11 CONGRESO MARPLATENSE DE PSICOLOGIA
RACIONALIDAD Y CONTEXTUALIDAD EN LAS PRACTICAS CIENTIFICAS
Alfredo Horacio Ruiz
FACULTAD DE PSICOLOGIA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL. PLATA
C.LMLE.P:
Mentes Carballo 354
Mar del Plata
0223-4753895
alriz@copetel.com.ar
-2005-RACIONALIDAD Y CONTEXTUALIDAD EN LAS PRACTICAS CIENTIFICAS
Alfredo Horacio Ruiz
Universidad Nacional de Mar del Plata
A partir de la década de los 60 en el siglo pasado, en el dmbito de la Filosofia y
en el de la Sociologia de la Ciencia unos afios después, irrumpen una serie de
propuestas altemativas a las dadas tradicionalmente por la que ha sido
llamada la concepcién heredada o clasica, las que de hecho producen cambios
conceptuales sobre aquellos asuntos considerados esenciales por la misma,
Estos son posibles situarlos a partir de la aparicién de fa obra de Kuhn en 1962
“La estructura de las revoluciones cientfficas”. Entre las novedades se destaca
‘el cambio del objeto referencial del discurso epistemolégico, “deja” de ser fa
teoria cientifica la unidad de andlisis, y la imagen cientifica por excelencia. El
centro de interés filosdfico y sociolégico es ocupado por estructuras mas
amplias sincrénica y diacrénicamente. La nueva Filosofia de la Ciencia
comienza a hablar en términos de paradigmas, programas de investigacién,
marcos epistémicos, etc.
Otro tanto sucede en el campo de la Sociologia de la Ciencia, De la mano de
las nuevas cortientes de pensamiento posmertoniano, la indagacién soctolégica
se va a cenirar, ya no solo en la génesis del conocimiento cientifico, sino
fundamentalmente en el estudio de aquellas otras cuestiones relativas al
. E} objetivo
contexto de justificacién, hasta ese entonces vedado a su anaii
sera abrir “la caja negra”. Las “practicas cientificas” pasan a ser las unidades
de andlisis de todes sus programas de investigacién.
Nos proponemos en este trabajo deseribir someramente, dades los limites del
mismo, este proceso de cambio en el objeto raferencial del discurso
epistemolégico en la Filesoifa y Sociologia de la Ciencia del titime medio siglo.
Convendria entonces comenzar por elucidar que es lo que se entiende por
unidad de andlisis. Es el objeto del discurso epistemolégico, aquello de lo que
\ Richard Whitley acufta la expresién “caja negra’, refiriéndese a los procesos interes de la
préctica cientifica. Este término fue utlizado por primera vez, paraddjicamente, por Mario
Bunge con otra significacién. Ver Pablo Kreimer (1999), De probetas, computadoras y ratones,
Bs.As. Universidad Nacional de Quilmes, p.120.se habla’ del referente principal del discurtir. En nuestro caso, en torno a que
construccién epistemolégica han girado todas las cuestiones de andlisis de las
distintas concepoiones en Filosofia y Sociologia de la Ciencia.
Este constructo pivot al que aludimos como unidad de andlisis revela en su
dimension histérica como las distintas corrientes de pensamiento han
enfatizado uno u otro polo de Ia dicotomia internalistalextemalista, asi como el
esfuerzo de otras por superarta.
Para los mds conspicuos representantes de la concepcién estandar de fa
Filosofia de la Ciencia, es decir el positivismo légico del Circulo de Viena y el
popperianismo después, la estructura y el contenido del conocimiente clentifico
como categorias de anélisis estaban representadas por las teorfas, tomadas
éstas como un conjunto de enunciados de un lenguaje, producto a la vez de
una actividad. Sin embargo el término “teorfa” mas alla de la identidad
‘seméntica no significaba lo mismo para unos y otros.
Para el neopositivismo empirista y légico-matematico de la segunda década
del siglo pasado, hablar de teorfa significaba sistema formal parcialmente
interpretado. Esto es, una estructura légica dotada de términos primitivos,
reglas de formacién, definiciones, principios 0 axiomas, reglas de inferencia,
teoremas y demostraciones. Para Karl Popper en cambio las teorlas son
sistemas hipotéticos deductivos, es decir un conjunto de hipétesis organizadas
deductivamente.
La nota predominante de la unidad de andlisis de la concepeisn esténdar de la
Filosofia de la Ciencia, mas alla de las diferencias existentes entre el
ampirismo Iégico del Ciroulo de Viena y el sefutacionismo popperiano, es que la
refledén filos6fica esta basada en una racionalidad de cardcter iogicista, de
regias universales, no contaminada por factors cont
valorativaments neutra, desvinculada de otros intereses que no sean
genuinaments epistémices, metodolégicaments asépiica, er
Thomas Kuhn significs ef punto de ruptura con las concepciones floséficas y
sociolégicas heredadas, su descripcién de la Historia de la Ciencia y sus
nociones de paradigma y comunidad cientifica, fueron junto con otros factores,
al puntapié inicial de los cambios que posteriormente sucederian en la Filosofia
y la Sociologia de la Ciencia, Estos pueden resumirse en lo siguiente. El
abandono en general de la nocién de teoria, con su marcado acento logicista y
vsin sujeto cognoscente y su reemplazo por unidades de anélisis temporal y
espacialmente mas amplias. Campos disciplinares, otrora estancos, devinieron
conectados. La Historia, la Sociologia, la Sicologia, etc. intersecaron con la
Filosofia de la ciencia y reorientaron la actividad cientifica. Las nuevas
unidades de andlisis de la Filosofia de la Ciencia se van a llamar “Paradigmas”
Para Thomas Kuhn, “Programas de investigacién’ para Imre Lakatos,
“Proliferacién de teorias” para Paul Feyerabend, “Tradiciones de investigacion
cientifica” para Larry Laudan, ‘Marcos categoriales” para StephenToulmin,
“Marcos epistémicos” para Jean Piaget, etc.
Hay ciertas paulas comunes a todas estas unidades’, el nticleo fuerte del
andlisis es desplazado del producto a Ia actividad cientifica, se habla entonces
en téminos de procesos. Significa que cualquier ejemplo que tomemos de
Posiciones epistemolégicas enroladas en {a concepcién no estandar,
diferencias aparte y muchas, tienen algo en comin que las engloba. En primer
lugar desaparece, se atentia o se critica la distincién en contextos, al menos no
muestra la severidad epistemolégica de la concepcion esténdar. Hay
excepciones a ello, en las tradiciones cientificas de Laudan no solo no se
elimina, sino que se agrega el contexto de prosecucién. La distincién entre
hechos y teorfas es reconsiderada. Comienza a pensarse que la teoria, el
marco referencial condiciona o determina los hechos. El concepto de carga
tedrica hansoniano reconsidera la observacién y fa tifle de teorfa que organiza
la percepcin de lo que se estudia. Aparece el sujeto cognescente jugando un
rol en la actividad cientifica que le habia sido negado por la concepeién
estandar, sera un sujeto, no obstante en general, acotado a lo epistémico. Otro
rasgo distintivo es la aparicién de ingredientes que ‘la tradicién’ consideraba
seudo ciencia 0 no cientifices, nos raferimos a los presupuestos metafisicos,
como formando parte de los paradigmas kuhnianos o del nticleo duro de los
programas de investigacién en Lakatos. Junto a estas consideraciones se
replantea también fa incidencia de los valores, en algunos cases epistémicos
2n otros extra-epistémicos en la actividad cientifica. Se hace hincapié en el
andlisis de los factores historicos y sociolégicos que intersecan con !a ciencia.
N del A: Dados los limites de este trabajo, no es posible caracterizar en particular cada
unidad de analisis, Para un desarrollo pormenorizado ver Pablo Kreimer (1999)De ACG
sinerénico, es decir aqui y ahora, estas unidades tienen un objeto de analisis
cuya naturaleza es abarcativa de algo mas que una teoria y, ese algo mas,
significa pautas estructurales distintas y la presencia de ingredientes
extralogicos, llamémosles supuestos metafisicos, valores, oreencias, etc.
Suponen también una amplitud en lo diacrénico, es decir un desarrollo
temporal, que no se agota con la vida de su iniciador, sino que atraviesa una
cantidad superlativa y no precisa de afios. Ya no se habla de la teoria
heliocéntrica imputable a Nicolds Copémico, a Juan Kepler, 0 a Galileo Galilei,
sino de programa heliocénitico, el cual comienza con Aristarco de Samos (300
a.C,) el titimo de los pitagéricos y que redescubre Nicolés Copémico dieciocho
siglos después con el mismo niicleo firme, el sol centro del universo y con los
planetas girando alrededor. Sintetizando lo que aparece en general en la
Filosofia de la Ciencia no estandar son altemativas a la racionalidad logicista
heredada.
En el campo de la Sociologia nuevas corrientes disciplinares redefinen sus
objetivos teéricos y de investigacién en ciencia, hasta ese momento confinados
al contexto de descubrimiento por la navaja de Reichenbact’, reorientando sus
andlisis hacia el territorio sagrado de la epistemologia clasica, el contexto de
justiicacién. E! objetivo, abrir a “caja negra” y dar cuenta no solo de lo que los
cientifices dicen que hacen sino de lo que efectivamente hacen. La atencion
estara puesta en las “practicas cientificas” mismas.
El “quehacer’ cientifico tomado como unidad de andlisis, supone el ver y el
cientifico como tal en su propie lugar de trabajo y en su
pensar la actividad di
ncia de las unidades
én con la comunidad mayor, la sociedad. A ci
necesidad de indagar
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la formulacién én experim:
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eribir como a partir
Va de suyo el nombre de
3. Reichenbach propuso la distincién entre contexto de descubrimiento y de justificacién,
reservando para @ efistemologla este timo, Hans Reichenbach(t Experience and
prediction, pp.8 y 7, an Javier Echeverria (1965), Filosofia de la ciencia, Ediciones Akai,
Madrid, pp.53,practicas consensuadas. La incidencia de lo social en las mismas y su posible
descripcién configura sus alcances.
Desde los afios 70 en adelante la sociologia resuitante ha ofrecido una serie de
trabajos altemativos, tales como el programa fuerte de David Bloor, la teoria de!
interés de Barry Bames, el programa empirico del relativismo de Henry Collins
y la etnometodlogla de Bruno Latour y Steve Wolgar, entre otros. Todos ellos
suponen, mas alla de sus importantes discrepancias internas, algunos
principios comunes* que caracterizan a la unidad de andlisis de la nueva
sociologia de la ciencia.
Acorde con el principio de naturalizacion rechazan fa distincién en contextos,
dado que el componente social penetra la practica cientffica como un todo.
‘Asumen el principio relativista que afirma que no existen criterios universales
de validacion del conocimiento cientffico, todo es producto de una interaccién
social. En consonancia con el principio constructivista, consideran que el
conocimiento supone una representacién socialmente construida, de ninguna
manera representa la realidad. Defienden el principio de causacién social, es
decir el conocimiento cientifico no es producido por sujetos abstractos, sino por
grupos sociales, \gase comunidades cientificas, por lo tanto estos grupos se
deben medir con los mismos parémetros que la sociologia usa para analizar
cualquier otro grupo social. Finalmente comparten el principio de
instrumentalidad, es decir el conocimiento cientifico es como cualquier otro
conecimiento, aunque més eficaz en la resolucién de problemas. Ello explica su
axito.
Hemos nombrado y caracterizado globalmente, las principales unidades de
ia en la cltima
analisis habidas en la Filosofia y en la Sociologia de la Cien
mitad det siglo pasado. La descripcién realizada revela un largo e inacabado
proceso de cambio y una comprensién cada vez mas ajustada y profunda de
los factores epistémices y extra epistémicos presentes en el quehacer
cientifico, E! fin ditimo de semejante proceso ha sido romper con él estersctipo
de ciencia aséptica heredada de ias tradiciones filoséficas y sociolégicas
clasicas. Fundamentalmente esto es dable apreciario en la deciaracion de
* Emilio Lamo de Espinosa y otros (1994), La sociologia del conocimiento y de fa ciencia,
Madiid, Editorial Alianza, pp.520principios de todas las cottientes posmertonianas de la Socislogia de la
Ciencia, esforzadas en demostrar la ingerencia de los factores sociales, tanto
en la génesis del conocimiento como en Ia validacion del mismo. Con respeto a
esto limo, creemos, ello atin no se ha logrado. Sin embargo sus aportes
contribuyeron enormemente a lograr una lectura mas fiel de fa naturaleza de
las practicas cientificas.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Bunge, Mario (1992), Sociologia de fa ciencia, Bs.As., Exitorial
‘Sudamericana, 1998
Gomez, Ricardo (2000), Contra fa mala ciencia y peor filosofia, en Denegr,
Guillermo M-Martinez, Gladys E.(Editores), Tépicos actuales en
Filosofia de la Ciencia, Homenaje a Mario Bunge en su 80°
aniversario, Mar del Plata, Editorial Martin.
Kreimer, Pablo (1999), De probetas, computadoras y ratones, Bs.As.,
Universidad Nacional de Quilmes.
Kuhn, Thomas S.(1962) La estructura de las revoluciones cientificas, Fondo
de cultura econémica, Mexico, 1986.
Lamo de Espinoza, Emilio, Gonzalez Garcia, Jose Maria, Torres Albero,
Cristébai (1994), La sociologia de! conocimiento y de la ciencia,
Madrid, Alianza Editorial.
Lateur, Bruno (1999), La esperanza de Pandora-Ensayos sobre la realidad
‘da los esiuidios de fa ciencia, Barcelona, 2001, Editorial Gedisa,
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