Piversidad Cultural
4Cémo pensar
la envergadura
de los cambios
due le globali-
zacidn produce
en nuestras
sociedades sin
quedar strane
dos en la ideo-
logfa que orien-
tay logitima au
actual curso?, Y
yeémo escapar
entances a la
visign que hace
! de ta global
zacién la sitima
gran utopia de
la conviven-
cia humana
sin caer en lo
puesto: su
absolita iden-
tificacién con
una terrorttica
homogoniza:
cin cultural?
Pig. visuozar lo dnvergadura cultural de
los procesos de globalizacién nada mejor
‘qué otorgar la pelabra a sus idelogos: en
1a eicion de la segunda semana de sep-
‘efnbre de’ 1858 la revista Nevisweek velo
sat (3 primera exis sutfida’ por a lamada
“nueva .econsmia" “0 econemia informa
ional: *Sucyde que a capitalise no es
Solo on sistema econémico, es también 1m
conjunte da.valeres cuturlos quo enfetza
{a virwd de le combetanca, la legitenided
6 tas Ganancies Yel valor do to Wbercad
‘No ohstante soos valores no zon universst
mente comparidos. De ahf que la propa-
Sacién del capitaismo no sea una simple
Serco de genera econdmica, es un
ataque a ls cultura y fa poles de ovas
Raciones! que casi asegura un chodue"®. Lo
esuatégico de esas palabras es que nos
pone a'pensar las ambigdedades y tension
fee de fa flac actual entre la economia
¥ fo dulura, ya que més estructuralments
Entidazadas que munca dl ne sighitica
fn embargo que sus tayectorias sean con-
fundies y menor aun siefables. zCémo
pengar la envergadara de los cambios que
{a dlobslzecién produce en nuestes socie-
dees sin-queder avepedes er le idecloga
‘que orienta y legitima su actual curso?, Y
jesmo excapar entances a la vieién que
Finca e ta globazaciin 1a lta gran wor
Bis Ge la convivencia humana sin caer en
fo cpuesta: su absolute tdentificacion’ con
tina terrortiea homagenizacicn cultural”.
El mis crucial pore de Arjen Appadural,
reside’ on afirnar que losis ‘nancie-
fe, cultures 0 de derechos humanoe, se
preducen en un movimiento de_vecteres
{ue fost ahora fueron convergentes por
Su ariclacin en el estado nacional pero
fueren ef espacio de lo gichal se wansfor
P oliticas de interculturalidad’
Por: Jestis Martin Barbero?
cierto sentido, esos movimientos potencian
hoy sus diversas temporelidades con los
‘muy diversos ritmos que los eruzan en muy
diferentes direcciones. Claro que entre esos
movirientos hay articulaciones estructure-
les pero ta glabalizacién no es un paradig-
ma ni_un proceca sino miltiples precsaas
que a la vez que se entrecruzan, caminan
muchae veces en dreceionee detintas.
Ei mundo atraviess hoy una bien peculiar
situacién cultural: a-una ereciente concien-
cia del valor dela diferencia, del pluralisme
Y la diversidad, an el plano de las civiizar
ciones y fas culturas étnicas, de las culturas
locales y de género, se enfrenta un podero-
0 movimiento de Unifornacién da los ima.
Ginarios coridienos en las modas del vest
Y fos gustos musicales, en los modelos de
cuerpo y las expectativas de éxito social,
fn las narrativas con mayor plblico ene
cine y la televisién y el videojuego, etc. Ee
situacién a teduce en un haz de tensiones
‘que sélo produciran erestividad socisl en la
‘medida en que las Iégicas del mercado no
‘aplasten en los ciudedanos le cepecidad de
iferenciar entre to valioso culturalmente
¥ fo exitoso comercialmente. No se tata
8 oponer sino de diferenciar, ya que en to
comercial pueden encontrarse productos
‘uituraimente valiosos, y viceversa: EF eje
dde este debate crucial pasa por la profun
rolacion entre la defensa de la diversidad
Cultural de las comunidades, ya eean evil
Zaciones, etnias o cutturas locales, y la con-
Glencia cludedans del derecho ala diferen-
ia en fa vida cotdiana. Pero la viebiided
‘social de ambas se halla en unos metcos
‘oqulstorios de eleance a la vez mundial y
local, que son los dos espacios estratégicos
fen que ‘se mueve hoy tanto la” econemnfa
‘como le culture, Marcos regulstaries que
RTE Bal We Una Hagoctacton entrelos actores pblices, privadés €*tiiepéndientés, “no <élo”
fen of ambito de lo nacional sino también, y sobre tado, del
“ambito global y local. Esta es la perspectiva que sostiene
la rellexién que sigue: la comprensién de Io nacional no se
produce aiskindalo de las heterogéneas realdadae del afus-
ra y dol adentro sino inserténdoze en (pensando deedel 1a
‘tama, cada dia més dense y decisiva, que entreteje fo local
con fo mundial.
Estado y Cultura
1 ue desde Latinoamérica se visibien con més fuerza hoy
<8 ln erecienta divorcio entre Estado ¥ sociedad que com
promate la sostenibiidad de su desarroo en cualquiera de
fos émbitos, y muy especialmente en el cultura. Les polt-
as neolberdles en su globalizacién agravan las tensiones
fentre un Estado canvertda ‘en intermediario da los mands:
tos del FMI, el BM y la OMC, y una sociedad cada dia més
dosigual y éxcluyente, con porceintsjee erecientes de pobla-