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Un ciego y un cojo se salvaron de un incendio.

Un da, en un bosque muy visitado, se desat un incendio Todos huyeron, llenos de miedo.
Quedaron solamente un ciego y un cojo. Asustado por el fuego, el hombre ciego se diriga, sin
saberlo, directamente hacia el bosque en llamas. "No vayas all - le grit el cojo - . acabars en el
fuego". "Hacia dnde entonces?". "Yo puedo indicarte el camino" contest el cojo, pero no puedo
caminar. Si t me tomas sobre tus hombros, podramos huir de aqu y salvarnos los dos".

El ciego sigui el consejo del cojo; lo tom sobre sus hombros y se dej guiar por l que vea muy
bien.

Esto es lo que significa la comparacin que S. Pablo hace del Cuerpo mstico de Jesucristo.
Somos miembros los unos de los otros y los carismas se distribuyen siempre para el bien de todos.
Nadie recibe un don slo para s sino para utilidad de los dems.

Si supiramos juntar nuestras experiencias, nuestras capacidades y colaborar juntos para una
tarea comn, podramos resolver tantos y tantos problemas que no pueden resolverse sin la unidad
y el servicio recprocos.

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