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RESUMEN
ABSTRACT
1. ANTECEDENTES
Al partir de la premisa de que existe una semejanza básica entre las lenguas
indoeuropeas, los estudiosos citados proyectan muchos conceptos y categorías que
Trager y Smith (1951) aplicaron a la descripción del inglés.
Las junturas terminales se analizan como elementos de transición entre dos grupos
fónicos o perfiles entonacionales. Y se discriminan así: descendente | |,
a) Los niveles tonales que, fuera de los perfiles entonativos, se usan para señalar
los cambios entonativos. Tales niveles son tres: bajo |1|, medio |2| y alto |3|. Los
lugares relevantes en la curva melódica para marcar estos grados tonales son
básicamente:
El marco de análisis anterior incluye las variables pertinentes para establecer los
esquemas prosódicos estándares del español y sus variantes. Las principales
variables anteriores se han proyectado en el estudio que Sosa (1999), siguiendo el
análisis autosegmental-métrico de Pierrehumbert (1980), ha aplicado a la fonología
de la entonación del español para describir los patrones y variantes entonativos del
español.
Aunque los esfuerzos para reducir a un sistema de patrones las dos categorías
básicas (H, L) en la secuencia del pretonema (sílabas tonales relevantes previas al
tonema) más el tonema (juntura), son sugerentes y teóricamente novedosos,
todavía predominan en esta línea de trabajo la elaboración teórica y la combinatoria
posible con el añadido de los ejemplos pertinentes. Como dice Revert Sanz (2001:
18), se trata de "listar las secuencias posibles y buscar ejemplos de cada contorno
hasta agotar la lista y luego reducirlas a un sistema lo más reducido posible,
aplicando el método de los pares mínimos".
Tomás Navarro Tomás (1948: 25) indica: "El elemento esencial en la estructura
prosódica de las palabras es en español el acento dinámico o de intensidad".
Una tercera posición que resalta la función de la duración como marca del acento es
sustentada por Garrido et al. (1995). Según su análisis experimental, basado en un
corpus de lectura oral como de habla espontánea, la duración es el correlato físico
del acento en español, rechazan el tono como factor acentual:
Finalmente, otros estudiosos han destacado en una cuarta posición ecléctica que el
acento resultaría de la interacción de diversos correlatos acústicos. Así, por ejemplo,
en Silverman (1990: 140) y Kohler (1990). A. Quilis (1999: 399 y ss.), aunque
privilegia el tono o frecuencia del fundamental, reconoce la acción de la duración y
la intensidad:
REFERENCIAS
Dalbor, J. 1969. Spanish Pronunciation: Theory and practice. New York: Halt,
Rinehart and Winston. [ Links ]
-----------------. 1988. "La entonación del español del sur de Chile", Anuario de
Lingüística Hispánica, 4, pp. 287-311. Valladolid. [ Links ]
Tilde, acento
La palabra acento deriva del término latino accentus, que a su vez tiene su origen en un
vocablo griego. Se trata de la articulación de la voz para resaltar, con la pronunciación, una
sílaba de la palabra. Esta distinción se produce a través de una mayor intensidad o gracias a
un tono más elevado.
La tilde permite señalar cuál es la sílaba tónica de la palabra, que requerirá de una mayor
fuerza en su pronunciación. Este acento ortográfico también permite distinguir entre dos
palabras que se escriben de la misma forma pero que señalan diferentes cosas: “salto /
saltó”, “el / él”, “gano / ganó”, “solo / sólo”.
Por otro lado, no todos los acentos de los vocablos castellanos son indicados con tildes. Sin
embargo, gracias a una serie de reglas, es posible leer correctamente cualquier palabra sin
necesidad de conocerla; cabe mencionar que en otros idiomas, como el inglés o el japonés,
por ejemplo, la fonética exacta de ciertos términos no está implícita a través de la
ortografía, por lo cual es indispensable memorizarla. Retomando el español, se sabe que:
* las palabras agudas llevan tilde cuando terminan en ‘n’, ‘s’ o vocal;
* las esdrújulas son las únicas palabras que siempre llevan acento ortográfico.
Basándonos en los tres puntos recién expuestos, tomemos como ejemplo la palabra “tejen”,
del verbo “tejer”. Es un vocablo de dos sílabas, que finaliza con la letra ‘n’. Dado que no
lleva tilde, podemos deducir que se trata de una palabra grave, por lo cual su acento recae
en su primera sílaba, o sea “te”.
El acento también hace referencia a una entonación particular que el hablante utiliza de
acuerdo a su ánimo o propósito, o a las particularidades fonéticas que caracterizan a los
hablantes de una determinada región. Con respecto al último punto, resulta muy interesante
analizar cuántas formas diversas presentan la mayoría de los idiomas en las distintas zonas
geográficas donde se hablan.
El castellano, por ejemplo, tiene una gran variedad de acentos, incluso dentro de un mismo
país; en Argentina, el salteño, el pampeano y el cordobés son tres acentos
considerablemente distintos, cada uno con su tonada particular, acompañada de
regionalismos y gestos que los hacen parecer tres idiomas independientes. Lo mismo
sucede en España, donde un malagueño, un madrileño y un barcelonés se distinguen a
leguas por su manera de hablar.
En la música, el acento señala donde cae el peso del pulso. En este sentido, el acento puede
aparecer como una marca dentro de la notación musical, que señala qué nota tiene que ser
reproducida con mayor intensidad. Sin embargo, todas las partituras llevan una acentuación
implícita, la cual se deduce observando el tipo de compás, indicado al comienzo de cada
parte de la obra (si se trata de una composición tal como un concierto para piano o una
sinfonía) y en cada alteración.
Si se trata de un compás de 2/4 (dos cuartos), se sabe que el primer tiempo de cada compás
debe sonar con más intensidad que el segundo. De esta forma, si tomamos un compás con
dos negras (teniendo en cuenta que la negra es la figura 4, y en este caso cada compás
consta de 2 negras) su correcta acentuación resulta muy sencilla. Cabe mencionar que una
melodía muy compleja puede ser difícil de acentuar a primera vista, por lo cual es
imprescindible dominar las bases de la lectura musical.
Por último, en la poesía, el acento rítmico es un recurso estilístico que aparece como un
elemento constitutivo del verso.
Acento ortográfico
Se podría afirmar que se trata del tipo de acento más común y conocido. La ortografía
oficial señala que también se lo conoce con el nombre de tilde o acento gráfico.
La rayita oblicua (´) señala una característica fonética. Es decir, indica que la silaba con
tilde debe ser pronunciada de una forma diferente a las otras sílabas.
Ejemplo: café, página, acción, difícil.
Acento prosódico.
Las palabras con acento prosódico no llevan tilde. Aun así, la silaba sobre la cual recae este
acento tiene una pronunciación más intensa que las demás.
Ejemplo: edificio, bailar, reloj.
Se trata de un tipo de tilde que tiene una función muy especial: diferenciar palabras que se
escriben con ortografía idéntica pero que, en verdad, encierran conceptos diferentes.
Ejemplo:
Sí, eso es mío.
Si no traes lo que dijiste, no habrá trato.
Juan se tropezó y cayó al piso.
Sé que debo realizar una intensa investigación para escribir mi tesis.
En el primer enunciado, sí es utilizado en su sentido de expresar una afirmación. En
cambio, en la segunda oración, si, sin tilde, tiene el valor de una conjunción.
Definición:
El acento diacrítico es aquel utilizado para poder diferenciar aquellas palabras que se
escriben de la misma forma pero que realmente poseen significados diferentes.
Al estudiar el concepto del acento y las reglas básicas de acentuación se concluye que su
función principal es la de recargar la voz en la pronunciación de una determinada sílaba de
una palabra. Dicha sílaba es lo que llamamos la sílaba tónica .
El acento diacrítico se encarga de servir como diferenciador entre palabras escritas de igual
manera pero que poseen distintos significados.
En el primer ejemplo citado más arriba, el tú con acento, desempeña la función de ser un
pronombre personal. En cambio, cuando tu no lleva tilde, se trata de un pronombre
posesivo, similar a cuando decimos “esta es mi casa”, “aquel automóvil es de su padre”
En el segundo ejemplo ocurre algo similar, el término papá, con tilde, representa un
sustantivo ya que se hace referencia al padre de Juan. Cuando no lleva tilde, dicha palabra
se convierte en un otro sustantivo, pero de distinguido significado.
De esta forma tenemos que todas estas palabras con acento diacrítico tienen una ortografía
casi idéntica.
La función del acento diacrítico es importante ya que permite identificar y diferenciar
correctamente este tipo de palabras.
Uno de los usos más comunes de los acentos diacríticos tiene relación con los monosílabos.
En la lista de abajo se encuentran algunos ejemplos con palabras de una sola sílaba.
si: sin tilde funciona como una conjunción. Ejemplo: Si Juan no estudia, no aprobará el
examen.
sé: es una forma conjugada del verbo ser. Ejemplo : Ya sé que debo esforzarme más.
se: cuando no lleva acento es un pronombre que puede tener varios usos. Ejemplo: En el
teatro de la ciudad se estrenará la obra.
mi: sin acento desempeña la función de un pronombre posesivo. Ejemplo: Todo está en mis
manos.
Palabras como qué , cuál , quién , cómo , cuánto , cuándo , dónde y adónde son términos
que, teniendo en cuenta las reglas básicas de la acentuación, no deberían llevar tilde.
Sin embargo, dichas palabras, al no llevar tilde, expresan otra función y otro significado
dentro de la oración. En las siguientes oraciones, es posible estudiar cómo cada palabra en
negrita, cuando es escrita sin acento o con él, varía en cuanto a su función y lo que expresa
en cada enunciado:
En cada una de estas oraciones, los términos en negrita poseen un determinado uso. Nada
más al analizar el primer ejemplo, tenemos que la palabra qué , siempre debe llevar tilde
cuando es utilizada en una oración exclamativa o interrogativa.
El acento enfático
Las palabras qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde son términos
que en realidad, no deben llevar acento si se tienen en cuenta las reglas generales de
acentuación.
Se trata de una serie de palabras que, dependiendo de las funciones que cumplen en las
oraciones, pueden ser palabras tónicas o átonas.
¿Por qué se afirma que dichas palabras no deben llevar tilde según las reglas básicas de
acentuación?
Una de las razones es que algunos de los términos citados son monosílabos (qué, cuál,
quién, cuán), los cuales no deberían llevar acento. O bien, puede que ninguna cumpla con
los requisitos para ser acentuados como palabras llana o aguda.
De esta forma, el acento en qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde
tiene un carácter excepcional propio de la tilde diacrítica debido a que la misma se usa para
diferenciar que, aunque se escriban se igual manera, tienen un uso distinto en la oración
dependiendo del acento.
Todas estas palabras se escriben con tilde en los siguientes casos concretos:
¿Quién ha llegado?
También existen casos en que no necesariamente estas palabras irán al comienzo del
enunciado. Es posible que se encuentren acompañados por una preposición que le precede.
Ejemplos:
En las oraciones citadas es común que estén formuladas como una pregunta, es decir, dan a
entender que se está preguntando por algo.
Sin embargo, también puede ser que no esté redactada en ese estilo y que igualmente
denote la idea de incertidumbre o incógnita, tal como ocurre en la última oración Aún no
saben dónde compraran los regalos
Ejemplos: Exclamativas indirectas
Las palabras interrogativas qué, cómo, cuándo, cuánto y dónde pueden llegar a tener las
funciones de un sustantivo si se les antepone un determinante. Este determinante suele ser
con frecuencia el artículo el. En estos casos, son palabras tónicas y por tanto deben llevar
tilde.
Ejemplo:
Son determinadas frases o expresiones comunes del idioma en las cuales las palabras
tónicas qué, cuál, quién, cuánto, dónde continúan escribiéndose con tilde.
Ejemplos:
Oraciones en correlación distributiva con valor de indefinidos. Los términos tónicos quién,
cuál, y cuándo pueden ser utilizados en oraciones que se encuentran correlacionadas, es
decir, enunciados solo se comprenden cabalmente atendiendo al significado de todas sus
oraciones.
Ejemplo:
Al llegar el lugar Roberto observó a los parroquianos. Quién jugaba a las cartas, quién se
tomaba una copa de vino, quién fumaba un cigarrillo.