\ DEMOCRACIA CLAS!
I siglo v aC.
es griegos, cor
ATENAS
su preeminencia y del extraordinari
aqui un interés pri
pettinentes algunos comentarios al respecto.
formand
)-44), En un principio, estas ciudades est
, pero con ¢l tiempo, a menudo tras
por aclanesy y jelendor» (Andersor
la tierra y cl comercio maritimo estimu
desarrollo de aquellas ciudades costeras especialmente b
das, algunas de las cuales dlisrutaron periods de progresivo creci-
miento,
a alfabetizaci
i ion de atiranos» o «autdcratas» (c. 6 a.) que-
Ia continuidad politica de las primeras ciudades-estado. Estos
tiranos representaban los intereses de todos aq
mente habjan hecho fortuna con la propiedad de ti
rable, debido a y
enriquecimiento de unos pocos no fue acompatiado de
de las condiciones de vida de las clases mas pobres, especialmente
de los no-propietarios o de los propietarios de pequefias granjas 0
«comunidades agri aumento de la poblacion hizo crecer la
presion sobre los privilegiados, dando lugar a un periodo de inten-
sas luchas sociales. Con el fin de preservar el equilibrio de poder,
hhubo que hacer a menudo algunas concesiones en Ia compleja in~
tensa vida politica de las ciudades. Las concesiones que se hicieron,
fundamentalmente en Atenas, pero también en el resto de las ciu=
dades, «
a mejora as particula
lestaca como el
va cultura pol
do.
cambios en la organizacién
campesinos moderadamente prosperos, piezas centrales d
sa de la comunidad (véase Mann, 1986). Seria este cambio, quiz
‘més que ningan otro, el que influiria en la futura estructura politica
de
lavitud (més adelante se volver so-
fa: Atenas
0s, trasmitidos a lo largo de gener
5). Patece ser que fue a mediados del siglo v1 cuando surgio
Quios el primer gobierno democritico, aunque ot10s, co
lades idiosincrasias pronto le siguieron,
ulo de este desarrol
se extendié por toda
2»
con mis detenimiento), un reciente niimero de ciu-
ss independientes experimenté un aumento sustancial del
de sus actividades. Fue el establecimiento de una economia
re aparecia ahora
1980, p. 31). Las comunidades usbanas
‘ieron un sentimiento creciente de identidad y solida-
lecieron lineas claras de demarcacién entre «los de
(ciudadanos) y «los de fuera» (esclavos y otr
aquellos, sin importar su con
aces). Esta identidad se refora6 con la exten-
categorias
ién, proceden-
umbién beneficis a la administra-
‘én y de los recursos materiales
qu
indose los cédigos
jones (véase Fin-
i Ate-
lo cierto es que la
.cibn griega,
‘odos los ciudadanos libres. Es
primeras democracias
acontecimientos; mas
su desarrollo estuvo marcado por un proceso de continuo,
lo largo de muchas generaciones. Pero la pregunta sigue
2por qué este proceso
ion de un determinado tipo de democracia? Es ésta una pre-
que hemos hecho referencia llevé a
surgimiento de una ciudadania a la vez eco:
1 militarmente independi
famente pequefias y compactas. Los cambios politicos tu-
‘en el contexto de comunida-
cstrecha relacién, en un centro urbano o en sus alrededo-Moxlelos elisicos in clisica: Attias
a clisica/ Los conocimientos que tenemos de esta cul
entes tan diversas como fragmentos
necesariamente con exactitud) y ;oposicién critica» y los
émica y social era
Estos factores —tamaito, compl
de gr és de que fuera pronunciado, exalta la importancia y
a pesar de que, como ex; a c Atenas (véase Finley, 1972). Hay dos pasajes en
tos, con un estricto origen ateniense?.
acia en Atenas
cin para el pe
ceastge
beral del ser hu- relacio-
lerechos», no pueden remontarse
legado de Atenas no fue en absoluto acep-
andes pensadores griegos, incluyendo a
a.C.), Platén (hacia el 427-347 a.C.) y
inaron sus ideas y cultur
Ios icios mas desa- vex de los asuntos privados y
itaciones de la teoria y c a temente la
que no existe
In aceida,
palabra antes de poné
be de Per
poets, pp. 255-256, 257-258.)
pasajes se pueden extraer varios puntos importantes.2 Modelos elisicos
Pericles describe una comunidad en la que todos los ciudadanos
participar en la creacién y sustentacion d
no tenian que hacer
frente a ningiin obsticulo basado za para
participar en los asuntos pablicos. El demas es el poder sobera
| suprema que se ocupa de las funciones legislativ
aba tomar
funciones, partic en los asuntos del
como dice Pericles: «ot fi
sgeneralizado con el
Cciudad-estado repul
Jos asuntos
ideal de la antigua Greci
las imponia un estado dedicado al mai
destinada a proteger los
pueblo y gobierno,
dad-estado ateniense, Puesto que la ciu
activa e involucrad
ian para det
principio de gobierno era el principio de una forma de
tivpaciin direta. El proceso de gobierno mismo estaba basado en lo
vcraciaclisica: Atenas
por lo que,
La ley se contrapone a la
dora de respeto y que, por ende, en este
982, p. 26). Sil ley se
an, impone
nocién de vimperio
proceso y el gobiemo constitucional, encuen
yoria de
idadanos pod
respecto a y
orgullo ela ciudad e:
puede lograr u
os aspectos y dotada de
y el felas (meta u objetivo) del bien co;
a precisamente en afianzar y desarrollar el
judadano en Ia ciudad-estado,
nes mas notables de Ia democracia
ia de AisEa ‘Modelos lisicos
analiza «las pretensiones, los fundamentos ético ;
de la democracia, y hace una clara referencia a las caracteristicas
agriegas. El segundo
instituciones de
mente citado
deci
ain af
Iibertad es el ser gobe
que los pobres tienen mis po
prevalece es la op
tgimen. Otra es vivie como se quiere; pues dicen iodela
pio del esclavo es ¥
cia, y de
mento y ta
ntos democriticos los siguientes: el que todas las
Jas entre todos; que todos manden sobre cada
sobre tocos; que las magistraturas se provean por sorteo,
+ que no se fun
sistratusas sean de conta
‘ren justicia todos
y destin, de acuerdo
les, unidas de forma inextricable. Hay dos eriterios de
4@) el wer gobernado y gobernar por turh
0 de pobierno, la igualdad es esencial: sin la eigual:
titud> no puede ser soberana, De acuerdo
es decir, el re-
ye) en prine’
un cargo pul
conflicto (tal como
ido Aristételes) con Ia libertad, en
segunda acepci mo se quiere»), los d
‘que deben existir ciertos limites a la eleccio36 Modelos elisicos
Caracteristicas institucionales
Las instituciones descritas por Arist6teles en su segund
fo clarifican, aun naturaleza radical de la democrat
gua, No es de extrafiar que Marx y Engels lo tomaran como fuente
dese orden democritico
ideal de tal forma que la Comuna de Paris en 1871 parece presenta
nificativo de caracteristicas comunes con Atenas. La
figura 1.1 representa Ia estructura institucional de Atenas.
La ciudadania en su conjunto constituia el érgano soberano
fundamental de Aten: La asamblea se reunia mis de
08 (el
cia se requeria para que las actas
das). Todos los_ grandes
untos, como nantenimiento del orden.
piiblico, las finanzas y la imposicién directa, el ostracismo o las
Guestiones internacionales (incluyendo la valoracién de la actua-
nzas, a decla-
a creencia de qu
3s problemas podian resolverse de Forma adecuada para el interés
Inexistencia de grandes dife
ntos de intereses individuales.
s espinosos se aprobasen por la
Formal (Larsen, 1948). La vo-
tas las diferencias de parecer,
miento pata legitimar la resolucién de asuntos
importantes y/o urgentes. Los griegos inventaron el procedimiento
de la votacién formal probablemente p: decisiones
i
tar su propi
centro de recepcién de las nuevas iniciativas o propuestas pol
«Consejo de los Quinientos» asumia la responsabilidad de orga-
mer las cecisiones piiblicas; ayudado a su vez por
legislacion
37
(Para guia
Atenss. (Basado.
en la consttueién de Cliste-3 Modelos lisicos wersca elisia: Atenas 9
podia ocupar el puesto por un dia). Mientras que los tribunales esta- ‘Atenas de Pericles era al
ban organizados teniendo en cuenta criterios similares a la asam- s de tres por cada dos ciudadanos libre ignated
blea, las Funciones ejecutivas de la ciudad eran desempefiadas por 00 exclavos (Andrews, 1967; Anderson, 1974),
Jos emagistrados», pero incluso su poder era difuso, ya que un con Jeados en casi todas las formas de agricultura,
io de diez personas ejercia estos cargos. Casi todos los funciona
idos por un periodo, no renovable, de un afio. Mas
de la politica autocra
rect
separables. El hia~
ica ateniense es
\lentesfla concepcién cl dgualdad politica» esta
dade sobre la «igualdad de poder» para todos
jentela, asociada a las eleeciones
ricdad de métodos de seleccién, incluyen:
dl sorteo, el sorteo por grupos
‘nos mas generales, del sistema estat
ee:
fen su conjunto.
El exclusivismo de la democracia antigua ee
105 legitimamente a Atenas
s, debe ser plan-
antigua Atengs descansaba
tiga. Peco es preciso sefialar, al igual
no de unos pocos» y el
C traordinarias innovaciones de la democra
radian, en gran medida, en su caricter exclusivista. La polis
se caricterizaba por su unidad, solidaridad y participa
wente a la vi
‘una pequefia proporcién de
ban no sdlo de
{que varios grupos reclamaban para si
te, tenian una enorme significacién, a pesar
jncgos y festivals, sino tambien de
Tren puro de personas, que 00
Exec] en primer ga, la elt pol
spervision y cont
.A jugar papel alguno en el
ateniense era una cultu- Tos aspecto® concernien-
ina adulta, Solamente los atenienses varones mayores de ((crmilos conflicios queinceitik ie
n optar a la cindadania [La democracia antigua . Teamuse
mujeres no tenian derechos c tico, es post
abai tes dificultades creadas por la
Z .s mujeres casadas disfrutaban de mejores co razon explican
tico no reconocido poli
s de [a antiga
in gran mimero de los residentes en Atenas ae
16s mis fascinantes que t
fas se encuentra en los escritos de Jenofonte. El
ina os enmigroter cays iin s aban iv do en cae lea tadsaeoeiciem oPes
tenas varias generaciones ats. Pero qui, con diferencia, la ca- inte el retrato (0 reercacién) de una
is amplia de marginados politico ers lade los esclavos Se dba ce ero ee OSs del
derctho a participar en los procedimientos formales, En este
tegoriModelos clisicos
fexto subraya tanto la impresionante responsabi
en Atenas Ia intervencién direc
dadanos en el proceso real de toma de decisiones— como los orige-
nes de algunas de sus dificultades. El extracto hace referencia a una
importante victoria naval ateniense que, sin embargo, caus6 mu-
la expedicién fueron acusa
riamente a los hombres en los barcos hundidos. Al igual que en mu
s de los que disponemos, ha de tenerse en
vvida politica
1s de Ia ciudad cesaron a
igieron a Adimanto y, en tercer lugar, a
habian participado en la batalla naval, Protomaco y Aristégene
eron a Atenas, pero de los seis que desembareato
«en la que, encabezados por Te
alos esteategos, en |
estrategos se defen
dad de un discurso acorde con
los niufragos a hombres capaces,
lo esuteg.y qu habla que responabila algien con
ser nadie mas 4)
tos y otros muchos compaferos de nav
al pueblo, hasta el punto de que muchos
ban y expresaban Su deseo de dar
vceacia cisica: Atenas
nes les pazezca
le no recogieron alos vencedores en
era, ¥ a qui la segunda. Si se o
que sc los condenc a muerte, se los entregue
el encargo
aba, que los estzategos no
portado como héroes en defensa de la pat
Algunos del pueblo lo
fe que alguien pudiera im-
Liciso dijo que también a
alos estrategos, si no re-
ante lo que la multitud reaecioné con ruidosas
forzados a renunciar a la denuncia,
.908 se negaban a proponer
cde nuevo subio ¢
jo lo siguiente en defensa de los estrategos
rte, para acusar a Peri2 Modelos elisicos
dia para defenderse perso
die ms que en vosotros mismos.
sean juzgados de ur
iadosos y ficles a
a daros tanta prisa2.»
au props de qu
juagara eto de Cannono, a cada uno
por separa ‘en juzgarlos a todos con
er lugar una nueva
‘contea los ocho estrategos que hal ipado en la bata-
‘on los seis presentes, No mucho tiempo después cambia
La historia de Jenofonte pone de manifiesto
ciudadanos a, el control
Extens0 y po-
, asi como otras
texto ilustra tam-
bién la forma en que se me
plena participacién depe
uno; los enfrentamientos entre grupos de
Gia de redes informales
es; y el potencial de inest
de le control de la
conducta impt
1974, pp. 1-2; 19). Mas adelante se incorporaron a la estructura de
democracia ateniense algunos frenos constitucionales, con vistas
a salvaguardarla precisan lecisiones precipitadas e irrever-
sibles, Estos cambios intentaron compensar la soberania popular
racla elisica: Atenas 8
¢co constitucional capaz de proteger las leyes y procedi-
dudoso que estos cambios basta-
frente a una oposicion muy resuel-
ie el poder no estaba estructurado por un sistema constitucio-
bernamental
‘onentes a través del ostracismo o la muerte
8-119). Es facil exagerar la frecuencia de estas
aricter representativo de la nagrativa de Jeno-
ase, y olvidar que Atenas dis-
utrollo de Atenas estuvo acompafiado
res; tinicamente hubo. unos. pocos_afios
ar acarreaba benefi-
ciudadania atenien-
‘i6n de una base comin en-
ida, mientras duraron las
de derechos de todos los ciudadanos a participar en
s, entre ellos Platén. Merece
in momento en la critica contundente4 ‘Moaletosclisicos
Platén a la democracia en La replica, ya que contiene criticas toda-
vvia hoy dirigidas contra la demoeracia, entendida como algo mis
que wna Voracion en 6casiones periddicas, ¢ incluso entendida sim-
plemente como tal (demécratas legalistas).
La juventud de Platén estuvo ensombrecida por la guerta del
Peloponeso, que ten
por la desaparic
de liderazgo, moralidad
muerte de Socrates el 39%
gobierno basado en
I gobierno de los ricos), democracia (I gobierno del pueblo) y t
rs gobierno de un tini¢o dictador). AI discutir la democraci
se basé fundaniientalmente én Su experiencia en Atenas. Si
bierno en el que «reina una mezcla encantadora y una
fecta, lo mismo entre las cosas desiguales que entre las iguales» y
que garantiza que «todo individuo es libre de hacer lo que guste»
(La rpiblica, pp. 262, 263)". Este compromiso con
Iiticay y ala libertadn es,
de la democracia,
La democracia tiéne una serie de defect
(véase Lee, 1974, pp. 27-30), que pueden extr
ues, un pated de una o de muchas naves, tal como voy a
pintirtelo; mis grande y mis robusto que el resto de la tripulacién, pero
y poco versado en el azte de la aavegicion,
aca clisiea: Atenas 45
10s una ciencia que fn dispues-
‘que intente sostenes lo contrario, Imaginate que los ves
adole, conjucindole
mn, Los excluidos matan y arrojan al mat a los que han sido
os: después embriagan al patrén o le adormecen haciéndole beber
‘Agora, o se libran de é1 por cualquier oto medio. Entonces se
Ia nave, se echan sobre las provisiones, beben y comen con
todo el que pueda ayudarles a obtener por la persuasion 0 po!
direccién de la nave; desprecian como iniiti a
deseos; ignoran, por otra parte, lo que es un piloto, y que, para
ciso tener conocimiento exacto de los tiempos, de las estacio-
los astro, de los vientos y de todo lo que pertenece a este
? Los marineros,
‘considerarin
, provista de la
dy experiencia nécesaria, tiene mds derecho que ningunoa
nar legitimamente; ya que él pueblo (la tripulacién) conduce
ie acuerdo con los impulsos, los sentimientos y los pre-
No tiene ni la experiencia ni los 1a s6-
cegucion, es decir carece de ju
(a los politicos) y
con tal que se digan muy celosos por los intereses del
lol» (La repibiica, p. 262). En general, «lo natural es que el q
scesidad de ser gobernado vaya en busca del que puede g
-no pueda ser itil a los demas
lary actuaran, consecuentemen
a popularidad y posicién.
1 su aquiescencia para las demandas populares y por el hecho
itica se fundamente en aquello que puede
ones dificiles, as op-46 Modelos clisicos
iones incémodas y las verdades desagradables se evitan gencral-
mente por necesidad. La democraci al sabio.
, ademis, in-
con el mantenimiento de la autoridad, el orden y
dad, Cuando os individuos son libres de hace
remente de sus eapa-
corto
in embargo,
a largo plazo, su efecto
del deseo y la permi
jan el res
s. Los jévenes ya no res-
juamente a sus mayore:
Y estos tiltimos «quieren remedar a los jovenes» (La repiblica, p
267), En resumen, los ciudada:
se le llama «cultura; a la anarqui
‘magaificenciss «ln desvergienza valor (p
ticoy a v
se lena d
rica se fragmenta cada vez més, y
re facciones, Esta situacién con
conflicto intenso entre los intereses sectorial én
lucha mas por sus propios intereses que por los del cx =
tado. Un compromiso conjunto por el bien de la comunidad y por
Ia justicia social se hace ble,
intrigas y manejos y
¥ ambicién desenfrenada. To idos pretenden repre-
sentar los intereses de la comunidad, pero de hecho todos se
serin inevitablemente atacados; y el conflicto entre ricos y pobres
se agudizara especialmente. En estas circunstancias, afirmaba, es
probable la desintegracién de la democracia. «l.o mismo con rela-
6 ple parti bertad
a debe producir, tarde o temprano, una extrema servidum-
bre» (La repiblica, p. 268). A lo largo de las luchas entre facciones, se
proponen lideres para defender las causas particulares, yes relativa-
larcs exigir «una guardia perso-
sracia clisica: Atenas ar
protegerse de las agresiones. Con esta ayuda,
est a un paso de apoderarse de las «riendas
iatura, es «honesto, bueno y jus-
mientras no gobiernen lo:
ien educados y formados, tienen la capacidad de
todos los elementos de la vida humana bajo «el gobi
atén crefa que «la virtud es
Forma mas ventajosa lo
de gobierno sea el
‘ocupemos aqui detenidamente d
tard con saber que su postura en La
por el deseo de contestar a
le una concepcién natural de la division
que cada clase de individuos puede encontrar su
de exami
les propias de cada
2) garantizar que
n las funciones adeeuadas, Los individuos y48 Modelos elisicos
Jos estados se conciben como «todos onginicos en los
do el «todo» esti sano, los ciudadanos pueden desemperi
sfacer sus necesidades, realizarse y, de este modo, morar
iente, seguro y poderoso (véase Ryle, 1967). En es-
ued prevalecer y la vida bu
no esta tanto destinada luo per se
f su papel en el universo, Esta teo:
‘ertadamente un comen-
ales en términos de con-
estado como intere-
trato o pacto y que, en consecuencia, conci
sado de modo pri
estado asegura
para que el ciudadano desarrolle su vocacién.
6 hasta cierto punto, en obras subs
pecialmente en El palitcn y en Las leye la postura planteada en La re
ros Platén reconoce que, en el estado real como
y la democracia,
inte por Aristote-
urde su
Pero es-
ideas no fueron en su conjunto desarrolladas de forma sistemiti-
rads adelante, cuando se exa-
Jemocracia clisiea: Atenas 49
de Platén de introducir un elemento democritico
jierno ideal no supuso un mode-
primero,
lores demécratas, y las segundas,
ica democeittica. Sin
lelo mismo no se volveria a examinar, articular y defender
tarde atin N
0 que concierne a
la democracia, en las
jentarista, «nunca han sido superados
teoria de la democracia,
gua, en el contexto del surgi-
dos poderosos y regimenes militares, pudo50 Modelos elisicos
Resumen: modelo I
La demoeraciaclisica
Prinipo(s) jusifiatzo(s)
Ja jgualdad politica para que pue-
igobernar y ser a su vez gobernados.
Caracteristicas fondamentales
Jes métodos de seleccién de los cargos
ntze Jos ciudadanos
los que ocupan puestos piblicos .
Gon excepeién de los puestos relacionados con el
puesto no puede ser ocupado dos veces por el
los los puestos.
Condiciones generles
estado pequefia
de esclavitud, que d re» para los ciudada-
jad, ya que la
s dificultades en k
1s0 sistema comercial y territo-
que hacer, frente, por un lado, a problemas de coor-
Ys Por otro, a la agresién de esta~
sase se vio atacada ¢ ininterrumpi-
tos de particip
si algo, control burocritico centralizado. Ambas
profundo sentido del deber paiblico, w
dda repi
co. En ambas
le los campesinos nacidos
‘os emancipados, en Roma las lites domi-
os aspectos de la politica. La historia mil
ina en expansiones territo-
explicar mo y por qué Roma fue ca-
os formales de pasticipacién popular,
lar real muy por
guo es la herencia de la trad
a comprender la historia del pensde
democricia protectora
Capitulo 2
EL DESARROLLO
DE LA DEMOCR?
A rave
ipse y el resurgimiento del homo politicus
ideal del ciudada-
travésde la accién
itesis del bono poli-
Jomo credens de tiana; el ciudadano, para quien el
es esencial, es desplazado por el fiel creyente (Pocock,
Aunque seria un error sugerir que el desarrollo del
sterr6 eficazmente las consideraciones seculares de
ntes y de los gobernados, el cristianismo tras
CIA PROTECTORA
Y EN CONTRA DEL ESTADO I
» ser concebido para v
por la forma
ibn griega, segin la cual la poses la representa
in cristiana del mundo insist
En la antigua Grecia un ciudadano era alguien que participabi
inismo, por supuesto, no ignoro las cuestiones acerca
\s metas que los seres humanos deben aceptar con el
icos. El limitado ambito de la participacién activa en la pol a productiva. A pesar de que el cristianismo fue
ca contemporinea seria considerado por aquellos muy antidemo- | ificilmente se habria converti-
eritico (véase no hubiera sostenido valores y aspira-
to, son apreciables por si mismas, en
Las democracias
atipicos en Ia historia p
ien ser ciud
primeras asociaciones humanas hasta principios del Renacimiento
da del absolutismo, Es conveniente detenerse ahora en este
ie nadie tiene derechos
icas bases sobre las que el4 Modelos elisicos
valor de la igualdad podia ser prescryado para la sociedad en su
conjunto, en un mundo d
5). En esas condiciones,
la concepeién rel al menos, una forma de
servar el concepto. Sin jsmo se utilizd para
icar una serie de ins
ruptura,
La cndad de Dies de Agustin, escrita entre el 410 y el 423 d.C.,h
is autorizada de la
o sobre el secular. La insistencia
Iglesia es «
y en que
problemas de cesta fue inmensamente influyente en
Europa mediet 1978, pp. 349-350). Escrit
primeros afios de lac: La ciudad de Dies re-
comendaba
sas terrenales» para «
peeeDeree
tos y escritos que pudiera considerarse fundamental para
‘as concepciones sobre
importantes innovaciones po
Europa, ésta en un nuevo e impor
tema democritico (véase Poggi, 1978, cap. 2). Sin duda, el caricter
eurocéntrico de mucha de la teoria politica contemporainea ha im-
pedido una adecuada comprensién de importantes desarrollos fuera
una gran parte se ha
Peto hasta la obra de Tomas de Aquino en
ia de los Padres de la Iglesia, y de Agustin en
y constituye un
estancamiento.
Aquino (1226-1274) reexaminé la dlstincién entre Ia esfera de
In jarisdiccién secular y la esfera de la jurisdiccién espiritu
egear la obra redese
perdido para Occidente durante varios siglos) en las ensefianzas
4politica; y en conereto, no dio ly
55
chos aspectos pertur-
de que si bien la monar-
mejor forma de gobierno, no debe atribuirsele autoridad
En su opinién, el gobierno de un monarca
jural (esa parte d
). Puesto que el estado no tiene auto-
interpretar la doctrina religiosa, el juicio de Ia Iglesia
es que Aquino se anticipé a la idea de un
tucionilTimitado —eenteal en el desarzollo de la
‘menudo unida a la
gal 0 constitucio-
ar ¥ CO
). A pesar de que esta nocién en-
a expresion en el mundo antiguo (especial
sa a ser objeto de principal interés hasta finales del
legalmente circunserita, independiente de gober-
jurisdiccion suprema sobre
rechos de propiedad feudal. De forma si
bs seres humanos como eindividuoss
jes de mercado; el florecimiento de la cultura56 Modelos
renacentista con su renovado interés por las ideas politicas clisicas
ho romano); Ia cor
is nacionales y del sistema es-
Inglaterra, Espafi
iento de
del cristianismo; los contlictos entre la Iglesia y el
tuno de estos factores jug su papel. Tan pronto como se relajaron,
testante fue quiza la mas significativa. La Reforma hizo algo mas
ve cues ny autoridad papal en Europa;
mportantes 6
‘quien se debi
te, aalguna secta rel
resolvia por si misma. Las lucha
que se extendieron po!
mente de mani-
fuerza altamente
fy el desarol
has de poder sin
das de riesgo» (Pog , A pesar de que a
cexagerado el poder rea
paras
fs mas notables de esta postu es la ate
ia protectora
(véase Sigler, 1983).
estado tendrian que separarse del deber del so-
defender una determinada fe" (Ski
ofrecia por si misma una huida hac
no creados por la comp
terpecta-
._ Esta era una concepci
s. En primer lugar,
za central de mucha de la reflexién
s, sancionaba directamente la autonomia
os los terrenos que no entraban dire
a moral y la prictica religiosa (véase el
ber, La ética protetante yo espiritu del capitalism, Este
mbio politico que se inicia con
(0 en Europa de una vari
a raizdel des
este impulso (véase Sigler,
iuropay el «Nuevo Mundo», y la natura.
los no-europeos, se convirtié
Agudizé el sentido de la pl
id tomaron estas interpretaciones
icionada con el contexto y las,
s paises europeos. Ls
1 se experiment6 de forma di58 Modelos elésicos
como la Revolucién in
pendencia americana (1
(1640-1688), la Declaracion
Reyolucién francesa (1789),
Las tradiviones emergentes del pensamiewto lito
, dos Tlegarian a ocupar un Tugar central: e] «hum
z in representada aq
Maguiavelo (1
‘mundo antiguo
liberal, de la que
sind sbevltisay
ia. Locke, por el contrat
te el principio de la tradicién constitucionalista
su progresiva intere
de que ambas tradiciones se disc
Es importante que el
bien se trata de un concepto controvertido y st rete ha cam-
por defender los valores de
rancia frente ala tirania y a
1966; Duna, 1979;
especi
En el centro de este proyecto estaba el objetivo de liberar a
ad civil (la vid y econémica) de la interfer
nente I autoridad
propias preferencias en
-0s —de hecho, en todo
sti
beralismo interpretaron este objetivo de forma diversa, todas
a : 30
ta democraca ps
Ia defensa de un estado consticucional, de la pt
se concebian alibres e iguales», con «dere-
, con derechos inalienables desde su naci-
crecimiento dela econo.
la vida pl
ado, por los prominentes pensadores liberales,
@ central al que se enfrentaba la teorfa politica libe-
concepto ce estado, como estructura de poder
at al «estado soberano» con el pueblo soberano», re
ima del poder del estado. La mayor par-
Forma que sus representantes no inter-
de los ciudadanos ind:
10s con otros, de 8
smo es preciso exa-
.. Unicamente com-
al y las cuestiones
hos del individuo y de los mecanismos de repre-
los fandamentos de los nuevos
cen Jos siglos xvi
y por lo tanto es preciso tratar antes el pen-a Modelos clisicos
Skinner, 1981), sirge eni
nos aspectos convincente
a Maquiavelo, qué as tres principales
samiento de Maquiavelo, Maguiavelo proporciona un contexto que
nos ayuda a comprendet muchos desarrollos posteriores. Estos de-
sarroilos culminaron en un nuevo modelo de
a protectora subrayat
ciones democtiticas pata proteger
particula
sajes con elementos anilo-
aquiavelo sostenia que, después de un
aristocr:
tiende a transformarse en
do murié la generaci
que, co
te todo tipo de at
sugerencia de al
ppasan todas as repii-
las (Dicurses, piginas
a ser central en la teoria politica
mente en. (véase Pocock,
1975, fundamentalmente las pp. 64-8 -ma concreto que
» (Dicurss, p. 110). El mundo politico,
de flujo y de caos pote
sufrido el
la cuestién era cémo defender algunos de sus valores
istiendo la tarea del po~
ieron esto mejor que Maquiavelo. a sistema natural 0
Maquiavelo, el primer teérico del estado
claves, El principe y los Dis- jen en el mundo, Maquiavelo concchia
jo entre los po- para obtener, utilizar y contenex
deres del estado y los poderes del ciucadano, Durante demasiado 2 politica un lugar pre
tiempo EI principe ha iderado la mayor contribuci nento constitutivo principal de la sa Modelos elisicos
necesidad (véase los Discurses; pp. 200. .
tion era: gen qué circu ss apoyarian po-
litico y se someterian al estado? O, planteando la pregunta en tér-
nos, écomo podria inculcarse en los hom-
bres la virtud, «la voluntad de hacer todo lo que sea necesario para
aleanzar Ia gloria efvicay
ae
proporciona las
ses de la comuni
los suyos propios: la ley epuede
hacer buenos a los 1
arla cultura
sn constitucional
a que depende
en opinion de Ma-
aul
No s6lo es importante
miento de Maquiav:
tro del estido y de un gobierno repre:
la competencia entre partidos, Sin embargo, su
de expresion, gra
rin forzados aal-
Li desarrollo de lx democracia protectors os
plea prides cforms en ssgucare le que no se
jones dominantes de su
de facciones y de
iavelo sostenia que
cde mermar toda posi-
argumento era que
rumentado su «dominio y riquezt cuando han sido
ibertad (Discurso, p. 275). Bajo la
equivalea decir
ndependiente de toda autoridad, exceptuando la
ertad se equipara ¢
iavelo confiaba en que lo haria una Ital
» el futuro, es probs 5
ements) ala
a. Roma (cot
), como ejemplos de ciudades
bertad y «ctecieron enormer
¢ Breves (Discurser, p. 275).
stad, sin embargo, dep
se impone la
jo para presen
7a es paste esencial6 Modelos elisicos
tanto en el interior como en el extranjero; las «razones de estado» te-
ian prioridad sobre los derechos de los iuos. Los deberes de
la persona eran en primer lugar y sobre todo los exigidos por la ciu-
dadania, Sin embargo, Maqui acioné directamente este én-
fasis clsico en la primacia de la v requisitos de da
politica de poder. Consecuentemente, surgid elf «maquiavelismon
‘en su sentido contemporineo més popular: el arté de gobernar y la
persecucién del poder tenian prioridad sobre los intereses indivi-
duales y sobre la moralidad privada) Maquiav ip6 por lo
tanto ciertos dilemas alismo, pero los resol
‘ma profundamente antiliberal, garantizando la prior
iedad con todos los mi
‘La vida politica es ambign
litica puede que no siempre sea posible recurrir a la le
uso de la fuerza, Maquiavelo preferia sin duda la libertad a la tira-
taba que la diltima podria ser en ocasiones necesaria
para sostener a primera. Su juicio se debat
tre la admiracién por un pueblo libre, y que se
lider poderoso capaz de crear y defender
iar estas preferencias,
yguiendo entre, pot
un lado, el tipo de pe staurar un estado, o para
liberar a un estado de la corrupcida, y pot otro, el tipd de politica
para cl mantenimiento de un estado, una vez que ha sido
lamente establecido. Un elemento democritico era esencial
para Jo segundo, pero bastante inapropiado para lo primero
embargo, Maquiavelo creia que un «gobiefno li-
ino imposible de mantener, dadas las circuns-
tancias politicas reales de Europa. Por lo tanto, existia una necesi-
dad clara de un déspota ingenioso, q
do
ie Ia sociedad y creara la poiil
libre dependeria de un estadk
gurar las condiciones de su existe
lugar y sobre todo el estado seguro y estable. Por consiguiente, asi
como encontramos en Maquiavelo los gérmenes de una teorfa de la
democracia —el mocriticos son necesarios par prote-
ger a los gobernados de los gobernantes, y para proteger a unos go-
bernados de otros—, estos elementos muy
precaria en cl contexto de otros aspectos de su pensamiento. Es la
de una fuerza politica organizada, suprema en su propio
tertitotio, y que persigue activamente su engrandecimiento, lo que
ja. El buen estado era en primer
8 pf
"/o nobles en
de quienes se espera
icos. No se esperaba ese
los sirvientes y los «depen
de lo que sed
y soberania
Te
ignificativa en la
clo, y en
Ja piblica era un ps
Je este ideal permanecicro
indose de sus implicaciones mis provocativs
lo de la nocién del estado moderno, pero se encon-
lerable de una concepcién cohe-
0 s preciso tener claro su significado (véase
963, vol. 1, pp. 36-40). Segiin los estindars de su épo-
.€s preciso sefialarlo, un demécrata; es decir, concebia a
ica en términos mas amplios que la simple parti-
iudadania, estaba compuesto por aquellos
en los
terés de los extranjeros, los
jentes» (una categoria que
s posturas di
fine convencionalmente como
no implica
imiento del interés por los aspectos del vautogobierno»
ade Maquiavelo de una forma mas pe-
Inglateri Amé-
1m. El problema de cémo construir la vida civica y
roblema al que se enfrenta~
amente —y en muchos
—,al-
il como veremos, y con-66 Modelos clisicos
particular, estos rasgos eran interpretados en el contexto de podero-
corrientes de p nto incligenas, dominadas por conceptos
monirquicos y relig a ck, 1975, parte Ill), El debate
sobre la naturaleza y el Ambito de
elemento central en la formacién d
bate, Hobbes (1588-1679) ocupa un lugar pri
En su Leviatén (1651) Hobbes describia
como profandamente egoistas, siempre buscando «deleites mas in-
tensos» y una posicién mas fuerte desde Ia que asegurarse sus objet
has por el poder definen la
acién general de
poder tras po
der, que solo ces ,p. 199). Desde esta pers-
pectiva, In idea de que los hombes pueden llegar a respetar y a creer
lo de la guerra ci
preocupacién constante por el propio interés no tiene que
a conflictos interminables ni a la guerra
de probar esto y anera, la Forma mas
apropiada de estado, introdujo un «experimento del pe ton.
Merece la pena examinar brevemente este «experimentoy, ya' que
revela, en su forma més aguda, s cuestiones que surgen.
cuando se considera la relacién entre el estado,
Hobbes imagin6 una situacién en la que los individuos se en-
cuentran en estado de naturaleza —es decir, una situacién sin un
s «derechos naturales» ar
todos los meios con el fin de protger sus vidas y hacer tuo Toque
deseen, contra quien quieran, y «poseer, tisar y disfrutar de todo lo
(Leniatén, parte I, caps. 13-15).
El resultado es la lucha continua por Ia supervivencia: la famosa
frase de Hobbes «la guerra de todos contra todos», En este estado de
naturaleza, los individuos descubren qu taria, pobre,
fe, que es preciso
ar el dafio y el ries-
go de una muerte temprana, asf como para garantizar las condicio-
nes de un mayor bienestar (parte I, cap. 1
lo de la democtacia protectors 6
ara una disc véase Plamenatz,
1, pp. 122-132). Hobbes dice de estas leyes que «pueden
a facil sum: incluso para aquéllos con
y ésta es No hagas al cre lo que note barias ati mismo
ve segtin Hobbes es: zbajo qué
idiuos los unos en S
al derecho de un hombre a toda
sus intereses a largo plazo
el siguiente: silos in-
n a sus derechos, transfiriéndolos a una autoridad
de forzarles a mantener sus promesas y conve-
-n formarse clectivas y legitimas esferas privada
|. Por lo tanto, un contrato entre los
«s esencial: un contrato social. Consiste en que los indi-
recho al autogobierno a una autoridad nica —y
relacién entre el sobera-
er politico: el ejercicio
fo (por lo tanto le-
‘una asamblea, creada como so-
cias en las que se
indivicuos de haberse llevado a cabo,
Aungue hay poco, en la concepci
smos en la actualidad representa-os Modelos elisicos
berano. El soberano es su representante: «una multitud de hombses
se ponen efectivam
uno, que a un cierto hombre o asamblea de hombres se le conceder
por mayoria el derecho a representar la persona de todos ellos (es
te)» (Leviatén, p. 268). A tr
es y de intereses puede con-
lo soberano supo-
asenso ¥ rechazan las pretensiones de «los derechos divi-
nos de los reyes» y, en términos mas generales, la autoridad de la
go, sus conclusiones son contearias a
xenudo se sirven de ese argumento, para sefialar
nccesidad de alguna forma de soberania popular o de gobierno de-
mocritico repres
La postura de F
preocupacién por la necesi
dividuo como el poder necesario p:
yaliberales. Es liberal, porque Hobbes estaba interestdo
descubrir las eircunstancias mejores para
dy estado en relacién con un mundo de i
lesy; y por enfatizar, de una forma n
acto, no s6lo para regular los asuntos hur
margen de dencia y eleccién en
para legitimar, es dec
bastante aliberal: sus conclusio-
idad de un estado virtualmente todo-
social y politica. }Hobbes no estaba en real
pios compatriotés que hicieran un conteato; él
gue ree
individuo, por un lado, y el poder del estado, por otro, en favor de
“
ecid el poder soberano del estado moderno,
ad de los \dependiente
lo de nuevo, de los ciudadanos hom-
fender una esfera libre
ercambio, el comer-
an prosperar: la sociedad civil. Pero
fimo término, en la correcta articulacion de
instituciones necesarias para ¢
re ellos si son go-
n soberino indivisible, John Locke
arse de los dafios que puedan hacer
les tiene sin cuidado, mas aun, que
ser devorados por los /.
93). En otras
> confian del todo los unos en los
en un gobernante todopod
eses. Locke (1632-1704) aprobaba la
ietno es la proteccién de los derechos
sido asentados por
1969, parte 3)
bbes, que el establecimiento
la existencia previa de los indivi-
lestaba intere-
gobierno legitimo y por las
ertad. Pero la forma en que con-as estas
te segunda say sobre
vez en 1690), Locke co
livid
aun estado de comple
pservancia y
ado de naturaleza no es
Juos no estin siempre
jo se deja en manos de cada indi
jados jueces y consecuentemente
es un acuerdo
igar, una sociedad independiente
(Ensayo, pp.
cs importante, ya que pone de manifiesto que son los
gobierno,
quienes pueden pres-
lela misma for-
ley (€
pero el proceso completoModelos clisicos
quieren un estado constitucional, en el que el «poder piblicon esté
legalmente circunscrito y dividido. Locke crefa en la conveniencia
de una monarquia constitucional con poder ejecutivo y una asam-
yentaria con derecho a legislar, aunque no pensaba que
fuera la tiniea forma de gobierno, y sus posturas son compatibles
con una variedad de concepciones sobte las instituciones po
Las reglas de gobierno y su legitimidad se sostienen por el «con-
miento» de los indiv
crucial y dificil en los esc
como la sugerencia de que
ic los individuos sera suficiente para garantizar el deber de
a, es decir para garantizar la autoridad y legitimidad de
atz, 1963, vol. 1, p. 228) nbargo, Locke
parece haber pensado que el consentimiento activo de los indi
duos era crucial tan slo en los momentos iniciales de la inaugura-
cién de no. Después, el co resultar de:
de los repres
pre y cuando
existe el deber de obedecer la ley. Pero s
hacen caso de los te | contrato, con una serie
de actos politicos tirinicos,
bierno no sélo puede ser inev
icable.
a Locke, la
para asc
una comunidad politica, es decir, la ciudada
idades y derechos, deberes y podere:
nes y libertades| (Laslett, 1963, pp. 134-135). En rel
‘on las ideas de Hobbes, ésta era una postura mas rad
tiva, ya que ayudé a inaugurar uno de los principios ¢%
decir que el estado existe para sal-
vaguardar los derechos y libertades de los
mejores jueces de sus propios
consecuentemente el estado debe ser restringido en imbito y
Ja democeacia protectora
prictica, con el fin de garantizar el
nara todos los ciudadanos. Desde mu
posturas de Locke més que las de Hobbes las que ayuda-
jentos para el desarrollo del iberalismo y prepa
ica ha sido considerable.
1 hacia varias direcciones
, Sugieren Ia importancia de asegurar los derech
I division de
constitucional y un siste-
como se de-
principios del
» estado representativo. Pero, en el mejor de los casos, la
estas ideas no consideraban muchos de los componentes
n gobierno democr:
1 poder de los p
1963, p. 123). No es necesario
enso, de acuerdo con Locke,
jo universal. (Locke con toda seguridad hi
lc un sufragio basado estrictamente en las propiedades de
pp. 231, 251-252; Dunn,
mites de la interferencia del estado en las vidas de
jo qué condiciones est justificada la desobedien-
se gjercia «por confianzay, por y
iadamente quién de-
ido «pueblo» y bajo qué cor
claro que ese poder del
nos mismos, es decir en alguna forma
smo. Aunque Locke fue, sin
le los primeros grandes paladines del liberal y
estimulado el desarrollo tanto del gobierno
jocritico (Jo que podemos llamar democracia
te aprotectora») (ef. Dunn, 1980,
jderado un demécrata,™
Division de poderes
(1689-1755), quien entendié mejor la necesidad de innova-
s para alcanzar un gobierno representativo re-
‘in inglesa: vel es
‘ado, Sobre el fondo de un notable descontento con el gobierno ab-
solutista (con el reinado de Luis XIV en particulas),
por la forma de ascgurar
argo cle | 2
ceptables monopolios de privilegios. Locke
catactetisticas deseables del poder del estad
rnimero de condiciones dela libertad, pero la mas notable se reflere
cOmo las consttuciones pueden estab sala
accién del estado,
Montesquieu aboge por el gobierno constituci
canismo central para garantizar los derechos de los in
(adultos, varonesy propitarios). A pear de que rea en
a. Defend
en Ia que las capacidades y ener
con el convencimiento de que los intereses de iniciativa privada s
rian protegidos. Montesquieu daba por supuesto que «exis
reo que
lo» (Del epirita de las los, p. 146; priemesa e
uchas personas (entre ot
las sin riqueza importante) «se encuentran en una situaci
tan inferior como para creer que né tienen voluntad propia». $i
de la democracia protectors
8 aE
‘puntaban en parte a ccleapetsonalzarlaestuc-
fuera menos vulnerable a los
mucho la palis clasica (cf. Keobs
niento de estados que cot
re comercio y de
ncia irreversible hacia Ia heterogenc
moderno
‘con Montesquieu,
lades estrechamente unidas, una eco-
quias buroc
alas de forma laxa, la desigu
privados (Del api
forma de gobie
ade estado a imitacion del modelo de Ia
ontesquiew de la constituc
f se considera que no
| ai acertada. Sin embargo, I
mente en algunos decial que combina las funciones de ejecutor, le
ntonces, natural f is
uez y
nente, sus derechos no podsian ser garantiza-
El andl
le Montesquieu de Ia division
rente. Por ejemplo, los poderes
i bastante ambiguos, A
icién de los temas generales es mas penetr
de sus pret Ee rill
te que lade cualquiera
‘oportunamente:
bernantes les presionat
stribuido y organizado de
sar de
gran importancia de
reside es
ss escritos pol
tesis de que, en un mundo cuyos i
icos de M
preciso crear
tun gobierno bueno
inst
stado para que
tasen, Montesquien peas
lescubierto el sistema p
wundo moderno: ua
fera publi
naturaleza especific
‘iones y estados. L.
por Factores geoclimiticos, asf como por la of-
ie argumento es ciertamente plausible,
ficultades para reconciliar, por un
In idea de que existe un ambito considerable para el cambio
ica esta deter-
que escapan al
in segundo lugar, una dific
smo centro de su concepcién di
«es el derecho a hacer lo que la ley
nos son libres para lleva
marco de la ley. Pero si se de
ley, no existe la posibilidad de argumentar cohe-
id puede depender de modificar la ley o que
A pesar
st
le si los legisladores hubiesen sido responsables ante el
ero Montesquieu pensaba en pocos indi
es; no concebia a los
capacidad de di asamblea legis-
a algunos temas importantes que habian
idanos.
rensamiento de Montesquieu los gobernados se-
> en iiltimo termino responsables ante los gobernantes,
ra aprobado, desarrollos posteriores de la
mocriticas, a pesar de que su obra tuvo, tal0
La idea de la democracia proectora: resumen y elaboracién
[Desde Maquiavelo y Hobbes, una cuestién central (si no fa cues-
tién central) de la teoria politica liberal ha sido cémo sostener un
gobierno, en un mundo marcado por la persecucién legitima y ra-
zonable de los intereses personales, y qué forma deberia de adoptar
ese gt [Hobbes fue el tebrico par excellnee que se aparto si
maticamente de los supuestos de la de
estado protector poderoso podria reducir adecuadamente los peli-
{gr0s que afrontan los ciudadanos dejados a su libre albedrio. La mo-
ficacién de Locke de este argumento fue decisiva: no existian bue-
nas razones pata suponer que los gobernantes proporcionarian por
propia iniciativa un marco adecuado para que los ciudadanos pers
bbremente sus intereses. De for as,
, Locke y Montesquieu argumentaron que ¢
poder politico legalmente sancionado. P
dos pensadores desarrollé su argumento hasta, Io que al me-
nos hoy en dia parece, su conclusion légica. La proteccién de I
bertad requiere una forma di tica entre todos los indi-
viduos maduros: la igualdad formal para proteger sus intereses de
los actos arbitrarios del estado y de sus conciudadanos. Hasta que
intuicién no se desarrollo sisten la teoria de In le-
‘mocracia protectora no aleanz6 su a pesar de que,
tal como aqui se sostiene, muchos de los elementos centrales de esta
teoria tienen su origen y su a
ticos de los siglos xvii y xvi. |
Dos exposiciones clasicas de la teoria de la de
ra serin el centra de nuestro atene
de uno de los arquitectos
James Madison (1751-1
principales portavoces d
Bentham (1748-1832) y
ntos de dos de los
o inglés» del siglo xrx: Jeremy
(1773-1836), En sus manos,
de la democracia liberal protectora recibid, aunque es di
tible, su elaboracién mis importante: los gobernantes deben res-
ponder ante los gobernados a través cle mecanismos politicos (entre
otros el voto secreto, votaciones regulates, Ia competencia entre re-
presentantes politicos) que proporcionan a los ciudadanos los me-
dios adecuados para escoger, autorizar y controlar las decisiones po-
Jiticas. A través de estos mecanismos, sé argumenta, se puede lograr
cl equilibrio entre la fuerza y el derecho, la autoridad y la libertad,
de In democracia protectora
problema de las facciones
n una setie de extraordinatios escritos en Tbe Federalist (pub!
» en 1788), Madison transformé algunas de las ideas més nota-
es, Locke y Montes
bertad individual a través de la ins-
de un poder politico, circunscrito legalmente y
timo término, ante los gobernados. ¥ siguiendo a
squieu, considers el principio nde poderes
central para la construccién de un estad Pero su
postura puede quizis comprenderse mejor en relacién con su
\cidn de In democracia clisica
Al contrario que Montesquieu, que acimiraba las antiguas repit-
pero creia que su «espirituy habia sido minado por as Fuerzas
cmodetnizacién», Madison era extremadamente critico, tanto
licas como con su eespiritun. Su juicio es similar al de
,¥ en ocasiones parece incluso mas severo, sustentado como
stos hobbesianos sobre Ia naturaleza humana,
lemocracias puras» (por las que entiende so-
rma en términos ge Ios
y las acciones. Mas atin, la natural
mn, The Federalist Papers,
p. 20), Como consecuencia de ello, las democracias puras
nstituido especticulos de desorden y luchas» y han sido
¢¢ cincompatibles con la seguridad personal o los derechos de
dads. No. pu sa el que «en general hayanjadison es
1 sus derechos politicos,
iempo, a la igualdad y asimilacién pesfecta
cen cuanto a sus posesiones, opinione: (The Federalist Pa~
‘pers, tim. 10, p. 20). La historia da fe de que tales suposiciones esta-
ban lejos de ser ciertas
entre opi
te de Facciones rivales y
contrapuestas son inevitables. Y lo son porque sus causas «tienen su
» (The Federalist Paper
ida, el apegoa
sto espectro de dife-
xulos insuperables» a
idades e intereses
La raz6n y el egoismo estin intimamente conectados, creando una
influencia reciproca entre la racionalidad y la pasién. Alli donde se
hha proclamado la virtud
méscara de las continuas
preemineneia, del poder y del beneficio son elemer
de la condicién humana que continuamente ha
tos (The Federalist Papers,
sbricos politicos mas pro
te, (Hs curioso, sin embargo, que haya sido rechazado muy frecuen-
temente por los liberales y demécratis liberales del siglo xx.) En las
3
dn de que todas las naciones
‘sen la propiedad, «movidas por sen-
rntos y opiniones distintas», Al contrario que Marx, Engels y
quienes posteriormente trataron de resolver los problemas
lagteados por el cor lases recomendando la
de su causa (esto es, la abolicién de la propiedad privada),
‘que tal ambicion era irremediablemente irreal.
joso que pudieran, ya que los seres h
1 sus patrones de desigualdad—, no resultaria de ello una ho:
p. 19). La formacién
ica es cl problema
fimero de ciudadanos, ya
a del conjunto, que estan
ugregados de la comunidad» (nim. 10, p. 17). La tarea que
o fue la de encontrar formas de regular «los
os interesesy, de tal forma que se vieran
in estado americano poderoso como salvaguar-
y como medio de control de «la violencia de las
108», con un gobierno que tuvie~
los ciudadanos de forma regu-
de los ciudadanos
ior los adultos, independiente
color y propiedades. Pero si bien pens:
que se extendiese legitimamente
mujeres y
umente, un criterio mucho mis restric-Es Modelos elisicos
vo de la extension del electorado esti esbozaclo en algunos de sus
son, en Meyers, 197. 973): Sin em-
1 pensaba claramente que una forma de «gobierno popular»
con una estructura federal y una divisién de poderes no solo mejo-
i is mas perniciosas de las facciones, sino que
nvolucraria también de forma decisiva a los ciudadanos en el pro-
eso politico para proteger sus propios interescs.
as dificultades politicas creadas por grupos de intereses mino-
ritarios pacden superarse mediante las urnas electorales «que per-
sna la mayoria derrotar sus siniestras postutas mediante la vota-
cidn regular» (The Federalist Papers, mim. 10, p. 19). Las mayores di-
ficultades planteadas por las facciones, sin embargo, surgen cuancl
yyoria, porque xiste el peligro
de que la ino popular permita a ese grupo
«sactificar tanto el bien pil
is pasiones o intereses de gobierno», La «titania de la ma-
9a menudo llamada, puede impedirse me-
son esenciales un sistema de representacién politi
cuerpo electoral
La representacién politica supone lad a del gobierno en.
«aan peguefio niimero de ciuda dos por el reston (nim.
21), Este sistema, argumentaba Madison, es importante, ya
que las opiniones idas y extendidasy si cpa-
san por la mediacién de un cuerpo elegic inos» [El go-
bierno representativo salva los excesos de la ad P
porque las clecciones mismas fuerzan la claifi
y los pocos clegidos, capaces de resistit el proceso pol
et competentes y capaces de «discernir los verdaderos
intereses de su pais», esto es, los intereses de los ciudadanos. Pt
gobierno represe: por si mismo no es condicién su
para la proteccién de los ciudadanos: no puede pot
dir que los clegidos degenezen en una potlerosa faccién explotado-
rijJL-legado este punto, Madison ofrecia un argumento nuevo, co:
trario al espirita general de las wlemocracias putas», acerca de la
tud de la escala en los asuntos piblicos. Una «repablica extens:
que cubra un vasto territorio y abarque una poblacién considerabl
es condicién necesaria del gobierno no opresor. Se dan varias ra
Je representantes debe alcanzar un
cierto nivel «para g nos pocos» (siempre
sarrollo de la democracia proteetora
o sean demasiado numerosos, aftadia ripidamente Madi
para exponerse a «la confusién de la multitud») (nm, 1
Mis importante ain si en una repiblica pequefia, y.cn una
la proporcidn de «sujetos capaces» es constante; en la iltima
do tendra muchas més posibilidades para escoger. Ade-
res seran elegidos por un
a en el logto de las
ina gran diversidad social y, por lo tanto, menos posibilida-
, tanto entre el electorado
idad social contribuye a crear una
dle que se forme una mayoria ti
entre los elegidos. La:
A pesar de que en un gran estado los representa’
ogresivamente mas lejanos e impersonal
» federal puede contrarrestar esto: «los intereses mas impor
femitidos a la legislatura nacional, los locales
lativos de los Es
lmente, los podere
spectivamente estin d
se pods proteger mejor Ia libertad)
sa repiblica de Madison tiene poco u
de la vida civiea y el reino de lo publico, La aten~
1a ya no sc centra en el Ingar adecuado para el ciucadano
ica de la comunidad; se centra, en cambio, cn
sus intereses y
A pesar de que
1 los intereses particulares con ela repiblic
a Ia interrelacion clara entre las preocupaciones republi-
les (cf. Wood, 1969; Pocock, 1975, pp. 522-545).
federal representative como.un-mecanismo cla-
s individuos y proteger sus dere-
tizarse la seguridad de las
|, la politica podria hacerse compatible
‘extensas y modernas naciones-estado, con
{rons de intercambio, comercio y relaciones in-
la tradicién epluealisty
6.86 Modelos cisieos
ternacionales. Pata resumir su postura, en palabras de un
rista
jos por el progreso y los
damente seculares en
“inicamente,
‘continental puede garantizar un gobierno popular:
necesario un levi sano para proteger la
| frente a la ti locales
sy contrato s¢
10 lograban explicar las bases reales dé los intereses, obligacio-
y debetes de los ciudadanos para con el estado. Estas bases po-
jumentaban, comprendiendo los elementos pri-
es de ta humana real. La clave para la
ibn de los seres humanos reside en la tesis de que los hom-
.n pata satisfacer el deseo y evitar el dolor. Su argumento,
iente: la motivacion predominante de los se~
wumands es satisfacer sus descos, maximizar su satisfaccion y
minimizar su suftimiento; la sociedad esté compuesta de
luos que persiguen tanta utilidad como puedan obtener de
juello que descen; los intereses de los individuos siempre es-
conflicto unos con otros, ya que «una gran ley rectora de la
a humana es, tal como pensaba Hobbes, subordinar «las
as y las propiedades de los seres humanos a nuestros place
“e Bentham, Fragmentas sobre el gobierno). Puesto que los que
sturalmente de la'n que los gober-
cl gobierno, si se quiere evitar su
ectamente ante un clectorado convocado frecuentemen-
risus idos.
n estos argumentos, crora de la demoeracia re-
clara (véase Macpherson, 1977, cap. 2)
|, Ja democracia liberal estaba asociada con un
‘que asegurase |: jos gobernantes
ss gobernados. Tan s6lo a través del gobierno democritico
ios satisfactorios para generar decisiones politicas
‘ 0, a saber a los intereses de la
sm: «Una democra-
objeto y efecto... preservar a
s de la opresion y Ia depredacion de manos de aquellos
ea para su defensa» (Bentham, Constitutional
ro I, p. 47). Se exige al gobierno dentocritico que proteja a
os del usd despotico del poder politico, ya sea por parte
cde una aristocracia u-ots0s grupos. «Los intereses de
109 nte pueden defenderse a través
fundos ¢ intrinsecos defectos,
pulares (Krouse, 1983, p. 66).
proteger ades poderosas constituia un
proyecto ambiguo sportantes dudas acer-
ca de los principios, proced nes del
popular y de la necesidad de defenderlo de la acci
racional, de cualquier procedencia. Los criticos de la democracia,
fi lucit este tema: cedmo se mantiene
ccucstiones a expensas de todas las demés,
mente co eo conservador injust
democracia protectora, en un derecho natura
piedad privada (en la prictica, un derecho 3 la distribucién desigual
d), Los fundamentos de este derec
vor de un gobierno popular, siempre y cuando n
de que la mayoria pudiera volver los instrumentos de la politica del
-gios de una minoria. A pesar de la conside-
sus argumentos, Mi
a regafiadientes. Compartia esto
quienes para nuestros propési-- Modelos elisicos 89
o contribuyeran directam: logro, por
lela mayor felicidad del mayor mi
lc, sostenian Bentham
arco general el gobierno debia
eproporcionar sustentos prod
; mantener la seguridad» (w
ja tltima es
del voto, del voto secret
presentantes politicos, de la
prensa, expresién y asociacién piblica (véase Bentham, Fragmentos
sobre el gobierno, y James Mi Eiay on Goreranent)
los
de las justificaciones mas claras del estado dk que
s condiciones necesirias para que los individuos persi-
seguir cuatro m
ndancia; favorecer Ia igu
Principles ofthe Civil Code). De estas cuatro,
fs importante, ya que sin la protes
incentivos para qu I
1. Sil estado persigue
sen el mercado y para que se apropien de
ideas estaban ent el centro del
pel de arbitro o media
|, de acuerdo con las re
luos perseguian
las de Ta competenc
ino obedecerle.
las doctrinas econdmicas del
certiente mis ra-
sion de poderes dentro
an al maximo beneficio para todos los ci
bre mercado
yen particular, para regu:
es no cuestionadas.-El)
sociedad civil bh
stante del
en muchos dor
y poder de-
defens stado uminimo», cuyo im!
estar estrictamente limi existia de hecho un fuerte com-
promiso con detes estatal, por ejem-
cia, ya se tratase de
‘wesfefa pul-
reino de
nueva época. Mis
5 izar los mejores im y James Mi :
,y'su relacién con
ropiedad se dio persistentemente por supuesta. Por
rar la extensidn del suftagio, Be
Jamentos en cierto momento
lacién femenina y a grandes sectores de la clase traba-
ganizar
icacion de la ley,
nas siempre y cuando defendicran el principio de utilidad; esJemocracia protectors
Modelos clisicos
10, la concepe
muchos de sus argumentos parecian apuntar
a eae re cane ccacia protectora ha tenido profundas consecuen
direcci6n del sufragio universal. (Bei
ical que Mill en la cuestién del sufragio y, en obras p
teriores, abandon6 sus primeras reservas acerca del suftagio univer-
sal mascul dgunas reservas acerca de la cor
Reswnoen: modelo I
Democrcia proetora
la democracia para una socicd
1977, pp. 42-43). Sus escritos
0 sito logico para el gobierno de una sociedad,
del poder y Ia tradicién abso que los individuos tienen
deseos consumidores de mas
ida, La demo
mweguaredequs sq
Spondan 1 os intereses de los
Ia tradicién
ia protectora (resumida en el modelo II) pr
imitada:
obicrnos y con
facciones o grupos de
ia de esto es que los asuntos que concie
ejemplo, a Ia organizacién de la ect ala violencia conti
mujeres en el son considerados politi
ratos privados «libres» en la socie-
de asuntos pl
3)*. Es ésta una visi
nes partic92 Modelos elésicos
Condiciones generales
Desarrollo de una sociedad
| politicamente auténome,
Propiedad privada de los medios de produccién.
resumen ge
le representar exactamen
es importantes diferencias
Laidea de
(libertad negati
a partir de finales del
libertad frente a una autoridad
tal como ha sido
iento perfecto para la creciente sociedad de
ertad de mercado implicaba, en la prictica,
dejar que fueran las iniciativas privadas en la produccié
cidn ¢ intercambio las que det
le las personas. Pero la concepcién liberal de la libertad nega-
tiva esta unida a otra nocién, la idea de escoger entre alter
Uneelemento central de la cle la capacida real de
clecciones clistintas y de perseguir cursos de accién distintos (diber-
id positivan). Esta nocién no fue desarrol
por la tradicién liberal aqui con:
inados|
ertad —la igualdad formal de las capaci
ciudadanos para proteger sus propios intereses— lleva implicito un
ideal igualitario de consecuencias perturbadoras para el orden lib
sal (véase Mansbridge, 1983, pp. 17-18). Silos intereses individua-
les deben ser protegidos por igual (porque slo los individuos pue-
den decidir en iltimo término qué desean y por qué lo descan), sus
intereses tienen en principio igual peso, y se plantean entonces dos
ccuestiones: no debetian terier todos Tos individuos maduros en ge-
wder o medios para proteger sus intereses, es decir, un voto ¢
de derechos ciudadanos?; gno deberiamos plantearnos si
iduales pueden ser protegidos de forma
ia mediante el mecanismo politico de la democeacia libe-
3 decir si esta iltima crea una distribucién equitativa del po-
primera de las consideraciones arriba mencionadas se en-
‘en el centro de Ia lucha por Ia extensién del suftagio,
por lo general la clase trabajadora y las activistas feministas
108 paises alcanzarfan, mediante luchas extensas y a me-
cl sufragio genuinamente univer-
los siglos x1x y xx. Muchos de los argumentos de los demé-
berales podian volverse en contra del statu quo revelando
punto permanecian sin vigencia en la prictica los princi-
lemocriticos. La segunda consideraci central para
sministas y otras tradiciones radieales. Si bien cada paso
aldad politica formal constituye un avance, Ia «libertad
recortada por impresionantes desigualdades que tienen
adas desde esta perspectiva exigen un
joso, pero no se tratan directamente en el modelo I.
resulta sorprendente, dada la preocupacién del modelo, en
mino, por la legitimacién de la politica y a economia del