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Sa I Parte IL Guién del film Un especialista Escrito por Eyal Sivan (autor-realizador) Rony Brauman (autor-adaptador) Se descubre una sala de teatro, con sus asientos en grade- rias y su piso principal, luego el tribunal. En el escenario, vobreelevada y al fondo, se encuentra la larga mesa donde Sesionardn los jueces. Por encima del sillén del presidente del tribunal pende un escudo, sobre el cual se ha colgado un candelabro de siete brazos. En un nivel inferior respecto de la mesa de los jueces se han dispuesto dos recintos para los intérpretes. Sobre el ‘una larga mesa cubierta de legajos. La defensa y {a fiscalia se ubicardn alli, enfrentando a la Corte y de es- paldas al piblico, A la izquierda de esta mesa, contra el ta- biique, se encuentra la jaula del reo, con el agregado de una pared de vidrio. A ella se accede directamente desde el ex- terior por una puerta. A la derecha se ha dispuesto otra tri- buna, reservada para los testigos. El acusado y los testigos, enfrentados y a algunos metros de distancia entre si, se pre- ssentarn de perfil respecto del piiblico de la sala. "Mientras se ven los primeros planos del film, mostrando la sala atin vacia, se escuchan los cargos ~crimenes contra ¢l pueblo judio, crimenes contra la humanidad- enuncia- dos en hebreo, inglés y francés. El tribunal es presidido por el presidente Landau, asistido por los jueces Raveb y Halevi. La acusacin es dirigida por fiscal general Hausner, asistido por los fiscales Bar-Or y Bach ‘La defensa de Eichmann esté a cargo del doctor Servatius. 107 108 ONY BRAUMAN Y EYAL SIVAN User. —jLa Corte! Los tres jueces ingresan en el tribunal y se instalan en la mesa que enfrenta al priblico. PRESIDENTE LANDAU, —Declaro abierta la séptima sesién del proceso. El fiscal general proseguira su discurso de apertura. FISCAL GENERAL HAUSNER. —Sefioras, sefiores, honora- ble Corte, ante ustedes se encuentra el destructor de un pue- blo, un enemigo del género humano. Nacié como hombre, pero vivié como una fiera en la jungla. Cometié actos abo- minables. Actos tales que quien los comete no merece ya ser llamado hombre. Pues existen actos que se hallan mas tera que separa al hombre del animal que considere que actué por propia voluntad, con entusias- mo, ardor y pasién, hasta el final! Por eso les pido que condenen a este hombre a la muerte. - FUNDIDO A NEGRO - En su jaula de vidrio, Eichmann sacude el polvo de su ‘mesa de trabajo con su paftuelo. - FUNDIDO A NEGRO ~ Gritos en el priblico. Un hombre vocifera en direccin a Eichmann. Intervienen algunos policias para obligarlo a salir. PRESIDENTE LANDAU. —jHagan salir a ese hombre EL HOMBRE EN EL POBLICO. —jPerro sanguinari sanguin: PRESIDENTE LANDAU. —jEsta molestando! Quédese sen- tado. Si quiere quedarse, debe sentarse para que la audien- [ELOGIO DE LA DESOREDIENCIA 109 cia pueda continuar, Si no, tendran que detenerlo. Los que no puedan soportar, que salgan... Prosigamos, sefior Bar-Or. Franz Meyer, un hombre de unos cincuenta aftos. Fiscal, BaR-OR. —zSe acuerda usted de haber conocido, a Eichmann? TestiGo MevER. —Si. FIscaL BAR-OR, —gDe qué hablaron durante esas reu- niones, cudles eran los temas, qué queria saber Meyer. —Habia todo tipo de cosas. En general, en el marco del Reichsvertretung (delegacin Me ocupaba de la formacién de los pioneros (Halutzim). Resulta que yo estaba inscrito como responsa- ble del Fondo Nacional Judio (Keren Kayemeth Le Israel). ‘Me habia enterado de que se habja instalado ahi, y como entonces pensaba que era una persona capaz de entender nuestras tribulaciones, como entonces parecia que él podia comprender nuestra situacién y nuestros problemas, en el ‘curso de esas entrevistas yo lo hacia participe de los pedidos y de los reclamos. Debo decir que, siempre, hacia algo. Ha- ‘fa algo... Pero debo aclarar que, casi todas las veces, decia: “Ante todo debo preguntar a mis superiores”. Pero en gene- era posible entenderse. Fuera de esto, en esa época yo te- nia la impresién de que él queria enterarse y comprender las, ‘cosas en detalle, Naturalmente, todos sabemos que los asun- tos judios no eran una cosa tan simple. Muchas cosas eran dificiles de explicar, incluso entre nosotros... Es todo lo que diré sobre esto. Y él me pedia que se las explicara. FIscaL BaR-Or. —Y su conducta, como era? TestIGO MEYER. —En esa época pensaba que era una persona tranquila, que se comportaba normalmente. Por supuesto, no habia nada personal en nuestras relaciones. Simplemente eran frias, pero correctas. IRONY BRAUMAN Y EYAL SIVAN FiscaL Bar-Or. —gDurante esas reuniones las relacio- nes eran correctas? ¢Totalmente correctas? ‘Test1GO MEYER. —Si, si, si. El me Ilamaba “Sefior” y me permitia sentarme. Ya ve usted. Fiscat. BaR-Or, —gCual es su impresién general sobre erés que demostraba: ‘TesTiGO Meyer. —La impresién que puedo tener de cualquier funcionario que me dice: “Expliqueme esto, [pa- ra] que lo comprenda bien”. Fiscat Bar-Or, —Le agradezco. PResipenTE LANDAU. —¢Doctor Servatius?.. Dr. SeRvaTiUs. —No, no haré ninguna pregunta. PRESIDENTE LANDAU. —Bien. Ha terminado su testimonio. Fiscat BaR-Or. —Ahora, con el permiso de la Corte, voy a someter el documento 1137. En el parrafo $ dice al res- pecto que el Hauptsturmfidhrer (teniente coronel) Eichmann declara que asumié la direccién de la autoridad del Reich para la emigracién de los judios, y que esta totalmente de- cidido a permitir que las oficinas de emigracién de Berlin, Viena y Praga funcionen por separado... PResibENTE LANDAU. —Sefior Bar-Or, no cite demasiado, Bar-Or. —...permitir que funcionen por separa- Eichmann también informaba que repartiria su tiempo de Ia siguiente manera: pasaria dos semanas por mes en Berlin y las otras semanas en Viena, Praga y el Go- bierno general en Polonia. PRESIDENTE LANDAU. —{Dénde esta eso? gEn 13? Fiscat BAR-Or. —El pérrafo 13. PRESIDENTE LANDAU. —La referencia ‘1/798, Fiscat BAR-Or. —Gracias, sefior presidente. PRESIDENTE LANDAU. —Si, sefior Hausner. FISCAL GENERAL HAUSNER. —Usted nos declaré que su ELOGIO DE LA DESOBEDIENCIA trabajo en Austria fue el que le dio las mayores satisfacc nes y le hizo saborear las alegrias de la creacién. ¢Es exacto? EICHMANN. —Si, es cierto. FiscAL GENERAL HAUSNER, —Usted me confirma que, en la practica, lo que hacia en Austria en esa época consistia en la expulsi6n forzada de los judios. EICHMANN. —Se trataba de una emigracién controlada y metédica. Lamento que ese principio no haya podido ser mantenido durante la guerra y hasta su fin, FISCAL GENERAL HAUSNER. —ZEs exacto que declaré usted, pagina 736, que se trataba de una “emigracién forzada”? EICHMANN. —La emigraci6n forzada significaba la emi- gracién acelerada, si. FISCAL GENERAL HAUSNER. —Y en el curso de tal nada consigo. ¢Es realmente EICHMANN. —Es exacto, pero no ¢s culpa mia. FISCAL GENERAL HAUSNER. —Sea como fuere, los judios jamés recuperaron un céntimo. {No es cierto? EICHMANN. —Es enojoso, pero no es culpa mia, FISCAL GENERAL HAUSNER. —Para todo cuanto tiene que ver con la organizacién de la emigracién forzada, gusted era considerado por sus superiores como un especialista confirmado? EICHMANN. —Si. La emigracién es un campo extrema- damente complejo, y hay que conocer el tema si se quieren obtener resultados, pues los ju FISCAL GENERAL HAUSNER. —Bien, ya of su respuesta. Y por eso lo apodaban el especialista (Evfabrener Praktiker). EICHMANN. —Si, habia adquirido experiencia en la materia, FISCAL GENERAL HausNER, —Bien, bien. PRESIDENTE LANDAU. —Doctor Servatius, le ruego. Dr. SeRvATIUS. —Nuestro préximo documento es el T/37 (296), documento de la acusacién n? 1167. Este documen-

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