Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Rebeca Grynspan
Directora Regional para América Latina y el Caribe - PNUD
Dirección
y del
Presentación 11
CAPÍTULO UNO
Un marco conceptual para el debate de los déficit democráticos 13
Temas y preguntas 13
Hacia una democracia de ciudadanía 14
Después de la transición: una nueva fase en la ruta democrática 17
Democracia de ciudadanía y democracia exigible 22
Temas para una agenda política latinoamericana 26
CAPÍTULO DOS
Una guía para el debate de la crisis de representación 29
Temas y preguntas 29
Democracia y representación 31
Los contenidos en la opción electoral 34
La democratización del debate económico 36
El financiamiento de las campañas electorales 40
Política y medios de comunicación 42
Más participación para una mejor representación 43
CAPÍTULO TRES
Una guía para el debate sobre los déficit republicanos 47
Temas y preguntas 47
La organización republicana de la democracia 49
El balance entre los poderes formales del Estado 50
Los mecanismos de control y rendición de cuentas 53
7
8 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
CAPÍTULO CUATRO
Una guía para el debate sobre la construcción de un Estado para la democracia 59
Temas y preguntas 59
Poder, Estado y democracia en América Latina 60
Dimensión, función y capacidad estatal 63
Sin Estado la construcción de democracia de ciudadanía es ilusoria 66
CAPÍTULO CINCO
Guías para la discusión de tres políticas públicas prioritarias 69
1. Una nueva fiscalidad 69
Temas y preguntas 69
Democracia, Estado y fiscalidad 70
América Latina, una región con baja capacidad fiscal y tributaria 70
El desafío de la tributación directa 72
2. La integración social 75
Temas y preguntas 75
Los mínimos de ciudadanía social condición necesaria de la democracia 75
El Estado y los mecanismos de integración social 76
3. Seguridad pública 81
Temas y preguntas 81
Estado y seguridad pública. Cómo enfrentar eficazmente la inseguridad
pública desde la democracia 81
La relación entre la inseguridad ciudadana y la democracia 83
Los costos económicos de la inseguridad pública 85
¿Hacia dónde ir? 86
Epílogo
Consenso y poder 91
Presentación
E
l ejercicio que iniciamos con este documento • Fiscalidad
es un debate abierto e iterativo. Los textos que • Integración social
presentamos plantean un conjunto de pregun- • Seguridad pública
tas y sugerencias para la discusión que permitirá que
el documento se nutra del diálogo y del debate. Por cierto, el trabajo no abarca la totalidad de la
La iniciativa tiene como objetivo contribuir a agenda política. La presentación se limita a aquellas
la formulación de políticas públicas orientadas a cuestiones que poseen dos características: relevancia
disminuir los déficit de ciudadanía que aquejan a las y, a la vez, escaso tratamiento en el marco del debate
democracias latinoamericanas. Esto es, contribuir a político. La relevancia está dada porque convergen,
ampliar el horizonte de la democracia exigible en la por un lado, la cuestión más amplia y general de la
región. sostenibilidad de la democracia y, por el otro, su
El resultado de los debates que se promoverán en propia ampliación, es decir, su capacidad creciente
los diferentes países, nos permitirá preparar un infor- para extender la ciudadanía.
me que sistematizará los aportes recibidos por parte El temario que se presenta es relativamente es-
de los principales actores sociales y políticos. cueto. El lector hallará un análisis pormenorizado de
Discutiremos tres temas centrales para la sosteni- los temas tratados en los volúmenes de ensayos que
bilidad de la democracia, desde una perspectiva que acompañan esta agenda.
no suele ser la habitual. Proponemos, por lo tanto, este texto como un
aporte para el fortalecimiento democrático. Desde
• Representación política y participación el punto de vista de quienes trabajamos en él, esto
• Democracia y república implica ayudar a discutir las razones y las políticas
• Capacidad estatal o estatalidad para atacar las carencias y las injusticias de América
Latina. Si recurrimos en ocasiones a demostraciones
A su vez, derivaremos de esta discusión tres áreas que rozan la teoría no es por un afán de incursionar
de política pública en las que se requieren acciones en ese universo, sino para dar sustento a nuestras
urgentes: afirmaciones.
11
CAPÍTULO UNO
Temas y preguntas
• Una marcada inequidad en la distribución del poder. América Latina es la región con la mayor
concentración de ingresos del mundo. Esa desigualdad económica se refleja en muchas otras y,
entre ellas, en la desigualdad de poder. Asistimos, en parte por ello, a una profundización de la
brecha entre ciudadanos e instituciones, ciudadanos y partidos. Para hacer frente a estos enormes
retos se requiere la reconstrucción del poder democrático y una nueva visión del Estado. Por ello,
el debate sobre poder y Estado debe estar en el centro de la democracia.
99 ¿Cómo reintroducir el debate sobre el rol del Estado y la construcción del poder demo-
crático?
99 ¿Cómo organizar el poder democrático para garantizar la ampliación de ciudadanía?
99 ¿Cómo difundir la noción de que no solo es necesario el voto, sino también el derecho a
la vida, a la integridad física, a la alimentación, entre otros derechos esenciales, para que
exista democracia?
99 ¿Cómo podemos aumentar la igualdad de derechos de los ciudadanos dentro de las ca-
pacidades de la economía y el sector público?
99 ¿Qué mecanismos existen para prevenir el facilismo en materia de políticas públicas?
Hacia una democracia de ciudadanía que disfruta por su posición económica y su acceso
al poder si no mediara una acción redistributiva y
En toda sociedad existen fuertes desigualdades y equilibradora. La función de la democracia es, en
asimetrías de poder. En América Latina, esas des- este sentido, redistribuir el poder para garantizar a
igualdades se reflejan en la pésima distribución del todos los individuos el ejercicio de sus derechos. Esos
ingreso. En las últimas décadas, el 10% más rico de derechos no se harían efectivos de manera espontánea
la población ha recibido, en el promedio de la región, y, por ende, la ciudadanía, que consiste precisamente
el 37% del ingreso. Esta proporción es casi tres veces en hacer efectivos los derechos individuales, sería
la que ha recibido el 40% más pobre (poco más del casi nula. Pero, para lograr organizar el poder en la
13% del ingreso).1 Esa desigualdad económica se sociedad, la democracia a su vez precisa poder.
refleja en muchas otras formas de desigualdad, entre
las que destaca la desigualdad en el acceso al poder, En el informe del PNUD (2004), La democracia en
un hecho que a veces se deja de lado al analizar los América Latina: Hacia una democracia de ciudadanas
desbalances políticos regionales. Tal concentración y ciudadanos, se decía:
de poder, a su vez, puede acrecentar la desigualdad
económica. “Los criterios que aquí se presentan son un punto de
Si no estuvieran reguladas y organizadas, estas partida, procuran desencadenar un debate, son su
desigualdades impedirían la realización de los de- inicio no su culminación. Proponemos que esa agenda
rechos de los cuales son portadores los individuos, incluya: cómo pasar de una democracia cuyo sujeto es el
elector a una cuyo sujeto es el ciudadano que tiene de-
es decir, la ampliación de la ciudadanía. Nadie en-
rechos y deberes expandidos, en el campo político, civil
tregaría naturalmente a otros parte de los beneficios y social; cómo pasar de un Estado de legalidad trunca
a un Estado con alcance universal en todo el territorio
1 En base a datos de CEPAL, Base de Estadísticas e Indicadores
y cuyo principal objetivo sea garantizar y promover los
Sociales (BADEINSO). http://tinyurl.com/badeinso derechos –un Estado de y para una Nación de ciuda-
Un marco conceptual para el debate de los déficit democráticos 15
del ciudadano de ejercerlos respetando los valores se presenta como un régimen siempre marcado por
y normas que la democracia adopta para hacerlos formas inacabadas y de no cumplimiento”.8
efectivos y, en particular, los derechos del resto de En esta pos-transición y si se observan las nuevas
sus conciudadanos. experiencias políticas en la región, parecería que nos
La democracia es una construcción permanente. encontramos ante una América Latina a la búsqueda
El debate sobre esa construcción, sobre si ella se acer- de su personalidad democrática, que pretende ser tan
ca o se aleja de lo realizable por las sociedades, es lo singular como las variedades que existen entre las
que debería nutrir el debate político. En ese sentido, democracias del resto del mundo.
este trabajo se propone como un aporte a la definición Al reflexionar sobre esta etapa en la vida política
de lo realizable, al mejoramiento de nuestro estado de la región es útil considerar el peso que tienen
de desarrollo democrático y a la identificación de ciertas transformaciones políticas y económicas que
algunas de las claves insuficientemente tratadas de han modificado las condiciones de desarrollo político
nuestro desafío democrático actual. en el último lustro. Al término de la primera década
del siglo XXI el panorama regional tiene diferencias
importantes con el siglo precedente. En su enume-
Después de la transición: una nueva fase
ración incluimos:
en la ruta democrática
América Latina es una región singular, con paradojas • El surgimiento de nuevos movimientos políticos.
e incertidumbres. Luego de un cuarto de siglo de tran- • Un reconocimiento creciente de los derechos de
sición, hemos dejado atrás el autoritarismo militar y sectores hasta ahora discriminados por adscrip-
muchas de las amenazas que pesaban sobre nuestras ción, como el caso de las mujeres, los indígenas y
frágiles democracias y que marcaron casi todo el siglo los afrodescendientes.
pasado. La transición convivió con la amenaza de la • La profundización en varios países de la región de
regresión hacia formas autoritarias. Esa etapa parece la tendencia a una mayor concentración del poder
haber concluido, a pesar de los golpes de Estado en en el Ejecutivo, con relativa independencia de la
Venezuela (2002), Ecuador (2000 y 2005)7 y Honduras inclinación política.
(2009), y de controversias en algunos países sobre • La creciente aceptación, independientemente
manipulación del voto y respeto a la libre expresión del signo político del gobierno, de la necesidad
y a la independencia de los poderes. del mantenimiento de algunos equilibrios ma-
Se abre ahora una fase tanto o más compleja, que croeconómicos básicos y del aprovechamiento
aquí denominaremos de “pos-transición”. La incer- de las oportunidades que brinda la inserción en
tidumbre actual tiene menos que ver con el retorno la economía mundial.
del pasado militar en la región que con las grandes • La pérdida creciente de la influencia del Consenso
dificultades para expandir los derechos de ciudada- de Washington y de la receta única que encarnaba,
nía y la proliferación de grandes concentraciones de que ha sido sucedido por una creciente diversidad
poder político opuestas al objetivo democrático. en los patrones de desarrollo económico.
Por cierto, haber dejado atrás el espectro del • Un aumento de los grados de autonomía en los
militarismo no implica la consolidación de la demo- países de la región respecto de las potencias polí-
cracia. Como ya lo señalamos, ésta por definición ticas y a los organismos multilaterales de crédito,
nunca concluye, nunca está “consolidada”, su tarea que se expresa en este último caso por una menor
es permanentemente incompleta: “La democracia presión de sus condicionalidades.
a una fase de permanentes tensiones y conflictos o La democracia local también muestra avances, que
incluso a nuevas formas autoritarias. se reflejan en la generalización de la elección popular
En los últimos diez años, con las excepciones antes de las autoridades locales y el aumento en sus com-
mencionadas, todos los gobiernos nacionales han petencias y recursos, aunque en muchos casos sin la
surgido de la voluntad popular mediante elecciones suficiente creación de capacidades institucionales. Los
libres. El Índice de Democracia Electoral (IDE), ela- espacios locales se han convertido en varios países en
borado para el informe del PNUD (2004) y actualizado fuente de creación de nuevas figuras políticas y de no-
para la presente publicación, ilustra este hecho (ver vedosas experiencias de participación ciudadana. No
Gráfico 1). La democracia ha avanzado en sus proce- obstante, en algunos contextos, subsisten relaciones
dimientos electorales de manera notable, alcanzando de subordinación a los poderes nacionales e incluso
en 2008 su nivel más alto desde 1977. Hemos dejado de abierta restricción por parte de éstos al ejercicio
atrás la larga noche del autoritarismo militar, donde de las funciones que la Constitución y la ley entregan
unos pocos se apropiaron del derecho de interpretar a los gobiernos subnacionales. A su vez, en otros ca-
y decidir por el destino de todos. sos, puede decirse que los gobiernos subnacionales
Sin embargo, la consolidación de la supremacía se alejan de la visión de experiencias democráticas
civil sobre los aparatos militares no significa que nues- novedosas y, por el contrario, manifiestan vestigios
tras democracias estén libres de riesgos y carencias. autoritarios.10
Han surgido otros peligros. En los últimos veinte Hay también avances en la representación de las
años, 18 presidentes no completaron sus mandatos. mujeres en la vida política, que en algunos países
Ninguno de ellos fue acusado de asumir el poder de incluyen mecanismos de discriminación positiva
manera ilegal9; no se cuestionaba su legitimidad de (sistemas de cuotas). En cualquier caso, y pese al
origen sino su desempeño. aumento importante de la presencia de las muje-
1,00
0,96
0,90
0,80
Índic e de Democ rac ia E lec toral
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,28
0,20
0,10
0,00
1977 1985 1990 1995 2000 2005 2006 2007 2008
Fuente: Elaboración propia sobre datos en Munck (2009). El IDE se construye a partir de cuatro indicadores: 1) derecho al voto, 2) si las eleccio-
nes son limpias, 3) si las elecciones son libres y 4) si se accede a los cargos públicos por vía de elecciones. Valores más altos indican una mayor
aproximación a los principios de la democracia electoral.
res en cargos de elección popular y otros órganos procesos electorales y en la ampliación de los espa-
político-institucionales, los niveles de representación cios de participación ciudadana, en otros aspectos
femenina siguen siendo insuficientes. Además, la –pobreza, desigualdad, desempleo, informalidad,
construcción de la ciudadanía política de las mujeres inseguridad e impunidad– la región ha progresado
no ha estado acompañada de los correspondientes de manera insuficiente e incluso, en algunos casos,
avances en las esferas civil y social. Su autonomía ha involucionado.
–económica y física– sigue estando condicionada Del lado positivo, cabe resaltar que la economía
por las relaciones sociales de género, por la discrimi- latinoamericana experimentó un auge excepcional
nación que todavía enfrentan en el mercado laboral en el período 2004-2008, el más importante desde el
y por la inadecuada protección frente a la violencia que tuvo lugar a fines de los años sesenta y comienzos
física, entre otros factores. Por su parte, grupos como de los setenta. Aún más relevante es el hecho de que
los discapacitados sufren aún mayor discriminación el crecimiento económico vino acompañado de una
y de una ciudadanía recortada. reducción notoria de la pobreza, que entre 2002 y
Han surgido, además, nuevas formas de partici- 2007 se redujo en diez puntos porcentuales, de 44 a
pación de comunidades históricamente marginadas, 34,1% y la indigencia de 19,4 a 12,6%. Por consiguien-
como los indígenas y afrodescendientes, pero su te, el número de personas pobres ha disminuido en
representación política es todavía igualmente insu- 37 millones con respecto a 2002, que incluyen los 29
ficiente. A ello se agrega la efervescencia de formas millones que han salido de la situación de indigentes11
de participación ciudadana y la correspondiente (ver Gráfico 2).
creación de espacios institucionales, en los proce- A ello se agrega una mejoría de un amplio grupo
sos legislativos, en la distribución de recursos y en de indicadores de salud, educación, provisión de agua
mecanismos de rendición de cuentas vertical de las potable y servicios de saneamiento y, en general, de
autoridades públicas. desarrollo humano, donde América Latina sigue
A pesar de los grandes avances en el ejercicio estando por encima de las otras regiones del mundo
de los derechos políticos, en el establecimiento de en desarrollo (ver Gráfico 3).
60
48,3
50
43,5 44,0
40,5
40
34,1
30
22,5
18,6 19,0 19,4
20
12,6
10
P obrez a Indigencia
Fuente: Elaboración propia sobre datos de CEPAL, Panorama Social de América Latina 2008 (Santiago de Chile: CEPAL, 2008).
África Sur de Asia Países Árabes Este Asiático América Europa y CIS OCDE
Subsahariana Latina y el
Caribe
Fuente: Elaboración propia sobre datos del Informe sobre Desarrollo Humano (PNUD, 2009).
Sin embargo, el auge de 2004-2008 no generó América Latina sigue generando múltiples formas
una plena reversión del deterioro de las condiciones de pobreza y desigualdad. Existen diversas maneras
laborales. En el largo plazo, se evidencia un saldo de ser excluido, de ser desempleado, de ser desigual,
negativo de la calidad de los puestos de trabajo y de que tornan muy complejo el abordaje político de la
la cobertura de la seguridad social. Pese a una leve exclusión, sobre todo cuando se pretende superar lo
disminución de la tasa de desempleo urbano durante meramente asistencial.
los últimos cuatro años, la desocupación se mantiene El proceso de mejora económica se ve ahora ame-
en niveles relativamente altos. La tasa promedio de nazado por la crisis financiera mundial, el colapso
los años 2000 (9,8%) supera los niveles de desempleo del comercio internacional y la expectativa de que,
registrados en décadas anteriores (8,3% en los ochen- aun si se materializara la recuperación en curso, la
ta y 8,9% en los noventa). economía mundial va a experimentar una fase de
La desigualdad en la distribución del ingreso se crecimiento lento, en el que las oportunidades que
ha mantenido en niveles altísimos, de hecho los más brindaba el comercio internacional, los buenos pre-
altos del mundo. En torno a 1990, y de acuerdo con cios de productos básicos, la inversión extranjera y las
datos de la CEPAL, el 10% más rico de la población remesas de trabajadores migrantes serán ciertamente
latinoamericana tenía, en promedio, ingresos tres menos abundantes que en el pasado reciente. Fuera
veces más altos que el 40% más pobre. Esta relación de la incertidumbre económica que ello genera, este
tendió a deteriorarse hasta comienzos de la presente escenario podría agravar las tensiones sociales e in-
década y ha mejorado desde entonces, pero solo para crementar los ya existentes conflictos distributivos en
regresar a la situación de 1990. En términos estrictos, la región. La evidencia histórica muestra, además, que
la distribución mejoró en algunos países en compara- la reversión de los deterioros en los indicadores so-
ción con 1990 y se deterioró en otros, pero el promedio ciales que se generan durante la crisis –en particular,
permaneció invariable. En años recientes, según la pobreza, desempleo e informalidad– tiende a ser lenta
OCDE, el índice de desigualdad de Gini presentaba un durante la fase de recuperación posterior.
valor promedio para la región de 0,53, muy por encima En todos los países desarrollados, las políticas an-
del 0,31 de los países de Europa occidental. ticrisis se han basado en una enérgica acción estatal.
Los avances de los últimos años en diversos El papel del Estado es, en la situación actual, esencial,
indicadores sociales se manifiestan, así, sobre el y así lo reconocen los latinoamericanos. Aunque la
trasfondo de fuertes desigualdades y vulnerabili- región ha avanzado en el margen que cuenta para
dad socioeconómica de una parte importante de llevar a cabo políticas anticíclicas, y así se ha demos-
la población. Esta longevidad del déficit social en trado durante la crisis en varios países, este margen es
Un marco conceptual para el debate de los déficit democráticos 21
El contexto de crisis económica interpela la capa- Empleamos la pregunta ING4 del cuestionario de LAPOP para el año
2008 (28.175 respondientes): Puede que la democracia tenga proble-
cidad de la democracia para dar respuestas efectivas. mas, pero es mejor que cualquier otra forma de gobierno. ¿Hasta qué
Esto tiene lugar en un escenario en el que la capacidad punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?
de generar consensos amplios por parte de las insti- Empleamos la pregunta A107 del cuestionario de Latinobarómetro
tuciones democráticas puede ser el principal aporte 2008 (18.755 respondientes): ¿Está Ud. muy de acuerdo, de acuerdo,
para amortiguar los impactos de la recesión o del en desacuerdo o muy en desacuerdo con las siguientes afirmaciones?.
La democracia puede tener problemas pero es el mejor sistema de
lento crecimiento. gobierno.
Además de la situación socioeconómica, igual- Fuente: Elaboración propia con base en datos provenientes de The
mente preocupantes son las carencias en la esfera AmericasBarometer 2008 by the Latin American Public Opinion Project
civil de la ciudadanía. Por un lado, la región tiene el (LAPOP), www.LapopSurveys.org. Así como Latinobarómetro 2007,
número de homicidios por cada 100 mil habitantes www.latinobarometro.org
9,80%
7,03% 6,69% 17,90%
28,40%
39,12%
47,15%
43,80%
Nota: Empleamos la pregunta PN4 del cuestionario de LAPOP para el año 2008 (28.519 respondientes): En general ¿diría usted que está muy
satisfecho, satisfecho, insatisfecho o muy insatisfecho con la forma en que la democracia funciona?
Empleamos la pregunta A102 del cuestionario de Latinobarómetro para el año 2008 (20.204 respondientes): En general, ¿diría Ud. que está muy
satisfecho, más bien satisfecho, no muy satisfecho o nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en (país)?
Fuente: Elaboración propia con base en datos de 18 países latinoamericanos provenientes de The AmericasBarometer 2008 by the Latin American
Public Opinion Project (LAPOP), www.LapopSurveys.org. Así como Latinobarómetro 2007, www.latinobarometro.org
Gráfico 5 ¿Quién cree usted que tiene más poder en este país?
60%
50% 48%
40% 37%
30%
19%
20%
14% 16%
9% 10%
10% 8% 8%
6% 7% 6%
3% 1%
0%
n
o
os
es
s
o
sa
ió
rn
es
at
ar
ic
ac
ie
e
gr
lít
ic
ilit
pr
ob
ic
po
on
nd
em
un
G
/C
si
s
os
m
El
Lo
to
s
s
d
co
de
Lo
en
rti
an
pa
de
m
rla
gr
s
s
Lo
io
pa
s
La
ed
El
m
s
Lo
2003 2006
Nota: Empleamos la pregunta A70305A del cuestionario de Latinobarómetro para el año 2003 (18.637 respondientes)- ¿Quién tiene más poder?
¿Quién cree Ud. que tiene más poder en (país)? Nombre hasta tres (Primera mención).
Empleamos la pregunta A70305A del cuestionario de Latinobarómetro para el año 2006 (19.495 respondientes)- ¿Quién tiene más poder?
¿Quién cree Ud. que tiene más poder en (país)? Nombre hasta tres (Primera mención).
Fuente: Elaboración propia en base a datos provenientes de Latinobarómetro 2003 y 2006 www.latinobarometro.org Promedio de América
Latina.
y, lógicamente, debilita el poder público, cuya fuente es un Estado anacrónico, ineficiente e ineficaz no puede
el poder que la sociedad le delega. Se alimenta de ese resolver las carencias que la debilitan.
modo un peligroso ciclo que lleva a la debilidad estatal La organización democrática del poder posee, en
progresiva y al aumento de la capacidad de influencia este sentido, tres rasgos que se vinculan estrechamen-
de los poderes fácticos (ver Gráfico 5). te con su legitimidad.
Estas cuestiones nos conducen a un tema poco
discutido, muchas veces eludido: la democracia es • Su origen en la soberanía popular expresada a
una forma de organización del poder para ampliar través de procesos electorales periódicos, libres y
la ciudadanía. transparentes. La democracia parte de la idea de
Como hemos venido sosteniendo, en toda so- que el poder descansa en el pueblo y que su ejerci-
ciedad existen de hecho fuertes desigualdades y cio sólo es delegado. Lo que implica un mandato,
asimetrías de poder. Si no estuvieran reguladas y capacidad para ser controlado y la posibilidad de
organizadas de cierta manera, éstas impedirían la alternancia y periodicidad de los mandatos.
realización de los derechos de los cuales son porta- • Su ejercicio organizado a través de las instituciones
dores los individuos. republicanas de gobierno y normado en el Estado
Así, la democracia es una forma de organización del Democrático de Derecho. Se refiere a cómo se
poder en la sociedad con el objetivo de ampliar la ciu- toman las decisiones para formular las políticas
dadanía, evitar o limitar la dominación de individuos públicas y las normas.
o grupos que impidan este objetivo y lograr la perdu- • Su finalidad, es decir, garantizar, materializar
rabilidad de la organización democrática. Regula las y extender los derechos ciudadanos en sus tres
relaciones entre individuos, organizaciones y Estado de esferas política, civil y social, a partir de la clásica
acuerdo con normas emanadas de la voluntad popular definición de T. H. Marshall. La ampliación de
y procedimientos democráticos. En el ejercicio de ese los derechos es entendida como su realización
poder el Estado es una pieza vital. Una democracia con efectiva.
24 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Democracia exigible
País x, País x,
2009 2024
Democracia
de
ciudadanía
Crisis de Crisis de
legitimidad Democracia sostenible sostenibilidad
Nota: El máximo realizable varía de país a país, y de época en época. El punto de partida también puede variar. Definir
y generar las políticas para realizar la democracia sostenible es el desafío democrático de cada país.
Hay mínimos generalmente aceptados para cada Más allá de lo que es socialmente alcanzable, se
una de las esferas de ciudadanía (ver Gráfico 6). corre el peligro de sucumbir ante la demagogia y el
Existe un razonable acuerdo que por debajo de un facilismo económico.13 Esto es riesgoso, no sólo para
cierto umbral carecemos de condiciones necesarias la estabilidad económica sino también para la demo-
para el desenvolvimiento democrático. La existencia cracia, quizás tanto como no alcanzar los mínimos
de elecciones libres y transparentes, el respeto de la indispensables para una organización democrática
libertad y seguridad de las personas, la defensa de la de la sociedad. Lo políticamente popular puede ser
libre expresión, son algunos de los derechos indispen- social y económicamente insostenible, generar ex-
sables que caracterizan el mínimo de ciudadanía que pectativas irrealizables y materializarse en mayores
debe estar presente en una democracia. retrocesos y frustraciones para la ciudadanía. El
Por encima de esos mínimos se abre el camino facilismo económico se vuelve así enemigo de los
hacia “la democracia permanentemente incompleta” intereses mayoritarios.
a la que aludimos al comienzo. Pero ella contiene un Entre la ilegitimidad que tiene lugar a partir de la
máximo realizable que depende estrechamente de falta de ciudadanía mínima y el facilismo en materia de
lo disponible en una sociedad, que podríamos de- políticas públicas, carente de sostenibilidad, existe un
nominar “la disponibilidad factorial”. Este máximo espacio posible para la demanda social: la democracia
depende de restricciones dadas por el grado de desa- exigible, la que se puede realizar dada la constelación
rrollo de una sociedad en un momento histórico que de factores disponibles. Demagogia e ilegitimidad son,
no permiten la realización de todos los derechos de en definitiva, los límites de la democracia sostenible.
los que somos portadores. Los países difieren en sus El espacio de la democracia exigible es el ámbito don-
grados de desarrollo y por tanto difieren los “óptimos de debería desarrollarse el debate, las propuestas de
realizables de ciudadanía” que puedan alcanzarse. políticas públicas de los partidos y la aspiración que
Aun en estas esferas, que competen especial- dé sentido y finalidad al trabajo político.
mente a la ciudadanía social y se caracterizan por Con sus recursos, su grado de desarrollo y sus
un desarrollo progresivo, también es posible esta- luchas por la igualdad, América Latina no debería ser
blecer mínimos deseables, acorde con los patrones
internacionales para países con iguales condiciones
de recursos económicos. Estos mínimos deben ser 13 Este término es propuesto por José Antonio Ocampo en vez
definidos en las constituciones y la ley a través de de “populismo económico”, ya que este último concepto es
procesos democráticos siguiendo, en cualquier caso, impreciso y difiere significativamente del concepto de “po-
pulismo” que se utiliza en la ciencia política. Ver Ocampo J.
el criterio que se ha definido en el debate internacio-
A., “Mercado, cohesión social y democracia”, en Reconstruir
nal sobre derechos económicos y sociales, de aspirar el futuro: Globalización, desarrollo y democracia en América
a lo “máximo entre lo realizable”. Latina (Bogotá: CEPAL y Grupo Editorial Norma, 2004).
Un marco conceptual para el debate de los déficit democráticos 25
35.000 60
30.000 51,93
50
47,21
US$ Constantes (2000)
25.000
40,68 40
38,53
Coeficiente Gini
36,87
20.000 32,67 32,08
30
15.000
20
10.000
10
5.000
0 0
África Sur de Asia Este Asiatico Países América Latina Europa y OCDE Altos
Subsahariana y el Pacífico Árabes y el Caribe Asia Central ingresos
Nota: El coeficiente de Gini corresponde al último dato disponible. Human Development Reports 1992-2007.
Fuente: Banco Mundial, World Development Indicators (Washington DC: Banco Mundial, 2009). PNUD, Human Development Reports, 1992-2007.
26 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
30
25,70
25
20,82
20 18,68 19,12
18,07
15
10
5,97
5 3,51 3,85 3,95
0
Oceanía Europa Norte Asia Caribe América África América América
América del Sur Latina y el Central y
Caribe México
Fuente: Elaboración propia sobre datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Estadísticas Internacionales de Homicidios,
2004.
asegura la persistencia y reproducción del sistema mericana si deseamos evitar riesgos en la sostenibi-
democrático por la vía de la legitimidad, de la sa- lidad democrática.
tisfacción de las demandas sociales y de la creciente Deseamos animar un ejercicio político cuyo obje-
realización de los derechos. tivo consista en mejorar la política y los mecanismos
En esta perspectiva, ¿cuáles son las cuestiones que de la democracia. Los temas que incluimos no son
se vinculan estrechamente a la realización de estos una lista al azar de cuestiones. Por el contrario, las tres
objetivos y que requieren ser puestas en el centro de cuestiones que tratamos –representación, república y
los debates públicos o formulados de manera distinta? estatalidad– se vinculan íntimamente y se realimentan
¿Cuál debería ser la agenda pública que contenga la entre sí. En el triángulo que conforman se encuentran
discusión de los instrumentos para la construcción lo sustancial de la tarea política de las democracias
de esta democracia latinoamericana? latinoamericanas en la pos-transición.
Cada sociedad debe definir de manera propia y Para avanzar en esta tarea es necesario:
singular su óptimo realizable. Sin embargo, indepen-
dientemente de las singularidades nacionales, hay a. La identificación de las carencias más notorias que
un conjunto de temas que atañen al contenido de la afectan a nuestras sociedades y, por ende, al apoyo
democracia exigible y que contribuyen a definir la a la democracia.
agenda pública y a fortalecer la capacidad programáti- b. La discusión de esas carencias, sus razones cercanas
ca de los partidos políticos. Los temas que exponemos y sus causas estructurales. Los trabajos que acom-
a continuación se ordenan en la lógica de las ideas pañan a esta agenda, en los tomos publicados por
que venimos de desarrollar. No son, como dijimos, separado, tratan extensamente estas cuestiones.
un catálogo ni intentan una visión totalizadora de las c. Las áreas que deberían ser prioritarias –a pesar de
cuestiones latinoamericanas. Son las materias funda- la heterogeneidad regional– para la concepción
mentales que no deben ser eludidas en la construcción de políticas públicas que enfrenten esas carencias.
de la personalidad democrática latinoamericana. Este es propósito de este texto.
Temas para una agenda política A continuación presentamos los temas que, a pe-
latinoamericana sar de la relevancia que tienen para la sostenibilidad
democrática y la expansión de la ciudadanía, son en
Los modos de resolución de los déficit de ciudadanía gran medida insuficientemente tratados en la agenda
deben estar en el centro de la agenda política latinoa- pública.
CAPÍTULO DOS
Temas y preguntas
• La escasa modernización de los partidos políticos de la región. Son muy pocos los partidos
políticos latinoamericanos que cuentan con grupos de pensamiento permanentes que abastecen
al partido, nutren su debate y producen los insumos para la plataforma de sus candidatos. Ge-
neralmente, se trata de grupos ocasionales, que se forman al momento de la elección y que en el
peor de los casos suelen ser comandados por el jefe de la publicidad, que termina por confundir
la mejor fórmula publicitaria por un objetivo político. Adicionalmente, es baja la capacidad de
incorporación y participación de los militantes.
99 ¿Qué reformas de sus estructuras internas deben llevar adelante los partidos políticos para
adaptarse al presente contexto?
99 ¿Cómo promover la creación de grupos permanentes de investigación y propuestas en los
partidos?
99 ¿Cómo fortalecer la demanda social para que los programas planteen opciones de políticas
públicas y no meros enunciados de objetivos?
• Las prácticas clientelistas conspiran contra la libre opción electoral. Es todavía habitual la
práctica clientelista: canje del voto por un favor, el seguimiento de las órdenes de caudillos locales
a la hora de votar. Esta práctica que adopta las formas más diversas recorre todos los niveles de la
política, desde las dirigencias hasta las bases. Ella conspira directamente contra el sentido de la
delegación de soberanía y, a menudo, transforma la actividad política en una competencia para
cooptar el voto, incluso ilegalmente, alejándola aún más del ideal de la competencia programá-
tica. Estas prácticas no son patrimonio exclusivo de América Latina, aunque en nuestro caso se
expresan de forma particularmente aguda.
99 ¿Hay estrategias para disminuir el peso del clientelismo en los procesos electorales nacio-
nales y al interior de los partidos?
• La desigualdad de oportunidades entre los partidos. Existe una notoria inequidad entre los
partidos políticos en sus posibilidades para transmitir sus programas a los votantes. Algunos
partidos cuentan con muchos recursos –públicos o privados– para difundir sus propuestas o la
imagen de sus candidatos, otros no. Algunos tienen financiamiento para lanzar campañas masivas
que inundan los medios de comunicación, otros apenas pueden hacer oír sus propuestas. Esto
distorsiona la capacidad de competencia del voto por la vía del acceso diferenciado, inequitativo
y desigual a los recursos de campaña.
99 ¿Cómo podemos hacer más equitativo el acceso a los recursos para la difusión de las
propuestas partidarias?
99 ¿Cuál es la fórmula más apropiada de financiamiento institucional de los partidos y las
campañas electorales?
99 ¿Cómo podemos hacer más transparente y equitativo el uso de los medios de comunicación
durante periodos electorales?
Una guía para el debate de la crisis de representación 31
• La regulación del financiamiento de la actividad política. Mientras que los dineros del sector
privado pueden generar conflicto de intereses para los actores políticos, influir en la toma de de-
cisiones para su beneficio particular o incluso garantizar impunidad, la financiación estatal de la
actividad política puede ser distorsionada por el sesgo en la asignación de los subsidios directos,
en el acceso a los medios de comunicación estatales, o en la ausencia de control.
99 ¿Cómo podemos hacer que las formas de participación, más allá de la elección de represen-
tantes, refuerce el nexo de representación que liga a los votantes a sus representantes?
100% 3%
8% 6% 5%
11% 9%
13% 15% 15%
90%
18%
Porcentaje del total de respondientes
37% 24%
80% 26%
29%
29%
70% 32% 28% 29%
41%
60% 37%
50% 39%
30% 38%
36%
29% 35%
40% 32%
31%
30% 33%
19%
20% 40%
26% 26% 27% 29%
21% 23% 23%
10%
12% 14%
0%
n
l
a
as
ía
os
te
na
ra
ia
ió
es
si
lic
en
ic
ad
ic
to
le
ac
io
gr
ud
Po
lít
id
ec
Ig
ac
m
ic
po
on
es
rJ
Ar
El
un
C
Pr
s
de
al
o
s
m
do
rn
za
un
co
Po
rti
ie
er
ib
ob
Pa
de
Fu
Tr
G
os
i
ed
M
90% 20%
31%
Porcentaje del total de respondientes
35% 32%
80% 42% 41%
45%
56% 52%
70% 18%
64%
60% 20%
19% 22%
50% 18% 20%
16%
40% 17%
20%
30% 11% 62%
0%
n
l
a
as
ía
o
ia
s
na
ra
o
nt
ió
es
si
lic
ic
ad
ic
to
le
io
ac
st
gr
Po
lít
id
ec
Ig
ac
m
Ju
ic
po
on
es
Ar
El
un
de
C
Pr
s
o
o
s
m
do
em
rn
za
a
co
rti
ie
er
pr
ob
Pa
e
de
Fu
Su
st
G
Si
os
al
i
ed
un
ib
M
Tr
Nota: Empleamos las preguntas B10A, B11, B12, B13, B14, B18, B20, B21, B21A, B37 del cuestionario de LAPOP para el año 2008: ¿Hasta qué punto
tiene confianza en…?
Al consultar a las personas hasta qué punto tienen confianza en cada una de las instituciones y actores que se mencionan, éstas podían responder
en una escala de 1 a 7, donde 1 expresa ninguna confianza y 7 mucha confianza. Agrupamos en confianza baja el porcentaje de respuestas 1, 2
y 3. Confianza media es representada por la proporción de respuestas 4. Confianza alta corresponde al porcentaje de respuestas 5, 6 y 7.
Empleamos las preguntas A60201(A,B,C,D,E,H,J,K,L,M,N,O) del cuestionario de Latinobarómetro para el año 2008: ¿Cuánta confianza tiene Ud.
en...? ¿Diría que tiene mucha, algo, poca o ninguna confianza en...?
La confianza en medios de comunicación es derivada (promedio simple) a partir de las respuestas sobre confianza en diarios, televisión y
radio.
Fuente: Elaboración propia con base en datos provenientes de The AmericasBarometer 2008 by the Latin American Public Opinion Project
(LAPOP), www.LapopSurveys.org. Así como Latinobarómetro 2008, www.latinobarometro.org
Una guía para el debate de la crisis de representación 33
3,30%
18,25%
18,50%
40,60%
17,95%
61,93%
37,50%
Mucha confianza Algo de confianza Confianza baja Confianza media Confianza alta
Poca confianza Ninguna confianza
Nota: Empleamos la pregunta B21 del cuestionario de LAPOP para el año 2008 (29.040 respondientes): ¿Hasta qué punto tiene confianza usted
en los partidos políticos?
Al consultar a las personas, éstas podían responder en una escala de 1 a 7, donde 1 expresa ninguna confianza y 7 mucha confianza.
Agrupamos en confianza baja el porcentaje de respuestas 1, 2 y 3. Confianza media es representada por la proporción de respuestas 4. Confianza
alta corresponde al porcentaje de respuestas 5, 6 y 7.
Empleamos la pregunta A60201D del cuestionario de Latinobarómetro para el año 2008 (19.535 respondientes): ¿Cuánta confianza tiene Ud.
en los partidos políticos? ¿Diría que tiene mucha, algo, poca o ninguna confianza en los partidos políticos?
Fuente: Elaboración propia con base en datos provenientes de The AmericasBarometer 2008 by the Latin American Public Opinion Project
(LAPOP), www.LapopSurveys.org. Así como Latinobarómetro 2008, www.latinobarometro.org
50%
28%
29% 29% 30%
30%
20%
10%
0%
África América Latina Asia Medio Oriente Norteamérica Europa
y el Caribe Occidental
1989-2000 2001-2009
Notas: Porcentaje de votos emitidos sobre población total. La medición no considera las diferencias en las pirámides poblacionales de cada región.
Fuentes: Elaboración propia sobre los datos del Instituto IDEA.
34 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Pero las consecuencias de la situación de los parti- En lo que sigue abordamos la situación de los
dos para la democracia son muy serias. Los partidos partidos y el tema más amplio de la representación.
políticos son parte central de la democracia. Como Introduciremos primero la cuestión de los programas
lo señaló el filósofo y político austríaco Hans Kelsen, que elaboran los partidos. Luego trataremos el rol del
“la democracia moderna descansa sobre los partidos dinero en el contexto de las campañas electorales y
políticos” y, por lo tanto, “la posibilidad de la demo- la relación entre medios de comunicación y política.
cracia sin partidos políticos” no tiene sentido.16 Sin Por último, consideramos algunas formas de partici-
embargo, la desconfianza en los partidos políticos pación ciudadana que van más allá de las elecciones
ha llevado a que números muy altos de ciudadanos para representantes.
–la mayoría en algunos países– consideren que es
posible tener una democracia sin partidos políticos
Los contenidos en la opción electoral
(ver Cuadro 2). En consecuencia, una discusión de
la democracia en América Latina no debe eludir la Un aspecto central de la representación es el nexo que
situación de los partidos políticos. se establece entre votantes y los candidatos de los par-
tidos políticos. Para que este nexo pueda establecerse,
Cuadro 2 Percepción ciudadana sobre es necesario que los partidos formulen propuestas que
partidos y democracia (2008) contengan los planes de gobierno que plantean para la
sociedad. Si las contiendas electorales carecen de con-
% de ciudadanos que
conciben una democracia sin tenido, el votante simplemente no puede escoger entre
País partidos opciones sustantivas y los candidatos que son electos
Argentina 31,5 sólo pueden ser representantes en un sentido formal.
Venezuela 35,3 No representan una opción de sociedad, no se delega
Costa Rica 37,9 en ellos la construcción de un cierto destino para el
Uruguay 38,4 conjunto. Aquí radica un primer aspecto de la crisis
Honduras 40,2 de partidos y de representación (ver Recuadro 2).
República Dominicana 41,1 Es difícil imaginar un cambio en la relación
Paraguay 41,3 ciudadano-partidos si no se modifica la pobreza de
Brasil 44,7
la mayoría de los programas electorales de los par-
Perú 46,1
tidos. En muchos países, los programas electorales,
Nicaragua 46,9
que deberían especificar el contenido concreto de
las opciones del votante y los términos del contrato
El Salvador 47,2
electoral, son precarios, mínimos genéricos y enun-
Guatemala 49,7
Bolivia 49,8
México 51,1
Recuadro 2 El debilitamiento del lazo entre
Chile 51,8
electores y partidos
Ecuador 53,2
Panamá 53,5 “La vigencia de las divisiones partidarias, su relativa
Colombia 53,6 legibilidad, la capacidad que tenían los electores de iden-
tificarse con ellos, en otro momento habían permitido a
Pregunta: “¿Hasta qué punto puede haber democracia sin partidos la prueba electoral conservar una relativa centralidad en
políticos?”. Los encuestados situaron su confianza en una escala de 1 el orden democrático. Estas características se disiparon
a 7 puntos, donde 1 significa nada y 7 mucho. Las respuestas han sido a partir de fines de los años setenta. La aparición de un
recodificadas en la escala de 0 a 100 puntos con la que se construye
elector considerado más “estratega”, y el debilitamiento de
esta tabla.
los sentimientos de pertenencia a un campo bien deter-
Fuente: The AmericasBarometer 2008 by the Latin American Public minado contribuyeron esencialmente a este movimiento.
Opinion Project (LAPOP), www.LapopSurveys.org. El retroceso de la noción de programa político, conse-
cuencia automática de la inscripción en un universo más
inestable, a las presiones externas más fuertes, prolongó
los efectos”.
16 Kelsen, H., Esencia y valor de la democracia (Madrid: Gua- Fuente: Pierre Rosanvallon, texto preparado para el proyecto.
darrama, 1977). p. 36.
Una guía para el debate de la crisis de representación 35
Un análisis que compara los partidos de América Latina con los de Europa del Este concluye que el nivel de estructuración
programático de los partidos latinoamericanos es inferior al de los partidos de Europa del Este pero también que existen
diferencias significativas dentro de América Latina.
Fuente: Herbert Kitschelt, Kirk A. Hawkins, Juan Pablo Luna, Guillermo Rosas, y Elizabeth J. Zechmeister, Latin American Party Systems
(Nueva York: Cambridge University Press, en prensa).
Un estudio de Juan Pablo Luna y Elizabeth-Jean Zechmeister (2005) que analiza “los niveles de congruencia programática (de
acuerdo con el paradigma del gobierno de partido responsable) entre votantes y líderes de los principales partidos políticos
en nueve países latinoamericanos”, construye dos estimaciones (una “conservadora” y otra “optimista”) acerca del grado de
congruencia programática existente en cada caso. […] De acuerdo a los resultados obtenidos, hacia finales de la década 1990,
los sistemas partidarios de Chile y Uruguay eran los que presentaban los niveles más altos de estructuración programática (con
puntajes de 6,9 y 6,5, respectivamente, en la estimación conservadora y de 9 en la optimista), seguidos por Argentina (4,5 y 6,5),
Colombia (2,3 y 5,5.), Brasil (1,6 y 3,5), Bolivia (1,5 y 1,5), México (0 y 2), Costa Rica (–0,1 y 3,5) y Ecuador (–0,1 y 3,5)”.
Fuentes: Juan Pablo Luna y Elizabeth-Jean Zechmeister, “The Quality of Representation in Latin America,” Comparative Political Studies
Vol. 38, Nº 2 (2005): 388-416; y Juan Pablo Luna, “Representación política en América Latina: el estado de la cuestión y una propuesta de
agenda,” Política y gobierno Vol. 14, Nº 2 (2007): 391-436, pp. 412-13.
No hay una definición formal, dado que existen multitud de CES con características y competencias muy distintas. No obstante,
una definición general es la siguiente: Los consejos económicos y sociales son órganos consultivos compuestos por representantes
de la sociedad civil organizada, principalmente organizaciones empresariales y sindicales, y cuya finalidad es orientar las políticas
públicas en materias sociolaborales y/o económicas. Los CES, por lo tanto, son la combinación de tres elementos: representación
de intereses, diálogo social e institucionalización.
• Representación de intereses. Permiten que los ciudadanos participen en el sistema político, no sólo mediante la emisión de
su voto en las elecciones, sino también a través de las organizaciones que representan sus intereses más inmediatos. Es decir,
los CES cumplen una función tan importante como es la de complementar la representatividad popular del Parlamento
mediante la representación de los intereses de la sociedad civil organizada.
• Diálogo Social. Los CES son asimismo concebidos como foros permanentes de diálogo social, como instituciones que
permiten coordinar y organizar los distintos intereses económicos del país y, de ese modo, elevar la competitividad eco-
nómica, el desarrollo y la cohesión social.
• Institucionalización. En todas las democracias existe algún mecanismo de articulación de los intereses organizados. Algunos
de ellos son informales, como los grupos de presión o lobby, plenamente extendidos en los Estados Unidos, o los acuerdos
eventuales entre los agentes sociales y los gobiernos. Los CES, sin embargo, han institucionalizado, a nivel constitucional
o infra-constitucional, la representación de los intereses con carácter consultivo. No obstante, en ningún caso constituyen
cámaras legislativas paralelas al Parlamento, ya que carecen de facultades legislativas decisorias.
Por todo ello, constituyen un ingrediente esencial de las democracias modernas y participativas.
A modo de resumen, podemos decir que los CES poseen los siguientes rasgos comunes:
• Son órganos consultivos de naturaleza política, es decir, no son órganos de carácter técnico que emitan opiniones
imparciales.
• Tienen función consultiva especializada en materias sociolaborales y/o económicas.
• Su composición es representativa de sociedad civil organizada.
• Son foros permanentes de diálogo.
• No constituyen, en ningún caso, cámaras legislativas.
• Carecen de facultades legislativas y decisorias.
Fuente: Jaime Montalvo Correa, Presidente CES de España, “ Los Consejos económicos y sociales u otros órganos similares”, X Congreso
de CLAD sobre la Reforma del Estado y la Administración Pública, Santiago de Chile, octubre 2005, pp. 2-3.
Los estudios de las numerosas experiencias de presupuesto participativo (PP) en América Latina concluyen que su éxito de-
pende de condiciones previas y ciertas características relacionadas al diseño institucional.
Condiciones previas
• “Voluntad política: el partido involucrado y, en especial, el alcalde y los funcionarios encargados de llevar a cabo el PP de-
ben estar comprometidos ideológicamente con la apertura de canales que permitan la participación ciudadana con miras
a compartir la toma de decisiones.
• Capital social: la comunidad local debe tener asociaciones civiles, preferiblemente dispuestas a participar en los asuntos
municipales.
• Personal competente: la administración municipal debe contar con empleados técnicamente calificados.
• Tamaño reducido: el municipio, o al menos el distrito usado para la toma de decisiones, no debe ser tan grande que desaliente
la acción colectiva.
• Recursos suficientes: los gobiernos municipales deben contar con los fondos suficientes para la ejecución de proyectos pú-
blicos y programas sociales.
• Plataforma legal: las leyes existentes deben permitir y preferiblemente incentivar la participación ciudadana en cuanto a las
decisiones presupuestarias.
• Descentralización política: los alcaldes y concejales deben haber sido electos por medio de procesos democráticos”.
Diseño institucional
• “Enfoque de necesidades inmediatas vs. planeación a largo plazo: algunos sostienen que una clave del éxito en el PP es enfocar
las discusiones en un rango amplio de necesidades prácticas e inmediatas; otros, que este enfoque socava el debate acerca
de temas más trascendentales y con efectos a largo plazo.
• Informal vs. formal: algunos favorecen darle al PP una estructura informal y abierta, que permita la participación de indivi-
duos o grupos sin dar privilegios a organizaciones ya existentes, y que pueda ser modificada por los mismos participantes;
otros plantean que, para evitar la manipulación política del PP por parte de los partidos en el poder y para garantizar la
representación de actores políticos y sociales importantes, el PP debe estar formalizado por ley.
• Deliberación: los participantes deben enfrentar discusiones cara a cara y deben contar con poder de decisión acerca del
proceso de presupuesto, al menos en cuanto a priorizar las inversiones por realizar.
• Supervisión centralizada: la alcaldía debe estar directamente involucrada en la coordinación del proceso de PP
• Reglas e información accesibles: las reglas, incluyendo los criterios para asignar recursos en los barrios y la información
presupuestaria, deben estar disponibles y accesibles para el público en general”.
Fuente: Benjamin Goldfrank, “Los procesos de presupuesto participativo” en América Latina: “Éxito, fracaso y cambio”, Revista de Ciencia
Política Vol. 26, Número 2 (2006): 3-28, pp. 7-8.
que los dineros del sector privado pueden generar Nicaragua 1,2 2001-2006
conflictos de interés para los actores políticos, influir Portugal 1,0 1995-1996
sobre la toma de decisiones para su beneficio particu- Bolivia 0,6 1997-2002
lar o incluso garantizar impunidad para actividades al El Salvador 0,5 1999-2004
margen de la ley, la financiación estatal de la actividad Holanda 0,4 1999
política puede ser distorsionada por el sesgo en la Honduras 0,2 2001-2005
asignación de los subsidios directos, la ausencia de Estados Unidos 0,2 1992-1996
control o en el acceso a los medios de comunicación Canadá 0,2 1993-1997
estatales (ver Cuadro 3). Dinamarca 0,2 1988-1990
Para intentar garantizar una efectiva compe- Ecuador 0,2 1995-1997
tencia electoral, las políticas de regulación se han Guatemala 0,02 1999-2003
centrado, desde una perspectiva comparada, en
Notas: (1) Incluye un año electoral para todos los países, excepto
cuatro temas: las fuentes de financiamiento, los Suecia y Holanda. En estos casos, sin embargo, los partidos no reciben
mecanismos de asignación de los subsidios estata- subsidios adicionales durante el año electoral.
les, el gasto electoral y la transparencia financiera, Fuentes: Casas, K. & Zovatto, D., Para llegar a tiempo: Apuntes sobre la
y el régimen de sanciones. La experiencia ha sido regulación del financiamiento político en América Latina (documento
heterogénea y, aunque no hay soluciones únicas (ver preparado para el proyecto, 2009).
• La autorregulación de la prensa y los medios es minoritarios que intenten prevenir que los intereses
importante para mejorar la calidad de la informa- de los ciudadanos se plasmen en políticas públicas.
ción que se ofrece al ciudadano, tanto en términos Los mecanismos de democracia directa ofrecen un
de transparencia como de los contenidos de la medio, formal o institucional, de controlar al Estado.
información. Por otro lado, la posibilidad del uso de estos meca-
• Para asegurar una relación estrecha entre medios nismos sirve para prevenir que los representantes no
y sociedad y la producción de agendas públicas se distancien de los ciudadanos y, por lo tanto, para
relevantes, es de vital importancia el desarrollo reforzar el nexo entre representantes y representados.
de instancias independientes de observación de En efecto, en ciertas circunstancias, los mecanismos
los medios. de democracia directa iniciados por los ciudadanos
• Para promover la diversidad de la información y pueden fortalecer la democracia representativa,
el pluralismo es importante impulsar normas y sirviendo “como una válvula de escape institucional
leyes que limiten la concentración de los medios intermitente que contrarresta las acciones perversas
de comunicación e información. o la ausencia de respuestas por parte de las institucio-
• La necesidad de una revalorización de lo político nes representativas y de los políticos” y obligan así a
por parte de los actores sociales, incluyendo a la una mayor “sincronización entre élites partidarias y
prensa y los medios. ciudadanos”21 (ver Recuadro 11).
• La mejora de la información política puede re-
querir el desarrollo de medios de comunicación
públicos. Recuadro 11 Democracia directa y crisis de
representación
–como el género o el multiculturalismo– o causas sino complementario: más participación para una
sociales –como el medio ambiente o la defensa del mejor representación. El proceso de construcción
consumidor. de la agenda política latinoamericana debe seguir
La participación de la sociedad civil, como la siendo, por lo tanto, un espacio privilegiado para
democracia directa, ha sido materia de debate. Así, la promoción de una ciudadanía activa, incluyente
muchos ven una tensión necesaria entre los partidos y participativa. En las distintas esferas, las políticas
políticos, que –para ganar elecciones– se ven forzados públicas deben ser, por ello, concertadas con repre-
a apelar a una gran diversidad de ciudadanos y a cons- sentantes destacados de la sociedad civil y redes de
truir coaliciones amplias, y grupos de la sociedad civil, organizaciones de mujeres, organizaciones de base
que ponen énfasis en una cuestión o problema pero étnica y expresiones de interés por temas ambientales
no adoptan una visión general de los problemas que y de manejo de recursos naturales, entre otras.
enfrenta una sociedad. Y muchos también resaltan el En cualquier caso, sin partidos no hay democracia.
estatus muy diferente que tienen los representantes, Por lo tanto, la tan difundida falta de confianza en los
un rol que tienen por haber ganado una elección po- partidos políticos apunta a un problema preocupante.
pular, y los líderes de la sociedad civil, que carecen de En el centro de este problema está, como vimos, la
esta legitimidad tan central a la democracia. falta de oferta de opciones sustantivas al electorado
Los partidos y las organizaciones de la sociedad por parte de los partidos. Así, en muchos casos, se
civil tienen, sin embargo, muchos elementos de vota a una caja negra y el voto no es el mecanismo
complementariedad. Los grupos de la sociedad civil para establecer un contrato electoral. Se introduce de
frecuentemente articulan ideas nuevas y, por medio ese modo, al momento de la opción, una separación
de sus actividades, las traen a la atención del público entre ciudadano y representante, y se debilita noto-
en general. Cumplen, además, un papel destacado en riamente la representación.
promover la transparencia gubernamental y en la eva- Lo grave de esto, como ya se anotó, es que el poder
luación de los resultados de la gestión gubernamental, de todo gobernante electo democráticamente provie-
así como en la coproducción de bienes y servicios ne de la legitimidad que le otorga la sociedad, y que
públicos. Y, especialmente, cuando las estructuras buena parte de esa legitimidad se obtiene vía un alto
partidarias se osifican o son controladas por algún grado de representación. Por lo tanto, la debilidad
caudillo, las actividades de la sociedad civil, como los en el nexo de representación que liga, por medio del
mecanismos de democracia directa, pueden generar acto electoral, a los votantes a sus representantes, se
un incentivo para que los partidos y sus líderes no se traduce en una debilidad del poder democrático.
distancien de la ciudadanía y así jugar un rol impor- Esa debilidad aleja la capacidad de cumplir con la
tante en la nunca acabada construcción del lazo entre promesa electoral y realimenta la desconfianza en la
representantes y representados. política. Debemos priorizar en nuestro debate cómo
De esta manera, participación y representación se quiebra esta espiral, que de hecho verificamos en
no aparecen como un par mutuamente excluyente, numerosos países de nuestra región.
CAPÍTULO TRES
Temas y preguntas
99 ¿Cómo crear un sistema de garantías que evite o haga excepcional el traslado de funcio-
nes?
99 ¿Requiere la protección de las funciones parlamentarias una reforma constitucional?
99 ¿Hasta dónde la opinión pública es consciente de las consecuencias de la concentración
de poder en el Ejecutivo, y del debilitamiento de la forma republicana, sobre el control del
manejo de los actos de gobierno?
• La desviación de la forma republicana producida por la exacerbación del presidencialismo lo va
convirtiendo, en algunos casos, en un régimen cesarista que desgasta el proceso democrático y
debilita el incentivo de formar partidos fuertes y programáticos.
• El control presupuestario como eje de la función de control del parlamento. El ejemplo más
paradigmático y frecuente de esta carencia en el funcionamiento parlamentario es la virtual
inaplicabilidad de la regla que establece que el Poder Ejecutivo requiere una autorización legal
47
48 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
previa otorgada por el Poder Legislativo para incrementar el nivel de gasto, o para reasignar par-
tidas que supongan desde un cambio en la clasificación económica hasta una modificación en la
función. En muchos casos, esas modificaciones se realizan por medio de un decreto del Ejecutivo
que, en algunos países, se encuentran sujetos a una revisión del Parlamento para su posterior
convalidación. Sin embargo, muchas veces, esa facultad tampoco es usada.
99 ¿Qué acciones son necesarias para fortalecer el rol de control presupuestario, anterior y
posterior a su ejecución, de los parlamentos?
99 ¿Alcanza una solución legal o es necesario, complementariamente, alguna forma de
acuerdos políticos?
• La corrupción como una amenaza directa para la república. La corrupción, al capturar lo pú-
blico para fines privados, es una amenaza directa a la república. La corrupción desvía los actos de
los miembros de los tres poderes, debilita en consecuencia la función del órgano en el que actúan
y así debilita directamente la capacidad de controles horizontales en el Estado. Los índices que
son habitualmente usados para medir el nivel de corrupción están basados en percepciones y, en
rigor, nos dicen poco acerca del fenómeno, su evolución o las formas para actuar.
99 ¿Qué líneas de ataque pueden ser más efectivas para reducir los niveles de corrupción?
99 ¿Cómo se hace creíble una política anticorrupción por parte de la opinión pública?
99 ¿Qué debe hacerse para que los organismos anticorrupción, que existen en muchos Estados,
sean autónomos, puedan informar libremente y sean confiables para la sociedad?
• Pasar de una transparencia pasiva a una transparencia activa para fortalecer el control ciuda-
dano del Estado. Para que la rendición de cuentas vertical sea efectiva, es indispensable facilitar
el acceso a la información y la transparencia de los actos y políticas públicas, tanto en su etapa
de formulación como de ejecución. La transparencia en su concepción convencional depende
de que otros utilicen las oportunidades de análisis y luego actúen basándose en lo que ven. Tales
conexiones con frecuencia fracasan. Por otro lado, los controles verticales pueden ser instrumentos
importantes para disminuir los problemas de representación. En la medida en que el ciudadano
perciba que puede intervenir en la rendición de cuentas que se exige a sus representantes, se
reconstruye el puente de representatividad.
La organización republicana de la
Recuadro 13 El Estado de Derecho
democracia
“La democracia también implica la vigencia del estado de
Entendemos república como una organización del derecho. Esto supone la independencia de los poderes y un
Estado basada en la división, independencia y con- sistema legal que es democrático en tres sentidos: protege
trol mutuos de los poderes, y la vigencia del Estado las libertades políticas y las garantías de la democracia
de Derecho (ver Recuadros 12 y 13), independien- política, protege los derechos civiles del conjunto de la
temente del carácter o denominación que adopte el población y establece redes de responsabilidad y rendi-
ción de cuentas por las cuáles los funcionarios públicos,
Estado nacional. Así, una monarquía constitucional incluyendo los cargos más altos del Estado, estén sujetos
de hecho contiene una organización republicana, a controles apropiados sobre la legalidad de sus actos.
como es el caso de las monarquías actuales de Europa Supone además el sometimiento de la acción del Estado y
occidental o el Japón. sus poderes a las normas emanadas de poderes designados
Creemos necesario que se promueva un debate democráticamente”.
en torno a la adecuación de los roles de los poderes Fuente: PNUD, La democracia en América Latina (Nueva York:
del Estado en la pos-transición, para incrementar la PNUD, 2004), p. 56.
eficacia de la democracia. ¿Qué esquemas de control,
rendición de cuentas y de acceso a la información
pública requieren las democracias latinoamericanas
en este nuevo contexto? Por ejemplo, ¿cuál es la de poderes entre la Nación y estos otros órganos
relevancia de la delegación de facultades legislativas democráticos?
de diseño y control del presupuesto público para la A su vez, la forma republicana no sólo implica un
vida de los ciudadanos? ¿Cuál es la importancia del sistema de controles entre los poderes del Estado, es
debate entre parlamentarismo y presidencialismo en decir el control horizontal. La república debería con-
el escenario actual para la calidad y la legitimidad tener también mecanismos de rendición de cuentas
de las políticas públicas? Y, ¿cómo se aplican estos vertical, en los que ciudadanos y grupos de interés
principios al poder regional (estadual, provincial o movilizan dispositivos institucionales con el fin de
departamental, según el caso) y local, y a la división monitorear y fiscalizar el accionar de las agencias
estatales. Dentro de esta cuestión de los controles de
la acción estatal, la corrupción aparece como un tema
particularmente sensible ante la opinión pública, que
Recuadro 12 La tradición republicana
trae además consecuencias importantes en la eficien-
La tradición republicana tuvo su origen en la Roma clási- cia del Estado y en sus opciones de políticas públicas.
ca, particularmente en la época de Cicerón. El concepto Para que la rendición de cuentas vertical sea efectiva
resurgió durante el renacimiento, apareció con fuerza es indispensable facilitar el acceso a la información,
en los escritos constitucionalistas de Maquiavelo y jugó
un rol central en el desarrollo de las repúblicas del norte
o la transparencia, de los actos y políticas estatales en
de Italia, las primeras de Europa. Esta tradición produjo sus etapas de formulación y ejecución.
un lenguaje común que dominó la política en el mundo Las elecciones libres y limpias son indispensables
occidental moderno y tuvo un particular impacto en la a la democracia. Pero no son suficientes, pues no
república holandesa, en la guerra civil inglesa así como aseguran que el ejercicio del poder responda a la vo-
en el período precedente a las revoluciones francesa y
luntad mayoritaria. Para que ello ocurra es necesario
estadounidense.
La tradición republicana se fue consolidando a lo largo un balance de poder entre el Ejecutivo y el Legislati-
del tiempo, en parte por el entusiasmo por los ideales y vo, mecanismos efectivos de fiscalización de ambos,
las lecciones de la república romana, donde el imperio que el poder del parlamento no sea recortado en sus
de la ley y las instituciones republicanas tenían un papel facultades, y que las autoridades electas respondan
tan importante en la sociedad. La idea de un imperio no a la voluntad de los ciudadanos y no a la de actores
de hombres sino de leyes, una constitución mixta bajo la
cual los diferentes poderes públicos viven en balance y
no electos del Estado o de intereses privados. Las
contrapeso junto con ciudadanos virtuosos dispuestos a elecciones libres y limpias e instituciones republica-
servir con honestidad en los cargos públicos. nas son un mínimo necesario a toda organización
democrática. Lo cierto es que el tema republicano
Fuente: Philip Pettit, Republicanism: A Theory of Freedom and Go-
vernment (Oxford: Oxford University Press, 1997), pp. 19-20. ha sido relegado del debate público e, incluso, del
análisis teórico.
50 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Democracia y república constituyen un par mu- del poder en la sociedad, que requiere necesariamente
tuamente necesario. La primera garantiza el origen un Estado con poder, el riesgo permanente es que el
y finalidad del poder estatal. La segunda, su organi- Estado esquive los controles y, en lugar de distribuir,
zación. Pero el afán de la construcción democrática monopolice el poder. Así el riesgo para la democracia
en el período de transición ha relegado la cuestión de deja de ser el asalto al poder del Estado y pasa a ser la
la República. En esta nueva etapa debemos incluir en invasión del Estado a la sociedad. Este riesgo es, por
la agenda política la necesidad de fortalecer las insti- lo general, menos discutido que el primero.
tuciones republicanas y promover el debate acerca de Por el contrario, la organización republicana sin
las reformas políticas que puedan lograrlo. democracia constituye por lo general un campo fértil
Tal como se señala al inicio de esta Agenda, la para la concentración del poder en una clase domi-
democracia intenta corregir las asimetrías de poder. nante que excluye a la mayoría de la sociedad de toda
También el Estado necesita de un tipo de organiza- capacidad de decisión. Se guardan las formas republi-
ción que logre corregir los eventuales desbalances de canas, pero no existe una organización de la sociedad,
poder que puedan aparecer en su interior. Este tema, la democracia, que garantice que el Estado republicano
el del control al uso del poder, está en el centro de los actúe para ampliar la ciudadanía. Cuando el Estado es
Estados modernos (ver Recuadro 14). En ese sentido, cooptado por los poderes fácticos, cuando la legitimi-
la república es una forma de organización del Estado, dad de origen se contradice con la acción del Gobierno,
así como la democracia es una forma de organización la república disfraza una nueva forma de dominación
de la sociedad. bajo las apariencias de la legitimidad democrática.
Sin recurrir al clásico golpe militar, las minorías se
apoderan del Estado cuyo gobierno fue electo por las
La república es una forma de organización del mayorías. En nombre de los necesarios límites al poder
Estado, así como la democracia es una forma de del Ejecutivo, se limita el poder distribuidor del Estado
organización de la sociedad. garantizando el gobierno de unos pocos.
Por lo tanto, fortalecer las instituciones republi-
canas y garantizar el ejercicio democrático del poder
Sin mecanismos de control en su interior es proba- implica, como cuestión necesaria, un sistema de pesos
ble que el Estado, en lugar de corregir, genere nuevas y contrapesos entre autoridades electas. Pero el pro-
asimetrías de poder. Esta cuestión es particularmente blema es más complejo. Las instituciones republicanas
importante cuando se plantea la necesidad de recons- son afectadas también por los poderes fácticos y los
trucción del Estado. ciudadanos. Y estos otros actores generan nuevos
La democracia sin república corre el riesgo de peligros y posibilidades para la organización repu-
implantar, en nombre de la igualdad de oportunida- blicana del Estado.
des y de una mejor distribución del poder, un Estado
sin controles que genere enormes distorsiones en el El balance entre los poderes formales
funcionamiento social sometiendo al individuo a sus del Estado
abusos y negando sus garantías de libertad. Si, como
dijimos, la democracia es una forma de organización La crucial relación entre el Ejecutivo y el Congreso
muestra algunos aspectos positivos, especialmente
cuando se la considera desde una perspectiva histórica.
Recuadro 14 Limitar y distribuir el poder En efecto, varios observadores notan que los congresos
en América Latina han ganado relevancia en compara-
Como afirma Bobbio, existe una “historia de las difíciles y ción con períodos anteriores (ver Recuadro 15).
controvertidas relaciones entre las dos exigencias funda-
mentales de las que nacieron los Estados contemporáneos
Sin embargo, las facultades de la rama ejecutiva
en los países económica y socialmente más desarrollados, con relación a la rama legislativa en América Latina
la demanda por un lado de limitar el poder, y por el otro son considerables. En su gran mayoría, las consti-
de distribuirlo”. tuciones latinoamericanas están, como sabemos,
Fuente: Norberto Bobbio, Liberalismo y democracia (México D.F.:
inspiradas en la constitución de los Estados Unidos.
Fondo de Cultura Económica, 2008), pp. 7-8. De allí proviene la forma presidencialista que ca-
racteriza la organización política en la región. Pero
Una guía para el debate sobre los déficit republicanos 51
No. de decretos
País Presidente (años) Decretos constitucionales Decretos delegados Total
Argentina Alfonsín (1983-89) 11 – 11
Menem I (1989-95) 151 – 151
Menem II (1995-99) 98 43
De la Rúa (1999-2001) 73 83 156
Duhalde (2002-03) 151 41 192
N. Kirchner (2003-07) 231 58 289
C. Kirchner (2007-noviembre de 2008) 1 1 2
Bolivia 1985-2007 – .. ..
Brasil Sarney (1985-90) 327 0 327
Collor (1990-92) 89 2 91
Franco (1992-94) 142 0 142
Cardoso I (1995-98) 160 0 160
Cardoso II (1999-2002) 205 0 205
Lula I (2003-06) 240 0 240
Lula II (2007-noviembre 2008) 103 0 103
Chile 1990-2007 0 0 0
Colombia Gaviria (1990-04) 88 53 141
Samper (1994-98) 32 46 78
Pastrana (1998-2002) 17 25 42
Uribe I (2002-06) 17 25 42
Uribe II (2006-noviembre 2008) 6 6 12
Costa Rica 1990-2007 .. – ..
Ecuador Hurtado (1981-84) 12 – 21
Febres Cordero (1984-88) 21 – 21
Borja (1988-92) 13 – 13
Durá-Ballén (1992-96) 18 – 18
Bucaram (1996-97) 3 – 3
Alarcón (1997-98) 16 – 16
Mahuad (1998-2000) 13 – 13
Noboa (2000-03) 1 – 1
2003-07 .. – ..
El Salvador 1983-2007 .. – ..
Guatemala 1986-2007 – – –
Honduras 1982-2007 .. – ..
México 1980-2007 – .. ..
Nicaragua 1987-95 .. .. ..
1995-2007 – – –
Panamá 1983-2007 – .. ..
Paraguay 1992-2007 – – –
Perú Belaunde (1980-85) 667 348 1015
García I (1985-90) 1338 262 1600
Fujimori I (1990-95) 1036 330 1636
Fujimori II (1995-2000) 507 119 626
Paniagua (2000-01) 120 12 132
Toledo (2001-06) 204 42 246
García II (2006-noviembre 2008) 116 128 244
República Dominicana 1980-2007 .. – ..
Uruguay 1985-2007 0 – 0
Venezuela Herrera Campins (1979-84) 27 0 27
Lusinchi (1984-89) 58 71 129
Pérez (1989-93) 7 0 7
Velázquez (1993-94) 0 13 13
Caldera (1994-99) 13 8 21
Chavez I (1999-2000) 0 53 53
Chavez II (2000-06) 0 50 50
Chavez III (2007-noviembre 2008) 0 65 65
Nota: –: la información no es relevante; ..: la información no está disponible. (*) para Brasil, los datos sobre decretos constitucionales desde
1988 en adelante incluye sólo el número de medidas provisionales, con fuerza de ley, originales y no sus reediciones.
Fuente: Munck, G. (documento elaborado para el proyecto, 2009).
Una guía para el debate sobre los déficit republicanos 53
Esta situación apunta a la urgencia de desarrollar ingresar al debate público. En esta cuestión puede
salvaguardias para que ese poder no sea total y esté estar en juego un salto considerable en la calidad
dividido y bajo control permanente. Además, ha institucional de la república.
llevado a planteos sobre la conveniencia de ir hacia
las formas semi-presidencialistas, tomando como
Los mecanismos de control y rendición
ejemplo las constituciones francesa y portuguesa, o
de cuentas
directamente avanzando hacia formas de organiza-
ción de democracia parlamentaria, opciones que me- La forma republicana no sólo implica un sistema de
recen una seria consideración. Como es bien sabido, controles entre los grandes poderes del Estado, es
el parlamentarismo o el régimen semi-presidencial decir, el control horizontal entre los poderes formales
posee mecanismos que operan como “fusibles” para la del Estado. La república involucra también las agen-
resolución de las crisis políticas graves. Pero también cias especializadas de control, como las contralorías,
tiende a incrementar la capacidad de control sobre fiscalías y ministerios públicos. También mecanismos
los actos de gobierno (ver Recuadro 17). de rendición horizontal que son activados por los ciu-
dadanos, como es el caso de denuncias presentadas a
los ministerios públicos o defensores del pueblo (om-
Recuadro 17 Sistemas presidenciales y decretismo budsman), y los mecanismos de rendición de cuentas
Sartori nota, al comparar los regímenes parlamentarios y
vertical, de tipo societal, en los que ciudadanos y gru-
presidencialistas, que aunque los gobiernos parlamentarios pos de interés movilizan mecanismos institucionales
también pueden recurrir a los decretos, existe una diferen- con el fin de monitorear y fiscalizar el accionar de las
cia importante en el uso de decretos en estos dos tipos de agencias estatales (ver Recuadro 18).
sistemas. En el contexto de sistemas parlamentarios, “se
exige que su “gobierno por decreto” sea excepcional, que
se justifique debido a su urgencia, y además se le somete a
rigurosas condiciones. En cambio, el decretismo, el gobier- Recuadro 18 Tres tipos de rendición de cuentas
no por decreto por encima de los líderes del Congreso, es
endémico y a menudo epidémico en América Latina”. Guillermo O’Donnell ha distinguido varios tipos de
accountability: “Uno de ellos es el vertical, que en un
Fuente: Giovanni Sartori, Ingeniería constitucional comparada. régimen democrático es ejercido por la ciudadanía por
Una investigación de estructuras, incentivos y resultados (México: medio de elecciones que determinan quiénes van a ocupar
Fondo de Cultura Económica, 1994), p. 179. temporariamente las posiciones de gobierno”. En cuanto
al segundo, explica: “La accountability horizontal, que
definí como la existencia de agencias estatales que tienen
la autoridad legal y están dispuestas y capacitadas para
Un argumento habitual cuando se evoca este tema emprender acciones que van desde el contralor rutinario
es la dificultad de otorgar un papel más activo al par- hasta sanciones legales o impeachment, en relación con ac-
lamento, cuando en muchas ocasiones existen déficit tuaciones u omisiones de otros funcionarios o instituciones
importantes en su funcionamiento actual. Se suele del Estado que pueden, en principio o presuntamente, ser
decir que este cambio implicaría buscar la solución calificadas como ilícitos”. El tercer tipo “es el societal, que
se pone en movimiento cuando algunos sectores sociales
en uno de los eslabones más débiles del sistema. Sin demandan que se anulen o castiguen decisiones estatales
embargo, la necesidad de comparecer ante el Con- que consideran ilegales o severamente gravosas para sus
greso de las principales autoridades del Gobierno, los intereses”.
obliga a demostrar de manera periódica que están en
Fuente: Guillermo O’Donnell, “Hacia un Estado de y para la De-
conocimiento detallado de las políticas que ejecutan, mocracia,” pp. 25-62, en PNUD (Programa de las Naciones Unidas
a defenderlas y a proponer rápidamente alternativas para el Desarrollo), Democracia/Estado/Ciudadanía. Hacia un
a situaciones nuevas que se evocan en el debate. Por Estado de y para la Democracia en América Latina (Nueva York:
PNUD, 2008), p. 38.
lo tanto, es probable que la mayor exigencia mejore
la selección y aptitudes de quienes ocupan las re-
presentaciones en el Estado, esto es, que un sistema
parlamentario incentive una mejor calidad, tanto de Dentro de esta cuestión de los controles de la
los gobiernos como de los congresos. acción estatal, la corrupción aparece como un tema
En todo caso, el tema, lejos de ser sólo una cues- particularmente sensible ante la opinión pública con
tión académica o de análisis constitucional, debería importantes derivaciones sobre el funcionamiento
54 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Cuadro 5 Porcentaje de encuestados en Latinoamérica que denuncian haber sido instados a pagar sobornos por parte de
actores de diferentes sectores
Los datos provienen de la Tabla 7, Seligson y Zéphyr, Informe Global sobre Corrupción, (2008), p. 314.
Recuadro 20 Más allá de la corrupción Recuadro 21 Algunas experiencias de auditorías
sociales
“El Estado siempre tuvo que defenderse de la corrup-
ción –la forma más antigua de violencia contra los En Chile, durante más de diez años, al igual que el estado
derechos republicanos–; sin embargo, en los tiempos brasileño de Paraná, se ha evaluado escuelas estudiando
modernos hay otras y más sofisticadas formas de captu- tanto los datos concretos respecto del desempeño como
ra de la cosa pública, muchas de ellas legales: impuestos las evaluaciones de los ciudadanos. El Programa de Pro-
y subsidios abusivos, remuneraciones desproporciona- moción de la Reforma Educativa en América Latina y el
das en relación con los servicios prestados al Estado, Caribe (PREAL) lleva a cabo evaluaciones mediante tar-
socorro a bancos y a otras empresas para evitar su jetas de calificación en diversos países. El proyecto Cartas
quiebra sin que los accionistas pierdan en consecuencia Compromiso de Argentina utiliza tarjetas de calificación
su propiedad, etcétera”. de los ciudadanos para diversos servicios como parte de
una estrategia general de generación de responsabilidad.
“Para que el Estado, además de capaz sea republicano, es
preciso que tenga instrumentos internos para defenderse Fuente: Carmen Apaza y Michael Johnston, texto preparado
de los intentos de captura de individuos y organizaciones el proyecto.
poderosas”.
■■ “Desde el principio, haga que tanto los gerentes de los organismos como los empleados públicos participen en el proceso
de diseño de los indicadores y los puntos de referencia.
■■ Comience con las adquisiciones: esas funciones son un punto principal para la corrupción en muchas sociedades y ofrecen
grandes oportunidades de enviar importantes mensajes acerca de la transparencia activa. También pueden generar, relativa-
mente rápido, eficiencias y beneficios presupuestarios que pueden medirse.
■■ En primer lugar haga hincapié en unos pocos servicios y bienes básicos, cuya naturaleza y cuyos precios se conozcan y
entiendan ampliamente.
■■ Evite hacer hincapié en el desempeño de las ‘tablas de calificación’ entre múltiples organismos. En cambio, haga hincapié
en que las comparaciones más importantes son aquellas que se hacen con el mismo organismo a través del tiempo.
■■ Recompense de manera amplia y pública el desempeño bueno y mejorado; genere confianza entre los gerentes de los or-
ganismos y los empleados públicos.
■■ Brinde garantías creíbles a los gerentes de los organismos, los sindicatos de empleados, los licitantes de contratos y los
ciudadanos participantes, de que se protegerán las actividades de buena fe.
■■ Garantice oportunidades, que no incluyan confrontación, para que los gerentes de los organismos rindan cuentas de los
resultados ‘atípicos’ en los indicadores.
■■ Controle el proceso cuidadosamente y construya puntos de referencia amplios, para evitar ‘jugar’ con los indicadores.
■■ Haga hincapié en los valores positivos: integridad, responsabilidad, capacidad de respuesta: resista la tentación de que los
datos se conviertan en otro índice de la corrupción.
■■ A través del tiempo, agregue otros tipos de evidencia: encuestas de empleados públicos, operadores de pequeñas empresas,
grupos de ciudadanos. Anime a los empleados públicos y a los gerentes de los organismos a proponer nuevos indicadores y
puntos de referencia.
■■ Publique los resultados ampliamente, incluyendo puntos positivos y constructivos siempre que sea posible.
■■ Continúe realizando el esfuerzo: mantenga y expanda la recolección de datos, generando comparaciones a más largo plazo
y puntos de referencia más amplios”.
“Un dilema aún pendiente de resolución es cuánta institucionalización es requerida de manera que no se asfixie la autonomía
social y, a la vez, no torne vulnerables la participación ciudadana en general y el control social en particular. Otro dilema
asociado al anterior es cuánto de orgánico debe tener el control social, sobre todo habida cuenta de que la organización es un
recurso escaso que, al ser privilegiado, puede contribuir a la “elitización” de la participación ciudadana.
La primera consideración al respecto es que la institucionalización del control social no depende de la mayor (o menor)
cantidad de órganos, leyes ni sistemas que se creen en torno a él. Esta dimensión es apenas parte del problema, aunque usual-
mente tendemos a confundirlo como ‘el problema’. La segunda consideración que cabe realizar es que el asunto de la institu-
cionalización del control social no siempre es pertinente, ya que existen manifestaciones del control social que no pueden ser
reducidas al problema de su institucionalización a pesar de que pueden ser influidas por ella. En este último sentido hay que
comenzar por hacer la distinción entre control social promovido desde el Estado y el que se desarrolla en forma espontánea
desde la sociedad”.
Fuente: Nuria Cunill Grau, “La rendición de cuentas y el control social. Una aproximación conceptual” trabajo preparado para el I Seminario
Internacional “Rendición de Cuentas y Control Ciudadano en Entidades Territoriales,” Bogotá, Colombia, 12-13 de abril 2007, pp. 12-13.
Como se dijo al inicio de esta sección, las elec- las nuevas funciones que debe tener el Estado en esta
ciones libres y limpias son indispensables para la etapa pueden volverse contra los espacios de libertad
democracia. Pero que una sociedad sea una demo- de los individuos y el ejercicio de sus derechos. Un
cracia electoral no asegura que el gobierno refleje las Estado con poder pero con una república débil puede
preferencias de la mayoría de los ciudadanos. Sin un ser una seria limitación al desarrollo y ampliación de
sistema republicano, con su sistema de balances y la ciudadanía.
controles del poder público, el ejercicio del poder y
CAPÍTULO CUATRO
Temas y preguntas
El desafío actual para la transformación del Estado no consiste, sin embargo, en el debate entre
“más o menos Estado”. El objetivo es el desarrollo de un sector público con capacidad de planifica-
ción estratégica y con políticas efectivas de educación, salud, seguridad, y de apoyo al crecimiento
económico sostenible y al empleo. Los ejes de la renovación estatal son la profesionalización del
servicio civil, la modernización de las organizaciones burocráticas y el fortalecimiento del poder
político del Estado, para que los objetivos definidos mayoritariamente por las sociedades puedan
alcanzarse.
99 ¿Los problemas de América Latina se deben a una presencia excesiva del Estado o a su
retirada?
99 ¿Cuáles son las políticas para profesionalizar y modernizar la burocracia pública consi-
derando los actores políticos y sociales involucrados, especialmente los sindicatos estata-
les?
99 ¿Cuál es el modelo de administración pública necesario ante las aspiraciones y las nece-
sidades de cada país latinoamericano?
99 ¿Cómo fortalecer la legitimidad estatal y el poder para planificar, diseñar y aplicar las
políticas públicas?
99 ¿Es la captura por poderes fácticos un riesgo para la capacidad del Estado de ejecutar la
voluntad mayoritaria?
59
60 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
competitivo con el poder público encargado de ejecutar la voluntad expresada en las elecciones.
En ese sentido, la inequitativa distribución del ingreso existente hace necesaria una redistribución
de poder y un aumento de la autonomía estatal respecto a los poderes fácticos. El Estado es un
instrumento indispensable en esta tarea. Pero muchas veces carece de autonomía en relación con
los sectores económicamente más poderosos y, por ende, poder para hacerlo.
El argumento reiterado de que el Estado no le sirve al ciudadano se explica, así, no sólo porque
el Estado es débil o le falta capacidad (la razón técnica), sino fundamentalmente por una razón
política: porque el Estado no les pertenece a las mayorías, en parte porque la voluntad de la
mayoría no se organiza alrededor de opciones sustantivas, porque la voluntad de la mayoría es
ignorada en el ejercicio del poder y porque el Estado es capturado por los poderes fácticos.
La dependencia de los poderes fácticos genera ruptura entre el Estado y el resto de la sociedad,
lo aleja aun más del ciudadano. Este punto interactúa con el tema del Estado y de la representa-
ción: si hay mejor representación, el Estado tiene la capacidad de producir mayores cambios. La
representación fortalece la autonomía estatal. La organización republicana la controla.
La insuficiente capacidad estatal para formular políticas públicas y la falta de poder político para
la aplicación de políticas redistributivas representan algunos de los mayores obstáculos para la
expansión de la ciudadanía social y la reducción de brechas de bienestar. Un caso típico se observa
en la cuestión impositiva, la que nos interesa aquí, no tanto desde la óptica económica, sino desde
la perspectiva política.
99 Las preguntas, generalmente eludidas, son ¿quién ejerce control sobre el Estado? Y, también,
¿genera éste las políticas votadas mayoritariamente o, por el contrario, está capturado por
sectores minoritarios y alejado de la voluntad general? Quién tiene el poder en el Estado
no es un debate instalado en nuestras sociedades, a pesar de que de esa cuestión depende,
nada menos, conocer para quién actúa el Estado.
99 ¿Cuáles son las políticas clave para lograr la recuperación de la estatalidad?
99 ¿Cuán importante es en esta materia introducir profundas reformas en el sistema impo-
sitivo?
99 ¿Cómo construir capacidad técnica para hacer de la cuestión fiscal y tributaria una he-
rramienta para la reducción de brechas sociales?
99 ¿Cómo generar poder político para lograrlo?
99 ¿Cómo puede contribuir a este resultado la mejora en los mecanismos institucionalizados
de diálogo económico y social?
• El desbalance de poder entre los miembros de der la naturaleza de la crisis de representación. Como
una sociedad requiere de la capacidad regulatoria se ha indicado anteriormente, la desigualdad extrema
estatal. Lograr un razonable equilibrio no se pro- de poder implica pérdida de capacidad estatal para ex-
ducirá espontáneamente ni lo generará las fuerzas pandir la ciudadanía. Esa pérdida está, en parte, en el
del mercado. origen de la crisis de representación. No sólo porque
• Sin embargo, la concentración de poder fuera del restringe el proceso democrático de opción ciudadana
Estado afecta la capacidad de éste para regular el (control de la agenda), sino también porque limita la
poder en la sociedad. El Estado llega en ocasiones efectiva tramitación de las demandas sociales.
a ser secuestrado por los poderes fácticos.
• Esto conduce a una peligrosa realimentación: la
debilidad de poder produce debilidad estatal y Otra consecuencia es que este análisis dará
ella, a su vez, amplía los desequilibrios de poder también una nueva perspectiva en términos
en la sociedad. de comprender la naturaleza de la crisis de
• En esas condiciones, la capacidad de un sistema representación.
democrático para resolver los déficit civiles y
sociales es escasa y, por ende, la crisis de represen-
tación se amplía y el apoyo popular disminuye por
la pérdida de legitimidad del gobierno. Dimensión, función y capacidad estatal
• Nos internamos en un proceso que nos aleja cada
Aunque la estatalidad avanzó en América Latina
vez más de la idea de la democracia de ciudada-
durante la fase de industrialización dirigida por el
nía posible que expusimos al comienzo de este
Estado, fue variable en los distintos países, que en
trabajo.
numerosos casos continuaron mostrando grandes
déficit de desarrollo estatal. Las reformas económi-
Por estos motivos, nuestros estudios sobre la soste-
cas estructurales apostaron a un Estado con grados
nibilidad democrática deben asumir como una cues-
crecientes de desregulación de la economía e incluso
tión central el análisis del poder, su concentración y la
a un papel subsidiario en muchas dimensiones del de-
pérdida de la capacidad estatal para democratizar.
sarrollo social. No pocas veces confundieron, además,
Una consecuencia de aplicar esta perspectiva será
la reforma del Estado con el recorte del gasto público
mostrar los efectos limitados que suelen tener los
necesario para restablecer unas finanzas públicas sa-
programas de reforma estatal. Un ejemplo lo consti-
nas. En efecto, las condicionalidades impuestas por
tuyen los esfuerzos, frecuentemente infructíferos, de
los organismos financieros internacionales comenza-
reformas institucionales que no tienen en cuenta la
ron al inicio de los años ochenta siendo estrictamente
debilidad sustantiva del Estado para ejecutar políticas.
económicas, pero gradualmente se ampliaron a las
O, de manera más general, la idea que el fortaleci-
cuestiones de naturaleza extra-económica, que ter-
miento técnico de las instituciones implica un Estado
minaron por limitar las funciones y por deteriorar las
que funciona mejor. Un Estado sin poder no podrá
estructuras y los recursos técnicos estatales. La idea
contar con burocracias eficaces ni con instituciones
dominante de que el achicamiento al Estado era una
aptas. Este es el caso de las reformas en la adminis-
condición necesaria para el desarrollo e indispensable
tración de justicia que intentan mejorar la eficacia de
para resolver el problema de la deuda, se instaló como
burocracias judiciales, pero que no cuentan con un
un punto casi indiscutible de la agenda pública.
Estado con poder para aplicar las normas.
La confianza excesiva en mercados y la racionaliza-
Otra consecuencia es que este análisis dará tam-
ción del gasto condujeron, de esta manera, a un Estado
bién una nueva perspectiva en términos de compren-
insuficiente para asegurar la democracia y, paradójica-
mente, para apuntalar el funcionamiento de economías
Por estos motivos, nuestros estudios sobre la
de mercado que conjugasen crecimiento con desarrollo
sostenibilidad democrática deben asumir como
humano e inclusión social. A los déficit históricos de
una cuestión central el análisis del poder, su
estatalidad con que contaban muchos países se unieron
concentración y la pérdida de la capacidad estatal
otros nuevos, que afectaron incluso a aquéllos que más
para democratizar.
habían avanzado en el pasado en la construcción de
instituciones estatales más desarrolladas.
64 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
44,0%
42,2%
38,4%
24,8%
23,2%
19,6%
5,2% 5,6%
Fuente: Con base en datos provenientes de la CEPAL (Badecon) y de la OCDE, Perspectivas Económicas de América Latina 2009, Capítulo II; Pers-
pectivas Económicas de América Latina 2008, Capítulo I).
“La burocracia estatal terminará convirtiéndose en un verdadero cementerio de proyectos políticos, con lo cual resultará cada
vez más difícil reconstruirla a nuevo, a menos que algún gobierno consiga remover y renovar las viejas normas, desmantelar
las antiguas estructuras, y/o erradicar pautas culturales y patrones de comportamiento indeseables.”
“Es difícil suponer que un verdadero proceso de cambio en materia de servicio civil pueda comenzar sin establecer la
obligatoriedad definitiva del concurso como única vía de incorporación al sector público. Un subsistema de concurso cierra
automáticamente las vías de ingreso no basadas en este principio. A continuación, el siguiente cambio de reglas de juego de-
bería corresponder a la evaluación del desempeño, tecnología que vincula el pasado con el futuro de la gestión. En efecto, la
evaluación permite establecer la contribución relativa de cada servidor público a la producción de bienes y servicios públicos
(mirada al pasado), pero también ofrece información para evaluar déficit de capacitación, establecer perfiles de carrera y po-
sibilidades de ascenso, considerar el otorgamiento de premios o aumentos salariales (mirada al futuro). Este es posiblemente
uno de los aspectos más complejos para elaborar, pero también para implementar tecnologías en materia de modernización
de una carrera profesional. También lo es el establecimiento de nuevos escalafones o regímenes de personal, así como una
profunda reforma de la estructura y composición de las remuneraciones”.
Temas y preguntas
• La tributación como instrumento para equilibrar los poderes económicos y los políticos. El
reto para la región en términos de generación de capacidad fiscal es doble: disminuir la depen-
dencia de los tributos indirectos y, a la vez, mantener o aumentar, según los casos, la recaudación
fiscal. No se generan los recursos necesarios para reducir la brecha de ciudadanía y lo disponible
no impacta lo suficiente sobre el bienestar de las mayorías.
99 ¿Cuáles son las reformas necesarias para reducir la dependencia de los Estados latinoame-
ricanos de los recursos de “fácil” recaudación como los impuestos indirectos y los ingresos
no tributarios?
99 ¿Cuáles son los instrumentos fiscales más aptos para reducir la concentración, disminu-
yendo consecuentemente la brecha de bienestar?
Altos niveles de desigualdad están relacionados con bajos niveles de ingresos fiscales por con-
cepto de tributación directa, mientras que a niveles altos de recaudación directa corresponden
bajos niveles de desigualdad de ingresos. La tributación directa sería, por lo tanto, más efectiva
en términos redistributivos, a partir de niveles altos de imposición.
99 ¿Cuáles son los caminos políticos y las reformas institucionales para incrementar los
impuestos directos, especialmente a las personas naturales, considerando las mayores
dificultades técnicas en su recaudación?
69
70 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
15,6%
10,9%
9,4%
8,7%
6,6% 6,2%
4,1%
2,6%
0,6% 0,7%
Fuente: Con base en datos provenientes de la CEPAL (Badecon) y de la OCDE, Perspectivas Económicas de América Latina 2009, Capítulo II; Perspec-
tivas Económicas de América Latina 2008, Capítulo I).
72 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
de tributación en función del nivel de ingreso de en los países OCDE con menor presión tributaria
los países, América Latina debería recaudar cuatro directa, como Turquía, Grecia y Portugal.
puntos adicionales del PIB en ingresos tributarios, Al analizar la relación entre tributación directa
concentrados en su mayoría en el impuesto a la renta, y desigualdad de ingresos en la OCDE constatamos
especialmente de personas naturales. la existencia de una relación inversa. Los países con
altos niveles de desigualdad, (como Polonia, Portugal
y Turquía) tienden a tener bajos niveles de ingresos
fiscales por concepto de tributación directa, mientras
La tributación directa es uno de los instrumen-
que a niveles altos de recaudación directa correspon-
tos de política económica con mayor potencial
den bajos niveles de desigualdad de ingresos (como
redistributivo; sin embargo, es uno de los menos
en Dinamarca, Noruega y Suecia).
empleados en América Latina.
En América Latina también se observa una rela-
ción de este tipo, pero no es tan nítida. No obstante,
la recaudación directa en Latinoamérica apenas re-
Los impuestos sobre ingreso, utilidades y ganan-
cias de personas naturales y corporaciones represen-
tan en promedio 5% del Producto Interno Bruto de la
Recuadro 29 La tributación de las clases altas
región, cifra muy inferior al 12,7% registrado en los
países de la OCDE (ver Gráfico 15). Los niveles corres- “[…] Para ser capaz de jugar un papel significativo en
pondientes de tributación son extremadamente bajos modificar los ingresos relativos, los gobiernos deben tener
en algunos países latinoamericanos, como Guatemala acceso a recursos significativos y no asignados. Estos re-
cursos deben obtenerse predominantemente de las clases
y Paraguay. Pero aún los que tienen mayores niveles de
sociales con mayores ingresos.”
tributación directa en la región como proporción del
PIB, como Brasil, Chile, Perú y Venezuela, presentan Fuente: Vito Tanzi, texto elaborado para el proyecto.
niveles de recaudación comparables a los registrados
Gráfico 15 Impuestos sobre ingreso, utilidades y ganancias en América Latina y países OCDE
Impuestos sobre ingreso, utilidades y ganancias de capital (% PIB)
14
12,7
12
10
8,4
7,7 7,7
8
7,3
5,7
6 5,4 5,5
4,9 5,1
4,7 4,8
4,6
3,9 4,1
4 3,6
3,3
2,6 2,9
2,0
2
0
Y
TM
RY
RI
EX
at
IC
E
BO
H
SL
D
PR
PE
BR
PA
EC
VE
AR
O
.L
C
N
M
U
C
C
C
G
H
D
Am
Notas: En el caso de América Latina se emplean datos del gobierno central para el año 2007. Para Argentina y Brasil se emplean datos del
gobierno general.
Los datos OCDE corresponden al gobierno general de 29 países para los años 2006, 2007. Se excluye a México.
Fuentes: Elaboración propia en base a datos provenientes de CEPAL-Badecon, OCDE (2008): Growing Unequal? Income Distribution and Poverty
in OECD Countries; OCDE (2009): Perspectivas Económicas de América Latina; OCDE (2009): Economic Policy Reforms 2009: Going for Growth.
74 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
presenta en promedio un poco más de un tercio de y cómo generar el apoyo político para lograrlo. Por
lo recaudado en la OCDE por concepto de impuestos consiguiente, el fortalecimiento de la estructura tri-
sobre ingreso, utilidades y ganancias de personas butaria y del impacto redistributivo del gasto público
naturales y corporaciones. social son elementos fundamentales del “Pacto Fiscal”
Cabe agregar que la recaudación directa en la en la región, para utilizar un término que la CEPAL
OCDE se sustenta en mayor parte en la tributación propuso hace una década.
de personas naturales, técnicamente más compleja y
cuyo impacto redistributivo es potencialmente más
importante, al contrario de lo registrado en Latino- No se generan los recursos necesarios para
américa, donde la mayoría de los ingresos tributarios reducir la brecha de ciudadanía y lo disponible
directos provienen de las corporaciones. no impacta lo suficiente sobre el bienestar de
Uno de los principales obstáculos que afronta la las mayorías. Las dos cuestiones que resultan
región en materia de reducción de brechas sociales es, centrales para la agenda política regional son, por
por lo tanto, la ineficacia e ineficiencia de la política lo tanto, cómo construir capacidad técnica para
fiscal y tributaria. En otras palabras, no se generan hacer de la cuestión fiscal y tributaria una herra-
los recursos necesarios para reducir la brecha de mienta para la reducción de brechas sociales y
ciudadanía y lo disponible no impacta lo suficiente cómo generar el apoyo político para lograrlo. Por
sobre el bienestar de las mayorías. Las dos cuestiones consiguiente, el fortalecimiento de la estructura
que resultan centrales para la agenda política regional tributaria y del impacto redistributivo del gasto
son, por lo tanto, cómo construir capacidad técni- público social son elementos fundamentales del
ca para hacer de la cuestión fiscal y tributaria una “Pacto Fiscal” en la región.
herramienta para la reducción de brechas sociales
60 GT M H N D C OL
B OL
BRA
D OM
N IC
PRY EC U P A N
CHL
Desigualdad de ingresos (Gini)
M EX ARG
50 SLV P ER
CRI
UR Y VEN
T UR
40 PRT US A
IT A
P OL IR L
GR C J P N ESP CAN
GB R A US NZL
30 KOR
H UN
D EU
CHE
FRA N OR
B EL
IS L
SVK CZE N LD F IN
A UT
L UX
S WE DNK
20
10
0 5 10 15 20 25 30
Impuestos sobre ingresos, utilidades y ganancias de capital en América Latina y países OCDE (% PIB)
Notas: La desigualdad de ingresos es medida por el coeficiente de Gini (último valor disponible en el período 2005-2007). El Gini medio de
América Latina es de 52,8 (promedio simple). El Gini medio de los países OCDE es de 30,5 (promedio simple).
Para América Latina se emplean datos del gobierno central para el año 2007. En los casos de Argentina y Brasil se emplean datos del gobierno
general.
Los datos OCDE corresponden al gobierno general de 29 países para los años 2006, 2007. Se excluye a México.
Fuentes: Elaboración propia en base a datos provenientes de CEPAL (Badecon, Badeinso); OCDE (2008): Growing Unequal? Income Distribution and Po-
verty in OECD Countries; OCDE (2009): Perspectivas Económicas de América Latina; OCDE (2009): Economic Policy Reforms 2009: Going for Growth.
guías para la discusión de tres políticas públicas prioritarias 75
Temas y preguntas
• La universalidad como principio en el diseño de la política social. Las sociedades altamente
desiguales tienden a generar instituciones en las que no sólo la protección social es más limitada
y la fiscalidad menos progresiva, sino también donde los excluidos tienen una voz que es más
débil y tienden a estar, por lo tanto, por fuera de las negociaciones políticas donde se deciden
temas que son esenciales para su suerte.
Los principios de ciudadanía social implican que la sociedad debe proporcionar a todos sus
miembros estándares mínimos de bienestar. Este concepto contrasta con la realidad de las socie-
dades latinoamericanas, donde los sectores de más altos recursos acceden a los sistemas privados,
reproduciendo así las grandes segmentaciones sociales existentes.
99 ¿Cómo lograr el apoyo político para reintroducir los mecanismos universales y solidarios
en las políticas sociales?
99 ¿Cómo avanzar para que la participación política, la expresión de demandas, movilice a
sectores marginados del debate y logre que se involucren en el debate político?
• La segmentación en la provisión de los servicios sociales. Debido a las fallas acentuadas que
caracterizan a los mercados de provisión de los servicios sociales, la presencia de diversos agentes
de prestación puede terminar creando sistemas mucho más segmentados, en los que unos agentes
tienden a especializarse en los sectores de mayores ingresos y otros en los de menores ingresos,
ofreciendo muchas veces servicios de menor calidad. Esta parece ser también la historia de los
sistemas de salud.
• El desafío de “formalizar lo informal”. Muchos trabajadores del sector informal y sus familias
no tienen los beneficios sociales equivalentes a los del sector formal. Las empresas informales,
muchas de las cuales son de trabajadores por cuenta propia, no tienen acceso a la tierra, el capital,
la tecnología y al entrenamiento empresarial, necesarios para mejorar la productividad.
99 ¿Qué reformas se deben poner en marcha para favorecer la extensión del “trabajo decente”
y las oportunidades para las empresas informales?
Los mínimos de ciudadanía social crean estructuras de poder económico y político que
condición necesaria de la democracia tienden a reproducir las estructuras de desigualdad.
Los avances de los últimos años en diversos indi-
La segunda área de política pública se refiere a la cadores sociales se manifiestan sobre un persistente
persistencia de enormes desigualdades económicas y trasfondo de fuertes desigualdades y vulnerabilidad
sociales. Éstas afectan directamente la capacidad de socioeconómica de buena parte de la población (ver
satisfacer los derechos sociales de los ciudadanos y Recuadro 30).
76 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Gráfico 17 Relación entre el efecto distributivo del gasto social y el desarrollo humano
0
0,7 0,75 0,8 0,85 0,9 0,95
-0,01
-0,02
Efecto redistributivo (puntos de Gini)
GUA EL S
-0,03
HON PER ECU
-0,04
BOL MEX
-0,05
-0,06 PAN
COL
BRA
-0,07
CR
-0,08
UR CHI
-0,09
ARG
-0,1
Índice de desarrollo humano social (educación y salud)
Nota: El índice de desarrollo humano social es calculado a partir de los componentes de educación y salud del índice de desarrollo humano.
Fuente: Elaboración propia en base a datos provenientes de PNUD (2007), Anexo Estadístico, Cuadro 1 y CEPAL (2007), Cuadros II.16 a 19.
sus políticas sociales –Brasil, Colombia y Panamá– la solución. Es, además, esencial para poder financiar
tienen también impactos redistributivos intermedios el acceso a los beneficios sociales de los trabajadores
del gasto social. A estos niveles intermedios de desa- que laboran en las condiciones precarias que carac-
rrollo humano, sin embargo, Ecuador, México y Perú terizan al sector informal urbano y a la producción
tienen un impacto redistributivo más limitado de sus campesina (y, obviamente, a las familias de dichos
políticas sociales. trabajadores). Para lograr los objetivos de univer-
La implicación básica de este análisis es que la salización es esencial, en otras palabras, desatar el
prioridad de la política social debe ser la provisión de acceso a los beneficios sociales de las modalidades
servicios que se puedan efectivamente universalizar. específicas de empleo.
El alcance de beneficios que cumplen ese criterio
dependerá del nivel de desarrollo alcanzado por un
país. La definición de cuáles son esos beneficios y cuál La implicación básica de este análisis es que la
es su alcance debe ser objeto de una elección demo- prioridad de la política social debe ser la provi-
crática; de hecho, puede considerarse como una de sión de servicios que se puedan efectivamente
las decisiones más importantes de toda democracia. universalizar.
El sistema político debe definir también cómo se or-
ganizan y financian los servicios correspondientes.
Uno de los temas sobre los cuales se ha prestado El diseño de unas finanzas públicas sólidas es de-
poca atención en los debates correspondientes es terminante, por lo tanto, no solo como elemento de
el de la segmentación en la provisión de servicios construcción de estatalidad sino también para hacer
sociales. Entre los problemas de segmentación que efectivos los principios de ciudadanía social. El for-
caracterizan los sistemas de bienestar social en la talecimiento de la estructura tributaria es, por ende,
región sobresalen dos: la que ata el acceso a ciertos un elemento fundamental del Pacto Fiscal necesario
servicios sociales al nivel de ingreso de una persona para avanzar hacia una política social más universal,
o familia y la que ata dicho acceso al empleo formal. solidaria e integral.
Por este motivo, el uso activo de las finanzas públicas La tarea de extender los beneficios sociales a los
como mecanismo redistributivo es parte esencial de sectores de la población que laboran en condiciones
80 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Temas y preguntas
• La deserción de los mecanismos públicos de seguridad y justicia. La pérdida de la capacidad
estatal en hacer valer la legalidad lleva a una creciente tendencia de los latinoamericanos a deser-
tar de los mecanismos públicos de seguridad y justicia, que van desde la renuencia a denunciar
hechos delictivos, la proliferación de las empresas de seguridad privada (con un marco legal
y supervisión estatal insuficiente) hasta la entronización del linchamiento como método para
combatir la delincuencia.
99 ¿Qué estrategia política está al alcance de nuestras sociedades para revertir en el corto
y mediano plazo la tendencia de pérdida del monopolio de la fuerza legítima por parte
del Estado?
• La penetración del crimen organizado, particularmente del narcotráfico. Pese a los intentos
de erradicación de cultivos ilícitos e interdicción del tráfico de drogas, la región es la principal
productora de cocaína del mundo, mientras aumenta su participación en la producción de dro-
gas opiáceas y sintéticas. Como productores, sitios de tránsito y almacenamiento, legitimación
de capitales ilícitos, puntos de acceso al mercado estadounidense o mercados de consumo, los
países latinoamericanos participan en un comercio ilícito que moviliza decenas de billones de
dólares cada año.
99 ¿Cómo enfrentar los recursos y capacidades crecientes del crimen organizado y su infil-
tración en los Estados latinoamericanos?
99 ¿Cuáles son las políticas eficaces y ajustadas al Estado Democrático de Derecho más aptas
para reducir los niveles de comercio ilícito y los elevados niveles de homicidios dolosos?
99 ¿Cuáles son las opciones entre el “garantismo extremo” y la “mano dura”, es decir, para
poner en práctica políticas de seguridad que respeten los derechos humanos y sean al
mismo tiempo eficaces?
Estado y seguridad pública. Cómo familiar, de algún acto delictivo.33 El 27% de los homi-
enfrentar eficazmente la inseguridad cidios dolosos que ocurren en el mundo tienen lugar
pública desde la democracia en América Latina, una región que cuenta apenas con
un 8,5% de la población global. Así, en lo que va de
La región de América Latina tiene los más altos la presente década más de 1,2 millones de latinoa-
niveles de violencia delictiva del mundo. Cada año,
aproximadamente 200 millones de latinoamericanos
33 Cálculo apoyado en Latinobarómetro, Informe Latinobaróme-
y caribeños –un tercio de la población total de la tro 2008 (Santiago de Chile: Corporación Latinobarómetro,
región– son víctimas, directamente o en su núcleo 2008).
82 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
Cada año, aproximadamente 200 millones de Recuadro 34 Crimen y territorio en una nación
latinoamericanos y caribeños –un tercio de centroamericana
la población total de la región– son víctimas, La policía estima que la mayoría de los homicidios está
directamente o en su núcleo familiar, de algún relacionada con la actividad de las llamadas maras, que
acto delictivo. no sólo se enfrentan a muerte por rivalidades territoriales,
sino que asesinan a una gran cantidad de víctimas por-
que no pagan impuestos o rentas en las extorsiones que
imponen al transporte público urbano y a los negocios
mericanos han perdido la vida como resultado de la ubicados en las barriadas pobres. El año pasado, varias
violencia delictiva, mucha de ella ligada a actividades escuelas en zonas peligrosas cerraron sus puertas porque
criminales transnacionales.34 las maras estaban cobrando rentas por cada profesor que
Los datos regionales sobre los homicidios dolo- impartía clase.
sos en América Latina esconden, sin embargo, una Fuente: Dalton, J. Ola de asesinatos en El Salvador (El País, 2009,
significativa heterogeneidad y cubren desde casos 16 de septiembre).
como El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela,
con las tasas más altas del mundo, hasta países como
Chile, Bolivia, Argentina, Perú y Uruguay, con cifras
existen múltiples casos donde las organizaciones de-
relativamente bajas.
lictivas controlan zonas geográficas que defienden de
Los homicidios dolosos son la consecuencia más
otros grupos rivales, con los que compiten mientras
aguda y visible del problema. La proporción de hogares
extorsionan y cobran rentas a los vecinos a cambio de
en los que alguna persona ha sido víctima de algún
“protección”. Para los habitantes de estos territorios,
hecho delictivo en el último año es superior al 25%
situados en algunos casos en el corazón de algunas
en casi todos los países latinoamericanos y se acerca
metrópolis latinoamericanas, la violencia, las drogas
o supera la mitad de los hogares en algunos países
y las armas forman parte de la cotidianidad (ver
(Latinobarómetro, 2008). A esta grave situación se
Recuadro 35).
suman las diversas manifestaciones de violencia cuya
magnitud es apenas motivo de conjetura. Diversas
estimaciones sitúan entre 50 mil y 350 mil el número La proporción de hogares en los que alguna
de miembros de pandillas juveniles conocidas como persona ha sido víctima de algún hecho delictivo
maras en México y el norte de Centroamérica35 (USAID, en el último año es superior al 25% en casi todos
2006). Estas pandillas, tienen una incidencia significa- los países latinoamericanos.
tiva en los niveles de violencia en la región, así como
una creciente participación en tareas de apoyo al cri-
men organizado (ver Recuadro 34). Por otro lado, se En estos territorios el déficit de estatalidad es
presume que más del 50% de los secuestros extorsivos extremo. Las fuerzas de seguridad están en algunos
del mundo ocurren en América Latina. casos en connivencia con el crimen organizado y en
Por todo lo anterior, no es casual que en el año otras han sido directamente expulsadas. En ocasiones,
2008, en los países latinoamericanos un 17% de la para desarticular puntos de venta de droga, incautar
población señalara a la delincuencia como el principal armas y estupefacientes, la policía realiza verdaderos
problema del país, la cifra más alta entre todos los operativos bélicos, que dejan víctimas colaterales
problemas mencionados. por el fuego cruzado, torturas y ejecuciones extra-
La cuestión territorial es clave para entender las judiciales. En todos los casos, ante la imposibilidad
especificidades de la violencia y, por lo tanto, para de aplicación de la Justicia, reina la impunidad. Así,
el diseño de las políticas de seguridad. En la región la ineficiente e ineficaz presencia estatal redunda en
inseguridad, corrupción, policías asesinados y viola-
34 Cálculo apoyado en cifras de OMS. Organización Mundial ciones de los derechos humanos.
de la Salud [OMS], “World report on violence and health” Estos territorios son por lo general barriadas po-
(Ginebra: OMS/WHO, 2002).
35 United States Agency for International Development
bres donde la exclusión social es sufrida por niños y
[USAID], Central America and Mexico gang assessment jóvenes que crecen sin expectativas ni oportunidades
(Washington DC: USAID, 2006). y conviven cotidianamente con la violencia, producto
guías para la discusión de tres políticas públicas prioritarias 83
considera inútil o contraproducente para enfrentar A los inmensos costos humanos y políticos derivados
la inseguridad. Esa deserción puede tomar varios de la epidemia de violencia en América Latina, se
caminos, que van desde la renuencia de la población suman sus costos económicos, que incluyen, entre
a denunciar los hechos delictivos, hasta la prolifera- muchas variables, la pérdida de años de vida y el
ción de las empresas de seguridad privada y, en los deterioro de la salud de la población, los costos de
peores casos, la entronización del linchamiento como atención médica directamente derivados de actos
método para combatir la delincuencia. de violencia, el gasto público en funciones de segu-
Como resultado de ello existe una compleja rela- ridad pública, el gasto privado en bienes y servicios
ción entre la reducción de la inseguridad ciudadana para la protección personal y patrimonial, los costos
–central a la ciudadanía civil– con la defensa de otros adicionales para la inversión privada y los aspectos
derechos civiles. La respuesta por parte del Estado al intangibles como el deterioro en la calidad de vida
sentimiento de inseguridad, una demanda ciudada- derivado del temor.
na legítima que adquiere gran prominencia en los
medios masivos, puede llevar –y en ciertos casos ha
llevado– a acciones por parte de agentes del Estado La estimación más rigurosa del impacto económi-
que ignoran los derechos civiles de los criminales y co de la violencia delictiva en la región, teniendo
que en casos extremos incluye la tortura y las ejecu- en cuenta la mayoría de los aspectos anteriores,
ciones extrajudiciales. En estos casos, encontramos lo situó, hace ya algunos años, en un 12,1% del
que la defensa de los derechos de algunos ciudadanos PIB total del subcontinente o, lo que es lo mismo,
choca con la defensa de los derechos de otros ciuda- unos 250 mil millones de dólares.
danos, una situación que muestra lo difícil que es
diseñar y poner en marcha políticas que conduzcan
a la expansión de la ciudadanía civil en el contexto Como es de esperar, la magnitud de algunos de
actual de América Latina. estos fenómenos apenas puede ser conjeturada. La
En suma, como se afirma en el informe de la estimación más rigurosa del impacto económico
OEA sobre Seguridad Pública en las Américas, “La de la violencia delictiva en la región, teniendo en
inseguridad ciudadana no solo es una de las amena- cuenta la mayoría de los aspectos anteriores, lo situó,
zas centrales de la convivencia civilizada y pacífica, hace ya algunos años, en un 12,1% del PIB total del
sino también un desafío para la consolidación de la subcontinente o, lo que es lo mismo, unos 250 mil
democracia y el Estado de Derecho”.41 millones de dólares.42 Un ejercicio de cuantificación
Con todo, la relación entre inseguridad ciudadana más reciente y limitado a Centroamérica, alcanzó
y democracia no es unidireccional y limitada a las una cifra más baja, 7,7% del PIB, con variaciones im-
repercusiones que aquella pueda tener en ésta última. portantes y esperables entre países, desde un 10,8%
La inseguridad ciudadana es también el producto de
carencias múltiples en el ejercicio de los derechos
sociales y políticos por parte de un segmento signi- 42 Londoño, J.L., Gaviria, A. y Guerrero, R., Asalto al Desarrollo.
ficativo de la población de América Latina. Violencia en América Latina (Washington DC: BID, 2000). Las
La relación empírica de la inseguridad ciudadana cifras del PIB regional son del Banco Mundial. Estos cálculos
con la desigualdad socioeconómica está sólidamente tienen el problema de que comparan flujos de gastos con
la pérdida de acervos de capital humano e infraestructura
y dichos costos se dividen, a su vez, por un flujo (el PIB).
41 OEA, La seguridad pública en las Américas: Retos y oportu- La combinación de acervos y flujos es debatible en análisis
nidades (Washington DC: OEA, 2008), p. 11. económico.
86 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
300
250
200
184
174
Homicidios
150
98,2
100
57,3
50 35,2 31,5
26,2
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Año
Homicidios
Gráfico 19 Tasas de homicidios en São Paulo y Río de Janeiro (por cada 100,000 habitantes)
80
70 Variación 2000-2006
-10,41% Río de Janeiro
-52,69% São Paulo
60
56
53
51 50
50 49
46
46
40 42 42
38
36
30
29
20 22 20
10
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Fuente: Ministério da Saúde/DATASUS, Ministério da Justiça, Secretaria Nacional de Segurança Pública, Secretarias Estaduais de Segurança
Pública.
guías para la discusión de tres políticas públicas prioritarias 89
la década pasada por la Secretaría para la Seguridad Asimismo, se trata de ejemplos en los que el Es-
Pública. Entre esas medidas se incluyó la expansión tado ha puesto la recuperación de territorios previa-
del Departamento de Homicidios e Proteção à Pessoa mente abandonados por la acción estatal en el centro
(DHPP) y la creación de la Superintendencia de la Po- de sus políticas. Además, se ha fortalecido en ellos la
licía Técnica y Científica. Se puso mayor énfasis en el presencia de servicios sociales y el rol de la policía
encarcelamiento de asesinos en serie, se demarcaron de proximidad para prevenir el ingreso de pandillas
claras áreas de competencia entre las diferentes agen- y narcotraficantes.
cias policiales y se dio un mayor rol a la participación Una consideración especial requiere el tema del
de las comunidades en el proceso de prevención. narcotráfico. El uso de la coerción en funciones de
La coordinación entre el gobierno federal brasile- erradicación de cultivos ilícitos e interdicción del
ño y las autoridades de São Pablo permitió mejorar tráfico de drogas por parte de los Estados latinoame-
el desempeño de la policía, de los órganos judiciales ricanos es sólo una parte de la respuesta que demanda
y el manejo de los fondos públicos destinados a la el fenómeno del narcotráfico. A ello deben sumarse
seguridad ciudadana. los esfuerzos para fortalecer la prevención del con-
Entre las medidas implementadas se incluyeron: sumo y el tratamiento de las personas en situación
de adicción. Sobre todo, debe sumarse una vigorosa
• Planificación estratégica y evaluación continua dimensión diplomática, que evidencie que se trata de
de los resultados. un problema que excede en mucho las capacidades de
• Modernización y expansión de los sistemas de las jurisdicciones nacionales y que demanda, por ello,
comunicación. un verdadero diálogo hemisférico y mundial. Este
• Creación de un centro para el manejo de la infor- esfuerzo diplomático debe propiciar una profunda
mación relacionada a la seguridad. revisión de las políticas antidrogas en el principal
• Instauración de prácticas de transparencia y rendi- mercado consumidor del mundo, los Estados Uni-
ción de cuentas de la policía con miras a mejorar el dos de América, hasta ahora casi exclusivamente
desempeño en materia de Derechos Humanos. centradas en el control de la oferta por mecanismos
• Establecimiento de protocolos operacionales para represivos. Las implicaciones de ese enfoque para el
la policía militar. hemisferio han sido, en general, profundamente nega-
• Creación de policías comunales para la preven- tivas. De alguna manera, el primer requisito para que
ción. tanto América Latina como el Hemisferio Occidental
• Entrenamiento profesional permanente a los en general hagan progresos sustantivos en la lucha
funcionarios policiales y militares para aprender contra el narcotráfico consiste en abolir la prohibición
a lidiar con la población. de pensar en enfoques alternativos de política pública
• Aumento de los mecanismos externos de super- –más orientados a la reducción de la demanda y a la
visión policial para permitir una mayor partici- mitigación del daño ocasionado por las drogas– que
pación comunitaria. vengan a complementar el uso necesario y controlado
• Incremento de los fondos públicos dedicados a la de la coerción estatal.50
seguridad ciudadana. En São Pablo los fondos pasa- Por último, propiciar un diálogo hemisférico
ron del 6,6% al 10% del gasto del gobierno local. amplio sobre las políticas antidrogas es esencial para
mejorar la situación de seguridad en América Latina
En todos los casos, las políticas exitosas han sido y reducir los riesgos que de ella se derivan para los
diseñadas de manera comprehensiva para ajustarse sistemas democráticos de la región.
a las realidades de cada entorno, involucrando a
los gobiernos locales, las autoridades nacionales, la
sociedad civil y las comunidades organizadas. Asi-
mismo, se ha puesto énfasis en una sensibilización
de los cuerpos de seguridad, y la creación de nuevos
mecanismos para asegurar la transparencia y evitar 50 Ver, en particular, Brookings Institution, Rethinking U.S.-
los abusos. Es importante notar que los resultados Latin American Relations: A Hemispheric Partnership for a
positivos dependen de la ejecución sostenida de estas Turbulent World; Report of the Partnership for the Ameri-
políticas en el tiempo. cas Commission (Washington DC: Brookings Institution,
2008).
EpÍlogo
Consenso y poder
E
ste texto planteó preguntas que suelen ser Después de todo, del poder trata la política: de ob-
ignoradas e intentó dar pistas o guías para tenerlo, de conservarlo y de utilizarlo. La democracia
debatir sus respuestas. También ingresó en agrega cómo y para quién usarlo.
la discusión de temas que son tratados en el debate Pero, si de cierta manera pudimos introducir te-
político, aunque intentó observarlos desde algunos mas, guías y mostrar la relevancia de la discusión del
ángulos que generalmente se evitan o ignoran. poder, existe el riesgo de que este texto pueda ser visto
En todo caso, al inicio mencionábamos la nece- como un “deber ser”, como los abstractos consejos de
sidad de concebir al esfuerzo de democratización observadores que no aportan a la elaboración de los
como una labor que nunca debe perder de vista a instrumentos para su realización.
sus destinatarios: las mujeres y los hombres que Cierto, es posible que allí exista un riesgo. Pero,
enfrentan con incertidumbre y temor su día a día, escribir la ecuación en la pizarra es una condición
particularmente los que viven la injusticia de la po- necesaria para resolverla. Hemos tratado de anotar
breza y la marginalidad en sociedades profundamente algunas.
desiguales y violentas. Por otro lado, deseamos concluir llamando la aten-
Hablamos de una democracia que garantice a los ción sobre uno de los instrumentos indispensables
ciudadanos el ejercicio efectivo de sus derechos; de la para atacar cualquiera de los problemas o dilemas que
necesidad de garantizar controles efectivos al ejercicio hemos visto: la creación de consensos de gobierno.
del poder a través de instituciones de la república; de Nuestra región vio en ocasiones la formación de
la necesidad de reformar el Estado para nuestra nueva frentes de partidos. Pero la mayoría de las veces o su
etapa política, conscientes del déficit de estatalidad; destino fue meramente electoral o se trató de procesos
de la fiscalidad y sobre cómo enfrentar marginalidad que reunían a quienes casi pensaban igual.
social y la inseguridad ciudadana en la región. El desafío es la creación de mayorías plurales,
En síntesis, planteamos la necesidad del cambio que compartan los objetivos y valores centrales de
en América Latina con la plena conciencia de que los un proyecto, y que sean capaces de reunirse no sólo
principales instrumentos democráticos de transfor- para ganar una elección sino para gobernar. Para
mación social –la política, los partidos políticos y el dar continuidad y poder al cambio. Esta experiencia,
Estado– son mirados con escepticismo por grandes salvo raras experiencias muy exitosas, no es práctica
sectores de nuestras sociedades. habitual en América Latina.
Todos estos temas estuvieron siempre vinculados, En la política es más difícil alcanzar acuerdos que
de una u otra manera, a la cuestión del poder, clave promover enfrentamientos. Eso la torna una tarea
de la política y en consecuencia de la democracia. apasionante: la conclusión de los acuerdos entre dis-
Quiénes detentan el poder, por qué lo tienen, para qué tintos, para construir poder para el cambio. Y parte
lo utilizan, fueron cuestiones que recorrieron explícita de esa pasión es que no se trata de una labor que con-
o tácitamente nuestras páginas. cluya con una idea genial o una maniobra magistral.
91
92 LA DEMOCRACIA DE CIUDADANÍA
La política tiene el encanto de la larga construcción permitir no sólo enfrenar las transformaciones que
de la obra esencial. hemos discutido sino, sobre todo, gobernar para las
No será la obra de un presidente sino de varias mayorías. Sería deseable que la nueva etapa de la
generaciones que trabajan sobre una visión compar- democracia latinoamericana culmine inaugurando
tida, sobre aspiraciones comunes. la de los consensos de Estado.
El consenso es clave en la construcción del po-
der democrático. Ese es el único poder que puede