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VIII. FERROCARRILES Y ACTIVIDAD PRODUCTIVA “NEN EL NORTE DE MEXICO, 1880-1910 Inversiones extranjeras y division del trabajo al sur del rio Bravo Maio Cerurn, (CAPITALES EXTRANJEROS Y ECONOMIAS DE ENCLAVE A REPERCUSION DE LAS INVERSIONES EXTRANJERAS en las econo- L mias latinoamericanas ha sido, desde hace mucho tiempo, un can- dente tema de debate. Uno de los momentos mas polémicos se planteé en los afios sesenta cuando arreciaron las discusiones sobre las virtudes y los defectos del crecimiento capitalista y, simultaneamente, la Revolu- cién cubana pareci6é mostrar el cambio hacia un tipo de desarrollo alter- nativo. Las controversias de los sesenta se veian estimuladas, adem4s, Por otro componente: la evidente frustracin del proyecto de capitalis- mo aut6nomo que desde los treinta habian lanzado gobiernos reformis- tas como los de Lazaro Cardenas en México, Getulio Vargas en Brasil y Juan Domingo Perén en Argentina. En estos casos, la apuesta sustentada en una industrializacién prote- gida que deberia conducir a la revolucién industrial se habia montado también sobre una explicita impugnaci6n al capital externo. El capital extranjero era sefialado como aliado estn e g tural de los g 1 onfigurado el Estado oligarquico 0 y 1930, e los grandes culpables de! atra lericano (concepcién que, de Paso, coadyuvé a marcar la ideologia nacionalista que impregnaba los movimientos sociopoliti- Cos que pasaron a ocupar el Estado), El Tetorno masivo del capital extranjero durante los mismos afios s€- senta y su inserci6n en el aparato fabril que se habia montado en las décadas previas apagaron la euforia Nacionalista y, por otro lado, brin- daron argumentos Para una nueva impugnacién hist6rica, ahora desde las corrientes llamadas dependentistas, Fue entonces cuando se difundid una Poco certera sinonimia: capital extranjero equivalia a enclave. ES 178 ~~ “SY ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MEXICO 79 ir, su funci6: i one cane cane resultado desarticuladora dentro de las econo- desajustes, desigualdades y sree eat habia servido para provocat Un cuarto de siglo mas ere ncia. abundar, por cierto, en medio entre 1965 y 1975— y el desen le, el trabajo empirico —que no solia de Jos Cilidos debates protagonizados volvimiento de una produccién historio- | fernando Henrique Cardos : Fe Panis be oe enz? Faleto hicieron una alusién explicita al concepto de en- vie en 1969, al difundirse la primera edici Ne Oe exteriad teaulaban Se ae edncia 'y desarrollo en América Latina. Us ultaban o impedian el control nacional del aparts production Tar gone Neng ee Ate fonsiderar de enclave la economia menicata de rast wctivo, Tal premise Reva esos ao- sos cruciales: @) era esencialmente minera en su sector mas Hee XIX, ya que sumaba dos as- Repnento del aparato productive —asi como los transpontes_— no per 8) 1a propiedad de este Wes, Preacupados por los efectos poliicos de la inversion exteriors 94 coriguiente repercusion ext seoneioa de Ee que trataban de aalzat "Vg ete tpn eo ePigjano segundo plano los multiplicadores que podti onenat : wena amplia y novedosa telarafta de TRAE hee ee Ge metalurgia bésica o una red ferroviaria que llegé en 1910 a 20 000 Liseetesds cera (een oe aes a espafiola ¥ alrededor de 20% més que lataliana) A ello ae apeeate como frecuente entre estos grandes ensayistas de la €poca— una poca prolija informacin sobre a secores productivos basicos de México, y en especial sobre la formacion regional de capitalists, de empresas y de grupos burgueses. Cardoso y Faletto fueron crticados por Vania Bambirra a ede be socal por tactal’ a Chile'y Mldeaiey ere lx cotuanias de ciclave oe ui. pios del siglo xx. Aunque con fundamentos precarios, Bambirra acertaba al sefalar que economias fe ese tipo no podrian haber articulado mercados intemos suficientemente desarrollados como para generar brotes significativos de industria fabril, fendmeno que habia sucedido en ambos raises (en particular en México). También acertaba Bambirra al destacar que Cardoso y Faletto fabian realizado un andlisis fundamentalmente sociol6gico (0 sociopolitico), con escaso apoyo cn a historia de las actividades econémicas. Diez aftos antes que Bambisra, Ral Prebisch habia revisado sus crterios sobre la repercusién de las inversiones extranjeras en América Latina. En 1963 procuré diferenciar entre el capital extranjero que producia enclaves y el que podia, efecti- vamente, contribuir al desarrollo de las economias latinoamericanas. Empero, Prebisch se limitaba a decir que el capital de enclaves era el que habia prevalecido durante los afios previos a la indus wilco latinoamercana: "Ea rigor de verdad —acotaba en Hacia wna dindmicg del desarrollo tinoamericano—, se precisa establecer tna clara distincién entre estos dos tipos de capital extanjero: el pretérito, con los enclaves que ain subsisten, y el nuevo tipo de capital que se ‘nrpor esueltmente al proceso intensivo de indusralizacion” La revién de la epercusion [ional de una lnea frrea que en México fue construida por capitals estadownincDers lev6 a Toe ‘mexicanos insinuar un uso distinto del término enclave. Juan Felipe Leal y Apr habia eve Constataban en 1975 que el Ferrocarril Intemacional, en el norte central de sea Tpit keororado una ata proporcin de ramales en su red. Una siruaion sma OST EE SS ineman 72 Qe descendia por occidente. “Podemos aprec : tone gg México —concluian estos autores sus caracteristcas smin Fags ME tUmentan sus funciones de vinculacién regional y nacio Ranbios Bedencia y desarrollo en América Latina, 14a. ed., México, i ia italismo dependiente latinoamericano, 5a. ed. México, Siglo X00 eat 4ina dindmica del desarrollo latinoamericano, 18. reimp» MAX, 1 Union Pacitc ago resaiales en los ferrocartiles mexicanos: el consoreo Souther Dace: ferencias a pace ‘Revista Mexicana de Clencias Politicas y Sociales, vol. 62, 197%. 2 temadas de anger de los ferrocarrles espanoles e itaianos 2 principio Sel si OS DI “at, Alanna Biggez Mendoza, Ferrocariesy cambio conic? ©” para, ; of CULV A EN Eh et wee MERIC s Y ACTIVIDAD PRODU' 180 FERROCARRILES Y A‘ : fi ional enfocada en Jas actividades econdmicas Permite alice: repos iscusi6n. eanteut algunos elementos de esa dis irate B —que fue usado de manera indiscriminada__ ido recuperado, para someterlo a revision, por ee eatores dedicg. si i i . dos a la historia economica. Su empleo no tiene que ligarse, necesaria, las operaciones del capital extranjero. Su aplicacién mente, a definir actividades incapaces de prog, : 4 i cambi efect fiplicadores, hacia atras o hacia adelante, y de genera fectos multip! ; ae pacios-econdémico de unsiema prducinn qu iende a converte en nacional En ese sentido, pueden ser tan generadoras de enclaves las inversiones nacig. nales? como las provenientes del exterior. La historia econémica de espacios regionales en sociedades como la mexicana, a la que dedicaremos los pr6ximos parrafos, presenta numero- sas evidencias de lo inadecuado que result6 definir las inversiones ex. tranjeras —por el solo hecho de serlo— como simples generadoras de enclaves. 'D te. LOs FERROCARRILES EN MEXICO Los ferrocarriles fueron, en el México porfiriano (1876-1911), un drea par- ticularmente ocupada por inversiones extranjeras. Aunque hubo excep- ciones —y notables, como el tendido de las redes férreas en la peninsula de Yucatin—, podria afirmarse que fueron los capitales provenientes de! exterior (con fuerte predominio estadounidense) los que definieron sus trazados troncales, sus grandes lineas, Una mirada global sobre el sistema porfiriano permite extraer de in- mediato cuatro conclusione: Sus tramos v¢ ca ~4) sus tramos vertebrales-apuntaron hat I frontera norte, is ‘on con las redes que bajaban de los Estados Unidos: beste hecho supuso que la enorme porcién centro oriental del norte (desde las lad jn idental has- ta el Golfo, y desde leras de la Sierra Madre Occiden! San Luis Potosi h; io Bra iera el] ma yor kilometraje det asta el rio Bravo) absorbiera el" ? La mineria de} estaflo, en la Bolin ° ejempio impresi , livia de la prim i iS ee ‘empl impresionate de propiedad nacional gene cel sil, poaa adopt mn ES DAMSNILES Y ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MENUS = dido hacia (o desde) los Estados Unidos incluyé la Agil articulacion de ee espacio nortefio con las zonas centrales —las mas pobladas— lel pais. Conclusiones conexas o que derivan de las indicadas podrian ser las que siguen: D México fue el tinico pais latinoamericano que configuré un siste- ma ferroviario que apuntaba de i i rontera jerestre. Aunque-inicialmente la_proyecci6n era hacia su tradicional erto all 7 ‘que parécts i | modelo nor- mal en el resto de América Latina), el peso de la economia estadouni- dense —y el dinamismo de los capitates-participantes en su gigantesca red de rieles— llevé a buscar el rio Bravo, en lugar de concentrarse en el mar. 2) Por ello, la economia mexicana era la Unica en América Latina que contaba con la oportunidad de ligarse por medio del ferrocarril a una sociedad que protagonizaba la segunda revolucion industrial (ma- pa VIII.1). Y junto con Ja canadiense eran las Gnicas en el mundo en conectarse, por ese medio, con el mas grande mercado nacional creado por el sistema capitalista en toda su historia. 3) La porci6n centro-oriental del norte fue donde repercutieron estas relaciones, Su posicién geografica facilitaba los vinculos con el area de mayor desarrollo en la América del Norte: la franja centro-este de los Estados Unidos. Ader i caniaben anwercano (El Pasa Eagle Pass, Lared0 BION oy en Texas, uno detos-estades “von mayor crecimiento_economico y LOS RIELES DEBAJO DEL Bravo Sise observa con atencién (mapa VIII.2) el trazado de las lineas férreas que se establecieron en los siete estados componentes del gran norte centro-oriental} se podria concluir lo siguiente: 1) El trazado norte-sur dominaba este espacio. Las lineas fundamen- tales descendieron —como prolongaci6n de los sistemas estadounidense y texano— formando visibles callejones en la geografia mexicana. + Chihuahua, Coahuil esr Coat, Nuevo Leon y Tamaulipas, en el extremo norte, todos colindantes con range, San Luis Potosi, en el interior. ‘ sob mwemomunus TRURY conan Ue Sane Ti esaes onuensus te eee ‘US Ue uefen ezepueis o OPTED A weiEH zorecus, wav . a py econ resting, INIA VAY, sopiury sopwisy so] & OPW Op soLMacaas sPUUaISTS sen ap (16D) % Mara VIIL2. Los ferrocarni les en el norte centro-orient fal (1910) »)») 4 " iro ) 2 Ta 7 4 Bute) f San Luis potos! ; Unites entre estados —.—-— Ferrocarriles ao 10 fue éste, sin embargo, el tinicg fe, ass desde la década de 1880, Fy ae dos cruciales nudos en el entramadg: 2) Aunque muy importante, " © fruto del trazado que sé mae indica el surgimiento de al men' Torreon 2 6 i (Nuevo Leén). Un tercer ean calientes y San Luis Potosi, mas a! sur. eC) Dia canacteritica comin de cada nudo de comunicaciones proving de que una o mis de las grandes lineas lo cruzaban hacia el sur (o ha. ‘ lelamente, Torre6n, M Y San Luis Potoss seas ered eramnerts negabe importncs Mamet Lui i alli 2 a fico que Tui ente las Teriles tiers algodoneras de La Lames’ ciudad que instal6é la primera planta siderdrgica integrada de América Latina. Ademis, gracias al Ferrocarril Internacional (que descendia de Piedras Negras/Eagle Pass), Torreén se vinculé a la capital de Durango, €n tanto que una de sus salidas hacia Monterrey lo unia con otra capital, Saltillo. Monterrey, por su lado, al reforzar la integracion de Tampico a toda la red, abria otro conducto hacia el Golfo. 4) Estos tieles horizontales —de este a oeste— desempefiaron un pa- pel muy importante en la unificacion de areas Productivas situadas en el norte de México. Junto con los ramales menores (especialmente insta- lados para penetrar o recorrer comarcas especificas como las mineras, las forestales, las del carbon o del algod6n), cubrieron en principio una funcién dinamizadora de la actividad €conémica, aunque en no pocos casos el riel sdlo siguid al Propio sistema productivo. SAI circunscribir nuestro objeto de estudio al gran norte centro-orien- tal mexicano, es imprescindible agregar el sistema de rieles texano, por {res razones: 4) porque se trataba de una muy densa red: para 1910 Texas sumaba mis kilometros que todo México;4 6) Porque sus ferroct- tiles eran fu ara enlazarse con rapidez al poderoso i : Ps srandes Lanae Dimsivo Medio. Oeste agropecuario-ubles jo los Orleans; y c) porque las actividades t exanas —que de la ganaderia y ¢! . Texas sumaba alrededor de 3 000 kikimetros de oe) netros. Al retirarse Porfirio Di t , mientras que en spiced a los 20 000 kilémetros. §. G, 7 ‘© Diaz, la ted ferroviaria mexicana s¢ apt : 1981, p.517 0 & Reed, A History of the ‘Texas Railroads, Nueva York, Arno PES ‘ont importancia aglutinaba Aguas. * Hacia mediados de la década de 1870, 1890, la red habia superado los 12 000, FERROCARRILES Y ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MEXt Ico Aunque dependiente de las lineas troncales, la red se bifurco para en. war las Zonas de mayor potencial productivo y | a Jaciones preponderantes: Chihuahua con Paso. dln jusre2), Jiménez, Parral y Torre6n; Torre6n con Piedras Negras, Moe clova, Durango, Fresnillo, Zacatecas, Aguascalientes, Parras, Saltillo ; Monterrey; Monterrey con Nuevo Laredo, Lampazos, Matamoros ling, res, Ciudad Victoria, San Luis Potosi y Tampico; Tampico con San Lui Potosi y Aguascalientes. us En fin: las comarcas productoras de minerales ( lomo, hie: plata, oro), de carb6n, de algodén (fibra y semilla), de ‘madera, paa yule, ixtle 0 trigo, asi como las ganaderas y citricolas, se vieron atravesa- das, entrecruzadas 0 tocadas por el camino de hierro.5 Su arribo Provocé, alteraciones fundamentales en no pocos lugares, o terminé de desatar- las en otros. Si en La. Laguna el ferrocarril lleg6 después que el algodon,* en la comarca citricola del sureste de Nuevo Le6n se perfilé como una de las causas especificas para que los naranjos reemplazaran cultivos y producciones mds tradicionales (maiz, cafia de azticar, piloncillo).? + Mario Cerutt, Burgueséa, capitules e industria en ef norte de México. Monterrey y su dmbito regional (1850-1910), México, Alianza Editorial/Universidad Auténoma de Nuevo Ledn, 1992, cap. 4. * La producci6n especializada de! algodén se desenvolvi6 en la comarca lagunera desile co- mienzos de la década de 1870, estimulada por capitales mercantiles de Monterrey, Saltillo, Duran- 40, Chihuahua y la ciudad de México, El ferrocarril, que arribé en la primera mitad de la década de 1880, ampli las posibilidades de penetrar en los mercados textiles del centro de México ¢ indujo a multiplicar los cultivos. Facilit6 asimismo la instalacion 0 expansi6n de fabricas en Gémez Pala- io y Torreén (entre las que sobresalié la Compania Industrial Jabonera de La Laguna, que trans- formaba la semilla del algod6n). Véase Barragin y Mario Cerutti, Juan Brittingham y la industria en México, Monterrey, Urbis Internacional, 1993; Cerutti, “El préstamo prebancario en el noreste de Mé- xico. Las actividades de los grandes comerciantes de Monterrey (1855-1890)", en Leonor Ludlow y Carlos Marichal (comps), Banca y poder en México (1800-1925), México, Enlace/Grialbo, 1986; Ce- ‘numti, “Actividad econémica y grupos empresariales en el norte de México a. comienzos del siglo xx. ge Chihuahua-La Laguna-Monterrey”, ponencia presentada en el Ill Encuentro de Historia Bos némica del Norte de México, Durango, mayo de 1993 (mimeografiado); Manuel Plana, Ea cotone in Messico. La struttura agraria de La Laguna (1585-1910), Mitin, Franco Angeli Eatore, 1984, ” Sobre los cambios en los culivos que se dieron en esta porcién del estado de nuct etn sobre el desenvolvimiento de la citricultura, puede consultarse Jose antonto.¢ en Nano Citicutura en Montemorelos. Sus inicios (1890-1910)", en Mario Cerutt (coo oan eye ae ein, el Noneste, Siete estudios bist6ricos, Monterrey, Universidad AuiOnom £1 EN “B Valle del Pii6n: riego, produccién € impactos socioeconomicoe TAT yo neq. omp.), Agua, tierra y capital en el noreste de México. La region CRTC A Ty contticto, 1940), Monterrey, Universidad AutGnoma de Nuevo Leon, 1991; i aes Ls HES) Social en la region citricola de Nuevo Le6n (1880-1910), Siglo CAC saci Luis Mora, Universidad Autonoma de Nuevo LeérvInstiruto de Investigaciones PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MEXICO. transporte decisivo para que —pese T onieiarvers debajo del Bravo un Spi ey, Torreén, Gomez Palacio, | 186 FERROCARRILES ¥ ACTIVIDAD Fue un medio de comunicaclon al vacio demogrifico norteno— de trabajo Monterey acho (en Coahuila, aes niga — casos abrupta— su ni a fal =e El ferrocarril poblaba algunas Areas y vacia Tos ‘estados de San Luis Potosi, Zacatecas y Durango quedaron, asi, conver. tidos en satélites por una periferia mas dindmica, y sus hombres jéve. nes partieron para ocuparse en otras 4reas de! norte, o en Texas, Las dos lineas ferroviarias que atravesaron el norte centro-oriental — el Central y el Nacional— formaron grandes callefones que descendian desde los Estados Unidos y convergian hacia el centro del pais, Pero, junto a ellas, hubo otras dos que, pese a sus funciones internacionales y nacionales—, desem| i “ trocar] del Golfo, que unia Monterrey con el puerto de Tampico, y el Ferroca- il Internaci j a Torreén y eqnec- taba con la ciudad de Durango. La ultima parte de esta sintesis se dedi- cai Sematbirel Renocaml inemacional ¥ Sus repercusionés. EL FERROCARRIL INTERNACIONAL (1884-1910) Juan Felipe Leal y Antonio G4lvez escribieron lo siguiente sobre esta importante via:* Ua muta concedida al Ferrocarril Intemacional Mexicano es una de las mis F micas de la época. Su seccién none cruza una rica region carbonifer Y metalirgica; su seccion central comuni le6n (1920-1935)", en Monterrey, Nucoo Lage oe ssaracion de la burguega ctcola en ver Una mid Taare, ico de Nuevo Lea Coun ise aa. objetivo de abaaieees af mercado oe a produccién es Juérez y Miguel Gonzalez Quiroga, “Capitalistas oo 7 PUCde encontrarse en Juan fo Vague? son’, en. ‘le6n, on ce eamericanos en Monterrey: J ‘A. Rober , Nuevo * Juan Felipe Leal y Antonio Galver Gu; nos: ef consorcio ific-Union 2, GTUPOS empresariate rile Pie ae ea BI es eee So noma de México, 1975, p. 93. e FERROCARRILES Y ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MEXICO 187 vinculado al imperio constituido por el magnate Colis Potter Hunt- on y 2 la poderosa red del Southern Pacific (que tras descender por ll fornia cruzaba todo el sur de los Estados Unidos hasta tocar Galves- tony Nueva Orleans), el Internacional habilit6 su primer tramo en mar- pode 4984: casi 240 kilometros entre Piedras Negras y Monclova, en pleno desierto coahuilense. Su evoluci6n queda indicada en el cuadro vill. Cuapro VIII.1. Avance del Ferrocarril Internacional (1884-1906) er Kmen Alo explotacion Legaba a Ramales por 1884 238.2 Monclova = 1885 273.5 Sur de Castafio sok, 1888 636.3 Toren Cuenca carbonifera 1890 659.5 Torreon Comarca algodonera vIV92 695.4 Pedricefia (Dgo.) Velardefia (minas) x92 922.2 Durango 1995 989.7 Durango Cuatro Ciénegas 18% 1060.6 Durango Cuenca carbonifera/ comarca algodonera 1898 1176.1 Monterrey Desde Reata/incluye FFCC Minero a S. Pedro 190 1364.4 S. Papasquiaro(Dgo.) _— Areas mineras y forestales 1902 1415.9 Guanacevi (Dgo.) Idem 1906 1438.9 Cuenca carbonifera Furmres; Archivo General de la Naci6n, Secretaria de Comunicaciones y Obras Publicas, Ferro ‘aril Imemacional, informes anuales (1884-1910). Para el afio de 1909, el total de las lineas troncales sumaba 985.9 kil6- Metros, mientras que los ramales ascendian a 470.3, es decir, casi 50% del total de kilometros en explotacién. De acuerdo con la division men- cionada, se deben de haber considerado como troncales los trayectos Negras-Torreén-Durango (869.7 kilémetros) y Reata-Monterrey (116.4). Por otra parte, entre los ramales (mapa VIII.3 ) se inclufan los ™encionados en el cuadro VIII.2. Si bien hacia 1886 —cuando sus rieles apenas cubrian un tramo de huila— la empresa dijo tener una carga total de poco mas de 55 000 ‘oneladas, para 1902 habia superado el millén anual y en visperas de la Mapa VIIL3. Ef Ferrocarril Internacional (1906) Paso del Norte (Ciudad Juarez) ESTADOS UNIDOS Rosita Piedras Negras ; Chinuahue / COAHUILA Limites entre estados Ferrocarril Internacional FERROCARRILES Y ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN EL NORTE DE MEXICO 189 CuADRO vill.2. Ramales del Internacional: Jongitud y caracteristicas aas-Hondo 19,7 6 Sines : Cuenca del carbon Nonlova-Custro Ciénegas be Agricultura/mineria Homos-San | 3.1 Comarca algodonera oros-Tlahualillo 70.0 Comarca algodonera -Bermejilo 225 Algod6n/mineria Km 116-Rosita 16.9 Cuenca del carbon em 118-Carbon 6.0 Cuenca del carbon pedricefta-Velardetia 9.3 Mineria/metalurgia purango-Guanacevi 217.2 Mineria/bosques popes: Véase el cuadro VIII. Revolucion se aproximaba a los dos millones de toneladas (véase el cua- dro VII.3). Es interesante remarcar los componentes bisicos de lo que transpor- taban sus vagones. El concepto central, en peso, era —como podria suponerse— el grupo de minerales. Pero una parte sustantiva de ese sector era ocupada por el carb6n, destinado centralmente al consumo interno. Destacaban asimismo los productos agricolas, la madera y el ganado. Entre los primeros sobresalian con amplitud los cereales y el algod6én (y su semilla). El ganado vacuno era el fundamental del sector pecuario. Una llamativa participacin mostraban articulos que suponian fa trans- formaci6n industrial: harina, aceite, azticar. Un segmento que requeriria un andlisis particular es el que se deno- minaba maquinaria: ademas de sefialar una participacion evidente en el tréfico, podria indicar transformaciones importantes en el aparato pro- ductivo y en la incorporaci6n de tecnologia que propiciaba el ferrocarril. _Iejos estaba dicha carga de mostrar —o demostrar— qué el Interna- ional fuera un simple acopiador de materias primas para la economia estadounidense. Menos atin, por cierto, que funcionara como un simple Senerador de enclaves productivos incomunicados entre si y con el res- ‘ode una economia que —por el contrario— tendia a adoptar un entra- mado nacional. f los Primeros consumidores del carb6n de Coal cartes y las plantas de funcién de Monterrey, A Potosi y Chihuahua. huila eran los propios guascalientes, San ACTIVIDAD PRODUC TINS © i ee: wtados por el I Cuapro VIIL3. Carga 9 pasar ee eee 877 10411 $2 et 733 35690 9796453 ies 6363 116 561 41170 + 28.434 190 544 53194 39342 1889 636.3 . 1890 6173 222 856 59 327 44 269 1891 658.3 216 465 64641 51483 1892 922.2 390 802 60975 45.346 1893 922.2 335 200 74577 «57062 1894 922.2 376 734 77 456 59152 1895 990.5 469 672 102858 77289 1896 1060.6 525 952 111480 * 74.083 1897 1060.6 561 637 129 107 81329 1898 1176.1 602 165 169142 ¢ 13713 1899 1198.6 741 230 213276 = «(160827 1900 1364.4 770515 229391 © 164 47 1901 1364.4 860 201 213736 = 148 142 1902 1415.9 1019 065 231251 156 221 1903 1415.9 1180 416 237964 © 168 151 1904 1421.9 1179 681 241135 © 169 330 1905 14219 1162 222 264 559 184901 906/7 1438.9 1509 553, 470 349» 338 614° 08/9 1438.9 1.434741 429120 © 317 443 09/10 1438.9 1892271 439 378 - 327 332 Fuentes: véase el cuadro VITI1 : * A partir de 1906 se alude al afto fiscal. No se menciona mis la tercera clase en : bas cifras se refieren a segunda. No se encontraron datos del aio 1907-1908. an Ia Laguna, hacia fines de siglo, no s6lo producia casi 75% del algo- dén mexicano, sino que virrualmente la totalidad de fa fibra se destin ba a las fabricas textiles de Orizaba, Puebla, el valle de México, Coahuila, Durango y Monterrey. § : La semilla de algodén era transformada en una elevada proporcion en aceite, jabin y glicerina por la Compafiia Industrial jabonera dela Laguna (Gémez Palacio), a la que estaban asociados log propies agt- cultores de la comarca regada por los rios Nazas y Aguartaval. Mas dé —_— Oe ee ayn ; juccién jabonera (que incluia alimentos i Aque Para animales got deb ee para transformacién industrial) convergia hacia un pe post eno en pleno proceso de articulacién y desarrollo, ot) roids’ del mineral de hierro que brotaba del cerro de Mercado, oe jpmediaciones de la ciudad de Durango, era empleado por la en 4 Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, la mas grande erirgica creada Por capitales privados en América Latina has- planta nda Guerra Mundial (y que producia exclusivamente para el ob mexicano). pinerales plomosos y cupriferos —con componentes variables e010 de plata— eran cargados rumbo a las mismas plantas de meta- iui, de después de ser convertidos en metales marchaban hacia ytacion. oe talaciones mineras, brotes fabriles como los de Monterrery y 1 , y el proceso de urbanizacién que se vivia en diferentes esta- dos, par su lado, gestaban fuertes demandas de maderos y, por ello, es- tim la explotaci6n intensiva de la ladera oriental de la Sierra Ma- dre Octidental. En quanto a pasajeros, su numero subié de unos 10 000 en 1886 a poco menos de 500 000 en 1907. Obsérvese en el cuadro VIIIL3 la alta proporcion de pasajeros de tercera clase: podria considerarse un indi- cador m4s sobre la circulaci6n de fuerza de trabajo que se manifestaba enel norte oriental del pais, zona en la que el mercado de trabajo libre operaba de manera nitida en los afios iniciales del siglo xx. (COMENTARIOS FINALES Hiendido de ferrocarriles como el Internacional respondié y —a la vez— adiv6, en el norte mexicano, una clara division del trabajo, que podria manifestarse ya entre zonas productivas, ya entre empresas.’ Eemplos de lo primero serian la cuenca del carbé6n, en el valle del "9 Sabinas y sus alrededores; la comarca algodonera bafiada por rios Me bajaban de la Sierra Madre Occidental, y la zona citricola del sures- Nuevo Le6n. Casos de empresas de alta especializacion, que gesta- ‘formes demandas de materias primas dentro del mismo norte, eran 5 ona spe ratios: Wa estudio segi0- 8 Monter ‘Divisién capitalista de la producciéa, industrias y mercados interior. Un estudio 1a ‘Soran 1910", ‘en El siglo xx en México. Cinco procesos regionales, México, Claves 198< FERROCARRILES ¥ AGT" 0" la Co = etalungia pesada de Mon Fidipetan Jabonerg las plantas de meta onterrey 0 Cementos Hidalgo Cubicada g de La Laguna, la i conterrey). SUS productos podian Orientarse hacia q cos kilémetros de iS (plomo, cobre, alimentos para animales) o a) ie nse ‘P idrio, jab6n, glicerina). mercado estadounide! ata cional (hierro y acero, C& files imprimi6 dinamismo y mayor eficacia A i ferrocai ; El tendido de los los intercambios (en especial entre Propie. s relaciones, multiplic6 s ‘ forbs yduehos del capital) e hizo crecet de manera abrupta los mukipl, adores y eslabonamientos productivos. Al unir él gran norte cent, oriental con el mercado estadounidense, y al integrar con mayor solidez espacios interregionales que pugnaban por convertirse on mercado na. cional,"° el ferrocarril propicié un conjunto de transformaciones que ha. brian de'pesar largamente en la fa del siglo xx, 192 Que la instalacion de los ferrocarriles fuese resultado de inversiones extranjeras no autorizaria, por lo tanto, a usar —y menos a imponer— ¢| concepto de enclave para analizar el comportamiento de buena pare de la economia mexicana durante los afios previos a la primera Guerra Mundial. Medio Oeste de los Estados Unidos, ico, primero con animales en pie y do de los cueros de la ciudad pa ace complejo de fundidoras y refinadoras de fe = Con came congelada; 3) integracion al mene dle LeGn; 4) exponacidn de minerales y creacion dl

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