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CALOR Y TRABAJO

Relación entre calor y trabajo


Si calor y trabajo son ambos formas de energía en tránsito de unos cuerpos o sistemas a
otros, deben estar relacionadas entre sí. La comprobación de este tipo de relación fue
uno de los objetivos experimentales perseguidos con insistencia por el físico inglés
James Prescott Joule (1818-1889). Aun cuando efectuó diferentes experimentos en
busca de dicha relación, el más conocido consistió en determinar el calor producido
dentro de un calorímetro a consecuencia del rozamiento con el agua del calorímetro de
un sistema de paletas giratorias y compararlo posteriormente con el trabajo necesario
para moverlas.

La energía mecánica puesta en juego era controlada en el experimento de Joule


haciendo caer unas pesas cuya energía potencial inicial podía calcularse fácilmente de
modo que el trabajo W, como variación de la energía mecánica, vendría dado por:

W = Δ Ep = m.g.h

siendo m la masa de las pesas, h la altura desde la que caen y g la aceleración de la


gravedad. Por su parte, el calor liberado por la agitación del agua que producían las
aspas en movimiento daba lugar a un aumento de la temperatura del calorímetro y la
aplicación de la ecuación calorimétrica:

Q = m c (Tf- Ti)

permitía determinar el valor de Q y compararlo con el de W. Tras una serie de


experiencias en las que mejoró progresivamente sus resultados, llegó a encontrar que el
trabajo realizado sobre el sistema y el calor liberado en el calorímetro guardaban
siempre una relación constante y aproximadamente igual a 4,2. Es decir, por cada 4,2
joules de trabajo realizado se le comunicaba al calorímetro una cantidad de calor igual a
una caloría. Ese valor denominado equivalente mecánico del calor se conoce hoy con
más precisión y es considerado como 4,184 joules/calorías. La relación numérica entre
calor Q y trabajo W puede, entonces, escribirse en la forma:

W (joules) = 4,18.Q (calorías)

La consolidación de la noción de calor como una forma más de energía, hizo del
equivalente mecánico un simple factor de conversión entre unidades diferentes de una
misma magnitud física, la energía; algo parecido al número que permite convertir una
longitud expresada en pulgadas en la misma longitud expresada en centímetros.

Máquinas térmicas
Junto a la conversión de trabajo en calor puesta de manifiesto en las experiencias de
Joule, la transformación efectuada en sentido inverso es físicamente realizable. Los
motores de explosión que mueven, en general, los vehículos automóviles y la máquina
de vapor de las antiguas locomotoras de carbón, son dispositivos capaces de llevar a
cabo la transformación del calor en trabajo mecánico. Este tipo de dispositivos reciben
el nombre genérico de máquinas térmicas.

En todas las máquinas térmicas el sistema absorbe calor de un foco caliente; parte de él
lo transforma en trabajo y el resto lo cede al medio exterior que se encuentra a menor
temperatura. Este hecho constituye una regla general de toda máquina térmica y da
lugar a la definición de un parámetro característico de cada máquina que se denomina
rendimiento y se define como el cociente entre el trabajo efectuado y el calor empleado
para conseguirlo. Expresado en tantos por ciento toma la forma:

η (%) = W.100/Q

Ninguna máquina térmica alcanza un rendimiento del cien por cien. Esta limitación no
es de tipo técnico, de modo que no podrá ser eliminada cuando el desarrollo tecnológico
alcance un nivel superior al actual; se trata, sin embargo, de una ley general de la
naturaleza que imposibilita la transformación íntegra de calor en trabajo. Por tal motivo
las transformaciones energéticas que terminan en calor suponen una degradación de la
energía, toda vez que la total reconversión del calor en trabajo útil no está permitida por
las leyes naturales.

Ejemplo de la relación calor-trabajo: En una experiencia como la de Joule se ha


utilizado un peso de 10 kg que se ha elevado a una altura de 2 m. Si el calorímetro
completo incluyendo las aspas equivale a una masa de agua de 1,5 kg y la temperatura
inicial es de 15 °C, determínese la temperatura final que alcanzará el agua, admitiendo
que todo el trabajo mecánico se convierte en calor dentro del calorímetro. (Considérese
el calor específico del agua c = 4,18.10³ J/kg.K). De acuerdo con el principio de
conservación de la energía, el trabajo mecánico se convierte íntegramente en calor:

W=Q

Siendo en este caso W = m g h y Q = m´ ce.(Tf - Ti).

Igualando ambas expresiones y despejando Tf se tiene:

m g h = m´ ce.(Tf - Ti)

Tf = (m.g.h + m´.ce.Ti)/m´.ce

y sustituyendo resulta finalmente:

Tf (K) = [10 g.9,8 m/s ².2 m + 1,5 g.4,18.10³ (cal/g.°C).(15 K + 273 K)]/1,5 g.4,18.10³
(cal/g.°C)

Tf (K) =

es decir:

tf (°C) = 288 - 273 = 15 °C


EL CALOR
Cantidades de calor
Aun cuando no sea posible determinar el contenido total de energía calorífica de un
cuerpo, puede medirse la cantidad que se toma o se cede al ponerlo en contacto con otro
a diferente temperatura. Esta cantidad de energía en tránsito de los cuerpos de mayor
temperatura a los de menor temperatura es precisamente lo que se entiende en física por
calor.

La ecuación calorimétrica
La experiencia pone de manifiesto que la cantidad de calor tomada (o cedida) por un
cuerpo es directamente proporcional a su masa y al aumento (o disminución) de
temperatura que experimenta. La expresión matemática de esta relación es la ecuación
calorimétrica.

Q = ce.m.(Tf - Ti) (8.6)

donde Q representa el calor cedido o absorbido, la masa del cuerpo y Tf y Ti las


temperaturas final e inicial respectivamente. Q será positivo si la temperatura final es
mayor que la inicial (Tf> Ti) y negativo en el caso contrario (Tf< Ti). La letra c
representa la constante de proporcionalidad correspondiente y su valor es característico
del tipo de sustancia que constituye el cuerpo en cuestión. Dicha constante se denomina
calor específico. Su significado puede deducirse de la ecuación (8.6). Si se despeja c,de
ella resulta:

ce = Q/ m.(Tf - Ti)

El calor específico de una sustancia equivale, por tanto, a una cantidad de calor por
unidad de masa y de temperatura; o en otros términos, es el calor que debe suministrarse
a la unidad de masa de una sustancia dada para elevar su temperatura un grado.

Unidades de calor
La ecuación calorimétrica (8.6) sirve para determinar cantidades de calor si se conoce la
masa del cuerpo, su calor específico y la diferencia de temperatura, pero además
permite definir la caloría como unidad de calor. Si por convenio se toma el agua líquida
como sustancia de referencia asignando a su calor específico un valor unidad, la caloría
resulta de hacer uno el resto de las variables que intervienen en dicha ecuación.

Una caloría es la cantidad de calor necesaria para elevar en un grado centígrado (1 °C)
la temperatura de un gramo de agua. Esta definición, que tiene su origen en la época en
la que la teoría del calórico estaba en plena vigencia, se puede hacer más precisa si se
considera el hecho de que el calor específico del agua varía con la temperatura. En tal
caso la elevación de un grado centígrado a la que hace referencia la anterior definición
ha de producirse entre 14,5 y 15,5 °C a la presión atmosférica.

Una vez identificado el calor como una forma de energía y no como un fluido singular,
la distinción entre unidades de calor y unidades de energía perdió significado. Así, la
unidad de calor en el SI coincide con la de energía y es el joule (J), habiendo quedado la
caloría reducida a una unidad práctica que se ha mantenido por razones históricas,pero
que va siendo progresivamente desplazada por el joule.

Calor específico y capacidad calorífica


La ecuación calorimétrica puede escribirse también en la forma:

Q = C.(Tf - Ti) (8.7)

expresando así que en un cuerpo dado la cantidad de calor cedido o absorbido es


directamente proporcional a la variación de temperatura. La nueva constante de
proporcionalidad C recibe el nombre de capacidad calorífica

C = Q/(T Tf - Ti)

y representa la cantidad de calor que cede o toma el cuerpo al variar su temperatura en


un grado. A diferencia del calor específico, la capacidad calorífica es una característica
de cada cuerpo y se expresa en el SI en J/K. Su relación con el calor específico resulta
de comparar las ecuaciones (8.6) y (8.7) en las que ambas magnitudes están presentes:

C = m.ce (8.8)

De acuerdo con esta relación, la capacidad calorífica de un cuerpo depende de su masa y


de la naturaleza de la sustancia que lo compone.

Ejemplo de la determinación del calor específico: El calor específico de un cuerpo


puede determinarse mediante el calorímetro. Dado que éste es un atributo físico
característico de cada sustancia, la comparación del valor obtenido con los de una tabla
estándar de calores específicos puede ayudar a la identificación de la sustancia que
compone el cuerpo en cuestión.

Se pretende identificar el metal del que está formada una medalla. Para ello se
determina su masa mediante una balanza que arroja el valor de 25 g. A continuación se
calienta al « baño María »,hasta alcanzar una temperatura de 85 °C y se introduce en el
interior de un calorímetro que contiene 50 g de agua a 16,5 °C de temperatura. Al cabo
de un cierto tiempo y tras utilizar varias veces el agitador, la columna del termómetro
del calorímetro deja de subir señalando una temperatura de equilibrio de 19,5 °C. ¿De
qué metal puede tratarse?

Si se aplica la ecuación de conservación de la energía expresada en la forma, calor


tomado = - calor cedido, resulta:

Q1 = - Q2
m1.ce1.(T - T1) = - m2.ce2.(T - T2)

considerando en este caso el subíndice 1 referido al agua y el 2 referido a la moneda.


Sustituyendo valores en la ecuación anterior, se,tiene:

50 g.1 (cal/g.°C).(19,5 °C - 16,5 °C) = - 25 g. ce2.(19,5 °C - 85 °C)

Operando y despejando ce2 resulta:

150 (cal/g.°C) = 1 637,5. ce2

ce2 = 0,09 cal/g.°C

Si se compara el resultado con una tabla de calores específicos de metales, se concluye


que puede tratarse de cobre. Otras propiedades físicas como el color, por ejemplo,
confirmarán el resultado.

Medida del calor


De acuerdo con el principio de conservación de la energía, suponiendo que no existen
pérdidas, cuando dos cuerpos a diferentes temperaturas se ponen en contacto, el calor
tomado por uno de ellos ha de ser igual en cantidad al calor cedido por el otro. Para todo
proceso de transferencia calorífica que se realice entre dos cuerpos puede escribirse
entonces la ecuación:

Q1 = - Q2

en donde el signo - indica que en un cuerpo el calor se cede, mientras que en el otro se
toma. Recurriendo a la ecuación calorimétrica, la igualdad anterior puede escribirse en
la forma:

m1.ce1.(Te - T1) = - m2.ce2.(Te-


(8.9)
T2)

donde el subíndice 1 hace referencia al cuerpo frío y el subíndice 2 al caliente. La


temperatura Teen el equilibrio será superior a T1 e inferior a T2. La anterior ecuación
indica que si se conocen los valores del calor específico, midiendo temperaturas y
masas, es posible determinar cantidades de calor. El aparato que se utiliza para ello se
denomina calorímetro. Un calorímetro ordinario consta de un recipiente de vidrio
aislado térmicamente del exterior por un material apropiado. Una tapa cierra el conjunto
y dos pequeños orificios realizados sobre ella dan paso al termómetro y al agitador, los
cuales se sumergen en un líquido llamado calorimétrico, que es generalmente agua.

Cuando un cuerpo a diferente temperatura que la del agua se sumerge en ella y se cierra
el calorímetro, se produce una cesión de calor entre ambos hasta que se alcanza el
equilibrio térmico. El termómetro permite leer las temperaturas inicial y final del agua y
con un ligero movimiento del agitador se consigue una temperatura uniforme.
Conociendo el calor específico y la masa del agua utilizada, mediante la ecuación
calorimétrica se puede determinar la cantidad de calor cedida o absorbida por el agua.
En este tipo de medidas han de tomarse las debidas precauciones para que el
intercambio de calor en el calorímetro se realice en condiciones de suficiente
aislamiento térmico. Si las pérdidas son considerables no será posible aplicar la
ecuación de conservación Q1 = - Q2 y si ésta se utiliza los resultados estarán afectados
de un importante error.

La ecuación (8.9) puede aplicarse únicamente a aquellos casos en los cuales el


calentamiento o el enfriamiento del cuerpo problema no lleva consigo cambios de
estado físico (de sólido a líquido o viceversa, por ejemplo). A partir de ella y con la
ayuda del calorímetro es posible determinar también el calor específico del cuerpo si se
conocen las temperaturas T1, T2 y Te, las masas m1y m2 y el calor específico del agua.

PRIMER PRINCIPIO DE LA
TERMODINAMICA
El primer principio es una ley de conservación de la energía y, a su vez, una definición
precisa del calor. Afirma que, como la energía no puede crearse ni destruirse (dejando a
un lado las posteriores ramificaciones de la equivalencia entre masa y energía) la
cantidad de energía transferida a un sistema en forma de calor más la cantidad de
energía transferida en forma de trabajo sobre el sistema debe ser igual al aumento de la
energía interna (U) del sistema. El calor y el trabajo son mecanismos por los que los
sistemas intercambian energía entre sí.

Q + L = U (1)

ó más precisamente:

ΔQ + ΔL = ΔU (2)

Cuando un sistema se pone en contacto con otro de menor nivel energético que él, tiene
lugar un proceso de igualación de los niveles energéticos de ambos. El primer principio
de la termodinámica identifica el calor, como una forma de energía. Puede convertirse
en trabajo mecánico y almacenarse. Experimentalmente se demostró que el calor, que
originalmente se medía en unidades llamadas calorías,y el trabajo o energía, medidos
en joules, eran completamente equivalentes.

En cualquier máquina, hace falta cierta cantidad de energía para producir trabajo; es
imposible que una máquina realice trabajo sin necesidad de energía. Una máquina
hipotética de estas características se denomina móvil perpetuo de primera especie. La
ley de conservación de la energía descarta que se pueda inventar una máquina así. A
veces, el primer principio se enuncia como la imposibilidad de la existencia de un móvil
perpetuo de primera especie.

El calor, igual que el trabajo, corresponde a energía en tránsito (proceso de intercambio


de energía), el calor es una transferencia de energía y puede causar los mismos cambios
en un cuerpo que el trabajo. La energía mecánica puede convertirse en calor a través del
rozamiento,y el trabajo mecánico necesario para producir 1 caloría se conoce como
equivalente mecánico del calor. Según la ley de conservación de la energía, todo el
trabajo mecánico realizado para producir calor por rozamiento aparece en forma de
energía en los objetos sobre los que se realiza el trabajo. James Prescott Joule fue el
primero en demostrarlo de forma fehaciente en un experimento clásico: calentó agua en
un recipiente cerrado haciendo girar unas ruedas de paletas y halló que el aumento de
nivel energético del agua era proporcional al trabajo realizado para mover las ruedas.

Cuando el calor se convierte en energía mecánica, como en un motor de combustión


interna, la ley de conservación de la energía también es válida. Sin embargo, siempre se
pierde o disipa energía en forma de calor porque ningún motor tiene una eficiencia
perfecta.

Q = m.ce.Δ T ° (3)

Reemplazando (3) en (1):

m.ce.Δ T ° + L = U (4)

El primer principio de la termodinámica se expresa en forma rigurosa con la siguiente


ecuación:

dQ = dW + dU (5)

la representación general de la ecuación y los signos pueden tomar la figuras (1) ó la (2)
ó alguna combinación.

La ecuación (5) y las figuras (1) y (2) son validas en cualquier sistema, conceptualmente
es la síntesis del principio de conservación de la energía en un sistema cerrado.
Recordemos que el sistema termodinámico (S T D) es un conjunto de elementos de
características conocidas y con relaciones entre sí también conocidas que tienen un
continente de geometría y propiedades conocidas a través del cual se producen o no
intercambios de distinto tipo con el medio.

Nuestro tema es en todos los casos la determinación de cual es el S T D, para lo cual


debemos tener perfectamente definido continente y contenidos.
Seguidamente analizaremos los siguientes casos:

1. Caso 1: Una pelotita idealmente elástica que es el S T D y que se halla a una


distancia h de un plano de comparación, para aplicar la ecuación (2) a este caso tenemos
en cuenta las siguientes consideraciones:

i. Despreciamos el rozamiento con el aire y por lo tanto:

ΔQ = 0

Y tenemos:

0 = ΔW + ΔU (6)

ii. Como no hay fuerzas aplicadas, no hay trabajo ni del medio sobre el sistema ni del
sistema sobre el medio, por lo tanto ΔW = 0 y la expresión del primer principio queda:

ΔU = 0

iii. dU es la expresión matemática de la variación de la energía entre dos puntos


distanciados infinitesimalmente, su integración entre el punto 1 y 2 nos da la siguiente
expresión:

∫ dU = U2 - U1 (7)

iv. De (7) surge que:

U2 = U1

v. El S T D analizado puede poseer en los términos planteados E MT . Este tipo de


energía en la posición (1) es solo potencial a partir del reposo, y en (2) es solo cinética
por ser la distancia al eje de referencia igual a cero, por lo tanto recordando las
expresiones de la Ep y de la Ec, podemos escribir:

½.m.v ² = m.g.h (8)

vi. Si quisiéramos analizar conceptualmente que sucede si hay intercambio de energía


térmica entre el S T D y el medio, debemos hacer otro análisis, antes de ello
observemos que el sistema descripto es absolutamente reversible y la pelotita baja-
rebota-sube, baja-rebota-sube...
Analicemos a continuación una secuencia del mismo caso considerando el rozamiento,
destacamos que el mismo se verifica de dos maneras:

a) externo: hay rozamiento del S T D en la trayectoria (1)-(2) que origina un aporte


térmico al mismo.

b) interno: se produce en el instante de choque en el cual se registra un almacenamiento


de la energía cinética en elástica potencial del S T D, que es utilizada casi
instantáneamente para cambiar la dirección del movimiento, en el lapso en que empieza
la acumulación y devolución de energía en la pelotita se producen rozamientos
intramoleculares que generan energía térmica que se aporta al medio. Con todas estas
consideraciones la secuencia sería:

i. En el descenso el S T D recibe cierto ΔQ (considerar que, si recibe también emite).

ii. En el Δt de choque-acumulación de energía-inversión del recorrido, se produce un


ΔQ transformado parcialmente o totalmente. Aclaramos que las transformaciones en el
recorrido y en el choque son funciones muy vinculadas a la velocidad del proceso.

iii. La expresión (2) queda en este caso:

ΔQ = ΔU

iv. Haciendo las mismas consideraciones que en el ejemplo precedente podemos


escribir:

U1- U2 = ΔQ

Sin entrar en el análisis detallado del valor de donde se produjo el ΔQ,podemos deducir
la expresión:

U1 = ΔQ + U2

que nos está indicando que la E MT1 se convierte en E MT2más la energía térmica, en este
caso observamos que dispondremos al invertir el recorrido de una energía, en este caso
cinética, menor que la que disponía el S T D al comienzo, por lo tanto, resulta claro que
no podrá alcanzar la altura original, aún en el caso que no tenga nuevo rozamiento en la
trayectoria (2) - (1), por lo tanto podríamos representar lo que sucede en la siguiente
forma aproximada:
En el gráfico representamos de manera esquemática la altura de rebote que va tendiendo
0 al cabo de n ciclos, en el gráfico también se indica que la energía total se mantiene
constante, habiéndose transformado en el caso del proceso irreversible en energía
térmica.

2. Caso 2: Lo hacen los alumnos.

3. Caso 3: En este caso el sistema es una barra que suponemos no tiene ningún tipo de
restricción, al no tener restricción no puede tener valor ΔW al no ser posible la
realización o recepción de trabajo alguno, por lo tanto la aplicación del primer principio
nos lleva a la expresión:

ΔQ = ΔU

Cuando hablamos de U como energía interna en realidad nos referimos a las variaciones
con respecto a un nivel energético básico que contiene otro tipo de energía (molecular y
nuclear) por lo tanto el ΔU se refiere únicamente a la variación de energía térmica y esta
expresión simbólica es abarcativa de la expresión ya conocida:

Q = m.ce.Δ T °

En el caso de los motores a explosión el S T D se halla constituido por un gas contenido


en volúmenes conocidos y variables, que recibe y entrega energía térmica del medio y
sobre el cual realiza un trabajo positivo, parte de este almacenado mecánicamente
constituye el recurso energético para completar el ciclo.

SEGUNDO PRINCIPIO DE LA
TERMODINAMICA
La segunda ley de la termodinámica da una definición precisa de una propiedad llamada
entropía. La entropía puede considerarse como una medida de lo próximo o no que se
halla un sistema al equilibrio; también puede considerarse como una medida del
desorden (espacial y térmico) del sistema. La segunda ley afirma que la entropía, o sea,
el desorden, de un sistema aislado nunca puede decrecer. Por tanto, cuando un sistema
aislado alcanza una configuración de máxima entropía, ya no puede experimentar
cambios: ha alcanzado el equilibrio. La naturaleza parece pues "preferir" el desorden y
el caos. Puede demostrarse que el segundo principio implica que, si no se realiza
trabajo, es imposible transferir calor desde una región de temperatura más baja a una
región de temperatura más alta.

Entropía: Es una función del estado del sistema, ya que tiene un valor único para cada
estado,independiente de cómo el sistema llego a dicho estado.

ΔS = ΔQ/T

La entropía es una propiedad intrínseca del S T D relacionada fundamentalmente con


parámetros mensurables que la caracterizan.

dS = dQ/T

dS: entropía del S T D.

dQ: intercambio de energía térmica entre el medio y el S T D.

T: temperatura a la que se registra el intercambio de energía térmica entre el medio y el


S T D.

La expresión permite el cálculo de variaciones pero no el conocimiento de valores


absolutos.

La variación entrópica en cualquier S T D y su ambiente considerado conjuntamente es


positiva, tendiendo a cero en los procesos reversibles.

ΔS Total ≥0 (proceso irreversible)

ΔS = 0 (proceso reversible)

Entropía como probabilidad:

Es menos probable que las 5 moléculas se encuentren en el lugar de origen a que se


encuentren desparramadas luego de quitar el separador. La mayor cantidad del tiempo
se hallarán desparramadas, por lo cual el estado 2 será de mayor entropía que el 1.

El estado de equilibrio de un sistema aislado, es el de mayor desorden ya que es el más


probable.

El aumento de entropía corresponde a un incremento del desorden molecular.

El segundo principio impone una condición adicional a los procesos termodinámicos.


No basta con que se conserve la energía y cumplan así el primer principio. Una máquina
que realizara trabajo violando el segundo principio se denomina "móvil perpetuo de
segunda especie", ya que podría obtener energía continuamente de un entorno frío para
realizar trabajo en un entorno caliente sin coste alguno.

1° ley: S T D y entorno ΔE S T D + ΔE Ambiente = 0

1° ley: S T D ΔE S T D = 0

2° ley: S T D y entorno ΔS S T D + ΔS Ambiente ≥0

2° ley: S T D ΔS S T D = 0

Cuando ΔS S T D = 0, el sistema está en equilibrio y no hay transformaciones entre los


distintos tipos de energía.

Cuando ΔS S T D> 0, es un proceso desequilibrado y tendiendo hacia el equilibrio,


siempre con
ΔE S T D = 0

TERCER PRINCIPIO DE LA
TERMODINAMICA
El segundo principio sugiere la existencia de una escala de temperatura absoluta con
un cero absoluto de temperatura. El tercer principio de la termodinámica afirma que el
cero absoluto no puede alcanzarse por ningún procedimiento que conste de un número
finito de pasos. Es posible acercarse indefinidamente al cero absoluto, pero nunca se
puede llegar a él. En el cero absoluto el sistema tiene la mínima energía posible
(cinética más potencial).

Cero absoluto
Es la menor temperatura teóricamente posible. El cero absoluto corresponde a -273,15
°C, o cero en la escala termodinámica o Kelvin (0 K).

El concepto de un cero absoluto de temperatura surgió por vez primera en relación con
experimentos con gases; cuando se enfría un gas sin variar su volumen, su presión
decrece con la temperatura. Aunque este experimento no puede realizarse más allá del
punto de condensación del gas, la gráfica de los valores experimentales de presión
frente a temperatura se puede extrapolar hasta presión nula. La temperatura a la cual la
presión sería cero es el cero absoluto de temperatura. Posteriormente se demostró que
este concepto deducido experimentalmente era consistente con las definiciones teóricas
del cero absoluto.

Los átomos y moléculas de un objeto en el cero absoluto tendrían el menor movimiento


posible. No estarían completamente en reposo, pero no podrían perder más energía de
movimiento, con lo que no podrían transferir calor a otro objeto.
Según la tercera ley de la termodinámica, la entropía (o desorden) de un cristal puro
sería nula en el cero absoluto; esto tiene una importancia considerable en el análisis de
reacciones químicas y en la física cuántica. Los materiales presentan propiedades
extrañas cuando se enfrían a temperaturas muy bajas. Algunos pierden por completo su
resistencia eléctrica.

No se puede llegar físicamente al cero absoluto,pero es posible acercarse todo lo que se


quiera. Para alcanzar temperaturas muy frías, o criogénicas, se necesitan procedimientos
especiales. El helio líquido, que tiene un punto de ebullición normal de 4,2 K (-268,9
°C), puede obtenerse mediante criostatos, unos recipientes extremadamente bien
aislados. Si este helio se evapora a presión reducida, se pueden alcanzar temperaturas de
hasta 0,7 K. Para temperaturas más bajas es necesario recurrir a la magnetización y
desmagnetización sucesiva de sustancias paramagnéticas (poco magnetizables), como el
alumbre de cromo. Este método, emplea un campo magnético que alinea los espines
electrónicos del material, que se enfría en un baño de helio líquido. Cuando se elimina
el campo magnético, los espines vuelven a adoptar una orientación aleatoria, lo que
reduce la energía térmica del material y por tanto su temperatura. Con la
desmagnetización de sales paramagnéticas se han alcanzado temperaturas de sólo 0,002
K, y la desmagnetización de núcleos atómicos ha permitido obtener temperaturas de
sólo 0,00001 K.

La medida de las temperaturas en valores cercanos al cero absoluto presenta problemas


especiales. Los termómetros de gas sólo pueden usarse por encima del punto de
condensación del helio. A temperaturas más bajas hay que usar medidas eléctricas y
magnéticas para determinar la temperatura real.

El concepto de cero absoluto también es importante desde el punto de vista teórico.


Según la tercera ley de la termodinámica, la entropía - o desorden - de un cristal puro
sería nula en el cero absoluto; esto tiene una importancia considerable en el análisis de
reacciones químicas y en la física cuántica. Los materiales presentan propiedades
extrañas cuando se enfrían a temperaturas muy bajas. Algunos pierden por completo su
resistencia eléctrica. Este efecto se observó por primera vez en el mercurio a unos pocos
grados por encima del cero absoluto, pero se están obteniendo a temperaturas cada vez
más altas con nuevos materiales.

Criogenia
Estudio y utilización de materiales a temperaturas muy bajas. No se ha acordado un
límite superior para las temperaturas criogénicas, pero ha sugerido que se aplique el
término de criogenia para todas las temperaturas inferiores a -150 °C (123 K). Algunos
científicos consideran el punto de ebullición normal del oxígeno (-183 °C) como límite
superior. Las temperaturas criogénicas se obtienen por la evaporación rápida de líquidos
volátiles o por la expansión de gases confinados a presiones de entre 150 a 200
atmósferas. La expansión puede ser simple, es decir, a través de una válvula que
comunica con una región de menor presión, o tener lugar en el cilindro de un motor
alternativo, donde el gas impulsa el pistón del motor. El segundo método es más
eficiente, pero también es más difícil de aplicar.
Humphry Davy y Faraday generaron gases calentado una mezcla adecuada en un
extremo de un tubo estanco con forma de V invertida. El otro extremo se mantenía en
una mezcla de hielo y sal para enfriarlo. La combinación de temperaturas reducidas y
altas presiones hacía que el gas generado se licuara. Al abrir el tubo, el líquido se
evaporaba rápidamente y se enfriaba hasta su punto de ebullición normal. Evaporando a
bajas presiones dióxido de carbono sólido mezclado con éter, Faraday llegó a lograr una
temperatura de aproximadamente 163 K (-110 °C).

Si un gas a temperatura moderada se expande a través de una válvula, su temperatura


aumenta. Pero si su temperatura inicial está por debajo de la llamada temperatura de
inversión, la expansión provoca una reducción de temperatura: es lo que se llama efecto
Joule-Thomson. Las temperaturas de inversión del hidrógeno y el helio, dos gases
criogénicos fundamentales, son extremadamente bajas, y para lograr una reducción de
temperatura por expansión,deben enfriarse primero por debajo de sus temperaturas de
inversión: el hidrógeno mediante aire líquido y el helio mediante hidrógeno líquido.
Generalmente, este método no logra la licuefacción de gases en un solo paso, pero
encadenando los efectos en cascada Cailletet y Pictet, de forma independiente, lograron
producir algunas gotas de oxígeno líquido. El éxito de estos investigadores marcó el
final del concepto de gases permanentes, y estableció la posibilidad de licuar cualquier
gas mediante una compresión moderada a temperaturas inferiores a la temperatura de
inversión.

El físico Onnes montó la primera planta de producción de aire líquido, utilizando el


principio de cascada. Con el paso de los años, distintos investigadores desarrollaron
diversas mejoras del proceso. El químico Dewar fue el primero en licuar el hidrógeno, y
Onnes hizo lo propio con el helio, el gas más difícil de licuar. Uno de los retos ha
seguido siendo mejorar la eficiencia haciendo que el gas refrigerante opere en un motor
alternativo o una turbina. Fueron notables los trabajos del Kapitsa y Collins. Un
licuador de helio basado en el diseño de Collins ha hecho posible que muchos
laboratorios no especializados puedan realizar experimentos en el punto de ebullición
normal del helio, 4,2 K (-268,9 °C).

Desmagnetización adiabática
La evaporación de helio líquido a presión reducida produce temperaturas de hasta 0,7 K
(-272,45 °C). Es posible alcanzar temperaturas aún menores mediante la
desmagnetización adiabática. En este proceso se establece un campo magnético en torno
a una sustancia paramagnética mantenida en helio líquido para enfriarla. El campo
alinea los espines electrónicos; al desconectarlo, los espines recuperan su orientación
aleatoria, con lo que reducen la energía térmica de toda la muestra. Con ello se logra
que la temperatura baje hasta niveles de sólo 0,002 K. Del mismo modo, el alineamiento
de los espines nucleares seguido de la desconexión del campo magnético ha producido
temperaturas cercanas a 0,00001 K.

Los frascos Dewar o termos han demostrado su utilidad para almacenar líquidos a
temperaturas criogénicas. Estos recipientes están formados por dos frascos, uno dentro
de otro, separados por un espacio en que se ha hecho el vacío. El exterior del frasco
interno y el interior del frasco externo están recubiertos de una capa reflectante para
evitar que el calor atraviese el vacío por radiación. Las sustancias más frías que el aire
líquido no pueden manejarse en frascos Dewar abiertos, porque el aire se condensaría
sobre la muestra o formaría un tapón sólido que impediría la salida de los vapores
liberados; éstos se acumularían y terminarían por romper el recipiente.

La medida de temperaturas en la zona criogénica presenta dificultades. Un


procedimiento consiste en medir la presión de una cantidad conocida de hidrógeno o
helio, pero este método falla en las temperaturas más bajas. El empleo de la presión de
vapor del helio 4, es decir, helio de masa atómica 4, o del helio 3 (masa atómica 3),
mejora el procedimiento anterior. La determinación de la resistencia eléctrica o las
propiedades magnéticas de metales o semiconductores amplía aún más la escala de
temperaturas medibles.

Cambio de propiedades
A temperaturas criogénicas, muchos materiales se comportan de forma desconocida en
condiciones normales. El mercurio se solidifica y la goma se hace tan quebradiza como
el vidrio. El calor específico de los gases y los sólidos disminuye en una forma que
confirma las predicciones de la teoría cuántica. La resistencia eléctrica de muchos
metales y metaloides (aunque no de todos) cae bruscamente hasta cero a temperaturas
de unos pocos kelvins. Si se introduce una corriente eléctrica en un anillo metálico
enfriado hasta hacerlo semiconductor, la corriente sigue circulando por el anillo y puede
ser detectada horas después. La capacidad de un material semiconductor para mantener
una corriente ha permitido diseñar módulos experimentales de memoria de ordenador
que funcionan a estas temperaturas bajas. No obstante, las computadoras
superrefrigeradas aún no resultan prácticas, incluso con el descubrimiento de materiales
que presentan superconductividad a temperaturas algo mayores que las del helio
líquido.

El comportamiento del helio 4 a bajas temperaturas es sorprendente en dos aspectos. En


primer lugar,permanece líquido incluso después de un enfriamiento extremo. Para
solidificar el helio 4 es necesario someter el líquido a una presión superior a 25
atmósferas. Además, el helio 4 líquido alcanza un estado de superfluidez a temperaturas
por debajo de 2,17 K (-270,98 °C). En este estado, su viscosidad parece ser casi nula.
Forma una película en la superficie del recipiente, por donde fluye sin resistencia. El
helio 3 también presenta superfluidez, pero sólo a temperaturas inferiores a 0,00093 K.

Aplicaciones
Entre las muchas aplicaciones industriales importantes de la criogenia está la
producción a gran escala de oxígeno y nitrógeno a partir del aire. El oxígeno tiene
muchos usos: por ejemplo, en motores de cohetes, en los altos hornos, en sopletes de
corte y soldadura o para hacer posible la respiración en naves espaciales y submarinos.
El nitrógeno se emplea en la producción de amoníaco para fertilizantes o en la
preparación de alimentos congelados que se enfrían con suficiente rapidez para impedir
que se destruyan los tejidos celulares. Se usa también como refrigerante y para el
transporte de alimentos congelados.
La criogenia ha hecho posible el transporte comercial de gas natural licuado. Sin la
criogenia, la investigación nuclear carecería de hidrógeno y helio líquidos para los
detectores de partículas y para los potentes electroimanes necesarios en los grandes
aceleradores de partículas. Estos imanes también se emplean en la investigación de
fusión nuclear. Algunos dispositivos infrarrojos, máseres y láseres también requieren
temperaturas criogénicas.

La cirugía criogénica o criocirugía se emplea en el tratamiento de la enfermedad de


Parkinson: se destruye tejido selectivamente congelándolo con una pequeña sonda
criogénica. Una técnica similar también se ha empleado para destruir tumores cerebrales
y detener el avance del cáncer de cuello de útero.

Fundamentos microscópicos de la
termodinámica
El descubrimiento de que toda la materia está formada por moléculas proporcionó una
base microscópica para la termodinámica. Un sistema termodinámico formado por una
sustancia pura puede describirse como un conjunto de moléculas iguales, cada una de
las cuales tiene un movimiento individual que puede describirse con variables
mecánicas como la velocidad o el momento lineal. En ese caso, debería ser posible, al
menos en principio, calcular las propiedades colectivas del sistema resolviendo las
ecuaciones del movimiento de las moléculas. En ese sentido, la termodinámica podría
considerarse como una simple aplicación de las leyes de la mecánica al sistema
microscópico.

Los objetos de dimensiones normales, a escala humana, contienen cantidades inmensas


de moléculas (según el Avogadro del orden de 1024). Suponiendo que las moléculas
fueran esféricas, harían falta tres variables para describir la posición de cada una y otras
tres para describir su velocidad. Describir así un sistema macroscópico sería una tarea
que no podría realizar ni siquiera la mayor computadora moderna. Además, una
solución completa de esas ecuaciones nos diría dónde está cada molécula y qué está
haciendo en cada momento. Una cantidad tan enorme de información resultaría
demasiado detallada para ser útil y demasiado fugaz para ser importante.

Por ello se diseñaron métodos estadísticos para obtener los valores medios de las
variables mecánicas de las moléculas de un sistema y deducir de ellos las características
generales del sistema. Estas características generales resultan ser precisamente las
variables termodinámicas macroscópicas. El tratamiento estadístico de la mecánica
molecular se denomina mecánica estadística, y proporciona a la termodinámica una base
mecánica.

Desde la perspectiva estadística, la temperatura representa una medida de la energía


cinética media de las moléculas de un sistema. El incremento de la temperatura refleja
un aumento en la intensidad del movimiento molecular. Cuando dos sistemas están en
contacto, se transfiere energía entre sus moléculas como resultado de las colisiones. Esta
transferencia continúa hasta que se alcance la uniformidad en sentido estadístico, que
corresponde al equilibrio térmico. La energía cinética de las moléculas también
corresponde al calor, y, junto con la energía potencial relacionada con las interacciones
entre las moléculas, constituye la energía interna de un sistema.

La ley de la conservación de la energía se transforma en el primer principio de la


termodinámica, y el concepto de entropía corresponde a la magnitud del desorden a
escala molecular. Suponiendo que todas las combinaciones de movimientos moleculares
son igual de probables, la termodinámica demuestra que cuanto más desordenado sea el
estado de un sistema aislado, existen más combinaciones que pueden dar lugar a ese
estado, por lo que ocurrirá con una frecuencia mayor. La probabilidad de que se
produzca el estado más desordenado es abrumadoramente mayor que la de cualquier
otro estado. Esta probabilidad proporciona una base estadística para definir el estado de
equilibrio y la entropía.

Por último, la temperatura puede disminuirse retirando energía de un sistema, es decir,


reduciendo la intensidad del movimiento molecular. El cero absoluto corresponde al
estado de un sistema en el que todos sus componentes están en reposo. Sin embargo,
este concepto pertenece a la física clásica. Según la mecánica cuántica,incluso en el cero
absoluto existe un movimiento molecular residual. Un análisis de la base estadística del
tercer principio se saldría de los límites de esta discusión.

CALOR
El calor es la transferencia de energía de una parte a otra de un cuerpo, o entre
diferentes cuerpos, en virtud de una diferencia de nivel energético. El calor es energía
en tránsito; siempre fluye de una zona de mayor nivel energético a una zona de menor
nivel energético, con lo que eleva la temperatura de la segunda y reduce la de la
primera, siempre que el volumen de los cuerpos se mantenga constante. La energía no
fluye desde un objeto de nivel energético bajo a un objeto de nivel energético alto si no
se realiza trabajo.

Q = m.ce.Δ T °

El calor, igual que el trabajo, corresponde a energía en tránsito (proceso de intercambio


de energía), el calor es una transferencia de energía y puede causar los mismos cambios
en un cuerpo que el trabajo. La energía mecánica puede convertirse en calor a través del
rozamiento, y el trabajo mecánico necesario para producir 1 caloría se conoce como
equivalente mecánico del calor. Según la ley de conservación de la energía, todo el
trabajo mecánico realizado para producir calor por rozamiento aparece en forma de
energía en los objetos sobre los que se realiza el trabajo. James Prescott Joule fue el
primero en demostrarlo de forma fehaciente en un experimento clásico: calentó agua en
un recipiente cerrado haciendo girar unas ruedas de paletas y halló que el aumento de
nivel energético del agua era proporcional al trabajo realizado para mover las ruedas.

Cuando el calor se convierte en energía mecánica, como en un motor de combustión


interna, la ley de conservación de la energía también es válida. Sin embargo, siempre se
pierde o disipa energía en forma de calor porque ningún motor tiene una eficiencia
perfecta.
Calorímetro
Ciencia que mide la cantidad de energía generada en procesos de intercambio de calor.
El calorímetro es el instrumento que mide dicha energía. El tipo de calorímetro de uso
más extendido consiste en un envase cerrado y perfectamente aislado con agua, un
dispositivo para agitar y un termómetro. Se coloca una fuente de calor en el
calorímetro,se agita el agua hasta lograr el equilibrio, y el aumento de nivel energético
se comprueba con el termómetro. Si se conoce la capacidad calorífica del calorímetro
(que también puede medirse utilizando una fuente corriente de calor),la cantidad de
energía liberada puede calcularse fácilmente. Cuando la fuente de calor es un objeto
caliente de nivel energético conocida, el calor específico y el calor latente pueden ir
midiéndose según se va enfriando el objeto. El calor latente, que no está relacionado
con un cambio de nivel energético, es la energía térmica desprendida o absorbida por
una sustancia al cambiar de un estado a otro, como en el caso de líquido a sólido o
viceversa. Cuando la fuente de calor es una reacción química, como sucede al quemar
un combustible, las sustancias reactivas se colocan en un envase de acero pesado
llamado bomba. Esta bomba se introduce en el calorímetro y la reacción se provoca por
ignición,con ayuda de una chispa eléctrica.

Ley fundamental de la calorimetría


Un sistema aislado compuesto por n cuerpos, a diferentes temperaturas,evoluciona
espontaneamente hacia un estado de equilibrio en el que todos los cuerpos tienen la
misma temperatura. Los calores intercambiados sumados con sus signos dan cero :

Σ Qi = 0

Unidades de calor
En físicas, la cantidad de calor se expresa en las mismas unidades que la energía y el
trabajo, es decir, en joules (J).

La caloría es otra unidad que sirve para medir las cantidades de calor. La caloría
pequeña, o caloría-gramo (cal), suele definirse en ciencia e ingeniería como la cantidad
de calor necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de agua de 14,5 a 15,5 °C. A
veces se especifica otro intervalo de temperaturas.

1 cal = 4,1840 J

En ingeniería se emplea una caloría algo diferente, la caloría internacional, que equivale
a 1/860 watt .hora:

1 kcal = 4,1868 J

Una caloría grande o kilocaloría (Cal), muchas veces denominada también caloría, es
igual a 1.000 calorías-gramo,y se emplea en dietética para indicar el valor energético de
los alimentos.
Calor latente
El cambio de nivel energético de una sustancia conlleva una serie de cambios físicos.
Casi todas las sustancias aumentan de volumen al ganar calorías y se contraen al ceder
calor. El comportamiento del agua entre 0 y 4 °C constituye una importante excepción a
esta regla.

Se denomina fase de una sustancia a su estado, que puede ser sólido, líquido o gaseoso.
Los cambios de fase en sustancias puras tienen lugar a nivel energéticos y presiones
definidas.

El paso de sólido a gas se denomina sublimación, de sólido a líquido fusión, y de


líquido a vapor vaporización.

Si la presión es constante (isobárico), estos procesos tienen lugar a una nivel energético
constante. La cantidad de calor necesaria para producir un cambio de fase se llama calor
latente; existen calores latentes de sublimación, fusión y vaporización.

Si se hierve agua en un recipiente abierto a la presión de 1 atmósfera, la temperatura no


aumenta por encima de los 100 °C por mucho calor que se suministre. El calor que se
absorbe sin cambiar la temperatura del agua es el calor latente; no se pierde, sino que se
emplea en transformar el agua en vapor y se almacena como energía en el vapor.
Cuando el vapor se condensa para formar agua, esta energía vuelve a liberarse.

Del mismo modo, si se calienta una mezcla de hielo y agua, su nivel energético no
cambia hasta que se funde todo el hielo. El calor latente absorbido se emplea para
vencer las fuerzas que mantienen unidas las partículas de hielo, y se almacena como
energía en el agua.

Para fundir de hielo se necesitan: C lf = 19.000 J/kg

y para vaporizar agua: C lv =129.000 J/kg


c
La cantidad de calor necesaria para aumentar en un grado la temperatura de una
unidad de masa de una sustancia se conoce como calor específico.

En el Sistema Internacional de unidades, el calor específico se expresa en joules por


kilogramo y kelvin;

[Ce] = J/kg.°K

En ocasiones también se expresa en calorías por gramo y grado centígrado.

[Ce] = cal/g.°C

El calor específico del agua es una caloría por gramo y grado centígrado, es decir, hay
que suministrar una caloría a un gramo de agua para elevar su nivel energético en un
grado centígrado.

El calor específico del agua a 15 °C es:

ce agua = 4.185,5 J/kg.°C

Si el calentamiento se produce manteniendo constante el volumen de la sustancia o su


presión, se habla de calor específico a volumen constante (cv) o a presión constante (cp).
En todas las sustancias, el primero siempre es menor o igual que el segundo. En el caso
del agua y de otras sustancias prácticamente incompresibles, no es necesario distinguir
entre los calores específicos a volumen constante y presión constante ya que son
aproximadamente iguales.

cv = cp

De acuerdo con la ley de Dulong y Petit, para la mayoría de los elementos sólidos, el
producto de su calor específico por su masa atómica es una cantidad aproximadamente
constante. Si se expande un gas mientras se le suministra calor, hacen falta más calorías
para aumentar su nivel energético en un grado, porque parte de la energía suministrada
se consume en el trabajo de expansión. Por eso, el calor específico a presión constante
es mayor que el calor específico a volumen constante.

Generalmente, los dos calores específicos de una sustancia dependen del nivel
energético.

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