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El Salvador se rige por un sistema econmico capitalista, basado en un criterio mercantil, valora
a la persona por lo que produce. Este enfoque se encuentra divorciado del abordaje sobre
derechos humanos y vida autnoma y fomenta el mito de que las personas con discapacidad
son poco o nada productivas; el cual, junto a la globalizacin han hecho que el mercado sea ms
importante que la persona y que esta se haya convertido en una herramienta, trayendo como
consecuencia que los puestos de trabajo sean ms exigentes y que la oportunidad de tener
acceso a uno de ellos se dificulte.
Esta realidad econmica es a la que toda la poblacin salvadorea y la de los pases en vas de
desarrollo se enfrentan hoy en da.
Para las personas que sufren algn tipo de discapacidad y que aspiran a tener un empleo en el
pas, se vuelve una meta difcil de alcanzar; ya que han sido ignorados y excluidos negndoseles
la oportunidad de participar activamente en la comunidad a la cual pertenecen.
En la actualidad las personas discapacitadas no gozan de los mismos derechos que las personas
que no padecen ningn tipo de discapacidad, debido a que la estructura social en El Salvador no
ha abierto los espacios necesarios para su integracin (rehabilitacin integral, infraestructura,
educacin y oportunidades de desarrollo personal y profesional) para que sean aceptados como
personas competentes y ciudadanos activos de la misma sociedad salvadorea.
Aunado a las dificultades generadas por la estructura social, para poder participar activamente
en la vida productiva de El Salvador, las personas con discapacidad se ven afectadas por factores
motivacionales (aceptacin e integracin social, el reconocimiento social, la seguridad,
autoconcepto, autodesarrollo y poder) que influyen significativamente en el rea laboral.