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RELIGION EN LIBERTAD

Thu, 12 Jan 2012 12:01:00

El martes se dio a conocer, despus de un ao, la discreta muerte de quien fuera exitoso novelista
Jos Luis Martn Vigil, el autor de "La vida sale al encuentro".

El escritor, que haba dejado la Compaa y posteriormente el sacerdocio, alcanz la fama con su
primera novela, "La vida sale al encuentro" (1960), experiencia de sus aos como educador en el
colegio de los jesuitas de Vigo y que lleg a ser un best seller, y que fue reeditado hasta el 2006,
en una ltima versin revisada por el mismo autor.

El sacerdote jesuita y destacado escritor Pedro Miguel Lamet hace referencia en un artculo
publicado hoy en El Mundo de "las amargas situaciones por las que discurri la vida del ex
sacerdote, al que acabaron por prohibirle confesar, luego predicar -llenaba la Iglesia de
Salamanca- y definitivamente le condujeron a secularizarse" y a "algunas noticias brumosas
relacionadas con la polica y algunos de sus muchachos".

Testamento
En octubre pasado, en el boletn Bellavista de los antiguos alumnos de los jesuitas de Vigo,
colegio donde Martn Vigil fue educador, se public su testamento, texto que publica en internet
Lamet.

Se trata de un emocionante escrito -destaca el sacerdote jesuita- en que Martn Vigil "confiesa
abiertamente su fe, su amor a la Compaa de Jess, ignora su obra literaria y se despide con una
enorme sencillez".

Aqu reproducimos el texto del testamento de Martn Vigil:

Bueno, al fin muero cristiano como empec. Creo en Dios. Amo a Dios. Espero en Dios. No
persever en la Compaa de Jess, pero jams dej de amarla y estarle agradecido. No conozco
el odio, no necesito perdonar a nadie. Pero s que me perdonen cuanto se sientan acreedores mos
con razn, que sern ms de los que estn en mi memoria. Am al prjimo. No tanto como a m
mismo, aunque intent acercarme muchas veces. No har un discurso sobre mi paso por la vida.
Cuanto hay que saber de m lo sabe Dios. En cuanto a mis restos, slo deseo la cremacin y
consiguiente devolucin de las cenizas a la tierra, en la forma ms simple, sencilla y menos
molesta y onerosa. Pasad pues de flores, esquelas, recordatorios y similares. Todo eso es humo:
Slo deseo oraciones. De este mundo slo me llevo lo que me traje, mi alma. Consignado todo lo
cual, agradecido a todos, deseo causar las mnimas molestias. Dios os lo pague.

http://www.camineo.info/news/270/ARTICLE/18691/2012-01-12.html

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