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\ DEMOCRACIA CLAS! I siglo v aC. es griegos, cor ATENAS su preeminencia y del extraordinari aqui un interés pri pettinentes algunos comentarios al respecto. formand )-44), En un principio, estas ciudades est , pero con ¢l tiempo, a menudo tras por aclanesy y je lendor» (Andersor la tierra y cl comercio maritimo estimu desarrollo de aquellas ciudades costeras especialmente b das, algunas de las cuales dlisrutaron periods de progresivo creci- miento, a alfabetizaci i ion de atiranos» o «autdcratas» (c. 6 a.) que- Ia continuidad politica de las primeras ciudades-estado. Estos tiranos representaban los intereses de todos aq mente habjan hecho fortuna con la propiedad de ti rable, debido a y enriquecimiento de unos pocos no fue acompatiado de de las condiciones de vida de las clases mas pobres, especialmente de los no-propietarios o de los propietarios de pequefias granjas 0 «comunidades agri aumento de la poblacion hizo crecer la presion sobre los privilegiados, dando lugar a un periodo de inten- sas luchas sociales. Con el fin de preservar el equilibrio de poder, hhubo que hacer a menudo algunas concesiones en Ia compleja in~ tensa vida politica de las ciudades. Las concesiones que se hicieron, fundamentalmente en Atenas, pero también en el resto de las ciu= dades, « a mejora as particula lestaca como el va cultura pol do. cambios en la organizacién campesinos moderadamente prosperos, piezas centrales d sa de la comunidad (véase Mann, 1986). Seria este cambio, quiz ‘més que ningan otro, el que influiria en la futura estructura politica de lavitud (més adelante se volver so- fa: Atenas 0s, trasmitidos a lo largo de gener 5). Patece ser que fue a mediados del siglo v1 cuando surgio Quios el primer gobierno democritico, aunque ot10s, co lades idiosincrasias pronto le siguieron, ulo de este desarrol se extendié por toda 2» con mis detenimiento), un reciente niimero de ciu- ss independientes experimenté un aumento sustancial del de sus actividades. Fue el establecimiento de una economia re aparecia ahora 1980, p. 31). Las comunidades usbanas ‘ieron un sentimiento creciente de identidad y solida- lecieron lineas claras de demarcacién entre «los de (ciudadanos) y «los de fuera» (esclavos y otr aquellos, sin importar su con aces). Esta identidad se refora6 con la exten- categorias ién, proceden- umbién beneficis a la administra- ‘én y de los recursos materiales qu indose los cédigos jones (véase Fin- i Ate- lo cierto es que la .cibn griega, ‘odos los ciudadanos libres. Es primeras democracias acontecimientos; mas su desarrollo estuvo marcado por un proceso de continuo, lo largo de muchas generaciones. Pero la pregunta sigue 2por qué este proceso ion de un determinado tipo de democracia? Es ésta una pre- que hemos hecho referencia llevé a surgimiento de una ciudadania a la vez eco: 1 militarmente independi famente pequefias y compactas. Los cambios politicos tu- ‘en el contexto de comunida- cstrecha relacién, en un centro urbano o en sus alrededo- Moxlelos elisicos in clisica: Attias a clisica/ Los conocimientos que tenemos de esta cul entes tan diversas como fragmentos necesariamente con exactitud) y ;oposicién critica» y los émica y social era Estos factores —tamaito, compl de gr és de que fuera pronunciado, exalta la importancia y a pesar de que, como ex; a c Atenas (véase Finley, 1972). Hay dos pasajes en tos, con un estricto origen ateniense?. acia en Atenas cin para el pe ceastge beral del ser hu- relacio- lerechos», no pueden remontarse legado de Atenas no fue en absoluto acep- andes pensadores griegos, incluyendo a a.C.), Platén (hacia el 427-347 a.C.) y inaron sus ideas y cultur Ios icios mas desa- vex de los asuntos privados y itaciones de la teoria y c a temente la que no existe In aceida, palabra antes de poné be de Per poets, pp. 255-256, 257-258.) pasajes se pueden extraer varios puntos importantes. 2 Modelos elisicos Pericles describe una comunidad en la que todos los ciudadanos participar en la creacién y sustentacion d no tenian que hacer frente a ningiin obsticulo basado za para participar en los asuntos pablicos. El demas es el poder sobera | suprema que se ocupa de las funciones legislativ aba tomar funciones, partic en los asuntos del como dice Pericles: «ot fi sgeneralizado con el Cciudad-estado repul Jos asuntos ideal de la antigua Greci las imponia un estado dedicado al mai destinada a proteger los pueblo y gobierno, dad-estado ateniense, Puesto que la ciu activa e involucrad ian para det principio de gobierno era el principio de una forma de tivpaciin direta. El proceso de gobierno mismo estaba basado en lo vcraciaclisica: Atenas por lo que, La ley se contrapone a la dora de respeto y que, por ende, en este 982, p. 26). Sil ley se an, impone nocién de vimperio proceso y el gobiemo constitucional, encuen yoria de idadanos pod respecto a y orgullo ela ciudad e: puede lograr u os aspectos y dotada de y el felas (meta u objetivo) del bien co; a precisamente en afianzar y desarrollar el judadano en Ia ciudad-estado, nes mas notables de Ia democracia ia de Ais Ea ‘Modelos lisicos analiza «las pretensiones, los fundamentos ético ; de la democracia, y hace una clara referencia a las caracteristicas agriegas. El segundo instituciones de mente citado deci ain af Iibertad es el ser gobe que los pobres tienen mis po prevalece es la op tgimen. Otra es vivie como se quiere; pues dicen iodela pio del esclavo es ¥ cia, y de mento y ta ntos democriticos los siguientes: el que todas las Jas entre todos; que todos manden sobre cada sobre tocos; que las magistraturas se provean por sorteo, + que no se fun sistratusas sean de conta ‘ren justicia todos y destin, de acuerdo les, unidas de forma inextricable. Hay dos eriterios de 4@) el wer gobernado y gobernar por turh 0 de pobierno, la igualdad es esencial: sin la eigual: titud> no puede ser soberana, De acuerdo es decir, el re- ye) en prine’ un cargo pul conflicto (tal como ido Aristételes) con Ia libertad, en segunda acepci mo se quiere»), los d ‘que deben existir ciertos limites a la eleccio 36 Modelos elisicos Caracteristicas institucionales Las instituciones descritas por Arist6teles en su segund fo clarifican, aun naturaleza radical de la democrat gua, No es de extrafiar que Marx y Engels lo tomaran como fuente dese orden democritico ideal de tal forma que la Comuna de Paris en 1871 parece presenta nificativo de caracteristicas comunes con Atenas. La figura 1.1 representa Ia estructura institucional de Atenas. La ciudadania en su conjunto constituia el érgano soberano fundamental de Aten: La asamblea se reunia mis de 08 (el cia se requeria para que las actas das). Todos los_ grandes untos, como nantenimiento del orden. piiblico, las finanzas y la imposicién directa, el ostracismo o las Guestiones internacionales (incluyendo la valoracién de la actua- nzas, a decla- a creencia de qu 3s problemas podian resolverse de Forma adecuada para el interés Inexistencia de grandes dife ntos de intereses individuales. s espinosos se aprobasen por la Formal (Larsen, 1948). La vo- tas las diferencias de parecer, miento pata legitimar la resolucién de asuntos importantes y/o urgentes. Los griegos inventaron el procedimiento de la votacién formal probablemente p: decisiones i tar su propi centro de recepcién de las nuevas iniciativas o propuestas pol «Consejo de los Quinientos» asumia la responsabilidad de orga- mer las cecisiones piiblicas; ayudado a su vez por legislacion 37 (Para guia Atenss. (Basado. en la consttueién de Cliste- 3 Modelos lisicos wersca elisia: Atenas 9 podia ocupar el puesto por un dia). Mientras que los tribunales esta- ‘Atenas de Pericles era al ban organizados teniendo en cuenta criterios similares a la asam- s de tres por cada dos ciudadanos libre ignated blea, las Funciones ejecutivas de la ciudad eran desempefiadas por 00 exclavos (Andrews, 1967; Anderson, 1974), Jos emagistrados», pero incluso su poder era difuso, ya que un con Jeados en casi todas las formas de agricultura, io de diez personas ejercia estos cargos. Casi todos los funciona idos por un periodo, no renovable, de un afio. Mas de la politica autocra rect separables. El hia~ ica ateniense es \lentesfla concepcién cl dgualdad politica» esta dade sobre la «igualdad de poder» para todos jentela, asociada a las eleeciones ricdad de métodos de seleccién, incluyen: dl sorteo, el sorteo por grupos ‘nos mas generales, del sistema estat ee: fen su conjunto. El exclusivismo de la democracia antigua ee 105 legitimamente a Atenas s, debe ser plan- antigua Atengs descansaba tiga. Peco es preciso sefialar, al igual no de unos pocos» y el C traordinarias innovaciones de la democra radian, en gran medida, en su caricter exclusivista. La polis se caricterizaba por su unidad, solidaridad y participa wente a la vi ‘una pequefia proporcién de ban no sdlo de {que varios grupos reclamaban para si te, tenian una enorme significacién, a pesar jncgos y festivals, sino tambien de Tren puro de personas, que 00 Exec] en primer ga, la elt pol spervision y cont .A jugar papel alguno en el ateniense era una cultu- Tos aspecto® concernien- ina adulta, Solamente los atenienses varones mayores de ((crmilos conflicios queinceitik ie n optar a la cindadania [La democracia antigua . Teamuse mujeres no tenian derechos c tico, es post abai tes dificultades creadas por la Z .s mujeres casadas disfrutaban de mejores co razon explican tico no reconocido poli s de [a antiga in gran mimero de los residentes en Atenas ae 16s mis fascinantes que t fas se encuentra en los escritos de Jenofonte. El ina os enmigroter cays iin s aban iv do en cae lea tadsaeoeiciem oPes tenas varias generaciones ats. Pero qui, con diferencia, la ca- inte el retrato (0 reercacién) de una is amplia de marginados politico ers lade los esclavos Se dba ce ero ee OSs del derctho a participar en los procedimientos formales, En este tegori Modelos clisicos fexto subraya tanto la impresionante responsabi en Atenas Ia intervencién direc dadanos en el proceso real de toma de decisiones— como los orige- nes de algunas de sus dificultades. El extracto hace referencia a una importante victoria naval ateniense que, sin embargo, caus6 mu- la expedicién fueron acusa riamente a los hombres en los barcos hundidos. Al igual que en mu s de los que disponemos, ha de tenerse en vvida politica 1s de Ia ciudad cesaron a igieron a Adimanto y, en tercer lugar, a habian participado en la batalla naval, Protomaco y Aristégene eron a Atenas, pero de los seis que desembareato «en la que, encabezados por Te alos esteategos, en | estrategos se defen dad de un discurso acorde con los niufragos a hombres capaces, lo esuteg.y qu habla que responabila algien con ser nadie mas 4) tos y otros muchos compaferos de nav al pueblo, hasta el punto de que muchos ban y expresaban Su deseo de dar vceacia cisica: Atenas nes les pazezca le no recogieron alos vencedores en era, ¥ a qui la segunda. Si se o que sc los condenc a muerte, se los entregue el encargo aba, que los estzategos no portado como héroes en defensa de la pat Algunos del pueblo lo fe que alguien pudiera im- Liciso dijo que también a alos estrategos, si no re- ante lo que la multitud reaecioné con ruidosas forzados a renunciar a la denuncia, .908 se negaban a proponer cde nuevo subio ¢ jo lo siguiente en defensa de los estrategos rte, para acusar a Peri 2 Modelos elisicos dia para defenderse perso die ms que en vosotros mismos. sean juzgados de ur iadosos y ficles a a daros tanta prisa2.» au props de qu juagara eto de Cannono, a cada uno por separa ‘en juzgarlos a todos con er lugar una nueva ‘contea los ocho estrategos que hal ipado en la bata- ‘on los seis presentes, No mucho tiempo después cambia La historia de Jenofonte pone de manifiesto ciudadanos a, el control Extens0 y po- , asi como otras texto ilustra tam- bién la forma en que se me plena participacién depe uno; los enfrentamientos entre grupos de Gia de redes informales es; y el potencial de inest de le control de la conducta impt 1974, pp. 1-2; 19). Mas adelante se incorporaron a la estructura de democracia ateniense algunos frenos constitucionales, con vistas a salvaguardarla precisan lecisiones precipitadas e irrever- sibles, Estos cambios intentaron compensar la soberania popular racla elisica: Atenas 8 ¢co constitucional capaz de proteger las leyes y procedi- dudoso que estos cambios basta- frente a una oposicion muy resuel- ie el poder no estaba estructurado por un sistema constitucio- bernamental ‘onentes a través del ostracismo o la muerte 8-119). Es facil exagerar la frecuencia de estas aricter representativo de la nagrativa de Jeno- ase, y olvidar que Atenas dis- utrollo de Atenas estuvo acompafiado res; tinicamente hubo. unos. pocos_afios ar acarreaba benefi- ciudadania atenien- ‘i6n de una base comin en- ida, mientras duraron las de derechos de todos los ciudadanos a participar en s, entre ellos Platén. Merece in momento en la critica contundente 4 ‘Moaletosclisicos Platén a la democracia en La replica, ya que contiene criticas toda- vvia hoy dirigidas contra la demoeracia, entendida como algo mis que wna Voracion en 6casiones periddicas, ¢ incluso entendida sim- plemente como tal (demécratas legalistas). La juventud de Platén estuvo ensombrecida por la guerta del Peloponeso, que ten por la desaparic de liderazgo, moralidad muerte de Socrates el 39% gobierno basado en I gobierno de los ricos), democracia (I gobierno del pueblo) y t rs gobierno de un tini¢o dictador). AI discutir la democraci se basé fundaniientalmente én Su experiencia en Atenas. Si bierno en el que «reina una mezcla encantadora y una fecta, lo mismo entre las cosas desiguales que entre las iguales» y que garantiza que «todo individuo es libre de hacer lo que guste» (La rpiblica, pp. 262, 263)". Este compromiso con Iiticay y ala libertadn es, de la democracia, La democracia tiéne una serie de defect (véase Lee, 1974, pp. 27-30), que pueden extr ues, un pated de una o de muchas naves, tal como voy a pintirtelo; mis grande y mis robusto que el resto de la tripulacién, pero y poco versado en el azte de la aavegicion, aca clisiea: Atenas 45 10s una ciencia que fn dispues- ‘que intente sostenes lo contrario, Imaginate que los ves adole, conjucindole mn, Los excluidos matan y arrojan al mat a los que han sido os: después embriagan al patrén o le adormecen haciéndole beber ‘Agora, o se libran de é1 por cualquier oto medio. Entonces se Ia nave, se echan sobre las provisiones, beben y comen con todo el que pueda ayudarles a obtener por la persuasion 0 po! direccién de la nave; desprecian como iniiti a deseos; ignoran, por otra parte, lo que es un piloto, y que, para ciso tener conocimiento exacto de los tiempos, de las estacio- los astro, de los vientos y de todo lo que pertenece a este ? Los marineros, ‘considerarin , provista de la dy experiencia nécesaria, tiene mds derecho que ningunoa nar legitimamente; ya que él pueblo (la tripulacién) conduce ie acuerdo con los impulsos, los sentimientos y los pre- No tiene ni la experiencia ni los 1a s6- cegucion, es decir carece de ju (a los politicos) y con tal que se digan muy celosos por los intereses del lol» (La repibiica, p. 262). En general, «lo natural es que el q scesidad de ser gobernado vaya en busca del que puede g -no pueda ser itil a los demas lary actuaran, consecuentemen a popularidad y posicién. 1 su aquiescencia para las demandas populares y por el hecho itica se fundamente en aquello que puede ones dificiles, as op- 46 Modelos clisicos iones incémodas y las verdades desagradables se evitan gencral- mente por necesidad. La democraci al sabio. , ademis, in- con el mantenimiento de la autoridad, el orden y dad, Cuando os individuos son libres de hace remente de sus eapa- corto in embargo, a largo plazo, su efecto del deseo y la permi jan el res s. Los jévenes ya no res- juamente a sus mayore: Y estos tiltimos «quieren remedar a los jovenes» (La repiblica, p 267), En resumen, los ciudada: se le llama «cultura; a la anarqui ‘magaificenciss «ln desvergienza valor (p ticoy a v se lena d rica se fragmenta cada vez més, y re facciones, Esta situacién con conflicto intenso entre los intereses sectorial én lucha mas por sus propios intereses que por los del cx = tado. Un compromiso conjunto por el bien de la comunidad y por Ia justicia social se hace ble, intrigas y manejos y ¥ ambicién desenfrenada. To idos pretenden repre- sentar los intereses de la comunidad, pero de hecho todos se serin inevitablemente atacados; y el conflicto entre ricos y pobres se agudizara especialmente. En estas circunstancias, afirmaba, es probable la desintegracién de la democracia. «l.o mismo con rela- 6 ple parti bertad a debe producir, tarde o temprano, una extrema servidum- bre» (La repiblica, p. 268). A lo largo de las luchas entre facciones, se proponen lideres para defender las causas particulares, yes relativa- larcs exigir «una guardia perso- sracia clisica: Atenas ar protegerse de las agresiones. Con esta ayuda, est a un paso de apoderarse de las «riendas iatura, es «honesto, bueno y jus- mientras no gobiernen lo: ien educados y formados, tienen la capacidad de todos los elementos de la vida humana bajo «el gobi atén crefa que «la virtud es Forma mas ventajosa lo de gobierno sea el ‘ocupemos aqui detenidamente d tard con saber que su postura en La por el deseo de contestar a le una concepcién natural de la division que cada clase de individuos puede encontrar su de exami les propias de cada 2) garantizar que n las funciones adeeuadas, Los individuos y 48 Modelos elisicos Jos estados se conciben como «todos onginicos en los do el «todo» esti sano, los ciudadanos pueden desemperi sfacer sus necesidades, realizarse y, de este modo, morar iente, seguro y poderoso (véase Ryle, 1967). En es- ued prevalecer y la vida bu no esta tanto destinada luo per se f su papel en el universo, Esta teo: ‘ertadamente un comen- ales en términos de con- estado como intere- trato o pacto y que, en consecuencia, conci sado de modo pri estado asegura para que el ciudadano desarrolle su vocacién. 6 hasta cierto punto, en obras subs pecialmente en El palitcn y en Las leye la postura planteada en La re ros Platén reconoce que, en el estado real como y la democracia, inte por Aristote- urde su Pero es- ideas no fueron en su conjunto desarrolladas de forma sistemiti- rads adelante, cuando se exa- Jemocracia clisiea: Atenas 49 de Platén de introducir un elemento democritico jierno ideal no supuso un mode- primero, lores demécratas, y las segundas, ica democeittica. Sin lelo mismo no se volveria a examinar, articular y defender tarde atin N 0 que concierne a la democracia, en las jentarista, «nunca han sido superados teoria de la democracia, gua, en el contexto del surgi- dos poderosos y regimenes militares, pudo 50 Modelos elisicos Resumen: modelo I La demoeraciaclisica Prinipo(s) jusifiatzo(s) Ja jgualdad politica para que pue- igobernar y ser a su vez gobernados. Caracteristicas fondamentales Jes métodos de seleccién de los cargos ntze Jos ciudadanos los que ocupan puestos piblicos . Gon excepeién de los puestos relacionados con el puesto no puede ser ocupado dos veces por el los los puestos. Condiciones generles estado pequefia de esclavitud, que d re» para los ciudada- jad, ya que la s dificultades en k 1s0 sistema comercial y territo- que hacer, frente, por un lado, a problemas de coor- Ys Por otro, a la agresién de esta~ sase se vio atacada ¢ ininterrumpi- tos de particip si algo, control burocritico centralizado. Ambas profundo sentido del deber paiblico, w dda repi co. En ambas le los campesinos nacidos ‘os emancipados, en Roma las lites domi- os aspectos de la politica. La historia mil ina en expansiones territo- explicar mo y por qué Roma fue ca- os formales de pasticipacién popular, lar real muy por guo es la herencia de la trad a comprender la historia del pens de democricia protectora Capitulo 2 EL DESARROLLO DE LA DEMOCR? A rave ipse y el resurgimiento del homo politicus ideal del ciudada- travésde la accién itesis del bono poli- Jomo credens de tiana; el ciudadano, para quien el es esencial, es desplazado por el fiel creyente (Pocock, Aunque seria un error sugerir que el desarrollo del sterr6 eficazmente las consideraciones seculares de ntes y de los gobernados, el cristianismo tras CIA PROTECTORA Y EN CONTRA DEL ESTADO I » ser concebido para v por la forma ibn griega, segin la cual la poses la representa in cristiana del mundo insist En la antigua Grecia un ciudadano era alguien que participabi inismo, por supuesto, no ignoro las cuestiones acerca \s metas que los seres humanos deben aceptar con el icos. El limitado ambito de la participacién activa en la pol a productiva. A pesar de que el cristianismo fue ca contemporinea seria considerado por aquellos muy antidemo- | ificilmente se habria converti- eritico (véase no hubiera sostenido valores y aspira- to, son apreciables por si mismas, en Las democracias atipicos en Ia historia p ien ser ciud primeras asociaciones humanas hasta principios del Renacimiento da del absolutismo, Es conveniente detenerse ahora en este ie nadie tiene derechos icas bases sobre las que el 4 Modelos elisicos valor de la igualdad podia ser prescryado para la sociedad en su conjunto, en un mundo d 5). En esas condiciones, la concepeién rel al menos, una forma de servar el concepto. Sin jsmo se utilizd para icar una serie de ins ruptura, La cndad de Dies de Agustin, escrita entre el 410 y el 423 d.C.,h is autorizada de la o sobre el secular. La insistencia Iglesia es « y en que problemas de cesta fue inmensamente influyente en Europa mediet 1978, pp. 349-350). Escrit primeros afios de lac: La ciudad de Dies re- comendaba sas terrenales» para « peeeDeree tos y escritos que pudiera considerarse fundamental para ‘as concepciones sobre importantes innovaciones po Europa, ésta en un nuevo e impor tema democritico (véase Poggi, 1978, cap. 2). Sin duda, el caricter eurocéntrico de mucha de la teoria politica contemporainea ha im- pedido una adecuada comprensién de importantes desarrollos fuera una gran parte se ha Peto hasta la obra de Tomas de Aquino en ia de los Padres de la Iglesia, y de Agustin en y constituye un estancamiento. Aquino (1226-1274) reexaminé la dlstincién entre Ia esfera de In jarisdiccién secular y la esfera de la jurisdiccién espiritu egear la obra redese perdido para Occidente durante varios siglos) en las ensefianzas 4politica; y en conereto, no dio ly 55 chos aspectos pertur- de que si bien la monar- mejor forma de gobierno, no debe atribuirsele autoridad En su opinién, el gobierno de un monarca jural (esa parte d ). Puesto que el estado no tiene auto- interpretar la doctrina religiosa, el juicio de Ia Iglesia es que Aquino se anticipé a la idea de un tucionilTimitado —eenteal en el desarzollo de la ‘menudo unida a la gal 0 constitucio- ar ¥ CO ). A pesar de que esta nocién en- a expresion en el mundo antiguo (especial sa a ser objeto de principal interés hasta finales del legalmente circunserita, independiente de gober- jurisdiccion suprema sobre rechos de propiedad feudal. De forma si bs seres humanos como eindividuoss jes de mercado; el florecimiento de la cultura 56 Modelos renacentista con su renovado interés por las ideas politicas clisicas ho romano); Ia cor is nacionales y del sistema es- Inglaterra, Espafi iento de del cristianismo; los contlictos entre la Iglesia y el tuno de estos factores jug su papel. Tan pronto como se relajaron, testante fue quiza la mas significativa. La Reforma hizo algo mas ve cues ny autoridad papal en Europa; mportantes 6 ‘quien se debi te, aalguna secta rel resolvia por si misma. Las lucha que se extendieron po! mente de mani- fuerza altamente fy el desarol has de poder sin das de riesgo» (Pog , A pesar de que a cexagerado el poder rea paras fs mas notables de esta postu es la ate ia protectora (véase Sigler, 1983). estado tendrian que separarse del deber del so- defender una determinada fe" (Ski ofrecia por si misma una huida hac no creados por la comp terpecta- ._ Esta era una concepci s. En primer lugar, za central de mucha de la reflexién s, sancionaba directamente la autonomia os los terrenos que no entraban dire a moral y la prictica religiosa (véase el ber, La ética protetante yo espiritu del capitalism, Este mbio politico que se inicia con (0 en Europa de una vari a raizdel des este impulso (véase Sigler, iuropay el «Nuevo Mundo», y la natura. los no-europeos, se convirtié Agudizé el sentido de la pl id tomaron estas interpretaciones icionada con el contexto y las, s paises europeos. Ls 1 se experiment6 de forma di 58 Modelos elésicos como la Revolucién in pendencia americana (1 (1640-1688), la Declaracion Reyolucién francesa (1789), Las tradiviones emergentes del pensamiewto lito , dos Tlegarian a ocupar un Tugar central: e] «hum z in representada aq Maguiavelo (1 ‘mundo antiguo liberal, de la que sind sbevltisay ia. Locke, por el contrat te el principio de la tradicién constitucionalista su progresiva intere de que ambas tradiciones se disc Es importante que el bien se trata de un concepto controvertido y st rete ha cam- por defender los valores de rancia frente ala tirania y a 1966; Duna, 1979; especi En el centro de este proyecto estaba el objetivo de liberar a ad civil (la vid y econémica) de la interfer nente I autoridad propias preferencias en -0s —de hecho, en todo sti beralismo interpretaron este objetivo de forma diversa, todas a : 30 ta democraca ps Ia defensa de un estado consticucional, de la pt se concebian alibres e iguales», con «dere- , con derechos inalienables desde su naci- crecimiento dela econo. la vida pl ado, por los prominentes pensadores liberales, @ central al que se enfrentaba la teorfa politica libe- concepto ce estado, como estructura de poder at al «estado soberano» con el pueblo soberano», re ima del poder del estado. La mayor par- Forma que sus representantes no inter- de los ciudadanos ind: 10s con otros, de 8 smo es preciso exa- .. Unicamente com- al y las cuestiones hos del individuo y de los mecanismos de repre- los fandamentos de los nuevos cen Jos siglos xvi y por lo tanto es preciso tratar antes el pen- a Modelos clisicos Skinner, 1981), sirge eni nos aspectos convincente a Maquiavelo, qué as tres principales samiento de Maquiavelo, Maguiavelo proporciona un contexto que nos ayuda a comprendet muchos desarrollos posteriores. Estos de- sarroilos culminaron en un nuevo modelo de a protectora subrayat ciones democtiticas pata proteger particula sajes con elementos anilo- aquiavelo sostenia que, después de un aristocr: tiende a transformarse en do murié la generaci que, co te todo tipo de at sugerencia de al ppasan todas as repii- las (Dicurses, piginas a ser central en la teoria politica mente en. (véase Pocock, 1975, fundamentalmente las pp. 64-8 -ma concreto que » (Dicurss, p. 110). El mundo politico, de flujo y de caos pote sufrido el la cuestién era cémo defender algunos de sus valores istiendo la tarea del po~ ieron esto mejor que Maquiavelo. a sistema natural 0 Maquiavelo, el primer teérico del estado claves, El principe y los Dis- jen en el mundo, Maquiavelo concchia jo entre los po- para obtener, utilizar y contenex deres del estado y los poderes del ciucadano, Durante demasiado 2 politica un lugar pre tiempo EI principe ha iderado la mayor contribuci nento constitutivo principal de la s a Modelos elisicos necesidad (véase los Discurses; pp. 200. . tion era: gen qué circu ss apoyarian po- litico y se someterian al estado? O, planteando la pregunta en tér- nos, écomo podria inculcarse en los hom- bres la virtud, «la voluntad de hacer todo lo que sea necesario para aleanzar Ia gloria efvicay ae proporciona las ses de la comuni los suyos propios: la ley epuede hacer buenos a los 1 arla cultura sn constitucional a que depende en opinion de Ma- aul No s6lo es importante miento de Maquiav: tro del estido y de un gobierno repre: la competencia entre partidos, Sin embargo, su de expresion, gra rin forzados aal- Li desarrollo de lx democracia protectors os plea prides cforms en ssgucare le que no se jones dominantes de su de facciones y de iavelo sostenia que cde mermar toda posi- argumento era que rumentado su «dominio y riquezt cuando han sido ibertad (Discurso, p. 275). Bajo la equivalea decir ndependiente de toda autoridad, exceptuando la ertad se equipara ¢ iavelo confiaba en que lo haria una Ital » el futuro, es probs 5 ements) ala a. Roma (cot ), como ejemplos de ciudades bertad y «ctecieron enormer ¢ Breves (Discurser, p. 275). stad, sin embargo, dep se impone la jo para presen 7a es paste esencial 6 Modelos elisicos tanto en el interior como en el extranjero; las «razones de estado» te- ian prioridad sobre los derechos de los iuos. Los deberes de la persona eran en primer lugar y sobre todo los exigidos por la ciu- dadania, Sin embargo, Maqui acioné directamente este én- fasis clsico en la primacia de la v requisitos de da politica de poder. Consecuentemente, surgid elf «maquiavelismon ‘en su sentido contemporineo més popular: el arté de gobernar y la persecucién del poder tenian prioridad sobre los intereses indivi- duales y sobre la moralidad privada) Maquiav ip6 por lo tanto ciertos dilemas alismo, pero los resol ‘ma profundamente antiliberal, garantizando la prior iedad con todos los mi ‘La vida politica es ambign litica puede que no siempre sea posible recurrir a la le uso de la fuerza, Maquiavelo preferia sin duda la libertad a la tira- taba que la diltima podria ser en ocasiones necesaria para sostener a primera. Su juicio se debat tre la admiracién por un pueblo libre, y que se lider poderoso capaz de crear y defender iar estas preferencias, yguiendo entre, pot un lado, el tipo de pe staurar un estado, o para liberar a un estado de la corrupcida, y pot otro, el tipd de politica para cl mantenimiento de un estado, una vez que ha sido lamente establecido. Un elemento democritico era esencial para Jo segundo, pero bastante inapropiado para lo primero embargo, Maquiavelo creia que un «gobiefno li- ino imposible de mantener, dadas las circuns- tancias politicas reales de Europa. Por lo tanto, existia una necesi- dad clara de un déspota ingenioso, q do ie Ia sociedad y creara la poiil libre dependeria de un estadk gurar las condiciones de su existe lugar y sobre todo el estado seguro y estable. Por consiguiente, asi como encontramos en Maquiavelo los gérmenes de una teorfa de la democracia —el mocriticos son necesarios par prote- ger a los gobernados de los gobernantes, y para proteger a unos go- bernados de otros—, estos elementos muy precaria en cl contexto de otros aspectos de su pensamiento. Es la de una fuerza politica organizada, suprema en su propio tertitotio, y que persigue activamente su engrandecimiento, lo que ja. El buen estado era en primer 8 pf "/o nobles en de quienes se espera icos. No se esperaba ese los sirvientes y los «depen de lo que sed y soberania Te ignificativa en la clo, y en Ja piblica era un ps Je este ideal permanecicro indose de sus implicaciones mis provocativs lo de la nocién del estado moderno, pero se encon- lerable de una concepcién cohe- 0 s preciso tener claro su significado (véase 963, vol. 1, pp. 36-40). Segiin los estindars de su épo- .€s preciso sefialarlo, un demécrata; es decir, concebia a ica en términos mas amplios que la simple parti- iudadania, estaba compuesto por aquellos en los terés de los extranjeros, los jentes» (una categoria que s posturas di fine convencionalmente como no implica imiento del interés por los aspectos del vautogobierno» ade Maquiavelo de una forma mas pe- Inglateri Amé- 1m. El problema de cémo construir la vida civica y roblema al que se enfrenta~ amente —y en muchos —,al- il como veremos, y con- 66 Modelos clisicos particular, estos rasgos eran interpretados en el contexto de podero- corrientes de p nto incligenas, dominadas por conceptos monirquicos y relig a ck, 1975, parte Ill), El debate sobre la naturaleza y el Ambito de elemento central en la formacién d bate, Hobbes (1588-1679) ocupa un lugar pri En su Leviatén (1651) Hobbes describia como profandamente egoistas, siempre buscando «deleites mas in- tensos» y una posicién mas fuerte desde Ia que asegurarse sus objet has por el poder definen la acién general de poder tras po der, que solo ces ,p. 199). Desde esta pers- pectiva, In idea de que los hombes pueden llegar a respetar y a creer lo de la guerra ci preocupacién constante por el propio interés no tiene que a conflictos interminables ni a la guerra de probar esto y anera, la Forma mas apropiada de estado, introdujo un «experimento del pe ton. Merece la pena examinar brevemente este «experimentoy, ya' que revela, en su forma més aguda, s cuestiones que surgen. cuando se considera la relacién entre el estado, Hobbes imagin6 una situacién en la que los individuos se en- cuentran en estado de naturaleza —es decir, una situacién sin un s «derechos naturales» ar todos los meios con el fin de protger sus vidas y hacer tuo Toque deseen, contra quien quieran, y «poseer, tisar y disfrutar de todo lo (Leniatén, parte I, caps. 13-15). El resultado es la lucha continua por Ia supervivencia: la famosa frase de Hobbes «la guerra de todos contra todos», En este estado de naturaleza, los individuos descubren qu taria, pobre, fe, que es preciso ar el dafio y el ries- go de una muerte temprana, asf como para garantizar las condicio- nes de un mayor bienestar (parte I, cap. 1 lo de la democtacia protectors 6 ara una disc véase Plamenatz, 1, pp. 122-132). Hobbes dice de estas leyes que «pueden a facil sum: incluso para aquéllos con y ésta es No hagas al cre lo que note barias ati mismo ve segtin Hobbes es: zbajo qué idiuos los unos en S al derecho de un hombre a toda sus intereses a largo plazo el siguiente: silos in- n a sus derechos, transfiriéndolos a una autoridad de forzarles a mantener sus promesas y conve- -n formarse clectivas y legitimas esferas privada |. Por lo tanto, un contrato entre los «s esencial: un contrato social. Consiste en que los indi- recho al autogobierno a una autoridad nica —y relacién entre el sobera- er politico: el ejercicio fo (por lo tanto le- ‘una asamblea, creada como so- cias en las que se indivicuos de haberse llevado a cabo, Aungue hay poco, en la concepci smos en la actualidad representa- os Modelos elisicos berano. El soberano es su representante: «una multitud de hombses se ponen efectivam uno, que a un cierto hombre o asamblea de hombres se le conceder por mayoria el derecho a representar la persona de todos ellos (es te)» (Leviatén, p. 268). A tr es y de intereses puede con- lo soberano supo- asenso ¥ rechazan las pretensiones de «los derechos divi- nos de los reyes» y, en términos mas generales, la autoridad de la go, sus conclusiones son contearias a xenudo se sirven de ese argumento, para sefialar nccesidad de alguna forma de soberania popular o de gobierno de- mocritico repres La postura de F preocupacién por la necesi dividuo como el poder necesario p: yaliberales. Es liberal, porque Hobbes estaba interestdo descubrir las eircunstancias mejores para dy estado en relacién con un mundo de i lesy; y por enfatizar, de una forma n acto, no s6lo para regular los asuntos hur margen de dencia y eleccién en para legitimar, es dec bastante aliberal: sus conclusio- idad de un estado virtualmente todo- social y politica. }Hobbes no estaba en real pios compatriotés que hicieran un conteato; él gue ree individuo, por un lado, y el poder del estado, por otro, en favor de “ ecid el poder soberano del estado moderno, ad de los \dependiente lo de nuevo, de los ciudadanos hom- fender una esfera libre ercambio, el comer- an prosperar: la sociedad civil. Pero fimo término, en la correcta articulacion de instituciones necesarias para ¢ re ellos si son go- n soberino indivisible, John Locke arse de los dafios que puedan hacer les tiene sin cuidado, mas aun, que ser devorados por los /. 93). En otras > confian del todo los unos en los en un gobernante todopod eses. Locke (1632-1704) aprobaba la ietno es la proteccién de los derechos sido asentados por 1969, parte 3) bbes, que el establecimiento la existencia previa de los indivi- lestaba intere- gobierno legitimo y por las ertad. Pero la forma en que con- as estas te segunda say sobre vez en 1690), Locke co livid aun estado de comple pservancia y ado de naturaleza no es Juos no estin siempre jo se deja en manos de cada indi jados jueces y consecuentemente es un acuerdo igar, una sociedad independiente (Ensayo, pp. cs importante, ya que pone de manifiesto que son los gobierno, quienes pueden pres- lela misma for- ley (€ pero el proceso completo Modelos clisicos quieren un estado constitucional, en el que el «poder piblicon esté legalmente circunscrito y dividido. Locke crefa en la conveniencia de una monarquia constitucional con poder ejecutivo y una asam- yentaria con derecho a legislar, aunque no pensaba que fuera la tiniea forma de gobierno, y sus posturas son compatibles con una variedad de concepciones sobte las instituciones po Las reglas de gobierno y su legitimidad se sostienen por el «con- miento» de los indiv crucial y dificil en los esc como la sugerencia de que ic los individuos sera suficiente para garantizar el deber de a, es decir para garantizar la autoridad y legitimidad de atz, 1963, vol. 1, p. 228) nbargo, Locke parece haber pensado que el consentimiento activo de los indi duos era crucial tan slo en los momentos iniciales de la inaugura- cién de no. Después, el co resultar de: de los repres pre y cuando existe el deber de obedecer la ley. Pero s hacen caso de los te | contrato, con una serie de actos politicos tirinicos, bierno no sélo puede ser inev icable. a Locke, la para asc una comunidad politica, es decir, la ciudada idades y derechos, deberes y podere: nes y libertades| (Laslett, 1963, pp. 134-135). En rel ‘on las ideas de Hobbes, ésta era una postura mas rad tiva, ya que ayudé a inaugurar uno de los principios ¢% decir que el estado existe para sal- vaguardar los derechos y libertades de los mejores jueces de sus propios consecuentemente el estado debe ser restringido en imbito y Ja democeacia protectora prictica, con el fin de garantizar el nara todos los ciudadanos. Desde mu posturas de Locke més que las de Hobbes las que ayuda- jentos para el desarrollo del iberalismo y prepa ica ha sido considerable. 1 hacia varias direcciones , Sugieren Ia importancia de asegurar los derech I division de constitucional y un siste- como se de- principios del » estado representativo. Pero, en el mejor de los casos, la estas ideas no consideraban muchos de los componentes n gobierno democr: 1 poder de los p 1963, p. 123). No es necesario enso, de acuerdo con Locke, jo universal. (Locke con toda seguridad hi lc un sufragio basado estrictamente en las propiedades de pp. 231, 251-252; Dunn, mites de la interferencia del estado en las vidas de jo qué condiciones est justificada la desobedien- se gjercia «por confianzay, por y iadamente quién de- ido «pueblo» y bajo qué cor claro que ese poder del nos mismos, es decir en alguna forma smo. Aunque Locke fue, sin le los primeros grandes paladines del liberal y estimulado el desarrollo tanto del gobierno jocritico (Jo que podemos llamar democracia te aprotectora») (ef. Dunn, 1980, jderado un demécrata, ™ Division de poderes (1689-1755), quien entendié mejor la necesidad de innova- s para alcanzar un gobierno representativo re- ‘in inglesa: vel es ‘ado, Sobre el fondo de un notable descontento con el gobierno ab- solutista (con el reinado de Luis XIV en particulas), por la forma de ascgurar argo cle | 2 ceptables monopolios de privilegios. Locke catactetisticas deseables del poder del estad rnimero de condiciones dela libertad, pero la mas notable se reflere cOmo las consttuciones pueden estab sala accién del estado, Montesquieu aboge por el gobierno constituci canismo central para garantizar los derechos de los in (adultos, varonesy propitarios). A pear de que rea en a. Defend en Ia que las capacidades y ener con el convencimiento de que los intereses de iniciativa privada s rian protegidos. Montesquieu daba por supuesto que «exis reo que lo» (Del epirita de las los, p. 146; priemesa e uchas personas (entre ot las sin riqueza importante) «se encuentran en una situaci tan inferior como para creer que né tienen voluntad propia». $i de la democracia protectors 8 aE ‘puntaban en parte a ccleapetsonalzarlaestuc- fuera menos vulnerable a los mucho la palis clasica (cf. Keobs niento de estados que cot re comercio y de ncia irreversible hacia Ia heterogenc moderno ‘con Montesquieu, lades estrechamente unidas, una eco- quias buroc alas de forma laxa, la desigu privados (Del api forma de gobie ade estado a imitacion del modelo de Ia ontesquiew de la constituc f se considera que no | ai acertada. Sin embargo, I mente en algunos de cial que combina las funciones de ejecutor, le ntonces, natural f is uez y nente, sus derechos no podsian ser garantiza- El andl le Montesquieu de Ia division rente. Por ejemplo, los poderes i bastante ambiguos, A icién de los temas generales es mas penetr de sus pret Ee rill te que lade cualquiera ‘oportunamente: bernantes les presionat stribuido y organizado de sar de gran importancia de reside es ss escritos pol tesis de que, en un mundo cuyos i icos de M preciso crear tun gobierno bueno inst stado para que tasen, Montesquien peas lescubierto el sistema p wundo moderno: ua fera publi naturaleza especific ‘iones y estados. L. por Factores geoclimiticos, asf como por la of- ie argumento es ciertamente plausible, ficultades para reconciliar, por un In idea de que existe un ambito considerable para el cambio ica esta deter- que escapan al in segundo lugar, una dific smo centro de su concepcién di «es el derecho a hacer lo que la ley nos son libres para lleva marco de la ley. Pero si se de ley, no existe la posibilidad de argumentar cohe- id puede depender de modificar la ley o que A pesar st le si los legisladores hubiesen sido responsables ante el ero Montesquieu pensaba en pocos indi es; no concebia a los capacidad de di asamblea legis- a algunos temas importantes que habian idanos. rensamiento de Montesquieu los gobernados se- > en iiltimo termino responsables ante los gobernantes, ra aprobado, desarrollos posteriores de la mocriticas, a pesar de que su obra tuvo, tal 0 La idea de la democracia proectora: resumen y elaboracién [Desde Maquiavelo y Hobbes, una cuestién central (si no fa cues- tién central) de la teoria politica liberal ha sido cémo sostener un gobierno, en un mundo marcado por la persecucién legitima y ra- zonable de los intereses personales, y qué forma deberia de adoptar ese gt [Hobbes fue el tebrico par excellnee que se aparto si maticamente de los supuestos de la de estado protector poderoso podria reducir adecuadamente los peli- {gr0s que afrontan los ciudadanos dejados a su libre albedrio. La mo- ficacién de Locke de este argumento fue decisiva: no existian bue- nas razones pata suponer que los gobernantes proporcionarian por propia iniciativa un marco adecuado para que los ciudadanos pers bbremente sus intereses. De for as, , Locke y Montesquieu argumentaron que ¢ poder politico legalmente sancionado. P dos pensadores desarrollé su argumento hasta, Io que al me- nos hoy en dia parece, su conclusion légica. La proteccién de I bertad requiere una forma di tica entre todos los indi- viduos maduros: la igualdad formal para proteger sus intereses de los actos arbitrarios del estado y de sus conciudadanos. Hasta que intuicién no se desarrollo sisten la teoria de In le- ‘mocracia protectora no aleanz6 su a pesar de que, tal como aqui se sostiene, muchos de los elementos centrales de esta teoria tienen su origen y su a ticos de los siglos xvii y xvi. | Dos exposiciones clasicas de la teoria de la de ra serin el centra de nuestro atene de uno de los arquitectos James Madison (1751-1 principales portavoces d Bentham (1748-1832) y ntos de dos de los o inglés» del siglo xrx: Jeremy (1773-1836), En sus manos, de la democracia liberal protectora recibid, aunque es di tible, su elaboracién mis importante: los gobernantes deben res- ponder ante los gobernados a través cle mecanismos politicos (entre otros el voto secreto, votaciones regulates, Ia competencia entre re- presentantes politicos) que proporcionan a los ciudadanos los me- dios adecuados para escoger, autorizar y controlar las decisiones po- Jiticas. A través de estos mecanismos, sé argumenta, se puede lograr cl equilibrio entre la fuerza y el derecho, la autoridad y la libertad, de In democracia protectora problema de las facciones n una setie de extraordinatios escritos en Tbe Federalist (pub! » en 1788), Madison transformé algunas de las ideas més nota- es, Locke y Montes bertad individual a través de la ins- de un poder politico, circunscrito legalmente y timo término, ante los gobernados. ¥ siguiendo a squieu, considers el principio nde poderes central para la construccién de un estad Pero su postura puede quizis comprenderse mejor en relacién con su \cidn de In democracia clisica Al contrario que Montesquieu, que acimiraba las antiguas repit- pero creia que su «espirituy habia sido minado por as Fuerzas cmodetnizacién», Madison era extremadamente critico, tanto licas como con su eespiritun. Su juicio es similar al de ,¥ en ocasiones parece incluso mas severo, sustentado como stos hobbesianos sobre Ia naturaleza humana, lemocracias puras» (por las que entiende so- rma en términos ge Ios y las acciones. Mas atin, la natural mn, The Federalist Papers, p. 20), Como consecuencia de ello, las democracias puras nstituido especticulos de desorden y luchas» y han sido ¢¢ cincompatibles con la seguridad personal o los derechos de dads. No. pu sa el que «en general hayan jadison es 1 sus derechos politicos, iempo, a la igualdad y asimilacién pesfecta cen cuanto a sus posesiones, opinione: (The Federalist Pa~ ‘pers, tim. 10, p. 20). La historia da fe de que tales suposiciones esta- ban lejos de ser ciertas entre opi te de Facciones rivales y contrapuestas son inevitables. Y lo son porque sus causas «tienen su » (The Federalist Paper ida, el apegoa sto espectro de dife- xulos insuperables» a idades e intereses La raz6n y el egoismo estin intimamente conectados, creando una influencia reciproca entre la racionalidad y la pasién. Alli donde se hha proclamado la virtud méscara de las continuas preemineneia, del poder y del beneficio son elemer de la condicién humana que continuamente ha tos (The Federalist Papers, sbricos politicos mas pro te, (Hs curioso, sin embargo, que haya sido rechazado muy frecuen- temente por los liberales y demécratis liberales del siglo xx.) En las 3 dn de que todas las naciones ‘sen la propiedad, «movidas por sen- rntos y opiniones distintas», Al contrario que Marx, Engels y quienes posteriormente trataron de resolver los problemas lagteados por el cor lases recomendando la de su causa (esto es, la abolicién de la propiedad privada), ‘que tal ambicion era irremediablemente irreal. joso que pudieran, ya que los seres h 1 sus patrones de desigualdad—, no resultaria de ello una ho: p. 19). La formacién ica es cl problema fimero de ciudadanos, ya a del conjunto, que estan ugregados de la comunidad» (nim. 10, p. 17). La tarea que o fue la de encontrar formas de regular «los os interesesy, de tal forma que se vieran in estado americano poderoso como salvaguar- y como medio de control de «la violencia de las 108», con un gobierno que tuvie~ los ciudadanos de forma regu- de los ciudadanos ior los adultos, independiente color y propiedades. Pero si bien pens: que se extendiese legitimamente mujeres y umente, un criterio mucho mis restric- Es Modelos elisicos vo de la extension del electorado esti esbozaclo en algunos de sus son, en Meyers, 197. 973): Sin em- 1 pensaba claramente que una forma de «gobierno popular» con una estructura federal y una divisién de poderes no solo mejo- i is mas perniciosas de las facciones, sino que nvolucraria también de forma decisiva a los ciudadanos en el pro- eso politico para proteger sus propios interescs. as dificultades politicas creadas por grupos de intereses mino- ritarios pacden superarse mediante las urnas electorales «que per- sna la mayoria derrotar sus siniestras postutas mediante la vota- cidn regular» (The Federalist Papers, mim. 10, p. 19). Las mayores di- ficultades planteadas por las facciones, sin embargo, surgen cuancl yyoria, porque xiste el peligro de que la ino popular permita a ese grupo «sactificar tanto el bien pil is pasiones o intereses de gobierno», La «titania de la ma- 9a menudo llamada, puede impedirse me- son esenciales un sistema de representacién politi cuerpo electoral La representacién politica supone lad a del gobierno en. «aan peguefio niimero de ciuda dos por el reston (nim. 21), Este sistema, argumentaba Madison, es importante, ya que las opiniones idas y extendidasy si cpa- san por la mediacién de un cuerpo elegic inos» [El go- bierno representativo salva los excesos de la ad P porque las clecciones mismas fuerzan la claifi y los pocos clegidos, capaces de resistit el proceso pol et competentes y capaces de «discernir los verdaderos intereses de su pais», esto es, los intereses de los ciudadanos. Pt gobierno represe: por si mismo no es condicién su para la proteccién de los ciudadanos: no puede pot dir que los clegidos degenezen en una potlerosa faccién explotado- rijJL-legado este punto, Madison ofrecia un argumento nuevo, co: trario al espirita general de las wlemocracias putas», acerca de la tud de la escala en los asuntos piblicos. Una «repablica extens: que cubra un vasto territorio y abarque una poblacién considerabl es condicién necesaria del gobierno no opresor. Se dan varias ra Je representantes debe alcanzar un cierto nivel «para g nos pocos» (siempre sarrollo de la democracia proteetora o sean demasiado numerosos, aftadia ripidamente Madi para exponerse a «la confusién de la multitud») (nm, 1 Mis importante ain si en una repiblica pequefia, y.cn una la proporcidn de «sujetos capaces» es constante; en la iltima do tendra muchas més posibilidades para escoger. Ade- res seran elegidos por un a en el logto de las ina gran diversidad social y, por lo tanto, menos posibilida- , tanto entre el electorado idad social contribuye a crear una dle que se forme una mayoria ti entre los elegidos. La: A pesar de que en un gran estado los representa’ ogresivamente mas lejanos e impersonal » federal puede contrarrestar esto: «los intereses mas impor femitidos a la legislatura nacional, los locales lativos de los Es lmente, los podere spectivamente estin d se pods proteger mejor Ia libertad) sa repiblica de Madison tiene poco u de la vida civiea y el reino de lo publico, La aten~ 1a ya no sc centra en el Ingar adecuado para el ciucadano ica de la comunidad; se centra, en cambio, cn sus intereses y A pesar de que 1 los intereses particulares con ela repiblic a Ia interrelacion clara entre las preocupaciones republi- les (cf. Wood, 1969; Pocock, 1975, pp. 522-545). federal representative como.un-mecanismo cla- s individuos y proteger sus dere- tizarse la seguridad de las |, la politica podria hacerse compatible ‘extensas y modernas naciones-estado, con {rons de intercambio, comercio y relaciones in- la tradicién epluealisty 6. 86 Modelos cisieos ternacionales. Pata resumir su postura, en palabras de un rista jos por el progreso y los damente seculares en “inicamente, ‘continental puede garantizar un gobierno popular: necesario un levi sano para proteger la | frente a la ti locales sy contrato s¢ 10 lograban explicar las bases reales dé los intereses, obligacio- y debetes de los ciudadanos para con el estado. Estas bases po- jumentaban, comprendiendo los elementos pri- es de ta humana real. La clave para la ibn de los seres humanos reside en la tesis de que los hom- .n pata satisfacer el deseo y evitar el dolor. Su argumento, iente: la motivacion predominante de los se~ wumands es satisfacer sus descos, maximizar su satisfaccion y minimizar su suftimiento; la sociedad esté compuesta de luos que persiguen tanta utilidad como puedan obtener de juello que descen; los intereses de los individuos siempre es- conflicto unos con otros, ya que «una gran ley rectora de la a humana es, tal como pensaba Hobbes, subordinar «las as y las propiedades de los seres humanos a nuestros place “e Bentham, Fragmentas sobre el gobierno). Puesto que los que sturalmente de la'n que los gober- cl gobierno, si se quiere evitar su ectamente ante un clectorado convocado frecuentemen- risus idos. n estos argumentos, crora de la demoeracia re- clara (véase Macpherson, 1977, cap. 2) |, Ja democracia liberal estaba asociada con un ‘que asegurase |: jos gobernantes ss gobernados. Tan s6lo a través del gobierno democritico ios satisfactorios para generar decisiones politicas ‘ 0, a saber a los intereses de la sm: «Una democra- objeto y efecto... preservar a s de la opresion y Ia depredacion de manos de aquellos ea para su defensa» (Bentham, Constitutional ro I, p. 47). Se exige al gobierno dentocritico que proteja a os del usd despotico del poder politico, ya sea por parte cde una aristocracia u-ots0s grupos. «Los intereses de 109 nte pueden defenderse a través fundos ¢ intrinsecos defectos, pulares (Krouse, 1983, p. 66). proteger ades poderosas constituia un proyecto ambiguo sportantes dudas acer- ca de los principios, proced nes del popular y de la necesidad de defenderlo de la acci racional, de cualquier procedencia. Los criticos de la democracia, fi lucit este tema: cedmo se mantiene ccucstiones a expensas de todas las demés, mente co eo conservador injust democracia protectora, en un derecho natura piedad privada (en la prictica, un derecho 3 la distribucién desigual d), Los fundamentos de este derec vor de un gobierno popular, siempre y cuando n de que la mayoria pudiera volver los instrumentos de la politica del -gios de una minoria. A pesar de la conside- sus argumentos, Mi a regafiadientes. Compartia esto quienes para nuestros propési- - Modelos elisicos 89 o contribuyeran directam: logro, por lela mayor felicidad del mayor mi lc, sostenian Bentham arco general el gobierno debia eproporcionar sustentos prod ; mantener la seguridad» (w ja tltima es del voto, del voto secret presentantes politicos, de la prensa, expresién y asociacién piblica (véase Bentham, Fragmentos sobre el gobierno, y James Mi Eiay on Goreranent) los de las justificaciones mas claras del estado dk que s condiciones necesirias para que los individuos persi- seguir cuatro m ndancia; favorecer Ia igu Principles ofthe Civil Code). De estas cuatro, fs importante, ya que sin la protes incentivos para qu I 1. Sil estado persigue sen el mercado y para que se apropien de ideas estaban ent el centro del pel de arbitro o media |, de acuerdo con las re luos perseguian las de Ta competenc ino obedecerle. las doctrinas econdmicas del certiente mis ra- sion de poderes dentro an al maximo beneficio para todos los ci bre mercado yen particular, para regu: es no cuestionadas.-El) sociedad civil bh stante del en muchos dor y poder de- defens stado uminimo», cuyo im! estar estrictamente limi existia de hecho un fuerte com- promiso con detes estatal, por ejem- cia, ya se tratase de ‘wesfefa pul- reino de nueva época. Mis 5 izar los mejores im y James Mi : ,y'su relacién con ropiedad se dio persistentemente por supuesta. Por rar la extensidn del suftagio, Be Jamentos en cierto momento lacién femenina y a grandes sectores de la clase traba- ganizar icacion de la ley, nas siempre y cuando defendicran el principio de utilidad; es Jemocracia protectors Modelos clisicos 10, la concepe muchos de sus argumentos parecian apuntar a eae re cane ccacia protectora ha tenido profundas consecuen direcci6n del sufragio universal. (Bei ical que Mill en la cuestién del sufragio y, en obras p teriores, abandon6 sus primeras reservas acerca del suftagio univer- sal mascul dgunas reservas acerca de la cor Reswnoen: modelo I Democrcia proetora la democracia para una socicd 1977, pp. 42-43). Sus escritos 0 sito logico para el gobierno de una sociedad, del poder y Ia tradicién abso que los individuos tienen deseos consumidores de mas ida, La demo mweguaredequs sq Spondan 1 os intereses de los Ia tradicién ia protectora (resumida en el modelo II) pr imitada: obicrnos y con facciones o grupos de ia de esto es que los asuntos que concie ejemplo, a Ia organizacién de la ect ala violencia conti mujeres en el son considerados politi ratos privados «libres» en la socie- de asuntos pl 3)*. Es ésta una visi nes partic 92 Modelos elésicos Condiciones generales Desarrollo de una sociedad | politicamente auténome, Propiedad privada de los medios de produccién. resumen ge le representar exactamen es importantes diferencias Laidea de (libertad negati a partir de finales del libertad frente a una autoridad tal como ha sido iento perfecto para la creciente sociedad de ertad de mercado implicaba, en la prictica, dejar que fueran las iniciativas privadas en la produccié cidn ¢ intercambio las que det le las personas. Pero la concepcién liberal de la libertad nega- tiva esta unida a otra nocién, la idea de escoger entre alter Uneelemento central de la cle la capacida real de clecciones clistintas y de perseguir cursos de accién distintos (diber- id positivan). Esta nocién no fue desarrol por la tradicién liberal aqui con: inados| ertad —la igualdad formal de las capaci ciudadanos para proteger sus propios intereses— lleva implicito un ideal igualitario de consecuencias perturbadoras para el orden lib sal (véase Mansbridge, 1983, pp. 17-18). Silos intereses individua- les deben ser protegidos por igual (porque slo los individuos pue- den decidir en iltimo término qué desean y por qué lo descan), sus intereses tienen en principio igual peso, y se plantean entonces dos ccuestiones: no debetian terier todos Tos individuos maduros en ge- wder o medios para proteger sus intereses, es decir, un voto ¢ de derechos ciudadanos?; gno deberiamos plantearnos si iduales pueden ser protegidos de forma ia mediante el mecanismo politico de la democeacia libe- 3 decir si esta iltima crea una distribucién equitativa del po- primera de las consideraciones arriba mencionadas se en- ‘en el centro de Ia lucha por Ia extensién del suftagio, por lo general la clase trabajadora y las activistas feministas 108 paises alcanzarfan, mediante luchas extensas y a me- cl sufragio genuinamente univer- los siglos x1x y xx. Muchos de los argumentos de los demé- berales podian volverse en contra del statu quo revelando punto permanecian sin vigencia en la prictica los princi- lemocriticos. La segunda consideraci central para sministas y otras tradiciones radieales. Si bien cada paso aldad politica formal constituye un avance, Ia «libertad recortada por impresionantes desigualdades que tienen adas desde esta perspectiva exigen un joso, pero no se tratan directamente en el modelo I. resulta sorprendente, dada la preocupacién del modelo, en mino, por la legitimacién de la politica y a economia del

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