advanced International Studies, Princeton Universty, Pontificia Universidad Catdica del Peri-Insituto Riva-Aglero y le Unwversidad del Pacifico permitieron presenter evences de mi investigacién y refnar mis ideas. Mis ‘lumnos en el programa doctoral de historia del Greduate Genter, CUNY, particular ‘mente aquellos que tomaron mi taller sobre historia dela corrupcdn einstituciones ‘en América Latina, asi coma mis colegas y alumnos de Baruch Colege, contribuyeron ‘con sus aguces preguntes e idees a clariicar muchas de mis argumentos. También he contreido muchas deudas de gratitud con colegas, amigos, fai ‘res y profesionales que ayudaron y estimularon mi investgecién. Felipe Portacarrero Suérez, amigo de muchas aventuras académicas brind su vaioso eincesante apoyo. Peter Klarén, Cynthia McGintock y Rory Miler leyeron todo el manuserit, hicieron ‘comentarios expertos que contribuyeran ¢ mejorario en general y, gentilmente, acla- Teron y corrgieron algunos puntos débiles en ls argumentacién y presentacién de datos, Del mismo modo, Kenneth Andrien, Kendell Brown, Herbert Klein y Kris Lane hicieron tiles sugerencias en relacién con la historia colonial. Asumo, por supuesto, toda la responsebilided por el resultado final. En Nueva York, Stanley Buder; Nicolas avile-Katz, Mergaret Crahan y Araceli Tinajero, entrefables coleges y amigos que ‘me dieron magnifcas consejos. Y agradezco a mi hia Daniela por su muy precieda soldarided y comprensién. En Lima, Marcos Cueto, Francesca Denegri, Antonio y Luis Goneélez Norris, Scarlett O'Phelan, José de le Puente Brunke, Patricio Ricketts y Antonio Zapata hicieron que les cosas fueran tanto més féciles. Las conversacio- ‘es con los expertos Julio Castro, Gustavo Gort, Luis Paredes Stagnero y Héctor ‘Vargas Haya ayudaron, en forma singular, ala orientacién general y préctica de mi pesquisa. Deseo, asimismo, agradecer a Juan Fuentes por su asistencia dedicada en a investgacién de material gréfico y periolstico reaizada en el Peri, y a Mlly Marie Hueller, interna del Woodrow Wilson Center, por su asistencia inteigente y viva. Vaya también mi més profundo egradecimiento a diversas personas que me eron ecceso a documentos y fuentes claves, pero que han preferida mantenerse {en el anonimato. A mis médicas del hospital Memorial Sloan-Kettering les agradezco inmensamente el alargar estos dias para poder completar a tarea, Con su entrafable compafi y entusiasmo, Ménica Ricketts contrbuyé inmen- samente a que este proyecto llegara a huen puerto, leyendo y comentando todo ef manuserita y ofreciendo cbservaciones claves a partir de sus propios estudos, ‘Afonso Quiraz Muro, mi padre, sigue inspiréndome con su ejemplo y sebiduria, Los imborrables obsequos yfeices recuerdos de mi madre contindan brotando desde su descanso eterno. La reciente legada a este mundo de nuestro preciaso Alfonsita ha colocado toda esto en su debida perspectiva vital Intropuccion Corrupcién, historia y desarrollo 1y la democreca no puede crecer ila corrupotin juga aiedrez Ju Ls Gussne Bl costo de a vides (1992) numerables voces se han levantado en el pasado contra la corrug repay el abuso del poder que benefica a pocos a expensas de amplis intereses pias Con gran dficutad, los histonadores han tretado de interpreter estas ljanos lamo- res y espinosos temas. En la historia de las zonas menos deserrolladas del mundo, la ubicua corrupcién de le Administracién Pica he sido soslayada,tddndosela de constente cuttural 0 legedo insttucional inevitable El desoudo y el escenticismo hen obviado, pues, evdencies histéricas tle para reinterpretar las batallas reformist, ‘ menudo soltarias, ibredes contra las nocivas préctices corruptas. presente estudio analiza laimpartancia historica de la corrupcin en el Per paredigméticemente exquesto a su pericosa infuencia. Los esfuerzos y escritos de ‘quienes se opusieron a sucesivas ols de corrupctnilimitada y sistematica brindan ls his conductores para detectar ciclo y deshivanar causas y consecuencias de una gobernacién corrupta que puede rastrearse desde la ép0ca colonial. Veras gené- reciones de redes cocruptas adeptas a la vnlcién endémica de regles estabecidos, asi como sus afinasinterconexones internacionales, surgen como factores que igan las précticas corruptas en as esferas péblca y prvada. Los costos ecandmicas e institucionales que acarres la corrupcién son evalvedos a lo largo del tiempo con el telin de fondo de une pobacién empobrecida. Se compara, ultenormente e ciclo més reciente yprofusamente documentado de corrupcin en el Per, que lego a su fin en al afo 2000, con fases prevas de corrupciin descontroada Este andlsis de maltiles facetasy larga duracién busca fundamentalmente e5- tablecer las conexiones més prominentes entre ciclas de corrupcién y desarrolo frustrado, Este enfoque se bese en la nacién de que le corruptela es importante 8 la hora de expicar el subdeserrolloy de que controlar sus reices sistémicas 0 ia Hor Wee institucionales mejora las posiidades de que se produzca un desarrollo balenceado. Dado qu le corrupcin se encuentra inserte en prooeses amples y complejs, resul- ta enolticamente itil concentrerse en sus dimensiones policas y econémicas. Para los fines del presente trabajo, la corrupcidn se entiende como el mal uso del poder poltico-buracrético por parte de camarilas de funcionarios, cludidas con mezquinos intereses privados, con el in de obtener ventejas econdmices o poltices contrarias a las metas del desarrollo social mediante la maiversacin o el desvio de recursos bios, junto can la dstorsiGn de plticas einstituciones." a corrupcién constituye, en realidad, un fenémeno employ variado, que com rende actividades pdblicas y privadas, No se trata tan solo del tosco Saqueo de los fonds pibicos par parte de unos funcionarias carruptes como usualmente se ‘sume. La corruptela comprende el ofrecimienta y la recepciin de sobornos, la mel: versacién y la mele asignacion de fondos y gastos pablics, la intaresada aplicacién errada de programas y pofticas, los escéndaos fnancierosy polticos, el fraude elec- toraly otres tresgresiones administrativas (como el fnanciamiento legal de parti- tos politicos en busce de extreer favores indebidos) que despiertan una percepcién reactiva en el piblico. Alo largo de este texto, el lector podré constatar la ampla ‘gama de casos y formas de corrupcién, siempre en relacén con el neo sistémico y Contrario el desarrollo de estas actividades ilcitas: el abuso de los recursos pblicos ara asi benefciar @ unas cuantas personas o grupos, a costa del progreso general, piblico e institucional os sistemas menos deserrolados enfrentan los dilemas interrelaconados de ‘obmo permitry promover el crecimiento, disefary hacer cumplir Constituciones que favorezcan le estabildad y el desarrollo, cistribuir el ingreso de modo mas enuitatvo, ‘democretizar y equlbrer el poder poltico, establecer el imperio de la ley y educar 3 los cludadanos dentro de una sociedad civil vigorasa, que supervise una efiiente ‘administracn estatal. Los agentes corruptos minan estos esfuerzes, a veces con ‘consecuencias y costos devestadores. Este patrén es cleramente discernible en el ‘cas0 perueno, al menos desde los primeros esfuerzas estructureles de modern zacién y reforma administrative integrales en el tardio siglo XV. El andisis de las evoluciones particulares de la corrupcidn en el largo plazo, asi como las metas de los esfuerzos dingidos hacis la contencién de sus efectos eorrosives, subrayen la Nnecesidad de colaboracién y reforzamienta de las diversas agendas reformistas en todas les dreas claves del subdesarrollo. En este sentido, las lmitadas resultados de las sucesvas fases de reformas adoptades en América Latina en la décade de 1990, bjo los consejos econdmicas del Consenso de Washington, podria explcarse, entre otras razones, por los efectos de una corrupcin persistence El fendmeno de la corrupcién ha mostredo tanto continuidad como variabildad desde la aparcién de los Estados y ovilzaciones mas tempranos. Les menipuaciones Corruptas del poder y la justicia tienen, pues, una languisima historia presencia en tne a” todas las cuturas® Algunas sociedades han tendo més éxito que otras en ponele Ireno @ ls corruptelas, pero ninguna ha logredoelennar por completo este etre do aspecto de ls rlaciones humana. Tl como lo siguen demostranda recientes lscérdaos fnancieros de aleance slob, la corrupcién puede reaparecer en medio de las Administraciones Pablcas y los sectores privados més avancadosy eficintes, y causar pérides incalclabes al pico en general. Un némero crecinte de emer Vertes organisms anticorrupcén han enfaizeo, cada vex més a necaiad de tjercer una vigiancia constante en su concencién y castigo Sin embrgo, el estudio dela evlucén histérica dela corrupcidn en las sociedadese nstitucones en vias de deseralo ain se encuentra en su infancia, i El presente estu tist6rico se benefcio dela reciente transformacién en et ndsis dela corrupen.Trabajos nuevos y persuasive de economistasy otros ci ties sociales han analizado las manifestaciones actuales de la corrupcién con el fin de incr coma factor en expicciones més reelstas de los sistemas sociales, poltics y econdmicos. En os itimos diez ans suri, es, un significative consenso en toro @ ls causes institucionales de la corrupcién y sus consecuencias nege- tivas para el desarrollo econémico, la inversin, la democraca y ls sociedad civ Perspectivas anteriores sobre los efectos supuestamente positivos de la corrupcidn, 1 modo de «aceite» que lubrica obstdculos burocréticas en sociedades en vias del desarrollo, han quedade bastante superadas.® Sin embargo los poco historiadores que se han aventurado a estuiar la corrupcién detenidemente continian discrepando en torna @.cémo documentarla 0 cuén importante ha sido en el pasado. Varios de estos supuestes histirioos ain descansan sobre unos argumentos anticuados, Que han impedido el estuo histrico de le corrupcién o han aconsejedo no lvarlo cabo. Uno de estos argumentos a prion sostiene que como la corrupcin es, Por ‘efncin, una actividad cendestin, las fuentes que le documentan o bien son ™uy Ailes de encontrar, o bien no son confibles, pues pueden provenir de denunciantes polticamente motivados.” Pero en contra de la opinén de ls escéptices, existen rumerosas fuentes histOricas para el estudio de la corrupcién. Tratadas con la ne- casera cautela metododgica, estas evidences histricas de corrupcién usualmente resultan bastante confabes pera proporcionarnos informacién itil. Abundan las QUe= Jas, reaccones y comentarios informados acerca de la corrupcén abusive en la do- ‘cumentacién administrative, legislative, judicial y diplomética, En el caso del Per’ y de ‘otros pases ltinoame'caras, los archivos contienen una serie de rastros en fuentes coloniles menuscritas e impresas (pesquises 0 investigecones legals, /uicios de residenoia, memoniales y proyectos), asi como en fuentes repubicanas (informes pubicados e inéitos sobre las rentes y el gaszo del sector pili, investigsio- nes partamentaras, ucios, egistros noterales, correspondencia ofialy privade memorias, iris, panfetos,informes en perios y revistas), que documentan casos caves de corrupcén, en un contexto de fracasos insttucionles y reformas teen W Ose frustradas. Las fuentes diplométicas ayuden a contrastar y verificar Ie informacion. Los informantes extranjeros pueden confirmar 0 ‘negar las alegaciones de corrupte- las, y hacer valosas observaciones acerca de las ramificaciones politicas y econémi- ‘cas de los patrones de corrupesén domésticos. No obstante, ‘como no todos estos oer ee y empresariales fueron lo suficientemente imparciales 0 jer le misma calidad deinformecién, sus juicing 8 informes deben ser cuidadosamente coneieredee? aeeddadeh cscs Otro argumento enfatiza que la corrupcién solamente, puede estudiarse a través de la deteccién de las percenciones que el piblico tiene sobre ella, en lugar de hacerio en base @ evidencias dinectas. El estudio de las ‘Percepciones de la corrupcidn es luna herramienta Gtil, aunque indirecta.” Se la utiliza profusamente en la elaboracién de indices internacionales contemparéneos de corrupcion y en estudios econémicos de niveles comparativos de corrupcién. Los historiedores: ‘econémicos también han ‘cuantificado le frecuencia del uso de palabras tales como “corrupcién* y “fraude" a | largo del tiempo, usando las nuevas colecciones digitales de peniédicos histéricos."° ‘Sin embargo, les percepciones son altamente impresionables y frecuentemente ma- "ipuledas: A pesar dea escasz de series estadeias de alcr esénder y de trgo laze acerca de las costos de la corrupciGn, los historiadores no ‘enen que depender ‘exclusivamente de las percepciones para medir o estimar sus niveles histéricos y ‘reales en distintas épocas. El uso de célculos de muestras 'y estimedos bien fundados puede ofrecernos aproximaciones confiables a las niveles de ‘corrupeién concretas."" Asimismo, los historiadores extremadamente cautelosos afirman que el estudio de la corrupcién se encuentra sujeto al relativism. Sostenen que lo que en une €poce 0 cultura se define y percibe como corrupcién no tiene la misma definicién y Connotacién en ota, Estos argumentos son similares a los de le casustica und por los jueces de la temprana Edad Moderna para neutralizer 0 evadir cargos de ‘corrupcién.”® Sin embargo, las actos de corrupcién ¥ SU Castigo fueron definidos y ‘se dictaron leyes sobre el particular desde la Antigileded y le época premoderna. En el mundo hispano, los vocablos canryptele (abuso iiegal), cohecho (soborno) y ‘prevaricato (perversién de la justicia) tuvieron une definicién clara en les entradas ‘de entiguos diccionarias y cédigos legales."* Es més, aun en el caso de que ciertos tipos de corrupcién solo se hayan incluido recientemente en definiciones legales, el impacto de estas précticas corruptas ha quedado registrado en alegatos, procesos judiciales, quejas y acusaciones, E] andlisis histérico de la Corrupoién no debe asumir, or tanto, el papel de jueces anacrinicas del pasado, La prueba jules denature. 28 distinta @ la histdrica, que corresponde més al émbito de la probabilidad que de la ‘certeza absoluta. La falta de sentencias condenatorias no ‘implice que no haya habido corrupcin 0 que esta no haya dejado un legado duradero, ni ‘tampoco que las fuentes aa dejen de informar sobre el acaecimiento e implicaciones de actividades rruptas. i —— a Los relists histéricas y antropoligios a menudo asumen que certas cons- tunes cultuales hacen que la corrupcién sea un hecho comin y aceptado en les ‘ociededes en desarrollo, Segin esta postura, los sistemas polticos premodernos Foolmente necestan la corrupcién como un lubricante para funcianar y brindar un (rode estabitdo y poscionamiento a grupos emergentes. De lo anterior se derive ‘qe epatronazgo®y clentelsmo», segin esta misma ine de persamiento defnnin ‘mejor os intercanbios de favores y malversacdn de recursos pibions que mentienen ‘8 coueilosy otros dirgentes poltioos en el poder latinoamericeno. En ese sentido, In corrupcién pede fciltar el funcionamiento de redes de patronezgo pare sumiis: tar ganancias sociles y pltices. Semejente escenero seria eplicabe @ grupos rela- tivamente margiados como, por ejemplo, la ite crilla coloial que compré puestos de autorded inluyentes y se deticb al contrabendo, con lo que redo potenciales confictos con las autordedes.'® Un corolara @ los enfoques culurelistas es equella posture segin la cual corrupcidn esté determinada cuftralmente, As, la cultura por si sole explcar ls diferencias en bs niveles de corrupcién existentes alrededor del mundo, De este ‘modo, ls regions cateicas merionales, en comparscién con el nate protetente, se distnguirian por tener grados de corrupcién més altos. La solucgn propuesta ‘emprender e! xcambio cultural— es ciertamente més dil y controversial ue dedicarse e efectuar reforms institucionales urgentes."” Estas nueves versiones del determinism cuturel no logran explcer ls intereses y factores insttucionales que yaven ene! centro de ls causes y consecuencias dela corrupcin. Entre las décadas de 1960 y 1960, ciertos potlogos y diseiadores de polti- as de relaciones internacionales también consideraban, en el contexto dela Guerra Fria, que la corrupctn en Latinoamérica era un mal menor, es deci, un hecho inevta- bie dela «poitica real o dela «police habitual. La persistencia dela corupién ere aceptads condescendientemente como ao inherente¢ os sistemes poticos menos deserrallados, juntamente con nociones confusas acerca de sus posible beneicios en la cistribucién del ngreso."® Por otro lo, quienes examinan le historia desde una perspective merxista tienden a asocia el capitalism con la corrupcié, la expropiacin injusta y la de- pendencia externa. Para estos hstoriadores, ls dite o las clgarquies que ocupan el poder fundaron su supremacia en préctcas corruptas o criminals y en venderse «1 mperialsm." Esta perspective nos ofreoe unas generelzacones y supuestos no probados, dties como armas poltcas e ideoléicas, pero que no logran explicar los efectos contrars al desarrollo caracteristicas de la corrupcién, en especial bajo regimenes socilstas revolicionaios.® Ei presenteestudio adapta un marco analtico institucional alternative pare eva- luary expicar las causs y las consecuencias de lacorrupcén histric. Seoin este enfoque te6rico, la corrupcién a gran escala o«sisteméticay se de cuando las normas oe ‘Atonso W. Quree fovorabes al desarrolo, tanto formales como informales —Ias regis que protegen los derechos de propiedad, reducen los costos de transacctn, desalientan la mani Pulacion renista extraecon6mica (rent seeking) y gerantizan los pesos y contrape- ‘os poltices—, san inxistentes, estén dstorsionadas 0 se muestran inestables, En onsecuencia, la falta de disuasives adecuados impide contener comportamientos oporturistas (free river behavior y despéticns, las costumbres rentistas o les ven. ‘2jas monopdlicas de aquellos que tienen acceso al poder politico, la Administracién Prva y los privilegios econdmicas. Esto tiene como resultado mayores costos de ‘rensaccio, la obstaculzecim del crecimiento y un imperio dela le vaclante, debido 'scarencia de competenca bierta en lo econémica yl potica As, la corupcién puede considerarse tanto como una variable independiente, a causa del deteriora de {as insttuciones, como una variable dependiente, un subproducto de instituciones debiltedas, En tas ls instituciones establecides hay, sin embargo, elementos cultures y eterminismos histéricas (path dependence) que manfiestan 0 bien tendencies favo- ‘ables al crecimiento y a demacracia, o bien patrones contrarios a estos,” Adams, las teorfas sobre los grupos de presién a de interés ayudan a explcar las actividades Concertades de las redes de intereses creados que buscan un trato preferencial, el estancamiento institucional y la paralzacién de las reformas: al crstalizar en redes {de corrupcién, los intereses corruptos compiten entre si por capturar al Estado 0 infuirlo en sus distntas rams, para esi continuer benefcéndose con la corruptea existent y las ganancias monopolstas trata dado a la corrupcién en la historia merece une cuidadasa considers 16n en lo que corresponde al tema de la continuidad y el cambio. Obviamente, la Corrupcién noes inmutabe yno tiene los miss efectos en cada contexte temporal © espacial. Su continuidad histénca estéfundada sobre defectos insitucionaes y re formes fracasadas que feciitan un legado de corrupcién sistémica. Los cambios sur- {gen 8 partir de los esfuerzos reaizados para contenera y remozer ls instituciones ‘efcazmente, Otros cambios se derivan de la evolucién de las necesidades poiticas en ‘elacién con proporcionar recompensas, implicit o explctas, al lealta y el apoyo, Una madernizacion parcial asimismo, exge mayor efcienca de asinstituciones, y eso ‘Proporciona inoentivos pare contener la corrupeién. Las cémbios técricos, judciles © instituionales generan pericicos vacios legales, que pueden brindar nuevas opor~ ‘unidades pare la corrupcioninvestricta a revi Los costes de la corrupcién pueden ser directos,intrectos e institucionales, Clependiendo de los modas predominantes de corrupcién, que se adaptan y evolu ‘onan a fo largo del tiempo. Ciertos modos de corrupeién probados en el tiempo tienden @ perdurer, puesto que sus redes heredan précticas genersles y especicas, asi como le habilded préctica, de camerilas previes, especialmente en un canter. 0 de sociedades civles débiles. En el caso peruano y en muchas otras partes de a bispanoamérca, un modo predominante de corrupcin ha estado ligedo al poder ele ce: as ganas el tan gles dl petrnaz enzo por vere, cau ls, resents y datos, Un sgundo ma, creer are fue, corey le crrpiles de is mitares, qe frecerarent est nada 9 ls contratos de edquisicidn de armas y equpos. El manejo icreguar d lo deuds piblica extarne e interna en benefiio de unos cuentos, en particular después dela indepen der fu na treareyanigasets forma de carp. Los sthrms en ‘aprobacién e implementacién de contratos,adquisicines y obras pblcas, asf coma nel suministro de servicios pico, daiaron sisteméticamente ¢ la civdadenia en general. Los contratstas y empresarios que dan sobornos, ansiosgs de tener a cuansssgeanias monodias, implements trelban el mayor costo en que ts naa os costs genres de le proyectos esti. Las mministros, congresistas y jueces que reciben sobomos permiten y fomentan, as, el incremento en ls costos de trensaccin generaes y minan la eicienciay el prestgio de las instituciones requladoras y corectvas claves. ln ents de cariped directs incyen sq s arundel cntabn, «un necansn ue reo es ines tts enereme a desoresis de os enpleados pica deat Ie époce exo, Mis reincamente ssi a cécada de 1940 pera sobre todo, de modo dramstico, desde el decenio de 1980—, 1 tréfico de drogas viene generando costasindirectos similares que tacan —me- lente sobornas y otras actividades legales— fundementaimente @ les instituciones luticiles y del orden pabiico, asf como a diversas figuras polticas. Junto con ura ‘menor estabida y efcienciansttucionales, asi como crecientes costos de transac cién debos a la corrupcén, tro importante cost inirecto que también debemos tener en cuenta es la pérdida asociada de inversiones sobre todo extraneras pero imbiénnacionles. * fo ita behcores tenis contribuyen @ le formaci6n de fo que aqui deno- rminamoscilos de corrupcén. Los siguientes captuos os analzarén deteridamente, tomando en cuenta ef marco institucional particular y las formas de carrupcionca- racteristicas de cada periodo. Sin embargo, una aclercién importente concierne @ la distincdn entre os cicios de corrupcin sistémice y los de corrupcién perciida Estos no son fs mismos, puesto que varfan en sus azas y caidas, aunque en ciertas ‘momentos si pueden coincir Podemos considera als primeros como de naturaleza is ori, letras evo de sineucine,l xtao, os arcs lp, bs reas enn pies depois, ls euges operadores ys reds de corrupcén aepades. Lo send, en can, pueden Sor ms ates Y depends dl etape de eons otro de os mesos, sociedad ci Yam sistema police cote, a enmo dee rencosn mara y ia ue dhs ‘escéndelos generan. El presente estudio tendré en cuenta ambos tipos de isn fe corrupcién, puesto que las evdencias se recogieron de todas las fuentes conficles | | | 8 ne er isponibles, aun cuando el principal ee analtico se centre més en las evidencias de a corrupcién sistémica Deserin las detales de los casos de corrupcién es necesario aunque no su- fciente para el historiador. Este, al mismo tiempo, debe evauer los efectos que la cocrupciény ls intereses corruptas tienen sobre la evolucién del Estado y el ben- estar general de la poblecién.* Desde su perspectiva es importante contribuir tanto 1 regjstro histérco como al andlisisprofundo del fenémeno. Los recientes andisis tistics se han corcentrado en las cferenciasexistentes entre el Ested absolts- ta patrimonial, que daba cabda a sinecures prvadas y otras préticas corruptas, y Estado constitucionl moderno, que experiment6 reformas transformadoras entre los siglo xy XX. Esta bibiografay sus resonancias weberianas resutan pertnan- tes para la identficcion de lo determinantes burocréticos y polices claves para la persistenia de la corrupcin en alguns casos y su reduccin o contrl en otras, De iguel modo, gracias ¢ les evdencia del impacto de e corruptela sobre ls decisiones polticas, podemos tener una perspective més completa de dverscs procesos palti- 0s y sus efectos sobre el desarrol, Durente ef Antiguo Réginen en Francia, la venta de oficios o cargos redles en la admiistracién y el ejrcito era ammpamente considerada como venal, pero se |ustfcebe como un mal necesaria Se tratabe de una précica sumamente dif de erraticar debido alos compromisos fiscales yfinancieras que le préctica sumé con el paso del tempo, Por ejemplo, el padre de Vokaire compré y obtuvo rentas de uno de estos cargos oficiales, en tanto que el mismo Voltaire, un cro de la venalidad, consigué de favor un cargo oficial rentable. Montesquieu, quien pose un cargo heredado, opinaba que este sistema era dt pues daba @ otras la oportunided para tannobiecerse y ademés fomentaba la creacién de riqueza. Para Diderot se tratabe de una barrera contra el despotism ® El sistema venal tardé en ser reempazado por un ordenamiento buroerético més efciente, que tuviese como base el talento y al mérito Tl sustitucién soo fue posible cuendo las seria inefciencias del sistema venal,visibles en cargas fnencieres insostenbles y en las derrotas miltares que ‘generebe, se fueron haciendo itolerebles en visperas de la Revolucién francesa. La venta venal de cargos quedé fralmente abolde en 1789.* Pero incluso bajo el rei- ‘nado del Terror, y luego con Nepoleén a viea venaldad fue reemplazade con formas ‘motificadss de corrupcén tales como el soborno aleiladores «incorruptibles» que deciden cuestiones bélics claves, junto con a melversacién del botin de guerra y otros fonds piblicos.”” Exste una larga trcicién occidental de tretar de resolver de manera intelectual yylegl el problema de la contaminacién de as asuntns piblios por el eniquecimiento yl cadiciaprvedos, opuestos al virtud civice y alos intereses comunes de gobier- ‘no, Fue solamente en el tarda siglo Xvi cuando la decisién de extrpar la carrupién police se plasmé de modo més s6ido entre los pensadores y lgisladores ingleses rutvcen a ¥ Norteamericanos.® Tanta en su intencién coma en su redaccén, la Constitucién tlimounidense se diseNé pare impedir y rechazer ls dafina infuenca de la corrupcién no gobierno Asimismo, las grandes transformaciones polices que reforzaron el ‘onto parlamentaro sobre el ebsoltisma petrimonal en Inglaterre del decenio de 1190 dioron ugar unos reformados sistemas administrativs, fiscales ydefnanzas nibs bea el ecicate de la guerra y e!disenso ertico.™ Las reformas inglesas gradualmente hicieron a un lado a vieja corrupcén (ide Cvruption) que expresaba la inluencia del rey en ls municipios en el Paremento, wurde 8 través de otargar privlegos prvedos corruptos. Estos vejs arregies fron el azote de un imperio en expansién, expuesto @ periéicos escdndslos de co- rupoiin como en los casos de la South Ses Company y de la East India Compery.”* {sta tendencia se vio reforenda con la poltica de reforma econémice,iiiads en el ttecenio de 1780 y deserrolada hasta meciados del siglo XX. Atacé las sinecures iivadas sobrevivientes,persiui os acts icitos y saned una creciente buroorecia pra asi imped las protestas radicales contra la corrupciin de vijo cui Los ‘tmplescos pleas, dinlométicos y administradores imperiles britices, educedos ‘0 a tice del servicio pico desintaresado, propagaron entonces, alrededor del ‘mundo, sus reconstituides postures iberales contrarias ala corrupcidn* Asimismo, las précticas corruptas se ervaticaron gradualmente de las etecciones briténices cia a segunda mitad dl siglo XX. (Aunque obviamente sminuide, la corrupcién fo ha sido eliinads por completo de Gren Bretafa y continda siendo un probleme recurrente, a igual ue en el resto del mundo desarraado, en especial en el mbito ‘ea construcciény las aduisiiones del sector péblconacinaly local. Espafa y sus colonias, por el contrario, continuaron luchando con gobiernos potrimaniales y con une corrupcién persistente y sistemética, Hacia comienzos del silo 0%, el racaso de las reformas haba conribuida més bien @ una transicin dels corrupoiin tradicional de las cotes realy vireinal a a corrupcin del patronargo 0 declan que rodesban al caciquismo y el cauilsmo.™ Sobrevivieron también elemen- tos importantes del Estado patrimonal que impiceron le modernizaciény fa reform del manejo del poder y de lo recursos pblicas. En Cuba, durante el siglo XX, una camarilaespafilista en ls burocraca colonial esperaba recibir recompenses corrup- tas a cambio de su vilenta oposcin ala reform y la abolcién dela esclavitu.”” En este contest hispanoamericeno, el petronezgo y el cientelsmo se encuentran inex trcablemente igedos ala corrupci, puesta que la mayorie de os cientes plticos rnombrados a un cargo tienden a abusar y utiizar mal los puesto y fondos pblicos. ‘A mediados y finales del siglo XX, el amiguismoy el caiquismo politica y emore saril se habfan consoldado en Hispanoameéric y Espafa. Estas férmuls inherente ‘mente corruotas dependian de unos acuerdos de genendias econémices priviegadas, ‘sf como de un poder ejecutiv y presidencaliimitado @ costa de la apertura de los mercado, la efciecia econémica, una mejor dstribuciin del ingreso, la democracia 2 one Cuer el desarrllo en general Enel siglo XX los cictedores Frencsco Franco, Fulgencio Batista, Rafael Trujlo'y Mercas Pérez Jiménez adaptaron esta corrupcién 3 sus molds autoritrios particulares° Asimismo, e sistema unpartidrio de México fr- talecis a centralzacion mediante la caoptacin y el patronezgo corruptas.® ‘Apartr de la década de 1960 el retorn ala democraca, tanto en Espaia como ‘en la mayori dels pases ltinoamericanos, intradyo cambios en las formas deco rrupcinejercids por los poderes eecutivos que dominaban alos poderesleisatvo ¥ juiial. EI mundo ha sido testigo de algunos intentos efectuados par partidos y d- rigentes partdaros sedentas de fondos por consoldar ganancias police indebidas ¥ recompersar@ as claboradores cercanos (através de

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