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“AÑO DE LA CONSOLIDACION ECONOMICA Y SOCIAL DEL PERÚ”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERIA

CURSO:
ENFERMERIA DE LA SALUD DE LA MUJER

DOCENTES:
LUZ BAZAN ZAPATA

INTEGRANTES:
LOAYZA GUTIERREZ MIRIAM
LOAYZA GALLARDO JESSICA
BOZA ANDRADE EUGENIA

Ciclo:iv
2010
Ciclo ovárico o Ciclo menstrual

Días fértiles de la mujer

La menstruación es parte del ciclo


ovárico normal en una mujer sana
en edad fértil. Como la
manifestación más clara del ciclo
ovárico es la menstruación,
fácilmente podemos hablar de ciclo
menstrual como sinónimo.
El ciclo menstrual dura unos 28
días, aunque se considera normal
también entre los 21 y los 35.
El ciclo empieza el primer día del
sangrado (de lo que entendemos
por la regla) y finaliza el día anterior
a la siguiente regla. Para determinar
cuántos días dura tu ciclo menstrual
tienes que contar desde el primer
día de regla hasta el día anterior al
siguiente periodo.
¿Por qué se produce?
Los ovarios son las glándulas que producen los óvulos o células con capacidad para la
reproducción. En cada ciclo menstrual, uno de los ovarios libera un óvulo (esto es lo que se
conoce como ovulación).
La ovulación ocurre por lo general 14 días antes del periodo menstrual o regla. En mujeres
con un ciclo regular de 28 días, la ovulación ocurre el día 14. Sin embargo, estos cálculos son
difíciles de aplicar en mujeres con un ciclo menstrual irregular, es decir, el intervalo promedio
entre periodos no es constante sino variable.
Cabe mencionar que en casos muy raros, algunas mujeres pueden ovular durante cualquier
día del ciclo, aun durante la menstruación.
El óvulo desciende por las trompas de Falopio hasta llegar al útero. Durante este trayecto, el
óvulo puede ser fertilizado si se encuentra con un espermatozoide (célula reproductora

masculina hallada en el esperma o semen) dando origen a un huevo o cigoto que se queda
alojado en el revestimiento del útero (endometrio).
Fecundación del óvulo
Para que se produzca la fecundación humana es necesario perforar la E
“corona radiata” que envuelve al ovocito secundario (óvulo que se s
desplaza a las trompas de Falopio). p
Par cumplir esta finalidad, numerosos espermatozoides liberan pequeñas e
cantidades de enzimas que ayudan a dispersar esas células foliculares r
(las que forman la corona radiata). m
Después, un espermatozoide se adhiere al gameto femenino y lo a
penetra, determinando en la membrana celular de éste un rápido cambio t
eléctrico, seguido de un cambio químico más lento, lo que impide la o
entrada de otros espermatozoides. Por lo tanto, la fecundación se z
produce con un solo espermio. . o
Menstruación i
Si el óvulo no es fertilizado saldrá despedido, junto con el endometrio, d
fuera del cuerpo a través de la vagina. Esto es lo que se conoce como e
menstruación o regla.
Una mujer puede quedar embarazada si tiene relaciones hasta 5 días p
antes de la ovulación. Esto se debe a que los espermatozoides pueden e
vivir en el cuerpo de la mujer por 3 a 5 días y esperar hasta el día de la r
ovulación para fertilizar el óvulo. f
Entonces, el periodo fértil de la mujer comprende el día de la ovulación, y o
entre 3-5 días antes y 1-2 después de la ovulación (el óvulo tiene un r
tiempo de vida de aproximadamente 24 a 48 horas). a

l
a

"
c
o
r
o
n
a

r
a
d
i
a
Si tenemos la seguridad de conocer
el periodo fértil de la mujer,
entonces es improbable que ocurra
un embarazo cuando se tienen
relaciones fuera del periodo fértil o
periodo de ovulación.
Hormonas
La regulación del ciclo menstrual
depende principalmente del
hipotálamo, la hipófisis y los ovarios.
En todo este ciclo (ovulación, pre y
postovulación, regla) están
implicadas una serie de hormonas.
El Hipotálamo: es parte del
Sistema Nervioso Central. Produce
una hormona (GnRH) que es capaz
de estimular la liberación de las
hormonas hipofisiarias para que
secreten las hormonas
gonadotrofinas FSH y LH. C
La Hipófisis: es una glándula i
ubicada en la base del cerebro que c
libera las hormonas hipofisiarias l
gonadotróficas. Estas son la o
hormona foliculoestimulante (FSH) y
la hormona luteinizante (LH). Ambas o
ejercen su acción en los ovarios. v
- Hormona foliculoestimulante á
(FSH): segregada por la hipófisis. r
La FSH estimula la maduración del i
óvulo en el ovario (que a su vez se c
encuentra envuelto en una capa de o
tejido llamada folículo) y en el
hombre regula la maduración de los o
espermatozoides.
Hormona luteinizante (LH): c
producida en la hipófisis, regula la i
ovulación e induce el desarrollo del c
cuerpo lúteo en la mujer y la l
maduración del folículo (capa que o
envuelve al
m
e
óvulo). Con esta hormona, el óvulo n
se libera del ovario e inicia su s
descenso por las trompas de t
Falopio hasta el útero. En el r
hombre estimula la producción de u
testosterona. a
-Los Ovarios: son los encargados l
de producir el gameto femenino y de
secretar las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona.
- Estrógenos: hormonas producidas por los ovarios, que estimulan al útero para que
construya un fino revestimiento o forro (endometrio) para poder alojar al óvulo fecundado e
iniciar así el embarazo. Sin el endometrio, el óvulo fecundado no quedaría alojado en el útero
y no podría crecer. Los estrógenos se producen durante la fase de maduración del óvulo
(cuando aún está dentro del ovario).
- Progesteronas: tras la ovulación estas hormonas hacen que el revestimiento del útero
crezca más (con el objeto de alojar al óvulo fecundado). Si el óvulo no es fertilizado,
descienden los niveles de progesterona, lo que provoca la descamación o desprendimiento
del endometrio (menstruación).
- Prostaglandinas: estas hormonas incrementan las contracciones del útero para ayudarle a
expulsar el óvulo no fecundado y el endometrio con la menstruación.

Síntomas en cada fase


Cuando las mujeres empiezan a familiarizarse con la regla aprenden a distinguir, aunque sea
vagamente, los signos de cada fase del ciclo menstrual.
Estos son algunos de los síntomas más frecuentes atendiendo a la fase en la que se
encuentre el ciclo menstrual:
- Fase de preovulación (días posteriores a la regla)
• Sensación de plenitud, de energías& renovadas y fuerza
• Te sientes capaz de hacer cualquier cosa
- Fase de ovulación (unas dos semanas después de la regla)
• Dolor punzante en un lado de la parte baja del vientre
• Aumento de la secreción vaginal (flujo)
- Fase de postovulación (unos días antes de la regla) Es la fase más prolija en cambios físicos
y también psíquicos, hasta el punto que algunas mujeres pueden sufrir el Síndrome
Premenstrual. Los síntomas más comunes en la postovulación son un sentimiento de tristeza
y melancolía, falta de concentración, hinchazón en el bajo vientre y aumento de la grasa en
piel y cabellos.
- Menstruación o sangrado
La hemorragia es la característica principal de esta fase, que puede durar entre 3 y 7 días. La
cantidad de flujo perdido varía dependiendo de cada mujer (de 9 a 350 g), aunque la media de
sangrado perdido es de unos 70-80 g, lo que equivale al volumen de una taza de té. El 90 por
ciento se expulsa durante los primeros 3 días de regla. Otros síntomas propios de la
menstruación son:
• Dolores en el bajo vientre (parecidos a los retortijones)
• Dolor de espalda y piernas
• Mareos
• Náuseas y vómitos
• Diarrea

Síndrome premenstrual
No todas las mujeres sufren el síndrome premenstrual, aunque tengan molestias los días
previos a la regla. Para que se considere un síndrome, tienen que ser molestias concretas
además de la sensación de tristeza y de tensión propias de este periodo premenstrual.
Síntomas físicos:
• Tensión mamaria
• Hinchazón (cara, abdomen, dedos)
• Dolor de cabeza (migrañas)
• Cambio de apetito (antojo de dulces)
• Acné o urticaria
• Estreñimiento o diarrea
• Palpitaciones
• Cambios en el interés sexual
• Cambios en el sueño
• Rigidez muscular
• Dolor de espalda
• Asma
• Rinitis

Cambios psicológicos:
• Depresión
• Sentimiento de tristeza, melancolía
• Cansancio y fatiga
• Tensión o intranquilidad
• Ansiedad
• Irritabilidad y agresividad
• Dificultad de concentración
Si sufres alguno de estos síntomas durante los días previos a la menstruación (unas dos
semanas antes) y desaparecen con la hemorragia o poco después, entonces sufres el
síndrome premenstrual.
Es más frecuente entre las mujeres treintañeras y las que ya tienen hijos, aunque no se sabe
bien por qué aparece.
En los casos más acusados del síndrome, puede ser necesario recibir un tratamiento médico.
Para otras mujeres pueden ser útiles los siguientes remedios. Ante cualquier duda, consulta
con tu médico.

- Alimentación: procura hacer una dieta sana, rica en verduras y frutas. Reduce el consumo
de sal para evitar el hinchazón y come un poco más de azúcar de lo habitual, pues puede
ayudarte a regular tu nivel de glucosa si te sientes falta de energía. No favorecen las altas
dosis de cafeína o el alcohol, al afectar ambos a la circulación sanguínea.

- Ejercicio: practica de forma regular ejercicio, además de servir para mejorar tu condición
física general, puede ayudar a suavizar los síntomas.

- Relajación: evita en lo que puedas situaciones estresantes. Aprende métodos de relajación,


como el yoga, la meditación, ejercicios de respiración y practícalos si los necesitas. También
ayuda leer un buen libro o dar un paseo.

Menstruaciones dolorosas
Un tercio de las mujeres sufre dismenorrea o reglas muy dolorosas. El dolor es parecido al de
un retortijón, pero más intenso y puede llegar a acompañarse de náuseas, vómitos o mareos.
Consulta con tu médico si sufres este tipo de reglas dolorosas, para que determine qué
tratamiento es el más adecuado en tu caso.
Algunos estudios indican que la dismenorrea puede estar relacionada con un exceso de
producción de prostaglandinas. Estas hormonas que acentúan las contracciones de los
músculos uterinos podrían explicar el dolor intenso.

¿Tiene tratamiento?
En los casos de dolor muy fuerte, es preciso que consultes con tu médico, porque puedes
requerir algún tipo de tratamiento hormonal. Esto es especialmente importante si no
acostumbras a tener reglas dolorosas y de repente aparecen. En estos casos, la causa puede
ser alguna alteración en el endometrio, fibromas o por una enfermedad inflamatoria pélvica.
Algunas mujeres encuentran cierto alivio dándose un baño caliente y relajante o con un
masaje relajante en el abdomen, en cuanto aparecen las primeras señales de dolor.

Menstruaciones irregulares
No son muchas las mujeres que tienen un periodo “de libro”, es decir, de 28 días. De hecho,
muchas tienen ciclos menstruales de más o menos días, por lo que se considera normal la
oscilación entre los 21 y los 35.
Cuando el ciclo supera las seis semanas de duración ya se considera irregular, aunque no es
preocupante en los primeros años de la menstruación, porque pasa algún tiempo hasta que
los ciclos se regulan.
Estos ciclos inusualmente largos pueden ser oligomenorreas (un número excesivamente bajo
de reglas al año) o bien amenorreas (ausencia de regla).
Las oligomenorreas pueden deberse a algún trastorno de tipo hormonal o simplemente
obedecer al propio ciclo natural. Para descartar posibles enfermedades que lo causen es
necesario acudir al ginecólogo, que realizará los análisis y exámenes pertinentes.
La razón más habitual de amenorrea, si siempre has tenido un periodo regular, es el
embarazo. Pero también se relaciona con los cambios en la dieta, un exceso de actividad
física o estrés muy acusado. Por eso debes acudir al ginecólogo para que estudie cuál es la
causa en tu caso.

Reglas muy abundantes


Algunas mujeres sufren periodos o reglas muy abundantes. Un sangrado excesivo no tiene
que significar que algo vaya mal, a veces se produce cuando se ha dejado de tomar la píldora
anticonceptiva o tras un parto o en mujeres próximas a la menopausia.
Si la regla abundante aparece de forma repentina y sin razones obvias, es motivo de consulta
al médico. Además, si junto con la menstruación excesiva te sientes especialmente cansada,
puede que estés sufriendo anemia. En estos casos, acude al ginecólogo.

Mitos y verdades
No debes bañarte, ducharte y lavarte el pelo durante la regla
Falso. Cuando estás menstruando es más importante que nunca mantener la higiene y
sentirte limpia y fresca.
Si te quedas muy delgada, dejas de menstruar Verdadero. Una fuerte pérdida de peso puede
paralizar tus periodos. Si esto ocurriera consulta a tu médico.

Si tengo la regla, no puedo regar las plantas ni hacer mayonesa


Falso. La menstruación no tiene por qué afectar a las actividades cotidianas, a menos que tus
síntomas te impidan llevar una vida normal durante esos días.
No puedes usar tampón con la primera regla
Falso. El támpax puede emplearse como protector higiénico desde la primera regla hasta la
última.
Los tampones no afectan la virginidad
Verdadero. Si se entiende por virginidad la existencia de un himen intacto, los estudios
realizados confirman que el tampón no afecta al diámetro del himen.
En los últimos días de la menstruación no tienes que cambiarte de tampón con la misma
frecuencia que al principio de la regla
Falso. Existen distintos tampones dependiendo de su capacidad de absorción. Para
seleccionar el adecuado según el día de regla en que te encuentres, tienes que tener en
cuenta que hay que cambiar el tampón más o menos cada 5 horas. Si lo cambias antes de 4
horas es que precisas otro de mayor absorción. Nunca pases más de 8 horas con el mismo
támpax.
Ver, además:
http://www.puc.cl/sw_educ/enferm/metodos/gen/html/h16.htm
Es propiedad: www.profesorenlinea.cl

LAS HORMONAS OVARICAS Y PITUITARIASLAS


HORMONAS DEL CICLO REPRODUCTIVO FEMENINO
La ovulación - liberación de un óvulo por
un ovario- es el evento más importante de
un ciclo fértil; ocurre sólo una vez en un
momento de dicho ciclo, aún cuando sea
liberado más de un óvulo.
El proceso ovulatorio también produce
dos hormonas ováricas, estradiol y
progesterona.
El estradiol es producido únicamente por
el folículo en desarrollo antes de la
ovulación; estimula las glándulas delcuello
uterino (cervix) para que segreguen un
tipo especial de sustancia mucosa (“moco
con características fértiles”), la cual es
esencial para que el esperma atraviese el
cervix y alcance el óvulo. El estradiol
también estimula el engrosamiento del
endometrio que reviste internamente el
útero (matriz).
Después de la ovulación, a partir de la
ruptura del folículo se forma el cuerpo
lúteo, el cual segrega estradiol y
progesterona. Esta última causa el cambio
brusco en las características del moco, lo
cual ocurre inmediatamente después de la
ovulación y define el síntoma del Día
Cúspide.
La progesterona coadyuva a la
preparación del endometrio previamente
iniciada por el estradiol para la
implantación del posible óvulo fecundado.
En ausencia de un embarazo, la
producción de estradiol y progesterona
comienza a declinar aproximadamente 7
días después de la ovulación, lo cual se
traduce en el desprendimiento del
endometrio como sangrado menstrual a
los 11 hasta 16 días posteriores a la
ovulación.
El Método de la Ovulación Billings utiliza
los cambios en la producción del moco
cervical como son percibidos por la mujer
misma en su vulva, identificando así los
eventos subyacentes fundamentales del
ciclo ovulatorio.

Los cambios cíclicos en la actividad ovárica están controlados por la secreción de dos
hormonas en la glándula pituitaria, la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona
luteinizante (LH). La producción de estas dos hormonas está a su vez controlada por un área
del cerebro denominada hipotálamo. El hipotálamo actúa como una computadora, analizando
las señales nerviosas de otras áreas del cerebro, incluyendo aquellas que son generadas por
las emociones y los factores ambientales, como la luz y la oscuridad; también analiza las
señales hormonales generadas en los ovarios y otras glándulas endócrinas y que son
transmitidas por el torrente sanguíneo.
El ciclo ovárico progresa a través de una serie bien ordenada de eventos. Durante la última
mitad del ciclo precedente, se suprime la producción de FSH y LH por la glándula pituitaria
debido a la elevada secreción de estradiol y progesterona actuando por vía del hipotálamo. El
cuerpo lúteo al final de dicho ciclo produce niveles decrecientes de estradiol y progesterona, lo
que elimina esta supresión y eleva los niveles circulantes de FSH.
Los folículos del ovario tienen un nivel mínimo en sus requerimientos de FSH, por debajo del
cual no se produce ninguna estimulación. Inicialmente los valores de FSH están por debajo de
este nivel de umbral, pero se elevan lentamente hasta pasarlo y entonces un grupo de
folículos es estimulado hacia un activo crecimento. Se requieren algunos días de crecimiento
antes que los folículos empiecen a producir estradiol, el cual es secretado al torrente
sanguíneo y alcanza el hipotálamo dando la señal que se alcanzó el nivel de umbral.
Hay también un nivel intermedio de producción de FSH que debe ser excedido antes que un
único folículo sea finalmente impulsado para completar el proceso íntegro de la ovulación; y
un nivel máximo que no debe ser excedido pues de otra manera se estimularían demasiados
folículos ocurriendo una ovulación múltiple. Este nivel máximo está sólo un 20% por encima
del nivel de umbral por lo que la producción de FSH requiere un preciso control de retroacción
por el estradiol producido por los folículos.
Tan pronto como el folículo dominante se lanza hacia la ovulación, se producen niveles
rápidamente crecientes de estradiol. Este estimula la producción del moco cervical y también
suprime la producción de FSH en la carrera hacia la ovulación.
La caída de FSH también inicia un mecanismo de maduración dentro del folículo dominante
que lo vuelve receptivo a la segunda gonadotrofina producida por la pituitaria, la hormona LH.
Los altos niveles de estradiol también activan un mecanismo de retroacción positivo en el
hipotálamo, el cual causa que la glándula pituitaria libere una masiva cantidad de LH. Este
brusco aumento de LH es el disparador que inicia la ruptura del folículo (ovulación)
aproximadamente 37 horas después o 17 horas después que se alcanza el valor máximo de
LH (pico de LH).
La producción ovárica de estradiol cae bruscamente durante este intervalo previo a la
ovulación. Después de la ovulación el folículo roto se transforma en un cuerpo lúteo y la
producción de la segunda hormona ovárica progesterona, aumenta rápidamente, junto con
más estradiol. La progesterona causa el abrupto cambio en las características del moco
cervical, lo que define el síntoma del Día Cúspide. Cuando la progesterona decrece hacia el
final del ciclo se produce como consecuencia el sangrado menstrual.

menarquia, a la fecha en que aparece el primer periodo menstrual. Esto indica el comienzo
de la capacidad reproductiva. El desarrollo de las características sexuales secundarias se
asocia a desarrollo mamario, aparición del vello púbico y axilar y aumento de la estatura. El
estirón de la pubertad produce un incremento de la estatura de 8 a 9 cm. anuales durante
unos dos años. El resurgimiento de la frecuencia y amplitud de la liberación de ciertas
substancias del hipotálamo en la pubertad produce la liberación pulsátil de hormona folículo-
estiulante y hormona luteinizante, que a su vez inicia la actividad ovárica y el crecimiento
folicular. La liberación de la primera de ellas, puede tardar varios meses o incluso años, en
ajustarse al patrón adulto y, por lo tanto, el crecimiento folicular será errático al principio. La
actividad ovárica aumenta los niveles de estradiol que inducen los cambios puberales,
incluyendo el crecimiento del útero y endometrio.
El comienzo de la menstruación se produce entre los 10 y 16 años de edad en la mayoría de las
muchachas de países desarrollados. Los primeros ciclos suelen ser anovulatorios y su duración
es muy variable. Suelen ser indoloros y se presentan sin previo aviso. Hacia los 6 años después
de la menarqula, el 80 por ciento de los ciclos son ovulatorios, y más del 95 por dento a los 12
años. Es importante conocer el patrón de la menstruación precoz para poder informar
correctamente a las chicas y a sus padres. En la mayoría de los casos, la irregularidad menstrual
mejorará espontáneamente Algunas muchachas, por otra parte, pueden tener más adelante
”achaques” relativos al ciclo. Debido a que los ciclos anovulatorios suelen ser indoloros, por lo
general la dismenorrea primaria sólo se inicia cuando la menstruación se regulariza.
La menarquia es el principal marcador psicológico de la transición de la infancia a la edad
adulta. Su impacto depende en gran parte de la educación que reciban las chicas en las
escuelas y de sus padres. En algunas culturas, las mujeres se consideran impuras mientras
tienen la menstruación e incluso se les recluye en unas chozas especiales fuera del poblado.
Por suerte, estas prácticas son cada vez más raras.
Durante todo el pasado siglo ha habido en los paises industrializados una tendencia hacia una
menarquia más temprana, con una disminución de unos tres a cuatro meses por década en
Europa, Estados Unidos y Japón. De este modo, el promedio de edad en la menarquia en 1840
era de 16,5 años, mientras que en la actualidad es de 13 años. Por el contrario, la edad de la
menopausia ha permanecido relativamente constante, entre los 45 y 50 años. Así, el lapso de
tiempo durante el que una mujer está expuesta a los estrógenos producidos por ella misma ha
ido en aumento. Las causas de la disminución de la edad de la menarquia son poco claras,
pero existe una interpretación que considera que es un reflejo de la mejora de las condiciones
sanitarias y ambientales. Parece que actualmente esta tendencia se está estabilizando en
Inglaterra, Islandia, Italia, Polonia y Suecia. Por ejemplo, en Inglaterra se ha advertido incluso
un retroceso desde la cohorte de nacimientos de 1945, y en Islandia e Italia desde 1950. Sin
embargo, en otros países como Alemania, la edad continúa bajando.
¿Cuáles son los determinantes de la edad de la menarquia? La menarquia se debe a una
combinación de factores, incluyendo influencias genéticas, posición socioeconómica, estado
general de salud y bienestar, estado de nutrición, ciertos tipos de ejercicio físico, influencia
estacional y tamaño de la familia.

La menarquia a una edad similar en miembros de una población étnica y en binomios madre-hija
sson ejemplos de la importancia de los factores genéticos. Igualmente, los estudios en gemelas

hahan demostrado la existencia de una relación más estrecha en la edad de la menarquia


ggemelas idénticas (tres meses) que en gemelas no idénticas (12 meses). Las diferencias entre
cclases sociales están desapareciendo en muchos países y, con ellas, las diferencias en el estado
dde nutrición, etc. Se sabe que una menarquia retrasada es una característica de las
eenfermedades crónicas, por ejemplo, puede presentarse hasta un año más tarde en las niñas
ccon diabetes juvenil.
Se ha prestado mucha atención al papel del peso y proporción de grasa corporales. Tanto la
anorexia como la malnutrición se asocian a un retraso de la menarquia, y pueden inducir
amenorrea secundaria (falta de menstruación). En EEUU, el peso medio en la menarquia es de
47.8 kg y la estatura media es 1.58 cm. Por lo tanto, se ha propuesto que hay un peso umbral
para la altura y una proporción crítica de grasa corporal antes de que pueda producirse la
menarquia. La composición corporal varía durante el estirón de la adolescencia, con una
proporción del peso corporal no graso y grasa de 5:1 al comienzo del estirón y de 3:1 en la
menarquia, cuando alrededor del 20 por ciento del peso corporal es grasa. El tejido adiposo es
una fuente importante de estrógenos y su cantidad modifica la dirección del metabolismo de los
estrógenos hacia formas más o menos potentes. Las mujeres muy delgadas presentan una
mayor proporción de la forma 2-hidroxilada de los estrógenos que es relativamente inactiva. Se
ha cuestionado la fiabilidad de los métodos para la estimación de la proporción de grasa y en la
actualidad se acepta en general que el contenido en grasa del cuerpo, aunque es un factor
clave, no es el determinante principal de la aparición de la menarquia.
El ejercicio intenso, como el atletismo, la gimnasia y el ballet, se asocia a un retraso de la
menarquia. Se ha sugerido que cada año de entrenamiento antes de la menarquia la retrasa
cinco meses. No obstante, no se conocen completamente los mecanismos implicados, aunque
un físico más estilizado puede ser significativo. Las otras alternativas son la actividad física y las
influencias familiares. La observación de que las atletas que empiezan a entrenarse antes de la
menarquia, tienden a presentar ésta a edades más tardías que sus madres y hermanas y que
aquéllas que empiezan a entrenarse después de la menarquia, ha implicado a la actividad física
como factor causal. Se ha investigado el papel del grado de actividad en un estudio reciente de
tres deportes (gimnasia, natación y tenis).
El análisis de la co-variación utilizando la edad de la menarquia materna, grupo socioeconómico,
duración del entrenamiento y tipo de deporte, mostró que la edad de la menarquia materna y el
tipo de deporte eran los mejores predictores de la edad de la menarquia de la atleta. En este
estudio, se descubrió que la menarquia se presentaba a una edad significativamente más tardía
(14.3 años) en gimnastas que en nadadoras y tenistas (13.3 y 13.2 años, respectivamente). El
grado de actividad física se estimó que era el mismo en los tres grupos, aunque el tipo de
actividad era distinto. Los autores concluyeron que la menarquia en las gimnastas era
intrínsecamente tardía, no retrasada, y que podía influir alguna forma de selección específica de
un deporte. Otros autores han concluido igualmente que la menarquia más tardía de las atletas
puede ser en gran parte familiar.
Se ha analizado la influencia estacional, hallándose picos tanto en verano como en invierno, no
obstante, los factores causales son confusos.

El tamaño de la familia y el orden de nacimientos influyen en la edad de la menarquia. Hay una


tendencia a una menarquia más tardía en chicas con mayor número de hermanos, y a la
precocidad en chicas nacidas de las últimas dentro del orden de hermanos. Aquí también los
mecanismos son confusos.
Actualmente, la edad de la menarquia parece estar aumentando en algunos países. Sin
embargo, se desconocen las causas. Puede especularse que la tendencia de disminución de la
edad de la menarquia debería finalizar en los países industrializados a medida que el peso de
los hijos de cohortes sucesivas se estabilice, por haberse logrado el nivel óptimo de nutrición y
cuidado. Sin embargo, es descorazonador pensar en el corolario: el deterioro de las condiciones
sanitarias y ambientales podría ser la causa del aumento. La moda ha favorecido a las mujeres
esbeltas y el hacer régimen para perder peso en los países industrializados, lo cual puede tener
sus efectos. Es probable que estén implicados muchos otros factores y es preciso seguir
investigando.

Implicaciones de la edad de la menarquia


La edad de la menarquia es un detetminante principal de la duración de la exposición de una
mujer a sus estrógenos, asociándose al desarrollo corporal. Una menarquia precoz se asocia a
un mayor riesgo de cáncer de mama más adelante, y muchos estudios han demostrado que la
aparición de la menarquia antes de los 13 años es un marcador de riesgo de cáncer de mama.
En los seres humanos, la actividad proliferativa es mayor durante la pubertad y la adolescencia.
Con una menarquia precoz, el desarrollo mamario empezará antes influido por el estradiol (un
tipo de estrógeno) mediatizado por factores de crecimiento semejantes a la insulina. Una
menarquia precoz se correlaciona con obesidad de tipo abdominal, en la que la resistencia a la
insulina se asocia a su vez a mayores niveles de esta hormona y factores de crecimiento
semejantes a la insulina. Estos elementos son factores de riesgo de cáncer de mama y pueden
formar parte de los mecanismos de riesgo de cáncer de mama asociados a una menarquia
precoz. En este contexto, es una buena noticia la aparente estabilización, o incluso aumento, de
la edad de la menarquia. Otro beneficio de una menarquia tardía es una menor frecuencia de
cardiopatía coronaria, que es una de las causas principales de muerte en las mujeres. Otras
posibles ventajas incluyen un primer embarazo más tardío y una disminución de la tasa de
embarazos en la adolescencia.
Sin embargo, una menarquia tardía puede tener algunos efectos adversos. Un estudio reciente
ha investigado el papel de la carencia de estrógenos en la enfermedad de Alzheimer en las
mujeres. De forma acorde con el menor riesgo de enfermedad de Alzheimer entre las usuarias
de tratamientos hormonales sustitutivos, el riesgo disminuyó con algunos factores relacionados
con una exposición aumentada a los estrógenos propios. La frecuencia creció con el incremento
de la edad de la menarquia, alcanzando significación estadística si la menarquia se había
presentado a los 14 años o más tarde.

Conclusión
Desde el pasado siglo, la edad de la menarquia ha descendido en los países industrializados,
pero en la actualidad esta tendencia se ha detenido y puede incluso estar invirtiéndose. Parecen
estar implicados múltiples factores. La edad de la menarquia parece influir en el riesgo de
padecer una serie de enfermedades a lo largo de la vida.

Final del formulario

Todos los mecanismos anteriormente descriptos requieren períodos de tiempo


prácticamente constantes de ciclo a ciclo y de mujer a mujer. Sin embargo, el aumento en
la producción de FSH hasta alcanzar el Nivel de Umbral y el Nivel Intermedio, puede estar
sujeto a retrasos. Durante un ciclo tipo de 28 días, el umbral se alcanza aproximadamente
en el día quinto del ciclo, aunque en mujeres con ciclos muy largos no se logre dicho nivel
por varios meses, aproximadamente 23 días antes de la próxima menstruación. No hay
desarrollo folicular mientras no se alcance el umbral, por lo que hay muy poca secreción
de estradiol y no se produce moco en el cervix. La mujer experimenta una sucesión de
días “secos”durante este tiempo.
A menos que la mujer haya alcanzado la menopausia o haya entrado en una fase de
amenorrea permanente, los valores de FSH finalmente se elevan hasta alcanzar el Nivel
Umbral y así comienza el desarrollo folicular. Durante un ciclo normal, el aumento en la
producción de FSH por encima del umbral continúa sin interrupción por lo que se excede
el nivel intermedio en pocos días y el folículo dominante recibe estímulo suficiente para ser
lanzado hacia la ovulación. El tiempo que transcurre entre el momento en que la FSH
supera el umbral y el momento de la ovulación es de 7 a 10 días. Sin embargo, la
elevación de FSH puede detenerse antes que se exceda el nivel intermedio y los folículos
permanecen en un estado de estimulación crónica.
Las cantidades de estradiol secretadas se estabilizan en un menor nivel que el de la
cúspide preovulatoria y son suficientes para estimular la producción de moco cervical con
características más fértiles, las cuales permanecen invariables mientras los niveles de
estradiol no cambien, hasta que el folículo dominante sea conducido a la ovulación con
niveles más altos de estradiol. El estradiol estimula el crecimiento del endometrio uterino,
de modo que a su tiempo puede originarse un sangrado de rompimiento. Esta es la causa
más común de sangrado o manchado intermenstrual.
Finalmente los mecanismos de retroacción operan aumentando los valores de FSH por
encima del nivel intermedio y la ovulación ocurrre dentro de los 7 días. El registro de días
“secos “ o “parches de moco” durante la fase preovulatoria de ciclos prolongados, es en
efecto un registro de los niveles de FSH que se encuentran por debajo o por encima del
nivel umbral y entonces los folículos productores de estradiol están activos o inactivos
respectivamente.
Una vez que el folículo dominante ha sido estimulado para lograr la ovulación, los eventos
resultantes ocurren dentro de secuencias de tiempo establecidas. La fase estimulante
toma 3 días, el tiempo entre la producción del pico de estradiol y la ovulación es de 1½
días y el intervalo entre la ovulación y la próxima menstruación es de 11 a 16 días. Un
acortamiento de este último intervalo a menos de 11 días denota un ciclo infértil, y un
alargamiento implica un embarazo.

Los síntomas de mayor producción de moco con características fértiles se observan en el


día del pico de estradiol, el cual precede al síntoma del Día Cúspide y a la ovulación. El
rápido cambio que define al síntoma del Día Cúspide se da muy próximo al día de la
ovulación y es debido al aumento en la producción de progesterona en ese momento. El
momento de inicio del siguiente período menstrual en ausencia de un embarazo es muy
predecible a partir de todos estos eventos.

¿Qué es la menopausia?

La menopausia es el periodo que termina la fase reproductiva de la


mujer. La menopausia empieza al terminar la menstruación. Con el
tiempo, los ovarios pierden gradualmente la habilidad de producir
estrógeno y progesterona, las hormonas que regulan el ciclo
menstrual. Como la producción de estrógeno disminuye, la ovulación y
menstruación ocurren a muy menudo, y eventualmente se detienen.
La menstruación puede detenerse antes debido a una enfermedad o a
una histerectomía. Én estos casos hablamos de menopausia inducida.
En Europa y en América del Norte, la menopausia ocurre normalmente cuando una mujer está
alrededor de los 51-52 años de edad. La menopausia puede pasar sin embargo a veces ya a
los 40. La edad y síntomas de la menopausia también tienen una influencia genética fuerte.
Como una regla empírica, la mujer que empezó la menstruación temprano es más probable
que experimente la menopausia antes.

La perimenopausia
Es el periodo de cambios graduales que llevan a la menopausia. Algunas mujeres pueden
experimentar la perimenopausia a los 35 años. La perimenopausia puede tardar unos meses
o incluso años. Durante la perimenopausia, se reduce la velocidad de producción de
estrógeno y los niveles del mismo fluctúan. Esto causa los síntomas similares a la pubertad,
pero más intensos. La postmenopausia es el periodo después de la menopausia.

Los síntomas de la menopausia


Los síntomas de la menopausia son tan diferentes e individuales en las mujeres. Algunas
experimentan síntomas que sus amigas nunca sufren. La duración y severidad de los
síntomas son variables. La menopausia es una parte natural de la vida porque todas las
mujeres lo sufren, algunas con más dificultad que otras. Pero una cosa que todas las mujeres
tienen en común es la habilidad para determinar las opciones sobre cómo tratar con sus
síntomas menopáusicos. Aproximadamente en el mundo occidental el 12% de las mujeres no
experimentan síntomas menopáusicos y aproximadamente el 14% experimenta los intensos
problemas físicos o emocionales.

Los síntomas psicológicos de menopausia


Las ansiedades, la dificultad concentrándose, la exageración al menor problema, fácil
irritabilidad, el olvido y los cambios de humor son los problemas psicológicos típicos. Los
estudios indican que muchos casos de la depresión relacionan más con las circunstancias
que con la menopausia sí mismo. Otros eventos, como los cuidados de parientes mayores,
jubilación, divorcio o viudez, los niños creciendo y yéndose de la casa ocurren alrededor del
periodo de menopausia. También algunos problemas pueden causarse indirectamente debido
a la perturbación de sueño. Para ocuparse de síntomas emocionales usted debe ejercitarse
regularmente. Esto ayudará a mantener su equilibrio hormonal y a preservar fuerza ósea. El
hablar con otras mujeres, que están pasando a través de menopausia, puede ayudar con
síntomas emocionales. Las mujeres que se acercan a menopausia se quejan a menudo por
pérdida de la memoria e inhabilidad para concentrarse.

• Calores y otros síntomas vasomotores


Los calores son el síntoma más de la menopausia. Los calores pueden comenzar 4 años
antes de que finalice la menstruación, pero ellos continúan generalmente un año o dos
después de menopausia. Los calores son ondas repentinas de calor del cuerpo, generalmente
en la cara o el pecho. Pueden ser acompañados de palpitaciones, transpiración, frialdades o
sudoración nocturna. Los calores causan cambios en el control de la temperatura del cuerpo.

• Interrupciones del sueño


Durante menopausia puede experimentarse el insomnio o sueños disturbados. Estos pueden
manifestarse de muchas formas incluyendo la dificultad para dormir o despertarse durante la
noche. La menopausia puede conducir a la fatiga durante el día.

• Problemas sexuales y genitales


La sequedad vaginal y menor elasticidad en tejidos son problemas comunes de la
menopausia, efecto debido a la disminución del nivel de estrógeno. La sequedad vaginal
puede causar irritación y dolor durante la copulación. El interés en copular puede declinar y
es también muy común el no alcanzar el orgasmo. Los lubricantes vaginales pueden hacer la
copulación menos dolorosa.

• Problemas urinarios
La incontinencia aumenta con la edad y hay evidencia de que la pérdida del estrógeno
desempeña un papel importante. Durante la menopausia, los tejidos en la zona urinaria
también cambian, a veces dejando mujeres más susceptibles a la pérdida involuntaria de
orina, particularmente si ciertas enfermedades crónicas o las infecciones urinarias están
también presentes. Ejercítese, tosiendo, riendo, levantando objetos pesados, o movimientos
similares que aplican presión en la vejiga y que pueden hacer que se escapen pequeñas
cantidades de orina. La carencia del ejercicio regular puede contribuir a esta condición. Es
importante saber que el entrenamiento de la vejiga es un tratamiento simple y eficaz para la
mayoría de los casos.

http://www.puc.cl/sw_educ/enferm/metodos/gen/html/h16.htm
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