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ESTUDIO SOBRE CALIDAD DEL SUEÑO EN PERSONAL

SANITARIO DE URGENCIAS DEL ÁREA DE ALCÁZAR DE


SAN JUAN
Autores: JUAN JOSÉ LARA MUÑOZ, ESTEFANÍA MORENO MATA,
LUIS ALONSO GONZALEZ SANCHEZ, JULIÁN MARTÍNEZ MARTÍNEZ,
M. DOLORES FERNÁNDEZ IZQUIERDO,
PEDRO M. LOZANO UTRILLA
C.S. Villarta de San Juan (Ciudad Real)

INTRODUCCIÓN: MATERIAL Y MÉTODOS:


El sueño y sus trastornos han constituido uno de los campos Se aplicó el índice calidad del sueño (PSQI) validado en España. Consta de 24 preguntas de las que se obtiene
donde se ha realizado un gran esfuerzo para objetivar una puntuación global y de 7 componentes que valoran la calidad del sueño: Calidad Subjetiva, Latencia del
científicamente la condición humana normal y patológica. Sueño, Duración del Sueño, Eficiencia Habitual del Sueño, Perturbaciones del Sueño, Uso de Medicación
Numerosos estudios epidemiológicos han puesto de Hipnótica y Disfunción Diurna. Una puntuación total de 5 es el punto de corte que separa a los sujetos con
manifiesto la elevada prevalencia de los trastornos del sueño buena calidad del sueño del resto (<5 “buenos dormidores”).
en diferentes culturas y grupos de pacientes, se estima que Se llevó a cabo en el área sanitaria de Alcázar de San Juan sobre personal sanitario que trabaja en urgencias,
alrededor de un tercio de la población presentará algún tipo médicos y enfermeros (DUE). Se aplicó en los servicios de Urgencias hospitalarios (SUH) y centros de salud
de disfunción del sueño a lo largo de su vida1-3 Este hecho (PEAC). Se excluyeron médicos y DUE que no eran PEAC en centros de salud o no ejercían en urgencias
ha dado lugar al desarrollo de multitud de instrumentos hospitalarias como tales.
psicométricos con la intención de facilitar el diagnóstico de
este tipo de problemas
En 1.988 Daniel J. Buysse et al. diseñaron el Cuestionario
de Calidad del Sueño de Pittsburg (PSQI). El PSQI ofrece
una medida estandarizada y cuantitativa de la calidad del
sueño que rápidamente identifica a “buenos” y “malos”
dormidores, pero no proporciona un diagnóstico, aunque
orienta al clínico hacía las áreas del sueño más deterioradas.

RESULTADOS:
Del total de sujetos encuestados, 61 (70,9%) presentan mala calidad del sueño frente a 24 (27,1%) con buena calidad. Según categorías, el 95,23% de los DUE SUH presentan
mala calidad del sueño, seguidos de los DUE PEAC con un 69,23% de malos dormidores, los médicos PEAC con un 66,66% y, por último los médicos SUH con un 52,38%.
La mujer es el sexo más afectado, con un 75% de “malas dormidoras” frente a un 66,66% de hombres. Duermen peor los solteros (74%), algo mejor los casados (63,63%) y
ninguno de los separados (3) presentaba buena calidad de sueño. En función de la edad, la edad media entre los malos dormidores se sitúa en los 35 años, observando que la
media de edad en el grupo de buenos dormidores se sitúa en los 40 años. La mayor prevalencia de malos dormidores se halla en la franja de 25-34 años (58,3%), con una
significativa reducción a partir de los 55 años (5%). En la misma línea, duermen peor los que menos años por término medio han trabajado (4,21 años, n=47), con mejores
resultados en los más veteranos (8,09 años, n=17) (significación bilateral asumiendo varianzas iguales de 0,01).
Los componentes más afectados fueron latencia de sueño (x=1,66), calidad subjetiva del sueño (x=1,45), perturbaciones del sueño (x=1,43) y disfunción diurna (x=1,37). En
latencia del sueño, sólo un 15% (n=13) tarda menos de 15 minutos en dormirse. En calidad subjetiva del sueño, un 43% (n=37) refería una calidad buena, un 40,7% (n=35) la
refería como “mala” y un 7% (n=6) como muy mala. En perturbaciones del sueño un 57% (n=49) presentaba perturbaciones leves frente a un 36% (n=31) con perturbaciones
moderadas y un 4,7% (n=4) de perturbaciones severas. Según la disfunción diurna, en un 47,7% (n=41) se observó disfunción leve, 32,6% (n=28) disfunción moderada y 8,1%
(n=7) disfunción severa. El componente menos afectado fue el Uso de medicación hipnótica (x=0,31), donde un 77,9% (n=67) referían no tomarse ninguna medicación
hipnótica en el último mes. Estratificado cada componente por edades, se tiende a observar una disminución en la graduación de severidad según avanza la edad
Los componentes con mayor porcentaje según grado severo de afectación por categorías son: médicos PEAC: duración del sueño (un 31,3% refiere dormir entre 5.6 horas) y
disfunción diurna (11,11% con disfunción severa); médicos SUH: duración del sueño (19% duerme entre 5-6 horas) y latencia del sueño (un 14,3% tarda más de 1 hora en
dormirse); DUE PEAC: latencia del sueño (38,5%); DUE SUH: latencia del sueño (42,9%) y disfunción diurna (23,8% disfunción severa).

CONCLUSIONES:
El sector que peor duerme (razón de verosimilitud 0,009) es el personal de enfermería de urgencias hospitalarias, con unos resultados que duplica los obtenidos en población general
(estimación de 33,5% de malos dormidores4).
En el estudio se observa una mejoría en la calidad del sueño conforme avanza la edad, no solo a nivel global sino también según componentes. Este hecho es contrario a estudios
previos que indican un empeoramiento en la calidad del sueño a medida que aumenta la edad5.
También destaca que a más años trabajados mejoran las condiciones del sueño.
Coincidimos con respecto a datos conocidos5 en los componentes más afectados, que son latencia del sueño, calidad subjetiva y perturbaciones del sueño.
Estas observaciones parecen orientarnos a que existe algún factor positivo con la edad que, para la muestra estudiada, mejoran las condiciones esperadas (¿a más años menor
incertidumbre?, ¿mayor adaptación al estrés de nuestro trabajo?).

Bibliografía:
1.- Hammond E. Some preliminary findings on physical complaints from a prospective study of 1.064.004 men and women. Am J Public Health 1964;54:23.
2.- Karakan I, Thornby JI, Anch M, et al. Prevalence of sleep disturbance in a primarily urban Florida county. Soc Sci Med 1976;10:239-244.
3.- Bixler EO, Kales A, Soldatos CR, Kales JD, Healey S. Prevalence of sleep disorders in the Los Angeles metropolitan Area. Am J Psychiatry 1979;136:1257-1262.
4.- Influencia de la edad en la calidad de los componentes parciales del sueño en la población general. G. de Teresa Romero, V.M. Vázquez García, A.A. Álvarez Hurtado, J.L.
Carretero Ares,F. Alonso del Teso, R.M. González las Heras. Medifam v.11 n.1 Madrid enero.2001
5.- Dement WC, Miles LE, Carskadon MA. "White paper" on sleep and aging. Am Geriat Soc 1982; 30: 25-50.

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