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OTROS TITULOS DE ESTA COLECCION PRIMERA SERIE, dirigida por Oswyn Murray # Grecia arcaica, por Qswyn Murray # Le democracia y la Grecia clésica, por J. K. Davies # Ronea antigua y los etruscos, por R. M. Ogilvie * EL mundo helentstico, por F. B, Walbank © EL imperio romano, por Colin Wells © Fuentes para el estudio de la Historia Antigua, ed. Michael Crawford MICHAEL CRAWFORD caAP. Noy 14 LA REPUBLICA ROMANA Versién castellana de Anta Goupar taurus U AA diferencia de los exclavos, esos Iabriegos tenfan derecho a vorar y Se puede presumir que algunos de los servicios que proporcionalban eran de naruraleza politica t ‘Can el dinero que ganaban, esot desplazados constitufan wn mer cado para algunos de los productos de las propiedades de los ricos Pero no pueden aber absorbido sino una parte de esa produccién y se vuelve urgente determinar cémo vendian los productores pudientes cl resto de los bienes de consumo de que disponian, cn particular en vista del apatente predominio de [a ganaderia entre las actividades agricolas (documentado por el aforismo de Carin’ registrado por Cicensn en De officiis, II, 89). 2Dénde vendfan la lana o la came? La Italia del sur cra, desde tiempo atrés, una fuente mayor de productos laneros (las ovejas tarentinas aparecen ya en Plauto, Tra Gulentus, 649) y In atistocracia romana sin duda hasta cierto punto se apoderd de Tos mercades tradicionales; pero sospecho que en gran proporcién las lanas y los cuetos eran vendidos a los abastecedores del ejército romano; en otras palabras: Ia atistocracia romana util: zaba Ia produccién de sus propiedades como otra via, indirecta en este caso, para aprovecharse de los ingresos provenientes del imperio. cin es también el autor de De agri cultura, un tratado de estructura impetfcc accret del nueva exit de coltivar rentables, uulizands a esclavos coma elemento suis importante de ls mano de bts 108 10 REFORMA Y REVOLUCION Intentar una reforma no constituls una novedad (en el 145, Lick rio Craso habia propuesto, sin éxito, que el nombramiento de los sicerdotes fuera contiado a un procedimiento de eleccién, en teem azo del de Ia cooptati); lo que singulariza los teibunados de Tibe- tio Graco en el 133 y de su hermano pequefio, Cayo, en el 123 es, ex ambos cazos, un gtado de determinacién que daria origen a una cposicién dura y que conducirfa por fin a la muerte violenta de los cos y, en el caso de Cayo Graco, aun campo de accién del interés reformador, nunca antes conocido en ninguna figura anterior. EL nuicleo de la ley agratia propuesta por Tiberio Graco era el] establecimiento de una prohibicién antigua (ef. pég. 104): el maximo de tietta piblica que podia poseer una persona no debia superar los 500 igera (aproximadamente 126 Ha); los hijos, tal vez hasta el riimero de dos, recibian otros 250 fugera cada uno; una comisin de tres hombres debfs distribuir Ia tierra recuperada por el Estado y, fntte os labriegos desposefdos en las ronas rarales. Niel contenishy de la ley propuesta ni su promulgacién fueron frivolas; Apio Claudio Palquer, que habfa sido cénsul en el 143 y censor en el 136 y era princeps senatus desde el 136, Publio Mucio Esoévola, que era cénsul ‘en cl 133, y Publio Licinio Craso, que habria de ser cénsul en el 131, spoyaban'a Tiberio Graco; otros sostenedares del proyecto, menos conocidos, aparecen en las fuentes. “| Los labricgos pobres desprovistos de tierras acudieron desde les campifias a Roma paca votat a favor de la ley (Apiano, Guerras civ fen 1, 10, 38, Deora, XXXIV-XXXV, 6, 2); el devino de la, peopuiesta de Cayo Lelio (ef. pig, 95) indoj a Tibefis Graco a pre- sentar su propuesta ditcctamente ante el conclium plebis, sin const ar al senado, Estaba en su derecho al hacerlo, pero no eta éa la € 3 des ob tau. pi te dil “che nef ofraite. whe 2 taste Sell yt what oh ceeuehiatiicies Sateheler. te 1 = en ef tusie gf | esteodoue’ ac Perk come efeclo le ae y ig A. PUR [HAC ON El Oe ay iuhoa, hauvcecou x 'Gilr, Casita yo x Cefacbas (ee eat en ass aposicién era perswadie a otro tribuno para que. vetara Ia propuesta {7 uno de los diez fue pefsuadide para hacerlo. L~"Enfrentado con el veto de st colege, Tibetio Graco lo hizo des (0) twit por el vot del concitunn pleat; la madida no songs res de lentes, pero ‘no se podia definicla coho ilegal, Sin embargo, esta > Ree ae SS C) ile og legal v9 m0 Howe prided, Ke. exedlila Zo neat Mil fst opel tae tal de conflictos en ol sistema politico romano, que surge con mayor claridad atin de los acontecimientos que rodearon Ia muerte de Tiberio Graco: si se acepteba el principio de la soberania popular, sin dada era derecho cl pueblo romar lo que habia oorgado; de igual manera, e! blogueo el poder de un magistrado dentro de un colegio de magistrados C2) ‘por un proceso de asimilacién, de un tribuno dentro de un colegio de tribunos, era una regla bisica de trabajo de la repiiblica, equivalente 2 un principio. La ley, por fin, fue promulgads y la comisidn de eres hombres se constituyé, con Tiberio Graco, su hermano y Apo Claudio; pero continaba Ia oposicién, bajo Ia forma de litigios acerca de Ia situa- cid de las tierras consideradas pablicas por los comisionados. Una ley posterior en su promulgacién conteria poderes judiciales « los comisionados. Sin embargo, sus inconvenientes no terminaron all «Los podetosos estaban itvitadas por odo lo que habla ocutrido y temfan la Inlucacia creciente de Tiberio (Graco); de modo que adoptaton una activud inssltante hacia él en el senado, para lo que vtiizszon coma subterfugio Ie peticin habitual de una tienda que debia ser provista 2 expensas del exario Piiblico, para que él la llevara durante el periodo de dlistsibacion de las tiereass a pesar'de que otros a menudo fabian formulado ese pedide con motivos mu: cho menes importantes, Ia tienda foe negada en su eato y re HjS una diets de rueve ases (tres ases para cade comisionado: la page daria para un soldado fomano...). En aquel momento, Fudemo de Pérgamo llevé a Roma ef testamento de Atlo TT, que habla muerto, en el que el pueblo romano era soibrado hheredero del tey; Tiberia (Graco), de inmediato, como lider del pucla emitié tun decreto por el que se disponis que el tesoro real fuera Mevado a Roma y entteyado a aquellas ciudadanos que tecbiesen la tesa a distribuir, con el fa de gue pudieran comprar equipos y senillae pars sar parcelam , (Puuranco, Tiberio Graco, 13-14; es tendenciass, sin duds, [a version de Tito Livie, por | que una eantidad de dinero habris de susitai la entrega de parcelas.) Los comisionados comenzaton, por iiltimo, su tarea (véase la figura 6) y la oposicién comenzé a hablar de una venganza en la per ilegitimo de Atala IIT, Avisténico, eras de seslamar su herencta que de manera errénea y con un’ panto de vista centtado en 10 id el nombre de febelidn, slo uv fin en el 1295 hacia st ultima ‘etapa, est campafiallegé a implicar un intent, interesante y mal daccmentado, evar 2 las clases humildes en contea de. Roma, ea be. fl icles Lp, dest? Se. Ooi “oT hl feacahin Wojels tT 4 ft oo Sr GS Tuga bs, duel, of tirs Cbe- sona de Tiberio Graco, cuando éste volv y, por ende, pasible de ser enjuiciado: set un ciudadano comdn ¥ cuando sus amigos, al ver que se hacian amenazas contea él y que sus ‘enemigos untan fuerza, expresaron Ia necesidad de que pbiuviera otros tsar nados ea el futuro, Tiberio Graco buse6 el favor del pueblo une vez més pro metiendo otras lees...» (Las propuestas especificas atripuides aqué a Tiberio Graco, casi con certeza, son uns proyecciones al pasado de elementos del pro- grr’ de v0 hetmano,) (Pruranco, Tiberis Grace, 16.) Los que en sus origenes habian apoyado la ley agtéria estaban ya de regreso en el campo, para ganst dinero pot sr trabtjo en las cose ches, y Tiberio Graco se vio forzado a depender, en li mayor parte, de los votos de los haditantes de la cudid. Aun sf podeia habe sido reelecto; sus contratios intentaron impedit In celebracin. de dos asambleas y, por tltimo, bajo el mando de Publio Comelio, EscpiGn Nasica, ataceron y asesinaron al tribuno y a sus seguicores SHS y Fig.6. Plano de Ia dvisién en centurias al noroeste de Luceria (cf. maps 2). Elplano muestra la division on centurias sobra dos alinesciones, una. de ‘as.cuales quiza data de la fundacin de la colonia, y fa otra tal vez refleja las asignaciones de 1. Graco; las divisiones internts las parcelas ind. Viduales aparecen dentro de ios bloques principales da teerand: ine exca vaciones muestran que las granjas ocuparon fos lugares de astentas_ ant gues yen algunos casos se deiearon al culo de vifedos y aotes frutales. Antiquity, 1949, 67, fig. 2 Kha! Vee hige.t fee fa pole te Daadeutessetal y 00 gaute® oparocia eu 18 louse Nasica y Graco se hébfan distanciado por un tema acerca de! cual, dadas las premisas de las que cada uto parta, eran ‘ lisbles: 7 partia, irreconci- neseule hyo Cie Sito 2 Comer, OQ Kaen Ln tee GP une f (ePor qué Quint Elio Tubero no preguntd) " BLA ico em dos facings (Cree, De ve pbc, Ie, la bra pee ur A pe ein 1) Pei 28 i chen auc t nent ne he) Para Nasica, la ruptura del principio de las magistraturas anuales Se HAE constiaia un intento de estblecer ef regnum, el mando individual 24 para Graco, constitufa el derecho del pueblo de confiar el tribunado a quien quisiera Otras reflexiones retrospectivas se sugieren por si mismas. Cacao de aioiads do fibers Gico Stgumo esl ada Jas conseeuencias de la dispersién de los ciudadanos romanos, por Ia peninsula italiana. Los eiudadanos romanos habian sido establecidos viritim, en parcelas individuales, més que en colonias organizadas, cada vez mas lejos de Roma, y las colonias romanas no habian sido fundadas al igual que en el pasado coma meeas guarniciones sobre la costa, sino que, més bien, constitufan asientos importantes, a menace alejados de Roma. Este citines desarralls se refleja por la institacisn dentro de las colonias romanas a principios del siglo 1, de una es: tructura de gobierno local completo, bajo el mando de los dvaviri, un cuerpo de dos magistradas; las Comunidades bastante lejanas de Get sne caffra, Aapoo, Funds y Formiay eceron cf derecho le voto en el uid eran las iltimas comunidades poseedoras de Jess condicién que quedaban.) Tt La ciudadania que teéricamente era una ciudadania total se habfa spatiado de Ta pouibildad de focto-de-yatat, resultado Tue que Bel de-sanicoacin del isipo de cindadions comanos gua uh te \ skola ln peccenae det pebicts se Ui roel Te ae Ak) aordi evan reunion normal de te asmbles diampiege Eee ale ‘mo echo emerge de Ta desaparicion de gran parte de Tos seguidores de Tibero Graco en cugnt fue vada le ey. Fado el pre una triste consecuencia de algo que, en su tosaida frente de Fortalez ira Roma en sus inicios: el méto B con que Eade eH Gee también eo impor {rage ep ane dl used one, © po _ ele ee eda (eee Mees a bs peti li Ne 112 ibe dincle. “ae Lemme’ drial: inflaencia importante sobre Tiberio Graco; pero, con certeza, le pro: { porioné las municiones tiles para Ia batalla politica en Roma; del Inigno modo y en el mismo perfodo, las habilidades literarias griegas egaian sieviendo a los fines de la aristoctacia romana y las habilida-( des artisticas griegas eran cada vez més utilizadas con cf objetivo de divalgar las pretensiones de ese grupo. ‘Pero qui2d la reflexién més importante que puede provocar el twibunado de ‘Tiberio Graco sea un intento de estimar la verdadera importancia simbélica del pasaje a través de la asamblea del decreto {que ponia el legado de Atalo TIL de Pérgamo (cf. pag. 110) en manos de los comisionados agrarios; el apoyo con que conté Tiberio Graco proving, cn primera instancia, de hombres que recibian cada vez tenos recompensa del imperio’ que se habia ganado con la ayuda de tllos mismos; una main-mise directa en algunas de esas recompensas apenas si podria parecer una reaccién sorprendente, De hecho, fue el imperio lo que posibiliss las largitiones, distri- bucidn de los dineros publicos con finalidades politicas, y con ellas fa popularis ratio, el planteamiento politico que buscaba el apoyo awnentando el bienestar del pueblo. Desde el tiempo de los Gracos ten adelante existe un nexo reiterado entre los ditigentes popwlaris y Tor programas de edificacién, y 1a presteza con que Tiberio Graco cead mano de los recursos del imperio tavo eco en sos sucesores. La calonizacién de Narbo (Narbona) en el 118 y las colonias propnestas per Lucio Saturnino implicaban el uso de las tiersas provinciales; las entas de Cirene fueron utilizadas para las distribuciones de trigo de Ta década del 70, el asiento agrario de Rullus, plancado en el 63, también contaba con el uso de las tierras provinciales, Marco Catén, el joven, y su enemigo Publio Clodio recurtieron por igual al erario imperial para las distribuciones de ttigo. . Por él momento, la repiblica romana se apasté del abismo; “a pesar de algunas persecuciones contra los seguidores inmediatos més fhumildes o fos asociados extrafios a Tibetio Graco, emprendidas por Public Popilio Lenas, In comisién agraria fue autorizada a proseguit ‘on sus tareas y Publio Escipién Emilisno, que se habia permitido verter una cita salvaje de un trozo de Homero, para expresar su aorobacién al tener nuevas sobre Ia muerte de Grace, se encontré con que no se le dejaba el monopolio del senado: 7 alos detractores de Bscipién y quienes lo denigraban, muiados por Pubtio ‘Graso y Apio Claudio, aun después de Ia muerte de estos dos mantuvieron & he parte del senada hostil « varotts (Ios que piensan como Escpién}, bajo GC imindo de (Quinto) Metsle (Macedénico) y Publio Mucio (Escévala...» (Ct ands, De re publica, I, 31, muy tendencioso, sigue al passfe citado en ls pi gon 112) La actitad de Publio Bseévola es particularmente llamativa. Habia us rechazado su aprobacidn a la idea de utilizar Ia fuerza para impedit la reeleccién de Tiberio Graco, aun cuando se encontraba muy preo- ccopado por esa posbilidad, y més tarde se asociaria con Macedénico, un hombre que no habia sida antes su aliado politica, para salvar la esencia de la reforma de Graco, que en sus comienzos habia apoyado, [Le ausencia de una animosidad personal contra Emiliano surge con idad particular en el caso de Macedénico, quien ordené 2 sus hijos que llevar el féret0 cuando Emiliano’ murié de una enfer: medad en ef 129. Escévola fue uno de los primeros y tambicn ano de los mds grandes juristas romanos; el compromiso. del legislador con la aplicacién de Ja ley es un principio vigente todavia. 4 AL ROMA E ITALIA Una vez establecida, Ia poptlaris ratio resultaba demasiado atrac- tiva para ser ignorada por los ambiciosos miembros del grupo selecto romano y los ejemplos asentados por Tiberio Graco hallaron imita- dores con presteza, Pero la indole horrible del camino por el quel avanzara el tribunado, entre tanto, hizo que se politizara la mayorial normalmente pasiva del senado y produjo un lima de apini6n que se inostraba hostil_a_una reforma. gradual. ay "También durante el siglo 1 se originé 1a identificacién de dod ress de gobierno que necesitaban una atencién urgene: la relacién de ltalia con Rome y la organizacién del mando romano en el oriente stiego. Algunos de Jos problemas de esas reas fueron tratados sean los métodos tradicionales y por politicos popwlaris, 2 memudo en forma directa; pero se invirtié mucha energia en una fétil provisiéa de efectivos de choque para las lineas de batalla entze los optimates, tradicionalistas, y los populares. Al mismo tiempo, el perfodo de rela tiva calma en el exterior, que siguié a la toma de Numancia en el 133, al fin de la guerra siciliana de esclavos en el 132 y a la supresidn de las fucr2as de Arist6nico en el 129 (cf. pg. 110), qued quebrantado en el 112 por el estallido de una guerra en el Aftica (que se extendié hasta. que Cayo Mario le puso fin, siendo cénsul, en el 107 y procén- sul en el 106-105), y por la derrota estrepitosa de Quinto Servilio Caepio y Cnea Mallia Maximo, a manos de los cimbrios y teutones cn Arausio. (Orange) en el 105; esta derrota fue vengada slo con las victorias de Cneo Mario y Quinto Lutacio Cétalo en el 102 y en el 101 ‘A pesar de los esfuerzos romanos por hacer algo a favor del orien te y también de Talia, en ef 91 Train se alas en guerrs contra Roma y en el 88 Mitridates invadia el Asia us Las medidas de Cayo Graco durante sus dos tribunados del 123 122 son, en parte, los desarrallos del programa agrario de su hermano | yen parte promulgaciones menores provocadas por los aspectos par- : ticulares de las experiencias de Tiberio Graco; pero también conti: guran un intento de variar en forma radical la disteibucién del poder dentro del estado romano ¢ inclayen un propssito de dar solucién al programa del 133; sin embargo, las rafces del problema eran mucho més. profundas. Después de la derrota de An‘bal, Roma habia castigado con seve- ridad a comunidades que hablan permanecido leales, peto que no habian podido satisfacer sus compromisos militares con Iz metrépoli (cf. pig, 58}; cl eatamiento que se depard a Ins comunidades que se habian rebelado fue més salvaje, incluso; desde Ia destruccién hasta la privacién de la tierra o de los derechos y la imposicién de algunss cargas adicionales. El corolario inmediato fue que, para la genetacién posterior a la gueria de Anibal, los ejéteitos que Tucharon por Roma estaban compuestos por uns proporcién de no romanos mayor que Ia de romans; no es sorpreic habido pro: testas entre el 187 y el 177 provenientes de algunas comunidades latinas acerea de Ia pézdida de poblacién merced a emigeaciones hacia Roma y en el 177 algunas comunidades itilicas se quejaron de haber perdido poblacién por las migraciones hacia Fregellas. La eficacia del control romano sobre Tealia, con todo, esté demos- ada por Hi Ruder con que se aplies lr decisidn amplia de suprimir wid de Baco en Tealia, adoptada en el 187 después de la paz ‘on Sitia;_ al expandizse, cl culio dionisiaco resultabe perturbador por has tizoties y, por eo sin dud, su represion resulté Particulir, Sus adherentés estaBan orpanizados de un moda que podia ‘envio Soup unr aera del esd 9 una aera al mismo; > I Moralidad no convencional que se ssociaba con el cufto cambign epRSenibe une forma de rebels Forma que Tome [a represign SIRES un contrasie marcado cone csquema de los juictos por broje- fa en los comienzos histéricor de la Europa actual, donde In histeria popular geneaba un proceso de autelinentacén, Ena ss dl aig 187, tqdo el movimiento contra las bacanales fue srticulada pot Sp Lapannco extataly Wego-a un ee od 4 —> Tr sequitdad, Por To tanto, bien se podria du Se BGT eifio dionisico deba ver vista. como el rewultado de una respuesta entusiasta de los marginedos de una u otta clase ante la disponibilidad de un escape religioso; m4s bien, In expansién del calto fe e! resultado de que una perspectiva nueva se hubiera im- puesto en forma gradual y (hasta que el estado romano se convistié Jen la excepcién) na controvertida Sin embargo, quedaban semillas de inquietud en Italia » comien 116 208 del siglo 1; pero, por el momento, el senado mantenia alin el control ‘A medida que avanzaba al siglo, la fundacign de eolonias y la conerecién de asignaciones individuales de tierras (cf. pag. 43) fueron Giseminando a los romanos y mezclindolos con las poblacione: ‘no fomanas de Italia; el disefo fragmentado resultante constitais una fuerza de mucho pefopart Ta fomanizicon gradual de Ia peninsula, x, "Mientras tanto, se habia iniciado una emigracién numeross desde Talia hacia el oriente griogo: iban fos que ansiaban explotar las opor- tunidades que se ofrecian a los hombres de nepocios: en ese ndimero Sehallaban, sin dada, los romahos y los italianos desposefdos de tic-) tzas por la difusion de las grandes propiedades, con 0 sin compenss- ‘ciof pero también ‘marchaban en nimero creciente los itélicos que } Jo hacian por su voluntad, on busca de las recompensas del imperio, a través de la actitud priveda, unas recompensas que llegaban de modo 5 fiutométien al pueblo imperial. Una vez en el exttanjero, romanos \ jtalicos por igual cran considerados como Romisioi por'los geiexos yy se mezelaban sobre una base de igualdsd; ast también, fa distincion Entse romano iilico vino @ pareeer menos importante en seminos / prdcticos y su perpetuacién juridica lleg6 a resentirse por fin. Con persistencia, Apiano afirma que los itélicos eran los destina tarios, en teoria y de hecho, de los beneficios derivados de la ley agtaria de Tibcrio Graco; por cuanto, segiin Ciceréa: [Los enemigos de Escipisn] «no estin prepandos para permitisle que oftez ex su ayuda en una sitaaciin de tanto peligro como ésta (en ef 129), aun cvando Les la tinier petsana en condiciones de hacer algo: os aliados y los latinos se vicron ienpulsadas « manifesta su ira, los tatados habian sido teicionados, 108 Comisionados estén perturbindelo todo y elucubran algo nnevo cada dia, todos fos eitdadanos que son hombres de bien se encuentran en un estado de angus tine, (De re publics, T, 31, recoge al pasaie cada en lpg. 113.) y con més vigor ain: [Tiberio Graco] «se mosttibs reaelto en la ayuda lot ciudadanos, pero fgnovaba lon derechos ¥ lor tratador de los aliados y de los latinos» (De re Public, UIT. 41.) De hecho, el dilema puede resolverse argumentando que algunos] italianos humildes se beneficiaron, pero que las aristocracias iilicas| objetaron, que existfa una ameneza par’ el control que. cetentaban: Sobre sus clientes y también para su propio acceso a les tierras publ fas. De la ley agratia del 111, preservada por via epigrfica (que P0-' Sis Tis al programa de Tos Gracos) ve inticee ave el ico itlico, tl ny como el rico de Roma, habja ocupado la tierra piiblice y los com Sionedos, eh 'sumomento, comenzarana recuperarla y digerbuirla PURE de Te Terva también habla sido vendida (a fomaios) 0 dete buida (a aliados), y en In mayorfa de los casos ef titulo legal era ‘oscuro en aquellas ‘circunstancias. A instancias de Emiliano, la jurisdiccién fue transferida de loe comisionados a uno de Ios ednsules; quizd después, tras la muerte de Emiliano, volviera a ser transferida, La amplitud y la gravedad de sin de los aliados tal vez pueda inferirse de la medida de ‘emergencia del 126, que excluts a los extranjeros de Roma, En el 125, uno de los afnsules de ese aiio, Marco Fulvio Flaco, ropuso que se ofreciera la ciudadania 2 los itilicos, con la opcisn de la provocatio (ct. pég. 95) para quienes no quisieran la ciudads. nia; la propuesta no tuvo éxito y Ia colonia latina de Fregellas se ebel6 y fue destruida, Era necesaria una acometida més sistematien contra el problema; ésa fue una de las tareas a las que se abood Cayo Graco en sus tribunados del 123-122. Aun cuando las acusaciones contra Cayo Graco registradas por Plotarco, en las que se dice que el tribuno habia animado a los aliados de Roma para que se rebelaran y gue se habfa comprometido en la revuelta de Fregellas, no sean més que invenciones cuyo fin consiste fen oscurecer su. nombre después de su muerte, es probable que los Problemas relacionados con los latinos y con los itilicos, surgidos durante ef tribunado de su hermano y puestos de relieve por la rebelién de Fregellas, estuvicran en el campo focal de su mente cuen- do, en el 124, se presents como candidato para el tribunedo del 123. Los derechos de los latinos y de los itélices y los abusos de Roma en Utalia constituyen la mayor parte de los fragmentos que se conservan de sus discursos, aunque esto en cierta medida pueda ser el resultado del hecho de que la decisién de ororgar la ciudadania romana a los latinos y los derechos Iatinos (ef. p§g. 122) a los itslicos fuera el tema por el que Cayo Graco habta perdido su influencia durante su sequn. do tribunado, en el 122. Sin embargo, en todo caso, seria erréneo suponer que las otras disposiciones de Cayo Graco fueron adoptadis s6lo para que tepre- sentaran un apoyo para esta medida. Después del 125, un hombre reparado pata enfrentarse con el problema utticante de los derechos de los latinos y de los itélicos tenfa que ser proclive a las soluciones femerarias con respecto a los dems problemes, Y por cietto que el rango de los problemas que ebord6 es asom- broso y, casi con certera, fue mucho mayor que lo que shora pode. mos imaginar. Conocemos dos medidas de importancia mixina a través de una tinica fuente en cada caso; para el resto a menudo las fuentes son poco adecuadas y se hallan en conflicto entre si. Lo que (8 peor ain, esas fuentes no brindan una cronologia firme para las 18 medidas de sus dos tribunados y asf dejan en Ia oscuridad cualquier procgo de deverolo des pesaento qv pda bese pode Dos leyes propuestas surgen, como resulta evicente, de las expe: secs dm hermanos wn de lie etal ge» oe egos depuestos por el pueblo les quedara prohibido ejercer cualquier otto cago porteronnente (esa teddy hie revocads),y In oita volun 4 estiblecer el punto de vista tradicional (Polibio, VI, 16, 2) pot el ce lay corer de junc anterzadas para dita sentencis capiaen hho podtan ser establecidas sino pot ef pueblo (esia disposicién fue aplicada de modo tetroactivo a Publio Popilio Lenas, que habia perseguido « los seguidores de Tiberio Graco}. Oxris dos leyes apun- tan a dejar centadas las intenciones bisicas de Tibetio Graco; se trata de otra ley agraria, que quizé impliceba los arreglos necesarios y con- secuentes para la construccién de carreteras !, y de una ley que esta- blecfa varias coloaias, incluida una en el mismo emplazamiento de Cartago: Considera que el sper mis pernoso de Ia legis de Cayo Graco este lo fyncln 2 ts forse Tas (2 so slo nL gene Tacones anteriores evitaron to con cidade, yo gue compendia Go mesint Colonist se habia converida en cidades mis podrost ge 00 propa ciudad tmadre: Cargo con respec Tivo, Masala con texgeu a Face, Srcist frente a Gorint, Cen > Birnco frente a Mileoy fox artigos cans ins son gre eae is amano nn ane temporal) rogstran 4 Kalin desde ls prowngae para cmplir con el ceo. em Carag ore pen oni fun fc def”. Naas foc fundads famediaamente después del consulado de Porco y Marco [118]. (Vetevo Parércuto, Il. 7, 7-8.) Hemos visto que, después de Ia guerra contra Antbal, Roma adop- 16 una nue forma de conel, medlant: magistacos y eos pe rmanentes, pata los territorios que adguiriera en ultramar, en contraste con fa forma de contol utlizada en Talia, merced « oleniasy asigna ciones patticalares (cf. pag, 73). En los tiempos de Veleyo Patérculo (que esctibié bajo ef reinado del emperador Tiberio}, las colonias de vltramar ya habfan perdido su notoriedad; esa ditriba debe temon- tarse a argumentos contempordneos, o casi contempordncos, contra Cayo Graco y propotciona un ejemplo interesante del uso de los hechos tomados de le historia griega en las disputa: de la aristocracia romana, Hacia finales del 123, pocas eran las dress de gobierno en Roma ‘que no hubiesen sido tocadas por Cayo Graco. Usa lex frumentaria se ocupaba del almacenaje de trigo y de Ia vente de una cantidad Las disposifones adopsadas por Cayo Graco part 2l mantenimionto de carreteras subsidiatias quizt implies, como algunas ottas medidas suyas, el ine rés de aprovechar les experiencas griegs. uy limvitada en Roma a un precio fijo y, sia duda, hasta cierto punto apoyado por un subsidio, El crecimiento de Roma quied habia hecho iinposible que la empresa privada se acupara de modo adecuado del aprovisionamiento de la ciudad y se tornaba necesario un sistema para equilibrar Jas fluctuaciones del precio del mercado; sin duda, esa disposicién conocia precedentes griegos, En ese momento 0 posterior. mente, Cayo Graco intenté mitigar el problema de la deada. Una lex militaris dispuso que los soldados fueran provistos de ropas en forma gratuita y que nadie de menos de diecisiete afios fuera reclu- tado; ambas facetas de esta disposicién ilustran la circunstancia deses- perante por la que atravesaba el reclutamiento para el ejército romano, pobres que necesitaban cada quadrans * de su paga y jévenes que eran casi nifios. La necesidad de na legislacién agearia ‘no habla dismi- niuido su indole epremiante en la década mediada entre el 133 y el 123, En el campo del gobierno provincial, Cayo Graco establecié un procedimiento gencral para la distsibucién anual de las. provincias y al mismo tiempo estipulé que Is recaudacién del impuesto de la nueva provincia de Asia (ctesda sobre el tertitorio del reino de Pée- zamo) fuera confiada a los publicani, recaudadores de impuestos; ya se habia dado el paso, segun fo seftala E, Badian, en interés de la ficiencia y quizé inclufa Ia reeandacién de los nuevos puertos, que debia pagar Asia, Es verdad que un fragmento conservado de un discurso de Cayo Graco brinda testimonio de la preocupacién por aumentar fos recursos romanos; se trata de un discurso contra una Lex Ausfeia (Aulo Gelio, X1, 10, 1), que desde mi punto de vista se puede considerar como una fey que otorgabs gran parte de Ja Prigia a Mitridates V de Ponto, como recompensa por le ayude prestada a Roma al aplastar Ia arebelién» de Aristénico. Una pintura retros- pectiva griega del cambio en el método de recaudar Jos tributos de Asia es breve y amarga:

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