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La migración de los
purépecha hacia el norte
y su regreso a los lagos
Grégory Pereira, Dominique Michelet y Gérald Migeon
Según una tradición, aztecas y michoaques formaban inicialmente un mismo grupo, originario
de Aztlan (o Chicomóztoc), y habrían hablado un mismo idioma. Su separación habría ocurri-
do en Pátzcuaro, donde algunos (los futuros mexicas), habrían decidido continuar su ruta en
busca de la tierra prometida, mientras que los michoaques se quedaron bañándose en el lago.
Cornisa / 55
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C
omo varios autores lo han se- de México, de una tradición mítico-histó- agua, ya que los primeros les habían roba- aislado en Mesoamérica, suponiendo sólo muchos vocablos corrutos y serranos…”. ¿Evidencias arqueológicas
ñalado, muchos de los pue- rica que asociaba a nahuas y purépecha en do su ropa para evitar que los siguiesen. algunos de ellos que quizás estuviese re- Así pues, el inicio del reino tarasco está de una expansión hacia
blos que dominaban tal o cual una misma migración. De hecho, según El relato agrega –bajo, esta vez, la pluma lacionado, en un pasado lejano, con idio- marcado, de acuerdo con la fuente más el norte?
parte de Mesoamérica en los esa tradición, transmitida por fray Diego de Juan de Tovar (1587)– que los que se mas de América del sur (de los Andes detallada que nos ha llegado, por el reen-
años inmediatamente anteriores a la con- Durán (1581), entre otros, aztecas y mi- quedaron en la cuenca, o michoaques, re- centrales y costa vecina). Ahora bien, cuentro de purépecha recién llegados y La idea según la cual los pueblos de habla
quista, se presentaban a sí mismos como choaques formaban inicialmente un mis- solvieron cambiar su manera de vestirse y constatar el aislamiento del purépecha en otros asentados en la región desde tiem- purépecha tal vez ocuparon áreas al nor-
inmigrantes o nómadas recién llegados a mo grupo, originario de Aztlan (o Chico- su lenguaje, de modo que se distinguieran el mapa lingüístico mesoamericano del pos atrás. Pero es posible pensar que los te de México no es nueva. Surgió desde
las comarcas donde se habían establecido móztoc), y habrían hablado un mismo de aquellos que los habían engañado. Por siglo xvi no implica que se deba considerar primeros se habían ido en fechas antiguas los trabajos pioneros de Leopoldo Batres
y a partir de las cuales habían desarrollado idioma. Su separación habría ocurrido en supuesto, esta narración tiene muy poco a los tarascos como un pueblo que habría y no hacían más que regresar en ese mo- en el sitio de La Quemada, Zacatecas, pu-
su poder. Tal es evidentemente el caso de Pátzcuaro, donde algunos (los futuros fundamento, en particular en el plano lin- llegado al área tardíamente y desde parajes mento. De allí la pregunta: ¿existen, o no, blicados en 1903. Basándose en similitu-
los mexica-tenochcas. Los tarascos, por su mexicas), siguiendo la orden de Huitzilo- güístico. Como bien es sabido, los idiomas muy alejados. datos materiales, arqueológicos en espe- des en la cerámica y la arquitectura enton-
lado, no se diferenciaban mucho en ese pochtli, habrían decidido continuar su ruta nahua y purépecha pertenecen a familias La Relación de Michoacán (1541), por su cial, que validan esta reconstrucción de ces conocidas en Michoacán, ese autor
aspecto de sus vecinos y enemigos con los en busca de la tierra prometida, mientras de lenguas totalmente separadas, y, hoy parte, cuenta que la formación del reino una marcha de tarascos hacia el norte y de planteó que ese imponente asentamiento
que, sin embargo, no querían ser confun- que otros se quedaron bañándose en el día, la mayoría de especialistas ve al puré- prehispánico purépecha fue la hazaña de su posterior regreso? había sido obra de los tarascos. De hecho,
didos, a pesar de la existencia, en el Centro lago y se encontraron desnudos al salir del pecha como un idioma completamente un grupo de inmigrantes, los uacúsechas hasta principios de los setenta del siglo pa-
(“águilas”), calificados también en el mis- sado tal sitio se consideraba una fortaleza
mo texto de “chichimecas”, es decir “nor- del Posclásico ocupada, según los autores,
teños”, que habrían entrado a la zona por por tarascos o por toltecas.
el sector de Zacapu. Según la misma Desde entonces, el desarrollo de
Simbología
fuente, ellos habrían sometido en las investigaciones arqueológicas
ZACATECAS pocas generaciones todo lo que y de los fechamientos por car-
Tierras altas y lagos de
Michoacán: área de desarrollo
es en la actualidad el estado de bono 14 han generado una re-
La Quemada
temprano de la tradición Michoacán. La historia, oral y volución: por un lado, se sabe
decorativa al negativo
oficial, registrada en la Rela- que la ocupación de La Que-
Información: G. Pereira, D. Michelet y G. Migeon. Dibujos: N. Latsanopoulos y G. Pereira. Ilustración: Raíces. Dibujo: A partir de Jiménez y Darling, 2000
No obstante, existe un conjunto de da- ron un papel esencial en su creación y su norte de Michoacán, se observa que el Pos- La cultura material de esos supuestos
tos que permite bosquejar el área donde, difusión. La técnica decorativa al negati- clásico Temprano (900-1250 d.C.) es el “purépecha repatriados” parece tener
desde el final del Preclásico, agricultores vo es otro indicio clave. Presente desde momento de más extendida ocupación, cierta continuidad con la de siete siglos
procedentes del norte de Michoacán pu- épocas muy tempranas en el norte de Mi- justo al sur del río Lerma. Hacia mediados antes. Esto explicaría la reaparición de la
dieron asentarse. Esta zona abarca la par- choacán (El Opeño), tuvo una distribu- del siglo xiii muchos de los sitios más decoración cerámica con policromía al
te occidental del estado de Guanajuato, los ción importante en la zona que hemos se- próximos al río fueron abandonados, negativo, lo que hizo que muchos de los
Altos de Jalisco y los valles del río Verde ñalado anteriormente. Las vasijas donde mientras que muy cerca de Zacapu –y en primeros arqueólogos del centro de Mi-
y de San Pedro, y el cañón de Juchipila y el negativo se combina con pintura roja particular en lo que es conocido como el choacán no distinguieran la producción
Malpaso en particular. El área se distingue sobre bayo (o crema) representan la cate- Malpaís de Zacapu– empezaron a desa- de 100-500 d.C. de la de vísperas de la
por compartir varios rasgos, entre los cua- goría más elaborada (fig. 2). Tiene un pri-
les sobresalen elementos con anteceden- mer auge en el norte de Michoacán duran-
tes en la zona entre el valle del río Lerma te el Clásico Temprano (fase Loma Alta)
y las cuencas lacustre de Michoacán. Tal para desaparecer allí, junto con los dise-
Si bien el Estado tarasco de principios del siglo xvi fue una mo-
es el caso de la iconografía plasmada en la ños figurativos, alrededor del siglo vi. Es narquía centralizada, esta estructura era el fruto de un proceso
cerámica que ha sido a menudo relaciona- entonces en el oeste de Guanajuato, nor-
Foto: Guillaume Roux
da con Chupícuaro (600-100 a.C.) y las cul- te de Jalisco y sur de Zacatecas que esta
tardío y lo que sabemos de los sitios contemporáneos a la llegada
turas que derivan de ella (Morales, Loma expresión decorativa alcanza un notable de los uacúsecha muestra que la sociedad de esos chichimecas no
Santa María, Loma Alta, 100 a.C.-500 grado de elaboración, logrando su máxi-
d.C.). Los diseños geométricos, pero aún mo refinamiento en el sitio de La Quema-
era tan piramidal.
4. El denso sistema de terrazas habitacionales del asentamiento de Malpaís Prieto, Zacapu, Michoa-
cán, es huella del proceso de urbanización que inició, a partir del siglo xiii, en las cuencas lacustres de más las representaciones zoomorfas y an- da. Después del abandono de los sitios del
Michoacán. tropomorfas, tuvieron una amplia difu- norte, la cerámica con policromía al nega-
sión hacia Zacatecas, y llegaron hasta la tivo vuelve a surgir en la zona lacustre de rrollarse núcleos de población que pron- conquista. La práctica de la cremación,
zona de los agricultores hohokam del de- Michoacán, donde se convierte en un ele- to adquirirán un carácter netamente urba- que en el Posclásico fue reservada a la eli-
los sucesos ocurridos antes de su llegada a ción es muy delicado, pues esos procesos sierto de Arizona. Ahora bien, se ha esta- mento característico de la cerámica taras- no, al menos en términos de densidad, con te y a los guerreros, también parece indi-
Zacapu. Tan difícil tarea incumbe a la ar- suelen ser complejos e implicar reacomo- blecido ya que las fronteras lingüísticas y ca del Posclásico (fig. 3). Es pues tenta- hasta más de 20 residencias unifamiliares car la recuperación, bajo modalidades dis-
queología, y el problema es que, a falta de dos sucesivos, movimientos de amplitud políticas son permeables a los símbolos, y dor vislumbrar, en el vaivén de esta por hectárea (fig. 4). Es a los habitantes tintas, de antiguas prácticas de la fase
fuentes escritas, no resulta fácil vincular un variable, desarrollos de aculturación y de sería excesivo atribuir todas esas manifes- peculiar técnica decorativa, la señal de mo- de esos sitios (Malpaís Prieto, Milpillas, In- Loma Alta. Pero los recién llegados tra-
elemento material determinado con tal o reconstrucción de identidad. Sin duda, fal- taciones a la llegada física de purépecha. vimientos poblacionales entre las zonas fiernillo, El Palacio) que resulta tentador jeron consigo o adoptaron de otros mu-
cual grupo etnolingüístico. Por otro lado, tan muchas investigaciones antes de poder Sin embargo, es lógico pensar que los an- lacustres michoacanas y las regiones se- relacionar con los uacúsechas de la Rela- chos elementos inéditos, cuyo origen
trazar con precisión la ruta de una migra- entender tales procesos migratorios. tiguos pueblos michoacanos desempeña- miáridas del septentrión. Es cierto que los ción de Michoacán. apunta hacia rumbos variados. Su llegada
secretos de fabricación de las vasijas, ce-
losamente resguardados por los alfareros,
no circulaban tan libremente como los
casa habitacional
símbolos, y que son mejores indicios del
desplazamiento de grupos humanos. Pero
a faltan estudios para comprobarlo. casa grande
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