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LOS TINTES La sequedad del desierto costero del Perd y del norte de Chile ha permitido conservar hasta el dia de hoy una gran cantidad de textiles arqueo- \6gicos que despliegan su colorido, sorprendién- donos por su intensidad y variedad. Esta diversi- dad de matices se basa en el dominio del oficio de tefiry en el profundo conocimiento de la na- turaleza de quienes recogieron selectivamente us materiales para obtener de cada uno de ellos los colorantes utilizados, Cuando el tefiido es aplicado para dar color a la fibra antes de ser hilada o a los hilados, el uso del color queda referido a la seleccién que el te- jedor 0 bordador realiza. Por lo tanto, el trabajo del tintorero queda supeditado a un segundo pla- no, produciendo el mejor registro posible para que ellos puedan realizar bien su obra. En el caso de tintura de telas y prendas la situacién se re- vierte : es el tejedor el que debe prover el so- porte adecuado para que el pintor 0 el tintorero leven a cabo su tarea El observar estos textiles tefidos con reserva nos otorga una oportunidad privilegiada para _com- parar las diferentes caracteristicas de las imé- genes visuales generadas mediante esta técnica y plantearno: ferrogantes acerca del rol cultu- ral cumplido por estos textiles, EN LOS ANDES PREHISPANICOS Diversos registros y estudios han permitido re- construir parte de esta tradicién tintorera, reco- nociendo algunos de los colorantes fundamenta- les utilizados en los textiles. Los colores rojos provenian de dos fuentes principales: uno de ori- gen vegetal, de las rafces del chapi-chapi (Relbunium microphyllium) y otro de origen ani- mal, obtenido de un insecto que se alimenta de los tunales, conocido popularmente como cochi- nilla (actilopius coccus). EI azul afil se conseguia de las plantas indigéferas, macerando sus hojas en un largo y complejo proceso con el que se obtenian tintes de diversos matices de verdes y azules. Otra azul derivaba de una especie de papa negra que cre- ce en el altiplano andino (Solanum sp). El origen de los colorantes amarillas es el mas dificil de precisar, ya que son muchos los vegetales que los producen. Algunos de las més frecuentes son los que provienen del arbol molle o pimiento (Schinus motte) y del arbusto chilea (Baccharis polyanthal. Aunque la gama de matices que se obtentan de mminerales, vegetales y animales es muy amplia, los tras colorantes anteriormente citados, al su- marse unos sobre otros, son la base de la tinto- roria andina. @>

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