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Hay que admitir que una cosa, que lo que quita nuestro deseo de orar es el
temor. Como el temor a la decepcin, desilusin, al desencanto, a la
contrariedad. La oracin, la verdadera oracin, la oracin sincera,
implica la apertura del corazn, dejando al descubierto los sentimientos,
tomando un riesgo, dejando al descubierto el lado tierno, el corazn de
caerne, en lugar del corazn de piedra, en lugar de la endurecida
armadura que normalmente se le presenta al mundo.
2 Kings 4:28 , la intercesin del profeta Eliseo le dio a una mujer mayor un
hijo que haba esperado por mucho tiempo. Eso fue un grandioso para su
alma, haba deseado muy, muy intensamente ser madre. Despus el nio
se enferm y muri en sus brazos. Al comienzo qued muda por el golpe,
finalmente exclam en amarga afliccin, en el dolor de su alma: "Lo
saba!": "Acaso le ped yo un hijo a mi seor? . . . No te dije yo que no te
burlaras de m?" (2 Reyes 4:28). Elas tuvo el gran privilegio de dirigir el
poder vivificante de Dios hacia el nio, y con gran gozo lo devolvi a la
madre.
Alguien observ una vez que se puede decir cun grande es el Dios de una
persona por lo grandes que sean sus oraciones. Entiende el punto? Est
de acuerdo? A quin adora usted en realidad? Es omnipotente o casi
omnipotente? Es el Rey y Seor de todo o slo el duque o el conde de
todo? Es l el Seor del universo o simplemente un gerente de nivel
medio? Satans ha recibido realmente un golpe mortal o slo una herida
superficial? Mark 4:40
Los discpulos de Jess estuvieron una vez en una pequea barca durante
una tormenta gigantesca. La barca estaba haciendo agua, y su Dios
pareca pequeo y lejano. "No tienes cuidado que perecemos?" En el
momento oportuno, Jess mir a las olas y les record que trabajaban para
l. "Calla!", reprendi al furioso viento, "Enmudece!"
A los asombrados discpulos les dijo con tristeza: "Por qu estis as
amedrentados? Cmo no tenis fe?". Lo positivo es que las experiencias
como esta ayudaron a que su fe creciera y madurara. El recuerdo de estos
acontecimientos extraordinarios les sirvi ms tarde en su ministerio,
cuando fueron llamados a arriesgar su vida por el evangelio.