Michael Bennett (1943 - 1987)

A nuestro parecer y gracias a los conocimientos que hemos adquirido a lo largo de nuestra
carrera respecto a este famoso personaje llamado Michael Bennett, lo consideramos como un
gran exponente de la danza teatral, ya que con él surgió un estilo que al ser pulido a través
de los años, acabó volviéndose un gran recurso escénico para las futuras generaciones del
teatro musical.

En primer lugar, se nos hace estrictamente necesario alabar su rol como director teatral,
además del que todos conocemos como coreógrafo, ya que fue igualmente reconocido ante
los críticos de ambas disciplinas, siendo merecedor de grandes premios y nominaciones.

Sabiendo su gran trayectoria y logros, nos sorprende que no haya finalizado sus estudios, ya
sea académicamente, o en el ámbito de la danza. Lo que hace aún más destacable su ímpetu
y la revolución que causó en la audiencia de la época. Asumimos que todo esto se debe a que
dedico su vida entera a las artes, comenzando desde muy pequeño en giras nacionales e
internacionales de musicales tan aclamados como “West Side Story”, en el cual fue
increíblemente elogiado por su papel de “Baby Jonh”.

Cabe destacar, que a nuestro parecer en ese momento comienza a brotar entre él y el
compositor Stephen Sonheim cierta conexión musical, que los llevaría a trabajar en mutua
cooperación en varios montajes de renombre como “Promises, Promises” y “Company”.
Sumergiéndose así Bennett en el estilo musical de Sonheim, que lo llevaba a no serle tan fiel
a la técnica de la danza clásica, y le permitiría explotar a cabalidad sus grandes pasos y
exagerados movimientos guiados por la rimbombante música de su compañero que incluía,
en esa época, grandes trompetas y estruendosa música moderna, a la que el Broadway de
bastón y sombrero no estaba muy acostumbrado aun.

Tristemente los medios insistían en compararlo constantemente con otro gran bailarín y
coreógrafo de su época, Bob Fosse. Quien poseía un estilo mucho más nítido y definido que
el de Bennett por lo que siempre se especulaba que ambos competían drásticamente para
ganar un aplauso más del público que el otro. Todo esto nos parece sumamente incorrecto e
innecesario, ya que ambos eran extremadamente talentosos a su manera personal y en ningún
momento de sus carreras buscaron la competencia. Este es un recurso muy utilizado tanto
por la prensa, como por la producción de los montajes para obtener aún más quorum en sus
espectáculos.
Pensamos que obviamente, una gran parte del éxito de Michael Bennett se debe a la obra que
dirigió y coreografió basado en la extensa y detallada investigación y en las entrevistas que
utilizó para desarrollar la historia del musical “A Chorus Line”, por el que se adjudicó el
prestigioso premio Pulitzer, debido a las razones ya mencionadas. En esos años recién
comenzaba a surgir lenta y sigilosamente en el vocabulario de los artistas, el término “Triple
Threats”, cuyo significado hace alusión a los intérpretes que pueden cantar, bailar y actuar
con el mismo nivel de conocimiento profesional en las tres áreas, así como sucede en su
montaje “A Chorus Line”. En él conserva apegadamente la idea de que los bailarines del
elenco debían tener un nombre asignado (no números) y que debían poseer un personaje con
una historia propia, ya que antes de toda esta revolución los bailarines solo audicionaban para
roles en el coro, y los cantantes y actores conseguían los papeles principales siempre.

Sin embargo, es absolutamente trágico que como muchos otros prodigios y estrellas del
ámbito artístico, acaba sucumbiendo ante las drogas y el alcohol. Tenía tanto en su interior
para aportarle al mundo que lamentamos profundamente que su vida acabara tan solo a los
44 años de edad, debido a complicaciones pulmonares derivadas del virus SIDA.
 Tarea n°1
Michael Bennett

Iara Cid del Rio - Natalia Villarroel

Teatro musical III
Jazz Dance III