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CURSO:
ENFERMERIA DE LA SALUD DE LA MUJER
DOCENTES:
LUZ BAZAN ZAPATA
INTEGRANTES:
LOAYZA GUTIERREZ MIRIAM
LOAYZA GALLARDO JESSICA
BOZA ANDRADE EUGENIA
Ciclo:iv
2010
Ciclo ovárico o Ciclo menstrual
masculina hallada en el esperma o semen) dando origen a un huevo o cigoto que se queda
alojado en el revestimiento del útero (endometrio).
Fecundación del óvulo
Para que se produzca la fecundación humana es necesario perforar la E
“corona radiata” que envuelve al ovocito secundario (óvulo que se s
desplaza a las trompas de Falopio). p
Par cumplir esta finalidad, numerosos espermatozoides liberan pequeñas e
cantidades de enzimas que ayudan a dispersar esas células foliculares r
(las que forman la corona radiata). m
Después, un espermatozoide se adhiere al gameto femenino y lo a
penetra, determinando en la membrana celular de éste un rápido cambio t
eléctrico, seguido de un cambio químico más lento, lo que impide la o
entrada de otros espermatozoides. Por lo tanto, la fecundación se z
produce con un solo espermio. . o
Menstruación i
Si el óvulo no es fertilizado saldrá despedido, junto con el endometrio, d
fuera del cuerpo a través de la vagina. Esto es lo que se conoce como e
menstruación o regla.
Una mujer puede quedar embarazada si tiene relaciones hasta 5 días p
antes de la ovulación. Esto se debe a que los espermatozoides pueden e
vivir en el cuerpo de la mujer por 3 a 5 días y esperar hasta el día de la r
ovulación para fertilizar el óvulo. f
Entonces, el periodo fértil de la mujer comprende el día de la ovulación, y o
entre 3-5 días antes y 1-2 después de la ovulación (el óvulo tiene un r
tiempo de vida de aproximadamente 24 a 48 horas). a
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Si tenemos la seguridad de conocer
el periodo fértil de la mujer,
entonces es improbable que ocurra
un embarazo cuando se tienen
relaciones fuera del periodo fértil o
periodo de ovulación.
Hormonas
La regulación del ciclo menstrual
depende principalmente del
hipotálamo, la hipófisis y los ovarios.
En todo este ciclo (ovulación, pre y
postovulación, regla) están
implicadas una serie de hormonas.
El Hipotálamo: es parte del
Sistema Nervioso Central. Produce
una hormona (GnRH) que es capaz
de estimular la liberación de las
hormonas hipofisiarias para que
secreten las hormonas
gonadotrofinas FSH y LH. C
La Hipófisis: es una glándula i
ubicada en la base del cerebro que c
libera las hormonas hipofisiarias l
gonadotróficas. Estas son la o
hormona foliculoestimulante (FSH) y
la hormona luteinizante (LH). Ambas o
ejercen su acción en los ovarios. v
- Hormona foliculoestimulante á
(FSH): segregada por la hipófisis. r
La FSH estimula la maduración del i
óvulo en el ovario (que a su vez se c
encuentra envuelto en una capa de o
tejido llamada folículo) y en el
hombre regula la maduración de los o
espermatozoides.
Hormona luteinizante (LH): c
producida en la hipófisis, regula la i
ovulación e induce el desarrollo del c
cuerpo lúteo en la mujer y la l
maduración del folículo (capa que o
envuelve al
m
e
óvulo). Con esta hormona, el óvulo n
se libera del ovario e inicia su s
descenso por las trompas de t
Falopio hasta el útero. En el r
hombre estimula la producción de u
testosterona. a
-Los Ovarios: son los encargados l
de producir el gameto femenino y de
secretar las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona.
- Estrógenos: hormonas producidas por los ovarios, que estimulan al útero para que
construya un fino revestimiento o forro (endometrio) para poder alojar al óvulo fecundado e
iniciar así el embarazo. Sin el endometrio, el óvulo fecundado no quedaría alojado en el útero
y no podría crecer. Los estrógenos se producen durante la fase de maduración del óvulo
(cuando aún está dentro del ovario).
- Progesteronas: tras la ovulación estas hormonas hacen que el revestimiento del útero
crezca más (con el objeto de alojar al óvulo fecundado). Si el óvulo no es fertilizado,
descienden los niveles de progesterona, lo que provoca la descamación o desprendimiento
del endometrio (menstruación).
- Prostaglandinas: estas hormonas incrementan las contracciones del útero para ayudarle a
expulsar el óvulo no fecundado y el endometrio con la menstruación.
Síndrome premenstrual
No todas las mujeres sufren el síndrome premenstrual, aunque tengan molestias los días
previos a la regla. Para que se considere un síndrome, tienen que ser molestias concretas
además de la sensación de tristeza y de tensión propias de este periodo premenstrual.
Síntomas físicos:
• Tensión mamaria
• Hinchazón (cara, abdomen, dedos)
• Dolor de cabeza (migrañas)
• Cambio de apetito (antojo de dulces)
• Acné o urticaria
• Estreñimiento o diarrea
• Palpitaciones
• Cambios en el interés sexual
• Cambios en el sueño
• Rigidez muscular
• Dolor de espalda
• Asma
• Rinitis
Cambios psicológicos:
• Depresión
• Sentimiento de tristeza, melancolía
• Cansancio y fatiga
• Tensión o intranquilidad
• Ansiedad
• Irritabilidad y agresividad
• Dificultad de concentración
Si sufres alguno de estos síntomas durante los días previos a la menstruación (unas dos
semanas antes) y desaparecen con la hemorragia o poco después, entonces sufres el
síndrome premenstrual.
Es más frecuente entre las mujeres treintañeras y las que ya tienen hijos, aunque no se sabe
bien por qué aparece.
En los casos más acusados del síndrome, puede ser necesario recibir un tratamiento médico.
Para otras mujeres pueden ser útiles los siguientes remedios. Ante cualquier duda, consulta
con tu médico.
- Alimentación: procura hacer una dieta sana, rica en verduras y frutas. Reduce el consumo
de sal para evitar el hinchazón y come un poco más de azúcar de lo habitual, pues puede
ayudarte a regular tu nivel de glucosa si te sientes falta de energía. No favorecen las altas
dosis de cafeína o el alcohol, al afectar ambos a la circulación sanguínea.
- Ejercicio: practica de forma regular ejercicio, además de servir para mejorar tu condición
física general, puede ayudar a suavizar los síntomas.
Menstruaciones dolorosas
Un tercio de las mujeres sufre dismenorrea o reglas muy dolorosas. El dolor es parecido al de
un retortijón, pero más intenso y puede llegar a acompañarse de náuseas, vómitos o mareos.
Consulta con tu médico si sufres este tipo de reglas dolorosas, para que determine qué
tratamiento es el más adecuado en tu caso.
Algunos estudios indican que la dismenorrea puede estar relacionada con un exceso de
producción de prostaglandinas. Estas hormonas que acentúan las contracciones de los
músculos uterinos podrían explicar el dolor intenso.
¿Tiene tratamiento?
En los casos de dolor muy fuerte, es preciso que consultes con tu médico, porque puedes
requerir algún tipo de tratamiento hormonal. Esto es especialmente importante si no
acostumbras a tener reglas dolorosas y de repente aparecen. En estos casos, la causa puede
ser alguna alteración en el endometrio, fibromas o por una enfermedad inflamatoria pélvica.
Algunas mujeres encuentran cierto alivio dándose un baño caliente y relajante o con un
masaje relajante en el abdomen, en cuanto aparecen las primeras señales de dolor.
Menstruaciones irregulares
No son muchas las mujeres que tienen un periodo “de libro”, es decir, de 28 días. De hecho,
muchas tienen ciclos menstruales de más o menos días, por lo que se considera normal la
oscilación entre los 21 y los 35.
Cuando el ciclo supera las seis semanas de duración ya se considera irregular, aunque no es
preocupante en los primeros años de la menstruación, porque pasa algún tiempo hasta que
los ciclos se regulan.
Estos ciclos inusualmente largos pueden ser oligomenorreas (un número excesivamente bajo
de reglas al año) o bien amenorreas (ausencia de regla).
Las oligomenorreas pueden deberse a algún trastorno de tipo hormonal o simplemente
obedecer al propio ciclo natural. Para descartar posibles enfermedades que lo causen es
necesario acudir al ginecólogo, que realizará los análisis y exámenes pertinentes.
La razón más habitual de amenorrea, si siempre has tenido un periodo regular, es el
embarazo. Pero también se relaciona con los cambios en la dieta, un exceso de actividad
física o estrés muy acusado. Por eso debes acudir al ginecólogo para que estudie cuál es la
causa en tu caso.
Mitos y verdades
No debes bañarte, ducharte y lavarte el pelo durante la regla
Falso. Cuando estás menstruando es más importante que nunca mantener la higiene y
sentirte limpia y fresca.
Si te quedas muy delgada, dejas de menstruar Verdadero. Una fuerte pérdida de peso puede
paralizar tus periodos. Si esto ocurriera consulta a tu médico.
Los cambios cíclicos en la actividad ovárica están controlados por la secreción de dos
hormonas en la glándula pituitaria, la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona
luteinizante (LH). La producción de estas dos hormonas está a su vez controlada por un área
del cerebro denominada hipotálamo. El hipotálamo actúa como una computadora, analizando
las señales nerviosas de otras áreas del cerebro, incluyendo aquellas que son generadas por
las emociones y los factores ambientales, como la luz y la oscuridad; también analiza las
señales hormonales generadas en los ovarios y otras glándulas endócrinas y que son
transmitidas por el torrente sanguíneo.
El ciclo ovárico progresa a través de una serie bien ordenada de eventos. Durante la última
mitad del ciclo precedente, se suprime la producción de FSH y LH por la glándula pituitaria
debido a la elevada secreción de estradiol y progesterona actuando por vía del hipotálamo. El
cuerpo lúteo al final de dicho ciclo produce niveles decrecientes de estradiol y progesterona, lo
que elimina esta supresión y eleva los niveles circulantes de FSH.
Los folículos del ovario tienen un nivel mínimo en sus requerimientos de FSH, por debajo del
cual no se produce ninguna estimulación. Inicialmente los valores de FSH están por debajo de
este nivel de umbral, pero se elevan lentamente hasta pasarlo y entonces un grupo de
folículos es estimulado hacia un activo crecimento. Se requieren algunos días de crecimiento
antes que los folículos empiecen a producir estradiol, el cual es secretado al torrente
sanguíneo y alcanza el hipotálamo dando la señal que se alcanzó el nivel de umbral.
Hay también un nivel intermedio de producción de FSH que debe ser excedido antes que un
único folículo sea finalmente impulsado para completar el proceso íntegro de la ovulación; y
un nivel máximo que no debe ser excedido pues de otra manera se estimularían demasiados
folículos ocurriendo una ovulación múltiple. Este nivel máximo está sólo un 20% por encima
del nivel de umbral por lo que la producción de FSH requiere un preciso control de retroacción
por el estradiol producido por los folículos.
Tan pronto como el folículo dominante se lanza hacia la ovulación, se producen niveles
rápidamente crecientes de estradiol. Este estimula la producción del moco cervical y también
suprime la producción de FSH en la carrera hacia la ovulación.
La caída de FSH también inicia un mecanismo de maduración dentro del folículo dominante
que lo vuelve receptivo a la segunda gonadotrofina producida por la pituitaria, la hormona LH.
Los altos niveles de estradiol también activan un mecanismo de retroacción positivo en el
hipotálamo, el cual causa que la glándula pituitaria libere una masiva cantidad de LH. Este
brusco aumento de LH es el disparador que inicia la ruptura del folículo (ovulación)
aproximadamente 37 horas después o 17 horas después que se alcanza el valor máximo de
LH (pico de LH).
La producción ovárica de estradiol cae bruscamente durante este intervalo previo a la
ovulación. Después de la ovulación el folículo roto se transforma en un cuerpo lúteo y la
producción de la segunda hormona ovárica progesterona, aumenta rápidamente, junto con
más estradiol. La progesterona causa el abrupto cambio en las características del moco
cervical, lo que define el síntoma del Día Cúspide. Cuando la progesterona decrece hacia el
final del ciclo se produce como consecuencia el sangrado menstrual.
menarquia, a la fecha en que aparece el primer periodo menstrual. Esto indica el comienzo
de la capacidad reproductiva. El desarrollo de las características sexuales secundarias se
asocia a desarrollo mamario, aparición del vello púbico y axilar y aumento de la estatura. El
estirón de la pubertad produce un incremento de la estatura de 8 a 9 cm. anuales durante
unos dos años. El resurgimiento de la frecuencia y amplitud de la liberación de ciertas
substancias del hipotálamo en la pubertad produce la liberación pulsátil de hormona folículo-
estiulante y hormona luteinizante, que a su vez inicia la actividad ovárica y el crecimiento
folicular. La liberación de la primera de ellas, puede tardar varios meses o incluso años, en
ajustarse al patrón adulto y, por lo tanto, el crecimiento folicular será errático al principio. La
actividad ovárica aumenta los niveles de estradiol que inducen los cambios puberales,
incluyendo el crecimiento del útero y endometrio.
El comienzo de la menstruación se produce entre los 10 y 16 años de edad en la mayoría de las
muchachas de países desarrollados. Los primeros ciclos suelen ser anovulatorios y su duración
es muy variable. Suelen ser indoloros y se presentan sin previo aviso. Hacia los 6 años después
de la menarqula, el 80 por ciento de los ciclos son ovulatorios, y más del 95 por dento a los 12
años. Es importante conocer el patrón de la menstruación precoz para poder informar
correctamente a las chicas y a sus padres. En la mayoría de los casos, la irregularidad menstrual
mejorará espontáneamente Algunas muchachas, por otra parte, pueden tener más adelante
”achaques” relativos al ciclo. Debido a que los ciclos anovulatorios suelen ser indoloros, por lo
general la dismenorrea primaria sólo se inicia cuando la menstruación se regulariza.
La menarquia es el principal marcador psicológico de la transición de la infancia a la edad
adulta. Su impacto depende en gran parte de la educación que reciban las chicas en las
escuelas y de sus padres. En algunas culturas, las mujeres se consideran impuras mientras
tienen la menstruación e incluso se les recluye en unas chozas especiales fuera del poblado.
Por suerte, estas prácticas son cada vez más raras.
Durante todo el pasado siglo ha habido en los paises industrializados una tendencia hacia una
menarquia más temprana, con una disminución de unos tres a cuatro meses por década en
Europa, Estados Unidos y Japón. De este modo, el promedio de edad en la menarquia en 1840
era de 16,5 años, mientras que en la actualidad es de 13 años. Por el contrario, la edad de la
menopausia ha permanecido relativamente constante, entre los 45 y 50 años. Así, el lapso de
tiempo durante el que una mujer está expuesta a los estrógenos producidos por ella misma ha
ido en aumento. Las causas de la disminución de la edad de la menarquia son poco claras,
pero existe una interpretación que considera que es un reflejo de la mejora de las condiciones
sanitarias y ambientales. Parece que actualmente esta tendencia se está estabilizando en
Inglaterra, Islandia, Italia, Polonia y Suecia. Por ejemplo, en Inglaterra se ha advertido incluso
un retroceso desde la cohorte de nacimientos de 1945, y en Islandia e Italia desde 1950. Sin
embargo, en otros países como Alemania, la edad continúa bajando.
¿Cuáles son los determinantes de la edad de la menarquia? La menarquia se debe a una
combinación de factores, incluyendo influencias genéticas, posición socioeconómica, estado
general de salud y bienestar, estado de nutrición, ciertos tipos de ejercicio físico, influencia
estacional y tamaño de la familia.
La menarquia a una edad similar en miembros de una población étnica y en binomios madre-hija
sson ejemplos de la importancia de los factores genéticos. Igualmente, los estudios en gemelas
Conclusión
Desde el pasado siglo, la edad de la menarquia ha descendido en los países industrializados,
pero en la actualidad esta tendencia se ha detenido y puede incluso estar invirtiéndose. Parecen
estar implicados múltiples factores. La edad de la menarquia parece influir en el riesgo de
padecer una serie de enfermedades a lo largo de la vida.
¿Qué es la menopausia?
La perimenopausia
Es el periodo de cambios graduales que llevan a la menopausia. Algunas mujeres pueden
experimentar la perimenopausia a los 35 años. La perimenopausia puede tardar unos meses
o incluso años. Durante la perimenopausia, se reduce la velocidad de producción de
estrógeno y los niveles del mismo fluctúan. Esto causa los síntomas similares a la pubertad,
pero más intensos. La postmenopausia es el periodo después de la menopausia.
• Problemas urinarios
La incontinencia aumenta con la edad y hay evidencia de que la pérdida del estrógeno
desempeña un papel importante. Durante la menopausia, los tejidos en la zona urinaria
también cambian, a veces dejando mujeres más susceptibles a la pérdida involuntaria de
orina, particularmente si ciertas enfermedades crónicas o las infecciones urinarias están
también presentes. Ejercítese, tosiendo, riendo, levantando objetos pesados, o movimientos
similares que aplican presión en la vejiga y que pueden hacer que se escapen pequeñas
cantidades de orina. La carencia del ejercicio regular puede contribuir a esta condición. Es
importante saber que el entrenamiento de la vejiga es un tratamiento simple y eficaz para la
mayoría de los casos.
http://www.puc.cl/sw_educ/enferm/metodos/gen/html/h16.htm
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