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23 Feb 2007 13:25 FAX

LAUDO QUE EMITE DON ANTONIO BAYLOS GRAU, CATEDRÁTICO DE


DERECHO DEL TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL DE LA
UNIVERSIDAD CASTILLA LA MANCHA, EN EL ARBITRAJE SOBRE LA
EQUIPARACIÓN DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO DEL PERSONAL
DE ICM QUE PASE A DESARROLLAR SU ACTIVIDAD EN LA
ADMINISTRACIÓN DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

ANTECEDENTES Y PETICIÓN DE ARBITRAJE. HECHOS RELEVANTES PARA LA


DECISIÓN CONSIDERACIONES JURÍDICAS DECISIÓN

I. ANTECEDENTES Y PETICIÓN DE ARBITRAJE.

En al Acta de 31 de octubre del 2006 de la Mesa técnica creada por la


Comisión Paritaria de Vigilancia, Interpretación y Desarrollo del
Convenio Colectivo 2004 - 2007 para la equiparación de funciones
profesionales establecidas en el convenio colectivo del ICM a las
categorías del convenio colectivo para el personal laboral de la
Comunidad de Madrid 2004 - 2007, se discutió y aprobó someter a
arbitraje las condiciones laborales de integración del personal de ICM
que así lo decidiera en la plantilla de la Comunidad de Madrid en materia
retributiva y de clasificación profesional. Tras sortear los nombres de
cuatro catedráticos de derecho del Trabajo propuestos, se ofreció el
dictado del laudo al catedrático que suscribe. El objeto concreto del
arbitraje eran las siguientes cuestiones:
a) "Si sólo es ajustado a derecho que el personal de ICM sea
contratado por la Comunidad de Madrid con estricto respeto a los
conceptos salariales y cuantías establecidas en el Convenio
Colectivo para el personal laboral de la Comunidad de Madrid
para la categoría profesional con la que se le contrate"
b) "Si sólo es ajustada a derecho que el personal de ICM sea
contratado por la Comunidad de Madrid respetando el salario que
tuviese acreditado en ICM, determinándose, asimismo, si han de
respetarse todos los conceptos salariales (sobre la antigüedad
hay acuerdo en la Mesa Técnica) o sólo algunos de ellos y en
esta segunda hipótesis cuál o cuales habrán de ser respetados y
cual o cuáles no".
c) "Si el arbitro considera ajustada a derecho cualquiera de las dos
alternativas expuestas anteriormente, dictará laudo de derecho y
equidad que resolverá, sin margen para ulterior interpretación por
la Mesa Técnica, sobre la estructura salarial y cuantía de los
conceptos salariales con que el persona! de ICM seria contratado
por la Comunidad de Madrid".
En la misma Acta se consigna la documentación que se aporta al arbitro,
consistente en dos informes jurídicos de las partes, uno de la
Administración y otro de CC.OO, los convenios colectivos de ICM y del

1
personal laboral al servido de la Comunidad de Madrid desde 1991 hasta
el actualmente vigente, el Acuerdo suscrito por ICM y la representación de
la Comunidad de Madrid con las organizaciones sindicales el 28-11-2005,
por el que se concede un derecho de opción al personal de ICM para
integrarse en la plantilla de la Administración, las respectivas Leyes de
creación del Organismo Autónomo 'Informática y Comunicaciones de la
Comunidad de Madrid y la Ley 7/2005, de 23 de diciembre de Medidas
Fiscales y Administrativas de la Comunidad de Madrid por la que se crea
la Agencia de Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid,
estableciéndose en la Disposición Adicional primera normas relativas al
personal y otras sobre funcionamiento, y, por último, cuadros
comparativos de retribuciones de ICM y de la Comunidad de Madrid, y
todo ello sin perjuicio de poder aportar, a requerimiento del arbitro,
cualquier otra documentación que éste requiere, "salvo los argumentos de
sus respectivas posiciones sobre la cuestión planteada".
4. El 28 de noviembre del 2006 se notificó al catedrático que suscribe la
propuesta de arbitraje por parte de la Administración de la Comunidad de
Madrid, aportándole el Acta de la propuesta y la documentación para que
la examinara, La aceptación del arbitraje se realizó mediante documento
de fecha 26 de enero de 2007.
5. A petición del arbitro que suscribe, se realizó una reunión con la
Administración y las centrales sindicales CCOO, UGT y CSIT-UP el 15 de
febrero de 2007 con la finalidad de precisar las condiciones formales de la
notificación del laudo y la aclaración de las partes sobre la petición
concreta de dictar un laudo "de derecho y equidad", explayándose éstas
sobre el significado que a su juicio tenía dicha expresión.
6. En esta misma reunión, se acordó que la fecha de emisión del laudo no
podría ir más allá del lunes 26 de febrero de 2007.

II. HECHOS RELEVANTES EN LA DECISIÓN,

1. En la base del conflicto que se ha de resolver mediante el laudo arbitral


se encuentra en la transformación de ICM - Informática y
Comunicaciones de la Comunidad de Madrid - que, de ser una sociedad
mercantil de derecho público, pasó a configurarse a partir de 1 de enero
de 1997 como un organismo autónomo de carácter administrativo
sometido a la norma autonómica reguladora de la Administración
Institucional de la Comunidad (art. 57.2 Ley 14/1996, de Presupuestos
Generales de la Comunidad de Madrid para 1997) y de ahí, a partir de
2006, se convierte, sobre la base de la necesidad de "flexibilizar los
instrumentos de gestión de la entidad51 y potenciar su dinamismo,
"poniendo en funcionamiento soluciones en cada vez menos tiempo1'
(Exposición de Motivos de la Ley 7/2005, de 23 de diciembre, de Medidas
Fiscales y Administrativas), en una Agencia o ente público de los
previstos en el art. 6 de la Ley 9/1990 reguladora de la Hacienda de la
CAM (art. 10, uno, ordinal 2 de la Ley 7/2005, de 23 de diciembre, de
Medidas Fiscales y Administrativas), es decir, en una de aquellas
personificaciones jurídicas que no son ni empresas públicas ni
organismos autónomos y que se rigen por su normativa específica, sin

2
perjuicio de la aplicación a las mismas de ciertas medidas de control
financiero y presupuestario previstas en la esfera pública. La justificación de
este cambio en la naturaleza de la forma jurídica es por tanto la de obtener
una mayor "flexibilidad en su funcionamiento" con vistas a una "mejora del
servicio que la Administración presta al ciudadano".

2. Las metamorfosis en la forma jurídica de las empresas y organizaciones de


servicios pueden ser el título para proceder a modificaciones de la
estructura y extensión de las plantillas de las mismas. Por ello es frecuente
que junto a las normas que deciden la modificación de la naturaleza jurídica
de la personalidad jurídica contratante se incluyan ciertas prescripciones
sobre las repercusiones que estos cambios pueden inducir sobre el nivel de
empleo, lo que en este caso se ha realizado a partir de un proceso de
negociación colectiva a la que se refiere e! número siguiente del presente
epígrafe, y que se ve reflejada también en el articulado de la norma que
procede a la transformación de la naturaleza jurídica de ICM. En este
sentido, la citada Ley 7/2005, de 23 de diciembre, contiene una Disposición
Adicional Primera en la que son de interés a este caso sus apartados 1 y 2.
A tenor del primero, "el personal propio del actual Organismo Autónomo
Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid continuará
siéndolo del Ente de Derecho público, sin que el cambio de forma y
naturaleza jurídica del actual Organismo autónomo conlleve modificación
alguna en las relaciones de empleo". El ordinal segundo señala, por su
parte que "en el caso de que la Comunidad de Madrid procediera a
modificar la Agencia de Informática y Comunicaciones de la Comunidad de
Madrid, atribuyendo sus competencias a otras entidades, o declarase la
extinción de la misma, el personal afectado, en virtud de su carácter de
empleado público, tendrá derecho a integrarse en la Administración de la
Comunidad de Madrid".

3. Este proceso de flexibilización de la forma jurídica que se da en ICM se


acompaña, como se ha dicho, de un proceso de negociación entre la
Comunidad de Madrid, el comité de empresa de ICM y los sindicatos
representativos en dicha entidad que se plasma en un Acuerdo de 28 de
noviembre del 2005. El Acuerdo consta de un preámbulo y de tres partes,
la primera sobre la evolución de la "naturaleza jurídica del actual organismo
autónomo Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid", y la
tercera sobre "cláusulas de garantía futura", que son las que han
encontrado recepción parcial en la ya citada Disposición Adicional Primera
de la Ley 7/2005, de 23 de diciembre en lo que se refiere al compromiso
de mantenimiento del empleo en la situación presente y el reconocimiento
del derecho a integrarse en la Comunidad de Madrid en el caso de que se
produzcan reorganizaciones de la Agencia que repercutieran en
disminución o desaparición de parte de su actividad. La segunda parte de
este Acuerdo regula el "proceso de opción del personal laboral del actual
Organismo Autónomo ICM y constituye el elemento central para abordar
las cuestiones debatidas.

4. El Acuerdo comienza, en esta parte, con una afirmación neta de que "el personal
propio del actual Organismo Autónomo Informática y Comunicaciones de la
Comunidad de Madrid continuará siéndolo del Ente de Derecho público, sin que el
cambio de forma y naturaleza jurídica del actual Organismo autónomo conlleve
modificación alguna en las relaciones de empleo", afirmación que como hemos
visto se incorpora también a la Ley 7/2005, de 23 de diciembre. Pero a partir de
allí, establece un proceso de opción para los trabajadores de 1CM entre continuar
en la plantilla de la Empresa o integrarse en la de la Administración General de la
Comunidad de Madrid» proceso que se justifica "con el objetivo de que el personal
de la Agencia se encuentre plenamente identificado con el proyecto de ICM55 y que
se otorga al personal fijo o excedente de ICM a ejercitar dentro de un plazo que se
hace depender de un proceso conjunto de equiparación de funciones profesionales
y de un sistema de compensación retributiva entre las situaciones profesional y
salarial derivadas de la adscripción a la plantilla de ICM y a la del personal laboral
de la CAM reguladas por sus respectivos convenios colectivos. El Acuerdo
portento establece este proceso de opción por la integración en la plantilla de la
Administración General de la Comunidad de Madrid de los trabajadores fijos o en
excedencia de ICM condicionado a un proceso previo de delimitación de las
funciones equiparables y de compensación retributiva que debe llevar a cabo la
Comisión Paritaria del Convenio Colectivo para el personal laboral d© la
Comunidad de Madrid 2004-2007. A estos efectos se crea en el Acuerdo una
Mesa Técnica compuesta por los sindicatos presentes en la Comisión Paritaria de
Vigilancia, Interpretación y Desarrollo del Convenio Colectivo para el personal
laboral de la CAM 2004-2007 y por representantes de la Consejería de
Presidencia, de la Consejería de Hacienda y representantes de la gerencia de
ICM.

5. Mientras que el proceso de "equiparación de las funciones profesionales


establecidas en el Convenio Colectivo de ICM y las categorías profesionales del
Convenio Colectivo para el personal laboral de la Comunidad de Madrid para los
años 2004-2007 no plantea problemas aplicativos, el llamado sistema de
compensación de retribuciones pactado en el Acuerdo está en el centro de la
consideración litigiosa de este asunto. Procede portante transcribir los
compromisos adoptados al respecto. En el primero de ellos se delimitan los
términos de este sistema compensatorio; "Se propondrá a la Mesa Técnica
establecida en el apartado anterior que en el Acuerdo de equiparación de
categorías a elevar a la Comisión Paritaria se recoja un sistema de
compensación de retribuciones que garantice, dentro de los límites del Convenio
Colectivo Único para el personal laboral, las cuantías individuales (consolidadas o
básicas) percibidas hasta el momento de la efectiva integración. Asimismo, en
este órgano se estudiarán los casos excepcionales que puedan darse en temas
retributivos, de titulación o desempeño de funciones, siempre bajo los principios
de ocasionar los menores perjuicios a los trabajadores afectados y el de equidad
con respecto al resto del personal laboral de la Comunidad de Madrid". A
continuación el Acuerdo establece las "pautas" a las que deberán someterse los

4
trabajadores que voluntariamente se decanten por esta opción de
integración en la plantilla de la Administración General de la CAM. A
este respecto.
• "Los nuevos contratos como personal laboral de la Administración
General, asignarán a los trabajadores la categoría profesional que
determine, conforme a lo previsto en el texto convencional, la
Comisión Paritaria del Convenio Colectivo para el personal laboral
de la Comunidad de Madrid para los años 2004-2007.
• Todas las condiciones de trabajo del personal serán las previstas
en el Convenio Colectivo para el personal laboral de la Comunidad
de Madrid para los años 2004-2007, A los efectos retributivos, se
estará a lo que disponga la Comisión Paritaria del mencionado
Convenio Colectivo para el personal laboral de la Comunidad de
Madrid para los años 2004-2007.
• Será condición indispensable para la formalización de los nuevos
contratos con la Administración General, causar baja simultánea en
el Ente Público "Agencia de Informática y Comunicaciones de la
Comunidad de Madrid", extremo éste que deberá acreditarse en el
momento de la nueva contratación.
• Los trabajadores que pasen, con asignación de una categoría
profesional o Área de actividad no asimilables a las que
ostentaban en 1CM a 31 de diciembre de 2005, deberán seguir un
sistema de capacitación y reciclaje profesional que se establecerá
a través de la Dirección General de la Función Pública, que
formará profesionalmente al personal en todos los aspectos
necesarios derivados de la nueva contratación.
• Se respetará, a efectos de antigüedad la reconocida por ICM en
número de trienios.
• A los puestos de trabajo que venga a ocupar el personal, les será
de aplicación la normativa relativa al proceso de funcionarizacíón
(disposición adicional 11a de la Ley 11 /l 986 y el Decreto 149/2002,
de 29 de agosto), llevándose a cabo, si fuera preciso, la aprobación
en la Comisión General de Funcionarización de las modificaciones
que sean necesarias en el catálogo general de puestos a
funcionarizar"

6. Este mismo procedimiento es el previsto como cláusula de garantía


futura de manera que la parte 33 del Acuerdo señala que "en el caso de
que la Comunidad de Madrid procediera a modificar la Agencia de
Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid, atribuyendo
sus competencias a otras entidades, o declarase la extinción de la
misma, el personal afectado, en virtud de su carácter de empleado
público, tendrá derecho a integrarse en la Administración de la
Comunidad de Madrid en términos y condiciones similares a los
establecidos en el apartado 2°"7 prescripción que se desarrolla a
continuación : "Adicionalmente, en el caso de que la Agencia dejara de
ejercer alguna de las competencias asignadas, o sufriera reorganización
interna o lanzamiento de nuevas actividades que repercutiera en una
disminución o desaparición de parte de su actividad, el personal afecto a
las mismas seguirá perteneciendo a la Agencia, asignándole un puesto

5
de trabajo acórele con su formación, experiencia y categoría profesional o
equivalente, realizándose las actividades formativas necesarias, que vendrá
obligado a seguir, para la consecuente adecuación a los nuevos
desempeños que le fueren asignados. Cuando tal reasignación no fuera
posible, se dará al personal afectado, en virtud de su carácter de empleado
publico, la posibilidad de integrarse en la plantilla de la Administración de la
Comunidad de Madrid en términos y condiciones similares a los
establecidos en el apartado 2o."

7. La cuestión litigiosa se centra por tanto en la diferente interpretación que se


da, por ambas partes, al alcance y determinación del llamado "sistema de
compensación de retribuciones" en el marco del proceso de opción
reconocido por el Acuerdo de 28 de noviembre de 2005, y que se manifiesta
en las dos posiciones presentes en el planteamiento de este arbitraje y que
han sido referidas supra en L, 2 de este laudo.

III. CONSIDERACIONES JURÍDICAS.

A SOBRE EL ALCANCE Y EFECTOS DEL LAUDO ARBITRAL

1. Es conveniente en primer lugar proceder a establecer el alcance y los


efectos del presente laudo arbitral. Hay que tener presente que se trata del
recurso a una solución del conflicto laboral que no es muy común en nuestro
sistema de relaciones laborales y de la que, como ha señalado la doctrina
científica más autorizada al respecto (DEL REY GUANTER, RODRÍGUEZ
FERNANDEZ), falta una regulación legal de referencia en paralelo a la que
disciplina el arbitraje privado (Ley 60/2003, de 23 de diciembre, de
Arbitraje), del que por cierto están excluidos los arbitrajes laborales (art. 1.4
Ley 60/2003), por lo que la apoyatura legal se limita aquí a algunos
preceptos aislados del Estatuto de los Trabajadores (ET). En este caso
además se trata un arbitraje laboral que se desarrolla en el marco de las
relaciones laborales en el seno de las Administraciones Públicas, lo que es
sin duda un hecho novedoso, puesto que la solución mediante
procedimiento de arbitraje supone que la Administración como parte no
quiere usar su mayor poder en la negociación para que la solución del
conflicto sea la que ella patrocina, sino que se remite a lo que decida un
arbitro, que puede o no coincidir con sus pretensiones. Este hecho se
explica sin embargo por la confianza de ambas partes, Administración y
representantes de los trabajadores, en los procesos de negociación como
forma de solventar las diferencias que han surgido en la interpretación o
aplicación de los acuerdos tomados. En efecto, el recurso al arbitraje es
producto de la confianza mutua de las partes en la decisión de intervención
de un tercero para resolver el conflicto y proviene de la negociación
colectiva entre el personal laboral del ente público ICM y de la CAM_ El
arbitraje en este caso debe definirse sin ningún genero de dudas como
arbitraje laboral, sin que la presencia como parte negocial - en la Comisión
Paritaria y en el "convenio arbitral" - de la Administración enerve la
laboralidad del mismo tai como tiene declarado la jurisprudencia (Así,
concretamente, STSJ Andalucía, Granada, 3898/2003, de 16 de diciembre
(37358/JUR 2004).

2, Se trata, pues, de un arbitraje voluntario que tiene su origen en la


negociación colectiva, pero que no se puede asimilar a los procedimientos
de solución de conflictos institucionalizados en Acuerdos Interprofesionales
o Convenios Colectivos como emblemáticamente sucede con el ASEC
(Acuerdo de Solución Extrajudicial de Conflictos, que ha dado lugar a una
Fundación Laboral participada por los interlocutores sociales, el SIMA,
como órgano de administración de los procedimientos de mediación y
arbitraje que el Acuerdo crea). Han sido las partes de un proceso de
negociación articulado en torno a la comisión paritaria de un convenio
colectivo, la mesa técnica creada por la Comisión Paritaria de Vigilancia,
Interpretación y Desarrollo del Convenio Colectivo 2004-2007 para la
equiparación de funciones establecidas por el Convenio de ICM a las
categorías del convenio colectivo para el personal laboral de la CAM 2004
-2007, las que han acordado someter la resolución de la cuestión debatida
sobre la que no llegaban a acuerdo a la intervención de un tercero
dirimente que es el arbitro. Se trata en consecuencia de lo que el derogado
art. 1820 del Código Civil denominaba "contrato de compromiso" o
"convenio arbitral" en la Ley 60/2003 de Arbitraje, por el que se somete al
conocimiento del arbitro el conflicto, pero que tiene su encaje en la
negociación colectiva regulada por el Estatuto de los Trabajadores y en
concreto en su art. 85.3. e), como un medio de solucionar las discrepancias
habidas dentro de la Comisión Paritaria del convenio.

3. A estos compromisos arbitrales celebrados en virtud de una negociación en


el seno de la Comisión Paritaria de un convenio colectivo estatutario, les
son de aplicación las reglas que al respecto prevé el art. 91, párrafos 3 y 4
ET. Según dichos preceptos, el acuerdo logrado a través del laudo arbitral
tendrá la eficacia jurídica de los convenios colectivos regulados en el
Estatuto de los Trabajadores, en atención a la legitimación para negociar,
que, en sus fases inicial y completa, establecen los arts. 87, 88 y 89 ET. El
sentido de estas reglas las explica de forma clara la doctrina judicial: "En
primer lugar, el arbitraje es un medio alternativo para la resolución
heterónoma de los conflictos, de modo que, bajo determinadas
circunstancias, los que pretenden una solución a sus contiendas pueden
optar entre buscarla en los órganos de la jurisdicción o bien en la institución
del arbitraje. En este último supuesto debe haber conformidad de las
partes para someterse al procedimiento arbitral. Consecuencia de lo
anterior es la segunda cuestión: el arbitraje sólo tiene eficacia jurídica si el
compromiso arbitral fue aceptado portados los que pueden verse afectos
por el laudo. En el ámbito procesal estricto, la no afectación de quien no
fue parte en el proceso se traduce en la imposición de los litisconsorcios
necesarios. En el ámbito de los arbitrajes laborales se imponen unas reglas
de legitimación al establecer en el art. 91 del Estatuto de los Trabajadores,
que «el acuerdo logrado a través de la mediación y el laudo arbitral
tendrán la eficacia jurídica y tramitación de los convenios colectivos
regulados en la presente Ley? siempre que quienes hubiesen adoptado el
acuerdo o suscrito el compromiso arbitral tuviesen la legitimación que les
permita acordar, en

el ámbito del conflicto, un convenio colectivo conforme a los previsto en los


artículos 87, 88 y 89 de esta Ley». [STS (4B), 12 de julio de 2004
(RJ2004/7636), y, en el mismo sentido, STSJ Canarias, Las Palmas,
4/2002, de 27 de diciembre, (AS 2003/2851)]. Es decir que para que el
laudo tenga eficacia normativa y general es preciso que las partes
negociadoras del convenio arbitral representen a la mayoría de los
trabajadores y de los empresarios del ámbito donde se aplique el convenio,
requisitos que se cumplen claramente en este supuesto al suscribir el
compromiso de arbitraje tanto la representación social como la empresarial
de la Comunidad de Madrid, es decir, las partes afectadas por el conflicto,
puesto que, como señala la citada STS (4a) de 12 de julio de 2004
(RJ2004/7636), «partes afectadas por un conflicto» han de ser
forzosamente cuantas puedan ver sus derechos o pretensiones alterados o
desconocidos por lo resuelto en el laudo.

4, El laudo resuelve el conflicto definitivamente, como si se tratara de una


sentencia judicial. A efectos ejecutivos, los laudos arbitrales firmes se
equiparan, a tenor de lo previsto en la Disposición Adicional 7a de la Ley de
Procedimiento Laboral, a las sentencias judiciales firmes. El laudo sin
embargo puede ser impugnado por el procedimiento de convenios
colectivos, especialmente en el caso en que no se hubiesen observado en
el desarrollo de la actuación arbitral los requisitos y formalidades
establecidos al efecto, o cuando el laudo hubiese resuelto sobre puntos no
sometidos a su decisión [art. 91, párrafo 4o ET, y SAN 76/2006 de 28 de
septiembre (AS 2006/3133)]. Como no está sujeta la impugnación de
convenios colectivos en la LPL a plazo alguno de caducidad, y es
imperativo que así sea porque de lo contrario el laudo no podría ganar
firmeza por ser siempre posible una impugnación del mismo, la doctrina
mas cualificada (DESDENTADO BONETE) ha propuesto la aplicación
analógica del plazo que en estos supuestos prevé la Ley de Arbitraje para
la acción de anulación del laudo, que el art. 41.4 de la Ley 60/2003
establece que ha de ejercitarse dentro de los dos meses siguientes a su
notificación o a la de su resolución sobre su aclaración o complemento o
desde la expiración del plazo para adoptarla de haberla solicitado, criterio
hermenéutico que se acepta como plazo específico de caducidad para la
impugnación en su caso del presente laudo.

S. SOBRE LA NATURALEZA Y SIGNIFICADO DEL PROCESO DE


OPCIÓN DEL PERSONAL DE ICM RECONOCIDO EN EL ACUERDO DE
28.11.2005 COMO "PACTO DE TRANSFERENCIA" ENTRE EMPRESAS.

1. El examen de la naturaleza y significado del denominado "proceso de


opción" del personal de ICM tal como aparece regulado en el Acuerdo de
28 de noviembre de 2005, es importante porque puede ayudar aun
correcto entendimiento de la finalidad del pacto sobre el que se ha
entablado la divergencia de interpretación entre las partes que este laudo
debe saldar. Hay que tener en cuenta que el compromiso arbitral ha
surgido de un proceso de negociación colectiva y se centra en la
interpretación de una estipulación pactada colectivamente, de tal manera

que hay una conexión muy directa entre e! procedimiento de arbitraje y la


negociación. El laudo debe ser el resultado más o menos inmediato del
propio proceso de negociación. Comprender por consiguiente el contexto en
el que éste se ha desenvuelto y poder someter a categorías jurídicas
suficientemente explicativas nociones como la del "proceso de opción"
regulado en el Acuerdo de 28 de noviembre de 2005, es en consecuencia
un paso necesario para poder entender la motivación o *causa" de las
estipulaciones pactadas en el mismo y por tanto para iluminar la decisión
que se debe adoptar sobre el tema controvertido. Por otra parte, este
mismo es el punto de partida de los informes jurídicos contradictorios que se
han incorporado al procedimiento arbitral como documentación significativa,

2. Resulta evidente que la transformación de la forma jurídica de ICM ha


generado una sucesión de empresas del art. 44 ET entre las distintas
figuras que ésta ha ido adoptando. Así lo reconocía expresamente el art. 57.
Diez de la Ley 14/1996, de 28 de diciembre de Presupuestos Generales de
la Comunidad de Madrid para 1997 al afirmar que "a efectos de lo previsto
en el art. 44 ET se entenderá producida una sucesión de empresas entre la
actual empresa pública "ICM Informática Comunidad de Madrid S.A." y el
Organismo Autónomo Informática y Comunicaciones de la Comunidad de
Madrid", y así lo recoge el art. 10.3 de la Ley 7/2005, de 23 de diciembre,
de Medidas Fiscales y Administrativas, al prescribir que "la Agencia
Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid al Organismo
Autónomo Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid",
añadiendo además esta ley en su Disposición Adicional Primera, ordinal 1,
una garantía de mantenimiento de la actual situación de las relaciones de
empleo - y de los contratos de trabajo - según la cual "el personal propio
del actual Organismo Autónomo Informática y Comunicaciones de la
Comunidad de Madrid continuará siéndolo del Ente de Derecho Público, sin
que el cambio de forma y naturaleza jurídica del actual Organismo
Autónomo conlleve modificación alguna en las relaciones de empleo". Ya
se ha visto además que como estos procesos de cambio en la forma
jurídica de las empresas pueden ser el título para proceder a
modificaciones de la estructura y extensión de las plantillas de la misma, es
un lugar común en la regulación legal de los avatares de la personificación
jurídica de ICM la previsión de que "en el caso que la Comunidad de
Madrid procediera a modificar el organismo atribuyendo sus competencias
a otras entidades, o declarase la extinción del mismo, el personal afectado
se integrará en la Comunidad de Madrid", como prescribía el art. 57. Siete,
ordinal 4 de la Ley 14/1996 de 28 de diciembre, fórmula que con ligeras
variantes reitera la Disposición Adicional Primera de la Ley 7/2005, de 23
de diciembre, al afirmar que "en el caso de que la Comunidad de Madrid
procediera a modificar la Agencia de Informática y Comunicaciones de la
Comunidad de Madrid atribuyendo sus competencias a otras entidades, o
declarase la extinción de la misma, el personal afectado, en virtud de su
carácter de empleado público, tendrá derecho a integrarse en la
Administración de la Comunidad de Madrid'1. Estas previsiones legales son
importantes

9
porque representan una "garantía de futuro" - en la expresión del Acuerdo
de 28 de noviembre de 2005 -frente a oscilaciones en el empleo
provenientes de la reestructuración o incluso supresión de las funciones
de la Agencia y que denota la voluntad política de la Comunidad
Autónoma de Madrid y de los agentes sociales expresada a través de la
negociación colectiva, de garantizar una continuidad en el empleo de los
trabajadores de ICM frente a posibles modificaciones de la estructura
organizativa en la que se insertan, sobre la base de su consideración
como "empleados públicos" de la CAM,

3. Pero junto a esta situación jurídica de los trabajadores de ICM, el


Acuerdo de 28 de noviembre de 2005 establece un proceso diferente en
el que se adelanta esta posibilidad de integración en el personal laboral
de la CAM y se desvincula de las circunstancias modificatorias o
extintivas de la organización para la que prestan servicios, que era el
supuesto de partida para la aplicación de este procedimiento de
integración. Este es el llamado "proceso de opción" del personal laboral
de ICM al que se dota de unas características propias cuya literalidad se
ha transcrito ínfra IL5 del presente laudo. Este "proceso de opción" que
se reconoce "con el objetivo de que el personal de la Agencia se
encuentre plenamente identificado con el proyecto de ICM" se sustenta
en la ya citada consideración política y colectiva de asegurar la
permanencia en el empleo de los "empleados públicos" de la CAM, con
independencia de su adscripción a entes personificados diferenciados.

4. Este proceso de opción se somete, como se puede deducir de las


estipulaciones pactadas, a una serie de condiciones. Fundamentalmente
se deben destacar dos: la necesidad de suscribir un nuevo contrato de
trabajo con la CAM, causando baja voluntaria simultánea en la Agenda
de Informática y Comunicaciones de la Comunidad de Madrid, y el
mantenimiento en este nuevo contrato como personal laboral de la
Administración General de la CAM de situaciones jurídicas provenientes
de la relación laboral anterior: la antigüedad reconocida en ICM y ciertos
conceptos retributivos adicionales que vienen a suponer el llamado
"sistema de compensación de retribuciones". El denominado proceso de
opción supone por consiguiente, para aquellos trabajadores fijos o
excedentes que explícitamente elijan esta vía, una novación extintiva de
sus contratos de trabajo. Es un pacto novatorio formalmente extintivo de
la relación laboral que crea dos relaciones laborales independientes,
pero que viene sin embargo precisado en su contenido concreto por la
disposición colectiva que garantiza ciertos elementos de permanencia y
de continuidad de la situación jurídica de origen centradas en la
antigüedad y en el mantenimiento de una determinada estructura
retributiva.

5. No cabe por consiguiente plantear que el Acuerdo ha prolongado el


mecanismo subrogatorio entre el organismo autónomo y el nuevo ente
público ICM hacia la CAM sobre la base de la opción voluntaria de los
trabajadores que así lo soliciten, o por así decir, condicionado a la

10
decisión explícita de aceptación del mismo, ni tampoco puede hablarse de
una prestación de servicios indiferenciada que implique una pluralidad
empresarial compuesta por ICM y la CAM, Pero tampoco se trata de una
relación laboral sucesiva e independiente por completo de la anterior, con
plena desvinculación de los efectos de esa situación jurídica en cuanto ésta
se considere extinguida mediante la baja voluntaria en ICM y la
correspondiente formalización del nuevo contrato en los servicios de la
Administración General de la CAM. De considerarse más próxima a alguna
de las categorías acuñadas por la doctrina laboralista, se trataría de un
supuesto de circulación de trabajadores en el seno del grupo de empresas a
través de la celebración de un nuevo contrato de trabajo (DESDENTADO
DAROCA), en donde la relación laboral con la anterior empresa se da por
concluida, y se establece el tránsito del sujeto a un nuevo orden
convencional, el marcado por el Convenio Colectivo para el personal laboral
de la CAM 2004-2007, El tránsito sin embargo no es completo ni supone
una total desvinculación de las situaciones jurídicas provenientes del
Convenio Colectivo de ICM, del que se mantiene, mediante pacto expreso -
que en este supuesto el acuerdo colectivo de eficacia normativa y general de
28 de noviembre de 2005 - la antigüedad y otros conceptos retributivos
como derechos adquiridos de la empresa de origen. Se trata pues de un
"pacto de transferencia" legítimo que se sustancia en un pacto novatorio
formalmente extintivo que depende de la voluntad de! sujeto que lo suscribe
(art. 1.205 del Código Civil), adhiriéndose al contenido concreto que viene
determinado de forma directa por las prescripciones del Acuerdo colectivo
que fija una cierta continuidad de ciertos conceptos retributivos que se
analizarán con mas detalle en el siguiente apartado C) y a los que ya se ha
hecho referencia.

C) SOBRE EL CONTENIDO CONCRETO DEL PACTO NOVATORIO


EXTINTIVO EN QUE SE PLASMA EL "PROCESO DE OPCIÓN"
REGULADO EN EL ACUERDO DE 28.11,2005.

1 .Ya se ha señalado que el pacto de transferencia interempresarial en el


que se resume el "proceso de opción" regulado en el Acuerdo de 28 de
noviembre de 2005 implica la creación de una nueva relación de trabajo
regulada por el Convenio Colectivo para el personal laboral de la CAM para
los años 2004-2007, en la que los nuevos contratos realizados como
personal laboral de la Administración General de la Comunidad asignarán a
cada trabajador la categoría profesional que determine dicho convenio una
vez equiparadas mediante un proceso previo de decantación las funciones
profesionales establecidas en el Convenio Colectivo ICM y las recogidas en
el Convenio Colectivo para el personal laboral de la CAM a través de lo que
establezca al respecto la Mesa Técnica creada en el seno de la Comisión
Paritaria de este último convenio. Asimismo a las nuevas relaciones
laborales creadas en función de este proceso de opción se les aplicará
todas las condiciones de trabajo del personal que prevé el Convenio
Colectivo para el personal laboral de la CAM 2004-2007. Y a los puestos de
trabajo que venga a ocupar el personal que ha optado por la transferencia a
la CAM, les será

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de aplicación la normativa relativa al proceso de funcionarización,


llevándose a cabo, sí fuera preciso, la aprobación en la Comisión General
de Funcionarización de las modificaciones que sean necesarias en el
catálogo general de puestos a funcionarizar. Estas son por tanto las
consecuencias del pacto novatorio extintivo de la relación laboral con ICM
que lleva consigo el ingreso del trabajador en una nueva relación de trabajo
regulada por el orden convencional y normativo del personal laboral al
servicio de la CAM. Sin embargo, en este proceso de incorporación a un
nuevo orden regulativo que sustituye plenamente al anterior se exceptúan
dos puntos de forma explícita: la antigüedad del trabajador reconocida por
ICM en número de trienios y el sistema de compensación de retribuciones
que garantiza a estos trabajadores que transitan de ICM a la CAM "las
cuantías individuales (consolidadas o básicas) percibidas hasta el momento
de la efectiva integración". Es a este "sistema" compensatorio al que se
refiere mas adelante el propio Acuerdo al distinguir entre la inmediata
aplicación de las condiciones de trabajo del personal previstas en el
Convenio Colectivo de la CAM 2004-2007 y los efectos retributivos", ante
los que "se estará a lo que disponga la Comisión Paritaria del mencionado
Convenio Colectivo para el personal laboral de la CAM para los años 2004-
2007".

2. En efecto, el nuevo contrato que se celebra como personal laboral de la


Administración General de la CAM de quienes ejerciten ese derecho de
opción que les reconoce el Acuerdo de 28 de noviembre de 2005 debe
respetar la antigüedad que el trabajador tiene reconocida en ICM en
número de trienios. Se trata de un dato de extrema importancia por el
significado de permanencia y continuidad que subyace al concreto
mecanismo de transferencia entre las dos empresas y la comunicación
entre sus respectivos órdenes convencionales y que hemos visto
fundamentado en el hecho político y jurídico que define la condición de
empleados públicos de la que gozan los trabajadores de las distintas
entidades y organismos que, con personalidad jurídica diferenciada, están
sometidos al cabo a una política y a una dirección común llevada a cabo por
los órganos directivos de la CAM. El reconocimiento de la antigüedad a
estos trabajadores, que es pacífico - sobre él ha recaído acuerdo en la
mesa técnica - lo es a efectos retributivos y promocionales, pero no a
efectos de cuantificar la indemnización que en su caso procediera por
despido improcedente de los trabajadores que hubieran ejercitado la opción
por insertarse en la CAM y ello no sólo porque la distinción entre la
antigüedad a efectos retributivos y promocionales y a efectos de cuantificar
el monto indemnizatorio es una constante de la doctrina judicial del Tribunal
Supremo [ STS 5 de febrero 2001 (RJ 2001/2114), 21 de marzo de 2000
(RJ 2000/3421) y 30 de junio 1997 (RJ 1997/4950), sino porque, como ha
señalado la doctrina (DESDENTADO DAROCA)3 la dificultad proviene del
hecho de que el trabajador ha procedido a la extinción de su relación con
ICM, en cuya baja voluntaria su antigüedad ha sido tenida en cuenta a la
hora de cifrar la cantidad retributiva que recibe por su cese en la misma,

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3. Además del reconocimiento del complemento de la antigüedad en la


nueva situación contractual se deben mantener ciertos conceptos
retributivos adicionales que integran lo que en el Acuerdo se llama "sistema
de compensación de retribuciones". La razón de éste estriba en evitar una
descompensación retributiva como consecuencia de la opción de
transferencia al personal laboral de la CAM que posibilita el convenio, de
manera que el proceso de opción se pudiera realizar sin minoración
personal de los derechos retributivos básicos de cada trabajador. Por eso el
Acuerdo de 28 de noviembre de 2005 establece que el sistema
compensatorio debe garantizar las cuantías individuales (consolidadas o
básicas) percibidas hasta el momento de la efectiva integración, como una
cláusula de protección de estas situaciones de tránsito. Esta interpretación
resulta acorde con el sentido y la intención de las partes al firmar el Acuerdo,
y resulta la más acorde conforme a la naturaleza y objeto del mismo, tal
como prescriben los arts, 1,282 y 1.286 del Código Civil.

4. Siguiendo con esta línea de razonamiento, es desde luego determinante


la interpretación del compromiso de garantizar las cuantías individuales
(consolidadas o básicas) percibidas hasta el momento de la efectiva
integración por los trabajadores de ICML Ante todo hay que señalar que la
conjunción V que liga los adjetivos consolidado y básico referido a su
contenido retributivo no hay que leerlo en términos disyuntivos, alternativos
o contrapuestos entre sí, sino en su acepción de equivalencia o identidad
entre dos nociones o conceptos, como recoge el Diccionario de la RAE,
para el cual "denota además idea de equivalencia significando o sea, o ¡o
que es lo mismo". Esta forma de entender la expresión permite asignarle un
significado mas cercano a la función que esta cláusula de garantía persigue,
de forma que los conceptos retributivos que deben mantenerse en este
"proceso de opción" como elemento definitorio del "sistema de
compensación de retribuciones" es el de garantizar las cuantías individuales
consolidadas, es decir, básicas, que estos trabajadores percibían en ICM.

5. La operación interpretativa exige por consiguiente determinar en el


Convenio Colectivo de la empresa de origen, el ente público ICM, el
componente retributivo que se debe respetar en el tránsito a su
incorporación como personal laboral de la Administración General de la
CAM, en el marco del convenio colectivo único para el personal laboral de
dicha Comunidad 2004-2007. Y este componente se encuentra con
facilidad en el art, 65 del Convenio Colectivo del Organismo Autónomo
Informática y Comunicaciones de la CAM definido como "retribución fija
consolidada" y que comprende tanto una retribución por grupo profesional,
sobre la base de! puesto y función profesional en el que se encuadra el
trabajador en razón de su clasificación en un grupo profesional
determinado y en los términos que desarrolla el citado precepto, como un
complemento personal por desempeño de función, retribución
complementaria de la anterior como consecuencia de los conocimientos,
competencias y experiencia aportados o adquiridos por el trabajador y
reconocidos por el Organismo, así como en razón del

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contenido y grado de desempeño de su función profesional. Analizando el
texto de este convenio, aparece claramente que en el mismo se
conceptúan como retribuciones "fijas" tanto la mencionada "retribución fija
consolidada" como el "plus de antigüedad" {art. 68 del Convenio) lo que
permite deducir que la garantía retributiva que establece el Acuerdo de 28
de noviembre de 2005 se refiere en su conjunto a las retribuciones fijas del
Convenio colectivo de ICM y que a estos conceptos retributivos hay que
reenviar necesariamente la expresión de las cuantías individuales
consolidadas o básicas del mismo.

Hay también una cierta lógica en esta garantía individual de los


componentes retributivos provenientes del convenio de origen en estos
procesos de transferencia de personal de la ICM a la CAM. Se trata en
ambos casos de conceptos salariales muy ligados a la persona del
trabajador, tanto en lo que respecta a la antigüedad como a la "retribución
fija consolidada" puesto que ésta reconoce fundamentalmente la aptitud
profesional del trabajador y su capacitación y competencias, sin que
naturalmente las referencias al puesto de trabajo en concreto enerven, en
el texto de la cláusula de referencia, el elemento causal de dicho
concepto retributivo que no es otro sino la profesionalidad del trabajador
reconocida en la empresa. Por otra parte es el convenio colectivo quien
tiene plena libertad para fijar no solo la estructura concreta de los
conceptos salariales sino el carácter consolidable o no de tales
complementos, "disciplinar su contenido retributivo" [STS 9 de noviembre
de 1999, (RJ 2000/914), STSJ Cantabria 29 de septiembre 1998 (AS
4364)] lo que además constituye "parte del núcleo indisponible y blindado
de la negociación colectiva" [STSJ País Vasco 19 de octubre de 1999,
(AS 3573)]. Y en el Acuerdo de 28 de noviembre de 2005 se puede
reconstruir dotada de un sentido claro y convincente la garantía de la
conservación de las condiciones personales de permanencia en la
empresa y de profesionalidad reconocida en la misma. Este es el
contenido que se debe respetar en el proceso de incorporación al orden
regulativo del Convenio Colectivo del personal laboral de la CAM 2004-
2007 y al que se refiere el Acuerdo tantas veces citado como condiciones
retributivas aplicables a estos trabajadores que decidan acogerse al
proceso de opción pactado. Y es este por consiguiente el sentido en e!
que se construye la decisión del presente laudo en los términos que a
continuación se establecen.

IV. DECISIÓN.

En atención a las consideraciones jurídicas precedentes, se emite el siguiente


laudo arbitral:

No es ajustado a derecho que el personal de ICM sea contratado por la CAM


con estricto respeto a los conceptos salariales y cuantías establecidas en el
Convenio Colectivo para el personal laboral de la CAM para la categoría
profesional con la que se contrate puesto que justamente el régimen retributivo
ha sido expresamente exceptuado del proceso de transferencia de trabajadores

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que regula el Acuerdo de 28 de noviembre de 2005 como "proceso de opción del
personal laboral" de ICM y que culmina en la contratación como personal laboral
de la Administración General de la CAM de aquellos trabajadores fijos o
excedentes de ICM que deseen voluntariamente acogerse al mismo.

Resulta ajustado a derecho que el personal de ICM sea contratado por la CAM
respetando la remuneración básica o consolidada que tuviese acreditada en ICM,
y por tal hay que entender el respeto al complemento de antigüedad y a la
retribución fija consolidada, regulados respectivamente en los arts. 69 y 65 del
Convenio Colectivo de ICM, en función de las consideraciones de orden jurídico
que se contienen supra III. B) y C) del cuerpo de este laudo arbitral.

El presente laudo arbitral tiene carácter vinculante y de obligado cumplimiento, con


la eficacia jurídica de un Convenio Colectivo, en los términos previstos por el
artículo 92 del Estatuto de los Trabajadores. Asimismo, se entiende equiparado a
las sentencias firmes a efectos de su ejecución judicial, en los términos
contemplados en la Disposición adicional séptima de la Ley de Procedimiento
Laboral una vez que el laudo obtenga firmeza.

Tras la notificación del laudo y en el plazo de siete días cualquiera de las partes
podrá solicitar del árbitro la aclaración de alguno de los puntos de aquél.

El presente laudo arbitral, de conformidad con el artículo 91 del Estatuto de los


Trabajadores, puede impugnarse ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid, a tenor de lo establecido en los artículos 161 y siguientes de la
Ley de Procedimiento Laboral para el procedimiento de impugnación de
Convenios Colectivos, en el plazo de dos meses siguientes a partir de la fecha de
su notificación o desde la de la resolución sobre su aclaración o complemento.

Madrid, 20 de febrero de 2007.

EL ÁRBITRO 15
Fdo: Antonio Baylos Grau.
Se envía copia de este laudo arbitral a las siguientes personas:
limo, Sr. D, Miguel Ángel López González
Director General Función Pública CAM
Sr. D. Javier Martínez Ahumada
CCOO.
Sr. D. Francisco Javier Sanz Fernández
UGT
Sra. Da Elena Moral Pavo
CSIT-UP.

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