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INTRODUCCIÓN

Indudablemente el Positivismo aparece en un momento histórico (finales del


Siglo XIX y comienzos del XX), cuyo terreno había sido abonado por
innumerables cambios tecnológicos como los acontecidos por la Revolución
Industrial, coincidiendo a la vez, con el decaimiento del sentido metafísico y
religioso del conocimiento.
El hombre, al no obtener las respuestas esperadas en la religión, en su
búsqueda y peregrinaje permanente, por saber el porque de las cosas, fija su
atención en la ciencia, ya que la misma le brinda seguridad, confianza y
confort. Ya no es el hombre, a merced de la naturaleza, mas bien es un ser,
que encuentra respuestas lógicas al estudiar en forma analítica, los
mecanismos de los objetos que se encuentran en su alrededor.
Y en este marco, con los cimientos antes mencionados, germina la semilla del
Positivismo, doctrina que Comte resume bien, a través de su Ley de los Tres
Estados, marcando así el comienzo de la Historicidad del Conocimiento
Humano.
A partir de este momento, la realidad se va a encontrar limitada por
coordenadas de: tiempo, espacio y masa, puesto que solo considera la
posibilidad de estudiar científicamente los hechos, los fenómenos, el dato
experimentable, lo observable, lo verificable para lograr el progreso de la
sociedad, y ello, solo se puede alcanzar a través de la ciencia, considerada
desde Hegel, como la expresión más pura de la Racionalidad de la cultura.
Esta, se propone a entender el mundo real, definir sus relaciones, leyes y
características de la manera más objetiva, independientemente de la
subjetividad de los investigadores, de los orígenes y condiciones psico-sociales
del descubrimiento o de sus aplicaciones prácticas, utilizando en todo
momento, la verificación en la experiencia y en la observación de los
fenómenos. Concepción que se expande hacia todas las ramas del saber,
inclusive hacia los hechos sociales que también son tratados como cosas.

EL POSITIVISMO
El termino Positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo matemático
francés del Siglo XIX Auguste Comte, no obstante, algunos de los conceptos
positivistas pueden perseguirse claramente desde Hume, Kant, y Saint-Simon.
Filósofo escocés, cuyo espíritu analítico le llevó al escepticismo. Considera que
el conocimiento esta limitado a los acontecimiento actuales de la existencia, no
puede ir más allá, porque no acepta que existan ideas innatas, ya que todos los
contenidos de la conciencia provienen de la experiencia, y su teoría principal
reside en la asociación de las ideas. Para él, las ideas son copias borrosas sin
viveza de las impresiones directas. Tanto la percepción como la reflexión
aportan una serie de elementos que se atribuyen a la sustancia como soporte
de ellos, no limita su crítica a la sustancia material, sino al propio yo. Esto
significa que las causas y hechos del mundo físico no se pueden entender, ni
por mucho, ni poco; solamente la creemos porque la naturaleza se comporta
siempre así. El escepticismo de Hume no pone en entre dicho la ciencia, pero
le pone un basamento caprichoso: la costumbre, el hábito, la asociación de
ideas, los fenómenos naturales, psicológicos; provocan en él la creencia en el
mundo exterior.
Filósofo alemán; formado en el racionalismo, comienza a dudar del valor de la
razón al leer a Hume, planteándose el problema del valor y los límites de ésta.
La filosofía kantiana, supone una síntesis del racionalismo y del empirismo,
cerrando una época filosófica muy importante. Kant procede a un estudio de
cómo es posible la construcción de la ciencia, llevando a cabo una reflexión
sobre el problema de las relaciones de la razón con la realidad, que en ella
aparecen vinculadas. Kant distinguió dos grandes facultades dentro del
conocimiento humano: 1) La sensibilidad: es pasiva, se limita simplemente a
recibir una serie de impresiones sensibles, que Locke había llamado ideas de
sensación y Hume impresiones, y 2) El entendimiento: es activo y espontáneo.
Y puede generar, dos tipos de ideas o conceptos:
Conceptos puros o categorías: ideas o conceptos independientes de la
experiencia (que provienen de la razón)
Conceptos empíricos: ideas obtenidas a partir de la experiencia.
Admite que existen categorías o conceptos que no provienen de la experiencia,
pero a la vez sostiene que la aplicación de estos conceptos a la realidad nunca
podrá ir más allá de la experiencia sensible. Constituyendo así, una síntesis
entre racionalismo y empirismo, ya que, el conocimiento es síntesis a priori: es
síntesis porque es organización o conexión de datos sensibles (como lo exige
el empirismo) y a priori, porque el principio de esta organización es nuestra
conciencia, la cual al constituirla, actúa según leyes esenciales a su propia
naturaleza, y por eso mismo leyes universales y necesarios (conforme a la
exigencia del racionalismo)

Pensador francés, que insistió en el progreso industrial y científico con el fin de


delinear un nuevo orden social. El Saintsimonísmo es una doctrina socialista,
basada en las teorías del Conde Saint-Simon, según la cual cada uno ha de ser
clasificado según su capacidad y remunerado según sus obras. Considera que
hay dos tipos de épocas en la historia:
Las críticas: son necesarias para eliminar las fosilizaciones sociales.
Las orgánicas: donde el hombre no es una entidad pasiva dentro del acontecer
histórico, sino que siempre trata de descubrir modos de alterar el medio social
dentro del cual vive, dichas alteraciones se imponen como indispensables para
el desarrollo de la sociedad cuando funciona ésta según normas no
correspondientes. No se puede decir en absoluto que existen normas sociales
convenientes a toda organización humana; lo que para una época puede ser
adecuado, para otra no. Así sucede para con la sociedad industrial moderna.
Para Saint-Simon es engañoso suponer que las clases deben ser niveladas o
que deben mantener la estructura de anteriores épocas, durante las cuales
dependía de la jerarquía, pero se mantenía cuando menos en lo que concierne
a la moral y a las creencias religiosas, una cierta igualdad. Dice que esta
igualdad es imposible: "la moral y los sistemas de ideas deben ser diferentes
para cada una de las clases fundamentales de la nueva sociedad industrial
moderna".
Saint-Simon atribuyó el poder temporal a los industriales (propietarios, técnicos
y campesinos) y el espiritual, a aquellos a quienes encomendaba la elaboración
de un sistema llamado Nuevo Cristianismo basado frente a los preceptos
negativos desarrollados por el catolicismo, protestantismo y otras religiones en
leyes positivas afirmadoras del desarrollo del trabajo. Dicho sistema tenía como
núcleo fundamental: la idea de fraternidad, que conducía a la concepción de
una sociedad mundial libre, es decir, una sociedad universal continuamente
dedicada a la producción y en la cual la Iglesia pudiese ser sustituida por el
taller.
Son elementos destacados de sus ideas: la bondad de la propiedad privada, la
preocupación básica de la sociedad debería ser la mejora de la clase más
numerosa y pobre, la herencia debía suprimirse y todos los individuos
(clasificados por su capacidad y retribuidos por sus obras) debían trabajar.
DEFINICIÓN
Según Enciclopedia Hispánica (Pág. 75-76, 1993) "Fundado por Augusto
Comte, alega que el hombre debe aplicarse al conocimiento de los fenómenos
y sus leyes, y la ciencia se ubica de acuerdo a su complejidad y generalidad
creciente, estableciendo categorías para analizar hechos sociales, porque
conocer el mundo físico no es igual que conocer la realidad social.
Según el Club Caminante (Pág. 1, 1999) "Consiste en no admitir como validos
científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia,
rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y
absoluto.

Según Biblioteca Práctica de Consulta del Nuevo Milenio (Pág. 124, 2000) "Es
una corriente filosófica que se fundió con distintas variantes; la que pretende
estar por encima del idealismo y del materialismo, argumenta ser una tercera
vía para la filosofía. De hecho se trata de eludir definiciones sobre los
problemas fundamentales y concentrarse en el conocimiento positivo, esto es,
en los datos de la ciencia que da por vía experimental".
Según Juan Ramírez (Pág. 10, 1999) "Es un sistema filosófico basado en la
experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos naturales, en el cual
la metafísica y la teología son sistemas de conocimientos imperfectos e
inadecuados".
Según la Nueva Enciclopedia Larousse (Pág. 7892,1982) "Tendencia científica
y filosófica de la segunda mitad del siglo XIX que se caracteriza por la atención
exclusiva a los hechos, prescindiendo de cualquier postulado no verificable".
PRINCIPALES REPRESENTANTES
Augusto Comte(1798-1857) Vida. Nació en Montpellier en 1798 y murió en
París en 1857. Estudió en París y luego de diversos avatares académicos,
logró el puesto de profesor auxiliar de matemáticas en la Escuela Politécnica
de París. Su vida económica fue bastante desgraciada, debiendo subsistir los
últimos años de su vida de las ayudas de discípulos y amigos. La hostilidad que
sus escritos suscitaron en los diferentes ambientes académicos fue la principal
causa de su desgracia.
Obras. "Curso de filosofía positiva", "Sistema de política positiva o tratado de la
sociología que instituye la religión de la humanidad", "Discurso sobre el espíritu
positivo", entre otras.
Herbet Spencer (1820-1903) Vida. Nació en Derby (Inglaterra) y murió en
Brighton en 1903. Durante toda su vida se mantuvo apartado de los cargos y
honores oficiales, dedicándose a su obra filosófica.
Obras. "Principios de Sicología", "Primeros Principios" "Principios de Biología"
"Principios de Sociología", "Carta a cerca de la esfera de acción que le
compete al gobierno", "Estática social", "La educación intelectual, moral y
física", "Clasificación de las ciencias", "La Sociología descriptiva", "El individuo
contra el estado", "Principios de una moral evolucionista", "Una Introducción a
la Ciencias Sociales".
John Stuart Mill (1806-1873) Vida. Nació en Londres en 1806 y murió en 1873.
Hijo de James Mill, un destacado utilitarista inglés, quien le inculca a su hijo,
estos principios filosóficos. Crearon juntos (padre e hijo) el radicalismo filosófico
y se propusieron explicar como mecanismos mentales todas las supersticiones
entre las que incluyeron al cristianismo, al cual consideraban el enemigo mayor
de la moralidad. John recibió una cuidada educación. Las ideas utilitaristas de
Bentham, gran pensador inglés de su tiempo y amigo de su padre, le influyeron
decisivamente.

Obras. Entre las más destacadas están: "Principios de economía política y


utilitarismo", "Filosofía de las ciencias y métodos", "Autobiografía", "Sistema de
lógica racionativa e inductiva", "Sobre la libertad",, "Augusto Comte y el
Positivismo", "Naturaleza y utilidad de la religión".
DOCTRINA
Comte eligió la palabra Positivismo sobre la base que señalaba la realidad y
tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. Se
interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a
través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas
naturales. Los dos componentes principales del Positivismo: la Filosofía y el
Gobierno (o programas de conductas individual y social), fueron más tardes
unificados en todo bajo la concepción de una religión en la cual la realidad es el
objeto de culto.
El Positivismo no admite como válido científicamente otros conocimientos, sino
los que proceden de la experiencia, rechazando toda noción a priori y todo
concepto total y absoluto, por lo que apoya el relativismo del conocimiento. El
hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los
métodos exclusivos de la ciencia.
El Positivismo es, antes que nada, una Teoría de Historia y un intento de
construir una teoría de la sociedad humana es decir una sociología. El dogma
del progreso y los tres estados de la sociedad (de Comte), son las dos
columnas fundamentales que la sostiene. La base del planteamiento de Comte
consiste en afirmar que todo enunciado o proposición que no se corresponda al
simple testimonio de un hecho, no encierra ningún sentido real e inteligible.
Algunas ideas centrales de su pensamiento son: la concepción historicista del
desarrollo de la ciencia y de la razón; las cuales él desarrolla en tres estados
fundamentales, es decir, la historia del pensamiento transitó por tres senderos y
en el último radica la verdad clara y demostrada

COMTE INTENTA FIJAR EL SENTIDO DE LA PALABRA POSITIVO,


ANALIZANDO LAS DIVERSAS ACEPCIONES DE LA MISMA:
1) Positivo como real por oposición a quimérico
2) Útil en contraste con inútil
3) Certeza frente a indecisión
4) Preciso frente a vago
5) Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra de absoluto
Estas precisiones semánticas pueden sirven para ir acotando cuál es la
verdadera esencia de la teoría positivista del conocimiento.
1)La exigencia de realidad es el postulado fundamental. Comte nos aclara
que con esta exigencia se pretende limitar el conocimiento filosófico "a las
investigaciones verdaderamente asequibles a nuestra inteligencia, con
exclusión permanente de los impenetrables misterios con que se ocupaba,
sobre todo en su infancia" (Alsina, 2000). Lo asequible a nuestra inteligencia es
lo que el Positivismo llama los hechos. Comte establece "como regla
fundamental que toda proposición que no pueda reducirse estrictamente al
mero enunciado de un hecho particular o general no puede ofrecer ningún
sentido real e inteligible" (Alsina, 2000); definiendo los hechos como las cosas
o acontecimientos accesibles a la observación, o dicho de otra manera,
fenómenos u objetos de experiencia. Esta exigencia va contra toda
construcción especulativa, contra toda elaboración a priori o puramente
racional del conocimiento, en definitiva, contra toda metafísica o todo cuanto no
sea sensible – material (Materialismo), valiéndose del Empirismo para reducir
por completo todo conocimiento a sensaciones sensibles, por medio de
regularidades observadas en los fenómenos, a las cuales se llega a través de
la observación por procedimientos inductivos.
2)Comte precisa el sentido de la palabra utilidad: el verdadero conocimiento
no tiene un fin en sí mismo (no es "una estéril curiosidad"), sino en el
"mejoramiento continuo de nuestra identidad individual y colectiva". Es decir, el
conocimiento científico, aparte de su utilidad instrumental y tecnológica,
contribuye a un mejoramiento del ser humano. El gran destino práctico de la
positividad, al hacer al hombre fin último de todo saber, postula también una
ciencia de lo social, lo moral y lo político, unificada por Comte en la sociología,
con sus técnicas correspondientes. Sin embargo, las precisiones de Comte, no
pueden evitar la idea de utilidad asociada al conocimiento interpretado en el
sentido pragmático de conocimiento aplicado y tecnológico.
3) Certeza frente a indecisión, revela el utopismo y refleja el exceso de
optimismo que anima a Comte, y como tal hay que relegarlo al cajón de las
grandes ilusiones no confirmadas por el fallo inapelable de la historia, lo cual no
es óbice para que no sigan formando parte del repertorio ideológico de la
modernidad, con aggiornamentos continuados (Alsina, 2000).
4) Precisión frente a vaguedad. El gran desarrollo de la tecnología y la
revolución industrial no podían fundamentarse en conceptos vagos y confusos,
y así nos habla Comte del "grado de precisión compatible con la naturaleza de
los fenómenos" y de que "el pensamiento de una acción final recuerda siempre
la condición de una precisión conveniente" (Alsina, 2000).
5) Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra de absoluto.
Ambas acepciones permiten la entrada a un nuevo tema: El sentido histórico,
ya que la historicidad del hombre, junto al nacimiento de la Sociología,
vislumbran el más profundo hallazgo del Positivismo. La historicidad del
hombre plantea la relatividad del conocimiento: "El estudio de los fenómenos,
en lugar de poder llegar a ser, en modo alguno, absoluto, debe permanecer
siempre relativo a nuestra organización-oposición" (Alsina, 2000). Es decir que
la valoración de una teoría científica deberá hacerse en función de las
circunstancias históricas que la rodean. Al descubrir la historicidad del hombre,
Comte descubre también la historicidad de la ciencia. Como consecuencia
directa de este relativismo e historicismo se plantea por primera vez la
existencia de la Historia de la Ciencia como disciplina autónoma; pero los
propios dogmas del Positivismo frustran en parte las expectativas de un
descubrimiento tan importante como es la historicidad del conocimiento. La
ciencia se contextualiza en función de su época, de su momento histórico, pero
a su vez, este momento histórico se ve siempre en relación con el Gran final,
con el advenimiento del espíritu positivo, y al llegar aquí el movimiento de la
historia se detiene, y lo que era relativo deviene ahora en lo absoluto. Además,
la creencia de que la historia tiene un motor propio se traslada también a la
historia de la ciencia, deduciéndose de aquí que la ciencia tiene un movimiento
propio y autónomo de su entorno social e histórico.
Finalmente se tiene como una temática fundamental en el discurso positivista:
la unidad de la ciencia. Comte la vincula, directamente a la dinámica social,
reafirmando una vez más la tesis de que el Positivismo es, más que una
Filosofía o una Filosofía de la Ciencia, una Teoría de la Historia. Los
compartimentos estancos del conocimiento humano, que llamamos las
ciencias, deben articularse en una superior unidad, una unidad sistemática
determinada por su origen y destino común. En la mente humana esta
unificación dará lugar a la armonía mental, de tipo universal, a la que aspira
Comte, y esto se producirá indefectiblemente cuando la totalidad de los
conocimientos humanos hayan alcanzado el estado positivo.
Pero además de definir este ideal de la unificación de la ciencia, que sus
herederos neopositivistas han intentado llevar a la práctica, Comte clasifica y
jerarquiza las ciencias, añadiendo además una discriminación entre las
auténticas ciencias, las positivas, y las que no lo son. La psicología, por
ejemplo, no es admitida entre las ciencias. Partiendo desde su base
matemática, las ciencias positivas son jerarquizadas según su grado de
generaIidad decreciente y de complejidad creciente: astronomía, física,
química, biología y sociología. Esta ordenación es a la vez lógica, histórica y
pedagógica. Nos indica el orden en que han ido apareciendo las distintas
ciencias, nos indica a la vez la lógica interna del proceso según los dos
parámetros arriba indicados, y nos indica también el orden en que deben ser
enseñadas en una educación positiva. Respecto al orden histórico cabe añadir
el comentario de que no responde a la realidad: las distintas ciencias no han
aparecido en el orden que Comte quiere imponer. Otra vez la especulación, el
debe ser, la deducción a partir de unos postulados se impone sobre la
observación: de nuevo triunfa la metafísica.

El desarrollo de la técnica y el progreso de la ciencia acreditaron el estadio


positivo de la ciencias naturales junto al dinamismo que supuso la teoría
evolucionista de Darwin, la cual fue avalada en la compendiosa obra de H.
Spencer cuya directriz esta fundamentada en la evolución natural, en virtud de
una ley que rige el paso de lo homogéneo a lo heterogéneo, de lo indefinido a
lo definido, de lo simple a lo complejo. Spencer aducía, que la evolución se
aplica a todas las formas de la existencia cósmica y a todas las ciencias, en
general integración de materia y disipación concomitante del movimiento;
desde este punto de vista, es un fenómeno mecánico, evidenciable en la
biología cuando muestra, el paso de lo homogéneo a lo heterogéneo en la
transformación de las células fecundadas en organismo vivo. En la psicología
explica la génesis de los procesos psíquicos por una adaptación progresiva de
un estado interno, simple al principio, a un medio que cada vez va siendo más
complejo; dicha adaptación origina las diversas funciones mentales. En cuanto
a la sociología, Spencer señala que en todo organismo social y en cada órgano
en particular (en la familia, en el Estado, en la Iglesia), existe una complejidad
creciente y una densidad cada vez mayor. Dada la radical identidad de la
sustancia universal, todos los fenómenos de la naturaleza forman una serie en
la que no hay lugar a fisuras, ni a ninguna creación: los hechos psico-
sociológicos nacen de los hechos biológicos y estos a su vez, nacen de los
fenómenos físicos y cósmicos; la creciente complejidad es suficiente para
explicar la aparición de los reinos superiores.
No obstante, Mill consideró necesario crear un método que permitiera la
indagación de dichos fenómenos de manera positiva, postulando el método
inductivo como vía científica del conocimiento. Considera que la experiencia
suministra los datos, los fenómenos.
CUATRO REGLAS PARA AVERIGUAR SUS ANTECEDENTES:

• La Concordancia: que consiste en la observación de un fenómeno y su


circunstancias antecedentes, si las cambiamos todas menos una y el
fenómeno sigue dándose, la conclusión es que esta última circunstancia es
la causa del fenómeno observado.
• La Diferencia: si se suprime una circunstancia antecedente y, como
consecuencia, desaparece el fenómeno, se puede afirmar que tal
antecedente es la causa del fenómeno.
• Los Residuos: llegado el caso en que se conoce la causa de una parte del
fenómeno, se debe considerar que el resto del fenómeno se debe a causas
desconocidas aún.
• Las Variaciones Concomitantes: consiste en partir de los hechos y,
mediante el uso de la inducción, llegar al establecimiento de las leyes
físicas; es decir, cuando un fenómeno varía en función de otro, se podría
afirmar que de tal fenómeno es efecto del segundo.
Mill funda su ciencia social en la voluntad y la creencia, toma el egoísmo como
el principal motor de las relaciones humanas, considera los valores religiosos
como simple colaboración, en los que la marcha del hombre va en la búsqueda
moral.
Afirma que el hombre ante las necesidades materiales descubre que no existen
soluciones espirituales, sino que esas soluciones se encuentran en la
Sociología. La lógica la declara como una ciencia de prueba, lo mismo que a la
Psicología como ciencia moral. Ya que, establece que: "La observación y la
experimentación, por profunda que sea, no puede conducirnos al conocimiento
absoluto de los fenómenos. Hay que partir, por tanto, de un cierto relativismo
cognoscitivo.
ACTUALIDAD DEL PENSAMIENTO
El Positivismo en la actualidad tiene influencia en muchas personas y lugares,
que sin ser conscientes, se sitúan en esta línea de pensamiento.
Definitivamente, hoy lo social y teórico pierden más espacio que ganan lo
matemático y comprobable. El Positivismo por sus bases empíricas rechazan
todo lo que no se pueda comprobar desde la óptica humana y eso pasa en
nuestros días, el hombre cada vez más acostumbrado a la técnica y a la
manera de mostrar las cosas, a través de laboratorios e investigaciones, se
hace más inverosímil ante las tesis de pensamiento y las especulaciones.
El gran desarrollo de la ciencia en los últimos siglos le ha permitido al
Positivismo posicionarse en nuestros días como una disciplina de verdadero
conocimiento, que mirando atrás, puede situarse con muchos adelantos y
muchos logros, ya que lo que se vende, lo aceptado y lo creíble para nuestros
días, es solamente lo que se puede comprobar por algún proceso positivo.
Las ciencias que han rechazado el Positivismo hoy no despiertan ningún tipo
de seguidores, ya que la conceptualización tan propia en otras épocas, donde
fueron aceptadas y tenidas como fuente de conocimiento, hoy más que nunca
son cuestionadas y tildadas de troncadoras del verdadero saber, y esto gracias
al Positivismo.
De todas maneras, el pensamiento positivista, ha influido en la actualidad, en
especial en nuestro continente donde todos los países han sido marcados por
estas ideas, sobretodo en el campo político y en países subdesarrollados,
buscando formas de progreso. En Latinoamérica, se tiene un peculiar caso, y
es que la tradición positivista de corte inglés será el telón de fondo de una
concepción neoescolástica de la vida, tanto política como social.
Sin embargo, a pesar de las influencias efectivas del Positivismo en la vida
espiritual latinoamericana, no se puede afirmar que tal influencia posee un
carácter reflejo, pues ya existía en nuestros países un autóctono Positivismo,
que empieza a germinar a partir de la crítica de la escolástica y la teología
colonial. Es más, el Positivismo fue instrumentalizado por un afán de sus
seguidores de imprimirlo a las específicas situaciones históricas. Se arraiga de
manera profunda dicha actitud positivista en la mayoría de nuestros
pensadores, también siendo su reacción muy extraordinaria.
EL POSITIVISMO Y LAS CIENCIAS SOCIALES
El método comparativo adquiere en Sociología la denominación de método
histórico, fundamento del sistema de la lógica positiva. La comparación
histórica de los diferentes estados consecutivos de la humanidad, junto con su
desarrollo racional, conformarán el fondo de la ciencia política.
El principio positivo resulta de la influencia de las generaciones humanas
precedentes sobre las siguientes. Siendo la acumulación de estas influencias lo
que constituye el desarrollo social, objeto de nuestro estudio. A primera vista
este estudio puede parecer una prolongación de la historia del hombre, pero a
medida que observamos como evoluciona la sociedad va adquiriendo su
específico carácter científico. No se trata exclusivamente de dinámica social,
también hay estática social; pues la existencia es causa de la evolución.
El aspecto lógico que encierra el positivismo en el ámbito de la Sociología le
permitirá perfeccionar toda la filosofía natural, pues es característico de este
método proceder desde el conjunto hasta el detalle.
En el nivel práctico mostrará la propiedad de desarrollar el sentimiento social al
recordarnos la influencia que ha ejercido el encadenamiento de los hechos
pasados en la realidad actual.
Esta nueva filosofía política servirá para devolver a la historia sus derechos
científicos sobre sus especulaciones sistemáticas referentes a la sociedad, ya
que se desprenderá de los antiguos razonamientos de la metafísica.
LA LEY DE LOS TRES ESTADOS.
Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos,
tanto en el individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados,
fundamento de la filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y
una filosofía de la historia. Estos tres estados se llaman:
• Teológico.
• Metafísico.
• Positivo.
• Estado teológico
Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los
principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres
fases distintas:
• Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder
mágico o divino.
• Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para
trasladarla a una serie de divinidades, cada una de las cuales presenta un
grupo de poderes: las aguas, los ríos, los bosques, etc.
• Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan
reunidos y concentrados en uno llamado Dios.
En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la
humanidad. Es también, la disposición primaria de la mente, en la que se
vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que
el espíritu humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel
histórico del estado teológico es irremplazable.
• Estado Metafísico:
O estado abstracto, es esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa
intermedia entre el estado teológico y el positivo. En el se siguen buscando los
conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los
seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no recurren a agentes
sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre de
ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo
distinto de las cosas, si bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente
que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así
como en el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de
Dios, aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta
unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del estado
metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al estado
positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de
llegar a la adultes.
• Estado Positivo:
Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación.
La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y
sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es
inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado:
es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante
las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes
de los fenómenos.
EL CARACTER SOCIAL DEL ESPIRITU POSITIVO.
El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de un
saber positivo es la condición de que haya un autoridad social suficiente, y esto
refuerza el carácter histórico del positivismo.
Comte, fundador de la Sociología, intenta llevar al estado positivo el estudio de
la Humanidad colectiva, es decir, convertirlo en ciencia positiva. En la sociedad
rige también, y principalmente, la ley de los tres estados, y hay otras tantas
etapas, de las cuales, en una domina lo militar.
Comte valora altamente el papel de organización que corresponde a la iglesia
católica; en la época metafísica, corresponde la influencia social a los legistas;
es la época de la irrupción de las clases medias, el paso de la sociedad militar
a la sociedad económica; es un período de transición, crítico y disolvente; el
protestantismo contribuye a esta disolución. Por último, al estado positivo
corresponde la época industrial, regida por los intereses económicos, y en ella
se ha de restablecer el orden social, y este ha de fundarse en un poder mental
y social.
EL POSITIVISMO Y LA FILOSOFIA.
Es aparentemente, una reflexión sobre la ciencia. Después de agotadas éstas,
no queda un objeto independiente para la filosofía, sino ellas mismas; la
filosofía se convierte en teoría de la ciencia. Así, la ciencia positiva adquiere
unidad y conciencia de sí propia. Pero la filosofía, claro es, desaparece; y esto
es lo que ocurre con el movimiento positivo del siglo XIX, que tiene muy poco
que ver con la filosofía.

Pero en Comte mismo no es así. Aparte de lo que cree hacer hay lo que
efectivamente hace. Y hemos visto que:
1. Es una filosofía de la historia (la ley de los tres estados).
2. Una teoría metafísica de la realidad, entendida con caracteres tan
originales y tan nuevos como el ser social, histórica y relativa.
3. Una disciplina filosófica entera, la ciencia de la sociedad; hasta el punto
de que la sociología, en manos de los sociólogos posteriores, no ha llegado
nunca a la profundidad de visión que alcanzó en su fundador.
Este es, en definitiva, el aspecto más verdadero e interesante del positivismo,
el que hace que sea realmente, a despecho de todas las apariencias y aun de
todos los positivistas, filosofía.
EL SENTIDO DEL POSITIVISMO.
Esta ciencia positiva es una disciplina de modestia; y esta es su virtud. El saber
positivo se atiene humildemente a las cosas; se queda ante ellas, sin intervenir,
sin saltar por encima para lanzarse a falaces juegos de ideas; ya no pide
causas, sino sólo leyes. Y gracias a esta austeridad logra esas leyes; y las
posee con precisión y con certeza.
Una y otra vez vuelve Comte, del modo más explícito, al problema de la
historia, y la reclama como dominio propio de la filosofía positiva. En esta
relación se da el carácter histórico de esta filosofía, que puede explicar el
pasado entero.

CONCLUSIONES
El Positivismo, es una doctrina filosófica en donde se acepta como
conocimiento válido, el saber científico obtenido a través de la experimentación,
es decir, con la utilización del método científico, se estudian los hechos y a
partir de estos, se deducen las leyes que los hacen valederos. Por ello, el
Positivismo es considerado como analítico, y tiene como características
generales:
Nomotética: porque halla las causas que explican los fenómenos, confrontando
la teoría con la praxis, detecta discrepancias y establece conexiones
generalizables entre variables. Propicia la utilización de un método de
investigación: el método hipotético-deductivo como método científico.
La neutralidad valorativa: como criterio de objetividad.
Sin embargo, esta doctrina, incurre en dos importantes contradicciones:
1)Aunque legitimiza el conocimiento científico, no específica de manera clara,
inequívoca y por tanto positiva en qué consiste exactamente este conocimiento
científico; y 2)Que las más importantes afirmaciones de la doctrina positivista
como la Ley de los Tres Estadios (teológico, metafísico y positivo), no proceden
de la actividad científica ni de la observación, sino de la especulación filosófica
y son por tanto metafísica.
Pero esto, no ha mermado la proliferación de trascendentales descubrimientos
y avances del mundo moderno; los cuales, se deben sin lugar a duda, a la
influencia del Positivismo, siendo uno de sus más importantes hallazgos, el
descubrimiento de la Historicidad del Conocimiento Humano a través de la
Sociología, que permite la jerarquización (orden y progreso) de la Sociedad de
acuerdo a su nivel intelectual, a fin de que estos, reciban una remuneración
acorde a su labor desempeñada. A partir de la Sociología se debe ubicar
cualquier investigación para que exista un orden, ya que la experiencia que
posee el individuo la sustrae de su entorno, y esta transcurre en un momento
histórico, que lo orientará a través del proceso de experimentación científica.
En Venezuela, los diferentes representantes del Positivismo abogan por
modificaciones educativas que debiesen darse desde las perspectivas
metodológicas y de proyecciones que la educación debe tener en la formación
de un ciudadano útil y productivo para la Sociedad. Actualmente el país, se
encuentra en pleno proceso de desarrollo del Enfoque Humanista: nuevo
diseño curricular, proyectos pedagógicos de aulas, proyectos pedagógicos
comunitarios; sin embargo, las investigaciones que se realizan mantienen un
patrón positivista: son cuantitativos-medibles, porque los datos que se extraen
de la realidad, tienen que ser validados utilizando métodos estadísticos.

Universidad de san Carlos de Guatemala


Centro Universitario del Norte – cunor –
Escuela de Vacaciones
Social Humanistica I
Integrantes:

Fredy Orlando Pereira Morales 200743407


Sandra F. Cojoc Picon 200642079
Jaime Alejandro Mo Mo 200640080
Douglas Albert Bac Sierra 200441527
Julio Cesar Morales Riveiro 200743409
Sergio Anibal Macz Caal 200640723
Erasmo Escobar Fernandez 199212410
Luis Fernando Trujillo Muñoz 200511649
Ronal Ferando Xol Bol 200743405

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