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EL PECADO

El pecado es una descendencia heredada desde Adan y Eva, conocida como pecado original, en
este pecado el hombre y la mujer se prefirieron a ellos mismos antes que a Dios, marcando as la
consumacin de desobediencia a Dios, por lo cual hubo consecuencias drsticas. Pero a pesar de
su cada y en su infinita misericordia, Dios los alent a ellos y hoy nos alienta a nosotros con la
resurreccin de Cristo, que es en la esperanza de la salvacin y la promesa de nuestra redencin.

Romanos 5, 19: Entonces, como la desobediencia de aquel solo hombre constituy pecadores a la
multitud, as tambin la obediencia de ste solo (Es decir: Jess) constituir justos a la multitud.

Salmo 51, 5: Mira que en maldad nac, pecador me concibi mi madre.

Romanos 7, 14: Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al
poder del pecado.

El pecado ensombrece todos los aspectos de la existencia humana, seducindonos desde el


exterior como un enemigo y forzndonos desde el interior como parte de nuestra naturaleza
humana cada. Promete libertad, pero esclaviza.

Cuando la Biblia habla de pecado, quiere decir el quebrantamiento del pacto entre Dios y el
hombre, o, en otras palabras, la deslealtad del hombre hacia Dios. San Juan nos lo describe as:
Todo el que comete pecado tambin infringe la ley, pues el pecado es infraccin de la ley.(1 Juan
3, 4).

En la Biblia todo pecado es contra Dios, aun cuando ofendemos al prjimo, ofendemos a Dios
mismo. En su bien conocida oracin de arrepentimiento (Salmo 51), David reconoce, Contra ti,
contra ti solo he pecado.

Por eso Las Escrituras comparan la relacin del Antiguo Testamento entre Dios e Israel con el
matrimonio, y la rebelin de Israel contra Dios con el adulterio. El Seor est enojado por el
pecado humano, Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espritu (Isaas 63,10).
Pero al mismo tiempo est a la espera de nuestro cambio, de no ser as no hubiese tenido
misericordia del pueblo de Nnive (Jons 3, 10).

Romanos 7:19, Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago, Solo al
aceptar el hecho que es un pecador, que no podemos mejorarnos a nosotros mismos, y que Jess
muri en la Cruz a causa de nuestro pecado, podemos ser reconciliados con Dios y recibir nueva
vida a travs del arrepentimiento y la oracin. Solamente entonces, el Espritu Santo habitara en
nosotros y nos capacitara para resistir al pecado a travs del poder de Dios.

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