08 Jornada del VRAE // VRAE, Julio del 2010

VRAE ...
Rompiendo mitos en torno a la hoja de coca, con argumentos científicos

No apta para el consu

U
Estudio multinacio- na vez más la ciencia
da la razón a quienes
nal dirigido por la recomiendan no con-
directora del Institu- sumir hoja de coca y
to de Investigación mucho menos incorporarla en
Nutricional, Mary estrategias de mejoramiento de
los niveles nutricionales de niños
Penny, muestra con- en los denominados “desayunos
tundentes resultados escolares”.
del análisis en labo- Se trata del estudio realizado por
ratorios de Estados un grupo de científicos de dife-
rentes lugares del mundo que
Unidos y Europa, de encabezó la doctora Mary Penny,
hojas de coca pro- directora del Instituto de Inves-
venientes de siete
regiones del Perú.
tigación Nutricional (IIN).
El informe “¿Pueden las hojas de
coca contribuir a mejorar la nu-
trición de la población andina?”,
publicado en el volumen 30 del
Food and Nutrition Bulletin del
International Nutrition Founda-
tion for United Nations Univer-
sity Press fue elaborado por un
equipo integrado por los científi-
cos M. E. Penny, A. Zavaleta, M.
Lemay, M.R. Liria, M.L. Huayli-
nas, M. Alminger, J. McChesney,
E. Alcaraz y M.B Reedy.
De acuerdo con el documento, la
escasa presencia de nutrientes,
su gran contenido de alcaloides
-el más abundante de ellos la co-
caína-, la poca idoneidad de sus
proteínas para el ser humano y la
presencia de ‘antinutrientes’ en
las hojas de coca son motivo más
que suficiente para no promo-
ver ni recomendar su consumo
y mucho menos su uso dentro de
estrategias que busquen mejorar
los niveles de nutrición de la po-
blación.
Esta información es de mucha
importancia si se recuerda que
han sido varias y sostenidas las
oportunidades en que los defen-
sores de este insumo que utiliza
el narcotráfico para la produc-
ción de pasta básica y clorhidrato
de cocaína, han intentado pro-
mover su consumo en forma de
‘harina’.
Preocupa la promo-
ción. La doctora Mary Penny
señaló a JORNADA del VRAE
que el informe sobre las propie-
dades de la hoja de coca se rea-
lizó debido a la preocupación
que generó entre los hombres de
ciencia la promoción del consu-
mo de la planta.
Por ello, se compró hoja de coca
en siete diferentes regiones del
país, además de adquirir la que
vende la Empresa Nacional de la
Coca (Enaco). “Todas se enviaron
a diferentes laboratorios fuera
del Perú para que ellos hagan el
análisis”, cuenta la especialista.
Las hojas de coca analizadas en
países de Europa y Estados Uni-
dos se compraron en el distrito
de San Francisco, en la provincia
ayacuchana de La Mar, valle de
los ríos Apurímac y Ene (VRAE);
en Supte, provincia huanuqueña
de Leoncio Prado; en la provin-
cia de Tocache, región San Mar-
tín; en el valle del Paucartambo,
en Cusco; en Aguaytía, región
Ucayali; en el valle del Monzón,
en la provincia huanuqueña de
Huamalíes; en Inambari, región
Puno; y en la Empresa Nacional
de la Coca (Enaco).
“Las muestras se enviaron a labo-
ratorios seleccionados que tienen
experiencia en medir minerales,
proteínas y diferentes aspectos
nutrientes que queríamos”, indi-
ca Penny al detallar los laborato-
rios escogidos:
-Instituto de Salud Pública
(Québec - Canadá) - (Análisis de
minerales y alcaloides).
-Science Laboratory (Inglaterra)
– (Análisis de minerales).
-Aquanal Pessac (Francia) -
(Análisis de vitaminas).
-Universidad Tecnológica de
Chalmers (Gotemburgo – Sue-
cia) – (Factores que inhiben la
absorción).
-Laboratorio CGS (Perú) – (Aná-
lisis de la cantidad macro de pro-
teínas y carbohidratos).
El nivel de calcio. Las
pruebas llevadas a cabo por el
grupo de científicos, se realiza-
ron considerando la dosis máxi-
ma recomendada por los defen-
sores de la denominada “harina
de coca”, dos cucharadas. El
análisis dejó claro que el nivel de
calcio en la hoja de coca es mí-
nimo. “Hay menos calcio del que
pensábamos”, relata la científica
al precisar que, en comparación
con un vaso de leche, la hoja mo-
lida tendría solo la quinta parte
de calcio.
“La leche tiene cinco o hasta diez
veces más [de calcio] que lo que
se recomienda como dosis en la
hoja de coca”, destaca, no sin de-
jar de añadir que también otras
sustancias como la kiwicha o la
quinua son fuente importante
de calcio, por lo que es mucho
mejor recomendar el consumo
de estas últimas, ya que “la hoja
de coca no contribuye con una
importante cantidad de calcio de
ninguna manera”.
La investigadora aclaró además
que el consumo de la hoja de
coca no contribuye a curar la
osteoporosis, pues esta enferme-
dad requiere un tratamiento más
complejo, que pasa por consu-
mir, además del calcio, hormo-
nas y hacer ejercicio.
Sin aminoácidos esen-
ciales. En el caso de las pro-
teínas vegetales que posee la
hoja de coca, la investigación
precisa que estas no son adecua-
das para el consumo humano
debido a que carecen de los ami-
noácidos esenciales que requiere
el organismo humano.

umo humano mal
interpretado
Q
“Necesitamos tener un balance
de aminoácidos parecido al de
las proteínas [que consumimos].
Las proteínas vegetales no tienen
el mismo balance, siempre hay
algún aminoácido, en este caso
la lisina, que está en menor can-
tidad”, explica Penny.
Asimismo, el estudio revela que
la hoja de coca presenta muy
pequeñas cantidades de la vita-
minas D, E y C; así como de vita-
mina A, esta última en forma de
betacarotenos, uno de sus pre-
cursores.
“El problema es que necesitan
como 12 moléculas (de betaca-
rotenos) para producir una de
vitamina A, lo cual no es muy
eficiente […] Resulta mucho más
eficiente comer hígado o produc-
tos animales, pero no siempre
eso está disponible. Hay otros
alimentos, como la zanahoria, el
mango, el zapallo, el camote, que
son fuente de esos betacarotenos
y también se absorben mejor”,
Es mínima la cantidad de coca destinada al uso tradicional. Más del 95% va directamente a los laboratorios de
producción de droga.
“
Cuando comemos el polvo de la hoja
de coca, estamos ingiriendo los 15 alca-
loides de los cuales 5 son tóxicos, uno
es tóxico para el corazón, otro para el
sistema inmune por lo que disminuyen
las defensas, y otros tres son tóxicos para el
hígado”.
Responsable de la Oficina de Investigaciones de CEDRO
recomienda la directora del IIN.
Los alcaloides. Por si
esto fuera poco, la hoja de coca
presenta una gran cantidad de
alcaloides, demostrado en varios
estudios realizados a este insu-
mo, de los cuales el más abun-
dante -no es novedad- es la co-
caína que se absorbe al consumir
la hoja.
A esta presencia que ya es muy
preocupante, se suma la de otros
alcaloides cuyos efectos podrían
causar daños a órganos internos
e incluso al sistema inmunológi-
co.
“La mayor parte de ellos [los al-
caloides] son cocaína que se ab-
sorbe cuando uno la come [hoja
de coca], pero también lo preocu-
pante es que hay otros alcaloides
que [al ser consumidos] aún en
muy pequeñas cantidades tienen
un efecto acumulativo. Entonces
no hay una intoxicación rápida,
pero el comer [la hoja de coca]
durante mucho tiempo se van
Alfonso Zavaleta,
acumulando con efectos dañinos
al hígado, al riñón y también al
sistema inmunológico”, explica.
A esto se debe agregar que la
hoja de coca es tradicionalmente
un elemento usado contra la fati-
ga y el hambre. “Bajar el apetito
no es una cosa deseable cuando
uno está hablando de tratar la
desnutrición o tratar de buscar
que los niños coman más y me-
jor”, agrega.
Biodisponibilidad. El
concepto de biodisponibilidad
se asocia con la fácil absorción
de los nutrientes de un producto
por parte del organismo huma-
no. En el caso de la hoja de coca,
los ‘antinutrientes’ que se en-
cuentran en ella evitan la absor-
ción de vitaminas y minerales.
“Es como una bolita que es gran-
de, que no se puede pasar o ab-
sorber, entonces esos complejos
[antinutrientes] hacen que no se
absorba el nutriente y eso signifi-
ca que no lo puedes aprovechar”,
explica la directora del IIN.
Jornada del VRAE// VRAE, Julio del 2010
Estudio
uienes defienden el con-
sumo de la denominada
‘harina de coca’ apoyan
sus argumentos básicamente en el
mal llamado ‘Estudio de Harvard’,
realizado por Duke Aulik y Plowman,
publicado en 1975.
Los promotores locales del consu-
mo de la hoja de coca aseguran que
este informe permite recomendar el
consumo de la hoja. Sin embargo,
Mary Penny considera que el ‘In-
forme Duke’ está mal interpretado
y presenta un grave error. Explica
incluso que los autores no recomien-
dan el consumo de la hoja de coca
debido a la presencia de los alcaloi-
des y piden tener cuidado con ese
tema.
Su problema -agrega- es que no
compara cantidades similares en
cuanto a ración entre la hoja y otros
productos, “es decir, compara con
Preocupa los contenidos
de la hoja de coca
P
ara la congresista Elizabeth
León Minaya, el informe ela-
borado por el grupo multina-
cional de científicos permite pensar
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... VRAE
100 gramos, pero 100 gramos de
hoja de coca es todo un potecito,
imposible que uno se vaya a comer
eso”, indica.
Agrega que “un sobre de mate de
coca es un gramo, una cucharada
son tres gramos nada más, uno po-
dría tomar una taza de leche de 250
gramos fácilmente, esa es una ra-
ción normal. Igual uno podría comer
una ración de 60 gramos de quinua
o de kiwicha y ser una ración normal,
entonces hay que comparar ración
con ración. Ahí reside la mala inter-
pretación”, aclara.
La doctora Penny recomienda, por
ello, leer el ‘Informe Duke’ completo
y no solo basarse en algunas de las
tablas que presenta. “Yo sugiero que
cualquiera lea el informe completo, lo
que he visto es que en muchos sitios
hay la tabla pero no el texto del ar-
tículo que dice mucho más”, afirma.
con objetividad en la sustitución de
los cultivos de hoja de coca por otros
que favorezcan la economía local de
los agricultores y que les permitan
colocar sus productos en mercados
de dentro y fuera del país. Si bien
valora lo mítico de la hoja de coca en
ciertas comunidades andinas, León
Minaya señala que esto no puede
confundirse con el valor nutricional,
“mucho peor si quisiéramos incorpo-
rarla como insumo para la alimenta-
ción de los niños en edad escolar”.
“Hemos pasado del campo de la
especulación a tener una referen-
cia científica probada que nos está
diciendo que hay que preocuparse
porque los contenidos nutriciona-
les son bajísimos en comparación
a otros alimentos, y encima tiene
como alcaloides, no solo la cocaína
sino también otros alcaloides, que
son tóxicos para la salud. Ya no es
solo la suposición, sino que tenemos
un informe que tiene que llevarnos a
pensar y repensar nuestras posicio-
nes con mucha objetividad y no con
apasionamientos”, reflexionó.