EL ÁREA PORTUARIA

CON CRITERIO Arquitectura y Urbanismo, Vol. XXVII, No. 1/2006 PUERTOS Y FRENTES ACUÁTICOS

DESDE LA TERMINAL HASTA ATARÉS

José E. Fornés
En la ensenada de Atarés, a lo largo de su orilla noroeste
varios elementos se disputan la supremacía aunque el resultado
final es que forman un conjunto indisoluble y caracterizador
del lugar. No se podría hablar de un comienzo ni de un término
pero tomando como punto de partida el trozo de muralla
conservado hasta hoy se ven en sucesión la Terminal de
Ferrocarriles de La Habana, el Cuartel de San Ambrosio con
su explanada, la planta eléctrica de Tallapiedra y al final la
loma y castillo de Atarés, todos ellos enlazados por un elemento
singular: los elevados del ferrocarril. Otros elementos de valor
como el monumento a las víctimas de La Coubre con sus
formas retorcidas y el conjunto de vivienda social de la Calle
Revillagigedo que propone su suave curvatura contra un fondo
ortogonal completan la sucesión. La proximidad del agua, a
veces oculta por edificios o construcciones poco interesantes,
le da unidad al conjunto.

Plano parcial de la ensenada de Atarés, bahía de La Habana, 1776.

L A T ERMINAL
Pieza clave en el desarrollo de la capital, está compuesta
Este artículo trata de describir las posibilidades de una parte por un magnífico edificio inscrito en los códigos eclécticos
importante del borde de la primera de las ensenadas que de su época (1912) y por un patio ferroviario que abarca
conforman la bahía de La Habana miradas desde la ciudad. trece hectáreas adicionales. El conjunto que forma con los
Para ello, además de mostrar brevemente la orilla noroeste
restos de la muralla habanera lo hacen todavía más
de la mencionada ensenada, se presentan tres enclaves
importantes que son: la Estación Terminal de Ferrocarriles, el importante. Se han lanzado ideas, a partir del plan director
antiguo Cuartel de San Ambrosio y el Castillo de Atarés con de la capital, sobre la preservación del área y su posible
su entorno que se propone como parque. En cada caso se uso como espacio verde y de esparcimiento, una vez que la
hacen consideraciones acerca de las condiciones actuales y actividad ferroviaria se haya eliminado. Es un hecho a no
del posible uso que se le puede dar para la ciudad. Todas las soslayar que el valor del suelo, tanto desde el punto de
propuestas se basan en estudios previos realizados dirigidos vista social como del económico, resulta sumamente alto
por el autor a la vez que se hacen análisis críticos cuando
corresponde.
debido a su ubicación y a su historia.
Palabras clave: frente marítimo, Terminal de Ferrocarriles,
antiguo Cuartel de San Ambrosio, Castillo de Atarés, nuevos
usos.
The main aim of this article is to describe the possibilities of
an important part of the first cove of the Havana’s Bay. For
this purpose, and in order to show something of the north
western coast of the cove, three important sites are shown
as well: the Railroad Station, the ancient San Ambrosio’s
military centre and the Atares Castle with its environment
currently proposed as an important urban park for this
overpopulated area of Havana. Special considerations are
done about the current conditions of the sites and the
further possibilities if use for the town. All proposals
presented in this paper are based on previous studies
conducted under the authors leadership and some critical
approaches are done when considered necessary.
Key words: waterfront, Railroad Station, the ancient San Edificio de la Terminal de Ferrocarriles de La Habana, 1912.
Ambrosio’s military centre, Atares Castle, new uses.

JOSÉ ENRIQUE FORNÉS BONAVÍA. Arquitecto. Doctor en Ciencias Técnicas. Profesor de Mérito. ISPJAE.
Cujae. Premio Nacional de Arquitectura, 2005, Ciudad de La Habana, Cuba. E-mail: fornes@cubarte.cult.cu
Recibido: mayo 2005. Aceptado: septiembre 2005

Propuesta de ocupación media del suelo en el área de la Terminal.
Propuesta de ocupación de densidad baja del suelo en el área de
la Terminal.
Un sector de la muralla, al fondo, la Estación del Ferrocarril.
Hangar de la Estación de Ferrocarril.
J. E. FORNÉS
Las propuestas que preservan la actividad ferroviaria sugieren un cambio
del tipo de servicio dada la fuerte vocación turística del área, así como la
posibilidad de albergar otras funciones relacionadas con la economía.
La falta de espacios verdes en el entorno es obvia y en estas condiciones
se hace más difícil justificar cualquier intervención que no sea la del
espacio abierto. Estas y otras consideraciones han llevado a analizar,
en los planos académico y profesional, las posibilidades del sitio y de
cómo se podrían armonizar todos los intereses, incluido el económico
en su interpretación más legítima. Para completar el estudio no se puede
olvidar el impacto que las transformaciones causarían en el medio
circundante, incluso la aparentemente más inofensiva que propone
dedicar el área a la vegetación.
El frente de la Terminal es la calle Egido que remata en la conocida
rotonda con muralla. A partir de ahí la prolongación de la calle
Desamparados constituye el eje dominante al que se abren, por el lado
del agua, varios edificios de escaso valor arquitectónico. Al oeste, el
espacio definido por los elevados del ferrocarril y la angosta calle Factoría,
constituyen el entorno espacial del costado sudoccidental cerrado por
el muro que sirve de cerca. Al noroeste la calle Arsenal, cuya perspectiva
se ensancha poco antes de llegar a la Estación, completa el paisaje con
algunos edificios de importancia.
El espacio de la Terminal es amplio y su potencialidad grande. A las
trece hectáreas del patio de ferrocarriles se deben añadir casi dos
hectáreas más que corresponden a la parcela ocupada por el edificio.
Quince hectáreas es suficiente espacio para que una intervención mejore
la ciudad en su conjunto, pero también, en ese mismo espacio, se
pueden cometer errores costosos. Un enclave de tal magnitud y peso en
la ciudad admite, o mejor dicho reclama, más de una función. El debate
actual gira en torno a si debe ser de uso totalmente social, con un
diapasón bastante amplio en cuanto al destino del terreno o si se puede
llevar adelante un programa de inversiones rentables del tipo conocido
como empresa mixta. La polarización de posiciones no conduce a la
solución del problema porque no todo depende de las características
propias del sitio. Los valores urbanísticos del entorno y el papel que este
espacio debe desempeñar en la ciudad son factores esenciales a tomar
en consideración sin desechar el provecho económico que conlleva.
Las propuestas de inversionistas que reclaman máximos réditos a
corto plazo no parecen ser razonables, pero tampoco el destino de
espacio abierto inactivo económicamente es sostenible. La mejor
solución es por tanto, dedicar el suelo a un uso mixto que permita
aprovechar económicamente los terrenos, garantizar una inversión
extranjera indispensable y destinar espacios a la mejora del territorio en
sí y del entorno que tanto lo necesitan.
Las soluciones que se proponen consideran desechar las que se basan
en la ocupación del suelo con alta densidad de construcción aunque en
su tipología tratara de adaptarse al entorno existente. La razón es clara,
hace falta satisfacer armónicamente las necesidades sociales de la zona
con las económicas de toda la ciudad. Por ello se hacen dos propuestas,
una de densidad media y otra baja pero también se desecha el uso
exclusivo como área verde. En todos los casos se respeta y aprovecha
el edificio existente de la Terminal.
El valor cultural del entorno obliga a respetar la estructura urbana y a
crear una trama que responda a la existente (extramuros) y que a la vez
se empalme con la del extremo sur del Centro Histórico. Para ello se
propone una solución de calles y manzanas no ortogonales iguales en
los dos casos. Se aprovecha la vía férrea existente y su relación con los
elevados del ferrocarril, importante obra de ingeniería del principios del
siglo XX que ha adquirido el correspondiente valor patrimonial.
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elementos de esparcimiento, que en los interiores de las

manzanas el verde siempre esté presente y que en las calles
el arbolado público desempeña un papel importante. En el
caso de la solución de baja densidad se le asigna un papel
importante a las aguas de la bahía haciéndolas penetrar hacia
el interior del conjunto con lo cual se introducirían obras
marítimas de impacto pero también posibilidades ambientales
y económicas adicionales.
Todo lo anterior parte de un somero análisis de
factibilidad en el que será necesario profundizar, que no
corresponde al presente nivel de la propuesta, a los
efectos de establecer proporciones adecuadas entre la
ocupación lucrativa del suelo y la que no produce
dividendos. La Terminal seguiría siendo un enclave
importante en la Capital.
S AN A MBROSIO
El Cuartel de San Ambrosio fue durante mucho tiempo el
segundo elemento importante del barrio de Jesús María ya
Los elevados del ferrocarril. que el primer lugar siempre lo tuvo el conjunto de El Arsenal.
Perdió importancia con la construcción de la termoeléctrica
de Tallapiedra y con las instalaciones relacionadas con los

Los elevados del ferrocarril y la termoeléctrica de Tallapiedra.

En las dos variantes de la propuesta se le asigna al

espacio de uso colectivo un papel protagónico, pero siempre Fachada hacia la calle Factoría del antiguo cuartel de San Ambrosio; al fondo,
los elevados del ferrocarril.
compartido con las funciones que le darían vida al lugar y
que determinarían la factibilidad de inversión en el territorio.
Si no hubiera un estímulo adecuado, no se lograría realizar
la intervención y por lo tanto se mantendría todo tal cual
está, sin intervenciones de ningún tipo y sin área verde.
Esta es una cuestión circunstancial propia de nuestra
situación, desde luego, ya que la ciudad no dispone de
recursos propios para su desarrollo y se está a expensas
de coyunturas. Por tanto, el racional y práctico
aprovechamiento de ellas se hace indispensable, pero no
debe confundirse lo práctico con lo facilista que tantas
dificultades ha provocado.
Ambas soluciones parten también de mantener un servicio
ferroviario compatible con la actividad turística considerando
que el espacio verde ocupe una buena proporción de la
superficie disponible, que los grandes parqueos, o sus
azoteas, se cubran de vegetación y se aprovechen como Patio del antiguo cuartel de San Ambrosio; al fondo, la Termoeléctrica de Tallapiedra.

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ferrocarriles, pero nunca se anuló y, cambiando sus
funciones, siempre se ha mantenido como un edificio
caracterizador del barrio en su borde portuario. Es obvio
que desde que fue factoría de tabacos, cuando se convirtió
en cuartel y más tarde cuando se tornó almacén y asumió
funciones variadas, una buena parte de sus trabajadores
procedían y aún proceden del propio barrio. La explanada
que se abre hacia el sur se fue definiendo con la
construcción de las vías que circundan la bahía y con los
Elevados.
El masivo edificio del cuartel ocupa lo que podrían haber
sido dos manzanas de la calle Diaria entre Revillagigedo y
Factoría al fondo de la terminal. Se trata de un edificio en
uso de más de siglo y medio de vida y que ha sido
remodelado varias veces en su conjunto o por partes.
Dispone de dos generosos patios interiores rodeados por
cinco cuerpos edificados con dos plantas, cuatro de ellos
dando hacia el exterior y uno interior que separa los dos
patios. En el fondo existe una explanada que se abre hacia
la prolongación de la calle Desamparados cuya perspectiva
es cerrada por los Elevados. Dos edificios sin mucho valor
ocupan una parte de esa explanada.La estructura portante
(muros de carga) y los entrepisos (vigas de madera) son
capaces de resistir muchas actividades y solo requieren
reparación en determinados lugares que fueron agredidos
por usos inadecuados o por el tiempo excesivo sin
mantenimiento. Las cubiertas inclinadas a dos aguas
también se pueden recuperar dentro de los límites de una
racionalidad económica.
El edificio se enfrenta a construcciones de escaso valor
arquitectónico que datan de principios del siglo XX, en su
mayoría adscritas a los códigos eclécticos modestos y que
muestran con gran precisión la estructura social y urbana
del barrio de Jesús María. Por su costado oeste se aprecian
los edificios de vivienda social proyectados por Fernando
Salinas en los años sesenta, por el este las tapias de la
Terminal y por el sur la explanada parcialmente ocupada
que ya se mencionó, delimitada por la poderosa presencia
de los Elevados del Ferrocarril. El agua de la bahía se
La calle Factoría: a la derecha el muro que delimita los terrenos de la terminal de
ferrocarril, al fondo los elevados y estructuras portuarias.
J. E. FORNÉS
Varios edificios en el eje Desamparados. Muelle La Coubre.
observa desde lejos y su influencia es más sicológica que
visual. Por el lado norte, la Calle Suárez que termina en la
fachada principal del edificio, realza las visuales hacia la
portada que se destaca en el amplio lienzo de muro. Las
relaciones con la Terminal parecen no haber existido pues
ésta se cierra literalmente a cal y canto con respecto a San
Ambrosio que, sin embargo, dispone de amplios vanos y
entrada de vehículos abriéndose a la calle Factoría.
El edificio, que fue inicialmente factoría de tabacos, se
abría ampliamente tanto hacia adentro como hacia afuera
tomando en cuenta los patrones de la época. Su aspecto
nunca debió ser conventual y sus espacios techados siempre
tuvieron un determinado grado de transparencia debida a la
coincidencia de los vanos interiores y exteriores. Esto permite
aprovechar, sin grandes transformaciones, todos los muros
de cierre con solo equipar debidamente dichos vanos según
la función o el papel que deban desempeñar en la
rehabilitación que se haga del edificio, que, por sus
dimensiones y características, se puede presentar como
contenedor de nuevas funciones que se expresarán hacia el
exterior y hacia los patios a través de vanos y portadas.
Desde el punto de vista técnico la intervención y
aprovechamiento del edificio son completamente factibles
con solo reparar algunos lugares deteriorados por la falta de
mantenimiento adecuado y con la remodelación de las partes
que convenga a cada nuevo propósito. Es obvio que se
respetará siempre la estructura espacial del edificio, sus
patios, sus fachadas y sus elementos decorativos que lo
sitúan en una época dada a la vez que le proporcionan el
encanto que posee.
El impacto en el territorio será fuerte pero siempre positivo,
sobre todo porque se pondrá en consonancia con lo que
debe hacerse del lado de la Terminal, buscando un
reforzamiento mutuo que ayude a transformar y mejorar esa
parte de la ciudad.
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CON CRITERIO/PUERTOS Y FRENTES ACUÁTICOS

S OBRE EL PARQUE DE ATARÉS

El Castillo de Atarés es un elemento dominante en el
entorno, tanto por su construcción como por su emplazamiento
en lo alto de la loma que le da el nombre. En otros tiempos
debió además ser algo temido (y también admirado) por la
población, como suele ocurrir con los enclaves militares. En
un principio, cuando solo existía el castillo como fortaleza
defensiva, la loma proporcionaba un glacis natural muy útil en
el orden militar de épocas anteriores. Desde el siglo XIX el
castillo perdió su relevancia defensiva y durante el XX, se fue
ocupando el suelo con edificios variados tales como el cuartel
general de la policía motorizada, de triste recordación durante
la tiranía batistiana, y una serie de galpones de almacenaje y
viviendas precarias que constituyen hoy el problema mayor a
los efectos de recuperar terrenos para la ciudad.
El territorio aledaño muestra un elevado índice de ocupación
del suelo y aunque la densidad de población no sea ni con
mucho la más alta de La Habana, no es menos cierto que
carece de un espacio debidamente acondicionado para que
los habitantes más cercanos disfruten de un parque cuya
repercusión trascendería sin dudas al entorno donde se
encuentra. Los territorios que circundan la loma: el extremo Castillo de Atarés. Vista aérea.
sur del barrio de Jesús María, el vecindario entre la Calzada
del Monte y la calle Cristina y el barrio de Luyanó ubicado
hacia el sur de Atarés, no disponen de espacios verdes por falta de condiciones mínimas de habitabilidad. Todo lo
importantes. Nuestro territorio tiene como separador de las anterior nos lleva a pensar que hay grandes posibilidades
aguas a las construcciones de la Industria Pesquera y se de recuperar el amplio territorio aún aprovechando algunas
vincula con la bahía solo por un extremo aunque con grandes de las instalaciones existentes con fines diferentes a los
dificultades para el paso peatonal. La relación más fuerte que actuales.
se establece con el agua es visual, por encima de instalaciones El gran problema de ese espacio es su accesibilidad en
de la mencionada industria, dada la altura de la loma. general y particularmente la vial que en las condiciones
El territorio que se propone para espacio verde alcanza actuales ambas resultan muy difíciles, Sin embargo, se
unas 47 ha y está ocupado por construcciones en no más puede lograr con una intervención a mediano plazo la
de un 20 % entre las que se encuentran viviendas, en su transformación vial indispensable para que el territorio
mayoría precarias y por tanto susceptibles de ser eliminadas adquiera los valores que le corresponden y se integre del
todo a la bahía habanera. En estudios recientes realizados
se han analizado varias alternativas tomando como base lo
que en el futuro se podría lograr, pero siempre sobre la base
de estimular la marcha peatonal y estimulando el
aprovechamiento turístico para nacionales y extranjeros del
valor patrimonial que se nos ofrece.
De acuerdo con el análisis realizado hasta el momento
sobre el espacio en cuestión, la ocupación del mismo,
tomando en cuenta las parcelas cercadas o delimitadas de
algún modo y no solamente el área construida, corre por
cuenta de las siguientes funciones: vivienda 7 %,
instalaciones militares 26 %, talleres e industrias 15 % y
otros 4 %. Eso suma algo más de las mitad del territorio
cuyas funciones actuales se deberán trasladar del lugar.
Con ello se ganaría una buena cantidad de terreno yermo
para ocuparse con vegetación. De los edificios existentes
vale la pena conservar algunos, como las instalaciones de
la Policía, dándoles nuevas funciones. Los restantes deben
demolerse para recuperar el espacio verde.
Un elemento a conservar y mejorar es la Estación de Cristina,
como la conoce la población, que puede y debe mantener
Planta del Castillo de Atarés. determinada función ferroviaria, tal y como lo hace hasta el
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Castillo de Atarés.
momento como centro de transporte de becarios. Ella es una
pieza de interés en el entorno y un hito para la ciudad. Su
permanencia por tanto es incuestionable aunque se debe
mejorar la visibilidad hacia ella para que cumpla mejor su función
de señal. Habría que estudiar una solución que permita la
coexistencia de las vías férreas, la marcha peatonal y el enlace
más fácil de Atarés con el resto de la ciudad.
La cercanía del conjunto de Tallapiedra es una realidad
que establece algunas restricciones y condiciona parte del
territorio aunque no esté dentro de él. La mole del edificio
industrial con sus chimeneas funcionan como un contrapeso
a la presencia del castillo sobre la loma. Cuando se accede
por la prolongación de la avenida portuaria se puede apreciar
en la silueta urbana ese casi contrapunteo. La distancia
entre las cubres ayuda a armonizar ambos elementos. En
las faldas de la loma de Atarés parece que se desvanecen
los Elevados del Ferrocarril que surgieron en la Estación
Terminal y por lo tanto algo debe hacerse con ellos. para
aprovecharlos en la expresión del conjunto.
Con las áreas verdes se aspira a dotar esta parte de la
capital con un espacio de participación y desarrollo cultural
a la vez que se organice la debida recuperación económica
J. E. FORNÉS
Castillo de Atarés. Portada
de las inversiones mediante un proyecto adecuado. Atarés
está en contacto directo con la Estación de Cristina y con
Tallapiedra, pero además se relaciona de varios modos con
el enclave de La Terminal. Visualmente se conecta con todos
ellos y además está en contacto con zonas densamente
pobladas de la capital.
B IBLIOGRAFÍA
Plan director para la ciudad de La Habana del año 2000,
DPPFCH.
Fornés, José E. “El valor de la tierra”. Arquitectura y
Urbanismo, No. 2, 1987.
García, Liudmila: “Parque Atarés”, Trabajo de diploma.
Facultad de Arquitectura, La Habana, noviembre de 2002.
Martín, M. E. y E. L. Rodríguez, La Habana colonial:
Guía de Arquitectura. Ed. AECI. CH, JA, Sevilla, 1993.
Planos, Rawson: “Desarrollo urbano del área de la Terminal
de Ferrocarriles de la Ciudad de La Habana”, Trabajo de
diploma, Facultad de Arquitectura, La Habana, julio de 2002.
Weiss, Joaquín E.: La Arquitectura colonial cubana,
Ed. Instituto Cubano del Libro, La Habana-Sevilla 1996.
La bahía vista desde el
Castillo de Atarés.
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