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Dolor
Manifestaciones clínicas
Subjetivas: dolor agudo, crónico o recurrente. La sensación puede variar de un dolor profundo a
un agudo malestar lancinante rápido. Un dolor agudo súbito puede acompañarse de fiebre,
congestion nasal, secreción nasal o del oído o cefalea. El dolor crónico por lo general se presenta
solo. El dolor recurrente es común con tinnitus, mareos, o alteraciones auditivosss.
Objetivas: puede haber dolor con el movimiento del pabellón de la oreja o con presión del trago.
La rotación del cuello puede desencadenar dolor intenso. El golpeteo de los dietes puede incitar
dolor en el oído. Intentos de masticar o deglutir también, etc.
Etiología
Causas intrínsecas:
Lesiones en oído externo: otitis externa, cerumen o cuerpo extraño, efectos traumáticos, herpes
zoster, otomicosis, tumores, otitis externa maligna (en diabetes), parálisis de Bell, etc.
Lesiones en oído medio: otitis media aguda, pólipos, mastoiditis, tumores, espasmo de músculos
del oído medio
Causas extrínsecas: producen dolor reflejo por lesiones alejadas del oído (otalgias referida): mas
comumente ocurre por dolores dentales y de la articulación temporomandibular. También por
lesiones de los dos tercioes anteriores de la lengua. Infecciones de las amígdalas. Lasiones en
paladas, faringe o nasofaringe, etc.
Fisiopatologìa
La inervación del conducto auditivo externo y oído medio proviene de tres pares craneales:
trigémino, glosofaríngeo y vago, y del plexo cervical a través del nervio occipital menor y nervio
auricular mayor (C2-C3). Por tanto, la afectaciones de las inervaciones de estos nervios puede
provocar dolor en oído
Anamnesis
Otodinia: Es el dolor propio del oído y se debe a procesos inflamatorios, traumáticos o tumorales
que asientan en el oído. Se suele asociar a otros síntomas como otorrea, otorragia, otolicuorrea,
hipoacusia, acúfenos o vértigos. Es importante establecer una relación entre el dolor y la presencia
de una infección concomitante de vías aerodigestivas altas (lo que situará el dolor en el oído
medio) o con otras circunstancias como la entrada de agua en oído externo (otitis externa).
También es importante obtener información del paciente acerca de las características del dolor: si
el dolor es punzante y pulsátil será típico de la inflamación, si el dolor es opresivo será frecuente
en las obstrucciones de la trompa, si es pruriginoso será habitual en otitis externas micóticas. De
mejorar al aplicar calor local (como ocurre en la otitis media) o empeora con el o con la palpación
(más característico de la otitis externa). Conviene diferenciarlo de la otalgia que es el dolor
referido al oído pero originado a distancia de éste (asociado con síntomas orales, faringeos, o
cervicales).
Otalgia: Dolor referido al oído pero originado a distancia de este. Encuentra su explicación
anatómica en la rica inervación sensitiva del oído externo (pares craneales V, VII, IX, y plexo
cervical). Haciendo que un proceso que afecte a uno de esos ramos nerviosos se manifieste
clínicamente como un dolor de oído pero sin otra sintomatología acompañante (otorrea,
otorragia, otolicuorrea, hipoacusia...). La causa más frecuente de otalgia es la artropatía de la
articulación temporomandibular (ATM), que se acentúa al masticar (también ocurre en la otitis
externa difusa), en personas con bruxismo o a la palpación delante del trago (signo de Costen).
Otitis:
Otitis externa eccematosa: eccema en porción externa del CAE, cursa con brotes de prurito,
escoriación y costras amarillentas
Eripsela: infección estrptococica por herida en la piel. Lesión roja, caliente y de bordes
sobreelevados
Herpes zoster otico: también llamato síndrome de Ramsay Hunt. Aparecen vesículas serosas en el
CAE, concha y tímpano. Cursa con otalgia, parálisis facial, vértigo e hipoacusia
Otomicosis: aparece en el contexto de entrada de agua. Cursa con prurito intenso, otalgia y
otorrea de aspecto blanquecino en Candida y negruzco en Aspergillus
Otitis externa circunscrita (forúnculo): el agentes S. aureus que infecta un folículo pilosebaceo del
CAE. Produciendo otalgia (trago positivo) y otorrea.
Otitis externa difusa (otitis del nadador): P. aeruginosa y S. aureus, junto con factores que afecten
el pH cutáneo como piscinas. Cursa con otalgia trago positivo, otorrea e hipoacusia.
Otitis externa maligna o necrotizante: se trata de una infección por pseudomonas aeruginosa en
pacientes diabéticos o inmunodeprimidos. Cursa con otalgia intensa, edema de cAE, otorrea
purulenta e hipoacusia. Se ve tejido de granulación en el CAE, este tejido se ulcera y ncerosa
extendiéndose a estructuras continuas, produciendo paralisis facial junto con otros pares.
Otitis media secretora: es la causa mas frecuente de sordera en la infacia. La causa principal es
disfunción de la trompa de Eustaquio. La obstrucción tubarica produce un déficit de aireación del
oído medio y una presión negativa que favore el acumulo de trasudado. Hay una hiperproduccion
de moco. No hay otralgia ni otorrea, pero si hipoacusia.
Otitis media aguda: se trata de un proceso infeccioso con liquido purulento en el oído medio.
Frecuente en niños. La causa mas frecuente es S. pneumoniae y H. influenzae. Hay otalgia pulsatil,
fiebre, mal estado general, hipoacusia, otorrea, etc.
Alteraciones en la audición
Dos síntomas caracterizan las alteraciones de la vía auditiva: las hipoacusias o sorderas y los
acúfenos, tinnitus o zumbidos de oídos. Éstos no son una enfermedad, sino síntomas que pueden
deberse a diversas afecciones, pero muchas veces por la importancia que tienen constituyen las
características principales de algunas enfermedades.
Las hipoacusias son de transmisión: cuando está afectado el aparato de transmisión del
oído externo o medio.
Las hipoacusias de percepción: se originan en el órgano sensorial o sea en el oído interno
(cóclea) o en las vías que conducen el sonido hasta el cerebro.
Los acúfenos o zumbidos son en la mayoría de los casos el resultado de alteraciones
bioquímicas neuronales, las cuales provocan una irritación o lesión de la vía auditiva.
Causas
Una de las principales causas de la pérdida de audición es el envejecimiento. Otra de las causas
más comunes es la exposición al ruido. La pérdida de audición también puede producirse por una
enfermedad, infección o consumo de medicamentos. Puede ser hereditaria, o como resultado de
daños físicos en los oídos o lesiones graves en la cabeza.
Causas de la pérdida de audición conductiva: Una de las causas más comunes se debe a una
obstrucción del canal auditivo externo, normalmente causada por el exceso de cerumen. Otras
causas las infecciones del oído externo, el tímpano roto o perforado, quistes y tumores, u objetos
extraños en el conducto auditivo.
NEUROSENSORIAL: se produce por daños en las células ciliadas que se encuentran en el oído
interno (coclea) y gradualmente la audición se deteriora, No obstante, estas células ciliadas
también pueden dañarse debido al ruido excesivo y el daño suele ser permanente. Conocida
también como “sordera del nervio”, la pérdida auditiva neurosensorial puede ser leve, moderada,
severa o profunda.
Existen ciertos tipos de pérdida de audición neurosensorial específicos, por ejemplo, los
denominados pérdida de audición en bache o pérdida de audición descendente.
1. EN BACHE:. A menudo se utilizan distintos nombres para describir este tipo de pérdida de
audición: pérdida de audición en valle, depresión o en forma de U. Esta tiene problemas de
audición de los sonidos con frecuencia media. (imagínense que muerdan una galleta). Resulta
menos problemático escuchar sonidos con frecuencia alta o baja. Suele ser hereditaria y se
descubre primero cuando un niño se somete a una prueba de audición.
2. DESCENDENTE: Cuando una persona tiene problemas de audición con sonidos de alta
frecuencia, la curva de audición parece una pista de esquí. Puede ser difícil oír las voces de los
niños o voces femeninas agudas. La persona con deficiencia de audición puede oír sin dificultad en
una habitación silenciosa. Pero es muy difícil oír en un lugar ruidoso, especialmente cuando hay
demasiadas personas hablando. La pérdida de audición descendente puede ser hereditaria y se
puede desarrollar a lo largo de los años.
Puede resumirse como la percepción de un sonido no engendrado por una vibración del mundo
exterior e inaudible para otras personas. El acúfeno es una percepción sonora, es decir, un
fenómeno psicosensorial experimentado en cortex auditivo. Esto es de suma importancia pues,
nos hace presentes que todo acúfeno es analizado, interpretado y procesado en el sistema
nervioso central, cualquiera que sea el mecanismo que lo produce. Esta percepción no está
generada por una vibración del mundo exterior. Aunque en un primer momento el paciente
busque el origen de este ruido en su entorno, termina por aceptar que este nace en su cabeza o
en sus oídos
Anamnesis
Sindrome de Meniere
El concepto de vértigo hace referencia a una sensación de movimiento de carácter giratorio del
entorno que le rodea, de desplazamiento de la base de sustentación, inclinación del suelo,
precipitación en el vacío, sensación de caida al adoptar determinadas posturas, etc.…
La integración de esta información proveniente de varios receptores tiene lugar en los núcleos
vestibulares y el cerebelo. Desde este punto la percepción y la experiencia del equilibrio reflejan la
función de la integración cortical y la interpretación de señales. Hay pruebas de un proceso de
selección sensorial cortical, en que la confianza en un tipo particular de información del equilibrio
puede aumentarse o suprimirse. Esta selección cortical de señales puede suceder en forma
voluntaria (como en el patinador de hielo que gira durante una competencia) o involuntaria.
Aparece vértigo cuando hay un desequilibrio o diferencia entre estos receptores o dentro de ellos,
o en los niveles del sistema del equilibrio.
En lo que a la fisiopatología del vértigo se refiere el laberinto juega un papel mucho mayor que los
sistemas visual y propioceptivo
Clasificación
Periférico (afectación laberíntica o del nervio vestibular antes de su entrada en el tronco encéfalo )
o Central (afectación de los núcleos o vías vestibulares centrales).
Tanto el vértigo periférico como el central se diferencian clínicamente por otros síntomas o signos
acompañantes (características del nistagmus, manifestaciones neurológicas, alteraciones no
armónicas del tono muscular, etc.…), por lo que es esencial utilizar el tiempo necesario para
realizar una anamnesis y una exploración cuidadosa al paciente con vértigo.
Aunque si seguimos una clasificación topográfica más exacta, lo dividiremos en tres grandes
grupos:
Flujo mucoso o purulento que se exterioriza a través del meato auditivo externo procedente del
conducto auditivo externo, y también de la caja del tímpano cuando, a consecuencia de
enfermedad, se ha perforado la membrana timpánica.
Otitis externa: La otorrea es prácticamente constante en todas las infecciones del oído externo,
generalmente no muy abundante y esta se manifiesta de manera tardía tras un periodo más o
menos largo de dolor o molestias. Cuando es de etiología bacteriana en un primer momento es
una secreción clara que arrastra cierta cantidad de contenido descamativo del conducto auditivo
externo. Con la evolución se convierte en francamente purulenta, llegando a ser de color verdoso,
muy viscoso y maloliente. Ayuda al diagnóstico unas historia donde se detalle un trauma ótico (uso
de bastoncillos, lavados por irrigación…) o baño previo. La típica presentación incluye otalgia y
edema.
Las otitis externas por hongos, aparte de caracterizarse por el intenso prurito ótico, tras un
periodo de sensación dolorosa, comienza a acompañarse de otorrea de aspecto serosanguinolento
que no suele ser muy intenso.
También es característica la otorrea en las otitis medias secretorias; esta sucede en el estadio de
perforación timpánica y supuración. El momento del cese del dolor por parte del paciente, suele
coincidir con el comienzo de la supuración. El contenido procede del oído medio, y llega al
conducto externo a través de la perforación. En un primer momento es serosanguinolento por la
hemorragia tras la perforación timpánica, posteriormente se transforma en purulento, amarillo o
verdoso y a veces maloliente. Conforme la infección va remitiendo, el exudado se torna mucoso.
En las otitis medias crónicas el síntoma fundamental es la otorrea. Esta será continua o
intermitente, se pondrá de manifiesto sobre todo coincidiendo con adenoiditis, amigdalitis aguda,
catarros de vías aérea superiores y cuando entre agua en el oido. En otros periodos no es aparente
la supuración y clínicamente simulan espacios de remisión. La otitis media crónica
colesteatomatosa cursa con otorrea que suele ser escasas pero mantenida, espesa, purulenta y
maloliente. Las enfermedades granulomatosas son una rara causa de otorrea al igual que las
neoplasias.
Otorragia
Con este término nos referimos a la exteriorización de contenido hemático por el conducto
auditivo externo. Este sangrado puede proceder del conducto, principalmente de heridas
producidas en el mismo o del oído medio, asociada a traumatismo cráneoencefálico o a proceso
infeccioso. La importancia radicará en la localización del origen del sangrado, siendo importante
descartar que proceda del oido medio y debido a una fractura de la base del cráneo
(principalmente el peñasco). Algunas otitis como la miringitis bullosa pueden cursar con otorragia.
Los antecedentes, la clínica y la otoscopia nos ayudarán en la localización de la otorragia
Otras causas: