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| TALE eee Lavado saomo de la lana MAYO 1959 N° 9-59 H Veterinario de! Cuerpo Nacional. Jefe del Centro Regional Lanero de Madrid. | Antonio Sanchez Belda MINISTERIO DE AGRICULTURA DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO Y CAPACITACION AGRARIA * SECCION DE CAPACITACION LAVADO DE LA LANA Ja Jana en juyo o sucia, para su emples como fibra tex- til, requiere perder todas las impurezas que la acompanan, y con este objeto se somete a una serie de manipulaciones que constituyen la operacién industrial del lavado, al final de la cual queda transformada en lana lavada o limpia. La lana lavada constituye la base de partida de todas las operaciones industriales y punto de referencia de las mismas; la lana en jugo, por el contrario, es el producto final de una faceta de la explotacién ovina, cuya técnica persigue obtenerle en la mayor cantidad posible y de Ja me- jor calidad, pero gue ordinariamente carece de informacion industrial acerca de este segundo aspecto. A primera vista surge la necesidad de establecer los la- zos de dependencia entre estas dos concepciones sobre la lana, para que se hagan mutuamente coniprensibles, tanto en el area de la produccién como en la del comercio. El aparente divorcio registrado entre estas dos tases del ciclo lanero sdlo es explicable para quienes hablan idio- ma distinto. El comercio fundamenta todos sus calculos en la lana pura exenta de toda clase de materias no textiles, hasta el punto de valorarla en unidades de rendimiento al lavado. FE-1 proceso de produccién centra su actividad sobre la lana obtenida en condiciones naturales y aprecia su va- lor por el nimero de kilogt idos; entre otras ra- zones, por carecer de informacién adectiada sobre sus cua- lidades industriales. A una y otra fase !es interesa grande- mente cl mutuo entendimiento; al comercio, mediante el aporte de datos sinceros y veraces de cada partida lavada; al ganadero, por las enseflanzas recogidas de esta informa- cién, para ser aplicadas a la mejora y perfeccionamiento de los caracteres lanigeros de mayor interés para la in- dustria. Nos encontramos ante la necesidad de divulgar y dar a conocer las relaciones existentes entre la Jana sucia y la —3— limpia, mediante el estudio de los factores que condicionan la transformacién de una en otra, o lo que es igual, las causas determinantes de los rendimientos al lavado (R. L.). Este y no otro es el mévil de nuestro trabajo. En su redaccién nos limitaremos a exponer unas nociones gene- rales sobre la tecnologia del lavado, para dar mayor im- portancia al estudio de todos aquellos factores ligados al ciclo de produccién que intervienen, en mayor 0 menor gra- do, sobre los porcentajes de lana limpia. La primera parte va dedicada al estudio superficial del lavado, enfocada con el fin de aportar los conocimientos basicos sobre esta ope- racion industrial, imprescindibles para comprender y en- juiciar las multiples cuestiones incluidas en la segunda par- te. En ésta son tratados todos aquellos factores determi- nantes de los porcentajes en lana limpia, su mecanismo de accion y significacién zootécnica de ellos, para terminar con un breve capitulo dedicado a la interpretacién de los R. L. I. OPERACIONES DEL LAVADO INDUSTRIAL Bajo la denominacion de lavado se conoce el conjunto de operaciones a que es sometida la lana, después de sor- teada, para privarla de la mayor parte de impurezas y suarda que lleva la lana en jugo. La limpieza industrial de la lana tiene sus anteceden- tes en el lavado sobre corriente de agua («lana en rio»), y en la actualidad comprende una serie de cuestiones tec- nolégicas que no vamos a tratar. En sintesis, el lavado in- dustrial consiste en sumergir la lana en una serie de bafios con agua, jabon y alcalis, mantenidos a temperatura conve- niente, por donde pasa hasta terminar en el secador. En su recorrido pierde la suarda e impurezas diversas Fundamentos del lavado. El vellén constituye una asociacién de fibras, mezcla- das con materias no lanosas, que por su naturaleza y ori- gen podemos clasificar en: 4 Naturales, producidas por la secrecién de Jas glandulas sebaceas y sudoriparas (suarda o «churre»), 0 procedentes de la descamacion epitelial de la piel de los ovinos Adquiriaas, representadas por las impurezas adheridas al vellon, tales como tierra, barro, residuos vegetales diver- sos, deyecciones, etc. in este apartado debe ser incluida la humedad © porcentaje de agua retenido por el vellén, que oscila entre cantidades apreciables. Aplicadas, resultantes de las marcas coloreadas utiliza- das para la identificacién del ganado. La industria precisa que la lana esté desprovista de toda materia extrafia o reducida a limites compatibles con su uti- lizacién textil; para ello recurre al lavado. Con esta operacién la lana adquiere aquellas propieda- des que la definen como fibra textil por excelencia, que se encuentran enmascaradas al estado sucio; recupera otras, como el color natural, alterado por matices 0 tonalidades de otro género; y adquiere unas terceras, como la absor- cién regular y uniforme de las anilinas para conseguir las coloraciones deseadas de los tejidos. Estas ventajosas consecuencias fundamentan el lavado de la lana; de la propiedad con que sea realizado depen- dera la cantidad y calidad de la materia prima utilizada por Ja manufactura textil Locales, material y personal para el lavado de lanas. Los lavaderos disponen de una amplia nave que recibe la lana claseada, donde se encuentra instalada la maqui- naria idénea. Como condiciones esenciales de aquélla se destacan: ventilacién asegurada, impermeabilidad de sue- los y paredes, iluminacién buena, facil limpieza y capaci- dad suficiente con el volumen de trabajo y personal em- pleado. La maquinaria puede ser muy variada en concepcién ¢ instalacién. Ia mayoria de los lavaderos espafioles tienen dotacion similar y, en general, disponen de: abridor, tren le lavado y secador. El abridor o batidor (fig. 1), esquematicamente des- crito, consiste en un tambor metdlico provisto de ptias gruesas, que gira a gran velocidad en ¢] interior de una caja de fuertes paredes también metalicas. La lana proce- dente de la nave de sorteo llega al abridor y, en el momen- to de penetrar, es aprisionada por dos gruesos rodillos de acero estriado, colocados a Ja entrada del aparato. ln su interior es desmenuzada y los trozos resultantes salen por obra de la fuerza centrifuga desarrollada por el tambor giratorio. Del abridor, la lana, en forma de pequefias frac- ciones, pasa a Ja primera barca del lavadero. El tren 0 cohwnna de lavado 0 leviatdn (fig. 2) consta de un conjunto de depdsitos o barcas dispuestos en serie longitudinal y comunicados entre si, que contienen los ba- fos de agua caliente, jabon vy sosa, Una ingeniosa gama de dispositivos mecanicos, gencrales a todas las barcas, tienen por misién: batir la lana, impulsarla de una barca a Ja otra y escurrirla al abandonar cada una de ellas para entrar en la siguiente o en el secador, si sc trata de la tiltima. A la vez, instalaciones complementarias mantienen el nivel cons- tante del liquido, recogen las aguas del lavado para ser tra- tadas y obtener subproductos, permiten el funcionamiento en serie del tren de lavado o solamente de barcas aisla- das, etc. Tl secador (fig. 3) esta representado por una gran ca- mara colocada a continuacion de la altima barca del levia- tan, donde circula aire a 45-50", 18] modelo «de tambor» es el mas usado. Dispone, en el interior de Ja camara, de un gran cilindro de tela metéalica, colocado en posicién obli- cua de arriba abajo y de atras adelante, que gira lenta- mente y en cuya cara interna lleva largas pias. Completa Ja instalacién un potente ventilador colocado a la salida del tambor, cuya corriente de aire es la encargada de expulsar Ja lana fuera del secador. Dentro de este capitulo, y como material de lavadero, hay que incluir los agentes quimicos y térmicos que inter- vienen en la limpieza de la lana; aquéllos, representados por el agua, jabones, alcalis (sosa Solvay) y detergentes; éstos, por el vapor de agua destinado a calentar las solucio- (uprmes]) opear] ap uaz ep voreq ean ap euanbsy—-z “Siz PUR] 9p JOpNeq un ap Rwanbsg—1 “By a la salida det tren de lavado. —8 nes contenidas en las barcas, generado por una caldera con capacidad adecuada al volumen de trabajo del tren de la- vado EI personal del lavadero, dada su completa mecaniza- cién, es reducido; pero en contrapartida requiere ser ex- perto y especializado, sobre todo el capataz de la nave. res ponsable de preparar los bafios y vigilar la marcha de la operacién. Técnica del lavado. El lavado de la lana requiere una organizacién deriva- da del trabajo efectuado en la nave de claseo; es decir, que normalmente sigue un orden impuesto por el volumen y tipo de lana claseada y suele dar preferencia a las clases de mejor calidad. Una buena distribucién consiste en iniciar el trabajo por las lanas finas, seguir con las entrefinas corrientes y ter- minar con las bastas. Igualmente se da prioridad a las la- nas blancas sobre las pardas o grises. Dentro de un mismo tipo comercial, el lavado comienza por las clases superio- res; en primer lugar pasan al leviatan las ertras, luego las primeras y asi sucesivamente. La razén de este orden no es otra que impedir el bas- tardeamiento de las lanas de calidad superior con los resi- duos de otra lana inferior que siempre quedan adheridos al leviatan y secador, 0 a la alteracién de la uniformidad cromatica de las lanas blancas con los restos de lanas pig- mentadas. Es norma comun de trabajo dejar las clases bajas de todos los tipos para lavarlas cuando todas las clases supe- riores estan terminadas, de forma que la marcha de la cam- pafia de un lavadero puede deducirse por el tipo de lana que esta lavando en el momento de la observaci6n. Al final de la campafia se levanta todo el lavadero, para limpiar su maquinaria y reparar desperfectos, dejandole util nueva mente. La transformacién de la lana su de las fases siguientes: cia en limpia compren- 9 Batido.—Tiene por objeto abrir, esponjar y dividir las partes de vellon resultantes del claseo, para facilitar el la vado e impedir el apelmazamiento de la lana en los bafio: Lavado o desengrasado.—Representa la puesta en jue- go de un conjunto de medios mecanicos, quimicos y térmi cos encargados de eliminar las sustancias de origen vege- tal, animal y mineral que ensucian la lana. De ellas, las mas rebeldes son los residuos vegetales, que suelen persistir en buena proporcién después del lavado y obligan a un trata- miento posterior de Ja lana para su eliminacion Secado.—Operacion encargada de extraer el exceso de humedad que teva Ja lana al abandonar el leviatan. La lana procedente del abridor llega al leviatan, prepa- rado con las barcas llenas de agua a temperatura variable Fig. 4.—-Vista parcial de un lavadero de lanas. (Original.) y oncentracion distinta de alcalis y jabones, segun el tipo de lana a lavar y el lugar que ocupan en la columna cle la- vado (fig. 4). En su paso por los bafios pierde la mayoria de las impurezas y llega al secaclor. Aqui ingresa por la parte superior y queda retenida en las primeras ptias que — WwW tropieza. El movimiento giratorio del tambor traslada la Jana enganchada en las ptias de los planos inferiores a los superiores, de donde se desprende por la accion de la gra- vedad y cae en forma de copos. Jada la inclinacién del ci- lindro secador, la Jana avanza automaticamente por él, al mismo tiempo que pierde humedad, para terminar en la tol- va de recogida. De ésta es expulsada por la corriente de aire del ventilador y conducida a través de gruesos tubos a los locales de la fabrica que se desea, o bien envasada al salir del secador, mediante la simple colocacién de sacos en la boca de los mencionados tubos. Acondicionamiento. Es una operacién industrial complementaria que deter- mina la cantidad exacta de humedad contenida en una par- tida de lana para deducir su peso real o legal, asi como para determinar los rendimientos al lavado (R. 1.) En el proceso fabril que nos ocupa, Ja lana, al salir del lavadero, puede llevar muy distinta proporcién de agua y, por tanto, ser variable su peso, dado que uno de los carac~ teres mas destacados de ella es la higroscopicidad o facul- tad de absorber agua. Como no resulta facil ni util determinar el porcentaje de humedad al salir del lavadero y, por otra parte, Ja lana requiere retener una cierta cantidad de agua para conser- var sus cualidades textiles, se hace imprescindible fijar la tasa de humedad en limites constantes. Con esta finalidacd se efecttia la operacién de acondicio- namiento, que obtiene primero la desecacién total y abso- luta de la lana, para después adjudicarle una cantidad de humedad constante. Se opera por el procedimiento de mues- treo (fig. 5). Se lama tasa de recuperacién de hiuedad la cantidad de agua que toma la lana, después de haber sutrido la de- secacion total. para que todos los atributos textiles se ma- nifiesten con valores normales (fig. 6). Al objeto de facilitar el comercio de esta fibra. ofcial- Fig. 6.—Estufas de acondicionamiento. (Original.) Me mente ha sido acordada una cantidad fija, denominada tasa legal de lumedad, que para la lana lavada es 17. De for- ma que a 100 partes de lana totalmente seca le correspon- den 17 partes de humedad, o lo que es igual, de 117 partes de esta materia prima en condiciones legales. 100 partes son de lana y {7 partes de agua. Cuando la lana sale del desecador puede lievar un gra- do de humedad superior © inferior sobre la tasa legal. Al acondicionarla queda corregido y fijado a una cantidad constante, con lo que se deduce el peso legal. los R. L. y el precio de liquidacién de la partida Il, APLICACION DE LOS DATOS OBTENIDOS EN EL LAVADO A LA MEJORA DE LA PRO- DUCCION DE LANA Rendimientos al lavado. Podemos detinir el rendtmiento al lavado (IR. L..) como la relacion existente entre cl peso de la lana en jugo y el peso de la lana lavada, después de acondicionada. EIR. L. puede ir referido a la pila o al lavade. En el primer caso, es deducido por la relacién existente entre la totalidad de la partida en jugo y el peso de la lana lavada; en el segundo, esta concretado a la cantidad de lana que entra en el leviatan v viene dado por la diferencia entre el peso de la lana lavada y el de Ja lana claseada, después de haber perdido las tierras, cascarrias, marcas y demas im- purezas retiradas durante el sorteo, Como es légicu, para una misma pila, el rendimiento sera mayor en la segunda interpretacion que en la primera. Siempre que no se especifique nada en contra, cuando se habla de R. I. se entiende reteridos a /a pila. Hay lavaderos que al tener en cuenta las oscilaciones en peso de una pila segtin el grado de inumedad, llevan la norma de especificar los R. L. con arreglo al peso de pro- cedencia (peso de la pila al salir de la danera para la fabri- ca), peso de legada (peso de la partida al entrar en la fa- — BH brica) v al peso de lana sorteada, equivalente al rendimiento «la pila antes mencionado También es costumbre manejar los conceptos de rendi- miento apro.cimado y real. Aquél es deducido por la obser- yacion visual en el momento de reconocer una pila para su compra oO mientras se realiza el claseo; éste es obtenido en la forma descrita anteriormente Finalmente, se manejan los R. L. de laboratorio; es de- cir, cifras deducidas del Javacdo de muestras en estos Cen- tros. Al laboratorio se recurre con distintos fines, pero mas comunmente para deducir la proporcién de lana limpia en Fig. 7. —Lavadero piloto para control de bafios, lavado de muestras, etc (Original. las aduanas, a efectos de fijacién de derechos arancelarios de Jas importaciones de lana en juyo sobre «base lavado», que pagan segtim rendimientos. También para determinar las posibles diferencias de la produccion individual de lana limpia de un lote de reproductores sometidos a seleccion. En cualquier caso, este tipo de determinaciones cabe in- cluirlas entre los R. L. apro.vimados, Particularmente, esta afirmacién es valida para las técnicas de laboratorio que —ue actuan sobre muestras de vellones aislados, cuyos resulta- dos carecen de toda significacién industrial (fig. 7) EIR. L. es dado en wnidades rindo, equivalentes a la expresién procentual de lana lavada en relacién con la can- tidad de lana sucia. Asi, una pila del 40 por 100 de rendi- miento (100 partes de lana sucia han perdido 60 partes du- rante el lavado) se dice que tiene 40 unidades rindo. Factores que condicionan los rendimientos al lavado. E] conjunto de factores que intervienen sobre los R. L., aunque de naturaleza diversa, para fines didacticos caben ser incluidos en dos grandes grupos: factores bioldgicos y factores tecnolégicos. Consideramos factores biolégicos aquellos que guardan dependencia con el individuo productor, con los caracteres propios de la lana, el medio ambiente y las modalidades de explotacién. Los tecnologicos vienen dados por las varian- tes en el método de esquileo, recogida, conservacion y al- macenamiento de la Jana, de una parte; mas las causas de- pendientes del claseo y del propio lavado, de la otra. Vamos a exponer los principales de cada grupo, segun la clasifi cién adoptada. I. Factores biolégicos. @ EN RELACION CON EL INDIVIDUO PRODUCTOR Existe una serie de factores individuales cuya interpre- tacién afecta en mayor o menor grado los R. L. Entre los inas destacados tenemos : 1. Rasa—La raza del ganado productor es uno de los caracteres de mayor significacion, Como las particularida des de la lana es un caracter étnico de primera categoria, ahora nos limitaremos a dejar consignado el papel que jue- ga la raza, para tratar con mas detalles y destacar su inter- vencién al hablar de los caracteres del vellén o de la fibra sobre los R. L. Como anticipo, diremos que las razas de Jana gruesa y larga (Churra, por ejemplo) obtienen Jos 15 — maximos rendimientos, en oposicién con las de lana fina y corta (Merina), que acusan las mayores pérdidas al lava- do, con una gama intermedia ocupada por las razas de lana entrefina (longitud y finura media de la lana) 2. Edad.—Dentro de cualquier tipo comercial se dife- rencian las lanas, segtin la edad de k 1imales producto- res, en dos grandes grupos: amines, lana de corderos o de primera esquila, y lanas madres, de animales adultos o de mas de un esquileo. Unas y otras se comportan de for- ma distinta al Javado; en general, los a#inos tienen ren- dimiento superior a las Janas madres procedentes de un mismo rebafio. Se debe a la baja proporcién de suarda de la lana juve- nil y, sobre todo, al menor tiempo de exposicién © contacto con los agentes que ensucian la lana. Asi, nuestros corde- ros merinos, por ejemplo, nacen al final del ctofio o en in- vierno, son esquilados a los cinco-seis meses de edad y tie- nen poco tiempo y escasas posibilidades de manchar su lana con tierra y otras materias extrafias, porque la mayor par- te de su vida el terreno esta cubierto con los pastos. 3. —FEs de mucha menor significacién que la edad. Los machos acusan rendimientos algo menores que las hembras, por mayor actimulo de suarda a consecuencia de Ja mas activa fisiologia glandular de Ja piel. Jos castra- dos 0 carneros tienen comportamiento intermedio a los dos Sexos. 4. Reproduccién.— Las ovejas que paren y crian su cordero, aunque de forma indirecta y perjudicial, demues- tran R. L. superiores que las hembras no destinadas a la reproduccién y las estériles. ste segundo grupo tiene un comportamiento fisioldgico cutaneo similar a los machos, pero quiza la disparidad surge porque la gestacidn, parto y lactancia, aunque las ovejas estén bien alimentadas, siem- pre las hace perder la lana de ciertas regiones, como la ubre, nalga, parte de la barriga, ete., que ordinariamente son Jas mas sucias del vellon. 16 — Tainano corporal. — Ventre de una raza, a edades similares y para un mismo rebafiv, los ejemplares de ma yor corpulencia rinden vellones mas limpios que los de me- nor tamafio. Tste hecho puede tener poca significacién para un lote de ovejas cuya lana se ‘lava en conjunto, no asi cuando se trata de rebafios diferenciados por su desarro- Ilo corporal. @ EN RELACION CON LOS CARACTERES DEL VELLON Y DE LA FUBRA, Algunos caracteres de la lana guardan relacién con los R. L.; entre ellos destacan por su importancia: 6. Densidad.—De todos los caracteres propios del ve- llén, el que acusa mas destacada intervencidn en los rendi- mientos es la densidad 0 ntimero de fibras por unidad de superficie cutanea. Los vellones densos 0 apretados vinden mas lana lim- pia que los vellones flojos o sueltos. En aquéllos la lana for- ma una tupida barrera que impide o limita grandemente la penetracién de todas las materias extrafias. como tierra, polvo, ete. \ su vez, la densidad alta es garantia de pro- teccién contra los agentes atmostéricos que, como el agua, hielo, vientos, sol, etc., acthan sobre las zonas distales de las mechas y originan alteraciones f{sico-quimicas en sus puntas; la lana pierde elasticidad y consistencia, en tanto mas extensidn cuanto menor es la densidad y mayor la pe- netracion de estas causas modificadoras. Al lavado, toda esta zona alterada, 0 al menos gran parte de ella, se rompe y queda en los bafios, con las consiguientes mermas. Otra ventaja de la densidad es su correlacion negativa con la cantidad de suarda, motive que. en unién de los ex- puestos, explican los altos R. [.. de los vellones densos. Por ser la densidad un caracter de la lana no apre- ciado por la industria, en el programa selectivo se le ha dado poca importancia, cuando es uno de los mas respon- sables de la produccién de lana en cantidad y calidad (1). (1). Véase la Hoja Divulgadora tituluda La densidad del velion, A. San- chez Belda. Ministerio de Agricultura. Nam. 22-55 H., 1935 a 7. Cantidad de suarda.—Con el nombre de suarda, «churre» o grasa de la lana, se engloba el conjunto de se- creciones sebaceas y sudoriparas de la piel que lubrifican la fibra lanosa La cantidad, consistencia y color de la suarda estan re- gidos por tactores hereditarios, de forma que, por selec- cién, son susceptibles de modificar léxiste una correlacion directa entre la cantidad de suarda y la finura, andloga en intensidad a la inversa sefalada para la densidad Con arreglo a la riqueza en suarda, los vellones se dis- tinguen en caryados y descargados. Los vellones cargados unen a su riqueza en suarda la baja densidad, por lo que a las pérdidas al lavado derivadas del exceso de aquélla hay que afiadir las correspondientes a Ja tierra y demas impurezas, cuya penetracion esta facilitada por la floje dad del vellén. En éstos, la grasa mezclada con el polvo y tierra forma una pasta que, por dlesecacion, queda pegada en forma de placas a las puntas de las mechas; son los ve- lones costrosus; al exterior tienen tonalidad oscura (ove- jas «renegras», en términos pastoriles) y coinciden con los mas bajos R. L. Lo contrario ocurre con los vellones descargados, de baja proporcién de suarda, elevada densidad reducida cantidad de materias extrafias y, por tanto, dejan poco las- tre al lavado. 8. Finura.— La lana aumenta en rendimiento en ra- zon inversa a la finura. Cuanto menor es el diametro de la fibra, tanto mayores pérdidas experimenta al lavado. Esto es bien conocido para lanas de tipos comerciales vpuestos; por ejemplo, los rendimientos de la lana merina son muy inferiores a los de Ja lana churra. Dentro de una raza el tendmeno sigue vigente, y a titulo de ejemplo re- cogemos los resultados expuestos por Caglevic (1955) para la raza Corriedale sobre la correlacion entre diametro de la tbray R. Lt 28-50 50-32 60,98 62,94 Finura en micras 2 2 24-26 Lendimientos (porcentaje)... 50,7 53.95 1s — 9. Longitud.— Para una misma finura, la lana larga rinde mas que la lana corta. Sobre este particular, interesa aclarar que cuando la longitud esta ligada a la densidad se registran resultados positivos practicos; en caso contrario, si el vell6n es flojo, toma toda clase de impurezas y no es posible contrastar las ventajas de la buena longitud. 10. Arrugas de la piel—Hubo un tiempo que en la se- leccién de la raza merina, prototipo de especializacioén en Ja produccién de lana, dominaba el criterio de acentuar los pliegues cutaneos, por entender que, al aumentar la super- ficie de la piel, era un medio de obtener més lana. Pronto se llego a contrastar los inconvenientes del tipo arrugado, que en orden al problema que nos ocupa vienen dados por rendir lana corta, muy cargada de suarda y ofrecer serias dificultades para esquilar, que favorecen el «repaso» y, con él, la existencia de recortes 0 puncha. LL. atensién del vellén.— Este caracter incrementa grandemente la produccién cuantitativa de lana, pero dis- minuye el R. L. No hay duda que los individuos con buena extensién del vellén proporcionan lanas en ciertas regiones (barriga, escroto, mama, cabeza, patas, etc.) que por su localizacion esta mds expuesta a ensuciarse y pierde mas al lavado que la lana procedente de individuos cuyo vellén esta circuns- crito al tronco. 12. Deslanado.-—Es un caracter opuesto al anterior. Bajo este titulo incluimos el fenémeno registrado en algu- nas ovejas de perder partes del vell6n a medida que avan- zan en edad o que sienten los primeros calores de pri- mavera. Aunque el deslanado puede ser motivado por causas di versas, para un mismo rebafio donde todos sus componen- tes llevan idéntico régimen de explotacion, no hay duda que los individuos atacados por este defecto muestran una pre- disposicién hereditaria para e] deslanado —19- A los efectos del lavado se comporta como favorecedor de los rendimientos, ya que la Jana desprendida es ordina riamente Ja mas sucia (barriga. cuello, patas, etc. ). 13. Existencia de pelo.—J.os vellones con garra 0 pelo mirerto suclen dar mas KR. 1. que los procedentes de indivi duos de Ja misma raza sin este grave defecto. Se trata de un caracter ligado a la calidad que pueile tener significacion practica cuando esta muy difundido; st presencia ¢s denunciada er cl sorteo por la aparicién te clases con pelo. @ EN RELACION CON LOS FACTORES DEL AMBIENTE, Adoptamos este titulo con sentido restringido, y bajo el mismo incluimos los factores que no encuadran en el apar- tado siguiente. intre los mds importantes tenemos: 14. dno ganadero—. igualdad de circunstancias v rias. los R. [.. de un lote de lana producida por las mismas ovejas varian siempre segtin las caracteristicas del afo en observacion. La influencia del afio sera facilmente comprensible si se tienen en cuenta los distintos factores modificadores y las variaciones que pueden registrar cada uno de ellos en par- ticular o todos en general, de una temporada a la siguien- te: de forma que, en la practica, es logico esperar distinto poreentaje de lana limpia, para un mismo rebafio, de un afio a otro. AA este respecto son muy demostrativas las observacio- nes de Johnston (1905), quien en Estados Unidos estudio 90 pilas de lana de finura variable, durante tres afos con- secutivos; comprobd, ademas de Ja relacién inversa entre rindo y finura a que antes aludiamos, cémo los R. 1. eran distintos, segtin los afios, en la cuantia siguiente : HENDEMLEXTOS AL LAVADO HOR 160, SRGUN Finura (Mieras: 1946 15947 1948 18-20 34 a7, 39.0 24-26... 34,6 38, 42.4 28.50. 37.6, 12,6 19,7 — 2% 15. Lhiwias.—De los variados agentes atmosféricos: lluvia, viento, hielo, sol, ete., que anteriormente citabamos como modificadores de los R. L., la cantidad de Iluvia y su distribucién por los distintos meses del afio es el de ma- yor significacién La accién directa de la Iluvia sobre los vellones redun- da eliminando impurezas en cualquier época del afio, perv son particularmente importantes durante la primavera, que es el tiempo del maximo desarrollo del vellén y el periodo inmediatamiente anterior al esquileo. [La lluvia acttia como elemento favorecedor del lavado, en tanto que los vien- tos, escarchas, radiaciones solares, etc., tienen caracter ne- gativo, 16. Altmentacién.—Para la produccion de lana es una de las causas no genéticas de mas destacada intervencién en los rendimientos. Al lavado guarda correlaci6n positiva directa. Indirectamente, puede actuar con signo negativo los aflos en que la primavera Jlega bruscamente y el ganado pasa en corto espacio de tiempo de régimen seco a la inges- tidén de abundante hierba; entonces se registran las accio- nes laxantes de la hierba en las oveja y muy especialmente en los corderos, que manchan la lana y es muy general la presencia de cascarrias (animales «zurrados», llaman los pastores). Cuando esto ocurre y no se tiene cuidado de quitar estas deyecciones de los vellones antes de esquilar. es légico esperar bajos R. L 17. Humedad ambiente-—Fste factor, a veces, alean- za cierto interés, dado el alto poder de Ja lana para absor- ber y retener la humedad del aire. Puede modificar los rendimientos cuando el esquileo coincide con una época de Iluvias persistentes y la lana pasa al lavadero inmediata- mente después de ser recogida. 18. Estado particular las ran la produ sanitario.—Muchas enfermedades, pero en carenciales, infecciosas y parasitarias, alte- on de lana y merman los R. 1. — 21 @ LN RELACION CON LAS MODALIDADES DE EXPLOTACION. 19. Trashumancia.—Este tradicional método de explo- tacion del ganado ovino obra como altamente favorecedor de los R. L. Cuando se habla de escasas o de nulas diferencias en- tre lanas merinas trashumantes y estantes, puede ser ver- dad para ciertos caracteres, como por ejemplo la finura, pero no para otros de tal importancia como los R. L., sin que éstos se deban a una especial condicién hereditaria del ganado trashumante, sino a su particular forma de explo- tacion, Los rebafios trashumantes, durante la temporada inver- nal, normalmente, pastan sobre majadales, y en verano dis- frutan de los pastos serranos; en ambos disponen de un tapiz herbaceo que les evita adquirir la carga de tierra que toman los vellones cuando las ovejas pastan en terrenos de labor. Por otra parte, la salida para los puertos de verano exige que el ganado Ilegue por lo menos con un mes de cre- cimiento de lana, para que disponga de proteccién contra las frias temperaturas de la montafia, sobre todo nocturnas. Esto obliga al esquileo precoz, antes que los fuertes calo- res de finales cle primavera y principios de verano fuercen a incrementar las secreciones glandulares de la piel y los yellones se carguen de suarda 20. Redileo—La practica del redileo es general para los ovinos especializados en la produccién de lana; tiene be- neficiosas repercusiones para la agricultura, para la produc~ cién y conservacién de los pastos consumidos por las pro- pias ovejas (majadales) y. en el aspecto sanitario, es un método natural ce lucha contra ciertas enfermedades para- sitarias. Para la produccion cualitativa de la tana y en especial para los R. I.., aleanza opuesta significacién segtin los te- rrenos donde se practica. Los majadales les favorecen; el redileo en barbecho les perjudica grandemente. 21. Terrenos de pasto.—Bajo este titulo ambiguo in- cluimos el hecho real de contrastar R. 1. distintos con el 22 - mismo rebafio, segtin la constitucién fisica de los suelos donde pasta. E's un hecho evidente, muy tenido en cuenta por los compradores de lana, que por ser sobradamente conocido no necesitamos insistir sobre él. Hay terrenos que cargan las lanas y otros en que ocurre todo lo contrario. 22. Apriscos—lLa dotacién de apriscos a las explota- ciones ovinas para recoger los rebafios durante la mala temporada evitan las alteraciones de la lana por los agen- tes atmos cos, asi como se ensucie de barro y otras im- purezas, con Jo que se benefician los R. L. 23. Sistemas de marcado.—t.a identificacion de los ovi- nos con pez u otras sustancias que no desaparecen al lava- do, exige cortarlas y retirar antes que Ja lana pase a las barcas del leviatan, con las pérdidas de peso consecuentes. 24. Batios del ganado.—E1 empleo sistematico del ba- ado inmediatamente después del esquileo, repercute en fa- vor de los porcentajes de lana limpia. 25. Composicién del rebaho.—Todo rebafio tiene una composicién que pudiéramos llamar natural u ordinaria, donde la relacién entre machos y hembras es mas o me- nos constatte y proporcional la distribucién de sus compo- nentes por edades. Ya quedé expuesta la influencia de estos dos factores individuales sobre los R. L., de forma que las variaciones significativas en la composicion del rebafio pue- den registrar cambios en aquéllos. Esto es particularmente evidente con los a#inos, que es la fraccién del rebafio mas susceptible de variar de unos afios a otros, segtn las necesidades de cria. Igualmente se hace notar en la practica para las ganaderias que disponen de un hatajo de machos castrados («carnerada»), con rela- cién a aquellas en que la cantidad de machos se reduce a la parada de sementales. — 23 Il. Factores tecnolégicos. 26. Exquileo.—Las claras repercusiones cel esquileo sobre la produccién de lana limpia guardan dependencia con las fechas de ejecucién, preparacién del ganado, técni- ca de realizacién y método adoptado. Dejamos expuestos, al hablar de la trashumancia, los efectos beneficiosos del esquileo temprano, y también co- mentamos la influencia del tiempo reinante al tratar de la humedad ambiente, por lo que nos disculpa dle otro comen- tario sobre las fechas de ejecucidn. En cuanto a la preparacién del ganado, es evidente que si se toman las medidas necesarias (1), la proporcién de lana limpia sera mayor que con la antigua y absurda prac- tica de las «sudadas», pues ésta no consigue mas que car- gar la Jana, sin otra compensacién por su parte. La técnica de realizacién, relativa a Ja naturaleza de los locales, empleo de tableros para situar las ovejas en el acto del esquileo, limpieza general, expurgo de materias sdlidas de los vellones (barro, cascarrias, etc.), son circunstancias que coadyuvan a la limpieza de la lana. Finalmente, los R. L. varian segtin que el esquileo sea realizado a tijera o maquina; en este ultimo es superior. Los ventajosos efectos de las maquinas derivan de obtener lana con mayor longitud y reducir el riesgo del «repaso», muy frecuente con el empleo de tijeras, cuyo recorte 0 pun- cha se pierde durante el lavado. 27. Recogida de vellones.—En otra ocasién nos ocu- pamos de esta importante operacién (2). Deciamos enton- ces que sdlo cabe atribuir a supina ignorancia la practica fraudulenta de introducir en el vellén cascarrias, estiércol, barreduras, etc., pues entre los muchos inconvenientes que presenta hay que contar los bajos R. L. 28. Alnacenamiento y conservacién.—Los locales des- (1) Véase ta Hoja Divulgadora titulada Técnica del esquileo en el ganado lamar, A. Sanchez Belda. Ministerio de Agricultura. Nim. 22-56 H. 1956. (2) Véase Hoja Divulgadora titulada Recogida y conservacién de la lana, A. Sanchez Belda, Ministerio de Agricultura, Nam. 2-57 H. 1957 er tinados a lanera deben reunir las condiciones necesarias para conservar la lana sin sensibles variaciones de peso. Cuando es almacenada en habitaciones humedas, ademas de correr el riesgo de fermentacion («recalentamiento», ardido), el exceso de humedad adquirido por la lana acusara grandes pérdidas al lavado. 29. Rendimiento al claseo.—Existe tan estrecha corre- lacién entre rendimientos al sorteo y al lavado, que podria- mos calificar a éste como fiel reflejo de aquél. La razon es que el claseo representa la suma o interaccién de buen nu- mero de los factores analizados y plasma en sus resultados la intervencion de cada uno de ellos (1). Dos mecanismos de accion tiene el sorteo sobre el lava- do: uno, constituido por la serie de clases que retiene y no pasan al lavadero (cascarrias, tierras, marcas), y que su- ponen las consiguientes mermas; el otro, consecuente a las distintas clases conseguidas y los variados porcentajes que pueden presentar cada una de ellas. De una manera gene- ral, los R. L. disminuyen a medida que aumenta el numero de clases, que bajan las clases superiores o la proporcién de éstas es reducida. Las extras y primeras siempre dan un R. L. superior a las seyundas y garras, por ejemplo. En resumen, podemos concluir que claseos buenos dan R. L. excelentes y, al contrario, de sorteos mediocres no cabe esperar R. L. aceptables 30. Técnica del lavado.—ta propiedad o impropiedad de esta operacion condiciona grandemente sus propios re- sultados. Asi, por ejemplo, si del lavadero, por las causas que sean, salen las lanas con impurezas o la cantidad de suarda no ha sido reducida a los limites aceptables, el ren- dimiento sera superior que en un lavado perfecto, no obs- tante haber sido mal ejecutado. (1) Véase la Hoja Divulgadora titulada El claseo de la lanu. Ministerio de Agricultura. Num. 5. 1959 25 Juicio critico sobre los caracteres estudiados. Los caracteres estudiados en el capitulo precedente han sido considerados exclusivamente bajo el dangulo de su in- fluencia positiva o negativa sobre los R. L. Para emitir un juicio definitivo acerca de ellos y calificarlos de deseables © inconvenientes es preciso ampliar nuestro conocimiento y analizar todas las posibles facetas en que puede repercutir su accion. Como realizar el estudio aislado de cada uno de ellos seria extraordinariamente prolijo y, por otra parte, esti- mamos necesaria una mayor documentacion para juzgarles, creemos cumplir el objetivo si los consideramos clasificados en los siguientes apartados: 1. Factores con influencia positiva en los R. L. que repercuten con igual signo en las producciones ovina. A este grupo pertenecen el tamafio corporal, densidad del vellén, longitud de la mecha, alimentacién, estado sa- nitario, régimen trashumante, existencia de apriscos, bafo del ganado, la aplicacién de técnicas adecuadas para reali- zar el esquileo, recogida, conservacion y almacenamiento de la lana y resultados al claseo. 2. Factores con influencia positiva en los Ik. L., pero con repercusiones econdmicas negativas Incluimios en este apartado el didametro de la fibra, des- lanado, ya sea de caracter congénito o ligado a la repro- duccién en las ovejas, vy presencia de pelo en los vellones. 3. Factores con influencia variable en los R. L., segin las circunstancias de actuactén. Comprenden Ja edad. sexo, ao ganadero, lluvia, redi- leo, terrenos de paste tema de marcado, composicién del rebafio y técnica del lavado. 4. Factores de influencia negativa en los BR. L., pero con repercusiones econdmicas positivas. La finura, extensién del vell6n y ausencia cle pelo, co- rresponden ser incluidos en este grupo. — 2% — 5. Factores de influencia negativa absoluta, sin reper- cusiones beneficiosas en otros aspectos. Estan representados por el exceso de suarda, arrugas de la piel, humedad ambiente y agentes atmosféricos, que determinan alteraciones fisico-quimicas sobre la fibra de la lana. Significacién zootécnica de los rendimientos al lavado. Considerados los caracteres que condicionan los rendi- mientos al lavado desde el punto de vista zootécnico, nos encontramos que unos estan caracterizados por su alta he- redabilidad; otros son también de tipo hereditario, pero grandemente sensibles a las acciones modificadoras del me- dio, y, finalmente, la mayoria son de naturaleza no gené- tica. Corresponden al primer grupo la presencia de pelo, densidad del vellén, cantidad de suarda y arrugas de la piel; al segundo, la longitud y finura de la lana, extension del vellén, deslanado y tamafio corporal, y al tercero todos los restantes. La abrumadora mayoria de los factores de naturaleza no hereditaria en la determinacién de los R. L., compara- dos con los de indole genética, pone en evidencia que para organizar un programa de mejora de los rendimientos hay que iniciar el trabajo y dar preferencia a todas aquellas medidas capaces de modificar en sentido ventajoso las téc- nicas de explotacién, esquileo, recogida y conservacion de Ja lana. Podemos deducir que los R. L., analizados desde un punto de vista zootécnico, sirven, como quedd expuesto, para conocer las repercusiones de la técnica ganadera so- bre la calidad de la lana, y en este sentido, si bien propor- cionan algunas interesantes referencias sobre ciertos ca- racteres del vellén, su verdadero valor radica en la posibi- lidad de considerar los R. L. como prueba de control de todas aquellas causas de naturaleza no hereditaria que con- dicionan la produccién cualitativa de la lana. 27 Significaci6n comercial de los rendimieatos al lavado. Es de conocimiento general la gran importancia que alcanzan los R. L. desde el punto de vista comercial, pues la lana, aunque se vende en sucio, es estimada, como es 16- gico, sobre la base de sus posibles rendimientos industria- les, centrados por el comerciante lanero esencialmente en el lavado. Ya quedd expuesto que el comercio valora la lana en unidades rindo, basado exelusivamente en su comporta- miento al lavado, y este principio axiomatico tiene su obli- gada repercusiOn en el area ganadera, que se preocupa de producir lana en las mejores condiciones de limpieza. No hay duda alguna que la fijacién del precio para la lana en jugo es completamente arbitrario y se presta a toda clase de errores; por eso, las explotaciones ovinas bien con- cebidas no ven inconveniente de condicionar los precios de esta produccién a los resultados obtenidos en las primeras jases de tratamiento industrial, siempre que estas opera- ciones cuenten con la confianza mutua o estén conveniente- mente garantizadas. Hoy dia se hacen algunas transacciones de esta clase, bajo dos modalidades aparentemente iguales, pero que pue~ den resultar distintas segtin los casos. Una formula consiste en enviar la lana sucia al lava- dero industrial y demorar su liquidacién hasta la venta de la lana lavada. Otra consiste en acordar un precio para la unidad de rindo y pagar la lana con arreglo a éste y a los rendimientos obtenidos en el lavado De las dos formulas, la primera es la verdaderamente justa, pues la fijacién del precio por unidad de rendimiento tiene los mismos riesgos de error y de obtener un precio andmalo que la venta en sucio Podriamos aportar una serie de ejemplos practicos que vinieran a demostrar la realidad expuesta, pero por no ha- cer interminable el trabajo nos limitaremos a su exclusiva consignacion. — 28 — Interpretacién de los resultados del lavado. Anteriormente fueron consideradas las principales cau- sas de variacién de los rendimientos al lavado; pues bien, estudiadas en conjunto, vista la posibilidad de intervencién de un grupo de ellas o considerada por separado una sola, hemos de llegar a la conclusién que para un mismo reba- fio, y de un afio a otro, las oscilaciones en los caracteres del vellén o de la fibra lanosa pueden tener escasa partici- pacién en los porcentajes de lana limpia, en tanto que las influencias ligadas a los métodos de explotacion, al indivi- duo y al ambiente, junto con los factores tecnolégicos estu- diados, son los responsables mas calificados. Por tanto, para interpretar los resultados del lavado de una pila de lana es necesario una previa informacién ex tensa sobre las incidencias a lo largo del afio de todos aque- llos factores que analizamos anteriormente, 0 al menos de los mas importantes. Como la expresién de los rendimientos al lavado debe ir unida a los conseguidos en el claseo, no hay duda que, cotejando ambos, se facilita la interpretacion, ya que al comprobar la proporcién de lana limpia que arroja cada clase, es posible centrar el problema y limitar las conside- raciones a unos cuantos factores en particular. En este caso, conocida la calidad de la pila por su comportamiento al sorteo y vistos los rendimientos particulares de cada cla- se, es posible deducir, para un mismo tipo comercial, la verdadera significacién de los rendimientos al lavado y, en caso de cifras extremas o anormales, buscar la causa de- terminante de ellos. DEPOSITO LPGAL, M. 3.109 - 1958, GRArICAS UEUIKA = MADRID.

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