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Caída del Presidente Salvador Allende

( En el contexto de la Guerra Fría )

La guerra fría tuvo su primer efecto en chile el año 1947, por causa del
alineamiento comunista junto con las sucesivas políticas impulsadas por la
unión soviética. Esto provocó el creciente anticomunismo de amplios sectores
de la sociedad chilena y un deterioro en la unidad de los partidos de la
izquierda. Entre tanto, E.E.U.U. desarrolló diversas políticas que apuntaban a
frenar el avance del modelo socialista en la región. Este modelo fue
fuertemente difundido en los ejércitos latinoamericanos. Todo esto se
incrementó por causa del estallido de la revolución cubana en 1959 y por
diversos movimientos guerrilleros de inspiración marxista en America Latina.
Esta política ejerció una fuerte influencia en el gobierno de J. Alessandri
Rodríguez y particularmente en el de Eduardo Frei Montalva. Su fracaso, sin
embargo, se evidenció tanto en el creciente sentimiento anti norteamericano
provocado por la Guerra de Vietnam, como por el triunfo de Salvador Allende
en las elecciones presidenciales de 1970.

Durante su gobierno, estableció casi de manera tajante un gobierno


comunista, provocando que E.E.U.U. incrementara la aplicación de su modelo
capitalista. Así, durante la década de los setenta, las fuerzas políticas del país
constituyeron dos polos que emulaban el marco de confrontación global,
convirtiendo a Chile en uno de los protagonistas del conflicto ideológico y
concentrando las miradas de las grandes potencias mundiales en su política
interna.

El lado capitalista, conformado en su mayoría por el sector de la armada de


Chile (dirigido por el nuevo comandante en jefe, Augusto Pinochet) y la
Oficina de Inteligencia Naval de E.E.U.U., planeó a comienzos de 1973 un
golpe de estado, con el que se llevó a cabo la derrocación de Allende. Éste, al
ver la bipolaridad en Chile y el riesgo que corría por la organización del golpe
de estado, hizo un intento de acercamiento con la CODE (confederación de la
democracia), pero falló.

Con el tiempo, la cantidad de personas que estaban en desacuerdo con el


sistema comunista aumentó, por lo que cada vez se incrementaban las
acusaciones contra el gobierno.

Ya a comienzos de septiembre, el presidente de estados unidos, Richard


Nixon, ordenó derrocar a Allende mediante el proyecto FUBELT.

El 11 de septiembre, ya se tenía todo listo. Una escuadra de la infantería


marina (apoyada por E.E.U.U.) reapareció en Valparaíso y las Fuerzas
Armadas se tomaron la ciudad. El prefecto de esta ciudad, Luis Gutiérrez,
llamó a Jorge Urrutia informándole sobre lo sucedido, y éste a su vez
telefoneó a Allende (quien cargaba con un fusil regalado por Fidel Castro).
Paralelamente, llegó a esa hora Pinochet al Comando de Comunicaciones. Se
organizaron estas redes con las demás ramas de las Fuerzas Armadas, en
especial con Leight (nuevo general militar) y con Patricio Carvajal, que sería
el coordinador de todo el golpe.

Entre una y otra conversación, Allende tuvo que dar su 1º proclama militar
en la que debía hacer entrega inmediata de su cargo a la Junta de Gobierno.
También se le dió al presidente un ultimátum: si La Moneda no era
desalojada antes de las 11:00, sería atacada por tierra y aire. Los militares
propusieron sacar del país al presidente, pero Allende rechazó la oferta.
Pinochet al enterarse del rechazo, se contactó con Carvajal. Los tanques del
general Palacios ingresaron a La Moneda; francotiradores los trataron de
repeler iniciando una balacera, pero fracasaron.

Después de una "mini querra civil" Pinochet exigió una "rendición


incondicional". Horas después, los cazabombarderos lanzaron una serie de
cohetes a La Moneda causando un daño devastador. El ataque continuó con
el uso de gases lacrimógenos, pero al ver que aún se negaban a rendirse,
Palacios decidió tomarla y envió a soldados a derribar la puerta. Allende,
despúes de intentar resistirse a la magnitud de este golpe, decide deponer
las armas. Entonces, con el fusíl que cargaba (mencionado anteriormente), se
suicidó disparándose en la barbilla, explotándole la bóveda craneana y
muriendo instantáneamente. Palacios entró en el salón Independencia y se
encontró con Allende y el médico Guijón. Reconoció al presidente por su reloj
y llamando al oficial de radio entregó su escueto informe: "misión cumplida;
Moneda tomada, presidente muerto".

Después de todo esto, la Unidad Popular murió y se iniciaron 17 años de


gobierno militar.

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