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Tema 5. La acción humana sobre el medio. Problemática actual.

5.1- La acción humana sobre el medio.


Por medio natural se entiende el equilibrio entre factores bióticos y abióticos. Se ve alterado
por la acción antrópica, iniciada con el descubrimiento del fuego, acrecentada durante el Renacimiento
y disparada desde la Revolución Industrial en todos los ámbitos (tierra, mar aire). Desde 1970 ha
despertado una conciencia social sobre esta problemática.
Los principales problemas ambientales son: desertificación, contaminación agraria difusa,
contaminación industrial y otros tipos de contaminación.

Desertificación. Como proceso natural se debe a factores climáticos y geológicos, procesos


lentos y a veces reversibles.
En forma artificial la provoca el hombre, rápida e irreversible. Mediante incendios (el 95% son
provocados), la colonización y roturación para cultivar y para pastos del ganado, la introducción de
vegetación ajena que puede agotar los recursos del suelo haciéndolo más impermeable y absorbiendo
menos agua.
El viento es el principal agente erosivo, erosiona el suelo transportando los materiales y
reduciendo el espesor y el material orgánico.
Alternativas. Reforestación con especies adecuadas al terreno. Rotación de cultivos para no
agotar el suelo. Lavados desalinizadores.

Contaminación agraria difusa. Aparece en lugares diferentes y lejanos al foco de emisión.


Fitosanitarios. Para combatir plagas y enfermedades de los cultivos. Empieza en el s. XIX con
el sulfato de cobre para matar la filoxera (plaga de la vid). Se usa en el 75% de la producción agrícola.
Sus problemas son: uso inadecuado por agricultores mal preparados y desinformados de sus
consecuencias, venta masiva por grandes compañías que quieren obtener beneficios y recuperar
inversiones de I+D+I sin investigar las consecuencias.
Fertilizantes. Para aumentar la producción agrícola, pero no recuperan el suelo. Empieza en el
s. XVII pero se dispara en el XIX con el ácido fosfórico. Favorece el desarrollo de algas aumentando
la demanda biológica de oxígeno (DBO), que se restaría al resto de vida acuática.

Contaminación industrial. Por el uso de procesos y productos industriales. Dióxido de carbono


(combustión industrial y doméstica). Dióxido de azufre (lluvia ácida, mal de la piedra). Fosfatos (de
los detergentes, afecta a aguas superficiales). Plomo (plaguicidas, industria química).
Contaminación atmosférica. Añadir componentes extraños a la atmósfera alterando su
composición, funcionamiento, etc. Genera el cambio climático mediante el efecto invernadero, que
aumenta la temperatura terrestre.
Contaminación del agua. Alterar su composición hasta cambiar sus propiedades naturales. Su
estudio se hace en dos frentes: consumo-cantidad (creciente ritmo de absorción urbana, agrícola,
industrial y personal), calidad-contaminación (disminuye la calidad y aumenta la cantidad de agua
contaminada). Se mide con la Demanda Biológica de Oxígeno (DBO), que es la cantidad de oxígeno
que necesitan las bacterias para descomponer sustancias orgánicas en 5 días a 20ºC, a mayor
contaminación menos oxígeno y estas bacterias mueren. La contaminación marina es diferente ya que
el océano tiene mayor capacidad de autodepuración, aunque se reduce rápidamente por los vertidos
industriales, nucleares, petrolíferos, etc.

Otros tipos de contaminación.


Contaminación por desechos urbanos. Aumentan por el crecimiento urbano en el mundo
desarrollado y la urbanización compulsiva del mundo subdesarrollado. El problema es tanto su
cantidad como sus características químicas o biológicas, que se transmiten al suelo y los acuíferos por
filtraciones de líquidos. Su alternativa es el reciclaje y su conversión en abono, pero ambas requieren
grandes inversiones.
Contaminación radioactiva. Experimentos nucleares en tierra, mar y aire, transfiriéndose de
uno al resto y a los seres vivos. En su uso industrial se enfría con agua, que una vez contaminada es
vertida dañando a los seres vivos en sus sentidos y su genética.
Contaminación por añadidos químicos a los alimentos, como colorantes, conservantes,
potenciadores de olor o sabor, que tienen repercusiones a la larga en los seres vivos.
Contaminación acústica. El ruido tiene consecuencias psíquicas y físicas negativas si
sobrepasa los 50 db (decibelios), siendo irreversibles a más de 140 db.

5.2- Problemática actual.


Áreas avanzadas.
Unión Europea. Avance de la franja desértica meridional por la deforestación causada por
incendios, y el empobrecimiento del suelo por la subvención del abandono de cultivos.
Angloamérica. Sobreexplotación de las grandes praderas y erosión de los suelos por abandono
de cultivos. Contaminación creciente provocada por las megalópolis.
Japón. Territorio agreste que no permite la agricultura, así que existe gran riqueza forestal. El
principal problema es la contaminación atmosférica.
Australia. Grave proceso de erosión por los continuos incendios anuales.

Áreas dependientes. Iberoamérica, África, Próximo oriente, India, etc. Los países explotan el
medio (deforestación del Amazonas) y los RR.NN. (recursos naturales, petróleo, oro, diamantes, etc.)
sin miramientos. Sin embargo los beneficios de esta explotación van a los países avanzados por su
superioridad económica.

Países emergentes. China, Sureste asiático, CEI (Comunidad de Estados Independientes).


Tienen un arranque industrial tardío, sacrifican el medio ambiente por un desarrollo acelerado sin
considerar las consecuencias negativas. El desarrollo se debe al asentamiento de capital, industria y
tecnología extranjera que quiere reducir costes mediante ventajas fiscales, mano de obra barata, leyes
medioambientales débiles.

Áreas frías. Escasa población pero efectos notables de la contaminación del resto de zonas.
Efecto invernadero que aumenta la temperatura del planeta, alterando el clima, derritiendo el hielo
polar y aumentando el nivel del mar. Debilitamiento de la capa de ozono que nos protege de los rayos
ultravioletas.

5.3- Conclusión.
El objetivo de estos contenidos es el fomento del desarrollo sostenible en todos los países,
dentro del marco de una política y legislación de protección medioambiental. También pretende la
toma de conciencia personal del problema, asumiendo hábitos de ahorro energético, ahorro de agua,
reciclado.
Desde el punto de vista curricular este contenido no se recoge, pero se puede analizar como
breve introducción en la asignatura de Geografía propia de la modalidad de Bachillerato de
Humanidades y Ciencias Sociales, ya que su contenido filosófico y teórico lo hace muy abstracto para
la ESO.

Tema 6. La población mundial. Modelos demográficos y desigualdades espaciales.

6.1- La población mundial.


Actualmente la población mundial asciende a unos seis mil millones de habitantes, el 80%
vive en zonas pobres y el 10% acapara el 70% de la riqueza. La población aumenta en unos 80
millones al año, sobre todo en países pobres, agudizando el problema del hambre.
Las fuentes de estudio de la población se dividen en:
1. Preestadísticas. Elaboradas sin método preciso o cuyo fin no era estudiar la población.
Censos romanos, libros medievales de fuegos, registros parroquiales, etc.
2. Estadísticas. Desarrolladas en los s. XIX y XX, utilizan métodos estadísticos más
fiables y precisos. Censos, padrones, registros civiles, estudios estadísticos, encuestas,
etc.

6.2- Modelos demográficos.


En la historia existen tres ciclos demográficos: antiguo, transición, actual o moderno.

Ciclo antiguo. Elevada natalidad, alta mortalidad, por tanto hay un crecimiento natural bajo;
en los histogramas tiene forma de pirámide. Se da sobre todo en economías agrarias y rurales, en las
que los hijos son una fuerza de trabajo que desde muy pronto ayuda en la explotación de la tierra. La
mortalidad elevada se debe a las malas condiciones de vida: escasa alimentación, poca higiene, etc.,
siendo particularmente alta la mortalidad infantil.

Ciclo de transición. Su histograma tiene forma de campana por un leve descenso de la


natalidad y un brusco descenso de la mortalidad, por lo que el crecimiento natural es acelerado. La
actividad principal pasa a ser la industrial y empieza el control de la natalidad. Baja la mortalidad por
el desarrollo de medicamentos y vacunas, la mejor y mayor alimentación ya que el campo se ha
mecanizado, lo que aumenta la esperanza de vida. La mayor calidad de vida hace que se reduzca el
número de hijos para darles mayores recursos.
Se puede subdividir en tres fases: inicial, medio y final.
El inicial se da al principio de la Revolución Industrial por el éxodo rural hacia las ciudades.
La mortalidad desciende, sobre todo la infantil, manteniéndose la natalidad, con lo que hay un
crecimiento rápido.
El medio desciende rápidamente la mortalidad, mientras la natalidad desciende lentamente por
los anticonceptivos. El crecimiento de la población se ralentiza.
El final la mortalidad y la natalidad se han reducido mucho.

Ciclo moderno o actual. Natalidad y mortalidad son muy bajas, así como el crecimiento
natural. Su histograma se acorta cada vez más en la base y se ensancha en la mitad superior.
En el Tercer Mundo hay un crecimiento de población desmesurado con lo que hay hambrunas,
sólo los avances médicos llevados del Primer Mundo reducen la mortalidad.
En el mundo avanzado la reducida natalidad y mortalidad no garantiza el relevo generacional,
tendiendo al crecimiento cero o negativo, por intermedio de la planificación familiar.

En las pirámides de población hay que tener en cuenta que hay más hombres que mujeres
antes de los 40 años, ya que nacen más hombres, pero desde los 40 años hay más mujeres que hombres
ya que las mujeres viven más y envejecen mejor que los hombres.

6.3- Desigualdades espaciales.


La población se reparte de forma desigual, concentrándose en unos lugares mientras otros son
vacíos demográficos.

Causas. Son ubicación, limitaciones físico-climáticas y limitaciones humanas.


Ubicación. El 80% de la población se localiza en la franja de 20º-60º Norte (zona templada y
sus márgenes). El 75% de la población vive a menos de 500 metros de altitud y a menos de 1000 km
de la costa, la mayoría a menos de 500 km de la costa, ya que el mar templa el clima. Los interiores de
los continentes son vacíos demográficos.
Limitaciones físico-climáticas. El frío de altas latitudes provoca condiciones extremas; las
actividades humanas son caza, pesca y explotación de recursos naturales. La altitud reproduce las
características climáticas de la alta latitud (se reduce 0,6ºC cada 100 metros), empujando la población
hacia los valles donde pueden cultivar. El calor y la humedad unidos son poco propicios para cultivar,
empujando la población hacia zonas costeras o deltas, creando desiertos verdes como la Amazonia. La
continentalidad provoca contrastes térmicos y pocas precipitaciones. La topografía, ya que las
pendientes limitan el aprovechamiento y hay contrastes climáticos entre la vertiente de solana y la de
umbría, se prefieren los llanos.
Limitaciones humanas. Históricas por la antigüedad de los asentamientos. Económicas por la
influencia de un área urbana o industrial. Políticas para huir de persecuciones o colonizar nuevas
tierras. Etc.

Focos de población.
Asia oriental. China útil y Japón; contrastes políticos y económicos. Supone el 40% del total
mundial.
Asia meridional. India, Indonesia, Pakistán, Bangladesh; esfera subdesarrollada. Supone el
25% del total mundial
Europa y Rusia europea; zona muy desarrollada Supone el 5% de la superficie mundial y el
10% de la población.
El 50% de la población mundial vive en cuatro macrorregiones: China, La India, Europa y
Norteamérica.

Vacíos demográficos.
Regiones periféricas. Las zonas polares de ambos hemisferios. El 0,01% de la población,
sobre todo militares y científicos, salvo algunas tribus.
Desiertos. Su calor lo reduce al 1%, sobre todo nómadas y explotación de recursos naturales.
Zonas ecuatoriales. El calor y la humedad debilitan el suelo y favorecen las enfermedades.
Zonas de montaña. Supone el 2% de la población por las dificultades climáticas y de
aprovechamiento.

El futuro de la población mundial.


Se estima que a fines del siglo XXI la población mundial superará los 31.000 millones, siendo
el 90% de los países pobres, lo que agudizará las epidemias, hambrunas y migraciones ilegales hacia
los países ricos.

6.4- Conclusión.
Desde el punto de vista pedagógico se pretende que el alumnado analice razonadamente,
partiendo de los conocimientos teóricos que aporta este tema, los hechos demográficos que han
ocurrido en la Historia o están sucediendo ahora.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza, en dos cursos de ESO. En 2º como
aproximación y en 3ª como tema propiamente dicho.

Tema 10. El proceso de urbanización del planeta.

10.1- Conceptos: ciudad y urbano.


Concepto de ciudad. No existe una definición unívoca, ya que existen definiciones
cuantitativas, cualitativas, sociológicas, etc. La geografía urbana los define como un espacio de hábitat
humano surgido de la interacción de factores históricos, económicos y sociales y definido por
elementos demográficos, morfológicos, culturales y funcionales.
Los criterios para caracterizar una ciudad son: tamaño demográfico (cada país establece su
límite, pero este criterio siempre aparece; en España son diez mil habitantes), densidad de población
(la ciudad se asocia a espacios densamente poblados), morfología (grandes edificios, avenidas, calles
espaciosas; si bien en los cascos antiguos hay una morfología más rural con calles estrechas y casas
bajas), función (tanto como organizador de un territorio mayor al de sus propios límites, como por las
funciones económicas de sus habitantes, a saber secundarias y terciarias en oposición a las primarias
de los pueblos) y relaciones sociales (la cultura urbana, las relaciones dinámicas y superficiales y las
patologías urbanas como stress, soledad, nerviosismo, marginalidad).
Concepto de urbano y de desarrollo urbano. Lo urbano es aquello que, relacionado con la
ciudad, supera los límites físicos de ésta para abarcar un amplio territorio de carácter interrelacionado
y sistémico, cuyo centro organizativo sería la ciudad.
El desarrollo urbano se define como el proceso que hace emerger un mundo dominado por la
ciudad y los valores urbanos. Por un lado está el crecimiento urbano espacial y demográfico como
concentraciones de población y recursos, predominando las ciudades y a veces las grandes ciudades.
Por otro lado está la urbanización, que supone la adopción de valores que dependen más de las
características personales que del lugar donde se viva.

Clasificación de las ciudades. Existen tanto clasificaciones cuantitativas como cualitativas


para estudiar las ciudades.
Entre las cualitativas destaca la de Aurosseau. Distingue seis tipos funcionales de ciudades:
administración (capitales políticas), defensivas (centros militares), culturales (centros universitarios o
religiosos), productivas (centro artesanal o industrial), comunicación (centro de transporte), recreo
(balneario y turismo).
Entre las cuantitativas destaca la de Chauncy Harrid. Distingue ocho tipos de ciudades:
industriales, comercio al por mayor, transporte, ocio y jubilación, comercio al por menor,
diversificadas, universitarias, políticas.

10.2- El proceso urbanizador en el planeta.


Definición del proceso de urbanización. Proceso de difusión espacial en el tiempo de las
características de la urbe o ciudad. La explosión urbana empieza en el siglo XIX, y a fines del siglo
XX la mayor parte de la población mundial vive en ciudades. En el mundo desarrollado es un proceso
ya antiguo y más lento, mientras en el Tercer Mundo es más reciente y el crecimiento es muy rápido.

Evolución histórica del proceso urbanizador. Las primeras ciudades surgieron en


Mesopotamia hacia el 4500 a.C. debido al desarrollo agrícola y los excedentes agrarios.
Se puede dividir en tres fases: ciudad preindustrial, industrial y postindustrial.
 La ciudad preindustrial surge hacia el 4500 a.C. y dura hasta fines del siglo XVIII (Revolución
Industrial). Se divide en ciudad: antigua, clásica, medieval, moderna.
• Antigua. Establecidas en zonas fértiles de climatología idónea, fortificadas, su centro era el
templo ya que eran ciudades-estado jerarquizadas y teocráticas con un poder político
centralizado. Se dan cinco casos independientes entre sí: Mesopotamia, China (el río
Amarillo), La India, Egipto (el Nilo), la península de Yucatán.
• Clásica. Son las ciudades fenicias (portuarias y comerciales), griegas (aportaron la creación de
los espacios públicos como el ágora, el circo o el teatro) y romanas (concebidas como centros
organizativos y burocráticos basadas en la planificación racional del espacio).
• Medieval. Amurallada, de reducidas dimensiones respecto a las romanas, de trazado tortuoso,
situadas en lugares altos fácilmente defendibles. Las ciudades asiáticas tuvieron siempre gran
actividad y magnitud ya que servían de asiento administrativo, político, religioso, comercial y
cultural.
• Moderna. Surge de la nueva clase social, la burguesía y de la ideología dominante, el
absolutismo monárquico, retomándose presupuestos clásicos sobre la planificación urbana.
Sin embargo la ciudad solo es un subsistema dentro de la sociedad agraria en la que se
inscribe.
 La ciudad industrial se da desde principios del siglo XIX hasta la década de 1970. El modo
de producción artesanal es sustituido por el industrial, que permite un aprovechamiento mejor de la
maquinaria y la mano de obra.
En la ciudad industrial confluyen una serie de elementos: demográfico (crecimiento de la
población al finalizar la mortalidad catastrófica, provocando un excedente demográfico por la caída de
la mortalidad), agrario (los avances provocan un aumento de la productividad y excedente agrario que
abastece a las ciudades no agrícolas), industrial (las industrias se asientan en las ciudades creando un
aspecto y función nueva y característica desde entonces), de transporte (facilita la interconexión, el
rápido abastecimiento de la ciudad y la distribución de su producción).
Se produce un trasvase de población y alimentos del campo a la ciudad. Surgen los ensanches,
nuevos barrios residenciales de la burguesía, las áreas industriales y los barrios obreros (con carencias
y deficiencias). Se desarrolla la segregación espacial urbana.
En este momento nacen las teorías urbanísticas como por ejemplo las siguientes. La ciudad
jardín de Howard consta de un centro rodeado de una corona residencial e industrial, rodeada a su vez
por un cinturón verde purificador, con seis grandes avenidas que irradian del centro. Las grandes vías
consisten en rasgar el tejido urbano del casco histórico por avenidas con majestuosos edificios. Los
ensanches urbanos son producto de la expansión urbana y las necesidades burguesas. La ciudad lineal
de Arturo Soria consiste en una gran avenida urbanizable que une dos centros preexistentes, contando
con viviendas, centros comunitarios y de servicios.
 La ciudad postindustrial se da desde la década de 1970. La ciudad postindustrial nace al
amparo de la economía y sociedad postindustrial, con un declive del sector secundario en beneficio del
terciario.
Surge del desarrollo de los transportes y telecomunicaciones y le corresponde una ciudad
llamada metrópolis, centro innovador, dinámico y dominante sobre las ciudades que constituyen su
área metropolitana funcional. A veces estas áreas metropolitanas crecen tanto que se unen, formándose
según Gottman las megalópolis. Según Peter Hall existen cinco megalópolis: Boswash (Boston-
Washington, 40 millones de habitantes), Chippitts (Chicago-Pittsburg-parte de Canadá, 40 millones),
megalópolis japonesa (Tokio-Yokohama-Nagoya-Osaka-Kobe, 45 millones), megalópolis renana
(Desde Ámsterdam a Frankfurt abarcando Bélgica y la región parisina, 33 millones), la megalópolis
londinense (Londres-Manchester-Birmingham, 34 millones). Además en USA empiezan a nacer dos
conurbaciones: la Costa Este (Los Ángeles) y el Golfo de Méjico. Se desmantelan y desarticulan los
tejidos industriales en favor de los espacios periurbanos, surgen áreas residenciales periféricas para
descongestionar el centro, se crean dotaciones de servicios en la periferia, etc.
Se debe diferenciar entre área metropolitana y conurbación. En el área metropolitana existe un
núcleo principal llamado metrópolis del que dependen todos los demás, que están por debajo de él. La
conurbación surge cuando varias ciudades o áreas metropolitanas, iguales en rango, entran en contacto
entre sí formando un todo continuo que da lugar a un nuevo ente urbano.
La suburbanización es el proceso por el cual la tasa de crecimiento de la corona exterior
metropolitana es mayor que el de la ciudad central, buscando mayor calidad de vida.
La contraurbanización es el proceso por el cual decrece el tamaño de las áreas metropolitanas
a favor de ciudades más pequeñas o medianas. Se debe a la descentralización de la industria, los
problemas de congestión del tráfico, la contaminación ambiental, las pérdidas de tiempo, salud
inseguridad ciudadana.
La reurbanización es el proceso por el cual se rehabilita y renueva el centro urbano,
acompañado de una sustitución poblacional.
La sobreurbanización o urbanización terciaria es el proceso por el que la población urbana
crece más rápidamente que la oferta de empleo, creando bolsas de marginalidad.
Las mayores áreas urbanas desarrolladas se encuentran en Norteamérica (áreas costeras y
Grandes Lagos), Europa Occidental (el eje Londres-Milán), Japón (islas de Honshu y Kiushu) y
sureste de Australia (eje Sídney-Melbourne-Adelaida).
En cuanto a los países socialistas, no siguieron el proceso descrito porque desde la 2ª Guerra
Mundial, el crecimiento del sistema urbano se hizo planificadamente desde el poder central. El
espacio urbano fue creado por el Estado, atendiendo a criterios de utilitarismo y funcionalidad, con
una homogeneidad constructiva y morfológica.

La urbanización del Tercer Mundo. En estos países el crecimiento urbano es consecuencia de


su propio subdesarrollo. Tienen un elevado índice de crecimiento no por atracción ya que no pueden
sostenerlo, sino por repulsa a las condiciones del campo empobrecido. Existe una gran segregación
espacial entre barrios ricos y pobres, creando
Marginalidad.
En el Tercer Mundo se pueden reconocer tres tipos de ciudades: indígena (regiones marginales
de América, Asia y África, se parece al modelo preindustrial europeo), colonial (centro administrativo
y comercial de una potencia exterior al país, utiliza el plano en cuadrícula, existe una diferencia de
morfología y separación de actividades colonial y autóctona y de las áreas residenciales colonial y
nativa), nacientes (con la independencia orientan su actividad hacia el interior del país por la
reorganización de la economía; la fuerte inmigración y la alta tasa de paro provoca hacinamientos en
barriadas carentes de todos los servicios, como las favelas de Brasil).
La modernización contemporánea produce un número limitado de empleos, agravando el
problema de la sobreurbanización. Sobre todo porque es una modernización ligada a intereses externos
al país, creando un circuito superior o exterior con una minoría de personas capaces de acceder a sus
productos y servicios, y un circuito inferior o interior con una mayoría de personas con las mismas
necesidades pero incapaces de acceder a ellos.

10.3- Las redes urbanas del mundo.


Las grandes ciudades que fueron los grandes núcleos de población, Londres y París en el s.
XIX, Nueva York y Tokio en el s. XX, son sustituidas desde fines del s. XX por ciudades del Tercer
Mundo como Méjico D.F. y Río de Janeiro. El sistema macrocefálico se da cuando el primer núcleo
urbano del país supera ampliamente al segundo, dominando el sistema urbano nacional y concentrando
las funciones clave sociales, políticas y económicas, es la ciudad primacial. Cuando dos o más
ciudades de tamaño semejante dominan sobre las demás se habla de sistemas bicéfalos, tricéfalos o
policéfalos.
Hay autores que defienden la conveniencia de que los sistemas urbanos mantengan cierto
equilibrio demográfico y una jerarquización. El índice de primacía se obtiene dividiendo la población
de la primera ciudad del sistema entre la suma de la población de las cuatro mayores ciudades del
sistema (incluida la primera); el resultado se multiplica por 100 y se obtiene el porcentaje de población
que concentra la ciudad respecto a las cuatro primeras de la red. En los países subdesarrollados tiende
a aumentar, salvo casos puntuales como China, mientras en los países desarrollados tiende a disminuir.
La regla rango-tamaño fue planteada por Averbach en 1913 y demostrada por Stewart y Zipf.
Defiende que en un sistema urbano sistematizado la población de la segunda ciudad debe ser la mitad
de la primera, la tercera un tercio y así sucesivamente. Aunque no se sigue de forma exacta la mayor
parte de los países distribuyen su población urbana siguiendo la regla rango-tamaño. Actualmente
aplicar esta regla es un problema, ya que la existencia de áreas metropolitanas distorsiona los cálculos
al crecer las ciudades más allá de sus límites administrativos. El área metropolitana, formada por la
metrópoli y los asentamientos satélites, mantiene un todo urbano enmascarado por las estadísticas
municipales.

10.4-Repercusiones socioeconómicas y ambientales.


Repercusiones ambientales. La ciudad es una depredadora de espacio, materias primas y
energía, mientras produce desperdicios y residuos cuya eliminación o almacenamiento es un problema.
Repercusiones climáticas y atmosféricas. Las ciudades son islas de calor respecto del entorno,
por la acumulación de fábricas, climatizadores, automóviles, materiales de construcción que retienen
el calor. Además el agua de lluvia refresca menos al ser evacuada rápidamente. Las ciudades son focos
de contaminación atmosférica tanto por la propia ciudad (coches y calefacciones) como por las
industrias de su área de influencia. Las consecuencias son los altos índices de partículas contaminantes
en el aire, los edificios (mal de la piedra, paisajes negros) y el medio ambiente (lluvia ácida, cambio
climático, destrucción de la capa de ozono, efecto invernadero, etc.). Las campanas de polvo en los
anticiclones retrasan el enfriamiento nocturno y reduce la luz en invierno.
Consumo y contaminación del agua. Se consume agua en grandes cantidades, para uso
doméstico e industrial, que tras su paso por la urbe queda inservible, siendo el ciclo natural del agua
incapaz de regenerarla y reduciendo el abastecimiento. Esta situación es parcialmente paliable con
plantas de depuración y limpieza de agua. Se ha provocado el descenso de los mantos freáticos y la
sobreexplotación de los acuíferos, forzando la búsqueda de agua en presas cada vez más lejanas, lo
que trastoca el ciclo del agua al captar las aguas en unas cuencas para utilizarlas en otras.
Consumo y destrucción del suelo agrícola y forestal. La expansión urbana hace más rentable
destinar el suelo a opciones urbanas antes que a agrícolas o forestales y obligan a la intervención del
poder público con leyes que protejan las opciones no urbanas. El crecimiento urbano obliga a cambiar
el sistema agrícola de producción para mantener el abastecimiento, utilizando maquinaria, fertilizantes
y pesticidas que consumen mucha energía y destruyen las relaciones de equilibrio entre lo rural y la
naturaleza.
Contaminación acústica. El tráfico, la industria, los aeropuertos, estaciones, ferrocarriles, etc.
provocan la aparición de enfermedades psicológicas (nerviosismo, stress) y auditivas que pueden
llegar a la sordera total. Este tipo de contaminación es muy alta en Japón y el mundo subdesarrollado.
Se han planteado soluciones como paneles antirruido en las autopistas, jardines escalonados cuyos
árboles absorban el ruido, asfaltos especiales y motores más silenciosos.
Contaminación radioactiva y residuos sólidos urbanos. En cuanto a los desechos sólidos el
principal problema son las basuras domésticas. A excepción del reciclaje, todos los demás sistemas
(incineración, almacenamiento, enterramiento) causan problemas ambientales. Sin embargo el
reciclaje requiere instalaciones costosas que los países pobres no pueden costear y los países ricos no
quieren costear. En cuanto a la contaminación radioactiva urbana se refiere a los residuos radiactivos
derivados de las actividades sanitarias.

Repercusiones socioeconómicas. La urbanización provoca la extensión de pautas de


comportamiento y estilos de vida considerados recientes y poco naturales.
Segregación socioespacial. División de la ciudad en barrios ricos, medios y pobres.
Crisis de la unidad familiar tradicional, sustituida por otros tipos como familias
monoparentales, solitarios, etc.
Segregación social. Según el rango social se obtienen mayores servicios urbanos, calidad de
las residencias y seguridad ciudadana. La población inmigrante en los países desarrollados debe sufrir
disminuciones en las viviendas, en el empleo, racismo y choques culturales. La ausencia de empleo y
el recurrir a formas marginales de generar dinero (economía sumergida) da lugar a procesos de
marginalidad social y delincuencia. En el Tercer Mundo al imparable éxodo rural se une la
insuficiencia material y de servicios.
Proliferación de patologías médicas, como depresión y comportamiento insolidarios, a causa
de la contradicción de la existencia simultánea de masificación y aislamiento.
Incorporación de la mujer al mercado laboral, exigiendo la creación de instituciones públicas y
privadas de cuidado de niños, hipermercados, grandes superficies, asistencia a domicilio, etc.
Modificación de las pautas demográficas. Caída de la tasa de natalidad por la generalidad del
empleo femenino, acceso a anticonceptivos, planificación familiar, matrimonios más tardíos, mayor
dependencia de los hijos, mayores rupturas matrimoniales. Alarmante envejecimiento de la población.

10.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista pedagógico se pretende que el alumnado analice razonadamente,
partiendo de los conocimientos teóricos que aporta este tema, la urbanización del planeta, sus
orígenes, su desarrollo, los problemas que plantea y sus posibles soluciones, así como que tomen
conciencia de ello y se impliquen.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 3º de ESO a nivel mundial y en 2º de
Bachillerato a nivel de España.

Tema 11. Los países de la Comunidad Europea: aspectos físicos, sociales y económicos.

11.1- Introducción.
Europa es una gran península de 10 millones de km2, de relieve llano, con una altitud media
de 340 metros. Por su posición Europa tiene climas templados y fríos del Oeste de los continentes,
agradables y buenos para la agricultura.
Los límites de Europa son: al Norte el Cabo Norte y el Océano Glaciar Ártico. Al Oeste el
Océano Atlántico y sus mares. Al Sur el Mediterráneo, el Mar Negro y el Cáucaso. Al Este los Montes
Urales, el río Ural y el Mar Caspio.
Con 730 millones de habitantes es un continente muy poblado y el segundo por densidad de
población con 32 hab/km2. Es muy urbanizado ya que el 74% de la población vive en ciudades. En los
siglos XIX y XX se dio el gran aumento de población, que hoy tiende al envejecimiento. Su nivel
económico es muy alto debido al elevado desarrollo de todos los sectores económicos.
La sucesión de las dos guerras mundiales supuso el declive de Europa. La rápida recuperación
de Europa Occidental desde1950 ha desembocado en la formación de una organización
socioeconómica plurinacional, hoy conocida como Unión Europea.

11.2- Relieve.
Se organiza en torno a una gran llanura central (el 66% del territorio es llano, incluyendo esta
llanura), rodeada de regiones montañosas más o menos antiguas que configuran una gran variedad
ecológica y de posibilidades de explotación. Más obstáculos insalvables, las montañas son regiones de
contacto. Las costas recortadas, 43 mil km, hace que la influencia del mar se pueda sentir en todo el
continente, con climas agradables de cuatro estaciones y multitud de puertos naturales, fiordos, rías,
golfos, etc. Se distinguen siete conjuntos fisiográficos: la gran llanura (desde los Urales hasta el río
Wesser), la llanura atlántica (desde el río Wesser hasta los Pirineos), las llanuras interiores
(depresiones intramontañosas), las llanuras litorales mediterráneas (estrechas y orientadas al
Mediterráneo), los viejos macizos (norte de Europa), los arcos alpinos (las montañas jóvenes entorno
al Mediterráneo).

Historia geológica (orogenia época de desgaste). Las primeras tierras emergidas datan del
Precámbrico, son los escudos del Norte y el Este del continente. Siempre han sido superficies de
desgate, por lo que tienen formas redondeadas y suaves y materiales muy duros.
En el Paleozoico (orogenia caledoniana), aparecen las regiones del Norte de Europa. Se
forman sobre materiales duros que han sido desgastados por la actividad glaciar, como por ejemplo los
fiordos.
En la orogenia herciana aparece casi todo el continente, surgiendo los macizos montañosos de
la franja central de Europa (Bretaña, Central Francés, Bohemia, Urales, etc.) con depresiones que se
irán llenando durante el Mesozoico y Terciario, con los materiales que les van siendo arrasados. Estos
macizos se rejuvenecen durante la orogenia alpina, formándose fracturas. Los materiales arrasados se
acolmatan en grandes cubetas (como Londres-París-Flandes de facies marina, o Sudetes-macizo de
Bohemia continental e interior) que forman las llanuras.
En el Terciario, sobre todo el Mioceno, tiene lugar la orogenia alpina, que rejuvenece los
viejos macizos hercianos. Presenta el típico relieve alpino de crestas vivas, fracturas, pliegues, etc.
Surge el Sur de Europa: Penínsulas Ibérica, Itálica, Balcanes, Creta y Chipre.
En el Cuaternario se forma el relieve actual, ya que todo el conjunto es erosionado por los
climas. Las épocas más activas son las de rexistasia (proceso de destrucción del suelo), frente a las de
biostasia. Son épocas de rexistasia los periodos áridos que afectan sobre todo al sur y las épocas
glaciares que afectan sobre todo al norte.

11.3- La red hidrográfica.


La actual red hidrográfica se configura tras la última glaciación, formándose los actuales
fiordos, lagos y grandes cuencas (que por transcurrir sobre materiales blandos se encajan en regiones
de materiales duros).
Los ríos europeos son moderadamente largos y, salvo los mediterráneos, de caudal regular,
siendo los grandes ríos navegables hasta el comienzo del curso medio. Por tanto son medios de
comunicación. Los ríos rusos se hielan en invierno. Los mediterráneos sufren un fuerte estiaje en
verano, con caudal irregular y torrencial. Los ríos que nacen en los Alpes tienen su máximo caudal en
primavera, tras el deshielo.
Danubio 2860 kms. Rinh 1326 kms. Volga 3531 kms. Dniéper 2201 kms. Ural 2428 kms.
Elba, Vístula, Loira, Tajo, Don. Dniéster, superan los mil kms. Guadalquivir, Guadiana, Sena,
Támesis, Duero, Óder, Ebro, Ródano.
Los ríos europeos se hayan intensamente aprovechados como vías de comunicación, regadío,
ciudades, producción de energía eléctrica. El modelo urbano contemporáneo se sostiene sobre el
aprovechamiento de los ríos mediante embalses.
En Europa no hay grandes lagos, sino multitud de pequeños lagos. La mayor parte de los lagos
y los más grandes se hayan entorno al Mar Báltico, siendo de origen glaciar por la retirada del
inlandsis (hielos). La excepción es el Mar Caspio, el lago salado más grande del mundo y de origen
endorreico.
Ladoga (Rusia) 18400 km2, Onega (Rusia) 9752 km2, Vánern (Suecia) 5565 km2, Saímaa
(Finlandia) 4400 km2, todos en la zona báltica. Fuera de este ámbito sólo unos pocos lagos tienen
entidad: Balatón (Hungría), Maiore (Italia), Como (Italia), Garda (Italia), Léman (Suiza), Constanza
(Suiza).

11.4-Clima y vegetación.
Factores conformadores del clima. Por latitud Europa se encuentra en la zona templada y el
influjo marítimo suaviza las temperaturas y regulariza las precipitaciones.
 Sinópticos o de conformación. Las tres masas de aire. El centro de bajas presiones de Islandia,
derivación del Frente Polar, que en invierno baja al Sur provocando descenso de temperaturas y
precipitaciones al contactar con masas cálidas. Las altas presiones de las Azores, o anticiclón atlántico,
derivación del cinturón subtropical de altas presiones, que estabiliza el tiempo en verano y lo suaviza
en invierno. El anticiclón de Siberia, es permanente en invierno, cuando se extiende al Oeste provoca
fríos rigurosos; en verano se debilita y permite la entrada de borrascas procedentes del Oeste, aunque
menos intensas ya que las debilita a su vez.
 Geográficos. La topografía condiciona el clima. Los montes Escandinavos son una barrera que
frena el flujo occidental e impide que las olas de frío penetren en Escandinavia, el Báltico y Rusia. Los
Pirineos, Alpes y Balcanes protegen los climas mediterráneos de las masas nórdicas. El Mediterráneo
es una reserva de calor y humedad que contagia a las masas de aire circulantes.

Climas Europeos.
• Mediterráneo (30-45º). Inviernos húmedos y veranos secos, primavera y otoño son las
estaciones húmedas. En otoño se pueden dar lluvias torrenciales y gotas frías por la acumulación de
calor en las masas de agua durante el verano. Temperaturas regulares con poca amplitud térmica.
La vegetación es xerófila para afrontar los meses de sequía. Domina el bosque de encinas con
sotobosque leñoso, espinoso y aromático. La fauna se compone de pequeños herbívoros (ciervo,
gacela, jabalí) y pequeños carnívoros (lince, gato montés, lobo), hay roedores (ardilla, ratón) y aves
sobre todo migratorias (cigüeñas, gorriones, jilgueros, águila).
• Oceánico (35-60º). Oeste y noroeste de Europa. Masas de aire de tipo polar marítimo, frías y
húmedas. El verano es la estación menos lluviosa, y durante algunos días se puede sentir el anticiclón
subtropical.
Vegetación de bosque caducifolio con especies leñosas y cuatro estaciones, necesitan
humedad y luz (haya, roble). Fauna variada, con pequeños herbívoros (ciervo, jabalí, cabra), pequeños
carnívoros (lobo, lince, zorro), avifauna migratoria (patos, cigüeñas, águilas); entre todos destaca el
oso como animal emblemático.
• Continental (55-65º). Se da en el interior de los continentes, alejado de la influencia de las
masas de agua. Las masas de aire son de tipo polar continental, frías y secas. En invierno domina el
anticiclón térmico, origen de masas de aire polar continental. El verano es la época más lluviosa dentro
de un clima seco. Invierno fríos y rigurosos y veranos calurosos.
Vegetación esteparia con dominio de gramíneas, sin apenas árboles, salvo en zonas de
transición que hay matorral de frondosas y xerófilas. La fauna es de grandes herbívoros de latitudes
medias, pequeños carnívoros (lobo, zorro, lince), y aves migratorias.
• Climas zonales. Taiga (+ 60º de latitud), inviernos largos, vegetación de perennifolias y
sotobosque, fauna de migraciones e hibernación. Estepas sudorientales, acusada continentalidad,
déficit hídrico, vegetación xeromorfa sin leñosas pero con herbazales de gramíneas, fauna de
herbívoros que practican las trashumancia. Tundra, al norte del Círculo Polar, con gelivación y
presencia de musgos, líquenes y leñosas postradas, sobre suelos helados; fauna migratoria en invierno.
Clima de montaña, gradiente térmico altitudinal (0,6ºC cada cien metros), gelivación, vegetación
adaptada en pisos altitudinales.

11.5-Situación demográfica y urbana.


Envejecimiento y renovación inmigratoria. En época romana las mayores densidades estaban
al sur. Después llegó una etapa de recesión hasta el siglo X, seguida de otra de altas pérdidas (Peste
Negra s. XIV, Guerra de los Cien Años 1328-1453, Guerra de los Treinta Años 1618-48). En el s.
XVIII se igualan las tasa de natalidad y mortalidad, y desde la Revolución Industrial se da un
crecimiento sostenido de esa revolución demográfica. El Mediterráneo pierde su primacía a favor del
área norte-atlántica, que se configura en el área más poblada y económicamente dinámica.
Las estructuras demográficas se clasifican en cuatro grupos. Poblaciones muy jóvenes (+25%
de jóvenes) en el Sur y el Este, con cierto retraso en la transición demográfica. Poblaciones jóvenes en
Europa central y oriental, los países bálticos (Estonia, Letonia, Lituania), Irlanda, Islandia, Chipre,
Georgia. Poblaciones tendentes a la madurez (20% de jóvenes), Europa occidental (con inmigración y
fecundidad aún elevada) y los del centro y este de Europa (Hungría, Chequia, Eslovenia; la reducción
de la fecundidad conduce al envejecimiento). Estructuras maduras (déficit de jóvenes) con caída de la
natalidad ya antigua (Bélgica, Alemania, Austria, Suiza, etc.) o reciente (España, Italia, Grecia, etc.).
Europa tiene un crecimiento muy bajo, tanto en Occidente por la mejora de las condiciones de
vida que ha permitido la reducción de las tasas de natalidad, como en Oriente debido a la propia falta
de bienestar. El control, hasta cierto punto, de la mortalidad ha permitido el envejecimiento de la
población europea y hace a las pirámides estrechas en la base y anchas en la cúspide. En consecuencia
el mercado de trabajo es privado de mano de obra, aumenta la tasa de dependencia y la inmigración
extraeuropea se convierte en una necesidad.
Las migraciones hacia Europa desde África (con puente en España), Asia y sobre todo
Sudamérica (con destino a España) han aumentado el saldo de entrada en la UE, sobre todo en España
que acoge a un cuarto de la población inmigrante de la Unión.
Por el peso relativo de la población inmigrante existen tres tipos de países. Peso escaso (-
2,5%), Finlandia, parte del Sur (Portugal, Grecia), casi toda la Europa Centroriental. Peso medio (2,5-
5%), Gran Bretaña, Irlanda, Países Bajos, Dinamarca, Noruega. Peso elevado (+5%), Suecia, Francia,
Alemania, España, Austria, Bélgica, Suiza, Andorra, Luxemburgo.
El nivel de renta más alto está en Occidente, mientras decrece hacia Oriente. Luxemburgo
tiene el más alto del mundo 61 mil dólares. En Occidente está entre 26 mil y 36 mil dólares. En
Oriente está entorno a los 6-7 mil dólares. El área mediterránea (España, Portugal, Grecia) está en
posición intermedia entre los 18 mil y los 22 mil dólares. Se configura un poderoso sector Occidental,
central y septentrional que se extiende hasta Italia, con un espacio secundario mediterráneo, y un
segundo sector oriental de nivel bajo, lastrado por la herencia del sistema socialista, modelos
económicos desfasados, aislamiento de la economía de mercado, etc.

Proceso urbanizador. El desarrollo ha sido desigual. Las primeras aglomeraciones se dieron en


el Mediterráneo mediante la cultura grecorromana. En la Edad Media la referencia continental era
París. Desde el s. XVI el dinamismo urbano se acelera por el comercio, como en Londres y Róterdam.
En el s. XIX la industrialización acelera el crecimiento de Londres, París y Alemania, casi todas las
grandes urbes eran europeas, pero a fines del s. XX ninguna estaba entre las primeras. La población
crece lentamente, pero el crecimiento urbano se ha disparado, acrecentando la suburbanización y la
desaparición de actividades industriales en el interior.
Hay dos tipos de áreas urbanas: metropolitanas (un núcleo central rodeado de enclaves
satélites que dependen de él; Londres, París, Madrid), conurbaciones (varias entidades independientes
que al crecer entran en contacto y crean una entidad nueva y mayor; Manchester-Liverpool, Frankfurt-
Weisbaden).
Tras la Segunda Guerra Mundial la evolución de Occidente y Oriente se dividió. En Occidente
se dio la planificación urbana y las ciudades satélites a las afueras buscando precios asequibles y el
alejamiento de los congestionados centros urbanos. En Oriente se dio la ordenación y planificación,
por la pretensión política de acercar la vivienda al trabajo.

11.6-Las pautas económicas y su reflejo espacial.


El sector primario. La llegada de la Revolución Industrial provocó la emigración del campo,
pero no impidió que se le aplicaran las novedades favorables, haciendo que se ampliara la superficie
de cultivo, se redujera el barbecho y creciera la producción.
En la costa se crea el espacio de bocage o campo cerrado. En las llanuras el openfield, de
campos abiertos y disposición alargada en campos rectangulares especializadas en cereales y ganado.
En el Mediterráneo el policultivo, basado en regadío intensivo, compaginado en secano con la triada
mediterránea (cereal, vid, olivo).
El 85% de los cereales son trigo, cebada y maíz, dedicados a la exportación. Las frutas y
verduras se cultivan sobre todo en el sur, siendo la uva el 40% de la producción frutícola y el 50% de
la producción mundial de vino. Los derivados lácteos al alza. La industria cárnica es más inestable, la
crisis de la encefalopatía bovina espongiforme hizo caer el bovino al 20%, siendo el puesto
predominante ocupado por el porcino (casi el 50%), y la avicultura un 22%.
Las necesidades industriales presionan para modificar los tipos de productos, la PAC, al
imponer cuotas productivas que han introducido fuertes mutaciones, y el solapamiento entre lo urbano
y rural dan lugar a que exista un diferente grado de especialización regional (nivel avanzado del
noroeste con agricultura cerealista asociada a plantas industriales; nivel intermedio en actividades
ganaderas de costa y montaña; espacios vitícolas que suprimen superficie por sus excedentes; las
huertas mediterránea sufren la competencia africana; el openfield mediterráneo oriental), distintos
niveles productivos (zona noroeste y zona periférica desde Irlanda a Grecia ocupando la zona
mediterránea) y diferencias nacionales (excedentaria en cebada, trigo y aceite, de precios altos y difícil
salida al mercado, y alta demanda de deficitarios como frutas, tabaco y arroz).
La agricultura europea está regulada por la PAC, que desde 1970 ha creado serias mutaciones
al sistema: descenso de activos, reducción del número de explotaciones y aumento de su tamaño,
incremento de los rendimientos.

La Política Agraria Común. También conocida como las Europas Verde y Azul, tiene seis
objetivos tradicionales: elevar la productividad interna, asimilar el nivel de vida agrario al del resto de
sectores económicos, estabilizar el mercado evitando los excedentes y produciendo productos
deficitarios, permitir regularidad en el abastecimiento, conseguir precios razonables que permitan
compaginar una adquisición módica y la elevación del nivel de vida del campo, lograr la
complementariedad entre las regiones modernizando las desfasadas y acortando las disparidades.
Para ello se creó el FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola) a fin de
crear un mercado con un sistema de precios único, la preferencia por los productos propios y una
responsabilidad financiera común (contribución de los países proporcional a su PIB).
La PAC funcionó tan bien durante décadas que fue víctima de su propio éxito, al crear unos
excedentes difíciles de colocar en otros mercados (subvenciones por abandono de actividad) y no ser
capaz de consumar la revolución de los pequeños agricultores ni la Europa pobre.
En 2003 fue reformada, sustituyendo las medidas de apoyo a los precios por otras ayudas
directas, a fin de garantizar la competitividad de la agricultura en los mercados comunitarios y
mundiales, lograr una agricultura más respetuosa con el medio ambiente, proteger el nivel de vida de
los agricultores.
Pero sigue existiendo el problema de la Europa Oriental. Tras la disminución de la producción
durante la transición se ha conseguido estabilidad, con una mayoría de países que importa productos
alimentarios y una minoría que los exporta. En varios países se ha constatado una migración hacia el
campo por un empeoramiento de las condiciones económicas durante la transición. Para solventarlo se
realiza un sostenimiento de los precios de mercado, se aplican pagos directos, ayudas a la inversión y
exenciones fiscales.
La Europa Azul (pesca) considera a la Unión como un Estado a la hora de abordar cuestiones
como la conservación o ampliación de los caladeros, la gestión y explotación de los recursos marinos,
o la modernización del sector. La pesca contribuye a la economía con menos del 1% del PIB, pero
entre pescadores e industrias asociadas (naval, conservera, etc.) da trabajo a varios centenares de miles
de personas. La entrada de España y Portugal en 1986 duplicó el número de pescadores y triplicó la
capacidad pesquera, lo que impuso nuevas necesidades que se resolvieron mediante acuerdos
transitorios.

Sector industrial. El emplazamiento tradicional de los núcleos industriales era cerca de los
yacimientos, como en hierro y carbón. Tras la Segunda Guerra Mundial se reubican las actividades de
nueva creación, pero en Europa Oriental todavía se localizan industrias en los yacimientos.
La Europa herciana ha explotado masivamente sus recursos hasta agotarlos, por lo que deben
importarlos. La Europa Oriental es deficiente tanto en recursos minerales como energéticos. La
siderurgia, la construcción naval y las actividades textiles pierden rentabilidad, mientras los productos
electrónicos sufren la competencia de Japón y USA.
Se identifican cuatro grandes áreas industriales. Extractivas, las grandes cuencas
septentrionales como Sarre, Sajonia, Silesia, Bohemia, Ruhr, etc.; la crisis de los 1970 cerró una parte
y obligó a incorporar actividades sustitutivas. Portuarias, zona noroccidental como Róterdam,
Amberes, Londres, Hamburgo, Bremen, Bilbao, Marsella, Génova, etc. Dispersas de tecnología
avanzada. Urbanas, al ampara de la fuerte demanda urbana, con actividades de bienes de consumo
finales, muy dinámicas y capaces de cambiar la trama urbana mediante polígonos industriales.
Mientras decaen las regiones extractivas, se refuerzan los núcleos industriales articulados
sobre ejes de comunicación (Rin, Ródano), donde se difunden las ligadas al sector cuaternario
(informática, finanzas, etc.), sobre todo en la franja del paralelo 50º. Destacan tres sectores
industriales:
• Yorkshire. Carbón, hierro y centros textiles. Tras la crisis de 1973 se ha reconvertido y
diversificado.
• Lorena. Yacimientos de carbón de Nord Pas de Calais y Lorena y de hierro en la cuesta del
Mosela. Al no existir industrias de transformación el acero se reexpide, paralizando muchas industrias.
• Sarre y Ruhr. La mayor aglomeración industrial de la UE, reconvertida tras la crisis de 1973.
La facilidad de comunicaciones por el Rin y la tradición urbana e industrial explican este fenómeno,
concentrado en núcleos industriales como Dortmund o Esse.
En política industrial para lograr la rentabilidad empresarial se tiende a la liberalización de los
mercados, desarrollo de las infraestructuras, mercados de la información, adaptación de las industrias a
los cambios, fomentar un entorno favorable a las empresas y a su colaboración entre ellas, y un
aprovechamiento de las políticas de innovación, investigación y desarrollo tecnológico.

Sector servicios. Los servicios definen a la Europa desarrollada, con una terciarización con un
66% de activos y de aportación al PIB. Es muy acusada en el noroeste y al contrario en los países
orientales. Resaltan cuatro grandes tipos de actividades: distribución (transportes y comercio),
producción (actividades intermedias, servicios financieros, seguro, servicios a empresas, etc.),
consumo (comercio minorista, hostelería y restauración, actividades de ocio, servicios personales,
etc.), servicios colectivos (educación, salud, etc.).
Son actividades heterogéneas, básicamente urbanas, ligadas al paso de las redes naciones de
transportes y comerciales a otras transnacionales, la concentración empresarial como una exigencia del
mercado global, y el papel esencial del sector público en estas actividades. Además los servicios
afianzan una sociedad definida por la reducción de la edad activa de los trabajadores, la generalización
de los servicios básicos, la mutación del mercado laboral, el reciclaje continuado, la aparición de
nuevas clases laborales (inversores, aseguradores, financieros, etc.).
 La UE cuenta con la segunda red de carreteras más completa del mundo en longitud, y con la
tercera de navegación fluvial y comunicación ferroviaria (la primera por densidad). La flota marina
comunitaria es la primera del mundo, y la cantidad y nivel de los aeropuertos sólo tiene equiparación
en USA.
Se ha decidido adecuar la intercomunicabilidad y las redes con varias prioridades: la red de
ferrocarriles de alta velocidad, el acceso a las estaciones alpinas, transportes combinados de interés
comunitario, enlaces transpirenaicos por carretera, enlaces escandinavos, conexiones terrestres con el
arco mediterráneo, mejora de las comunicaciones con países implicados en la política comercial
comunitaria (Suiza y las repúblicas ex-yugoslavas).
La periferia ha sido beneficiada relativamente, ya que las mayores inversiones siempre afectan
a regiones saturadas al primar criterios funcionales (como la cobertura de las necesidades derivadas
del dinamismo económico, ya que se hallan cerca del centro económico comunitario), por lo que las
inversiones son inferiores a la situación real de demanda y desfase. Para solucionarlo se han reformado
los Fondos Estructurales, como el programa Interreg destinado al Mediterráneo y Europa Oriental. Un
último paso se está dando en las redes intangibles de transporte, como las telecomunicaciones, la
tecnología digital y la liberalización del sector.
 El mercado comercial único y otros servicios. La UE es una de las tres grandes potencias
comerciales, junto a USA y Japón, con +-40% de las exportaciones e importaciones mundiales. Se da
una asimetría entre Occidente (saldos comerciales favorables en todo menos en el déficit energético) y
Oriente.
El comercio internacional es fuerte con el resto de países desarrollados del mundo (como
USA), mantiene estrechos vínculos con los mediterráneos (ligados a la política exterior) y con la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Las importaciones son sobre todo de
alimentos, energía y materias primas. Las exportaciones son de productos químicos y farmacéuticos,
maquinaria y equipos de transporte, servicios financieros (transferencias, inversiones etc.).
En otros servicios destacan los financieros y bancarios, afectados por el cambio de estructura
de los bancos centrales por la unión monetaria, la creación del Banco Central Europeo y el proceso de
concentración bancaria. Las funciones de los bancos centrales estatales están mediatizadas por la
política monetaria y la concentración bancaria, con el euro como factor de fusión, que ha creado
megafusiones continentales e internacionales. Los costes han sido el cierre de multitud de instituciones
bancarias y la pérdida de puestos de trabajo, además de consolidar a Luxemburgo como gran centro
bancario europeo. Las bolsas y mercados de valores han pasado a un mercado único, con una Bolsa
Paneuropea de entidad similar a las de Nueva York o Tokio.

11.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO desde la Geografía Física
y en 3º de ESO desde las Geografías Física y Humana.

Tema 12. China. Sociedad y Cultura.

12.1- Introducción.
China tiene una densidad de 136 hab/km2 y una extensión de 9,6 millones de km2 dividida en
dos espacios, China útil y China no útil. Un tercio del país son altiplanos, un cuarto mesetas, un quinto
cuencas y un décimo colinas y llanuras, dominando las alturas al Oeste y las tierras bajas al Este. Se
divide en dos grandes ámbitos, las tierras interiores (China no útil, árida y subárida de clima
continental, altitud media 1500 metros) y las tierras del Este y sudeste (China útil, húmeda y
subhúmeda de clima monzónico, altitud media 900 metros); el 80% del territorio está por encima de
los 500 metros de altitud.
La red hidrográfica se articula entorno al Yang Tsé Kiang, con 2 millones de km2 de cuenca y
550 km de longitud, el Sikiang y el Hoang Ho.
Por tanto existen notables imposiciones del medio, excepto el agua, abundante y alrededor de
la cual se ha organizado la sociedad, la economía, el sistema político, etc.

12.2- El Estado hidráulico como modelo organizador.


China supera los 1300 millones de habitantes en 2008, el 93% de los cuales son de la etnia
han. El 7% restante corresponde a las regiones exteriores: zhang al Sur, iugures turcos al Oeste, yis y
miaos tibeto-birmanos al suroeste, tibetanos al Sur, y mongoles, manchúes y coreanos al Norte. Este
reparto ha sido inmutable durante siglos, salvo Manchuria poblada en el s. XX.
China útil concentra el 90% de la población, gracias a un medio natural favorable con altitudes
moderadas, llanuras amplias, suelo fértil, grandes ríos, veranos cálidos, lluvias abundantes. Mientras
China no útil, con el 66% del territorio, concentra a las minorías con menos de cien millones,
sometidas a la altitud, la pobreza de los suelos y los climas rigurosos.
Las mayores densidades con 700 hab/km2 se dan en la Llanura Norte, vega del Yangzi, deltas
de Sichuan y Zhu, valle de Xi y llanuras nororientales. Estas densidades se explican por un sistema
económico edificado por el Estado sobre una cultura de regadío ricícola (sistema de control de agua y
movilización de grandes masas de campesinos para la producción masiva), pudiendo controlar la
producción, proporcionar seguridad, facilitar el crecimiento demográfico, permitir el desarrollo de la
fuerza de trabajo y garantizar el suministro alimentario.

12.3- Formación histórica del espacio cultural.


Periodo antiguo. Desde el V milenio a.C. existe una sociedad próspera y avanzada en las
cercanías de Nankín (China centroriental). Este núcleo fue el foco iniciador de la cultura china a lo
largo de los siglos.

Extensión del budismo. En el año 65 de la Era Común se introdujo en China el budismo, pero
el hermetismo de la sociedad confucianista impidió que adquiriera influencia hasta el s. V.
El budismo amplió el espacio cultural chino al servir de vehículo de pensamiento entre China
y las regiones sudoccidentales (Tíbet, donde el budismo penetra en el s. VIII, Singkiang, Nepal, etc.) y
del Sur (Birmania, Thailandia, Laos, etc.), así como favorecer la colonización china en las regiones
periféricas del Imperio.

Emigración. La amenaza de invasión de las tribus nómadas del Norte determinó la


construcción de la Gran Muralla. En el s. XIII Gengis Khan (1215) invadió China, llevándose gran
cantidad de cautivos, a los que luego se unieron colonos chinos cuando Kublai Khan, nieto de Gengis
Khan, asimiló las culturas china y mongola. En los siglos XV-XVII se dieron nuevas colonizaciones
que ocuparon los espacios dejados por los decadentes imperios mongoles.

Contacto con Occidente. La expansión europea durante la época imperialista y colonial recortó
el territorio chino y debilitó la cultura china en esos puntos e incluso en la propia China (merced a las
Guerras del Opio de 1839-42 y 1856-60, la Rebelión Taiping de 1850-64 y la Rebelión de los Bóxers
de 1899-1901 que forzaron la intervención extranjera en China). China perdió Macao (Portugal, 1557),
Formosa (Holanda, 1622), Hong Kong (Gran Bretaña, 1841), Indochina (Francia, siglo XIX), Amur y
Sel Ussuri (Rusia, 1848), Vladivostok (Rusia, 1860); y se vio forzada a aceptar presencia y comercio
extranjero en varias regiones costeras.

12.4-Sociedad y estructura social.


Si bien la sociedad china ha modificado algunos de sus caracteres secundarios, pues ninguna
sociedad es inmune al cambio, su estructura fundamental se ha mantenido inalterable desde hace tres
mil años.
El sentido monárquico del poder. La monarquía china tiene unos cuatro mil años de
antigüedad, con 22 dinastías sucesivas, pero el establecimiento formal del Imperio se da en el 221 a.C.
de mano de Qin Shi Huang Ti, el Emperador de Jade, fundador de la dinastía Qin (de cuyo nombre
deriva el de China). Esta antigüedad y continuidad hace que el poder único sea una constante en la
civilización china. Incluso en la actual China comunista existe la tendencia a personificar el poder en
un solo individuo, rodeado de un halo religioso, moral y político.

El funcionariado. Existe un inmenso aparato burocrático dirigido por un alto funcionario, el


mandarín. Fijaban los impuestos, administraban justicia y ejercían funciones policiales. Por su defensa
del principio de autoridad y del orden establecido, se les debe el inmovilismo social.

Sociedad esclavista y campesina. La esclavitud surgió de forma espontánea como manera de


afrontar el exceso de población. Aunque siempre existió, nunca alcanzó la proporción que hubo en
Grecia y Roma. En 1908 la dinastía Manchú prohibió la esclavitud y la venta de hijos, pero permitió
que en caso de necesidad, los padres vendieran la fuerza de trabajo de sus hijos hasta que hubieran
cumplido los 25 años.
El carácter rural de China es innegable incluso en las grandes urbes, donde el campesinado fue
el grupo social más numeroso hasta mediados del s. XX. El régimen comunista se ha impuesto a una
estructura social arcaica sin destruirla, considerándola la primera industria nacional.

La familia. En la sociedad rural china, el individuo sólo tiene personalidad en cuanto miembro
de una familia, que es superior al individuo. El padre ejerce la autoridad suprema y la familia, de
varias generaciones y dueña de una parcela independiente, es tan grande como su riqueza le permita
mantener.
En la China moderna nominalmente la riqueza está repartida y las familias son más reducidas,
pero se siguen manteniendo los tradicionales lazos de dependencia con los padres y los antepasados.

La aldea. Es la forma tradicional de poblamiento en las regiones de Sechuan, Honan y


Kiangsu, siendo menos frecuente en las zonas superpobladas. Es autónoma, se gobierna a sí misma
democráticamente, no mantiene grandes relaciones con sus vecinas, las tierras comunales se reparten
entre los vecinos como resto de un antiguo colectivismo agrario. Con el régimen comunista, se han
organizado en comunas de explotación colectiva.

12.5-Las transformaciones urbanas.


China pretendió incentivar el desarrollo de las ciudades intermedias sin abandonar los gigantes
urbanos costeros con sus grandes industrias. Fue el dinamismo de los grandes centros urbanos lo que
provocó el éxodo rural, creando un sistema descentralizado de ciudades satélites a distancias óptimas.
Este sistema tuvo buenos efectos sociales, pero como irradiador económico racional no tuvo éxito.
El trasvase de población desde la costa humanamente congestionada hacia el interior fue
paralelo a la reforma socialista. Se pretendía relacionar los sectores productivos con la creación de
lazos comerciales entre el campo y la ciudad, pero al fracasar se ha pretendido descentralizar
funciones hacia ciudades satélites y pequeñas. En consecuencia de la rápida urbanización el sistema de
danwei, unidades de organización urbana que gestionan la actividad social y laboral y nexo entre el
Pueblo y el Partido, se va desmoronando y no puede afrontar la prestación de los servicios que tiene
asignados. Otro elemento disgregador de las danwei es el crecimiento de empresas privadas. Sólo
donde es más difícil introducir las reformas económicas de apertura se mantiene casi intacta la
influencia de las danwei, sobre todo las regiones interiores.

12.6-La economía.
La Revolución China logró salir de la miseria ancestral y alimentar a la mayor parte de su
población, mediante grandes explotaciones estatales en las regiones nuevas y las cooperativas
(comunas) en las zonas más pobladas.
Actualmente se busca aumentar la producción mediante incentivos económicos,
desmantelando las comunas y el reparto de las tierras entre los campesinos en contratos de 15 años. El
agricultor explota la tierra, diversifica los productos, los vende libremente en el mercado y se queda
los beneficios, a cambio el Estado mantiene la propiedad y el control sobre la tierra.

Evolución de la economía. La recuperación tras un largo periodo de guerras (enfrentamientos


internos y con Japón antes de la Segunda Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial de 1939-45, y
la Guerra Civil de 1945-49) fue muy rápida: reforma monetaria, nacionalización de la banca, las
grandes industrias y el comercio exterior, controles de precios y salarios.
En 1958 se produjo el Gran Salto Hacia delante: aprovechamiento máximo de los recursos
locales y el potencial humano. El crecimiento llegó a tasas del 20% anual, pero fue frenado por las
malas cosechas, el desgaste de la maquinaria y la retirada de la ayuda y los técnicos soviéticos. En la
década de 1960 se reorientó la economía dando mayor importancia a la industria ligera, la
petroquímica y la química de base. Se han intensificado los intercambios con los países capitalistas
para salir del aislamiento económico y sobre todo tecnológico (siendo capaces de fabricar bombas
atómicas y satélites espaciales), a través de zonas económicas especiales.
China posee todo lo necesario para desarrollarse: materias primas y recursos naturales (casi
intactos ya que la tierra y el artesanado fueron las principales fuentes de riqueza), fuentes de energía,
mano de obra abundante y un mercado interior inagotable. China es autosuficiente en muchas materias
primas y fuentes de energía.

Sector primario. La agricultura sigue siendo una actividad muy importante, con una superficie
de regadío de 50 millones de hectáreas, explotadas con una gran tecnificación y mecanización. Sólo el
10% del país es cultivable, lo que unido a la incesante presión demográfica da lugar a una agricultura
intensiva trabajada por mano de obra, no por máquinas. La agricultura genera en 33% del PIB, ocupa a
gran cantidad de población y su producción de excedentes influye en el ritmo de la industrialización y
en el sector exterior. La producción principal son los cereales.
En la cuenca del Yang Tsé Kiang se cultiva especialmente arroz, pero también maíz, cebada,
soja y legumbres. En Sichuan y Fukien se cultiva té. En el Norte se cultiva trigo, soja y patata.
En los cultivos industriales destaca el algodón en el curso bajo del Yang Tsé Kiang, la cuenca
del Huang-ho, en Lao-ning y Sinkiang, y la caña de azúcar. En el sudeste remolacha azucarera, en
Manchuria tabaco, cacahuete y morera (para los gusanos de seda).
Los recursos forestales ocupan el 11% del territorio, por lo que se han iniciado procesos de
repoblación, sobre todo en las zonas áridas de Norte y noreste y en Manchuria.
La ganadería es secundaria, dominando el ganado porcino, seguido del vacuno. La ganadería
ovina y caprina tiene su mayor sede en Sin Kiang y Mongolia. Se producen 12 millones de toneladas
anuales.
La actividad pesquera produce unas 7 millones de toneladas anuales.

La reforma agraria. Se puede dividir en tres grandes fases: la Reforma Agraria, el Desarrollo
de las cooperativas agrarias, la Implantación de las comunas populares.
 La Reforma Agraria. Se dan muchas semejanzas con la evolución experimentada en la Unión
Soviética tras la Revolución de 1917. Tras la revolución se procedió al reparto de tierras entre los
campesinos, estableciendo explotaciones medias y pequeñas. Los latifundios y las parcelas
consideradas muy grandes fueron divididas y repartidas, pero los latifundistas y campesinos
acomodados no fueron totalmente desposeídos, en un intento de ganarlos para la revolución.
La principal diferencia con el modelo soviético es que se concedió mucha importancia a la
opinión y bienestar de los campesinos, que fueron los principales sostenedores de la Revolución
China, y que la reforma agraria fue realizada por los propios campesinos mediante comités, no por los
cuadros de la administración.
El problema fue que se fraccionaron en exceso las explotaciones, creando un minifundismo
que aumentó la producción muy despacio, pero que ayudó a mejorar el nivel de vida de los
campesinos.
 El desarrollo de las cooperativas agrarias. Se da en 1956-58. Se dio una gran campaña estatal a
favor del cooperativismo, que produjo un encuadramiento masivo de los campesinos, aunque a veces
por la fuerza.
Las cooperativas fueron dirigidas por los propios campesinos, no por funcionarios procedentes
de las ciudades como en el socialismo europeo. La política de precios nunca fue desfavorable al
campesinado. El campesinado era la base del Estado, y China no intentó, como hizo la Unión
Soviética, industrializar rápidamente el país a costa de la agricultura. La planificación de la agricultura
nunca estuvo centralizada, se hacían planes de distrito con la colaboración de las cooperativas y tenían
carácter indicativo.
Aumentó la producción y al ser autónomo preparó al campesinado para dirigir la agricultura.
Se dedicaron a la resolución de problemas concretos, ordenación del territorio (como planes de riego)
y organización del trabajo tanto en agricultura como en infraestructuras. Pronto se llegó a la
colectivización total, conservando el equipo, pequeño grupo de diez trabajadores que actuaban juntos
toda la campaña agrícola en unas tierras que se le otorgaban con plena autonomía.
 La implantación de las comunas populares. Se da desde 1958. Es diferente de los koljoses y
sovjoses soviéticos. Sus funciones abarcan los terrenos agrícola, económico y político dentro de un
territorio asignado. Tiene a su cargo la educación, la salud pública, las infraestructuras, la producción
(agrícola e industrial), los recursos hídricos, la maquinaria agrícola, la organización de la fuerza de
trabajo, las relaciones comerciales,
Tiene tres escalones: la comuna popular propiamente dicha, la brigada (la antigua
cooperativa), el equipo (con las mismas atribuciones que en la época anterior).
El núcleo operativo es el equipo, pero inserto en un contexto más amplio. El aspecto industrial
es muy importante, las comunas disponen de créditos estatales que invierten de forma autónoma en el
desarrollo industrial tanto para el autoconsumo como para abastecer a las ciudades. La brigada ha
perdido algunas atribuciones pero sigue coordinando los equipos.
Después de un periodo de adaptación (1959-61), las comunas populares se afianzaron y sólo
introdujeron reformas durante la Revolución Cultural.
En resumen, hasta el último tercio del siglo XX China ha seguido inmersa en un modelo
económico basado en la agricultura, que ha permitido sostener el proceso de crecimiento de la
industria y del sector servicios sin sobresaltos.

12.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO desde la Geografía Física
y en 3º de ESO desde las Geografías Física y Humana.

Tema 13. Japón y el área del Pacífico.

13.1- El entorno físico.


Japón es un archipiélago volcánico de 3400 islas de muy variado tamaño, situado en el
extremo Este de Asia. Las cuatro mayores islas, Hokaido, Honsu (también llamada Hondo o Nipón),
Shikoku y Kyushu, suman el 97% de sus 378 mil km2. Se encuentra en la zona de contacto de las
placas del Pacífico, Filipinas y Euroasiática, por lo que regularmente sufre terremotos. Solo la costa se
salva del vulcanismo activo de los 180 volcanes del país, siendo el Fujiyama el más alto y símbolo
nacional.
Japón tiene un clima de veranos calurosos y húmedos, con inviernos fríos de precipitaciones
en forma de nieve. El clima lo determinan las masas del anticiclón hawaiano del Oeste, con aire
tropical marítimo, y las masas de aire polar, tanto continental como ártico. La abundante lluvia permite
una exuberante vegetación arbórea, incluso en las montañas.
Casi todo el país es montañoso, pues las llanuras, en la costa, suponen solo el 15% del
territorio. Las llanuras concentran la población y las actividades económicas, mientras el interior
montañoso dificulta las comunicaciones interiores.

13.2- Apuntes históricos.


Japón fue una sociedad cerrada a las influencias extranjeras durante 230 años. En 1638 el
shogún Tokugawa promulgó el Decreto de Reclusión, para salvar su cultura del contacto extranjero. El
decreto cayó al mismo tiempo que los shogunes Tokugawa cuando se restauró el poder imperial por la
Revolución Meiji en 1868.
Los Meiji pretenden modernizar la nación imitando a los países europeos coetáneos. Para ello
se construye un Estado liberal de estilo occidental, en 1885 se forma un gabinete de gobierno al estilo
prusiano, y en 1889 el emperador concede una Constitución, que sin embargo le reserva amplios
poderes y preserva su carácter divino. El Parlamento se compone de Congreso o Shugi In y Dieta o
Kokai, con un gobierno o Sangi In.
Los samuráis, que eran el 6% de la población, van perdiendo sus privilegios de clase militar y
dirigente. La implantación de las costumbres occidentales, como la vestimenta, elimina los rasgos
visibles de la división en castas, que sin embargo permanece implícita debido a las costumbres de
sometimiento a los superiores: el bushido o código samurái.
En 1877 se crea el Yamagata, servicio militar obligatorio basado en el bushido (código
samurái), naciendo un ejército fuerte y nacionalista, que es el principal instrumento de un proyecto de
expansión imperialista. Sin embargo la falta de industria es un lastre, ya que la potencia militar
depende del armamento moderno. Por ello el militarismo es el origen de la industria japonesa, en
principio de mano del Estado para abastecer a las tropas, pero luego los empresarios toman el relevo.
Debido a la falta de materias primas y las necesidades de emigración por la superpoblación,
Japón emprende una política imperialista sobre Corea, China (mediante zonas de influencia) y
Manchuria. El apogeo del militarismo llega en la década de 1930 y la Segunda Guerra Mundial,
cuando se invade China, Filipinas, Indochina e indonesia. Se enfrenta en el Pacífico a EEUU en una
guerra de desgaste, que finaliza con la derrota japonesa tras el lanzamiento de dos bombas atómicas.
Japón queda ocupado por USA, quien lo reconstruye como baluarte en Asia contra la
expansión comunista. Se impulsa el capitalismo, se crea una nueva constitución que establece una
monarquía parlamentaria, retirando los poderes ejecutivos al emperador. Japón aprovechó los capitales
de USA para reindustrializarse y convertirse en la segunda potencia económica del planeta.

13.3- El asentamiento humano.


La ocupación humana de Japón es relativamente tardía, apenas hay yacimientos paleolíticos.
Los primeros restos importantes son neolíticos. Los primeros habitantes propiamente japoneses son los
yayoi, de origen mongoloide, que introdujeron el arroz y los metales.

Hábitat rural. El sistema tradicional de cultivo, llamado jori, se organiza hacia el s. VIII. Cada
seis años todas las tierras de regadío son repartidas entre los campesinos, asignando parcelas
rectangulares de igual tamaño, sin considerar la productividad. Las tierras se secano suelen ser
irregulares, necesitan barbecho y sirven para el pasto del ganado, aunque la integración agropecuaria
no es muy intensa. El sistema jori solo estuvo implantado en las llanuras centrales. Las parcelas más
grandes son las granjas, seguidas de las de secano, y las más pequeñas son los arrozales. Se suelen dar
dos cosechas, en invierno y en verano, mediante el cultivo de plantas adecuadas a cada clima. El poco
espacio ha obligado a practicar una agricultura intensiva.
Las casas suelen estar rodeadas de árboles para defenderlas del viento. En general el hábitat es
agrupado, aunque también se da el disperso. Facilitado por el sistema jori, el agrupamiento domina las
tierras llanas y las de ocupación reciente, aunque no suele ser denso, con pequeños pueblos cada pocos
kilómetros. Los pueblos antiguos tienen plano irregular, los modernos regular.
Los pueblos se suceden unos a otros sin que haya un núcleo central claro, aunque también
existen pueblos de casas apretadas y estilo urbano pues el campo está muy urbanizado.

Ciudades. Nacen en la Edad Media, pero se desarrollan en el Meiji. Al llegar el Meiji solo
cinco ciudades tenían más de cien mil habitantes: Kioto, Edo (Tokio), Nagoya, Osaka y Kanazaua.
Estos núcleos han crecido como grandes metrópolis hasta formar algunas de las mayores
conurbaciones del mundo. Tokio es la ciudad más grande del mundo con 24 millones de personas.
La red urbana cuenta con dos megalópolis, formadas por conurbaciones: Osaka-Kobe-Kioto
forman la conurbación Kinki (15 millones), Tokio-Yokohama forman la conurbación Kanto (33
millones). Cada conurbación cuenta con puertos que abastecen sus necesidades.
Nagoya es un centro regional completo con un puerto comercial de importancia mundial, tiene
4 millones.
Las ciudades satélites o industriales poseen alrededor de un millón de habitantes: Hiroshima,
Kawasaki, etc. Algunas son el centro de su región. Fukuoka y Saporo están especializadas en el sector
terciario, siendo centros bancarios y bursátiles de primer orden mundial.
Las capitales de ken (provincia) tienen unos 200 mil e influencia solo en su ken.
Las ciudades especializadas, mineras, textiles y comerciales locales, son las de menor tamaño
y población. En muchos casos también poseen una importante actividad agrícola.
Las ciudades se sitúan en las llanuras aluviales y las antiguas plataformas de abrasión junto a
las costas, por lo que muchas tienen puerto aunque no en todas hay puerto industrial. La ciudad
tradicional presenta plano ortogonal, con casas bajas unifamiliares de madera, entre las que destacan
los templos. La ciudad moderna posee grandes edificios pero es más irregular que la ciudad medieval,
ya que los ensanches se hicieron respetando los caminos rurales.
Las ciudades apenas se distinguen hoy día de las europeas, solo en los barrios antiguos, ya que
los terremotos y cataclismos obligan a reconstruirlas.
La casa tradicional es uno de los elementos más exóticos de Japón. Se construye en madera
con planta rectangular y varias edificaciones exentas diferenciadas funcionalmente, como jardines y
patios. Techo, suelo y entramado son de madera, pero las paredes son más cierres que muros,
especialmente en el interior donde son un simple papel vegetal corredizo. Los muebles son escasos,
sin mesas, sillas o camas, y las habitaciones están poco o nada especializadas. Está extendida por todo
el país, lo que impide una adaptación real al medio ya que es fría en invierno y calurosa en verano. No
resiste tifones, terremotos, lluvia, nieve o humedad, y el fuego es un enemigo implacable. Sin embargo
es barata y fácil de construir, o lo era cuando los bosques abundaban.

13.4-Población.
Japón tiene 130 millones de habitantes, lo que supone una densidad de 336 h/km2, una de las
más altas del mundo. Sin embargo esta media es engañosa, ya que al estar el interior despoblado la
concentración de la población en la costa hace que ésta tenga una densidad de 2000 h/km2.
La fecundidad siempre ha sido muy alta y la mortalidad muy baja, por lo que pasó la
transición demográfica de forma rápida y sin problemas, con un desarrollo industrial acorde. Tras la
Segunda Guerra Mundial la natalidad cae en picado completando el modelo demográfico moderno. El
desarrollo económico ha suido más rápido que el de la población, que muestra claros signos de
envejecimiento.
La distribución de la población es muy irregular. El interior del país está despoblado. La gente
se concentra en las llanuras costeras y las megalópolis, en total un 15% de la superficie y el 77% de la
población.
El sector terciario ocupa al 58% de la población. La industria al 34%. La agricultura el 6%
pero es muy importante la agricultura a tiempo parcial. Los empleos son de calidad y estables, con
solo un 3% de paro.

13.5-Estructura económica.
La economía ha tenido desde el principio un doble impulso público y privado, pues no
tuvieron la obsesión liberal de que el gobierno no interviniese en la economía. Las inversiones han
dependido de la coyuntura económica y del valor estratégico de los sectores.
El empresariado está muy bien estructurado pero polarizado entre grandes y pequeñas
empresas. El 40% de los trabajadores pertenece a empresas de menos de 10 empleados, y el 25% a
empresas de más de 100. Las pequeñas empresas se dedican a la fabricación de componentes para los
productos de las grandes empresas. Sin embargo algunas pequeñas firmas son independientes,
principalmente en el sector textil. Existe multitud de constructoras de maquinaria y de servicios
industriales. Normalmente las pequeñas empresas se asocian para estandarizar los componentes que
venden a las grandes empresas, y así no depender en exclusiva de estas aunque la norma es la fidelidad
entre empresas.
La producción mayoritaria para el mercado está dominada por las grandes empresas, salvo en
el textil en que hay mayor fragmentación. La tendencia es a la concentración y absorción de las
pequeñas empresas por las grandes. En el comercio la dispersión es mayor ya que, aunque dominan las
grandes empresas, las pequeñas gozan de la ventaja de estar especializadas. El consumo interno es la
base de la economía japonesa.
La concentración es mayor en el sector financiero a través de los zaibatsu, clanes familiares
que dominan un grupo diversificado de empresas y bancos, ya sea de un mismo sector o de varios. Son
zaibatsu importantes Mitsui y Mitsubishi por ejemplo, que manejan presupuestos de más de 150 mil
millones de euros. Nacieron en la Edad Media y fueron fundamentales en el triunfo Meiji y la
modernización de Japón. Tras la Segunda guerra Mundial fueron disueltos por USA mediante leyes
antimonopolio y antitrust, pero no tardaron en renacer como modernas empresas financieras y
capitalistas que sortean las leyes mediante sistemas de asociaciones, empresas subsidiarias e ingeniería
financiera. Mantienen una política expansiva y agresiva contra sus competidores.
El Estado siempre tuvo un papel muy intenso al intervenir en cualquier sector que necesitara
capitales. La administración Meiji favoreció la creación de empresas e infraestructuras mediante una
política de obras públicas. Pese a la teórica libertad de empresa lo cierto es que la economía está
intervenida y planificada, mediante indicaciones flexibles que las empresas se comprometen a seguir.
La planificación depende de un organismo del gobierno central, que elabora planes generales (como
los de 1948-52, 1956-60, 1961-70) y planes regionales destinados a evitar la congestión de la
concentración industrial y urbana.
La economía crece a un ritmo espectacular del 10% gracias al consumo interno, que absorbe el
89% de la producción nacional. Pese a la sensación de los demás países de invasión de productos
japoneses lo cierto es que su exportación no supone para ellos más del 11%. El gasto interno es
posible gracias al ahorro y la protección del mercado mediante políticas antiinflacionistas, que sitúan
la inflación en el 0,5% anual.

Agricultura. La agricultura tradicional, el sistema jori, es de tipo asiático meridional: intensiva


de arroz y por inundación, aunque con el tiempo crecen los árboles frutales y la ganadería. Ocupa solo
al 6% de la población activa y supone menos del 3% del PIB. No es suficiente para abastecer las
necesidades alimenticias de Japón, que se cubren mediante importaciones que suponen el 23% de las
importaciones. Las explotaciones están muy capitalizadas, son de propiedad privada y dominio útil
directo.
La superficie agraria útil es el 14% del total, con cultivos de regadío por inundación
(principalmente arroz) y cultivos de secano (cereales panificables y soja). Los campos de regadío se
secan en invierno para el cultivo de hortalizas, mientras los de secano deben estar en barbecho un año
cada cierto tiempo.
La ganadería es subsidiaria de la agricultura aunque pocas tierras se dedican al forraje.
Toda la producción es comercializada por grandes empresas, por lo que las explotaciones son
verdaderas empresas que sirven al mercado. Las ganancias son muy altas debido al uso masivo de
técnicas de la revolución verde.

Pesca. Es un sector muy importante para la economía y la dieta, pues aporta el 60% de las
proteínas animales. La potente flota pesquera trabaja tanto en los caladeros cercanos (Mar de China,
Mar de Japón) como en caladeros del resto del mundo. Está compuesta por grandes empresas cuyos
enormes barcos pescan en cualquier parte del mundo con los medios más modernos. Se mantiene la
pesca tradicional de bajura, pero es marginal.
La industria pesquera japonesa está muy capitalizada, hasta el punto de que tiende al cultivo
marino, con grandes criaderos de mariscos, algas, peces, perlas, etc. El Estado se muestra muy
interesado en desarrollar este sector con vistas al futuro.
Los puertos más importantes son los de la costa del Pacífico.

Energía. El consumo de energía es muy alto, unos 6900 kw/hora per cápita, aunque la mayor
parte la consumen las grandes empresas: industrias pesadas, luego industrias ligeras, finalmente gasto
doméstico. Por el contrario carece de recursos con los que fabricarla, por lo que debe importarlos,
siendo por importancia: petróleo, nuclear, hidroeléctrica, carbón, energías alternativas.
El Estado considera este sector como estratégico, por lo que ayuda a las empresas japonesas a
comprar empresas extranjeras e incentiva el uso de maquinaria de bajo consumo. La energía nuclear
entró tarde debido a causas psicológicas, pero su bajo precio ha convertido a Japón en el tercer
productor mundial de este tipo de energía.

Industria. Es el segundo sector de la economía japonesa, aportando el 42% del PIB y


ocupando al 35% de la población activa. Despega en la época Meiji con la inversión estatal y el
impulso militarista. No tiene que ver con la mecanización de sistemas tradicionales de manufactura,
sino con la asunción de la tecnología europea para producir bienes similares cuando no copiados.
Japón carece de materias primas por lo que debe importarlo casi todo. Para prosperar produce
productos de alto valor añadido y tecnológicamente complejos. La falta de materias primas impulsó el
colonialismo a fin de asegurarse los recursos necesarios. Las fábricas se instalan en los grandes
puertos tendiendo a la centralización. Pero desde 1970 hay una tendencia a la deslocalización de la
producción a favor de los países del entorno, que ofrecen ventajas fiscales, mano de obra barata, y
conexión con las grandes rutas comerciales.
La siderurgia, sobre todo de transformación, es una de las principales industrias. La
construcción naval tiene gran tradición, pero destaca la automovilística pues los coches tienen precios
competitivos, son pequeños y de bajo consumo, ideales para la ciudad moderna de cualquier país.
La industria textil tiene más tradición. Se localiza en la costa del Pacífico aunque están menos
concentradas y suelen ser de tamaño medio o pequeño.
La industria de alta tecnología destaca como una de las más competitivas del mundo.
La industria japonesa abastece el mercado interno y tiene una gran capacidad de exportación.
Inunda el mercado internacional de productos a precios competitivos, productos de buena calidad o lo
bastante asimilable.

Comunicaciones. La red de comunicaciones es muy densa y de buena calidad. Se crea en


época Meiji y conecta el país por la periferia. La red ferroviaria es muy densa, una de las más
modernas del mundo y también de las más utilizadas, tanto por viajeros como por mercancías. La red
de carreteras y autopistas también es muy tupida y moderna, siendo remodelada continuamente en
auténticos alardes de ingeniería. Tanto la red ferroviaria como de carreteras están siempre
congestionadas porque son insuficientes para el tráfico japonés.
La marina mercante es la segunda del mundo, siendo utilizada fundamentalmente para la
exportación. Algunos barcos son factorías flotantes.
La aviación también es muy moderna y casi todas las ciudades tienen su aeropuerto, muchas
de ellos internacionales.
La red de telecomunicaciones es una de las más modernas y destacadas del planeta, tanto
periódicos como radio, televisión o internet.

Comercio exterior. El comercio exterior es muy importante para Japón, tanto por las
exportaciones como por las importaciones, que le hacen estar presente en todo el mundo.
Japón importa materias primas, petróleo en crudo y algunos bienes de consumo. El 22% son
productos agrícolas, el 23% energía y el 9% minerales y metales. Sus principales proveedores son
USA, la Unión Europea y el sureste asiático.
Japón exporta productos elaborados de alto valor añadido y maquinaria de equipamiento. Sus
principales clientes son USA, la Unión Europea y el sureste asiático.
La balanza comercial es claramente favorable a Japón aún descontando la inflación, lo que le
permite sostener el ritmo de las importaciones que necesita.

13.6-Los dragones asiáticos.


El desarrollo japonés se difunde por el área del Pacífico merced a la política de
deslocalización de las grandes compañías. Las empresas buscan mano de obra barata en trabajos que
requieren poca especialización, además de obtener beneficios fiscales. No obstante tanto los capitales
como las decisiones siguen siendo japoneses.
Las industrias se sitúan en las costas y las ciudades mejor situadas en las vías del comercio
internacional. La región en la que se instala una empresa sufre un desarrollo ya que se crean puestos
de trabajo, se construyen las infraestructuras y vías de comunicación necesarias, y aumenta el nivel
educativo de la población local.
Se han beneficiado de este fenómeno países como Taiwán, Corea del Sur, Singapur, Malasia,
Indonesia, Vietnam, etc., considerados los dragones del sureste asiático. Han pasado de ser países
subdesarrollados a estar en vías de desarrollo. Muchos de los productos que antes exportaba Japón
ahora los comercializan estos países. Son productos de alto valor añadido, de peor calidad que los
japoneses pero asimilables. Corea tiene dos grandes firmas autóctonas: Daewoo del automóvil y
Sunkyong del petróleo. Taiwán es uno de los principales productores de componentes de ordenador.
El punto más débil de estas economías es su dependencia de los capitales japoneses y la
exportación casi total de su producción. El consumo interno apenas ha crecido en ellos, salvo Corea
del Sur.

12.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO desde la Geografía Física
y en 3º de ESO desde las Geografías Física y Humana.

Tema 14. África.

14.1- Introducción.
África es un compacto bloque de 30 millones 2 mil km2 y una altitud media de 750 metros.
Está unido a Asia por el istmo de Suez, cortado por un canal desde el s. XIX. El paso del Ecuador por
su parte central determina una simetría climática: clima ecuatorial en el centro, a ambos lados zonas
tropicales que alternan desiertos, sabana y estepa, y en las zonas templadas de los extremos clima
mediterráneo.
Es un continente poco poblado con 855 millones de habitantes y una densidad media de 62
hab/km2. El crecimiento anual es del 2% y la tasa de fecundidad es de 4,5 hijos por mujer. La
esperanza de vida es de sesenta años y la tasa de población urbana ronda el 50%

14.2- El territorio.
África tiene aspecto de bloque triangular, macizo y compacto, de contornos simples y trazado
regular. En África se diferencian dos grandes dominios: África mediterránea y África subsahariana.

El África mediterránea. Región de transición entre Europa y el Sáhara, de economía


esencialmente agraria y gran riqueza energética y minera. El desierto del Sáhara tiene población
nómada, salvo la de los oasis. Formada por el Magreb (Marruecos, Argelia, Túnez), Libia y Egipto. Su
clima, vegetación y economía la une al mundo mediterráneo, si bien su clima es más suave. Gran
contraste entre el Norte y costa desarrollado y muy poblado, y el Sur e interior deshabitado y
desértico. La acción colonial europea del s. XX ha implantado el neocolonialismo y la fuerza árabe,
marcados por la inestabilidad. Conviven diferentes pueblos que se diferencian por su nivel de
desarrollo, múltiples costumbres y formas de vida.
El África negra o subsahariana. Encerrada entre los desiertos de Sáhara al Norte y Kalahari al
Sur, con climas extremos (ecuatorial y tropical) y vegetación hostil (selva, sabana y estepa). Se
caracteriza por su diversidad cultural y racial, aunque tiene rasgos que la unifican: espacio común,
historia colonial y neocolonial, tradiciones culturales, religiones (animista, Islam, cristianismo),
organización social basada en clanes y tribus. Se hablan gran número de lenguas africanas, pero tres
idiomas mundiales actúan como lenguas francas: inglés (Sur, oriente, Nigeria), francés (centro,
occidente y Madagascar), árabe (Norte-Mediterráneo).

14.3-Contrastes entre las Áfricas Mediterránea y Subsahariana.


Físicos. África es un macizo antiguo, formado por rocas duras casi todas de origen
precámbrico, durante el plegamiento caledoniano. Los movimientos posteriores han fracturado el
territorio, llenándolo de fallas y depresiones tectónicas. La erosión ha actuado formando una gran
meseta que ocupa casi todo el continente. Las únicas montañas recientes, formadas en el plegamiento
alpino, son los montes Atlas. En el Terciario y Cuaternario fenómenos volcánicos formaron fallas,
fracturas y fosas tectónicas en la zona oriental, formando el Rift Valley. El relieve africano se
caracteriza por las altas y espaciosas mesetas que alternan con grades depresiones y hondonadas
ocupadas por cuencas hidrográficas o grandes lagos.
Las principales cadenas montañosas son: Atlas (Marruecos y Argelia); Ahaggar (Argelia,
Sáhara); Tibesti (Chad y Libia, Sáhara); los macizos de Uganda (Ruwenzori), Kenia y Tanzania (Este,
grandes masas volcánicas con altas cimas como el Kenia y el Kilimanjaro, la más alta de África);
Drakenberg (Sudáfrica, con cimas superiores a los tres mil metros).
La costa mediterránea es baja y arenosa en el delta del Nilo, elevándose cerca del Atlas al
Oeste. Los accidentes principales son los golfos de Gabes (Túnez) y Sirte (Libia) y el estrecho de
Gibraltar.
La costa atlántica tiene un perfil de amplias curvas. La primera nace en el cabo Espartel
(Marruecos) y sigue hasta el cabo Verde (Senegal) para hundirse luego en el golfo de Guinea. La
segunda, menos pronunciada, nace en el cabo Ló0pez (Gabón) y termina en el cabo Fría (Costa de los
Esqueletos, Namibia). La tercera nace en el punto donde termina la segunda, y finaliza en el cabo de
las Agujas (Sudáfrica), cerca del cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica). Salvo tramos específicos, la
costa atlántica es baja y arenosa, con malos y escasos puertos.
La costa oriental está bañada por el océano Índico, reproduciendo el perfil del sudoeste
atlántico, salvo en la península de Somalia (el Cuerno de África). Alterna tramos bajos y arenosos con
altos acantilados debidos a la cercanía al mar de los sistemas montañosos. Los puertos en general son
malos y de difícil acceso, excepto Port Elizabeth, East London y Durban en Sudáfrica y Maputo en
Mozambique. La costa del nordeste, bañada por el mar Rojo, es alta y volcánica. El Canal de Suez,
abierto en 1869, facilita las comunicaciones entre Europa, África y Asia. Los principales salientes son
los cabos Delgado (Mozambique) y Guardafui (Somalia). Las principales islas del Índico son:
Madagascar, Mauricio, Reunión, Comores, Seychelles y Zanzíbar.

Hidrografía. África cuenta con algunos de los cursos más importantes del mundo. El Nilo, el
más largo del mundo con casi siete mil km de recorrido, y una cuenca que abarca el 10% del
continente, con grandes afluentes como el Nilo Azul y el Atbara. El segundo río es el Congo, con tres
millones y medio de km2 de cuenca, lo que le convierte en el segundo río más regular del mundo (tras
el Amazonas) al recibir afluentes de los dos hemisferios. El Níger desemboca a través de un extenso
delta, y durante sus crecías inunda cien mil km2. En el África austral destacan el Zambeze (con sus
rápidos y cataras) y el Orange (que atraviesa casi toda Sudáfrica para perderse en el desierto de
Kalahari). Las grandes fracturas de la meseta oriental han dado lugar a grandes lagos: Turkana,
Eduardo, Alberto, Malawi (Nyassa), Victoria y Tanganica (el segundo más profundo del mundo con
dos km).

Clima. Los climas africanos se repiten simétricamente desde el Ecuador: ecuatorial en el


centro, tropical sudanés, tropical saheliense, desértico subtropical y sendas franjas costeras de clima
mediterráneo. En el centro son lluviosos, y según se alejan se hacen cada vez más secos.
El clima mediterráneo: calor veraniego, sequedad, inviernos suaves y plantas adaptadas al
estiaje. La franja del Norte, que linda con el Mediterráneo, tiene acentuadas estas características por
los vientos secos y cálidos del Sáhara, habiendo vegetación de bosque abierto xerófilo y matorral
oloroso de escaso porte.
El clima saheliense: semidesértico, con 100-250 litros por m2 anuales, con vegetación
esteparia y diseminada de especies arbustivas leñosas con profundas raíces y escasa transpiración,
como el cactus y el tamarindo.
El clima desértico subtropical puro (menos de 100 litros por m2 al año): dominante por su
extensión. Las lluvias son inexistentes, y cuando llegan son torrenciales, lo que impide aprovecharlas
y condiciona la vida. Los desiertos emblemáticos son Sáhara y Kalahari. Los oasis permiten la
existencia de vegetación y de vida, debiéndose al acercamiento de la capa freática o manto acuífero a
la superficie del terreno. Los oasis se alinean en direcciones determinadas, anunciando la existencia de
cursos subterráneos de agua.
El clima tropical sudanés: oscilación térmica de menos de 10ºC y lluvias abundantes durante
unos seis meses de verano o invierno, según el hemisferio. Su vegetación es la sabana: plantas
herbáceas, gramíneas de altos tallos, bosques de acacias y baobabs, y bosques galería en el curso de
los ríos.
El clima ecuatorial: cálido y lluvioso. Su vegetación es la selva virgen o bosque ecuatorial, de
abundante follaje, siempre verde y colocado en diferentes pisos para maximizar el aprovechamiento y
minimizar la competencia.

Sociedad y economía. África tiene más de 800 millones de habitantes y una densidad de 62
hab/km2. La población se concentra en la costa mediterránea (valle del Nilo, costa de Argelia), el
altiplano oriental, la región del golfo de guinea (delta del Níger) y la zona meridional del continente
(costa sudoriental). Las zonas casi despobladas son las selvas ecuatoriales, los desiertos (Sáhara,
Kalahari) y las regiones montañosas orientales, y las zonas costeras del sudoeste. Desde el siglo XIX
recibió numerosas migraciones europeas, pero son una minoría, sobre todo después de la
independencia de estos países.
En el Norte conviven varias etnias y culturas, casi todas de piel blanca mediterránea,
predominando los bereberes (mitad Oeste de la costa mediterránea y desierto del Sáhara) y el Islam
como religión. Entre los desiertos de Sáhara y Kalahari viven casi exclusivamente pueblos de piel
negra, como bantúes, pigmeos, bosquimanos y hotentotes. En el Sur predomina también la población
negra, pero la proporción de blancos es importante, así como un núcleo de población hindú (15%,
Madagascar y costa oriental).
La población es esencialmente rural, pero el aspecto de los pueblos cambia en cada zona por
su organización social, economía, clima, etc. Donde hay terrenos despejados y un gran río los pueblos
se alinean en el curso (Egipto, Túnez, zona del río Níger), siendo bajos de un solo piso y de adobe. En
los desiertos sólo existen viviendas permanentes en los oasis (donde tiene el aspecto de pueblos-calle),
la población vive en tiendas (jaimas) y son nómadas pastores o comerciantes. En África negra son
rudimentarios, pequeños, hechos de adobe, arcilla y materias vegetales; en ocasiones se fortifican para
defenderse de los animales.
En el Norte las grandes ciudades se sitúan en la costa mediterránea y el valle del Nilo, no
sobrepasando el millón de habitantes (salvo El Cairo, la mayor ciudad del continente con diez
millones), y con un marcado contraste entre la zona tradicional aglomerada y sucia y la parte moderna
de estilo europeo. Las ciudades de África negra fueron creadas por los colonizadores blancos en los
siglos XIX y XX, contrastando las anchas calles de modernos edificios con los arrabales insalubres de
chabolas
En la economía existe una dualidad entre estructuras primitivas y modernas. Persiste una
economía tradicional de división del trabajo para la supervivencia del grupo cuando no se garantiza la
supervivencia del individuo. Los intercambios se producen mediante la prestación de mano de obra y
el trueque.
En las zonas desarrolladas, fruto del colonialismo, existe la moneda, pero predomina la
actividad agraria (80% de la población activa y 50% del PNB). Pese a la abundancia de materias
primas, las políticas desarrolladas no han contribuido a su explotación. La industria está dominada por
actividades tradicionales (textil; 10% de la población activa y -25% del PNB). Las infraestructuras son
deficitarias, el ferrocarril sólo se creó para enlazar los focos productores de materias primas con los
centros portuarios exportadores.

Sociocultural. En el África mediterránea dominan los árabes, pero conviven con pueblos
nómadas y seminómadas del interior y los bereberes, además de grupos europeos de las antiguas
metrópolis. Su distribución obedece a factores naturales, concentrándose en la costa mediterránea
(sobre todo ciudades como Rabat y El Cairo), las proximidades de las montañas y los oasis. Hace
tiempo que han iniciado la transición demográfica, y el descenso de la mortalidad, sobre todo infantil,
permite un crecimiento de la población, pero la tasa de escolaridad, sobre todo femenina, es muy baja.
En el África subsahariana existen fuertes diferencias religiosas, lingüísticas y étnicas incluso
entre la población negra. Los europeos son los únicos al margen de toda mezcla, y han vuelto a sus
países o se mantiene como grupo diferente. Las difíciles condiciones climáticas, los problemas
internos, y la elevada mortalidad (sobre todo infantil, por desnutrición e insalubridad) hacen que esté
poco poblada. La esperanza de vida ronda los 50 años. La distribución geográfica es desigual por el
desequilibrio sociológico y económico existente. El proceso de urbanización se origina en la fase
colonial, acelerándose luego y siendo muy desordenado, aunque la población urbana es minoritaria
(Dakar, Lagos, El Cabo).

14.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO, Bloque Temático 1,
Geografía: diversidad de espacios geográficos.

Tema 15. Canadá y Estados Unidos (USA).

15.1- Introducción.
Ambos países forman parte de América del Norte, conjuntamente con parte de México, las
islas Bermudas, Groenlandia, islas francesas de Saint Pierre y Miquelón.
Aunque USA ya no es el único y todopoderoso motor del mundo, sus potencialidades y
posición avanzada son innegables. El medio natural le favorece, contando con gran variedad ambiental
y de recursos. Su demografía es la típica de un país avanzado, pero alterada por las fuertes
migraciones.
Canadá también es un país avanzado, pero su desarrollo se liga al de USA, manteniendo unos
lazos que hacen que la frontera sea testimonial. Un detalle característico es el contraste cultural entre
las comunidades anglófona y francófona.

15.2- Aspectos físicos.


Relieve.
El medio ha favorecido mucho a América del Norte, sobre todo a USA, ya que el subsuelo es
rico en recursos, hay gran riqueza forestal, grandes extensiones aptas para la agricultura, y muchos
recursos hídricos (incluida la pesca). Centro-Este, suelo fértil, humedad procedente del mar, gran
aprovechamiento agrícola (los cinturones o belts). Oeste, clima muy favorable para la actividad
agrícola, que es dominante. Frontera centro-septentrional de USA, que prolonga hacia las praderas de
Canadá los cultivos cerealísticos. Costa atlántica, contacto entre el escudo y llanuras con abundantes
recursos mineralógicos y energéticos. Zona da planicies centro-meridionales de USA, cereales y
recursos energéticos. Zona de California, Sur subtropical, turística y agricultura especializada. Región
centro-septentrional canadiense, recursos forestales.
Canadá y USA suponen una superficie de 19 millones de km2, dividida en cinco grandes
espacios: escudo canadiense, sureste del escudo (los Apalaches), las grandes llanuras centrales, franja
Oeste, Alaska.
 Escudo canadiense. Norte y noroeste, núcleo originario de América del Norte. Residuos de
cordilleras desaparecidas y sectores desplomados bajo el nivel del mar, como los Grandes Lagos. La
erosión del hielo caracteriza el resto del paisaje.
 Sureste del escudo: los Apalaches. Tiene una anchura de 200-300 km, una altitud máxima de
2037 metros y una longitud máxima de 2600 km. Está constituido por materiales de la era primaria. La
fachada atlántica tiene una inclinación muy fuerte que se hunde pronto bajo la llanura litoral, mientras
la fachada interior tiene una inclinación suave que llega hasta el valle del Ohio.
De Oeste a Este los Apalaches se dividen en tres zonas: altiplano (meseta de sedimentos
primarios casi horizontales, con recursos carboníferos y de hidrocarburos, aunque hay ciertos cortes
debidos a valles de cornisa; se extiende desde Cumberiand al Sur hasta el algo Erie al Norte), valle
(conjunto de crestas y pequeños valles paralelos, que surgen de la gran variedad litológica y la erosión
diferencial de los materiales; los desniveles crean saltos de agua en el curso de los ríos, que son usados
como recursos hidroeléctricos), y cresta o loma (antepaís; antiguo fondo marino cretácico, estrecho en
Nueva York, ensanchándose hasta los 400 km de Florida).
También se puede dividir según la acción de las glaciaciones por el paralelo 38. Al Norte
rompió el relieve ordenado anterior, cortó la costa y creó profundas bahías, rías y canales paralelos al
litoral. Al Sur es más uniforme y la costa es más recta y regular.
 Las grandes llanuras centrales. Se extienden desde los Grandes Lagos por el Norte hasta el
Golfo de México por el Sur, y desde los Apalaches hasta las Rocosas. Tienen unos 2000 km de largo
por 1500 km de ancho. La altitud varía desde los 600 metros al Norte hasta el nivel del mar en el
Golfo de México. Es un fragmento del zócalo primario apoyado en el escudo canadiense, inclinado
ligeramente al Sur y con pliegues terciarios muy desgastados.
Se divide en tres unidades triangulares cuyo vértice común es la ciudad de Saint Louis. La
zona norte (desde Saint Louis hasta los Grandes Lagos) es una depresión de fines del terciario, con
hondonadas creadas por la glaciación cuaternaria; los lagos se rodean de pequeñas montañas. La zona
sureste, en el Golfo de México, son antiguos mares que no superan los 200 metros de altitud, con
llanuras fluviales que miran hacia el golfo. La zona suroeste es la transición hacia las Rocosas, con
topografía poco diferenciada, pequeños altiplanos y una aridez cada vez mayor.
 Franja Oeste. Ocupa un tercio de USA y es la zona más compleja por su variedad y porque se
producen terremotos y erupciones volcánicas, prueba de que todavía es inestable.
Se compone de tres unidades: las montañas Rocosas (muy accidentadas por roturas verticales,
mezclan elementos de diferente edad geológica y se elevan más de 4 km; se dividen en tres zonas por
las cuencas de los ríos Wyoming al Norte y Yellowstone al Sur), los altiplanos interiores (1800-2500
metros de altura, 600 km de anchura al Norte y 1000 km al Sur; las depresiones interiores sin drenaje
al mar alternan con altiplanos sedimentarios y cuencas cubiertas de lava), y las sierras costeras (se
divide en la Cordillera de las Cascadas y Sierra Nevada al Norte con 3000-4000 metros de altura, la
depresión tectónica del Gran Valle Californiano con 800 km de largo, y la Cordillera Costera muy
fracturada y con 2500 metros de altitud).
 Alaska. Es una prolongación de las Rocosas y se divide en tres unidades: la costa meridional
al Sur (alargándose hacia las montañas Wrangell y la Cordillera de Alaska; es recortada, con islas y
fiordos, en los que desembocan pequeños glaciares de las montañas, los altiplanos al centro
(materiales paleozoicos y mesozoicos aislados por cadenas montañosas que lo rodean; morfología de
naturaleza fluvial), y la región ártica (desde los montes Brooks hasta el mar; formado por un altiplano
y pliegues jurásicos recortados en forma de cresta, altitud de 3000 metros).

Hidrografía. Las montañas Rocosas separan las cuencas del Pacífico y del Golfo de México
(Mississippi-Missouri y red del Bravo-Grande). El Mississippi-Missouri tiene una cuenca que cubre
un tercio de USA y recoge agua tanto de las Rocosas como de los Apalaches.
La cuenca del Pacífico es la segunda en importancia, con ríos como el Columbia, el Snake, el
Sacramento, el San Joaquín y el Colorado.
La cuenca atlántica la forman ríos cortos pero caudalosos, utilizados para la producción
hidroeléctrica. Sus ríos más importantes son el Connecticut, el Hudson, el Delaware, el Potomac y el
Savannah.

Clima y vegetación. Climáticamente es una zona muy variada y los climas son alterados por la
confluencia de tipos de clima y por las características propias del terreno.
 Tundra. Al Norte de Canadá, temperaturas muy bajas, precipitaciones sólidas, vegetación de
líquenes y musgos.
 Bosque boreal o taiga. Altas latitudes, veranos frescos e inviernos muy fríos, precipitaciones
repartidas. Vegetación de coníferas. Costa pacífica de Norteamérica.
 Clima húmedo continental. 30-35º Norte. Precipitaciones entre 800-1000 mm anuales, sobre
todo en verano. Temperaturas frías o frescas, entre 20-35ºC de media anual, y una variación diaria
entorno a los 15ºC. Este de USA y Sur de Canadá.
 Clima continental “puro”. 35-55º Norte en el interior del continente, que queda aislado de las
masas de aire marítimo, predominando las de tipo polar continental frías y secas, salvo en verano que
son polar marítimas frías y húmedas. Lluvias escasas 200-500 mm anuales, sobre todo en verano, por
lo que es seco. Temperaturas frías todo el año, entre 25-40ºC, con varios meses por debajo de -5ºC. La
oscilación diaria puede ser de 30ºC.
Vegetación de estepa de gramíneas y matorral, pocos árboles y de porte arbustivo. Vegetación
pobre y xerófila.
 Clima marítimo de la costa Oeste. 35-60º Norte. Dominan masas de aire marítimas y húmedas,
ya sean polares frías o subtropicales cálidas. Pero en invierno llegan las masas polares continentales.
Clima lluvioso 800-2500 mm anuales. Excepcionalmente por contacto con el clima mediterráneo hay
zonas con uno o dos meses de aridez débil. Llueve menos en verano y más en otoño e invierno.
Temperaturas frescas pero suaves, con 15ºC de media y amplitud de 10-18ºC; verano fresco e invierno
frío. Pese a ser un clima estable y regular cada varios años hay alguno inestable. Vegetación de bosque
caducifolio y leñoso (roble, haya, carpe) y bosque mixto de coníferas y planifolias.
 Clima mediterráneo. 30-45ºC. Dominan vientos tropicales húmedos y cálidos y el Frente Polar
húmedo y frío. Las precipitaciones son repartidas, pero llegan sobre todo en primavera y otoño, y a
veces puede darse la gota fría. El verano se caracteriza por su estío y tormentas. Precipitaciones de
400-1000 mm anuales. Las temperaturas son suaves todo el año, con una amplitud térmica anual de 5-
18ºC. Los inviernos son suaves, mientras los veranos son muy calurosos. Vegetación xerófila de
bosque mediterráneo (encina, roble) y sotobosque leñoso, espinoso y aromático.
 Clima subtropical seco. 25-35º Norte. Lluvias escasas, -350mm anuales, sobre todo en
invierno, siendo violentas y copiosas. Clima árido sin agua suficiente para reponer la evaporación.
Temperaturas cálidas todo el año entorno a los 20ºC, con una estación fresca de 15ºC; la amplitud
térmica anual es de unos 20ºC, pero la diaria puede llegar a los 30ºC. Se encuentra en los desiertos del
Sur de USA. Vegetación pobre y xerófila, con presencia de espinosas.

Los grandes espacios en reserva. Espacios geográficos que destacan desde el punto de vista
natural. Se corresponde con las zonas gélidas del Norte, caracterizadas por las soluciones poco
originales a sus problemas o los elevados costes en los servicios de las zonas habitadas.
 Groenlandia. La mayor isla del planeta, políticamente pertenece a Dinamarca por lo que es
europea. Está inmersa dentro del círculo polar ártico y el 90% de su territorio está congelado. Su flora
y fauna son muy escasas. La población se localiza en el Oeste de la isla. Debido a sus riquezas
naturales la isla inició el camino independentista, que desembocó en la concesión de una plena
autonomía desde 1979. En 1985 la isla abandonó la CEE y desde entonces los acuerdos pesqueros y
las licencias de pesca son las fuentes esenciales de ingresos.
 Ártico canadiense. Se corresponde con el archipiélago de América del Norte, dentro del
círculo polar ártico. Su clima es de tundra, por lo que su vegetación es de líquenes y musgos. Su fauna
es variada debido al contacto a través del mar helado. Las precipitaciones son escasas y sólidas en
forma de nieve. Destacan la isla de Baffin (plata y cobre) y el Yukón (oro). Está poblado por
esquimales y una mínima representación de científicos y militares. Dentro de esta zona se encuentra
Alaska, antigua colonia rusa adquirida por USA a mediados del s. XIX, con medio millón de
habitantes repartidos por la mitad en estadounidenses e indígenas; su economía se basa en la pesca, la
minería y la industria petrolífera.
 Subártico canadiense. Península del Labrador e isla de Terranova. Convive población indígena
y esquimal. El Labrador es autónomo desde 1949, su clima es riguroso por las corrientes frías que lo
bañan; tiene una gran riqueza pesquera, y en el Sur el rico subsuelo permite la agricultura
(leguminosas, cereales) y la ganadería. Terranova fue colonia británica hasta el fin de la Segunda
Guerra Mundial, cuando decide unirse a Canadá con autonomía; su principal recurso es la pesca.

15.2- Aspectos humanos.


La población y el proceso urbanizador en Canadá. La dualidad entre los colonizadores
franceses e ingleses desembocó en guerras hasta 1763, cuando los ingleses se apoderaron del territorio
francés. En la costa Oeste la colonización comenzó en el s. XVIII, y en la pradera central fue en el s.
XIX con la construcción de las vías férreas. La demografía es esencialmente similar a la de USA, pero
la diferencia se da en el proceso inmigratorio. Gran parte del territorio es poco habitable, lo que redujo
su atractivo, además desde 1867 millones de personas marcharon de Canadá hacia USA. Por ello el
crecimiento natural es lento ya que aparte de perder población, son los jóvenes lo que repercute en la
fertilidad.
La Primera Guerra Mundial fue el detonante del crecimiento demográfico, por el dinamismo
económico generado por las necesidades del abastecimiento. La Segunda Guerra Mundial supuso el
mismo proceso. Recientemente la tasa de natalidad ha descendido considerablemente, derivando en un
envejecimiento acelerado.
Mucho territorio tiene limitaciones a la ocupación, lo que explica la baja densidad. Quebec y
Ontario al Este suman el 60% de la población, la pradera sólo el 16%, en el Oeste Vancouver aglutina
la inmigración, el Noroeste y el Yukón (40% de la superficie) tiene sólo el 0,2%.
La urbanización ha sido rápida debido al crecimiento sostenido de la industria y al potente
sector terciario. Es desequilibrado ya que se concentra en las grandes metrópolis: Montreal, Toronto,
Winnipeg, Alberta (Edmonton, Calgary) y Vancouver. Las ciudades industriales y terciarias se
concentran en Quebec (francesa) y Ontario (inglesa), formando una estructura bipolar en lo económico
y lo cultural.
Los asentamientos se estructuran entorno a tres ejes fundamentales: uno dominante desde el
lago Erie hasta Quebec (con Montreal y Toronto), la región de Nueva Escocia a remolque de la
anterior, Vancouver (relanzada por las relaciones internacionales con los países del Pacífico y su unión
al eje Portland-Seattle). Las ciudades no se diferencian de las de USA: amplios espacios verdes
interiores, un centro, varios subcentros, áreas suburbanas e industriales, terreno periurbano).
El nacionalismo francófono parte de 1730, al enfrentarse la sociedad francesa católica y
agraria y la anglosajona progresista e industrial. La comunidad francófona ha sabido conservar su
identidad lingüística y religiosa y acarrea problemas d unidad nacional, ya que pretende pasar de la
autonomía a la independencia.

Inmigración y problemas sociales. Desde su descubrimiento, América ha sido un receptor de


inmigrantes. América del Norte recibe inmigración masiva desde el s. XVII.
Tras la independencia de USA en 1776 la fuerte inmigración permite el desarrollo de su
economía. Otro momento importante fue la Primera Guerra Mundial, el Periodo de Entreguerras y la
Segunda Guerra Mundial, que colocan a USA a la cabeza del mundo. La inmigración ha configurado
una sociedad muy heterogénea con población de casi todas partes del mundo, lo que ha provocado
problemas de racismo y rechazo.
En Canadá la variedad es menor, pues hay dos comunidades predominantes: francófona y
angloamericana.
USA ha recibido desde 1950 el 50% de la inmigración mundial, debido a la Ley Hart-Celler
de 1965 (eliminaba las restricciones) y el Acta de Inmigración de 1985 (decretó la amnistía a todos los
inmigrantes anteriores a ese año), y a los contingentes debidos a causas políticas, económicas, etc.

15.3-Conclusiones.
Económicamente USA y Canadá son el prototipo de capitalismo liberal, conviviendo
industrias de todo tipo y tamaño. El sector primario se especializa según su localización por las
condiciones climáticas. El sector secundario es suficientemente abastecido de materias primas y
recursos energéticos por el rico subsuelo. En ambas sociedades destacan las actividades terciarias con
un despunte de las cuaternarias. Demográficamente son sociedades variadas que se distribuyen en
función de las condiciones climáticas.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO desde la Geografía Física
y en 2º de ESO desde la Geografía Humana.

Tema 19. La población española.

19.1- Introducción.
Este tema analiza la población a través de fuentes demográficas, para conocer su
comportamiento natural, así como explicar cómo son y cómo influyen los movimientos migratorios en
España.

19.2- Comportamiento demográfico.


Las fuentes de estudio. Las fuentes de estudio de la demografía son el censo, el padrón
municipal y el registro civil.
El censo es el recuento individualizado de la población en un momento concreto. Recoge
datos de carácter demográfico, económico, cultural, etc. En España el censo se realiza cada diez años.
El padrón municipal consiste en un recuento de los vecinos de un término municipal. Recoge
los mismos datos que en el censo. Desde 1996 se establece un sistema de gestión continua coordinado
por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El registro civil tiene su origen en los registros parroquiales, que recogían datos como
nacimientos, defunciones, matrimonios, etc. dentro de su jurisdicción. Desde el siglo XIX depende del
Estado, incorporándose datos como las separaciones y divorcios.
Por último están las fuentes secundarias. Son los estudios detallados sobre cualquier aspecto
demográfico, partiendo de las fuentes primarias. Son estudios realizados por el INE.

Distribución de la población. En 2008 la población española ronda los 44 millones de


habitantes, con una densidad demográfica de +-83 habitantes/km2. Esta cifra encierra fuertes
contrastes, ya que hay zonas que la triplican (Madrid, Barcelona, Valencia) y hay otras que apenas
llegan a un cuarto de ella (Castilla-León, Aragón, Extremadura).
Antes del s. XVI el comercio de la lana permitió que las mayores densidades estuvieran en el
interior, pero desde entonces la caída de ese comercio y la pérdida de rutas comerciales provoca
movimientos de población hacia las costas. El desequilibrio aumenta en el s. XIX debido al desarrollo
industrial de Andalucía, País Vasco, Cataluña. En el interior sólo Madrid aumenta su densidad por su
desarrollo industrial y sus actividades financieras y administrativas.
En el s. XX las diferencias entre interior y periferia se agudizan por el despegue industrial
desde 1960 y el desarrollo turístico en las costas mediterráneas y los archipiélagos. Todo ello atrae a la
población que busca una mejor calidad de vida. En 1975 afecta a España la Crisis del Petróleo (1973),
lo que produce un reajuste de la población (vuelta a sus puntos de origen o búsqueda de nuevas
oportunidades) al obligar a la reconversión de muchas industrias, sobre todo en Andalucía y País
Vasco.

Comportamiento demográfico. España ha pasado por los tres regímenes demográficos que
tradicionalmente han existido, pero de forma atrasada respecto a Europa.
 El régimen demográfico antiguo (hasta principios del s. XX). Se caracteriza por una elevada
natalidad, que combinada con una elevada mortalidad hace que el crecimiento natural sea bajo.
En la economía predomina la agricultura, con lo que los hijos son vistos como mano de obra
agrícola, siendo temprana su incorporación al trabajo. Es por tanto una sociedad muy ruralizada. La
mortalidad también es elevada debido a las malas condiciones de vida, ya que la alimentación era muy
escasa, la higiene precaria, etc., lo que provoca frecuentes epidemias y hambrunas. Dentro de la
mortalidad destaca la infantil. Se identifica porque en el histograma adopta forma piramidal.
 La transición demográfica (1900-1975). Se inicia más tarde que en Europa, fue más breve pero
más intensa. En el histograma se identifica porque adopta forma de campana, debido a una leve bajada
de la natalidad y un brusco descenso de la mortalidad, dándose un crecimiento natural acelerado.
El descenso de la natalidad se da en un periodo que abarca: la Crisis Económica de 1929, la
Segunda República (1931-36), la Guerra Civil Española (1936-39) y la Postguerra (1940-55). Durante
la guerra y postguerra crece la emigración debido a los exiliados y la mala situación económica. Para
fomentar la natalidad Franco instituyó los premios a la natalidad y prohibió los anticonceptivos.
La recuperación de la natalidad se dio en la década de 1920 y en 1956-65, coincidiendo con
coyunturas económicas favorables.
La reducción de la mortalidad fue notable, salvo en 1918 por la Gripe Española de 1918 y
durante la Guerra Civil, debido a los avances médicos, el desarrollo de medicinas, los antibióticos,
generalización de partos en hospitales, mejor y mayor alimentación, etc.
 Régimen demográfico actual (desde 1975). Se caracteriza por tasas de natalidad muy bajas al
igual que la mortalidad, con un crecimiento natural muy bajo (y a veces incluso negativo) reflejo de un
comportamiento malthusiano. Su histograma tiene forma de bulbo, reducida abajo y muy desarrollada
arriba.
El descenso de natalidad se debe la mala situación económica desde la Crisis del Petróleo de
1973, la alta tasa de desempleo, el retraso de la edad de matrimonio, el cambio de mentalidades
(menor influencia de la Iglesia), y el uso de métodos anticonceptivos.
La mortalidad se sitúa en el 8,91 por mil. Las principales causas son los accidentes de tráfico,
las enfermedades cardíacas y el cáncer.

Desequilibrios territoriales. La natalidad y la mortalidad son muy bajas en todas las


autonomías de España, pero existen contrastes regionales debidos al comportamiento tradicional de la
natalidad y a las diferencias económicas surgidas desde 1960, por lo que la población migró hacia las
comunidades de mayor riqueza.
La natalidad supera la media en Andalucía, Murcia, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. Sin
embargo es inferior a la media en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Galicia, Asturias,
Cantabria y País Vasco.
La mortalidad supera la media en las autonomías de natalidad baja, con una población
envejecida que además tiene que sumar el regreso de contingentes de población jubilada que de
jóvenes migraron a zonas más desarrolladas para poder trabajar.
El crecimiento natural será por tanto mayor en las autonomías en las que haya mayor natalidad
y menor mortalidad. Son Andalucía, Canarias, Baleares, Ceuta, Melilla, Madrid, Cataluña, etc.
Mientras Galicia, Castilla-León, Aragón, Cantabria, etc. están por debajo de la media nacional.

19.3- Fenómenos migratorios.


Por migración se entienden los movimientos de población en el espacio. Se diferencia entre
emigración (la población que sale de su tierra de origen) e inmigración (la población que se asienta en
una tierra nueva para ellos). También se diferencia entre migraciones interiores (dentro de las fronteras
de un país) y exteriores (fuera de las fronteras de un país).
El conocimiento del número de ambos contingentes permite calcular el saldo migratorio, que
sale de restar el número de emigrantes al número de inmigrantes. Si el resultado es positivo,
predomina la inmigración, mientras que si es negativo domina la emigración.

Migraciones interiores. Son los movimientos de población dentro de las fronteras de un país.
En España han influido en la distribución de la población y en los desequilibrios socioeconómicos y
espaciales motivados por la mecanización del campo y la industrialización.
Las migraciones interiores en España tienen cinco etapas:
 Último tercio del s. XIX. Afecta a los campesinos al ser movimientos estacionales durante las
épocas de siega, vendimia, etc., bien fuera hacia otras zonas rurales o hacia núcleos más poblados. Se
partía cuando el trabajo escaseaba o se terminaba.
 1900-30. Aumenta el éxodo rural a las ciudades por la plaga de filoxera (plaga de la vid), la
mecanización del campo, etc. La mano de obra en paro migró a las ciudades, beneficiando a las
industrias que demandaban mano de obra.
 1931-60. El éxodo rural se estanca durante la guerra y la postguerra por los problemas de
abastecimiento de las ciudades y la destrucción de muchas industrias. Además el franquismo potenció
la permanencia en los pueblos.
 1961-75. Se intensifica el éxodo rural merced al desarrollismo de las autoridades franquistas
en esta época. Los destinos son los polos de desarrollo y las áreas turísticas del litoral e insular,
creciendo las áreas periurbanas de las grandes ciudades.
 Desde 1975. La Crisis del Petróleo de 1973 provocó el aumento del paro, haciendo que la
población retornara a sus puntos de origen o buscara nuevos asentamientos. En los últimos años las
migraciones son hacia las ciudades medias y pequeñas y ciertos enclaves rurales, siendo zonas de
residencia de la población que trabaja en núcleos urbanos más o menos próximos. Esto se debe a la
búsqueda de una mayor calidad de vida.
Las migraciones interiores han generado un desequilibrio demográfico al despoblar el interior
y superpoblar la periferia. También ha provocado problemas económicos en las zonas rurales, que
pierden productividad al marcharse la mano de obra joven, y en las ciudades , donde la gran demanda
de trabajo devalúa los sueldos y la demanda de suelo y puestos escolares es cubierta con muchas
dificultades.
Socialmente ha producido problemas de adaptación de la población rural a una sociedad
competitiva, de vida rápida, etc. En el medio ambiente las zonas de salida quedan abandonadas y las
de recepción tiene problemas atmosféricos, aumento de los residuos y problemas en su tratamiento,
etc.

Migraciones exteriores. Son los movimientos de población fuera de las fronteras de un país.
Desde el Descubrimiento de América en 1492 hasta 1975 España fue un país emisor de población, con
destino a países europeos y americanos (tanto Latinoamérica como USA, Canadá e incluso Australia).
Pero desde entonces pasó a convertirse en un país receptor de inmigrantes sudamericanos (por afinidad
cultural), magrebíes (por cercanía geográfica) y otros (chinos, rumanos, rusos, etc.).
Las migraciones exteriores en España tienen cuatro etapas:
 1492-1914. Se inicia con el Descubrimiento de América, acentuándose en los siglos XVI y
XVII. En el s. XIX los países americanos buscan atraer población sin cualificar para activar sus
economías. Acuden gallegos, extremeños, asturianos, etc. y llegan sobre todo a México, Argentina,
Cuba y Brasil.
 1914-49. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) produce una crisis de la emigración por la
inseguridad. Se recupera en la década de 1920 para decaer desde 1929 por las cuotas de emigración de
los países sudamericanos.
 1950-60. Se vuelve a recuperar el nivel de emigración, con un perfil más cualificado que iba
para aumentar el nivel de desarrollo del país.
 Desde 1961. Decae la migración transoceánica debido a la competencia europea, más cerca de
casa y menos definitiva, ya que muchos volvieron a España durante la Crisis del Petróleo (1973). La
procedencia seguía siendo de Galicia, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia, siendo
sobre todo personas adultas de baja cualificación. Los destinos eran sobre todo Francia, Alemania y
Suiza. Esta emigración tuvo consecuencias muy beneficiosas para España, ya que redujo la población
excedente, eliminó el desempleo, y la llegada de remesas de divisas enviadas por los emigrantes ayudó
al desarrollo económico español.

La inmigración. La mayor parte de la población inmigrante procede de Europa del Este, África
y Latinoamérica. Los principales destinos son Madrid, Cataluña, Levante y ambos archipiélagos.
Tras varios años de permanencia en España, los inmigrantes pueden obtener la nacionalidad
española y conseguir los plenos derechos. Sin embargo los ilegales son perseguidos y expulsados del
país cuando son detenidos.
Actualmente la Ley de Extranjería regula la entrada de inmigrantes y permite el
reagrupamiento familiar, pero se están preparando reformas legales para restringir los criterios tanto de
entrada como de reagrupamiento.

19.4-Conclusiones.
Por lo explicado anteriormente se prevé un descenso continuado de la natalidad hasta no
satisfacer la tasa de reemplazo generacional, mientras la mortalidad avanzará por el envejecimiento de
la población. Se tendrá que recurrir cada vez más a la población inmigrante para cubrir los puestos de
trabajo ante la escasez de mano de obra.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 2º de ESO y en 2º de Bachillerato.

Tema 23. El Neolítico.

23.1- Introducción.
Fue Lubbock en 1865 el primero en utilizar el término neolítico para denominar una fase
cultural caracterizada por el pulimento de la piedra. Sin embargo esta es solo una parte del neolítico,
pues se dio la implantación de nuevas relaciones entre el hombre y la naturaleza. Se pasa de una
economía depredadora a una productora, asentada en la agricultura y la ganadería.

23.2- Teorías del origen del neolítico.


Teoría de los Oasis. Defendida por Gordon Childe. Sostiene que los cambios climáticos de
finales del Pleistoceno y principios del Holoceno desecaron amplios espacios. Animales, plantas y
humanos se refugiaron entonces en pequeños reductos con recursos de agua donde convivieron y los
humanos los domesticaron. Pero esta teoría se debilitó cuando se demostró que los cambios climáticos
de la zona fueron menores de lo especulado.

Teoría de las causas demográficas. Defendida por Binford y Harris. Sostiene que el
crecimiento natural de la población exigió acrecentar y asegurar el aporte alimenticio. Pero existe la
duda de si el aumento de población fue causa o consecuencia del neolítico.

Teoría del proceso cultural gradual. Defendida por Braidwood. Sostiene que la necesidad del
hombre de una mayor estabilidad y su relación cada vez más estrecha con su entorno natural da lugar
al neolítico.

23.3- Características y periodización del Neolítico.


Sedentarización. Agrupamiento de una población reunida por una comunidad de intereses en
relación a un territorio o espacio geográfico concreto, que sustenta su forma de vida mediante la
instalación permanente. El factor determinante es la dimensión del territorio, para permitir una
explotación sin necesidad de nomadismo ya que los recursos se renuevan por sí mismos o con una
intervención humana, de forma que asegure la subsistencia del hombre. El sedentarismo además actúa
como reafirmación de la propiedad del territorio por parte de una comunidad. Agricultura y ganadería
generalizan la sedentarización, permiten agrupamientos mayores y organizaciones sociales más
complejas.

Agricultura. Surgió en el Mediterráneo Oriental mediante el cultivo silvestre con semillas


recogidas en las áreas de origen. Luego se hace la selección de aquellas mutaciones que garanticen
mejores frutos, pero las plantas necesitan desde entonces la intervención humana para sobrevivir.
Las plantas antecesoras del trigo y la cebada se desarrollan en el suroeste de Asia. Los
primeros cereales domesticados aparecen hacia el 8800 a.C. al Sur de Siria, desde donde pasan a
Palestina, luego al Norte de Siria y luego al sureste de Turquía. Los cereales eran fácilmente
almacenables y en condiciones adecuadas podían conservarse largo tiempo.
El arroz se empieza a cultivar al Este de Tailandia (5500 a.C.), para pasar a China en el 2000
a.C. Sin embargo el cultivo más importante del neolítico chino es el mijo.
El maíz, originario de América, era la base alimenticia de las civilizaciones precolombinas de
Perú y Centroamérica. Pero parece que antes ya se cultivaban plantas como calabaza, habichuelas y
pimiento.
Las leguminosas y guisantes se cultivaron desde el principio del neolítico, pero con un papel
subsidiario de los cereales ya que sus raíces aportan nitrógeno a la tierra y permiten mantener su
fertilidad.

Ganadería. La relación del hombre con los animales es compleja y depende de las
características de cada especie, de sus posibilidades de acercamiento al hombre y de la edad. Pudieron
darse casos de acercamiento del animal al hombre y otros casos de captura y domesticación de un
ejemplar joven, lo que no tendría consecuencias en el futuro de la especie salvaje de origen.
La verdadera domesticación supone cambios biológicos en el animal, influye en sus
características genéticas produciendo modificaciones taxonómicas y cambios en la relación del animal
con el grupo humano. Los animales se integran en la organización socioeconómica del grupo humano.
Al aislar a los animales se crea consanguineidad, lo que exige mantener relaciones con otros grupos
humanos para comerciar con animales, y la aparición de genotipos nuevos que no surgen de la
selección natural, creando razas para un aprovechamiento especializado de alguna característica:
carne, lana, leche, fuerza motriz, etc.
El perro se domestica en el Próximo Oriente hace unos 13 mil años, en Europa hace unos 10
mil años, y en América hace unos 10.400 años. La cabra parece ser el primer animal alimentario
domesticado, con origen en la cabra salvaje de montaña del Próximo Oriente. El cordero doméstico se
documenta en diferentes áreas desde hace unos 8.500 años. El buey y el vacuno se domestican hace
unos 8 mil años partiendo del uro salvaje. El cerdo se domestica hace unos 8 mil años partiendo del
jabalí. El caballo fue el más tardío, hace unos 5.800 años en las llanuras del Mar Negro.

Comercio. La presencia de objetos en poblados que no son de origen local muestran que estas
primeras civilizaciones sedentarias tuvieron importantes intercambios comerciales a través de rutas
complejas más o menos estables. Las sociedades empezaron a demandar determinados bienes,
materias primas y objetos diversos, que empezarían a ser abastecidos mediante intercambios
reducidos, facilitados por desplazamientos de algunos grupos que permitirían el trueque e intercambio
de presentes.
Posteriormente surgirían verdaderas redes comerciales para productos de alta demanda,
incluso a grandes distancias, como la obsidiana de Anatolia y otras rocas volcánicas para la
fabricación de hachas y recipientes de lujo. A determinadas comunidades de organización compleja y
estable se les atribuye una actividad comercial de bienes de tipo suntuario, para adornar, recipientes,
vestimentas, joyas, armas rituales, etc.

Cerámica. Supone uno de los mayores logros del neolítico, pues la transformación de una
substancia sólida en plástica para cocerla y que sea nuevamente sólida produce materiales que pueden
colocarse en el fuego y poseen propiedades impermeables. Sus aplicaciones fueron múltiples, desde la
fabricación de silos de almacenamiento y paredes hasta recipientes, utensilios domésticos y elementos
de adorno. La cerámica presenta numerosas variaciones morfológicas, técnicas y decorativas, siendo
además frágil y económica.
Sus restos permiten establecer secuencias evolutivas, identificar culturas y grupos concretos,
por lo que es la base de la periodización del neolítico.
Neolítico Precerámico A (9000-7500 a.C.). Ocupa desde el valle del río Jordán al valle medio
del río Éufrates.
Neolítico Precerámico B inicial y medio (7500-6500 a.C.). Se expande hacia Anatolia.
Neolítico precerámico B final (6500-5500 a.C.). Es la época de la gran migración neolítica,
con gran aumento de población y colonización del interior, tal vez debida al pastoreo.
Neolítico cerámico A (6500-5000 a.C.). Se comienza a difundir la cerámica, probablemente
desde Anatolia.
Neolítico cerámico B (5000-3750 a.C.). Comienza la transición hacia el Calcolítico, pues
desde Asiria se difunde el trabajo del cobre.

23.4-El Neolítico de Anatolia.

Cronológicamente se divide en Fase antigua (VIII milenio a.C.-6000 a.C.), con coexistencia
de caza y recolección con agricultura y ganadería, y una Fase tardía (VI milenio a.C.) con economía y
sociedades plenamente agropecuarias.
Yacimiento de Cayönu. Situado al Este de Anatolia y muy cerca de un afluente del Tigris. La
ocupación precerámica se fecha entre 7300-6500 a.C., en el 6500 a.C. aparece la cerámica.
La fase precerámica se divide en cinco subfases:
 Fondos de cabaña. No queda más resto que los hogares de las casas.
 Plantas de parrila. Cinco edificios cimentados en piedra y de estructura uniforme.
 Habitaciones. Grandes habitaciones pavimentadas, pero se encontraron pocas
herramientas asociadas.
 Planta celular. Múltiples edificios conservados por un incendio que coció las
estructuras de adobe. Sus cimientos de piedra forman de seis a ocho pequeñas
unidades en forma de celda.
 Habitaciones individuales. Grandes habitaciones individuales de nueve por cinco
metros.
En todas estas fases el hueso y los cuernos eran la materia prima preferida. Para sus objetos
ornamentales utilizaban diversos elementos, incluyendo algunos que solo se podían obtener mediante
comercio. Utilizaban arcilla secada al sol para las superestructuras de las casas y ciertos elementos
interiores. Experimentaron con el modelaje de vajillas de arcilla en cestas, y abundan pequeños objetos
de barro con gran variedad de formas.
Se registran piezas de cobre batido, amartillado hasta darle forma (alfiler, escariador o
láminas) para ser engarzado en un collar.
En los restos de carne se observa un patrón de explotación que muestra el paso de la
dependencia de la caza (ciervo, uro) hacia las ovejas y las cabras domésticas. Desde el principio hubo
agricultura, aunque combinada con la recolección.

Yacimiento de Hacilar. Se sitúa al suroeste de Anatolia y fue habitado durante el VII milenio
a.C. En los niveles inferiores sus habitantes eran una pequeña comunidad que cultivaba cebada y
escanda y contaba con algunos animales domésticos. Los suelos se enlucían pintándolos de rojo, los
cráneos tenían una gran importancia en los enterramientos y en sus primeros niveles carecían de
cerámica, ya que aparece en el VI milenio a.C. Hacia el año 5400 a.C. los edificios son grandes
unidades rectangulares con zócalos de piedra. La comunidad era pequeña, disponía de un área abierta
en el centro (¿plaza?) y un muro protector que rodeaba el conjunto.
La cerámica era bruñida y monocromática, solo algunos recipientes estaban pintados. Las
herramientas de piedra tallada se realizaron con sílex local y obsidiana del centro de Anatolia, con
mangos de hueso o asta. El hallazgo más destacado son figurillas de arcilla cocida con formas
naturalistas, que representan mujeres de gran vientre (madre naturaleza), d 25 cm de altura y en
diversas posiciones.
Los niveles superiores se datan en 5200-5000 a.C. Destacan las grandes construcciones de
piedra y tapial, se mantiene el muro defensivo. La cerámica estaba pintada de rojo sobre un fondo
crema, contaban con decoración de diseños geométricos. Hay figurillas zoomorfas y antropomorfas
que suelen estar pintadas.

Yacimiento de Can Hassan III. En la llanura de Konya, documenta una fase en 6500-5600
a.C., con una disposición de las casas típica del neolítico Anatolio, en panal muy apretado, con casas
rectangulares hechas de adoba o tapial y con acceso desde el techo. Cultivaban trigo, cebada, centeno,
lentejas y habas, aunque siguen recolectando frutas silvestres. Tenían vacas, ovejas, cabras y cerdos,
aunque seguían consumiendo caza.

Yacimiento de Catal Hüyük. Se data en el 6250-5400 a.C. y todos sus niveles presentan
cerámica. Su economía era agrícola, aunque también practicaban comercio y artesanía. La principal
fuente de carne era el vacuno, completado con la oveja y la caza. Se cultivaba esprilla, escanda,
guisantes, etc.
Los edificios, de madera y adobe, seguían un trazado rectilíneo normalizado. Las habitaciones
cuadradas tenían un área de 25 metros cuadrados. Todas las casas eran de una sola planta, con acceso
desde el techo. Estaban adosadas así que se supone que el tránsito se haría por las terrazas. Casi todas
las casas están agrupadas entorno a posibles patios. Cada casa tenía una zona habilitada para cocina
con un horno, pero sin hogar.
Comercio e industria fueron importantes en la economía, ya que permitían importar materias
primas y vender productos manufacturados, con gran ganancia para la comunidad frente a otras. La
cerámica de los niveles antiguos es de color crema, bruñida y contiene desengrasantes vegetales.

23.5-Neolítico de Mesopotamia.
Comprende la zona del alto Tigris, en Iraq, y los montes Zagros, en Irán. Comprende el
periodo 8000-5000 a.C., con dos periodos: 8000-6000 a.C. y 5000 a.C.

Yacimiento de Jarmo. Aunque la comunidad ocupa este yacimiento en el periodo X milenio


a.C.-IV milenio a.C., el neolítico abarca los milenios VII-VI a.C.
La economía de Jarmo se basaba en la agricultura sedentaria, aunque la recolección era
importante. Cultivaban cebada, escanda, esprilla, etc. Poseían cabras y ovejas domésticas, y estaban
rodeados por otros animales domesticables como cerdos, caballos y vacuno.
Las herramientas de recolección y procesado de alimentos son frecuentes. Láminas de sílex
que utilizaban omo haces, morteros, molinos de mano, mazas y hornos. Son frecuentes los útiles de
obsidiana y de hueso, destacando los cuencos de piedra, hachas y azuelas. Hay objetos de arcilla
modelados para darles forma abstracta, antropomorfa o zoomorfa.

Yacimiento de Ali Kosh. Montículo circular compuesto por tres fases.


• Fase Bus Mordeh (7500-6750 a.C.). Se caracteriza pro toscas estructuras rectilíneas de adobes
y la combinación de alimentos domésticos y salvajes. Las semillas de leguminosas silvestres
se mezclan con las de los cultivos de cebada y escanda, que no son originarias de la región.
Pastoreaban ovejas y cabras, pero también cazaban. Sus herramientas eran iguales a otros
yacimientos: láminas de sílex, piedra tallada y obsidiana, mazas de piedra pulida, punzones de
hueso, ornamentos líticos y conchas. Es posible que fuera el asentamiento estacional de
invierno y primavera, trasladándose en verano para aprovechar los pastos de las montañas.
• Fase Ali Kosh (6750- 6000 a.C.). Mejora la construcción de edificios. Predomina el cultivo de
trigo y cebada, mientras disminuye la recolección. Continúa la caza pero se consolida el
pastoreo. Entre las herramientas destacan los dientes de hoz y los contenedores como cuencos
y cestería.
• Fase Mohammad Jaffer (6000-5600 a.C.). Aparece la cerámica, mejoran las herramientas
agrícolas y las casas, pero tras mil años de explotación intensiva la tierra debió agotarse y el
asentamiento fue abandonado.

23.6-Expansión del neolítico.


Los primeros poblados neolíticos que se conocen son los de la depresión del Fayum,
clasificados en Fayum A y B, en función de aspectos tipológicos y no evolutivos. Son poblados de
estructura modesta, simples chozas de cañas y barro de tendencia circular, silos excavados en el suelo
a veces forrados con esteras de juncos. Se conoce la cerámica y destaca el trabajo de la madera, hueso
y piedra pulimentada, además de cestería y el tejido de lino. Consumían oveja, cabra y buey
domésticos, cultivaban trigo y cebada, y cazaban, pescaban y recolectaban.
En la fase Amritiense muestra poblados más desarrollados, numerosos y permanentes. Las
casas siguen siendo chozas circulares destinadas a vivienda, hogar o almacén. Destacan las piezas de
sílex con tallado bifacial plano, vasitos de basalto pulimentado, cabezas de maza dosciodales y paletas
de pizarra blanca para cosméticos. La cerámica presenta decoración de bandas blancas sobre fondo
rojo, con escenas de hombres, animales y barcos.
Con el periodo Gerzeense continúa el desarrollo, se generaliza el uso del cobre, oro y plata. La
cerámica varía mucho, con arcillas claras y decoración pintada en rojo: barcas sagradas, árboles,
pájaros, animales.

23.7-Primeas culturas urbanas.


Primeros pasos del urbanismo. El primer ubanismo surge en Mesopotamia en los milenios V-
IV a. C., en el periodo de Obeid o Ubaid (5300-3600 a.C.). El Obeid abarcaba diez hectáreas, poseía
trece templos, figurillas religiosas de arcilla, cerámica fabricada en torno lento, fundición de cobre y
una gran necrópolis en Eridú.

Cultura El Obeid. Las nuevas tecnologías del regadío y las obras hidráulicas permitieron
colonizar la Baja Mesopotamia. La ganadería era selectiva, con bóvidos y cerdos. El medio facilitaba
la pesca y la caza de aves acuáticas, así como cultivos como el lino. Eridú presenta gran aglomeración
de población, con casas normales y otras que presentan cierta monumentalidad, con planta tripartita,
que pueden reflejar un centro de poder. Se consolidan las prácticas funerarias del neolítico avanzado,
con una necrópolis de 200 sepulturas con ajuares variados.

Expansión de la cultura El Obeid. A lo largo de un dilatado periodo esta cultura muestra una
gran fuerza expansiva. A mediados del V milenio a.C. se implantan elementos (arquitectura, cerámica)
en Tepe Gawra (Asiria), conviviendo con elementos de tradición Half (tholos) y Samarra.

Primer urbanismo en Mesopotamia. El primer urbanismo se documenta en Mesopotamia


(periodos Uruk, 3600-3100 a.C., y Jemdet Nasr, 3100-2900 a.C.) y Egipto (Gerzeelense y predinástico
reciente, 3500-3000 a.C.), con sociedades complejas (clases, ejército, ciudades, escritura),
producciones en serie, metalurgia (cobre y bronce), torno, rueda, arado, animales de tracción y
artesanos.
La Revolución Urbana de la que habló Gordon Childe se caracterizó por grandes
asentamientos (uruk-Warka, 80 hectáreas y 10 mil habitantes), cambios en la estructura social y las
interacciones humanas (escritura), ética (códigos legales) y principios de ingeniería.

Importancia del urbanismo. Ya antes del V milenio a.C. nacen fenó9menos urbanos en el
Próximo Oriente, con la ciudad como centro físico de aparición de la civilización. La importancia de
los cambios del fenómeno urbano en los milenios IV-III a.C. se evidencia en su continuidad histórica.
Para algunos antropólogos fue fundamental el control y gestión en las sociedades hidráulicas, para
otros el aumento demográfico, la presión de las poblaciones o el resultado del intercambio, control,
demanda y distribución de bienes.
Un elemento común al surgimiento de las primeras civilizaciones complejas y urbanas es su
localización junto a grandes ríos: Mesopotamia (Tigris y Éufrates), Egipto (Nilo), Harappa (Indo),
China (Yan Tsé).

24.8-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO en el estudio de la
Historia Antigua.

Tema 24. La Península Ibérica hasta la dominación romana.

24.1- Introducción.
Este tema abarca el amplio periodo que se inicia en el Paleolítico inferior (hace 2,5 millones
de años) hasta la consolidación del Imperio Romano en los primeros siglos de la era cristiana, y la
transformación de la península en Hispania, un dominio romano.

24.2- El Paleolítico.
Constituye el periodo más largo, pues abarca desde hace 2,5 millones de años hasta el inicio
del Holoceno (8050 a.C.), en el que el hombre sobrevive de la explotación sostenida y sostenible del
medio natural: caza y recolección. Se divide en inferior (2,5 millones de años- 100 mil años), medio
(100 mil años- 35 mil años) y superior (35 mil años- 10 mil años; el más moderno).
El Paleolítico inferior se muestra en la periferia peninsular, costas mediterránea y atlántica,
con choppers unifaciales y chopping-tools (bifaces) arcaicos, que más tarde evolucionan hacia la
técnica Levallois para ser más operativos.
El Paleolítico medio corresponde al neandertal, con restos en Pirineos, Levante y Andalucía.
Las herramientas corresponden al periodo musteriense y se caracterizan por su variedad funcional,
cada uno sirve para una tarea concreta. También hay restos de ritos funerarios.
El Paleolítico superior corresponde al sapiens sapiens tipo cromañón. Dejó las pinturas
rupestres, las tablillas y un utillaje variado y complejo. Se organiza en cuatro culturas diacrónicas:
auriñacense (vivienda troglodita, industria funcional, arte rupestre, escultura votiva), gravetiense
(vivienda en cuevas y tiendas construidas, caza de grandes animales, puntas de flecha), solutrense
(nueva técnica de tallado en piedra más plana y con agujeros, se trabaja el hueso y la madera),
magdaleniense (predomina el trabajo en hueso, desarrollo de la pintura rupestre y sobre placas,
mejoras en las viviendas, etc. como Altamira).

El yacimiento de Atapuerca. La sierra de Atapuerca se encuentra a 12 km al Este de la ciudad


de Burgos. Se formó con rocas calizas que fueron disueltas por el agua formado cuevas, que luego
fueron rellenadas por sedimentos.
A comienzos del siglo XX la construcción de un ferrocarril minero cortó la sierra, dejando a la
luz los restos fosilíferos. Los yacimientos más importantes son: la Galería, la Gran Dolina, y la Sima
de los Huesos.
En la Sima de los Huesos se han encontrado restos humanos (posible lugar de enterramiento)
que presentan rasgos comunes que nos permiten trazar una línea genética, pero con suficientes
diferencias como para poder caracterizarlos en diferentes tipos. En primer lugar se encuentran restos
de homo heidelbergensis, seguidos de homo neandertalensis, ambos eran tipos humanos de una línea
evolutiva continua y exclusiva del continente europeo. Tienen rasgos comunes con el homo sapiens
pero no con el homo erectus asiático, lo que refuerza la hipótesis de que neandertales y sapiens
tuvieron un antepasado común. Este antepasado fue caracterizado a través de los restos de la Gran
Dolina, con rasgos propios suficientes para caracterizar un nuevo tipo humano, el homo antecesor, un
antepasado común de neandertales y sapiens.

El Epipaleolítico. Tras la última glaciación (glaciación de Würm), las culturas peninsulares


mantiene los rasgos paleolíticos pero adaptándose a las nuevas condiciones ambientales. Decae la
pintura parietal, destacando el arte mueble de temática abstracta y estilizada.
Área cantábrica. Cultura aziliense con abundancia de instrumentos microlaminares. Le sigue
la cultura asturiense, costera y presente hasta la llegada de las bases económicas neolíticas; su
economía era diversificada y variada que permite la sedentarización (caza, pesca, bosque, etc.); su
industria es en apariencia más pobre que la aziliense, pero su diversificación económica hace pensar
que fabricaran parte de su utillaje (redes, cestas, cuerdas) con elementos perecederos y por ello no
llegaran hasta hoy.
Área mediterránea. Cultura de microláminas líticas.
Área de los Concheiros de Muga (desembocadura del Tajo). Depósitos de conchas de
moluscos, prueba de su importancia en la dieta.

24.3- Neolítico.
Supone un cambio de vida al pasar del nomadismo cazador-recolector al sedentarismo agrícola
y ganadero, dando lugar a la creación de la cerámica, nuevas herramientas, nuevas técnicas, etc. Se da
casi simultáneamente en toda la península.

Cerámica cardial. Se inicia a mediados del 5º milenio a.C. en el Levante (cueva de L’Or,
Alicante), utilizan cerámica decorada con impresiones de conchas. Esta cerámica surge el oriente
mediterráneo.

Sepulcros de fosa. Cataluña. Cultura agrícola de tradición centroeuropea. Su ritual funerario


consiste en enterramientos individuales en fosa, a veces protegidos por recipientes cerámicos. La
cerámica es simple y poco decorada. Destaca la abundancia de objetos de oro.
El Neolítico final: la Cultura de Almería. Se da en el sureste peninsular desde el 4º milenio
a.C. y hasta el inicio de la Edad del Cobre. Los enterramientos son colectivos, con tumbas circulares
sin túmulo. Su gran desarrollo agrícola es demostrado por la abundancia de molinos de mano hallados.
Sus manifestaciones artísticas destacan por su originalidad y vinculación religiosa, dividiéndose en
dos etapas o facies: levantina (costa mediterránea, representaciones naturalistas próximas a la realidad
y de pequeño tamaño, en abrigo rocosos al aire libre; técnica con fase preparatoria en la que se
dibujaba la silueta y luego se rellenaba de color; gama de blancos, negros y ocres; temática de
cacerías, guerra y vida cotidiana) y esquemática (técnica similar a la anterior pero muy esquematizada,
siendo específicamente pictórica).

24.4-La Edad del Cobre y el Megalitismo.

La metalurgia del cobre es la primera en introducirse en la península en el 3º milenio a.C.,


seguida de la del bronce. Las nuevas técnicas y formas de vida permitieron la formación de grupos
socialmente cohesionados, que crearon los monumentos megalíticos.

La cultura de los Millares y el megalitismo. La cultura de Almería del sureste peninsular será
sustituida en el 3º milenio a.C. por un pueblo que construye poblados amurallados con características y
dimensiones megalíticas. Sus enterramientos forman necrópolis de tumbas colectivas, tumulares y
similares a los sepulcros de galería. La cerámica se decora con motivos geométricos y símbolos
solares pero con sobriedad. Dominan la metalurgia del cobre.
También se encuentran manifestaciones megalíticas en otras áreas. En Málaga se encuentran
cámaras funerarias con pseudocúpula de aproximación de hileras, enterradas bajo un túmulo y a las
que se accede por una galería cubierta formada por dólmenes; cuevas de Menga Viera y Romeral. En
el área cantábrica y los Pirineos se encuentran dólmenes y estelas funerarias; como en Asturias el
conjunto de Monte Areo (Carreño).

La cultura del vaso campaniforme. El interior peninsular y la costa levantina están al margen
de la influencia megalítica, siendo ocupados por una cultura de cerámicas barrocamente decoradas
cuya pieza principal es el vaso campaniforme. Sus enterramientos son individuales con ajuar de armas
y cerámica.

24.5-La Edad del Bronce.


Cultura argárica. Toma su nombre del yacimiento del Argar. Sustituyó a la cultura de los
Millares hacia el 1800 a.C., extendiéndose desde Alicante a Granada. Tiene viviendas rectangulares,
enterramientos individuales en cista o caja de piedra, cerámicas lisas y de formas caprichosas. Se
aprecia estratificación social y establecimiento de poderes públicos. Seguramente fuera una evolución
de la cultura de los Millares.

La cultura de Motillas. Se da en la Meseta sur. Construyen torreones de piedra para guardar la


cosecha y el ganado, junto a ellos las viviendas y los enterramientos consistentes en cajas de piedra,
quizá por influencias de la cultura argárica.

Las invasiones indoeuropeas desde el Bronce final. Desde el s. IX a.C. las culturas
peninsulares fueron afectadas por las invasiones indoeuropeas desde los Pirineos que trajeron la
metalurgia del hierro.
Se distinguen dos áreas distintas que corresponden a dos invasiones, pero con rasgos comunes
como la incineración de los difuntos o el enterramiento de las cenizas en urnas (los Campos de Urnas).
Por los Pirineos orientales entraron en Cataluña y Castellón imponiendo la cultura de los Campos de
Urnas, eran gentes agricultoras centroeuropeas. En Aragón y Navarra los campos de urnas se alternan
con los anteriores túmulos propios de los pastores autóctonos.
El desarrollo de la metalurgia del hierro permitió a estos pueblos aumentar su dinamismo y su
presión sobre las tierras aún ancladas en el bronce, ocupando ambas mesetas y creando múltiples
tribus celtas. Las zonas menos afectadas por estas invasiones fueron la costa atlántica y el Levante
valenciano.

24.6-La Edad del Hierro.


La introducción del hierro se realizó de forma gradual, por lo que no se encuentra ningún corte
cultural brusco. Las zonas costeras tuvieron un desarrollo mayor y más temprano por sus mayores
contactos exteriores.
En el sureste peninsular empiezan las colonizaciones llegadas de Cádiz y Huelva. En Asturias,
Galicia y norte de Portugal se configuran las culturas castreñas (poblados elevados y fortificados de
tradición atlántica). En Cataluña la costa recibe la influencia de las colonizaciones griega y fenicia. En
el valle del Ebro hay una continuidad con la tradición anterior, manteniéndose los ritos funerarios,
casas rectangulares y poblados con una calle central.
En general los poblados de la Edad del Hierro se caracterizan por: rito funerario de
incineración, asentamiento en cerros de elevación media, urbanismo de calle central, cerámicas
realizadas a mano (no con torno), agricultura y ganadería.

Las colonizaciones. Se producen en el 1º milenio a.C. por griegos, fenicios y cartagineses (o


púnicos).
En la colonización fenicia las ciudades más importantes son Gadir o Gades, Sexi y Abdera,
que tuvieron gran actividad comercial con Oriente, entrando en decadencia en el s. VI a.C. La
búsqueda de minas los lleva al interior, con asentamientos como Cástulo o Medellín; se conservan
restos de arquitectura religiosa y necrópolis, fuera de los poblados, donde hay tanto tumbas
individuales como colectivas y tanto inhumación como incineración. La cerámica se hace con torno y
se recubre con engobe rojo. La orfebrería y la metalurgia están muy desarrolladas y presentan un estilo
oriental.
La colonización griega es más tardía que la fenicia. La ciudad principal es Emporion, que
llegó a acuñar moneda propia por su riqueza. Se importó cerámica griega que luego se vendió a los
autóctonos. En el s. VI a.C. se fundan Roses y Neápolis con objeto de reforzar a Emporion.

Tartessos. La civilización tartésica era autóctona y su área de influencia se encontraban en


Andalucía, desde Huelva hasta Alicante, si bien su centro principal se encontraba en el curso medio y
bajo del Guadalquivir.
Tradicionalmente fue considerada una leyenda ya que no se ha encontrado una capital llamada
Tartessos, pero actualmente se considera como una civilización propia y caracterizada, al margen de la
existencia o no de dicho núcleo. Las referencias de la Biblia (Tarsis), griegas, fenicas y cartaginesas
destacan su importancia como explotador y comercializador de metales. Su origen es por tanto oscuro
pero se cree que surgió de la unión de varios pueblos del sur peninsular.
Políticamente se organizaba como una monarquía y, si bien se conocen varios nombres de
reyes considerados legendarios (Gargoris, Habis), el único del que se tiene constancia real es
Argantonios. Sin embargo dado el gran periodo de tiempo que duró su reinado, más de cien años, lo
más probable es que designe a una sucesión de reyes que tenían el mismo nombre.
Su economía se basaba en la agricultura y la ganadería, así como la explotación de la riqueza
metalífera: plata en Sierra Morena, estaño de la ruta de la plata, cobre de Almería y Huelva. Conocían
la escritura, con clara influencia fenicia y quizá griega. Como yacimientos destacan Carambolo,
Carmona (Sevilla), la Colina de los Quemados (Córdoba).
Su decadencia desde la segunda mitad del s. VI a.C. sería consecuencia del aumento de
influencia cartaginesa en la península.

Cartago en la Península Ibérica. Cuando en el 573 a.C. Tiro es conquistada por Babilonia, su
antigua colonia Cartago hereda sus colonias del Occidente mediterráneo. Cartago busca apoderarse en
exclusiva de la riqueza metalífera, lo que provocó tensiones con los griegos.
Su presencia en la península era sólo comercial a excepción de la ciudad de Cades (Gadir o
Gades). Dos tratados comerciales con Roma, en el 509 a.C. y en el 358 a.C., confirmaron la
exclusividad comercial cartaginesa en el Mediterráneo occidental.
La Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) se inició por el dominio sobre Sicilia, y si bien
Cartago podía pagar muchos mercenarios, Roma podía reclutar muchos más hombres. La derrota
supuso para Cartago perder Sicilia y el pago de una fuerte indemnización a Roma, que luego
aprovechó las luchas entre Cartago y varios de sus contingentes mercenarios para ocupar Córcega y
Cerdeña. Para cancelar la deuda y conseguir nuevos negocios el general Amílcar Barca conquista en
237 a.C. todo el sur peninsular y funda Akra Leuke (¿Alicante?).
Le sucedió su yerno Asdrúbal Barca, que consolidó sus dominios mediante la diplomacia y las
amplió hasta la desembocadura del Ebro (tratado con Roma en 226 a.C.). Creó un núcleo de poder
semiindependiente de Cartago y fundó Cartago Nova (Cartagena).
Su sucesor fue Aníbal Barca, hijo de Amílcar Barca, que amplió sus dominios en la Meseta
Central. Conquistó Sagunto en 219 a.C., lo que inició la Segunda Guerra Púnica (219-202 a.C.) pues
esta ciudad era aliada de Roma. En 218 a.C. Aníbal inicia su invasión de Italia, a la que Roma
responde enviando a Escipión Emiliano a Ampurias para eliminar el abastecimiento a Aníbal,
derrotando a su primo Asdrúbal Barca (211 a.C.). Después Escipión el Africano invade Cartago,
obligando a Aníbal a dejar Italia para proteger su capital, y derrotándole en la batalla de Zama (202
a.C.). La derrota supuso a Cartago la pérdida de Hispania, la entrega de la flota de guerra, el pago de
10 mil talentos de plata a Roma en 50 años y consultar a Roma toda su política exterior. Así se inicia
el dominio romano en Hispania.

Pueblos prerromanos. Son pueblos heterogéneos en sus culturas, lenguas y costumbres, pero
tienen en común una estructura tribal, el predominio de la ganadería sobre la agricultura y su dominio
en la metalurgia del hierro.
Celtíberos. Se distingue entre Citerior (ríos Jiloca y Jalón, influenciados por los pueblos
iberos) y Ulterior (ríos Duero y Tajo). Migraban por la pobreza de los suelos.
Carpetanos. Al sur de los celtíberos, con una economía próspera.
Vacceos y vetones. Grupos muy parecidos, basados en la agricultura (cada año hacían parcelas
con la tierra y las distribuían por sorteo). Los vacceos ganaron territorio a costa de los vetones.
Cántabros. En Cantabria y el Este de Asturias. Agricultura con escaso nivel técnico. Belicosos
y de estructura matriarcal.
Astures. En Asturias. Estructura social gentilicia.
Galaicos. Galicia y norte de Portugal. Estructura matriarcal. Agricultura pobre y escasa, caza,
pastoreo y recolección. Habitaban en castros, poblados fortificados cuyas viviendas eran cabañas de
piedra con techo de vigas de madera cubiertas de ramas, tablas o barro.
Lusitanos. Centro y sur de Portugal y Extremadura. En la costa la economía era agrícola y en
el interior de pastoreo.

24.7-La dominación romana.


La Segunda Guerra Púnica. Las tropas de Escipión desembarcan en Ampurias y avanzan hacia
el Guadalquivir, conquistando Cartago Nova en 209 a.C., derrotando a los cartagineses en Bailén y
expulsándolos definitivamente con la conquista de Cades.
La población indígena apoyó a los romanos porque pensaban que sólo iban a expulsar a los
cartagineses, no a sustituirlos como dominadores.

La conquista del interior. Finalizada la guerra Roma mantuvo su presencia para apoderarse de
los recursos peninsulares, lo provocó rebeliones indígenas y campañas militares romanas. En 197 a.C.
se constituyen las provincias romanas de Hispanias Ulterior (valle del Guadalquivir) y Citerior (franja
mediterránea). En 181 a.C. Roma conquista a los celtíberos del valle del Ebro y establece alianzas con
varios pueblos para evitar coaliciones antirromanas.
La paz duró 25 años, pero la explotación despiadada y los problemas socioeconómicos de las
tribus del interior, sobre todo lusitanos, llevaron en 154 a.C. a una nueva serie de guerras.
Las guerras celtíbero-lusitanas. En 143 a.C. se sublevan coordinadamente todos los pueblos
del interior, coincidiendo con una crisis política, social y económica de la República Romana.
Celtíberos (centrados en Numancia) y lusitanos (acaudillados por Viriato) mantienen a Roma
en guerra hasta que Viriato es asesinado y Numancia cae en 133 a.C. Aprovechando sus victorias
Roma amplía su poder hasta el río Duero.
Se produce la romanización de las zonas de mayor presencia y cultura avanzada, mientras que
el interior, considerado tierra conquistada y de explotación, apenas se realizó.

La crisis republicana del siglo I en Hispania. La convulsa situación política en Roma se refleja
en Hispania cuando Sertorio, general y amigo de Mario, llega como gobernador de la Citerior. La
derrota del popular Mario frente al optimate Sila provoca que Sertorio rompa con Roma y forme un
Estado con capital y senado en Osca (Huesca). Sila envía a su general Pompeyo, que mediante
concesiones y pactos logró captar muchos de los partidarios de Sertorio para derrotarlo, mientras al
mismo tiempo convertía Hispania en una base de su propio poder personal.
En 61 a.C. el popular Julio César es nombrado gobernador de la Hispania Ulterior,
consiguiendo también una base de poder. En 53 a.C. sólo el popular Julio César y el optimate
Pompeyo eran opciones de poder. Pompeyo tenía una amplia base de poder en Hispania, así que César
la invadió, derrotando a los pompeyanos en Marzo del 45 a.C. en la batalla de Munda.
Julio César fue asesinado en Roma el 52 a.C., pero había cambiado la situación en Hispania.
Concedió la ciudadanía romana o latina a muchas ciudades, y para atraerse a las elites locales hizo lo
mismo con ellas. En el interior levantó colonias amuralladas como Norba (Cáceres) como defensa y
vehículo de romanización.

Las guerras cántabro-astures. Octavio obtiene el poder en 31 a.C. y funda el Imperio bajo la
forma de un Principado, lo que exigía límites seguros y ello a su vez la conquista del norte peninsular.
También influyó la riqueza mineral y el deseo de Octavio de mostrar su capacidad militar
dirigiendo la campaña, que concluyó el 19 a.C.

Organización política y jurídica. Tras la Segunda Guerra Púnica, los ejércitos romanos se
acantonan para mantener el control, y en el 197 a.C. Hispania es dividida en dos provincias (Citerior y
Ulterior).
Augusto reorganiza las provincias en dos tipos, las senatoriales (pacificadas y romanizadas) y
las imperiales (recién conquistadas y poco romanizadas). En Hispania la Ulterior se divide en dos,
Bética (senatorial) y Lusitania (imperial), mientras Citerior adquiere nuevas tierras y se convierte en la
Tarraconense. Cada provincia fue a su vez dividida en conventus iuridicus, centrados en las
principales poblaciones para delimitar los ámbitos de actuación de la justicia.
Un poderoso instrumento de romanización fue la creación de ciudades, ya que disolvía
rápidamente los vínculos de los grupos sociales prerromanos. Las ciudades se dividían en colonias
(asentamiento de veteranos y ciudadanos romanos), de derecho latino (la ciudadanía se conseguía
ocupando un cargo público durante un año), civitates (ciudades indígenas sin derechos de ciudadanía)
y populi (asentamientos menores sin derechos de ciudadanía).

Economía. Salvo el Norte, toda Hispania producía cereales (trigo y cebada), siendo uno de los
principales graneros de Roma. La vid se cultivaba antes del dominio romano, pero con él se intensificó
debido a su gran calidad. Lo mismo ocurrió con el olivo, que fue predominante en ciertas zonas. La
ganadería fue muy importante, sobre todo en el Norte, especialmente de caballos.
Desde antiguo el asentamiento de extranjeros se debió a la riqueza metalífera de Hispania,
pero el dominio romano significó tanto un cambio de dueños como un empuje sin precedentes a la
explotación minera.
Es de destacar la salazón de pescados y el garum, de origen fenicio, que Roma relanzó
convirtiéndose en su principal mercado de exportación.

24.8-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO en el estudio de la
Historia Antigua.

Tema 25. La Civilización Grecolatina.

25.1- La civilización griega: la formación de las poleis y las colonias.


La formación de las poleis. Grecia designa el sur de la península de los Balcanes y los
archipiélagos del mar Egeo. Grecia continental es montañosa y fragmentada, con difíciles
comunicaciones y transportes, los suelos y subsuelos son pobres, y no hay agua suficiente para el
cultivo. Pero la gran cantidad de puertos naturales hizo de la pesca y el comercio marítimo una
solución a la pobreza.
Tras la brillante civilización minoica o cretense, se dieron las invasiones de aqueos (la
civilización micénica), jonios y finalmente los dorios (s. XII a.C.). De la mezcla de todos ellos nació la
Hélade o Conjunto de Griegos.
Desde entonces se empezaron a formar las poleis o ciudades-Estado, gobernadas por los aristoi
(los mejores, que poseían casi todas las tierras) mediante la tradición, sin leyes escritas. Este tipo de
gobierno se llama oligarquía (gobierno de unos pocos). Las tierras las trabajaban campesinos pobres o
esclavos. Pese al continuo enfrentamiento entre poleis, su población, sobre todo los aristoi, eran
conscientes de su pertenencia a un colectivo más importante (la Hélade).

Las colonizaciones. En los siglos VIII-VI a.C. las poleis se transformaron debido al aumento
de población (mientras los recursos disminuían, lo que aumentaba las luchas y dificultaba más la vida)
y a los intereses comerciales (para intercambiar los productos propios y obtener materias primas
difíciles de encontrar). Así desde el s. VIII a.C. empezaron las colonizaciones, primero hacia Asia
Menor (Mileto) y el Mar Negro (Bizancio, Cidesa), luego hacia Occidente (Francia con Masalia,
España con Ampurias, Sicilia y sur de Italia, llamadas la Magna Grecia, con Siracusa, Nápoles,
Agrigento, etc.) y algunas aisladas en el norte de África (Cirene en Libia y Naucratis en Egipto).
Tomaron contacto con numerosos pueblos y comerciaron con ellos profusamente.
En la expansión colonial rivalizaron con los fenicios, que colonizaron el norte de África y el
sur de la Península Ibérica, cerrando el camino al Océano Atlántico al controlar el Estrecho de
Gibraltar.
Cuando una polis decidía fundar una colonia consultaba a los dioses mediante los oráculos,
como el famoso Oráculo de Delfos dedicado a Apolo. Los colonos se decidían por sorteo, o eran los
más pobres, o los hijos segundones (ya que la herencia se reservaba para el primogénito). La
expedición la dirigía un oikistés, que solía ser un noble, que promulgaba las primeras leyes, portaba el
fuego sagrado, etc. Llegados al destino, se construía la ciudad según un plano preestablecido sobre un
montículo para facilitar la defensa. Las tierras eran repartidas en lotes a los colonos y eran trabajadas
por esclavos o por los indígenas sometidos.
Generalmente las colonias se fundaron en lugares propicios para la producción de alimentos, a
fin de enviar los excedentes a la metrópoli (ciudad madre de la que procedían) a cambio de cerámicas,
manufacturas, metales, etc. Las colonias no debían sometimiento a las metrópolis, sus lazos eran
únicamente económicos y culturales.

Consecuencias de las colonizaciones. La principal consecuencia fue la imposición del sistema


monetario para el comercio y la vida normal, tanto de los griegos (colonos y metropolitanos) como de
los pueblos con los que comerciaron.
Los cambios se pueden ejemplificar en el caso de Atenas. Practicaba la agricultura, el pastoreo
y la artesanía. Era gobernada por los eupátridas (los bien nacidos) que además controlaban la tierra;
cada año nueve de ellos eran elegidos arcontes (magistrados de la ciudad con funciones militares,
legisladoras, religiosas, etc.). El areópago (tribunal de los delitos de sangre), formado por eupátridas y
ex-arcontes, junto a la boulé o consejo, que nombraba a los arcontes y permitía la continuidad de los
criterios de gobierno, dominaban la política. La ecclesía o asamblea de ciudadanos al principio sólo
ratificaba las decisiones del consejo.
En los siglos VII-VI a.C. el puerto de Atenas, el Pireo, era el principal puerto griego, llegando
cereales del Mar Negro y las colonias y partiendo cerámicas y otros objetos. Esta pujanza hizo que
comerciantes y constructores de barcos se hicieran más ricos que los eupátridas pero en fortunas
muebles. Por su parte la situación del pueblo y los campesinos había empeorado, y la esclavitud por
deudas les amenazaba continuamente. Ni el pueblo de Atenas, ni los campesinos, ni los comerciantes
apoyaban a los arcontes, cuyas decisiones no conciliaban los intereses de todos los grupos sociales
atenienses, sino que defendían los intereses de los eupátridas.

25.2- Cambios sociales y políticos: las reformas de Solón y Clístenes.


En el s. VI a.C. un arconte llamado Solón realizó reformas a fin de acabar con las injusticias y
convertir Atenas en una polis próspera para todos. Para que los eupátridas no anulasen sus reformas
otorgó más peso político a la ecclesía, como en el nombramiento de arcontes, y abolió la esclavitud
por deudas. Las diferencias sociales y políticas debían depender del nivel de riqueza y no de
situaciones heredadas del linaje, así que dividió a la población en cuatro grupos según su riqueza:
pentacosiomedimnos (+500 medimnos de trigo), hippeis (300-500), zeugitas (200-300), thetes (-200).
Según el armamento que se aportaba al ejército se tenían mayores o menores derechos políticos. Este
sistema en el que la mayoría de los ciudadanos elige a quienes gobernarán un periodo de tiempo se
llamó democracia (gobierno del pueblo). Sin embargo los cargos no estaban remunerados, así que
entre los varones atenienses mayores de edad y con plenos derechos políticos sólo unos pocos podían
dedicarse a la política. De los derechos políticos estaban excluidos los metecos (extranjeros libres), las
mujeres (recluidas en su hogar), y los esclavos.
Tras Solón hubo un periodo de incertidumbre política que llevó al encumbramiento de
Pisístrato como tirano (560-527 a.C.), si bien en principio no era peyorativo, ya que realizó políticas
de apoyo a los campesinos y los pobres. La tiranía adquirió carácter negativo cuando los hijos de
Pisístrato, Hipias e Hiparco, sucedieron a su padre como tiranos, hasta que fueron asesinados en el 514
a.C.
De entre los arcontes que siguieron las reformas de Solón destacó Clístenes. Dividió el Ática
(la región de Atenas) en tres demarcaciones (Atenas capital, costa, interior) y cada una en diez demos;
cada año cada demos elegía un representante y eran agrupados en tribus (uno de Atenas, uno de la
costa, uno del interior) para que defendieran por igual los intereses de las tres zonas. En cada demos
estableció un registro civil, y por ser inscrito en él se obtenía la condición de ciudadano. Reformó el
calendario civil. Estableció el ostracismo, consistente en desterrar durante diez años a quienes fueran
peligrosos de instaurar gobiernos personales. La condena debía ser aprobada por la ecclesía por seis
mil votos y era ejecutada en un máximo de diez días. La condena no implicaba la pérdida de la
ciudadanía, ni de las propiedades, ni acarreaba ninguna consecuencia para la familia del condenado.

25.3- Las guerras más importantes en la historia griega.


Las Guerras Médicas (siglo V a.C.). En el s. VI a.C. el Imperio Persa (indoeuropeos) estaba en
expansión, dominando Lidia, las colonias griegas de Asia Menor y los territorios al norte de Grecia,
planeando conquistar la propia Grecia. Al comenzar el s. V a.C. algunas colonias se rebelaron
(destrucción de Mileto) y pidieron ayuda a Grecia, que decidió intervenir.
Apoyándose en poderosa infantería y su fuerte caballería, los persas invadieron Grecia por dos
veces, reinando Darío y luego Jerjes. Los griegos, fraccionados políticamente, no contaban con una
organización militar centralizada. Hubieron de reunir los ejércitos de las poleis para luchar tanto por
tierra (con predominio espartano) como por mar (con predominio ateniense). La participación política
dependía del tipo de armamento que aportaban al ejército, así que mientras fueron ejércitos de tierra
los caballos y las armaduras permitieron a los ricos acumular poder, pero la creación de la flota naval
ateniense igualó a toda la población. Además Atenas y sus aliados formaron la Liga de Delos, de la
que Atenas recogía tributos (al controlar el tesoro) para mantener su flota, lo que a larga la convirtió
en un imperio ateniense. Los griegos consiguieron expulsar a los persas tras derrotarles en Maratón
(Darío), Las Termópilas (Jerjes, victoria de los espartanos no por vencer sino por retrasarlos), Platea
(Jerjes, espartanos) y Salamina (Jerjes, victoria naval de Atenas que destruyó la flota que suministraba
al ejército persa).
Atenas y el gobierno de Pericles. Con la victoria sobre los persas, Atenas se convirtió en la
ciudad más rica y poderosa, transformando la Liga de Delos en un imperio ateniense mantenido por la
flota, el ejército y las cleruquías (colonias militares de ciudadanos atenienses en territorio de otras
poleis de la liga para asegurar su lealtad). Controló los beneficios de las poleis aliadas y el comercio,
así como debían pagar una cuota a cambio de seguridad en el mar. Así Atenas liberó con el tiempo y
unió a la liga a las ciudades griegas de Asia Menor, antes dominadas por Persia.
A mediados del s. V a.C. Pericles se convirtió en dirigente de Atenas. Durante los 30 años que
duró su gobierno completó la democratización de los ciudadanos libres, estableció el pago de un
salario a los cargos públicos (para que cualquiera pudiera ocuparlos), reconstruyó Atenas con el tesoro
de la Liga de Delos, levantó monumentos en la Acrópolis, amplió el puerto de El Pireo (puerto de
Atenas), impulsó las fiestas religiosas y fomentó el arte, estableció una ley de ciudadanía restrictiva
(sólo es ciudadano el hijo de dos ciudadanos).

La Guerra del Peloponeso. La otra ciudad más importante de Grecia era Esparta, que no
aceptaba la primacía ateniense, y con sus aliados creó la Liga del Peloponeso. A diferencia de Atenas,
Esparta (de origen dorio) no cambió su sistema político inicial. Los espartanos se instalaron como
casta guerrera (para la que se preparaban toda su vida) sobre la población preexistente (los periecos,
que eran artesanos y podían participar en el ejército), mientras los hilotas, el pueblo mesenio, eran
semiesclavos.
Finalmente la rivalidad estalló entre ambas ligas en la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.).
En la Guerra de Arquídamo (431-421 a.C.) Esparta invadió el Ática por tierra, mientras Atenas atacó
las costas del Peloponeso por mar. Esparta consiguió mantener una guarnición en Decelia (Guerra de
Decelia, Ática), que le permitía atacar todo el Ática. Por su parte Atenas decidió recabar apoyo en las
colonias de la Magna Grecia mandando una flota para conquistar Siracusa (Guerra de Siracusa), pero
su ejército fue destruido y muy pocos regresaron. Para protegerse, los atenienses se refugiaron en la
ciudad y recibían suministros por mar (las murallas llegaban hasta El Pireo), mientras los espartanos
arrasaban el Ática. Sin embargo los suministros no eran suficientes y el agua escaseaba, lo que
provocó una epidemia (la peste ateniense) que mató al 25% de la población (incluido Pericles).
Atenas hubo de rendirse y Esparta adquirió la hegemonía, desmantelando la Liga de Delos.
Sin embargo ambas ciudades estaban muy debilitadas, lo que permitió a la ciudad de Tebas fundar la
Liga Tebana y adquirir una breve hegemonía en Grecia. Finalmente los semiesclavos (hilotas) de
Esparta se rebelaron y crearon su propia polis (Mesene), los espartanos pidieron ayuda a Persia, y las
demás poleis la destruyeron por traición.
Las consecuencias de esta guerra fueron la devastación o el empobrecimiento de la mayoría de
poleis, la destrucción de las ligas Délica y Peloponesia, y el fin del imperio ateniense (que hubo de
derribar las murallas de la ciudad y entregar su flota de guerra).

25.4-El Helenismo.

El debilitamiento de Grecia fue aprovechado por el reino de Macedonia para prolongar sus
dominios.

Macedonia. Era un reino muy rural, al margen del auge mercantil y de los cambios sociales y
políticos que se habían producido en Grecia, pero muy influido por la cultura griega. La regía una
monarquía apoyada en una casta aristocrática y guerrera. En el s. IV a.C. el rey Filipo II reorganizó el
ejército, junto a la tradicional caballería aristocrática organizó a la infantería en falanges (grupos más
móviles) y aligeró su armadura. Con estas fuerzas sometió a casi todas las poleis, y con las fuerzas y
recursos ganados planeó la invasión del Imperio Persa por Asia Menor. Sin embargo Filipo fue
asesinado y le sucedió su hijo Alejandro, de 20 años.

El Imperio Alejandrino. Alejandro fue educado para ser rey y general por Aristóteles, un
filósofo griego. Hubo de sofocar algunas revueltas al inicio de su reinado.
Invadió el Imperio Persa, venciendo a Darío III en las batallas de Gránico (334 a.C.) e Issos
(333 a.C.). Al frente de los territorios conquistados colocaba gobernadores griegos, pero respetaba las
vidas, propiedades y costumbres de los derrotados, acrecentando su gloria y su ejército. Animaba sus
hombres a casarse con mujeres indígenas, él mismo se casó con Roxana, hija del gobernador de
Bactriana. Las ciudades, al ver un ejército tan poderoso, se rendían, sólo la ciudad de Tiro (Fenicia) se
negó, y fue asediada y destruida. En Egipto fue reconocido hijo de Zeus y Amón y fundó la ciudad de
Alejandría. Tras haber dominado antes Asia Menor, Siria y Egipto siguió hacia la capital de Persia
(Babilonia), en cuya ruta derrotó definitivamente al emperador persa en la batalla de Gaugamela (331
a.C.). Siguió avanzando hacia el Este hasta llegar al río Indo, donde sus generales se negaron a
seguirle y decidió regresar. En 323 a.C. en camino a Grecia, Alejandro murió en Babilonia a causa de
unas fiebres.

Los Reinos Helenísticos. La muerte de Alejandro provocó la lucha entre el poder central
(Roxana, su hijo Alejandro IV y los generales regentes Pérdicas, Antípatro y Casandro) y sus
generales (los 4 diádocos), cuya victoria supuso la ruptura del imperio. Se formaron cuatro reinos:
Egipto para Ptolomeo I y los Lágidas o Ptolomeos, Asia (Siria, Mesopotamia y Persia) para Seleuco y
los Seléucidas, Tracia y Asia Menor para Lisímaco, Macedonia y Grecia para Antígono y los
Antogónidas. Posteriormente Seleuco derrotó a Lisímaco quedándose con Asia Menor, mientras
Antígono ocupó Tracia. De estos tres reinos originales surgieron luego otros (Reino Greco-Bactriano,
Ponto, Pérgamo, etc.), que estuvieron constantemente en guerra entre sí. Todos ellos compartían una
lengua común (el griego koiné), una cultura (el helenismo) y unas costumbres. El helenismo duró
desde la muerte de Alejandro Magno hasta la desaparición del último reino helenístico (Egipto) en la
batalla de Actium el 30 a.C.

25.5-Cultura helénica.
Los griegos hablaban una lengua común, el griego, con diferentes dialectos, que luego fueron
resumidos en el koiné (común). Desde el 776 a.C. cada cuatro años celebraban los Juegos Olímpicos
en la ciudad de Olimpia en honor de Zeus, con pruebas como carreras pedestres, lucha, carreras de
cuadrigas, lanzamiento de disco, salto de longitud, etc. Estos juegos exaltaban la unidad del mundo
griego, ya que participaban atletas de todas las poleis, hasta el punto de que durante los juegos se
detenían todas las guerras. Sólo había un ganador en cada categoría, que recibía una corona de laurel y
el reconocimiento de las poleis, a veces su polis le entregaba un premio monetario por su victoria.
Los griegos no tenían un día semanal de fiesta, sino que una vez al mes realizaban una gran
fiesta ritual, aparte de una gran fiesta anual. La alimentación cotidiana era pobre: trigo, cebada,
aceitunas, higos, leche, queso, pescado salado. Sólo los ricos comían pescado fresco, carne
regularmente y vino. Estas fiestas eran una ocasión para nutrirse de proteínas animales. Se entregaba a
la divinidad la décima parte de lo sacrificado.
El teatro nació de las representaciones rituales en las fiestas de Dionisos. Evolucionó y
nacieron nuevos temas y géneros: tragedia, sátira, comedia

Religión. Creían en los dioses del Olimpo, antropomorfos y con vicios y virtudes como los
mortales. Cada divinidad representaba un mito sobre un aspecto de la naturaleza o la vida. El culto era
organizado en cada polis por el basileus, que además cuidaba del templo. Aunque existían sacerdotes y
sacerdotisas, no pertenecían a una organización centralizada y estática interesada en obligar a la
población a mantener unas creencias determinadas. Ello posibilitó que en el seno de las familias ricas,
que no necesitaban trabajar, surgieran personas curiosas que pudieron pensar libremente, sobre todo en
las colonias por tratar con personas muy diferentes a ellos.

Filosofía y ciencia. Filosofía o pensamiento racional se refiere a las ideas que intentan explicar
el mundo que nos rodea sin recurrir a la intervención divina, buscando relaciones de causa y
consecuencia. Al principio cualquier actividad que ampliara el conocimiento se llamaba filosofía. Uno
de los primeros temas que interesaron a los filósofos fue el de la formación del mundo y la materia,
con filósofos como Demócrito de Abdera (creó las primeras teorías atómicas) y otros que intentaban
encontrar un elemento primordial (agua, Heráclito y el fuego, tierra, etc.). La ciencia griega surgió en
las ciudades de Asia Menor, que contactaban las culturas de Oriente y Occidente.
En el s. VI a.C. aparecieron dos escuelas científico-matemáticas: la jónica de Tales de Mileto
(geometría) y la pitagórica de Pitágoras de Samos (aritmética).
Desde el s. V a.C. empezó un interés por los fenómenos humanos, individuales y colectivos,
de la mano de los sofistas (predicaban la defensa dialéctica de cualquier idea, incluso contrarias,
basándose en trucos verbales que dieran la razón; se dedicaron sobre todo a la judicatura, la política y
la enseñanza a los hijos de los ricos). Pero el filósofo más importante de este periodo fue Sócrates,
quién animó a sus discípulos a reflexionar sobre sus acciones (motivaciones, validez moral, etc.) ,a
pensar en el método para aumentar los conocimientos, y el análisis de las ventajas y desventajas de los
diversos sistemas de gobierno y organización social. Su mayor discípulo fue Platón, quien a su vez
tuvo un digno discípulo en Aristóteles (el maestro de Alejandro Magno).

Ciencia y medicina. La ciencia se transformó rápidamente en una serie de disciplinas


separadas de las técnicas. Los científicos se preocuparon de la previsión y descripción de fenómenos,
pero también de sus principios y causas. Introdujeron el razonamiento deductivo a partir de postulados
como método de conocimiento.
Hipócrates de Cos (s. V a.C.) creó la medicina basada en el diagnóstico, la confianza del
paciente y el trato no violento (el juramento hipocrático), y el poder curativo de la naturaleza.
Demócrito de Abdera creó las primeras ideas atómicas al pensar que el universo está formado por
partículas invisibles (átomos) que se mueven en el espacio.

Helenística. En esta etapa se desarrolló una vital civilización urbana, merced al ánimo de
Alejandro Magno que había fundado 70 nuevas ciudades que servían de puente comercial, cultural,
artístico y científico. En Alejandría los Ptolomeos fundaron la mayor Biblioteca del mundo antiguo
(700 mil rollos) y un Museo (templo de las ciencias y la filosofía al que acudían los sabios).
A Alejandría viajaron personajes como Aristarco de Samos (s. III a.C.; midió los diámetros
del Sol y la Luna, formuló una teoría heliocéntrica), Euclides (s. III a.C.; en su obra Elementos
reformuló la geometría), Arquímedes (s. III a.C.; ingeniero y matemático conocido por su trabajo de
hidrostática y sus defensas mecánicas de Siracusa contra los romanos), Eratóstenes (s. III a.C.; director
del museo, midió la circunferencia terrestre), Herón de Alejandría (ingeniero y mecánico especializado
en el agua y el vapor). Las ideas científicas de la Edad media se basaron en la ciencia helenística,
transmitida por los romanos y los árabes.
Sin embargo el florecimiento de la vida urbana llevó a un alienamiento de la población hacia
la propia vida política urbana, surgiendo filosofías que intentaron cubrir este vacío espiritual:
estoicismo (Zenón de Citio, dominio de las pasiones y negación del dolor), epicureísmo (Epicuro de
Samos, búsqueda del placer personal pero sin excesos que desvirtúen el alma), escepticismo (negación
de la posibilidad de conocimiento o control sobre la realidad, así que proponen suspender la opinión).

25.6-La civilización romana: orígenes.


Los etruscos. El propio origen de los etruscos (que se llamaban a sí mismos resenna) es un
misterio: siempre vivieron en la península Itálica, eran indoeuropeos, habían migrado desde Asía
Menor, o habían llegado desde el norte de África.
En el Primer milenio a. C. los etruscos desarrollaron una serie de ciudades-estado
monárquicas. Combinaban la agricultura, el pastoreo y la artesanía (hierro) con el comercio (eran
intermediarios entre la Magna Grecia y Centroeuropa. Además practicaban la piratería hacia los
griegos.
Desarrollaron una cultura original conocida sobre todo por sus espléndidas necrópolis,
auténticas ciudades de los muertos perfectamente equipadas y decoradas. Tenían su propio alfabeto.
Fundaron ciudades y ocuparon otras, como fue el caso de Roma.

Nacimiento de Roma. En las colinas del río Tíber había poblados habitados por tribus de
pastores, hasta que en el s. VIII-VII a.C. fueron conquistados por los etruscos. Los reyes etruscos
(Tarquinio Prisco, Servio Tullio, Tarquinio el Soberbio), construyeron murallas, canalizaciones de
agua, edificios públicos, etc. Roma se convirtió en paso comercial de las materias primas de
Centroeuropa hacia los mercados fenicios, cartagineses y griegos, de donde llegaban manufacturas.
La población se dividió entre patricios (ricos, supuestos descendientes de los primeros
pobladores de Roma, tenían las mejores tierras, tenían derechos políticos y militares) y plebeyos
(pequeñas tierras, talleres artesanales, comerciantes, no tenían derechos políticos o militares). Los
patricios tenían esclavos y clientes (pobres que se ponen al servicio de una familia patricia a cambio
de alimento y protección).
En el s. VI a.C. los etruscos entraron en decadencia debido a varias derrotas militares ante los
griegos y una epidemia de malaria.

25.7-La República.
La República y el ejército romano. En el año 509 a.C. los patricios romanos expulsaron a los
etruscos, abolieron la monarquía y establecieron la República (el bien común), caracterizada por la
limitación temporal de los cargos políticos y la responsabilidad de sus ocupantes. Los romanos
hubieron de usar las armas, por lo que desde el principio la república estuvo vinculada al ejército.
Las familias patricias se dividían en tres tribus (Ramnes, Trities y Luceres), divididas cada una
en diez curias. Cada curia elegía magistrados y aportaba cien soldados de caballería al ejército, lo que
permitía obtener grandes riquezas por botín de guerra y prisioneros.
El máximo poder político pertenecía al Senado, al que sólo accedían patricios y de forma
vitalicia. También eran patricios los que ocupaban las magistraturas, de un año de duración y siempre
en parejas (para evitar el poder personal): cónsules (dirigían la república y el ejército), pretores
(justicia), ediles (distintas funciones urbanas como abastecimiento), cuestor (recaudación de
impuestos), censores (elaboraban el censo de ciudadanos).
Tras su independencia Roma acrecentó su poder conquistando varias ciudades del Lacio e
incluso etruscas (Veyes fue la primera). Creció su participación en el comercio mediterráneo y
empezaron a asentarse extranjeros. Su creciente poder militar les llevó a guerrear con los pueblos
vecinos en los s. V-IV a.C., controlando el centro de Italia y el norte hasta el valle del río Po.
Transformaciones sociales y políticas. El proceso anterior hizo posible que algunos plebeyos,
gracias al comercio y los negocios, acumularan riquezas mayores incluso a las de los patricios, y
reclamaran mayor participación política. Tras muchas tensiones los patricios fueron cediendo esferas
lentamente, ya que el ejército necesitaba cada vez más hombres. Se promulgó la Ley de las Doce
Tablas, que amplió los derechos de la plebe hasta su completa equiparación en el s. IV a.C. y creó la
figura del tribuno de la plebe (defensor del pueblo).
Se dividió la población en función de su riqueza y del tipo de armas que podían aportar al
ejército, desde los más ricos (los équites con armadura completa y armamento) a los proletarios (que
sólo poseían a sus hijos). Estas clases se reunían en los comicios centuriados, que tenían funciones
políticas y en los que la primera clase (los ricos) tenían tantos votos como las otras cuatro juntas.
Así la inicial república aristocrática se convirtió en una república timocrática (el poder
depende de la riqueza).

Expansión en el Mediterráneo. En el s. III a.C. los romanos consiguieron conquistar la Magna


Grecia, que había llamado en su ayuda a Pirro rey del Épiro, y fijaron sus ojos en Sicilia, para cuyo
dominio habían de competir con Cartago.
A principios del 1 milenio a.C. comerciantes fenicios habían fundado colonias en el norte de
África, y cuando desde el s. VIII a.C. las metrópolis (Tiro, Sidón, Biblos, etc.) empezaron a caer ante
el Imperio Asirio, las familias ricas huyeron a las colonias. Cartago era una de ellas, y consiguió
dominar todos los territorios fenicios del Mediterráneo occidental. Sin embargo Roma aspiraba al
control de lo que llamaba su zona de influencia natural: Sicilia (mitad cartaginesa y mitad del tirano de
Siracusa Hierón), Córcega (cartaginesa) y Cerdeña (cartaginesa). Así Roma aprovechó las
desavenencias entre el tirano de Siracusa y los mamertos para tomar partido por estos últimos. Los
mamertos eran mercenarios que había contratado Hierón para expulsar a los cartagineses, y que tras
diez años de guerra decidieron asentarse al noreste de Sicilia al margen del poder de Hierón. Siracusa
pide ayuda a Cartago, aunque pronto deserta al bando romano, y así empezó la guerra.
Las Guerras púnicas y la conquista del Mediterráneo Occidental. Fueron tres las Guerras
Púnicas.
La Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.) se inició por el dominio sobre Sicilia, y si bien
Cartago podía pagar muchos mercenarios, Roma podía reclutar muchos más hombres. La derrota
supuso para Cartago perder Sicilia y el pago de una fuerte indemnización a Roma, que luego
aprovechó las luchas entre Cartago y varios de sus contingentes mercenarios para ocupar Córcega y
Cerdeña. Para cancelar la deuda y conseguir nuevos negocios el general Amílcar Barca conquista en
237 a.C. todo el sur peninsular y funda Akra Leuke (¿Alicante?).
Le sucedió su yerno Asdrúbal Barca, que consolidó sus dominios mediante la diplomacia y las
amplió hasta la desembocadura del Ebro (tratado con Roma en 226 a.C.). Creó un núcleo de poder
semiindependiente de Cartago y fundó Cartago Nova (Cartagena).
Su sucesor fue Aníbal Barca, hijo de Amílcar Barca, que amplió sus dominios en la Meseta
Central. Conquistó Sagunto en 219 a.C., lo que inició la Segunda Guerra Púnica (219-202 a.C.) pues
esta ciudad era aliada de Roma. En 218 a.C. Aníbal inicia su invasión de Italia, a la que Roma
responde enviando a Publio Escipión a Ampurias para eliminar el abastecimiento a Aníbal, derrotando
a su primo Asdrúbal Barca (211 a.C.). Después Escipión el Africano invade Cartago, obligando a
Aníbal a dejar Italia para proteger su capital, y derrotándole en la batalla de Zama (202 a.C.). La
derrota supuso a Cartago la pérdida de Hispania, la entrega de la flota de guerra, el pago de 10 mil
talentos de plata a Roma en 50 años y consultar a Roma toda su política exterior.
La Tercera Guerra Púnica (147-146 a.C.) se inició porque Masinisa, rey de Numidia y aliado
de Roma, conquistaba continuamente territorios de Cartago y Roma no intervenía, así que Cartago
decidió defenderse sin pedir permiso. Roma envió a Publio Cornelio Escipión, que en el 147 a.C.
conquistó Cartago y la destruyó, anexionando sus territorios a Roma.

Conquista del Mediterráneo Oriental. En los s. III-II a.C. Roma mantuvo a los reinos
helenísticos en guerra entre sí para impedir que alguno obtuviera la primacía, y cuando hizo falta
utilizó la fuerza militar, como por ejemplo: contra los últimos Antigónidas (anexión de Grecia y
división de Macedonia en cuatro repúblicas), contra los Seleúcidas (batalla de Magnesia que los
reduce a Siria), contra Mitrídates (rey del Ponto), contra los rebeldes nacionalistas de Pérgamo (su
penúltimo rey decidió entregar el reino a Roma para evitar la guerra, pero su hijo se negó), etc. De esta
forma Roma fue conquistando poco a poco la mayor parte del Mediterráneo Oriental: Grecia y
Macedonia, Asia menor, Siria y Fenicia.
En el s. I a.C. un sector de Roma aprovechó las disputas dinásticas de los últimos Ptolomeos
egipcios, Cleopatra VIII y Ptolomeo XIII, para intervenir Egipto, que tras la batalla de Actium (30
a.C.) pasó a dominio romano.

Cambios sociales. Algunos sectores se enriquecieron mucho con la expansión de Roma, como
los que controlaban al ejército (botín de guerra), comerciantes, abastecedores del ejército, funcionarios
en las provincias.
Sin embargo para las familias campesinas supuso la ruina, ya que no podían competir con los
bajos precios de los productos provinciales (trabajados por esclavos) y la sangría de hombres que
marchaban al ejército durante largas temporadas. Por ello muchos campesinos vendieron sus tierras a
los latifundistas y marcharon a Roma.

Crisis de la República. Ocupar cargos públicos permitía enriquecerse, pero para ser elegido
había que comprar votos, celebrar juegos, construir obras públicas (fuentes, etc.), por lo que se
llegaban a contraer grandes deudas. Había una gran presión para conseguir el poder entre las diferentes
facciones que luchaban en todas las instituciones (Senado, ejército, etc.). Ejemplo es el fallido golpe
de Estado de Catilina y muchos jóvenes aristócratas contra Cicerón y los viejos senadores para poder
alcanzar el poder, saldar sus deudas y enriquecerse.
Las dos principales facciones eran los populares (compartir los beneficios con el pueblo a fin
de evitar un desastre social y fortalecer la República, una reforma agraria repartiendo tierras a los
ciudadanos romanos en las provincias) y los optimates (aristócratas y ricos, defensores de la tradición,
querían reservarse los beneficios). El conflicto entre ambas facciones se desarrolló en varios episodios
en el s. I a.C.
El primer enfrentamiento fue político, pues los hermanos populares Tiberio y Cayo Graco
intentaron realizar la reforma agraria, pero fueron asesinados. El general popular Mario alcanzó el
poder e intentó realizar su programa, y entonces estalló la guerra en la que fue derrotado por el general
optimate Sila. El general popular Sertorio mantuvo el poder sobre Hispania e intentó cambiar la
situación, pero fue derrotado por el optimate Pompeyo Magno.
Se decidió entonces la paz entre ambas facciones estableciendo un gobierno de tres dirigentes
(triunvirato), cada uno al mando de ciertas provincias, mientras Italia pertenecía al Senado. Fueron
elegidos el popular Julio César (las Galias), el optimate Pompeyo Magno (Hispania, Italia, África) y
Craso (el hombre más rico de Roma; Siria y Oriente en general).
La muerte de Craso empezó una nueva guerra de la que César quedó como único líder
romano, tras derrotar la muerte de Pompeyo y la derrota de los optimates en Grecia e Hispania. Intentó
unir a los optimates a sus filas con un programa de reconciliación, pero al intentar establecer un
gobierno unipersonal nombrándose dictador vitalicio los optimates, liderados por Casio y Bruto, lo
asesinaron.
Estalló una nueva guerra entre los optimates Casio y Bruto y los populares Octavio (sobrino
de César), Marco Antonio (lugarteniente de César) y Lépido (el más débil), en la que los últimos
optimates fueron derrotados. Sin embargo ello no supuso un gobierno popular unido, ya que las
diferencias internas eran demasiado grandes. Se decidió establecer un nuevo triunvirato formado por
Octavio (Galias, Hispania, Italia), Marco Antonio (Grecia, Egipto, Siria, Asia Menor) y Lépido
(África).
Sin embargo la muerte de Lépido, el matrimonio de Marco Antonio con Cleopatra VIII de
Egipto y la política independiente y orientalizante de Marco Antonio fueron aprovechadas por Octavio
para declararle la guerra como a un monarca extranjero. El choque principal fue en Egipto, con la
batalla de Actium (30 a.C.), en la que Octavio destruyó la flota de Marco Antonio y Cleopatra y ocupó
Alejandría.

25.8-El Imperio.
El sistema político imperial. Tras su victoria, Octavio quedó como líder indiscutible, y para
remarcarlo se proclamó príncipe (primus capitis primera cabeza entre los iguales, ya que hasta el s. III
no se estableció el título de emperador), tribuno máximo, augusto (de origen divino, 27 a.C.), pontífice
máximo (poder religioso, 12 a.C.), imperator (poder militar), y tras el su muerte el 14 d.C. fue
divinizado al estilo de las monarquías orientales.
El sistema imperial suponía la centralización política, ya que una sola persona asentada en
Roma decidía el destino de todos los territorios. Para ayudarle contaba con estructuras administrativas
y militares. El sistema diseñado por Augusto tuvo la virtud de ser capaz de funcionar
independientemente de la valía del emperador, si el emperador era bueno el sistema funcionaba muy
bien, pero si era malo el sistema funcionaba por sí sólo.
El Senado perdió todos sus poderes, se convirtió en un órgano consultivo y asesor del
emperador, al que se accedía por elección del mismo.

Evolución del sistema imperial y caída del Imperio de Occidente. El sistema era una
monarquía encubierta, pues los romanos las detestaban desde la expulsión de los reyes etruscos.
Suponía la existencia de una dinastía reinante entre la que se transmitía el poder, pero no eran
necesarios los lazos de sangre ya que el emperador podía adoptar a su sucesor a fin de elegir al mejor y
mantener la dinastía. Este no llamar a las cosas por su nombre produjo numerosos problemas
sucesorios. Se divide en Principado (desde Augusto hasta el último Severo) y Dominado (235-476).
La dinastía Julio-Claudia (27 a.C.-70 d.C.; Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón).
Siguió el Año de la Anarquía con tres emperadores: Galba, Otón y Vitelio. La dinastía Flavia (79-96;
Vespasiano, Tito, Domiciano). Principado de Nerva (96-99). Dinastía de los Antoninos (99-192;
Marco Ulpio, Trajano, Adriano, Antonino Pío, Marco Aurelio, Cómodo). Anarquía militar (193;
Pértinax, Didio Juliano, Pescenio Níger, CLodio Albino). Dinastía de los Severos (193-235; Septimio
Severo, Caracalla, Heliogábalo, Alejandro Severo). Anarquía militar (235-284; se suceden los
emperadores tanto legítimos como usurpadores Valeriano, Galieno, Claudio II, Aureliano, Probo, y los
de dos imperios secesionistas finalmente dominados: Galias de Hispania, Britania y Galias en 260-
274, y Palmira de Egipto, Judea, Siria, sureste de Asia Menor en 260-272). Diocleciano y la tetrarquía
(285-324; Diocleciano, Maximiano, Majencio, Constantino Magno, etc.). Dinastía Constantiniana
(325-260; Constantino Magno, Constantino II, Constante, Constancio II). Anarquia militar (361-364;
Juliano, Joviano). Dinastía Valentinana (364-378; Valente emperador de Oriente, Valentiniano de
Occidente). Dinastía Teodosiana (379-423 occidente-457 oriente; Teodosio emperador único, Honorio
Occidente, Arcadio Oriente)
Desde la dinastía de los Severos empieza la crisis del sistema imperial, debido a la
dependencia de la población hacia los fondos públicos, dominio del latifundio, debilitamiento de las
comunicaciones y del comercio. Se alternan periodos de cierta estabilidad cuando hay una dinastía
fuerte con periodos de anarquía militar en la que las legiones imponen emperadores, sobre todo la
guardia pretoriana (guardia personal de emperador y únicas fuerzas legales en Italia).
Desde el s. III y sobre todo el IV aumentan las presiones fronterizas: el Imperio Persa
Sasánida en el Este y los pueblos bárbaros germanos en la frontera del Rihn-Danubio. Algunos
emperadores intentaron simplificar la administración dividiendo el imperio en territorios más
manejables. Diocleciano estableció la tetrarquía (gobierno de cuatro) con dos augustos (emperadores
que gobernaban 20 años) y dos césares (generales y sucesores); mientras él mismo fue un Augusto el
sistema funcionó, pero vivió lo suficiente para verlo fracasar por las luchas entre augustos y césares
por el poder personal. De estas luchas resultó vencedor Constantino Magno, que reunificó el imperio,
trasladó la capital a Constantinopla (antigua Bizancio) y legalizó el cristianismo para que ayudara a la
estabilidad. Finalmente el emperador Teodosio dividió el imperio entre sus dos hijos: Occidente
(Italia, Hispania, Galia, Britania, África) para Honorio y Oriente (Grecia, los Balcanes, Asia Menor,
Siria, Fenicia, Egipto) para Arcadio.
Oriente resistió el empuje de los germanos y se mantuvo hasta 1453. Pero Occidente debió
cederles la administración (dentro del imperio, no independientes) de diversos territorios a cambio de
no luchar contra Roma y luchar como aliados contra los enemigos de Roma. Estos territorios (francos
en Galia, visigodos en Hispania y sur de Galia, suevos en noroeste de Hispania, vándalos en África,
ostrogodos en Italia, burgundios y alamanes en Germania, anglos y sajones en Britania) se enfrentaron
entre sí, se hicieron cada vez más independientes del imperio y finalmente el rey de los hérulos,
Odoacro, destronó al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo, el año 476 poniendo fin al
Imperio Romano de Occidente.

25.9-Civilización romana.
Roma es la civilización de las leyes y el derecho, la administración, las obras públicas, etc. por
lo que eran un pueblo práctico. Roma venció militarmente a otras culturas, pero culturalmente fue
derrotada por la cultura griega, y en cada lugar asimiló parte de la cultura autóctona. La cultura
romana al principio se basó en la etrusca, luego asimilaron toda la cultura greco-helenística, por lo que
se habla de una cultura grecorromana.

25.10-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO en el estudio de la
Historia Antigua.

Tema 26. El Feudalismo.

26.1- Introducción.
Ya en el Bajo Imperio Romano empieza a establecerse un sistema de relaciones personales y
económicas que tras la Caída de Occidente (476) se califica como feudalismo. Sistematizado en época
carolingia, pervivirá formalmente y en parte de sus características económicas hasta que nuevas clases
accedan al poder. Su formación sería en el s. IV-VIII, su etapa clásica en el s. IX-XIII, su decadencia
en el s. XIV-XIX dependiendo de los países entre 1789 (Francia) y 1917 (Rusia).

26.2- Características.
La época feudal según Charles Parain se caracteriza por:
 Las relaciones sociales de producción se establecen en torno a la tierra, al reposar en
una economía agraria.
 Los trabajadores tienen derecho de usufructo y a veces ocupación de la tierra, pero la
propiedad pertenece a una jerarquía de señores que recogen prestaciones del producto de sus
inferiores.
 Red de vínculos personales que liga a toda la sociedad. Los siervos a su amo y entre
los señores. La propiedad se liga a un sistema de deberes, sobre todo militares.
 Políticamente implica la desaparición del Estado. La autoridad se ejerce de persona a
persona, el soberano sobre los señores y éstos sobre los siervos, con lo que desaparece la
relación directa entre el soberano y sus súbditos.
 Económicamente coexisten la propiedad feudal del señor sobre la tierra y la propiedad
individual del campesino sobre los instrumentos individuales de producción. A esto se le
añade la coacción extraeconómica para obtener excedente en beneficio del señor, que poseía el
monopolio del armamento y la solidaridad de clase.
26.3- Orígenes y formación.
Pirenne considera que la aparición del feudalismo desde el s. IX sólo es la plena formalización
política de la regresión de la sociedad a una civilización puramente rural, ya que en el Bajo Imperio
Romano ya había leyes que ligaban a los campesinos a la tierra y a un señor (el régimen dominical).
La tierra es la única fuente de subsistencia y riqueza.

Régimen dominical. En el régimen dominical la gran propiedad se dividía en dos elementos: el


dominio (la casa, establecimientos como el molino, y tierras explotadas directamente por el señor) y
las tenencias o mansos (parcelas trabajadas por familias de colonos, antecedente de los siervos).
El dominio tenía dimensiones variables pero estaba destinado a satisfacer las necesidades del
señor, su familia y el personal que vivía con ellos. Se dividía en terra dominicata (casa, cobertizos,
cocinas, establos, iglesia, molino, etc.) y terra indominicata (tierras de labranza, prados de pastoreo,
bosque señorial para caza y leña, etc.).
Los mansos reproducían a menor escala los elementos del dominio, adaptados a una familia
campesina. Podían estar dispersos o concentrados en uno y varios lugares. El manso podía ser libre (si
lo trabajaba un hombre libre que se había encomendado al señor) o servil (si lo trabajaba un esclavo
manumitido). Los mansos debían dos tipos de cargas: corveas (prestaciones laborales de los siervos en
las tierras del señor dos días a la semana y/o temporadas de varios días) y censos (parte de la cosecha,
animales nacidos y otros productos).

Formación del régimen feudal. A partir del s. IV Occidente se empobrece, mientras Bizancio
permanece `poderoso. La vida urbana decae, la sociedad se ruraliza y se centra en el latifundio
tendente a la autosuficiencia económica. El latifundio es el precedente del señorío.
Los esclavos tienden a desaparecer a favor de los colonos, que se mantienen a sí mismos
mediante una parcela de tierra otorgada por el señor y a la que están vinculados. La llegada de los
germanos reestablece un campesinado libre organizado en aldeas, mientras surge una nobleza que
mediante vinculaciones personales recibe propiedades agrarias.
Las guerras arruinan al campesinado libre que, ante un poder real débil e incapaz de
protegerle, se entrega con sus tierras a un señor (laico o eclesiástico) a cambio de protección militar y
judicial y alimento en épocas de escasez. Caen así en la servidumbre que les vincula al señor por
compromisos personales y tributos.

26.4- Estructura socioeconómica del régimen feudal (s. IX-XIII).


Estructura social. En esta época la pirámide social está muy jerarquizada. En la cúspide está el
rey, de derecho la máxima autoridad, pero de hecho sólo ejerce su poder en sus dominios señoriales
(los dominios reales). Por lazos de vasallaje se le vinculan los habitantes del reino, directamente los
grandes señores e indirectamente los demás (señores medios y pequeños y siervos). A continuación
están los grandes señores laicos (duques, marqueses, condes) y eclesiásticos (obispos, abades,
arzobispos, etc.). Después los feudos militares (vasallos de los grandes señores) y los feudos de
caballería (vasallos de un feudo militar). Finalmente el campesinado, dividido en propietarios libres y
no propietarios no libres hasta que el desarrollo de los lazos de dependencia elimina la diferencia y se
asimilan. Son grupos sociales cerrados con una movilidad inexistente, ya que la propiedad de la tierra
determina el estatus social.
Los lazos de dependencia se van acentuando debido a las invasiones y guerras que obligan a
buscar protección, el descenso del comercio y de la vida urbana, la poca circulación monetaria y por
tanto el estado no recauda impuestos. El poder público se desintegra, el Estado se atomiza y
desaparece la noción de súbdito a favor de la de vasallo.
El campesinado libre es forzado a entregarse a los señores por las circunstancias. En el s. X
todavía hay distinción entre hombres libres (poseedores de alodios) y no libres. Los campesinos
pueden cambiar de señor si lo desean y la propiedad tiene todavía cierta movilidad. Pero la distinción
entre mano de obra libre y servil va siendo anulada desde el s. XI, del que data también el comienzo
del renacer comercial, urbano y de circulación monetaria, que son el germen del fin del feudalismo.
En el s. XII-XIV los nuevos elementos económicos ganan consistencia. El comercio y la vida
urbana permiten la formación de fortunas mobiliarias al lado de las agrarias e inmobiliarias.
Socialmente mercaderes y artesanos de las nuevas villas obtienen cada vez más poder, derechos y
libertades, y forman la burguesía, que muchas veces fue apoyada por la monarquía como instrumento
para debilitar a la nobleza. Paralelamente el campesinado se empobrece, el señor transforma en
monetarios los tributos que se le debían, el campesinado es atraído por la ciudad, y es entonces cuando
el señor hace valer todos sus derechos, naciendo los siervos de la gleba y desapareciendo los alodios.
Por su parte la monarquía feudal se fortalece, pero utilizando el sistema, no destruyéndolo.

Estructura económica. En el s. IX-XI Europa es un mundo rural que depende del campo. La
tierra es la única fuente de subsistencia y riqueza. El dominio es la célula económica tendente al
autoabastecimiento, sólo había pequeños mercados semanales.
Casi toda la tierra se dedicaba a los cereales. La poca eficiencia de los aperos de labranza y la
casis ausencia de abonos exigía barbechos prolongados, por lo que los rendimientos eran escasos y con
pocos excedentes.
El dominio señorial se dividía en dos estructuras: reserva señorial (explotada directamente,
casa del señor, horno, molino, fragua, bosques, pastizales, etc. por cuyo uso había que pagar un
canon), y mansos (ocupados por campesinos libres que con el tiempo caen en situación de
dependencia; pagaban tributos sobre el producto de su parcela, el uso de instalaciones y prestaciones
personales de trabajo o corveas).
En el s. XI-XIII se da una expansión económica en la agricultura debido a las modificaciones
en el sistema de cultivos, el equipo técnico y las relaciones de producción. Es también el momento de
las grandes roturaciones y creación de nuevos asentamientos, sobre todo desde el s. XII, que amplían
la tierra de cultivo y hace más rentable a los señores recibir la renta en especie que en corveas. Desde
el s. XIII la expansión agrícola se debilita, mientras se perfeccionan los métodos de trabajo y se
racionaliza el cultivo (cultivos de invierno y de primavera, rotación, menos barbecho pero mejor
aprovechado). También se producen luchas campesinas contra las corveas, como la Jacquerie en 1381
en Francia, que junto a la necesidad de tierras hacen que la reservas señorial se reparta en nuevos
mansos, procediendo desde entonces la renta del señor únicamente en especie.
Sin embargo el campesinado no va a ser beneficiado por estos hechos, ya que en los nuevos
asentamientos está desprotegido y se encomienda al señor, el perfeccionamiento de las técnicas
agrícolas aumentó el precio del equipo y el endeudamiento del campesinado, y la atracción del
renacimiento urbano hacen que aumente la dependencia.
El renacimiento urbano y comercial aumentó la circulación monetaria, conectó mercados y
creó ferias muy importantes (como la de Champaña), y las ciudades tuvieron un gran poder de
atracción sobre los campesinos. También renace el comercio internacional con la apertura del
Mediterráneo al comercio occidental con las Cruzadas, del que se beneficiarán las ciudades italianas
(Venecia, Génova, Pisa, Florencia) y en menor medida Cataluña y Provenza, y en el norte de Europa
con el desarrollo de asociaciones comerciales, de las que la más importante será la Liga Hanseática.
Desde fines del s. XIII se extiende por Europa una crisis general del sistema feudal, pero debe
tenerse en cuanta que el triunfo de la economía de intercambio no implica el fin de la servidumbre y
de los señoríos.

26.5- Elementos disgregadores del régimen feudal.


Los principales elementos serían el crecimiento de las ciudades y el intercambio comercial,
pero deben sumarse otros.
Dobb destaca la ineficacia del feudalismo como sistema de producción y la creciente
necesidad de ingresos de la clase dominante, lo que aumentó la presión fiscal sobre la fuerza de trabajo
hasta que le fue más deseable arriesgarse ante el sistema nuevo que seguir en el que conocían.
Sweezy afirma que la mayor eficacia de la producción especializada, las mayores ganancias de
la producción para el mercado en lugar de para el uso inmediato, y la atracción de la vida urbana para
el trabajador se conjugaron para hacer que el nuevo sistema pudiera existir por su cuenta, y fuera una
cuestión de tiempo que ganase la batalla.
En el s. XIV en Europa Occidental el sistema está en crisis, el crecimiento de la población no
puede mantenerse pese a la extensión e intensificación agrarias. Aparecen hambres y se extienden las
epidemias (Peste Negra 1348-49), provocando despoblación y tierras abandonadas.
La formación de los primeros Estados nacionales por encima del sistema feudal provoca
guerras terribles como la Guerra de los Cien Años (1328-1453). La presión fiscal sobre la masa
campesina, tanto real como feudal y eclesiástica, lleva a levantamientos campesinos como la Jacquerie
(1381).
Según Pierre Vilar el modo de producción feudal se basa en la propiedad de la tierra en
diferentes grados y con propiedad limitada, lo que genera un circuito casi cerrado entre el producto
agrícola y el consumo de todas las clases. Cualquier cosa que perturbe ese circuito disgrega el sistema
feudal: los intercambios exteriores, la circulación monetaria, el progreso de la propiedad absoluta
frente a la feudal, mayor número de hombres libres (ricos o pobres), creciente importancia de la
ciudad, constitución de fortunas muebles, impuestos estatales que van desplazando a los tributos
señoriales.

26.6-Debate historiográfico.

El feudalismo ha sido y es historiográficamente polémico, centrándose en el propio concepto y


en situar su momento final.

Tendencia jurídico-institucional. Ganshof define el feudalismo como el conjunto de


instituciones que rigen obligaciones de servicio y obediencia, sobre todo militar, del vasallo hacia el
señor, y obligaciones de protección y sostenimiento del señor hacia el vasallo, como la concesión de
un bien llamado feudo.
Según esta tendencia la clave del sistema son las instituciones feudo-vasalláticas, marginando
al campesinado. Así sólo habría feudalismo puro en parte de Europa Occidental en el s. X-XIII, con
supervivencia en declive en el s. XIV-XV.
Ilustrados como Montesquieu o Voltaire pensaron que el feudalismo fue el resultado de las
invasiones bárbaras y la dispersión del poder que produjeron.

Tendencia económica. El materialismo histórico considera al feudalismo como una formación


económico-social posterior al sistema esclavista y precedente del capitalista. Se basa en el modo de
producción feudal: economía de base agraria, existencia de grandes propiedades en manos de una elite
(los señores), abundante masa campesina bajo dependencia personal de los señores y adscritos a la
tierra. En consonancia con estos elementos se construiría la superestructura política, jurídica e
ideológica. Así el feudalismo se identifica con servidumbre: una obligación impuesta al productor por
la fuerza de satisfacer las exigencias económicas de un señor, ya sea prestando servicios o pagando
cantidades de dinero o productos.
Adam Smith estableció las bases económicas del sistema: la riqueza agrícola es predominante,
escasearon las transacciones monetarias y comerciales, y el poder central o real fue muy débil.
Desde esta perspectiva el feudalismo se amplia en tiempo y espacio. En Europa su origen
estaría en la crisis de Bajo Imperio Romano, su madurez en el s. X-XIII, y desde el s. XIV pervive en
crisis hasta las revoluciones burguesas de los siglos XVII (Inglaterra), XVIII (Francia) y XIX (resto de
Europa).

Tendencia unitaria. Marc Bloch estudia el feudalismo en sus aspectos económicos y jurídico-
institucionales. Define el feudalismo como la primacía de una clase social de guerreros profesionales y
la sujeción de la población rural vínculos de obediencia y protección entre hombres que crean
relaciones de dependencia, y debilitación de la idea de Estado.ç
Parain llama feudal a cualquier sistema en el que cualquier trabajador agrícola, ya no esclavo,
es sometido a trabas económicas que limitan su libertad personal, en tanto que ni su forma de trabajo
ni el producto del mismo se han convertido en simples objetos de libre intercambio (en mercancías).
El feudalismo nacería por tanto de la crisis del Bajo Imperio Romano, recibiría un fuerte
impulso en época Carolingia, su etapa clásica sería el s. X-XIII desde el punto de vista jurídico,
perviviría en decadencia desde el s. XIV con sus estructuras económicas conviviendo con las cada vez
más fuertes estructuras capitalistas, hasta que las revoluciones políticas sancionen jurídicamente los
cambios estructurales y nuevas clases dominen el Estado.

26.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 2º de ESO, bloque temático 2 en el
estudio de la Historia Medieval.

Tema 27. El Islam.

27.1- Introducción.
El Islam fue un acontecimiento revolucionario que afectó a las civilizaciones del Mediterráneo
y Oriente en los s. VII-VIII. En siglo y medio arrebató casi la mitad de su territorio al Imperio
Bizantino, sometió a la Persia Sasánida y conquistó toda la cuenca sur del Mediterráneo.
En época preislámica Arabia se dividía en tres zonas. El suroccidente (Yemen) con una
civilización agrícola muy próspera que conocía la canalización del agua. El Norte, con fuertes
influencias grecolatinas por su contacto a través de Petra y Palmira. El centro desértico poblado por
tribus nómadas divididas políticamente; es paso obligado de las caravanas entre Europa y China, sobre
todo en los ricos oasis como Medina y La Meca (centro religioso por la presencia de la Ka´aba, y cuya
importancia creció por una victoria contra los abisinios en el 570).

27.2- Mahoma y los fundamentos de la doctrina islámica.


Mahoma (570-632). Nace en el 570 en el seno de una familia acomodada de mercaderes, los
Banu Hasim, de la tribu Quraysh. A los 20 años se casa con una rica viuda de un mercader, Jadiya. Al
enviudar se casa con A´isha, hija de Abú Bakar.
Tuvo contactos con la secta de los Hanif, que decían ser los conservadores de la verdadera fe
de Abraham. Mahoma nunca pretendió la predicación de nuevas creencias, sino una nueva doctrina
basada en una vía directa y otra indirecta, que es la revelación del arcángel Gabriel. Mientras Mahoma
conseguía los primeros conversos entre el pueblo, los mercaderes y dirigentes estaban molestos. En el
615 se han convertido todos los Banu Hasim, lo que provoca que se expulse a Mahoma y sus
seguidores en el 622 (la Hégira) tras el Pacto de Agaba.
Mahoma se instala en Medina y crea la primera comunidad islámica, mientras sus
predicaciones provocan la ruptura con los judíos. Por ello las mezquitas pasan a orientarse hacia La
Meca en lugar de Jerusalém. Los Quraysies de La Meca se enfrentaron al creciente poder de Mahoma,
pero fueron derrotados en el Combate de Bedr (624) y finalmente Mahoma entró en La Meca en 629,
convirtiéndola en capital del Islam. Mahoma muere en el 632.
Fundamentos de la doctrina islámica. Los árabes se consideran descendientes de Abrahám a
través del patriarca de Israel Ismael, siendo una religión abrahánica. Mahoma es el sello de los
profetas (Moisés, Jesucristo, etc.). El Islam se basa en la sumisión a la voluntad de dios.
Alláh reveló el Corán, que se divide en 114 grupos de versículos o suras, recitados por
Mahoma a sus discípulos, quienes los memorizaron. Las suras fueron recogidas sin un orden
específico, pero luego fueron agrupadas según la evolución espiritual del fundador. La primera
recopilación fue ordenada por el Califa Abú Bakr a Zayd Ibn Tabit, antiguo secretario de Mahoma, en
640-650.
Como complemento del Corán se utiliza la Sunna (tradición), conjuntos de noticias y doctrinas
orales susceptibles a la interpretación. Fueron recopiladas y escritas bastante tarde, utilizando o
creando relatos en función de las luchas político-religiosas. Por tanto Corán y Sunna son los
fundamentos de la práctica religiosa y jurídica.
Dogmas: un solo Dios (Alláh), los ángeles (ya que se conserva la opción del mal), los libros
sagrados (el Corán es el último y el único), los profetas, el juicio final, la vida eterna.
Obligaciones: profesión de fe (sólo hay un dios y Mahoma es su profeta; la fe es un regalo de
dios que hay que proclamar en todos los actos piadosos del Corán), oración 5 veces al día (Mahoma
estableció sólo 2 oraciones diarias; debe ser puro lavándose, orinando, defecando, etc.; se prefiere la
mezquita, pero sólo es obligatorio en la oración del viernes a mediodía, y en cualquier lugar debe
purificarse el suelo con una alfombra), peregrinación a La Meca para dar siete vueltas alrededor de la
Ka´aba (luego se establece que debe ser una vez en la vida), Ramadán (en este mes se obliga al ayuno
de comida, bebida y sexo mientras luzca el sol; salvo niños, enfermos, mujeres embarazadas y
ancianos), limosna (purificar la riqueza), la yihad (guerra santa, en su origen guerra interior del sujeto
para ser más puro, pero luego se establece la guerra contra los infieles que permite alcanzar el Paraíso
como un mártir).
Obligaciones surgidas de la tradición: no comer cerdo, no consumir bebidas alcohólicas (salvo
vino de dátil), cuidar la apariencia personal, salutación entre musulmanes, velo facial las mujeres,
ablación genital de las mujeres.

27.3- La expansión musulmana y la evolución de la conquista.

Durante el gobierno de Mahoma se conquistó la mayor parte de Arabia, pero su muerte puso
en peligro la unidad del pueblo árabe, que sólo pudo mantenerse gracias a las conquistas exteriores.
Las causas de la expansión fueron el aumento de población y consecuente escasez de recursos, la
tradicional codicia de los pueblos nómadas sobre las riquezas de los pueblos sedentarios, la yihad fue
un poderoso instrumento de unión para atenuar las luchas internas por el poder, la debilidad de persas
y bizantinos tras siglos de luchas y el cansancio de sus poblaciones (presión fiscal, inseguridad,
ausencia de ventajas o ganadores claros), nuevas tácticas guerreras (basadas en el camello como fuerza
móvil de transporte y de choque), grandes aptitudes guerreras de los árabes tras siglos de luchas
internas.
En 632-644 el Islam fue una fuerza imparable que barrió los campos de batalla, Bizancio hubo
de ceder Egipto, Israel y Siria, mientras el Imperio Persa Sasánida desapareció. Los cuatro primeros
califas (vicarios del poder de dios) se denominan Califas Ortodoxos o Perfectos, y son aquellos que
estaban unidos por sangre o matrimonio al linaje de Mahoma: Abú Bakr (632-634; final de la
conquista de Arabia), Omar (634-644; Siria, Israel, Iraq, Egipto, costa de África hasta Trípoli), Utman
(644-656; Este y Norte del Imperio Persa, Armenia, Cáucaso), Alí (656-661; oriente del Imperio
Persa).
Sin embargo las luchas internas no cesaron ni durante la expansión, llegando a asesinar a los
califas Utman y Alí (fundador de la rama chiita).
Las revueltas continúan hasta que el sunita Muawiya se proclama califa y funda la dinastía
Omeya (661-750). Bajo los Omeyas en Occidente fueron conquistadas Túnez (670), Magreb
(Marruecos y Argelia, 710) y el Reino Visigodo de Hispania (711). En el 710 se consigue controlar, no
sin dificultades, a las tribus bereberes, que pasan a engrosar el ejército musulmán que invade la
Península Ibérica (711). Las oleadas invasoras continúan en el 720 sobre Narbona y 724 sobre
Borgoña, pero fueron frenados en Poitiers en 732 por Carlos Martel y obligados a replegarse hacia
Hispania. En Oriente los Omeyas conquistan Afganistán, la desembocadura del Indo (Pakistán) y las
riberas sur de los mares Caspio y Aral.
En este momento se alcanzan los límites del imperio, marcados por tres batallas casi
simultáneas. En Europa son derrotados por el franco Carlos Martel en la batalla de Poitiers (732). En
Oriente son derrotados por los bizantinos en la batalla de Akroinon (739). En Asia, pese a su victoria
sobre los chinos en la batalla de Talas (751), carecen de fuerza para seguir penetrando.
Bajo el califato abbásida se conquista la isla de Sicilia.

27.4-La organización del imperio.

La muerte de Mahoma provocó una crisis sucesoria entre las diferentes facciones. Los
enfrentamientos políticos se unieron a las diferencias religiosas, surgiendo tres grupos principales:
sunitas o suníes (90% del Islam; aceptan tanto el Corán como la Sunna), chiitas o chiíes (sólo aceptan
el Corán y creen que sólo la sangre de Mahoma puede reinar), jariyíes o jarichíes (el menos
importante, rechazan el carácter hereditario y dinástico del califato, creen que debe ser electivo y que
cualquiera puede serlo aunque fuera un esclavo negro analfabeto y pobre). Una serie de disturbios
provocaron la ruptura entre las ramas sunita y chiita al producirse los asesinatos de los califas Utman y
Alí (creador de la rama chiita, predominante en Persia y el sur de Iraq), y de esos disturbios nació la
rama jarichí al negarse a luchar por cualquier pretendiente hereditario.

Califas Ortodoxos o Perfectos (632-661). Los cuatro primeros califas (vicarios del poder de
dios) se denominan Califas Ortodoxos o Perfectos, y son aquellos que estaban unidos por sangre o
matrimonio al linaje de Mahoma: Abú Bakr (632-634), Omar (634-644), Utman (644-656), Alí (656-
661). En este periodo se establecen las bases del dominio islámico, sin embargo las luchas internas no
cesaron ni durante la expansión, llegando a asesinar a los califas Utman y Alí (fundador de la rama
chiita).
Califato Omeya (661-750). Las revueltas internas continúan hasta que el sunita Muawiya se
proclama califa y funda la dinastía Omeya. Muawiya transforma el Estado árabe rompiendo con la
tradición de elegibilidad del jefe al establecer el califato hereditario y dinástico, como forma más apta
de gobernar un vasto imperio.
El gobierno de los Omeyas se basó en la acción de dos sectores sobre un mismo territorio. Los
árabes se encargaban de la guerra, el orden público, la dirección del culto, las pensiones y el cobro del
diezmo. Personal nativo de los pueblos sometidos se encargaba de otros impuestos y de controlar a los
nativos. Además se establece la separación entre poder civil y poder religioso, intentado
independizarse de la tutela religiosa.
La capital se trasladó a Damasco (Siria), la cultura árabe se abrió a la influencia bizantina, y la
corte y el Estado imitaron muchas características de las cortes bizantina, persa e hindú.

Califato Abbásida (750-1258). Una revuelta chiita dirigida por Abul Abbás (750-754),
descendiente de Mahoma, asesinó a todos los Omeyas, salvo Abd El Ramán, y creó el califato
abbásida.
Los Omeyas habían centralizado el poder en beneficio de los árabes, imponiendo la lengua
árabe y unificando la moneda. Con el nuevo régimen los árabes y los beduinos dejan de ser la clase
dominante, siendo expulsados del ejército y la administración. Desaparece el régimen árabe a favor del
régimen musulmán, pues el califa desciende de Mahoma y beneficia a todos los fieles.
Los Abbásidas acentuaron los rasgos teocráticos y adoptaron un poderoso despotismo oriental
al estilo bizantino y persa, favorecido por el traslado de la capital a Bagdad por el califa Al Mansur
(754-775). Durante el gobierno abbásida se dio el califato de Harun Al Rashid (786-809), que fue el
momento de mayor esplendor del califato.

Fragmentación del imperio (751-s. IX). Las diferencias sociales y tensiones político-religiosas
que siempre habían estado presentes en el imperio islámico, y que en un primer momento fueron
dirigidas a la expansión exterior, estallan desde el 751 en fragmentación política. La lejanía del poder
central, las amplias atribuciones de los gobernantes regionales, y los poderes militares de éstos
provocan movimientos secesionistas que exceden la capacidad de maniobra del califato abbásida.
En el 751 el príncipe Omeya Abd El Ramán, único superviviente de la matanza realizada por
los Abbásidas, se refugia con la familia de su madre en Marruecos y luego en la Península Ibérica. La
permanente guerra entre cristianos y musulmanes en la Península Ibérica favorece que Abd El Ramán
se proclame emir (líder político pero no religioso) independiente de Al Ándalus en 756.
Siguiendo esta estela surgen numerosos emiratos independientes: Idrisíes en Marruecos (778),
Aglabíes en Argelia y Túnez (800), Tuluníes en Egipto (868), turcos seyúcidas en Iraq (960), etc. Sin
embargo no tardaron en surgir califatos, ya que podían presentarse como descendientes de Mahoma.
Así en el s. X existían, además de múltiples emiratos independientes, tres califatos: el Abbásida de
Bagdad (al que rezaban los emiratos de Asia), el Fatimí de Egipto (910-1171, al que rezaban los
emiratos de África) y el Omeya de Al Ándalus (929). En los siglos siguientes la fragmentación llega
incluso al interior de estos califatos.
En África los diversos emiratos bereberes se mantuvieron independientes de los fatimíes
egipcios hasta que fueron unificados por los emires almorávides (ascetas de cumplimiento riguroso de
la fe), que también pasaron a Al Ándalus y mantuvieron sus lazos con el califato de Bagdad. Sin
embargo los almorávides fueron conquistados por los almohades (ascetas místico-religiosos
islámicos), que también pasaron a Al Ándalus y rompieron con los fatimíes al proclamarse califato.
En la Península Ibérica el poder califal decayó durante tres generaciones de califas, mientras
los gobernantes locales ganaban independencia y poder, hasta que en 1031 el poder califal se reducía a
la provincia de Córdoba y se considera fecha oficial de disgregación del Califato de Córdoba.
En Asía el Califato Abbásida pierde cada vez más territorios, que se independizan. A
mediados del s. XI los turcos asolan esta zona, pero su incapacidad para imponerse políticamente hace
que convivan emiratos árabes y sultanatos turcos (selyúcidas, otomanos, etc.).
El Imperio Islámico se desmembra, permitiendo la supervivencia del Imperio Bizantino, el
avance de los reinos cristianos en el Occidente europeo, y el establecimiento de dinastías musulmanas
que en el futuro unificarán gran parte de las tierras islámicas (turcos otomanos en el Mediterráneo y
los Balcanes, Persas Safawíes en Asia).

27.5-Organización política.
Los territorios conquistados se organizaron mediante acuerdos con las poblaciones locales
llamados dimníes, que mantenían las costumbres locales. Los árabes no se mezclaron con la población
indígena por miedo a perder su hegemonía. El título tomado por los sucesores de Mahoma fue califa,
cuyos poderes no estaban claramente fijados al ser cabeza temporal y espiritual (con el tiempo se
redujo a dirigir la oración, no pudiendo interpretar o modificar la ley coránica).
La extensión del imperio exigió crear un sistema administrativo adecuado. El emir o
gobernador provincial se ocupaba también de las causas criminales, mientras el cadí o juez juzgaba las
causas civiles. Con los abbásidas aparece el visir, un primer ministro y consejero que dirigía al ejército
y encargado de solucionar los conflictos jurídicos llegados al califa.
Imitando el modelo persa se creó un sistema administrativo de oficinas que estableció un
funcionariado permanente.

27.6-Organización económico-social.
Economía rural. La tierra se dividía en pública (arrebatada a los opositores) y privada. Las
tierras privadas pagaban el jarach. Las tierras públicas se distribuían entre los árabes a cambio del
pago del diezmo, y con ellas recibían mano de obra indígena (que debía pagar un impuesto similar al
jarach). Todos los no musulmanes debían pagar la yizya.
El islam favoreció la difusión de nuevos cultivos como la caña de azúcar, algodón, morera,
gusano de seda, horticultura, arboricultura, etc. También extendieron técnicas agrícolas y de irrigación
egipcias, babilónicas o sumerias, que además perfeccionaron.

Ejército. Al principio estaba integrado mayoritariamente por árabes, y era sostenido por el
botín de guerra y pensiones del Estado. Con el tiempo fue profesionalizándose y especializándose, con
lo que el equipo aumentó su valor, los pobres fueron alejados del ejército, y los califas y generales
pudieron librarse del elemento árabe-beduino, casi siempre rebelde.
La profesionalización y la contratación de indígenas obligaron a retribuir a la clase militar
mediante concesiones de tierras y la cesión de la recaudación y gestión de ciertos impuestos.

Economía urbana. El Islam favoreció un gran flujo comercial en el Mediterráneo que hizo
preciso crear nuevas técnicas comerciales como el crédito, el cheque, las entidades bancarias, etc.
Además el uso de una única moneda en todo el imperio favoreció el comercio. La Hacienda pública se
benefició del auge comercial, por ejemplo con los derechos de almacenaje, derechos de tránsito
urbano, derechos aduaneros (10% para los musulmanes, 20% para los infieles). En las ciudades se dio
una importante actividad industrial doméstica y artesanal. Los artesanos se organizaron en gremios
controlados por el gobierno, de los que los más importantes eran: textil, fabricación de papel,
extractiva y minera, vidrio, armas, química.

Sociedad. La expansión del imperio favoreció la concentración de la tierra en la burguesía


mercantil y los jefes militares, aumentando la explotación de los campesinos. El campesinado hubo de
someterse a los terratenientes y convertirse en colono ante la imposibilidad de ahorrar.
La estratificación social se basó en las tradiciones locales, las prescripciones coránicas y las
diferencias económicas. Por su religión, todos los musulmanes tenían los mismos derechos y más que
los infieles, pero pese a las conversiones los árabes se reservaron los privilegios.
Sin embargo la economía era el factor definitorio de la situación social. La aristocracia rural y
urbana tenía el poder político, económico, militar y religioso. Por debajo estaban los funcionarios,
artistas, artesanos, pequeños comerciantes y propietarios minifundistas. El escalón más bajo era la
mayoría de la población con condiciones de vida miserables.

27.7-La cultura musulmana.


La cultura islámica no es producto único de los árabes, ya que otros pueblos (egipcios, persas,
griegos, etc.) y religiones (cristianos, judíos, etc.) contribuyeron activamente. La lengua árabe fue el
principal vehículo de comunicación de los pueblos entre Persia y Al Ándalus.
La primera manifestación de la cultura árabe fue la poesía, que fue la que menos sufrió las
influencias externas. Respondía al carácter beduino y describe la vida de los nómadas. La principal
forma poética utilizada era la oda, que elogiaba a la tribu, la familia y una persona en concreto. Los
poetas de época Omeya, como Kumait, exaltaron la vida beduina, pero uniendo la temática religiosa y
guerrera. De época Abbásida destaca Mutanabbi, con composiciones histórica llenas de espíritu épico.
El Corán es el primer documento literario en proa arábiga y su carácter de obra insuperable es una
verdad esencial para los musulmanes.
Fuera de Arabia surgieron tradiciones literarias importantes, como la siria y la española (que
en el s. X creó el género de la poesía floral, dedicada a cantar la belleza de los jardines hispanos).
Hay que destacar la importante labor de traducción de los árabes. Los Abbásidas enviaron
eruditos a los confines del imperio para buscar manuscritos que traducir al árabe, lo que ha permitido
que se conserven al haber desaparecido los orignales. En este sentido cabe destacar instituciones como
la Escuela de Traductores de Toledo, con traductores cristianos, judíos y árabes. Como autores
destacan Alí Masudi (recopilador del prólogo de las Mil y Una Noches) y Hamadani (creador del
Magamat, relato de hazañas picarescas con lenguaje teatral).
En filosofía la influencia griega se dio desde el nacimiento del Islam y fue determinante.
Destacan dos corrientes filosóficas antagónicas: la razón como superior a la fe (basados en Platón y
Aristóteles), y la fe como fuente de conocimiento a la que subordina la razón. De Al Ándalus destacan
Avicena y Averroes (teoría de la doble verdad: la filosofía es el acceso a la sabiduría reservado a los
sabios).
En astronomía obtuvieron grandes logros a partir de los griegos, helenísticos, persas e hindúes.
En matemáticas adoptaron las cifras hindúes y la numeración decimal, incluido el cero, que luego
copió Occidente; desarrollaron el álgebra y la trigonometría plana y esférica. En física realizaron
grandes avances en el campo de la óptica. En medicina también realizaron grandes avances, como el
andalusí Avicena (descubrió la naturaleza contagiosa de la tuberculosis).
El arte árabe preislámico brilla por su ausencia, por lo que durante la expansión adoptaron el
arte egipcio, copto, persa, griego, bizantino, sirio, etc. A partir de estas influencias desarrollaron un
arte particular y propio. Si bien en el arte religioso estaban prohibidas las representaciones figuradas,
desarrollando un arte iconoclasta, no era el caso del arte no religioso.
El edificio más significativo era la mezquita. En esencia es un patio porticado con una fuente
para abluciones y un alminar (la torre del muecín para llamar a la oración), seguido de una sala de
oraciones con un muro orientado a La Meca (quibla) que tenía un nicho (mihrab) para la escritura
sagrada. A veces delante del mihrab había un espacio acotado para personalidades políticas (maqsura).

27.8-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 2º de ESO en el estudio de la
Historia Medieval.

Tema 28. Al-Ándalus.

28.1- Política.
La denominación de Al-Ándalus fue acuñada por los propios dominadores para referirse, más
que a un territorio concreto, a una comunidad que estuvo bajo dominio musulmán en 711-1492. Su
realidad geográfica fue mudable, disminuyendo por la conquista cristiana hasta desaparecer en 1492.

La conquista de Hispania. En el periodo desde la invasión (711) hasta la fundación del


Emirato de Córdoba (756), la dominación se caracteriza por el creciente progreso del control efectivo
sobre el territorio y la aparición de tensiones entre árabes y bereberes sobre el reparto de la tierra, que
desembocó en la crisis de mediados del s. VIII.
Tras una primera exploración militar el gobernador de Tánger, el bereber Tariq Ibn Ziyad,
desembarca en Gibraltar en 711, derrotando al rey visigodo Rodrigo en la batalla de Guadalete y
ocupando Toledo. Para asegurar el sur peninsular desembarca en Algeciras Musa Ibn Nusayr con un
ejército. Las tradicionales luchas intestinas de los clanes nobiliarios visigodos favorecieron la
invasión, ya que los hijos del penúltimo rey visigodo Vitiza habrían pedido ayuda a los musulmanes
para destronar a Rodrigo.
En 711-716 los musulmanes consiguen controlar toda la península Ibérica gracias por un lado
a su capacidad para ofrecer pactos y aceptar la rendición condicional cuando les era ventajoso, y por
otro a la descomposición interna del Estado visigodo con una nobleza semi-independiente en sus
territorios y desafecta del gobierno central, que prefirió pactar y aceptar el nuevo poder. Los pactos
aseguraban el respeto a los derechos, las propiedades y las creencias de la población autóctona, que
aún así en muchos casos prefirió convertirse (como el Conde Casio en el valle del Ebro y sus
descendientes los Banu Qasi).
En 716-740 se continúa la conquista en el norte peninsular y en el Reino Franco, pero al
mismo tiempo se acentúan las diferencias entre árabes y bereberes sobre el reparto de tierras. El punto
crucial fue la derrota musulmana en la batalla de Poitiers (732) que les obligó a replegarse sobre
Hispania. El fin de los grandes botines produjo un recrudecimiento de las tensiones étnicas en el
reparto de tierras, alcanzando tal magnitud que el califa de Damasco hubo de enviar un ejército sirio
de diez mil hombres al mando de Baly. Baly derrotó a los bereberes y se instaló en Córdoba como
gobernador.
Sin embargo las tensiones entre chiitas y sunitas en el centro del imperio islámico alcanzan
Al-Ándalus cuando el único superviviente de la familia Omeya, el príncipe Abd El Ramán, escapa de
los Abbásidas para protegerse en la familia de su madre, una princesa bereber.

El Emirato Omeya de Córdoba (756-929). La matanza que realizaron los Abbásidas sobre los
Omeyas en 750 no fue completa. El príncipe Abd El Ramán escapó refugiándose en el Magreb. En
755 desembarca en Almuñécar y con el apoyo de sus clientes árabes, los yemeníes y los bereberes, se
proclama emir independiente y ocupa Córdoba en 756.
Para afianzarse en el poder se rodeó de numerosos clientes omeyas, reorganizó el ejército,
aumentó la presión fiscal sobre los reinos cristianos, y confiscó los bienes de funcionarios caídos en
desgracia. Aunque existía el temor a que los abbasíes intentaran recuperar el control de Al-Ándalus, lo
cierto es que les costó mucho conseguir un mínimo dominio sobre el Occidente norteafricano, por lo
que el emirato pudo estar seguro.
Abd El Ramán I reinó entre 756-788. El emirato de Hisam I (788-796) fue un paréntesis entre
la época del fundador y el afianzamiento de la soberanía con Al-Hakam I (796-822).
El emirato de Abd El Ramán II (822-852) supuso una primera etapa de esplendor del Estado
andalusí. Se reorganiza el aparato estatal según los modelos de los abasíes. Hay un impulso
urbanizador, creciendo las antiguas ciudades y surgiendo otras nuevas. Aumenta la presión fiscal en
todo el territorio, lo que provoca numerosas revueltas de bereberes, muladíes (hispanos convertidos) y
mozárabes (cristianos). El prestigio del emirato crece en el Mediterráneo y aumentan las relaciones
con Bizancio.
Sin embargo el prestigio y poder del Estado descansaba en la fuerte personalidad de sus
gobernantes, por lo que cuando reinaron emires débiles el Estado se debilitó. Este periodo abarca los
emiratos de Muhammad I (852-886), Al-Mundir (886-888) y Abd Alláh (888-912). El poder central no
pudo resistir la fuerza de los señores territoriales, amparada por su situación excéntrica o de difícil
acceso, y cuyas luchas agravaron la inseguridad y obligaron a las poblaciones a someterse a cambio de
protección. Los señores sólo conservan con el emir la legitimación de su autoridad, e incluso los
emires accedieron a ello a cambio de un tributo. El emirato se convierte en una oficina de registro de
los cambios de dueños políticos de las regiones. Caso particular es el de los Banu Qasi, familia noble
que dominó las regiones del valle del Ebro con un poder casi independiente durante bastante tiempo.
Con Abd El Ramán III (912-929 emir, 929-961 califa) se restablece la autoridad estatal. Los
antiguos señores autónomos y vitalicios son sometidos y convertidos en meros delegados del poder
central con mandato limitado. Además sometió las rebeliones internas y reanudó los ataques contra los
reinos cristianos. En el año 929 como símbolo de su poder se proclama califa de Córdoba.

El Califato de Córdoba (929-1031). Los califatos de Abd El Ramán III (929-961) y su hijo Al
Hakam II (961-976) fueron el mayor apogeo musulmán en la península Ibérica. El Estado se consolidó
gracias a la destribalización de los contingentes militares y el sometimiento de las autoridades
provinciales. Las empresas militares del califato consolidaron su prestigio fuera de Al-Ándalus y le
aseguraron las rutas comerciales, lo que le reportó grandes beneficios. En política exterior utilizó el
arbitraje y la intervención en los Estados cristianos, los Estados norteafricanos, el Occidente europeo y
Mediterráneo.
El apogeo del Estado se manifiesta en la centralización fiscal, que permitió que la abundancia
se contagiara a toda la población. En imitación del esplendor Abbasí de Damasco, Abd El Ramán III
construyó la ciudad palacio de Medinat-al-zahra (Medina Azahara). Abd El Ramán III es el creador de
las estructuras califales gracias a su dilatado gobierno (50 años), su fuerte personalidad, su mando
militar durante 25 años, y su implicación personal en todos los asuntos del Estado. La posterior
desaparición del califato será debida al no ejercicio del poder por varios de sus descendientes, que
confiaron el gobierno a otros (generales, visires, etc.).
Desde 978 y hasta el fin del Califato se sucedieron: Hisam II (976-1009 y 1010-1013), seis
califas Omeyas (1009-1031), tres califas Hammudíes (1016-1027).
En el periodo 976-1009 los asuntos de gobierno del califato recayeron en una dinastía de
mayordomos de palacio, conocida como los Amiríes. Dictadura de los Amiríes: Almanzor (978-1002),
Al Muzaffar (1002-1008), Al Mamun (1008-1009).
El primero y más importante fue conocido como Al-Mansur (Almanzor), quien desde puestos
muy modestos tejió una red de clientelismo e intrigas que le otorgaron un creciente poder.
Formalmente se mantuvieron las estructuras califales, pero en realidad Almanzor utilizó su poder para
eliminar a sus enemigos, fortalecer sus estructuras clientelares y establecer una dinastía de
mayordomos palaciegos. Para aislar al califa Hisam II de los asuntos estatales le rodeó de diversiones
y trasladó todo el poder estatal a su nueva ciudad-palacio Medina Al-Zahira.
Los resortes de su poder fueron la formación de una milicia bereber financiada con un nuevo
impuesto, la reconstrucción del grupo social de los eslavos (antiguos esclavos) como clientes de la
dinastía Amirí, y el establecimiento de una estricta religiosidad (máxima ampliación de la Mezquita de
Córdoba, nueva edición del Corán, quema de libros heterodoxos, etc.). En política peninsular combatió
profusamente a los reinos cristianos, sometiéndolos a vasallaje y castigo con más de 25 campañas
(saqueo de Barcelona y Santiago de Compostela); sus tropas viajaban por la península sin oposición.
En política norteafricana se caracterizó por la intervención directa, llegando a colocar a uno de sus
hijos como virrey de Fez. El único límite que se impuso fue el respeto a la figura del califa, siendo
muy cuidadoso de que sus honores siempre fueran concedidos por aquél y de ser nombrado siempre
después de él.
Sin embargo la política sistemática de infiltración y desmantelamiento del Estado andalusí que
permitió a Almanzor alcanzar y mantener el poder se saldó con la destrucción de las estructuras del
sistema, lo que conllevó que fuera incapaz de reaccionar ante los desafíos y dificultades futuras.
A la muerte de Almanzor le sucedió su hijo Al Muzaffar (1002-1008) quien, sin llegar a la
grandeza de su padre, fue un competente administrador y un hábil general. Durante su mandato los
reinos cristianos siguieron sometidos al poder califal, pero cada vez era más difícil controlarlos lo que
exigió una gran actividad militar. Murió en 1008 en extrañas circunstancias, siendo sucedido por su
hermano menor Al Mamun (1008-1009), quien intentó en vano mantener el poder de su dinastía y el
orden central de Al-Ándalus. Sin embargo cometió el error de obligar al califa a abdicar y nombrarle
heredero del califato, lo que hizo rebelarse al pueblo cordobés, siendo Al Mamun asesinado por sus
propios soldados.
En 1009-1031, en plena anarquía y prácticamente guerra civil, cualquier grupo con fuerza
suficiente toma el poder y proclama su propio califa, sucediéndose seis Omeyas y tres Hammudíes.
Los gobernantes provinciales se fortalecen cada vez más frente a las tendencias centralizadoras (cada
vez más debilitadas). Los disturbios y revueltas de todo signo se suceden por doquier. Un elemento
importante de división y enfrentamiento fue la disparidad étnica existente en Al-Ándalus: andalusíes
(árabes, sirios, muladíes, bereberes del s. VIII), bereberes del s. X (las milicias de Almanzor), eslavos
(poblaciones del Europa Oriental, sobre todo eslavos, que llegaron como esclavos, soldados o
funcionarios), mozárabes (cristianos), judíos.
Por fin en 1031 un consejo de notables reunido en Córdoba proclama la disolución del
Califato de Córdoba y reconoce los gobiernos independientes de las llamadas taifas (facciones).
Mención especial merece Córdoba, que no era tanto una taifa propiamente dicha como el último
rescoldo del viejo poder central.

Los (primeros) Reinos de Taifas (1031-1090). Las taifas se dividen según el origen de sus
gobernantes en andalusíes (Sevilla, Córdoba, Toledo, Badajoz, Zaragoza, etc.), bereberes (Granada,
Málaga, etc.), y eslavas (Tortosa, Valencia, Játiva, Murcia, etc.). Todas las taifas luchaban contra los
reinos cristianos, entre sí e incluso dentro de ellas mismas con intrigas entre grupos de poder.
Aunque hubo taifas muy poderosas (como Sevilla o Badajoz), lo cierto es que todas ellas
terminaron pagando parias (tributos en oro) a los reinos cristianos, a la par que el territorio musulmán
disminuía. El desencadenante de un cambio de situación fue la conmoción que supuso la conquista de
Toledo en 1085 por Alfonso VI de Castilla. Ante tal hecho el gobernante de Sevilla pidió ayuda al
Imperio Almorávide a condición de que luego se replegaran de nuevo a África. El soberano
almorávide Yusuf Ibn Tasufin aceptó, en 1086 derrotó a Alfonso VI y se retiró a África. Sin embargo
el peligro cristiano persistía y las taifas recurrieron de nuevo a los almorávides en 1088, quienes tras
contener a los cristianos parcialmente decidieron someter a las débiles taifas en 1090.

El dominio almorávide (1091-1145). Los almorávides (de al-muribat o casa de oración) eran
un grupo de ascetas de cumplimiento riguroso de la fe, que logró aglutinar a las tribus del noroeste de
África y crear un imperio con capital en Marrakech bajo los emiratos de Ibn Yasin (1055-1058), Abú
Bakr (1058-1087) y Yusuf Ibn Tasufin (1062 gobernante de las regiones norteñas, 1087 emir
almorávide, 1090 dominio sobre Al-Ándalus, 1106 muerte). (Imperio Almorávide 1055-1147, sus
gobernantes eran emires, reconociendo su obediencia al califa de Bagdad).
El dominio almorávide se mantuvo durante los emires Yusuf Ibn Tasufin (1090-1106), Alí Ibn
Yusuf (1106-1143) y Tasufin Ibn Alí (1143-1145 en Al-Ándalus 1147 en África). Tasufin domina las
taifas en 1090, pero no reconquista Toledo, e impone un gobierno fuerte. Pero los ejércitos
almorávides acantonados en Al-Ándalus son deslumbrados por los lujos andalusíes, volviéndose
arrogantes y llevando la desafección de los andalusíes (que tomaron conciencia de su particularidad
étnica y religiosa).

Los Segundos Reinos de Taifas (1145-1170). Tras la expulsión de los almorávides se creó una
situación de confusión, con múltiples reinos gobernados por reyezuelos en guerra constante entre sí.
Sin embargo muchos de esos reinos reconocieron la soberanía de los califas almohades o de los reyes
cristianos. La taifa de Sevilla fue la más poderosa y la más independiente.

El dominio almohade (1170-1223). Los almohades (de al-muwahhidun o defensores de la


unidad) eran un nuevo movimiento religioso de ascetas místico-religiosos islámicos, que despreciaban
el deterioro moral de los almorávides y crearon un imperio propio que terminó destruyendo el Imperio
Almorávide en 1147. (Imperio Almohade 1117-1269, sus gobernantes se proclamaron califas). Bajo
los califatos de Ibn Tumart (1117-1130) y Abd Al Mumin (1130-1163) se creó el Imperio Almohade y
se destruyó el almorávide.
Abd Al Mumin había intervenido en Al-Ándalus en 1145, pero se limitó a la acción
diplomática, ya que sus esfuerzos guerreros se orientaron al Norte de África, arrebatando al Califato
Fatimí los territorios de Argelia (1151), Túnez (1159) y Tripolitania (1160). Su hijo y sucesor Abú
Yaqub Yusuf I (1163-1184) tomó el control de Al-Ándalus en 1170 tras una breve resistencia de la
taifa de Sevilla y avanzó hasta territorio cristiano atacando Toledo (que no pudo tomar) y Santarém
(donde murió). Abú Yusuf Yaqub Al-Mansur (1184-1199) tuvo que ocuparse de rescoldos
almorávides rebeldes en África, lo que le impidió centrarse en Al-Ándalus hasta 1190 (paz con los
reinos de León y Castilla, victorias sobre Portugal) y 1195 (victoria en Alarcos sobre Alfonso VIII de
Castilla y paz posterior). Los califas Muhammad Al Nasir (1199-1213) y Abú Yaqub Yusuf II (1213-
1223) carecieron de la fuerza de sus predecesores, lo que permitió a los reinos cristianos coaligarse y
derrotar a los almohades en las Navas de Tolosa (1212), mientras el régimen se tambaleaba por sus
debilidades: falta de apoyo popular, falta de apoyo de la clase jurídica, conceptos religiosos no
aceptados por los andalusíes, y la cuestión racial ya que los almohades eran bereberes.

Los Terceros Reinos de Taifas (1223-1248). La muerte de Abú Yaqub Yusuf II en 1223 sin
hijos produjo una lucha dinástica y luchas contra gobernadores provinciales independentistas en
África, que se mantuvo hasta que los almohades fueron destruidos por los Meriníes o Benimerines en
1269 (conquista de Marrakech).
En Al-Ándalus después de 1223 se dio un nuevo periodo de confusión con nuevos gobernantes
independientes de territorios menores, unos andalusíes, otros almohades (pero sin obediencia al califa
norteafricano). En 1223-1230 el rey de Zaragoza consiguió concentrar mucho poder en el Esta y Sur
de Al-Ándalus, hasta su derrota y muerte en 1231. Desde 1231 Fernando III de Castilla (y León)
avanzó sobre Al-Ándalus (Córdoba en 1236, Jaén en 1245, Sevilla en 1248, Murcia en 1264).
Sin embargo pervivió un último reino musulmán: Granada.

El Reino Nazarí de Granada (1231-1492). En 1231 Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr fundó un
reino en Jaén, en 1235 conquistó Granada y la hizo su capital, creando el Reino de Granada. Más tarde
compensó la pérdida de Jaén con la conquista de Málaga y Almería. Consiguió ser el único reino
musulmán que se salvó mediante la diplomacia, obteniendo la ayuda de los cristianos contra los
musulmanes locales y la de los musulmanes norteafricanos contra los cristianos peninsulares.
El reino nazarí pervive durante dos siglos y medio debido a una serie de factores. La
naturaleza montañosa del país, reforzada por fortalezas y ciudades fortificadas, especialmente en los
puntos débiles. La cercanía de África permitió recurrir a la ayuda de los gobernantes de esa zona, en
particular los Benimerines. Abundante población, ya que acogían a los musulmanes del resto de la
península, y muy cohesionada étnicamente con escasa o nula presencia de otras comunidades
religiosas. Intensa actividad económica internacional basada en el comercio y control de
intermediación sobre ciertos productos. El agotamiento del reino de Castilla tras la intensa actividad
del s. XIII y las luchas dinásticas durante el s. XIV (Enrique IV y guerra entre Juana la Beltraneja
apoyada en su marido el rey de Portugal e Isabel de Castilla apoyada en su marido el heredero de la
Corona de Aragón). Los nazaríes nunca estuvieron totalmente a merced de Castilla, aunque tuvieron
cuidado de no dar a los benimerines la oportunidad de que incorporaran Granada a sus dominios
africanos.
Una vez solucionados los problemas sucesorios, los Reyes Católicos inician la definitiva
Guerra de Granada (1480-92), que culmina con la anexión a Castilla del último reino andalusí.

28.2- Sociedad.
La sociedad andalusí era esencialmente agrícola, con una producción que superaba el
consumo, con el consiguiente superávit. Pero no era una sociedad rural, contaba con un poderoso
desarrollo urbano que concentraba la actividad artesanal, mercantil, política y cultural. Era una
sociedad precapitalista con una fiscalidad centralizada, predominantemente agrícola, que no rural, y
con gran desarrollo urbano.

El medio tribal árabo-bereber. La organización tribal de árabes y bereberes permaneció pese a


la resistencia del poder estatal y la vida urbana, especialmente palpable en el ejército. Una tribu la
constituían los descendientes de un antepasado común por parentesco patrilineal, que mediante
segmentaciones se dividía en familias derivadas de la tribu inicial. Pese a las rivalidades, incluso
internas, había una fuerte cohesión (asabiyya) frente a ataques de otros grupos. El ideal de la tribu era
su crecimiento y el aumento de su poder con la incorporación de clientes (mawali). Existía una fuerte
endogamia de linaje y las mujeres eran apartadas de la vida pública.

La sociedad indígena. Los indígenas convertidos al islam se llamaron muladíes, y su estatus


dependía de cómo habían sido sometidos. Quienes se resistieron perdieron sus tierras en favor de los
invasores, que podían expulsarlos si impagaban un tributo llamado jaray. Quienes capitularon
conservaron sus tierras y derechos, pero también debían pagar el jaray. Su organización social se basó
en modelos occidentales: parentesco bilateral, mayor protagonismo de la mujer, matrimonios
exogámicos, etc.
Los mozárabes eran los cristianos que vivían en Al-Ándalus, organizándose socialmente igual
que los muladíes. Pasaron por épocas de tranquilidad (en las que ocuparon destacados puestos
burocráticos) y de persecución (por motivos políticos debido a rebeliones y por motivos religiosos).

Grupos sociales y étnicos. El estatus de los grupos sociales musulmanes dependía de su


proximidad al poder. La cumbre era la jassa, parientes de la dinastía gobernante, aristocracia palatina,
altos cargos estatales (visires, magistrados, etc.). Luego los notables o al-áyam, formado por ricos
terratenientes y comerciantes y alfaquíes. Finalmente la umma, clases trabajadoras.
Étnicamente existían muchos grupos. La minoría dirigente, de origen árabe y propietaria de
latifundios. Los bereberes, mayoría entre los invasores y los ejércitos emirales y califales. Judíos,
presentes en todas las ciudades con barrios propios donde se dedicaban a comercio, joyería, préstamos,
etc. Eslavos o población de Europa central y oriental, ya fuera eslava o no. Hispanovisigodos, que eran
la mayor parte de la población, divididos en mozárabes (conservaron el cristianismo) y muladíes
(conversos al islam). Con el tiempo los árabes, los bereberes del s. VIII y los muladíes constituyeron el
grupo de los andalusíes, diferenciados de los bereberes del s. X (tropas privadas de Almanzor), los
eslavos, los almorávides y los almohades.
Una formación social se define por el modelo que quiere reproducir, que en este caso era la
sociedad árabo-musulmana. Al-Ándalus se integró en el mundo musulmán medieval por voluntad
propia y por el sentir de ese mundo, que lo reconocía como suyo.

28.3-La cultura de Al-Ándalus.

La cultura islámica no es producto único de los árabes, pues incorporó elementos cristianos,
judíos, zoroástricos, prácticas administrativas persas, e influencias bizantinas y helenísticas en
filosofía, arte, arquitectura y ciencia. El mérito del Islam fue el de crear combinar dichos elementos y
crear una cultura propia y distintiva, sirviendo al mismo tiempo de puente cultural con Europa
mediante Sicilia y la Escuela de Traductores de Toledo. La cultura islámica empezó a manifestarse en
las urbes andalusíes según adquirían un adecuado nivel de arabización, en el que la actividad cultural
es un ejercicio ligado a las funciones políticas, religiosas, económicas y sociales.

Filosofía y ciencia. Se agrupan debido a la tendencia a considerarlos como un todo global del
conocimiento. Durante los s. XII-XIII Al-Ándalus actúa como difusora de la filosofía y ciencia
griegas. Las mayores figuras fueron Ibn Hanzm (Córdoba 994-1063, filosofía que influyó en Santo
Tomás de Aquino), Avempace (Zaragoza 1070-1138, filosofía que influyó en R. Bacon, física,
botánica), Ibn Tufayl (filosofía, medicina, astronomía), Averroes (1126-1198; teología, filosofía,
medicina, derecho), Azarquiel de Córdoba (1029-1087, astronomía), Ibn Zakaryya Al-Eshbilli
(botánica).

Literatura. El Islam occidental protagonizó la creación literaria desde el s. XI, con especial
acento en la poesía. Ibn Darray Al-Qastalli que cantó las hazañas de Almanzor. Ibn Hazm con El
Collar de la Paloma, que analiza las formas del amor. Los almorávides impusieron una poesía más
popular, que o bien mezclaba árabe clásico con lengua vulgar o era entero en lengua vulgar.
En prosa destacaron las obras históricas y las maqamas, relatos picarescos breves con un
personaje central.

Cultura hispano-hebrea. Alcanzó su madurez durante las Taifas y estuvo muy bien integrada
en el mundo islámico, llegando a desempeñar altos cargos. Mose Ben Xebra (poesía, historia, crítica
literaria). Abraham Ben David (filosofía, historia). Maimónides (lógica, astronomía, medicina,
botánica, teología, filosofía.

La península Ibérica como transmisora de cultura. Destacaron las escuelas de traductores,


como la Escuela de Traductores de Toledo (Pedro el Venerable, Juan de Sevilla, etc.), y en el s. XII el
obispo Miguel creó en Tarazona una escuela de traductores. La ciencia andalusí fue muy avanzada y
como transmisora de cultura tuvo un importante papel en el nacimiento de las universidades
occidentales. Durante el emirato y el califato se realizó una aculturación de Al-Ándalus a la cultura
arabo-islámica, tras lo cual se incorporó al mundo intelectual musulmán, para luego ser capaz de crear
sus propias piezas originales.

Arte. El poder fue el principal mecenas, ya durante los Omeyas para mostrar su poder
religioso con las mezquitas, ya con las taifas que crearon palacios suntuosos para reforzar su prestigio
frente a las otras taifas. En el Islam la pintura y la escultura son elementos decorativos dentro de la
arquitectura, por la prohibición de la representación de figuras. Los materiales básicos son madera,
ladrillo y estuco, que son fáciles de decorar. La mezquita es la construcción religiosa característica,
con ejemplos como la de Córdoba o la de Sevilla. El edifico civil principal es el palacio, con ejemplos
como Medina Azahara, Medina Al Zahira, o la Alhambra de Granada (palacio y fortaleza a la vez).
La influencia andalusí pervivió en el arte mozárabe (cristianos en territorio musulmán, influyó
en el origen del románico) y mudéjar (musulmanes en territorio cristiano).

28.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 2º de ESO en el estudio de la
Historia Medieval.

Tema 29. La expansión de los reinos cristianos ibéricos. Siglos VIII-XIII.

29.1- El Reino Astur-Leonés. Siglos VIII-X.


Tras la invasión musulmana la mayor parte de la población cristiana queda bajo dominio
musulmán. Otros sectores, incluyendo la mayor parte de la nobleza goda, se refugian en el norte
esperando que las montañas favorezcan la defensa. La población aumenta y se consolidan las
relaciones feudales con el sometimiento del campesinado a cambio de protección.
El Reino de Asturias es el primero en organizarse. Los musulmanes llegaron a Asturias y
mantuvieron un gobernador en Gigio (Gijón), aunque como en otros lugares de la península los nobles
locales conservaron cierta autonomía. En cierto momento las demandas tributarias musulmanes
debieron exceder los términos de los tratados (llamados dimma), lo que provocó una revuelta
acaudillada por Pelayo. En el año 718 se produce la Batalla de Covadonga, en la que los asturianos
expulsan definitivamente a los musulmanes de su territorio y se constituye el Reino de Asturias.
Sin embargo el verdadero organizador de reino fue Alfonso I el Católico (739-757), quien
aprovechó la complicada situación de Al-Ándalus para consolidar sus posiciones. Desde el 741 se dan
rebeliones bereberes contra la población árabe y siria, ya que los bereberes fueron asentados en la peor
tierra, que terminan cuando los bereberes emigran a Marruecos, debilitando la posición musulmana.
Al-Ándalus se desconecta del Califato de Damasco al estallar una guerra civil entre partidarios de los
Omeyas y de los Abbasíes en 748-765, y que continúa a pesar de la proclamación como emir de
Abderramán I (el último Omeya) en 756.
En 753 Alfonso I conquista Galicia y Astorga, y sus expediciones llegan a Coria y Mérida. El
Reino de Asturias controla la zona marítima de Galicia, Asturias, Cantabria, Vizcaya y la vertiente sur
de la Cordillera Cantábrica. El reino es bastante grande como para satisfacer las necesidades de la
población, con lo que sus sucesores tienen reinados pacíficos.
Fruela I debe mantener sus territorios frente a los musulmanes, pero también ha de enfrentar
sendas rebeliones de las noblezas vasca y gallega. En 774 Silo I, descendiente de musulmanes, accede
al trono por matrimonio, iniciando una época de paz con el Emirato.
Yusuf Ibn Buit invade el Bierzo en 791 y vence a Bermudo I, que se ve obligado a abdicar en
Alfonso II el Casto. Las razzias musulmanas se repiten anualmente, pero no son misiones de conquista
sino de saqueo ya que no tienen fuerza suficiente. La expedición de 794 consigue saquear Oviedo.
Alfonso II pone fin a las razzias musulmanas y responde con otras, como la de 799 que saquea Lisboa.
Alfonso II organiza el reino como heredero del Reino Visigodo y por tanto legitimado para
reconquistar España. Establece su corte en Oviedo y la convierte en un centro cultural y político, desde
el que incluso se envían embajadas a Carlomagno en tiempo de Ramiro I.
El reinado de Ramiro I es una época de paz pese a que debe detener la invasión normanda de
844 y las razzias musulmanas. Es una época de esplendor cultural del reino astur. Su labor
fundamental fue la consolidación del reino al norte de la Meseta, que había quedado despoblado y
desorganizado hasta el río Duero tras la emigración de los bereberes por las rebeliones del 741.
Ordoño I repuebla el sur de la Cordillera Cantábrica, conquista León en 856 y repuebla Tuy,
Astorga y Amaya. Alfonso III ocupa los territorios despoblados de la Meseta norte hasta establecer la
frontera en el río Duero. El Emirato es incapaz de impedirlo porque debe enfrentar las revueltas
sociales de muladíes (cristianos convertidos al islam, carecían de derechos políticos) y mozárabes
(cristianos que conservaron su religión, pagaban mayores impuestos) y la rebelión de los nobles
musulmanes de Zaragoza, los Banu Qasi. Alfonso III aprovecha para conquistar Castrojeriz (882),
Zamora (893), Simancas (899), Toro (900) y Dueñas (900).
En el s. X se dan problemas internos en el reino. En 910 los hijos de Alfonso III conspiran
contra él y se reparten el reino: Asturias para Fruela, Galicia para Ordoño y León para García. En 914
García muere y su reino pasa a Ordoño II, quien establece la capital en León, continúa la reconquista e
incluso ataca Navarra. Incluso se alía con los musulmanes rebeldes a Córdoba, como los Banu Qasi.
La falta de herederos convirtió a Ramiro II, hijo de Ordoño II, en rey de todos los reinos. Se
consolida un espacio de tierra de nadie entre el Duero y el Sistema Ibérico, los Extrema Durii. Las
luchas internas son cada vez mayores. En 940 Fernán González, conde de Castilla y de la casa de Lara,
repuebla Sepúlveda, y en 943 se rebela contra Ramiro II. El rey derrota al conde y le priva de su
condado, aunque luego se lo devuelve y casa a su hijo Ordoño con la hija del conde de Castilla,
Urraca. La feudalización de la sociedad menoscaba el poder del monarca.
En 951 Ordoño III asume el trono y, después de una razzia contra Lisboa en 955, firma una
tregua con el Califato de Córdoba. Pero en 956 su hermano García I le derrota, asume el trono y no
ratifica la tregua.
Fernán González continúa afianzándose en Castilla, convirtiendo el condado en una entidad
política cada vez más independiente. Avanza en la reconquista y repoblación por su cuenta y toma
partido en las luchas dinásticas según sus intereses.
Empieza una nueva guerra civil entre García I y Ordoño IV, ganada por éste último, mientras
se rebelan los nobles vascos en 960 y los gallegos en 965.
Ramiro III es proclamado rey en 966, teniendo que detener los ataques vikingos a las costas
gallegas. Hisam II asciende al trono de Córdoba en 976 y nombra lugarteniente a Almanzor, que
realiza razzias anuales contra los reinos cristianos. En 982 Bermudo II se rebela con el apoyo de los
nobles gallegos y derrota a Ramiro III en 984. Las luchas internas debilitan al reino hasta el punto de
que Almanzor saquea León en 988 y el reino debe pagar parias a Córdoba. Sin embargo la muerte de
Almanzor en 1002 deja una situación política y administrativa caótica, que irá degenerando hasta la
desintegración del Califato de Córdoba en 1031.

29.2- Formación de los reinos orientales, s. VIII-X.


Tras la invasión musulmana los cristianos también encontraron refugio en los valles
montañosos pirenaicos, excepto en aquellos que eran imprescindibles para pasar a Francia y que
controlaban los musulmanes. La victoria francesa en la Batalla de Poitiers (732) expulsa a los
musulmanes de Francia y favorece la conquista de tierras al sur de los Pirineos, para formar la Marca
Hispánica que frene a los musulmanes. La islamización del valle del Ebro fue muy rápida y dio a los
musulmanes una base de ciudades muy pobladas, lo que impidió a estos reinos extenderse más allá del
prepirineo.
La Marca Hispánica nace en el 778, con la campaña de Carlomagno en el valle del Ebro que
aunque termina en la emboscada de Roncesvalles consolida el territorio ya dominado. Tras la derrota
de Roncesvalles los carolingios se apoyan en la nobleza local, de forma que en 785 prestan vasallaje
Gerona, Urgell y Cerdaña. Luis de Aquitania conquista en 798 Pallars y Ribagorza. En 801 se toma
Barcelona, pero el avance es detenido en el Ebro.
La Marca Hispánica es un territorio que forma parte del Imperio Carolingio, pero lo forman
condados independientes que pueden unirse para luchar entre ellos, contra los musulmanes e incluso
contra los carolingios (como la alianza del condado de Barcelona con los musulmanes en 824). Todos
los condes consiguieron convertirse en señores hereditarios y al desintegrarse el Imperio Carolingio
asumieron un poder equivalente al de reyes, ya se proclamaran como tales (Navarra, Aragón) o
siguieran siendo condes (Barcelona).
Pertenecen a la Marca Hispánica los condados de: Pamplona, Aragón, Sobrarbe, Pallars,
Ribagorza, Urgell, Cerdaña, Berga, Osona, Barcelona, Gerona, Besalú, Ampurias, Perelada, Rosellón,
Vallespir y Conflent.
En 803 la familia Arista hereda el condado de Pamplona. Su parentesco con los Banu Qasi,
gobernadores musulmanes del valle del Ebro autónomos de Córdoba, permite a ambas familias
ayudarse para mantenerse independientes del Imperio y el Califato. El califa Al-Hakam I y
Carlomagno acordaron repartirse el territorio, pero la muerte de Carlomagno en 814 y el reparto de
Verdún de 843 desintegran el Imperio Carolingio y permiten el afianzamiento de los condados.

Cataluña. El conde Aznar Galindo, de origen aragonés, se hace en 834 con los condados de
Pallars y Ribagorza. El debilitamiento y posterior desintegración del Imperio Carolingio permitió la
formación de tres núcleos más o menos cohesionados: la zona montañosa (los condados de Urgell,
Cerdaña, Pallars y Ribagorza), la zona marítima (los condados de Ampurias y Rosellón), y el condado
de Barcelona que servía de frontera.
Empieza una tendencia hacia la unificación de mano del condado de Barcelona. Vifredo I el
Velloso de Barcelona se apodera de Urgell, Cerdaña, Gerona y Besalú. Con esta base ocupa la plana
de Vich en el sur, despoblada pero estratégica para asegurar sus dominios. Sin embargo el avance por
el valle del Ebro es imposible en este momento. Vifredo II Borell (897-914) debe volver a rendir
vasallaje al Imperio, pero con Suñer (914-957) el condado de Barcelona es definitivamente
independiente. Borrell II envía una embajada a Córdoba en 950, y es posible que prestara vasallaje a
Al-Hakam II en 974, lo que no impidió la razzia de Almanzor del 985, siendo califa Hisam II.

Navarra y Aragón. El precedente del Reino de Navarra es el de Pamplona. Desde 770 hasta
mediados del s. IX ocupa el trono la dinastía Arista, que se expande hacia Aragón y mantiene
relaciones con sus primos los Banu Qasi del valle del Ebro. En 858 una flota vikinga remonta el Ebro
hasta Pamplona y captura a García I Íñiguez, lo que supone el acercamiento navarro a León. Tras la
Batalla de Albelda (859) navarros y leoneses se reparten los dominios de los Banu Qasi.
El ataque vikingo debilitó a los Arista lo suficiente como para ser destronados por los Jimena
en 905, en la persona de Sancho I Garcés. Sancho I creó un reino feudal al estilo astur y europeo.
Repobló el interior y aseguró el control de los valles pirenaicos. Sus sucesores entroncaron con el
reino aragonés. Sancho II Garcés Abarca asume el condado de Aragón en 970. Sancho III Garcés el
Mayor convirtió Navarra en un bastión contra los musulmanes y consiguió los condados de Castilla,
Álava, Vizcaya, Sobrarbe y Ribagorza. En 1063 Sancho IV Garcés se convierte en rey de Aragón.
El condado, luego reino, de Aragón está ligado a la presencia de francos desde el s. VIII, pero
sus orígenes son oscuros. En 824 Aznar Galindo I adquiere el condado, sus sucesores gobernarán hasta
974, cuando Sancho II Garcés Abarca lo incorpora a Navarra. En 1035 Ramiro I independiza Aragón
ya como reino. En 1170 Alfonso II se convierte en rey de Aragón y Cataluña, creando la Corona de
Aragón.

29.3-Expansión y repoblación hasta el siglo X.

La Reconquista va unida a la repoblación de las tierras ocupadas. Tras la derrota en


Covadonga los musulmanes tendieron a instalarse en el sur, más urbanizado. El valle del Ebro era una
de las zonas menos pobladas, pero no estaba despoblado, una serie de pequeñas aldeas jalonaban el
territorio. Sin embargo el territorio estaba al margen de cualquier poder del Emirato, de Asturias o de
las noblezas cristiana o musulmana. Las aldeas daban la alarma a ambos bandos cuando cualquiera
iniciaba una razzia. Son las primeras tierras ocupadas cuando se inicia la expansión hacia el sur, por lo
que deben ser repobladas, lo que se hace siguiendo el Derecho Romano.
El proceso tiene cuatro periodos:
 Repoblación hasta el Duero.
 Repoblación hasta el Sistema Central.
 Repoblación de la submeseta sur.
 Repoblación de Andalucía y Murcia.
Se distinguen tres ámbitos de avance. Al Oeste los reinos de León y Castilla. Al Este por una
lado Navarra y Aragón y por otro los condados catalanes, unidos desde 1131. El Tratado de Tudillén
(1151) entre las coronas de Castilla y Aragón reparte las zonas de expansión, siendo modificado en el
tratado de Cazorla (1179) para suprimir el homenaje de los reyes aragoneses a los castellanos.

El valle del Duero. Era la zona más despoblada de la península, pero no estaba desierta.
Satisfacía las necesidades de expansión de la población astur-leonesa. Fueron pobladas por el mismo
método siguiendo dos condiciones: toda la tierra pertenecía al rey, la tierra se ganaba mediante presura
(el primero que cultivaba el territorio era su dueño) confirmada por un documento real.
La ocupación se realizó de tres formas principales. Por cesión del rey a los nobles que le
prestaban servicio militar. Por repoblaciones eclesiásticas, que absorben a las aldeas circundantes. Por
repoblaciones de campesinos que se acogen al derecho de presura, son libres de la influencia nobiliaria
y poseen entidad jurídica propia; son las aldeas de behetría. Las dos primeras modalidades son propias
de la repoblación galaico-astur-leonesa, mientras la tercera es más propia de la castellana. En las
aldeas de behetría y las de frontera surge la figura del caballero villano, un caballero que no pudiendo
costearse su armamento y caballo defiende a una aldea a cambio de que ésta lo mantenga. Esta figura
aparece en el fuero de Castrojeriz de 974.

Navarra y Aragón. La repoblación fue más difícil ya que se hizo sobre un territorio
densamente poblado. Solo en los valles pirenaicos tuvieron protagonismo los repobladores
campesinos.
El peso repoblador lo llevó la nobleza en Aragón y los monasterios en Navarra. Las cesiones
eran temporales, a la muerte del titular debían volver a la Corona, pero los titulares consiguieron
convertirlas en hereditarias y cumular grandes patrimonios nobiliarios y eclesiásticos. El territorio de
expansión era mucho menor que el del reino astur, pero la densidad de población también lo era.
Los condados catalanes. La repoblación fue realizada por pequeños agricultores según el
derecho de aprisio, sobre las llanuras costeras del Penedés, el Vallés y el Ampurdán. Es Cataluña la
Vieja, donde más fuerte fue el feudalismo.
A diferencia del caso castellano, las aldeas catalanas cayeron bajo dominio nobiliario. Con el
tiempo los señores consiguieron imponer mayores tributos a sus vasallos, hasta llegar a los malos usos:
intestia (un tercio de la tierra por morir sin testamento), exorquia (parte de la tierra por morir sin
descendencia), cugucia (multa si la mujer del campesino es adúltera), arsina (indemnización al señor
por incendio del manso), firma de spoli (autorización de la dote), remensa (compra del derecho a
dejar la tierra).

29.4-Expansión siglos XI-XIII.

La muerte de Almanzor en 1002 y la incapacidad de sus hijos y otros dirigentes para igualarle
sumen al Califato de Córdoba en el caos, que finaliza en 1031 con su disgregación al no poder someter
a las autoridades provinciales. Surgen entonces los reinos de taifas, y aunque algunos son poderosos,
como Sevilla o Zaragoza, son incapaces de frenar a los reinos hispánicos. La llegada de los
almorávides detiene la reconquista, que se reanuda cuando su imperio desaparece y surgen las
segundas taifas. La invasión almohade de 1171 unifica nuevamente las taifas hasta su derrota en la
Batalla de las Navas de Tolosa (1212), que precipita su desintegración en las terceras taifas, que son
conquistadas a ritmo acelerado. Solo sobrevive el Reino Nazarí de Granada.

Reinos de Castilla, León y Portugal. Conoce tres fases: Extrema Durii (s. XI), submeseta sur
(s. XII) y Andalucía y Murcia (s. XIII-1492).
La penetración en el Duero se inició en el s. X tras la batalla de Simancas (939), pero no se
consolidaron y fueron perdidas en época de Almanzor. El avance se reanuda tras la caída del Califato
con Fernando I (1029-1065), rey de Castilla y León. En 1037 Castilla de convierte en reino y lucha por
la hegemonía noroeste con León, aunque hubo varios intentos de unificación fracasaron hasta 1230
por la costumbre de dividir los reinos entre los hijos. Castilla y León fueron independientes en los
periodos 1065-1072 y 1157-1230. El avance se caracteriza no solo por la ocupación de tierras sino
también por el cobro de parias a las taifas: Sevilla, Zaragoza, Toledo, Badajoz. Fernando I ocupa las
plazas de Visego, Lamego (1055) y Coimbra (1064). Por el Este debe enfrentarse a los navarros en la
batalla de Atapuerca (1054).
A la muerte de Fernando I en 1065 sus reinos se dividen entre sus hijos: Castilla para Sancho
II con las parias de Zaragoza, León para Alfonso VI con las parias de Toledo, Galicia para García con
las parias de Badajoz y Sevilla, y para sus hijas Elvira y Urraca sendos señoríos de infantazgo.
Comienza una guerra civil entre los herederos por controlar todos los reinos, de la que sale vencedor
Alfonso VI. Alfonso VI impulsa la reconquista hasta incluso conquistar Toledo (1085), con lo que se
intitula Imperator Toletanus. La irrupción de los almorávides unifica las taifas y rechaza el avance
cristiano.
Alfonso VI concede fueros a Burgos (1073) y Logroño (1095), y restaura las sedes episcopales
de Ávila (1087) y Salamanca (1102). Efectuó la repoblación entre el Duero y el Sistema Central
mediante el sistema concejil, por el cual se daba fuero a un concejo (según el modelo del fuero de
Sepúlveda) y se le asignaba un alfoz. El territorio se denominaba comunidad de tierra y villa, en la que
el gobierno pertenecía a toda la comunidad. El territorio se ocupó como una sociedad de frontera
dedicada a la ganadería extensiva, ya que en caso de peligro los campesinos podían huir con el
ganado, siendo germen de la trashumancia. Empiezan a aparecer los caballeros villanos.
El valle del tajo y la submeseta sur se conquistan en el s. XII y tienen condiciones diferentes:
su poblamiento es más denso, la población es musulmana y la vida urbana es más dinámica. Empieza
con la conquista de Toledo en 1085. El modelo de repoblación es el concejil, pero sobre ciudades y
pueblos musulmanes y con un alfoz más amplio. En las zonas más expuestas, La Mancha y
Extremadura, la repoblación la realizan los nobles y las órdenes militares que acumulan grandes
señoríos, aunque deben conceder grandes ventajas a los campesinos repobladores para que acudan a
sus tierras y no a otras.
La descomposición almorávide permite reanudar la reconquista. Alfonso VII toma Oreja
(1139), Coria (1143) y Calatrava (1146), consolidando sus posiciones en el valle del Tajo. Con la
muerte de Alfonso VII en 1157 los reinos de Castilla y León se separan nuevamente hasta 1230.
El condado de Portugal nace como dote de Alfonso VI a su hija Teresa en su matrimonio con
Enrique de Lorena, y desde el principio mostró intenciones secesionistas. A la muerte de Alfonso VI
en 1139 su nieto Alfonso I Enríquez proclama la independencia del Reino de Portugal. Alfonso VII
lucha para recuperar el condado rebelde, pero lo más que logra es la Paz de Zamora (1143), por la que
Castilla reconoce la independencia de Portugal y Portugal reconoce ser vasallo de Castilla, aunque no
tarda en mostrarse la plena independencia de Portugal. Alfonso I Enríquez conquista Lisboa (1147),
Santarem (1147) y el Alentejo (década de 1160), Alfonso II participa en la batalla de las Navas de
Tolosa (1212), Alfonso III conquista Algarve y Faro (1249).
En 1151 las coronas de Castilla y Aragón firman el tratado de Tudillén, por el que se reparten
las zonas de expansión. En 1179 el tratado fue modificado en Cazorla para suprimir el homenaje que
los reyes aragoneses debían a los castellanos. Estos tratados aíslan a Navarra de la expansión hacia el
sur, por lo que desvía su atención hacia el norte, hasta que la casa reinante consiga convertirse en reina
de Francia.
La invasión almohade de 1171 detiene el avance cristiano, las conquistas son pocas y cuestan
mucho esfuerzo. En 1177 Alfonso VIII, con la ayuda de Alfonso II de Aragón, toma Cuenca. En 1195
Alfonso IX de León pacta la paz con los musulmanes. En 1212 el arzobispo de Toledo logra que el
papa Inocencio III proclame la cruzada contra los almohades. Todos los reinos peninsulares y un
ejército francés toman Malagón, Calatrava y Alarcos, y derrotan a los almohades en la batalla de las
Navas de Tolosa (1212). Tras esta derrota los almohades decaen y surgen las terceras taifas, de las que
solo el Reino Nazarí de Granada logra consolidarse.
La victoria en las Navas de Tolosa abrió el sur a Castilla, que ocupó el valle del Guadalquivir,
Extremadura y Murcia. La ofensiva comenzó con Fernando III el Santo (1217-52) de Castilla tras la
unificación definitiva de Castilla y León en 1230: Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248).
Alfonso X el Sabio conquista Niebla y Cádiz en 1262 e inicia la repoblación de la zona mediante
órdenes militares y concejos, a fin de desplazar a la población musulmana.
En 1243 Ibn Hud, rey de la taifa de Murcia, se declara vasallo de Fernando III de Castilla, con
lo que Murcia pasa a pertenecer a Castilla. Los murcianos mudéjares (musulmanes en territorio
cristiano) fueron mejor tratados que otros hasta la rebelión de 1264, cuando muchos fueron
expulsados. La llegada de colonizadores cristianos provocó recelos y forzó un primer repartimiento en
1257. En 1264 se produjo la primera rebelión mudéjar, que fue seguida por muchas otras hasta la
expulsión de los moriscos en 1609.

La Corona de Aragón. En el s. XI Castilla, Navarra y Aragón están unidas en la persona de


Sancho III Garcés el Mayor (1000-1035) de Navarra, quien expande su reino a costa de la taifa de
Zaragoza y toma Sobrarbe y Ribagorza. A la muerte de Sancho III sus reinos se dividen: Navarra para
García Sanchéz IV, Aragón para Ramiro I, Sobrarbe para Gonzalo y Castilla para Fernando I.
Con Ramiro I Aragón empieza su historia como reino independiente. El avance territorial de
los primeros reyes aragoneses es escaso. Para conservar su independencia Sancho V Ramírez se
enfeuda con el papado en 1068. La Reconquista empieza con Sancho I y Pedro I que conquistan el
valle del Cinca y en 1094 toman Huesca.
Alfonso I el Batallador toma Zaragoza (1118), Calatayud (1120) y Daroca (1120). Alfonso I
intenta unificar todo el norte pirenaico sitiando Lérida (1123) para tomar el Condado de Barcelona
(gobernado por Ramón Berenguer III), gobierna Navarra y mantiene sus posesiones en Castilla hasta
que le son arrebatadas por Alfonso VII de Castilla en 1127. Es sucedido en 1134 por sus hijos Ramiro
II en Aragón y García V Ramírez en Navarra.
Ramiro II hubo de sofocar las rebeliones nobiliarias de 1135 contra su entronamiento. Fue
sucedido por su hija Petronila, que casó en 1137 con el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. El
hijo de ambos Alfonso II se convirtió en 1162 en rey de Aragón y Cataluña, creando la Corona de
Aragón.
A comienzos del s. XI los condados catalanes son una potencia peninsular independiente y
consolidada. Tras la razzia de Almanzor contra Barcelona en 985, Borrell II consigue una tregua con
Córdoba que dura hasta el año 1000, cuando los catalanes comienzan su reconquista. En 1003 Abd El
Malik ataca Barcelona y Ramón Borrell I pide la paz. En 1010 comienzan las razzias catalanas por Al-
Ándalus: Ramón Borrell III apoya a Mohammed II como califa (pero termina ganando Hisam II), en
1015 Ramón Borrell II ataca el valle del Ebro y ocupa la tierra hasta el río Gaya. En 1018 muere
Ramón Borrell III y le sucede su hijo menor Berenguer Ramón I, lo que aprovechan Vich y Gerona
para independizarse.
Ramón Berenguer I el Viejo (1035-1076) logra restaurar la autoridad condal y confirma el
predominio de Barcelona sobre el conjunto de Cataluña. En 1038 impone parias a las taifas limítrofes
como Zaragoza y Lérida. En 1052 la unidad política permitía iniciar la reconquista, pero las luchas
sucesorias lo impidieron. No fue hasta Ramón Berenguer III el Grande (1097-1131) cuando se inició
hacia el Sur, Este y Oeste. En 1131 el conde de Barcelona es Ramón Berenguer IV, que en 1137 se
casa con Petronila, reina de Aragón. El hijo de ambos Alfonso II se convirtió en 1162 en rey de
Aragón y Cataluña, creando la Corona de Aragón.
La Corona de Aragón no se expande solo hacia el Sur, posee vasallaje sobre territorios
franceses de Occitania: Mediodía, Rosellón, Provenza, Foix, Languedoc. Circunstancias religiosas
ayudaron a los reyes franceses a terminar con el domino aragonés. Los territorios feudatarios
pertenecían a la confesión cátara-albigense, cuya interpretación del cristianismo basada en la pobreza
chocaba con el papado. En 1209 el rey francés logra que el papado declare una cruzada contra los
cátaros, que se extiende hasta 1213, cuando los cátaros fueron definitivamente derrotados en la batalla
de Muret, pese a la ayuda de Pedro II de Aragón quien murió en el combate.
La expansión catalana sobre el mediterráneo comienza con Ramón Berenguer IV en 1149,
ante la presencia de Aragón al Oeste. Alfonso II, ya rey de la Corona de Aragón, conquista Teruel
(1170) y Albarracín (1172). Pedro II el Católico (1196-1213) consolida sus territorios. Jaime I el
Conquistador (1213-76) da el impulso definitivo conquistando Baleares (1229-35) y Valencia (1238),
claves en la talasocracia del reino durante los siguientes tres siglos. Pedro III el Grande (1276-85)
conquista Sicilia (1282).
La repoblación catalana y aragonesa es distinta a la castellano-leonesa porque el territorio
estaba muy poblado por musulmanes. Todas las ciudades conquistadas tuvieron Actas de Capitulación,
en las que la población musulmana era expulsada del recinto amurallado, pero conservaban sus
propiedades, costumbres y leyes. La zona de Cataluña conquistada tras la unificación con Aragón se
llama Cataluña la Nueva, en la que los fueros favorables impidieron que se establecieran los malos
usos comunes en Cataluña la Vieja.
En la expansión mediterránea tienen especial protagonismo los almogávares, compañías de
mercenarios catalanes y aragoneses que luchaban por el rey a cambio de botín. Cuando se terminó la
Reconquista Pedro IV les envía a defender al rey de Sicilia Fadrique de Aragón, familiar y vasallo
suyo, contra la Casa de Anjou reinante en Sicilia y Nápoles. Los almogávares de la compañía de
Roger de Flor tomaron parte en las vísperas sicilianas (30 de Marzo de 1282) que expulsan a los
angevinos de Sicilia. En los años siguientes las compañías de Roger de Flor, Bernardo de Rocafort y
Berenguer de Enteza conquistaron Nápoles, acabando con el dominio angevino del sur de Italia. Más
tarde fueron enviados en ayuda del Imperio Bizantino contra los turcos, y sus victoriosas campañas les
dan fama y crean enemigos incluso dentro de Bizancio. Tras el asesinato de varios de sus líderes los
almogávares saquean Grecia y forman los ducados de Atenas y Neopatria, de los que eran titulares los
líderes almogávares formando un territorio independiente. No pudieron sin embargo sustraerse a la
expansión turca, que los dominó.

Navarra. El tratado de Tudillén de 1157 entre Castilla y Aragón aísla a Navarra de la


expansión hacia el Sur, por lo que enfoca su expansión hacia Francia entroncando con los Borbones. A
la muerte de Sancho III Garcés en 1035 su reino se divide entre sus hijos: Navarra para García
Sánchez IV, Aragón para Ramiro I, Sobrarbe para Gonzalo y Castilla para Fernando I. Navarra es
plenamente independiente entre 1035 y 1076, cuando Sancho IV de Aragón recibe la corona.
En 1134 García V Ramírez el Restaurador recupera la independencia de su reino: Navarra,
Álava, Guipúzcoa, Vizcaya, Logroño. Sancho IV el Sabio (1150-94) perdió Álava, Guipúzcoa y
Logroño ante Alfonso VIII de Castilla. Navarra quedó como un reino residual entre dos grandes
potencias: Castilla y Aragón.
En 1234-74 reina en Navarra la casa de Champaña, con lo que Navarra entra en la órbita de
Francia. En 1285 Felipe I logra coronarse rey de Francia, y su casa se mantiene hasta 1328.

28.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 2º de ESO en el estudio de la
Historia Medieval.

Tema 30. Las monarquías feudales en Europa Occidental y el nacimiento de los Estados
Modernos.

30.1- Introducción.
Los Estados del occidente europeo en los s. XI-XII son monarquías feudales, en la que los
monarcas sólo son cúspides de la pirámide feudal, dependiendo de la lealtad de sus feudatarios. Los
monarcas del s. XIII desean ser emperadores en su reino, superando la función de cúspide de pirámide
feudal y siendo fuerzas autónomas de los dos poderes universales (el Imperio y el Papado). Sin
embargo en los s. XIV-XV se produce una crisis general de la Baja Edad media, la Guerra de los Cien
Años (1328-1453). Al final del Medievo se puede hablar de monarquías nacionales como entes
consolidados.

30.2- El feudalismo en Europa Occidental.


El término sociedad feudal se aplica a territorios en los que la fortuna social y política y el
derecho de mando se basan en la explotación de la tierra y el poder guerrero.

La feudalidad como orden político en Francia. Los Capeto se afianzaron en el trono asociando
a sus herederos al trono (lo que preparó el retorno de la monarquía hereditaria) y aceptando el sacrum
(o consagración, que les situaba por encima de la nobleza).
Sin embargo se mantuvo la realidad de la feudalidad y compartimentación del poder político.
La feudalidad garantizaba la organización social en el plano local mediante las redes de derechos y
deberes, que crean relaciones jerarquizadas, coronadas por la realeza. La compartimentación del poder
político se debió a la organización del poder mediante grupos yuxtapuestos (con derechos, deberes,
libertades y leyes particulares), siendo la aristocracia militar el dominante.

Los principados territoriales. La autoridad se desintegra a la par que se fortalecen los


principados territoriales, que apelan al regionalismo de los antiguos regna. Ejemplos son Sajonia,
Baviera, Lorena, Flandes, Borgoña, Normandía.

30.3- La reconstrucción política de los nuevos Estados (s. X-XI).


Desde el año 1000 los lazos de dependencia chocaron con el deseo de los reyes de fortalecer
su autoridad, mediante la manipulación del sistema feudal en su favor (monarquías feudales).

Imperio Germánico. Los Otónidas no consiguieron mantener el orden interior, pero


impusieron la idea de imperio, el Sacro Imperio Romano Germánico, gracias también al apoyo de la
Iglesia. Otón I el Grande sometió a los ducados nacionales apoyándose en la Iglesia, los obispos y las
grandes abadías, lo que a su vez exigió controlar a la Iglesia. Otón III reforzó su poder sobre la Iglesia,
se rodeó del ceremonial romano-bizantino, e inspiró su reinado en el recuerdo de Carlomagno.

Francia. Los primeros Capetos estaban desarmados frente a los principados feudales, por lo
que su debilidad les impidió establecer una jerarquía feudal en su provecho. Sin embargo cambiaron
esta situación con el tiempo y en el reinado de Felipe I (1060-1108) el rey era el único en exigir
homenaje de todos los súbditos.

Inglaterra y los normandos. Durante más de cien años Inglaterra fue tierra de colonización
para los vikingos (noruegos, suecos, daneses), especialmente daneses, que arrinconaron a los
pobladores celtas (bretones) y germanos (anglosajones) e impusieron sus propios monarcas como
Eduardo el Confesor (1042-1066). Ello no fue sin momentos de tensión entre comunidades.
A la muerte de Eduardo en 1066 se produce una lucha por el trono entre siete candidatos:
Tostig Godwing (proclamado rey) y dos de sus hermanos, el duque Guillermo de Normandía (tierra de
colonización vikinga en Francia), el rey de Noruega, el rey de Islandia, y un niño de una rama familiar
lejana de Eduardo el Confesor. Dos batallas bastaron para aclarar la situación. En la batalla del Puente
Stirling (1066, al Norte de Inglaterra) el rey de Noruega fue derrotado y muerto por Tostig Godwing.
En la batalla de Hastings (1066, al Sur de Inglaterra) el duque Guillermo de Normandía derrotó a
Tostig Godwing, muriendo tanto Tostig como sus dos hermanos. El rey de Islandia estaba ocupado
con otros asuntos y no se interesó por Inglaterra, y el niño no poseía un ejército. Al acabar 1066 sólo
Guillermo de Normandía tenía un ejército lo bastante poderoso como para dominar Inglaterra, lo que
consiguió en 1067 utilizando las fuerzas vivías de los dos sistemas políticos y guerreros.

30.4-El pensamiento político.

El pensamiento teocrático. Alcanza su madurez en los s. XI-XIV. Para el Papado hay dos
esferas, la espiritual y la temporal, siendo la espiritual superior por su naturaleza y su cabeza (el Papa).
En el s. XII el Papado debe reconocer la existencia de los reinos, pues su creciente poder hace que el
mantenimiento de los derechos eclesiásticos dependa de la realeza. En el s. XIII culmina el
pensamiento teocrático, pero en un tiempo en el que los Estados crean su independencia y carácter
laico (el nacimiento del Estado).

La idea imperial. La idea imperial se basa en el mantenimiento del imperio desde los romanos
que, pasando de un pueblo a otro, culmina en el Sacro Imperio Romano Germánico. Para ello se
recuperan tradiciones imperiales como Constantino Magno o Carlomagno, y se pone acento en la
leyenda del emperador del fin de los tiempos, identificándolo con Federico II. Pero en el s. XIII el
poder de las monarquías nacionales, y dentro del imperio los ducados nacionales, hacen inviable la
imposición de tal concepción.

La monarquía. Se basó en la transmisión del trono, que se precisó de forma hereditaria


mediante derecho de sangre y la unción religiosa. En Alemania además se unía el principio electivo de
los emperadores.
La concepción descendente del sustento teocrático de la autoridad real, unido a las tradiciones
de la realeza germánica y los vínculos feudovasalláticos, contribuyeron a reforzar la autoridad real.
Además las teorías corporativistas (el reino es un cuerpo cuyos miembros envían representantes que
auxilian a la cabeza) proponían una representación por estamentos, siendo la base de las asambleas
representativas. En Inglaterra y Navarra desembocaron en Estados estamentales, en Francia y Castilla
la realeza es más fuerte por motivos de jefatura militar, en Alemania el peso del imperio impide la
construcción de una realeza fuerte.
El derecho romano fue la base doctrinal que justificó el poder regio absoluto y el renacimiento
de las ideas de soberanía y Estado. En el s. XIII se difunde la Política de Aristóteles, que concebía la
política en sí misma, al margen de connotaciones religiosas o éticas. Tomás de Aquino concilió
religión y aristotelismo al considerar la monarquía reflejo de la dirección de Dios en el Universo,
siendo compatible con elementos aristocráticos y democráticos.

30.5-Las fuerzas políticas.


Siglos XI-XII. En este periodo se da la Querella de las Investiduras, conflicto ideológico y
político entre el Imperio y el Papado por la supremacía entre ellos y sobre todo el catolicismo.
El poder real tiene una doble naturaleza: poder religioso de las jefaturas bárbaras y las
monarquías orientales que la tradición cristiana ha consagrado con su unción; poder político basado en
el poder público grecorromano. Los reyes de Occidente están armados ideológicamente para
defenderse y cuentan con ventajas: pertenecer a la jerarquía feudal y estar por encima de ella, ser
protectores de la Iglesia al estar ungidos por ella y ser dueños del clero, ser árbitros entre las clases
sociales, ejercer la autoridad sobre territorios más o menos definidos en un área económica óptima.

Siglo XIII. La estabilidad de este siglo se debe a la consolidación del poder público como
ideal de gobierno. Ello favorece la formación de monarquías nacionales como Francia e Inglaterra. La
legitimidad monárquica fue fijada por el Derecho y la Teoría Política, y su eficacia se obtuvo mediante
el desarrollo de las finanzas, el ejército, la justicia y el funcionariado real.

Siglos XIV-XV. Este periodo está marcado por tres crisis: económica, sanitaria, política. La
crisis económica empieza a fines del s. XIII y se mantiene hasta la mitad del s. XV, aunque en lenta
recuperación desde fines del s. XIV. Se debió a la escasez de tierras, la dificultad para encontrar tierras
nuevas, el crecimiento demográfico que no fue acompañado de crecimiento en la generación de
alimentos, la poca disposición de los señores para hallar soluciones nuevas.
La crisis sanitaria se debió la llamada Peste Negra, una enfermedad mezcla de peste bubónica
y peste neumónica que se extendió por Asia y Europa en el s. XIV. Empezó en China, se transmitió
por Asia y se extendió por el ejército mongol que asedió la ciudad de Caffa (Mar Negro) territorio de
la ciudad italiana de Génova. Al estallar la epidemia los mongoles se retiraron, y los genoveses se
marcharon a Italia, propagándola por los puertos donde amarraban y desde ahí a toda Europa. Causó
una crisis demográfica (muerte de 20-50% de la población europea), crisis agrícola, caída de las rentas
señoriales, disturbios campesinos, ataques contra la población judía.
La crisis política se debió a la Guerra de los Cien Años (1328-1453) entre Francia e Inglaterra.
Los reyes ingleses mantenían las posesiones francesas heredadas de Guillermo de Normandía,
ampliándolas mediante matrimonios hasta dominar la mitad de Francia, además de ser parientes de los
reyes franceses. Por ello al morir el último rey de la dinastía Capeto, los reyes ingleses se consideraron
herederos naturales del trono francés. Sin embargo para evitarlo los franceses entronizaron a la
dinastía Valois, con lo que empezó una guerra por el trono de Francia que también implicó a otros
países aliados de uno y otro bando.
Las turbulencias nobiliarias y la Guerra de los Cien Años (1328-1453) dieron la oportunidad a
las monarquías para convertirse en las principales fuerzas políticas. El término monarquías nacionales
puede ser utilizado casi sin reservas a fines de la Edad Media, ya que se han reafirmado al margen de
los poderes universales.
Los príncipes del Renacimiento inauguran una nueva etapa en la organización estatal. El poder
se concentra en los monarcas, que extienden sus reinos a territorios afines por su geografía. Las nuevas
monarquías autoritarias intentan equilibrar lo medieval y lo moderno. Gran parte de las soberanías
autónomas del Medievo pasan a la Edad Moderna siempre que no sean un obstáculo al nuevo orden
monárquico. La monarquía autoritaria asume sus instituciones peculiares y las conserva, pero sin
generalizarlas, como Francia con Borgoña, Provenza o Bretaña. La política internacional activa obliga
a la creación de ejércitos permanentes, surgiendo el soldado profesional y el mercenario, sostenidos
por el Estado. El sistema está formado por un rey, una corte real, una administración de justicia, un
aparato gubernativo territorial y local, un aparato diplomático (para establecer leyes internacionales
civilizadas), y un ejército permanente.

30.6-Evolución política en Europa Occidental (s. XI-XV).


Imperio Germánico. En el s. XI-XII el partido reformista de la Iglesia perseguía el fin de la
simonía (compra de los cargos eclesiásticos) y la conversión del orden eclesiástico en algo ajeno y
superior a los laicos.
Bajo el emperador Enrique II (1039-1056) se investía a los obispos del imperio no sólo
mediante la cruz, sino también mediante el anillo, con lo que se les daba tanto la autoridad temporal
como la espiritual sustituyendo al Papa. Empieza entonces la llamada Querella de las Investiduras (s.
XI-XII), conflicto ideológico y político entre el Imperio y el Papado por la supremacía entre ellos y
sobre todo el catolicismo.
El conflicto se recrudeció entre el emperador Enrique IV y el papa Gregorio VII. El papa
redactó el Dictarus Papae (1075), condenado la investidura laica y fijando la teocracia pontificia.
Enrique IV reunió a los obispos alemanes en el Sínodo de Worms (1076) y les hizo deponer al papa.
Gregorio VII excomulga a Enrique IV, que responde saqueando Roma en 1084, muriendo el papa
poco después en Salerno. La lucha continúa en los pontificados de Urbano II (1088-1099) y Pascual II
(1099-1118).
En 1122 Enrique V proclama el Concordato de Worms. El emperador renuncia a la investidura
mediante la cruz y el anillo, pero tienen derecho a elegir a los obispos y concede los bienes
temporales. Sin embargo este conflicto renace periódicamente ya que emperadores (continuación del
Imperio desde los romanos a los alemanes) y papas (derecho de dominus mundi y de conferir al
emperador la espada y la corona) reclaman el poder absoluto.
El conflicto contribuyó a impedir la existencia de un poder fuerte tanto en Italia como en
Alemania, manteniéndolos en un estado de parcelación hasta el s. XIX. En Alemania fortaleció a los
príncipes enemigos de los emperadores, quienes buscaron el apoyo de las ciudades, que no apoyaban
la política imperial, y las clases populares, que eran demasiado débiles. La ausencia de un poder real
suficientemente rico obligó a los emperadores a fijarse en Italia, donde querían reclamar el pago de
derechos reales. Los emperadores fueron entonces absorbidos por los asuntos italianos y la
reconstitución del dominio alemán en el suroeste, dejando de lado los asuntos nórdicos.
El apogeo imperial se dio con Federico I Barbarroja (1150-1190), que fue el recopilador de las
teorías del poder imperial romano (Sacro Imperio Romano Germánico) y franco (Carlomagno) y se
preocupó por la renovación del Derecho Romano mediante la Escuela de Bolonia. Sin embargo chocó
con fuerzas hostiles al poder central en Alemania, teniendo por ejemplo que reconocer a Enrique de
León la posesión de los ducados de Sajonia y Baviera.
En el s. XIII Federico II (1210-1250) trata de dar impulso a la idea de imperio Universal
mediante argumentos jurídicos. Sin embargo su intención fue utilizar Alemania para intentar recuperar
Italia, donde reside casi toda su vida. La mayoría de emperadores despreciaron las fuerzas sociales por
lo que las ciudades de burgueses y mercaderes proyectan sus intereses en una empresa común en el
Norte fundando la Liga Hanseática (o la Hansa). En el Este las órdenes de los Portaespadas y
Teutónica fundan sendos Estados de monjes-caballeros, hasta que ambas órdenes se fusionan como
Orden Teutónica y uniendo sus territorios. En 1256-1273 con el trono imperial vacante los territorios
se centran en sí mismos, el Imperio entra en una profunda crisis de la que no sale hasta mediados del s.
XIV.
En el s. XIV-XV la casa de Austria realiza una hábil política matrimonial cuando el emperador
Maximiliano se casa con María de Borgoña, añadiendo a sus territorios (Austria, Bohemia, Moravia)
los de su mujer (Borgoña, Países Bajos, Flandes, Luxemburgo, Franco Condado). Después casa a su
hijo Felipe el Hermoso con Juana de Castilla (la Loca, hija de los Reyes Católicos), uniendo en Carlos
I de España y V de Alemania los territorios de Austria (y la corona imperial), Borgoña, Castilla y
Aragón.

Italia. En los s. XI-XII el conflicto entre Imperio y Papado favorece la ausencia de unidad
política y el nacimiento político de las ciudades. Tres poderes se repartían Italia. El Norte se hallaba
bajo dominio de los emperadores alemanes, aunque es muy débil y las ciudades terminarán siendo
formalmente independientes. El centro lo ocupa el Patrimonio de San Pedro, tierras que pertenecen al
Papado asentado en Roma. El Sur y noreste, restos de los dominios bizantinos, pasan a los lombardos;
más tarde el Sur pasa a los árabes, los normandos (s. XI), y luego los catalano-aragoneses con Roger II
(en 1127 domina el Sur de Italia y Sicilia); en el noreste se desarrolla Venecia, que termina dominando
esa zona. La mayoría de las ciudades italianas pertenecía al partido güelfo, enemigo del emperador, y
frente al poder estático y centralizado oponían el ideal de autonomía de las ciudades.
Siglos XIV-XV. Bonifacio VIII trata de recuperar el poder perdido del papado con la bula
Unam Sanctam (el poder espiritual pertenece a la Iglesia y el temporal debe actuar según sus órdenes).
Las querellas aumentan hasta que los reyes franceses permiten el Cisma de Occidente (1378-1417): el
Imperio Germánico, Italia, Inglaterra y Escandinavia reconocen a Urbano VI y sus sucesores de Roma;
Francia, Castilla, Navarra y Escocia reconocen a Clemente VII y sus sucesores de Aviñón. El
reconocimiento de ambos papas muestra también el alineamiento durante la Guerra de los Cien Años
(1328-1453). Para solucionarlo se convocó el concilio de Pisa (1409) elección de un nuevo papa
unitario y deposición de los dos enfrentados, pero no abdicaron así que hay tres papas. El fin llegó con
el concilio de Constanza (1414) abdicación de Gregorio VII y Juan XXIII y elección de Martín V,
pero Benedicto XIII el papa luna huyó sin abdicar a Peñíscola hasta su muerte. Como consecuencia
del cisma nacieron el conciliarismo (superioridad del concilio sobre el papa) y el galicanismo
(autonomía de la Iglesia francesa frente al centralismo papal, no reconocen la infalibilidad papal).
En las ciudades se pasa de la época comunal (gobierno de todos los habitantes como iguales) a
la señoría (régimen absoluto sancionado por aprobación popular), y luego al Principado (el pueblo
pasa de elector a súbdito y el señor a soberano). El poder se concentra en polos como Roma,
Florencia, Milán y Venecia.

Francia. La afirmación del poder real en el s. XI-XII es más lenta que en Inglaterra pero evita
mejor los retrocesos. La estabilidad de la monarquía se basó en que los soberanos tuvieron
descendientes masculinos directos y en que coronaban a sus sucesores cuando aún vivían. Felipe II
Augusto sustituyó el título de rey de los francos por el de rey de Francia.
En el s. XIII Felipe Augusto arrebata a los ingleses sus territorios franceses, salvo Aquitania y
Guyena; además crea funcionarios encargados de justicia y finanzas. Felipe IV el Bello (1286-1314) o
el Hermoso se rodea de consejeros educados en derecho romano, especializa la curia real, organiza el
Parlamento y disuelve la Orden del Temple confiscando sus bienes. En 1302 el papa Bonifacio VIII
redacta la bula Unam Sanctam en la que recuerda las teorías teocráticas pontificias. El emisario de
Felipe IV el Bello insulta y detiene al papa, independizando el poder temporal o público de la Iglesia.
Tras Felipe Augusto y Felipe IV el Bello la monarquía quedó muy fortalecida y sus cuatro inmediatos
sucesores ampliaron el dominio real y aseguraron las fronteras.

Inglaterra. En los s. XI-XII tras la conquista de Guillermo de Normandía en 1066 la


monarquía se beneficia de tres factores: la herencia anglosajona (ejército nacional, impuesto público o
danegeld, excelente administración financiera), la tradición normanda (el feudalismo normando
proporciona una fiel caballería), y la base conquistada (todos sus súbditos son propietarios de una
parcela y juran lealtad al monarca). Constituye un señorío real con unas rentas estables.
A la muerte de Guillermo se inician las querellas dinásticas, que acaban con el matrimonio de
Matilde (nieta de Guillermo) con Godofredo Plantagenet. Los monarcas ingleses mantuvieron sus
territorios franceses y los ampliaron mediante matrimonios. El restaurador de la nueva monarquía es
Enrique II Plantagenet, que se encuentra con la injerencia del papado. El arzobispo de Canterbury,
Thomas Beckett, se opone a la política real, siendo asesinado en 1170 por caballeros de la casa real. El
papado impone al rey una dura penitencia que deteriora su prestigio. Enrique se casa en segundas
nupcias con Leonor de Aquitania, reuniendo bajo su corona casi la mitad de Francia: Aquitania, los
dominios angevinos (casa de Anjou) y Normandía. Su sucesor Ricardo Corazón de León (1189-1199)
preocupado por la cruzada no vivió casi nunca en Inglaterra.
En el s. XIII Juan Sin Tierra (1199-1216) se enfrenta a los barones (nobleza) por el poder
absoluto de la monarquía, hasta que en 1215 tiene que firmar la Carta Magna que limita el poder real
en beneficio de las libertades y privilegios de la Iglesia y los barones. Veinticinco barones elegidos
vigilan la aplicación de la carta y denuncian los abusos reales. Es el remoto nacimiento de las
libertades inglesas.
El Parlamento nace cuando la pequeña nobleza rural, la burguesía mercantil y los artesanos,
organizados por condados y ciudades y encabezados por Simón de Monfort, inician un movimiento
para limitar el poder real mediante los parlamentos. Eduardo I admite en 1295 el modelo del
Parlamento, y en 1297 admite no elevar los impuestos sin consentimiento del Parlamento.

Inglaterra y Francia s. XIV-XV: la Guerra de los Cien Años (1328-1453). Los reyes ingleses
mantenían las posesiones francesas heredadas de Guillermo de Normandía, ampliándolas mediante
matrimonios hasta dominar la mitad de Francia, además de ser parientes de los reyes franceses. Por
ello al morir el último rey Capeto, Carlos IV en 1328, el rey inglés Enrique III se consideró heredero
natural del trono francés. Para evitarlo los franceses entronizaron a la dinastía Valois con Felipe VI
(1328-1350), con lo que empezó una guerra por el trono de Francia que también implicó a otros países
aliados de uno y otro bando.
Pese a los esfuerzos de Felipe Augusto y sus cinco inmediatos sucesores la hacienda francesa
era precaria y el poder regio se había debilitado antes del conflicto. Inglaterra por el contrario, pese a
ser más pobre y menos poblado, tenía una hacienda saneada, el ejército había superado la fase feudal y
funcionaba un Estado muy próximo a un Estado Moderno.
El conflicto tiene tres fases. En 1338-1380 Francia cayó en el desorden y las revueltas
campesinas, mientras los ingleses tenían la iniciativa, con batallas como Crécy (1346), situación que
se mantuvo todo el periodo. El rey francés Carlos V con el apoyo de Bertrand du Guesclin consigue
mantenerse y forzar una tregua.
En 1380-1422 Francia entra en una guerra civil en el reinado de Carlos VI entre borgoñones
(partidarios del duque de Borgoña Juan Sin Miedo, aliado de Inglaterra, buscaba la independencia de
sus dominios) y los armagnacs (partidarios del duque de Orleans, mantenimiento de la unidad, el
poder real y la independencia de Francia frente a Inglaterra). Por el tratado de Troyes los borgoñones
fuerzan a Carlos VI a reconocer como sucesor al rey inglés, pretensión reforzada por la superioridad
inglesa mostrada en batallas como Agincourt (1415).
En 1415-1453 los ingleses empiezan dominando con victorias como Agincourt (1415). Francia
se reorganiza entorno al delfín (príncipe heredero) Carlos y Juana de Arco, que logran el fin del
enfrentamiento con los borgoñones, la coronación de Carlos VII (1429) y una sucesión de victorias
sobre los ingleses. En 1453 Francia ha expulsado a los ingleses de su territorio, sólo conservan Calais
(recuperada en 1559).
Este conflicto no sólo fue un choque entre dos mundos. Francia se descubre a sí misma como
nación, los dominios reales son la mitad del reino, la autoridad real se ha consolidado la guerra le es
desfavorable (pues debe pedir dinero y recursos a los señores feudales) favorable (la polarización de
esfuerzo militar crea una base para que la monarquía se enfrente al poder feudal). Tras esta guerra
Francia debe actuar en el Este para limitar el poder del duque de Borgoña Carlos el Temerario,
incorporando Luis XI a sus dominios reales Picardía, Artois y el Franco Condado.
Inglaterra al perder sus dominios continentales se repliega en sí misma y se presentará en el
futuro con renovada fuerza; sufre una guerra civil, la Guerra de las Dos Rosas (1455-85) entre las
casas de Lancaster y York por heredar el trono a la muerte sin hijos del débil Enrique VI. Prevalece sin
embargo la dinastía Tudor desde Enrique VII (1485-1509). Los Tudor Enrique VIII e Isabel I (la reina
virgen) frenan los intereses feudales y el poder del Parlamento (la representación feudal cerca del
monarca), haciendo del s. XVI un periodo compacto de poder monárquico.

30.7-Conclusiones.
El tema permite conocer el pasado histórico de las principales naciones europeas y el proceso
por el que se conformaron y adquirieron su carácter nacional. Desde el punto de vista curricular este
tema se analiza en 2º de ESO en el estudio de la Historia Antigua.

Tema 31. La Península Ibérica en los siglos XIV-XV.

31.1- Introducción.
Este tema abarca el periodo de historia peninsular conocido como los cinco reinos, cuatro
cristianos (Castilla, Aragón, Navarra y Portugal) y uno musulmán (Granada). En este momento se dio
una crisis demográfica, económica y militar que paralizó la reconquista hasta el fin del periodo
(Granada 1482-92), en parte también por las guerras entre reinos cristianos y los conflictos sociales
internos. La regresión demográfica se debió al desequilibrio entre población y producción alimenticia,
lo que produjo una población débil incapaz de resistir la Peste Negra. Hubo un fuerte descenso
demográfico en el s. XIV que se fue recuperando lentamente en el s. XV. Castilla fue el reino que
mejor y más rápido se recuperó, lo que contribuyó a su supremacía en el s. XVI.

31.2- La Corona de Castilla.


Pese a la crisis general del s. XIV se fortalecieron las estructuras económicas y, a la vez que se
fortaleció el poder real, se consolidó una jerarquía nobiliaria. La economía agropecuaria castellana se
recuperó mejor de la crisis, sosteniendo el esfuerzo que hizo al reino la primera potencia peninsular en
el s. XVI.
Demografía. Hacia 1300 Castilla tenía 4,5 millones de habitantes, creciendo hasta los 5
millones a fines del s. XV. La distribución era irregular, y si bien antes de la crisis predominaba la
meseta, a su fin se fortalecen las regiones cantábricas y Andalucía.
La escasez de alimentos ya había provocado epidemias en el s. XIV, pero nada comparado a la
Peste Negra que sacudió el reino en 1349-50 (brote principal), 1363-64 y 1380. En el s. XV se dieron
otros brotes, pero más locales y menos virulentos.
El s. XV supuso la recuperación demográfica, con noticias de nuevas roturaciones en todo el
reino, mientras los núcleos urbanos se expanden tanto intramuros como extramuros. Se mantuvo una
buena relación hombre/tierra, con densidades aceptables para una agricultura poco tecnificada.

Economía y Sociedad. La economía era agropecuaria, pero mientras la agricultura se mantuvo


estancada, la ganadería, sobre todo la ovina, conoció una expansión sin precedentes en el s. XIV
debida a: la introducción en 1300 de la oveja merina (norteafricana, buena lana apreciada
internacionalmente), el descenso de población favoreció la ganadería trashumante (necesitaba menos
hombres y aprovechaba tierras marginales), la Guerra de los Cien Años (1328-1453;
desabastecimiento de lana de Flandes e Inglaterra), el Concejo de la Mesta (creado por Alfonso X en
1273 para defender los intereses de los productores de lana, tiene un poder creciente).
La población de ovejas creció de 1,5 millones en el s. XIV a 5 millones en el XV. El poder
financiero de la Mesta (cobro de servicios, montazgo y derechos de paso) acrecentó su poder. La
economía se basó en la exportación de lana e importación de manufacturas.
El utillaje agrícola era arcaico y los rendimientos bajos y sometidos a fuertes oscilaciones
según las condiciones meteorológicas. Los cultivos básicos eran los cereales (sistema de año y vez) y
vid, la expansión al sur incorporó otros como olivo y arroz. A las malas cosechas y la peste se sumó la
guerra civil entre Pedro I el Cruel y Enrique II de Trastámara, que asoló el campo. El s. XV fue de
recuperación con nuevas roturaciones, abandono de tierras marginales, organización del campo en
hojas de cultivo, especialización de los cultivos.
Las actividades artesanales eran variadas pero sólo tenían difucsión local o regional. El
principal sector era el textil, con paños toscos de la industria rural meseteña y paños mejores en las
urbes del sur. Su expansión fue frenada por la falta de proteccionismo que fomentase las manufacturas
del reino.
El tráfico mercantil creció desde el s. XIII por el comercio internacional de la lana castellana.
Burgos era el centro recolector de la lana, que era exportada por Santander y Bilbao junto con hierro,
vino y aceite, mientras se importaban paños de calidad, manufacturas, etc. Sevilla comercializaba los
productos de la cuenca del Guadalquivir y se importaban objetos de lujo. Se crearon ferias
internacionales (Mérida, Badajoz, Medina del Campo) y se crearon bancos en las principales ciudades.
La sociedad se estructuró según criterios económicos y sociales en dos grandes grupos:
dominante (realeza, alta nobleza, pequeña nobleza de hidalgos y caballeros, burguesía) y dominados
(clases populares rurales y urbanas). Las rentas nobiliarias decayeron por la crisis, pero lo
compensaron con privilegios concedidos por los Trastámaras, el establecimiento del mayorazgo, y los
señoríos en los que actuaban como soberanos. De igual forma actuaban las Órdenes Militares, los
prelados y los abades.

Desarrollo político e institucional. Castilla participó en el proceso del s. XIII-XV de


fortalecimiento del poder real. A partir del derecho común los Trastámara crearon un sistema
institucional para fortalecerse: Consejo Real (1385, órgano asesor del monarca), Audiencia (1371,
órgano supremo de justicia), Hacienda (saneada y evolucionada para costear las nuevas necesidades).
El s. XIV fue el apogeo de las Cortes de Castilla y León, que se reunían conjuntamente con
frecuencia y jugaron un gran papel político. El s. XV fue la decadencia debido al desinterés de
magnates y alto clero, quedando reducidas a votar los subsidios a la Corona. Las villas y ciudades del
reino crearon la Hermandad General (1315) como fuerza militar y política con la que defenderse de los
intentos nobiliarios de controlarlas, pero Alfonso Xi la consideró un obstáculo al poder real y la
suprimió. Cualquier incidencia en la institución monárquica (minorías de edad, disputas dinásticas,
etc.) era aprovechada por los nobles para crear bandos opuestos que conseguirían privilegios por el
apoyo prestado a su candidato.
Pedro I el Cruel (1350-1369) continuó el reforzamiento monárquico iniciado por su padre
Alfonso XI, lo que provocó una guerra entre sus partidarios (unos pocos nobles y la burguesía urbana)
y Enrique Trastámara (bastardo de Alfonso XI, apoyado por la nobleza). La guerra asoló Castilla hasta
la victoria de Enrique II (1369-79). Pese a los privilegios concedidos por los Trastámara a la nobleza,
el fortalecimiento del Estado y la centralización fueron las dos constantes de esta dinastía.
Enrique II y Juan I (1379-90) concedieron todo tipo de mercedes a la nobleza. Juan II (1406-
54) vivió un nuevo enfrentamiento con la nobleza, que logró imponerse al rey. Enrique IV (1454-74)
realizó reformas económicas (apoyo a la industria textil) y sociales, y conquistó varias ciudades a
Granada. Sin embargo el final de su reinado vio una nueva guerra civil entre su hija Juana la
Beltraneja (casada con el rey de Portugal y apoyada por parte de la nobleza castellana) y su hermana
Isabel de Castilla (casada con Fernando de Aragón, heredero al trono de Aragón, y parte de la nobleza
castellana). La victoria de Isabel y su esposo Fernando de Aragón supuso el inicio de un reinado que
sometió políticamente a la nobleza.
El reinado de los Reyes Católicos participó de elementos medievales y modernos,
modificando lentamente la herencia recibida y ampliándola con nuevos horizontes culturales y
políticos. Durante este reinado se dieron grandes acontecimientos: unión dinástica de Castilla y
Aragón, decreto de expulsión de los judíos y moriscos, Guerra de Granada (1482-92), viaje de Colón y
Descubrimiento de América (1492), etc.

31.3- La Corona de Aragón.


No constituía un reino centralizado, sino un grupo de reinos autónomos gobernados por un
monarca que a la vez lo era del conjunto y de cada uno de ellos: Aragón, Valencia, Mallorca (desde
1343) y el Principado de Cataluña.

Demografía. La población se recuperó durante el s. XV, salvo en Cataluña donde se siguió


perdiendo población. 1333 fue el mal any primer, comienzo de la primera crisis demográfica y que
afectó sobre todo a Cataluña, continuada por la Peste Negra (1348). Consecuencia de la peste fue el
asalto a las juderías en toda la corona. La ciudad de Valencia en el s. XV se convirtió en un gran
centro económico, lo que aumentó su población.

Economía. Se sustentaba principalmente en la agricultura, sobre todo en Aragón aunque la


valenciana producía más por su suelo y los sistemas hidráulicos árabes, complementada por la
ganadería trashumante, aunque no fue tan poderosa como en Castilla. Cataluña, Valencia y Mallorca
además contaban con un poderoso comercio que vendía los productos de su artesanado industrial
(textiles, tintes, muebles, cerámica, platería, etc.).
La expansión comercial de la corona en el Mediterráneo fue obra catalana, pues Aragón no
tuvo un comercio activo, Valencia era elemental y Mallorca decreció tras unirse a la corona. Cataluña
creció por la expansión político-militar de la corona en el s. XIII, el desarrollo de una burguesía activa,
el crecimiento de la industria pañera, una marina poderosa e instrumentos técnico-comerciales
(consulados en los puertos, letras de cambio, sociedades mercantiles, seguro marítimo, el Llibre del
Consolat de Mar o primer código comercial del Mediterráneo). Las rutas comerciales recorrían el
Mediterráneo y la zona atlántica, donde chocaron con los portugueses. La crisis demográfica, la guerra
civil y las de la corona, y el avance turco frenaron el avance catalán.

Política e Instituciones. El poder monárquico fue menos autoritario que en el resto de renos,
pues se basó en el pacto feudal. El monarca era soberano de cada territorio y del conjunto de ellos.
También existían instituciones comunes (Pedro IV): Gobernador General (delegado del poder real,
antes procurador general, virrey desde el s. XV; solía ser de la familia real), Justicia (árbitro entre el
rey y la nobleza), Cancillería (asesoría del rey) y Hacienda.
Aragón Cataluña y Valencia tenían Cortes propias e independientes, que podían ser reunidas
en Cortes Generales. Fueron el instrumento defensor de los intereses particulares de los reinos con una
gran labor legislativa. Para asegurar el cobro y uso de los impuestos se creó la Diputación, llamada
Generalitat en Cataluña, donde adquirió gran poder y llegó a sublevarse y ofrecer el principado a
varios candidatos.
La crisis del s. XIV no detuvo la expansión. Jaime II (1291-1327) adquirió Córcega y Cerdeña
(lo que le enfrentó a Pisa y Génova), y el nombramiento de su hermano como rey de Sicilia permitió
utilizarla como base de nuevas acciones.
Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387) se enfrentó a la revuelta nobiliaria en Aragón y
Valencia por sus reformas institucionales, así como a una guerra con Castilla. Fue sucedido por sus
hijos Juan I y Martín I el Humano, cuyas muertes sin descendencia provocaron un problema sucesorio.
Aragón y el papa Benedicto XIII apoyaban a Fernando de Antequera (Trastámara), Cataluña apoyaba
a Luis de Anjou, Valencia y nobleza pirenaica apoyaban a Jaime de Urgel. Elegidos nueve
compromisarios (tres por reino) y reunidos en Caspe eligieron al Trastámara, lo que introdujo el
autoritarismo monárquico de esta dinastía castellana.
Fernando I es sucedido por Alfonso el Magnánimo, que conquista Nápoles y Sicilia pero no
puede evitar los conflictos sociales que provocan una guerra civil. Juan II y su hijo Carlos, príncipe de
Viana, se enfrentan por la sucesión de Navarra. El rey cuenta con los payeses de remensa (contra la
nobleza laica y eclesiástica) y a la Busca (contra la burguesía urbana barcelonesa), mientras a su hijo
le apoyan nobleza y burguesía. El rey apresa a su hijo, las Cortes en Lérida exigen su liberación y
empieza una década de guerra civil.

31.3-El Reino de Navarra.

Tiene un papel secundario por su pequeña extensión, sus escasos recursos, su lejanía de la
reconquista y su posición le hace estar en órbita francesa.

Demografía. Además del hambre y la Peste Negra, Navarra fue sangrada por las guerras con
Castilla.

Economía y sociedad. Navarra está estancada en una agricultura insuficiente para alimentar a
su población, con comercio y artesanado muy reducidos. Estructura de la población:
• 50% campesinos.
• 20% francos con situación jurídica privilegiada.
• 15% hidalgos.
• El resto eran nobles, clérigos, musulmanes y judíos.

Política. Los frecuentes cambios dinásticos y las continuas guerras impidieron que se
consolidara el poder real. Los principales órganos fueron el Consejo Real (asesor del rey), la Cámara
de los Comitos (la Hacienda real), y la Cort (tribunal de justicia). Las Cortes, integradas por nobleza,
alto clero y las buenas villas, decidieron vigilar a los reyes extranjeros que gobernaban el país, e
instauró un pactismo por el que el monarca debía jurar los fueros y aceptar limitaciones a su poder.
A principios del s. XIV gobernaron monarcas franceses, quienes tras la crisis sucesoria de
1328 (Juana II y Felipe de Evreux) tomaron medidas que agradaron a los navarros. A la muerte de
Blanca heredó su hijo Carlos, príncipe de Viana, que se enfrentó a su padre Juan II de Aragón, lo que
dividió el reino en dos facciones y provocó la guerra civil, a la par que la aragonesa. Finalmente
heredó Leonor, hija de Juan II y Blanca de Navarra. Navarra empieza entonces un proceso de
desintegración que será frenado pro su conquista por Castilla en 1492.

31.4-El Reino de Portugal.


Nacido como condado a mediados del s. XI se independizó como reino en 1143 con Alfonso
Enríquez.
Economía y Sociedad. La crisis económica y demográfica fomentó el aumento del ya
poderoso comercio portugués con África: esclavos, trigo magrebí, conquista de tierras para la caña de
azúcar, comercio de especias, oro (primero intercambio, luego explotación directa.
Las especias le hicieron rivalizar con la Corona de Aragón. Para imponerse buscaron eliminar
intermediarios con expediciones el s. XV para buscar el camino a la India. En 1498 Vasco de Gama
llegó al puerto de Calicut y aumentó los beneficios.
El grupo social más activo en el s. XIV fue la burguesía comercial, en gran parte porque la
nobleza tradicional hubo de exiliarse por su apoyo a los Trastámara en la batalla de Alfubarrota
durante la crisis dinástica de fines del s. XIV. Por ello apareció una nueva nobleza de origen burgués.

Política. Acabada la reconquista los monarcas se centraron en imponerse a la nobleza y la


Iglesia. Don Dionís (1279-1325) promovió la cultura (fundación de la Universidad de Lisboa) y se
apoyó en el pueblo para afianzar la monarquía, obra continuada por Alfonso IV al limitar la autonomía
de los concejos.
Al morir Fernando I sin hijos varones debería sucederle su hija Beatriz, apoyada por la
nobleza y casada con Juan I de Castilla, pero algunos nobles, la burguesía, el pueblo e Inglaterra
apoyan a Juan de Avís. En la batalla de Alfubarrota Juan de Avís derrota a los castellanos y la nobleza
portuguesa, coronándose Juan I e iniciando la dinastía Avís. Juan I y su hijo Enrique el Navegante se
apoyan en la nueva nobleza de origen burgués para expandir su dominio marítimo, que actuaba como
elemento armonizador que permitía fortalecer el poder real sin luchas nobiliarias. Su expansionismo
llevó a firmar tratados con Castilla: Alcaçovas (señala los dominios portugueses en la costa africana),
Tordesillas (tras el Descubrimiento de América).

31.5-El Reino Nazarí de Granada.


Tras la derrota almohade en las Navas de Tolosa, sus territorios se descompusieron en
múltiples reinos. Muhammad I (1240-1273) unificó varios territorios en el único reino musulmán que
resistió gracias al relieve accidentado, el potencial humano, la rica economía, su habilidad
diplomática, el apoyo de los meriníes norteafricanos y los conflictos internos de Castilla.

Demografía. Sufrió la Peste Negra, pero se mantuvo gracias a la llegada desde el s. XIII de
musulmanes emigrados del resto de la Península y del norte de äfrica.

Economía y sociedad. Contaba con una rica agricultura (abundante mano de obra, técnicas
hidráulicas, diversificación: cereales, viñas, hortalizas, frutas, azafrán, azúcar, lino, etc.), artesanía
floreciente (sobre todo la seda) y comercio desarrollado (con todo el islam, la Corona de Aragón,
ciudades italianas). También tenía ganadería trashumante y apicultura.
Religiosamente se dividían en musulmanes (casi todos bereberes), judíos y cristianos (casi
todos cautivos de guerra, pero también mercaderes catalanes e italianos).

Política. El emir (luego sultán) era el cargo principal del Estado y jefe espiritual. Las luchas
internas (asesinatos, usurpaciones, etc.) y la amenaza castellana marcaron el reino. El segundo cargo
era el visir, cuyos amplios poderes provocaron intrigas para ocuparlo. La administración se centralizó
en la Alhambra. El tributo anual a Castilla influyó en las fuertes cargas fiscales de los granadinos.
La primera mitad del s. XIV se dio una crisis en que se sucedieron numerosos emires que
hubieron de enfrentarse a la ofensiva castellana por el Estrecho. El conflicto terminó con la conquista
castellana de Algeciras (1344) y el inicio del segundo reinado de Muhammad V (1326-91), periodo de
máximo esplendor de Granada.
A principios del s. XV se dio una nueva crisis que no pudo superarse. Las disputas internas
entre la familia Abencerrajes, los clanes nobles, el sultán, su hermano Al Zagal y su hijo Boabdil
crearon una guerra civil endémica, que aprovecharon los Reyes Católicos para facilitar su conquista
(Guerra de Granada 1482-92).
31.6-Los Conflictos Sociales.
La Corona de Castilla. Su origen es la intensificación del poder señorial y las arbitrariedades
del mismo. Aunque se dieron en todo el reino, los dos más importantes fueron el de los clanes
nobiliarios vascos y el movimiento irmandiño en Galicia.
Las luchas entre los clanes nobles vascos de Oñacinos y Gamboinos agravaron la situación del
pueblo, cuya hostilidad estalló en revueltas antiseñoriales como la de Oñate (1388) o la Hermandad de
Vizcaya (1390).
En Galicia los abusos cometidos por los señores desde sus fortalezas provocaron el
descontento de las ciudades, a las que se sumó un campesinado cuyas condiciones de explotación se
endurecieron. La revuelta de los irmandiños (1467-70) obligó a la nobleza a huir de Galicia, pero
desde 1469 la reacción nobiliaria cercó al movimiento hasta rendirlo. A la derrota irmandiña
contribuyó la clarificación de la sucesión del reino por el Pacto de los Toros de Guisando, en el que
Enrique IV reconoce heredera a su hermana Isabel en detrimento de su hija Juana la Beltraneja.

La Corona de Aragón. Los tres conflictos más importantes fueron el campo catalán (payeses),
la ciudad de Barcelona (la Busca y la Biga) y el problema foráneo de Mallorca.
La crisis demográfica catalana permitió que los campesinos (payeses de remensa) ocuparan
tierras libres con rentas bajas, pero los señores quisieron asegurar sus ingresos aumentando la
vinculación a la tierra, los malos usos y las rentas. Los payeses acomodados buscaron un pacto
mediante el arbitraje del rey, pero los más pobres iniciaron la lucha armada. Alfonso V el Magnánimo
creó el Gran Sindicato Remensa (1448) y ratificó la Sentencia Interlocutoria (1455), que satisfacía a
los payeses, pero los señores la rechazaron.
El esplendor de Barcelona en los s. XIII-XIV hizo que la burguesía fuera desplazando al resto
de la ciudadanía del Consell de Cent (Consejo del Ciento, principal órgano municipal). Se formaron
dos bloques socio-económicos: la Biga (patriciado urbano y mercaderes importadores) y la Busca
(mercaderes exportadores, menestrales, pueblo en general). La Busca pedía medidas proteccionistas
para beneficiar al sector textil y mayor democracia del poder. La Biga se negó para mantener su poder
y sus ingresos. La monarquía apoyó a la Busca para debilitar el poder nobiliario, entregándole el poder
en 1453-60, pero la reacción de la oligarquía fue ejecutar a los líderes de la Busca. Fernando el
Católico acabó con los monopolios instaurando un sistema de sorteo para la elección de cargos.
Los dos conflictos catalanes (el campo y la capital) desembocaron en una guerra civil entre
Juan II y los clanes nobiliarios, que arrasó el principado y retrasó la recuperación de la crisis
demográfica. Los conflictos finalizaron con Fernando el Católico, quien promulgó las soluciones. La
Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486) garantizó la libertad de los payeses, el fin de los malos usos, y
el pago de las rentas y derechos señoriales. La Constitución de la Observanza instauró un pactismo
moderado que obligaba al rey a jurar los fueros del principado, pero le permitía intervenir en el
gobierno de la Generalitat y del Consell de Cent.
El problema foráneo de Mallorca nació de la hegemonía que la ciudad de Palma ejercía sobre
el resto de la isla, a lo que los municipios foráneos exigieron igualdad en el Gran Consejo General de
la isla y una mejor distribución de los impuestos. Fue precedida por el malestar de los menestrales de
la capital que lleva a altercados en 1325 y el asalto a la aljama judía en 1391. En 1450-52 los
campesinos y el pueblo llano toman la isla debido a las malas cosechas, el endurecimiento de las
condiciones del campo, y el embargo de los bienes del clero mallorquín por negarse a pagar el
impuesto de la Corona. La radicalización del movimiento, que llegó hasta Menorca, aparta a las clases
acomodadas y provoca la intervención de Alfonso V el Magnánimo, cuyas tropas lo sofocan sin
dificultad. En 1463 hubo otro intento de sublevación que fue sofocado sin miramientos.

Las minorías religiosas. Musulmanes y judíos convivían pero en situación de marginación


recluidos en morerías y aljamas, y soportando un progresivo aumento de la hostilidad. Los mudéjares
fueron pocos en Castilla, dedicados a agricultura y artesanía, y fueron empequeñeciendo por
conversiones y emigración. En Aragón (Aragón y Valencia) fueron muy numerosos, sobre todo entre
el campesinado ligado a la nobleza o la Iglesia.
Los judíos fueron más influyentes, dispersos en ciudades y villas (Toledo, Sevilla, Barcelona,
etc.), y llegando algunos a ocupar altos cargos del Estado. El antisemitismo se nutrió de todas las
catástrofes: hambres, pestes, malas cosechas, etc., llevando a persecuciones, destacando la de 1391.
Las persecuciones, la emigración, las predicaciones como San Vicente Ferrer y la legislación antijudía
acentuaron las conversiones. Los Reyes católicos obtuvieron en 1478 del Papa Sixto IV la Inquisición
para luchar contra los falsos conversos, y el 1492 decretaron la expulsión de judíos y moriscos de
todos sus reinos.

31.7-Diversidad cultural.
Se suele caracterizar el Medievo español como la España de las Tres Culturas. Américo
Castro sitúa en este momento el nacimiento de la idea de España, nacida del choque de culturas no
como unidad, sino como diversidad y convivencia. Antonio Domínguez rechaza esta idea al señalar
que la convivencia es más un mito, ya que la realidad era de choque y enfrentamiento, aunque sí se
dieron episodios de intercambio y colaboración.

Desarrollo cultural y literario. Se observa una influencia creciente de las clases urbanas, como
la burguesía, pero donde ésta era demasiado joven, como en Castilla se centró en el mecenazgo
nobiliario.
En Castilla destacan en el s. XIV don Juan Manuel (reflejo social de los poderosos), el
arcipreste de Hita (describe el mundo sensual popular en el Libro del Buen Amor) y López de Ayala.
En el s. XV penetra el Humanismo con Juan de Mena o el marqués de Santillana, mientras aparece un
arte popular reflejado en las Coplas del Provincial.
La Corona de Aragón fue el punto de penetración del Humanismo en la Península, creando
una floreciente cultura en lengua catalana, como Bernat Metge o Ausias March en el s. XV. En
Mallorca destacó su importante actividad cartográfica.
El Reino de Granada continuó la tradición cultural y artística musulmana, con grandes
escritores del género epistolar o la poesía (Ibn Zamrak).

Culminación del arte gótico. En el s. XIV-XV la arquitectura gótica no aportó novedades, pues
había agotado sus posibilidades técnicas. Lo más destacable es el desarrollo de la ornamentación,
sobre todo el gótico hispano-flamenco del s. XV, así como la independencia de la escultura del marco
arquitectónico.
En el s. XIV Aragón fue el reino más constructor, destacando las catedrales de Palma de
Mallorca y Barcelona, la Lonja, etc. En escultura destaca el sepulcro de Santa Eulalia de la catedral de
Barcelona o los enterramientos reales de Santes Creus y Poblet. La pintura tiene influencia francesa,
representando figuras melancólicas y estilizadas.
En el s. XV destacó Castilla con el gótico flamígero de la catedral de Sevilla, la catedral de
Burgos (Juan de Colonia), y San Juan de los Reyes de Toledo en Toledo (Juan Güás). En escultura
destacan la imagen de la Virgen Blanca (s. XIV) de la catedral de Toledo.
En Portugal el momento más activo es el reinado de Miguel el Afortunado (s. XV, estilo
manuelino), que mezcla elementos hispano-flamencos y mudéjares, con decoración heráldica y
marítima. En escultura destaca la funeraria, como el sepulcro de Pedro e Inés de Castro.

La tradición mudéjar. Fue fruto de la convivencia de cristianos y musulmanes. Se caracteriza


por el uso de materiales pobres, sobre todo ladrillo, ocultos por una gran ornamentación. En Castilla
destacan la Sinagoga del Tránsito en Toledo y el Alcázar de Sevilla. En la Corona de Aragón fue muy
intenso, habida cuenta de la gran cantidad de musulmanes, con edificios decorados dentro y fuera, con
airosas torres que combinan ladrillo y cerámica vidriada como San Martín y el Salvador en Teruel.

El arte nazarí. El mayor ejemplo es la Alhambra de Granada (s. XV). La humildad de


materiales se oculta en una fastuosa decoración de yesos, cerámica vidriada, bóvedas de mocárabes,
lazos e inscripciones. Se integra la naturaleza mediante el espacio exterior y con la inclusión interior
de jardines, surtidores, estanques, etc. Otra obra de este periodo es el Generalife.
31.8-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de ESO en el estudio de la
Historia Antigua.

Tema 35. El pensamiento político moderno: Humanismo (XV-XVI), Absolutismo (XVII),


Ilustración (XVIII).

35.1- El pensamiento político en el Renacimiento.

El Humanismo Cívico. Nace en el s. XV de la lucha por la libertad del pueblo florentino frente
a los Visconti, siendo una filosofía de participación política. Sus principales figuras son León Battista
Alberti y Leonardo Bruni.
Incide en el ideal de libertad, como independencia y autogobierno, y su conservación.
Concluyen que los hombres son los únicos responsables de lo que les ocurra. Pese a su preferencia por
el modelo republicano, el triunfo del despotismo los hizo pragmáticos y aceptar el modelo principesco
para mantener el orden y la seguridad mediante la virtud.

Maquiavelo. Destacan sus obras El Príncipe (1513) y Discursos sobre la primera década de
tito Livio (1519). El príncipe no alcanza la gloria con la sola virtud, necesita una fuerza militar eficaz y
combinar diplomacia y coacción. La política es independiente de la moral (El fin justifica los medios).
Siendo republicano acepta la monarquía.
El Príncipe es un método de acción política. Describe los recursos del príncipe para conseguir,
aumentar y conservar el poder. Existe la maldad humana y una Fortuna incontrolable, pero usando
fuerza, astucia y leyes el príncipe prevalece.
Toda su obra se resume en tres principios políticos. Es un arte racional que recoge datos
mediante experiencia. Es un arte positivo, pues rechaza la contradicción entre valores y fines (El fin
justifica los medios). Es independiente de la religión, que solo es un instrumento de poder y cohesión
social.

El Humanismo fuera de Italia. La razón de Estado es el abismo entre Maquiavelo y los


humanistas del norte, que sólo la admiten en beneficio de la comunidad y sin violar la justicia. Oponen
el bien común al individualismo, y las virtudes cristianas al interés de los poderosos.
Tomás Moro. Humanista inglés, jurista y diplomático. Expresa sus ideas en Utopía. Critica la
situación política y social europea, concluyendo que todo el sistema es malo. El Estado no sería el
interés de una clase concreta, sino un medio para conseguir una sociedad igualitaria basada en la
justicia. La moral y la ética primarán sobre la fuerza. Solo admite la guerra defensiva, preventiva o la
ocupación colonial para liberar presión demográfica, asegurar materias primas o liberar a los
oprimidos de otros países.
Erasmo de Róterdam. No es un jurista sino un moralista, centrado en la crítica de las
crueldades y abusos de los gobernantes. En su La educación del príncipe cristiano reprueba la guerra,
la brutalidad y la mentira de los príncipes laicos y eclesiásticos. El orden evangélico debe basarse en la
virtud del príncipe cristiano.
Martín Lutero. Su teología implica un cambio político, al reducir la iglesia a una congregación
de fieles e independizar el poder temporal. El poder proviene de dios así que el príncipe debe procurar
la verdad y la paz. Si el príncipe es indigno o tiránico se debe a los pecados del pueblo así que es
voluntad de dios.
Juan Calvino. Su teología inspira su política. Todo nace de dios y nada ocurre sin su voluntad.
La sociedad proporciona civilización, paz y justicia, siendo el poder un elemento protector y educador.
Como el poder deviene de dios los gobernantes deben ser en todo momento obedecidos aunque sean
tiranos, salvo que ordenen algo que desafíe la voluntad de dios, en cuyo caso será lícito el tiranicidio.

La respuesta teológica católica. Se opone tanto al reformismo como al humanismo. El


maquiavelismo no tiene sentido dentro de la moral católica.
Teólogos como Luis de molina o Francisco Suárez atacaron a Lutero. Defendieron que los
poderes temporal y espiritual son distintos, cada uno superior en su orden para conseguir su fin. Pero
al ser el fin de la Iglesia superior debe anteponerse al poder temporal.
El Estado forma parte del orden natural según la voluntad de dios. La soberanía del Estado se
da según derecho natural, aunque su definición depende de la libertad humana. Así reconocen la
soberanía popular y la libertad para elegir régimen, pero sin dudar de la monarquía como el mejor
gobierno posible.
El monarca ejerce el poder por una delegación irrevocable que le confiere la soberanía para
siempre. Su único límite es el bien común, al estar subordinado a la ley. Si el rey es un tirano merece
ser resistido.
Jean Bodin en sus Seis libros de la República (1576) defiende el absolutismo rechazando el
derecho a la resistencia. La monarquía fuerte es la única forma de recuperar la unidad y la paz
perdidas en Francia en las guerras de religión. Se aproxima a Lutero al declarar que no se puede
atentar contra el soberano aún cuando sea indigno. Introduce por tanto el concepto de soberanía
absoluta y se anticipa a los teóricos del absolutismo.

35.2- Pensamiento político del Absolutismo.

El s. XVII está definido por una crisis demográfica, económica y política. Los autores se
apoyan en Aristóteles para discutir sobre el origen del Estado y sus formas, el contrato que justifica el
poder político y la definición de ley natural. Hay un distanciamiento entre los escritos y la realidad. La
existencia del soberano se considera fundamental y nacida de la mezcla de ley divina y natural.
Surge la figura del estadista, preocupado por las teorías políticas y comprometido en el
funcionamiento de los Estados. Destacan Coke y Bacon en Inglaterra, Richelieu y Colbert en Francia,
y Saavedra Fajardo en España. Sus teorías políticas se apoyan en dios, el monarca, el derecho y la
Iglesia.
La noción de Derecho Natural existía en la Antigüedad y fue recogida en el inicio del
cristianismo como voluntad divina. Su primera gran novedad es la reinterpretación del Derecho
Natural de forma racional debido al progreso científico y el descubrimiento de nuevas tierras. Nació
una conciencia laica de la naturaleza, separando derecho y religión y también política y teología.

Teóricos del Derecho Natural. Destaca Hugo Grocio (1583-1645) y su obra De iuri belli ac
pacis (1625). El derecho natural es un precepto de la razón que dicta si una acción es moralmente
buena o mala. La tendencia del hombre a la sociedad es una inclinación natural.
Samuel Puffendorf (1632-1694) escribió De iure naturae et gentium (1672) y De officio
hominis et civis (1673). Influyó sobre Locke, Rousseau y los independentistas americanos. El hombre
tiende a la sociedad, así que todos deben cuidarla, lo que significa que todo lo que la beneficie es
derecho natural y lo que la perjudique está prohibido. La familia, los grupos humanos y el Estado se
construyen con un contrato social, pero el Estado también incluye un contrato político o de sumisión.
Del pacto surgen derechos y deberes de ambas partes, aunque los derechos de libertad e igualdad no
pueden enajenarse por estar por encima del pacto y aunque el gobernante, por serlo, sea superior a la
comunidad. Es la comunidad la que decide entregar el poder de forma limitada o ilimitada, pero si
opta por la última no cabe derecho de resistencia.

El derecho. El derecho positivo incluía las leyes de monarcas, asambleas legislativas y quienes
detentaban autoridad. En Inglaterra incluía el Derecho Común, y en el sur de Europa incluía el
Derecho Romano.
Los Estuardo de Inglaterra reafirmaron el concepto de Derecho Divino, pues solo ante dios
debían responder de sus actos. Pero la actuación del Parlamento marcó la diferencia entre la idea de
los monarcas y el pueblo.
Edward Coke exaltó el Derecho Consuetudinario inglés, principalmente la Carta Magna, que
protegía al hombre libre y la el derecho de propiedad. Manifiesta la necesidad de crear un cuerpo de
leyes sistemático y comprensivo para proteger al ciudadano.
Althusius. El Derecho Divino y la aceptación del pueblo de la voluntad divina fueron las
armas usadas para afirmar la vinculación entre monarca y dios. El desorden y los conflictos son los
mayores males, pues importa más la estabilidad que la aportación individual.
El poder del gobernante deriva de un contrato ligado a las obligaciones feudales, por lo que la
obediencia es un deber moral y no religioso. Los hombres nacen unidos a esos contratos. El monarca
es la pieza clave del gobierno y solo si incumplía su papel perdía el poder a favor de las corporaciones
y el pueblo.

El Absolutismo francés. Francia no vive los cambios revolucionarios de Inglaterra. Los


tratados no aportan novedades doctrinales, centrándose en la superioridad de la monarquía frente a
otras fórmulas políticas, origen divino del poder, deber del príncipe (padre y pastor del pueblo) y
poder absoluto (señor de vidas y bienes). Se añade el absolutismo popular que admite y exalta el poder
del rey.
Luis XIV considera al rey el representante de dios en la Tierra, por lo que su conciencia es su
única norma y no responde ante nadie. No se diferencia conceptualmente entre la esfera personal y la
del Estado.
La monarquía de derecho divino se apoya en obras como la de Jacques Bossuet. Dios ordena
el absolutismo como la mejor forma de gobierno, teniendo el monarca que cuidar y proteger a sus
súbditos. La autoridad real se define por ser:
 Sagrada. Los reyes son los lugartenientes de dios, de quien reciben el poder por
mediación del pueblo (doctrina tradicional de la Iglesia). Los reyes deben ser amados.
 Sumisa a la razón y absoluta (no confundir con arbitrario). En el gobierno absoluto
las personas son libres bajo la autoridad pública y la propiedad de los bienes, poseídos
conforme a la ley, es inviolable.
 Solo limitada por el temor de dios que guía al monarca a obrar justamente.

El pensamiento político de la Monarquía Española. Experiencia y razón guían al príncipe a


obrar rectamente.
El padre Mariana distingue las leyes procedentes del pueblo y las creadas por el príncipe. Las
del pueblo son superiores e inmutables (religión, herencia, etc.), y siendo el monarca absoluto por
origen divino debe respetarlas para no ser un tirano. La revuelta popular es la expresión del pueblo
contra la opresión.
Tomás Campanella en su De Monarchia di Spagna, dedicada a Felipe II, asegura que el éxito
español se debe al catolicismo y la extensión de sus dominios, que considera universales. Su obra se
divide en tres partes: primero estudia los motivos de la formación y auge de la monarquía, segundo
aconseja al rey español para que gobierne bajo tutela divina, y tercero plantea los problemas de la
lejanía de algunos de los territorios.
Saavedra considera la resistencia como el la defensa del pueblo frente a un príncipe injusto.

Doctrinas contractualistas. El individualismo renacentista conceptuó la igualdad de derechos


entre los hombres, que son ejercidos mediante fórmulas contractuales. Además la Reforma destruyó
las bases teóricas que justificaban teológicamente el orden político. Las guerras de religión obligaron a
incluir el problema de garantizar la libertad de culto, apoyándose en el derecho natural mediante un
contrato.
La escuela de los Monarcómanos (s. XVI). El pueblo y el príncipe se unen por un doble pacto
al vincularse a dios y su ley y al unirse creando una comunidad política (leyes humanas). Mientras el
príncipe gobierne con justicia en ambos contratos el pueblo le obedece, pero si rompe uno de ellos el
pueblo debe resistir la tiranía. Sin embargo no reconocen los derechos políticos individuales ni plantea
el problema del contrato social.
Thomas Hobbes. Su mayor obra fue Leviatán (1561), centrada en los derechos políticos
individuales y el problema del contrato social. EL hombre en naturaleza aspira a tenerlo todo, solo
limitado por su propia razón al indicarle aquello que es útil. La naturaleza se caracteriza por la
inseguridad y la violencia por la colisión de derechos al desear varios hombres las mismas cosas. Las
acciones humanas buscan la seguridad y la autoconservación. Como la ley natural no procura el orden
y la seguridad los hombres suscriben un pacto por el que surge la sociedad, transfiriendo el derecho de
autogobernarse para crear el Estado. La autoridad del Estado debe ser ilimitada, indivisible e
irrevocable, es decir crea el absolutismo.
John Locke. Su obra fueron los Dos tratados sobre el gobierno civil (1690). Revisa el pacto
social en forma liberal y establece la base filosófica de la revolución inglesa. La política busca la
felicidad mediante la consecución de la paz, la armonía y la seguridad. Los derechos fundamentales
del hombre en naturaleza son la vida, la libertad y la propiedad (por añadir un trabajo a unos bienes
antes comunes), y como todos tienes los mismos derechos todos son iguales. La ley natural obliga a un
recto comportamiento, respetando la libertad, bienes, salud y familia de los demás. El Estado surge de
la voluntad de los hombres. Para evitar los abusos el poder se divide en legislativo (es el superior pero
está limitado por los derechos naturales) y ejecutivo (propio de la autoridad política). No es
revolucionario pues su preocupación es el orden y la seguridad, conectando con la clase media en
expansión (burguesía). Influyó en Montesquieu, que estableció la clásica separación de poderes:
legislativo, ejecutivo, judicial.

35.3- Pensamiento político en la Ilustración.

Carácter y etapas de la Ilustración. Los contenidos de su ideario son una sistematización,


divulgación y aplicación de conceptos conocidos. Se difundió rápidamente entre las clases altas, sobre
todo la burguesía.
Las relaciones internacionales abandonan la hegemonía de alguna potencia, es un periodo de
equilibrio de fuerzas. Las diferentes concepciones religiosas abren un periodo de tolerancia, en repulsa
a las luchas del siglo anterior. Se recupera el espíritu crítico que antepone lo natural a lo sobrenatural,
la razón frente a la revelación, la duda frente al dogma, lo relativo frente a lo absoluto.
El movimiento sufre un ligero bache, pero desde 1730 se afianza con autores como Pope,
Voltaire y Montesquieu. Su mayor apogeo se da en la década de 1760, con la sistematización de obras
como La Enciclopedia. En su último periodo se hace prerromántica, como manifiestan las obras de
Rousseau El contrato social y el Emilio, a la vez que se establece una ortodoxia frente a la tensión
revolucionaria en aumento.
La revolución inglesa influyó en toda Europa merced a las obras de Montesquie y Voltaire.

Montesquieu. Su obra El espíritu de las leyes (1748) fue concebida como una especie de
filosofía de la Historia. Define las circunstancias que interactúan para provocar que las leyes sean
diferentes en cada contexto humano, como las costumbres, el clima, la religión, etc.
Existen tres tipos de gobierno. Republicano, todo el pueblo (democracia) o parte del mismo
(aristocracia) posee el poder soberano. Monárquico, una persona ejerce la soberanía y gobierna según
unas leyes fundamentales. Despótico, una persona gobierna sin más ley que su voluntad. Montesquieu
prefiere una monarquía aristocrática, virtuosa y moderada.
Existen además unos mecanismos para evitar los excesos del poder. La separación de poderes
que consigue el equilibrio político. Los cuerpos intermedios (Parlamento y nobleza) entre el rey y el
pueblo. La descentralización del poder.

Voltaire. Entiende la política desde la óptica de un burgués rico, siendo la igualdad antinatural
e irrealizable. Defiende una monarquía que limitara el poder de los grupos sociales, sobre todo la
nobleza.

Jean Jacques Rousseau. Defiende una especie de comunismo moralizante en sus obras
Discurso sobre el origen de la desigualdad (1753) y el Contrato Social (1762), si bien ambas obras
muestran una evolución que lo lleva a contradecirse.
El Discur afirma que el paso del hombre salvaje al civilizado es consecuencia de los progresos
y conocimientos que el hombre ha adquirido. El paso definitivo fue la introducción de derecho de
propiedad, que elimina la igualdad, permite la esclavitud (la propiedad sobre hombres) y alienta la
guerra. Los propietarios ofrecen un pacto social para evitarlo entre ellos y los desposeídos, por lo que
solo sirve para perpetuar la injusticia.
El Contrato Social manifiesta que el hombre, que nace libre, vive encarcelado por la vida
social. Todo orden social nace de un acuerdo entre hombres y es tan necesario como beneficioso, ya
que la libertad individual perdida es compensada por las ventajas de la vida civil. El cuerpo social
resultante es el dueño de la soberanía popular.
Rousseau distingue tres tipos de gobierno. Democracia, el pueblo se gobierna a sí mismo, pues
gobierno y soberanía le pertenecen. Aristocracia, el pueblo soberano es el legislador y el gobierno el
ejecutor. Monarquía, la soberanía reside en el pueblo, pero la ejecución de las leyes se confía a un
monarca. Es la fórmula más eficaz siempre que el monarca no abuse del poder.
Así mientras el Contrato considera la sociedad como beneficiosa, en el Discurso la sociedad
lleva a los hombres a odiarse mutuamente, prestarse en apariencia muchos servicios pero en realidad
hacerse todos los daños imaginables. Mientras el Contrato encaja en la Ilustración, el Discurso se
aleja de sus pautas.
Su pensamiento político influyó mucho en sus contemporáneos. Sus ideas de igualdad, libertad
y fraternidad llegaron a América de mano de Lafayette y son recogidas en la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa. Rousseau supone el paso a la
mentalidad prerromántica y precursora del irracionalismo del s. XIX.

35.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO en el estudio de la
Historia Antigua.

Tema 36. Europa en el s. XVIII. Transformaciones políticas en España s. XVIII.

36.1- Europa: crecimiento económico, estructuras y mentalidades sociales.

En este siglo Europa confirma su superioridad sobre el resto del mundo por su dinamismo
científico y su capacidad de acción. Siguió la conquista colonial, provocando disputas entre las
potencias europeas. Europa desborda en hombres, posee una burguesía comercial ávida de riqueza, y
grandes avances científicos y técnicos.
Sin embargo hay un contraste entre la zona continental, aún feudal, y la atlántica, más
evolucionada. También hay un cambio del equilibrio de poder, decaen España, Portugal y Holanda,
mientras despegan Inglaterra y Francia.
Es el siglo de la razón, el individualismo, el subjetivismo, la crítica y el relativismo.

36.2-Crecimiento económico.

El crecimiento económico se debe al aumento demográfico, que afecta a la agricultura, al


comercio y a la industria. España por su parte se haya bastante retrasada en todos los ámbitos.

Transformaciones agrícolas. El aumento de población exige el incremento de la producción


agrícola, que está limitada por el régimen señorial. Las innovaciones técnicas y teóricas de los
fisiócratas y agrónomos dinamizan la situación, creando una revolución agrícola.
Inglaterra lidera las novedades, con innovaciones técnicas como el aumento de arrendatarios y
braceros, la rotación trienal, los nuevos cultivos, etc. Jetho Tull inventa la sembradora mecánica.
Charles Townshend crea el sistema Norfolk: rotación de nabos, cebada o avena, y trébol o trigo.
Otros países también participan. Francia con tratados agrícolas, autosufiencia de trigo,
progresos en el maíz. España pérdida de privilegios de la Mesta, fomento de las Sociedades
Económicas de Amigos del País.

Desarrollo comercial. El auge comercial debido a los descubrimientos de tierras y la necesidad


de absorber el excedente agrícola impulsa la mejora de los transportes y las comunicaciones. El
comercio intraeuropeo es favorecido por la mejora de transportes fluviales y terrestres y la mejora de
los servicios postales. Los intercambios entre Europa (exporta manufacturas), América (importa café,
tabaco, azúcar, algodón) y Oriente (importa té, seda, porcelana, algodones estampados) no deja de
crecer.
El comercio crea y desarrolla ciudades portuarias como Londres (almacén de mercancías),
Bristol y Nantes (tráfico negrero), Liverpool (azúcar, exportador de algodón), etc. Se produce una
acumulación de capitales que obliga a perfeccionar las técnicas bancarias (papel moneda, formas de
crédito, bolsas de valores, etc.).

La innovación industrial. Las primeras y mayores innovaciones se dan en Inglaterra. Las


máquinas situadas en fábricas sustituyeron al trabajo manual de los talleres. El capitalismo industrial
ocupó el puesto del capitalismo mercantil, siendo el ejemplo inglés el modelo clásico.
El temprano despegue industrial inglés se explica por varios factores: abundante mano de obra
(crecimiento demográfico, éxodo rural), poderío marítimo y colonial (permitió importar materias
primas y exportar manufacturas), grandes capitales (ganados en el comercio marítimo), estabilidad
política (dominan comerciantes y terratenientes favorables al comercio), disponibilidad de materias
primas fundamentales (hierro, carbón, etc.).
Aparecieron las primeras máquinas, luego mejoradas por sucesivos inventos que aumentaron
la producción. Se crea el factory system, concentrando a los obreros en un mismo espacio fabril
caracterizado por la mecanización, la concentración técnica y geográfica, y la división del trabajo. Se
centra en las industrias textil algodonera y metalúrgica.
El mapa poblacional inglés cambia con una división entre la Inglaterra Verde (sur y sudeste),
tradicionalmente más poblada pero que se vacía por la decadencia de la industria algodonera, y la
Inglaterra Negra (norte y oeste), con la población concentrada en las nuevas ciudades industriales
(hierro y carbón).
En Francia no hay revolución agraria y los cambios industriales son más lentos. Se mantiene el
sistema doméstico controlado por productores-comerciantes, que suministran la materia prima y
comercializan el producto. La metalurgia está dispersa hasta fines del s. XVIII. El resto de Europa está
en situación similar a la francesa.

36.3- Estructuras y mentalidades sociales.

La sociedad mantuvo las estructuras tradicionales en casi toda Europa. Los cambios fueron
lentos y lastrados por las estructuras existentes, hasta que a fines de siglo se acelere el proceso de
cambio social.

Demografía y movimientos de población. El crecimiento demográfico es más fuerte y


constante en Europa Occidental, debido al descenso de la mortalidad (avances médicos, mejoras
higiénicas, mejoras alimenticias, población más fuerte), el aumento de la natalidad, la prolongación de
la esperanza de vida, disminución de la edad de matrimonio (aumento de fecundidad.
Aumenta la movilidad de la población por el espíritu de aventura (por el cosmopolitismo del
siglo y la ausencia de rígidas fronteras), emigración a las colonias (sobre todo a Norteamérica de
alemanes, ingleses, irlandeses y franceses), colonizaciones interiores (Rusia, Prusia, Hungría, España
en Sierra Morena con Carlos III), éxodo rural.

Los grupos sociales. Existe gran variabilidad de situaciones, y aunque se utilizan los mismos
términos o muy parecidos, no es lo mismo un noble o campesino inglés que uno ruso. El Antiguo
Régimen se caracteriza por la organización estamental, de grupos casi cerrados a los que se llega por
nacimiento, si bien hay ciertas posibilidades de movilidad social. Los grupos tienen barreras jurídicas
con obligaciones y derechos delimitados.
Pese a las diferencias geográficas es posible distinguir tres grupos: privilegiados (nobleza y
clero), no privilegiados (campesinos y artesanos) y sectores medios (burguesía y profesiones liberales,
cada vez más poderosos).
Los privilegiados. Dentro de la nobleza se distingue alta (fuerte capacidad económica e
influencia social) y baja (vive mediocremente en sus posesiones rurales). Se es noble por nacimiento,
cesión real o compra de tierras vinculadas a título. La tierra es la base de su poder económico y
político. El clero se dividía en alto, similar a la nobleza, y bajo, equiparable al pueblo.
Los no privilegiados. Pervive la producción artesanal, pero su vida se endurece por la
fiscalidad y la rigidez de los gremios, que intentaban mantener un sistema herido de muerte. En la
naciente industria la situación no era mejor: largas jornadas, trabajo familiar, hacinamiento. El
campesinado vivía en situación miserable (mala alimentación, mala vivienda) y de servidumbre, bien
legal (Rusia, Polonia, Hungría) bien informal (España, Francia; por la presión señorial y fiscal).
Sectores medios. La burguesía basa su riqueza y poder no en la tierra sino en el dinero. Se
divide en alta (grandes comerciantes, banqueros, armadores) relacionada con la nobleza, y baja
(pequeños comerciantes, intelectuales, profesionales).

36.4-Las transformaciones políticas en España en el s. XVIII.

La nueva dinastía de los Borbones actúa de acuerdo con el modelo del despotismo ilustrado
con matices pronobiliarios. Si bien se hicieron esfuerzos oficiales y culturales que mejoraron ciertos
aspectos, no se acabó con los factores retardatorios y arcaicos que frenaban España.
Al iniciarse el siglo el panorama era desolador debido a la profunda crisis económica del s.
XVII, la pérdida de influencia internacional, la desastrosa gestión del imperio colonial, y la misma
extinción de la dinastía reinante.
El reformismo borbónico es similar al del resto de países europeos. Tras la fase previa del
reinado de Felipe V, que montó el aparato administrativo necesario, el despotismo ilustrado se
desarrolló con Fernando VI, Carlos III y Carlos IV. Su programa fue la centralización administrativa,
el regalismo, las reformas socioeconómicas y las reformas pedagógicas.

36.5-La Guerra de Sucesión (1701-15) y la Paz de Utrecht (1713).

La muerte Carlos II sin descendencia provoca un conflicto dinástico que implica a toda
Europa. Los aspirantes eran Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia y de María Teresa, hija de
Felipe III de España), el Archiduque Carlos de Austria (hijo de Leopoldo de Austria, nieto de Felipe
III), y José Fernando de Baviera (preferido por Carlos II, pero falleció).
Carlos II nombra heredero a Felipe de Anjou a fin de evitar la guerra (por el apoyo francés al
nuevo monarca) y mantener la herencia territorial. Felipe V inició su reinado sin demasiada oposición,
pero los actos arrogantes del monarca francés hicieron temer al resto de potencias que Francia y
España se unieran en un solo imperio muy poderoso que las dominara.

La guerra europea. Austria y Francia entraron en conflicto en 1701 en Italia. Inglaterra y


Holanda crearon con Austria la Gran Alianza, declarando la guerra a Francia y España. Poco después
Saboya y Portugal se unieron a la coalición.
En Agosto de 1704 una escuadra aliada mandada por los ingleses ocupó Gibraltar, para
controlar el paso entre Mediterráneo y Atlántico. La contienda en Europa continuó con resultados
irregulares, aunque solían perjudicar a Francia. Luis XIV deseaba la paz, pero las duras condiciones de
los aliados forzaban a continuar la contienda.

La guerra civil. En 1705 la Guerra de Sucesión, que era una contienda europea, se convierte en
guerra civil. La guerra había afectado poco a España, salvo la pérdida de Gibraltar y algunos ataques
marítimos ingleses, y hacía cuatro años que Felipe V gobernaba. La rebelión se observa en clave
estamental y territorial.
Nobleza y pueblo se enfrentan. La nobleza castellana apoya al archiduque por temor a las
reformas borbónicas, que cuentan con el apoyo popular. La Corona de Aragón se rebela en 1705 a
favor del Archiduque Carlos por el resentimiento y la desconfianza hacia Francia, el rechazo al
centralismo borbónico y el mal papel de los ejércitos franco-españoles en Europa.
En 1703 el Archiduque Carlos se proclama rey de España. En 1704 el Archiduque Carlos
desembarcó en España y llegó a ocupar Madrid, pero hubo de huir hacia la Corona de Aragón por el
apoyo popular a Felipe V. Pese a alguna victoria aliada, la contienda fue favorable a Felipe V. La
victoria de Felipe V en Almansa (1707) le permitió tomar gran parte de Aragón y Valencia, aboliendo
los fueros de ambos reinos, así como Lérida. La victoria de Felipe V en Villaviciosa (1710) acorraló a
los rebeldes en Barcelona y Mallorca. La guerra finalizó con la toma de Barcelona a fines de 1714 y de
Mallorca en 1715. En represalia por su apoyo al Archiduque, Felipe V promulgó en 1716 los Decretos
de Nueva Planta, que abolieron los fueros de la Corona de Aragón.

El Tratado de Utrecht (1713). En 1711 un acontecimiento inesperado soluciona la situación a


favor de Felipe V. El emperador José I de Austria fallece, heredando su hermano el Archiduque
Carlos, que no por ello renunció al trono de España. La formación entonces de un bloque Habsburgo
era tan inquietante para el equilibrio de poder como un bloque borbónico.
Inglaterra y Holanda ofrecieron negociaciones de paz, que culminaron en el Tratado de
Utrecht en 1713. Supuso la liquidación de los dominios europeos de España y el triunfo de la política
de equilibrio de poder inglesa. Las concesiones fueron hechas por Luis XIV sin contar con España,
prueba de la dependencia a la que se había llegado.
Austria recibió Flandes, Milán, Nápoles y Cerdeña. Saboya recibió Sicilia. Inglaterra recibió
Gibraltar y Menorca, y obtuvo permiso para enviar cada año 500 toneladas de mercancías inglesas a
las colonias españolas de América y el monopolio durante 30 años del tráfico de esclavos (asiento de
negros). En 1720 Saboya y Austria se intercambiaron mediante un tratado sus ganancias de esta
guerra, Saboya recibió Cerdeña y Austria recibió Sicilia.

36.6-Estructura del Estado borbónico.

El s. XVIII es el clímax del absolutismo, con la asimilación de Estado y Monarquía. El


monarca es el depositario de la soberanía y del Estado, estando por encima de del Derecho y sin
limitaciones jurídicas. Aunque en los s. XVI y XVII los súbditos estaban sometidos al rey, no se
consiguió someter de hecho a todos los sectores sociales.
Los Borbones lo lograron mediante dos principios: unificación y centralización. Los Decretos
de Nueva Planta (1707) ponen fin a los regímenes especiales de los reinos de la Corona de Aragón.
Felipe V reduce todos los reinos a una mismas leyes y tribunales. Por su parte el centralismo es una
consecuencia lógica del absolutismo, al crear unas leyes simplificadoras que regulen todos los
territorios.

La Administración Central: el Rey. Con los Borbones la monarquía tradicional se convierte en


una monarquía absoluta. El rey es sagrado e inviolable, es la encarnación del Estado y de la soberanía,
que ejerce sin limitaciones.
Las Cortes se reducen a servidoras de los deseos reales, pues la capacidad legislativa es
asumida por el monarca. En el poder ejecutivo el rey tiene plenas facultades de gobierno y
administración, nombrando y cesando funcionarios. El poder judicial pertenece al rey como juez
supremo, siendo el Consejo de Castilla el organismo encargado de la administración de justicia.
El poder real emana de dios y se transmite por la herencia, fijada en la Ley II título XV de la
Segunda Partida. Sucesión en línea vertical primando los varones sobre las hembras pero sin
excluirlas, y la mayor edad sobre la menor. En 1713 Felipe V impone la Ley Sálica, que aparta a las
mujeres de la sucesión siempre que hubiera un varón en cualquier grado de parentesco. En 1789 a
petición de las Cortes el rey firma una pragmática que anulaba la Ley Sálica. Sin embargo no fue
publicada hasta 1830 por Fernando VII, por lo que siguió vigente.
Felipe V ejerció el poder como su abuelo Luis XIV, sin respetar el derecho tradicional.
Durante algunos años funcionó un consejo privado formado pro el rey, la reina, el embajador francés,
algunos grandes nobles, el presidente del Consejo de Castilla y el de Aragón. Esta institución
provisional nació por la desconfianza borbónica a las instituciones heredadas de los Austrias.

La Administración Central: las Cortes. Los Decretos de Nueva Planta (1707) suprimieron las
Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia. Solo se mantuvieron independientes las Cortes de Navarra.
Las Cortes de Castilla se convirtieron en nacionales, a las que se van incorporando miembros de la
Corona de Aragón. Se consideraban una institución anacrónica incompatible con el poder absoluto,
reducidas a recoger las órdenes del rey y jurar al heredero al perder sus funciones fiscales.

La Administración Central: Secretarías. La concentración del poder en el monarca exigió la


creación de órganos auxiliares encargados de ejecutar las decisiones del rey.
La administración de los Austrias estaba en crisis y era ineficaz, por lo que se establecieron
criterios para diversificar los asuntos por materias y encargarlos a órganos especializados para agilizar
su tramitación y despacho. Felipe V estableció un precedente de los ministerios actuales al atribuir
competencias específicas a cada Secretaría de Estado y de Despacho desde 1705. En 1787 Carlos III
estableció una Junta Suprema de estado Ordinaria y Perpetua (Consejo de Ministros), a fin de evitar
conflictos de competencias y órdenes contradictorias. Hubo modificaciones en el número y
atribuciones de las secretarías, pero predominó la división en cinco: Estado, Justicia y Gobierno
Político, Indias y Marina, Guerra, Hacienda.
Los secretarios eran elegidos por el rey entre personas de su confianza. En general supieron
escoger personas de gran capacidad, generalmente de la baja nobleza y especializados en los asuntos
objeto de sus secretarías, con lo que la administración ganó eficacia y agilidad. Felipe V: Grimaldi,
Patiño, Campillo. Fernando IV: Carvajal, Ensenada, Ward. Carlos III: Esquilache, Floridablanca,
Aranda. Carlos IV permitió el encumbramiento de Godoy como valido al estilo de los validos de los
Austrias Menores.

La Administración Central: los Consejos. Los Consejos fueron la clave del poder de los Reyes
Católicos pero viven ahora su decadencia. Los Borbones traspasaron sus funciones a las Secretarías de
Despacho para destruirlos o hacerlos irrelevantes, a fin de acabar con el poder de la alta nobleza que
los había dominado hasta entonces.
El único que mantiene cierto poder es el Consejo de Castilla, órgano consultivo, de gobierno y
con facultades ejecutivas, legislativas y judiciales. Entendía de economía, enseñanza, policía, abastos,
fiscalidad municipal, justicia, etc. Su presidente era el segundo magistrado del país tras el propio rey
que lo nombraba, además presidía las Cortes.
Se mantuvieron los consejos de Hacienda, Inquisición, Órdenes, Estado, e Indias, pero como
meras fachadas.

La Administración Territorial. Los Borbones reorganizaron toda la administración territorial.


Con la desaparición de los virreinatos de la Corona de Aragón solo quedaron virreyes en
Navarra y las Indias. Fueron sustituidos por capitanes generales, jefes del ejército, representantes del
rey y autoridades supremas en sus demarcaciones. El territorio se dividió en capitanías generales:
Castilla la Vieja, Granada, Sevilla, Extremadura, Galicia, Asturias, Aragón, Cataluña, Valencia,
Mallorca y Canarias. Los capitanes generales, auxiliados por las audiencias, tenían funciones variadas:
mando militar de la demarcación, gobierno y vigilancia de la administración provincial, inspección de
los corregidores, alcaldes mayores y otros oficiales públicos.
Los intendentes fueron un cargo creado por Felipe V siguiendo el modelo francés. Tiene un
origen militar pues eran los encargados del avituallamiento del ejército en tiempos de guerra. Desde
1718 los intendentes fomentan el trabajo, el comercio, la industria, la ganadería, la agricultura, las
comunicaciones, y todo lo concerniente a la economía provincial. Necesitaban conocer el territorio
para realizar su labor así que hicieron mapas geográficos, informes económicos, censos, etc. También
se encargaban de administrar y controlar las rentas reales. Las ordenanzas de 1749 regularon sus
funciones, además de las anteriores era el corregidor de la capital provincial (ayudado pro dos
tenientes o alcaldes mayores), se encarga del alojamiento de las tropas de la provincia, la
administración militar y el reclutamiento. Las intendencias fueron el precedente de la división
provincial de Javier de Burgos en 1833.

El Régimen Municipal. El municipio entró en decadencia a fines de la Edad Media, cuando


perdió su autonomía por la centralización político-administrativa, al pasar a ser dirigido por un
corregidor designado por el rey como representante del poder central de Estado.
Iniciada en el s. XVI, la venta de cargos municipales, su acumulación en las oligarquías
urbanas, su conversión en cargos vitalicios y su supeditación al estatuto (limpieza de sangre, nobleza,
abstención de oficios viles, etc.) alejaron al pueblo del gobierno municipal. Vascongadas y Navarra,
pese a conservar sus fueros, cambiaron el concejo abierto pro un consejo de veinte vecinos.
Carlos III creó la Contaduría General de Propios y Arbitrios, subordinando las haciendas
locales al poder central. En 1766 Campomanes quiso incorporar cargos electivos para aumentar la
presencia popular, por lo que recuperó dos cargos preexistentes pero en desuso: el procurador síndico
personero (defendía los intereses del común en las reuniones municipales) y los diputados del común
(dos o cuatro, entendían de abastos, administración de propios y sorteo de quintas). Las reformas
fueron insuficientes pues los nuevos cargos eran pocos frente al grueso municipal, así que pronto
adquirieron los vicios de tendencia vitalicia y búsqueda de privilegios.

36.7- Política económica.

La política agraria está dividida en dos por la mitad del siglo. Los mercantilistas de la primera
mitad se ocuparon preferentemente de la industria. No hubo política agraria organizada ni innovadora.
Se mantiene los privilegios de la Mesta y algunas actuaciones sobre venta de tierras incultas solo
tienen fines fiscales.
Pero desde los años cincuenta los economistas se centraron en la agricultura. Las quejas
organizadas de labradores y la grave crisis alimentaria de 1766 hicieron prioritaria la promulgación de
una ley agraria. Los funcionarios pasaron 25 años estudiando la cuestión, combinando políticas a largo
plazo con la adopción de medidas extraordinarias. Una media especial fueron las repoblaciones de
Sierra Morena, que pretendían repoblar y crear una sociedad modelo libre de las lacras que se querían
extirpar: los señoríos y los bienes amortizados. Se hizo una roturación de baldíos que debían
arrendarse a jornaleros, pero al dejarse su aplicación a las elites locales no cambió la situación.
El expediente de la ley agraria fue completado por informes nada halagüeños que propusieron
soluciones. Olavide proponía combatir mayorazgos y amortizaciones, dividir las explotaciones y
asegurar la posesión a los arrendatarios. Jovellanos propuso eliminar los estorbos físicos (falta de
regadío y comunicaciones) y los político-legales (mayorazgos, baldíos, Mesta, amortizaciones). Godoy
por su parte no tuvo intención alguna de emprender una reforma real.
Los Decretos de Nueva Planta (1707) acabaron con el régimen fiscal especial de la Corona de
Aragón. La complejidad del sistema castellano hizo que se adoptara un nuevo impuesto que se llamó
catastro en Cataluña, contribución única en Aragón, equivalente en Valencia, y talla en Mallorca.
Afectaba a todas las propiedades, incluso nobiliarias, por lo que fue el modelo de la reorganización
fiscal de Castilla que sin embargo fue imposible.
La financiación estatal, sobre todo las guerras, exigieron un gran esfuerzo fiscal. Se apeló al
crédito emitiendo títulos de deuda llamados vales reales, mediante la fundación del Banco de San
Carlos (1782) precedente del Banco de España. Hasta 1780 la hacienda se mantuvo en precario
equilibrio, pero las luchas contra la Revolución Francesa crearon una situación caótica de quiebra
financiera.

36.8-España en la política internacional del s. XVIII.

En el s. XVIII Europa es una comunidad de países independientes relacionados mediante un


equilibrio de fuerzas a través de la diplomacia, lo que garantiza la paz aunque sea inestable. Atrás
quedan las guerras de religión, se inicia un periodo de guerras dinásticas, territoriales y coloniales. Las
tres grandes potencias, Austria, Francia e Inglaterra, son los ejes en torno a los cuales se agrupan las
naciones según las circunstancias.
El equilibrio supera los momentos de crisis y guerras con tratados de paz que restablecen el
equilibrio. Tres guerras sucesorias son ejemplo de ello: la Guerra de Sucesión Española (1700-14), la
Guerra de Sucesión de Polonia (1733-38) y la Guerra de Sucesión Austriaca (1741-48). Ésta última
significa la ascensión de Prusia como nueva potencia continental.
A mediados del siglo hay una revisión de las alianzas: Inglaterra y Prusia por un lado, Francia
y Austria, antes rivales, por otro. El gran colofón es la Guerra de Independencia de los Estados Unidos
de América (1776-83).
Tras el Tratado de Utrecht (1713) España se convierte en potencia de segundo nivel, aunque
sigue siendo muy importante en el Mediterráneo y el Atlántico. Se propicia el enfrentamiento con
potencias que apetecen su imperio colonial, como Inglaterra, así como queda subordinada a la órbita
francesa.

Felipe V (1700-46). Organizó su política exterior en el Atlántico y el Mediterráneo con el fin


de mantener el equilibrio americano y garantizar el desarrollo comercial.
Una primera etapa se da en 1714-29, marcada por la negación del tratado de Utrecht. Se
plantea tres objetivos, invalidar la renuncia al trono francés por su parte y sus descendientes, recuperar
Gibraltar y Menorca de los ingleses, y conseguir territorios en Italia (empujado por su segunda esposa
Isabel de Farnesio que quería que sus hijos también tuvieran reinos). En 1717 ocupó Cerdeña y en
1718 Sicilia lo que provocó la reacción de las potencias europeas en la Cuádruple Alianza, que derrotó
a España y obligó a devolver los territorios.
Desde 1729 se establecen tratados con Francia y una rivalidad con Inglaterra. Se firma el
Tratado de Sevilla (1729) entre España, Francia e Inglaterra, que se deshizo enseguida por el choque
de intereses coloniales. Entonces Francia y España firman los Pactos de Familia, alianzas ofensivo-
defensivas que se repiten tres veces: dos con Felipe V y una con Carlos III.
El primer Pacto de Familia fue consecuencia de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-38)
que enfrentó a Austria y Francia. Francia se apoyó en España, que conquista Nápoles y consigue que
el infante don Carlos (hijo de Isabel Farnesio y futuro Carlos III de España) se convierta en rey de las
Nápoles y Sicilia (Carlos VII de las Dos Sicilias), a cambio de renunciar a ese reino si algún día se
convierte en rey de España.
Otro frente es la pugna con Portugal por la colonia de Sacramento y las hostilidades con
Inglaterra por el comercio colonial.
El final del reinado de Felipe V estuvo marcado por la Guerra de Sucesión Austríaca (1741-
48). España y Francia no reconocen como heredera a María Teresa de Austria y firman el Segundo
Pacto de Familia, enfrentándose a Inglaterra.

Fernando VI (1746-59): la neutralidad. Finalizada la Guerra de Sucesión Austríaca (1741-48)


se firma la paz de Aquisgrán (1748) entre Francia e Inglaterra, siendo España marginada. Esta paz no
solucionó los problemas latentes y propició un cambio de alianzas: Francia y Austria (antes rivales)
frente a Inglaterra y Prusia (se convierte en potencia continental y consigue el rico territorio austríaco
de Silesia). España se mantuvo neutral pese a los intentos de ambos bandos por atraerla.
El contencioso con Portugal por la expansión portuguesa en Sacramento (Uruguay) se
solucionó cuando el secretario de estado Carvajal firma el Tratado de Madrid o de Límites (1750) con
Portugal. Por este tratado le correspondía a España la colonia de Sacramento a cambio de las misiones
jesuitas de Paraguay. Hecho público no contentó a nadie y nunca se llevó a efecto. Fernando VI no
tuvo hijos con su esposa portuguesa, que intentó favorecer a Portugal influyendo en su marido.
Fruto de la búsqueda de acuerdo con el Papado se firmó un Concordato en 1753. Fernando VI
supo mantenerse neutral en la Guerra de los Siete Años entre Inglaterra y Francia.

Carlos III. Carlos de Borbón abdicó de su trono como rey de Nápoles y Sicilia cuando heredó
España a la muerte de su hermano Fernando VI. Carlos III ocupa el trono en plena madurez (44 años),
tenía mucha experiencia de gobierno, eligió colaboradores preparados y mostró una firme voluntad de
gobierno.
Su política mediterránea se basó en la neutralidad que permitiera la pacificación y la
expansión comercial, mientras su política atlántica se basó en el enfrentamiento para asegurar las rutas
a las Indias.
Inglaterra, enzarzada en la Guerra de los Siete Años con Francia, es beligerante no solo con las
colonias francesas sino también con las españolas. Tras fracasar los intentos de negociación, Carlos III
firma el Tercer Pacto de Familia. La guerra fue desfavorable para España, pues Inglaterra ocupa
Manila y la Habana. La paz de París (1763) devuelve a España ambos territorios, pero se cede
Sacramento a Portugal y Florida a Inglaterra. En compensación Francia entrega a España la Luisiana,
liquidando el primer imperio colonial francés. Inglaterra conserva Gibraltar y Menorca.
En 1777 un tratado hispano-portugués fija los límites entre las colonias americanas en los ríos
de la Plata y Uruguay.
Al estallar la Guerra de Independencia de las colonias inglesas (1776-83), España y Francia
apoyaron a los rebeldes, primero con dinero y armas, pero luego con intervenciones militares. Por la
paz de Versalles (1783) Inglaterra reconoce la independencia de los Estados Unidos de América y
España recupera Menorca y Florida, pero Gibraltar queda definitivamente en manos inglesas.
En el Mediterráneo se produce una apertura al mundo islámico para favorecer la expansión
comercial, con sendos tratados con Marruecos (1767) y Turquía (1782).
El papel de la diplomacia con la ascensión de Godoy y la época revolucionaria francesa se
inscriben en un marco estratégico diferente.

36.9-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO en el estudio de la
Historia Moderna y del Antiguo Régimen.

Tema 38. Revolución Industrial e industrialización.

38.1-La industria antes de la Revolución Industrial.

La Revolución Industrial hace referencia al cambio de una economía agraria y artesanal por
una industrial de producción mecanizada. Se configuró en ciertas regiones a fines del s. XVIII
(protoindustrialización), pero se desarrolló plenamente en Gran Bretaña a comienzos del s. XIX, desde
donde se extendió a distintos ritmos a la Europa continental y a EEUU. En 1750-1850 la población
creció tanto como en los mil años anteriores. Cambió la vida cotidiana, la estructura social y las
relaciones entre países.
En las sociedades preindustriales la mayoría de la población vivía de un escaso salario o
ingresos agrarios que apenas cubría la subsistencia. Por tanto se invertía un gran porcentaje de dinero
en cubrir la alimentación, de forma que un aumento de precio o una mala cosecha generaba una
hambruna. En contrasta un limitado grupo de personas vivía con opulencia, pudiendo hacer gastos
suntuarios o invertir en nuevas actividades.
En el s. XVIII se creó la denominada industria rural dispersa o protoindustrialización, que
consistía en simultanear el trabajo agrícola con la fabricación de productos textiles con maquinaria
sencilla, que los comerciantes vendían en mercados lejanos. Así aumentaban los ingresos familiares,
se producía más, mejoraba la alimentación y crecía la población. En una primera fase denominada
Domestic System era un proceso autónomo reducido a épocas de poco trabajo agrícola (siembra,
recolección), siendo los campesinos dueños de la maquinaria y vendiendo parte de la producción en
los mercados cercanos. En una segunda fase denominada Puttin out system el comerciante controlaba
todo el proceso productivo, distribuía la materia prima, proporcionaba los medios de trabajo, y el
campesino recibía un sueldo por su trabajo. A fines del s. XVIII se dio una tercera fase denominada
Factory System, donde los problemas de suministrar y controlar a las familias campesinas dispersas se
resolvió concentrando en un gran local a trabajadores, máquinas y herramientas.

38.2-La Revolución Industrial británica.

El paso de esa primera y primitiva expresión industrial a la revolución industrial en Gran


Bretaña se debió a los avances técnicos y se materializó en un continuo aumento de la producción,
aumento de la población y de los ingresos medios de la población.

El crecimiento demográfico. En el s. XVIII Gran Bretaña experimentó un continuo


crecimiento de población debido a un descenso de la mortalidad al 18/mil mientras la natalidad se
mantuvo en el 30/mil. El parón de la mortalidad se debió por un lado a los avances médicos e
higiénicos por un lado y al aumento de la producción agrícola que hizo a la población más fuerte. El
crecimiento demográfico fue el factor determinante pues a mayor población mayor demanda de
productos, pero por sí mismo no produce crecimiento, como ocurrió en Irlanda.

La Revolución Agrícola. Antes de la Revolución Industrial se dio esta otra revolución debido
a la mecanización del campo, que aumentó y abarató la producción agrícola. La elevada productividad
empezó al cambiar el barbecho por la rotación de cultivos (con el cereal) lo que regeneraba la tierra sin
dejar de producir, la selección de semillas, la roturación de nuevas tierras y el inicio de la
especialización ganadera. La mecanización se inició con el arado de hierro, pero la inflexión fue la
introducción de máquinas agrarias (sembradoras, trilladoras) que facilitaban el trabajo y liberaban
mano de obra antes imprescindible. Los propietarios no son rentistas, sino empresarios preocupados
por obtener el máximo rendimiento, para lo cual promovieron una ley de cercamiento de los campos
(enclosures) para evitar el paso del ganado. Los perjudicados fueron los pequeños propietarios, que no
podían enfrentar el gasto de los cerramientos y vendieron sus tierras, lo que permitió concentrar la
propiedad agrícola y aumentó la mano de obra en las ciudades.

La Revolución de los Transportes. Los cambios en los transportes permitieron superar el


autoconsumo y que cada región se especializara en aquello que mejor produjera, ya que todas las
regiones y sectores económicos estaban interconectados. Una de las mayores consecuencias fue que la
extracción de minerales empezó a ser verdaderamente rentable, al poder ser transportados a los lugares
donde se necesitaban.
Desde 1750 el gobierno británico permitió a los particulares la construcción de carreteras de
peaje, con un firme más regular y resistente. También se mejoró la red fluvial y se creó una red de
canales artificiales, que conectaban los centros mineros, los núcleos industriales y la red de puertos.
En el s. XIX empieza la acelerada expansión del ferrocarril, que en 1850 ya articula una
compleja red ferroviaria.

Transformaciones Financieras. El Banco de Inglaterra, creado en el s. XVIII proveyó del


efectivo necesario para la política económica y exterior, a cambio de intervenir en los negocios de las
compañías relacionadas con los monopolios comerciales autorizados por el Estado. Desde mediados
del s. XVIII crecieron las instituciones bancarias privadas y familiares, que emitieron billetes propios
hasta que en 1844 se convirtió en monopolio estatal. La liquidez aumentó al utilizarse medios de pago
como el cheque y la letra de cambio. A excepción de las grandes empresas, los bancos no concedían
préstamos a largo plazo, por lo que los industriales hubieron de autofinanciarse.

Revolución Tecnológica: textil. La lana fue durante siglos la materia prima de los tejidos
ingleses, hasta que la Revolución Industrial la desplaza por el algodón. La generalización se debió
tanto a su abundancia (Egipto, India, USA, etc.) como a que las primeras innovaciones se aplicaron
específicamente a este material.
En el primer tercio del s. XVIII John Kay inventó la lanzadera volante, que permitía tejer más
rápido. El desequilibrio entre la velocidad de tejido y la de fabricación de hilo hizo que éste escaseara
y se encareciera, hasta que en 1765 James Hargreaves inventó la máquina de hilado Jenny. En 1769
Arkwright creó la Waterframe, una máquina de hilar accionada por vapor, que fue superada en 1776
por la Mule de Edmund Cropton (producía hilo más fino, firme y en mayor cantidad).
Entonces empezó a sobrar hilo, así que se crearon telares más grandes, que facilitaron la
aparición de la fábrica, como el telar mecánico de Arkwright en 1785.

Revolución Tecnológica: siderurgia. En 1830 era un sector de gran importancia, pero con la
expansión ferroviaria desde 1860 se convirtió en el sector principal. En 1709 Darby descubrió la
fundición del hierro con carbón mineral, que terminó con la deforestación y las fraguas itinerantes. En
1784 se descubrió el método de la pudelación, que hacía arder el carbono para obtener un hierro más
fuerte.
Pero el invento que inició la industrialización fue la máquina de vapor de James Watt. Su
origen es la minería, donde se usaban bombas movidas por combustión de carbón para extraer agua
con movimiento vertical. Watt convirtió ese movimiento vertical en rotatorio, lo que permitió aplicarlo
a muchas actividades: transportes, textil, etc. Su difusión fue inicialmente lenta, pero pronto se aceleró
aumentando también la demanda de carbón. La asociación de hierro y carbón se convirtió en
característica de la Revolución Industrial.

38.3- Expansión de la Industrialización.

Inicialmente los británicos trataron de guardarse tanto los nuevos conocimientos como su
aplicación práctica, pero su difusión fue inevitable incluso en épocas de enfrentamiento.
La industrialización continental se hizo fijándose en el modelo británico pero siguiendo pautas
y cronologías propias. El despegue belga y del norte de Francia se produjo hacia 1830, favorecido por
varios siglos de organización de manufacturas tradicionales y su comercialización. También les
favoreció la disponibilidad de materias primas y la cercanía a Gran Bretaña. La región del Rhur se
desarrolló más tarde, pero también más intensamente. Otras regiones destacadas fueron Cataluña,
norte de Italia, Alsacia, Sajonia, Moravia, etc.
Si en Gran Bretaña la industrialización se realizó sobre la iniciativa privada, en el continente
fue más decisiva la influencia estatal. Se dejó sentir sobre todo en el abastecimiento de los ejércitos y
los bienes de lujo para las clases altas, como Carlos VII de las Dos Sicilias con la fábrica de porcelana
de Capodimonte, que será trasladada al Buen Retiro cuando se convierte en Carlos III de España.

Consecuencias de la Revolución Industrial. La Revolución Industrial va a afectar a todos los


campos de la sociedad.
Se crean grandes problemas sociales debido a las políticas económicas de las empresas. Para
conquistar mercados es necesario acumular capital y abaratar costes, lo que permitirá renovar la
maquinaria, aumentar la producción y ampliar las fábricas. El principal instrumento para conseguir
tales objetivos es la reducción salarial, lo cual no era difícil pro la abundante mano de obra. Las
condiciones de trabajo eran durísimas, con jornadas de 12-20 horas y sin condiciones aceptables de
higiene o seguridad. Ante esta situación empiezan a aparecer movimientos obreros que presionan a
gobiernos y empresarios para conseguir mejoras. Entre los primeros está el ludismo, encabezado por
Ned Lud, quien a fines del s. XVIII destruyó las máquinas de la fábrica en la que trabajaba como
protesta ante la explotación.
Posteriormente los obreros diferenciaron entre las máquinas y el uso que se les daba, lo que
derivó en la asociación o sindicación para presionar por mejoras en las condiciones laborales. Las
primeras asociaciones se crearon en la clandestinidad, como las Trade Unions de Gran Bretaña que
desde 1824 se legalizan al reconocerse el derecho de asociación sindical.
Se difunden nuevas teorías económicas como el liberalismo económico, que defiende una
reducción de la intervención y control estatal en la economía, a fin de que se autorregule mediante
oferta y demanda.
La sociedad estamental es sustituida por la sociedad de clases, en la que los grupos sociales
vienen diferenciados por su riqueza o su influencia social (caso de las profesiones liberales, que
pueden dar lugar a riqueza). La ley es igual para todos, siendo la burguesía la que ocupa el lugar de la
nobleza en la cúspide de la pirámide social.

38.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 1º de Bachillerato en el estudio de la
Historia Contemporánea.

Tema 39. La Construcción del Estado Liberal en España en el s. XIX.

39.1-El Reinado de Carlos IV.


Carlos IV sube al trono en 1788 continuando la política reformista de su padre, basada en el
desarrollo de la agricultura y las comunicaciones para aumentar la riqueza del país. Pero el ejército era
básico para el mantenimiento del absolutismo así que absorbía gran cantidad del presupuesto, además
de que las reformas exigían profundos cambios sociales.
Al estallar la Revolución Francesa en 1789 el Conde de Floridablanca decide establecer un
cordón sanitario en los Pirineos para frenar la expansión de las ideas revolucionarias. España rompe
su tradicional alianza con Francia y se une a Inglaterra, su máximo rival marítimo hasta entonces. El
fracaso de Floridablanca provocó su sustitución por el Conde de Aranda, que inicia una política de
pacificación con la Asamblea Nacional (1789-91) y la Convención (1792-95) a fin de conseguir salvar
la vida de Luis XVI. La ejecución de Luis XVI en 1793 es aprovechada por la oposición a Aranda,
partidaria de la guerra, para provocar su sustitución por Godoy.
España, Austria, Prusia, Reino Unido y Nápoles declaran la guerra a la Convención de
Francia. Fue una guerra desastrosa para España, que perdió las tierras hasta el delta del Ebro. España
firma una paz por su cuenta y por el Tratado de Basilea (1795) recupera los territorios perdidos a
cambio de entregar a Francia la isla de Santo Domingo. Godoy se alía con Francia por el Tratado de
San Ildefonso (1796) para frenar el poder marítimo de Gran Bretaña. En 1797 la escuadra
francoespañola es derrotada por la británica, perdiendo España la isla de Trinidad.
Mientras tanto en Francia Napoleón Bonaparte maniobró en los sucesivos regímenes para
aumentar su poder personal. Así fue uno de los dirigentes principales del Directorio (1795-99), el
Consulado (1799-1804) y el Imperio (1804-1815). Su poder político fue cada vez mayor: de uno de los
cinco jefes del Directorio pasó a uno de los tres cónsules iguales en poder, luego fue primer cónsul,
cónsul vitalicio y en 1804 se proclamó emperador.
En un intento por invadir a Gran Bretaña, Napoleón reunió la escuadra francoespañola para
avanzar sobre la escuadra británica. Ambas formaciones se enfrentaron en la Batalla de Trafalgar
(1805), que concluyó con la victoria del británico Nelson.
Napoleón decidió cambiar de táctica estableciendo un Bloqueo Continental para rendir a Gran
Bretaña por falta de suministros. Pero para que surtiera efecto era preciso someter a Portugal, aliado de
Gran Bretaña. Para ello decide proponer a España un acuerdo para que un ejército de ambos países
avanzara sobre Portugal, a cambio de repartir el país en tres partes iguales: una para Francia, una para
España, y una tercera de la que Godoy sería nombrado rey. Finalmente Godoy acepta y se firma el
Tratado de Fontainebleau (1807).
En 1808 los ejércitos franceses entran en España, pero en lugar de dirigirse a Portugal
empiezan a desplegarse ocupando los principales núcleos. Cuando Godoy es consciente de las
intenciones francesas escapa con la familia real en dirección a Sevilla para partir hacia América. Sin
embargo tropas leales al heredero Fernando les detienen en Aranjuez, obligando a Carlos IV a abdicar
en su hijo mientras los franceses toman Madrid.
Fernando VII busca el reconocimiento de Napoleón, quien le cita junto a su padre en Bayona,
donde obliga a ambos a abdicar sus derechos en él (las Abdicaciones de Bayona). Seguidamente
Napoleón otorga los derechos sobre España a su hermano José Bonaparte, que reina como José I. José
I quiso realizar un gobierno reformista apoyado por los afrancesados (colaboracionistas), para lo cual
otorga la Constitución de Bayona (1808). Sin embargo el gobierno de José I estuvo mediatizado por el
estallido de la Guerra de Independencia (1808-14) y las necesidades de la estrategia militar.
Antes de marchar a Bayona Fernando VII nombró una Junta de Gobierno presidida por su tío
el infante Don Antonio y formada por 5 ministros. La Junta intentó defender los derechos de Fernando
VII y buscó la armonía con los franceses ya que el pueblo tampoco aceptó las abdicaciones de Bayona.
Para cubrir el vacío de poder se organizaron Juntas provinciales coordinadas por la Junta Suprema
Central, que también dirige el enfrentamiento con los franceses.
39.2-La Guerra de la Independencia (1808-14).

La marcha de la familia real y la presencia de tropas francesas crean malestar en la población.


Finalmente estalla el conflicto cuando las tropas francesas intentan llevarse por la fuerza al infante
Francisco de Paula, último miembro de la familia real española que seguía en España. El 2 de Mayo de
1808 el pueblo de Madrid se levanta contra los invasores. Fue una lucha popular, pues las guarniciones
españolas recibieron órdenes de no intervenir. Solo algunos militares como Daoiz y Velarde
desobedecieron para respaldar al pueblo. El general Murat acaba con la revuelta por la fuerza y fusila a
todos los detenidos.
Según se extendía la noticia de lo ocurrido en Madrid, todas las localidades se alzaban contra
el invasor. En cada capital provincial se estableció una Junta que organizaba la resistencia, pero luego
se estableció una Junta Suprema Central para unificar esfuerzos y establecer un gobierno central. La
Junta Suprema estaba presidida por el Conde de Floridablanca y formada por dos representantes de
cada Junta provincial. Se situó en Aranjuez, Sevilla y finalmente Cádiz, donde fue sustituida pro una
Regencia tras la convocatoria a Cortes.
La guerra se inicia muy favorable a Francia, con superioridad numérica en tropas muy
experimentadas y de desplazamiento rápido. Los españoles utilizaron una doble táctica, por un lado el
ejército convencional apoyado por Gran Bretaña, y por otro la resistencia patriótica de las guerrillas.
La lucha guerrillera y de sabotaje es una táctica de combate consistente en hostigar mediante ataques
rápidos y sabotajes a las fuerzas militares enemigas que han ocupado parte o la totalidad del territorio,
o en su propio territorio, o que son muy superiores en número y armamento. Se desarrolla en terrenos
hostiles para los grandes ejércitos, como montañas, bosques, guerrilla urbana, etc. con pequeños
grupos de combatientes que conocen bien el terreno y se diluyen fácilmente entre la población local.
Se centra en ataques a unidades aisladas, rezagadas o dispersas y a unidades de suministros e
intendencia. La doble táctica española permite mantener ocupadas y debilitar a las tropas francesas de
los territorios ocupados mientras las tropas regulares combaten por la liberación, es el llamado
avispero español.
Una de las primeras victorias españolas es la Batalla de Bailén (Julio 1808), de mano del
general Castaños. Merced a esta batalla se detiene el avance francés, se libera Andalucía y los
franceses abandonan Madrid. Napoleón interviene directamente entrando en España con un ejército de
250 mil hombres que es desplegado en abanico. Madrid vuelve a ser ocupado en un lento avance en
1809. En 1810 los franceses invaden Andalucía, pero Cádiz se mantiene libre con ayuda británica.
A mediados de 1811 el general británico Wellington es nombrado generalísimo de las tropas
angloespañolas, obteniendo victorias como Ciudad Rodrigo y Arapiles. José I hubo de abandonar
nuevamente Madrid, pero los franceses tomaron Valencia.
En 1812 la mala campaña francesa en Rusia obliga a Napoleón a retirar tropas de España para
reforzar su avance. Wellington aprovecha la situación para pasar a la ofensiva en 1812-13 en las
batallas de Vitoria y San Marcial, tras las cuales el único reducto francés es Cataluña. Finalmente
Wellington expulsa los franceses de Cataluña e incluso avanza sobre el sur de Francia.
En Abril de 1814 Napoleón decide abandonar el avispero español para enfrentar la coalición
europea en su contra. Fernando VII es liberado, le es devuelta la corona española y Suchet se retira de
España con los últimos ejércitos franceses. En Mayo de 1814 Fernando VII entra en España.

39.3- Las Cortes de Cádiz.

Al mismo tiempo que se desarrollaba la guerra en Cádiz se convocaron Cortes. No eran Cortes
como las antiguas ni en su composición ni en sus atribuciones. Su primera actuación fue declararse
depositaria de la soberanía nacional y su misión sería la redacción de una constitución para el país.
Desde el principio los diputados se dividieron entre realistas o serviles y liberales, imponiéndose éstos
últimos.
Las Cortes decretaron la libertad de imprenta, la abolición del régimen señorial y la abolición
del tribunal de la Santa Inquisición. Se pretendió la sustitución del sistema económico del Antiguo
Régimen por una sociedad organizada como una economía de mercado libre.
Pero la obra principal fue la Constitución de 1812, conocida como la Pepa al ser promulgada
el 19-03-1812 (día de San José). Comienza con un texto preliminar que desmentía que fuera una copia
de la constitución revolucionaria francesa (como afirmaban sus detractores), sino una restauración de
las libertades hispanas desaparecidas con los Austrias y los Borbones. Se compone de un cuerpo
articulado formado por 348 artículos, siendo los más importantes definición de España como la
nación formada por la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios, el gobierno de la nación
es una monarquía hereditaria moderada, supresión de los privilegios, división de poderes (legislativo
Cortes, ejecutivo el Rey, judicial los tribunales), fin de la división en reinos a favor de la uniformidad
y la centralización.
Reconocía que la religión católica era la única permitida, pero el clero estaba descontento por
la supresión de la Inquisición, los diezmos y las órdenes religiosas.
Con su aprobación triunfan las ideas liberales y nacía una monarquía constitucional. Los
españoles pasaron a dividirse en liberales (limitación del poder real mediante la Constitución) y
realistas o serviles (restauración del absolutismo en su plena forma).

39.4- El Reinado de Fernando VII (1814-1833).

Tras la derrota francesa en Leipzig Napoleón decidió retirarse de España para reforzar sus
frentes en Europa. El conde La Forest fue enviado a negociar la paz con Fernando VII en Valançay,
resultando el Tratado de Valançay (Diciembre 1813). Por esta paz Francia se retira de España y
Napoleón devuelve la corona española a Fernando VII.
La noticia de la vuelta de Fernando VII fue acogida con entusiasmo tanto por los absolutistas,
que lógicamente esperaban el apoyo del monarca, como por los liberales, que esperaban la ratificación
de las reformas por creerlas irreversibles.

El Sexenio Absolutista (1814-20). Al llegar a España el rey fue apoyado pro la nobleza, el
clero y los 100 diputados serviles de las Cortes de Cádiz. Los diputados serviles firmaron el llamado
Manifiesto de los Persas, en el que expresaban la superioridad y virtud del absolutismo como garante
de la paz y el orden.
Pese al decreto de Martínez de la Rosa de condenar a muerte a quien modificase o anulase la
Constitución de 1812, Fernando VII la anula inmediatamente y restaura el absolutismo. Sin embargo
no lo restaura exactamente igual, ya que los cambios ocurridos durante la guerra desgastaron a los
elementos del absolutismo más reacios a ser controlados por la corona. De tal forma el poder de
Fernando VII se acrecentó al contar con los poderes de un monarca absoluto y poseer la capacidad de
someter a quienes antes podían resistirse.
Se restauraron las instituciones absolutistas y se iniciaron fuertes represalias contra los
liberales, resultando el primer gran exilio de españoles por motivos políticos. Hubo una depuración de
los empleados públicos que no jurasen lealtad al rey absoluto, pero no en el ejército lo que será
germen del liberalismo activo representado en numerosos pronunciamientos.
Apareció una crisis económica debida a la bancarrota de la Hacienda, la quiebra de los bancos,
la destrucción de la agricultura y la incipiente industria. En 1816 Martín Garay es nombrado ministro
de Hacienda, que crea una contribución general en función de los ingresos, elimina impuestos
desfasados y reduce el gasto público. La crisis radicaliza el enfrentamiento entre liberales y
absolutistas, lo que unido a la pérdida de peso internacional frente a Austria, Rusia, Prusia e incluso
Francia, favorece la sucesión de conspiraciones y pronunciamientos militares liberales: Espoz y Mina
(1814), Porlier (1815), conspiración del Triángulo (1816, llamada así porque la dirigían tres personas,
pretendían asesinar al rey), Laçy (1817), Vidal (1819).
Se inicia la lucha por la independencia de las colonias americanas, lo que en ciernes de la
Industrialización supone el corte de suministros, la desaparición del comercio y la pérdida de un
gigantesco mercado. En 1808 las colonias rechazan como rey a José I y en 1810, ante la mala marcha
de la guerra, empiezan a proclamarse independientes. En el periodo 1810-24 se dan las guerras de
independencia de las colonias americanas, fundamentalmente dirigidas por Simón Bolívar y José San
Martín. En 1814-16, ante la vuelta de la fuerte autoridad de Fernando VII, los ejércitos reales
consiguen imponerse en casi todas las colonias, salvo Argentina. La situación se estabiliza pero en
1817 los independentistas vuelven al ataque hasta conseguir la independencia de todas las colonias en
1824 (independencia de Perú).
En 1820 Fernando VII reúne un poderoso ejército en Andalucía bajo el mando del Coronel
Rafael Riego para embarcar hacia América y someter definitivamente a las colonias. Sin embargo
Riego utiliza el ejército para pronunciarse en Cabezas de San Juan y proclamar la Constitución de
1812. Nunca más España podrá reunir un ejército lo bastante numeroso como para imponerse en
América. La pasividad del gobierno y la falta de represión hicieron que las principales ciudades y casi
todo el ejército se uniera a Riego, con lo que Fernando VII jura la constitución y convoca Cortes.

El Trienio Liberal (1820-23). Las Cortes de 1820 inician una cogestión monárquico-liberal,
que fue torpedeada por el rey utilizando su derecho de veto. El 9 de Julio de 1820, ante la destitución
de Riego como Capitán General de la Coruña, los liberales se dividen en moderados o doceañistas (la
corona debe participar en la política) y exaltados o veintenos (la única función del rey es la ejecutiva).
En 1820-22 ocupan el poder los moderados, siendo sustituidos en 1823 por los exaltados.
En general el trienio fue un momento de confusión y anarquía por los enfrentamientos
políticos internos de los liberales. A ello contribuyó el estado de guerra civil por el levantamiento del
Cuerpo de Voluntarios Realistas, bajo el mando de la Regencia de Urgell, luchando para liberar al rey
del secuestro liberal. En América provocó que, con Sudamérica casi perdida, el virreinato de Nueva
España, hasta entonces leal a Fernando VII, optara por independizarse en bloque en 1821 de mano del
general Agustín de Iturbide, sin que nadie pudiera impedirlo. Además el rey conspiraba enviando
cartas a todos los monarcas absolutistas europeos solicitando su ayuda.
Finalmente la Santa Alianza decidió, en el Congreso de Verona (1822), enviar un ejército
francés llamado los Cien Mil Hijos de San Luis. Bajo el mando del Duque de Angulema el ejército
francés entra en España y avanza sin encontrar resistencia alguna, libera al rey y restaura sus poderes.

La Década Ominosa (1823-33). El 7 de Abril de 1823 las tropas francesas invaden España y
avanzan sin resistencia hasta Cádiz, donde se refugió el gobierno liberal con el rey. Fernando VII es
liberado y sus poderes restablecidos, aunque el Duque de Angulema prohibió la restauración de la
Inquisición.
El rey inicia una dura represión contra los liberales, aquellos que no se exilian son apresados y
ejecutados. Desde Inglaterra, y desde 1830 en Francia (triunfa una revolución liberal) los liberales
exaltados emprenden múltiples conspiraciones para derrocar a Fernando VII, como Torrijos en 1831.
Sin embargo la experiencia del trienio demostró al rey que necesitaba reformas para atraer a los
liberales moderados.
Esta nueva política molestó a los realistas puros o apostólicos, que acusan al rey de ser blando
con los liberales. Su brazo armado, el Cuerpo de Voluntarios Realistas o partidas, protagoniza desde
1826 rebeliones en Cataluña (1827, Rebelión de los Agraviados o Malcontents), Navarra, norte de
Castilla, y La Mancha. Los realistas puros encuentran su líder en el infante Carlos María Isidro,
hermano del rey y su heredero, más aún cuando en 1830 una revolución establece en Francia un
gobierno liberal, lo que aísla a España. Nacía así el Partido Carlista.
Otro motivo de enfrentamiento entre Fernando VII y el infante Carlos es desde 1830 la
sucesión. Casado el rey con su cuarta esposa, su prima María Cristina de Nápoles, ésta le da dos hijas.
Entonces Fernando VII decide publicar la Pragmática Sanción, redactada por las Cortes en 1789, y
proclamar heredera a su hija Isabel. El infante Carlos maniobra para apartar a Isabel del trono, pero el
rey lo descubre, se deshace de los elementos carlistas de la corte y permite el regreso de los liberales
exiliados para que apoyen a Isabel. El infante Carlos se niega a aceptar la situación y se exilia en
Portugal, mientras sus partidarios se arman y entrenan para la lucha armada.
En Septiembre de 1833 muere Fernando VII y hereda el trono Isabel II, bajo la regencia de su
madre María Cristina. Inmediatamente el Infante Carlos levanta a su ejército en defensa de sus
derechos al trono, iniciando la Primera Guerra Carlista (1833-39).

39.5-El Reinado de Isabel II (1833-68).

La Regencia de María Cristina (1833-37). El principal problema es la guerra carlista, cuyo


momento de inicio es la publicación por Don Carlos del Manifiesto de Abrantes (1-10-1833) cuando
se proclama rey como Carlos V. El carlismo triunfa en 1833 en País Vasco, Navarra, Cataluña y
Maestrazgo (sur de Aragón). En 1834 Tomás Zumalacárregui es el máximo mando militar carlista, con
éxitos como la toma de una fábrica de armas en Obraiceta y de todas las plazas del País Vasco, salvo
las capitales. Don Carlos gobierna un verdadero reino entre País Vasco y Cataluña, con territorios
carlistas en el tercio norte peninsular, aunque la mayoría de las ciudades son isabelinas. Don Carlos
ordena el sitio de Bilbao, que Zumalacárregui cumple contra sus deseos, siendo derrotado en la batalla
de Luchana (1836) en la que morirá. El sitio de Bilbao fue un desastre que desgastó al ejército carlista
y desperdició recursos, lo que redujo las posibilidades de victoria. Toma el mando militar Rafael
Maroto, hasta que comprende el declive carlista frente al ejército isabelino dirigido por Baldomero
Espartero.
Para precipitar el fin del conflicto y salvar vidas, Rafael Maroto invita a todos los generales
carlistas a una reunión estratégica, en la que ejecuta a los contrarios a un acuerdo de paz. Don Carlos
hubo de exiliarse a Francia. El final de la guerra llega con la firma del Convenio de Vergara (31-8-
1839), por el que reconocen a Isabel II como reina cambio del respeto a sus fueros y el mantenimiento
en el ejército de todos los oficiales carlistas. El pacto provoca la escisión del carlismo entre
transaccionistas e intransigentes (dirigido por Ramón Cabrera mantuvo la guerra en el Maestrazgo
hasta 1840, cuando huyó a Francia).
María Cristina debía apoyarse en los liberales para mantener el trono de su hija, pese a ser
absolutista, por lo que favoreció a liberales moderados. Martínez de la Rosa promulgó el Estatuto Real
(1834), especie de carta otorgada que estuvo vigente hasta 1837 ya que no satisfacía a nadie, lo que
unido a su mala gestión precipitó su caída. Queipo de Llano fue un breve paréntesis al ser incapaz de
conseguir el control del país.
El poder recae en el progresista Mendizábal en 1835, hasta entonces exiliado en Londres. Su
política se centró en: ganar la guerra carlista, recuperar el crédito, desamortización de los bienes
eclesiásticos. Para la guerra carlista aumentó los efectivos creando una milicia urbana y levantando
una quinta de cien mil hombres, que podía eximirse pagando 4 mil reales o mil reales y un caballo lo
que mostraba la mala situación de la Hacienda.
El problema económico se afronta con la Desamortización. La desamortización, primero de
bienes eclesiásticos y luego de los pueblos, fue la medida liberal más trascendente del s. XIX,
entrando incluso en el XX. Primero el Estado se incautaba de dichos bienes, que pasaban de ser manos
muertas a bienes nacionales, para luego ser vendidos en pública subasta en beneficio de la Hacienda
del Estado. Este dilatado proceso un fue continuo, sino resultado de desamortizaciones sucesivas que
expropiaron el 39% de la superficie del Estado: Godoy (1798), las Cortes de Cádiz (1811-13), Trienio
Liberal (1820-23), Mendizábal (1836-51), y Pascual Madoz (1855-1924).
Destaca la desamortización de Mendizábal tanto por ser la que más tierra liberó como por
provocar la ruptura de relaciones diplomáticas con el Papado y dividir a la opinión pública. Por ello
quedó en la Historia de España como la desamortización por antonomasia.
Mendizábal quería garantizar la continuidad de Isabel II y el nuevo Estado liberal, para lo que
necesitaba ganar la guerra carlista, incierta en ese momento. La desamortización pretendía ganar la
guerra carlista, obtener dinero para la Hacienda, disminuir la deuda pública, atraer para el liberalismo
a los beneficiarios del proceso desamortizador (la burguesía), poder solicitar créditos internacionales,
cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica. La Iglesia sería reformada para convertirse en una
institución del nuevo régimen, comprometiéndose el Estado a subvencionar al clero y el culto a
cambio de su adición al régimen.
El Decreto Desamortizador (1836) puso en venta todos los bienes del clero regular (órdenes
religiosas de monjes, frailes y monjas) incluyendo tierras, casas, monasterios y conventos con todos
sus enseres, incluidas obras de arte y libros. En 1837 se amplió el decreto para incluir los bienes del
clero regular (catedrales e iglesias, aunque no a sus edificios), pero no se realizó hasta 1841, durante la
regencia de Espartero.
Las continuas desamortizaciones no sirvieron para repartir las tierras entre los más pobres, ya
que no se intentó una reforma agraria. La extensión desamortizada supuso el 50% de la tierra
cultivable y su valor el 25-33% del total de la propiedad inmueble. Aumentó la superficie cultivada y
la productividad.
Apareció un proletariado agrícola de más de dos millones de campesinos sin tierra, jornaleros
sometidos a duras condiciones de vida y trabajo estacional, siendo campo para el proselitismo
anarquista, con organizaciones como la Mano Negra. Se creó una burguesía terrateniente que adquirió
tierras y propiedades para emular a la vieja nobleza. La estructura de la propiedad siguió
desequilibrada, con el latifundio en el centro y sur y el minifundio en el norte y noroeste. Asimismo el
sistema de la desamortización fue responsable de la pérdida y expolio de mucho patrimonio cultural, al
no preocuparse de él.
Los enfrentamientos dialécticos entre moderados y progresistas sobre el Estatuto Real (1834)
se centraban en que era la monarquía la que consentía otros poderes del Estado, no regulaba los
poderes del rey ni del Gobierno, ni recogía declaración alguna sobre los derechos individuales. El
descontento progresista estalló en el Motín de los sargentos de la Granja (1837), que obligó a la
regente a derogar el Estatuto Real y restaurar la Constitución de 1812 como paso previo a la
elaboración de una nueva constitución. La Constitución de 1837 era progresista, pues defendía la
libertad de prensa, la autonomía de los ayuntamientos y la creación de la Milicia Nacional, una fuerza
voluntaria paramilitar de orden local al cargo de los ayuntamientos.

La Regencia de Espartero (1840-43). El posterior gobierno moderado, apoyado por la regente,


promulgó en 1840 la Ley de Ayuntamientos para controlar los ayuntamientos y la Milicia Nacional,
pues temían que fueran focos antimoderados. Estallaron motines en muchas localidades, lo que
aprovechó el general Espartero para ponerse al frente de ellos y ocupar el poder. La regente se exilió a
Francia, consiguiendo Espartero ser nombrado regente.
Su regencia se basó en un poder personal fuerte, aislándose de sectores progresistas y
apoyándose solo en un grupo de militares adictos. Su mandato estuvo salpicado de revueltas de
generales moderados (O´Donnell, Narváez, De la Concha, etc.), siendo algunos fusilados (Diego de
León). Finalmente tanto moderados como progresistas decidieron acabar con su gobierno, así que el
pronunciamiento en Torrejón de Ardoz (1843) de los generales Prim y Narváez le obliga a exiliarse.
Para acabar con la profunda crisis social se decreta la mayoría de edad de la reina.

La Década Moderada (1844-54). Los moderados empezaron a acaparar el poder, excluyendo a


los progresistas, mientras preparaban el fortalecimiento del Estado, incluida la Constitución de 1837.
Cuando Narváez llegó al gobierno (Mayo 1844) inició una serie de reformas que limitaban las
libertades establecidas por los progresistas, robusteciendo el poder de la Corona y centralizando la
administración.
Los moderados querían compatibilizar los conceptos de orden y libertad, por lo que
empezaron por establecer un orden público estricto. A fines de 1843 el gobierno de González Bravo
preparó el terreno suprimiendo la Milicia Nacional, con lo que desaparecía la fuerza de choque del
partido progresista. A la vez se preparó otro instrumento, la Guardia Civil, para salvaguardar el orden
público y la propiedad privada. Su reglamento (6-10-1844) enumeraba sus obligaciones y facultades.
Su primera obligación era auxiliar al jefe político provincial (gobernador civil), del que dependía, para
acabar con cualquier desorden o bien tomar por sí misma esta decisión si dicha autoridad estuviera
ausente. Su segunda obligación era disolver las reuniones sediciosas o armadas. Las restantes
obligaciones mezclaban la política de orden público con la vigilancia de la propiedad, que en la
España del s. XIX era fundamentalmente rural.
Se continuó con la prensa al derogar en Julio de 1845 la fórmula progresista de crear jurados
para los delitos de imprenta. Así estos delitos pasarían a los tribunales comunes, lo que suponía un
control de la prensa y la imprenta por el gobierno.
La ley orgánica de Enero de 1845 centralizó el poder local al delimitar las funciones de los
alcaldes, haciéndolos depender del poder central. Serían nombrados por el gobierno o los
gobernadores provinciales, y tenían a su cargo el orden público de sus poblaciones, siendo ayudados
por la Guardia Civil.
La Constitución de 1845 fue presentada como una reforma de la de 1837, pero en realidad era
un texto nuevo moderado que excluía cualquier posibilidad de pacto con los progresistas. Negaba que
la soberanía nacional residiera en el pueblo, para residir en el rey y las Cortes. Suprimió las
limitaciones al poder real y aumentó sus prerrogativas, lo que limitó los poderes de las Cortes. Los
progresistas se opusieron a ella de inmediato, pero también el sector duro de los moderados, que
consideraba que había que restringir más los poderes de las Cortes.
En este clima político moderado se pretendió acabar con el conflicto dinástico carlista
mediante el matrimonio de la reina Isabel II y Carlos VI (hijo de Don Carlos). Sin embargo las
negociaciones se rompieron, por lo que Carlos VI levantó a los sectores carlistas en la Segunda Guerra
Carlista (1846-49) o Guerra dels Matiners (de los madrugadores). No tuvo ni el impacto ni la violencia
de la primera guerra. Aunque hubo episodios en muchas zonas del norte se desarrolló sobre todo en
Cataluña. Finalizada la guerra se repitieron pequeños levantamientos carlistas hasta 1860.
La política moderada pretendía restablecer las relaciones con el Papado, rotas por la
desamortización de Mendizábal. En 1851 se firmó un concordato que ponía fin a las disputas,
facilitado por medidas simbólicas como el que la Constitución de 1845 afirmara que la religión de
España era la católica, apostólica y romana. Como la única religión del Estado era la católica, éste se
comprometía a defenderla reprimiendo las doctrinas heréticas, permitían a los obispos entrometerse en
la educación, y concedía a la Iglesia española censurar obras sobre religión y moral. A cambio los
moderados consiguieron que no se reclamara la devolución de los bienes desamortizados (en manos de
destacados moderados) y el derecho de terna (al quedar vacante una diócesis el gobierno puede elegir
tres obispos para ocuparla, y de entre ellos el Papa elige al definitivo).
Con las reformas previas a la Constitución los moderados eliminaron posibles peligros, y con
ella dictaron las pautas para la definitiva organización del Estado: orden jurídico unitario,
administración centralizada, Hacienda con impuestos únicos.
El deseo de componer un corpus legal unitario, que eliminara los fueros y derechos
particulares, ya estaba presente en los inicios del partido moderado. La centralización y organización
administrativa, sustentada en la reforma territorial de Javier de Burgos de 1833, se consolidó en Enero
de 1845 concentrando en los gobernadores civiles la autoridad provincial y haciendo depender de ellos
a los alcaldes. Se creó una conexión poder central-poder local que eliminara las ambiciones
autonomistas de este último.
La administración se fue centralizando racionalizando la burocracia y estructurando al
funcionariado mediante un nivel de exigencias técnicas, jurídicas y administrativas. El decreto de
Septiembre de 1845 centralizó la instrucción pública y organizó la enseñanza y sus niveles imitando el
modelo francés.
Para racionalizar la Hacienda y el cobro tributario se refundieron los innumerables impuestos
antiguos en unos pocos de corte moderno. Se crearon nuevas contribuciones directas (territoriales,
industriales, comercio) que, al no apoyarse en un catastro ni estadísticas fiables, no evitaron el fraude
y la evasión fiscal. Los ingresos siguieron siendo insuficientes así que se potenciaron los ingresos
indirectos, como el impopular sobre los consumos.

El Bienio Progresista (1854-56). El escandaloso favoritismo y la corrupción generalizada


provocaron reacciones en todos los sectores liberales, incluidos los moderados, que finalmente
llevaron a las calles a las clases populares. El método utilizado fue el pronunciamiento.
En Julio de 1845 el general moderado O´Donnell se pronunció en Vicálvaro (la Revolución
Vicalvarada) enfrentándose a las tropas gubernamentales. El resultado fue incierto y O´Donnell se
retiró hacia Andalucía. En Manzanares se le unió el general Serrano y ambos lanzaron un Manifiesto
al País (o de Manzanares) con promesas progresistas. El masivo apoyo popular convirtió el
alzamiento militar moderado en un movimiento popular y progresista, que en algunos lugares
(Barcelona) tuvo tintes obreristas. Isabel II decidió entregar el gobierno a la principal figura
progresista, el general Espartero.
Los gobiernos progresistas se esforzaron por iniciar medidas liberales, la más importante de
las cuales fue la elaboración de una nueva constitución que no fue promulgada (non-nata) debido a las
largas deliberaciones y a los diversos sucesos políticos. La constitución non-nata refleja el ideario
progresista: soberanía nacional, limitación del poder real, prensa sometida al juicio de un jurado,
vuelta de la Milicia Nacional (eliminada por los moderados), alcaldes elegidos y no designados pro el
poder central, Senado elegido y no designado por la Corona, autonomía de las Cortes y primacía de
éstas sobre el Senado en presupuestos y tolerancia religiosa.
La política económica pretendió atraer capitales extranjeros, relanzar la actividad crediticia de
los bancos y fomentar el ferrocarril, para lo cual se realizó una nueva desamortización y se crearon
leyes económicas: Ley de Ferrocarriles (1855), Ley Bancaria (1856), creación del Banco de España
(1856).
El 1 de Mayo de 1855 el ministro de Hacienda, Pascual Madoz, promovió la Ley de
Desamortización General. Se llamó general porque disponía de todos los bienes de propiedad
colectiva, tanto los eclesiásticos que no fueron antes vendidos como los de los pueblos: bienes de
propios los que se arrendaban y proporcionaban rentas al Concejo, bienes comunes los que eran
utilizados por los vecinos de lugar para conseguir leña, pastorear, etc. Se prolongó hasta 1924.
El procedimiento utilizado fue una copia del de Mendizábal, pero había dos diferencias. La
primera era el destino del dinero, pues sin las anteriores angustias de Hacienda, fue dedicado a la
industrialización del país, especialmente la expansión del ferrocarril. La otra diferencia era la
propiedad de dicho dinero: el Estado no era propietario sino depositario de un dinero que pertenecía a
los ayuntamientos, pero que gestionaba en bien de todos. La burguesía con dinero volvió a ser la
beneficiaria, aunque los pequeños campesinos participaron mucho más que en la anterior
desamortización de Mendizábal.
La enajenación de los bienes municipales empeoró la situación del pequeño campesinado, al
ser privado del uso de los bienes del Concejo.

El retorno del moderantismo. La Unión Liberal (1856-68). La crisis final llegó en Julio de
1856. Ante la inestabilidad O´Donnell dio un golpe de Estado contra la mayoría parlamentaria,
desplazando al partido progresista. O´Donnell asumió la presidencia del gobierno con el respaldo de
su nuevo partido, la Unión Liberal, con una política basada en la consolidación de la monarquía
constitucional, el respeto a los legítimos derechos y legítimas libertades, el restablecimiento del orden
público, y la conciliación de moderados y progresistas.
Leopoldo O´Donnell intentaba crear un liberalismo centrista, restableciendo la Constitución
de 1845 con un Acta Adicional que reconocía algunos principios progresistas. Sin embargo suprimió
la Milicia Nacional y reorganizó los ayuntamientos. El gobierno de O´Donnell fue breve, dejando paso
a Narváez, quien suprimió el Acta Adicional, interrumpió la desamortización y se rodeó de los
elementos más conservadores del moderantismo, los neocatólicos. La reina no ocultaba su simpatía
por los moderados.
La nueva oportunidad de la Unión Liberal fue el gobierno de 1858-63. La expansión
económica permitió a España intentar reconstruir un imperio colonial, aunque fuera a la sombra de
Francia. La Guerra de Marruecos (1859-61), con escasos logros territoriales pero de notable exaltación
patriótica, junto con las expediciones a México e Indochina, dieron prestigio al gobierno.Estas
aventuras acrecentaron el prestigio del general Prim: observador en la Guerra de Crimea, gobernador
de Puerto Rico, enviado a México para asesorar a los franceses, y héroe en Castillejos (Marruecos) en
1859.
Prim lideró a los progresistas. Nacido en Cataluña, fue un liberal puro que defendió los ideales
de la libertad, la monarquía constitucional, las carreras abiertas al talento personal, y la economía
librecambista, y odió cualquier idea que oliera a desorden o socialismo. Si desde 1863 empezó a
conspirar para derrocar a Isabel II y su camarilla de la corte fue porque aquella supeditó sus deberes de
reina constitucional a sus escrúpulos de católica conservadora.
En 1864 volvió Narváez al gobierno, con su política conservadora de represión de las
libertades públicas. La situación se fue deteriorando debido a la imposibilidad del moderantismo de
responder a las demandas sociales y de participación política, el descrédito de Isabel II y el malestar
social por la crisis financiera y de subsistencia de 1866.
En este clima se produjeron dos acontecimientos desencadenantes. La expulsión de sus
cátedras de Julio Sanz del Río y Emilio Castelar, con la consiguiente manifestación estudiantil
ahogada en sangre el 10 de Abril de 1865 (la Noche de San Daniel). La organización de un complot
militar liderado por Prim que, si bien fracasó, alentó la sublevación de los sargentos del cuartel de San
Gil, que conmovió al público al ser fusilados 68 de los participantes.
La crisis financiera afectó a la burguesía de los negocios, la que había apoyado con su dinero
el trono de Isabel II contra los carlistas en 1833.
Prim pactó en Ostende una alianza con el partido demócrata, escindido del progresista, sobre
dos bases: destrucción de todo lo anterior, políticamente hablando, y la construcción de un nuevo
orden mediante unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal. En Septiembre de 1868
una sublevación triunfante sorprendió a la reina veraneando en el País Vasco, teniendo que exiliarse a
Francia.
39.6-El Sexenio Revolucionario (1868-1874).

La Revolución Gloriosa de 1868. El 19 de Septiembre de 1868 el almirante Topete, jefe de la


Armada, se sublevó en Cádiz pidiendo el apoyo popular. Se formaron juntas revolucionarias en todo el
país, siendo una revolución prácticamente incruenta. Isabel II, de veraneo en Lequeitio (Vizcaya), se
encontró sin apoyos y optó por exiliarse en Francia. La Revolución Gloriosa fue la afirmación de un
nuevo sentido del liberalismo, contrapuesto al rígido moderantismo, el fin del régimen de los
generales de las décadas anteriores y el triunfo de la sociedad civil.

La Constitución Democrática de 1869. Desde el principio estuvo abocada a ser la unión de los
deseos democráticos de los distintos grupos que participaron en la revolución. Pero terminó
prevaleciendo la mayoría parlamentaria liberal progresista, dispuesta a establecer ideas puramente
liberales: libertad, igualdad, propiedad. Estas ideas no coincidían con los grupos radicales que
aspiraban al cambio social y a romper la tradicional forma de gobernar.
Intentaba fortalecer a las Cortes y la independencia del poder judicial, para establecer una
división de poderes que disolviera la hegemonía del ejecutivo, imperante desde 1833 por el pacto
monarquía-gobierno. El poder ejecutivo (el rey reina pero no gobierna) se centraría en ser el
equilibrio de las fuerzas políticas. Todo se sustentaría sobre el sufragio universal, del que recelaban los
moderados porque permitía intervenir a todos independientemente de su propiedad o capacidad. La
Constitución fue promulgada en Junio de 1869.
El régimen fue definido como una monarquía democrática, lo que molestó a quienes pensaban
que la fórmula democrática perfecta era la república, que podía ser federal o unitaria. Su argumento
era claro: la monarquía negaba el principio de soberanía nacional y la igualdad.

La búsqueda de un rey demócrata (1869-70). Pese a la Constitución, España era una


monarquía sin rey. Como solución temporal se estableció una regencia presidida por el general
Serrano, siendo Prim jefe del gobierno para intentar conciliar a los partidos hasta que hubiera un rey.
Descartada la vuelta de Isabel II y la coronación de su hijo Alfonso de doce años, se inició la búsqueda
de un rey por las cancillerías europeas. Cánovas del Castillo formó un partido Alfonsino para defender
los derechos dinásticos del futuro Alfonso XII.
La inestabilidad política y la falta de un monarca promovieron dos problemas nuevos: la
Guerra de Cuba (1868-78) y la Tercera Guerra Carlista (1872-76).
Con el régimen revolucionario parecía que se reformaría el gobierno de Cuba y Puerto Rico,
se les concedería representación en las Cortes, y se aboliría la esclavitud. Pero la actuación de las
sociedades secretas independentistas desembocó en la insurrección. En Octubre de 1868 Céspedes
lanzó el Grito de Yara: ¡Viva Cuba Libre!, iniciando una guerra que duraría hasta 1878.
La búsqueda de un rey en Europa motivó a los carlistas para reclamar el trono para su
pretendiente Carlos VII, nieto de Don Carlos. La Tercera Guerra Carlista (1872-76) se desarrolló en
Cataluña, Navarra y País Vasco, enfrentándose tanto a Amadeo de Saboya como a la Primera
República. Las correrías carlistas llegaron a Albacete y Cuenca, y fracasaron nuevamente en tomar
Bilbao.

El Reinado de Amadeo I (1870-73). Gracias a las gestiones de Prim la casa de Saboya


presionó a Amadeo de Saboya, duque de Aosta, para aceptar el trono español. Amadeo aceptó tras
recabar el consentimiento de las potencias europeas, siendo aprobado por las Cortes en Noviembre de
1870. Cuando Amadeo llegó a España supo que Prim, llamado a guiarle en el reino democrático,
murió tiroteado en la calle del Turco. Sin valedor se consideró desamparado para cumplir las
expectativas derivadas de la Constitución.
El fracaso de su reinado no se debió a su juventud o falta de idioma castellano. La nobleza, fiel
a Isabel II, le hizo el vacío alejándose de la corte. El clero consideró a Amadeo I, por ser un Saboya,
enemigo del Papado y responsable de sus pérdidas territoriales. La alta burguesía estaba preocupada
por la inestabilidad política, perjudicial para sus negocios. Todos estos sectores encontraron refugio en
el partido alfonsino de Cánovas del Castillo.
Mantener la monarquía sin los monárquicos era difícil, máxime cuando había oposiciones
declaradas. Los carlistas, que luchaban por entronizar a Carlos VII, los republicanos federales,
insistiendo en alcanzar las últimas consecuencias de la revolución, y el movimiento obrero, dispuesto a
destruir la propiedad privada.
Tras sucesivas crisis de gobiernos y elecciones generales, Amadeo I abdicó el 11 de Febrero
de 1873. Congreso y Senado, constituidos en Asamblea Nacional, dispusieron de forma pacífica la
proclamación de la Primera República Española. Llegó finalmente porque la monarquía se había
quedado sin posibilidades de actuación.

La Primera República Española (1873). La Asamblea designó a Estanislao Figueras presidente


de la república unitaria, lo que chocó con los republicanos federales. Debía convocar unas Cortes
Constituyentes en medio de graves problemas: una Hacienda exhausta, la Tercera Guerra Carlista, la
Guerra de Cuba, un Ejército inclinado al moderantismo. Pese a todo pudo promulgar ciertas medidas
democráticas, como una amplia amnistía, la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, y la supresión
de las quintas.
Pero la república unitaria carecía de masas y defensores cualificados, por lo que las elecciones
a Cortes dieron la victoria a los republicanos federales. Figueras devolvió el poder a las Cortes, que
proclamaron la República Democrática Federal (17 estados, incluidos Cuba y Puerto Rico) presidida
por Pi i Margall. Los republicanos federales se dividieron entonces en transigentes de Pi i Margall
(mayoritarios en las Cortes, conseguir el orden social para construir la república desde arriba) e
intransigentes (construir la federación desde abajo, lo que crearía la paz y el orden).
Ambos grupos federalistas presentaron sus proyectos constituyentes, pero al ser rechazado el
proyecto intransigente éstos se retiraron de las Cortes. La retirada intransigente inició la revolución
cantonal, por la que cada población se proclamaba cantón independiente del poder central. Se inició en
Cartagena y luego pasó a todo el sur y levante. Confluyeron tres revoluciones distintas: regionalista,
política y social. Las clases populares siguieron a los intransigentes creyendo encontrar la panacea a
sus males en la igualdad plena, el reparto de la riqueza y el fin del centralismo. Pi i Margall dimitió al
no poder aprobar la constitución y la revolución cantonal. Le sucedió Salmerón, que supuso la
reacción unitaria defensora del orden social frente al orden natural de la libertad. Salmerón se limitó
a restablecer militarmente el orden y reprimir duramente los movimientos obreros internacionalistas.
La república unitaria debía girar a la derecha si quería salvarse como régimen. Salmerón
dimitió por problemas de conciencia al no poder firmar las penas de muerte de los revolucionarios. Se
eligió presidente a Emilio Castelar, cuyo programa fue restablecer el orden, logrando acabar con el
problema cantonal, aunque quedaban las guerras carlista y cubana. El giro a la derecha y el
llamamiento al Ejército para que mantuviera el orden llevaron a los diputados de izquierdas a forzar su
dimisión para que la república girara a la izquierda. Pero este intento fue interrumpido por el golpe de
Estado del general Pavía, 2-3 de enero de 1874, que disolvió las Cortes y proclamó rey a Alfonso XII.

39.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y en 1º de Bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 40. Transformaciones agrarias y proceso de industrialización en España s. XIX.

40.1- El fracaso de la Revolución Industrial.

El tímido y tardío desarrollo industrial se explica por la existencia de factores negativos, que
entorpecen y dificultan el proceso.

La falta de una mentalidad capitalista. En España el pensamiento dominante tanto en las élites
dirigentes como en el pueblo es el de no aceptar el riesgo y vivir de las rentas. La nobleza tiene una
mentalidad rentista, su objetivo es que sus rentas (tierras, bienes, privilegios) le permitan vivir de
forma desahogada. No ven en los medios de producción instrumentos para obtener beneficios, además
los negocios son contrarios al honor del apellido. La Iglesia participa de esos prejuicios con doctrinas
contrarias a las prácticas económicas que son la base de la Revolución Industrial. Además a los judíos
se les reconoce por la banca y el mercadeo.

La falta de un mercado nacional. La industria necesita un mercado al que vender sus


productos, determinado por la disponibilidad de suficiente nivel adquisitivo y por la existencia de
infraestructuras necesarias.
La población mantiene durante el siglo un crecimiento sostenido y continuado, pues empieza
con 10 millones y acaba con 20. Esto permite incluso las migraciones a América. Pero más que el
número importa su poder adquisitivo. El campo, donde vive la mayoría de la población, tiene una
economía de subsistencia y muchos son jornaleros que apenas logran alimentarse. En la ciudad casi
todos los sectores urbanos tienen una situación similar al campesinado.
Las infraestructuras tanto en transportes como en comunicaciones son muy deficientes. La red
de carreteras es inexistente o muy anticuada. El ferrocarril es tardío y su construcción se hace con
criterios especulativos, no económicos, con lo que incomunica grandes zonas y los principales centros
económicos.

La inexistencia de una revolución agrícola. Las transformaciones agrícolas del s. XIX se


deben a las desamortizaciones, pro lo que la agricultura no tiene un gran papel. Según un modelo
clásico la agricultura debe cumplir un triple papel para contribuir al desarrollo industrial:
 Ofertar alimentos y materias primas para abastecer una población creciente y cada vez
más concentrada en ciudades y áreas industriales.
 Suministrar capitales y mano de obra para la industria, debido a la mecanización del
campo.
 Proporcionar a la industria un mercado interno en el que vender sus productos.
La agricultura española del s. XIX no lo cumplió porque nunca se modernizó.

La falta de estímulos para la inversión. En España la burguesía y otros sectores con dinero
prefirieren invertir en actividades especulativas de rendimiento o beneficios a más corto plazo. Se
prefiere la adquisición de bienes desamortizados, la construcción del ferrocarril, la minería, la deuda
pública. Prima la inversión especulativa que siendo más importante para el inversor privado no lo es
para el conjunto de la sociedad.

La carencia de legislación adecuada. Hay que esperar a muy avanzado el s. XIX para que el
gobierno desarrolle unas leyes que favorezcan la inversión industrial. La ley de sociedades anónimas
se crea en la 2ª mitad del s. XIX, hasta entonces el inversor respondía con todo su patrimonio de un
fracaso inversor, lo que asustaba a la burguesía.
La estructura financiera no es lo bastante sólida, pues el Banco de España no se organiza hasta
1856. La banca privada carece de solidez hasta fines del siglo, siendo los bancos más importantes los
de Barcelona y Cádiz. La bolsa sí es antigua pues fue creada por Fernando VII (1831).

Otros factores. Aunque parezcan menores contribuyeron al freno. Serían la implantación del
sistema métrico decimal o la unificación monetaria.

40.2-Transformaciones agrarias en España en el s. XIX.

Frente al crecimiento lento pero constante de algunos sectores, la agricultura no tuvo apenas
progresos y siguió ocupando a la mayor parte de la población. El estancamiento agrícola causó el lento
crecimiento de la economía, al impedir crecer la productividad y no liberar una cantidad significativa
de mano de obra.
Durante el s. XIX hubo un lento crecimiento de la productividad, sobre todo en los cereales,
debido al aumento del área cultivada por las desamortizaciones. Ello permitió alimentar a la creciente
población. Hacia 1880 el proceso se detuvo por el freno en las desamortizaciones, teniendo que
importar desde entonces alimentos (cereales de América y Rusia) por la incapacidad de enfrentar las
necesidades del país.
Frente a los cereales extranjeros los agricultores obtuvieron la misma protección arancelaria
que los sectores minero y textil. Así la población pagó más caros los alimentos pero los campesinos
seguían malviviendo.
Hubo no obstante zonas o actividades con progresos importantes. Los viñedos andaluces
vivieron una época de esplendor tras el tratado hispano-francés de 1882, cuando la filoxera arrasó las
vides francesas. Sin embargo fue afectado cuando la producción francesa se recuperó mientras la
filoxera entraba en España. El olivar aumentó un 60% la superficie cultivada, con una producción
creciente desde 1860. También progresan el arroz, el maíz, la patata y el azúcar.
En avances técnicos también hubo algunas innovaciones, como la reducción de los barbechos
y la creación de nuevos cultivos. Pero las técnicas apenas progresaron: los arados binatorios y de
vertedera giratoria eran minoritarios, se prefería el arado romano y el trillo, las segadoras McCormick
resultaban muy caras. La demanda de aperos de hierro fue muy limitada, aunque empezaron el siglo
siendo de hierro y lo terminaron siendo de acero. En Andalucía y La Mancha se empezaron a usar
arados más potentes y pesados.

El atraso agrícola según Nadal. La débil demanda campesina de productos industriales se


debió a la pobreza derivada del sistema de propiedad. En el sur se tiende a la concentración excesiva
de la propiedad, siendo los campesinos jornaleros sin tierra con pocas ganancias. En el norte se tiende
a la fragmentación excesiva de las propiedades, con lo que el campesinado sigue siendo pobre.
Las desamortizaciones, tanto eclesiásticas como municipales, reforzaron el latifundio.

El atraso agrícola según Tortella. La debilidad en la demanda de productos industriales no fue


el único factor de transmisión del atraso desde la agricultura:
 No generación de ahorros invertibles en la industria.
 Retención de mano de obra en el campo.
 Encarecimiento de los precios de los alimentos.
 Necesidad de importar alimentos.
 Inexistencia de excedentes de productos agrícolas exportables que permitieran pagar
la importación de maquinaria y otros bienes necesarios.
Se centra en la inadecuación de las condiciones naturales de España a los cambios necesarios
para la Revolución Agrícola, que a su vez facilitan la Revolución Industrial. No fue posible adoptar las
rotaciones de cultivos porque las plantas que alternan con el cereal (trébol, alfalfa, nabo) necesitan
más humedad que la española, así que es imposible eliminar el barbecho. Algo similar ocurre con las
plantas americanas, el maíz solo se generalizó en el cantábrico y la patata no pasa de ser un cultivo de
huerta.
La introducción de arados más pesados exige la utilización de ganado de tiro. Ello exige
dedicar tierras al cultivo de plantas forrajeras o pastos, pero no se hizo. La baja densidad ganadera,
sobre todo vacuna, implica menos abonado en una época en la que el estiércol era el único abono
conocido.
La tesis de Tortella es coherente con los hechos que siguen. El atraso español no es aislado,
sino una constante en el Mediterráneo, e incluso las regiones más prontamente desarrolladas son las
más húmedas (Asturias, País Vasco, Cataluña). Los estudios sobre la Revolución Industrial resaltan la
importancia de la agricultura para explicar el proceso industrializador. El atraso relativo de España no
sería nuevo, sino que se habría iniciado al menos en el s. XVIII.
La industrialización de la Europa Mediterránea se ha hecho de espaldas a la agricultura, lo que
explica la lenta progresión de las grandes magnitudes económicas en el s. XIX. Hubo de esperarse al s.
XX para que existieran alternativas a los abonos naturales (los químicos), al arado pesado (tractor), y a
que se desarrollaran obras públicas de regadíos.

40.3-Las Desamortizaciones.

Ya las Cortes de Cádiz iniciaron, en 1811-13, la conversión de la propiedad inmueble del


Antiguo Régimen, rústica y urbana, en propiedad libre.
Se pretendía sacar al mercado libre bienes que el Antiguo Régimen había aislado del mismo
vinculándolos o amortizándolos, en ambos casos nunca se podían vender pero sí aumentar con nuevas
compras. Para ello se debía desvincular (aplicado a un linaje) los bienes de la nobleza y seglares y
desamortizar (aplicado a una institución) los bienes eclesiásticos y municipales. Se pretendía fomentar
que aumentara el número de propietarios particulares, de forma que creciera la riqueza nacional.

La desvinculación. Supuso la doble decisión de abolir los señoríos y suprimir los mayorazgos,
lo que molestó a la nobleza a pesar de que, a diferencia de la desamortización, no significaba cambiar
al propietario sino transformar a los antiguos señores en propietarios liberales con plenos derechos de
compra-venta.
La abolición de los señoríos significaba acabar con las relaciones de dominio de los señores
sobre la población de dichos territorios y convertirlos en propiedad particular y libre. El proceso
iniciado en Cádiz se alargó hasta 1837.
La supresión de los mayorazgos se insinuó en Cádiz pero fue aprobada en 1820 por el Trienio
Liberal, aunque por las quejas nobiliarias se alargó hasta 1841. El mayorazgo permitió a las casas
nobiliarias mantener gran parte de sus propiedades. El primogénito recibía como herencia un bloque
de bienes del que no era propietario, sino usufructuario, que podía aumentar con compras pero nunca
vender, debiendo transmitirlo a su heredero. La abolición suponía que eran bienes libres que podían
venderse.

La desamortización. Primero de bienes eclesiásticos y luego de los pueblos, fue la medida


práctica de mayor trascendencia tomada por los gobiernos liberales. Se desarrolló durante todo el s.
XIX y parte del s. XX.
Implicaba primero la incautación de esos bienes por el Estado, con lo que dejaban de ser
manos muertas (bienes fuera del mercado) para ser bienes nacionales. Después la puesta en venta de
esos bienes mediante pública subasta, utilizando el Estado lo obtenido según sus necesidades.
Pese a ser la medida liberal progresista por antonomasia, lo cierto es que ya había empezado a
aplicarse en el s. XVIII. Desde la venta de los bienes de los jesuitas (expulsados de España por Carlos
III en 1767) hasta el estatuto municipal de Calvo Sotelo (1924, puso fin a las desamortizaciones), se
vendieron casi veinte millones de hectáreas que habían sido colectivas (el 39% de la superficie del
Estado). Fue resultado de varias desamortizaciones: la de Godoy (1798, la de las Cortes de Cádiz
(1811-13), la del Trienio Liberal (1820-23), la de Mendizábal (1836-51) y la de Madoz (1855-1924).

La Desamortización de Mendizábal. Destaca la desamortización de Mendizábal tanto por ser


la que más tierra liberó como por provocar la ruptura de relaciones diplomáticas con el Papado y
dividir a la opinión pública. Por ello quedó en la Historia de España como la desamortización por
antonomasia.
Mendizábal quería garantizar la continuidad de Isabel II y el nuevo Estado liberal, para lo que
necesitaba ganar la guerra carlista, incierta en ese momento. La desamortización pretendía ganar la
guerra carlista, obtener dinero para la Hacienda, disminuir la deuda pública, atraer para el liberalismo
a los beneficiarios del proceso desamortizador (la burguesía), poder solicitar créditos internacionales,
cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica. La Iglesia sería reformada para convertirse en una
institución del nuevo régimen, comprometiéndose el Estado a subvencionar al clero y el culto a
cambio de su adición al régimen.
El Decreto Desamortizador (1836) puso en venta todos los bienes del clero regular (órdenes
religiosas de monjes, frailes y monjas) incluyendo tierras, casas, monasterios y conventos con todos
sus enseres, incluidas obras de arte y libros. En 1837 se amplió el decreto para incluir los bienes del
clero regular (catedrales e iglesias, aunque no a sus edificios), pero no se realizó hasta 1841, durante la
regencia de Espartero.

La desamortización general de Madoz. El 1 de Mayo de 1855 el ministro de Hacienda, Pascual


Madoz, promovió la Ley de Desamortización General. Se llamó general porque disponía de todos los
bienes de propiedad colectiva, tanto los eclesiásticos que no fueron antes vendidos como los de los
pueblos: bienes de propios los que se arrendaban y proporcionaban rentas al Concejo, bienes comunes
los que eran utilizados por los vecinos de lugar para conseguir leña, pastorear, etc. Se prolongó hasta
1924.
El procedimiento utilizado fue una copia del de Mendizábal, pero había dos diferencias. La
primera era el destino del dinero, pues sin las anteriores angustias de Hacienda, fue dedicado a la
industrialización del país, especialmente la expansión del ferrocarril. La otra diferencia era la
propiedad de dicho dinero: el Estado no era propietario sino depositario de un dinero que pertenecía a
los ayuntamientos, pero que gestionaba en bien de todos. La burguesía con dinero volvió a ser la
beneficiaria, aunque los pequeños campesinos participaron mucho más que en la anterior
desamortización de Mendizábal.
La enajenación de los bienes municipales empeoró la situación del pequeño campesinado, al
ser privado del uso de los bienes del Concejo.

Resultados de las desamortizaciones. Las continuas desamortizaciones no sirvieron para


repartir las tierras entre los más pobres, ya que no se intentó una reforma agraria. La extensión
desamortizada supuso el 50% de la tierra cultivable y su valor el 25-33% del total de la propiedad
inmueble. Aumentó la superficie cultivada y la productividad.
Apareció un proletariado agrícola de más de dos millones de campesinos sin tierra, jornaleros
sometidos a duras condiciones de vida y trabajo estacional, siendo campo para el proselitismo
anarquista, con organizaciones como la Mano Negra. Se creó una burguesía terrateniente que adquirió
tierras y propiedades para emular a la vieja nobleza. La estructura de la propiedad siguió
desequilibrada, con el latifundio en el centro y sur y el minifundio en el norte y noroeste. Asimismo el
sistema de la desamortización fue responsable de la pérdida y expolio de mucho patrimonio cultural, al
no preocuparse de él.

40.4- Procesos de industrialización en España en el s. XIX.

Entre fines del s. XIX y 1914 España experimenta cambios y crecimiento industrial, pero
menor al del resto de países Europeos avanzados. España crecía al 0,5%, mientras USA lo hacía al
1,07% y Gran Bretaña al 0,73%.
La agricultura aportaba en 1850 el 48% del PNB y en 1910 el 46%, ocupando en ambas fechas
el 64% de la población activa. La inversión oscila en el 3,6-9%, mientras en Europa era del 11-16%.

Los transportes. Es uno de los pocos sectores con un rápido crecimiento, llegando a 1914 con
una red ferroviaria parecida a la de un país avanzado. Francia tenía una densidad de 87, Gran Bretaña
de 69, España de 58. La red española se construyó con retraso pues se carecía de capitales y la
extensión es grande para la población así que las líneas eran caras. Se temía que una vez construidas el
tráfico y la rentabilidad fueran escasas. Ante las dificultades se recurrió al capital extranjero y a
ofrecer garantías estatales.
Fue el Partido Progresista el que inició esta política en 1854-56. Promulgó la Ley General de
Ferrocarriles, que ofrecía subvenciones a las empresas ferroviarias, financiadas con deuda pública, y
exención de aranceles en la importación de materiales de construcción. También promulgó la Ley de
Bancos de Inversión y la Ley de Sociedades de Crédito, que permitieron crear bancos de inversión con
capital extranjero.
Gracias a esta legislación se produjo una década de intensa construcción (1855-65), seguida de
otra de crisis (1865-74). Se cumplieron las previsiones pesimistas pues el volumen de mercancías era
tan bajo que, pese a la ayuda estatal, las líneas no eran rentables. Siguió una recuperación por un
aumento de rentabilidad y construcción de nuevas líneas.
Gracias al ferrocarril se produjo un descenso en los precios finales de todos los productos, que
permitió aumentar el consumo y la producción. Este efecto es conocido como ahorro social, y en
vísperas de la Primera Guerra Mundial equivalía al 24% del PNB de España. Permitió que las regiones
se especializaran en aquello para lo que estuvieran mejor dotadas por clima, suelos o recursos.
El ferrocarril suele tener el efecto de impulsar otros sectores, como la siderurgia o la minería
del carbón. Sin embargo en el caso Español no fue así debido a la exención arancelaria concedida a la
importación de material ferroviario.

La minería. También crece rápidamente, sobre todo la de materiales metálicos, con la


excepción del carbón cuyas dificultades de explotación lo encarecen tanto que precisa protección
arancelaria. Los minerales metálicos más explotados son plomo, hierro, cobre (pirita) y mercurio,
todos con importante presencia extranjera y siendo exportados en bruto o tras una somera
transformación.
El plomo es el primero que empieza a extraerse a gran escala (década de 1830, Almería y
Murcia) por pequeñas empresas españolas. Proporcionó grandes beneficios que no se reflejaron en
inversiones en otros sectores ni en el surgimiento de una metalurgia avanzada. Se debió al pequeño
tamaño de las empresas que impedía un ahorro importante y a que las regiones productoras eran
pobres en otro tipo de recursos. A fines del s. XIX hay una nueva generación de empresas, más
grandes y de participación extranjera, que tampoco diversifican la producción.
El hierro del País Vasco se empezó a explotar para la fabricación de acero con la creación del
convertidor Bessemer (1860). La razón es que este sistema exige un mineral de hierro con el mínimo
fósforo posible, que sólo existe en grandes cantidades y a cielo abierto en Vizcaya. Las Guerras
Carlistas y algunas restricciones de los fueros de Vizcaya retrasaron la explotación hasta la década de
1870, cuando se unen capitales extranjeros y bancos propietarios de las minas. La producción
proporcionó importantes beneficios por la exportación, sobre todo a Gran Bretaña. Los barcos ingleses
no vienen de vacío, traen carbón británico, más coquificable y con menos impurezas que el asturiano,
al que desplazará. Es cierto que el grueso de los beneficios fueron a los inversores extranjeros, pero
también hubo acumulación de capital en el País Vasco, Madrid y Cataluña, que financiaron la
siderurgia vasca.
La pirita de cobre se extrae en Huelva, principalmente en el yacimiento de Río Tinto, que
hasta 1874 fue explotado por el Estado con poca producción y beneficios. En 1874 se vendió a la
empresa extranjera Río Tinto Copper Mines Co. Ltd., que junto a la Tharsis Sulphus & Copper Mines
Co. Ltd. (creada en 1864) obtuvieron elevados beneficios. Hasta 1900 se exporta en bruto o casi sin
transformar, pero en 1909 se creó en Huelva una verdadera fundición, aunque no diversificó la
economía de la zona.
El mercurio se explota en el yacimiento estatal de Almadén, el más rico del mundo en la
época. Los beneficios son para el Estado, que los reinvierte en otras empresas públicas.

El sector textil. Frente a estos sectores de crecimiento rápido, el sector textil algodonero creció
lentamente. Se localiza en la provincia de Barcelona, siendo potenciado por la especialización catalana
en la exportación de alimentos a la América española, que proporcionó capitales para financiar el
sector textil.
La estructura de la propiedad agrícola se basa en la mediana propiedad, con lo que había un
reparto generalizado de ganancias. La elevada renta aumenta la demanda de bienes de consumo, que
es abastecida por la propia región. Luego pasó a abastecer a toda España y al mercado colonial.
A fines del s. XIX la industria textil catalana está en su apogeo. En el periodo 1876-82 se
dobló la producción de veinte años atrás. La crisis de 1882-4 afectó al sistema bancario pero no al
industrial, porque la Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas (1882) aseguró el monopolio del
mercado colonial. La derrota de 1898 fue devastadora, pero la depreciación de la peseta facilitó otras
exportaciones a la par que aumentaba la demanda interior.
Sin embargo la industria textil catalana tiene ciertos problemas. Hay un retraso tecnológico
respecto a Europa, pues la Jenny (1764) se adoptó veinte años después, y la Mule (1780) se introdujo
en la década de 1830. Los problemas de abastecimiento energético, por la ausencia de carbón, obligan
a utilizar energía hidroeléctrica, pero los ríos catalanes tienen poco caudal así que las fábricas son
pequeñas. Los empresarios catalanes renuncian a competir en mercados internacionales, prefiriendo
presionar para obtener protección arancelaria.
La siderurgia. La siderurgia moderna se inicia en España en la década de 1820, aunque es
moderna en cuanto a técnicas, pues en producción está muy atrasada respecto a Europa. Las primeras
fábricas se instalan en Andalucía y utilizarán el carbón vegetal como combustible.
Hacia 1850 estas fábricas son desbancadas por otras fundadas en Asturias, inmediatas a los
yacimientos de carbón mineral. Son mayores y más productivas, pero tampoco son competitivas a
nivel internacional y ni siquiera logran competir para abastecer la construcción de líneas férreas
españolas.
A fines del s. XIX nace una tercera generación de empresas, esta vez en el País Vasco.
Utilizan capitales acumulados por la exportación de mineral de hierro, importando tecnología más
moderna gracias a contactos entre las empresas vascas y empresas consumidoras británicas. Las
principales fueron La Vizcaya, La Iberia y Altos Hornos de Bilbao, que en 1902 se fusionan en Altos
Hornos de Vizcaya. Estas empresas consiguen producir a precios similares a británicos y alemanes,
colocando productos españoles en los mercados internacionales. Sin embargo desde 1900 se volcaron
en el mercado interior, obteniendo protección arancelaria que les dio beneficios elevadísimos.

Otros elementos del proceso. Lo expuesto sobre textiles es aplicable a otros sectores nacidos
en el s. XIX, pero modestos a escala europea. Industria química, construcción de maquinaria,
construcción naval, industria alimentaria y conservera.
Las industrias de bienes de consumo se desarrollaron de forma desigual en un mercado interior
con poder de compra limitado. Los molinos harineros y aceiteros siguen dispersos por la geografía
española. Ello generó una crisis de superproducción de azúcar desde 1898, por un despegue de
producción con grandes beneficios pero con una falta de conocimiento del mercado. La solución fue la
concentración de empresas, destacando la Sociedad General Azucarera, que en 1903 controlaba 46
fábricas.
Los aranceles españoles, muy elevados a principios del s. XIX, se reducen en 1830-70 para
volver a elevarse desde 1881 hasta 1950, aislando a la economía española del resto del mundo.
Los servicios bancarios sufren algo similar. Los grandes bancos nacen desde 1900: Bilbao,
Vizcaya, Santander, Hispanoamericano, Español de Crédito. Sin embargo se hallan desvinculados de
los sistemas financieros del resto del mundo.

40.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Moderna y del Antiguo Régimen.

Tema 42. Imperialismo y colonialismo. Conflictos coloniales antes de 1914.

42.1- Imperialismo y expansión colonial.

El control europeo sobre ultramar se produce desde el s. XVI con los imperios español y
portugués, que se independizan en el s. XIX. En ese momento se inicia una nueva colonización pero
centrada en Asia y África, que empieza siendo únicamente económica (1830-80) para pasar luego a ser
ocupadas políticamente.

42.2-Teorías sobre el imperialismo.

La proyección europea sobre otros continentes y su impacto es uno de los fenómenos clave de
la historia contemporánea. Europa desborda en hombres, capitales y técnicas, que exporta hacia pueblo
que transforma y subordina, al tiempo que las propias metrópolis son afectadas por cambios.
Historiadores como Conant, Hobson, y otros autores marxistas como Lenin se centran en la
necesidad de invertir capitales en zonas en las que todo debía ser construido y no había competencia
local. Algunos autores entienden el colonialismo no como un campo de inversión sino como una lucha
por los mercados.
Sin negar la importancia de la economía otros autores han subrayado la existencia de otros
factores de igual importancia o incluso más dependiendo del momento y el lugar. Raymond Aaron
cree que los Estados buscan: poder, gloria, expansión territorial, misionerismo religioso, etc.
El colonialismo francés en Túnez no estuvo determinado por decisiones económicas, y en
Suez para los ingleses era más importante el aspecto estratégico que el comercial. El factor económico
es una constante, pero acompañado de otros. Una gran potencia como el imperio británico debe esta
presente en todos los puntos del planeta, y en este caso concreto la primera cuestión es el control de las
rutas marítimas, preocupación anterior a la Revolución Industrial y al capitalismo. Por tanto se
demuestra la existencia de factores económicos (Hobson), factores geográficos y geopolíticas (George
Bennet, protección de la ruta a las Indias).

42.3-Causas de la expansión colonial.

La demografía. El crecimiento de población crea una presión demográfica que no tiene otra
salida que la emigración.
40 millones de europeos emigran desde principios del s. XIX hasta 1930, siendo el periodo
más intenso el de 1850-1914. Son las migraciones más intensas de la historia, en un proceso cada vez
más acusado con una media de medio millón anual. Es favorecido por el progreso del transporte, como
los barcos de vapor, y fenómenos psicológicos de imitación. América es una palabra mágica de
promesas de fortuna.
El flujo migratorio fue estimulado por los países receptores, cuyas rutas estaban determinadas
por la identidad lingüística de las naciones de salida y llegada.

Factores económicos. Históricamente han sido sobrevalorados, pero tampoco pueden


subestimarse. Las metrópolis encuentran en sus colonias campos de inversión de capitales
construyendo la red de ferrocarril, las instalaciones portuarias, o concediendo préstamos a los
gobiernos locales.
La crisis económica de 1873 y el cambio de Trend, con un descenso de los precios, inclina a
las potencias al proteccionismo, lo que exige encontrar mercados que carezcan de aranceles. La
búsqueda de materias primas para la industria contribuye a la aparición de europeos en minas y
plantaciones: belgas en el Congo (minas), franceses en extremo Oriente (seda), ingleses en Egipto
(algodón, sobre todo durante la Guerra de Secesión de USA), holandeses en Insulandia (industrias de
extracción).

Política y prestigio. El caso modelo es la expansión francesa impulsada para olvidar la derrota
en la Guerra Franco-Prusiana (1870). Las preocupaciones estratégicas británicas en la creación de
líneas marítimas. España tras el Desastre de 1898 se centró en la expansión norteafricana.
La navegación a vapor exige disponer de depósitos de carbón donde abastecer las flotas.
Política y estrategia se unen pues un imperio es una red de comunicaciones con múltiples bases de
apoyo, y cada conquista exige una conquista nueva. En ocasiones son los colonos los que reclaman la
continuación de la conquista, como Nueva Zelanda sobre Londres para anexionar las islas vecinas o
Argelia sobre Francia para anexionar Marruecos.

Las razones ideológicas. Cada potencia crea una teoría que justifica su expansión ultramarina.
Gran Bretaña habla de su misión civilizadora. Italia recuerda el Imperio Romano. España recuerda el
Siglo de Oro. Misioneros católicos y protestantes llaman a la evangelización de los pueblos atrasados.
Escritores e intelectuales hablan de la misión civilizadora de los blancos.
Los grupos de presión son numerosos: sociedades geográficas en Francia, Italia y España;
sociedades misioneras, utilizadas por Leopoldo II en la exploración del Congo; asociaciones
coloniales. Las resistencias también lo son: oposición local, movimientos nacionalistas, quejas por los
abusos coloniales, ascenso de los partidos socialistas, etc. Pero la superioridad técnica y militar de las
potencias acelera un proceso imparable.

42.4-Modalidades de colonización.
Se distinguen tres fases en la formación de una colonia: conquista, organización y explotación.

La conquista. Resulta fácil para países tecnológicamente avanzados y militarmente


experimentados, frente a pueblos desorganizados con armamento primitivo. Junto a tropas europeas y
tropas especiales (Legión Extranjera), se utilizan cuerpos armados indígenas. Los descubrimientos de
la navegación fueron un poderoso instrumento de conquista, pues permitieron llevar tropas a cualquier
punto del planeta relativamente rápido y remontar ríos hasta el corazón de los continentes.
Algunas potencias tienen fuerza suficiente para afrontar la colonización en todas partes del
mundo. Ingleses, franceses y alemanes configuran imperios pluricontinentales. Otras potencias se
limitan a acantonarse en un sector geográfico concreto: portugueses, belgas e italianos en África, rusos
y japoneses en Extremo Oriente.

La organización. La Conferencia de Berlín (1885) instituyó la tipología y el reparto colonial


para evitar los problemas surgidos del reparto. Estableció dos tipos principales de colonias:
económicas y políticas.
Colonias económicas:
1. De explotación. Centro productivo de materias primas, con población indígena
sometida a las leyes coloniales. Los europeos son minoría y básicamente son los
representantes de la Metrópoli. La India y la mayoría de África.
2. De poblamiento. Zonas deshabitadas, ricas en recursos y la población colonial
margina a la minoría autóctona. Canadá y Australia.
3. De dependencia económica. Países débiles que sin perder su autonomía se
someten al régimen de colonias de explotación. China entre el Tratado de Nankín
(1842) y la rebelión de los Bóxers (1900).
Colonias políticas:
1. Ocupación efectiva. Además de la ocupación por población europea se
establecen leyes políticas y administrativas.
 Productivas. Iguales a las económicas de explotación. Colonias británicas.
 Estratégicas. Puntos clave en las redes entre metrópoli y colonias. Gibraltar,
malta, Singapur.
 De prestigio. Se busca el reconocimiento internacional y una posición
económica ventajosa. Francia, Italia y España en el norte de África.
 Dominio. Población europea mayoritaria y con cierta autonomía respecto del a
metrópoli. Canadá, Australia, Nueva Zelanda.
 Protectorado. Sin perder el gobierno local está dentro de la órbita de una gran
potencia, que incide en la administración y la economía.
2. Áreas de influencia. Países independientes que mediante tratados quedan
subordinados a una potencia colonial. Algunos eran demasiado grandes para ser
sometidos por una sola potencia así que colaboraron para repartírselo en áreas propias;
China y Persia (norte para Rusia, sur para Gran Bretaña). También incluye metrópolis
menos importantes, como Gran Bretaña sobre Portugal.

42.5-Formación del Imperio colonial Británico.

Gran Bretaña se adelanta a las demás potencias en la toma de posiciones. Tras la desaparición
del primer imperio colonial francés (Quebec y Luisiana en el valle del Mississippi) y la emancipación
de la América española permanece como el único imperio colonial europeo.
Hacia 1850 dispone de:
• Una cadena de escalas conquistadas en su mayoría a franceses, holandeses y españoles
en los s. XVIII-XIX. Malta, Corfú y las Islas Jónicas en el Mediterráneo. Gibraltar,
Santa Elena, El Cabo, isla Mauricio, Adén y Ceilán en la ruta de las Indias. Singapur y
Hong Kong en la ruta de China.
• Bases comerciales en la costa africana, como Sierra Leona y Gambia.
• Colonias de plantación que suministran productos tropicales. Antillas, Honduras,
Guayana.
• Colonias de poblamiento que absorben población y productos metropolitanos. Canadá,
Australia, Nueva Zelanda, África del Sur.
• La India, colonia de explotación por excelencia y de creciente importancia económica
para la metrópoli, sobre todo como proveedora de algodón. Desde 1777 es administrada
por la Compañía de las Indias Orientales. Gran Bretaña se afana en controlar sus
accesos, comprando en 1875 acciones del canal de Suez por orden del Primer ministro
Disraeli y aislándola con Estados Tapones, como los protectorados de Cachemira,
Beluchistán y Afganistán.
La crisis económica de 1882, creada por malas cosechas y la competencia de productos
baratos de USA y Alemania, obliga a muchos ingleses a emigrar. Unos 250 mil ingleses salen cada
año, primero hacia USA y luego preferentemente a las colonias. Disraeli habla con entusiasmo del
imperio, Gladstone titubea pero se ve obligado a continuar la política de los conservadores, que
retoman el poder en 1886 con Salisbury y Chamberlain.
A principios del s. XX Gran Bretaña dispone de un imperio de 33 millones de km2 y 450
millones de habitantes, casi un cuarto de la población mundial. Los problemas de tal extensión de
tierras son n peso para sus finanzas y la debilitan en Europa. Se frena la expansión para enfrentar la
pujanza de Alemania, para lo cual rompe su aislamiento y se alía con Francia y Rusia. En sus colonias
ha construido todas las infraestructuras posibles para obtener beneficios: algodón en la India y Egipto,
yute en la India, té en Ceilán, hevea en Malasia, los territorios blancos envían excedentes de alimentos
(carne, trigo y lana), las minas de África del Sur y Australia le dan oro, diamantes, estaño, cobre.

Dominios y colonias. Se distinguen estos dos tipos de territorios dentro del Imperio británico.
Los dominios eran zonas de poblamiento para los emigrantes ingleses. Tenían autonomía e
instituciones similares a las inglesas: Parlamento, partidos políticos, etc. Eran casi totalmente libres en
política interior, solo el gobernador general representaba al rey. La política exterior la controlaba la
metrópoli, pero intentaba armonizar sus intereses con los de los dominios, mediante las Conferencias
Imperiales entre el Primer Ministro británico y los de los dominios. Era una estructura casi federal.
Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudafricana. En Canadá se trataba de retener a
quienes pretendían pasar a USA, distribuyendo tierras gratuitas o a bajo precio, convirtiéndolo en uno
de los graneros del mundo. Australia procuró evitar la inmigración amarilla y fomentar la inglesa
mediante granjas, minas de oro, rebaños de ovejas para fabricar tejidos de lana.
La Unión Sudafricana era un caso particular. El descubrimiento de diamantes atrae a los
británicos a la colonia de El Cabo. En Orange, Natal y Transvaal viven los Boers, agricultores
puritanos hostiles al capitalismo y descendientes de holandeses. Los británicos les bloquean al
anexionarse Basutolandia y Swazilandia alrededor de 1880 por nuevos descubrimientos de oro y
diamantes. Disraeli proclama la incorporación de los Estados Boers, pero una revuelta obliga a los
británicos a retirarse. El cerco lo completa Cecil Rhodes al conquistar Bechuanalandia y Rhodesia. La
Guerra de los Boers (1899-1902) termina con la Paz de Pretoria, por la que pierden su independencia
pero conservan su lengua y obtienen autonomía.
Las colonias de explotación, la India y África (excepto la Unión Sudafricana) suministran
materias primas pero carecen de autonomía política. La India, con 5 millones de km2 y 300 millones
de de habitantes, es la más importante. Desde mediados del s. XIX se sustituye la Compañía de las
Indias por la administración directa de la metrópoli. Suministra algodón, yute, trigo, aceites, té y
minerales. Pero las hambres y la ruina del artesanado indígena provocan un movimiento nacionalista,
como la revuelta de los Cipayos (1859-61). En 1877 la reina Victoria es proclamada emperatriz de las
Indias. En 1885 nace un partido nacionalista, el Congreso Nacional Indio, que solicita la conversión en
dominio al estilo de Canadá. Gran Bretaña se resistió a aflojar el control de un territorio tan
importante, pero concedió a jefes indígenas la administración local.

42.6-Formación del Imperio colonial Francés.


Francia es la segunda potencia que forma un imperio colonial mundial, pero sus bases eran
más precarias. Los franceses tenían menos tendencia a emigrar, solo 20 mil anuales frente a los 33 mil
británicos. Ninguna de sus colonias ofrecía una importancia económica semejante a la de Canadá,
Australia o la India. Su expansión se centra en el control del África mediterránea, siendo Argelia la
zona de emigración preferida.
La importancia estratégica excepcional de Suez la comprendieron antes que los ingleses. Con
capital y técnicos franceses se construyó el canal, inaugurado en 1869. Aparte del Mediterráneo y
África, también se establecieron en el Sudeste asiático: la colonia de Conchinchina (delta del Mekong)
y el protectorado del reino de Camboya.
Hasta 1870 Francia no tenía una política colonial de amplias perspectivas. La crisis económica
y social provocada por la derrota en la Guerra Franco-Prusiana (1870) empuja a los sucesivos
gobiernos (Gambetta, Ferry, Delcassé) a procurar la recuperación mediante la explotación colonial. La
colonización de Argelia, el protectorado sobre Túnez y la penetración en África datan de este periodo.
Desde 1873, partiendo de Conchinchina, se remonta el Mekong buscando una vía de
penetración en China. Ocupan Annam, Tonkin y Laos. Con todos estos territorios forma la Unión
Indochina. Francia consigue arroz, carbón, estaño y zinc.
Pieza clave es la isla de Madagascar, cuya ocupación empieza en 1883. La figura principal es
Galliéni, que preconiza la ocupación lenta y progresiva con un mínimo de destrucciones, funda
escuelas, impulsa los trabajos portuarios y ferroviarios.
En menor medida que Gran Bretaña, Francia entra en el s. XX con un Imperio que controla
líneas comerciales y proporciona materias primas y alimentos.

42.7-Otras experiencias colonizadoras.

Otras potencias consiguieron territorios sin la cohesión de un imperio multicontinental, bien


porque no llegaran a tiempo bien porque carecían de fuerza para ello.
El Congo fue colonizado por una empresa privada en manos del rey Leopoldo II, que la creó,
absorbió la mayoría de las acciones y explotó la colonia en su provecho personal. A su muerte en 1908
legó la riquísima colonia a su país Bélgica.
Holanda y Portugal tuvieron la ventaja de apoyarse en posesiones ocupadas desde la Edad
Moderna. Debe destacarse en la colonización holandesa de Indonesia la inteligente sustitución de
artículos agrícolas tradicionales (azúcar, café, nuez moscada, índigo) por productos de la era industrial
(quinina, caucho, petróleo). Este proceso fue favorecido por una auténtica explosión demográfica que
proporcionó mano de obra.
Alemania era una gran potencia con capacidad para poseer un imperio mundial, pero llegó
tarde al reparto colonial. La presión de los comerciantes contribuyó al viraje de política colonial de
Bismarck, que en la Conferencia de Berlín (1885) consiguió colonias en África.

42.8-El reparto colonial de África.

La costa mediterránea. Parece ser una reserva francesa hasta la irrupción de los británicos en
Suez en 1878. Francia inició la ocupación de Argelia en 1830, bajo Carlos X, convirtiéndola en
colonia de poblamiento. Sobre Túnez planean británicos, alemanes y franceses, pero son éstos últimos
los que establecen un protectorado por dos tratados: Bardo (1881, ocupación militar temporal) y Marsa
(1883, tutela que priva de autogobierno).

Suez y el Nilo. La presencia británica se produce en 1878 cuando Egipto no puede pagar los
intereses de las acciones británicas y franceses del Canal y debe entregarles sus finanzas. Un
movimiento nacionalista en Alejandría termina con la matanza de europeos. Era el error esperado para
que Wolseley ocupara el país con la ficción de autonomía. La línea de expansión británica por el valle
del Nilo les lleva a enfrentarse al movimiento mahdista de Sudán, que tras ser ocupado es convertido
en un protectorado anglo-egipcio.

La costa atlántica. Tres ríos señalan la penetración de tres países. Los franceses remontan el
Senegal dirigidos por Faidherbe, mientras los británicos remontan el Níger, dirigidos por Goldie. En
ambos casos no encuentran problemas. Remontando el Senegal hacia el interior los franceses tiene en
mente crear un eje con la costa mediterránea, creando un África Occidental Francesa.
Por el Congo se expansionan los belgas, que heredan los derechos del rey Leopoldo II. Sin
embargo en la orilla derecha se ha instalado el francés Brazza y en la desembocadura los portugueses
crean Cabinda. La complejidad del Congo insta la Conferencia de Berlín (1885), que crea un Estado
Libre del Congo (el Congo Belga), se limita la zona francesa y se establece una zona internacional.

La costa índica. Esta zona carecía de Estados o comercio intenso, a excepción del marfil
explotado por esclavos. Por esta razón Gran Bretaña no desea establecer protectorados. Pero la
presencia alemana obliga a los británicos a asegurar sus bases declarando que los puertos de Mombasa
y Zanzíbar son esenciales para sus comunicaciones. Salisbury y Bismarck se dividen el territorio en
1886, norte británico y sur alemán.
Italia, espoleada por Francesco Crispi, aprovecha la oportunidad para ocupar Eritrea partiendo
del puerto de Massaua. Posteriormente avanzan hacia Etiopía, cuya cercanía al valle del Nilo provoca
el recelo británico. Sin embargo Etiopía consigue resistir de mano de su rey Menelik II, siendo Italia
obligada a retirarse. En compensación se reconoce a Italia el derecho a ocupar Somalia.
Francia consigue la exclusividad de la isla de Madagascar.

El Incidente de Fachoda. Sudán es una de las últimas zonas en ser ocupadas, siendo deseada
tanto por Francia (que pretendía un imperio Este-Oeste) como por Gran Bretaña (que pretendía un
imperio Norte-Sur). Los británicos aumentan la presión desde Egipto a los mahdistas de Sudán para
ocupar el territorio antes de que los franceses atraviesen el Chad, además la derrota italiana en Etiopía
podía llevar a otras zonas próximas a pedir ayuda a este reino antes que ser colonizadas.
En Fachoda se encuentran los ejércitos de Marchand y Kitchener. Pese a las presiones
belicistas en ambos países las negociaciones concluyeron la posesión británica de Sudán a cambio de
que Francia tuviera vía libre en Marruecos. La resolución pacífica de este incidente permitió el
establecimiento de la Entente Cordiale (1904), un pacto duradero de ayuda militar y diplomática
mutua entre Gran Bretaña y Francia.

Reparto consumado. Los británicos ganan el valle del Nilo con su algodón y el Sur con su oro
y diamantes, siendo además las dos puntos de apoyo en las rutas de la India. Francia ha construido un
imperio sólido en la zona occidental. Los belgas han acaparado una zona de inmensas riquezas. Los
portugueses han ocupado Angola y Mozambique pero no han podido unirlas por tierra por la presencia
británica en Rhodesia.

42.9-El reparto colonial de Asia y Oceanía.

La presencia británica era mayoritaria, con zonas de fricción con Francia y Rusia. La
expansión rusa en Asia central terminó con la ocupación de Turquestán, que respondieron los
británicos ocupando Punjab. El conflicto con Rusia terminó con el protocolo de 1885 que delimitaba
las fronteras de Afganistán como Estado tapón entre ambas potencias. Las malas relaciones británicas
con Birmania terminan en una guerra en la que este reino asiático pierde su independencia. Gran
Bretaña ocupa grandes zonas de Oceanía, como son Australia, Nueva Zelanda, Thaití, Nueva
Caledonia, Papúa y Salomón.
Francia controla Conchinchina, el área del Mekong y del río Rojo, con un protectorado en
Camboya, Amman y Tonkin. Francia estaba presente en las islas Marquesas de Oceanía.
Los españoles están presentes en Filipinas, Carolinas y Marianas.
Alemania ocupa las islas Bismarck, Rabul y nordeste de Nueva Guinea.
42.10-Consecuencias de la colonización.

En las colonias. Supuso una gran conmoción, mostrada en una nueva geografía. Primero en las
costas se construyen puertos con instalaciones modernas, luego en el interior al que se accede por vías
férreas.
En cada colonia se intentó fomentar un cultivo básico: caucho en Indochina, cacao en Nigeria,
café en Tanganika. Proliferaron los viñedos en Argelia e Indochina exportaba cientos de miles de
toneladas de arroz. Las colonias compran los productos de la metrópoli por lo que se hace necesario el
papel moneda, que se yuxtapone a la economía de subsistencia.
Demográficamente se consiguen los primeros éxitos contras las enfermedades tropicales, se
instalan hospitales y se aplica la medicina moderna. Pero al mismo tiempo el progreso de las
comunicaciones permite la rápida difusión de epidemias desconocidas en esas zonas, lo que diezmó a
la población de ciertas zonas. Sin embargo la posterior reducción de la mortalidad, con una natalidad
muy alta, provocó un efecto rebote de aumento demográfico.
La vida urbana rompió las estructuras tribales. Una burguesía se negociantes y funcionarios
desplazó a las elites locales en la cúspide social. El campo experimentó la introducción de nuevas
plantas, la moneda, y la agricultura y ganadería comerciales.
Los misioneros, las escuelas y la edición de periódicos produjeron un retroceso del
analfabetismo. Pero la cultura occidental hizo perder su identidad a las culturas indígenas, perturbó sus
creencias y criminalizó sus tradiciones. El drama de la aculturación explica que los movimientos
nacionalistas reclamaran la cultura nacional como bandera descolonizadora.
Las viejas civilizaciones fueron destruidas, sus lenguas desplazadas, la industrialización
prohibida, hubo segregación racial con empleos inferiores y barrios apartados.

En las metrópolis. Por el contrario las potencias europeas, sin más sacrificio que el riesgo de lo
desconocido, obtuvieron ventajas indudables.
Las colonias de poblamiento fueron una válvula de escape para la presión demográfica, sobre
todo en épocas de crisis. Pero en otros casos la salida se debió a motivos políticos. Muchos franceses
huyeron a Argelia tras la represión de la Revolución de 1848, y muchos alsacianos se fueron a Argelia
para no vivir bajo dominio alemán tras la derrota de 1870. Sin embargo el grueso principal de la
emigración no fue a las nuevas colonias sino a naciones independientes como Canadá, USA y
Argentina.
En la economía ultramar aumentó las posibilidades de inversión y multiplicó los beneficios,
que por ejemplo en Gran Bretaña fueron 35 millones en 1870, cien en 1900 y 200 en 1913. Un aspecto
básico fue la obtención de materias primas a bajo coste para la industria europea, que luego vendía sus
productos a las colonias.
También deben notarse repercusiones psicológicas sobre la idea de supremacía blanca.
En la diplomacia internacional las potencias coloniales, sólo por serlo, disfrutaron de un rango
que las daba ventaja en los congresos sobre países sin colonias o que habían perdido posiciones (como
España).
No obstante debe diferenciar entre beneficios públicos y privados. La Hacienda de las
metrópolis fue beneficiada, pero también tenía costos que reducían los beneficios. Las compañías y
bancos privados fueron los grandes beneficiados de la colonización.

42.11-Los conflictos internacionales antes de 1914: la Paz Armada (1870-1914).

Entre la Guerra Franco-Prusiana (1870) y la Primera Guerra Mundial (1914-18) Europa vive
una paz no exenta de tensiones y desarrollo bélico, que se ha dado en llamar la Paz Armada. Se
estableció un sistema de alianzas permanentes, cuya finalidad era apoyarse mutuamente en las disputas
y, llegado el caso, en la guerra. Bismarck demostró su habilidad política consiguiendo formar la Triple
Alianza (Alemania, Austria-Hungría, Rusia) a la que luego se unió Italia, pero las tensiones por la
expansión rusa y austríaca en los Balcanes hicieron que Rusia se retirara. Alemania quería aumentar
sus colonias y desafiar el dominio británico del mar, mientras Austria-Hungría quería expandirse por
los Balcanes. Gran Bretaña y Francia superan su enemistad secular en el incidente de Fachoda y
forman la Entente Cordiale (1904), formando luego la Triple Entente con Rusia (1907). Finalmente
Italia rompe con la Triple Alianza y se una a la Triple Entente. Gran Bretaña quiere proteger sus
colonias africanas y su dominio marítimo frente a Alemania, Francia quiere recuperar Alsacia y
Lorena de Alemania, y Rusia quiere expandirse por los Balcanes en detrimento de Austria-Hungría.
La expansión de las grandes potencias multiplica a escala mundial los escenarios de la
fricción, que dejaron entrever la amenaza bélica. Mientras dos potencias no europeas, USA y Japón, se
trazan metas imperiales. En Persia rusos y británicos quieren la exclusividad de la construcción
ferroviaria, lo que tiene consecuencias estratégicas ya que un ferrocarril ruso amenazaba a la India. En
1907 se reparte el país en dos zonas de influencia, norte ruso y sur británico. Turquía concede la
construcción ferroviaria a Alemania, lo que fue un golpe para los capitales franceses y que los turcos
pudieran mover tropas rápidamente era una amenaza para Rusia y Gran Bretaña. Etiopía, que había
resistido a los italianos militarmente, no pudo resistir la presión económica de Francia, Gran Bretaña e
Italia, que en 1906 se repartieron las zonas de influencia.
En 1904-14 estallaron cuatro crisis violentas que presagiaban un conflicto próximo:
• Primera crisis marroquí (1904-06).
• Crisis de Bosnia (1908-09).
• Segunda crisis marroquí (1911).
• Las 2 Guerras Balcánicas (1912-13).

El conflicto de Marruecos. La penetración francesa provoca el recelo de Gran Bretaña por


razones estratégicas y de España, con intereses en la zona. En 1904 Delcassé logra ocupar Marruecos
concediendo libertad absoluta a Gran Bretaña en Egipto y Sudán, y reservando una pequeña parte para
España. En 1905 el emperador alemán Guillermo II visita la zona y se erige en defensor del a
independencia marroquí, generando una crisis internacional. La Conferencia de Algeciras de 1906
acuerda mantener la independencia de Marruecos, pero también la primacía francesa, postura que
apoyaron Rusia, Gran Bretaña e Italia contra Alemania.
La Entente Cordiale supuso para Gran Bretaña el abandono de su tradicional inhibición en los
asuntos del continente. En 1905 Gran Bretaña ve por primera vez la posibilidad de una guerra por la
agresiva política exterior alemana, lo que acerca a los enemigos de Alemania que forman la Triple
Entente (1907) de Gran Bretaña, Francia y Rusia, a la que luego se une Italia.
En 1911 estalla la segunda crisis marroquí al acusar Alemania a Francia de sobrepasar las
competencias fijadas por el Acta de Algeciras. Como medida de presión un buque de guerra alemán se
instala en la zona. La actitud alemana tenía implicaciones económicas, de política interior y de política
internacional, pues probablemente intentaba medir la fortaleza del pacto de la Triple Entente y
comprobar si podía forzar su ruptura. Finalmente Caillaux cede una parte de la zona francesa del
Congo a Alemania a cambio de que marruecos sea ocupado por Francia.

Los Balcanes. La Cuestión de Oriente se configura como el problema más complejo de la


política exterior de la época contemporánea, a tal punto de llamarlo el polvorín de los Balcanes. Está
provocado por la debilidad del Imperio Otomano, que provoca movimientos independentistas que
desmiembran sus territorios europeos. Sobre los nuevos Estados y sobre el viejo Imperio Otomano se
proyectan dos potencias: Austria-Hungría y Rusia. Las raíces del conflicto están en el aumento de
intereses económicos austríacos en los Balcanes y su rivalidad con Serbia.
Para Austria-Hungría, potencia sin colonias ni salida al mar, era vital el control de los
Balcanes. Para conseguirlo aumenta su participación en el comercio de los Estados del sur,
concretamente en la venta de sus excedentes agrícolas.
Durante la época de la Triple Alianza Austria-Hungría y Rusia se entendieron, los zares
accedieron a mantener el Imperio Turco mientras los alemanes organizan el ejército turco y aumentan
su penetración financiera. Pero Serbia era un peligro pues podía atraer a su órbita a pueblos cercanos y
contaba con el apoyo de Rusia, lo que terminó alejando a Rusia de la Triple Alianza. En 1908 el
Partido de los Jóvenes Turcos derrocó al sultán e inició reformas para enfrentarse a las potencias
europeas. Ante tales hechos Austria-Hungría ocupa Bosnia-Herzegovina en 1908 con el apoyo de
Alemania y la protesta de Rusia y Serbia. Turquía fue compensada con una indemnización económica.
Italia no quiere quedarse atrás en el Mediterráneo así que consigue en 1911 que Turquía le
ceda Libia y en 1912 el Dodecaneso (islas griegas del egeo).
Rusia fomenta entonces una alianza entre Serbia, Grecia y Bulgaria que protagoniza las Dos
Guerras Balcánicas de 1912 y 1913. En la Primera Guerra Balcánica (1912) las tres naciones aliadas
consiguen arrebatarle a Turquía los escasos territorios balcánicos que aún le quedaban, aunque
mantiene Constantinopla y su zona de influencia. Bulgaria fue la gran vencedora de esta primera
guerra pues ganó mucho territorio y una salida al mar Egeo. En la Segunda Guerra Balcánica (1913) se
enfrentaron Grecia, Serbia y Rumanía contra Bulgaria, pues este país consideraba tener derecho al
territorio de sus vecinos. Bulgaria fue derrotada, perdió su salida al mar Egeo a favor de Grecia, hubo
de ceder territorios a Serbia y Rumanía, y se creó el Estado tapón de Albania.
Pero las grandes vencedoras de ambas guerras fueron Rusia y Serbia. Al apoyar a estas
naciones contra Turquía, Rusia había aumentado su zona de influencia en detrimento de Austria-
Hungría. Por su parte Serbia amplió sus fronteras y proyectaba la creación de una gran nación que
agrupara a todos los pueblos eslavos de los Balcanes, incluidos los que estaban bajo dominio austro-
húngaro.

42.12-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 43. Pensamiento político y económico del s. XIX.

43.1- Ideología de la era de las revoluciones: el Liberalismo.

El reformismo del despotismo ilustrado fracasa al no poder resolver los conflictos sociales y
las dificultades económicas. En este contexto la burguesía pretende obtener el poder mediante su
programa ideológico: el Liberalismo, base de las revoluciones de la primera mitad del s. XIX.

El liberalismo político. Los planteamientos liberales conectan con la Ilustración y la


Revolución Francesa. Supone la base ideológica del ascenso al poder de la burguesía y reflejo de sus
intereses de grupo. Posee tres características:
 Noción de libertad. Individual frente al anterior privilegio, de la que deriva la libertad
de expresión (control del Estado), religiosa, trabajo, reunión, etc. Pero está reservada a
quienes tienen propiedades, pues libertad no equivale a igualdad.
 Modelo de Estado basado en la soberanía nacional y la división de poderes. Porque la
soberanía reside en el pueblo, que la expresa mediante elecciones que nombran a sus
representantes en el parlamento (lo que exige la existencia de partidos políticos).
Existencia de una Constitución que limite los poderes tanto de los gobernantes como
de las monarquías.
 Impedir las concentraciones de poder. Separación de poderes y descentralización
frente al centralismo.
Así pues el liberalismo aparece como revolucionario frente al pensamiento del Antiguo
Régimen y la Restauración. Pero su carácter burgués no lo convierte en democrático sino en
conservador. Defiende el sufragio censitario por temor a que el universal provoque una revolución
social que desplace a la burguesía del poder. Hasta fines del s. XIX no aceptarán el sufragio universal
masculino.

El liberalismo económico: el Librecambismo. El control de la vida política era básico para


satisfacer sus intereses económicos. Los orígenes del librecambismo nacen en la decadencia de la
teoría mercantilista a fines del s. XVIII, provocada por la incipiente Revolución Industrial y la
independencia de USA. Esta realidad exigió replantearse la teoría económica, con planteamientos que
mezclan mercantilismo con ideas antecesoras de Adam Smith: David Hume o Cantillon.
La doctrina del laissez-faire inunda esta fase del pensamiento. El mercado se regula por libre
concurrencia entre trabajador, trabajo, patrono y desplazamiento de mano de obra. El Estado se reduce
a defender la libertad de la economía, que es independiente de cualquier legislación.
Las leyes del mercado, basadas en el juego de oferta y demanda, son la mano invisible que
rige la economía, equilibrando producción y consumo. Toda barrera es artificial, incluso entre Estados,
y debe ser abolida para que exista libertad de mercado.
Factor imprescindible es la acumulación de capital, que inicia el proceso y beneficia a la
sociedad ya que interés individual y social siempre coinciden. Se establece la doctrina del beneficio
ilimitado basada en la trilogía ganancia-ahorro-capital.
El librecambismo favoreció la industrialización, la creación de mercados mundiales, la
acumulación de capitales, las empresas gigantes. Pero según Antonio Fernández separó la ética de la
economía y se despreocupó de los problemas sociales de la industrialización.

El Liberalismo económico: Adam Smith (1723-1790). La intervención del Estado es inútil


porque el orden se genera a sí mismo por el juego de oferta y demanda. Así se garantiza el orden, la
justicia y el progreso de la sociedad. El trabajo empleado en fabricar algo es la única medida de su
valor. El trabajo por tanto es el precio real mientras que el dinero es el precio nominal. Distingue así
entre valor de uso y valor de cambio. En La riqueza de las naciones se habla del progreso económico,
que se centra en la acumulación de fondos o riquezas. El ahorro es base del crecimiento ya que lo
ahorrado es invertido para obtener un trabajo productivo.

El liberalismo económico: David Ricardo (1772-1823). Su obra Principios de economía


política (1817), que se separa de la de Adam Smith, influencia a otros pensadores como Marx. Su
principal doctrina es la del salario, que se mantendría siempre en el mínimo de subsistencia y con
tendencia descendente, debida al aumento de mano de obra y la competencia entre ellos. Describe la
trágica situación del obrerismo en términos de estructura económica.

El liberalismo económico: Thomas R. Malthus (1766-1834). Su principal obra es Ensayo


sobre el principio de la población, que expresa su teoría de la población. La población crece en
proporción geométrica (1-2-4-8-16-32) mientras que las subsistencias lo hacen en progresión
aritmética (1-2-3-4-5), por lo que debe procurarse limitar el crecimiento de la población para evitar un
empobrecimiento generalizado. Igualmente expone su teoría de la renta, que establece la inyección de
capital a la agricultura como la forma de solucionar la carencia de alimentos y el hambre.

43.2-Otras corrientes ideológicas.

Romanticismo. Además de un sistema cultural es un estilo de pensamiento y una actitud vital


con variadas expresiones. Prima la intuición y el sentimiento en el conocimiento de la realidad, como
réplica al racionalismo de la Ilustración.
Rechaza el individualismo político y social porque el hombre no es nada al margen de la
sociedad y la tradición. Rechaza las revoluciones como ruptura con el pasado. Crea el concepto de
pueblo o nación: un organismo con vida propia, un espíritu particular (cultura, lengua, etc.) y una
misión histórica.
Desde 1820 surge un romanticismo liberal por la atracción de la idea de libertad, en un
momento en que el Liberalismo es el defensor de la libertad de los pueblos e individuos. Víctor Hugo,
Lord Byron, Lamartín, Espronceda.

Nacionalismo. Deriva del concepto romántico del pueblo. Herder define la nación como un
grupo humano con un carácter distintivo común, recibido de Dios, como fuerza interior e irracional
expresada en la lengua, el derecho propio y el folklore.
Cada pueblo debe conservar su soberanía y peculiaridad nacional. Los conservadores utilizan
este argumento para mantener la organización política, social y económica. El culto a los valores
nacionales conduce al sentimiento de superioridad colectiva, que deriva en la opresión de las minorías
y la política expansionista.
Surge un nacionalismo liberal derivado de la Revolución Francesa. Sostiene que la
vinculación a la nación depende de la voluntad mayoritaria de los habitantes. La exaltación nacional,
ya sea liberal o tradicionalista, cristaliza en movimientos políticos de unificación (Alemania, Italia) o
separación (Polonia, Grecia, etc.).

Tradicionalismo. Corriente vinculada al Antiguo Régimen que pretende su transformación y


modernización sin romper con el pasado, con autores como Burke, Mallet du Pan, Maistre. Espantado
por las convulsiones de la Revolución Francesa defiende el antiguo orden frente al liberalismo.
Maistre afirma que la fe y la intuición son superiores a la razón, por lo que la monarquía absoluta
establecida por Dios es superior a cualquier gobierno organizado por el hombre.
Para el tradicionalismo la sociedad no es la suma de individuos iguales, sino distintos y
agrupados según sus diversas funciones. La organización política debe adecuarse a esta realidad con
estamentos, un orden jerárquico, etc. Pese a ser una ideología anacrónica es un movimiento de
reacción a la ideología dominante (el liberalismo) por la ideología precedente (el despotismo).

43.3-Crítica al Liberalismo: el Socialismo Utópico.

A causa del desfase entre teoría y práctica surge la crítica al liberalismo, pues fue
revolucionario mientras aspiraba al poder. Una vez obtenido el poder se reveló conservador como
freno a la revolución social. Así toma el relevo el primer socialismo o socialismo utópico, que luego
fue sustituido por el socialismo científico (revolucionario o socialdemocrático) y el anarquismo.
El primer socialismo fue llamado socialismo utópico por Marx en forma despectiva, pero lo
cierto es que plantearon su preocupación por la nueva injusticia social. No existen muchos elementos
comunes entre ellos, pero coinciden en preferir la evolución a la revolución y los medios pacíficos a
los violentos. No centran el cambio social en la capacidad revolucionaria del proletariado sino en el
convencimiento progresivo por parte de la burguesía de la necesidad de ese cambio.

El conde de Saint-Simón (1760-1825). Considerado el principal socialista utópico, convencido


de que la bondad del hombre impondrá la solidaridad antes y mejor que la transformación social
violenta. El núcleo central de su pensamiento es el enfrentamiento de clases, tomando partido por la
industria (obrera) frente a la ociosa (rentistas), que debía desaparecer. Propugnó una sociedad con una
economía planificada. Sus posiciones, al contrario que otros autores, se radicalizaron y en su obra El
nuevo cristianismo mantiene que toda acción debe centrarse en mejorar la clase más numerosa y más
pobre.

Charles Fourier (1779-1837). Propone el Estado garantista, que suprime los intermediarios y
potencia la agricultura sin despreciar la industria. Sus teorías, con toques anarquistas, suponen una
oposición total a la moral convencional y la hipocresía que provoca.
La infelicidad del hombre se debe a que no sigue los planes de Dios. Se debe liberar al
individuo reprimido por la sociedad, dejando campo libre a las pasiones, para que resurja la bondad
natural del ser humano y se restaure la armonía social. La armonía llegará cuando la humanidad se
organice en falansterios, pequeñas poblaciones de unas 1600 personas, que distribuirían las funciones
alternativamente para evitar la especialización. Subsiste la propiedad privada y el derecho de herencia,
pero son comunes los instrumentos básicos de producción. En Francia, USA y Reino Unido llegaron a
organizarse, pero todos fracasaron.
Su obra El nuevo mundo industrial y societario establece las bases de lo que más tarde será el
movimiento cooperativista.

Cabet. En su Viaje a Icaria (1842) describe un modelo utópico con ideas de Platón y Tomás
Moro. Su sociedad es más revolucionaria que el falansterio, regulada por instituciones de sufragio
universal y con propiedad privada.

43.4-El Socialismo Científico o Marxismo: Marx.


Carlos Marx sentó las bases de una economía científica en contraposición a los socialistas que
le precedieron, que calificó de utópicos. Es el innovador más importantes del pensamiento político y
económico del s. XIX porque pretendió penetrar en el conjunto de las auténticas relaciones de
producción de la sociedad burguesa, creando una estructura macroeconómica antes incluso de que
creara el término. Su influjo en la realidad política del s. XIX y sobre todo del XX es enorme.
Hasta 1844-45 Marx, que vive exiliado de Alemania en París, Bruselas y Londres, se mueve
en círculos liberales. Pero entonces se desencanta de que el Estado liberal resuelva las contradicciones
del capitalismo.
Junto a Engels publica el Manifiesto Comunista (1848) seguido luego por El Capital (1867),
siendo ambas una mezcla de tratado político, planteamiento ideológico y obra económica.
Marx aplica el análisis dialéctico, heredado de la filosofía hegeliana, al estudio del capitalismo
y la historia de la humanidad. Dicho método se apoya en que cada cosa que existe lleva en sí misma su
propia contradicción, su ruina. La dialéctica es el estudio del encadenamiento de las contradicciones
que engendra la historia. El marxismo es la descripción dialéctica de capitalismo, de las
contradicciones que provocarán su destrucción.
En el modelo capitalista el Estado es un instrumento de la burguesía para acaparar poder y
riqueza marginando al proletariado. A esta fase seguirá una dictadura del proletariado, en la que esta
clase dominará al Estado para destruir al capitalismo. Finalmente llegará la libertad igualitaria de la
sociedad comunista, sin clases, en la que todos los proletarios participen y que no necesitará la
existencia de un Estado.
En la historia los hombres no actúan aislados sino en grupos sociales que condicionan a los
individuos: las clases sociales, determinadas por su lugar en el proceso material de la producción. La
hostilidad de las clases es un fenómeno histórico por cuanto la historia es la lucha entre opresores y
oprimidos, que terminará en la destrucción del capitalismo.
Marx elabora el concepto de plusvalía según las teorías de David Ricardo. Ricardo sostuvo
que la plusvalía se genera gracias al trabajo humano incorporado al proceso productivo. Para Marx si
solo se paga al trabajador lo necesario para su subsistencia, el excedente, del que se apropia el
capitalista, es la medida de la explotación del trabajador. La acumulación de plusvalías crea la
injusticia del sistema y genera crecimientos ilimitados de capital, que permiten a la burguesía
monopolizar los medios de producción a base de explotar a los obreros. En la etapa capitalista, los
medios de producción están controlados por la clase burguesa, mientras al trabajador solo le queda su
trabajo, que se convierte en una mercancía más.
Este enfoque económico es una novedad radical, ya que no está basado en la individualidad
sino en los grandes colectivos: el capital y el trabajo.
Para Adam Smith el progreso económico partía de la armonía de los egoísmos particulares.
Para Marx ese progreso deviene del enfrentamiento de las clases sociales a través de la historia, que
hace que se superen los distintos sistemas productivos.

43.5-El Anarquismo.

Ninguna otra teoría política del s. XIX intentó con más fuerza cumplir el ideario de la
Revolución Francesa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. El liberalismo se centra en la consecución de la
libertad. Los regímenes marxistas insisten en la igualdad. El anarquismo prima la fraternidad.
Para todos los autores libertarios la esencia del anarquismo no radica en la individualidad
exacerbada, sino en un sistema igualitario de grupos cuyo dogma esencial es que ninguno de éstos
debe ser dominante. Esta tendencia grupal es la única constante de los teóricos anarquistas.

Pierre Joseph Proudhon (1809-1865). Fue el primero que se autodenominó anarquista. La


negación del poder que denota su etimología significa que ninguno puede poseer, no ya la represión
legalizada del Estado, sino ni siquiera el dominio coercitivo de un grupo sobre otro. Tanto el Estado
como la propiedad son dos instituciones abominables que empujan al individuo a la agresividad. Su
supresión debe ser radical aunque espontánea y gradual, ya que cualquier movimiento organizado es
necesariamente autoritario y por tanto rechazable. La revolución ha de producirse por sí sola, sin
tácticas ni estrategias lo que le enfrenta a Marx. Propone una sociedad basada en una autoridad
radicalmente descentralizada.

Mijail Bakunin (1814-1876). Noble ruso que conoció a Proudhon y Marx estudiando en la
Universidad de Berlín. Participó en la Oleada Revolucionaria de 1848 (La Primavera de los Pueblos).
Tuvo notable influjo en España con su obra Dios y el Estado. Su tesis central es la necesidad de
destruir todas las instituciones para instaurar federaciones independientes.
Defendió la dualidad anarquista: libertad a ultranza de todo individuo e intento de igualdad y
solidaridad entre los humanos. Ambos coinciden mediante un concepto optimista de la naturaleza
humana, que florecería una vez desaparecieran las represiones exteriores.

Pierre Kropotkin. También noble ruso, sentó las bases del llamado anarquismo científico.
Comprueba que en el hostil medio de Siberia, en las pequeñas comunidades de hombres y animales no
sobrevive el mejor, como defendía Darwin, sino sobreviven todos gracias a la solidaridad. Utiliza el
nombre de su teoría como título de su mayor obra, el Apoyo Mutuo. Solo se consigue la supervivencia
si se enfoca como una tarea colectiva y no individual. La ayuda mutua llevará a la implantación de la
justicia, practicada, defendida y custodiada por todos. Murió en 1921 afirmando que el bolchevismo
fracasaría porque, al estar obsesionado por el poder político, sería incapaz de inculcar ética a las
masas.

Relación anarquismo-sindicalismo. El mayor influjo del anarquismo se produce en el


sindicalismo inicial y se mantiene hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la mayoría de las
organizaciones sindicales se conectan con los partidos comunistas o de izquierdas.
En las décadas iniciales los sindicatos defendieron postulados anarquistas como considerar al
Estado como el gran enemigo, intentar destruir el orden existente o mantenerse independientes frente a
cualquier organismo posible (partidos, Iglesia, patronal, etc.). Coincidían también, aunque fuese
minoritaria dentro del anarquismo, en el uso de la acción directa, concretamente de la huelga general.
En España su influjo fue muy importante hasta el fin de la Guerra Civil. Sus primeros afiliados
fueron los jornaleros sin tierra, pues la ideología anarquista casaba bien en un ambiente de
poblamiento disperso en el que era muy difícil mantener una estructura estable. Realizaron ataques
violentos para la consecución de sus objetivos, a través de organizaciones como la Mano Negra. Los
sindicatos anarquistas llegaron a tener un millón de afiliados en 1936.
Aunque no puede decirse que exista una gran figura que sintetice la filosofía política
anarcosindicalista, tradicionalmente se cita al francés George Sorel (1847-1922).

43.6-Anarquismo y Marxismo.

Las diferencias entre ambas corrientes quedaron plenamente expresadas en el enfrentamiento


entre Marx y Bakunin en la Primera Internacional.
Marx concibe la historia como un proceso de fuerzas suprapersonales llamadas clases. Para
Bakunin la fuerza fundamental es el hombre.
Marx concibe que la revolución social debe prepararse, con una primera fase de toma de
conciencia, protagonizada por los obreros industriales. Bakunin cree que la situación revolucionaria se
puede provocar mediante acciones individuales y aisladas, siendo el campesinado el sector más
receptivo. El anarquismo se difundió especialmente por países agrícolas poco industrializados, como
Rusia y España, en los que el anarquismo estaba más acorde con un contexto social en el que era
difícil mantener una organización.
Mientras Marx postula la dictadura del proletariado, Bakunin la rechaza porque es enemigo de
cualquier forma de poder.
La aceptación marxista del juego político, con elecciones y parlamentos, les separa de los
anarquistas, quienes rechazan la política y solo fundan sindicatos, lo que les restó influencia.

43.7-Los movimientos ideológicos de la época del imperialismo (1870-1919).


La ideología imperialista. Fue la ideología más representativa de la época, nacida del
nacionalismo y el liberalismo conservador.
Se sustenta en mitos sobre la supuesta supremacía de los blancos sobre el resto de razas y
pueblos inferiores, a los que debe extender la civilización occidental. La misión civilizadora recae en
misioneros católicos y protestantes, que multiplican su actividad en estrecha relación con los
gobiernos metropolitanos.
En otras ocasiones el imperialismo tiene bases racistas, como Gran Bretaña (Pearson,
Chamberlain) donde se entiende como una necesidad para salvaguardar la raza anglosajona. La raza
mejor dotada debe sobrevivir imponiéndose sobre las inferiores, es el llamado darwinismo social. El
rearme, la carrera colonial y la guerra se justifican en la autodefensa de la raza y el establecimiento de
un régimen de dominio sobre otros pueblos.
Existen otros muchos justificantes ideológicos: la evasión, las novelas de aventuras, las
revistas y sociedades geográficas, la confianza de algunas tendencias socialistas (fabianos, reformistas,
entendieron que el colonialismo mejoraría la vida de los obreros y los territorios colonizados), las
sociedades filantrópicas.
El imperialismo fue generando una respuesta de rechazo y búsqueda de libertad en los pueblos
sometidos. Poco a poco toman conciencia de la necesidad de emanciparse, en un complejo proceso
que tras la Segunda Guerra Mundial fue un pilar fundamental en la ideología de la descolonización,
antítesis del imperialismo.

Liberalismo y democracia: el radicalismo. La derrota de la Comuna de París (1871) pone fin a


la época de las revoluciones románticas e inicia un periodo de relativa tranquilidad social, conseguida
con un progresivo incremento de la población en la política. Domina un pensamiento positivista y
realista. Ascienden política y económicamente capas sociales nuevas como las clases medias, pequeña
burguesía, clase obrera. El avance de la alfabetización aumentó el nivel cultural general y estimuló el
crecimiento de partidos radicales, federales y socialistas, mientras también se refuerza el anarquismo.
La presión de estos grupos quiebra los pilares del Estado liberal y provocan el cambio al
Estado democrático. Se debilitan los dogmas del liberalismo, se critica el sufragio censitario y se
cuestiona la interpretación burguesa del concepto de libertad.
La lucha principal fue el sufragio universal. Las clases medias y burguesas, favorecidas por el
sufragio censitario, defendieron la soberanía nacional cualificada, frente a los sectores populares
defensores de la igualdad política y la soberanía popular. El triunfo definitivo del sufragio universal
democratizó los Estados, pese a todas sus limitaciones (masculino, caciquismo, pucherazos, leyes
electorales partidistas), y abrió paso a la libertad de asociación, la pluralidad política, la plenitud de
derechos políticos y sindicales.
Merced a este marco general la pequeña burguesía urbana, la intelectualidad progresista, los
profesionales liberales y las minorías de la aristocracia obrera son la base de un movimiento que
empieza siendo el ala izquierda del liberalismo, para luego convertirse en opción política diferenciada:
el Radicalismo (también llamados demócratas, republicanos de izquierda, etc.). Desde 1870 gana
protagonismo por su mayor influencia en las masas.
El ideario radical es:
 Crítica del sistema liberal clásico, el turno de partidos y la influencia política y social
de la Iglesia (anticlericalismo). A veces también del propio régimen monárquico.
 Crítica de la economía liberal-conservadora que favorece a los privilegiados. Defensa
de la legislación de derechos sociales (trabajo, enseñanza, salud, etc.).
 Crítica de la estructura social polarizada, desconfianza hacia el ejército como agente
de represión, enfrentamiento con la Iglesia.
 Raíces ideológicas en la Ilustración, exaltación de la igualdad, relativismo, crítica
como forma de conocimiento y de lucha, republicanismo y laicismo.
Los radicales adquieren tintes revolucionarios en países monárquicos como España, siendo
entonces un aglutinador del republicanismo en dichas naciones. En Gran Bretaña nacen como ala
izquierda del Partido Liberal y desaparecen al constituirse el Partido Larolista. En Alemania son la
oposición pacifista, parlamentarista y secularizadora. Pero es en la III República Francesa donde los
radicales adquieren tal protagonismo que dan nombre al periodo de 1899-1914 (La República
Radical).

Catolicismo Militante. Aunque existen partidos cuyos principios defienden la Iglesia, nacen
ahora partidos expresamente católicos. En las primeras revoluciones liberales se notan sectores
católicos antiliberales (ultramontanos) que sobreviven tras el triunfo del sistema burgués. Pero desde
1870, con el papado de León XIII, nacen nuevos movimientos.
En Alemania este proceso es espoleado por una decisión política. El deseo de Bismarck de
reprimir a los Estados católicos opuestos a la centralización produjo una reacción unitaria del
catolicismo, siendo el origen de los modernos partidos confesionales. El Zentrum (centro católico)
aglutina desde 1872 a la oposición católica al régimen de Bismarck: defensa de las libertades (en
especial la religiosa), política de reformas sociales (catolicismo social) y salvaguarda del régimen
federal (para proteger a los Estados católicos). El obispo Von Ketteler fue su principal impulsor, pues
consideraba inevitable la industrialización (que podría liberar al hombre) pero era un error confiar la
solución a la creación de nuevas libertades.
En Francia desde 1892 los católicos intentan llenar las instituciones estatales de espíritu
cristiano y social. Su líder es Albert de Mun.
El pensamiento social cristiano de los grupos teológicos e intelectuales impulsa a las clases
privilegiadas a reducir la miseria de las masas en cumplimiento del mensaje evangélico.
La publicación del Rerum Novarum de León XIII provoca la denuncia de los privilegios
sociales que hasta entonces no habría criticado y llama a la lucha contra la desigualdad.

43.8-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 44. La Independencia de América Latina.

44.1- América Latina en el s. XVIII.

Estructura social. Los blancos solo representaban el 20% de la población, pero estaban
divididos en dos grupos antagónicos. Criollos, descendientes de españoles del s. XVI, eran
mayoritarios y dominaban el terreno social, cultural y económico. Peninsulares, blancos nuevos
representantes del poder real, dominaban la estructura política y burocrática.
El 80% restante eran mestizos, indios y negros, procedentes estos últimos del tráfico de
esclavos. El proceso de mestizaje es un rasgo fundamental en la colonización de América Latina.
Es una sociedad estamental de castas y múltiples clases, con estructuras sociales y raciales
diversas.

Las reformas administrativas. La administración de los dominios coloniales fue reestructurada,


acusando el centralismo borbónico, sobre todo durante el reinado de Carlos III (1759-88). Sin embargo
los cargos políticos siguen ocupados por españoles.
El virreinato sigue siendo la autoridad suprema, pasando a ser cuatro:
1. Nueva España: México, Centroamérica.
2. Perú: Perú, Chile.
3. Nueva Granada: Venezuela, Colombia, Ecuador.
4. Río de la Plata: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia.
La expulsión de los jesuitas en 1767 contribuyó a debilitar los lazos con España, ya que sus
numerosas propiedades actuaban como aglutinante entorno a la autoridad real.
En general los principios del reformismo borbónico fueron rechazados: paternalismo, tímida
liberalización económica, difusión del catolicismo y la cultura.

Reformas económicas: el comercio. El comercio de la metrópoli incrementó la producción y el


comercio, que es la mayor actividad económica del siglo. En 1778-82 se establecieron medidas como
el libre comercio entre la península y las Indias, rompiendo el monopolio de Cádiz, lo que favoreció a
las demás regiones.
Pero estas medidas aumentaron las aspiraciones de independencia económica de los criollos,
que se desencantaron cuando el centralismo y las mejoras administrativas torpedeaban sus tendencias
autonomistas.

44.2-Factores que desencadenan el movimiento emancipador.

Proceso de cambios profundos. Un cambio fundamental es la expansión del capitalismo, que


genera una intensa competitividad y actividad en todas las áreas, incluyendo el comercio ultramarino.
Ejemplo es la actuación británica apoderándose de muchos metales preciosos de España y Portugal,
favorecida por las continuas derrotas de flotas españolas por la flota británica, que aíslan América de
España. Las naciones europeas, especialmente Gran Bretaña, tienen una gran avidez por el mercado
americano. Los ataques británicos a las colonias son rechazados por ejércitos organizados por los
criollos, que no se disuelven y permiten tomar conciencia de su fuerza.
Las corrientes revolucionarias del pensamiento ilustrado penetran en la sociedad criolla por los
viajes a Europa y el contacto con literatura ilustrada y sociedades masónicas, que cuestionan el viejo
sistema de valores. También contribuye la propia Ilustración española que entiende el poder como un
pacto social. Fueron los criollos los artífices de la independencia, mientras las poblaciones autóctonas
tuvieron un papel secundario.
La independencia de Estados Unidos constituye la gran novedad de una América
independiente, además de su cercanía geográfica. Las tentativas reformistas de la Corona española
desencadenan tensiones entre la administración peninsular y las aspiraciones de los criollos.

Factores coyunturales cercanos. Por un lado está la crisis del poder político metropolitano, con
la invasión de España en 1808 y las abdicaciones de Bayona. Por otro la necesidad de la sociedad
criolla de encargarse del poder político para lograr un desarrollo económico autónomo mediante
reformas.
Las clases altas criollas no se ajustan al modelo de burguesía industrial europeo, aunque
comparten el culto a la riqueza y las posibilidades que otorga, sino que se basan en el poder de la
tierra: ganaderos, plantadores, comerciantes. Se dan las condiciones para conseguir la independencia
política y un nuevo pacto colonial que asegure el contacto directo entre los productores
hispanoamericanos y las metrópolis europeas, con mayor acceso al mercado ultramarino.

44.3-El proceso de independencia: la primera fase (1808-15).

Aspectos sociopolíticos. La independencia fue un movimiento creado por una ideología


urbana. Debe distinguirse por tanto de las luchas radicales de contenido social, como en México, en
las que la tensión es entre la casta dominante y la población campesina y marginada. En América del
Sur por el contrario la tensión es entre peninsulares y criollos, sin amenazar el sistema dominante.
Algunas medidas más radicales como la reforma agraria de Bolívar a favor de los soldados o
medidas similares de Artigas en Uruguay no llegaron a imponerse. Ideológicamente la independencia
no es un movimiento organizado surgido de un programa establecido, sino que las respuestas se van
forjando en la acción.
La actividad militar se convirtió en una forma de conseguir honores y ascensos pudiendo saltar
los prejuicios de clase y casta. Así aunque la revolución no supuso grandes transformaciones, sí
facilitó la movilidad social al abrir el ejército. Al final del conflicto la lucha militar continuará con las
guerras civiles del s. XIX.

Precedentes e inicio del conflicto. Se debe señalar a Antonio Nariño, criollo de Bogotá, que
tradujo al castellano y publicó la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
en 1794. En 1806 Francisco de Miranda, llamado el Precursor, intenta desembarcar en Venezuela con
apoyo de la flota británica.
En 1804 se da un movimiento independentista en Haití, la parte francesa de la isla de Santo
Domingo, de marcado carácter violento. Fue protagonizada por la población negra sometida, por lo
que tenía un claro signo social. Esta revolución fue un factor disuasorio para las clases altas criollas,
que temen la propagación de las revoluciones entre las masas pobres.
Tras el ataque británico a Río de la Plata en 1806 detenido por un ejército criollo, los criollos
nombran a su propio virrey (Liniers). Es la evidencia del debilitamiento de la autoridad española.
Ante la invasión francesa de España en 1808, se crearon Juntas locales para solucionar el
vacío de poder, con una Junta Suprema Central que es la depositaria de la soberanía. Ese movimiento
de juntas se expande a América, con juntas en las ciudades elegidas por los cabildos que juran lealtad
a Fernando VII pero rechazan la Junta Suprema Central de España. Las juntas son el órgano decisivo
por la independencia, pues desde 1810 las fuerza locales toman la iniciativa y se enfrentan a los
ejércitos realistas.
En la práctica hay una guerra civil entre los sectores dirigentes criollos y españoles, mientras
ambos bandos intentan atraerse al resto de la población. El primer movimiento emancipador busca
ampararse en la legalidad y la legitimidad, declarando al mismo tiempo la independencia y la lealtad a
Fernando VII. España no puede enviar tropas en refuerzo de los ejércitos realistas que luchan por
controlar América.

Río de la Plata. La rebelión se inicia en 1810 en Buenos Aires y se extiende a otras zonas del
virreinato. Se intentó extender al Alto Perú con apoyo de las clases indígenas, pero las clases
dirigentes temían la revolución social así que permanecieron realistas. Tanto Paraguay como
Montevideo (Uruguay) rechazan el protagonismo de Buenos Aires y rechazan sus intentos de
absorberlos. En 1813 empieza en Uruguay un movimiento rural independentista liderado por José
Artigas, cuyo programa incluía disminuir el poder del latifundio, mejorar la situación del mundo rural
y conseguir la recuperación económica de la provincia.
El movimiento de Artigas se extiende formando la Liga Federal, que le designa protector de
los pueblos libres en 1815. Buenos Aires y Montevideo se resisten al movimiento de Artigas por
considerarlo de demasiado alcance social y defensor del federalismo. En Buenos Aires la Junta se
divide por las luchas entre las provincias y contra el centralismo de la capital. Entretanto José María de
San Martín, miembro de una logia de Buenos Aires, se hace cargo del ejército patriota.
En Chile hay dos tendencias independentistas, la radical de Carreras y la moderada de O
´Higgins. La rebelión es sofocada en parte en 1814 por tropas realistas enviadas desde Perú, pero la
independencia de Argentina, Paraguay y Uruguay es irreversible.

El norte de Sudamérica y costa del Caribe. En 1810 se formó la Junta de Caracas con Miranda
a la cabeza, controlan el litoral del cacao pero el interior permaneció realista. Se proclama la
independencia de Venezuela en 1811. El avance realista provoca rebeliones de negros en las
plantaciones, lo que fuerza el armisticio y la entrega de Miranda a los españoles en 1812. Bolívar,
oficial del ejército de Miranda, se refugia en Nueva Granada y reaparecerá en los Andes venezolanos,
pero las tropas enviadas desde España en 1815 al mando de Morillo le obligan a retirarse a Jamaica.

México. Mientras en el sur la iniciativa correspondió a los criollos, en México comenzó como
una protesta mestiza e india que termina fracasando. En 1810 Hidalgo, un sacerdote culto, llama a la
rebelión armada en su parroquia de Dolores (Grito de Dolores), declaró abolida la esclavitud y
prometió la devolución de las tierras indias. La falta de armas y preparación y el carácter de guerra
social del movimiento finalizan en su derrota.
El sacerdote Morelos retoma la revuelta en un amplio frente militar. Elabora un programa que
incluye la división de los latifundios, la abolición de las diferencias de casta y de la esclavitud. En
1813 proclama la independencia. Sin embargo tenía los mismos problemas que la rebelión de Hidalgo
y termina de la misma forma.
Sofocada la rebelión rural, la disidencia resurge entre los criollos hasta que la revolución
liberal de 1820 desencadena la independencia. La revolución de Riego ataca los principios de las
clases dirigentes de México: militares, criollos, la autoridad virreinal y la Iglesia, que se alían al
movimiento independentista para mantener su poder.
El general Agustín de Iturbide y el rebelde Guerrero proclaman la independencia en 1821 y
firman el Plan de Iguala. El plan incluía la independencia, respeto a la fe católica, igualdad de razas,
continuidad de la monarquía en algún familiar de Fernando VII. Iturbide entra en ciudad de México
asumiendo la regencia, pero luego es proclamado emperador como Agustín I, disuelve el Congreso y
actúa de forma dictatorial. Cuenta con el apoyo del alto clero (exención de impuestos a la Iglesia), el
ejército (se negaba a reducir sueldos o efectivos), los latifundistas y parte de la burguesía urbana,
marginando a los indígenas de cualquier beneficio.
En 1824 se proclama la República Federal y Centroamérica se separa de México.

44.4-Las grandes campañas militares (1816-24).

Aspectos de este periodo. Desde la restauración de Fernando VII en el trono español en 1814
la lucha americana deja de ser una guerra civil, pues la intervención del ejército español la convierte
en una guerra colonial.
La causa independentista se basa en grandes campañas militares dirigidas por Simón Bolívar
en el norte y José de San Martín en el sur. No hay que olvidar el cambio que sufren las relaciones con
España por golpe de Riego en 1820 y el Trienio Liberal (1820-23). El levantamiento de Riego es
protagonizado por los militares que iban a ser enviados a América para sofocar las revueltas.

La emancipación definitiva: San Martín y Bolívar. San Martín es un militar argentino de


tendencias moderadas y más conservador que el apasionado Bolívar.
San Martín es consciente de que para vencer definitivamente es necesario acabar con el
enclave realista de Perú, leal a Fernando VII por miedo a la revolución social indígena. En 1816 sale
de Buenos Aires, reúne un ejército en Mendoza y avanza sobre Chile, con el apoyo de los moderados
chilenos dirigidos por O´Higgins. La victoria de Chacabuco (1817) le abre la capital chilena y
proclama la independencia en 1818.
Desde Chile con ayuda británica forma una marina de guerra en 1820 para dirigirse a Lima.
En 1821 se crea un gobierno en Perú que declara la independencia con San Martín como protector.
Simón Bolívar es descendiente del a antigua aristocracia criolla del cacao en Caracas. En 1816
hace su segundo intento de liberar el norte de Sudamérica. Se alza en Venezuela con apoyo de
agricultores y pastores de los Andes, población negra de la costa este y los llaneros que le expulsaron
en 1815. Obtiene el apoyo de los esclavos prometiéndoles la libertad y se alía con Paez (guerrillero de
los Llanos) y con la Legión británica.
Vence a los españoles en Boyacá (1819) controlando Bogotá y parte de Nueva Granada. Su
éxito se debió al apoyo británico y al estallido revolucionario de Riego en 1820, que privó a Morillo
de las tropas necesarias y le obligó a regresar a España.
En 1821 Bolívar entra en Caracas, Quito es liberado por Sucre, general de Bolívar, y en
Bogotá, base de la nueva república, queda Santander, vicepresidente de Bolívar. En 1825 se
independiza el Alto Perú que se llamará Bolivia. Perú y Bolivia quedan unidas a la Gran Colombia,
pero se separan de ella en 1827.

La actitud de las potencias. Gran Bretaña mostró interés por América Latina antes de la
emancipación, concretamente mediante piratería y contrabando. Tras la invasión napoleónica de
España se mostró cautelosa en las colonias, pero desde la restauración de Fernando VII y la derrota de
Napoleón ayudan cada vez más a los rebeldes. Su política europea, opuesta a la Santa Alianza,
contribuyó a apoyar a los independentistas.
Francia no se interesó durante el periodo napoleónico, y tras la Restauración se volcó a favor
del absolutismo español.
Estados Unidos definió América como su esfera de influencia natural mediante la Doctrina
Monroe, por lo que se opone a la intervención de la Santa Alianza. Su comercio se desarrolló
notablemente tras la independencia, sobre todo en el Caribe, pero al principio no podía competir con
las grandes flotas de vapores europeos y británicos.

44.5-La independencia de Cuba y Puerto Rico.


Durante la emancipación del resto de América se mantuvieron leales a España por miedo a la
revolución social, con ejemplo en lo ocurrido en Haití. Pero en 1868 empiezan sendos movimientos
independentistas: Grito de Yara en Cuba y Grito de Lares en Puerto Rico.
Cuba se convierte en la gran productora de azúcar, multiplicándose las plantaciones y la
exigencia de mano de obra. Estados Unidos practica una política muy interesada en el Caribe, llegando
a ofrecer 120 millones de dólares para comprar la isla. La negativa española les decide por el apoyo a
los separatistas.
La Guerra de Cuba (1868-78) fue difícil en el bando rebelde por las tensiones internas, y en el
bando españolista por los continuos cambios de régimen hasta la Restauración de 1875. La Paz de
Zanjón pone fin a la guerra otorgando autonomía y representación política en el parlamento de la
metrópoli. La libertad de comercio es relativa pues España impone aranceles a los productos no
españoles que entran en la isla.
La guerra destruyó gran parte de la riqueza rural criolla y española, siendo la oportunidad de
los inversores de Estados Unidos para aspirar al dominio de la isla, pues ya dominaban el comercio de
exportación. Los inversores norteamericanos compran todas las tierras que pueden, dominando a los
productores medios y pequeños. De esta forma Cuba se adelanta a otras zonas de Latinoamérica al
entrar en la órbita de la nueva metrópoli: USA, aunque sin emanciparse de España todavía.
La segunda guerra de independencia comienza en 1895 bajo inspiración del poeta José Martí y
el liderazgo militar de Antonio Maceo, que opta por la guerra de guerrillas. España envía al general
Valeriano Weyler, quien utiliza la fuerza, la coerción física y la inmovilización física del campesinado
reuniéndolo en campos (para evitar que ayudara a los rebeldes). USA protesta ante España por las
tácticas de Weyler y suministra a los rebeldes. La voladura del acorazado Maine (1898) en el puerto de
la Habana precipita los acontecimientos, es el casus belli que USA esperaba para declarar la guerra a
España y exigir la renuncia a Cuba. El desequilibrio de fuerzas es enorme y el conflicto acaba en 1898
a favor de USA.
Por la Paz de París de 1899 España reconoce la independencia de Cuba, que queda bajo tutela
de USA, y cede a Estados Unidos: Puerto Rico, Filipinas y la isla Guaní (archipiélago de las
Marianas).

44.6-Consecuencias de la emancipación.

La revolución moderada deja intactos muchos privilegios sociales que evocaban el feudalismo
y no transforma los fundamentos sociales y económicos del régimen colonial. Sin embargo se
trasplantan superficialmente las formas políticas del capitalismo liberal del mundo occidental.
La ruptura de las rutas normales de comercio y comunicación debida a las guerras tuvo
repercusiones negativas en todos los países. La apertura de puertos al comercio internacional no
repercutió en un beneficio general, pues arruinó a los artesanos locales y desarrolló una nueva
dependencia económica respecto a Europa y luego a USA.
La basta extensión del territorio colonial, las particularidades regionales y el ansia de poder de
las elites locales desembocó en la disgregación política:
• Gran Colombia se dividió en Colombia, Venezuela y Ecuador.
• México se dividió en la República de México y las Provincias Unidas de
Centroamérica, que luego se dividieron en El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua y Costa Rica.
• El Virreinato de Perú se divide en Chile, Bolivia y Perú.
• El Virreinato de Río de la Plata se divide en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Herencia de la emancipación es el protagonismo militar en la sociedad y la política
latinoamericana, factor muy importante todavía hoy.

44.7-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.
Tema 45. Extremo Oriente (China y Japón) 1886-1949.

45.1- La Rebelión de Asia.

José Martín Carreras define la rebelión de Asia como el despertar de los nacionalismos
asiáticos para conseguir la independencia política contra el régimen colonial europeo, y la formulación
de una revolución social de carácter popular contra las estructuras tradicionales dominantes cómplices
de aquél o incapaces ante su dominio.
China y Japón, culturas milenarias con Estados constituidos, fueron sometidos sin escrúpulos a
los intereses mercantiles europeos. No fueron colonizados con culturas superiores sino con técnicas
más eficaces. La rebelión no fue una descolonización pues nunca dejaron de poseer Estados
constituidos, pero sí fueron mediatizados por las potencias extranjeras.
En este contexto destaca Japón que, tras liberarse del colonialismo occidental, se reinventa a sí
mismo como una potencia moderna e industrializada. Sus intereses le llevan a convertirse en potencia
colonial asiática con victorias como la Guerra Chino-japonesa (1895) y la Guerra Ruso-japonesa
(1905).
China hubo de esperar al fin de la Segunda Guerra Mundial para conseguir un nivel suficiente,
aunque con antecedentes desde 1911.

45.2-Una potencia tardía: El Japón Meiji (1868-1912).

El final del Shogunato. Pese a ser un Imperio desde hacía miles de años, en el s. XII el shogun
(generalísimo del ejército) consiguió desplazar al emperador del poder y establecer un régimen
dictatorial. No se suprimió la monarquía pero los emperadores vivieron arrinconados en un exilio
dorado en Kioto. Los shogunes ostentaron el poder ejecutivo y controlaron la administración,
heredando el poder en dinastías de shogunes: Minamoto (s. XII-XIV), Ashikaga (s. XIV-XVI) y
Tokugawa (s. XVI-XIX). Japón vive una larga época feudal cerrándose a toda influencia occidental e
innovación. Penetran algunos elementos dinamizadores como la economía monetaria, los libros, las
armas, etc. por los tratos con comerciantes, pero son insuficientes.
Hacia 1850 la situación cambia. Las familias feudales Chóshu y Satsuma, vinculadas a la corte
imperial, sueñan la restauración del poder imperial. El peligro blanco se acerca por el avance ruso en
Siberia y la Guerra del Opio en China. En 1853 el comodoro de USA Perry obliga a abrir varios
puertos japoneses al comercio internacional, medida reforzada luego por el almirante ruso Putiatine.
Se firman los Tratados de las Cinco Naciones o Tratados Desiguales (1858), en los que Japón debe
abrir todos sus puertos, sin compensación, a USA, Holanda, Rusia, Gran Bretaña y Francia.
Las dificultades para los Tokugawa aumentan ya que los comerciantes extranjeros se instalan
en Yokohama, provocando reacciones nacionalistas violentas que aumentan la presión de las
potencias extranjeras. La corte aparece como la única esperanza de rechazar a los occidentales y
mantener la unidad pues los feudos se distancian entre sí. La reacción nacionalista fracasa cuando una
flota internacional bombardea el estrecho de Shimonosheki y exige una fuerte indemnización, que solo
puede pagarse abriendo las aduanas. Finalmente los feudos leales al emperador se levantan, liberan al
emperador Mutsuhito y proclaman la restauración de su poder. El ejército Tokugawa es derrotado
batalla tras batalla hasta que cae su capital, Tokio, y rinden sus tropas.

El Meijí. El Meijí, o Gobierno Iluminado, supone el restablecimiento de la autoridad imperial


y la occidentalización del país. Acaba el feudalismo y se acomete la primera experiencia de un país no
occidental que adopta las técnicas de la Revolución Industrial.
Mutsuhito ejerce su ilimitado poder como un árbitro que dirime las tensiones e impulsa la
modernización del país. Todo el poder se centraliza en el emperador, pues orienta la política exterior
y suprime el feudalismo interior. Se abandona la política xenófoba y se traslada la capital de Kioto a
Tokio. La concentración del poder se basa en la tradición confuciana pero renovada en una religión de
Estado: sintoísmo. Se crean un Consejo Político Supremo (Dakojan, órgano asesor), un poder
legislativo en dos cámaras, un ejecutivo de seis ministros y un Consejo de Asuntos Jurídicos (poder
judicial). La división de funciones trata de armonizarse con el ilimitado poder imperial.
Los feudos son reemplazados por los departamentos o ken, y los grandes señores por los
prefectos, representantes del poder central. Se decreta la igualdad jurídica desapareciendo los
privilegios y las restricciones profesionales, que reservaban los cargos y carreras a ciertas clases. Con
instructores franceses y alemanes se organiza un nuevo ejército que suprime los ejércitos feudales. En
1873 se establece un servicio militar obligatorio de tres años, que ciertos sectores eluden con dispensas
o redenciones (pago de 270 yens).
El nuevo sistema fiscal suprime las discriminaciones, pues en 1868 los ingresos cubren un
tercio de los gastos. Japón prefirió, contrariamente el pensamiento económico del siglo, restringir la
entrada de capitales extranjeros. En 1871 Okuma establece la nueva moneda, el yen, dividido en cien
sen.
Aparecieron partidos políticos que eran más grupos de opinión. El Partido de la Libertad de
Itakagi con fuerte presencia de samuráis. El Partido Constitucional de la Reforma y el Progreso de
Okuma, con estudiantes, intelectuales y empresarios.
Basándose en los modelos europeos se promulga en 1889 una Constitución, que sin embargo
es más asistemática y ambigua que las occidentales. Se crea un parlamento con dos cámaras: de pares
(nobleza y personalidades) y de diputados (elegida por sufragio censitario del 1% de la población). Se
establecen los derechos ciudadanos y las libertades (prensa, reunión, asociación, religión, etc.), pero el
emperador conserva todos sus poderes pues él otorga la constitución y es el único que puede proponer
enmiendas, retiene el mando militar, los ministros responden ante él y no ante las cámaras.
Pese al Meijí Japón sigue siendo una oligarquía, aunque más formal que legal. Posee un censo
electoral restringido al 1% de la población y una serie de familias monopolizan el poder. Desde 1900
se recurre ala alternancia de dos partidos, que sin embargo se unen en épocas difíciles (Unión
Sagrada), es la era Saionji-Katsura por los dos políticos que se alternan en el gobierno.

La nueva sociedad. En el terreno social fue muy difícil minar los privilegios de los samuráis.
Su clase, que era el 6% de la población, monopolizaba el poder militar, la autoridad política y la
influencia intelectual, además solían poseer grandes fortunas. La institución del servicio militar
obligatorio y la prohibición de llevar sable, distintivo de sus privilegios, fueron duros golpes.
Las costumbres cambian porque cambian los valores. Desde 1872 es obligatorio usar chaqueta
en las ceremonias oficiales. El pelo se corta al estilo occidental y se generaliza la carne en la
alimentación pese a las prohibiciones budistas. Se prohíbe el tatuaje, la desnudez y los pies descalzos
en la ciudad de Tokio.
Se redefine la educación pues la elevación del nivel cultural es imprescindible para la
modernización. La industria, el ejército y la marina tenían necesidad de mano de obra cualificada. En
1871 se crea el Ministerio de Instrucción Pública y la educación obligatoria. En 1877 se funda la
Universidad de Tokio.

La industrialización. La industrialización de un país tradicionalmente agrario es una gran obra.


El gobierno se vuelca en industrias estratégicas (como armas en Tokio y Osaka), transportes
(priorizando los marítimos sobre el ferrocarril por la realidad geográfica), industria pesada (minas,
construcción) y textil (lana, seda, algodón).
El despegue industrial se apoya en tres factores básicos. Un crecimiento demográfico notable:
37 millones en 1880, 50 en 1914. Los bajos salarios que permitieron la acumulación de capital. El
apoyo estatal a todas las iniciativas de progreso industrial y la tendencia empresarial a la innovación.
Pronto se produjo el paso al capitalismo financiero de grandes empresas y firmas que en Europa tardó
un siglo.
Factor fundamental fue su mimetismo tecnológico, pues imitaron a Occidente a gran escala
copiando lo mejor de cada país industrializado. El gobierno contrató multitud de profesores y técnicos
occidentales con altas remuneraciones. Los misioneros enseñaron gratis la lengua inglesa en todo el
país, lo que les dio gran ventaja en la recepción de ciencias y técnicas. Pronto los científicos japoneses
desarrollaron sus propias innovaciones y descubrimientos.
La falta de muchas materias primas de la industria moderna (hierro, carbón, petróleo, etc.)
hizo que la política exterior se orientase a asegurar su suministro. Esta causa y su fuerte crecimiento
demográfico fueron las cusas fundamentales de su expansionismo imperialista.
45.3-El Imperio Nipón.

Además de modernizar el país el otro gran objetivo del Meijí era restablecer la integridad
nacional. En la estrategia para conseguirlo se impuso el partido militar que defendía el expansionismo.
En menos de medio siglo Japón se convirtió en una potencia colonial de primer orden gracias a una
efectiva diplomacia y un ejército con armas y técnicas modernas.
Tras adquirir de Rusia las islas Kuriles (1875) y ocupar las islas Bonin y Ryukyu (1876),
Japón consiguió en el Tratado de Kanagawa (1876) que Corea abriera sus fronteras al comercio y se
alejara de la influencia china. Desde la proclamación de la Constitución Meijí (1889) las potencias
europeas fueron renunciando a sus derechos aduaneros sobre Japón, siendo Gran Bretaña la primera
(1894), de forma que hacia 1911 se recuperó la soberanía aduanera.
Para entonces su moderno ejército acreditó su eficiencia en dos guerras victoriosas contra
China y Rusia.

Guerra Chino-japonesa (1895). Una serie de disputas acerca de la creciente influencia


japonesa en Corea ocasionaron el estallido de la guerra. El ejército japonés, más moderno, más fuerte
y mejor entrenado acabó fácilmente con las fuerzas chinas. Por el Tratado de Shimonoseki (1895)
China reconoció la independencia de Corea (anexionada a Japón formalmente en 1910), cedió
Formosa a Japón y le reconoció tres zonas de influencia en China (formalmente independientes pero
anexionadas a Japón en 1910): Fukien, Shantung y Manchuria Meridional (transformada en el Estado
independiente de Manchukuo en 1932).

Guerra Ruso-japonesa (1905). En 1902 Japón y Gran Bretaña acuerdan frenar la influencia
rusa en la zona, manteniendo el statu quo en China y Corea.
En 1904 Japón rompió sus relaciones diplomáticas con Rusia y se inicia la guerra, por el
desentendimiento por las zonas de influencia en Manchuria. Los japoneses necesitaban abastecer sus
fábricas de materias primas y conseguir mercados en el continente. Rusia necesitaba crear una
atmósfera expansionista para sofocar la crítica al zarismo en el interior. Un factor detonante fue la
concesión de China a capitales rusos para construir el Ferrocarril Oriental Chino a Vladivostok a
través de Manchuria, lo que ponía en peligro los éxitos japoneses en la Guerra Chino-japonesa de
1895.
La flota rusa hubo de trasladarse desde el puerto de Arcángel, en Europa, hasta el mar de
Japón navegando por todo el litoral ruso, para ser destruida por la flota japonesa en una batalla de unas
pocas horas. Por el Tratado de Portsmouth Japón recuperó en 1905 de Rusia Port Arthur y la península
de Liaotung en Manchuria, que aunque nominalmente era independiente fue anexionada a Japón en
1910.
Fue la primera guerra entre potencias desde la Guerra Franco-prusiana (1870) y fue originada
por la competencia en la explotación de China. Si se exceptúa la derrota de los italianos en Etiopía, fue
la primera vez que un pueblo no blanco derrotaba a uno blanco. Los asiáticos demostraron que podían
aprender y jugar el juego europeo en medio siglo.
Rusia, frustrada su tentativa de dominar el Extremo Oriente, volvió sus ojos a los Balcanes. El
gobierno zarista quedó tan debilitado que los movimientos subterráneos emergieron para protagonizar
la Revolución de 1905. Los dirigentes de los pueblos colonizados se entusiasmaron con la victoria
japonesa, concluyendo que debían aprender la ciencia y la industria occidentales deshaciéndose del
control de los europeos y preservando su carácter nacional.

Enfrentamientos en China. En 1911 un movimiento revolucionario acaba con el Imperio e


instaura una República. Sun Yat Sen, del Partido Nacionalista o Kuomintang, emprende en
colaboración con el Partido Comunista una política modernizadora que choca con la pervivencia de
estructuras feudales y coloniales. A su muerte se hace con el poder Chiang Kai Check que pretende
restablecer el poder central y acabar con los comunistas. China se encuentra en una inestable
transición sin haber alcanzado el dominio real en zonas externas.
Japón mantuvo su presencia en Manchuria desde 1905 para completar la barrera defensiva
junto a Corea, aprovechar las materias primas de la región y ampliar el marco de emigración japonesa
a fin de japonizar el territorio. Manchuria era ajena al control chino pero su prosperidad había atraído
muchos inmigrantes chinos, pero el cierre de fronteras a la inmigración japonesa en varios países
(USA, Australia, etc.) exigía aumentar el control sobre dicho territorio. A pesar de que Japón contaba
con inversiones en la zona los tratados internacionales le impedían extenderse, además Chiang Kai
Check pretendía restablecer el dominio chino. Los políticos liberales japoneses son hostigados por los
nacionalistas más extremistas, que en 1932 acceden al poder.
Los problemas en Manchuria empiezan cuando en 1931 cuando, bajo pretexto de mantener el
orden y proteger las inversiones niponas, tropas japonesas ocupan el territorio y expulsan al
gobernador chino. La Sociedad de Naciones, incapaz de acordar una condena, se limitó a reprobarla.
En 1932 Japón crea en Manchuria el gobierno títere de Mahnchukuo, se le declara independiente,
aunque estaba controlado por Japón, y a su frente se coloca al ex emperador de China Henry Pu Yi. En
represalia China boicotea los productos japoneses, lo que aprovecha Japón para ocupar varias
provincias chinas al sur de Manchuria. En 1933 Chiang Kai Check, incapaz de resistir y sin ayuda
exterior, consigue una tregua a costa de entregar Jehol y lo que quedaba de la Manchuria china. USA y
la Sociedad de Naciones se limitaron a no reconocer a Manchukuo.

La Segunda Guerra Mundial. El conflicto en el Pacífico se fragua desde la década de 1920,


pues Japón reclama su espacio vital frente a los intereses norteamericanos. Desde Julio de 1937 Japón
avanza nuevamente sobre China, lo que podía complicar la situación internacional pues Japón se alió
con el Eje Roma-Berlín, mientras Francia y Gran Bretaña apoyaban a China.
En 1937-41 Japón ocupa el norte de China, el valle del Yang-Tsé, Cantón y todo el litoral del
sur de China. En 1941 Japón ocupa Indochina, lo que provoca el embargo comercial de USA y exige
públicamente la retirada japonesa de China. En este contexto se da el ataque japonés contra Pearl
Harbour (1941), que provoca la entrada de USA en la Segunda Guerra Mundial. La Guerra del
Pacifico (1941-45) entre USA y Japón fue difícil y costosa dada la gran extensión del teatro de
operaciones. En 1943 Usa emprende una gran ofensiva en el Pacífico. Mc Arthur en el Pacífico sur y
Nimitz en el central reconquistan las posiciones japonesas isla por isla tras intensos combates y fuertes
resistencias niponas.
La intervención de la URSS empeoró la situación japonesa, pero el golpe de gracia fue el
bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki, que precipitó la rendición total de Japón. Japón hubo de
devolver todos los territorios ocupados en el Pacífico, Indochina, China y ceder a la URSS varias islas
conquistadas a Rusia en el s. XIX. USA ocupó militarmente Japón en 1945-51, ejerciendo un
verdadero proconsulado que mantuvo y controló la figura del emperador. La ocupación fue aceptada
pacíficamente por el pueblo y se centró en desmilitarizar el país y cambiar las actitudes políticas. El
emperador renunció a su divinidad y se transformó en un monarca constitucional, se estableció un
régimen liberal democrático, se realizaron reofmras económicas y sociales a fin de destruir los restos
semifeudales y reconstruir la economía.
Pero la victoria comunista en China y su intervención en la Guerra de Corea (1950-53)
cambiaron la política japonesa de USA. Japón se convirtió en el baluarte de la defensa capitalista en
Extremo Oriente, para lo que se firmó el Tratado de San Francisco (1951) que le devolvió su plena
soberanía política y le ayudaría a restablecer su economía.

45.4-China.

China a fines del s. XIX. En el s. XVII los manchúes avanzaron desde Manchuria
conquistando toda China y estableciendo su propia dinastía. Pero en el s. XIX la dinastía Manchú era
incapaz de mantener el orden, con revueltas constantes, o de impedir la penetración extranjera.
El levantamiento más peligroso fue la rebelión Taiping de 1850-64, acusando a los manchúes
de extranjeros corruptos. Los Taiping consiguieron establecer un Estado propio al sur de China, pero
finalmente la dinastía Manchú consiguió sofocar la rebelión con ayuda europea. En todo caso es
evidente que la confusión social, el problema agrario y el nacionalismo (al principio antimanchú) eran
anteriores al imperialismo europeo.
Sobre esta China confusa empiezan a penetrar los europeos desde 1840 arrancando
concesiones, pero defendiéndolo de la oposición interior. Necesitaban un gobierno con el que negociar
para legalizar sus demandas en todo el país. Sin embargo el comercio es difícil porque mientras los
europeos quieren comprar productos chinos, éstos no se interesaban por los extranjeros.
La Compañía Inglesa de las Indias resuelve el problema de conseguir té chino enviando opio
hindú, que sí tenía demanda en China. Cuando el gobierno intentó controlar la entrada de opio Gran
Bretaña fue a la guerra. La Primera Guerra del Opio (1840-42) finalizó con el Tratado de Nankín
(1842), por el que Hong Kong fue cedido a Gran Bretaña por 150 años y se abrieron al comercio
extranjero una docena de puertos (incluidas Shangai y Cantón).
Los europeos fueron ganando sucesivas concesiones económicas del gobierno chino, hasta que
los chinos rechazaron recibir diplomáticos y comerciantes. El incumplimiento de varias clausulas del
tratado de Nankín (1842) fue la excusa para iniciar la Segunda Guerra del Opio (1856-60), en la que
Francia y Gran Bretaña ocuparon Pekín y saquearon el Palacio de Verano del emperador (lo que puso
de moda en Europa el arte chino). La guerra finalizó por el Tratado de Tiensin, pero otras potencias
aprovecharon para firmar acuerdos de contenido similar. Se establecieron restricciones al gobierno
chino, se concedieron privilegios a los occidentales, se establecieron colonias europeas ajenas a la ley
china, China hubo de pagar indemnizaciones de guerra y ceder la mitad de los derechos aduaneros en
pago de las indemnizaciones.

Anexiones y concesiones. Mientras China era controlada hasta el centro, varios territorios
periféricos, que no eran propiamente chinos pero estaban bajo su influencia, eran ocupados por
diversas potencias. Los rusos bajaron el río Amur, establecieron su Provincia Marítima y fundaron
Vladivostok en 1860. Gran Bretaña se anexionó Birmania en 1886. Japón reconoció la independencia
de Corea, aunque en realidad la dominaba como un protectorado. Francia anexionó Annam a sus otras
colonias de la zona formando la Indochina francesa. En 1894 Japón entró en guerra con China por
Corea, venciendo los japoneses rápidamente por su moderno armamento, estrategias y organización;
China hubo de reconocer la independencia de Corea y ceder Formosa a Japón.
Para frenar tanto la penetración colonial como el descontento popular, el gobierno chino
comenzó a proyectar una occidentalización similar a la que realizara Japón. Pero las potencias
europeas no estaban dispuestas a perder el control, así que iniciaron una carrera para conseguir nuevas
concesiones en 1898. China parecía a punto de desmoronarse. A fin de frenar la parcelación de China
los Estados Unidos lanzan su idea de Puertas Abiertas, por la que se cancelarían las zonas de
influencia y todos los extranjeros tendrían los mismos privilegios en toda China.
Una sociedad secreta china, los Bóxers, se sublevó en 1899 arrancando las vías del ferrocarril,
atacando a los cristianos chinos, cercando las legaciones diplomáticas y matando a 300 extranjeros.
Las potencias europeas, Japón y USA enviaron una fuerza militar conjunta que aplastó la insurrección.
Los vencedores impusieron controles al gobierno chino y una fuerte indemnización. Los funcionarios
manchúes se esforzaron por occidentalizarse para fortalecerse, mientras el movimiento revolucionario,
dirigido por Sun Yat Sen, se expandía rápidamente y aspiraba a expulsar tanto a los extranjeros como
a los manchúes.

La Revolución China: los Tres Principios del Pueblo. Sun Yat Sen fundó en 1894 la Unión
para el Renacimiento de China (posteriormente Kuomintang) para lograr la renovación mediante la
instauración de la república. Sus bases eran tanto la burguesía nacionalista como amplios sectores
populares. Tras varios intentos, un levantamiento en 1911 derrocó a la dinastía Manchú e instauró la
República de China.
Sin embargo entre 1911 y 1928 se dio una situación de confusión política, con múltiples
señores del a guerra gobernando independientemente. Seguida a la Revolución de 1911 el general
Yuan Shih-Kai, consejero de los manchúes, estableció en Pekín una dictadura militar en 1911-16, pues
cuando murió hubo una lucha de poder. Sun Yat Sen fue proclamado en 1916 presidente de un
gobierno rival en el sur (Cantón).
Educado en Occidente, Sun Yat Sen volvió a China para tomar parte en la revolución. En 1925
recogió sus ideas en su libro Los Tres Principios del Pueblo. Los tres principios eran:
• Democracia. Siempre que el pueblo fuese soberano debían gobernar los más capaces,
incluso al margen de elecciones o parlamentos. No era marxista y lo consideraba otra
ideología occidental más que debía ser adaptada a China.
• Nacionalismo. La renuncia al clan, la familia y la libertad individual a favor de la
creación de una nación y Estado fuertes.
• Medios de vida. Bienestar social y reforma económica para distribuir la riqueza y la
tierra y acabar con la pobreza.
Además considera que como en China no hay verdaderos capitalistas, era el Estado quien
debía iniciar el desarrollo capitalista e industrial.
Su primer objetivo era acabar con el sistema de tratados que sometía a China desde 1842. Pero
no solo fracasaron sino que fueron incapaces de impedir que Japón se apoderase de las concesiones
alemanas en China durante la Primera Guerra Mundial, o que las conservara luego. La insensibilidad
occidental volvió al Kuomintang hacia Rusia, gracias a la alianza en 1923 con el Partido Comunista
Chino (creado en 1921). La Unión Soviética envió a China armas e instructores y devolvió las
concesiones chinas conseguidas por los zares. En un intento de apartar a China de la influencia
soviética Gran Bretaña renunció a concesiones menores.

Nacionalistas y Comunistas. En 1924 el Kuomintang lanzó una ofensiva militar y política,


proyectada por los asesores soviéticos, apoyada por los comunistas y dirigida por Chiang Kai Check,
para obligar a los señores de la guerra y al gobierno de Pekín a aceptar al gobierno nacionalista. En
1928 Chiang Kai Check toma Pekín y el Kuomintang controla casi toda China, por lo que las
potencias extranjeras reconocen su gobierno y ceden sus derechos aduaneros y privilegios.
Pero nace un nuevo enfrentamiento entre dos bandos irreconciables: por un lado los sectores
derechista y centrista del Kuomintang, y por otro el sector izquierdista del Kuomintang y el Partido
Comunista. El pueblo que colaboraba en la lucha empezaba a exigir contraprestaciones mediante
protestas que asustaban a los sectores ricos del Kuomintang. Chiang Kai Check liquida la alianza con
los comunistas, que siempre consideró coyuntural, purga el sector izquierdista del Kuomintang y
reprime los movimientos comunistas (Shangai, Cantón).
Los comunistas supervivientes huyeron a las montañas del sur y formaron el Ejército Rojo
Chino, uno de cuyos dirigentes era Mao Tsé Tung. Mao era uno de los fundadores del Partido
Comunista y estaba influenciado por el pensamiento de Sun Yat Sen.
El impulso revolucionario original del Kuomintang desapareció ante el temor de sus dirigentes
a la subversión social. Ejercía una especie de dictadura de un solo partido. El descontento popular
crecía pro su incapacidad de solucionar los problemas mediante reformas, y desde 1931 hubo de
enfrentar una nueva agresión japonesa.
Desde su base en el sur, los comunistas aprovecharon el descontento popular para obtener el
apoyo del campesinado mediante la redistribución de tierras, rechazar a los ejércitos del Kuomintang e
incluso atraerse a parte de sus tropas. En 1931 proclamaron una República Soviética China en el
sudeste que se mantuvo hasta 1934, cuando el Kuomintang consiguió desalojarlos en una ofensiva
victoriosa. Unos 90 mil comunistas, dirigidos por Mao y de los que solo sobrevivió la mitad,
emprendieron la Larga Marcha de 10 mil kilómetros hasta llegar a la región de Yenan. Allí se
atrincheran, rechazan a los ejércitos del Kuomintang y logran el apoyo del mundo rural. Para enfrentar
la invasión japonesa el Kuomintang y los comunistas detienen la guerra civil y establecen una precaria
alianza.

La República Popular China. Finalmente la alianza se rompió y terminaron enfrentándose una


China Nacionalista, una China Comunista y la China ocupada por Japón. Chiang Kai Check ofreció a
los comunistas representación en su gobierno a cambio de unir el Ejército Rojo al Kuomintang, a lo
que se negaron. El fin de la Segunda Guerra Mundial facilitó la guerra civil, en la que el Kuomintang
perdía terreno continuamente pese a la ayuda de USA, mientras los comunistas tenían las armas
capturadas a los japoneses y la ayuda soviética. En otoño de 1949 Chiang Kai Check retiró sus escasas
fuerzas a la isla de Formosa y proclamó la República Nacionalista de Taiwán. Mao proclamó la
República Popular China en Octubre de 1949.

45.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 47. La Primera Guerra Mundial y el Periodo de Entreguerras.

47.1- Antecedentes de la guerra.

El dominio de las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias, que se resolvían
mediante diplomacia o guerras localizadas en el punto de tensión. Además las alianzas eran
temporales, los países cambiaban de bando según las circunstancias de cada situación.
Pero según crecían las necesidades de expansión de las potencias industriales también lo
hicieron las dimensiones de las contiendas. Era muy difícil resolver los conflictos locales en un
escenario mucho más amplio: Europa, Asia, África, China o el Oriente Medio. Además había nuevos
competidores muy agresivos y poderosos. USA y Japón se disputaban el dominio del Pacífico.
Alemania pese a su poder había llegado tarde al reparto colonial, por lo que sus intereses en China y el
sur de África chocaban con los intereses británicos.
Las posiciones de Gran Bretaña y Alemania provocaron el nacimiento del sistema de alianzas
permanentes conocido como la Paz Armada (1870-1914). Supuso una espiral creciente en los
presupuestos militares, el servicio militar y la preparación para una guerra que en 1905 se creía
cercana pero evitable mediante congresos de paz, pero que en 1910 se veía ya inevitable.
Entre la Guerra Franco-Prusiana (1870) y la Primera Guerra Mundial (1914-18) Europa vive
una paz no exenta de tensiones y desarrollo bélico, que se ha dado en llamar la Paz Armada. Se
estableció un sistema de alianzas permanentes, cuya finalidad era apoyarse mutuamente en las disputas
y, llegado el caso, en la guerra. Bismarck demostró su habilidad política consiguiendo formar la Triple
Alianza (Alemania, Austria-Hungría, Rusia) a la que luego se unió Italia, pero las tensiones por la
expansión rusa y austríaca en los Balcanes hicieron que Rusia se retirara. Alemania quería aumentar
sus colonias y desafiar el dominio británico del mar, mientras Austria-Hungría quería expandirse por
los Balcanes. Gran Bretaña y Francia superan su enemistad secular en el incidente de Fachoda y
forman la Entente Cordiale (1904), formando luego la Triple Entente con Rusia (1907). Finalmente
Italia rompe con la Triple Alianza y se una a la Triple Entente. Gran Bretaña quiere proteger sus
colonias africanas y su dominio marítimo frente a Alemania, Francia quiere recuperar Alsacia y
Lorena de Alemania, y Rusia quiere expandirse por los Balcanes en detrimento de Austria-Hungría.
La expansión de las grandes potencias multiplica a escala mundial los escenarios de la
fricción, que dejaron entrever la amenaza bélica. Mientras dos potencias no europeas, USA y Japón, se
trazan metas imperiales. En Persia rusos y británicos quieren la exclusividad de la construcción
ferroviaria, lo que tiene consecuencias estratégicas ya que un ferrocarril ruso amenazaba a la India. En
1907 se reparte el país en dos zonas de influencia, norte ruso y sur británico. Turquía concede la
construcción ferroviaria a Alemania, lo que fue un golpe para los capitales franceses y que los turcos
pudieran mover tropas rápidamente era una amenaza para Rusia y Gran Bretaña. Etiopía, que había
resistido a los italianos militarmente, no pudo resistir la presión económica de Francia, Gran Bretaña e
Italia, que en 1906 se repartieron las zonas de influencia.
En 1904-14 estallaron cuatro crisis violentas que presagiaban un conflicto próximo:
• Primera crisis marroquí (1904-06).
• Crisis de Bosnia (1908-09).
• Segunda crisis marroquí (1911).
• Las 2 Guerras Balcánicas (1912-13).

El conflicto de Marruecos. La penetración francesa provoca el recelo de Gran Bretaña por


razones estratégicas y de España, con intereses en la zona. En 1904 Delcassé logra ocupar Marruecos
concediendo libertad absoluta a Gran Bretaña en Egipto y Sudán, y reservando una pequeña parte para
España. En 1905 el emperador alemán Guillermo II visita la zona y se erige en defensor del a
independencia marroquí, generando una crisis internacional. La Conferencia de Algeciras de 1906
acuerda mantener la independencia de Marruecos, pero también la primacía francesa, postura que
apoyaron Rusia, Gran Bretaña e Italia contra Alemania.
La Entente Cordiale supuso para Gran Bretaña el abandono de su tradicional inhibición en los
asuntos del continente. En 1905 Gran Bretaña ve por primera vez la posibilidad de una guerra por la
agresiva política exterior alemana, lo que acerca a los enemigos de Alemania que forman la Triple
Entente (1907) de Gran Bretaña, Francia y Rusia, a la que luego se une Italia.
En 1911 estalla la segunda crisis marroquí al acusar Alemania a Francia de sobrepasar las
competencias fijadas por el Acta de Algeciras. Como medida de presión un buque de guerra alemán se
instala en la zona. La actitud alemana tenía implicaciones económicas, de política interior y de política
internacional, pues probablemente intentaba medir la fortaleza del pacto de la Triple Entente y
comprobar si podía forzar su ruptura. Finalmente Caillaux cede una parte de la zona francesa del
Congo a Alemania a cambio de que marruecos sea ocupado por Francia.

Los Balcanes. La Cuestión de Oriente se configura como el problema más complejo de la


política exterior de la época contemporánea, a tal punto de llamarlo el Polvorín de los Balcanes. Está
provocado por la debilidad del Imperio Otomano, que provoca movimientos independentistas que
desmiembran sus territorios europeos. Sobre los nuevos Estados y sobre el viejo Imperio Otomano se
proyectan dos potencias: Austria-Hungría y Rusia. Las raíces del conflicto están en el aumento de
intereses económicos austríacos en los Balcanes y su rivalidad con Serbia.
Para Austria-Hungría, potencia sin colonias ni salida al mar, era vital el control de los
Balcanes. Para conseguirlo aumenta su participación en el comercio de los Estados del sur,
concretamente en la venta de sus excedentes agrícolas.
Durante la época de la Triple Alianza Austria-Hungría y Rusia se entendieron, los zares
accedieron a mantener el Imperio Turco mientras los alemanes organizan el ejército turco y aumentan
su penetración financiera. Pero Serbia era un peligro pues podía atraer a su órbita a pueblos cercanos y
contaba con el apoyo de Rusia, lo que terminó alejando a Rusia de la Triple Alianza. En 1908 el
Partido de los Jóvenes Turcos derrocó al sultán e inició reformas para enfrentarse a las potencias
europeas. Ante tales hechos Austria-Hungría ocupa Bosnia-Herzegovina en 1908 con el apoyo de
Alemania y la protesta de Rusia y Serbia. Turquía fue compensada con una indemnización económica.
Italia no quiere quedarse atrás en el Mediterráneo así que consigue en 1911 que Turquía le
ceda Libia y en 1912 el Dodecaneso (islas griegas del egeo).
Rusia fomenta entonces una alianza entre Serbia, Grecia y Bulgaria que protagoniza las Dos
Guerras Balcánicas de 1912 y 1913. En la Primera Guerra Balcánica (1912) las tres naciones aliadas
consiguen arrebatarle a Turquía los escasos territorios balcánicos que aún le quedaban, aunque
mantiene Constantinopla y su zona de influencia. Bulgaria fue la gran vencedora de esta primera
guerra pues ganó mucho territorio y una salida al mar Egeo. En la Segunda Guerra Balcánica (1913) se
enfrentaron Grecia, Serbia y Rumanía contra Bulgaria, pues este país consideraba tener derecho al
territorio de sus vecinos. Bulgaria fue derrotada, perdió su salida al mar Egeo a favor de Grecia, hubo
de ceder territorios a Serbia y Rumanía, y se creó el Estado tapón de Albania.
Pero las grandes vencedoras de ambas guerras fueron Rusia y Serbia. Al apoyar a estas
naciones contra Turquía, Rusia había aumentado su zona de influencia en detrimento de Austria-
Hungría. Por su parte Serbia amplió sus fronteras y proyectaba la creación de una gran nación que
agrupara a todos los pueblos eslavos de los Balcanes, incluidos los que estaban bajo dominio austro-
húngaro.

El papel del nacionalismo. Los conflictos internos amenazaban la estabilidad de las potencias.
La revolución social en Rusia. Las luchas de las nacionalidades dentro de Austria-Hungría. Las luchas
políticas del parlamento en Alemania paralizan la política exterior. Gran Bretaña y Francia deben
enfrentar las reclamaciones de los trabajadores y los sectores medios de mayores derechos políticos y
condiciones de vida.
Las potencias intentaron resolverlos mediante una política nacionalista, llamando a todos los
sectores sociales a aparcar sus diferencias en favor de los intereses nacionales. La prensa fue parte de
ese plan exagerando las cualidades de la nación o ridiculizando las de los extranjeros.
Pero había otro nacionalismo muy peligroso para todas las potencias, el de los pueblos
dominados por naciones extranjeras y que luchaban por su independencia. Ejemplo arquetípico son los
Balcanes, uno de los desencadenantes de la Primera Guerra Mundial, pues en esta época todos los
pueblos dominados por el Imperio Otomano o por el Imperio Austro-Húngaro exigen su
independencia.

47.2-La Primera Guerra Mundial (1914-18).

Inicio y generalización del conflicto. Los Balcanes representaban todos los odios y rivalidades
de la época, pro lo que no era extraño que una crisis de dicha región provocara una guerra
generalizada. El hecho fatal fue el asesinato del heredero del trono de Austria-Hungría, el Archiduque
Francisco Fernando, y su esposa en Sarajevo en Junio de 1914 por un comando de nacionalistas
serbios (concretamente Gavrilo Prinzip).
Austria-Hungría quiso aprovechar el atentado para aniquilar a Serbia. Para salvaguardar la paz
Serbia debía aceptar la entrada en su país de una fuerza militar austro-húngara, que destruiría a toda la
organización responsable del atentado. Serbia se negó apoyándose en el respaldo de Rusia.
Finalmente Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia, lo que puso en marcha el sistema
internacional de alianzas. Rusia apoyó a Serbia y declaró la guerra a Austria-Hungría. Alemania
respondió apoyando a Austria-Hungría, mientras Gran Bretaña y Francia apoyaron a Rusia y Serbia.
La Triple Entente y la Triple Alianza (o Imperios Centrales) entraron en guerra en Agosto de 1914.
Posteriormente otros países se vieron involucrados en algún bando en defensa de sus propios
intereses. Bulgaria y Turquía se aliaron a la Triple Alianza para obtener territorios balcánicos. Grecia
(para frenar a búlgaros y turcos), Italia (para ganar tierras de Austria-Hungría en Venecia y la costa
dálmata) y Japón (apoderándose de las zonas de influencia alemanas en China) se unieron a la Triple
Entente. Caso particular fueron Bélgica, Holanda y Luxemburgo, pues pretendieron ser neutrales pero
la agresión y ocupación alemana les obligó a unirse al bando alemán, hasta que se liberaron y se
unieron a la Triple Alianza.
Todos los países previeron una guerra corta que se acabaría antes de Navidad. Las reservas
militares solo alcanzaban tres meses, así que cuando la guerra se alargó se exigió un esfuerzo
armamentístico superior para proveer al ejército.

La Guerra de Movimientos (1914-15). Alemania tomó la iniciativa. El Plan Shlieffen preveía


atravesar los países neutrales de Bélgica y Luxemburgo para sortear las defensas francesas, mientras
los austrohúngaros y parte de las tropas alemanas contendrían a los rusos. Una vez derrotada Francia
las fuerzas alemanas y austrohúngaras ocuparían Rusia. Este plan intentaba evitar tener que atender un
conflicto con dos frentes.
El plan parecía se adecuado pues los alemanes logran entrar en Francia ocupando Luxemburgo
y Bélgica. Sin embargo fracasó debido a la rapidez del ataque ruso en Prusia, gracias a las inversiones
francesas en ferrocarriles, y a la fuerte defensa francesa en la batalla del Marne, en la que el general
Joffre logra frenar el avance alemán.
El balance de 1914 fue contradictorio pues el plan alemán de guerra rápida había fracasado,
pero al mismo tiempo habían conquistado amplios territorios. En el frente occidental Bélgica,
Luxemburgo y el noroeste de Francia. En el frente oriental la Polonia rusa. En el frente balcánico
Serbia, Rumania y el norte de Grecia. Se abre el camino a una guerra larga.

La Guerra de Posiciones (1915). La inestabilidad de las fronteras provoca el nacimiento de la


táctica de trincheras que logra estabilizarlas. Las zanjas se extendían por todo el frente en ambos
bandos, siendo cloacas fétidas o heladas donde los soldados malvivieron toda la guerra. Las malas
condiciones higiénicas de las trincheras y el luchar sobre campos de cultivo que habían sido recién
abonados favorecieron la propagación de enfermedades infecciosas. Entre las trincheras de ambos
bandos se extendía la tierra de nadie, en la que luchaban los soldados entre alambres de espinos,
trampas y nidos de ametralladoras.
Poco se movieron los frentes en este periodo pero cuando lo hicieron fue a un alto coste de
vidas, pues las trincheras favorecían siempre al defensor y nunca se estaba seguro de que tu
retaguardia no te atacara.
Esta nueva guerra requirió nuevas armas como granadas de mano, artillería, lanzallamas, gases
asfixiantes, etc. La aviación pasó de ser un medio de observación del enemigo a ser un arma de ataque
y bombardeo. Aparece el tanque, un vehículo blindado con ruedas de oruga que puede atravesar el
irregular terreno, superar las alambradas y destrozar los refugios.
En el verano de 1915 una serie de ofensivas alemanas hacen retroceder a los rusos. Francia
intentó ayudar a Rusia atacando Artois y Champagne en el frente occidental, pero no consiguieron
romper las líneas alemanas. En este momento Italia se une al a Triple Alianza y Bulgaria a los
Imperios Centrales.
En el terreno marítimo la ventaja aliada era evidente pues contaban con las flotas británica y
francesa, respectivamente la primera y la tercera del mundo. Los alemanes poseían la segunda mayor
flota del mundo, pero fueron incapaces de romper el bloqueo aliado. Mediante un acuerdo para
racionalizar la guerra naval la flota británica fue encargada de defender los intereses británicos y
franceses en el Mar del Norte, mientras la flota francesa se ocupaba de defender los intereses franceses
y británicos en el Mar Mediterráneo.
El desgaste político y social en Rusia es evidente y 1915 es favorable a los Imperios Centrales,
pero no logran la victoria final.

La Guerra de Desgaste (1916-17). El principal escenario es el frente occidental. Se busca el


agotamiento del ejército enemigo insuflando continuamente en las batallas materiales y soldados. Se
pretende desgastar al ejército enemigo bien para romper el frente un territorio considerable o bien para
obligarle a pedir la paz.
La primera batalla fue la de Verdúm, iniciada por los alemanes para desangrar al ejército
francés. Finalizó con 500 mil muertos entre ambos bandos, pero sin cambios apreciables en las
fronteras.
Los aliados respondieron con la batalla del Somme utilizando la misma estrategia, pero el
resultado fue también el mismo: apenas se notó. Sus bajas superaron a las de Verdúm.
En las batallas de Gallípoli y los Dardanelos los aliados esperaban romper el frente balcánico
para liberar Serbia y Rumanía y penetrar hacia Austria-Hungría.
En un intento de romper el bloqueo del Mar del Norte la flota alemana inició la Batalla de
Jutlandia. Sin embargo la superioridad británica era demasiado grande y hubieron de desistir del
enfrentamiento abierto. Para compensar la fuerza aliada la marina alemana perfeccionó una flota de
submarinos, cuya función era destruir tanto los barcos de guerra como cualquier barco mercante que
llevara materias primas o alimentos a los aliados.
En Oriente los británicos lograron extender la guerra a Mesopotamia y Palestina con la figura
de Lawrence de Arabia, que unió a los árabes para debilitar a los turcos. Los rusos por su parte
lograron dos victorias en el Caúcaso.

El año decisivo (1917). Dos hechos marcan el cambio de la guerra en este año.
Las continuas derrotas de Rusia y la carestía de alimentos fueron aprovechadas por los
comunistas para iniciar una revolución. Fueron no obstante ayudados por los alemanes, que pusieron
un tren para llevar a Lenin a Rusia desde su exilio a fin de que dirigiera la revolución. Con la
revolución los ejércitos rusos quedaron paralizados hasta que la situación se aclarase.
Estados Unidos se había mantenido al margen del conflicto y no tenía intención alguna de
intervenir. Pero la política alemana de destruir barcos mercantes con su flota submarina provocó el
hundimiento de un barco de pasajeros, falleciendo varios norteamericanos. USA declara la guerra a
Alemania en Abril de 1917, pues considera que sus ciudadanos son intocables en cualquier conflicto.
La entrada de Estados Unidos al lado de la Triple Entente reactiva el ejército, muy desgastado.
El Fin de la guerra (1918). El nuevo gobierno revolucionario de Rusia decide su retirada de
una guerra tan cruenta como perjudicial para su país. Las negociaciones con Alemania culminan con la
firma del armisticio en Brest-Litovsk en Febrero de 1918, por el que Alemania crea una zona de
seguridad con la independencia de Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
La salida de Rusia permite a los generales alemanes concentrarse en el frente occidental. Se
pretendía iniciar una ofensiva definitiva en la Picardía francesa, que no podría ser detenida por el
Mariscal Folch. Pero los alemanes no pudieron abastecer a sus efectivos, que quedaron bloqueados, lo
que evidenció el declive alemán. La Triple Entente aprovechó el momento y el apoyo de Estados
Unidos para lanzar una gran ofensiva que rompió el frente alemán y desmoronó su sistema de
trincheras.
Por su parte Austria-Hungría intentó una última ofensiva contra Italia que no resultó.
El hundimiento del frente occidental mostró la extrema debilidad de los Imperios Centrales,
que terminaron rindiéndose en Noviembre de 1918. Tras la rendición siguió la abdicación de los
emperadores Guillermo II de Alemania y Carlos I de Austria-Hungría.

47.3-Los tratados de paz y las consecuencias de la guerra.

Consecuencias de la guerra. En Octubre de 1918 Alemania aceptó negociar la paz, Guillermo


II debió entregar el poder y por el país se extendían revoluciones proletarias posteriormente
reprimidas: los espartaquistas de Liebknecht y Rosa Luxemburgo y la República Obrera de Baviera
sometida en 1919.
En 1919 se celebró la Conferencia de Paz de París de los países vencedores para preparar la
paz y acordar las reparaciones de guerra que Alemania, culpada de iniciar el conflicto, debía pagar.
Los representantes fueron el Primer Ministro británico Lloyd George, el Ministro de Exteriores
italiano Giorgio Sonnino, el Presidente francés Georges Clemenceau y el Presidente de USA Thomas
Woodrow Wilson, quienes elaboraron el Tratado de Versalles que se impuso a Alemania.
Los Imperios Centrales aceptaron los Catorce Puntos del presidente Wilson como fundamento
del armisticio, creyendo que serían la base de los acuerdos de paz. Pero la mayor parte de los países
acudieron a las conferencias de paz para obtener indemnizaciones de guerra y repartirse territorios y
colonias de las naciones perdedoras según acuerdos secretos. El presidente Wilson intentó que su
programa fuera la base de la paz, pero finalmente desistió para conseguir apoyos a la creación de la
Sociedad de Naciones y frenar el revanchismo francés.
Mientras el Tratado de Versalles afronta el problema alemán y los temas fundamentales de la
reconstrucción europea, se firmaron tratados particulares con cada nación del bando alemán: Saint
Germain (Austria), Trianon (Hungría), Neuilly (Bulgaria) y Sévres (Turquía).
La guerra dejó más de 12 millones de muertos y varios millones de heridos, en su mayoría
jóvenes que necesitaban pensiones de invalidez de por vida. Las infraestructuras, los cultivos, los
edificios, etc. fueron destruidos, causando pérdidas materiales enormes que disminuyeron la
producción agrícola e industrial. Las inversiones y las reservas de oro se redujeron por el esfuerzo
bélico. Marcó el fin de cuatro imperios: Rusia se convirtió en el primer Estado comunista del mundo,
Alemania se convirtió en república, Turquía perdió todas sus posesiones extranacionales en Oriente
Medio, Austria-Hungría fue dividida en cuatro países (Austria república, Hungría república,
Checoslovaquia república, Yugoslavia que era Serbia más todos los pueblos eslavos balcánicos bajo la
monarquía serbia). Esta guerra fue el fin de la supremacía de las potencias europeas y fortaleció a
Estados Unidos y Japón. La sociedad civil se implicó en el esfuerzo bélico como nunca antes, con un
gran protagonismo femenino, así como organizaciones de paz como la Cruz Roja. Las malas
condiciones higiénicas desataron epidemias e infecciones en todos los ejércitos.
Para ahogar las industrias aliadas por falta de materias primas los submarinos alemanes
realizaron una campaña de hundimiento de barcos mercantes. No tuvo mayores consecuencias hasta
que abandonaron el principio de permitir la evacuación de las naves civiles antes de hundirlas, lo que
provocó numerosas bajas y fue la causa de la entrada de Estados Unidos en la guerra al morir varios
civiles norteamericanos.
La contienda desarrolló los instrumentos y técnicas bélicas: fusiles de repetición,
ametralladoras, gases asfixiantes, guerra biológica y química, tanques, dirigibles, aviones, bombardeos
de ciudades, transporte motorizado de tropas, aumento del alcance y precisión de la artillería.
Pese a que las naciones confiaban en que los acuerdos de paz crearían una paz mundial
estable, las condiciones impuestas eran demasiado duras y humillantes para los perdedores. La
Primera Guerra Mundial dejó dos grandes potencias aisladas de los organismos internacionales: una
Rusia aislada por su comunismo y una Alemania humillada y recelosa. Rusia fue excluida de los
tratados por su comunismo y por haberse retirado de la guerra en 1917. Las potencias vencedoras
permitieron que se incumplieran los términos del tratado, lo que provocó un nuevo militarismo y
nacionalismo agresivos (sobre todo en Alemania) y desórdenes sociales en Europa. Nuevos conflictos
bélicos se iniciaron por las graves disputas no resueltas o mal resueltas.

El Tratado de Versalles. Fue elaborado por los representantes francés Clemenceau, británico
Lloyd George, el norteamericano Wilson y el italiano Orlando. Los vencidos hablan del Dictado de
Versalles, pues no se les escucha y deben aceptar las decisiones de los vencedores. La transformación
del mapa europeo es notable: se desmiembra el Imperio Austro-Húngaro, se da la ruina final del
Imperio Turco, se reforma el mapa político de los Balcanes, nacen los Estados Bálticos (Estonia,
Letonia y Lituania), Polonia recupera la independencia.
El Tratado de Versalles imponía a Alemania medidas coercitivas y compensatorias destinadas
a debilitarla permanentemente, pues no se debe olvidar que con su solo ejército, al margen de sus
aliados, estuvo a punto de ganar la guerra. Particularmente beligerante en esta cuestión se mostró
Francia, pues tras la Guerra Franco-Prusiana (1870) y la Primera Guerra Mundial (1914-18) quería
asegurarse la frontera con Alemania. Francia insistió en que se le permitiera ocupar la orilla derecha
del Rhin, pero los demás consideraron que fomentaría el revanchismo alemán.
Alemania perdió el 13% de su territorio europeo, que fue repartido entre Francia (Alsacia,
Lorena), Dinamarca (Schieswin), Bélgica (Eupen, Mamedy) y Polonia (Posnania, pasillo de Danzing).
El Sarre fue internacionalizado y parte de su producción pasaría durante 15 años a Francia. El
territorio alemán entre el río Rhin y la frontera francesa fue desmilitarizado para siempre, el ejército
alemán nunca podría volver a tener bases militares en esa zona. El imperio colonial alemán fue
repartido entre Francia y Gran Bretaña fundamentalmente, Japón ocupó las áreas de influencia
alemanas en China. El ejército alemán fue reducido a cien mil hombres que serían reclutados por
periodos de 12 años, quedando prohibido entrenar nuevos efectivos hasta que los anteriores se
hubieran licenciado. Alemania hubo de desmantelar la marina de guerra y las fuerzas aéreas, así como
entregar el armamento pesado. Al mismo tiempo se impuso el pago de indemnizaciones de guerra por
los daños causados durante el conflicto y para pagar las pensiones de guerra a los veteranos de los
países vencedores.
El punto más hiriente para Alemania fue el que la culpó del estallido del conflicto, por lo que
como enemigo de la paz fue vetado su acceso a los organismos internacionales.

Tratado de Saint Germain. 10 de Septiembre de 1919, la parte del Imperio Austro-Húngaro


correspondiente a Austria. Austria y Hungría se separan. Se crean Checoslovaquia (Bohemia,
Moravia, Eslovaquia) y Yugoslavia (Serbia y Montenegro, que gana Eslovenia, Croacia y Bosnia-
Herzegovina). Debe además ceder territorios a Polonia e Italia (Trentino, parte del Tirol, Istria,
Dalmacia, Carintia y Carnolia). Con estas medidas Austria quedó limitada a ser un pequeño país
alpino.

Tratado de Trianon. 2 de Junio de 1920, la parte del Imperio Austro-Húngaro correspondiente


a Hungría. Hungría cede territorios a Checoslovaquia (Eslovaquia), Yugoslavia (Croacia, Eslovenia,
parte de Banato) y Rumanía (parte de Banato).

Tratado de Neuilly. 27 de Noviembre de 1919, Bulgaria. Debe ceder territorios a Yugoslavia


(Macedonia), Grecia (Tracia) y Rumanía (Dobrudja).
Tratado de Sévres. 10 de Agosto de 1920, Turquía. Los estrechos del Mar Negro (Bósforo y
Dardanelos) son internacionalizados y el Kurdistán obtiene la autonomía. Turquía cede territorios
como fideicomisos o protectorados a Francia (Siria, Líbano), Gran Bretaña (Iraq, Palestina, Arabia,
Chipre).

47.4-La Economía de Entreguerras.

Los Felices Años 20. Durante la guerra los países beligerantes establecieron economías de
guerra, basadas en el control de precios y la asignación de recursos. Cuando terminó el conflicto fue
necesaria la reconversión a economías de paz, pero las dificultades eran enormes, bien fueran internas,
por las destrucciones bélicas y la falta de mano de obra por las bajas, bien externas, ya que durante el
conflicto se industrializaron las colonias para abastecer a Europa (política de sustitución de
importaciones) y ahora no iban a desindustrializarse.
La crisis de la Bolsa de Nueva York en 1929 se origina en la euforia especulativa desde 1924.
Se creó una obsesión por las inversiones bursátiles y los créditos, que proporcionaban beneficios altos
y rápidos que atrajeron a los pequeños ahorradores. Se vivió una expansión económica basada en la
especulación, favorecida por la estabilidad política, el buen funcionamiento de los mercados y el
control de la inflación.
Las empresas gozaban de liquidez y buscaron obtener altas rentabilidades desviando sus
excedentes hacia las bolsas financieras. Se desatendieron las inversiones productivas a favor de las
especulativas mucho más rápidas.

El Crac de 1929. Desde inicios de 1929 cesó la carrera alcista y especulativa de la Bolsa de
Nueva York, que ya no reflejaba el crecimiento real sino el especulativo y teórico mientras las
acciones se mantuvieran en Bolsa. La estructura económica norteamericana, basada en la
especulación, empezó a mostrar inestabilidad desde Octubre de 1929.
Se produjo una crisis de superproducción. Las empresas fabricaban sus productos pero no
podían venderlos así que bajaron sus precios para darles salida. Al funcionar esto en un primer
momento otras empresas vieron bajar sus ventas, así que recurrieron al mismo mecanismo. Sin
embargo llegó un momento en que el mercado no podía absorber más productos así que los precios
siguieron bajando para darles una salida que no tenían, en una espiral descendente que ya no se
detuvo.
Las empresas necesitaban liquidez así que el Jueves 24 de Octubre de 1929 (Jueves Negro) se
puso en venta en la Bolsa de Nueva York una gran cantidad de acciones. Los precios se derrumbaron
en pocas horas, y ante el pánico generado la Bolsa cerró. Los bancos intentaron recuperar liquidez para
sostener el problema vendiendo sus propias acciones, pero fueron incapaces de recuperar los
préstamos hechos a particulares y empresas. Millones de pequeños y grandes inversores vendían
acciones al mismo tiempo sin que nadie las comprara, los bancos no pudieron cobrar sus créditos y las
empresas perdieron todo su capital. El valor de las acciones desapareció.

La Gran Depresión. La crisis en la Bolsa de Nueva York se generalizó a todo USA cuando los
bancos, que temían una avalancha de gente para retirar efectivo, aumentaron sus fondos paralizando
los préstamos y vendiendo sus acciones. Los inversores norteamericanos reaccionaron retirando los
capitales invertidos en el resto del mundo para intentar sostenerse, pero no solo no lo lograron sino que
la salida abrupta de tanto capital en todo el mundo al mismo tiempo generalizó el problema.
Se inmovilizaron los capitales lo que encareció el crédito y provocó un sinfín de quiebras. El
paro se desató en todo el mundo: seis millones en Alemania en 1932, doce millones en USA en 1933,
etc. La ruina de empresas, la caída de la capacidad económica para consumir y el descenso de los
precios de los productos detuvieron la producción y contrajeron el comercio interior e internacional.
Los países reaccionaron en un primer momento siguiendo las viejas teorías librecambistas por
las que el mercado se autocorregiría. Sin embargo al alargarse la situación se optó por la antítesis del
librecambismo: el proteccionismo y el intervencionismo. Los países industrializados se replegaron
sobre sí mismos, sus colonias y áreas de influencia, creando acuerdos de comercio preferente y
estableciendo altos aranceles para impedir importaciones que compitieran con los productos
nacionales. En los países industriales sin imperio colonial estas teorías llegaron a sus últimas
consecuencias, caso de la Alemania de Hitler con su formulación del Espacio Vital (no solo político
sino también económico). Alemania creó la política del marco bloqueado, por la que se obligaba a los
exportadores extranjeros a comprar productos alemanes por el equivalente de sus ventas; de esta forma
los países del Danubio y los Balcanes acabaron formando un área de influencia política para
Alemania.
El intervencionismo se estableció de tres formas diferentes. Por una parte leyes para la
racionalización del mercado, creación del salario mínimo y la seguridad social (sobre todo en USA
donde no existía), devaluación de la moneda, relanzar los precios mediante limitaciones de
producción, subvenciones a la exportación, reducción de la jornada laboral (para absorber el paro). Por
otra parte el establecimiento de una política de obras públicas por parte de los Estados con dos
propósitos, reducir el paro y crear las infraestructuras necesarias para mejorar la economía nacional
(presas, puentes, carreteras, etc.). Y finalmente la política de rearme, los Estados aumentaron sus
presupuestos militares para reducir el paro y en previsión de que cualquier competidor decidiera
recurrir a la fuerza para obtener áreas de influencia.
Para evitar la llegada de más mano de obra que no podía ser absorbida se crearon legislaciones
que limitaban la inmigración.
Las economías de las áreas coloniales y Latinoamérica fueron muy vulnerables a la crisis.
Sufrieron más aquellos países de economía de monocultivo que aquellos que habían iniciado la
industrialización por sustitución de importaciones, aprovechando las necesidades de los países
enfrentados en la guerra.

Estados Unidos: New Deal. Durante el mandato del presidente Hoover (1929-33) las
iniciativas económicas agravaron la crisis debido a que eran contradictorias. Medidas deflacionistas,
presupuesto equilibrado, y asistencia social para los desempleados.
El viraje se produjo con la presidencia de Roosevelt y la instauración del New Deal, una serie
de medidas económicas innovadoras en el ambiente liberal pero no intervencionistas. Sin embargo el
New Deal respondió más a experiencias prácticas que a un proyecto basado en una reflexión teórica.
Las primeras medidas fueron monetarias y bancarias, al devaluar el dólar, prohibir el
atesoramiento y exportación de oro y reestructurar el sistema financiero. En la agricultura se planteó la
recuperación de las rentas campesinas limitando la producción, relanzando los precios y la subvención
a la exportación. En la industria se pretendía la recuperación combinando acciones racionalizadoras,
reducción de la semana laboral, subvenciones, fijación de un salario mínimo.
Se estableció un amplio programa de obras públicas que primero disminuiría el paro, segundo
proporcionaría trabajo a las industrias, y tercero permitiría construir infraestructuras que ayudasen a
las demás industrias a ser más competitivas. Así la Publics Works Administration, creada en 1935, dio
trabajo a más de tres millones de parados en una actuación combinada con la Tennessee Valley
Authority, creada en 1933, para la colonización e industrialización del valle de dicho río bajo el
régimen de empresa pública.
Los resultados del New Deal no estuvieron compensados con la magnitud de medios
empleados, pues el incremento de inversión pública no pudo compensar la débil inversión privada.
Además chocó con la oposición de las elites norteamericanas, acostumbradas al más estricto
liberalismo.

47.5-La Crisis del parlamentarismo.

La existencia de regímenes fundados en el control del Parlamento sobre el poder ejecutivo se


consolidó durante todo el s. XIX. Sin embargo su naturaleza era restringida, dada la hegemonía de
nobleza y burguesía. El fin de la guerra supuso una ruptura drástica al generalizarse la democracia
parlamentaria. El reforzamiento del papel del Estado, la irrupción de las masas en la vida pública o el
fortalecimiento del corporativismo como medio eficaz de defensa de intereses particulares son algunas
de las consecuencias del conflicto mundial.
Tras la guerra se ampliaron las bases sociales de los parlamentos y los partidos, al anularse el
sufragio censitario a favor del universal. Los partidos dejan de ser clubes de notables o federaciones de
comités, para convertirse en partidos de masas, con miles de afiliados. La expresión más adecuada de
este nuevo tipo de organización política fueron los partidos socialdemócratas, principal sostén de las
democracias de entreguerras. Los partidos tradicionales burgueses eran incapaces de adecuarse a este
escenario, por lo que optaron por participar en la destrucción o debilitamiento de las democracias.
Se empezó a plantear una nueva vía no democrática de resolución de conflictos socio-
políticos: el corporativismo (no el fascista). Consiste en el desplazamiento del poder de decisión de los
parlamentos a las fuerzas organizadas de la vida económica y social: sindicatos obreros y
organizaciones patronales. En consecuencia se dio una frecuente inestabilidad política, con múltiples
elecciones y cambios de gobierno, un reforzamiento de los sindicatos incluso en países con poco peso,
y la generalización del convenio colectivo. Se mostró la separación de sectores sociales organizados
capaces de enfrentar la inflación y la crisis económica, frente a los perdedores no organizados (las
clases medias), que desarrollaron hostilidad hacia el liberalismo y el parlamentarismo.
Las democracias más estables correspondieron a los países vencedores o neutrales, mientras
que los sistemas políticos más frágiles fueron los de los países derrotados. La debilidad de los nuevos
Estados derivaba de su falta de tradición democrática y la separación social entre elites tradicionales y
masas campesinas. Sin embargo también fue importante la heterogeneidad étnica de los Estados, pues
la desaparición de varios imperios multinacionales provocó irredentismos y luchas entre minorías,
debido a la falta de legitimidad de nuevos Estados-nación con muchas minorías.
Al igual que el parlamentarismo también hubo una crisis de las fuerzas políticas que lo habían
sostenido, al producirse un desplazamiento hacia los extremos. El Gran Bretaña los laboristas
sustituyeron a los liberales, en Francia los socialistas sustituyeron a los radicales, y en muchos países
vencidos los partidos del cristianismo social sustituyeron a los conservadores.

Francia. Su evolución económica se basó en el crecimiento industrial, la bonanza comercial


con un imperio ultramarino mayor que en preguerra y la recuperación de la estabilidad monetaria. El
prematuro envejecimiento de la población fue paliado por una fuerte inmigración.
El panorama político se caracterizó por la inestabilidad y la confusión. Desde 1918 hasta 1929
gobernó la derecha, salvo durante el gobierno del Cartel de izquierdas (1924-26, radical y socialista),
primero como Bloque Nacional y luego como Unión Nacional, basando su programa en el
revanchismo frente a Alemania y la eliminación de la revolución socialista.
La crisis económica de la Gran Depresión y varios escándalos político-financieros provocaron
la reorganización de la extrema derecha con organizaciones como la Cruz de Fuego y Acción
Francesa. Se generalizó la estrategia de violencia callejera contra socialistas y comunistas, con graves
enfrentamientos. La izquierda tomó conciencia del peligro fascista en Francia, por lo que formó el
Frente Popular de radicales, socialistas y comunistas, que ganó las elecciones de 1936. Pese a los
problemas la democracia francesa se mantuvo hasta la ocupación nazi de 1940.

Reino Unido. La economía se estancó antes del fin de la guerra, pues las industrias
tradicionales (textil, carbón, etc.) perdieron producción, lo que provocó conflictos sociales. Y el
comercio exterior estaba bloqueado, por el desarrollo industrial de los dominios.
La política por el contrario gozaba de sólidas instituciones y de la continuidad, salvo por el
declive del partido liberal a favor del laborista. La ausencia de partidos extremistas y el arraigo del
parlamentarismo explican la fortaleza del sistema en esta época. Los años 1920 fueron un periodo
políticamente estable de alternancia, beneficiado por la ola de prosperidad mundial.
En 1931-35 los principales partidos establecieron un gobierno nacional para enfrentar la crisis
económica, que abandonó tradicionales principios económicos. Se devaluó la libra, hubo un moderado
proteccionismo y el Estado intervino en la organización de la industria y la agricultura. Estas medidas
tuvieron efectos sociales positivos, como la elevación del nivel de vida, construcción de viviendas y
difusión de mejoras sociales entre los obreros (como las vacaciones pagadas).
En 1919 los diputados irlandeses agrupados en el Sinn Fein se negaron a ir al parlamento
británico y crearon uno propio en Dublín, en un ambiente internacional de apoyo a las causas
nacionales. Comenzó así un proceso de independencia bastante problemático. Tras un enfrentamiento
militar contra los ingleses, se produjo la partición de la isla. Mientras el norte o Ulster pertenecería a
Gran Bretaña, pues estaba poblado por protestantes unionistas descendientes de los ingleses invasores
del s. XVI, el resto de la isla constituiría la República de Eire o Irlanda, de mayoría católica
independentista, como un dominio dentro del Imperio Británico. En 1937 la República de Irlanda
consiguió la independencia respecto de Gran Bretaña.

Estados Unidos. El esfuerzo bélico de Estados Unidos fue menor al del resto de aliados,
mientras los beneficios obtenidos fueron muy superiores, al convertirse en prestamista de las naciones
europeas. Estados unidos no supo adaptarse a su nuevo papel de primera potencia económica, política
militar, ya que decidió mantener el aislacionismo frente a Europa y Extremo Oriente. Por el contrario
hacia el resto de América, salvo Canadá, desplegó una política de intervencionismo en lo que
consideraba su patio trasero.
Estados Unidos se cierra sobre sí mismo, dando lugar a un fundamentalismo moral, contrario a
los rápidos avances de la prosperidad económica, la sociedad de consumo y la liberalización de las
costumbres. Ejemplo es la lucha contra el darwinismo en las escuelas y la recuperación de la Biblia
como fuente científica. El prohibicionismo del alcohol o ley seca (1919) tuvo más efecto moral que
real, pues el consumo de alcohol no descendió, provocó la aparición de mafias y violencia, y privó a
los obreros de la taberna como lugar de encuentro y socialización.
Esta reacción tuvo un componente xenófobo denominado ideología WASP (White, anglo-
saxon, protestant), que representa un Estados Unidos dominado por los inmigrantes británicos (o como
mucho germanos y nórdicos), frente a los latinos católicos y los eslavos ortodoxos. Tras muchas
décadas de expansión territorial, inmigración y desarrollo, los Estados Unidos deberían convertirse en
una sociedad homogénea con pautas culturales comunes.
La evolución política de este periodo no presenta incertidumbres como las europeas, pues la
fortaleza de sus instituciones era evidente. Hubo una década de gobiernos republicanos empeñados en
volver a los asuntos internos, los negocios (monopolios, rebajas fiscales, proteccionismo), el control
del sindicalismo y la conjura del peligro bolchevique. Pero la Gran Depresión permitió la victoria del
demócrata Roosevelt cuyo programa económico, el New Deal, permitió recuperarse tímidamente hasta
la recuperación total en la Segunda Guerra Mundial.

La Alemania de Weimar. El nombre de este periodo lleva por nombre la ciudad en la que se
firmó la constitución de la república, una de las más avanzadas y democráticas de la época. Fue una
etapa breve, quince años, que terminó con el ascenso nazi al poder, aunque oficialmente no derogaron
la constitución. La república pretende que la nueva Alemania sea aceptada en el marco de las
relaciones internacionales, para lo cual debe luchar contra las injusticias del Tratado de Versalles
mediante la resistencia y la diplomacia.
La República de Weimar se puede dividir en tres periodos:
3. Inicial (1918-23). Periodo de revueltas, inflación y resistencia pasiva al pago
de las reparaciones de guerra.
4. Central (1924-29). Mayor estabilidad, expansión económica y recuperación de
los grupos industriales.
5. Crisis (1929-33). El desempleo masivo provoca el miedo a la revolución en
los partidos liberales y de centro católico, que creen que sol Hitler podrá detenerla por
su cada vez mayor poder sobre las masas.
La constitución de Weimar no solo recoge las clásicas libertades individuales (expresión,
reunión, etc.), sino también derechos económicos y sociales (trabajo, vida digna, vivienda, etc.).
Refleja la voluntad de crear un Estado social de derecho y una democracia económica, claros
precedentes del Estado del bienestar generalizado en la segunda posguerra. La república mantuvo una
doble organización territorial: el Reich (administración central que se ocupa de asuntos exteriores,
ejército, comunicaciones, moneda) y 17 Estados o Lander (policía, justicia, sanidad). Se afirma que el
poder deriva del pueblo, pero el Presidente del Reich, de elección directa, posee grandes
competencias, incluidas algunas excepcionales. Durante la República de Weimar se sucedieron dos
presidentes: Ebert (1918-25) y Hindenburg (1925-34).
En la aprobación de la constitución se diferenciaron las fuerzas políticas que protagonizarían
la república. La constitución fue apoyada por la Coalición de Weimar (socialdemócratas, liberales,
centro católico), mientras fue rechazado por las formaciones extremas de derecha e izquierda. La
constitución definió la dinámica política al establecer sus partidarios y detractores: extremas derecha e
izquierda, militares y paramilitares.
Los partidos de centro y derecha no logaron vincular a su electorado a los valores
republicanos, que desde 1930 se fue hacia el Partido Nazi. Los socialdemócratas no lograron atraer a
la burguesía hacia su estrategia de paz social, más aún cuando a su izquierda crecía un poderoso
Partido Comunista dispuesto a aceptar a las clases media y obrera para alcanzar el poder y luchar
contra a crisis.

47.6-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 48. El ascenso de los fascismos y la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

48.1- Naturaleza del fascismo.

La palabra fascismo en sí misma no caracteriza todos los regímenes de la época que negaban
el pluralismo político y ejercían el poder de forma carismática, ya que hubo fascismo, totalitarismo,
autoritarismo y dictadura. Sin embargo su valor reside en subrayar la importancia que en este proceso
tuvieron las experiencias de Italia y Alemania.

Características del fascismo. Bajo la palabra fascismo se engloban los movimientos


antiliberales, opuestos a la tradición política surgida de las revoluciones burguesas de 1789-1848,
basadas en la persona como sujeto político poseedor de derechos inalienables.
 Ideología globalizadora aplicable a todos los aspectos de la existencia, que aspira a la
creación de un hombre nuevo.
 Sumisión del individuo al Estado, el único control del poder son las organizaciones
corporativas.
 Partido único jerarquizado entorno a un jefe que monopoliza la representación
política.
 Eliminación de la oposición mediante violencia física o psíquica.
 Monopolio de los medios de comunicación y uso de propaganda para encuadrar a la
población con conceptos como patria o raza.
 Control centralizado de la economía, con expansión de la iniciativa pública,
intervencionismo estatal en los conflictos laborales, defensa de la autarquía.
 Mitificación de los valores nacionales y desarrollo del darwinismo social, que sostiene
la desigualdad cultural entre los pueblos.

Causas del fascismo. La interpretación del fascismo sería imposible sin considerar que se dio
en la época de entreguerras. Los efectos de la guerra mundial fueron decisivos, pues trastocaron las
estructuras sociales y forjaron una mística belicista, mantenida por los excombatientes durante la paz.
La Depresión de 1929 fue decisiva al quebrar la República de Weimar y permitir el ascenso del
nazismo, que dio al fascismo una dimensión mundial que difícilmente habría tenido sin él.
El principal soporte sociológico de los fascismos fue la clase media, pues había perdido
seguridad y estabilidad, carecía de organizaciones propias y se enfrentaba a nuevos competidores (la
nueva burocracia y los trabajadores de cuello blanco). Lo que da coherencia a la pequeña y mediana
burguesía europea es la crítica al parlamentarismo, al Estado liberal y a los efectos de la guerra.
El poder que alcanzaron los partidos obreros tras la guerra propició también a los fascismos.
Pese a la persistencia de los partidos socialistas, de su izquierda se escindieron los partidos comunistas
según patrones bolcheviques, mientras de su derecha se escindieron los partidos socialdemócratas de
orientación reformista. Cualquiera de los tres era considerado como un anuncio del peligro
bolchevique. De hecho los movimientos fascistas más fuertes se dieron en los países en los que la
clase obrera había alcanzado mayor poder o había protagonizado insurrecciones socialistas.
El fascismo era un movimiento de reacción contra el liberalismo democrático y de oposición a
las fuerzas obreras organizadas. Fue la expresión de la incapacidad de las viejas clases dominantes
para mantener su hegemonía y la ocasión de amplias masas desencantadas de incorporarse a la
política. Pero su influencia fue proporcional al grado de desarrollo democrático que intentaba cambiar.
Así en los Estados débiles se apoyó en los tradicionales sectores militares y clericales, con lo que el
fascismo era solo un ingrediente más del sistema (España, Polonia). Por el contrario donde la
democracia era más fuerte el fascismo se infiltró en todos los estamentos sociales, siendo el
ingrediente principal del sistema, cuando no el único (Alemania).

48.2-El Fascismo de Italia.

El régimen fascista se inició con su llegada al poder en 1922 y terminó con su derrota en la
Segunda Guerra Mundial (1939-45). El fascismo italiano aparece indisociable de su líder Benito
Mussolini, denominado el Duce. Había formado parte del partido socialista, del que se separó en 1915
por su apoyo a la intervención en la Primera Guerra Mundial. En 1919 fundó los Fasci di
Combattimento.

Orígenes del fascismo. El fascismo italiano entronca con la Primera Guerra Mundial y sus
consecuencias, facilitando su ascenso al poder. En primer lugar se da una crisis nacional por la
llamada victoria mutilada, pues pese a los grandes costos de la guerra (670 mil muertos, un millón de
heridos, regiones devastadas) los tratados de paz beneficiaron en poco a Italia. Se añade entonces una
crisis social porque la inflación y el desempleo provocaron conflictividad social: huelgas y
ocupaciones de tierras y fábricas.
La estrategia fascista fue la violencia, con escuadras fascistas que atacaban a los militantes de
izquierdas sin apenas costo. La rápida expansión de la militancia aconsejó la creación de un Partido
Nacional Fascista (Noviembre de 1921).
En 1922 los partidos tradicionales fueron incapaces de garantizar la estabilidad política,
enfrentar el desorden social y la amenaza de la revolución socialista. Tras quebrar la huelga general de
Agosto de 1922, los fascistas organizaron la Marcha sobre Roma, partiendo de reuniones de todas las
ciudades que confluirían en Roma. La demostración de fuerza funcionó y el rey Víctor Manuel llamó a
Mussolini al poder.

La instalación en el poder. La configuración del régimen fascista se llevó a cabo durante la


década de 1920. En 1923 Mussolini disfrutó de plenos poderes pero manteniendo la apariencia
democrática. Mussolini ganó ampliamente las elecciones de 1924 gracias a la violencia fascista hacia
los opositores. La opinión pública fue conmocionada por el asesinato del diputado socialista Matteotti,
que había denunciado la situación, lo que provocó una crisis del régimen. Pero Mussolini dio un paso
más, en 1925 admitió los hechos y anunció el establecimiento de un régimen autoritario.
En 1925-28 se promulgaron 13 decretos, llamados Leyes Fascistísimas, que transformaban el
Estado liberal en un Estado fascista. Se suprimieron las libertades individuales, se eliminó el control
del poder ejecutivo por el Parlamento, se prohibió cualquier partido político que no fuera el fascista y
se creó una policía política (la OVRA). Esta fase terminó con el Pacto de Letrán (1929) que regulaba
las relaciones entre Italia y la Iglesia, y por el que ambos reconocían sus respectivos Estados: Italia y
el Vaticano.

Desarrollo del régimen fascista. Desde 1925 el fascismo adquirió sus características
totalitarias. El poder del Estado se reforzó aboliendo los derechos políticos individuales y organizando
una estructura corporativista de la economía. La Ley Rocco (1926) y la Carta del Trabajo (1927)
integraban a empresarios y trabajadores en corporaciones, lo que convirtió a la economía en una rama
más del Estado.
El intervencionismo estatal en la economía se extendió a todos los sectores. En la agricultura
la propaganda intentaba conseguir la autarquía, como en la batalla del trigo (1925) o la política de
colonización rural. En la industria se creó el IRI (Istituto per la Riconstruzione Industriale, 1933), que
controlaba las industrias básicas.
En la ideología y la simbología los esfuerzos se centraron en al mitificación de la figura del
Duce mediante libros escolares, organizaciones juveniles paramilitares (balillas) y grandes
concentraciones de masas. El fascismo reguló también el ocio mediante la Opera Nazionale
Dopolavoro, en un intento por ganarse el apoyo de la población.

48.3-El Nazismo de Alemania.

El nazismo alemán es importante por dos motivos. Primero por su propia naturaleza ideológica
y los objetivos políticos de su líder. Y segundo porque destruyó la experiencia democrática de la
República de Weimar en el Estado más industrializado de Europa. La instalación nazi en el poder
rompió la política europea de entreguerras, porque reforzó las tendencias fascista o dictatoriales de
otros países y abrió paso al rearme, el expansionismo territorial y una nueva guerra mundial. La mala
resolución del problema alemán en la Paz de Versalles (1919) fue el caldo de cultivo de una nueva
guerra.

Hitler y el partido nacionalsocialista. El Partido NacionalSocialista de los Trabajadores


Alemanes (NSAPD) o partido nazi fue fundado en Múnich en 1919 por un mecánico ferroviario.
Hitler se afilió al partido en 1919, ascendió dentro del mismo y en 1923, ya como líder participó en el
fracaso Pustch de Múnich (golpe de Estado), por el que estuvo un tiempo en la cárcel, donde escribió
Mein Kampf (Mi Lucha).
Durante la década de 1920 los nazis tuvieron poco apoyo electoral, pero fue un periodo muy
importante para ellos. Hitler logró establecer un dominio absoluto sobre el partido, el Führerprinzip
(principio de caudillaje) y sentó sus bases ideológicas contenidas en su libro Mein Kampf, publicado
en 1925. En estos años se formó el núcleo dirigente del partido: Göring, Straaer, Röhm, Hess.
Mein Kampf presenta una ideología teñida de racismo defensor de la superioridad étnica de
los arios, y sobre todo de antisemitismo. Criticaba al parlamentarismo y las instituciones democráticas,
a las que debe sustituir un Estado dictatorial y un líder. Contiene belicismo y expansionismo
territorial, que conduce a la defensa del lebensraum (espacio vital) y el revisionismo del Tratado de
Versalles. Explotaba el miedo al bolchevismo, cuyo triunfo había visto de cerca la sociedad alemana
en 1919.
La organización política nazi descansaba en un partido fuertemente jerarquizado, con un
pequeño grupo dirigente, 34 responsables regionales, dos secciones paramilitares (las SS y las SA, en
constante conflicto), organizaciones sociales y juveniles (Juventudes Hitlerianas).
Las SA o Sección de Asalto eran una milicia armada nazi creado por Röhm en 1921. Fue
guardia personal de Hitler y un eficaz instrumento de ascenso del partido al poder, con sus acciones
violentas contra judíos, izquierdistas y opositores. Su naturaleza miliciana, voluntaria y libre, la hacía
difícil de controlar.
Las SS o Escuadra de protección fue un grupo paramilitar nazi creado por Himmler en 1925.
Actuaba como guardia pretoriana de Hitler y realizaba tareas de policía política, persiguiendo a judíos
e izquierdistas. Su naturaleza militarizada la hacía perfectamente compatible con el Estado y
fácilmente controlable.
El ascenso nazi no se produjo hasta las elecciones de 1930, con el 18% de los votos y 107
diputados, lo que le convirtió en el segundo partido del Reichstag. Desde entonces el crecimiento nazi
fue imparable hasta las últimas elecciones de Marzo de 1933, con Hitler ya en la cancillería.

La toma del poder. La Gran Depresión de 1929 fue devastadora en Alemania, donde el
desempleo alcanzó a un tercio de la población activa. Además se dio una hiperinflación, con el
consiguiente empobrecimiento de la clase media tradicional, así como una política deflacionaria, con
medidas de austeridad muy sentidas por los obreros. Unido a todo ello estaba el hecho de que las
instituciones políticas de la república de Weimar no estaban consolidadas ni eran apoyadas por las
fuerzas políticas externas a la coalición de Weimar, lo que animaba los extremismos.
El partido nazi era una organización básicamente urbana y sus miembros procedían de medios
profesionales y la pequeña burguesía. Desde 1930 consiguió implantarse en zonas protestantes y
agrarias con la población rural y de pequeñas ciudades. Por el contrario las zonas menos nazificadas
fueron las católicas, por lo que el avance nazi se hizo a costa de los viejos partidos nacionalistas y
liberales, mientras el centro católico resistió.
En la llegada de Hitler a la cancillería se mezclan medios legales (elecciones) con la presión
de las paradas militares, grandes concentraciones y acciones callejeras violentas. A ello se suman
intrigas políticas en las que participaron sectores militares (general Von Schleicher) y empresariales
(Schröder, Thyssen o Von Papen). Las maniobras de los partidos tradicionales para integrar a los nazis
en el gobierno en una posición secundaria fueron infructuosas, pues Hitler no estaba dispuesto a
participar en un gobierno que no presidiera. Finalmente los demás partidos cedieron y el presidente
Hindemburg nombró a Hitler canciller el 30 de Enero de 1930.

El régimen nazi. Una vez conquistado el poder Hitler y su gobierno pusieron en práctica los
principios del partido. Primero consiguieron poderes especiales para el Führer en Marzo de 1933, tras
unas elecciones salpicadas de incidentes: incendio del Reichstag, ilegalización del partido comunista,
disolución del resto de partidos y sindicatos, a excepción del nazi.
Goering creó un cuerpo de policía política y secreta llamado Gestapo en 1933. Ejerció la
represión contra los opositores del régimen y los judíos alemanes.
Hitler reforzó su autoridad sobre el partido en la llamada Noche de los Cuchillos Largos (30
de Junio de 1934). Los dirigentes de las SA eran cada vez más difíciles de controlar y, por su
naturaleza de milicia, eran incompatibles con el ejército regular. Por ello Hitler encargó a las SS y la
Gestapo el asesinato de cientos de líderes de las SA y otros dirigentes políticos (Schleicher, Strasser).
Las SA desaparecieron como organización y sus miembros fueron encuadrados en las SS, una
organización más afecta a Hitler y más disciplinada.
Se comenzó una política antisemita de boicot a los establecimientos judíos. Hubo un intenso
esfuerzo de control de la cultura y la propaganda en los medios de comunicación.
La estrategia nazi en la primera fase de ejercicio del poder fue la de transferir la estructura del
partido a la administración del Estado, ocupando los centros de poder. Afectó a la organización
territorial, pues el Estado se centralizó suprimiendo las competencias de los länder.
Pero el gran cambio del partido nazi fue la penetración social de las nuevas ideas. La alusión a
los alemanes como pueblo superior (herrenvolk), la política antisemita sistemática desde 1933
(acentuada desde 1938 con la Noche de los Cristales Rotos), y la divulgación propagandística de los
logros del régimen tenían por objetivo crear un vínculo entre el pueblo y el líder, que derivara en un
compromiso de la población con la política nazi. Donde la persuasión no era suficiente se recurría al
terror, con las SS y la Gestapo.
La economía se caracterizó por la búsqueda del a autarquía y fortalecimiento del a industria
bélica. Se establecieron ambiciosos planes de construcción de autopistas y apoyo a la industria pesada
y química. El resultado fue la eliminación del paro, la recuperación en 1936 de los niveles de
producción anteriores a 1929 y el rearme del ejército alemán.
La política exterior era para Hitler más importantes que la interior, en una tradición iniciada
por Bismarck. Se basó en el revisionismo de los acuerdos de Versalles, el control de la frontera del
Este y la aplicación de las ideas del pangermanismo. La constitución de Alemania como gran potencia
centroeuropea empezó con el abandono de la Sociedad de Naciones (Octubre 1933), siguió con la
ocupación de las zonas desmilitarizadas (Renania, Marzo 1936) y terminó con las anexiones de
Austria (Marzo 1938) y Checoslovaquia (Octubre 1938-Marzo 1939).
Con el Pacto Germano-Soviético (Agosto 1939) se cierra esta etapa.

48.4-Movimientos de preguerra.

El sistema de seguridad colectiva. En 1919-24 Europa vivió una etapa de inestabilidad, fruto
de las dificultades de la reconstrucción de posguerra, el papel asignado a la derrotada Alemania y el
nacimiento de nuevas naciones, cuya composición étnico-cultural era muy diversa. La Sociedad de
Naciones se mostró incapaz de asegurar un sistema de seguridad colectiva. La política internacional
estaba dominada por el enfrentamiento entre los nacionalismos alemán y francés, el miedo a la
expansión de la revolución soviética, la búsqueda británica, según su tradición, de un equilibrio
europeo y las tendencias aislacionistas de Estados Unidos.
El enfrentamiento franco-alemán a cuenta de Versalles nació ya en Diciembre de 1919,
cuando la derecha nacionalista francesa ganó las elecciones. Su política de reconstrucción económica
se basó en el pago de las reparaciones por Alemania, pero cuando ésta no pudo pagar en 1923 Francia
invadió la estratégica zona industrial del Rhur.
En 1924-29 una nueva generación de políticos intentó establecer la reconciliación. En Francia
se creó una coalición de izquierdas, el Cartel de Izquierdas, en Octubre de 1923. Estaba constituido
por socialistas, radical-socialistas y radicales de izquierdas, y ganó las elecciones de Mayo de 1924, de
mano de Aristide Briand. En Alemania llegó al poder Stresemann. Ambos establecieron la
comprensión franco-alemana.
En Octubre de 1925 tuvo lugar la Conferencia de Locarno con presencia de Alemania, Gran
Bretaña, Bélgica, Francia, Italia, Polonia y Checoslovaquia, para ratificar de manera concertada los
Tratados de Versalles. Se crearon una serie de acuerdos que creaban un sistema de seguridad colectiva
auspiciado por la Sociedad de Naciones. Por el Pacto de Locarno, Alemania, Francia y Bélgica se
comprometían a mantener el statu quo y la inviolabilidad de sus fronteras, siendo garantes Gran
Bretaña e Italia. Al mismo tiempo Alemania aceptó la desmilitarización de Renania. Alemania se negó
a reconocer las fronteras orientales con Polonia y Checoslovaquia, pero Francia las reforzó al firmar
con ellas tratados de garantía.
Como consecuencia de Locarno la Sociedad de Naciones se reforzó como poder arbitral. En
Septiembre de 1926 Alemania ingresaba en la Sociedad de Naciones.

El ascenso de Hitler. La Gran Depresión desde 1929 debilitó la República de Weimar lo


suficiente como para que Hitler pudiera alcanzar el poder en Enero de 1933. Ningún partido
nacionalista alemán, incluyendo el nazi, aceptó la derrota alemana de 1918, calificada de puñalada
por la espalda de socialistas y demócratas, que eran la plataforma política que sostenía la República
de Weimar.
Hitler alimentó el nacionalismo alemán con las premisas de construcción de la Gran Alemania
y la consecución del espacio vital. El nacionalismo alemán consideró inacabada la unificación de
1870, pues millones de alemanes quedaron fuera del Reich, en Europa Oriental y la Unión Soviética
(República de los Alemanes del Volga). Las clausulas de Versalles, al desmembrar territorios
alemanes, facilitaron la expansión de este pangermanismo. En consonancia con el anterior problema
estaba la cuestión del espacio vital, al insistir en la rectificación del Tratado de Versalles y la negativa
a pagar las reparaciones de guerra.
En Octubre de 1933 Alemania se retiró de la Sociedad de Naciones, como primer ataque a la
seguridad colectiva y paso previo a otras rectificaciones. En 1934 Alemania y Polonia firmaron un
Pacto de No Agresión, pero solo como estrategia de Hitler para no ser cuestionado cuando en Marzo
de 1935 instauró el servicio militar obligatorio, como paso previo a la creación de la Wermacht. En
1935 la región del Sarre, que había sido internacionalizada por el Tratado de Versalles, fue reintegrada
al Reich tras un referéndum. En Marzo de 1937 la región de Renania fue remilitarizada, lo que violaba
directamente el Tratado de Versalles.

La falta de respuesta internacional. Las potencias democráticas, sujetas a problemas


económicos y al acoso de sus respectivos fascismos, apenas respondieron a la política nazi. Ello
manifestó la debilidad de la Sociedad de Naciones y su incapacidad para concretar respuestas eficaces.
Entonces Alemania apenas había empezado su política de rearme y remilitarización, por lo que los
países democráticos podrían haber frenado su expansionismo.
La coordinación de las potencias se intentó en Abril de 1935 en la Conferencia de Stresa,
donde Gran Bretaña, Francia e Italia se limitaron a oponerse a nuevas rectificaciones que alterasen el
statu quo de Versalles.

Colaboración entre fascismos. El nacionalismo italiano, que recordaba los fracasos africanos
del siglo XIX y los desengaños de la conclusión de la Primera Guerra Mundial, inició una nueva
aventura colonial en Abisinia en 1935. Pese al a resistencia etíope, Italia conquistó territorios que
ponían en peligro las comunicaciones entre las colonias británicas de la zona. Gran Bretaña consiguió
una condena internacional y el establecimiento de sanciones más nominales que efectivas, que
provocaron el acercamiento entre Italia y Alemania. La Guerra Civil Española (1936-39) facilitó la
aproximación entre fascismos y mostró la debilidad de las democracias europeas.
El proyecto nazi del espacio vital pasaba por su expansión hacia Europa del Este. El proyecto
fascista italiano se basó en el control del Mediterráneo y consolidase las conquistas coloniales en
África. Tanto Alemania como Italia deseaban la instauración de un régimen fascista en España, ya que
cercaría al secular enemigo alemán, Francia, y a la vez cortaría sus comunicaciones con sus colonias
norteafricanas.
EN Octubre de 1936 Italia y Alemania firmaron el Pacto del Eje Berlín-Roma, al que se unió
Japón en Noviembre de 1936 por el Pacto Anti-Komintern.
En respuesta a la intervención alemana e italiana a favor de Franco, Francia y Gran Bretaña
impulsaron la política de no intervención en el conflicto español. Ello revelaba su debilidad,
especialmente en el caso francés pro los enfrentamientos internos entre el gobernante Frente popular y
la derecha nacionalista. La Guerra Civil Española se convirtió en un campo de pruebas para Alemania
e Italia, a fin de perfeccionar su armamento y sus tácticas de guerra.

La expansión alemana. Desde la conformación del Eje Berlín-Roma-Tokio Alemania tuvo


apoyo diplomático suficiente para su política expansiva. Se produjo una secuencia de éxitos nazis en
1937-39, ante la impotencia de las democracias europeas.
A partir de 1937 el rearme alemán es un hecho que da fuerza a las reivindicaciones, mediante
la subordinación de la economía a la fabricación de armamento. El proceso de nazificación del Estado
quedó completado con el relevo de los viejos generales prusianos por generales nazis. El momento
culminante fue Febrero de 1938, cuando Hitler se proclamó comandante en jefe del ejército.
Frente a esta sensación de pujanza alemana y nazi, las democracias europeas estaban sumidas
en profundas contradicciones internas. Francia estaba dividida en dos bloques políticos contrapuestos,
el Frente popular y la derecha tradicional, lo que generalizó la sensación de la inferioridad militar
frente a Alemania, que no era decisiva entonces. Gran Bretaña estaba polarizada entre conservadores y
laboristas, pero había divergencias dentro de ambos partidos. Así Francia y Gran Bretaña optaron por
una política de apaciguamiento, que Alemania interpretó como una carta blanca a sus intenciones.
Austria se convirtió en un régimen dictatorial en 1934, de mano del nacional-católico
Dollfuss, que era más proclive al fascismo italiano y defendía la independencia de Austria frente a
Alemania. Por el Tratado de Versalles Italia era garante de la independencia de Austria y de que
Alemania no lo ocupara. Así en Julio de 1934 un golpe de Estado nazi, que asesinó a Dollfuss, fracasó
por el envío de tropas italianas a la frontera. Desde ese momento los nazis austríacos comenzaron a
afirmar su poder, alimentando la opinión favorable a la unión con Alemania. La situación cambió con
la firma del Eje Berlín-Roma en Octubre de 1936. Finalmente la incorporación de Austria al Reich,
conocida como Anschluss, se produjo en Marzo de 1938.
El siguiente paso fue Checoslovaquia, pues en la región de los Sudetes vivían tres millones de
alemanes influidos por la política nazi. Parecía que las democracias europeas por fin iban a plantarse
ante Hitler, pero una vez más la política de apaciguamiento funcionó en la Conferencia de Múnich
(Septiembre 1938), donde los Sudetes pasaron a Alemania. Una nueva agresión alemana en Marzo de
1939 significó la desmembración de Checoslovaquia: la parte checa se convirtió en el Protectorado de
Bohemia-Moravia, bajo soberanía alemana, mientras Eslovaquia se convirtió en un país satélite de
Alemania.
El avance alemán hacia el Este era una consecuencia lógica de su política económica. Tras la
Depresión de 1929 los mercados mundiales se cerraron para Alemania y los países del Este europeo,
por lo que Alemania firmó acuerdos económicos destinados a subordinar estas naciones a sus
intereses. En estos países funcionaban dictaduras nacionalistas que podían sentirse próximas al
nazismo: Hungría, Rumanía y Bulgaria, por lo que las alianzas con Francia se hundieron. El mercado
alemán garantizó las exportaciones y la tecnología necesaria para el funcionamiento de sus economías.
Asuntos más difíciles eran Polonia, protegida por un acuerdo con Francia, y el área báltica,
que pertenecía a la Unión Soviética.
El Pacto Germano-Soviético (Agosto 1939). El expansionismo nazi estaba cada vez más cerca
de las fronteras soviéticas, por lo que las democracias occidentales consideraban que su política de
apaciguamiento había sido un éxito.
La Unión Soviética había desarrollado una política exterior antifascista, debido al análisis de
la posición del partido comunista alemán en 1931-33, que había facilitado el acceso nazi al poder. Así
nacieron los Frentes Populares, una unión de todas las fuerzas de izquierdas para frenar la expansión
fascista desde 1935. Hacia 1939 esta política había fracasado y los nazis estaban cada vez más cerca,
por lo que la Unión Soviética decidió cambiar su estrategia.
Las democracias occidentales habían alejado el expansionismo alemán y creían en un
enfrentamiento entre la Alemania nazi y la Unión Soviética, que debilitara a las dos lo suficiente como
para reconducirlas hacia la democracia. La Unión Soviética, en pleno proceso de construcción del
estalinismo, deseaba alejar a los nazis hacia las democracias occidentales, mucho más débiles en este
momento.
En términos ideológicos parece descartado un pacto entre nazis y soviéticos, pero lo cierto es
que tras la Primera Guerra Mundial Alemania y la Unión Soviética estaban igualmente excluidas de la
comunidad internacional. Alemania era culpada de la guerra y la Unión Soviética estaba aislada por un
cordón sanitario, así que ambos países establecieron acuerdos bilaterales, como el Tratado de Rapallo
(1922).
Así los Ministros de Exteriores de ambos países, Molotov y Von Ribbentrop, firmaron el
Pacto Germano Soviético en Agosto de 1939. El pacto establecía el reparto de Polonia, garantías de
seguridad bilaterales y el reconocimiento alemán del dominio soviético sobre el área báltica.

El militarismo japonés. EL expansionismo japonés se había manifestado en la intervención en


Corea y la Guerra Ruso-japonesa (1905). Tras un periodo de estabilización política de los liberales, el
militarismo japonés resurgió con fuerza desde 1929, con un ritmo similar al nazismo. El Plan Tanaka
(1927), por el Primer Ministro que lo estableció planteaba el expansionismo japonés en el continente
asiático. Con la Gran Depresión de 1929 los clanes militares adquirieron cada vez más poder,
elaborando la doctrina del camino imperial (concentración del poder en el emperador y su círculo
militar).
El primer acto de agresión japonesa fue Manchuria, considerada por Japón como su espacio
vital. Su capital fue ocupada en Septiembre de 1931, creando en 1932 el Estado satélite de
Manchukuo. La condena de la Sociedad de Naciones fue únicamente simbólica, y además Japón la
abandonó en Marzo de 1933. En 1934 Japón denunciaba los acuerdos de Washington (1922) que
limitaban su fuerza naval, pues consideraba que su dominio del Pacífico dependía de una poderosa
flota.
El siguiente paso fue la invasión de China en 1937, que potenció el poder de los clanes
militares. Su mayor exponente fue el ascenso al poder del General Tojo en Octubre de 1941.

48.5-El estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-45).

Alemania utilizó su reivindicación sobre la ciudad libre de Dantzing como pretexto para
invadir Polonia el 1 de Septiembre de 1939, permitiendo por el Este senda invasión soviética según el
Pacto Germano-Sovietico. El Pacto Germano-soviético (Agosto 1939) dejó a Hitler las manos libres
para un nuevo desafío que esperaba se resolviera con la política de apaciguamiento. Sin embargo
Polonia era aliada de Francia y Gran Bretaña, que adquirieron compromisos militares para su
seguridad, por lo que ambos países declaran la guerra a Alemania el 2-3 de Septiembre de 1939,
aunque en realidad esperaban forzar una negociación.
Los bloques quedaron configurados después de la Primera Guerra mundial. Francia y Gran
Bretaña en oposición a Alemania y sus países satélites (Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, y
posteriormente Croacia). Al bando aliado se unieron la Unión Soviética (Junio 1941) y Estados
Unidos (Diciembre 1941), tras sendos ataques alemán y japonés sin previa declaración de guerra.
Siguiendo la lógica del Eje Berlín-Roma-Tokio, Italia entró en la guerra en 1940, y Japón lo hizo en
1941.
La Segunda Guerra Mundial (1939-45) fue la primera guerra planificada científicamente, pues
la ciencia, la técnica y la economía se pusieron al servicio de la guerra. Fue más visible en Alemania y
Japón, que en la década de 1930 habían subordinado sus recursos a la creación de una estructura
económica bélica. Por ello la superioridad militar del Eje fue arrolladora durante gran parte de la
guerra.
Desde 1934 el Alto Estado Mayor alemán confeccionó una nueva estrategia bélica conocida
como blitzkrieg o guerra relámpago. Se basaba en la utilización del carro de combate como
instrumento bélico autónomo y no como mero auxiliar de la infantería. Fue una estrategia muy
favorable en las llanuras de Europa central y oriental, que permitió doblegar al ejército polaco en
pocos días.
Conforme avanzó el conflicto nuevos aportes científicos permitieron construir nuevas armas
de guerra. De singular importancia fueron el radar, por los británicos, los sistemas dirigidos y bombas
volantes, por los alemanes, y la energía atómica, por Estados Unidos.
Hasta 1941 la superioridad cuantitativa y cualitativa del ejército alemán era evidente. Una
poderosa industria de guerra producía continuamente los materiales y máquinas necesarios. La
estrategia alemana arrolló las concepciones defensivas del ejército francés, materializadas en la Línea
Maginot, una línea defensiva en el río Rhin. La retaguardia fue otro elemento fundamental, pues su
ruptura moral era considerada un instrumento fundamental de la victoria, hasta el punto de que el 40%
de las bajas de la guerra fueron civiles.

48.6-Los triunfos del Eje (1939-41).

Incapaz de resistir el doble avance alemán y soviético, Polonia fue ocupada en pocos días.
Durante varios meses las operaciones militares quedaron en suspenso, pero la amenaza de ocupación
de Noruega por tropas francobritánicas reanudó el conflicto.

El Frente Occidental. En Abril de 1940 los alemanes ocuparon sucesivamente Dinamarca y


Noruega. En Mayo 1940 se inició la campaña de Occidente con la ocupación de Holanda y Bélgica.
Ante la dificultad de avanzar por la costa del Canal de la Mancah por la resistencia francobritánica, el
ejército alemán sorprendió al francés rodeándolo por la región montañosa de las Ardenas. Tras la
ruptura de la línea defensiva Weygand, los alemanes ocuparon París el 14 de Junio de 1940. Francia se
rindió el 22 de Junio de 1940 y se firmó un armisticio: Alsacia y Lorena se reincorporaron a Alemania,
la costa atlántica y el Norte fueron ocupados por el ejército alemán, mientras el centro y Sur se
convirtió en el Régimen colaboracionista de Vichy.
Gran Bretaña quedó como único oponente de los nazis en Occidente. Apoyada en la
insularidad y la supremacía naval, Gran Bretaña resistió los ataques aéreos alemanes (la Batalla de
Inglaterra), que esperaban destruir sus fuerzas aéreas en previsión de una invasión que nunca se
produjo. A fines de 1940 Hitler planteó la posibilidad de la paz con Gran Bretaña, de forma que
Europa quedara para Alemania y Gran Bretaña asegurara su Imperio. La política de resistencia del
Primer Ministro Winston Curchill y su gobierno de unidad nacional alargó el conflicto.

El Orden Nazi. La Europa ocupada estuvo subordinada al interés alemán, a fin de resolver el
esfuerzo bélico y el espacio vital alemán. Se creó un discurso político justificando el orden nazi como
la construcción de una nueva Europa centrada en Berlín. Aprovechando el miedo al comunismo de los
grupos conservadores, los alemanes utilizaron la coartada de la cruzada contra el comunismo. Bien
mediante la administración directa del ejército alemán o de la constitución de gobiernos
colaboracionistas, toda Europa fue económicamente explotada en materias primas, alimentos y mano
de obra, con el traslado a Alemania de millones de trabajadores europeos.
La formación de gobiernos colaboracionistas respondió tanto al rápido avance alemán y
desplome de las viejas estructuras como a las divisiones sociopolíticas de muchos países. Los sectores
nacionalistas conservadores solían ser proclives a la colaboración, como Noruega bajo el gobierno de
Quisling o Francia con el gobierno del Mariscal Pétain.
El orden nazi se fundamentó en una violenta represión basada en dos componentes, el político
el racial, y efectuada en el espacio de los campos de concentración. EN ellos fueron asesinados o
explotados hasta la muerte millones de personas por sus ideas (comunistas, republicanos españoles,
etc.), su origen (judíos, gitanos, polacos, etc.) o ambos (soviéticos). La Solución Final fue establecida
en la Conferencia de Wannsee (Enero 1942), con una red de campos: Auschwitz, Birkenau,
Mathausen, Dachau, Bergen-Belsen, Treblinka, etc.
Frente al colaboracionismo y la ocupación nazi se alzaron los movimientos de resistencia. Sus
principales acciones fueron las de sabotaje, espionaje y asesinato de líderes nazis. Hasta 1943 su
fuerza, aunque no era despreciable, estaba muy limitada, pero las derrotas alemanas aumentaron su
influencia. Participaron comunistas, socialistas, cristianos progresistas y nacionalistas, que
entorpecieron la logística militar de la ocupación o se enfrentaron decisivamente. De todos los
movimientos de resistencia merecen destacarse por su influencia el francés y el yugoslavo.
La resistencia francesa o Francia Libre se erigió entorno al General De Gaulle, que se negó a
aceptar el armisticio de 1940. Constituyó una alternativa temible para los nazis, por cuanto si podían
derribar el Régimen de Vichy las colonias francesas, que se vincularon a él por miedo a las rebeliones
indígenas, se pasarían a la Francia Libre. El movimiento guerrillero yugoslavo fue dirigido por Tito,
como un movimiento unificador de todas las nacionalidades yugoslavas que los nazis habían dividido
para crear regímenes colaboracionistas. Su gran aportación fue convertir la zona de los Balcanes en un
frente de guerra permanente, con la consiguiente sangría de hombres y recursos.

48.7-Los nuevos frentes (1941-42).

El avance alemán casi sin oposición permitió al Eje ampliar sus escenarios de actuación desde
1941. El fin último era crear una tenaza con el avance alemán por la Unión Soviética, el avance italo-
alemán por el norte de África y Oriente Medio, y el avance japonés por China y La India. De esta
forma se eliminaría como adversario a la Unión Soviética, se privaría a Gran Bretaña de sus colonias
en Oriente (y sus envíos de suministros), y se controlarían los principales pozos petrolíferos del
mundo.

La propagación por Europa. La estrategia alemana se encaminó a ampliar su influencia en los


Balcanes y Centroeuropa, a fin de conseguir una plataforma segura para el futuro ataque a la Unión
Soviética. Entre Noviembre de 1940 y Marzo de 1941 Alemania firmó tratados con Hungría,
Rumanía, Eslovaquia, Bulgaria y Yugoslavia, que modificaron las fronteras de estos países. El golpe
de Estado antinazi del rey Pedro II de Yugoslavia en Marzo de 1941 provocó la invasión alemana.
Albania había sido ocupada por Italia en 1940, y Grecia fue ocupada pro tropas del Eje en 1941.

El norte de África. Mientras los alemanes se ocupaban de construir un imperio continental


europeo, Italia puso sus ojos en la zona mediterránea para construir un imperio mediterráneo,
respetando las colonias francesas adictas al gobierno de Vichy. Hacia 1940 Italia había ocupado
Albania, ganado territorios en la costa de Yugoslavia y atacado Grecia.
En Septiembre de 1940 los italianos concentraron tropas en Libia y avanzaron sobre Egipto,
esperando alcanzar luego los pozos petrolíferos de Oriente Medio. Pero la resistencia británica fue
demasiado para los italianos, de forma que Hitler envió un ejército expedicionario, el Afrika Korps,
dirigido por Rommel. Entre Marzo de 1941 y Octubre de 1942 se sucedieron diversas ofensivas y
contraofensivas del Eje y aliadas.
Finalmente la escasez de recursos del Eje implicó su derrota y la retirada de los ejércitos
alemán e italiano hacia Europa. La ocupación británica de Libia y el paso de las colonias francesas
norteafricanas (Túnez, Marruecos, Argelia) al bando de la Francia Libre del General De Gaulle
convirtieron todo el norte de África en un bastión aliado para la invasión aliada de Italia (1943).

El Frente Oriental: la Unión Soviética. El Pacto Germano-Soviético (Agosto 1939)


simplemente retrasó el enfrentamiento entre ambas naciones. La zona occidental soviética era
codiciada por las teorías del espacio vital. Entre Septiembre de 1939 y Marzo de 1940 la Unión
Soviética ocupó Estonia, Letonia y Lituania, se anexionó la mitad Este de Polonia y mantenía una
guerra para anexionarse Finlandia.
La conquista alemana de los Balcanes y el aumento de influencia sobre los países danubianos
prepararon la invasión de la Unión Soviética. El último paso fue la conversión de Finlandia en un país
satélite de Alemania. La Operación Barbarroja se inició el 22 de Junio d e1941, con una ofensiva de
tres millones de soldados alemanes, apoyados por tropas rumanas y húngaras, así como por la
contraofensiva finlandesa en el norte.
La estrategia de 1941 seguía una triple dirección: Leningrado y el Báltico en el norte, Moscú
en el centro, y Ucrania en el sur. Al principio el avance alemán fue incontenible, pero la resistencia de
Leningrado y el fracaso en la toma de Moscú estancaron la ofensiva alemana. La llegada del invierno
ruso suspendió las operaciones militares hasta la primavera de 1942. La Unión Soviética aprovechó el
tiempo para su reorganización militar y económica, reforzada por la decisión japonesa de atacar a
Estados Unidos en Diciembre de 1941, que abrió un nuevo frente y permitió a los soviéticos retirar
parte de las tropas que esperaban una invasión japonesa en Oriente que finalmente no pudo producirse.
En la primavera de 1942, como continuación de la ofensiva de la zona sur, el ejército alemán
avanzó por el valle del Volga hacia Stalingrado y el Cáucaso, con la vista puesta en los recursos
petrolíferos de la zona. Sobre Stalingrado cayeron las fuerzas del VI Ejército alemán (cien mil
hombres), al mando del Mariscal Von Paulus, que fueron rodeadas por la contraofensiva soviética,
asediadas y obligadas a rendirse. La Batalla de Stalingrado (Septiembre 1942-Febrero 1943) fue la
primera gran derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial y supuso el declive de la ofensiva
alemana en el Este.

La Guerra del Pacífico. La subida gobierno de Japón del General Tojo, en Octubre de 1941,
permitió la entrada japonesa en la guerra mundial con dos objetivos territoriales: el sudeste asiático y
el área del Pacífico. El 7 de Diciembre de 1941 la marina japonesa atacó la base norteamericana de
Pearl Harbour por sorpresa y sin previa declaración de guerra. La respuesta de Estados Unidos fue la
declaración de guerra a Japón, y por extensión a todo el Eje y sus aliados. Estados Unidos había ido
superando a fines de la década de 1930 su aislacionismo. La opinión pública se dividió con el estallido
de la guerra entre aislacionistas e intervencionistas; éstos últimos con el tiempo fueron ganando
influencia, sobre todo pro el aumento del comercio con Gran Bretaña y el distanciamiento de
Alemania.
Tanto Estados Unidos como Japón consideraban el área del Pacífico como un área de
influencia propia, a partir de sus posesiones del s. XIX. La estrategia japonesa para superar a Estados
Unidos fue la destrucción sorpresiva de su potencia naval, que efectivamente sufrió grandes daños en
Pearl Harbour.
La iniciativa en el sudeste asiático correspondía a Japón, donde avanzó sobre las colonias
británicas y holandesas. Entre Diciembre de 1941 y Marzo de 1942 Japón conquistó Hong-Kong,
Singapur, Malasia, Birmania e Indonesia.
La ocupación japonesa de estas colonias tuvo gran influencia, ya que alentó las aspiraciones de
independencia de los territorios ocupados, al estar las potencias coloniales aisladas de sus colonias.
Las metrópolis pedían a las colonias un esfuerzo de lealtad y apoyo bélico para vencer a las potencias
del Eje, pero no fueron pocos los líderes autóctonos que cuestionaban los beneficios que la victoria
Aliada tendría para sus pueblos. En la India un líder nacionalista llegó a organizar un Ejército
Nacional Hindú, que combatió junto a los japoneses en su intento de invadir la India, convencido de
que podría expulsar a los británicos. En 1943 se celebró en Tokio la Asamblea de las grandes naciones
del Asia Oriental, con la que los japoneses pretendían justificar sus intereses expansionistas
entroncándolos con el anticolonialismo de los territorios que había ocupado.
La guerra demostró mediante hechos que las potencias coloniales no eran invencibles. Lo que
más afectó a los colonialistas fue comprobar que los Estados blancos podían ser derrotados. Además la
guerra fue una escuela de formación de guerrillas contra los ocupantes y de forja de sus líderes
populares, como Ho Chi Minh.
Hasta mediados de 1942 la iniciativa en el Pacífico correspondió a Japón, que conquistó Guam
y Filipinas en Abril de 1941, derrotando al General MacArthur. Después los japoneses invadieron
Nueva Guinea, con el fin de conquistar Australia y Nueva Zelanda, para acabar con toda oposición
antes de atacar las costas estadounidenses del Pacífico. Pero a mediados de 1942 la estrategia de
Estados Unidos empezó a cambiar la guerra. La derrota japonesa en Midway les cerró la ruta hacia
Hawaii y el estancamiento de su avance en Nueva Guinea alivió la presión sobre Australia. La Batalla
de Guadalcanal (Febrero de 1943), coincidió con la Batalla de Stalingrado tanto en el tiempo como en
sus efectos, pues supuso el inicio de la pérdida de posiciones de Japón.

48.8-La derrota del Eje (1943-45).

El avance soviético. Stalingrado cambió el curso de la guerra en Europa. Los alemanes


planearon la invasión de la Unisón Soviética siguiendo el modelo de la guerra relámpago, pero la
inmensidad del territorio, el durísimo invierno y la resistencia de la población soviética desmantelaron
estas previsiones. En 1943 la recuperación militar e industrial soviética posibilitó la reconquista del
territorio perdido, mediante la combinación de ofensivas militares y hostigamiento guerrillero. La
derrota de las divisiones blindadas alemanas en Kursk precipitó la liberación del territorio soviético en
el verano de 1944.
La resistencia soviética fue hábilmente conducida por Stalin, que la concibió como
continuación natural de la política nacionalista rusa. La población fue movilizada con un discurso
nacionalista, con lo que se consiguió el apoyo de la Iglesia Ortodoxa rusa.
La guerra en el frente oriental supuso para Alemania una sangría de hombres y recursos
militares, por la táctica soviética de destrucción frontal del enemigo. El debilitamiento de las
posiciones alemanas en el occidente europeo facilitó la apertura de dos nuevos escenarios bélicos: el
Segundo Frente (Julio 1943), y el Tercer Frente (Junio 1944).

El Segundo Frente. Desde la plataforma aliada que era el norte de África, los aliados
conquistaron Sicilia en Julio-Agosto de 1943. El 25 de Julio de 1943 el Alto Consejo Fascista
destituyó a Mussolini como Jefe del Gobierno y lo encarceló. Las negociaciones con los aliados
desembocaron en la firma de un armisticio el 8 de Septiembre de 1943. La respuesta alemana fue
invadir Italia, liberar a Mussolini y reponerlo en su puesto. La resistencia alemana frenó el avance
aliado a la altura de Nápoles, donde quedó estancado.

El Tercer Frente. Para desbloquear la situación los soviéticos solicitaban constantemente a sus
aliados la apertura del Tercer Frente: el desembarco británico-norteamericano en Francia. Sin embargo
los aliados lo retrasaron cuanto pudieron, solo se decidieron cuando las tropas soviéticas empezaron a
avanzar sobre Europa.
Los servicios de inteligencia alemán, británico y estadounidense estuvieron muchos meses
jugando al gato y el ratón, unos para saber la zona del desembarco y otros para ocultarla o despistar
indicando otra. En previsión de esta posibilidad los alemanes habían construido un complejo de
fortificaciones en toda la costa atlántica francesa, al que llamaron el Muro Atlántico. Sin embargo
suponía una dispersión de efectivos poco recomendable, por lo que su obsesión era saber la fecha y
lugar del desembarco, a fin de concentrar sus tropas y destruir al enemigo en sus barcos. Los servicios
de inteligencia británico y estadounidense lograron engañar a los alemanes, haciéndoles creer con
maquetas de tanques y camiones que la invasión tendría lugar en el Paso de Calais.
Las tropas aliadas al mando del general Eisenhower desembarcaron en las costas de
Normandía el 6 de Junio de 1944. Fue la operación Overlord, una de las mayores movilizaciones de
hombres y pertrechos de la historia. Superado el Muro Atlántico por la masiva invasión aliada, los
alemanes fueron superados en todos los puntos debido a su dispersión. Un nuevo desembarco en
Provenza el 15 de Agosto de 1944 facilitó la definitiva liberación de Francia y la retirada alemana al
río Rhin como frontera natural defensiva. El fracaso de la contraofensiva alemana en las Ardenas en
Diciembre de 1944 selló el último intento de recuperación alemana en el frente occidental.

La derrota del Eje en Europa. Entre Enero y Mayo de 1945 sendas ofensivas en ambos frentes
sellaron el destino de la Alemania nazi y la Italia Fascista.
La ofensiva soviética se inició en Enero-Febrero de 1945 desde el río Vístula liberando
Polonia y aislando Prusia Oriental. En Abril de 1945 una nueva ofensiva desde el río Oder permitió
penetrar el territorio alemán y asediar Berlín. Igualmente en Febrero-Abril de 1945 los soviéticos
liberaron Hungría, Checoslovaquia y parte de Austria.
La ofensiva británico-norteamericana desde el río Rhin alcanzó su máxima intensidad en
Marzo-Abril de 1945, desembocando en su entrada en Alemania.
Tras el suicidio de Hitler en 30 de Abril de 1945 se creó el último gobierno del Reich, presidio
por el Almirante Doenitz, que rindió Berlín a los soviéticos el 2 de Mayo de 1945 y firmó la rendición
incondicional de Alemania el 7-8 de Mayo de 1945.

La derrota de Japón. Tras la conquista de Guadalcanal en Febrero de 1943 la iniciativa bélica


pasó a Estados Unidos, cuya enorme potencia industrial y tecnológica fue decisiva. La estrategia
norteamericana se basó en un doble avance. Al Norte se ocuparían las islas Gilbert, Marshall y
Marianas, como bases para atacar al propio Japón. Al Sur desde nueva Guinea se atacaría Indonesia y
las Filipinas.
El avance estadounidense fue lento, debido a la feroz resistencia japonesa, pero imparable en
todo caso. Tras las conquistas de Iwojima (Febrero 1945) y Okinawa (Abril 1945) en sendas batallas,
Estados Unidos las utilizó como bases aéreas desde las que atacar los principales centros industriales
japoneses. Por el sur el punto culminante fue la Batalla de las Filipinas (octubre 1944-Febrero 1945).
Estados Unidos estaba preparado para utilizar sus nuevas armas nucleares contra Japón para
forzar el fin de la guerra. Sin embargo decidió ofrecer a Japón que se rindiera sin condiciones, pues
conocía la mala situación de la población civil japonesa y calculaba que una invasión de Japón le
costaría al menos uno año más de guerra, con el consiguiente número de muertes. El gobierno y la
cúpula militar japonesa interpretaron ese ofrecimiento como una muestra de que el avance aliado se
había estancado y sus posiciones eran débiles, por lo que lo rechazaron, esperando poder
recomponerse y contraatacar.
El 6 de Agosto de 1945 Estados Unidos lanzó la primera bomba nuclear de la Historia contra
la ciudad industrial de Hiroshima. El 9 de Agosto de 1945 una segunda bomba nuclear fue lanzada
contra la ciudad industrial de Nagasaki, mostrando a los japoneses y al mundo que Estados Unidos no
solo tenía tecnología nuclear, sino que poseía capacidad para construir cuantas bombas nucleares
fueran necesarias. Japón se rindió sin condiciones el 2 de Septiembre de 1945 ante Estados Unidos, los
países europeos con colonias en la zona (Francia, Gran Bretaña, Holanda) y los países aliados del
Pacífico (Australia, Nueva Zelanda).

48.9-Consecuencias de la guerra (1945-47).

Las destrucciones bélicas. La Segunda Guerra Mundial fue la guerra más destructiva de la
Historia. Murieron unos 60 millones de personas, 25 de los cuales eran civiles alejados de los frentes
convencionales.
En la economía la destrucción tiene matices. Para los vencidos fue un desastre, pero para los
vencedores dependió del sector. El campo aliado incrementó su riqueza gracias al conflicto, sobre todo
si no había sido objeto de acciones bélicas: Estados unidos, Canadá, Australia. Europa por el contrario
fue desolada, aunque diferenciando las mayores destrucciones en la Unión Soviética, Polonia y
Yugoslavia, mientras la Europa occidental sufrió menos, aunque destacaron Alemania e Italia.
Las ciudades fueron devastadas, millones de personas murieron o fueron heridas, las
economías fueron desarticuladas. A ello se unió la falta de un proyecto multilateral de reconstrucción
en 1945.
Las muertes se incrementaron con los desplazamientos forzados de las poblaciones. En 1945-
47 Europa fue testigo de la migración de millones de personas, que de hecho se habían iniciado en
1940. Siguiendo la retirada de los nazis, millones de alemanes huyeron de las regiones que ocupaban
para evitar las represalias de las poblaciones locales: los alemanes del Volga, los Sudetes de
Checoslovaquia, la Silesia de Polonia, etc. Igual sucedió con rusos, bielorrusos, ucranianos, polacos,
etc. que retornaban a sus hogares o se apropiaban de las regiones despobladas por los alemanes.

Las consecuencias políticas. Las estructuras políticas de preguerra habían sido destruidas por
el conflicto. La contienda creó nuevas realidades sociales, como la resistencia.
En Europa occidental las viejas elites políticas fueron desplazadas siguiendo el avance de la
democracia. Los políticos surgidos de las resistencias, mayoritariamente de izquierdas, ocuparon
puestos clave. Los nuevos sistemas políticos emergentes se convirtieron en democracias sociales,
embriones de los Estados keynesianos.
En Europa del Este la influencia del Ejército Rojo fue determinante. Si bien tras la liberación
hubo un momento de pluralismo político, en 1945-47 se establecen los sistemas de las democracias
populares.

Planes para la posguerra. Desde 1941 las potencias aliadas empezaron a planificar el sistema
mundial de posguerra, mediante una serie de conferencias internacionales.
En Agosto de 1941 el británico Churchill y el norteamericano Roosevelt realizaron la primera,
en la que firmaron la Carta Atlántica.
La Conferencia de Casablanca (Enero 1943), entre Churchill y Roosevelt, planteó la
capitulación incondicional de Alemania.
Las Conferencias de Teherán (Noviembre 1943), Yalta (Febrero 1945) y Postdam (Julio 1945)
fueron importantes tanto por su contenido referente a la guerra mundial y la posguerra como al hecho
de que en ellas nació la política de bloques. En ellas se delimitaron las zonas de influencia soviética y
estadounidense, el destino de Alemania y las nuevas fronteras mundiales.
El 26 de Junio de 1945 en la Conferencia de San Francisco nació la Organización de las
Naciones Unidas (ONU). En su fundación 50 Estados establecieron una organización supranacional
basada en la preservación de la paz mundial, la defensa de los derechos humanos y el reconocimiento
de la igualdad de los pueblos.

48.10-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 49. La Segunda República española (1931-36) y la Guerra Civil (1936-39).

49.1- La instauración de la República.

Tras el final de la Dictadura de Primo de Rivera, con su dimisión en Enero de 1930, Alfonso
XIII intentó volver a la normalidad política de la Constitución de 1876. Sin embargo la monarquía
carecía de apoyos, pues los seguidores de los partidos turnistas de la Restauración se sintieron
maltratados por la dictadura y el rey. No estaban por tanto dispuestos a defender la vuelta a una
normalidad que consideraban imposible de recuperar.
En el verano de 1930 socialistas, republicanos y catalanistas firmaron el Pacto de San
Sebastián, que acordaba la creación de un gobierno republicano y la concesión de la autonomía
política a Cataluña. El ejército también estaba dividido entre defensores del orden monárquico y
defensores de una nueva república. La mayoría de los intelectuales apoyaban con entusiasmo la opción
republicana.
Los dos breves gobiernos monárquicos posteriores a la dictadura, dirigidos por los generales
Berenguer y Aznar, intentaron sin éxito calmar la situación. El general Aznar quería convocar
elecciones a cortes constituyentes, pero ante el malestar social convocó primero unas elecciones
municipales para sondear la situación, que se celebraron en Abril de 1931.
La casi totalidad de las candidaturas se agruparon en dos coaliciones: monárquicos y
republicanos. Las candidaturas monárquicas vencieron en las zonas rurales y pequeñas poblaciones,
donde era fácil manipular y coaccionar el voto. Los republicanos vencieron en todas las grandes
ciudades y capitales de provincia, donde era más difícil controlar el voto y por tanto los resultados
eran más reales.
Ante la evidencia de la situación y la falta de apoyos Alfonso XIII decidió exiliarse.
Inmediatamente se proclamó la Segunda República y se formó un gobierno provisional, integrado por
los firmantes del Pacto de San Sebastián. En Junio de 1931 se celebraron elecciones legislativas
constituyentes.
La instauración de la Segunda República llegó de forma inesperada, pues las elecciones eran
municipales, y pacífica, pues la monarquía carecía de apoyos tras su aceptación de la Dictadura de
primo de Rivera.

La Constitución de 1931. Las elecciones a Cortes Constituyentes de Junio fueron favorables a


la coalición republicano-socialista, mientras la derecha consiguió pocos diputados. La nueva
Constitución se aprobó en Diciembre de 1931 y contaba con grandes novedades:
• Reconocimiento de las libertades individuales, tales como expresión, prensa,
asociación, reunión, cátedra, etc.
• Establecimiento de una única Cámara parlamentaria.
• Reconocimiento del voto a las mujeres.
• Expropiación de las tierras por razones de utilidad social, a cambio de una
indemnización.
• Posibilidad de crear regiones autónomas y cooficialidad de sus lenguas
particulares con el castellano, lengua oficial de la república.
• Laicidad del Estado español, sin religión oficial, con libertad de culto y
conciencia, así como el derecho de recibir educación laica. Se proponía
eliminar en dos años el presupuesto del clero que el Estado pagaba a la
Iglesia. Se disolvía la Compañía de Jesús.
La Constitución recoge las ideas y reivindicaciones históricas de los partidos progresistas y de
las organizaciones sindicales.

El laicismo de la Constitución, que eliminaba los privilegios que la Iglesia había disfrutado
históricamente, fue el primer argumento de las derechas para oponerse a ella y reorganizarse a favor
del clericalismo. El otro argumento fue la expropiación de las tierras de los terratenientes,
especialmente aquellas que estuvieran infraexplotadas.
Los primeros gobiernos republicanos se encontraron con la oposición de la Iglesia y los
terratenientes, mientras los jornaleros y campesinos pobres presionaban por la solución de su situación
laboral.

49.2-El Bienio Progresista (1931-33).

El tiempo de las reformas. Los gobiernos republicanos de este periodo estuvieron integrados
por republicanos de izquierda, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos. Los republicanos
centristas, los regionalistas vascos, los carlistas, los católicos, los agrarios, etc. formaron la oposición.
El moderado Niceto Alcalá Zamora fue designado Presidente de la República, y el intelectual
progresista Manuel Azaña fue elegido Jefe del Gobierno.
Los deseos de lograr la modernización de la economía y sociedad españolas impulsaron la
creación de numerosas políticas reformistas.
• La reforma agraria. Su finalidad era aumentar la productividad de las tierras
repartiéndolas entre los jornaleros y pequeños campesinos, que así abandonarían la
pobreza.
• La reforma del ejército. Pretendía eliminar el exceso de oficiales para mejorar su
funcionamiento y fomentar la jubilación de los oficiales antirrepublicanos. Sin
embargo quienes se acogieron a ella fueron los oficiales republicanos, lo que dejó a
parte del ejército sin lealtad republicana.
• Los regionalismos. Un tema arrastrado desde el s. XIX que se intentó solucionar
reconociendo el derecho a la autonomía, siendo la primera la de Cataluña.
• La cuestión religiosa. Se pretendía crear un Estado laico y reducir la influencia social
de la Iglesia. Para ello se creó el matrimonio civil y el divorcio, se secularizaron los
cementerios y se suprimió la enseñanza religiosa.
Otras reformas estuvieron relacionadas con el proyecto general de mejorar las condiciones de
vida de la población, en especial las clases trabajadoras. Se aumentaron los salarios a fin de originar
una mayor demanda de productos y servicios que impulsaran la economía, lo que crearía trabajo
obrero y campesino. Se promulgaron leyes de protección del os trabajadores en los posibles conflictos
con los patronos. Se impulsaron la ciencia y la cultura con la creación de miles de escuelas y el apoyo
a las compañías itinerantes de teatro como la Barraca de Federico García Lorca.

Oposición al Bienio Progresista. El proyecto modernizador se encontró con la oposición de


las fuerzas políticas e instituciones contrarias a las reformas.
La jerarquía católica no aceptó la Constitución y fomentó la creación de partidos políticos
afines a sus intereses. El partido derechista más poderoso fue la Confederación Española de derechas
Autónomas (CEDA), liderada por José María Gil Robles. La CEDA defendía los privilegios
tradicionales de la Iglesia y se oponía a la reforma agraria, lo que atrajo a la Iglesia y a los
terratenientes.
Los sectores antirrepublicanos del ejército se opusieron a la reforma militar y a las demás
reformas. En Agosto de 1932 el general Sanjurjo encabezó un fracasado golpe de Estado que pretendía
liquidar la República, y que le condujo a la cárcel y al exilio. El fracaso del golpe de Sanjurjo hizo a
los militares conscientes de que necesitaban mayor planificación, así que en 1933 crearon la Unión
Militar Española, una organización clandestina antirrepublicana.
Pero los problemas no venían solo de las derechas. Campesinos y jornaleros protagonizaban
huelgas y exigían la reforma agraria ocupando las tierras sin esperar a que el gobierno procediera al
estudio y reparto de las tierras. Las fuerzas del orden debían reprimir los movimientos campesinos, lo
que restaba apoyos a los gobiernos. Los principales promotores de las protestas y huelgas campesinas
fueron los sindicatos anarquistas, muy importantes en las zonas latifundistas de Andalucía,
Extremadura y La Mancha, donde el anarquismo se adaptaba bien a un sistema de vida que impedía
mantener otro tipo de estructuras sindicales.
Los proyectos reformistas tuvieron en contra la difícil situación económica mundial de la Gran
Depresión, que iniciada en USA en 1929 llegó a Europa en 1930-31. El paro se disparó debido a que
muchos emigrantes tuvieron que regresar a España y al crecimiento demográfico.
Finalmente la debilidad gubernamental fue excesiva. Azaña dimitió en Septiembre de 1933 y
se convocaron elecciones para dos meses después.

49.3-El Gobierno Radical-Cedista (1934-35).

Los partidos más votados en las elecciones de Noviembre de 1933 fueron los partidos
republicanos centristas, sobre todo el Partido Radical, y a la CEDA. Ningún partido o coalición
electoral podía formar gobierno en solitario, por lo que se estableció un acuerdo de gobierno entre el
Partido Radical de Alejandro Lerroux y la CEDA de José María Gil Robles, que dieron lugar a los
gobiernos radical-cedistas.
Se paralizaron la mayor parte de las reformas emprendidas, y en la reforma agraria además se
estableció una contrarreforma, que empeoró las condiciones de vida de los jornaleros y campesinos
arrendatarios. El antirreformismo y el temor a que llegase a España un gobierno totalitario fascista
como en Alemania, Austria y e Italia, provocaron un aumento de los conflictos sociales, obreros y
agrarios, y de su violencia.
El momento más difícil fue Octubre de 1934, al coincidir en el tiempo la Revolución de
Octubre de la minería asturiana (que llegó a apoderarse de la provincia), la rebelión catalana para
salvaguardar su autonomía (declaración del Estado catalán dentro de la República Federal Española)
y varias insurrecciones obreras urbanas (Santander y Madrid principalmente). El gobierno radical-
cedista recurrió al ejército para controlar la situación mediante la represión, sobre todo en Asturias
donde los mineros tomaron los fuertes y polvorines, volaron los accesos a la provincia y se prepararon
para rechazar al ejército. La autonomía catalana fue suspendida y se emprendió la contrarreforma
agraria.
La causa de la caída de la coalición radical-cedista no fue la represión o la conflictividad
social, sino la corrupción política, que alcanzaba incluso a altos dirigentes del Partido Radical.
Particularmente bochornoso fue el caso del Estraperlo, en el que los empresarios extranjeros Strauss y
Pearl sobornaron a altos funcionarios e incluso ministros radicales para poder vender máquinas
tragaperras que de antemano se sabía que estaban trucadas. Tal repercusión tuvo este caso que incluso
creó una nueva palabra, el estraperlismo, que definía en general cualquier hecho delictivo pero más
concretamente el de contrabando o soborno.
Se hubieron de convocar nuevas elecciones para Febrero de 1936, que fueron polarizadas
como una confrontación entre izquierdas y derechas. Casi todos los partidos de izquierdas se
coaligaron en el Frente Popular. Por su parte las derechas fueron incapaces de unirse, y concurrieron
divididas entre la CEDA y el Bloque Nacional. Los republicanos centristas, muy desprestigiados por
los escándalos, fueron incapaces de coaligarse entre ellos y tampoco fueron aceptados por otras
candidaturas.

49.4-El Frente Popular (1936).

El Frente Popular ganó las lecciones con una campaña basada en la necesidad de continuar las
reformas de 1931 y una amnistía para los encarcelados por la Revolución de Octubre de 1934.
La situación era muy difícil. Por una parte los sindicatos anarquistas promovían ocupaciones
ilegales de tierras en Andalucía, Extremadura y La Mancha, pese a que se reinició la reforma agraria.
Por otro lado se temía que la derrota electoral de las derechas les impulsara a obtener el poder por la
fuerza de las armas.
La tensión social se reflejó en los choques violentos entre grupos armados de derechas
(Falange Española, JONS, etc.) e izquierdas (sindicatos anarquistas, PSOE, Comunistas, etc.), los
atentados personales hacia los líderes de ambos grupos, y los asaltos a centros religiosos por
considerar a la Iglesia como promotora del conservadurismo.

El golpe de Estado. Desde principios de Marzo empezó a organizarse un golpe militar


coordinado por el General Emilio Mola, del que también formaban parte el General Queipo de Llano
(el de más edad del ejército español), el General Sanjurjo (que volvería del exilio al estallar el golpe),
José Antonio Primo de Rivera (hijo del General Miguel Primo de Rivera y creador de Falange
Española) y el General Francisco Franco. Los preparativos y la dirección del golpe estuvieron en sus
manos, ayudados por grupos armados de las organizaciones derechistas: falangistas, carlistas,
monárquicos, CEDA, etc.
Lo que se pensó un golpe rápido y fácil fracasó como tal. Sin embargo los rebeldes
controlaban aproximadamente un tercio del país, lo que les animó a transformar un golpe de Estado en
una guerra civil que duraría tres años, destruiría las infraestructuras del país, mataría a cientos de miles
de civiles y avocaría a otros al exilio.

49.5-La Guerra Civil (1936-39).

El golpe ya estaba preparado cuando el 12 de Julio de 1936 José Calvo Sotelo, líder de un
partido de extrema derecha, fue asesinado por dos Guardias de Asalto en represalia por el asesinato de
un oficial del mismo cuerpo a manos de derechistas.
El 17 de Julio la guarnición de Melilla se sublevó, siendo seguida el 18 de Julio por todas las
demás guarniciones. La sublevación fracasó en las principales ciudades peninsulares debido a la
movilización de las milicias populares, que lograron detenerlas en Madrid, Barcelona, Valencia o
Bilbao. La rebelión triunfó en Canarias, África, Galicia, Castilla-León, Navarra, Norte de
Extremadura, y el curso bajo del río Guadalquivir (Córdoba, Sevilla, Cádiz). Por el contrario los
republicanos mantuvieron Asturias (salvo Oviedo), Cantabria, País Vasco, Sur de Extremadura,
Castilla- La Mancha, Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid, y casi toda
Andalucía.
Los republicanos disponían de casi todas las zonas industriales, importantes zonas agrícolas,
casi toda la Armada y la Aviación pues los propios soldados de ambas fuerzas militares ejecutaron a
sus oficiales golpistas. Los sublevados, que tomaron el nombre de nacionales, contaban con las zonas
agrícolas y ganaderas más importantes, todo el Ejército de Tierra y la Legión.
Los nacionales contaron con el apoyo militar y económico de la Alemania Nazi y la Italia
Fascista, así como con 190 mil combatientes extranjeros (marroquíes, italianos, y aunque menos
también alemanes). Los republicanos tuvieron menos apoyos internacionales porque las democracias
europeas optaron por la no intervención, inmersas como estaban en la política de apaciguamiento
hacia Hitler; por el contrario fue apoyada por la Unión Soviética, lo que acrecentó el poder del Partido
Comunista dentro de la República. Los combatientes extranjeros en el bando republicano fueron las
Brigadas Internacionales (67 mil voluntarios europeos y americanos) y 5200 soviéticos.

Fases de la guerra.
El fracaso de la toma de Madrid. El primer objetivo de los nacionales era la conquista de
Madrid a fin de reivindicar la legitimidad de la nación. Sobre la capital debían confluir los dos sectores
rebeldes: el ejército del Norte del General Mola y el ejército del Sur del General Franco. Para ello el
ejército del Sur hubo de atravesar el Estrecho de Gibraltar, conquistar el Sur de Extremadura y liberar
el Alcázar de Toledo, donde los nacionales de la zona resistían un duro asedio. En Octubre de 1936
ambos ejércitos sitiaron Madrid pero no pudieron vencer a las milicias republicanas apoyadas por las
Brigadas internacionales.
La Campaña del Norte. En 1937 casi todos los combates importantes se localizaron en el
Norte. El asedio de los nacionales sobre Bilbao duró varios meses, pues se creó una línea defensiva
muy consistente. Los nacionales contaron con el apoyo de la aviación alemana (la unidad llamada
Legión Cóndor), que bombardeó no solo objetivos militares sino también civiles (la ciudad de
Guernica) para desanimar a la población. En Junio de 1937 los nacionales tomaron la ciudad, y pocos
meses después cayeron Asturias y Cantabria. Los republicanos lanzaron dos ofensivas sobre los
alrededores de Madrid y Zaragoza, tanto para avanzar en dichas zonas como para que los nacionales
tuvieran que retirar tropas del Norte, pero no se cumplió ninguno de los objetivos y el Norte cayó. Al
mismo tiempo en el Sur los nacionales avanzaron sobre el centro de Andalucía.
La Campaña del Este. La pérdida de las industrias del Norte fue un golpe para los
republicanos y una sustancial ganancia para los nacionales. El General Franco decidió a comienzos de
1938 dirigir las operaciones bélicas hacia Teruel, a fin de dividir el territorio republicano en dos:
Cataluña y el resto de la República. En Abril los nacionales alcanzaron el Mediterráneo. Los
republicanos querían impedir que este avance siguiera hasta Valencia o Barcelona, así que
concentraron sus fuerzas en frenar la ofensiva. La respuesta republicana fue la Batalla del Ebro (fines
de 1938), en la que se concentraron las tropas republicanas de Cataluña para desbordar el frente
nacional, recuperar el territorio perdido y conectar con el resto de la República. La Batalla del Ebro
fue la más dura y larga de la guerra, pues duró cuatro meses y murieron 60 mil republicanos y 30 mil
nacionales. El resultado fue que la República perdió sus tropas catalanas sin que los nacionales
perdieran territorio o sufrieran desgaste. La nueva ofensiva nacional sobre Cataluña a comienzos de
1939 apenas encontró oposición, mientras los soldados republicanos y población civil huían por la
frontera francesa hacia el exilio.
El presidente republicano Negrín intenta mantener la resistencia con su maltrecho ejército,
esperanzado en que estalle la guerra entre el Eje (Alemania, Italia) y las democracias europeas (Gran
Bretaña, Francia). Una vez comience dicho conflicto la alianza de Franco con Hitler y Mussolini lo
convertiría en enemigo de las democracias europeas, que para derribarle apoyarían a la Segunda
República. Sin embargo perdida toda esperanza de ganar la guerra o negociar una paz que incluyera el
respeto a los vencidos, el Coronel Segismundo Casado encabeza un golpe de Estado contra el gobierno
republicano y rinde la República el día 1 de Abril de 1939. La victoria de los nacionales se debió a su
mejor organización y mayor apoyo extranjero, mientras que el bando republicano no supo aprovechar
las ventajas iniciales y gastó mucho tiempo y recursos en enfrentamientos internos, tanto políticos
como armados.
En los últimos meses de la guerra se exiliaron por la frontera francesa unos 400 mil españoles:
soldados republicanos, militantes políticos y civiles que temían la represión indiscriminada. Gran parte
de los intelectuales, científicos, profesores, escritores y artistas que colaboraron con la República o no
se opusieron a ella se exiliaron. Debido a los enfrentamientos bélicos, el hambre y las enfermedades
provocadas por la guerra murieron medio millón de personas. Pero a los muertos hay que sumar los
desaparecidos, encarcelados por delitos políticos, y exiliados, que quizá sumaban otro medio millón.
Se puede por tanto afirmar que en la guerra o por causa de la persecución política España perdió un
millón de habitantes.

La movilización popular. El golpe de Estado de 1936 se diferenció de los pronunciamientos


militares de los siglos XIX y XX, pues amplios sectores sociales se movilizaron en defensa del orden
constituido, lo que provocó el fracaso de la sublevación en numerosas ciudades y regiones.
Sindicalistas, anarquistas y militantes de los partidos republicanos lograron apoderarse del armamento
de los cuarteles y enfrentarse a los sublevados en los primeros momentos, para luego constituirse en
diferentes milicias armadas según su ideología. Las clases populares consideraban la República como
un logro histórico, que debían defender para mantener las mejoras sociales, laborales y económicas
conseguidas. Los militares sublevados y sus partidarios fueron tachados de fascistas, y por tanto
contrarios a las libertades individuales y públicas de la Constitución de 1931.

La represión violenta. Durante 1936 hubo en el bando republicano una fuerte represión de las
milicias contra los partidarios nacionales, sin que el gobierno pudiera impedirlo o controlarlo. Fueron
asesinados religiosos, propietarios, políticos derechistas (como José Antonio Primo de Rivera), etc.
muchos de ellos cuando ya habían sido encarcelados. En 1937 el gobierno logró imponer el orden
judicial en casi todo su territorio, lo que no hizo desaparecer el problema pero sí lo disminuyó.
En la zona nacional la represión fue igualmente brutal pese al fuerte control policial y militar
existente. Los fusilamientos y asesinatos de militantes o simpatizantes republicanos se sucedieron no
solo al inicio de la guerra sino durante toda la contienda, siguiendo el avance de la conquista.
La diferencia entre ambas represiones es que las milicias atacaban como una especie de
desagravio hacia quienes les habían sometido en el s. XIX-XX y el esfuerzo que hizo el gobierno
republicano por controlarla. Mientras en el bando nacional la represión alcanzaba a cualquiera que
hubiera mostrado desde el inicio de la República algún apoyo hacia la misma o cualquiera de sus
políticas, siendo el gobierno consciente de tal fenómeno y apoyándolo a través de las corporaciones
locales del partido único la FET-JONS.

Organización Política. Los gobiernos republicanos fueron gobiernos de concentración,


integrados por la mayoría de las fuerzas políticas y sindicales de izquierdas, incluidos los anarquistas.
Su problema principal fue que junto al ejército republicano existían diferentes milicias: CNT-
FAI (anarquistas), PCE (estalinistas), POUM (trotskistas), PSOE, etc. Esta división impedía establecer
una organización eficaz verdaderamente militar, por cuanto cada milicia solo respondía ante su
partido. Las milicias se convirtieron en un instrumento de enfrentamiento político: los anarquistas
tomaron el poder en Cataluña y empezaron una revolución, las milicias del PCE masacraron a las del
POUM por diferencias ideológicas, el PCE utilizó sus milicias para aumentar su poder controlando las
ayudas militares y alimentos llegados de la Unión Soviética. Hubo muchos intentos, alguno de
destacados líderes republicanos, para que las milicias se disolvieran y pasaran sus efectivos y
armamento al ejército republicano, pero todos fracasaron.
El otro gran problema republicano fue el orden público, por una parte la represión de las
derechas, que finalmente fue controlada, pero por otro estaba la revolución social. Diferentes fuerzas
políticas utilizaron sus milicias para hacerse con el control de zonas industriales y agrícolas, a fin de
repartir las tierras entre los campesinos y colectivizar las industrias. El gobierno republicano se
esforzó por intentar que se aplazara la revolución social hasta que se ganara la guerra, cosa que no
consiguió y se contentó con intentar que ello no afectara al funcionamiento del sistema productivo.
Las colectivizaciones se sucedieron, aunque no siempre fueron aceptadas por el conjunto de la
población ni controladas por el gobierno.
En el bando nacional no se dieron estos problemas porque todas las actividades fueron
militarizadas y no se toleraba la disidencia. El principio de autoridad estaba muy arraigado en las
derechas, por lo que no hubo problemas cuando se prohibió a todos los partidos la formación de
milicias propias y se estableció el reclutamiento obligatorio. En Abril de 1937 se creó un partido único
llamado Falange Española Tradicionalista de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, que
integraba las principales fuerzas derechistas: Falange (José Antonio Primo de Rivera), Tradicionalistas
(carlistas), monárquicos (alfonsinos), JONS (Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma, totalitarios),
CEDA.
Al empezar el golpe la autoridad política recaía por igual en varios militares y políticos que
habían organizado la sublevación. Tras iniciarse el golpe de Estado el General Sanjurjo murió en el
vuelo que le traía a España desde su exilio portugués. Al poco tiempo el General Mola también
fallecía en el frente Norte. José Antonio Primo de Rivera cayó prisionero de la República y poco
después fue asesinado. Entonces el General Franco consiguió que el resto de generales, con las
reticencias del General Casares Quiroga, le nombrara Generalísimo de los Ejércitos. Sin embargo en la
publicación oficial los partidarios de Franco lograron que se eliminara la frase Mientras dure la
guerra, lo que convirtió un cargo temporal en permanente ya que todas las fuerzas militares le
obedecerían. Franco consiguió convertirse entonces en Jefe del Estado y Presidente del Gobierno del
bando nacional, para luego proclamarse Caudillo de España.
En las regiones sublevadas fue abolida la legislación social, laboral y política republicana, así
como las medidas laicizadoras. La Iglesia, opuesta al liberalismo y al secularismo republicano, se
convirtió en aliada fundamental del bando nacional, por cuanto proporcionó una cobertura nacional-
catolicista que convirtió la guerra civil en una Cruzada, comparable a la Reconquista.

49.6-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 50. La Revolución Rusa y la Unión Soviética.

50.1- La Revolución Rusa.

La revolución de 1905. Se puede considerar que el proceso revolucionario en Rusia se divide


en 1905-17, la revolución burguesa, y la revolución de 1917, socialista.
El imperialismo ruso consiguió controlar un inmenso territorio terrestre y unificado, pero con
tensiones nacionalistas y separatistas como en gran parte de Asia o los países bálticos. Rusia buscaba
salidas permanentes al mar, lo que la hacía chocar en Asia con Japón y en Europa con los Imperios
Centrales por sus intentos de extenderse por los Balcanes y los estrechos del Mar Negro.
La economía era fundamentalmente agrícola y feudal, pese a que en 1861 se produjo la
liberación de los siervos de la gleba. La industrialización llegó de manos del Estado para abastecerse
en sectores estratégicos como minería, transportes e industria bélica. Sin embargo fue un proceso
limitado a unas pocas áreas fundamentalmente en Europa.
En 1904 el imperialismo ruso choca con el japonés en China y el Pacífico. La Guerra Ruso-
japonesa (1905) fue un desastre para Rusia, la primera vez que una potencia occidental era vencida por
un país no europeo. La derrota provoca una crisis política que fuerza el debilitamiento del
absolutismo, propicia el ascenso de la burguesía liberal y permite la creación de la Duma. Mediante un
proceso de reformas liberales debería crearse una democracia parlamentaria, ya fuera como monarquía
constitucional o como república.
Para los marxistas la revolución de 1905 fue una revolución burguesa que no cuajó por no
convertir la Duma en una asamblea constituyente. Tuvo sin embargo la virtud de contar con una
amplia participación obrera, lo que la hace precedente de la revolución de 1917.

Las fuerzas presentes. La nobleza continúa teniendo un importante papel social y político,
aunque se encuentra en declive a favor de la burguesía.
La burguesía liberal es la fuerza económica dominante, apoyada por la nobleza terrateniente,
los profesionales liberales y la intelligentsia (grupos intelectuales revolucionarios). Dominan la vida
política desde 1890 controlando los zemstvos, grupos de representación territorial y profesional.
Contra ellos se dirigen las huelgas y revueltas campesinas. En 1896 el zemstvo de Moscú pide a
Nicolás II una constitución liberal, y su negativa provocó la convocatoria del primer Congreso
Nacional. Tras la derrota de 1905 toman la iniciativa y desde el Congreso Nacional convocan una
asamblea constituyente. Son los únicos con capacidad para fundar partidos de estilo occidental, como
la Unión de la Liberación que es el precedente del KD (principal partido liberal).
Los obreros proletarios son un grupo reciente en la sociedad rusa. Lo forman los siervos
liberados en 1861 que emigraron para trabajar en la naciente industria rusa. Es un grupo inestable y
cada vez más radicalizado hacia el comunismo y el anarquismo. Sus reivindicaciones sindicales son
sostenidas mediante la huelga e incluso la fuerza. Sin embargo los partidos revolucionarios apenas
influyen en ellos.
Los campesinos son la clase más empobrecida, sobre todo tras la liberación de los siervos en
1861 por los abusos de los privilegiados. Son muy radicales, tendiendo al anarquismo, ya que
controlan la tierra que es la fuente de alimentos. Tras la liberación de los siervos en 1861 se permite a
los campesinos rescatar la tierra que trabajan, sin embargo carecen de los capitales necesarios. Hay sin
embargo una clase media campesina que sí rescata sus tierras y las de otros para quedárselas,
formando la burguesía rural de los kulaks.
Los estudiantes son también un sector nuevo. Una minoría ilustrada y activa políticamente
pues se opone al régimen, dispuesta a la acción directa en actuaciones violentas concretas. Se nutren
sobre todo de los obreros especializados, que estudian por la necesidad industrial de obreros
cualificados, por lo que comparten las inquietudes de los obreros.
En 1904 Rusia vive una crisis económica generalizada (agricultura e industria), que alimenta
el descontento con el régimen tras la derrota de 1905 ante Japón.

50.2-Las revoluciones burguesas.

La Revolución de 1905. La derrota ante Japón en 1905 provoca una crisis social sin
precedentes. El KD pide una asamblea constituyente que elabore una constitución liberal. Las huelgas
se suceden en San Petersburgo, Sebastopol, Odessa e incluso en las Fuerzas Armadas, como el
acorazado Potemkim. La burguesía quiere el poder para adoptar medidas liberales que finalicen la
crisis.
El proceso revolucionario empieza en Enero (el Domingo Sangriento) cuando una
manifestación popular pacífica es exterminada cuando, dirigida por el pope Gapón, pretende llegar
hasta el zar y entregarle un manifiesto. En Octubre la huelga se generaliza. Los liberales se convencen
de que el régimen no cederá, deben tomar el poder por la fuerza. EL KD imita la Revolución Francesa
y convoca una Duma como asamblea constituyente e imponer al zar sus exigencias.
Sin embargo no se atacó al zar, se creía en su benevolencia. Además la constitución que
deseaban era de estilo prusiano. El rey tendría amplios poderes gubernamentales, incluyendo el control
militar o la aprobación de las leyes de la Duma. El paladín de esta situación fue Sergei Vite, quien
fuera primer ministro del zar.

Entre revoluciones (1906-1917). En 1906 la situación social se ha calmado bastante, por lo


que el zar quiere recuperar sus poderes absolutos. Sergei Vite maniobra para recortar las competencias
de la Duma y suspender la constitución recién aprobada. El zar utiliza su derecho de veto para
paralizar la legislación de la Duma. Ante las dificultades la Duma decide disolverse como protesta por
no conseguir sus reivindicaciones.
Se crea una nueva Duma más débil que la anterior, en manos de Petr Stoplipin un hombre del
zar. Se pretende una apariencia de liberalidad para evitar las revueltas.
La industrialización prosigue, el proletariado aumenta y se radicaliza. Las malas condiciones
de vida les convierten en agentes revolucionarios. Aparecen las primeras disensiones, los
mencheviques creen que un partido de cuadros ilustrados debe guiar la revolución, mientras los
bolcheviques apuestan por un partido de masas con gran capacidad de acción.
En 1914 empieza la Primera Guerra Mundial, un duro golpe para el socialismo mundial ya que
es internacionalista. La revolución burguesa habría fracasado en Rusia, pero el peligro de la
radicalización obrera les empuja junto al zar, aunque éste aboliera la constitución. La oleada
nacionalista del comienzo de la guerra también se siente en Rusia, disminuyendo los ímpetus
revolucionarios. Solo comunistas y anarquistas siguen preparando su despertar revolucionario.
Las continuas derrotas, la sangría en vidas, la crisis económica por el bloqueo turco y la falta
de comercio, etc. empujan a la población nuevamente hacia los revolucionarios, que se han estado
preparando para la ocasión. La oposición crece hasta llegar a alcanzar al propio ejército.

50.3-La Revolución de 1917.

Pese a su complejidad se caracteriza por haber sido un proceso muy rápido, de unos ocho
meses. Al principio los dirigentes políticos fueron de procedencia heterogénea pues no era una
revolución marxista, se hizo marxista cuando los bolcheviques controlaron el poder.
Los revolucionarios no querían intervenir en una guerra imperialista dirigida por las
burguesías nacionales de cada bando y en la que eran obligados a luchar. El poder durante la
revolución lo toman los soviets, agrupaciones locales autogestionadas por una democracia directa.
Aunque al principio no pueden gobernar siempre tuvieron el control de la calle.
En esta revolución no toma parte la burguesía, por lo que se crea un doble poder: el gobierno
provisional y los soviets. Lenin promueve que todo el poder recaiga en los soviets para terminar con la
bicefalia y acelerar la revolución, merced a la superación de la anarquía de los primeros momentos.
Sus prioridades incluyen el control de la industria y la agricultura mediante un reparto de tierras.

La revolución de Febrero. La revolución comienza en Febrero de 1917 en San Petersburgo con


una huelga obrera contra el gobierno liberal. La ola revolucionaria tiene tal fuerza que toma el Palacio
de Invierno y abole la monarquía zarista.
La Duma está controlada por los liberales con Miliákov y Gúchkov a la cabeza, son el
gobierno legítimo tras la caída del zar. Pretenden mantener los compromisos internacionales de
continuar la guerra, ganarla y, una vez pasado el peligro interior, proteger la democracia. Sin embargo
durante los dos meses que se mantiene esta Duma carece de todo poder.
La vida de San Petersburgo la organizan los soviets, dueños del poder de la calle y quienes
toman las decisiones políticas.

El gobierno de los mencheviques. Se forma un gobierno provisional dominado por los


mencheviques y presidido por Alexander Kerenski. El nuevo gobierno pretende continuar la guerra
para evitar la intervención de las potencias occidentales y fortalecer la democracia recién adquirida.
Los mencheviques eran partidarios de una revolución gradual a través de pequeñas concesiones
espaciadas en el tiempo, para no alterar la estructura social ni inquietar al resto de países.
Sin embargo el gobierno de Kerenski carece de fuerza militar y su pretensión de continuar la
guerra le granjea el odio de los soviets. Los mencheviques son incapaces de hacer funcionar la
democracia parlamentaria durante los cuatro meses que dura su gobierno.

La derecha de Kornílov y los kadetes. El caos impera en el verano de 1917. La Duma y el


gobierno de Kerenski se enfrentan por el poder, pero en realidad ninguno puede imponerse a los
soviets.
Se inicia la contrarrevolución cuando el partido derechista KD (o kadetes) de Kornílov
consigue la mayoría en la Duma. Desde la Duma Kornílov torpedea las políticas de Kerenski y
pretende someter a los soviets a su autoridad para controlar la calle. Desde Agosto se crea un vacío de
poder mientras el Ejército en el frente no sabe a quién obedecer.

La revolución de Octubre. Para cerrar el frente del Este los alemanes facilitan el viaje de Lenin
de Suiza a Rusia, a fin de dirigir la revolución y firmar la paz. Tras su llegada a Petrogrado (San
Petersburgo) se pone al frente de la revolución y reclama todo el poder para los soviets, incluyendo la
supresión de la Duma y la Presidencia. Los bolcheviques se organizan y el 5 de Octubre toman por la
fuerza todas las instituciones oficiales, el pueblo toma el poder revolucionario.

50.4-La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas 1918-1953.


La República Soviética de Rusia (1918-22) y la Guerra Civil (1918-21). La crisis económica
sacude todos los sectores. La industria está paralizada, los mercados desabastecidos, no se recogen las
cosechas y los productos rurales no llegan a las ciudades. La inflación crece sin freno y los transportes
no funcionan.
En Marzo de 1918 Rusia y Alemania firman el Tratado de Brest-Litovsk, muy perjudicial para
Rusia. Rusia se retiraba de la Primera Guerra Mundial y se creaba una zona de seguridad para
Alemania con la independencia de Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Las cesiones territoriales no
importaban a Lenin pues cuando la revolución se generalizase las nacionalidades no importarían.
Pero esto no significa la llegada de la paz. Los sectores derechistas del país se reagruparon y
formaron los Ejércitos Blancos, iniciando una guerra civil contra los Rojos (bolcheviques). Los
Blancos son apoyados por las potencias aliadas para frenar el comunismo y reabrir el frente del Este
con Alemania. Sin embargo la ayuda que pueden proporcionar es escasa debido a que casi todos sus
efectivos están implicados en la Guerra Mundial y la lejanía.
En un primer momento los bolcheviques solo controlan la zona de Petrogrado, pero su avance
será imparable. Ante la amenaza de desintegración del poder recién conquistado Lenin empieza una
campaña de terror para controlar el Estado y depurar las instituciones. El partido se declara partido
único, se suprime todo lo que no sea bolchevique en los soviets, el partido controla los soviets y
empieza la persecución de los enemigos de la clase obrera. El partido controla el Estado y la sociedad.
En realidad se improvisa el socialismo ya que no hay experiencias previas del mismo.

El Comunismo de guerra. Lenin era consciente de que era peligroso plantear el socialismo
mientras no hubiera revolución en la Europa industrial, pero en 1918 no puede esperar más ya que se
necesita estabilidad. Se nacionaliza el Estado y se crea el Soviet Supremo, órgano legislativo del
nuevo Estado. Se nacionaliza y planifica toda la economía, desde la producción hasta el consumo.
Para ganar la guerra civil se requisan las cosechas, lo que provoca que los campesinos
protesten dejando de producir. Nace un mercado negro de productos agrícolas entre campesinos y el
resto de ciudadanos. Se crea el sovjós o granja estatal, donde la tierra y los medios de producción
pertenecen al Estado y los campesinos son contratados. Sin embargo la aspiración ancestral de los
campesinos es la propiedad de la tierra, por lo que se crean granjas donde la propiedad de la tierra
corresponde a toda la comunidad campesina local. La agricultura es el sector más difícil de
nacionalizar.
Se estabiliza la industria con el fin de que funcione bajo control directo de los obreros. Sus
productos son necesarios para enfrentar la guerra civil y comerciar con los campesinos.
La guerra civil no se puede ganar sin ejército, y el ejército zarista está descompuesto,
desorganizado o se ha unido a los Ejércitos Blancos. Se encarga a Trostki la creación del Ejército Rojo
mediante la unificación y adiestramiento de las milicias populares y la absorción de elementos del
ejército zarista (controlados por los comisarios políticos). El ejército se confunde con el Estado y la
sociedad se militariza, haciéndolo muy eficaz.
Cuatro Ejércitos Blancos luchan contra el Ejército Rojo y reclaman la legitimidad de heredar
el gobierno de los zares. Sin embargo ninguno de ellos tiene fuerza para imponerse a los demás con lo
que están desunidos. En 1920 los Ejércitos Blancos son derrotados, y tras la toma de Moscú el resto de
la guerra se reduce a escaramuzas que el Ejército Rojo vence sin problemas. Al acabar la guerra civil
en 1921 el poder está centralizado en un partido que domina el Estado y un Ejército que domina la
sociedad civil.
Apenas queda burguesía en el país debido a los exilios y las purgas. La nivelación social fue
impuesta a la sociedad mediante el terror. Además la abolición de la propiedad privada no ofrece nada
a los posibles inversores.
Trostki defiende que la victoria final de la revolución depende de su capacidad para
expandirse al mundo entero. Si la revolución queda anclada en parte del mundo nunca tendrá fuerza
para imponerse.

La NEP (1921-29). Tras la guerra civil el partido se abre a la sociedad para difundir la
ideología comunista. Stalin es el encargado de esta labor, que realiza de forma ritual como la religión
ortodoxa.
El principal problema es la crisis económica, revitalizar la industria y la agricultura. El
socialismo se sigue improvisando como la estatalización y nacionalización de la economía. Se suprime
el dinero, se organiza el trabajo, se cambian los productos industriales por agrícolas, lo que es
insuficiente por la escasez de las cosechas y la negativa campesina a entregarlas. Se debe recurrir a
requisar cosechas con lo que aparece un mercado negro.
Obreros y campesinos se hacen cargo de la gestión económica de las empresas. Los soviets
controlan la vida política del país. En 1921 sin embargo se produce una revuelta menchevique en
Kronshtadt. El centralismo del partido pretende evitar las disidencias que lo dividirían y frenarían la
revolución.
Para solucionar la crisis se crea una nueva política económica: la NEP. Consistía en aplicar en
Rusia una economía capitalista de forma temporal, para no pasar del feudalismo al socialismo sin
haber pasado por el capitalismo. Se permite el libre mercado para los excedentes de cereales previo
suministro al Estado. Se recupera la moneda como forma de intercambio mercantil. Se permite el
pequeño comercio y la pequeña industria privada.
En 1922 la República Soviética de Rusia y otras creadas tras la guerra civil se convierten
formalmente en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Los años de 1921-22 son de carestía y hambre, con muchos muertos. En 1924-27 la economía
se recupera hasta niveles prerrevolucionarios. En 1928-29 la situación sigue siendo difícil por la falta
de capitales para la industria.
Lenin muere en 1924, siendo sucedido por Stalin, secretario general del partido comunista.
Desde un puesto en principio burocrático y poco importante, Stalin atrajo competencias y poderes
hasta convertirse en el líder indiscutido. Stalin acentúa el centralismo político al imponer que los
cargos públicos sean elegidos por él y no por votación.
Trostki propone la nacionalización, estatalización y planificación de la economía. Las tierras
serían confiscadas por el Estado para colectivizarlas y procurar la acumulación de capitales. Bajo estas
premisas se crea en 1927 el primer plan quinquenal.
Por su parte Bujarin pretende aplicar la economía de mercado a la revolución, pero controlada
por los soviets, sobre todo rurales. Cree necesario invertir en la industria pero según las necesidades
campesinas, para conseguir un desarrollo autónomo. En definitiva supone aplicar el modelo occidental
de revolución industrial.

La era de Stalin (1925-53). Hacia 1929 queda claro que la NEP no funciona como se planeó.
Stalin recupera el comunismo de guerra, pero ahora la sociedad está controlada y la disidencia puede
ser purgada sin dificultad. Comienzan las colectivizaciones masivas del campo mediante la creación
de koljoses. El koljós o granja colectiva, en la que la comunidad campesina local es la dueña de los
medios de producción pero la tierra pertenece al Estado. Se nacionalizan todas las empresas y se
planifica la economía.
El partido y el Estado son lo bastante fuertes para imponer esta política, gracias a lo cual la
tasa de crecimiento se recupera a ritmo acelerado. El partido se convierte en una máquina de gobierno
que acaba con las disidencias en la sociedad y dentro del propio partido. Se reclutan militantes para
comprometer a la población con el proyecto del partido y controlar la sociedad civil.
Desde su posición de poder, Stalin explota la antipatía hacia Trostki, considerado como un
intelectual poco apto para gobernar. Stalin se sirve de la burocracia para fortalecer el partido y el
Estado, creando así una clase social privilegiada: la nomenklatura. La lógica interna lleva a la
dictadura personal y militar de Stalin y la dictadura del partido sobre la sociedad.
Se inicia la tesis del desarrollo del socialismo en un solo país, la isla soviética, que supone el
cierre de la economía y la autarquía. El consumo se controla mediante los planes quinquenales y se
aumenta mediante el consumo interno, sobre todo de bienes de equipo. La maquinaria burocrática
(Estado-partido), realiza todos los planes obviando las dificultades y aplastando a los disidentes. Se
depura masivamente a la disidencia, pero solo se hacen juicios públicos (tras meticulosa tortura) a los
altos cargos eliminados por orden de Stalin. Particularmente virulentas fueron en 1936-39, sobre todo
entre altos cargos militares, y que solo sirvieron para descabezar al Ejército Rojo justo antes de la
Segunda Guerra Mundial.
El desarrollo económico se fundamenta en los bienes de equipo y el desarrollo de la industria
militar. Siguiendo la oleada dominante en la época la sociedad se militariza en espera de la guerra.
Stalin y Hitler firman un pacto de no agresión y reparto de Europa Oriental por el cual la URSS ocupa
los países bálticos y la mitad de Polonia. No es hasta 1941 cuando la URSS entra en la Segunda
Guerra Mundial contra Alemania, tras el ataque sorpresa alemán llamado Operación Barbarroja. La
inicial facilidad con la que los alemanes invaden el territorio soviético en Europa, ocupando un tercio
de la población y de la industria, no afecta a Stalin debido a su poderosa maquinaria represiva. La
URSS consigue estabilizar el frente y luego avanzar, aunque con grandes pérdidas para ambos bandos.
La guerra afianza a Stalin en el poder y le permite extender la revolución por Europa Oriental,
creando regímenes comunistas en los países liberados. La creación de nuevos países comunistas
consigue romper el aislamiento internacional de la URSS y conforma una poderosa zona de influencia
soviética en Europa, reforzada en Asia con la creación de la República Popular China en 1949.
Comienza así la Guerra Fría con los aliados.
Poco tiempo después la URSS consigue desarrollar sus propias bombas atómicas, con lo que
nace la política de disuasión entre los aliados y el bando soviético. Stalin muere en 1953 finalizando
una época de terror, pero con un crecimiento económico espectacular que hizo de la URSS la segunda
potencia económica, política y militar del mundo.

50.5-La Unión Soviética en 1953-91.

Kruschev (1953-64). La muerte de Stalin inició una lucha por el poder entre dos facciones
igualmente comunistas. La inmovilista dirigida por Beria pretendía mantener el estalinismo como
modelo de sistema comunista. La segunda dirigida por Kruschev pretendía mantener el comunismo
pero desvincularse de los métodos de terror estalinistas. Kruschev obtuvo el poder utilizando los
métodos propios de Stalin, asesinando a Beria.
En 1956 el 20 Congreso del PCUS supuso la confirmación de Kruschev como secretario
general y el apoyo a su política. Se produce la condena del estalinismo y de sus métodos de terror, así
como el reconocimiento de sus crímenes. Se inicia la desestalinización de la política, con el
acercamiento a la coexistencia pacífica con Occidente, de la sociedad, al aligerar la dictadura, y de la
economía, al redirigir la planificación para aumentar el bienestar de la población.
Kruschev denuncia los privilegios de la nomenklatura e intenta una desburocratización para
reducir el inmovilismo estatal, pero todas sus reformas son gestionadas por la propia nomenklatura,
que las paraliza. Se inicia la rehabilitación de los antiguos comunistas purgados como disidentes.
La desestalinización molestó profundamente a la China comunista de Mao, que rompió
relaciones con la URSS. Se convirtió desde ese momento en un poderoso rival ideológico para la
URSS, como expresión de que había diferentes vías al comunismo. Además China se convirtió en la
principal financiadora de guerras de liberación comunistas, ganando esferas de influencia en Asia.
En Europa Kruschev hubo de enfrentar problemas cuando Hungría y Polonia intentaron
liberarse de la dirección soviética. La URSS no podía permitir perder su zona de influencia en Europa
así que invadió ambos países e impuso su dominio.
La desestalinización permitió que salieran a la luz reivindicaciones de diferentes grupos. Las
empresas pidieran la autogestión para corregir los excesos de la planificación centralista y poder
atender las demandas sociales. Las bases comunistas desean aumentar su participación política frente a
los dirigentes del partido. Las diferentes repúblicas quieren obtener autonomía respecto de Moscú.

El gobierno de la gerontocracia (1964-85). Finalmente la nomenklatura decidió que Kruschev


había debilitado la posición internacional de la URSS y había permitido que se cuestionase al partido
dentro del país. En adelante un grupo de personajes de la nomenklatura, con larga carrera política,
ocupó los principales puestos de gobierno: la gerontocracia. Este grupo gobernó el régimen comunista
como una dictadura de partido incapaz de evolucionar.
En 1964 Kruschev fue obligado a dimitir en la persona de Breznev, asistido por su compañero
Kosiguin. En la política interior volvieron las purgas, aunque basadas menos en la sangre y más en el
distanciamiento. En política internacional se establece la soberanía limitada para los países comunistas
europeos, como mostró la intervención en Checoslovaquia, se recrudece la guerra fría y no se
soluciona el problema ideológico con China. La sociedad se paraliza y deja de avanzar.
Breznev muere en 1982, siendo sustituido por Yuri Andropov, antiguo jefe de la KGB. La
limitación autoimpuesta de continuar los planteamientos de la gerontocracia chocó con la realidad. Se
iniciaron numerosas reformas que con el tiempo terminarían en la descomposición del socialismo,
puesto que dichas reformas fueron creadas cuando la situación ya era insalvable.
Andropov muere en 1984, siendo sustituido por Chernenko. Expresaba una vez más el
inmovilismo de la gerontocracia. Sin embargo su avanzada edad, su mala salud y las presiones que
soportó precipitaron su muerte en 1985.

Gorbachov (1985-91). Accede al poder Gorbachov en 198, teniendo que hacer frente al
enfrentamiento interno entre tres corrientes: la inmovilista de la nomenklatura, la reformista y quienes
querían sustituir el comunismo por el capitalismo. Gorvachov pretende reformar el comunismo para
mantener su esencia y librarle de la clase privilegiada, la nomenkletura.
Una crisis económica afecta a la URSS pues el sistema se ha estancado. La industria está
obsoleta, la agricultura no puede abastecer a la población, los servicios públicos son incapaces de
atender a la población, etc. Además la voluntad de la nomenklatura de competir militarmente con USA
obliga al país a destinar mucho presupuesto a gastos militares.
El mercado es muy estrecho así que se liberaliza mediante la perestroika (apertura). Se intenta
rentabilizar las empresas estatales mediante la autogestión y autofinanciación. Se crean empresas
dedicadas a la fabricación de bienes de consumo y de servicios que tengan beneficios privados. Se
hace una reforma agraria que permite acceder a la propiedad de la tierra y comercializar los
excedentes.
La liberalización de la opinión pública se conoce como glasnost (transparencia) permite a las
disidencias expresar sus opiniones. Nacen oposiciones internas y oposiciones nacionalistas en las
diferentes repúblicas de la URSS, que quieren recuperar su identidad nacional.
En 1989 cae el Muro de Berlín y en 1989-91 desaparecen los regímenes comunistas de
Europa, bien por movimientos pacíficos (Checoslovaquia, Hungría, Polonia) bien por revoluciones
más o menos violentas (como Rumania). Tras unas elecciones semidemocráticas en 1989, en las que
ganaron los candidatos nacionalistas, el partido comunista se fue deshaciendo en diferentes grupos.
Los nacionalistas tienen cada vez más independencia, los inmovilistas y los reformistas se oponen al
fin de la URSS.
En este panorama convulso los inmovilistas dieron un golpe de Estado en 1991 para
mantenerse en el poder y frenar la desintegración. Sin embargo las movilizaciones populares
nacionalistas lo hicieron fracasar y a fines de 1991 Gorbachov, último presidente de la URSS,
reconoció su disolución en quince repúblicas independientes.

Tras la URSS: la CEI. El fracaso del golpe de Estado inmovilista de 1991 supuso el golpe de
gracia a la Unión Soviética y precipitó su desintegración. No obstante los países recién nacidos
mantienen una serie de relaciones políticas, sociales y económicas fruto de un pasado común que se
formalizan en la creación de la CEI (Comunidad de Estados Independientes). Salvo las repúblicas
bálticas todas las demás se adhirieron a la CEI.
Sin embargo nacieron nuevos conflictos armados entre los países debido a reivindicaciones
territoriales. Especialmente fuertes fueron y siguen siendo en la zona del Cáucaso, entre Rusia,
Georgia, Armenia y Azerbaiyán y por los secesionismos de territorios de esos países: Chechenia de
Rusia, Ingusetia de Rusia, Osetia del Sur de Georgia, Abjasia de Georgia, etc.

50.6-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 51. La Guerra Fría. La ONU.

51.1- El origen de la Guerra Fría y el sistema bipolar.


Concepto. Se entiende por guerra fría una situación de tensión continua que se mantiene
desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta el colapso del bloque soviético en 1989-91.
Enfrenta primero a las dos superpotencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, para luego
extenderse a sus respectivos aliados hasta configurar dos bloques, el Capitalista y el Comunista o
Soviético, opuestos en sus sistemas políticos, económicos y sociales. Al margen de los bloques se
configuró un grupo de países, casi todos del Tercer Mundo, autoproclamados No Alineados pues
intentaban mantenerse al margen. Sin embargo el neutralismo puro no existió, los países acabaron
teniendo mejores relaciones con alguno de los bloques.
Conscientes del desastre que supuso la Segunda Guerra Mundial, ninguno de los bloques
deseaba precipitar la tercera, tanto más cuanto ambos contaban con armas nucleares. Por ello siempre
se evitó la confrontación generalizada, los casos de tensión bélica se resolvieron mediante conflictos
localizados en lugares lejanos a los centros de ambos bloques. Se iniciaron estrategias de acoso
mediante amenaza militar, convencional y nuclear, confrontación ideológica y guerra económica.
Alteró el tejido social, económico y político del mundo, que hubo de amoldarse al conflicto
inexistente pero siempre potencialmente presente. Alteró la psicología colectiva de los pueblos,
atemorizados por el miedo permanente a la guerra nuclear y el odio al enemigo.

Fases. Siguiendo una cronología clásica se distinguen tres etapas en la evolución de la guerra
fría.
 Máxima tensión (1945-53). Debido al establecimiento de las estructuras de ambos
bloques, el monopolio nuclear de Estados Unidos y el poder absoluto de Stalin en el bloque
soviético. Sus dos escenarios principales fueron la Crisis de Berlín (1947) y la Guerra de
Corea (1950-53).
 Coexistencia pacífica (1953-77). La muerte de Stalin, la construcción del arsenal
nuclear soviético y la subida al poder de Eisenhower en Estados Unidos abren cauces de
negociación entre ambos bloques. Sin embargo se dan los momentos de mayor tensión
militar con la Crisis de los misiles cubanos (1962) y la Guerra de Vietnam (1962-75).
 Rebrote (1977-91). La subida de Reagan al poder en Estados Unidos inició un nuevo
rebrote belicista, sobre todo económico, que obligó a la Unión Soviética a comprometer
enormes contingentes de dinero y recursos que no poseía. El desgaste soviético provocó el
malestar de la población, y la subida al poder de Gorbachov en 1985 inició unas reformas
que, lejos de arreglar el problema, permitieron que se hablara libremente y la población se
organizara.

Implicaciones socioculturales. Para sostener a los gobiernos afines se recurría a la presión


política, ayuda militar, asistencia técnica, subvenciones económicas, el golpe de Estado y finalmente
la intervención militar.
La política bipolar tuvo su reflejo en la política interior de los países de ambos bandos. Las
disidencias eran reprimidas o marginadas. La unión Soviética evitó que se establecieran vías
nacionales hacia el socialismo, que podrían debilitar su influencia, a costa de la represión militar de
las revueltas. En Estados Unidos la Caza de brujas del senador McCarthy fue ejemplo paradigmático
de la persecución, el Partido Comunista Italiano nunca alcanzó el poder pese a tener unos resultados
que lo avalaban.
La situación de alarma permanente provocó que la exportación de armamento fuera un negocio
importante en los países capitalistas, mientras que en los comunistas el beneficio era disimulado por la
naturaleza redistributiva del régimen. Los países pobres fueron los principales perjudicados, pues el
gasto social era desviado a la compra de armamento para las guerras entre ellos, dentro de la
adscripción más o menos formal hacia uno de los bloques.
En el ámbito del pensamiento y la cultura la disidencia o reinterpretación también era
perseguida, por ser una infiltración alentada por el bloque contrario. Sin embargo muchas veces los
perseguidos eran totalmente ajenos al juego del sistema bipolar, pero ya habían sido señalados. En el
bloque capitalista los movimientos pacifistas y ecologistas, opuestos a la energía nuclear, eran vistos
como agentes soviéticos. En el bloque soviético ocurría lo mismo con los movimientos por los
derechos civiles, como la Carta 77 (1968).

51.2-La Máxima Tensión (1945-53).

La psicología de la desconfianza. Sin solución de continuidad la Guerra Fría se encadenó con


el fin de la Segunda Guerra Mundial, pues se demostró que la cooperación posbélica entre los
vencedores era imposible. La base ideológica fue la psicología de la desconfianza entre Estados
Unidos y la Unión Soviética, pues ambos lideraban dos bloques políticos, económicos y sociales
antagónicos, coaligados provisionalmente para destruir el peligro que el Eje era para ambos. Sin
embargo era evidente que antes o después ambos colisionarían, por lo que nacieron términos como
contención (doctrina Truman, detener la expansión soviética) o el campo antiimperialista (detener el
imperialismo capitalista).
Para los soviéticos el espíritu de la Guerra Fría entroncaba con la psicología del acoso que
procedía de la revolución de Octubre de 1917, cuando los países occidentales les aislaron tras un
cordón sanitario y apoyaron a los ejércitos blancos. La llegada de Stalin instrumentalizó el acoso
exterior en beneficio del poder absoluto de Stalin. Pese a que Stalin renunció a la revolución mundial
en favor de la isla soviética (o socialismo en un solo país, por el que la revolución se expandiría por
adhesión de los países a la Unión Soviética), los occidentales siguieron desconfiando de los soviéticos.
A ello se unía la tradición secular, del Imperio zarista, de intervención rusa en la zona del Danubio y
los Balcanes. Al empezar la Guerra fría los soviéticos heredaron esta memoria histórica.
Para los Estados Unidos tras la guerra Europa estaba militarmente debilitada, económicamente
exhausta y políticamente dividida. Era improbable que pudieran resistir al Ejército Rojo, que pese a
sus pérdidas durante la guerra constaba de millones de soldados y ocupaba Europa Oriental. Además
el prestigio de los partidos comunistas en países como Francia o Italia, que podían actuar como quinta
columna soviética, resultaba el comienzo de una Europa roja sometida a la Unión Soviética. Fuera de
Europa, sobre todo en Asia, el desplome de los imperios coloniales podía conducir a un vacío de poder
aprovechable por los soviéticos. Ello pondría en peligro la existencia de un mercado mundial
organizado y estable, que Estados Unidos necesitaba para alimentar su economía.

Principales crisis. La coalición aliada se rompió en 1945-47 por la desconfianza entre ambos
bloques, a la que contribuyó el apoyo soviético a los partidos comunistas de los países que ocupaba
para que tomaran el poder y destruyeran cualquier oposición.
En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, soviéticos y británicos ocuparon Irán para
frenar las ofensivas del Eje: nazi del Áfrika Korps por el Oeste si lograba vencer en Egipto (fracasó) y
japonesa por el Este si lograba vencer en la India (fracasó), e impedir que los nazis ocuparan un rico
país petrolífero. Aunque ambos se comprometieron a retirarse al acabar la guerra intentaron obtener
ventajas de la ocupación. Irán era una plataforma para influir en el Próximo Oriente, además de ser
muy rico en petróleo. Los soviéticos potenciaron el partido comunista iraní, exacerbaron el
separatismo de las regiones del norte ye exigieron presencia en la explotación petrolífera. Los
británicos controlaron el gobierno iraní, incapaz de controlar el país. La fuerza soviética aumentaba
cada día, por lo que Estados Unidos intervino y ambos se retiraron.
En Grecia la Segunda Guerra Mundial dejó una guerra civil entre partisanos comunistas,
apoyados por Yugoslavia y la Unión Soviética, y monárquicos, apoyados por Gran Bretaña. Hasta
1947 la influencia comunista crecía por todo el país y su triunfo parecía cuestión de tiempo. Sin
embargo el apoyo económico y militar de Estados Unidos y los enfrentamientos entre partidarios del
comunismo nacional y prosoviéticos inclinó la balanza hacia los monárquicos. Grecia era muy
estratégica, pues permitiría controlar Turquía, los estrechos del Bósforo y los Dardanelos y todo el
mediterráneo Oriental.
Irán y Grecia confirmaron a Estados Unidos la debilidad europea frente al poderío soviético.

La Crisis de Berlín (1947-49). Según los acuerdos de Yalta y Postdam, Alemania sería
ocupada militarmente por los aliados dividida en cuatro zonas, para Estados Unidos, la Unión
Soviética, Gran Bretaña y Francia. La ciudad de Berlín, insertada en la zona soviética, también sería
dividida en cuatro zonas de ocupación. Una Comisión de Control Aliado coordinaría la ocupación, a la
vez que se mantenía la unidad económica para el pago de las reparaciones de guerra.
Una vez completada la desnazificación estaba prevista la organización de un nuevo Estado
alemán democrático. Sin embargo los soviéticos fueron organizando políticamente su zona, mientras
los Estados Unidos y Gran Bretaña hacían lo propio con las suyas pero en conjunto, los franceses
recelaban frente a la prevista reunificación alemana después de haberse enfrentado en tres guerras en
menos de cien años.
En 1947 británicos y estadounidenses integraron económicamente sus zonas, con la oposición
francesa y soviética. En Febrero de 1948 la Conferencia de Londres, integrada por Gran Bretaña,
Estados Unidos, Francia y el Benelux, decidió la creación de un Estado alemán, llamado República
Federal Alemana, y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. En Junio de 1948 se integraron
política y económicamente las zonas británica, francesa y estadounidense. La respuesta soviética fue el
bloqueo de la ciudad de Berlín, que duró hasta Octubre de 1949, a fin de forzar la salida occidental de
la capital alemana. Fue difícil, pero Berlín occidental fue abastecido por un increíble puente aéreo que
mostró la capacidad logística de Estados Unidos.
En Mayo de 1949 se aprobó la Ley Fundamental, texto constitucional de la República Federal
Alemana. En respuesta los soviéticos proclamaron la República Democrática Alemana en Octubre de
1949. Desde ese momento Alemania quedó dividida en dos Estados hasta su reunificación en 1990-91,
tras el colapso comunista.

Consolidación de los bloques. Tras la crisis de Berlín los países de los bloques caminaron
hacia la integración económica y política, respaldada por un sistema militar y de alianzas.
El bloque occidental se basó en el Plan Marshall, la OTAN, los tratados regionales y los
acuerdos bilaterales. El Plan Marshall (1948-52) era un sistema de ayuda económica para reconstruir
Europa occidental, a fin de alejarla del comunismo. Aseguró el liderazgo de Estados Unidos, facilitó la
expansión de su propia economía y favoreció los procesos de integración europea. La Alianza del
Tratado Atlántico Norte (OTAN) es una alianza de apoyo militar de todos en caso de conflicto de uno
o más de sus miembros. Nació en 1949 formada pro USA, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Italia,
Benelux, Portugal, Noruega, Dinamarca e Islandia. Después se integraron Grecia y Turquía (1952, la
República Federal Alemana (1954) y España (1981). Los tratados regionales reproducían la estructura
de la OTAN en otras zonas: Pacto de Río de Janeiro (América Latina, 1947), Tratado de Asia del
Sudeste (1954, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas, Tailandia, Pakistán), Pacto de Bagdad (1955,
Turquía, Iraq, Irán, Pakistán). Los acuerdos bilaterales completaban el sistema militar: Corea del Sur
(1953), Taiwán (1954) y Japón (1961). Este sistema permitió a Estados Unidos instalar bases militares
por todo el mundo, que le permitían controlarlas principales rutas marítimas internacionales, a cambio
de ayuda militar, económica y técnica, que reafirmaban su liderazgo.
El bloque soviético se constituyó en una estructura similar, partiendo de la inferioridad
económica y militar soviética en esta primera fase de la Guerra Fría. El Consejo de Ayuda Económica
Mutua (CAME o COMECOM) era un sistema de integración económica nacido en 1949, para
coordinar las políticas de planificación y la asistencia técnica mutua. Lo formaban la Unión Soviética,
Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumania, Albania y la República Democrática Alemana.
Posteriormente se unieron Mongolia y Cuba, mientras Albania se retiró. El Pacto de Varsovia era la
alianza militar del bloque comunista, nacida en 1955 y formada por la Unión Soviética y los países de
Europa Oriental, salvo Yugoslavia. En 1968 Albania se retiró.

La Guerra de Corea (1950-53). La derrota de Japón significó la división del país por el
paralelo 38: al norte los soviéticos, al sur los estadounidenses. Pese a que los aliados pretendían la
reunificación, la Guerra Fría provocó la creación de dos Estados antagónicos. El triunfo comunista en
China en 1949 añadió un nuevo refuerzo a Corea del Norte.
En Junio de 1950 el ejército norcoreano, adiestrado y pertrechado pro los soviéticos, invadió
Corea del Sur. El 7 de Julio de 1950, aprovechando que la Unión Soviética estaba ausente como
protesta por no reconocer a la República Popular China, el Consejo de Seguridad de la ONU autoriza a
Estados Unidos a liderar una fuerza internacional en apoyo de Corea del Sur. Era el primer intento de
expansión del comunismo chino apoyado por la URSS. Según la teoría del dominó, la caída de Corea
conllevaría una cadena de conquistas por el este asiático.
La primera fase de la guerra fue un imparable avance norcoreano, del que solo se salvó la
región de Pusan. El desembarco de las tropas de la ONU, al mando del General MacArthur, obligó a
los norcoreanos a replegarse más allá de su frontera. Sin embargo el avance norteamericano fue
detenido por un contraataque chino, que no permitiría la caída del régimen norcoreano. El frente se
estabilizó en Noviembre de 1951más o menos en la frontera original, y se mantuvo hasta el armisticio
de 1953, que consagró la división de Corea en dos Estados. Estados Unidos reforzó a sus aliados en
Asia, modernizó Japón y apoyó militarmente a Taiwán.

51.3-La Coexistencia Pacífica (1953-77).

Causas de la coexistencia pacífica. Estados Unidos y la Unión Soviética tomaron conciencia


de que era preciso convivir con el enemigo, evitando que los conflictos llevaran a una guerra nuclear.
Estados Unidos había perdido el monopolio nuclear en 1949 cuando la Unión Soviética desarrolló sus
primeras bombas, por lo que el miedo a la guerra era real y se agravaba con la cada vez mayor
capacidad destructiva de los ingenios nucleares.
Cada avance del enemigo era respondido con un esfuerzo por ganar ventaja. En 1952 Estados
Unidos logró crear la bomba de hidrógeno. En 1957 la Unión Soviética puso en órbita el primer
satélite artificial (Sputnik), lo que provocó el miedo a un ataque desde el espacio. En 1959 Estados
Unidos creó los submarinos nucleares, dotados de misiles Polaris, ante los que era difícil defenderse
por su movilidad.
Estados Unidos y al Unión Soviética poseían poder suficiente como destruir el planeta entero
varias veces si estallaba el conflicto. Además nuevos países construyeron armamento nuclear: Gran
Bretaña, Francia, China, Israel, India, Pakistán. Ambos bloques comprendieron la necesidad de crear
foros internacionales que regularan la cuestión nuclear, por lo que crearon las Conferencias
Internacionales de Limitación de Armamentos.
El cambio de liderazgo en los bloques supuso el respaldo a la coexistencia pacífica. Kruschev
en la Unión Soviética y Eisenhower en Estados Unidos fueron los adalides de la coexistencia pacífica,
al diseñar políticas que sustituyeran la respuesta nuclear.
La disciplina de los bloques fue cuestionada desde mediados de los años 50. En el bloque
soviético las revueltas de Polonia (1956), Hungría (1956) y la Primavera de Praga (1968) mostraron
las dificultades de mantener cohesionado el bloque. Particularmente sangrante en el prestigio
internacional fue la necesidad de invadir militarmente Hungría para obligarla a regresar a la ortodoxia
del bloque, pues las presiones políticas y secretas no fueron suficiente. En el bloque occidental la
recuperación económica hizo a Europa menos dependiente. El caso más avanzado fue la Francia de De
Gaulle, que creó un arsenal nuclear propio y abandonó la OTAN en 1965-66.
Aunque China no formaba parte del Pacto de Varsovia, sus vinculaciones políticas, militares,
económicas y técnicas con la Unión Soviética fueron muy estrechas hasta la muerte de Stalin (1953).
La nueva política soviética alejó a ambos colosos hasta la ruptura definitiva en 1965. Desde entonces
China fue el principal referente de muchos movimientos de liberación del Tercer Mundo, lo que
debilitó la posición internacional de la Unión Soviética.
La aparición de nuevos países debida a la descolonización de Asia y África provocó el
cuestionamiento de la estructura bipolar del mundo. Nació así el movimiento de países No Alineados
en la Conferencia de Bandung (1955) y la Conferencia de Belgrado (1961).
Surgieron conflictos regionales que, aunque relacionados con la Guerra Fría, escapaban a su
dinámica y amenazaban el orden existente. El mejor ejemplo es el conflicto árabe-israelí. Estados
Unidos y la Unión Soviética establecieron un acuerdo de resolución de estos conflictos.

Principales crisis. La coexistencia pacífica tuvo la peculiaridad de que se desarrolló en una


dialéctica de enfrentamientos localizados, que pudieron desembocar en la temida guerra nuclear, y
negociaciones, para conjurar el peligro nuclear.
La crisis del Canal de Suez (1956) llegó cuando Egipto nacionalizó el canal, en detrimento de
Francia y Gran Bretaña, para conseguir fondos con los que construir la presa de Asuán. La invasión
franco-británica fue obligada a retirarse por la acción conjunta de USA y URSS, lo que les permitió
controlar Oriente Próximo en detrimento de las antiguas potencias coloniales.
La Segunda Crisis de Berlín (1958-61) estalló cuando la Unión Soviética reclamó para Berlín
el estatuto de ciudad libre, en un intento de frenar la sangría migratoria de profesionales por esta
ciudad hacia la República Federal Alemana. La crisis culminó con la construcción del Muro de Berlín
en Agosto de 1961, que rodeaba la parte berlinesa perteneciente a la RFA.
La Crisis de los Misiles Cubanos (1962) fue sin lugar a dudas la gran crisis de toda la Guerra
Fría. En Abril de 1961 un ejército de exiliados cubanos entrenado y armado por la CIA desembarcó en
Bahía Cochinos para derrocar a Fidel Castro, pero fueron repelidos por el ejército cubano ante la
pasividad de las fuerzas aéreas de USA, que debían cubrirles con bombardeos. En Julio de 1962 Cuba
autorizó la instalación de bases de misiles nucleares soviéticos, que apuntaban a Estados Unidos. La
respuesta de Estados unidos fue el bloqueo naval militar de la isla y la amenaza de invasión o
bombardeos. La tensión fue en aumento hasta que la Unión Soviética aceptó retirar sus misiles a
cambio de que se respetara la integridad territorial de Cuba.
En 1963 se instaló el teléfono rojo entre Washington y Moscú. Era un sistema de
comunicación directa entre los líderes de ambos países para negociar en momentos de crisis.

Negociaciones entre superpotencias. La coexistencia pacífica cristalizó en acuerdos entre los


bloques, a fin de aumentar la colaboración económica y técnica, así como desactivar la carrera
armamentística, sobre todo nuclear. El Tratado de Moscú (1963) prohibió las explosiones nucleares en
la atmósfera. El Tratado de No Proliferación Nuclear (1968) trataba de impedir que nuevos países
consiguieran armas atómicas. Los acuerdos SALT trataban de reducir el arsenal nuclear estratégico.
En 1969 Willy Brandt se convirtió en canciller de la República Federal Alemana, empezando
una política de apertura hacia el Este denominada Ostpolitik. Cristalizó en varios tratados: Unión
Soviética (Agosto 1970), Polonia (Diciembre 1970), República Democrática Alemana (Diciembre
1972, reconocimiento mutuo), Checoslovaquia (Diciembre 1973).

La Guerra de Vietnam (1962-75). Indochina había sido ocupada por los japoneses en la
Segunda Guerra Mundial. Tras su derrota el vacío de poder fue ocupado por el Vietminh, movimiento
comunista liderado por Ho Chi Mihn, que proclamó la República Popular de Vietnam en el norte del
país. El sur, ocupado por los británicos, regresó a Francia como potencia colonial, que intentó
recuperar el norte en la Guerra de Indochina (1946-54), hasta que fue derrotada en la Batalla de Dien
Bien Phu (1954). La derrota francesa significó la división de Indochina en tres Estados: Vietnam,
Camboya y Laos, y la división de Vietnam en dos zonas por el paralelo 17, hasta que unas inmediatas
elecciones libres unificaran el país.
Estados Unidos no estaba dispuesto a tolerar un régimen comunista en Vietnam, así que
diseñó una estrategia para sustituir a Francia como potencial colonial. En primer lugar derrocó al
monarca vietnamita del sur y lo sustituyó por un católico manejable, lo que enemistó al gobierno del
sur con la mayoritaria población budista. El sur se negó a celebrar las elecciones, pues se consideraba
inevitable la victoria de Ho Chi Minh dada su popularidad. En Octubre de 1955 se proclamó la
República de Vietnam del Sur.
Vietnam del Norte inició una política de infiltración en el sur, creando en Diciembre de 1960
el Frente de Liberación de Vietnam del Sur o Vietcong. La respuesta de Estados Unidos fue crear en
Enero de 1962 su primer mando militar en la zona y obligar a ocho millones de campesinos a
agruparse en 7 mil aldeas estratégicas. El derrocamiento final del monarca católico permitió el ascenso
de la cúpula militar, que instauró una dictadura militar.
En Agosto de 1964 el Senado de USA otorgó plenos poderes en Vietnam al presidente
Johnson. La implicación de USA creció en volumen e intensidad: bombardeos a Vietnam del Norte,
guerra química, dislocación de la sociedad, etc. En 1965 las operaciones alcanzaron Camboya y Laos,
a fin de cortar las rutas de suministros del Vietcong. En 1968 había 500 mil soldados de USA en
Vietnam, pero la consolidación del Vietcong era incontestable, como demostró la Ofensiva del Tet
(Enero 1968) y la creación del gobierno revolucionario provisional de Vietnam del Sur.
La incapacidad de ganar la guerra y la oposición creciente en su propio país obligaron a
Estados Unidos a replantear la estrategia desde 1968. Se redujo paulatinamente el contingente militar,
se incrementaron los bombardeos aéreos y se aceptó la posibilidad de la negociación. La conferencia
sobre Vietnam en París en Febrero y Marzo de 1973 sentó las bases del fin del conflicto, cuando era
un hecho el acercamiento entre Estados Unidos y la República Popular China, que fue aceptada en la
ONU en 1971.
El fin de la intervención militar de Estados Unidos decidió el desenlace de la guerra. La
cúpula militar survietnamita intentó resistir militarmente todo lo que pudo, pero finalmente el Sur cayó
en Abril de 1975. Pocos meses después la guerra acabó también en Camboya y Laos. Estados Unidos
sufrió la mayor derrota militar de su historia.

51.4- Rebrote (1977-91).

Causas del rebrote. La Guerra de Vietnam debilitó la posición de Estados Unidos,


cuestionándose su hegemonía dentro del bloque occidental y siendo condenada su actuación por los
países No Alienados. En el interior la derrota se interpretó como un síntoma de la decadencia del país.
Su liderazgo económico también sufrió, pues una recesión mundial fue provocada por la crisis
monetaria desde 1971 y la Crisis del petróleo (1973, aumento repentino y sostenido del precio del
petróleo), justo cuando Japón y la Comunidad Económica Europea surgían como serios competidores.
Por el contrario la Unión Soviética salió reforzada de Vietnam, pese a que su apoyo fue menor
al prestado por China. El desorden económico capitalista fruto de la crisis petrolífera alimentó el
optimismo de los líderes soviéticos. En este ambiente la cúpula soviética decidió tomar la delantera en
la confrontación entre bloques.

Desarrollo. La estrategia soviética se basó en conseguir la hegemonía militar, incrementando


la carrera armamentística, sobre todo nuclear. En 1977 los soviéticos desplegaron en su territorio
misiles con un alcance de 5 mil km dotados de tres cabezas nucleares. Al mismo tiempo incrementó su
presencia en el Tercer Mundo: Etiopía, Angola, Mozambique, y la más importante en Afganistán
(1979-89).
La intervención militar en Afganistán (1979-89) fue muy similar a la de Estados Unidos en
Vietnam, tanto por sus medios como por sus efectos. Se justificó la invasión en la solidaridad
comunista por la petición de ayuda de un gobierno aliado, incapaz de controlar las guerrillas
opositoras. El conflicto se desarrolló durante diez años a base de una compleja guerra civil, pues al
contrario que en Vietnam el territorio afgano estaba dividido entre los señores de la guerra,
pertenecientes a alguna de las múltiples etnias del país. La Unión Soviética utilizó la estrategia del
terror contra la insurgencia, atacando a civiles y cometiendo actos criminales. La estrategia afgana
consistió en la guerrilla: apoyo civil, conocimiento del terreno, emboscada, ataques a suministros y
unidades aisladas, etc. El fracaso continuado del ejército soviético, con el consiguiente sacrifico de
hombres y recursos, provocó su desprestigio internacional. Finalmente la Unión Soviética decidió
retirarse de Afganistán en 1989 y reconocer su derrota, lo que tuvo graves consecuencias internas.
Precisamente la guerra fue uno de los motivos del recambio político de Gorbachov desde 1985.
Por parte norteamericana el rebrote fue protagonizado por Ronald Reagan, que ganó las
elecciones de 1981 con un programa de rearme psicológico, económico y militar. Su objetivo último
era superar las secuelas de Vietnam y restablecer la hegemonía de Estados Unidos en el mundo. En
1981-86 el gasto militar se incrementó drásticamente, no solo para el rearme antedicho sino también
para obligar a la Unión Soviética a hacer lo mismo, comprometiendo gran cantidad de los recursos de
la economía soviética cuando ésta empezaba a dar síntomas de parálisis. El programa estrella fue la
Iniciativa de Defensa Estratégica, conocida como Guerra de las Galaxias, consistente en una red de
satélites para detectar ataques (vigilantes y detectores) y neutralizarlos (lásers y electromagnéticos).
Era un escudo espacial que protegería a los Estados Unidos de los misiles soviéticos.
Pese al aumento de la tensión no se dañó excesivamente el espíritu de la coexistencia pacífica,
pues se siguieron realizando conferencias internacionales de control de armamento.

51.5-El Fin de la Guerra Fría (1989-91).


La subida al poder de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética en 1985 fue un punto de
inflexión en la Guerra Fría. Inició una serie de reformas internas para mantener la esencia del
comunismo y librarle de la clase privilegiada, la nomenkletura. El mercado es muy estrecho así que se
liberaliza mediante la perestroika (apertura). Se intenta rentabilizar las empresas estatales mediante la
autogestión y autofinanciación. Se crean empresas dedicadas a la fabricación de bienes de consumo y
de servicios que tengan beneficios privados. Se hace una reforma agraria que permite acceder a la
propiedad de la tierra y comercializar los excedentes. La liberalización de la opinión pública se conoce
como glasnost (transparencia) permite a las disidencias expresar sus opiniones. Nacen oposiciones
internas y oposiciones nacionalistas en las diferentes repúblicas de la URSS, que quieren recuperar su
identidad nacional.
Tanto la Unión Soviética como Estados Unidos daban señales inequívocas de agotamiento. La
Unión soviética pasó del optimismo a la conciencia de bloqueo del sistema, sobre todo en economía.
Estados Unidos pasó de la expansión económica de Reagan al déficit presupuestario y de la balanza de
pagos. Poco a poco la normalización entre Estados Unidos y la Unión Soviética fue un hecho. La
nueva estrategia soviética se basó en el abandono progresivo del Tercer Mundo y la normalización de
relaciones con China en Mayo de 1989. En este ambiente de diálogo se lograron establecer acuerdos
sólidos como el Tratado de Washington (1987, también llamado Opción Cero), que desmantelaba los
misiles nucleares en suelo europeo.
La Guerra Fría tocaba a su fin, sobre todo con la desintegración del bloque soviético en 1989-
91. El Muro de Berlín fue derribado el 9 de Noviembre de 1989 por una auténtica insurrección popular
incruenta, que también acabó con el sistema de la República Democrática de Alemania y su servicio
secreto, la Stasi (servicio de inteligencia, policía política y auténtico Estado dentro del Estado).
Finalmente la RDA fue desmantelada y su territorio se reunificó con la República Federal Alemana en
1990. El control soviético sobre los países del Este se disolvió aceleradamente, sobre todo en Polonia,
Checoslovaquia y Hungría. En 1991 se extinguió el Pacto de Varsovia.
El fin de la Guerra Fría no es solo fruto del desplome del sistema soviético, hubo otros
ingredientes. El sistema de confrontación bipolar ya no correspondía con muchos conflictos regionales
tercermundistas que escapaban a la lógica de la Guerra Fría, aunque estuviesen relacionados con ella.
Económicamente ya no se podía asumir el coste de la carrera armamentística y nuclear, pues si antes
había sido un empuje del crecimiento ahora amenazaba con bloquear las economías. Pero el elemento
fundamental fue el cambio de mentalidad, al crecer al pacifismo y el antimilitarismo en ambos
bloques.

51.6-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 52. La Descolonización de Asia y África.

52.1- El camino de la descolonización.

La crisis de las metrópolis. Una de las principales razones de la carrera imperialista era la
necesidad de buscar mercados para los excedentes de mercancías y capitales europeos. Pero en la
época de entreguerras esta situación cambió, empobreciendo las economías coloniales, especializadas
en el monocultivo. Se quebró la relación entre metrópolis industrializadas y colonias productoras de
materias primas. En consecuencia se redujeron los presupuestos que mantenían las administraciones
coloniales, que en algunos casos incluso fueron traspasadas a funcionarios autóctonos.
Al mismo tiempo el desarrollo social y político tanto de los países europeos como de las
colonias incrementó el coste político del colonialismo. Surgió la necesidad de organizar una
burocracia moderna y un aparato represivo que permitiera controlar las ansias independentistas.
Además la creciente participación en la vida política de la población de las metrópolis hizo que su
opinión controlara las decisiones de los gobiernos que poseían imperios coloniales.
Las ideologías de liberación nacional. La expansión colonial provocó, no siempre de forma
consciente para las metrópolis, una transformación de las sociedades dominadas. Las elites locales,
con las que tuvieron que pactar los agentes imperiales, fueron cambiando su naturaleza de propietarios
agrarios por la de burguesía comercial y administrativa. En todas las colonias empezaron a formarse
poderosos movimientos de liberación nacional. Las transformaciones del Tercer Mundo son obra de
minorías ilustradas, generalmente educadas en las metrópolis, que actuaron en el seno de sociedades
atrasadas e iletradas. Las ideologías anticoloniales toman diversas formas, debiendo combinar de
modo eficaz tradición y modernidad.
En algunos casos la emancipación se fundamente en la defensa y recuperación de los valores
propios de la cultura autóctona, ya sea la negritud (Senghor), el panafricanismo, el panislamismo, o la
civilización hindú.
También fueron muy influyentes las ideas anticoloniales europeas nacidas desde la II
Internacional, difundidas por los partidos comunistas desde la revolución bolchevique. Las posiciones
anticoloniales de las III Internacional (el Komintern) animaron la creación de partidos comunistas muy
influyentes, como el de Indonesia (1920) o el de Indochina liderado por Ho Chi Mihn. De hecho los
movimientos que triunfaron antes de 1960 no estaban inspirados por ideologías tradicionales, aunque
tuvieron que buscar apoyo en sociedades analfabetas, tradicionales y anticoloniales.
Pese a ello predominaban las ideas occidentales, liberales, socialistas, nacionalistas, etc. como
también eran occidentales los métodos utilizados: medios de comunicación, campañas de masas,
socialización de valores políticos. La mayoría de los líderes descolonizadores fueron formados en los
valores occidentales en universidades europeas. De vuelta a su patria redescubrieron los valores
culturales de su civilización y formaron con ellos la base de sus movimientos políticos. Gandhi y
Nerhu (hindúes) se formaron en universidades inglesas, Senghor (líder de la negritud) en francesas,
Nkrumah (panafricanista) en universidades de Estados Unidos.

Consecuencias de la guerra. La Segunda Guerra Mundial fue decisiva al debilitar a las


potencias coloniales y aislarlas de sus colonias. La oportunidad fue aprovechada por ejemplo en
Indonesia e Indochina.
La ocupación japonesa de estas colonias tuvo gran influencia, ya que alentó las aspiraciones de
independencia de los territorios ocupados. Las metrópolis pedían a las colonias un esfuerzo de lealtad
y apoyo bélico para vencer a las potencias del Eje, pero no fueron pocos los líderes autóctonos que
cuestionaban los beneficios que la victoria Aliada tendría para sus pueblos. En la India el líder
nacionalista Chandra Bousse llegó a organizar un Ejército Nacional Hindú, que combatió junto a los
japoneses en su intento de invadir la India, convencido de que podría expulsar a los británicos. En
1943 se celebró en Tokio la Asamblea de las grandes naciones del Asia Oriental, con la que los
japoneses pretendían justificar sus intereses expansionistas entroncándolos con el anticolonialismo de
los territorios que había ocupado.
La guerra demostró mediante hechos que las potencias coloniales no eran invencibles. Lo que
más afectó a los colonialistas fue comprobar que los Estados blancos podían ser derrotados. Además la
guerra fue una escuela de formación de guerrillas contra los ocupantes y de forja de sus líderes
populares, como Ho Chi Minh.

Postguerra y bipolarismo. Más importante que la propia guerra fue la conversión de Francia y
Gran Bretaña en potencias de segundo orden, mientras surgían las superpotencias de Estados Unidos y
la Unión Soviética.
La posición anticolonialista de las superpotencias fue un apoyo a los movimientos de
liberación. En el caso de Estados Unidos por razones históricas y comerciales, en el caso soviético por
razones ideológicas. La creación de la ONU, cuyos principios eran la igualdad de los pueblos y el
reconocimiento del derecho de autodeterminación, legitimaba los movimientos de descolonización y
acogía a los países que iban surgiendo.
Los países descolonizados tuvieron entonces capacidad para intentar escapar a la lógica del
mundo bipolar. Para ello iniciaron la construcción de un movimiento político alternativo basado en la
No Alineación frente a los bloques, con un papel fundamental de India y China, dado su potencial
demográfico y su voluntad de independencia de las superpotencias. Así crearon un nuevo polo
diplomático en el mundo, cuya expresión más firme fue la Conferencia de Bandung (1955), celebrada
en Indonesia.

52.2-La descolonización de Asia.

La India británica. La independencia de la India se realizó en colaboración con el gobierno


británico, mediante un proceso bastante rápido. En Febrero de 1947 en Primer Ministro británico Atlee
fijó unilateralmente la independencia de la India como muy tarde en Junio de 1948. Poco después se
firmaron los acuerdos de traspaso de poderes entre el último virrey, Lord Muountbatten, y los líderes
de los dos grandes partidos hindúes: el Partido del Congreso de Gandhi y Nehru y la Liga Musulmana
de Jinnah. En Agosto de 1947 la India accedió oficialmente a la independencia.
Los problemas derivados de la descolonización fueron enormes. El primero de ellos fue la
partición de la India en dos Estados definidos por razones religiosas: la Unión India (hindúes)
gobernada por Nehru, y Pakistán (musulmanes) gobernado por Jinnah. Por un tiempo ambos se
mantuvieron dentro de la Commonwealth británica. El Estado pakistaní se hallaba dividido en dos
territorios, al Este y Oeste de la India, separados por dos mil km. Esto provocó dificultades de
gobierno, hasta que una guerra civil entre ambos sectores desembocó en la independencia de la
sección oriental, con apoyo hindú, en 1971 con el nombre de Bangladesh.
La partición de la India fue un resultado de las divergencias religiosas fomentadas por los
británicos en la Segunda Guerra Mundial. El Partido del Congreso reclamaba la independencia de la
India como condición para intervenir en apoyo de los británicos, por lo que éstos fomentaron las
reivindicaciones de los musulmanes. Pese al esfuerzo de Gandhi por integrar ambas comunidades en el
mismo Estado, al final de la guerra la Liga Musulmana de Jinnah estaba muy fortalecida.
Los costos de la partición fueron enormes, pues abundaron los conflictos territoriales y
religiosos. Por una parte se dieron luchas civiles en 1946-47, en regiones donde ambas religiones
tenían fuerza parecida, como Bengala o Punjab. Por otra parte el fundamentalismo religioso del que
nacieron ambos Estados provocó sendas oleadas de refugiados entre Estados. Además se produjeron
litigios fronterizos, especialmente en la región de Cachemira (aún no resuelto) que pese a ser de
mayoría musulmana fue dividido en dos zonas, la mayor de las cuales correspondió a la India.
El gobierno hindú contó con una gran estabilidad, pues Nehru se mantuvo en el gobierno hasta
1964, cuando murió. Tras dos años de gobierno de Shastri accedió al poder la hija de Nehru, Indira
Gandhi que fue asesinada por militantes de la religión sij, por ordenar el ataque al templo central de su
religión mientras era sofocada una revuelta armada sij. Fue sucedida pro su hijo, Rajiv Gandhi, que
fue también asesinado por un extremista político.
La India independiente gozó de un periodo de enorme expansión económica y gobiernos
democráticos, mientras que en Pakistán fueron más frecuente los gobiernos de dictadura militar.

Otras colonias británicas. A principios de 1948 Birmanía consiguió la independencia, debido a


la presión de la Liga Antifascista, forjada en la lucha contra los japoneses. Sin embargo su líder, Aung
San, fue asesinado por aceptar un acuerdo de autonomía dentro de la Commonwealth.
Ceilán por su parte ya gozaba de autonomía por la Constitución de 1946. En 1948 el gobierno
británico le concedió la independencia como Estado de Ceilán, que en 1972 se rebautizó como Sri
Lanka.
Malaisia tuvo un proceso más difícil debido a la diversidad étnica (40% chinos, 20% hindúes,
40% malayos) y religiosa (hindúes, budistas, musulmanes, etc.), así como a la dispersión territorial. En
1957 se creó la Unión Malaya en el seno de la Commonwealth británica. Sólo la ciudad de Singapur
permaneció como república independiente, tras un breve periodo de integración en la Unión.
La ciudad de Hong Kong permaneció como colonial británica en territorio chino, debido a los
Tratados Desiguales del s. XIX firmados tras las Guerras del Opio. En 1997 el gobierno británico
traspasó la soberanía de la ciudad a la República Popular China.

La independencia de Indonesia. La ocupación de la Indias Holandesas por los japoneses se


produjo en 1942, tras una débil resistencia de las tropas holandesas. El Partido Nacionalista Indonesio
de Sukarno consideró que conseguiría la independencia derrotando a los japoneses. A los dos días de
la rendición japonesa ante los Estados Unidos, Sukarno proclamó la República de Indonesia.
Holanda se negó a aceptar la situación y recuperó el control de Indonesia con ayuda británica.
Pese a los sucesivos intentos de crear una federación entre Holanda y sus colonias se impuso la
doctrina de la salida de Indonesia. Debido a los problemas con las guerrillas Holanda intentó la
reconquista militar mediante dos operaciones policiales en 1947 y 1948, lo que dio mayor apoyo
internacional a los indonesios.
En las Conferencias de la Haya (Agosto 1949) se traspasó la soberanía a los Estados Unidos
de Indonesia, presididos por Sukarno. Poco tiempo después el país se transformó en un Estado unitario
llamado República de Indonesia, manteniendo Sukarno el poder. Sukarno se mantuvo en el poder
hasta 1965, cuando una revuelta militar elevó al General Suharto y destruyó al Partido Comunista
Indonesio mediante una enorme represión.

El Imperio Francés: Indochina. Francia ensayó una política diferente a la británica, pues su
Constitución de 1946 preveía la formación de la Unión Francesa, que integraría bajo soberanía
francesa a los países de su imperio. Sin embargo esta opción no tenía defensores en las colonias.
También en Indochina fue fundamental la experiencia de la guerra y la ocupación japonesa.
Ho Chi Minh creó la Liga para la Independencia de Vietnam o Vietminh, y en Septiembre de 1946
proclamó la República Democrática de Vietnam. La justificación de esta independencia estaba en su
lucha militar y política contra la Administración colonial francesa, colaboracionista del régimen de
Vichy, y contra la ocupación japonesa.
Como los holandeses en Indonesia, los franceses intentaron la reconquista militar del
territorio. Frente a las tesis negociadoras del General Leclerc, o las abandonistas de políticos de la IV
República, se impuso el alto comisario D´Angelieu, que pretendía restaurar la administración colonial
anterior.
El problema era la República Democrática de Vietnam, en el norte de Indochina, pues la
resistencia de los colonos franceses de Conchinchina (Vietnam del Sur) a unirse al norte, que
consideraban agitador antifrancés, hizo fracasar el intento de integrarlos en la Unión Francesa.
Comenzó así la Guerra de indochina (1946-54), desde el bombardeo francés del puerto de
Haifong, hasta la derrota final del ejército colonial francés en la batalla de Dien Bien Phu. Desde 1950
el conflicto adquirió dimensiones internacionales, pues el Vietminh fue apoyado por China y la Unión
Soviética, mientras Francia era apoyada por Estados Unidos para frenar el efecto dominó. Tras la
derrota francesa se optó, al igual que en Alemania y Corea, por la división en tres Estados: Camboya,
Laos y Vietnam, este último dividido en Vietnam del Norte y Vietnam del Sur.
Pero la descolonización no terminó con la retirada francesa, pues la Guerra de Vietnam
alentada por Estados Unidos, que terminó con la reunificación de Vietnam en un Estado comunista,
repercutió durante años en la política interna de Camboya y Laos.

52.3-La descolonización de África.

Las colonias británicas. La independencia de las colonias británicas en África fue poco
conflictiva, excepto en casos puntuales donde la presión de los colonos europeos era significativa. El
sistema de gobierno impulsado por Gran Bretaña era la Administración Indirecta mediante estatutos
que legislaban la concesión gradual de competencias y la formación de órganos de gobierno.
Desde 1945 el gobierno laborista era favorable a la descolonización, pero el principal
problema era la falta de estructuras de gobierno con participación de la población colonial. Pese a ello
la descolonización fue fruto de una evolución gradual, en la que participaron los líderes políticos
surgido en las décadas de 1930 y 1940, formados en universidades británicas.
El África ecuatorial occidental protagonizó las primeras independencias. En Costa del Oro se
estableció una Asamblea Nacional en 1950, siendo primer ministro desde 1952 Nkrumah (padre
fundador del África independiente). Su objetivo era constituir la región en un dominio dentro de la
Commonwealth. En 1957 sin abandonar la pertenencia a la Commonwealth, Costa del Oro accedió a
la independencia como Ghana. Este modelo tan perfeccionado fue imitado por otros Estados de la
región: Sierra Leona, Togo, Gambia. Pero mostró sus limitaciones al aplicarse a una colonia más
conflictiva: Nigeria, con una gran diversidad étnica, religiosa y económica. Nigeria obtuvo la
independencia en 1960, pero sus problemas internos estallaron en la Guerra de Biafra (1967-70),
cuando este territorio, ocupado por los ibos, intentó independizarse sin éxito.
En el África oriental se siguió el mismo esquema, aunque había problemas añadidos por la
inmigración blanca e hindú. Tanganica accedió a la independencia en 1961, liderada por Nyerere cuyo
partido obtuvo 70 escaños de 71 en las elecciones de 1960. En 1964 Tanganica y Zanzíbar se unieron
en un Estado llamado Tanzania. En Kenia había un problema por la lucha entre los Mau-Mau
(sociedad secreta antiblanca) y los colonos británicos, pero el líder Kenyatta logró evitar los conflictos
étnicos y mantener el país independiente, en vías de desarrollo y vinculado a Occidente.
En el África meridional la descolonización fue más compleja, pues el mayor contingente
blanco se negaba a perder su hegemonía apoyado por la influencia de Sudáfrica, anclada en políticas
de segregación racial (apartheid). La descolonización no era solo un asunto entre metrópoli y colonias,
sino también entre etnias. En 1964, tras la victoria electoral de los partidos africanos, obtuvieron la
independencia Nyasalandia, como Malawi, y Rhodesia del Norte, como Zambia. Pero en Rhodesia del
Sur venció la población blanca (8% del total), dirigida por Ian Smith desde 1965, que proclamó la
independencia unilateral al margen de la Commonwealth. La larga lucha de los negros, agrupados en
el Frente Patriótico de Robert Mugabe, desembocó en la constitución del Estado de Zimbabwe en
1980, con una Constitución multirracial.

Las colonias belgas. La administración del Congo Belga era diferente a la de los grandes
imperios. El Estado belga ejercía un papel paternalista, sobre todo en sanidad y educación, sobre una
población excluida del gobierno. La riqueza del suelo congoleño (63% del cobalto mundial, 75%
diamantes, 60% uranio, etc.) era explotada por empresas privadas que se beneficiaban de una
población casi esclava, pues los desplazamientos estaban prohibidos.
Durante la Segunda Guerra Mundial se produjo una importante urbanización y un crecimiento
económico. Se creó una clase media de comerciantes y un p0roletariado urbano cada vez más cercano
al nacionalismo congoleño. La administración belga preveía la independencia en un periodo de treinta
años, pero la influencia de los movimientos emancipadores del resto de África provocó el nacimiento
de asociaciones culturales y asistenciales que sirvieron de núcleo político independentista.
Se destacaron como líderes Kasavubu, líder de las asociación tribal bakonga Abako (tuvo su
primera victoria electoral en 1957 en unas municipales), Lumumba, líder del Movimiento Nacional
Congoleño (gobierno central fuerte), y Tshombé, líder de la rica provincia de Katanga (proclive al
secesionismo). La ausencia de tradición de autogobierno y la grave conflictividad social desde 1959
desembocaron en una independencia precipitada en 1960, cuando nació la República del Congo
dirigida por Kasavubu y Lumumba.
La oposición entre partidarios del gobierno federal y unitario provocó la salda del gobierno de
Lumumba (asesinado en 1961 por los katangueños). Finalmente estalló una guerra civil entre ambas
corrientes, que fue aprovechada por Katanga para intentar secesionarse por la fuerza, por los intereses
mineros de las compañías internacionales.
El golpe de Estado del militar Mobutu, apoyado por potencias occidentales, estableció una
estructura política que derivó en un régimen dictatorial. En 1971 la República del Congo pasó a
llamarse Zaire y su capital pasó de Leopoldville a Kinshasa.

Las colonias francesas. La organización del imperio colonial francés mereció especial atención
de los fundadores de la IV República, al integrar una representación de las colonias en la Asamblea
Nacional y constituir la Unión Francesa como marco legal de la relaciones colonias-metrópoli.
La descolonización empezó en 1956 con la ley-marco de Deferre, que autorizaba al gobierno
francés a conceder regímenes de autonomía a las colonias. El General De Gaulle dio el paso definitivo
al establecer el referéndum como forma de expresión de la voluntad de las colonias. El referéndum de
Septiembre de 1958 sancionó la entrada de todas las colonias africanas, salvo Guinea, en la
Comunidad Francesa, paso previo a la independencia. En 1960 todas las colonias africanas y los
protectorados (Marruecos, Túnez) accedieron a la independencia, salvo Argelia.
La complejidad del caso argelino deriva de su antigüedad como colonia francesa, su mayor
integración en la metrópoli y la elevada colonia francesa (el 10% de la población). Cuando estallaron
las primeras revueltas en 1954 no cabía duda de que Argelia es Francia. La política francesa en 1954-
62 fue de lucha militar contra la guerrilla del Frente de Liberación Nacional, liderado por Ben Bella y
que integraba a los demócratas (de Abbas), los islámicos y los comunistas.
La independencia de Argelia fue fruto de una larga guerra nunca reconocida ni declarada. Sin
embargo se libraron verdaderas batallas, como la de la Casbah (varios meses de 1957), el barrio
antiguo de Argel. La represión del ejército francés en Argelia fueron las más cruentas de todo el
proceso descolonizador. La guerra supuso la muerte de medio millón de personas, con tácticas de
terrorismo ciego y brutal, con torturas, deportaciones masivas o acciones contra la población civil.
Finalmente la opinión pública se abrió al debate del asunto argelino.
El 13 de Mayo de 1958 el progresivo reconocimiento internacional del FLN y la incapacidad
del ejército regular para frenar la guerrilla derivó en un intento de sublevación de los militares
franceses en Argelia, que demandaban un poder político fuerte en Francia. El General De Gaulle
respondió a este desafío con un notable pragmatismo político, al considerar inevitable la
independencia argelina. Se iniciaron negociaciones que finalizaron en los Acuerdos de Evian (Marzo
1962), por los que Francia reconocía a Argelia.
La guerra de Argelia dejó graves secuelas. Se repatriaron los colonos franceses (pied noir) y
los argelinos colaboracionistas. Se creó una organización secreta llamada Organización Armada
Secreta (OAS), que mantuvo la defensa de la Argelia francesa mediante actos terroristas en Argelia y
en Francia, algunos contra el propio De Gaulle.

El Imperio Portugués. El imperio portugués, el más antiguo sobre África, fue el de más tardía
descolonización. Lo componían Guinea y Cabo Verde en la costa occidental, y Angola y Mozambique
en el África austral. Los asentamientos fueron fundados en el s. XV, pero no penetraron en el
continente hasta el s. XIX. El gobierno del Estado Novo de la dictadura de Salazar se negaba a
desprenderse de unos territorios que consideraba parte de Portugal, provincias portuguesas de
ultramar.
Los movimientos de emancipación nacional comenzaron al mismo tiempo que en el resto de
África, hacia los años 1950. El Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde
(PAIGC), de Amílcar Cabral, fue fundado en 1956. El Frente para la Liberación de Mozambique
(FRELIMO). El Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA).
Dada la ausencia de instituciones de autogobierno y la dependencia del Ministerio de Colonias
de Lisboa, la estrategia de todas estas organizaciones fue la lucha armada mediante la guerrilla.
Portugal se vio abocada desde 1961 a guerras coloniales que no solo no tenía fuerza para ganar, sino
que eran condenadas por la comunidad internacional.
La guerra duró hasta la Revolución de los Claveles (1974) y fue caldo de cultivo para el
Movimiento de las Fuerzas Armadas (FPA) que la desencadenó. La conciencia de los militares de que
no había solución militar al conflicto y de que la dictadura salazarista, continuada por Marcelo
Caetano, no cejaría sino era por la fuerza, provocó un cambio de régimen y la llegada de la
democracia.
En 1974 accede a la independencia Guinea-Bissau, en 1975 Cabo Verde y Mozambique.
Angola fue poco después, tras una cruenta guerra civil, junto a otros pequeños enclaves como Santo
Tomé y Príncipe. El último vestigio colonial portugués era la ciudad de Macao, en China, conseguida
por los mismos medios que Hong Kong y que volvió a China a fines del s. XX.

52.4- Oriente Medio y el Estado de Israel.

Oriente Medio antes de 1947. La descomposición del Imperio Otomano tras la Primera Guerra
Mundial supuso cambios importantes en la configuración política de la zona. Países como Turquía o
Irán realizaron importantes reformas económicas y políticas, otros como Iraq o Egipto lograron la
independencia formal bajo tutela británica, dada la presencia de tropas en su territorio. En cambio
países como Jordania, Siria y Palestina siguieron bajo mandato francés o británico, y las soluciones
descolonizadoras fueron desacertadas, agitando el nacionalismo árabe.
Al mismo tiempo se descubrieron ricos yacimientos petrolíferos, convirtiendo la zona en
estratégica para las potencias occidentales. Además empezó a abrirse paso la posibilidad de constituir
un Estado judío, por el impulso que el sionismo experimentó.
La estructura social de estos territorios se organizaba en torno a tribus o comunidades
religiosas. El 50% de la población era árabe, y el resto eran turcos, armenios, kurdos y persas. La
diversidad religiosa era menor, dado el predominio musulmán (95%), aunque sí había diferencias
importantes (Irán es de confesión chiita).
La principal consecuencia de la Primera Guerra Mundial fue la constitución de nuevos
Estados, que crearon burocracias, empresas estatales y potentes ejércitos. En Turquía el militar
Mustafá Kemal Ataturk se hizo con el poder y realizó importantes reformas modernizadoras de
carácter occidentalizante (adopción del alfabeto latino, laicismo del Estado). En Irán la dinastía del
Reza Pahlevi se instaló en el poder en 1926 controlando el ejército. En Egipto su líder Nasser
pertenecía a la primera promoción de la Academia Militar Egipcia.
Al mismo tiempo se desarrollaron y difundieron diferentes ideologías nacionalistas: turco e
iraní en sus respectivos países, y árabe en general. El nacionalismo árabe se fundamenta en la cohesión
religiosa de pertenecer a la comunidad de creyentes (Umma) y la convicción de formar parte de una
etnia común con lengua propia. El arabismo se desarrolló en el s. XIX frente al dominio otomano y
desde 1918 británico y francés. El nacionalismo árabe es indisociable de la penetración en la zona de
un nuevo nacionalismo: el sionismo.

La creación del Estado de Israel. La Declaración Balfour (1917) y la masiva inmigración judía
hacia Palestina desde 1918 provocaron un problema creciente en dicho territorio. En la década de 1930
ya empezaban a ser frecuentes los conflictos entre árabes y judíos, de forma que los británicos
quisieron limitar la inmigración judía para evitar que los árabes quedaran en minoría, aunque continuó
la inmigración ilegal. Al final de la Segunda Guerra Mundial, con el conocimiento del holocausto
judío por los nazis, la presión por ocupar Palestina se hizo insostenible.
Comenzó entonces una estrategia de agitaciones y atentados por parte de organizaciones judías
contra la presencia británica, con atentados como el del hotel King David, que causó 91 muertos.
Finalmente se acordó, con apoyo de Estados Unidos en la ONU, la creación de un Estado judío.
En 1947 la ONU negoció la partición de Palestina en dos Estados. El Estado judío poseería el
55% del territorio en un espacio continuo. El Estado palestino poseería el 45% del territorio dividido
en tres zonas separadas: Gaza, Cisjordania y el norte de Palestina. La ciudad de Jerusalén se
mantendría como espacio internacional.
EL 15 de Mayo de 1948 terminó el mandato británico sobre Palestina, y David Ben Gurión
proclamó el Estado de Israel. Esta decisión desencadenó la Primera Guerra Árabe-Israelí (1948-49),
ganada por Israel. El armisticio firmado sancionó la creación del Estado de Israel y sus anexiones
durante la guerra, incluida Jerusalén. El previsto Estado palestino desapareció pues los territorios
palestinos no tomados por los israelíes fueron asignados a Egipto (Gaza) y Jordania (Cisjordania).
Los palestinos se vieron obligados a pertenecer y peregrinar por otros Estados árabes, que
frecuentemente les han dado problemas y recluido en campos.
La victoria israelí permitió establecer un Estado fuerte con una orientación política y
económica diferente a la de sus vecinos. El sistema político israelí, de carácter parlamentario, ha
estado formado alternativamente por diferentes coaliciones de gobierno. En economía los éxitos han
sido muy importantes, como la organización de un sistema de cooperativas agrarias (kibutz) que han
convertido un desierto en un fértil oasis.

El conflicto árabe-israelí. La contundente derrota de 1948 precipitó la caída de varios


regímenes árabes considerados débiles.
El rey Abdullah de Jordania murió asesinado en 1951, siendo sucedido por su hermano
Hussein, que desarrolló una política proocidental, en un contexto de fuerte presión de los palestinos
por recuperar sus territorios.
En Egipto el rey Faruk fue destronado por jóvenes militares en 1952, que establecieron la
república. Destacó el coronel Gamal Abdel Nasser, que matuvo hasta su muerte en 1970 el liderazgo
del mundo árabe. En 1958 lideró la recién constituida República Árabe Unida, de Egipto, Siria y
Yemen del Sur. Aunque duró poco fue el intento más serio y duradero de establecer una alianza fuerte
de países árabes.
Pero el reforzamiento de los Estados árabes no impidió que las potencias actuaran en la zona,
ya que había gran importancia estratégica. Al apoyo prestado a Turquía como Estado-colchón del
bloque occidental frente al soviético, se sumó la intervención en Irán (1953), en la que los británicos
apoyaron la deposición del Primer Ministro Mossadegh por el Sha Reza Pahlevi, pues había intentado
nacionalizar los pozos petrolíferos.
El conflicto más importante de la época en la zona fue la Crisis de Suez (1956), pues significó
el fin de la hegemonía francesa y británica en la zona, a favor de Estados Unidos y la Unión Soviética.
En 1956 el presidente egipcio Nasser pretendía construir una presa en Asuán, que permitiría irrigar
amplias zonas de cultivo de forma regular. Se trataba de combatir la pobreza, pero también de afrontar
una gran obra que recordaba a los faraones. Sin embargo las potencias se negaron a prestar la ayuda
financiera que Egipto necesitaba, por lo que Nasser nacionalizó el Canal de Suez, del que eran
propietarias Francia y Gran Bretaña. La reacción franco-británica fue invadir Egipto en acuerdo con
Israel, que pretendía reforzar sus posiciones, lo que dio lugar a la Segunda Guerra Árabe-Israelí
(1956): invasión franco-británica del delta del Nilo, bombardeo de El Cairo, ocupación israelí de la
Península del Sinaí. Estados Unidos y la Unión Soviética condenaron la actuación y amenazaron con
intervenir conjuntamente para restablecer la soberanía egipcia, lo que obligó a la retirada de los
ejércitos invasores y la mediación de la ONU.
La tercera guerra es conocida como la Guerra de los Seis Días (Junio 1967). Egipto, Siria y
Jordania decidieron atacar a Israel conjuntamente. Sin embargo Israel estaba preparado para algo así,
de forma que pudo repeler las fuerzas invasoras, ganar el dominio aéreo al destruir las flotas enemigas
en sus propios aeródromos y consagrarse como gran potencia militar de la zona. Resultado de esta
contienda fueron las anexiones a Israel de Cisjordania (de Jordania), Gaza y la Península del Sinaí (de
Egipto) y los Altos del Golán (de Siria). Cisjordania y Gaza, donde vivían los palestinos, pasaron a
convertirse en territorios ocupados que proporcionaban mano de obra para las industrias que los
israelíes no querían trabajar. Los Altos del Golán eran muy estratégicos pues de no haberlos
anexionado, Siria podría haber desviado el curso del río Golán, de vital importancia para los cultivos
del norte de Israel.
La cuarta guerra es conocida como la Guerra del Yom Kippur (6 de Octubre de 1973), pues
los árabes aprovecharon este día de fiesta religiosa judía para atacar nuevamente a Israel. El ataque
árabe sorprendió a Israel, pero lo cierto es que Israel ya estaba dando la vuelta a la situación cuando
Estados Unidos forzó el fin de hostilidades por ambas partes, para impedir que una nueva victoria
israelí debilitara los regímenes de la zona. En este conflicto los árabes utilizaron por primera vez el
petróleo como arma, al multiplicar en pocos meses el precio del barril de petróleo como represalia por
el apoyo internacional a Israel. Fue la Crisis del Petróleo de 1973, desde la cual el precio del barril
pasó de unos pocos dólares a una horquilla de 90-120 dólares, lo que generó una crisis energética sin
precedentes y reveló la necesidad de buscar nuevas fuentes energéticas.
Esta situación internacional permitió abrir una vía diplomática de resolución del conflicto
árabe-israelí. El primer paso fue ele establecimiento de acuerdos bilaterales entre Israel y los países
árabes. En 1977 el presidente egipcio Annuar El Sadat reconoció el Estado de Israel, abriendo camino
a los Acuerdos de Camp David (1978). Resultado de este clima Israel devolvió a Egipto la Península
del Sinaí en 1982.
La división del mundo árabe dejaba al descubierto uno de los problemas surgidos por el
conflicto: el futuro de los palestinos. Al principio confiaron en las acciones de los países árabes en su
favor, pero las continuas derrotas y las pésimas condiciones a las que eran sometidos en sus exilios les
convencieron para crear su propia fuerza: la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Fue
creada en 1964 y logró un progresivo reconocimiento internacional, hasta que en 1974 fue reconocida
por la ONU, de mano de su líder desde 1969 Yasser Arafat. Integraba a casi todas las organizaciones
palestinas de resistencia preexistentes pero sin fundirlas, cada una conservaba su independencia,
organización política y milicia propias: Al Fatah, Hammas, Yihad Islámica, etc.
Los palestinos fueron expulsados de Jordania (1970) a causa de enfrentamientos armados con
las tropas del rey Hussein. De estos enfrentamientos y las muertes ocasionadas nació la organización
Septiembre Negro (1970-75), que culpaba a Israel por expulsar a los palestinos de su tierra, cuya
mayor acción fue la matanza de atletas israelíes en las Olimpiadas de Múnich (1972).
En 1982 el ejército israelí invadió el sur del Líbano para asediar a las milicias palestinas, que
en su mayoría hubieron de huir a Túnez. Israel estableció un gobierno de ocupación en la zona en
colaboración con las milicias falangistas (cristianos), ya que el Líbano estaba inmerso en una guerra
civil de múltiples bandos, que los palestinos podrían utilizar para atacar Israel. Las milicias falangistas
realizaron matanzas en los campos palestinos de Sabra y Chatila, con conocimiento y pasividad de los
israelíes, lo que mermó el prestigio internacional de Israel.
Pese a las dificultades los representantes palestinos reconocieron implícitamente a Israel en
1988. Tras la Guerra del Golfo (1991), los Estados Unidos impusieron la salida negociada mediante la
tesis paz por territorios. Así el líder de la OLP Yasser Arafat y el Primer Ministro israelí Isaac Rabin
firmaron los acuerdos de Oslo en 1993 que permitieron la creación de un gobierno palestino autónomo
en Cisjordania y Gaza, como paso previo para un futuro Estado Palestino independiente.
El tratado Oslo I de 1994 estableció la retirada israelí de parte de Gaza y Jericó, transfiriendo
la autoridad civil a la OLP, que formó la Autoridad Nacional Palestina como gobierno. El tratado Oslo
II de 1995 estableció la división de los territorios palestinos en tres zonas de influencia para garantizar
la seguridad de Israel mientras dure el nacimiento del Estado palestino:
3. Zona A. El 20% de Cisjordania, incluye las grandes ciudades, salvo Jerusalén ya que
Israel se la anexionó en 1980. La ANP posee los poderes civiles y policiales.
4. Zona B. El 22% de Cisjordania, con casi todas las aldeas palestinas. La ANP posee los
poderes civiles y parte de los policiales, pero Israel tiene el derecho de intervenir si es
amenazado o atacado.
5. Zona C. El 60 % de Cisjordania, zonas no pobladas, zonas estratégicas y colonias
judías. Está bajo control exclusivo de Israel.
Sin embargo el proceso quedó paralizado en 1999 por las presiones de los colonos judíos,
temerosos de ser expulsados de sus tierras para que fueran devueltas a los palestinos. Una serie de
desencuentros entre los representantes más radicales de ambos bandos desembocó en la Segunda
Intifada en (2000-2004), en la que los palestinos utilizaron la violencia para intentar obligar a Israel a
retirarse de sus territorios.
El único intento serio de que la situación avance fue la Hoja de Ruta (2003) de Estados
Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia. Pretende que Israel detenga sus colonizaciones y se retire
de los territorios ocupados, mientras los palestinos renunciarían al uso de la violencia. Entonces se
crearía un Estado palestino provisional, que sufriría reformas democráticas para poder ser definitivo y
reconocido. Pero la situación volvió a quedar paralizada por el presidente israelí Ariel Sharon y sus
sucesores, que amparándose en la lucha contra el terrorismo internacional han reocupado zonas de
Palestina y construido un muro para aislar a los palestinos de las colonias judías.

52.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 53. El Régimen Franquista (1939-75).

53.1- Características del régimen.

Definición del régimen. Los casi cuarenta años de duración del franquismo hacen difícil
establecer una definición adecuada al conjunto del mismo. Dos son las designaciones más frecuentes:
franquismo (por la persona que encarnaba el poder) y dictadura franquista (refiriendo el carácter
dictatorial del periodo). Sin embargo lo más razonable es reconocer que pese a ser una dictadura
encarnada en Franco, hubo derivas ideológicas según los periodos, encarnadas en los grupos que
ocupaban el poder.
Durante los primeros años la influencia de los regímenes fascistas europeos fue muy
importante, por lo que se imitaron sus características. En política se creó un partido único llamado
FET-JONS, también llamado Movimiento. En el terreno laboral existía un sindicato único llamado
Sindicato Vertical. En economía se intentó establecer la autarquía productiva, aunque pronto fue
abandonada por el retraso tecnológico y la imposibilidad práctica de realizarlo. Se practicó una
represión sofisticada y sistemática contra todo signo de disidencia interna, acompañada del descrédito
hacia la oposición exiliada. Sin embargo el gran peso de la Iglesia y del Ejército fueron dos aspectos
que separaban a España de la Alemania Nazi y la Italia Fascista.
Tras la derrota de los fascismos en 1945 y la creación de democracias parlamentarias o
democracias populares (comunismo) en Europa, el franquismo retiró sus manifestaciones más
abiertamente fascistas. Con el tiempo se convirtió en una dictadura conservadora o en régimen
autoritario clásicos, desprovistos de toda característica fascista.
Desde el principio el franquismo fue un régimen profundamente legalista, todas sus
actuaciones estaban respaldadas en la existencia de leyes. La represión por ejemplo fue efectuada
merced a la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), la Ley de Represión de la Masonería y el
Comunismo (1940) y la Ley de Seguridad del Estado (1941). De todas las leyes creadas las más
importantes fueron las llamadas Leyes Fundamentales:
 Fuero del Trabajo (1938). Fija derechos y deberes de los trabajadores. Está influido
por el sindicalismo falangista y la doctrina social de la Iglesia.
 Ley de Cortes (1942). Órgano de participación del pueblo en el Estado dentro de la
unidad del Régimen.
 Fuero de los Españoles (1945). Suerte de constitución otorgada por Franco, que
establece derechos y deberes de los españoles.
 Ley de Referéndum (1945). Mecanismo de consulta política del Jefe del Estado a los
españoles.
 Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947). España es una monarquía sin rey,
Franco es facultado regente vitalicio y tiene el poder de designar a su sucesor y de
revocar su decisión en cualquier momento.
 Ley de Principios del Movimiento (1958). Confesionalidad católica del Estado,
representación orgánica del pueblo, España es una monarquía tradicional, católica,
social y representativa.
 Ley Orgánica del Estado (1966). Sistematización del régimen político, refrenda su
carácter monárquico, codifica los poderes del Jefe del Estado, define las competencias
del gobierno.

Etapas del franquismo. El régimen puede ser estudiado en cuatro grandes fases.
• La Posguerra (1939-53). Caracterizada por el aislamiento internacional, primero por
ser aliado del Eje durante la Segunda Guerra Mundial y luego por la derrota del Eje. Las
destrucciones de la guerra civil y el aislamiento del a posguerra europea provocaron un
hambre generalizada y el racionamiento alimentario. La represión continuó como durante la
guerra para afianzar el régimen y eliminar el peligro de los guerrilleros republicanos
(maquis).
• El Reconocimiento Internacional (1953-59). La política internacional de bloques
convierte a España en clave estratégica sobre el Estrecho de Gibraltar y el acceso al
Mediterráneo. Empieza la apertura internacional con los pactos militares con USA y el
Concordato con el Vaticano.
• El Despegue Económico (1959-73). El fuerte crecimiento económico acaba con el
racionamiento y provoca fuertes cambios sociales y culturales.
• El fin del régimen (1974-75). El franquismo se descompone debido a la decadencia
física del General Franco y a la incapacidad del régimen para solucionar los problemas o
adaptarse a los cambios sociales. Hay una mayor capacidad de actuación de la oposición
política y sindical.

Bases sociales y políticas del régimen. La larga pervivencia del franquismo fue posible por la
colaboración de instituciones y grupos sociales y políticos. Franco procuró siempre no darle
demasiado poder a ninguno de ellos, para seguir siendo el árbitro de las luchas de poder encubiertas.
La Iglesia católica legitimó el golpe de Estado, la Guerra Civil y el régimen, al que consideró
inspirado en la doctrina cristiana y defensor de la ortodoxia eclesiástica. Disfrutó por tanto de gran
poder en muchos ámbitos. En educación acrecentó su red de centros propios y las materias religiosas
fueron obligatorias en todos los demás centros. Controlaba los usos y costumbres sociales: matrimonio
religioso con efectos civiles, prohibición del divorcio, censura de las publicaciones y espectáculos, etc.
Contó con una amplia retribución económica a cargo del presupuesto estatal y la restauración gratuita
de las propiedades destruidas por la contienda.
El Ejército fue el eje fundamental de un régimen profundamente militarizado. Fue el
encargado de la defensa interior y, mediante los tribunales militares, de la represión de los delitos
políticos: opiniones contra el régimen, reuniones políticas o sindicales no autorizadas, manifestaciones
políticas, huelgas, pertenencia a organizaciones ilegales, etc. También controlaba parte del Estado
pues había una cuota de puestos funcionariales que debían ser ocupados por militares.
Los falangistas. Defensores de establecer un régimen de tipo fascista, perdieron influencia
política tras la Segunda Guerra Mundial. El partido único mantuvo formalmente su nombre, pero su
ideología se fue convirtiendo en una mezcla de patriotismo conservador y autoritarismo. Pronto
quedaron relegados frente a otros grupos del régimen, como los católicos políticos.
Los monárquicos, tanto carlistas como borbónicos, apoyaron el golpe en su convicción de que
finalizaría en la restauración de la monarquía en la persona de sus respectivos candidatos. Sin embargo
el rechazo de Franco a restaurar la monarquía hasta su muerte les fue distanciando del mismo,
especialmente a los seguidores de don Juan de Borbón.
Los católicos políticos al principio tenían cierta desventaja respecto a los falangistas por la
ayuda fascista durante la Guerra Civil. Pero tras 1945 su influencia fue creciendo hasta casi desplazar
a los falangistas por completo, especialmente durante el periodo de los gobiernos tecnócratas. En un
primer momento los católicos políticos provenían de la Acción Católica, creada durante la Segunda
República, pero luego fueron sustituidos por los provenientes del Opus Dei, tecnócratas que llegaron a
acaparar varios gobiernos franquistas durante el momento de desarrollo económico.
El mundo económico no podía comulgar con las ideas republicanas revolucionarias, así que
tomaron partido por los golpistas. Los empresarios, latifundistas, banqueros y gran parte de las
burguesías vasca y catalana obtuvieron beneficios y reparaciones en compensación por las pérdidas de
la época republicana.

53.2-La Posguerra (1939-53).

Situación interior. Los años de posguerra fueron los más difíciles para el régimen franquista y
los más duros para la población española, atenazada por el hambre, la represión y el exilio. Los
alimentos escaseaban de tal forma que para asegurar un mínimo a cada familia se recurrió al
racionamiento. Ilegalmente se creó un mercado negro de alimentos, aquellos que no eran declarados y
por tanto no se racionaban, que se vendían a precios elevados proporcionando grandes ganancias a los
distribuidores (los estraperlistas). Hasta 1952 no se recuperó el nivel de renta de 1935. La producción
industrial se redujo a un tercio.
La política interior se caracterizó por la concentración de poderes en la persona del General
Franco. Franco era jefe del Estado, jefe del Gobierno, jefe del partido único FET-JONS, jefe de los
tres Ejércitos, y dueño del poder legislativo. De su poder absoluto solo respondía ante Dios y ante la
Historia.
Hubo durante este periodo enfrentamientos entre los falangistas (partidarios de la revolución
nacional-sindicalista) y los militares (partidarios de la restauración monárquica), así como entre los
falangistas y la Iglesia a cuenta del deseo falangista de acaparar las instituciones unificadas (sindicatos
obreros, agrarios, estudiantiles, juveniles, etc.) y los medios de comunicación.
Franco agitó el fantasma del comunismo para afianzar su posición de poder y silenciar
cualquier oposición dentro del régimen. A este respecto fue particularmente provechosa la invasión del
Valle de Arán (1944) por parte de miles de guerrilleros españoles (maquis), que esperaban ser
apoyados por los aliados en su avance sobre el Eje. Sin embargo el apoyo no llegó y el ejército
franquista los derrotó y dispersó con facilidad. Sin embargo hasta 1950 actuaron unidades guerrilleras
en todos los sistemas montañosos, alentadas por el PCE y la CNT-FAI.
Situación internacional. La política exterior estuvo influida, hasta el final de la Segunda
Guerra Mundial, por la afinidad política con los países fascistas del Eje (Alemania, Italia, Japón) y la
necesidad de evitar el enfrentamiento con los aliados (Gran Bretaña y USA fundamentalmente).
El régimen optó por una solución llamada teoría de las dos guerras. España se declaraba
neutral en la guerra entre el Eje y los aliados. Al mismo tiempo España se declaraba en guerra contra
el comunismo, encarnado en la Unión Soviética, para lo cual organizó la División Azul (18 mil
soldados voluntarios), que fueron enviados a luchar en la campaña nazi contra los soviéticos.
La victoria aliada dejó al régimen en una situación difícil. En 1946 la recién creada
Organización de las Naciones Unidas condenó al régimen franquista por su carácter fascista y su
origen antidemocrático. La mayoría de los países, por consejo de la ONU, retiraron sus embajadores
de España y la expulsó de los organismos internacionales. El régimen solo contaba con el apoyo y la
ayuda alimentaria de Argentina.
La estrategia del franquismo fue cerrarse en sí mismo, tratando de frenar toda influencia
democrática y de crear una autarquía económica que era imposible.

53.3-El Reconocimiento Internacional (1953-59).

La normalización exterior. En 1953 el aislamiento franquista terminó con la firma del nuevo
Concordato con el Vaticano y el primer pacto con Estados Unidos. Los años 50 fueron el momento
álgido de la Guerra Fría, lo que benefició al régimen al prevalecer su marcado anticomunismo sobre su
naturaleza no democrática. Los pactos, por los que USA instaló cuatro bases militares en España a
cambio de ayuda técnica y alimentaria, permitieron al régimen empezar una política exterior tendente
a su reconocimiento por el bloque capitalista.
En 1955 España era admitida en la ONU y gran parte de los organismos internacionales. Esta
nueva situación permitió la llegada de créditos y capitales internacionales, la reapertura del comercio
exterior y la llegada de turistas.
Los intereses estratégico-militares de Estados Unidos proporcionaron al régimen la
oportunidad de salir de una situación socioeconómica cada vez más insostenible. Al mismo tiempo el
régimen adquirió una nueva justificación como sostenedor del orden que proporcionaba prosperidad,
aunque hubiera limitaciones políticas.

Continuismo interior. La promulgación de la Ley de Principios Fundamentales del


Movimiento (1958) supuso un paso más en la institucionalización del régimen franquista. EN esta ley
desaparecían los elementos más fascistas de las anteriores Leyes Fundamentales, pero seguía presente
el autoritarismo antiliberal y antidemocrático.
Persistieron los problemas económicos, aunque ya no había el hambre de la posguerra. La
autarquía y el intervencionismo estatal en la economía se mostraron ineficaces para lograr el
crecimiento necesario. Desde 1955 creció la inflación, la balanza de pagos fue cada vez más negativa
y las reservas de divisas llegaron a agotarse.
Esta situación provocó las primeras huelgas en la minería asturiana y grandes ciudades como
Madrid y Barcelona. La protesta social tomaba el relevo de la protesta política anterior encabezada por
la guerrilla rural (maquis).

53.4-El Despegue Económico (1959-73).

El crecimiento económico. El crecimiento económico durante esta época fue espectacular, en


especial en la industria, superando a cualquier país europeo. La renta nacional creció un 4-7% anual,
ampliando la clase media y rompiendo la tradicional polarización entre ricos y pobres. El crecimiento
se debió a los ingresos por turismo, las inversiones extranjeras y las remesas de divisas enviadas por
los emigrantes. Unos dos millones de españoles se vieron obligados a emigrar en busca de trabajo a
Francia, Alemania, Suiza y Holanda, lo que eliminó el paro.
El Plan de Estabilización (1959) eliminó la economía autárquica que tan rotundamente había
fracasado. Pretendía la liberalización del comercio, la integración de la economía española con la de
otros países occidentales y la modernización del aparato productivo español. Sus efectos fueron
dobles, por un lado redujo la inflación y estabilizó los precios, por otro descendió la actividad
económica y aumentó el paro al desaparecer las industrias menos competitivas.
Los Planes de Desarrollo fueron producto de los gobiernos tecnócratas de los años 60. Eran
planes cuatrienales que pretendían planificar el crecimiento económico de forma equilibrada, creando
nuevas áreas industriales donde no existían y la población tenía bajas rentas: Burgos, Valladolid,
Huelva, Sevilla, etc. En su mayoría los planes fracasaron.

Una sociedad moderna. El cambio económico favoreció la modernización de la sociedad, pero


no fue acompañada por una apertura política.
La mayor consecuencia de la nueva situación fue el éxodo rural: despoblamiento de las áreas
rurales y crecimiento urbano acelerado, especialmente en las zonas industriales (Madrid, Barcelona,
País Vasco) y turísticas (litoral mediterráneo). También cambió la estructura del a economía, pues si
en 1960 la agricultura ocupaba la mayoría de la población activa, en 1970 era superada tanto por la
industria como por los servicios.
Hacia 1973 España podía ser considerada un país industrial avanzado. El crecimiento
económico posibilitó el aumento salarial y la aparición de una nueva clase media de empleados,
técnicos y profesionales. Gran parte de las familias adquirieron nuevos objetos de consumo de masas
(televisor, frigorífico, coche), imitaron las formas europeas de ocio (vacaciones, turismo, segunda
residencia) y consiguieron que sus hijos realizasen estudios superiores.

Inmovilismo político y oposición. Que el crecimiento económico no fuera acompañado por


una liberalización política provocó la aparición de una progresiva conflictividad en muchos sectores
sociales y políticos. Dicho malestar se acrecentaba al conocer y ser conscientes de la libertad en los
usos y costumbres que disfrutaban los ciudadanos de las democracias europeas.
Desde 1964 se sucedieron numerosas protestas de múltiples grupos sociales. Los universitarios
protestaban por el autoritarismo del régimen y su falta de legitimidad. Las huelgas obreras de las
organizaciones sindicales clandestinas aumentaron su influencia e incrementaron la presión. En estos
años nace el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), que pronto se convirtió en la organización más
fuerte. La Iglesia católica, influida por las corrientes progresistas del Concilio Vaticano II, empezó a
distanciarse del régimen y a exigir mayores libertades públicas. Los nacionalistas vascos y catalanes se
reorganizaron y empezaron a exigir sus demandas culturales y políticas. En estos años nace la
organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA), que utiliza métodos violentos y terroristas para conseguir
la independencia del País Vasco.
La oposición interior logra reorganizarse y coordinarse. Tras un largo periodo de
enfrentamientos delegados del interior y del exilio se reúnen en Múnich para denunciar la naturaleza
antidemocrática del régimen, cuando éste intentaba gestionar su ingreso en la Comunidad Económica
Europea. Pese a la ausencia del PCE por su obediencia a la Unión Soviética el régimen no tuvo
reparos en calificar la reunión como contubernio comunista de Múnich, en un intento de limitar la gran
repercusión internacional del comunicado.
Desde 1962 funciona el Tribunal de Orden Público (TOP) que juzgaría a obreros,
profesionales y estudiantes por sus opiniones políticas, mediante procesos arbitrarios que dieron
popularidad a la oposición. Tal es el caso de la condena a muerte y ejecución en 1963 de Julián
Grimau, dirigente del PCE, a pesar de las presiones diplomáticas para impedirlo y que produjo la
condena internacional.
A estos desafíos interiores y exteriores se respondió mediante manifestaciones de apoyo al
régimen, que no ocultaban el declive progresivo del apoyo del franquismo. El apoyo al franquismo era
mayoritario en los mayores de 50 años, en el grupo de los 35 años estaba igualado con la oposición,
pero en los menores de 30 años la oposición era mayoritaria.
Sin embargo dentro del propio régimen había una lucha de poder entre la Falange
(inmovilista) y el Opus Dei (aperturista y pragmático), que se expresó en dos hechos. En Julio de 1969
Franco hace que las Cortes juren al Príncipe Juan Carlos como su sucesor en la Jefatura del Estado a
título de rey, una vez se compromete a mantener el régimen. Los representantes falangistas en las
Cortes no se atrevieron a contravenir la elección de Franco, pese a haber sido favorecida por el Opus
Dei. El segundo hecho fue el caso Matesa, también en 1969. Matesa era una empresa de exportación
de maquinaria textil beneficiada por subvenciones y créditos concedidos por ministros del Opus Dei
por operaciones no realizadas. Los ministros falangistas airearon el fraude y lo utilizaron contra el
Opus Dei desde sus periódicos y emisoras. Franco interpretó que el revuelo público era un intento de
Falange de asaltar el Estado, eliminar al resto de grupos del régimen y hacerse con el poder. Como
reacción Franco formó un nuevo gobierno integrado exclusivamente por ministros del Opus Dei, el
gobierno monocolor.

53.5-El Franquismo final (1973-75).

Ante la inminencia de la muerte de Franco sectores sociales cada vez más amplios deseaban el
cambio. La coordinación de las fuerzas políticas opositoras les permitió prepararse para un cambio que
fue acelerado por la situación internacional.

La crisis interna del régimen. La situación del régimen en estos años era contradictoria, pues
intentaba realizar ciertas modificaciones para legitimarse, pero teniendo siempre cuidado de que
fueran reversibles y de mantener su poder. El régimen seguía declarándose católico, pero sus
relaciones con el Vaticano y parte de la Iglesia española eran cada vez más tensas, como lo muestra el
que los propios obispos pidieran la revisión del Concordato de 1953 o plantearan la reconciliación de
los odios de la Guerra Civil. Los partidos políticos y el liberalismo seguían condenados, pero el propio
franquismo intentaba una reforma que permitiera crear asociaciones políticas, la elección de los
alcaldes o cierta libertad sindical. El derecho de huelga no se reconocía, pero el número de huelgas y
huelguistas no dejó de crecer.
El régimen se desmoronaba al mismo tiempo que Franco se debilitaba físicamente, hasta el
punto de que tuvo que delegar el cargo de Jefe del Gobierno desde 1973, aunque retuvo el de Jefe del
Estado. Hubo una escisión ideológica entre ultras (llamados el búnker), partidarios del inmovilismo
total, y aperturistas, partidarios de la progresiva democratización que les permitiera convertirse en el
partido mayoritario y seguir gobernando desde la legalidad democrática. La designación del Almirante
Carrero Blanco, que estuvo con Franco desde la Guerra Civil, como jefe del Gobierno en 1973 supuso
una gran victoria para los sectores regresivos del régimen, pues Carrero era lo bastante joven como
para mantener el régimen al menos una década más. El asesinato de Carrero Blanco en un atentado de
la organización ETA fue un duro golpe para el régimen, sobre todo los ultras, y para el propio Franco,
pues desapareció el mayor conocedor del sistema franquista, tan respetado como el propio Franco. Los
ultras consiguieron el nombramiento de Carlos Arias Navarro como nuevo Jefe del Gobierno en 1974,
quien forma un nuevo gobierno sin ministros del Opus Dei.
El desmoronamiento del orden franquista es una constante en estos años, de mano de diversos
grupos terroristas de todo signo político e ideológico. ETA sigue actuando y siendo la organización
más activa. Surge un grupo escindido de los círculos comunistas llamado Frente Revolucionario
Antifascista Patriótico (FRAP). En 1976 nacen los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de
Octubre (GRAPO), formados por grupos de obreros de ideología comunista. Se forman dentro del
régimen diversas agrupaciones derechistas que utilizan el terror para amedrentar a la oposición, como
los Guerrilleros de Cristo Rey (grupos parapoliciales nacidos en 1969, actúan sobre todo contra el
clero democrático), la Triple A o el Batallón Vasco Español.

La situación internacional. Las consecuencias de la Crisis del Petróleo de 1973, debida al


aumento desmesurado y repentino del precio del petróleo, fueron mayores en España que en otros
países industrializados. Los últimos gobiernos franquistas minusvaloraron su importancia por lo que
no tomaron medidas para paliar sus efectos: gran descenso de la tasa de crecimiento económico,
aumento de la inflación, menor competitividad exterior.
La cuestión del Sáhara Occidental ensombreció el panorama exterior. Desde 1956 el régimen
se enfrentó al problema de la descolonización. Tras la independencia de Marruecos de Francia (1956)
el franquismo se resistió a seguir el proceso, pero hubo de ceder Ifni a Marruecos en 1963 y conceder
la independencia a Guinea Ecuatorial en 1968. La reclamación del Sáhara por Marruecos se produjo
en momentos de desconcierto interno del régimen, lo que facilitó que Marruecos organizara la Marcha
Verde, en la que miles de civiles precedían al ejército marroquí que ocupó el territorio. El gobierno de
Carlos Arias Navarro eludió sus compromisos sobre la autodeterminación del territorio, lo abandonó
atropelladamente y permitió su reparto entre Marruecos y Mauritania.

La reorganización de la oposición. El empeoramiento de la salud de Franco en el verano de


1974, su previsible desaparición en cualquier momento y la crisis interna del régimen motivaron a la
oposición para coordinarse.
En Julio de 1974 se constituyó en París la Junta Democrática, que reunía al Partido
Comunista, Comisiones Obreras, liberales seguidores de Don Juan de Borbón y sectores socialistas y
del carlismo progresista. A mediados de 1975 se creó la Plataforma de Convergencia Democrática,
integrada pro el PSOE, los grupos cristianodemócratas y casi todos los grupos liberales. La mayor
diferencia entre ambas formaciones era que la Plataforma aceptaba la monarquía como solución
política final, mientras que la Junta proponía que la futura forma del Estado (monarquía o república)
debía ser decidida en consulta popular.
La muerte de Franco en Noviembre de 1975 acabó con la dictadura más larga de la Historia
Contemporánea de España. Las alternativas que se presentaban eran las de un más de difícil
inmovilismo, un reformismo progresivo hacia las democracias occidentales, o una ruptura con todo los
que significaba el franquismo.

53.6-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 54. La Construcción de la Comunidad Europea.

54.1- Antecedentes de la construcción europea.

En el Renacimiento surge la idea de Europa como fenómeno cultural y político. Durante la


Ilustración se desarrolla un sentimiento de eurocentrismo pero no se concibe la unión de los pueblos.
Durante la Revolución Francesa se realiza un intento ideológico de unión de Europa bajo la dirección
de Francia, similar, salvando todas las distancias posibles, con el proyecto Nazi de mediados del s.
XX.
La Primera Guerra Mundial supuso un momento de afirmación nacional que detuvo los
intentos unificadores, pero una vez finalizada renacen como la única forma de asegurar la
supervivencia y el desarrollo de Europa. En 1923 se crea el Plan Kalergi, que da origen a la Unión
Parlamentaria Europea de 1926. En la década de 1930 se realizan nuevos intentos merced a diferentes
movimientos ideológicos como: Ordre Nouveau, Euro Union, Federal Union.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 los Estados Unidos crean el Plan Marshall
para reconstruir Europa, a fin de alejarla del comunismo. La utilización de dichos fondos debe ser
racionalizada, por lo que se exige la estructuración de una Europa integrada.
En 1948 se celebra el Congreso de la Haya entre los países europeos occidentales, organizado
por el Comité Internacional de Coordinación de Movimientos para la Unidad Europea. La conferencia
fue apoyada por Churchill, Rusell, Monnet y Schumann, consiguiendo la creación del Consejo de
Europa, el primer organismo internacional dotado de órgano parlamentario. Fue ratificado por nueve
países: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Dinamarca, Gran Bretaña, Italia, Noruega y Suecia.
Posteriormente se unieron Grecia, Islandia y Alemania Federal.
La mayoría de los proyectos posteriores fueron promovidos y elaborados por movimientos
federalistas y antifascistas. En 1949 se firma el Tratado de la OTAN, en el que los países europeos
acuerdan la mutua protección contra amenazas militares, lo que exige estrechar la colaboración. Para
lograrlo surge en 1950 el Plan Pleven, que proyectaba la creación de una Comunidad Política Europea.

54.2-La Comunidad Europea.


La Comunidad Económica Europea. Los Tratados de parís (1951) y Roma (1957) tenían por
objeto la integración de la vida pública de forma sectorial, a fin de crear sistemas naturales de
cooperación política, conduciendo al mismo tiempo a la integración política y económica.
CECA. La Comunidad Europea del Carbón y el Acero estaba integrada por Francia, Alemania
Federal, Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia. Se crea un consejo especial de ministros común que
decidirá sobre precios, transporte y competencias. Se unen las producciones de carbón y acero de
todos los países. Perderá fuerza por la Crisis Energética de 1973.
Euratom. La Comunidad Europea de la Energía Atómica tenía el objetivo de promover la
explotación pacífica de la energía nuclear, controlar y desarrollar las industrias nucleares, la
investigación, las normas de seguridad, abastecimiento de minerales radioactivos, etc.
CEE. La Comunidad Económica Europea perseguía crear un espacio económico europeo
común para el libre intercambio económico y la aproximación de políticas económicas. Se crearon
fondos específicos gestionados por el Banco Europeo: FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y
Garantía Agrícola), FSE (Fondo Social Europeo), FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional),
Fondos Estructurales (creación de infraestructuras), Fondos de Cohesión (favorecer la igualdad entre
territorios).
Las políticas son aplicadas por un Parlamento Europeo, un Consejo, una Comisión y un
Tribunal de Justicia, asistidos por un Comité Económico y Social de carácter consultivo.
El político francés Jean Monnet consideraba que debía crearse una estructura económica
común que permitiera crear la unidad política. Partía de los supuestos de que el Consejo Europeo era
insuficiente, Gran Bretaña velaba más por sus intereses de la Commonwealth, y la unificación europea
exigía el acercamiento entre Francia y Alemania.
En 1950 el alemán Schumann crea el Plan Schumann, por el cual se crearía un espacio
jurídico, económico y político integrado a través de la supranacionalidad económica.
La inicial comunidad de seis países se amplió en diferentes etapas. En 1972 ingresaron Reino
Unido, Irlanda y Dinamarca. En 1979 ingresó Grecia. En 1985 ingresaron España y Portugal.

La Comunidad Europea: El Acta Única (1987). En 1985 todavía existían diferencias técnicas y
fiscales importantes que impedían construir un espacio interior. Por ello en 1987 se crea el Acta
Única:
 Libre circulación de personas, mercancías, capitales y servicios.
 Implantación de un mercado interior común con una moneda común: el ECU (European
Currency Unit).
 Aumento del poder del Parlamento Europeo, elegido por sufragio universal directo.
En 1990 Alemania Democrática ingresa al unificarse dentro de Alemania Federal.

La Unión Europea: El Tratado de Maastricht (1991). Fue firmado en 1991 a fin de propiciar la
unión monetaria y económica, así como avanzar en la constitución de la unidad política. Se creó la
moneda única europea, el Euro, que entró en vigor en 2002 en los países que cumplían los criterios de
convergencia:
1. Inflación menor al 1,5% de la media de los tres países con menos inflación.
2. Deuda pública inferior al 60% del PNB.
3. Déficit inferior al 3% del PNB.
4. Tipos de interés a largo plazo inferiores al 2% de la media de los 3 países con menores
índices.
Se hizo efectiva la libre circulación de personas y capitales. Se creó la ciudadanía europea, que
permite a los ciudadanos de la UE presentarse a cargos en su localidad de residencia
independientemente de su nacionalidad, permite a cualquier ciudadano de un país miembro recibir
auxilio diplomático en cualquier embajada de cualquier país miembro de la UE.
Se establecieron políticas medioambientales, industriales, tecnológicas, sociales, de servicios,
etc., mediante fondos específicos: FEDER, FEOGA, FSE, EPOCH (Programa Europeo de
Climatología y Desastres).
En 1995 ingresaron Suecia, Finlandia y Austria.
La existencia de la Unión Europea ha impedido tensiones entre los Estados miembros y entre
miembros y países externos por viejos conflictos territoriales: Grecia y Turquía por Chipre, España y
Reino Unido por Gibraltar, Alemania y Francia por Alsacia-Lorena, etc.

54.3-Instituciones Europeas.

Órganos de dirección y decisión.


 Consejo Europeo. La reunión de los Jefes de Estado y Gobierno, Ministros de
Exteriores y un miembro de la Comisión Europea. Orientan la política económica,
social, exterior y de seguridad. Deben crear la Constitución Europea.
 Consejo de Ministros. Los ministros de cada rama de cada Estado miembro. La
presidencia es rotatoria cada seis meses. Coordina las políticas económicas y legisla y
ejecuta las leyes adoptadas por consenso.
 Comisión Europea. Formado por Comisarios con funciones semejantes a las de
ministros. Son elegidos por los gobiernos de forma proporcional a la población de
cada país. Es el órgano decisorio que ejerce las funciones que el Consejo le atribuye y
emite recomendaciones y orientaciones.

Órganos de Control.
• Parlamento Europeo. Los diputados son elegidos por sufragio universal directo y a
cada Estado le corresponde un número de parlamentarios en proporción a su
población. Participa en la elaboración de leyes comunitarias y formula protestas
políticas contra cualquier circunstancia que vulnere a la Unión.
• Tribunal de Justicia. Garantiza los principios del derecho en la aplicación de
interpretación de los tratados. Está formado por 15 jueces y 6 abogados generales
designados por acuerdo entre los gobiernos miembros.
• Tribunal de Cuentas. Compuesto por 15 jueces nombrados pro el Consejo, previa
consulta al Parlamento Europeo. Controlan la gestión de las finanzas comunitarias y la
gestión del Parlamento.

Órganos de Asesoramiento.
• Comité Económico y Social. Formado pro empresas y trabajadores, desarrolla funciones
secundarias.
• Comité de Representantes Parlamentarios. Centro de las negociaciones de la UE.
• Comité de las Regiones. Órgano consultivo del Consejo y la Comisión que asesora sobre
cuestiones territoriales y regionales, y emite dictámenes sobre cuestiones relacionadas con los
Fondos Estructurales.

54.4-La ampliación hacia Europa del Este.

El Consejo Europeo de Luxemburgo de 1997 estableció los criterios que debían cumplir los
países del antiguo bloque socialista que habían solicitado su ingreso en la UE. Por ejemplo cambios
legales para poner fin a la discriminación de las minorías como la gitana y la persecución legal hacia
los homosexuales.
El principal problema era la necesidad de reorganizar los Fondos de Cohesión, para facilitar
las ayudas necesarias, y transformar las economías y políticas de los países aspirantes. A fin de
realizar este proceso de forma que la economía sufra lo menos posible se han establecido dos grupos
de países con dos velocidades de incorporación.
En 2004 se incorporaron los países más desarrollados: Polonia, Hungría, Eslovenia, República
Checa, Estonia y Chipre.
En 2007 se incorporaron Bulgaria y Rumanía. Eslovaquia y Lituania todavía esperan su
incorporación. Turquía es un caso particular, ya que aunque está decidida su incorporación no tiene
fecha debido a las dificultades de ajustar su sistema político al modelo occidental.
54.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º y 2º de bachillerato
en el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 66. Estructuras económicas mundiales.

66.1- Las relaciones económicas mundiales.

Globalización o mundialización. Este concepto ser refiere al hecho de que desde hace unos
años ha aumentado el comercio internacional, las inversiones extranjeras directas y los movimientos
financieros en general, ya que el capital precisa actualmente de conjunto del espacio mundial para
reproducirse. Han aumentado las relaciones económicas internacionales de los países y la importancia
de las compañías transnacionales (bancos, holdings, empresas) que producen o venden productos y
servicios en multitud de países. Los procesos sociales y las relaciones son cada vez más globales.
Nadie duda de que ha aumentado la interdependencia entre los países, por lo que los sucesos lejanos
nos afectan como si fueran hechos locales. Pero la interdependencia entraña un peligro, pues en
muchos casos en dependencia, por la que un país influye en otro que no tiene posibilidad de hacer lo
mismo. La mundialización hace que conozcamos lo que sucede en el mundo en tiempo real,
compartiendo hábitos, valores y hasta enfermedades.

Revolución tecnológica. Microelectrónica, robótica, biotecnología o informática influyen


enormemente en las economías y en los estilos de vida. Esta revolución implica tanto riesgos, ya que
quedarse fuera de este entramado puede aislar a muchos países o llevar a la deshumanización, como
oportunidades, porque intercomunica a países y personas y mejora las condiciones de vida.

Regionalización del mundo. Algunos teóricos afirman que la globalización es solo aparente,
que en un nivel más profundo el mundo se está regionalizando creando tres bloques mundiales
basados en lazos económicos: Estados Unidos, Europa y Japón. Los bloques se estructuran mediante la
creación de áreas comerciales preferentes, uniones económicas, etc. que desembocan en la creación de
zonas de influencia. Los países ricos, pese a sus enfrentamientos económicos, se alían para no aceptar
a los países pobres, por lo que solo tienen dos opciones, o crear sus propios bloques (de influencia
regional) o intentar entrar en uno de los bloques como socios menores o simples zonas de influencia.
África, especialmente el norte, es atraída por Europa, América Latina por Estados Unidos, y las
economías en desarrollo de Asia y Oceanía por Japón y los nuevos países industriales del Sureste
Asiático (los llamados Dragones). La regionalización no es solamente geopolítica, sino también
económica: Japón invierte en Asia, Europa en Europa y África, y Estados Unidos en Canadá y
México.

Aumento del a brecha Norte-Sur. La globalización no implica interdependencia sino sobre


todo dependencia: financiera, comercial, industrial y tecnológica de muchos países en desarrollo
respecto de los ricos. Es un hecho que el 20% de los países más ricos del mundo recibe el 83% de los
ingresos mundiales, mientras el 20% más pobre recibe el 1,4%. La dependencia, la regionalización del
mundo y otros factores estructurales provocan el aumento progresivo de las diferencias entre el Norte
y el Sur. Muchos países pobres caen en la dependencia, el aislamiento y la marginalidad dentro del
sistema económico, provocando grandes diferencias de desarrollo entre países.

66.2-Desarrollo y subdesarrollo.

Conceptos de desarrollo y subdesarrollo. Antes de la Segunda Guerra Mundial se usaban


conceptos como crecimiento económico, entendido como el aumento de la producción total de bienes
y servicios en un periodo de tiempo. Por tanto se basaba en el aumento del PIB medido en la renta per
cápita. Pero el crecimiento económico no implica necesariamente el aumento del bienestar social o
igualación de oportunidades, mientras que el concepto de desarrollo sí pretende incluir tales variables.
En general todas las definiciones de desarrollo incluyen el crecimiento económico, la mejora
de las estructuras económicas, sociales y políticas, y la mejora del bienestar económico. Sukel y Paz
definen el desarrollo como el proceso de cambio social que refiere a una evolución deliberada que
persigue como fin último la igualación de oportunidades sociales, políticas y económicas en el plano
social y en relación a las sociedades con patrones más elevados de bienestar.
La ONU define el desarrollo como el desarrollo humano global y sostenible o el proceso
mediante el que se ofrece a las personas más oportunidades. Debe por tanto incluir una vida
prolongada y saludable, educación, nivel de vida digno, garantía de derechos humanos, etc.
considerando magnitudes mundiales tanto espaciales como temporales sostenibles, por lo que debe
satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de
satisfacer las suyas.
Una última definición de desarrollo hace hincapié en la seguridad humana, siendo al mismo
tiempo una forma de definirlo y calibrarlo:
 Económica. Tener ingresos regulares suficientes.
 Alimentaria. Acceso a una alimentación mínima y básica suficiente.
 Medioambiental. Mantenimiento de los ecosistemas locales y los recursos naturales
básicos para las generaciones actuales y futuras.
 Personal. Protección frente a cualquier tipo de violencia, sea guerra, tortura,
delincuencia, abusos, etc.
 Comunitaria. Protección de los valores y culturas de comunidades y grupos
minoritarios.
 Política. Asegurar los derechos fundamentales de todos los individuos.
La medición del nivel de desarrollo de los países se hace siguiendo uno de los dos modelos
siguientes:
6. Renta per cápita. Es el indicador más utilizado pero también el más criticado.
Divide el PIB (producción final de bienes y servicios de la economía de un país) entre
el número de habitantes, para saber la media de renta. La crítica más importante es que
solo refleja la cantidad de dinero que existe en el país y a cuanto tocaría cada persona
si se repartiera, no cómo se reparte realmente ni en qué se invierte.
7. Índice de Desarrollo Humano (IDH). Se acerca más a la medición real del
desarrollo. Considera tres variables: esperanza de vida, educación y alfabetización, y
la renta per cápita según el poder adquisitivo. Con este modelo se elaboran los listados
anuales de riqueza por países, que refleja bastante fielmente el desarrollo de las
naciones.
Aclarado el concepto de desarrollo el de subdesarrollo se define por ser su opuesto. Se
consideran subdesarrolladas aquellas sociedades que, respecto al modelo occidental predominante,
presentan retraso en la transición económica hacia la industrialización y el crecimiento autosostenido,
la transición demográfica hacia el crecimiento lento de la población, y la transición política hacia la
formación del Estado nacional.
A este grupo de países se les ha definido con varios términos:
• Subdesarrollados, en desarrollo o en vías de desarrollo. Refiere al nivel de crecimiento
económico o grado de desarrollo alcanzado.
• Tercer Mundo (Sauvy). Equipara, como hipótesis de trabajo, el papel de estos países
con el Tercer Estado de la Revolución Francesa. Se manifestó geopolíticamente en la
Conferencia de Bandung (1955), donde buscaban crear un espacio propio a través del
movimiento de los países no alineados.
• No industrializados. En contraposición de los países ricos muy industrializados.
• Periféricos. En contraposición a que los países ricos ocupan un papel hegemónico o de
centro.
• Dependientes (Samir Amín). Indica la característica común de todos estos países, su
dependencia (financiera, comercial, política, etc.) respecto de uno o varios países
ricos.
• Países del Sur. Basada en que la mayoría de los países ricos se encuentra al Norte del
planeta, mientras casi todos los países pobres se encuentran al sur.

Teorías explicativas del subdesarrollo.


Teoría de las etapas de Rostow (1955). Concibe el desarrollo como una serie de etapas
sucesivas que toda sociedad debe atravesar, por lo que todas las sociedades han sido subdesarrolladas
en algún momento de su historia. Basta seguir una serie de reglas de desarrollo para que los países
subdesarrollados alcancen a los países ricos: ahorro, inversión y ayuda exterior. El incremento de la
proporción de ahorro interno y externo generaría un volumen de inversión suficiente para acelerar el
crecimiento. Fue criticado ya que se basaba en trasplantar el modelo vivido en Gran Bretaña a todo el
mundo y porque su receta no siempre funcionaba por falta de otros factores: dirección empresarial
competente, mano de obra cualificada, capacidad de planificar el desarrollo, etc.
Modelo neoclásico del cambio estructural. Se basa en que el desarrollo es un proceso de
cambio y crecimiento identificable mediante características similares en todos los países. Pretende
definir el mecanismo pro el que las sociedades agrarias de subsistencias, como los países
subdesarrollados, transforman su estructura económica hacia la industria y el comercio.
Lewis afirma que todo país subdesarrollado posee dos sectores, tradicional (superpoblado,
rural, de subsistencia y baja productividad) y moderno (urbano, industrial, muy productivo). Para
Lewis el mecanismo de transformación es la transferencia gradual de mano de obra excedentaria del
sector tradicional al moderno, pasando el peso económico del campo a la ciudad.
Para Chenery no basta la acumulación de capital monetario o humano, se necesitan unas
transformaciones estructurales interrelacionadas que afectan a todas las funciones económicas. Entre
otras la producción (desplazamiento de la población agrícola a la industrial), composición de la
demanda (menor demanda de alimentos), comercio internacional (crecimiento de exportaciones e
importaciones, creciendo más la primera en los productos industriales), distribución de la renta
(educación, sanidad, transición demográfica), etc. Una vez identificadas ya se puede actuar sobre ellas,
pero siempre pueden verse afectadas por el comercio internacional, política de ayudas internacionales
o la propia política elegida por los gobiernos de los países subdesarrollados.
Modelos de dependencia internacional. Este modelo se subdivide en tres variantes.
 Teoría de la dependencia neocolonial. De inspiración marxista. La existencia y
persistencia del subdesarrollo se debe a la evolución del sistema capitalista
internacional, que genera relaciones desiguales de intercambio entre países ricos y
pobres. Tras la independencia política la dependencia directa fue sustituida por la
indirecta insertando a estos países en las estructuras de la economía mundial, así
nacería el llamado neocolonialismo.
 Teoría de las alianzas. La perpetuación del sistema capitalista internacional se debe a
las alianzas de las clases dirigentes de los países ricos (políticos, empresarios,
militares, etc.) con las minorías privilegiadas de los países subdesarrollados. El
subdesarrollo sería consecuencia de las políticas de los países ricos para mantenerse
como tales controlando los recursos mundiales.
 Paradigma falso (Todaro) o modelo alternativo. El subdesarrollo se debe a la
aplicación de programas económicos occidentales a países que no tiene las mismas
condiciones, siendo por tanto inapropiados e incorrectos. Las medidas han sido
gestadas y exportadas por agencias de los países desarrollados, que solo han servido
para favorecer los intereses de los grupos de poder nacionales e internacionales. La
inserción forzosa de estos países en el mercado mundial rompió su desarrollo histórico
y rompió su equilibrio, por lo que para desarrollarse deben revitalizar sus sociedades
tradicionales, restaurar su economía, evolucionar sus modos de producción de forma
natural y dar paso a unas sociedades alternativas.

La dimensión social del subdesarrollo. Una de las características de estos países es su elevado
crecimiento demográfico. La teoría de la transición demográfica, elaborada a partir del ejemplo
europeo, sostiene que toda población afectada por profundos cambios sociales y económicos pasa por
tres etapas de evolución que cambian un equilibrio con altas tasas de fecundidad y mortalidad por otro
con bajas tasas. Los países subdesarrollados han tardado más tiempo, pero ya empiezan a notarse los
síntomas del cambio hacia el nuevo modelo: descenso de mortalidad, sobre todo infantil, aumento de
la esperanza de vida y descenso de la fecundidad por las políticas de control de natalidad, el retraso en
la edad de matrimonio y la mejora de la situación social de la mujer.
Insuficiencia alimentaria. El crecimiento desmesurado de la población y las desigualdades
socio-económicas han convertido la alimentación en la necesidad más urgente del Tercer Mundo, pues
su carencia condiciona el presente y el futuro de estos países. La agricultura tradicional de baja
productividad y escasa tecnificación intenta solventarse con políticas agrarias diversas y
manifestaciones de agricultura moderna (plantaciones para la exportación), pero no se logra la
autosuficiencia lo que aumenta la dependencia al tener que recurrir a los excedentes de los países
ricos.
Carencias sanitarias. Pese a los progresos los cierto es que existen graves deficiencias en gasto
sanitario, número de médicos y camas hospitalarias por 100 mil habitantes, mortalidad infantil,
esperanza de vida, suministro de agua potable. Especial impacto supone el SIDA, que afecta sobre
todo a los países pobres africanos.
Relativos logros educativos. La educación ha sido objetivo prioritario de los gobiernos en las
últimas décadas, como muestra el aumento del gasto en la misma: el triple en Asia y el 100% en
África y América Latina.
Desempleo y subempleo. Una gran masa social se encuentra sin empleo y con escasa
cualificación. Sumados desempleo y subempleo, el 30% de la mano de obra de los países
subdesarrollados está inutilizada.
Ausencia de libertades. No existe un paradigma de organización política en el Tercer Mundo
comparable al modelo de democracia occidental, sino una gran diversidad. Samuel Huntington
propone una periodización de la Edad Contemporánea adaptada al Tercer Mundo: Ola
democratizadora de posguerra (1945-62), Contraola autoritaria (1958-75) y Nueva ola
democratizadora (desde 1975). En la primera fase aumentan los países de rasgos democráticos:
garantía de libertades y de expresión, asociación y voto, fuentes alternativas de información,
competencia de grupos políticos en elecciones libres e imparciales. La difusión de la democracia es
fruto de la descolonización y la imitación de las formas políticas de la metrópoli y la transición de
América Latina.
En la segunda fase se da un vuelco hacia el autoritarismo, ya sean gobiernos militares o
dictaduras civiles. Afecta a Asia y América Latina pero sobre todo a África tras la descolonización,
por la difícil convivencia del sistema democrático con el objetivo del rápido crecimiento económico.
En la tercera fase muchos regímenes autoritarios son derrocados por democracias, pero
aquellos que se mantienen liberalizan sus posiciones por la mayor legitimidad y fuerza de los
movimientos democráticos. Huntington explica esta transición por el prestigio del ideario
democrático, crisis económicas que debilitan los regímenes autoritarios, cambios en los centros de
poder internacionales, mejora de la educación y la expansión de las clases medias urbanas que exigen
mayor participación social y política.

La dimensión económica del subdesarrollo. A partir de los rasgos estructurales siguientes el


tipo de crecimiento económico de los países subdesarrollados es circular: las estructuras
subdesarrolladas no se desarrollan, lo que se produce es un desarrollo del subdesarrollo.
Extraversión. El grueso de la actividad productiva se orienta hacia los mercados externos, con
una especialización que deriva en un desarrollo dependiente y limitado. Las necesidades de los países
ricos (agrícolas, energéticas, mineras) determinan el ritmo de las exportaciones, dada la estrechez de la
demanda interna por la modesta renta de la población.
Hipertrofia del sector terciario. La población activa se ocupa principalmente en el sector
primario, una débil presencia industrial y un sector terciario fuertemente inflado, debido a la
importación de bienes industriales de los países desarrollados y la inversión local en los servicios por
la debilidad industrial.
Predominio del capitalismo agrario. La tierra es la principal fuente de ingresos de una clase
terrateniente que produce en grandes plantaciones para la exportación, lo que conlleva crisis de
subsistencias y la importación de alimentos.
Polarización de la industria productiva. Se centran en industrias de menor contenido
tecnológico y con un grado bajo de industrialización. Solo en los nuevos países industriales la
industria tiene peso específico en el PIB: Brasil, México, Chile, Argentina, Corea del Sur, Taiwán,
Hong-Kong y Singapur. El resto del Tercer Mundo se comporta como países preindustriales, donde
predominan las ramas ligeras de la industria como textiles o calzado.
Polarización de los ingresos. Un porcentaje muy pequeño de la población concentra los
ingresos y reduce los márgenes del mercado de consumo a los productos de lujo. Por tanto no puede
darse un crecimiento de la producción de bienes de consumo para la población general.
Desarticulación. La economía se divide en compartimentos estancos, más conectados con los
mercados exteriores que entre ellos. Coexisten dos sectores económicos contrastados, uno moderno
muy productivo orientado al exterior y otro tradicional que proporciona mano de obra barata.
Dependencia. En la producción la participación de capital extranjero suele ser muy elevada,
sobre todo proveniente de multinacionales. En el comercio obedece al predominio de los productos
básicos en la exportación hacia países desarrollados, con un mínimo de comercio entre países
subdesarrollados, y siendo mayor debido a la especialización de muchos países subdesarrollados en
unos pocos productos para la exportación. Pero el comercio también tiene otra dimensión que es la
relación de intercambio, el monopolio de las potencias y grupos monopolistas en la producción y
comercialización contribuye a fijar una división internacional del trabajo en detrimento de los países
subdesarrollados, al mismo tiempo que fija precios bajos de los bienes primarios del Tercer Mundo y
precios altos de los bienes secundarios de los países desarrollados. Los mecanismos del comercio
internacional contribuyen así al endeudamiento al provocar un continuo déficit de la balanza
comercial. En la dependencia financiera el inicial predominio de las ayudas oficiales al desarrollo está
siendo desplazado por los flujos privados de multinacionales o bancos internacionales, las fórmulas de
financiación han cambiado por tanto de la donación desinteresada al préstamo internacional (público o
privado), y las condiciones de los mismos (plazos de amortización, tipos de interés) se han endurecido
considerablemente. En consecuencia el Tercer Mundo debe destinar gran parte de sus ingresos al pago
de servicios de deuda, lo que lastra el ahorro y la inversión ya que debe pagarse en divisas. Los
impagos son constantes y las renegociaciones insuficientes, igual que las esporádicas condonaciones
de deuda debidas casi siempre a causas políticas.

Heterogeneidad del Tercer mundo. Los autores Menzel y Rouillé clasifican los países del
Tercer Mundo en:
 Países pobres. Su creciente empobrecimiento se torna dramático pro el aumento acelerado de
la población. Sin apenas recursos internacionales ni industrialización con la que explotarlos, se
sostiene merced a la ayuda internacional. Presentan todos los indicadores del subdesarrollo en
su grado más elevado. Su producción está especializada un pequeño número de productos
destinados a la exportación a los países ricos.
 Nuevos países industriales. Tienen un notable grado de industrialización y modernización
agraria y un crecimiento económico rápido, que les convierte en exportadores de
manufacturas. Se dividen en Latinoamericanos y Dragones asiáticos. Los Latinoamericanos
(Brasil, Argentina, México) responden al modelo de industrialización por sustitución de
importaciones, producen para el mercado interno para deshacerse de las importaciones de los
países ricos; su único problema es su deuda exterior. Los dragones asiáticos (Corea del Sur,
Taiwán, Hong-Kong, Singapur) producen para la exportación por su elevada y tecnificada
industrialización, muy competitiva internacionalmente. La deuda no es importante para ellos
por sus balanzas comerciales muy favorables, que les permiten reducir la deuda
paulatinamente e incluso exportar capitales.
 Países exportadores de petróleo. Su riqueza petrolífera les ha conferido grandes recursos
financieros que utilizan para su industrialización. Algunos países han entrado en crisis al
dilapidar los ingresos petrolíferos en aventuras militares fracasadas (Iraq), procesos políticos
que ahuyentan el capital (Irán), relacionarse con el terrorismo internacional (Libia), etc.

66.3-Los nuevos modelos de desarrollo.


Desarrollo sostenible. Se basa en la optimización del aprovechamiento de los recursos
naturales y la mano de obra, en contraposición al modelo actual de infrautilización de la mano de obra
y sobreutilización de los recursos naturales. Fomenta la elevación del empleo y la reducción del
consumo de energía y recursos naturales.
Aunque está relacionado con el ecologismo exactamente se define como el desarrollo que
satisface las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades. La referencia al respeto al medio ambiente es inevitable, pues si es
degradado o agotado disminuye las posibilidades de supervivencia tanto presentes como de las
generaciones futuras.
La utilización inadecuada de los recursos, tanto humanos como naturales, es rechazada
socialmente de forma creciente, ya que se espera para ahora y el futuro puestos de trabajo e ingresos
estables en el marco de una mayor calidad de vida. La transición hacia un modelo más eficiente es más
fácil si varios países actúan conjuntamente, ya que minimizaría los costes y optimizaría los resultados.
La Unión Europea tiene el desarrollo sostenible como uno de sus objetivos al incrementar el uso de
energías limpias tanto por motivos ecológicos como estratégicos, ya que se reduciría la enorme
dependencia que tiene de la importación de energía y materias primas.

Modelo autocentrado. A medida que se observa la imposibilidad de superar las relaciones de


desigualdad y dependencia se plantea la cuestión de si no será un realidad irreversible. El modelo de
crecimiento responsable del subdesarrollo se ha consolidado en beneficio de los países ricos, merced a
las ventajas de la dominación colonial y del control político. El sistema por tanto tiende a paralizar el
dinamismo de los propios factores endógenos de desarrollo de los países dependientes.
EL modelo autocentrado permite fomentar los factores endógenos de desarrollo,
racionalizando los flujos comerciales y financieros con el exterior y favorecer los sistemas de
aprovechamiento específicos orientados a privilegiar la autosuficiencia nacional como vehículo de
financiación del desarrollo. Se plantea por tanto el papel de las importaciones de capital y los
inconvenientes de la excesiva vinculación con las multinacionales.
Los defensores de este modelo conceden a la ayuda exterior un papel secundario, primando la
organización más justa de los flujos comerciales mediante acuerdos por productos o la fijación de
códigos de conducta que controlen la acción de las empresas y los poderes públicos. Abogan por la
movilización de los recursos propios de la tierra, como los proyectos de ecodesarrollo experimentados
en China y Tanzania. Su objetivo es la utilización óptima del potencial ecológico para satisfacer
adecuadamente las necesidades alimenticias de la población, mediante plantas adecuadas al
ecosistema, técnicas simples y recursos locales que evitarían el endeudamiento y los perjuicios
naturales.
También se pretende racionalizar la industria para maximizar el aprovechamiento de los
recursos y desarrollar todo el área en que se instalen, como la India con las tecnologías intermedias o
Argelia con las industria industrializantes.

66.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 67. Constitucionalismo español y análisis de la Constitución de 1978.

67.1- Constitucionalismo español.

La Constitución es la norma o ley suprema que regula todo el ordenamiento jurídico de un


Estado, y a la que deben someterse los ciudadanos, los órganos del Estado y el resto de leyes. Si
alguna ley fuese contraria a ella debiera ser anulada o modificada.
El constitucionalismo español se enmarca dentro del constitucionalismo occidental, nacido en
la Revolución Inglesa del s. XVII. El constitucionalismo es el arma política de la nueva clase social de
la burguesía, que asume como propios los principios del liberalismo. Desde 1812, fecha de la primera
constitución española, se suceden en el poder gobiernos de todas las tendencias con un deseo común,
regir el país en base a una constitución que refleje su concepto de España, por lo que se suceden las
constituciones de 1812, 1837, 1845, 1856, 1869, 1873, 1876 y 1931. Tres periodos se abstraen a toda
norma constitucional a favor de un poder absoluto: el reinado de Fernando VII (1814-33), la dictadura
de Miguel Primo de Rivera (1923-30), y el régimen de Francisco Franco (1939-75).

La Constitución de 1812 (la Pepa). Fue el resultado de un proceso de sustitución del Antiguo
Régimen, mientras al mismo tiempo se luchaba en la Guerra de Independencia (1808-14). Refleja los
pactos y concesiones que todos hubieron de hacer, lo que a veces se traduce en contradicciones
ideológicas. Consta de 348 artículos, algunos trascendentes: art. 1 la nación española es la reunión de
todos los españoles de ambos hemisferios, art. 3 la soberanía reside esencialmente en la Nación, art. 14
el gobierno de la nación española es una monarquía moderada hereditaria.
Se suprimían los antiguos privilegios y se establecía la división de poderes: legislativo en las
Cortes, aunque el rey también tiene iniciativa legislativa, ejecutivo en el rey, judicial en los tribunales.
Se acaba con la división en reinos estableciendo la uniformidad y centralidad administrativa. Recupera
para el Estado los cargos públicos que en épocas anteriores se habían vendido parar ser disfrutados de
forma hereditaria. En la religión afirma que la única permitida es la católica, aunque es no eliminó la
antipatía del clero por la supresión de la Inquisición, los diezmos y muchas órdenes religiosas.
Su trascendencia histórica fue enorme, no sólo por ser la primera constitución española (la de
Bayona de 1808 nunca llegó a aplicarse y se considera una Carta Otorgada), sino porque es un texto
manifiestamente progresista que fue difundido e imitado por Europa en la Oleada Revolucionaria de
1820, cuyo foco original estuvo en España.
Anecdóticamente fue llamada la Pepa por ser aprobada el día de San José.

Las constituciones del reinado de Isabel II (1833-68): 1837 y 1845. Librándose la Primera
Guerra Carlista (1833-39), María Cristina debía apoyarse en los liberales para mantener el trono de su
hija, pese a ser absolutista, por lo que favoreció a liberales moderados. Martínez de la Rosa promulgó
el Estatuto Real (1834), especie de carta otorgada que estuvo vigente hasta 1837 ya que no satisfacía a
nadie. En 1837 se elabora una nueva constitución que, aunque en su preámbulo declara ser una simple
reforma de la de 1812 para adecuarla a las circunstancias, presenta diferencias significativas.
Es bastante más breve con solo 77 artículos. Proclama la soberanía nacional y la declaración
de derechos y libertades es más amplia, por ejemplo la libertad de prensa sin censura previa. Declara
el deber de la Nación de mantener los cultos y ministros de la religión católica, pero sin prohibir la
práctica de cualquier otra. Introduce el bicameralismo.
La importancia de este texto se debe a que supone la consolidación del régimen constitucional
en España y la consolidación del Estado liberal burgués. Pero la tendencia a que cada tendencia
política que alcanza el poder elabore su propia constitución se manifiesta cuando el general Narváez
disuelve las Cortes en 1844 y convoca otras para reformar la Constitución de 1837, a su juicio
demasiado progresista.
La Constitución de 1845 se promulga en Mayo de ese año y presenta significativas
modificaciones. La soberanía es compartida entre el Rey y las Cortes. Se refuerza al Senado con un
número de miembros ilimitado y elegido por el monarca, el cargo es vitalicio y esta cámara tiene las
mismas funciones que el Congreso de los Diputados. La mayoría de los artículos referidos a derechos
y libertades no los explicitan, sino que se remiten a un desarrollo legislativo posterior que
generalmente nunca llegó. Se suprime la libertad de imprenta y se restringe el censo electoral.
Esta constitución se fundamenta en el llamado liberalismo doctrinario, de procedencia
francesa, que propone la vía intermedia entre posiciones extremas como única forma de conseguir el
orden y la estabilidad. Supone la reacción de las clases dominantes burguesas para asegurarse el
monopolio político.

La Constitución de 1869. El gobierno isabelino agoniza sin apoyos ante el consenso de casi
todas las fuerzas políticas en la necesidad de derrocar el régimen. Las ciudades forman Juntas
Revolucionarias mientras los militares aprovechan el veraneo de la reina en San Sebastián para alzarse
y destruir las fuerzas gubernamentales, forzando el exilio de Isabel II. El éxito de la revolución es
rotundo ya que la apoyan casi todas las fuerzas sociales, desde proletarios a burgueses.
El gobierno provisional de Serrano convoca las Cortes Constituyentes que promulgan la
Constitución de 1869, la más democrática y liberal del s. XIX. El título primero declara los derechos y
libertades a los que se supeditan los poderes públicos, para evitar los excesos de gobiernos anteriores:
correspondencia, culto, sufrago universal (masculino y de mayores de 25 años), expresión, asociación,
etc. Su normativa es muy minuciosa para evitar que sean recortadas por gobiernos posteriores.
El título segundo consagra la soberanía nacional como origen de todo poder y define como
forma de gobierno la monarquía. Establece que el poder ejecutivo reside en el monarca, el legislativo
en las Cortes y el judicial en los tribunales. Se introducen los juicios con jurado para todos los delitos.
El resto del articulado regula de forma democrática el funcionamiento de diputaciones, hacienda,
ayuntamientos y ejército.
Ya que la constitución definía España como una monarquía era urgente buscar un monarca.
Tras varias posibilidades se ofrece el trono a Amadeo de Saboya, pero el intento de construir un
Estado democrático quedó frustrado por la incapacidad de los partidos para formar una alianza de
gobierno duradera, la lealtad de la nobleza por la derrocada dinastía de los Borbones y la desafección
de la Iglesia por la unificación italiana, que había privado al Papado de dominios territoriales.

La Constitución de 1873. La I República llegó porque la monarquía se había quedado sin


posibilidades de actuación.
Las elecciones a Cortes Constituyentes de Mayo de 1873 dieron mayoría a los republicanos
federales, de lo que nació la Constitución Federal de 1873. Declara su intención de conservar la
democracia y libertad conquistadas con la revolución y el establecimiento de una estructura territorial
de corte federal que respetara la unidad nacional. El nuevo Estado federal estaría constituido por 17
Estados: Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva,
Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Navarra, Puerto Rico, Valencia y
Vascongadas. Cada Estado poseería órganos legislativos, ejecutivos y judiciales propios, así como una
constitución que los regulase. Como novedad el Senado pasa a ser un órgano de representación
territorial con 4 representantes por cada Estado. Aparece el Tribunal Supremo para controlar la
constitucionalidad de las leyes y resolver los conflictos entre Estados.
Pero nunca llegó a aplicarse pues el 3 de Enero de 1874 el general Pavía irrumpió en el
Congreso, dando un golpe de Estado que acabó con la I República.

La Constitución de 1876. Con la Restauración de Alfonso XII, Cánovas teje un sistema


política que inicia una época de estabilidad política. En 1875 Cánovas y una Comisión de Notables
elaboran un proyecto de constitución, luego se convocan Cortes Constituyentes con el único fin de
aprobar dicho proyecto.
La Constitución de 1876 es la más duradera de la España liberal, caracterizándose por su corta
extensión (89 artículos). Aunque su estructura básica y fundamento ideológico eran los presentes en la
Constitución de 1845, contiene una declaración de derechos similar a la Constitución de 1869 (que sin
embargo luego fueron regulados.
La Restauración fue el sistema parlamentario más duradero de la historia de España, aunque
su estabilidad se garantizaba por la presencia de dos partidos institucionales que regularmente se
alternaban en el poder mediante elecciones fraudulentas (caciquismo, pucherazo). Muchos factores
contribuyen a su erosión, como la conciencia del carácter fraudulento del sistema o el ascenso del
movimiento obrero. Sin embargo su punto final llegó con el golpe de Estado de Miguel Primo de
Rivera en 1923 con el apoyo implícito del monarca Alfonso XIII.

La Constitución de 1931. Tras el final de la Dictadura de Primo de Rivera, con su dimisión en


Enero de 1930, Alfonso XIII intentó volver a la normalidad política de la Constitución de 1876. Sin
embargo la monarquía carecía de apoyos, pues los seguidores de los partidos turnistas de la
Restauración se sintieron maltratados por la dictadura y el rey. No estaban por tanto dispuestos a
defender la vuelta a una normalidad que consideraban imposible de recuperar.
Así tras las elecciones municipales del 14 de Abril de 1931, en las que vencieron los
republicanos en todas las ciudades y capitales de provincia, Alfonso XIII se exilia y es proclamada la
Segunda República. La Constitución de 1931 fue aprobada el 9 de Diciembre de 1931, permaneciendo
vigente hasta 1939.
El art. 1 declara que España es una república de trabajadores de toda clase, que se organiza en
régimen de libertad y justicia. Contenía una amplia declaración de derechos y disposiciones: igualdad
entre todos los españoles, de ambos sexos, ante la ley, sufragio universal, divorcio, expropiación y
socialización de bienes mediante indemnización. Los artículos más controvertidos eran los que
aceptaban las autonomías regionales y los artículos 26 y 27, que suprimían el presupuesto de la Iglesia,
disolvían la Compañía de Jesús y prohibían a las compañías religiosas ejercer la enseñanza.
Puede calificarse como intensamente democrática e idealista. Era muy similar al resto de
constituciones europeas de la primera posguerra mundial, como demuestran los artículos sobre la
renuncia a la guerra como instrumento de relación internacional, la extensión del derecho al voto a la
mujer y los que regulaban los derechos sociales.
Además de ser excesivamente grande tuvo un defecto fundamental, no haber intentado
redactarla mediante un amplio consenso, sobre todo en los aspectos más conflictivos, lo que alejó a la
derecha de la misma y le permitió iniciar las conspiraciones que llevaron a la Guerra Civil (1936-39).

67.2-La Constitución Española de 1978.

La Constitución supone el elemento que concluye la Transición desde el régimen franquista a


la democracia. Pero la transición española no es un fenómeno aislado, sino inscrito en un contexto
internacional de expansión de la democracia iniciado en 1974 en el sur de Europa, que derrocó a las
dictaduras mediterráneas (España, Portugal, Grecia), pasó a Hispanoamérica y finalizó en 1989-91 con
la caída de los regímenes comunistas de Europa del Este.
Con el tiempo la Transición española se ha revelado como un modelo de transición política
incruenta y consensuada para cualquier zona del mundo, incluso aquellas en que las condiciones
políticas o culturales son muy distintas.

La Transición democrática. Tras la muerte de Franco el 20 de Noviembre de 1975, es


proclamado Jefe del Estado a título de rey Juan Carlos I, como preveía la legislación vigente. Pese a
iniciar su reinado dentro de los cauces del régimen franquista, ya en su discurso de toma de posesión
dejó claro que, pese a haber sido educado en la ortodoxia del régimen, tenía un proyecto político
destinado a conducir a España a la democracia.
Los problemas eran manifiestos, tanto por los sectores franquistas inmovilistas como por la
oposición rupturista con el franquismo. La oposición se agrupaba en dos organizaciones, la Junta
Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática, que en 1976 se unieron en la Plataforma
de Coordinación Democrática, apodada la Platajunta. La oposición exige la convocatoria de Cortes
Constituyentes. La negociación entre gobierno y oposición era necesaria, pero el gobierno de Arias
Navarro se mostró incapaz, por lo que dimitió en Julio de 1976 debido a las continuas manifestaciones
y huelgas.
El Consejo del Reino se reunió para proponer al rey una terna de candidatos a presidente.
Torcuato Fernández Miranda, profesor y colaborador del rey, recibió del monarca, como presidente de
dicho Consejo, el encargo de hacer las gestiones necesarias para que en la nueva terna entrara Adolfo
Suárez. Torcuato maniobró hábilmente introduciendo el candidato deseado por el rey que, al ser poco
conocido y proveniente del Movimiento, no suscitó en las sucesivas votaciones vetos de ninguna de
las familias políticas franquistas que dominaban el Consejo y que se entretuvieron en luchar por sus
respectivos candidatos. Adolfo Suárez fue escogido porque reunía las condiciones necesarias para
realizar una operación política casi imposible: convencer a los políticos del sistema franquista
instalados en las Cortes para que desmantelaran dicho sistema. El nuevo presidente fue mal recibido
por la oposición por provenir del Movimiento, pero se inició el proceso de cambio político con un
respeto formal de la legalidad franquista.
El programa de Suárez se basaba en la elaboración de una Ley para la Reforma Política y la
convocatoria de elecciones democráticas a Cortes Constituyentes. Para ello hubo de convencer a la
oposición de que participase en su juego y prevenir una posible reacción involucionista del ejército,
con el nombramiento del General Gutiérrez Mellado como Vicepresidente y Ministro de Defensa.
La Ley para la Reforma Política estaba destinada a desactivar los obstáculos legales que
ofrecía el régimen franquista a la implantación de un sistema democrático, aunque para evitar vetos no
concretaba la forma del futuro sistema político. Tras lograr su aprobación por las Cortes franquistas se
sometió a referéndum, con la participación del 77,7% del censo y el voto favorable del 94%, pese a
que la oposición pedía la abstención y los franquistas el no.
Para dar credibilidad al nuevo proyecto político se realizan reformas de gran calado:
legalización de los partidos políticos (incluido el Partido Comunista Español) en Abril de 1977,
legalización del uso de banderas nacionalistas, supresión de los tribunales especiales (Tribunal de
Orden Público), aprobación del derecho de huelga y la libertad sindical, amnistía política (primero
parcial y luego total).
Las elecciones generales a Cortes Constituyentes del 15 de Junio de 1977 fueron las primeras
desde 1936, estando destinadas a sentar las bases jurídicas de un nuevo Estado con una constitución
que sustituyera el entramado legal que había estructurado la dictadura. Participó el 79,2 del censo, que
dio la victoria a los reformistas (cambios moderados sin traumas ni graves enfrentamientos) frente a
los rupturistas (romper con el inmediato pasado y sus hombres más representativos) y los inmovilistas
(pese al cambio ya inevitable imponer que la nueva Constitución recogiese los idearios del régimen
franquista). UCD obtuvo el 34,6%, PSOE el 29,3%, PCE el 9,4%, las fuerzas que más o menos
representaban la derecha franquista obtuvieron poca representación (AP 8,3% y la ultraderecha el 2%),
entre los nacionalistas destacaron PDC (Pacte Democrátic per Catalunya, convertido luego en
Convergencia Democrática de Cataluña) y el PNV.
Pese a los problemas: acciones de diversos grupos terroristas, peligro de involucionismo, crisis
económica y conflictividad social, la misión principal era elaborar una Constitución. Por ello para
rebajar la conflictividad social los partidos políticos y los sindicatos firmaron los Pactos de la
Moncloa, para construir un nuevo orden económico que acercara España a Europa.

La elaboración de la Constitución. El proceso fue largo y laborioso, ya que se pretendía la


elaboración de una Constitución que fuera fruto del mayor consenso posible, lo que determinó su gran
longitud y el que sólo las fuerzas de extrema derecha y extrema izquierda la rechazasen. Como dijo
Maurice Duverger en Madrid en 1977: la mejor Constitución para un país es aquella que no satisface
plenamente a todos los grupos políticos, pero que tampoco les disgusta del todo. El texto se halla
influido por las constituciones de los países del entorno y pro los textos constitucionales de 1812 y
1931. Sus mayores innovaciones se refieren a cuestiones como la figura del Defensor del Pueblo o la
protección de los derechos individuales y las libertades públicas por el Tribunal Constitucional.
La verdadera complejidad del proceso derivó de la diversidad de puntos de partida. UCD y AP
querían un texto breve con referencias a las declaraciones de derechos internacionales de la ONU.
PSOE y PCE querían una declaración explícita de todos los derechos y libertades políticas y sociales
del individuo, lo que es comprensible teniendo en cuenta que se salía de una larga dictadura. Todos
deseaban que fuera una Constitución lo bastante abierta como para que se adaptara a la ideología de
cualquier partido político que llegara a gobernar, evitando los cambios y enmiendas frecuentes.
AP y PCE tuvieron un papel menor en la redacción de la Constitución, pero dejaron muy claro
que no iban a permitir que fuera redactada solo por UCD y PSOE. Los comunistas insistieron en los
contenidos sociales del texto. Los catalanistas jugaron un papel mediador como forma de que se
atendieran sus reivindicaciones sobre la organización territorial del Estado. Los nacionalistas vascos
no intentaron influir en el texto, solo hicieron reivindicaciones sobre su soberanía nacional que no
fueron atendidas.
Para la elaboración de la Constitución se decidió el nombramiento de una Ponencia
Constitucional de siete miembros: tres de UCD (José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero y Rodríguez
de Miñón, y Gabriel Cisneros), uno del PSOE (Gregorio Peces Barba) al haber cedido un puesto a los
catalanes (Miquel Roca Junyent), uno de AP (Manuel Fraga Iribarne) y uno del PCE (Jordi Solé Turá).
Los ponentes constitucionales elaboraron el texto mediante negociaciones en reuniones semisecretas e
informales en restaurantes y domicilios particulares para evitar cualquier posible interferencia tanto de
sus propios partidos como de los que rechazaban la Constitución o de los diversos grupos terroristas.
En Mayo de 1978 el proyecto de Constitución pasó a la Comisión Constitucional para ser discutido de
forma abierta. En Julio de 1978 el Congreso de los Diputados aprobó la nueva Constitución por una
gran mayoría de todas las tendencias políticas. Solo votaron en contra o se abstuvieron la extrema
izquierda, los nacionalistas vascos y la ultraderecha. Pasó entonces al Senado, donde se intentó que los
nacionalistas vascos se unieran al consenso prometiendo una enmienda que aludiera a los derechos
históricos de los vascos. La tentativa fracasó pero los nacionalistas vascos dejaron claro que
respetarían el nuevo marco constitucional.
En Octubre de 1978 una sesión conjunta Congreso-Senado aprobó la Constitución, que fue
aprobada en referéndum el 6 de Diciembre por un 87,7%, si bien en el País Vasco el apoyo se redujo
al 50%. El 27 de Diciembre de 1978 el rey Juan Carlos I sancionó la Constitución en una sesión
conjunta Congreso-Senado, entrando en vigor el 29 de Diciembre de 1978.

Análisis constitucional. La Constitución de 1978 consta de un Preámbulo, 10 Títulos y 169


artículos, a los que se añaden 9 disposiciones transitorias, una derogatoria y una final que indica el día
de su entrada en vigor.
El Preámbulo es la típica declaración de todas las constituciones sobre grandes principios:
justicia, libertad, seguridad y bienestar de todos, que se promoverán mediante la convivencia
democrática, el Estado de Derecho, el propósito de relaciones pacíficas con todos los pueblos de la
Tierra, etc.
El Título Preliminar establece los principales rasgos de la estructura política del Estado y de la
configuración de la sociedad: soberanía nacional, derecho de autonomía dentro de la indisoluble
unidad nacional, las lenguas oficiales (castellano oficial del Estado, todos tienen el deber de conocerla
y el derecho a usarla; las demás lenguas son cooficiales en sus respectivas Comunidades Autónomas),
la bandera española y el reconocimiento de las banderas y enseñas de las CCAA, la capital del Estado
es Madrid, pluripartidismo político, derecho de asociación sindical y empresarial, respeto a la ley y las
garantías jurídicas, el papel de las Fuerzas Armadas (garantizar la soberanía nacional e independencia
de España, defender su integridad nacional y el ordenamiento constitucional).
Título I. De los derechos y deberes fundamentales. Fue uno de los más discutidos y más
extensos. Hace referencia a los derechos humanos (según la Declaración Universal de los Derechos
Humanos) y las libertades de los españoles, mediante un amplio catálogo de derechos que acaba con
un capítulo de garantía para su defensa y puesta en práctica. El Capítulo 1 se refiere a la nacionalidad
española y los derechos de los extranjeros. El Capítulo 2 (Derechos y libertades) se divide en dos
secciones, la primera (De los derechos fundamentales y de las libertades públicas) reconoce la
igualdad jurídica de todos los españoles y recoge los derechos fundamentales individuales y de
relación (los que se ejercen conjuntamente entre las personas, agrupados por actividades y fines
específicos), para finalizar con las garantías procesales. El Capítulo 2 en su sección segunda desgrana
derechos y deberes ya no denominados fundamentales: defender a España, deber de contribuir al
erario público, derecho al matrimonio en igualdad jurídica entre hombre y mujer, derecho a la
propiedad privada y a la herencia, derecho de fundación, derecho y deber de trabajar, libertad de
empresa, etc. El Capítulo 3 recoge los derechos económicos y sociales que el Estado debe atender y
proteger: protección a la familia y a la infancia, Seguridad Social, protección a la salud, conservación
del patrimonio artístico, derecho a la vivienda, etc. El Capítulo 4 establece el sistema de tutela de las
libertades y derechos, siendo de especial protección los expresados en la sección primera del Capítulo
2, asimismo introduce la figura del Defensor del Pueblo, encargado de velar por el respeto a los
derechos y libertades de los ciudadanos. El Capítulo 5 especifica los casos en los que pueden ser
suspendidos los derechos y libertades, así como que el hecho de abusar de tales casos da lugar a
responsabilidad penal.
Título II. De la Corona. La monarquía no es un poder del Estado sino un órgano del mismo. Se
la define como parlamentaria, moderadora y arbitral, correspondiéndole funciones representativas y
simbólicas pero nunca políticas. Establece la sucesión a la Corona siempre en descendientes de su
Majestad Don Juan Carlos I por vía directa y primando el sexo masculino en el mismo grado.
Título III. De las Cortes Generales. El sistema establecido es de un bicameralismo atenuado,
pues aunque hay dos cámaras una de ellas, el Congreso de los Diputados, es más relevante que la otra,
el Senado. El Senado es una cámara de segunda lectura para los proyectos aprobados por el Congreso
y tiene cierto componente regional, ya que unos miembros son elegidos según las circunscripciones
electorales y otros en representación de las Comunidades Autónomas. Ambas cámaras ejercen la
potestad legislativa, controlan la acción del Gobierno y aprueban los Presupuestos del Estado. Su
trabajo puede realizarse en Pleno (con todos los miembros, que pueden ser ordinarios o
extraordinarios), en Comisión o en reunión conjunta de ambas Cámaras. Un rasgo característico es la
existencia de las leyes orgánicas, que exigen para su aprobación un número de votos equivalente a la
mayoría absoluta y no sólo la mayoría relativa, pretendiendo que perdurara en el futuro el consenso
constitucional en determinadas materias.
El Título IV (Del Gobierno y de la Administración) y el Título V (Delas relaciones del
Gobierno y las Cortes) desarrollan el poder Ejecutivo y sus relaciones con el Legislativo. El gobierno
se convierte en el órgano predominante del Estado, que para ser derribado exige la presentación de un
voto de censura en el Congreso de los Diputados acompañado del nombre del candidato a sustituirlo.
El gobierno posee cierta capacidad legislativa: Decretos Legislativos (previa delegación del
Parlamento) y Decretos-Ley (sin previa autorización parlamentaria).
Título VI. Del poder Judicial. Se garantiza su independencia, el régimen penitenciario, etc. El
poder Judicial se gobierna a sí mismo mediante el Consejo General del Poder Judicial.
Título VII. Economía y Hacienda. Desarrolla las condiciones de la presencia estatal en una
economía de mercado y las bases de cierto criterio corrector, típico de un sistema económico mixto,
que respeta la propiedad privada y la economía de mercado pero con ciertas subordinaciones de la
riqueza al interés nacional y la redistribución más justa.
El Título VIII. De la organización territorial del Estado. Fue el más discutido y según los
expertos el más débil jurídicamente. Establece una forma ambigua a propósito para impedir la
reivindicación de los derechos históricos de los nacionalistas vascos y catalanes y reconocer los
sentimientos regionalistas del resto de España. Así proclama la indisoluble unidad de la nación
española y reconoce que ésta está integrada por diversas nacionalidades y regiones, a las que se
reconoce y garantiza el derecho a acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades
Autónomas. Distingue entre comunidades de vía rápida, que recibieron un estatuto de peautonomía
(País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, Canarias, Navarra, Comunidad Valenciana), y
comunidades de vía lenta, que hubieron de esperar a tener un estatuto plenamente redactado (Asturias,
La Rioja, Cantabria, Madrid, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón,
Baleares).
Título IX. Del Tribunal Constitucional. Establece su composición, nombramiento,
funcionamiento y competencias, que incluyen no solo decidir si una ley es anticonstitucional, sino
también proteger a los ciudadanos contra las violaciones de la ley cometidas contra sus derechos
fundamentales por las Administraciones (recurso de amparo). Como guardián de la Constitución es el
único órgano del Estado que tiene derecho a interpretarla y su decisión es inapelable.
Título X. De la reforma constitucional. Las posibilidades de reforma son muy reducidas, tanto
en su iniciativa de reforma como en sus condiciones de aprobación (exige altos porcentajes) o los
asuntos a los que afecta. Además establece que para realizar cualquier reforma el país debe
encontrarse en estado de normalidad. Todo ello prueba la preocupación por establecer un sistema
estable y seguro en España.
Disposiciones. Transitorias, derogatoria y final. Dan soluciones momentáneas a problemas
puntuales, eliminan normativas anteriores o puntualizan algún aspecto hasta el momento en que entre
en vigor la Constitución.

67.3-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 69. Conflictos políticos internacionales del mundo actual.

69.1- Regímenes democráticos.

La definición del término democracia presenta mucha dificultad pues, además de la diversidad
de significados que se le atribuyen, presenta adherencias ideológicas. La democracia no se ha
identificado nunca con una corriente concreta de pensamiento, es más bien un producto de todo el
desarrollo de la civilización occidental. Por ello cuanto más ha asumido un significado elogioso
universalmente reconocido, más ha sufrido una evaporación conceptual y se ha convertido en una
etiqueta indefinida. Casi todos los regímenes se califican a sí mismos de democráticos.
Ante la dificultad de la definición Schumpeter habla del método democrático, un instrumento
institucional para llegar a decisiones políticas, en virtud del cual cada individuo logra el poder de
decidir mediante una competición que tiene por objeto el voto popular.
A nivel práctico es útil la definición discriminante, respecto a los regímenes no democráticos,
hecha por Dahl, para quien la democracia se define por:
1. Garantía de las libertades (expresión, asociación, voto, etc.).
2. Existencia de fuentes alternativas de información.
3. Competencia de grupos políticos en elecciones libres e imparciales.

Tipologías democráticas. A partir de las características comunes de las democracias, han


surgido diversas tipologías de los sistemas democráticos atendiendo a sus particularidades.
Por la relación entre los poderes legislativo y ejecutivo podemos hablar de:
• Régimen presidencialista. El jefe del Estado es elegido directamente y el ejecutivo
posee poderes no dependientes del Parlamento. Estados Unidos.
• Régimen parlamentario. El pueblo elige a los representantes parlamentarios, que
eligen al Gobierno de entre ellos mismos según su adscripción a un determinado
grupo político. Alemania, Italia, España.
• Régimen semipresidencial. El presidente es elegido directamente pero el gobierno
depende de la confianza del parlamento. Francia, Portugal.
El politólogo Lipjhart ha realizado un exhaustivo análisis de los sistemas democráticos, del
que concluye la existencia de tres modelos:
• Democracia mayoritaria (o modelo Westminster). El gobierno de la mayoría, mientras
las minorías son la oposición. Concentración del poder ejecutivo en gabinetes de un
solo partido y de estricta mayoría, fusión de poderes y dominio del gabinete,
bicameralismo, bipartidismo, sistema de partido unidimensional, sistema electoral de
mayoría relativa, gobierno unitario y centralizado, Constitución no escrita y soberanía
parlamentaria. Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Irlanda, Luxemburgo, Francia.
• Democracia consensual. El gobierno de tanta gente como sea posible, todos los
afectados deben tener oportunidad de participar en las decisiones. Participación en el
poder ejecutivo a través de coaliciones, separación formal de poderes, bicameralismo
equilibrado y representación de la minoría, pluripartidismo, sistema de partidos
pluridimensionales, sistema electoral de representación proporcional,
descentralización, federalismo territorial y no territorial, Constitución escrita y veto de
la minoría.
• Modelo híbrido. Presenta dos variantes en función de cual de los dos modelos
anteriores prime. Mayoritario federal (España, Canadá, Estados Unidos, Australia,
Alemania, Austria, Japón). Consensual Unitario (Holanda, Dinamarca, Islandia,
Portugal).

Crisis de las democracias. La crisis democrática se da cuando un conjunto de fenómenos


provocan la alteración del funcionamiento de sus mecanismos típicos. Puede deberse a un bloqueo o
mal funcionamiento de estructuras, mecanismos o procesos cruciales del régimen (crisis de gobierno
por ejemplo), en las relaciones entre poderes, alejamiento de las relaciones sociedad-partidos, etc. que
se traducen en demandas de las sociedad civil que no se traducen o no pueden traducirse en decisiones
del gobierno.
Las crisis de los sistemas democráticos de los países industrializados se deben a una explosión
de necesidades y expectativas, que aumentan las demandas a los gobiernos. La sociedad se implica
más en la política, lo que sobrecarga las estructuras democráticas de demandas sociales. Estas
sociedades son cada vez más complejas, al estar fragmentadas en grupos de intereses con mayores
posibilidades de organizarse y movilizarse.
Estas crisis no significan el hundimiento del régimen debido al alto grado de consolidación de
las instituciones democráticas, el control de los recursos públicos en manos del Estado, la expansión
de grupos sociales cuya renta o beneficios dependen del mantenimiento de la democracia, y la
ausencia de alternativas antidemocráticas o no democráticas. La insatisfacción adquiere la forma de
lucha por la ampliación de los derechos civiles o la conservación del medio ambiente, o se transforma
en indiferencia, pasividad o alejamiento de la política.
Si bien las democracias occidentales no han experimentado cambios estructurales desde la
Segunda Guerra Mundial, sí se observan tendencias y transformaciones. Se ha producido la tutela y
ampliación de los derechos individuales en todos los países europeos. Se han reafirmado los valores
tradicionales relacionados con identidades regionales particulares, ligadas a demandas de
descentralización y autonomía.

69.2-Regímenes no democráticos.

Incluye todos aquellos que no cumplen los requisitos anteriores, pero intentar establecer una
definición común es imposible por cuanto existen grandes diferencias entre ellos. Las únicas
características comunes son la limitación de las libertades (en especial de expresión) y el impedir la
competencia leal entre distintas corrientes políticas.

Theo Stammen los clasifica con la siguiente tipología.

• Regímenes tradicionales. Antiguas estructuras monárquicas o feudales que mantiene


la estructura social correspondiente (Magreb, Arabia). Por su naturaleza
intrínsecamente autoritaria no otorgan al pueblo participación real en la política.
Además son sistemas hostiles por naturaleza al desarrollo, que supone una amenaza a
la estructura social y las condiciones del poder.
• Sistemas pseudo-republicanos. Se valen externamente de instituciones y
procedimientos republicanos y hasta democráticos, pero en realidad solo una pequeña
capa social controla el poder político (África Negra, América Latina). Como
expresión de las oligarquái9s tradicionales y el colonialismo, muestran hostilidad
hacia cualquier plan de desarrollo que debilite su poder.
• Dictaduras militares. Producto de golpes de Estado que reemplazan gobiernos
democráticos o civiles y suspenden la norma constitucional. Los militares, que se
consideran garantes del orden e interés nacional, ejercen el poder sobre una base
institucional, bien gobernando colegiadamente o bien ocupando los altos cargos del
Estado. En Asia y África estos gobiernos se esfuerzan por conseguir el desarrollo
económico. Los elementos nacionalistas o socialistas sirven para la consecución de la
unidad nacional.
• Dictaduras personalistas. Constituyen el grupo más heterogéneo, caracterizado
únicamente por la concentración de poder en manos de un gran líder nacional
carismático, únicamente fuente de autoridad, y el rechazo de toda oposición
organizada e independiente. Algunas dictaduras personalistas (Somoza, Mobutu)
ejemplificaron el modelo de Weber de regímenes sultanizados (patrocinio, nepotismo,
amiguismo, corrupción).
• Dictaduras de partido único. Carentes del necesario aparato de poder y de ideología
totalitaria, se trata de dictaduras de países en desarrollo, no de dictaduras ideológicas.
Ampliamente extendido por los países africanos, consigue concentrar la mayor parte
de las fuerzas políticas en un autoproclamado partido popular, que ejerce un dominio
exclusivo sobre la política y reprime cualquier oposición.
• Regímenes comunistas. Tales como China, Corea del Norte, Vietnam, Cuba. Nacidos
de revoluciones nacionales y socialistas de inspiración soviética. Los regímenes de
democracia popular van desde el comunismo hasta los distintos socialismos
revolucionarios. El partido comunista del país correspondiente monopoliza el poder,
accede a éste a través de la organización partidista, y el partido legitima
ideológicamente el gobierno. Estos sistemas suelen conseguir un alto grado de
institucionalización política.
Todo este crisol de situaciones se vio encuadrado en alguno de los dos bloques enfrentados
durante la Guerra Fría. Pero no por ideología sino más bien porque contar con apoyo de uno de los
bloques aseguraba cierta estabilidad, además de que si el régimen no lo hacía pero la oposición sí, ésta
ganaba un poder considerable y la capacidad de derrocar al régimen. La caída del muro de Berlín en
1989 privó a muchos de estos regímenes de apoyos internacionales, bien porque fueran apoyados por
el desintegrado bloque soviético bien porque el bloque occidental los abandonara al no necesitarlos.
Sin embargo ello no supuso el fin del os conflictos y las tensiones.

69.3-Focos de conflicto internacional.

El derrumbamiento del bloque soviético en 1989-91 abrió expectativas de un mundo sin


conflictos, o al menos de una relativa tranquilidad merced a un papel activo de la ONU, con Estados
Unidos como garante supremo. Pero las esperanzas desaparecieron cuando la Guerra del Golfo (1991)
mostró el nacimiento de un sistema de estrategias múltiples, donde cualquier acto secundario podía
romper el equilibrio del poder internacional sobre la base de conflictos regionales o sectoriales.
Se configuró un sistema que el ex presidente mejicano Salinas de Gortari calificó como
balcanización política del mundo, paralela a la creación de la unidad económica mundial. Además un
nuevo fenómeno ha adquirido fuerza de improviso, el resurgir de la religión como fuerza política,
sobre todo el Islam. Junto a los conflictos tradicionales entre naciones o dentro de las naciones hay
nuevas amenazas como son el terrorismo internacional o la diseminación de armas de destrucción
masiva.

El Fundamentalismo Islámico. El fundamentalismo se desarrolló como corriente política de


inspiración religiosa como un intento de recuperar para el islam el papel internacional perdido durante
la época colonial por su propia debilidad, así como extender la fe. Fue forjado por los diversos
acontecimientos políticos que jalonan la historia del mundo islámico en el último tercio del s. XX: el
conflicto árabe-israelí, la Revolución Islámica de Irán, la Guerra Irán-Iraq (1980-88), la invasión
soviética de Afganistán (1979-89), la Guerra Civil del Líbano, la Guerra del Golfo (1991).
La visión occidental de considerar al mundo islámico como atrasado cambió con la
Revolución Islámica de Irán en 1979, que instaura una república islámica y derroca al Sha. Pretendía
extender la luz islámica a la esfera política volviendo a los orígenes fundamentales del Islam, que para
los chiíes se estaba perdiendo.
El Islam se divide en tres grandes confesiones: sunitas o suníes (90% del Islam; aceptan tanto
el Corán como la Sunna), chiitas o chiíes (sólo aceptan el Corán y creen que sólo la sangre de Mahoma
puede reinar), jariyíes o jarichíes (el menos importante, rechazan el carácter hereditario y dinástico del
califato, creen que debe ser electivo y que cualquiera puede serlo aunque fuera un esclavo negro
analfabeto y pobre).
Los chiitas consideran al Corán única fuente de principios religiosos, políticos y sociales, que
deben ordenar la política, la economía y la sociedad. Sus principios fueron el punto de partida de los
modernos movimientos fundamentalistas islámicos, tanto sunitas como chiitas, al extender conceptos
como la yihad, la sharia, su antilaicismo, etc.
El fundamentalismo se caracteriza por:
• Unión de política y religión. El Corán es la ley y el Estado debe imponerla, por lo
que la separación religión-Estado occidental no es aplicable.
• Obligación de islamizar la sociedad. A las cinco obligaciones sagradas del Islam
añade la de luchar por que la sociedad sea islámica.
• Utilización de la violencia como instrumento para conseguir una sociedad
coránica.
• Rechazo a la cultura occidental, ya fuera comunista o capitalista.
Si antes del a revolución iraní los líderes musulmanes buscaron soluciones para sus pueblos
basadas en la ideología o la técnica occidental, desde entonces acusaron el resurgimiento islámico.
Sociedades como la turca o la iraní conocieron en el s. XX procesos traumáticos de occidentalización
de la economía, la política, los usos y las costumbres. En el Magreb el resurgimiento fundamentalista
provocó desórdenes por el fracaso de las políticas económicas de gobiernos proocidentales. Los países
petrolíferos pudieron acentuar su religiosidad sin graves conflictos debido a su riqueza. El reflujo del
occidentalismo y el auge del fundamentalismo es una constante de estas sociedades e incluso de las
occidentales, como exponen autores como Samuel Huntington, quien considera que los nuevos
conflictos del mundo serán choques entre civilizaciones.

Afganistán. Tras la expulsión de los soviéticos en 1989 las diferentes tribus se dividieron
provocando una feudalización del país entre diversos señores de la guerra.
Los talibanes eran un grupo de resistencia formado por estudiantes del Corán. Su principal
fuerza era que la mayoría eran de la etnia pashtú, que ocupa el sureste de Afganistán y el noroeste de
Pakistán, de forma que eran adiestrados en Pakistán, luchaban en Afganistán y eran abastecidos por la
frontera. Con la retirada soviética los talibanes se convirtieron en la fuerza militar predominante, con
lo que derrocaron al limitado gobierno afgano, pactaron con los señores de la guerra más importantes
y sometieron por la fuerza a los demás, proclamando en 1995 un Estado islámico. Tan solo Ahmed
Massoud, el tigre del Panshir, resistió en el su territorio, el valle del Panshir.
La interpretación del Corán de los talibanes se basa en dos precedentes fundamentalistas:
wahabí de Arabia Saudí y Hermanos Musulmanes de Egipto. Dirigidos por el mulá Mohamed Omar,
los talibanes implantaron la sharia en su versión más rigurosa. Para lograrlo tenían que imponer su
visión del Islam al resto de etnias afganas (parsis, uzbekos, tayikos, hazaras, turkmenos, etc.), lo que
les obligaba a actuar más como una fuerza de ocupación que como un gobierno. Su actuación supuso
una vuelta a la Edad Media: amputación de manos a los ladrones, ahorcamientos públicos,
lapidaciones de mujeres, prohibición a las mujeres de estudiar o trabajar, imposición del burka a las
mujeres.
Los talibanes convirtieron su territorio en base de actuación de al Qaeda, una organización
terrorista internacional fundada y dirigida por Osama Bin Laden, que persigue la islamización del
mundo, la retirada de Estados Unidos de sus bases en Arabia y el derrocamiento de la dinastía
reinante en Arabia Saudí (los sauditas). Esta organización pretende revivir el expansionismo
musulmán de los s. VII-VIII por medio de una yihad terrorista: bombas en las embajadas de Estados
Unidos en Kenia y Tanzania, lanzamiento de un bote con explosivos contra un buque de guerra de
Estados Unidos en Yemen, atentados del 11-S Septiembre 2001) en Nueva York y Washington,
atentados del 11-M (Marzo 2004) en Madrid, atentados del 11-J (Julio) en Londres, atentados de Bali
(Indonesia).
El punto culminante fueron los atentados del 11 de Septiembre de 2001, cuando equipos
terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales y los utilizaron como misiles suicidas contra las
Torres Gemelas (Nueva York) y el Pentágono (Washington), pues el cuarto avión fue derribado por
sus ocupantes en un intento por impedir que los terroristas los estrellaran seguramente contra la Casa
Blanca. La respuesta de Estados Unidos fue la invasión militar de Afganistán, lo que provocó el
hundimiento del régimen talibán pero no logró destruir la infraestructura de Al Qaeda.

Iraq. Con el colapso de la Unión Soviética en 1991 el sistema bipolar desapareció con ella, y
parecía imponerse un sistema multilateral: la toma colectiva de decisiones en el seno de una
organización internacional. Sin embargo la crisis iraquí puso de manifiesto la debilidad del
multilateralismo y reafirmó el unilateralismo de Estados Unidos (la imposición de la voluntad de un
Estado a su entorno por la fuerza).
Al contrario de lo que se podría suponer la invasión estadounidense de Iraq en 2003 no se
basaba (al menos completamente) en una venganza por los atentados del 11-S, sino en la convicción
de que el mundo postbipolar solo es viable mediante la hegemonía de Estados Unidos sobre el mundo.
Frente a las nuevas amenazas de terrorismo e inestabilidad solo la reafirmación de potencia es la
salvación, mediante la eficacia de la coerción militar (hard power), que hace inútiles las formas de
hegemonía suave (soft power). La actuación militar emprende acciones preventivas para modificar
cualquier aspecto del orden internacional o cuando la seguridad de Estados Unidos esté amenazada,
adelantándose a una amenaza que no es clara ni inmediata. Ya no es preciso proceder con la cautela de
la política de equilibrios entre potencias creada por Bismarck ya que, por primera vez desde el s. XIX,
solo existe una potencia que no tiene enemigos de su talla. En este contexto ideológico la potencia
militar no intenta ir contra sino transformar. Esta situación fue aprovechada por la derecha cristiana
ultraconservadora para difundir sus tesis mesiánicas apoyando a George W. Bush en su campaña
presidencial, a fin de que este nuevo intervencionismo difundiera los valores cristianos americanos en
el mundo.
La operación en Iraq fue realizada en tres fases:
4. Diplomática (Agosto 2002-Marzo 2003). Fue perdida claramente por Estados
Unidos por la poderosa movilización internacional en su contra y la deserción
de sus aliados tradicionales (salvo Gran Bretaña), negándose a apoyar un
intervención que violaba la legislación internacional. En el mundo post-
bipolar es posible decir no a Estados Unidos, la ONU adquiere mayor
visibilidad y la opinión pública distingue entre una intervención unilateral y
una amparada por la ONU.
5. Militar (Marzo-Abril 2002). El ejército americano destrozó al iraquí en un
avance lento pero imparable. El régimen iraquí de Sadam Hussein fue
destruido, con un momento inicial de gran júbilo de la población iraquí, hasta
que se mostró que el plan americano no incluía una solución política, solo una
ocupación militar.
6. Política. La construcción del a democracia desangra Iraq por las luchas entre
sunitas (45% de la población, centro de Iraq), chiitas (30%, sur de Iraq), y
kurdos (20%, norte de Iraq). Cada comunidad tiene sus propias milicias
armadas, con las que monopoliza el poder en su territorio. Numerosos grupos
terroristas atacan por todo Iraq tanto a extranjeros como a las otras
comunidades para ganar el poder. En una situación que combina
antiamericanismo, nacionalismo, particularismos, terrorismo, inestabilidad
política y escándalos de torturas a prisioneros iraquíes, Estados Unidos podría
estar dispuesto a admitir una situación multilateral para el conflicto.

El conflicto árabe-israelí. Es uno de los conflictos más persistentes y difíciles de resolver que
existen, tanto por el odio entre ambas comunidades como por la ineficaz o interesada postura
occidental, que impiden una solución, sino satisfactoria para ambas partes, al menos asumible por
ambas.
Desde la diáspora del s. I al ser expulsados de Israel por los romanos, los judíos anhelaron la
vuelta a su tierra prometida, sentimiento reforzado por la constante persecución y recelo que tuvieron
que sufrir. Antes de la Primera Guerra Mundial el movimiento sionista propicia posturas favorables al
establecimiento de un Estado judío en la zona, que parecían ser avaladas por la entrega del territorio a
Gran Bretaña por mandato internacional (Tratado de Sévres, 1921). La inmigración judía en 1920-39
fue creciendo tanto por impulso sionista como pro la persecución nazi, lo que provocará tensiones con
los musulmanes.
La Declaración Balfour (1917) y la masiva inmigración judía hacia Palestina desde 1918
provocaron un problema creciente en dicho territorio. En la década de 1930 ya empezaban a ser
frecuentes los conflictos entre árabes y judíos, de forma que los británicos quisieron limitar la
inmigración judía para evitar que los árabes quedaran en minoría, aunque continuó la inmigración
ilegal. Al final de la Segunda Guerra Mundial, con el conocimiento del holocausto judío por los nazis,
la presión por ocupar Palestina se hizo insostenible.
Comenzó entonces una estrategia de agitaciones y atentados por parte de organizaciones judías
contra la presencia británica, con atentados como el del hotel King David, que causó 91 muertos.
Finalmente se acordó, con apoyo de Estados Unidos en la ONU, la creación de un Estado judío.
En 1947 la ONU negoció la partición de Palestina en dos Estados. El Estado judío poseería el
55% del territorio en un espacio continuo. El Estado palestino poseería el 45% del territorio dividido
en tres zonas separadas: Gaza, Cisjordania y el norte de Palestina. La ciudad de Jerusalén se
mantendría como espacio internacional.
EL 15 de Mayo de 1948 terminó el mandato británico sobre Palestina, y David Ben Gurión
proclamó el Estado de Israel. Esta decisión desencadenó la Primera Guerra Árabe-Israelí (1948-49),
ganada por Israel. El armisticio firmado sancionó la creación del Estado de Israel y sus anexiones
durante la guerra, incluida Jerusalén. El previsto Estado palestino desapareció pues los territorios
palestinos no tomados por los israelíes fueron asignados a Egipto (Gaza) y Jordania (Cisjordania).
Los palestinos se vieron obligados a pertenecer y peregrinar por otros Estados árabes, que
frecuentemente les han dado problemas y recluido en campos.
La victoria israelí permitió establecer un Estado fuerte con una orientación política y
económica diferente a la de sus vecinos. El sistema político israelí, de carácter parlamentario, ha
estado formado alternativamente por diferentes coaliciones de gobierno. En economía los éxitos han
sido muy importantes, como la organización de un sistema de cooperativas agrarias (kibutz) que han
convertido un desierto en un fértil oasis.
La contundente derrota de 1948 precipitó la caída de varios regímenes árabes considerados
débiles.
El rey Abdullah de Jordania murió asesinado en 1951, siendo sucedido por su hermano
Hussein, que desarrolló una política proocidental, en un contexto de fuerte presión de los palestinos
por recuperar sus territorios.
En Egipto el rey Faruk fue destronado por jóvenes militares en 1952, que establecieron la
república. Destacó el coronel Gamal Abdel Nasser, que matuvo hasta su muerte en 1970 el liderazgo
del mundo árabe. En 1958 lideró la recién constituida República Árabe Unida, de Egipto, Siria y
Yemen del Sur. Aunque duró poco fue el intento más serio y duradero de establecer una alianza fuerte
de países árabes.
Pero el reforzamiento de los Estados árabes no impidió que las potencias actuaran en la zona,
ya que había gran importancia estratégica. Al apoyo prestado a Turquía como Estado-colchón del
bloque occidental frente al soviético, se sumó la intervención en Irán (1953), en la que los británicos
apoyaron la deposición del Primer Ministro Mossadegh por el Sha Reza Pahlevi, pues había intentado
nacionalizar los pozos petrolíferos.
El conflicto más importante de la época en la zona fue la Crisis de Suez (1956), pues significó
el fin de la hegemonía francesa y británica en la zona, a favor de Estados Unidos y la Unión Soviética.
En 1956 el presidente egipcio Nasser pretendía construir una presa en Asuán, que permitiría irrigar
amplias zonas de cultivo de forma regular. Se trataba de combatir la pobreza, pero también de afrontar
una gran obra que recordaba a los faraones. Sin embargo las potencias se negaron a prestar la ayuda
financiera que Egipto necesitaba, por lo que Nasser nacionalizó el Canal de Suez, del que eran
propietarias Francia y Gran Bretaña. La reacción franco-británica fue invadir Egipto en acuerdo con
Israel, que pretendía reforzar sus posiciones, lo que dio lugar a la Segunda Guerra Árabe-Israelí
(1956): invasión franco-británica del delta del Nilo, bombardeo de El Cairo, ocupación israelí de la
Península del Sinaí. Estados Unidos y la Unión Soviética condenaron la actuación y amenazaron con
intervenir conjuntamente para restablecer la soberanía egipcia, lo que obligó a la retirada de los
ejércitos invasores y la mediación de la ONU.
La tercera guerra es conocida como la Guerra de los Seis Días (Junio 1967). Egipto, Siria y
Jordania decidieron atacar a Israel conjuntamente. Sin embargo Israel estaba preparado para algo así,
de forma que pudo repeler las fuerzas invasoras, ganar el dominio aéreo al destruir las flotas enemigas
en sus propios aeródromos y consagrarse como gran potencia militar de la zona. Resultado de esta
contienda fueron las anexiones a Israel de Cisjordania (de Jordania), Gaza y la Península del Sinaí (de
Egipto) y los Altos del Golán (de Siria). Cisjordania y Gaza, donde vivían los palestinos, pasaron a
convertirse en territorios ocupados que proporcionaban mano de obra para las industrias que los
israelíes no querían trabajar. Los Altos del Golán eran muy estratégicos pues de no haberlos
anexionado, Siria podría haber desviado el curso del río Golán, de vital importancia para los cultivos
del norte de Israel.
La cuarta guerra es conocida como la Guerra del Yom Kippur (6 de Octubre de 1973), pues
los árabes aprovecharon este día de fiesta religiosa judía para atacar nuevamente a Israel. El ataque
árabe sorprendió a Israel, pero lo cierto es que Israel ya estaba dando la vuelta a la situación cuando
Estados Unidos forzó el fin de hostilidades por ambas partes, para impedir que una nueva victoria
israelí debilitara los regímenes de la zona. En este conflicto los árabes utilizaron por primera vez el
petróleo como arma, al multiplicar en pocos meses el precio del barril de petróleo como represalia por
el apoyo internacional a Israel. Fue la Crisis del Petróleo de 1973, desde la cual el precio del barril
pasó de unos pocos dólares a una horquilla de 90-120 dólares, lo que generó una crisis energética sin
precedentes y reveló la necesidad de buscar nuevas fuentes energéticas.
Esta situación internacional permitió abrir una vía diplomática de resolución del conflicto
árabe-israelí. El primer paso fue ele establecimiento de acuerdos bilaterales entre Israel y los países
árabes. En 1977 el presidente egipcio Annuar El Sadat reconoció el Estado de Israel, abriendo camino
a los Acuerdos de Camp David (1978). Resultado de este clima Israel devolvió a Egipto la Península
del Sinaí en 1982.
La división del mundo árabe dejaba al descubierto uno de los problemas surgidos por el
conflicto: el futuro de los palestinos. Al principio confiaron en las acciones de los países árabes en su
favor, pero las continuas derrotas y las pésimas condiciones a las que eran sometidos en sus exilios les
convencieron para crear su propia fuerza: la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Fue
creada en 1964 y logró un progresivo reconocimiento internacional, hasta que en 1974 fue reconocida
por la ONU, de mano de su líder desde 1969 Yasser Arafat. Integraba a casi todas las organizaciones
palestinas de resistencia preexistentes pero sin fundirlas, cada una conservaba su independencia,
organización política y milicia propias: Al Fatah, Hammas, Yihad Islámica, etc.
Los palestinos fueron expulsados de Jordania (1970) a causa de enfrentamientos armados con
las tropas del rey Hussein. De estos enfrentamientos y las muertes ocasionadas nació la organización
Septiembre Negro (1970-75), que culpaba a Israel por expulsar a los palestinos de su tierra, cuya
mayor acción fue la matanza de atletas israelíes en las Olimpiadas de Múnich (1972).
En 1982 el ejército israelí invadió el sur del Líbano para asediar a las milicias palestinas, que
en su mayoría hubieron de huir a Túnez. Israel estableció un gobierno de ocupación en la zona en
colaboración con las milicias falangistas (cristianos), ya que el Líbano estaba inmerso en una guerra
civil de múltiples bandos, que los palestinos podrían utilizar para atacar Israel. Las milicias falangistas
realizaron matanzas en los campos palestinos de Sabra y Chatila, con conocimiento y pasividad de los
israelíes, lo que mermó el prestigio internacional de Israel.
Pese a las dificultades los representantes palestinos reconocieron implícitamente a Israel en
1988. Tras la Guerra del Golfo (1991), los Estados Unidos impusieron la salida negociada mediante la
tesis paz por territorios. Así el líder de la OLP Yasser Arafat y el Primer Ministro israelí Isaac Rabin
firmaron los acuerdos de Oslo en 1993 que permitieron la creación de un gobierno palestino autónomo
en Cisjordania y Gaza, como paso previo para un futuro Estado Palestino independiente.
El tratado Oslo I de 1994 estableció la retirada israelí de parte de Gaza y Jericó, transfiriendo
la autoridad civil a la OLP, que formó la Autoridad Nacional Palestina como gobierno. El tratado Oslo
II de 1995 estableció la división de los territorios palestinos en tres zonas de influencia para garantizar
la seguridad de Israel mientras dure el nacimiento del Estado palestino:
• Zona A. El 20% de Cisjordania, incluye las grandes ciudades, salvo Jerusalén ya que
Israel se la anexionó en 1980. La ANP posee los poderes civiles y policiales.
• Zona B. El 22% de Cisjordania, con casi todas las aldeas palestinas. La ANP posee los
poderes civiles y parte de los policiales, pero Israel tiene el derecho de intervenir si es
amenazado o atacado.
• Zona C. El 60 % de Cisjordania, zonas no pobladas, zonas estratégicas y colonias
judías. Está bajo control exclusivo de Israel.
Sin embargo el proceso quedó paralizado en 1999 por las presiones de los colonos judíos,
temerosos de ser expulsados de sus tierras para que fueran devueltas a los palestinos. Una serie de
desencuentros entre los representantes más radicales de ambos bandos desembocó en la Segunda
Intifada en (2000-2004), en la que los palestinos utilizaron la violencia para intentar obligar a Israel a
retirarse de sus territorios.
El único intento serio de que la situación avance fue la Hoja de Ruta (2003) de Estados
Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia. Pretende que Israel detenga sus colonizaciones y se retire
de los territorios ocupados, mientras los palestinos renunciarían al uso de la violencia. Entonces se
crearía un Estado palestino provisional, que sufriría reformas democráticas para poder ser definitivo y
reconocido. Pero la situación volvió a quedar paralizada por el presidente israelí Ariel Sharon y sus
sucesores, que amparándose en la lucha contra el terrorismo internacional han reocupado zonas de
Palestina y construido un muro para aislar a los palestinos de las colonias judías.

Las tres guerras de la antigua Yugoslavia (1991, 1992-96, 1998). Yugoslavia fue un ejemplo
de unidad inter religiosa e inter étnica en un proyecto político y social común. Pero ese proyecto se
apoyaba en la personalidad unificadora, popular y fuerte del Mariscal Tito, líder de la Resistencia
Yugoslava contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Tras la muerte de Tito los líderes
yugoslavos abandonaron el socialismo a favor del nacionalismo de su grupo étnico particular, lo que
era un peligro en un país compuesto por la federación de seis repúblicas diferentes: Serbia (con las
regiones autónomas de Kosovo de mayoría albanesa y Voivodina de mayoría húngara), Montenegro
(proserbia), Macedonia, Eslovenia, Croacia (con regiones serbias de Krajina y Eslavonia Occidental) y
Bosnia-Herzegovina (dividida entre poblaciones serbia, croata y bosnios de ambas comunidades
convertidos al islam durante el Imperio Otomano).
El presidente serbio Slobodan Milosevic defendió la teoría de la Gran Serbia, o unión de todas
las regiones de población serbia, independientemente de que fueran minoría o estuvieran en otras
repúblicas yugoslavas. Para ello suprimió la autonomía de Kosovo, monopolizó el Ejército Federal
Yugoslavo, de mayoría serbia, y bloqueó las instituciones federales, lo que a su vez agitó el
nacionalismo de las demás repúblicas.
La Guerra de Eslovenia y Croacia (1991). En 1991 los presidentes de Eslovenia (Milan
Kucan) y Croacia (Franjo Tudjman) proclamaron la independencia de sus respectivas repúblicas. El
Ejército Federal Yugoslavo avanzó contra Eslovenia, pero fue derrotado en pocas semanas. Croacia
aprovechó la derrota de Ejército Federal en Eslovenia para proclamar su independencia. Pero el
Ejército Federal se acantonó en las regiones croatas de mayoría serbia de Eslavonia Occidental y
Krajina, que con su apoyo derrotaron al ejército croata y se proclamaron independientes en espera de
unirse a la Gran Serbia.
La Guerra de Bosnia (1992-96). Bosnia era la más heterogénea de las repúblicas yugoslavas,
dividida en tres comunidades numéricamente similares, por lo que la guerra iba a ser más larga. En
1992 los serbobosnios, liderados políticamente por Radovan Karadjizik y militarmente por Ratko
Mladic, proclamaron la secesión de sus territorios del resto de Bosnia, y declararon la guerra a las
regiones bosniocroatas y bosnio-musulmanas para apoderarse de toda Bosnia para la Gran Serbia. El
avance militar serbobosnio se acompañó de la limpieza étnica: el asesinato masivo de todos los
varones, la violación sistemática de todas las mujeres y niñas, la creación de campos de concentración
y la expulsión de las poblaciones no serbias si querían sobrevivir.
Bosniocroatas y bosnio-musulmanes reaccionaron organizando cada uno sus propias fuerzas
armadas para detener el avance serbobosnio, contraatacar y enfrentarse también entre ellos en una
guerra a tres bandos, utilizando también la limpieza étnica aunque en menor grado. Finalmente,
conscientes de su inferioridad armamentística y numérica por separado, decidieron unirse en un único
bando firmando en Marzo de 1993 la Federación Croato-Musulmana. La firma de la Federación no
supuso el fin de las tensiones entre ambas comunidades, pues tan sólo un mes después hubo graves
enfrentamientos armados entre ambas partes.
El frente se estabiliza, controlando cada bando alrededor del 50% del territorio. En Mayo de
1993 la Comunidad Internacional propone la partición de Bosnia en dos Estados, siendo el 51% del
territorio para la Federación y el 49% para los serbobosnios. Los serbobosnios lo rechazan. Cuando la
ONU no pudo detener la guerra intentó mitigarla creando los enclaves protegidos, territorios civiles
cercados por los serbobosnios y protegidos por cascos azules (soldados de la ONU). La amenaza de
intervención militar de la OTAN impuso un alto el fuego en Febrero 1994- Verano 1995, hasta que los
serbobosnios rechazaron los planes de paz e iniciaron su ofensiva, tomando los enclaves protegidos de
Sbrenica y Zeppa, donde fueron asesinados miles de varones bosnio-musulmanes.
En Abril de 1995 la guerra vuelve a Croacia, pues el ejército croata logra reconquistar
Eslavonia Occidental, los serboeslavonios deben huir a Serbia y los territorios serbobosnios. En Julio
de 1995 la OTAN sitúa sus fuerzas alrededor de Sarajevo para protegerla, mientras el ejército croata
reconquista Krajina y expulsa a los serbokrajinos y sus tropas. En Septiembre de 1995 la OTAN
cumplió su amenaza y atacó a los serbobosnios, destruyendo gran parte de su armamento pesado y
obligándoles a aceptar negociaciones de paz. Las negociaciones concluyeron la división de Bosnia-
Herzegovina casi al 50% en dos repúblicas: la República Serbia de Bosnia y la Federación Croato-
Musulmana, federadas a su vez en un único Estado. Sin embargo muchos problemas quedaron sin
resolver, como las poblaciones desplazadas.
La constatación de las atrocidades cometidas durante la guerra ha llevado a muchos de los
líderes de la misma, sobre todo de los bandos serbios, a responder por crímenes de guerra en tribunales
internacionales: Slobodan Milosevic, Radovan Karadjizik, etc.
La Guerra de Kosovo (1998). La supresión de su autonomía, la ocupación de su territorio por
tropas serbias, la ventaja de los serbokosovares y la discriminación de los albanokosovares (el 90% de
la población) llevaron a un nuevo conflicto. Los albanokosovares crearon el UCK, Ejército de
Liberación de Kosovo, y respondieron con la fuerza al ejército serbio. Los serbios aumentaron su
política de terror contra la población civil, por lo que la OTAN intervino nuevamente, esta vez
atacando tanto al ejército serbio como a Serbia misma: infraestructuras, comunicaciones, suministros,
etc. El gobierno serbio ultranacionalista fue finalmente derrocado y reemplazado por un gobierno
democrático, mientras la OTAN ocupaba Kosovo. La OTAN ocupa Kosovo desde 1998, y a su
amparo los albanokovares han formado un Estado propio que formalizaron proclamando su
independencia en Febrero de 2008, sin que Serbia pudiera impedirlo.

Chechenia. Tras el colapso de la Unión Soviética en 1989-1991 sus repúblicas federadas se


proclamaron independientes sin ningún problema. Los problemas surgieron cuando entidades
menores, como regiones o departamentos, intentaron proclamarse independientes también, como
Abjasia en Georgia o Chechenia en Rusia. Las repúblicas se negaron por supuesto y todas han
utilizado la fuerza para imponerse a las zonas secesionistas con mayor o menor fortuna.
Chechenia proclama su independencia en 1991, pero Moscú no está dispuesto a perder una
región de gran importancia estratégica y económica. La primera guerra de Chechenia (1994-96) hace
que Rusia ocupe el territorio pero se vea incapaz de destruir las fuerzas secesionistas, por lo que se
firma un acuerdo de paz que incluye la posibilidad de la autodeterminación.
Desde entonces se mantuvo un precario equilibrio hasta Septiembre de 1999, cuando varios
atentados de los secesionistas chechenos en toda Rusia reanudaron el conflicto. Los sucesivos
gobiernos rusos iniciaron una nueva guerra para destruir a los terroristas chechenos, bombardeando y
reocupando el territorio. Rusia utiliza la tortura y la violación sistemática de los derechos humanos sin
que Estados Unidos Europa o las instituciones internacionales lo impidan, pues parece haber un
acuerdo tácito de no intervención.
Sin embargo es curioso que Rusia sí esté dispuesta a ayudar a las regiones secesionistas de las
demás antiguas repúblicas soviéticas, para conseguir nuevos espacios de influencia en zonas claves.
Tal es el caso de su apoyo militar a la secesión de Abjasia y Osetia del Sur en 2009 de Georgia, aún no
reconocidas internacionalmente.

Otros focos de tensión. La amenaza de los Estados granujas: Corea del Norte, Libia, Irán,
Iraq, Afganistán. Estados Unidos considera Estados granujas a aquellos que, en la lógica de la acción
preventiva, son amenazas por su vinculación al terrorismo internacional o su armamento de
destrucción masiva. Supuestamente los casos de Iraq y Afganistán han sido neutralizados, aunque lo
cierto es que ambos problemas están muy enquistados. Libia ha hecho méritos para volver a la
comunidad internacional alejándose del terrorismo internacional. Corea del Norte e Irán están
desarrollando armas nucleares y misiles con los que lanzarlas contra sus enemigos, lo que provoca
recelos en sus vecinos Israel, Corea del Sur y Japón ante posibles ataques.
Otro veterano foco de tensión regional es Cachemira, una región dividida entre La India y
Pakistán, dos países poseedores de armamento nuclear.
La enumeración de la multitud de guerras olvidadas que sacuden el mundo sin que
impresionen más que cuando hay incidentes graves es inacabable. Desde movimientos
independentistas en Indonesia (Timor Oriental, independizado en 2007), los conflictos en China (Tíbet
en 2008, Uigures en 2009), las guerras de los diamantes (Sierra Leona, Liberia), la perpetua guerra
civil en Somalia (dividida de hecho entre señores de la guerra, el Consejo de Tribunales Islámicos, los
clanes piratas de la región de Putlandia y la región independiente de Somaliland), la guerra del coltán
(un mineral del que sólo existen minas en la frontera entre la República Democrática del Congo y
Ruanda, que apoya a las guerrillas utus de la zona), las matanzas de utus y tutsis en Ruanda en la
década de 1990, Colombia (enfrentado el Estado, las diferentes guerrillas, los clanes narcotraficantes y
los diferentes grupos paramilitares).

69.4-El mundo que viene.

En 1989 algunos autores elaboraban teorías explicativas sobre como sería el mundo tras la
caída del bloque comunista. Fukuyama en el Fin de la Historia, sostiene que la mezcla de democracia
y capitalismo se revela como la organización más perfecta a la que la humanidad puede aspirar,
mientras os conflictos futuros provendrán del nacionalismo y del integrismo religioso.
En 1993 Samuel Huntington ofrece una visión diferente en su Conflicto de Civilizaciones,
pues sostiene que los conflictos futuros ya no serán entre príncipes, naciones, ideologías o economías,
sino entre ámbitos culturales amplios. Serán guerras de civilizaciones.

69.5-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

Tema 70. Medios de comunicación y sociedad de masas.

70.1- Sociedad de masas.

Las masas se componen de personas que no se conocen, separadas espacialmente y con


escasas o nulas posibilidades de interactuar, y que sin embargo constituyen una unidad. Los individuos
agregados a la masa se consideran iguales, aunque procedan de ambientes distintos. La masa es la
consecuencia del proceso industrial capitalista, para la cultura constituye el público más amplio de la
Historia y para el capital sus consumidores estandarizados.
La sociedad de masas contemporánea es sustancialmente diferente a todas las culturas
precedentes, ya sean populares, tradicionales o aristocráticas. El término masa tiene carga peyorativa
en el sentido de embrutecimiento, vulgaridad y negación de responsabilidades personales. Ya desde
principios del s. XX algunos visionarios formularon hipótesis sobre la formación de la sociedad de
masas.
La sociedad de masas implica una cultura de masas, pues un suceso que en otras épocas
afectaba a un auditorio limitado ahora llega instantáneamente a millones de personas al mismo tiempo.
La prensa no consiguió este efecto y la radio lo logró de forma limitada, fueron la televisión y los
satélites de telecomunicaciones, y en una última fase Internet, los que finalmente lo consiguieron.

Cultura de masas. Este concepto se refiere a una serie de actividades y objetos de


entretenimiento: espectáculos, música, libros, películas, series y programas televisivos, etc. que se
identifican con el contenido típico de los medios de comunicación. La acción difusora de los medios
ha dado lugar a una nueva cultura, denominada de masas, que compite con la cultura tradicional como
forma de adquisición de conocimientos, por lo que ha habido un gran debate entre dos posturas:
 La cultura tradicional es la que aporta valores estables y permanentes, la que se
adquiere mediante procesos educativos. Por tanto la cultura de masas es una
subcultura sin mayor interés. Destacados intelectuales (Leavis, Ortega, Elliot, etc.)
consideran que la cultura es propiedad de minorías intelectuales para garantizar su
calidad, porque la cultura de masas tendente hacia la igualdad no se acompaña de una
profundización.
 Los medios de comunicación han creado nuevas formas expresivas que han
conformado una nueva cultura, que convive con la tradicional y que no debe ser
infravalorada.
El término cultura de masas puede resultar contradictorio con la idea europea de cultura
elitista asociada a la tradición. En USA la cultura de masas es el despliegue de comportamientos que
se valoran por su unión al consumo masivo, que son repetidos por los medios de comunicación a fin
de realimentarse y perpetuarse.

70.2-Los medios de comunicación de masas.

Los mass media son un vehículo capaz de encaminar un mensaje de un individuo o grupo
hasta un público infinitamente mayor de individuos. A veces se utiliza el término medios de
comunicación social por las connotaciones negativas del término masa en español. Los autores
coinciden en señalar cuatro tradicionales medios de masas: prensa, radio, cine y televisión. Algunos
autores añaden otros como música o cómics, pero no son aceptados por todos. En los últimos años se
ha añadido un quinto medio de masas: Internet o la red, cuya capacidad de transmisión masiva es
indiscutible.
Lo característico de los medios de masas no es solo que los sucesos se difundan
instantáneamente a millones de personas, sino el llamado pseudoacontecimiento: un suceso que no
sería tal si no fuera porque se retransmite por los medios de masas, y que en muchos casos se realiza
solo porque está asegurada su llegada a un público masivo.
Por orden de creación los medios de masas son prensa, radio, cine, televisión e Internet. Todos
ellos fueron creados en poco más de cien años, experimentando cada uno un crecimiento (difusión y
circulación) que supera al conjunto de los que le precedieron. Al desarrollarse un medio nuevo los
precedentes pierden público o se adaptan a funciones más específicas. La tendencia es al aumento
regular del tiempo dedicado a los medios de masas. Los medios de masas están interconectados entre
ellos y con la sociedad industrial urbana avanzada, con un alto nivel promedio de uso individual de los
medios de masas y un fuerte apogeo de este modo de emplear el tiempo libre.
Existen dos tipos de factores esenciales para que se desarrollen los medios de masas. Factores
socioculturales como la alfabetización e instrucción, lenguaje y cultura comunes, disposición a
emplear dinero y tiempo en los medios de masas, cierto grado de libertad y apertura social. Factores
económicos, los más importantes, ya que es preciso invertir capital en redes de comunicaciones y
distribución, capacidad para explotar una tecnología avanzada, personal competente y nivel de
ingresos que permita destinar dinero a la compra de aparatos.

Características de los medios de comunicación de masas.


1. El público de los medios de masas es una colectividad heterogénea característica de la
sociedad moderna.
2. Precisan organizaciones formales y complejas (capital, personal especializado, etc.)
para publicar periódicos, producir programas de televisión o películas de cine, etc.
3. Son públicas, su contenido está abierto a todos y su distribución es relativamente
inestructurada e informal.
4. Se dirige a públicos amplios, lo que implica tendencias hacia la estandarización y los
estereotipos en el contenido.
5. La relación entre emisor y receptor del mensaje es impersonal y suele ser en un único
sentido, pues salvo en Internet y ciertos programas de televisión que aceptan mensajes
telefónicos el receptor no participa.

Teorías sobre los medios de masas. Casi todos los estudios de los medios de masas ofrecen
una visión negativa de los mismos, ya que por su amplia capacidad de influir en la sociedad son un
vehículo de distribución y ejercicio del poder.
C. W. Milis afirma que los medios de masas crean nuevas formas de dependencia social, pues
son las elites del poder las que tiene mayor acceso a su control y dirección. Otros autores destacan la
concentración de medios de masas en manos de unos pocos grupos familiares. Otros califican los
medios de masas como algo accesorio y prescindible.
Louis Wirth considera los medios de masas facilitadores del consenso social, al transformar un
grupos de personas en una sociedad, fortalecer la interdependencia y eliminar la posibilidad de
desintegración social. Otros autores aducen su contribución al aumento del nivel cultural de la
mayoría, por lo que el mal no sería el medio en sí sino su utilización.
En general parece que se hace hincapié en los aspectos masivos negativos, dejando de lado los
aspectos positivos como el aumento de la rapidez y eficacia de las comunicaciones, la mayor apertura,
etc. Se ignora el hecho de que en la medida en que se apliquen controles y regulaciones que reduzcan
los efectos negativos, se podrán canalizar los medios de masas hacia fines más constructivos.

Medios de masas y sus implicaciones en la sociedad. Por su gran atractivo popular y su


monopolio del tiempo libre muchos autores consideran que los medios de masas son perniciosos tanto
para los individuos como para el conjunto de la sociedad. Ello se debe a que son responsables de la
formación de la opinión pública, de la rapidez y volumen del flujo de información y del estímulo del
consumo mediante la publicidad.
Sin embargo estudios rigurosos demuestran que los medios actúan como refuerzo de actitudes
y opiniones ya existentes. Los efectos varían en función del prestigio y el juicio que merece la fuente
de comunicación, pero cuanto más complejo es el monopolio de la comunicación masiva mayores son
las posibilidades de modificar las opiniones de la audiencia.
Algunos proclaman la enorme influencia de los medios en la rebaja del gusto cultural del
público, el aumento de la tasa de delincuencia, el deterioro moral, la superficialidad, la destrucción de
la creatividad y la ruptura de las redes de relación social. Otros inciden en su influencia en la lucha
contra la corrupción, su contribución a extender la libertad de expresión, la cultura y la información.
Los estudios no confirman la opinión de que la sociedad pueda ser controlada y manejada por
los medios, ni hay resultados que indiquen que provoquen desorganización social, apatía o soledad.
Por el contrario se ha demostrado que la estructura grupal interviene entre la fuente de comunicación
masiva y el individuo, proporcionando un marco de referencia y normas para interpretar y evaluar los
mensajes. La selección del contenido de los medios masivos depende de los hábitos sociales.
Para intentar dilucidar la influencia de los medios de masas se recurre a su observación en los
países en vías de desarrollo, por su reciente implantación en ellos y el reto que suponen. Existe un
conflicto potencial entre los valores tradicionales y los que son emitidos en los medios de masas, que
representa en su mayoría los de Europa y Estados Unidos, apoyados en convenciones ajenas e
incomprensibles para esas culturas. Dada esta divergencia es más fácil observar los efectos y los
cambios en las pautas de comportamiento.
Pero tampoco se puede desechar la evidente capacidad de persuasión y manipulación de la
opinión pública por parte de los medios de masas. Un pequeño grupo de personas controla las
comunicaciones de las masas, a las que ofrece conductas e ideas guiadas por un conjunto de
información y contenido simbólico procedente de una fuente central. Los medios de masas y la
sociedad están unidos por una relación de reciprocidad, en la que ambos se reflejan en el otro y le
influyen.
La audiencia en teoría tiene capacidad para controlar los medios mediante la presión que
supone elegir un medio y no otro y por las organizaciones de control que establecen límites. Sin
embargo la influencia fundamental de los medios de masas en el público no está en lo que dicen sino
en lo que no dicen, ya que no son foros de debate abierto en los que cuestionen la estructura de la
sociedad.

La prensa y los otros medios. Dentro de los medios de masas la prensa presenta unas
determinadas características que la diferencian de los demás.
Los medios, como poseedores y emisores de la información, en general consideran al
ciudadano como un receptor pasivo de la comunicación. La prensa es más flexible por cuanto requiere
un cierto comportamiento activo: elegir el periódico por su tendencia, elegir secciones, noticias,
titulares o editoriales, etc. También es el medio más libre que existe ya que cualquiera con dinero
puede editar un periódico, mientras que todos los demás medios de masas están sometidos a controles
estatales, incluso en los países más democráticos.
La prensa fue el primero del os medios de masas, pero tiene cierta limitaciones en su
expansión. Requiere un cierto grado de alfabetización y educación, aunque su mera existencia actúa
como un gran factor de alfabetización.
La aparición de la radio fue el primer gran competidor de la prensa, pero pronto quedó patente
su complementariedad. En la información la radio ofrece inmediatez, mientras que la prensa ofrece el
análisis elaborado y detallado. La televisión compitió desde los años 1950, especialmente en los
terrenos informativo y publicitario, aunque es erróneo por simplista acusar a la televisión de la
decadencia de la prensa.

La televisión. Supone el medio de masas más eficaz y potenciado, ni siquiera Internet ha


logrado hacerle sombra, aunque Internet tiene como ventajas propias permitir la comunicación
recíproca entre grupos de personas alejadas espacialmente y que cualquier individuo puede ser
protagonista de un gran fenómeno mundial.
Los otros grandes medios perdieron mucho terreno frente a la televisión y muy rápidamente.
No provocó la desaparición de la prensa, pero ésta hubo de reconducirse hacia la especialización, lo
que redujo sus tiradas pero consiguió un público leal interesado en los diversos temas que trate cada
periódico o revista. La televisión ofrecía a la publicidad una nueva vía con mayores posibilidades y un
público infinitamente mayor.
Los periódicos tradicionales no son los únicos que entran en crisis, la radio parecía amenazada
por la desaparición. Sin embargo la radio se mantiene gracias a su propia estructura, al estar pensada
para ser oída no exige atención constante, sino que se pueden hacer otras cosas. Además parte de las
emisoras se recondujeron como difusoras de un producto de la cultura de masas que se generalizó
desde los años 1960: la música grabada.
La televisión convierte a la persona en sujeto pasivo que únicamente puede recibir
información, de ahí que se la califique de caja tonta. Esta situación ha empezado a cambiar con la
denominada televisión interactiva, en la que el receptor puede acceder a cualquier contenido que desee
sin importar el día o la hora de emisión de ese contenido concreto.

70.3-La sociedad de la información.

Muchos autores teorizan el nacimiento de un nuevo modelo de sociedad: la sociedad de la


información. Las nuevas tecnologías de la información han hecho posibles expresiones como aldea
global, globalización, etc. para referirse al aspecto extensivo de la sociedad de la información. Debe
entenderse la globalización de la comunicación no como la existencia de un único público masa, sino
como todo lo contrario. Los medios de comunicación han dejado de ser medios de masas para pasar a
ser medios de producción masiva de mensajes, imágenes y sonidos destinados a audiencias cada vez
más fragmentadas y concretas. Los mensajes se adaptan a lo local y a las vivencias de los receptores.
La existencia de medios interactivos no es incompatible con la pervivencia de televisión de
masas dominante en algunos lugares o sociedades. El espíritu de la sociedad de la información es el de
ser un sociedad global, no definida ni orientada por los gobernantes, sino por el comercio, los
mercados y las comunicaciones transaccionales.
La sociedad de la información no sería posible sin el más nuevo de los medios de masas:
Internet o la red. La pasividad del receptor en los medios de masas anteriores quedó superada cuando
cualquier persona, desde su ordenador personal, puede filtrar la información según sus intereses e
incluso convertirse en un editor de información. El receptor se convierte así en emisor activo de la
comunicación.

70.4-Conclusiones.
Desde el punto de vista curricular este tema se analiza en 4º de ESO y el 1º de bachillerato en
el estudio de la Historia Contemporánea.

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